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Universidad Juarez del Estado de Durango

Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

División de Estudios de Postgrado e

Investigación.

Especialidad Constitucional

Materia: Actos, Contratos y Servicios

Administrativos.

Tema: “Contratos de las entidades

federativas”.

Alumno: Raúl Isaac Gurrola Centeno

Catedrático: D.D. Martín Gallardo García

Victoria de Durango, Durango, a 5 de febrero de 2020.


Introducción. 2
Capítulo I: Antecedentes. 3
Origen de la facultad para celebrar contratos de las entidades federativas. 3
Los contratos en la antigua Mesopotamia y Roma. 3
Etapa Precortesiana o derecho autóctono. 3
Etapa del derecho hispano. 3
Capitulo II: Contrato administrativo. 4
El artículo 134 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 4
Capitulo III: Conceptualización. 7
Concepto de contrato. 7
Facultades de las entidades federativas para hacer contratos. 9
Capitulo IV: Marco jurídico . 11
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 11
Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Durango. 18
Ley de Adquisición, Arrendamientos y Servicios del Estado de Durango. 20
Reglamento de la Ley Sobre Adquisiciones, Enajenaciones, Arrendamientos,
Mantenimientos y Almacenes de la Planeación de las Operaciones. 21
Capítulo V: Desarrollo del tema. 21
Contratos Administrativo en el Estado de Durango. 25
Bibliografía 28

1
Introducción.
El tema de este trabajo de investigación es la facultad para celebrar contratos de
las entidades federativas y se estructura en cinco capítulos, en los que se hace
referencia a los antecedentes jurídicos constitucionales relativo al origen de la
facultad para celebrar contratos de las entidades federativas, reseñando los
contratos en la antigua Mesopotamia y Roma; posteriormente se hace referencia al
origen del contrato en México en lo relativo en la etapa Precortesiana o derecho
autóctono, en el derecho hispano hasta llegar al origen del contrato administrativo
en el derecho mexicano en el artículo 134 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos.

Lo característico del contrato administrativo es la presencia de la administración


pública como una de las partes, con sus poderes y privilegios. Ella puede contratar
con los particulares o con otros entes de derecho público, que persiguen finalidades
interés económico, en tanto que la administración pida el interés general. La
principal obligación que tiene la administración frente al contratista es pagar el
precio convenido en el contrato.

Por lo que el órgano administrativo que contrate debe ser un órgano competente,
es decir, estará autorizado por la ley para celebrar el contrato. Los contratos
administrativos deben contener ciertos requisitos como: el nombre de la
dependencia o entidad contratante, la indicación del procedimiento conforme al cual
se llevó a cabo la adjudicación del contrato, los datos relativos a la autorización del
presupuesto para cubrir el compromiso derivado del contrato, la descripción
pormenorizada de los trabajos que se realizarán, así como las condiciones de pago,
el precio a pagar por los trabajos objeto del contrato, los plazos, forma y lugar de
pago y los ajustes de costos, entre otros.

Existen varios tipos de contratos administrativos, como los de obra pública,


adquisición de bienes muebles, de suministro, y de prestación de servicios, entre
otros.

Para el desarrollo del presente, se procedió en principio a la indagación, la


redacción, sistematización, registro de la información, lo que se realizó de forma
histórica, descriptiva, analítica e interpretativo.

2
Capítulo I: Antecedentes.
Origen de la facultad para celebrar contratos de las entidades federativas.
Los contratos en la antigua Mesopotamia y Roma.
Empezando en la antigua Mesopotamia existían contratos de compraventa,
permuta, arrendamiento, depósito y transporte, regulados por el Código de
Hammurabi, por los cuales el derecho contractual alcanzó un gran desarrollo. Los
contratos seguían un formulario impersonal que ponían en primer plano el objeto
del contrato, le seguían posibles cláusulas personales y los nombres del vendedor,
comprador, testigo y escriba, cerrando el documento con la fecha.

Pero fue hasta la época romana en la que se colocó al contrato en un grado de


perfeccionamiento extraordinario, al precisar sus conceptos, acotar sus alcances,
diferenciar sus clases, determinas sus elementos, definir sus requisitos, establecer
su esencia y señalar sus fines.1

En Roma, durante mucho tiempo las obligaciones sólo podían nacer de los delitos
o de los contratos; es decir los actos violatorios del derecho, convertían a su autor
en deudor. De esta suerte, la obligación únicamente podía ser generada mediante
el contrato, o sea, el acuerdo licito voluntariamente adoptado por las partes.

Etapa Precortesiana o derecho autóctono.


El derecho azteca se ocupó de la regulación de algunos contratos, como de la
permuta, que se perfeccionaba con el consentimiento expresado de cualquier modo,
que entre los aztecas el que hubiera recibido un objeto con ánimo de permutarlo,
estaba obligado a entregar el equivalente en que habían convenido.

Etapa del derecho hispano.


Durante los tres siglos de dominación hispana en México y, a falta de legislación
propia, aun en los primeros cicatea años de la vida independiente, las obligaciones
y los contratos en nuestro país fueron regulados por los preceptos de los
ordenamientos jurídicos hispanos, por interpretaciones derivadas de la recopilación
novohispana de legislación y jurisprudencia, y por disposición contenida en la
recopilación mexicana y jurisprudencial.

1
Fernández Ruiz Jorge, Derecho Administrativo, Porrúa, México, 2000, p.2.

3
Capitulo II: Contrato administrativo.
El contrato administrativo aparece en México cuando las disposiciones
normativas configuran una categoría especifica reglada por principio distintos a los
que regulan el peso de los contratos, como son, entre otros, la desigualdad de los
contratantes evidenciada en las prerrogativas conferidas a una de ellas, que
siempre será la administración pública, y el cumplimiento de fines estatales.

Ahora, en cuanto a el reconocimiento de una categoría de contratos distinta a la


ordinaria, entre otras causas por estar sometidos aquellos a un régimen exorbitante
del derecho privado, se da implícitamente en la doctrina jurídica mexicana.

La concesión de una obra pública a cualquier empresa implica la administración:


le confía la satisfacción de una necesidad común y el desempeño de un servicio
administrativo, por lo cual es justo que el gobierno vele sobre el cumplimiento del
contrato e imponga su ley al concesionario.

El artículo 134 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.


La incorporación definitiva del contrato administrativo al derecho positivo
mexicano le viene a dar el artículo 134 de nuestra Constitución, cuyas disposiciones
carecen de antecedentes en nuestra historia constitucional, pero ni siquiera estaban
consideradas en el proyecto presentado por Venustiano Carranza; por lo que al
someter el artículo a la consideración del Constituyente de 1916-1917, bajo el
número 131, la Comisión hizo notar que a pesar de no figurar en el proyecto, creyó
conveniente agregar un artículo que tenía por objeto asegurar los concursos de
todos los trabajos públicos, para obtener así para el servicio de la Nación, las
mejores utilidades posibles, evitando fraudes y favoritismos.

El artículo 134 de nuestra Carta Magna, originalmente su texto decía:

“Art. 134.- Todos los contratos que el Gobierno tenga que celebrar para
la ejecución de obras públicas, serán adjudicadas en subasta, mediante
convocatoria, y para que se presenten proposiciones en sobre cerrado, que
será́ abierto en junta pública.”2

2
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Diario Oficial de la Federación,
México, 5 de febrero de 1917.

4
La primera de las reformas a este artículo fue la de 28 de febrero de 1982, que
incorporo las adquisiciones, arrendamientos y enajenación de todo tipo de bienes,
así como el manejo de económicos federales, y da la obligación al gobierno de
propagarse con eficiencia, eficacia y honradez; también incorporara la publicidad y
transparencias de estos actos y pone candados para asegurar las mejores
condiciones del Estado, y la idoneidad de los actos que este mismo haga, esta
reforma a la letra decía lo siguiente:

“Articulo 134. Los recursos económicos que dispongan el Gobierno del


Distrito Federal, así como sus respectivas administraciones públicas
paraestatales, se administrarán con eficiencia, eficacia y honradez para
satisfacer los objetivos a que están destinados.
Las adquisiciones, arrendamientos y enajenaciones de todo tipo de
bienes, prestación de servicios de cualquier naturaleza y la contratación de
obra que realicen, se adjudicarán o llevarán a cabo a través de licitaciones
públicas mediante convocatoria pública para que libremente se presenten
proposiciones solventes en sobre cerrado, que será abierto públicamente, a
fin de asegurar al Estado mejores condiciones disponibles en cuanto
aprecio, calidad, financiamiento, oportunidad y demás circunstancias
pertinentes.
Cuando la licitación a que hace referencia el párrafo anterior no sean
idóneas para asegurar dichas condiciones, las leyes establecerán las bases,
procedimientos, reglas, requisitos y demás elementos para acreditar la
economía, eficiencia, imparcialidad y honradez que aseguren las mejores
condiciones para el estado.
El manejo de recursos económicos federales se sujetará a las bases de
este artículo.
Los servidores públicos serán responsables del cumplimiento de estas
bases en los términos del Título Cuarto de esta Constitución.”
La segunda de las reformas tuvo lugar el 13 de noviembre de 2007, agregó tres
párrafos al artículo multicitado, haciendo extensiva las responsabilidades y
obligaciones a todos los niveles de gobierno, y pone contrapesos sociales para
evitar las promociones de recursos que fueran personalizados para evitar cualquier
fin político, es de resaltar que esta reforma prevé las sanciones que hubiera a lugar:

“ (…)
Los servidores públicos de la Federación, los Estados y los municipios, así
como del Distrito Federal y sus delegaciones, tienen en todo tiempo la
obligación de aplicar con imparcialidad los recursos públicos que están bajo
su responsabilidad, sin influir en la equidad de la competencia entre los
partidos políticos.

5
La propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social, que
difundan como tales, los poderes públicos, los órganos autónomos, las
dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro entre
de los tres órdenes te gobierno, deberá tener carácter institucional y fines
informativos, educativos o de orientación social. En ningún caso esta
propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen
promoción personalizada de cualquier servidor público.
Las leyes, en sus respectivos ámbitos de aplicación, garantizarán el
estricto cumplimiento de lo previsto en los dos párrafos anteriores, incluyendo
el régimen de sanciones a que haya lugar.”3

La tercera de las reformas fue la de 7 de mayo de 2008, incorpora a los órganos


políticos administrativos, asimismo ponen un freno con la evaluación de instancias
técnicas que establecerán los niveles de gobierno para el manejo de los recursos
económicos, que dice:

“Articulo 134. Los recursos económicos de que dispongan la Federación,


los estados y los municipios, el Distrito Federal y los órganos político-
administrativos de sus demarcaciones territoriales, se administrarán con ….
Los resultados del ejercicio de dichos recursos serán evaluados por las
instancias técnicas que establezcan, respectivamente, la Federación, los
estados y el Distrito Federal, con el objeto de propiciar que los recursos
económicos se asignen en los respectivos presupuestos en los términos el
párrafo anterior. Lo anterior, sin menoscabo de lo dispuesto en los artículos
74, fracción IV, y 79.

El manejo de recursos económicos federales por parte de los estados, los
municipios, el Distrito Federal y los órganos político-administrativos de sus
demarcaciones territoriales, se sujetarán a las bases de este artículo y a las
leyes reglamentarias. La evaluación sobre el ejercicio de dichos recursos se
realizará por las instancias de las entidades federativas a que se refiere el
párrafo segundo este artículo.”4
Finalmente, la última reforma se realizó el 29 de enero de 2016, y nace por la
propuesta de que la Ciudad de México, sea reconocida plenamente como entidad
federativa con la autonomíáa en el régimen interior que como tal le corresponde y
tenga su ley fundamental propia, que se denominará Constitución Política de la

3
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Diario Oficial de la Federaciónn,
Mexico, 13 de noviembre de 2007.
4
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Diario Oficial de la Federaciónn,
Mexico, 7 de mayo de 2008.

6
Ciudad de México, por lo que las bases de organizacióńn y funcionamiento de sus
poderes respetando el mandato y las condiciones que se establezcan en la
Constitucióńn Política de los Estados Unidos Mexicanos dada su doble condicióńn
de capitalidad y su carácter de sede de los poderes federales. dice:

“Artículo 134. Los recursos económicos de que dispongan la Federación,


las entidades federativas, los Municipios y las demarcaciones territoriales de
la Ciudad de México, se administrarán con eficiencia, eficacia, economía,
transparencia y honradez para satisfacer los objetivos a los que estén
destinados.
Los resultados del ejercicio de dichos recursos serán evaluados por las
instancias técnicas que establezcan, respectivamente, la Federación y las
entidades federativas, con el objeto de propiciar que los recursos económicos
se asignen en los respectivos presupuestos en los términos del párrafo
precedente. Lo anterior, sin menoscabo de lo dispuesto en los artículos 26,
Apartado C, 74, fracción VI y 79 de esta Constitución.
...
El manejo de recursos económicos federales por parte de las entidades
federativas, los municipios y las demarcaciones territoriales de la Ciudad de
México, se sujetará a las bases de este articulo y a las leyes reglamentarias.
La evaluación sobre el ejercicio de dichos recursos se realizará por las
instancias técnicas de las entidades federativas a queé se refiere el párrafo
segundo de este artículo.
...
Los servidores públicos de la Federación, las entidades federativas, los
Municipios y las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, tienen
en todo tiempo la obligación de aplicar con imparcialidad los recursos
públicos que están bajo su responsabilidad, sin influir en la equidad de la
competencia entre los partidos políticos.” 5

Capitulo III: Conceptualización.


Concepto de contrato.
La palabra contrato proviene de la voz latina “contratos” que quiere decir, lo
contraído, traducible cómo venir en uno, ligarse, lo que después se entiende como
acuerdo de voluntades.

En un sentido amplio, se caracteriza por identificar la noción del contrato con la


convención o acto jurídico bilateral, incluyendo en ella todo acuerdo dirigido a crear
relaciones de obligación, o a modificar, extinguir o a constituir relaciones de derecho

5
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Diario Oficial de la Federaciónn,
Mexico, 29 de enero de 2016.

7
real o de familia. Por otro lado, el sentido estricto del contrato tiene como punto de
partida su diferenciación con el convenio, por considerar a este el género y el
primero la especie; en este contexto, contrato viene a ser el convenio, cuyo
propósito es constituir una obligación patrimonial, esto lo podemos apreciar en los
siguientes artículos de Código Civil Federal:

“Artículo 1792.- Convenio es el acuerdo de dos o más personas para


crear, transferir, modificar o extinguir obligaciones.
Artículo 1793.- Los convenios que producen o transfieren las obligaciones
y derechos, toman el nombre de contratos”

El contrato administrativo es una obligación bilateral, sinalagmática, en la que


una las partes es la administración pública con las prerrogativas inherentes a su
condición jurídica, y la otra, un particular o una entidad pública, destinada a realizar
determinados fines o relaciones, sometidos a ciertas reglas particulares
exhorbitantes, entre ellas la forma que deben revestir y la de estar sometidos, en su
casa, a la jurisdicción contenciosa administrativa.

Por lo que en los contratos que regula el código civil, la voluntad de las partes es
la suprema ley, de allí nacen las normas que rigen esta relación jurídica aplicándose
el propio Código como normas supletorias para llenar los vacíos no previstos por
las partes. Pero, en los contratos administrativos la situación es diferente, la
voluntad de las partes no puede alterar los mandatos de la ley que se aplique
directamente, las partes se subordinan a una relación de derecho público
preestablecida o principios jurídicos ex profesos para normar estas situaciones, que
obedecen a los reclamos del interés público. De aquí cierta precariedad y la relación
que se establece, de antemano conocida por los que contratan como la
administración pública que actúa sin propósito de lucro y sólo trata de asegurar el
interés general.

Es necesario insistir sobre la necesidad de algunos contratos administrativos,


como el de obra pública, qué ha llegado a tener una importancia enorme en el
renglón de las inversiones públicas. Debemos señalar interés que tiene en nuestro
país los contratos de construcción, por medio de empresas particulares o de
participación estatal que asume la responsabilidad de contribuir marcos, aviones,

8
carros del ferrocarril, implementos agrícolas, maquinaria, automóviles, viviendas en
serie, carreteras, obras hidráulicas, aeropuertos, etc.

Los tres elementos fundamentales que señala la jurisprudencia francesa a la


noción del contrato administrativo son:

- Participación en el contrato de una persona o entidad de derecho público


dotada con la competencia suficiente para hacerlo; y los particulares

- Dependencia del contrato administrativo del funcionamiento del servicio


público. Esta condición es necesaria sin ser suficiente a juicio de otro sector
doctrinal

- Elección por la administración del procedimiento de derecho público, el cual el


particular se somete voluntariamente a las condiciones unilaterales establecidas
por la ley o por la propia administración

Facultades de las entidades federativas para hacer contratos.


Lo característico del contrato administrativo es la presencia de la administración
pública como una de las partes, con sus poderes y privilegios. Ella puede contratar
con los particulares o con otros entes de derecho público, que persiguen finalidades
interés económico, en tanto que la administración pida el interés general. La
principal obligación que tiene la administración frente al contratista es pagar el
precio convenido en el contrato.

Los particulares que contratan con la administración deben tener la capacidad


jurídica necesaria para hacerlo, en los términos del derecho común, es decir, tener
la aptitud para gozar del derecho o capacidad de goce, o para ejercerlo, capacidad
de ejercicio.

Una cosa muy importante es el consentimiento es una manifestación de voluntad


mediante la cual se logra el acuerdo entre las partes que celebran el contrato. La
administración pública expresa su consentimiento a través de los titulares de los
órganos que tiene competencias para hacerlo, ya sean titulares únicos U órganos
colegiados.

9
Es de ley que señala en cada caso la forma que debe revestir los contratos
administrativos. La forma escrita es esencial para la existencia de un contrato
administrativo.

El objeto es el propósito de las partes para generar los derechos y obligaciones.


El contenido de los contratos administrativos está constituido por prestación o
conjunto de prestaciones a que dé lugar. El objeto de estos contratos ha de ser la
ejecución de obras en la gestión de servicios al estado o la prestación de suministros
al mismo.

En los contratos administrativos media de causa o motivo determinante tienen


aún más importancia que los contratos de derecho privado, porque presupone el
interés público o el fin de la institución a que se refieren estos contratos.

La causa es pues, en vista del cual una persona obliga frente a otra. La teoría del
enriquecimiento sin causa a adquirir importancia en el derecho administrativo.

El contrato administrativo está sometido a un régimen estricto derecho público,


solo por excepción debe remitirse al derecho privado. Es a través de las cláusulas
reglamentarias como la ley asegura el mantenimiento del interés general, que no
puede quedar al árbitro de los particulares. La administración deberá establecer
pliegos de cláusulas administrativas generales en que se contengan las tipias aquí
un principio se acomodará al contenido de los contratos.6

Elementos no esenciales-

Plazo. El plazo se termina de acuerdo con la naturaleza del contrato que se


celebre. En unos casos los contratos demandan plazos muy amplios para que se
pueda operar la amortización de los capitales invertidos y en otros casos, se fijan
plazos breves, como la construcción del edificio.

Conmutabilidad. Los contratos administrativos se clasifican como contratos


conmutativos porque los provechos y gravámenes que corresponden a las partes
son ciertos y conocidos desde la celebración del contrato.

6
Serra Rojas, Andrés, Derecho Administrativo, Primer Curso, Ed. Porrúa, México 2014.

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Intransferibilidad. A la celebración contrato administrativo la administración se
cerciorará de la idoneidad de su contratante, es por ello que se prohíbe él transferir
esos contratos a otras personas.

Licitación. La licitación es un procedimiento legal y técnico que permite a la


Administración Pública quienes pueden, en mejores condiciones de idoneidad y
conveniencia prestar servicios públicos o realizar obras.

La garantía es sinónimo de obligación y responsabilidad. Y los contratos es un


medio para asegurar el cumplimiento de las obligaciones asumidas.

Sanciones. El concepto de sanción se emplea como pena o represión. Es la ley


la que ordena una pena Contra quienes la viole.

Capitulo IV: Marco jurídico .


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El artículo 134, primer, tercer y cuarto párrafos, de la Constitución Federal
establece:

“Artículo 134. Los recursos económicos de que dispongan la


Federación, los estados, los municipios, el Distrito Federal y los órganos
político-administrativos de sus demarcaciones territoriales, se
administrarán con eficiencia, eficacia, economía, transparencia y
honradez para satisfacer los objetivos a los que estén destinados.
[…]
Las adquisiciones, arrendamientos y enajenaciones de todo tipo de
bienes, prestación de servicios de cualquier naturaleza y la contratación
de obra que realicen, se adjudicarán o llevarán a cabo a través de
licitaciones públicas mediante convocatoria pública para que libremente
se presenten proposiciones solventes en sobre cerrado, que será
abierto públicamente, a fin de asegurar al Estado las mejores
condiciones disponibles en cuanto a precio, calidad, financiamiento,
oportunidad y demás circunstancias pertinentes.

[…]
Cuando las licitaciones a que hace referencia el párrafo anterior no sean
idóneas para asegurar dichas condiciones, las leyes establecerán las
bases, procedimientos, reglas, requisitos y demás elementos para
acreditar la economía, eficacia, eficiencia, imparcialidad y honradez que
aseguren las mejores condiciones para el Estado”.

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Como se observa en la transcripción, la norma constitucional establece un
mandato general a las autoridades de los distintos niveles que han de llevar a cabo
la administración de recursos públicos: se seguirán los principios de eficiencia,
eficacia, economía, transparencia y honradez para satisfacer los objetivos a los que
estén destinados

Este mandato dirigido a la categoría de la acción genérica administrar recursos


públicos tiene una regulación específica para la especie referida a la actividad
contractual del Estado, pues la norma constitucional establece que las
adquisiciones, arrendamientos y enajenaciones de todo tipo de bienes, prestación
de servicios de cualquier naturaleza y la contratación de obra que realicen, se
adjudicarán o llevarán a cabo a través de licitaciones públicas mediante
convocatoria pública para que libremente se presenten proposiciones solventes
en sobre cerrado, que serán abiertas públicamente, a fin de asegurar al Estado las
mejores condiciones disponibles en cuanto a precio, calidad, financiamiento,
oportunidad y demás circunstancias pertinentes

Cuando las licitaciones no cumplan estas condiciones, el precepto constitucional


establece la obligación del legislador de establecer las bases, procedimientos,
reglas, requisitos y demás elementos para acreditar la economía, eficacia,
eficiencia, imparcialidad y honradez que aseguren las mejores condiciones para el
Estado.

Así, la norma constitucional impone principios materiales que deben informar


en general al Estado en la administración de recursos públicos, los cuales adquieren
una manifestación diferenciada tratándose de su actividad contractual, pues las
leyes deben establecer las bases para que esa actividad se ajuste a esos principios,
pero mediante la individualización del fin práctico que han perseguir: asegurar al
Estado las mejores condiciones disponibles en cuanto a precio, calidad,
financiamiento, oportunidad y de demás circunstancias pertinentes.

La Suprema Corte ha llevado a cabo el ejercicio de interpretación del anterior


diseño institucional y al respecto caben destacar los siguientes dos referentes

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interpretativos, los cuales servirán de base para continuar con la exploración
jurisprudencial de los distintos contenidos que integran el artículo 134 constitucional.

Así, en primer lugar, el Tribunal pleno ha determinado que los principios


materiales establecidos en la norma constitucional deben encontrar desarrollo
interpretativo e individualización en las normas secundarias, pues en esa
reglamentación se encuentra la principal condición de realización de esas máximas.
“Así, para cumplir con este precepto constitucional, es necesario que las
leyes expedidas en torno al uso de recurso públicos recojan, desarrollen y
permitan que estos principios y mandatos constitucionales puedan ser
efectivamente realizados”.

Lo anterior implica reconocer un amplio margen de configuración normativa al


legislador democrático para escoger entre distintos modelos de contratación pública
de acuerdo a las necesidades concretas de cada tiempo y espacio.

Ahora bien, esta especial vocación de dichos principios constitucionales para


encontrar desarrollo en las leyes secundarias no implica que no tengan un contenido
mínimo identificable objetivamente, con base en lo cual se pueda controlar la
reglamentación del legislador.

En efecto, la Primera Sala ha establecido que “para conocer si la actuación del


legislador es acorde con dichos principios, es necesario conocer el significado de
éstos: a) eficiencia consiste en alcanzar los fines propuestos con el uso más racional
de los medios existentes, esto es, que exista una relación medio-fin al menor costo
posible; b) eficacia consiste en obtener el resultado práctico deseado, sin que
necesariamente sea al menor costo; c) economía, se relaciona con la administración
recta y prudente de los bienes, a efecto de lograr las mejores condiciones de
contratación para el Estado; d) imparcialidad, que gramaticalmente significa la falta
de designio anticipado o de prevención a favor o en contra de alguien o algo, se
distingue cuando el funcionario se mantiene ajeno a los intereses de las personas
que participan en el procedimiento licitatorio; y, e) honradez, implica la rectitud de
ánimo, integridad en el obrar; es la forma de comportarse de quien cumple con
escrúpulo sus deberes profesionales.”

13
Como se observa, la Primera Sala ha explorado el contenido semántico de cada
uno de los principios que informan, en lo general, la administración de los recursos
públicos, y en específico, de la actividad contractual del Estado, los cuales, si bien
se insertan en un contexto de amplia configuración normativa en favor del legislador,
lo cierto es que este Tribunal Constitucional no ha renunciado a encontrar contenido
normativo mínimo en ellos para el desarrollo de sus funciones de escrutinio
jurisdiccional.

De estos principios constitucionales, cabe reiterar el de honradez, el cual la


Primera Sala ha ligado con la pretensión de lograr la rectitud del ánimo, es decir, la
integridad en el obrar. No obstante, se ha explorado la aplicación del contenido de
esos principios en otras ocasiones y respecto del mismo principio de honradez ha
establecido que el ejercicio del gasto público “no debe llevarse a cabo de manera
abusiva, ni para un destino diverso al programado”.

En segundo lugar, cabe destacar que al diseño constitucional subyace un


principio de interés público de rango constitucional, que disciplina la regulación de
la actividad contractual del Estado, encuentra la manifestación de su fuerza de
primacía frente al interés privado en la libertad de configuración normativa que tiene
el legislador democrático para introducir figuras extintivas de las obligaciones
contractuales, las cuales implican que, a diferencia de la estructura de derecho
común, en el ámbito administrativo no existe una igualdad formal o simetría de las
partes.

Así, por ejemplo, la Segunda Sala ha establecido, que no es inconstitucional la


rescisión de los contratos públicos cuando es decretada por la administración
pública “ya que la potestad rescisoria ha sido reconocida como un privilegio de los
órganos de dicha administración que, dada su naturaleza, los coloca en una
situación de ventaja respecto de los particulares que con ella contratan y en la
medida que ni en las normas supremas citadas ni en alguna otra de la propia
Constitución Federal dispone que la rescisión de un contrato administrativo sólo
pueda ser decretada por un tribunal judicial o administrativo”.

14
En efecto, el interés público justifica este tipo de figuras extintivas de las
obligaciones contractuales con el Estado, pues conforman un instrumento válido
para la realización de los fines públicos buscados mediante esa actividad
contractual, pues “es lógico que en la esfera administrativa, en la que imperan
razones vinculadas con el interés general, esa misma facultad la pueda ejercer la
autoridad administrativa cuando persigue una actuación más oportuna y eficiente
de la administración pública ante circunstancias que hacen patente la necesidad de
salvaguardar el interés público o de evitar su detrimento”.

El principio de interés público que rige en la actividad contractual del Estado no


implica una autorización ilimitada para modificar arbitrariamente condiciones, de
manera desfavorable para los particulares, ni una justificación constitucional para el
incumplimiento de las obligaciones contractuales del Estado para dejar sin justa
retribución a los particulares por los trabajos realizados, pues, la norma
constitucional establece el mandato de que el Estado debe cumplir, por regla
general, con las obligaciones contractuales que contrae, entre las que se incluye el
plazo establecido y, sólo por excepción, y por razones de interés público, aplicar las
figuras extintivas, suspensivas o modificatorias sólo en la medida que sea necesario
para dar cumplimiento a los principios constitucionales informadores de la actividad
contractual del Estado.

El principio de interés público debe interpretarse de manera restrictiva a la luz del


modelo del Estado Constitucional de Derecho, esto es, como principio necesario
para la realización de fines de bienestar común para los cuales se instituyen las
autoridades, lo cual, para los efectos de resolver el presente planteamiento, implica
otorgar contenido normativo al principio de “honradez”, como mandato estatal de
cumplimiento de las obligaciones contraídas y su estrecha relación con el artículo 5
constitucional, que establece el derecho de retribución para el trabajo prestado.

Se deben asegurar al Estado las mejores condiciones disponibles en cuanto a


precio, calidad, financiamiento, oportunidad y demás circunstancias pertinentes, en
la medida en que las dependencias y entidades pueden ponderar en cada caso la
conveniencia de permitir o negar la participación de extranjeros respecto de los que
no exista obligación derivada de tratados internacionales o trato de reciprocidad

15
internacional, cuando así convenga al interés y beneficio de la colectividad y al
desarrollo de la economía nacional, pues corresponde al Estado la rectoría del
desarrollo nacional, así como la planeación, conducción, coordinación y orientación
de la economía nacional, conforme a los artículos 25 y 26 de la Constitución Federal.

El principio de honradez, el cual exige, como se precisó, la integridad en él obrar,


prescripción que resulta equivalente a la interdicción de la autoridad para incurrir en
abusos. En este orden de ideas, se deduce que es un principio que se debe
compaginar con el mandato constitucional de que el Estado debe cumplir con sus
obligaciones contractuales y respetar las condiciones pactadas, aunque esta
derivación no se funde, como lo pretende el quejoso, en el vocablo “proposiciones
solventes, sino más precisamente en la estructura normativa general y de la
interpretación integral de los principios que informan el artículo 134 constitucional.

Debe relacionarse constantemente con otros principios y, en la especie, se


destaca el contenido del artículo 5 constitucional, el cual, en la parte conducente,
establece lo siguiente:

Artículo 5o. A ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la


profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos. El
ejercicio de esta libertad sólo podrá vedarse por determinación judicial,
cuando se ataquen los derechos de tercero, o por resolución gubernativa,
dictada en los términos que marque la ley, cuando se ofendan los
derechos de la sociedad. Nadie puede ser privado del producto de su
trabajo, sino por resolución judicial.
[…]
Nadie podrá ser obligado a prestar trabajos personales sin la justa
retribución y sin su pleno consentimiento, salvo el trabajo impuesto
como pena por la autoridad judicial, el cual se ajustará a lo dispuesto en
las fracciones I y II del artículo 123.
[…]
En cuanto a los servicios públicos, sólo podrán ser obligatorios, en los
términos que establezcan las leyes respectivas, el de las armas y los
jurados, así como el desempeño de los cargos concejiles y los de elección
popular, directa o indirecta. Las funciones electorales y censales tendrán
carácter obligatorio y gratuito, pero serán retribuidas aquéllas que se
realicen profesionalmente en los términos de esta Constitución y las leyes
correspondientes. Los servicios profesionales de índole social serán
obligatorios y retribuidos en los términos de la ley y con las excepciones
que ésta señale.

16
El Estado no puede permitir que se lleve a efecto ningún contrato, pacto
o convenio que tenga por objeto el menoscabo, la pérdida o el irrevocable
sacrificio de la libertad de la persona por cualquier causa.

Como se observa, en la transcripción, la norma constitucional establece el


derecho al trabajo, del cual caben destacar las siguientes notas, a saber, la
prohibición de que nadie puede ser privado del producto de su trabajo, sino por
resolución judicial, el derecho a las personas a no ser obligados a prestar trabajos
personales sin la justa retribución y sin su pleno consentimiento, el listado limitativo
de servicios públicos obligatorios —el de las armas y los jurados, cargos concejiles,
los de elección popular, directa e indirecta, funciones electorales y censales no
profesionales. Lo anterior tiene como trasfondo, una vez más, la prescripción propia
del modelo de Estado Constitucional de Derecho de que el Estado no puede permitir
que se lleve a efecto ningún contrato, pacto o convenio que tenga por objeto el
menoscabo, la pérdida o el irrevocable sacrificio de la libertad de la persona por
cualquier causa.

El artículo 134 constitucional establece un diseño de actividad contractual del


Estado que exige del legislador el acomodo de dos conjuntos de principios: por una
parte, la inclusión de figuras retributivas del trabajo, que, desde la perspectiva de
otro principio —el de honradez— implica que el Estado ha de respetar, por regla
general, las obligaciones contraídas y no incurrir en abusos, por ende, como lo
afirma el recurrente, ha de tenerse como regla general que se han de respetar las
obligaciones contractuales, y por el otro, prever las posibilidades de realización del
principio de primacía del interés público, esto es, la posibilidad de utilización figuras
legislativas, diseñadas con amplio margen de configuración normativa, que ubiquen
asimétricamente al Estado para modificar o extinguir los contratos para lograr la
realización de los principios de eficiencia, eficacia, economía, transparencia y
honradez.

El esquema que disciplina la actividad contractual del Estado exige el


cumplimiento del principio de honradez, el cual se vincula con el hecho de que el
Estado debe respetar los principios del artículo 5 constitucional; sin embargo, el
artículo 134 constitucional no establece un derecho de acción para ejercerse de

17
manera directa por los contratistas para reclamar directamente el pago de gastos
en el caso de que se verifique cualquier alteración en los términos del contrato
administrativo, sino que establece un mandato al legislador para desarrollar las
figuras legislativas que den acomodo a los principios constitucionales, de interés
público, eficiencia, economía, transparencia y honradez; por tanto, si bien se puede
afirmar que ese derecho de pago puede generarse en caso de incumplimiento por
parte del Estado, lo relevante es determinar si no existe una causa justificante
fundada en las figuras extintivas o suspensivas previstas por el legislador
democrático, para lograr el balance entre ambos principios y debe ser, en cada caso
concreto, que ha de impugnarse las normas secundarias que regulan esas figuras,
desde la perspectiva del adecuado balance de dichos principios y no, como lo hace
el recurrente, desde el reclamo de un derecho incondicional de pago en razón de
indemnización.

Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Durango.


Ahora, en cuanto a la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de
Durango, corresponde estudiar el artículo 160 de esta mismas, que dice lo siguiente:

“Artículo 160.-

En el manejo de los recursos públicos, los poderes del Estado, los


órganos constitucionales autónomos y los municipios se ajustarán a los
principios de eficiencia, eficacia, economía, transparencia,
imparcialidad, honradez y responsabilidad social para satisfacer los
objetivos a los que estén destinados.

Las obligaciones o empréstitos que autorice el Congreso del Estado


deberán destinarse a destinen a (sic) inversiones públicas productivas
y a su refinanciamiento o reestructura, las cuales deberán realizarse
bajo las mejores condiciones del mercado; en ningún caso podrán
destinar empréstitos para cubrir gasto corriente.

El Estado y los Municipios podrán contratar obligaciones para cubrir sus


necesidades de corto plazo, sin rebasar los límites máximos y
condiciones que establezca la ley general expedida por el Congreso de
la Unión. Las obligaciones a corto plazo deberán liquidarse a más tardar
tres meses antes del término del periodo de gobierno correspondiente
y no podrán contratarse nuevas obligaciones durante esos últimos tres
meses.

18
Las licitaciones públicas contempladas en la ley tendrán por objeto
asegurar al Estado las mejores condiciones disponibles en cuanto a
precio, calidad, financiamiento, oportunidad y demás circunstancias
pertinentes.

No podrá hacerse erogación alguna que no esté comprendida en el


presupuesto de egresos correspondiente o determinada por la ley.”

De la transcripción se desprende que al igual que el artículo 134 de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece un mandato a los
poderes del estado, a los órganos constitucionales autónomos y a los municipios
que han de llevar a cabo la administración de recursos públicos: se seguirán los
principios de eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez para
satisfacer los objetivos a los que estén destinados.

Respeto al segundo párrafo, se deduce que el Congreso del Estado tiene la


obligación de autorizar solo empréstitos que tenga como el destinarse inversiones
públicas productivas y a su refinanciamiento o reestructura, las cuales deberán
realizarse bajo las mejores condiciones del mercado. Algo resalta sobre este párrafo
ya que prohíbe de manera explicar destinar empréstitos para cubrir gasto corriente.

Debe entender por gasto corriente a la adquisicióńn de bienes y servicios que


realiza el sector público durante el ejercicio fiscal sin incrementar el patrimonio
federal. Este tipo de gasto incluye las erogaciones necesarias para que las
instituciones del gobierno proporcionen servicios públicos de salud, educacióńn,
Energiáa eléctrica, agua potable y alcantarillado, entre otros, así como para cubrir
el pago de las pensiones y los subsidios destinados a elevar el bienestar de la
población de menores ingresos. Se incluyen aquí tambiéńn los subsidios para los
programas de desarrollo rural, la compra de medicamentos y las remuneraciones a
maestros, médicos, enfermeras, policías y personal militar.

Ahora en cuanto al tercer párrafo se contempla que el Estado y los Municipios


podrán contratar obligaciones para cubrir sus necesidades de corto plazo, sin
rebasar los límites máximos y condiciones que establezca la ley general expedida
por el Congreso de la Unión.

19
En cuanto al párrafo cuarto menciona que las licitaciones públicas tendrán por
objeto asegurar al Estado las mejores condiciones disponibles en cuanto a precio,
calidad, financiamiento, oportunidad y demás circunstancias.

Ley de Adquisición, Arrendamientos y Servicios del Estado de Durango.


Hay varios puntos que tendremos que tratas sobre esta ley, empezando por que
tiene por objeto, reglamentar las disposiciones contenidas en el artículo 160, en su
párrafo tercero, de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Durango,
en materia de adquisiciones, arrendamientos y contratación de servicios que lleve
a cabo el Estado, las Dependencias y Entidades de la Administración Pública Estatal
y los Ayuntamientos; así como en materia de Proyectos de inversión y Prestación
de Servicios.

Contempla la planeación de las adquisiciones, arrendamientos y servicios, las


Dependencias, Entidades y Ayuntamientos que deberán sujetarse a los objetivos y
prioridades del Plan Estatal y Municipal de Desarrollo, así como a sus programas
anuales; los objetivos, metas y previsiones de recursos establecidos en los
presupuestos de egresos del Estado y Ayuntamientos; y los programas anuales que
deberán elaborarse por cada Dependencia relativos a la materia y a su respectivo
presupuesto.

Habla sobra las licitaciones por las que nosotros entendemos que podrán ser
nacionales cuando únicamente puedan participar personas de nacionalidad
mexicana y los bienes a adquirir cuenten por lo menos con un cincuenta por ciento
de contenido nacional, o internacionales cuando puedan participar tanto personas
de nacionalidad mexicana como extranjera, de conformidad con lo establecido en el
artículo 117, fracción VIII de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.

También habla sobre los derechos y obligaciones que se deriven de los contratos
de adquisiciones, arrendamientos o servicios, en los que no podrán cederse en
forma parcial o total a favor de cualesquiera otra persona física o moral, con
excepción de los derechos de cobro, en cuyo caso, se deberá contar con la
conformidad previa de la dependencia, entidad o ayuntamiento de que se trate.

20
Hace mención que aquellas personas que infrinjan las disposiciones contenidas
en la Ley serán sancionadas tratándose de proveedores, con multa de 10 a 1000
veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización.

Reglamento de la Ley Sobre Adquisiciones, Enajenaciones, Arrendamientos,


Mantenimientos y Almacenes de la Planeación de las Operaciones.
Ahora en cuanto al reglamento dice que las Dependencias del Ejecutivo y los
Órganos Usuarios de los Organismos Auxiliares, deberán formular sus programas
anuales de adquisiciones, arrendamientos y mantenimientos en base a sus
necesidades reales y presentarlos a los Órganos Ejecutores a más tardar en la
primera quincena del mes de noviembre del año anterior al que serán ejercidos.

También habla sobre las adquisiciones de bienes muebles y servicios se llevarán


a cabo bajo las siguientes modalidades; Por concurso mayor, Por concurso menor.
por concurso a sobre cerrado, Adquisiciones directas y Adquisiciones con carácter
de urgencia.

Menciona que la enajenación de bienes muebles, los Órganos Ejecutores


verificarán el grado de funcionalidad de los bienes muebles, a fin de proceder a dar
de baja del inventario, aquéllos que por su estado de conservación, obsolescencia
o desuso, se determine su inutilidad práctica. Los bienes muebles que sean dados
de baja serán enviados para su custodia al almacén respectivo, el cual tendrá a su
cargo el resguardo de los mismos hasta la fecha en que se efectúe su rehabilitación,
o en caso contrario, su enajenación.

Ahora en cuanto a la adquisición de bienes inmuebles dice que los Órganos


Ejecutores analizarán los requerimientos inmobiliarios de los usuarios, a fin de
proceder a los trámites conducentes para la adquisición de los bienes inmuebles
solicitados, siempre y cuando éstos sean autorizados por la Secretaría de
Administración y no se encuentren otros disponibles dentro del Patrimonio Estatal.

Capítulo V: Desarrollo del tema.


El Estado tiene como finalidad, entre otras cuestiones, satisfacer las necesidades
colectivas, de acuerdo con lo que establece la ley; sin embargo, dado que no puede
realizar por sí mismo todas las encomiendas esenciales para satisfacer las

21
necesidades de la colectividad, debe recurrir a la colaboración de los particulares,
ya sea de manera voluntaria o forzosa.

Precisamente, mediante la celebración de contratos administrativos, el Estado, a


través de la administración pública, solicita la colaboración de los particulares para
satisfacer un interés general, cuya gestación y ejecución se rigen por
procedimientos de derecho público.

Los contratos administrativos son aquéllos celebrados entre un particular o varios


y la administración pública, en ejercicio de su función pública, para satisfacer el
interés público o con fines de utilidad pública, con sujeción a un régimen exorbitante
del derecho privado.7

En contraste no se considerarán contratos administrativos aquéllos que se


celebren: i) entre particulares, ii) entre personas de derecho público del propio
Estado y iii) por personas de derecho público, sin implicar el ejercicio de función
administrativa, sin satisfacer el interés público o sin sujetarse a un régimen
exorbitante del derecho privado.

En relación con las características de los contratos administrativos, resulta


aplicable la tesis P. IX/2001 visible en la página trescientos veinticuatro, tomo XIII,
de la Novena Época, correspondiente al mes de abril de dos mil uno, del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, de rubro y texto siguientes:

“CONTRATOS ADMINISTRATIVOS. SE DISTINGUEN POR SU FINALIDAD DE


ORDEN PÚBLICO Y POR EL RÉGIMEN EXORBITANTE DEL DERECHO CIVIL A
QUE ESTÁN SUJETOS. La naturaleza administrativa de un contrato celebrado
entre un órgano estatal y un particular puede válidamente deducirse de la finalidad
de orden público que persigue, identificada también como utilidad pública o utilidad
social, así como del régimen exorbitante del derecho civil a que está sujeto. De ello
se infiere que los contratos celebrados por un órgano estatal con los particulares
están regidos por el derecho privado cuando su objeto no esté vinculado estrecha y
necesariamente con el cumplimiento de las atribuciones públicas del Estado y, por
lo mismo, la satisfacción de las necesidades colectivas no se perjudique porque en
aquellos actos el Estado no haga uso de los medios que le autoriza su régimen
especial. Por el contrario, cuando el objeto o la finalidad del contrato estén
íntimamente vinculados al cumplimiento de las atribuciones estatales, de tal manera
que la satisfacción de las necesidades colectivas no sea indiferente a la forma de

7
Fernández Ruiz, Jorge, Derecho administrativo. Contratos, 2ª ed., Editorial Porrúa,
Universidad Autónoma de México, México, 2003, p. 106.

22
ejecución de las obligaciones contractuales, entonces se estará en presencia de un
contrato administrativo, siendo válido estipular cláusulas exorbitantes que, desde la
óptica del derecho privado, pudieran resultar nulas, pero que en el campo
administrativo no lo son, en atención a la necesidad de asegurar el funcionamiento
regular y continuo del servicio público”.

De lo anterior se concluye que los contratos administrativos cumplen con los


siguientes requisitos: i) se celebran entre un órgano del poder público, en ejercicio
de sus funciones administrativas, y un particular; ii) tienen una finalidad de orden
pública, identificada también como utilidad pública o utilidad social y iii) tienen un
régimen exorbitante en comparación con el derecho civil.

La finalidad del contrato esté íntimamente vinculada al cumplimiento de las


atribuciones del Estado, de tal manera que la satisfacción de las necesidades
colectivas no sea indiferente a la forma de ejecución de las obligaciones
contractuales, se entiende que se está en presencia de un contrato administrativo.

En este sentido, un contrato celebrado entre la administración pública, en


cumplimiento a sus atribuciones del Estado, y un particular que tenga por objeto la
satisfacción de necesidades colectivas se deberá considerar como un contrato
administrativo.

Los elementos de los contratos administrativos son: los sujetos, el


consentimiento, el objeto, la causa y la finalidad. Dentro del objeto se encuentra la
creación, transmisión, modificación o extinción de derechos y obligaciones o en la
cosa que el obligado debe dar o en el hecho que debe hacer o no hacer

Estos contratos administrativos deben contener ciertos requisitos como: el


nombre de la dependencia o entidad contratante, la indicación del procedimiento
conforme al cual se llevó a cabo la adjudicación del contrato, los datos relativos a la
autorización del presupuesto para cubrir el compromiso derivado del contrato, la
descripción pormenorizada de los trabajos que se realizarán, así como las
condiciones de pago, el precio a pagar por los trabajos objeto del contrato, los
plazos, forma y lugar de pago y los ajustes de costos, entre otros.

23
Existen varios tipos de contratos administrativos, como los de obra pública,
adquisición de bienes muebles, de suministro, y de prestación de servicios, entre
otros.

Dado que en este caso los contratos involucrados son de obra pública y de
prestación de servicios, a continuación, se mencionarán sus características
brevemente.

El contrato de obra pública es aquél en virtud del cual un sujeto a quien se le


denomina contratista se obliga a construir, instalar, ampliar, adecuar, remodelar,
restaurar, conservar, mantener, modificar o demoler bienes inmuebles, a cambio de
que otro sujeto, en este caso, alguna entidad de la administración pública, le pague
una contraprestación.

Esto es, el objeto del contrato consiste en un hacer – construir, ampliar, instalar,
adecuar, remodelar, restaurar, conservar, mantener, modificar o demoler bienes
inmuebles - por parte de un particular a cambio de un dar – el pago de un precio -
por parte de la entidad de la administración pública correspondiente.

En otras palabras, si el contratista realiza la actividad a la que se comprometió,


la consecuencia es que la entidad pública que lo contrató pague el precio pactado.

Por lo que respecta al contrato de prestación de servicios, es aquél en virtud del


cual un ente de la administración pública, en ejercicio de su función administrativa,
celebra con un proveedor particular para que éste realice determinada actividad
técnica, destinada a satisfacer un requerimiento específico de dicho ente, en aras
de un interés público.

Al igual que en el contrato de obra pública, en el caso del contrato de prestación


de servicios, si el proveedor ejecuta la actividad determinada en dicho acuerdo, la
entidad de la administración pública está obligada a pagar por dicho servicio, es
decir, el pago de esa contraprestación deriva directamente del servicio prestado.

En este supuesto, la prestación reclamada es el cumplimiento de pago derivado


de unos contratos administrativos, en particular de contratos de obra pública y de
prestación de servicios.

24
Ahora bien, las cláusulas que integran un contrato forman una unidad que no
puede desvincularse, esto es, las cláusulas que integran un contrato deben
analizarse en su conjunto.

En virtud de lo anterior, si las cláusulas de un contrato constituyen una unidad,


entonces, éstas deben compartir la naturaleza del contrato que las contiene.

Luego, si dentro de las cláusulas contenidas en los contratos administrativos se


encuentra la relativa al precio a pagar, los plazos, forma y lugar de pago, éstas
tienen la naturaleza del contrato del que forman parte.

En este sentido, la naturaleza de la acción reclamada es administrativa, toda vez


que las cláusulas que integran un contrato forman una unidad que no puede
desvincularse.

Además, el incumplimiento de pago es una consecuencia de la celebración del


contrato administrativo, por ende, comparte la naturaleza del contrato del cual deriva
y si en este caso, la falta de pago deriva de la celebración de contratos
administrativos, aquélla comparte la naturaleza de los acuerdos que le dieron
origen.

En virtud de que el incumplimiento de pago reclamado es dé naturaleza


administrativa, luego el juicio que procede para reclamar esa falta de pago debe ser
en materia administrativa.

Contratos Administrativo en el Estado de Durango.


Como se ha ido mencionado a lo largo de todo este trabajo de investigación, el
Estado de Durango está facultado para hacer contratos administrativos que versan
sobre diferentes tipos de objetos:

Tenemos por ejemplo en la Secretaría de Salud del Estado de Durango que es


una de las Secretarías que mas otorga contratos de gran cuantía en los siguientes
rubros:

Adquisición de insumos y Medicamentos para el Hospital de Lerdo.


Adquisición del Servicio Integral Banco de Sangre (Banco de Sangre).
Adquisición de Insumos Médicos.

25
Prestación de Mantenimiento Preventivo y Correctivo a los Equipos de Incubadoras y cunas
térmicas de los Servicios de Salud de Durango.
Prestación de Mantenimiento Preventivo y Correctivo a los Equipos de Unidades Dentales de los
Servicios de Salud de Durango.
Prestación de Mantenimiento Preventivo y Correctivo a los Equipos Generadores de Vapor
(Calderas) y Condensadores de los Servicios de Salud de Durango.
Adquisición de Combustible y Disel para el Hospital General de Lerdo.
Prestación de Mantenimiento Preventivo y Correctivo a los Equipos de lavandería de los Servicios
de Salud de Durango.
Prestación del Servicio de Sanitización de quirófanos Centrales para el Hospital General 450,
Hospital General de Durango "Materno Infantil" y Hospital Integral del Mezquital.
Adquisición de Equipo Médico.
Prestación de Mantenimiento Preventivo y Correctivo a los Equipos de sistemas contra incendios de
los Servicios de Salud de Durango.
Prestación de Mantenimiento Preventivo y Correctivo a los Equipos de plantas de emergencia de
los Servicios de Salud de Durango.
Prestación de Mantenimiento Preventivo y Correctivo a los Equipos de bombeo (hidros) de los
Servicios de Salud de Durango.
Adquisición de Insumos Médicos.
Adquisición de Material Didáctico.
Prestación de Servicios de Informática lineamientos escolares.
Adquisición de Suministros Informáticos para el Programa de Prevención y Control del Cáncer de la
Mujer.
Adquisición de Diesel para el Hospital General de Santiago Papasquiaro.
Adquisición de Gasolina para el Hospital General de Santiago Papasquiaro.
Prestación de Servicios de Laboratorio de Análisis Clínicos.
Adquisición de Insumos para el Laboratorio Estatal de Salud Pública de los Servicios de Salud de
Durango.
Adquisición del Servicio Integral de Análisis de Tamiz Nonatal metabólico básico.
Prestación de Servicio de Desinfección de Quirófanos para el Hospital General 450, Hospital
General y Hospital Integral del Mezquital.
Adquisición de Medicamento (faboterapicos).

Ahora en cuanto a los contratos administrativos que celebre el Poder Judicial del
Estado de Durango, algunos de los rubros más emblemáticos son la adquisición de
papelería, adquisición de consumibles para computadora e invitaciones de diferente
índole.

26
Por último, en cuanto al Congreso del Estado de Durango, tenemos que se
destaca por la Ley de Proyectos de inversión y prestación de servicios para el
Estado de Durango.

Conclusiones:

Primero: Lo característico del contrato administrativo es la presencia de la


administración pública como una de las partes, con sus poderes y privilegios. Ella
puede contratar con los particulares o con otros entes de derecho público, que
persiguen finalidades interés económico, en tanto que la administración pida el
interés general. La principal obligación que tiene la administración frente al
contratista es pagar el precio convenido en el contrato.

Segundo: Los particulares que contratan con la administración debe tener la


capacidad jurídica necesaria para hacerlo, en los términos del derecho común, es
decir, tener la aptitud para gozar del derecho o capacidad de goce, o para ejercerlo,
capacidad de ejercicio.

Tercero: El consentimiento es una manifestación de voluntad mediante la cual se


logra el acuerdo entre las partes que celebran el contrato. La administración pública
expresa su consentimiento a través de los titulares de los órganos que tiene
competencias para hacerlo, ya sean titulares únicos u órganos colegiados.

Cuarto: La finalidad del contrato administrativo debe estar íntimamente vinculada


al cumplimiento de las atribuciones del Estado, de tal manera que la satisfacción de
las necesidades colectivas no sea indiferente a la forma de ejecución de las
obligaciones contractuales, se entiende que se está en presencia de un contrato
administrativo. En este sentido, un contrato celebrado entre la administración
pública, en cumplimiento a sus atribuciones del Estado, y un particular que tenga
por objeto la satisfacción de necesidades colectivas se deberá considerar como un
contrato administrativo.

Propuesta:

27
Es necesario establecer frenos y controles a los titulares de los poderes públicos
del Estado de Durango, para que los contratos administrativos que se celebren
entre un órgano del poder público, en ejercicio de sus funciones administrativas, y
un particular, se tenga una finalidad de orden pública, identificada también como
utilidad pública o utilidad social, para lo cual se propone que el Congreso del Estado
de Durango, adicione un artículo a la Constitución Política del Estado Libre y
soberano de Durango, para la creación de un organismo autónomo con
personalidad jurídica y patrimonio propio facultado para verificar la causa de utilidad
pública del contrató administrativo antes de que los titulares de los poderes públicos
lo celebren; para que el contrato administrativo sea para el servicio de la entidad y
se obtengan, las mejores utilidades posibles, evitando fraudes y favoritismos.

Bibliografía
1 Fernández Ruiz Jorge, Derecho Administrativo, Porrúa, México, 2000, p.2.
2 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Diario Oficial de la
Federación, México, 5 de febrero de 1917.
3 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Diario Oficial de la
Federación, Mexico, 13 de noviembre de 2007.
4 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Diario Oficial de la
Federaciónn, Mexico, 7 de mayo de 2008.
5 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Diario Oficial de la
Federaciónn, Mexico, 29 de enero de 2016.
6 Serra Rojas, Andrés, Derecho Administrativo, Primer Curso, Ed. Porrúa, México
2014.
7 Fernández Ruiz, Jorge, Derecho administrativo. Contratos, 2ª ed., Editorial Porrúa,
Universidad Autónoma de México, México, 2003, p. 106.

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