El término deriva de la forma latina paradoxum, que es un préstamo del griego παράδοξον
(paradoxon) 'inesperado, increíble, singular', etimológicamente formado por la preposición para-,
que significa "junto a" o "a parte de" más la raíz doxon 'opinión, buen juicio'.5 Ejemplos como la paradoja del mentiroso y otras similares ya se estudiaban desde la antigüedad en Grecia, y en la Edad Media eran conocidas como insolubilia. La paradoja del mentiroso es uno de los primeros casos de paradoja autoreferente. De hecho, entre los temas recurrentes en las paradojas se encuentra la auto-referencia directa e indirecta, la infinitud, definiciones circulares y confusión de niveles de razonamiento, aunque no todas las paradojas son de tipo autorreferente. En filosofía moral una paradoja juega un papel particularmente importante en debates sobre ética. Por ejemplo, la admonición ética: "amar a tu vecino" no solamente se encuentra en contraste, sino también en contradicción, con un vecino que intenta asesinarte: de ser exitoso, entonces, uno no sería capaz de amarlo. Sin embargo, atacar o reprimir al vecino agresor no sería generalmente considerado amar. Esto puede ser llamado un dilema ético. Otro ejemplo es el conflicto entre el mandato de no robar y la responsabilidad personal de alimentar a la familia, la cual bajo determinadas circunstancias (guerras, revoluciones, desastres naturales) no podría ser mantenida sin robar. No todas las paradojas son iguales. Por ejemplo, la paradoja del cumpleaños puede ser definida mejor como una sorpresa que como una contradicción lógica, mientras que la resolución de la paradoja de Curry es aún un tema importante de debate.