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Documento preparado por encargo de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo
Industrial - ONUDI
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RESUMEN EJECUTIVO
Durante la década de los años 90, Bolivia ejecutó un apreciable conjunto de acciones, incluyendo la adopción de un extenso
e importante marco normativo, destinado a definir explícitamente conceptos y prácticas de desarrollo sostenible. Estas
acciones constituyeron las primeras iniciativas de su naturaleza en los planos regional y mundial, lo que otorgó al país un
liderazgo ampliamente reconocido en esta temática. Particularmente relevante en éste proceso fue la adopción en 1992, de
la Ley 1333 del “Medio Ambiente”, de una manera ampliamente participativo. La Ley establece que la planificación del
desarrollo nacional y regional del país deberá incorporar la dimensión ambiental y crea procedimientos para garantizar a las
comunidades tradicionales y pueblos indígenas participación en los procesos de planificación del desarrollo sostenible. Esta
Ley se complementó con un amplio conjunto de otras disposiciones. En 1996, en cumplimiento de los compromisos
contraídos en la Cumbre de Río de Janeiro, Bolivia concibió su Agenda 21, la misma que reflejó un programa de desarrollo
sectorial y regional basado sobre los principios adoptados. A partir de 1997, Bolivia dio prioridad a las acciones del Estado
asumiendo que la erradicación de la pobreza es parte integral e imprescindible del modelo de desarrollo. De esta forma
concibió la Estrategia Boliviana de Reducción de la Pobreza (2001) y para hacerla operativa promulgó en julio de 2001, la Ley
del Diálogo Nacional.
La Ley del Medio Ambiente, dispone reglamentar los sectores. En el caso industrial manufacturero, se inicio en el año 2000 la
preparación del Reglamento Ambiental para el Sector Industrial Manufacturero. En enero de 1999 se creó la Unidad de Medio
Ambiente del Viceministerio de Industria y Comercio, constituyéndose en el Organismo Sectorial Competente del Sector. En
el marco de la política de libre mercado que deja el desarrollo productivo a los actores privados, el sector industrial se
integró a las prácticas del desarrollo sostenible en 1993, cuando estableció diferentes mecanismos de participación, entre
ellos, la creación de una Unidad de Medio Ambiente y el Centro de Promoción de Tecnologías Sostenibles, en la Cámara
Nacional de Industrias y la adopción por el Instituto Boliviano de Normalización y Calidad de la Norma Boliviana “Reglas
generales para la implementación de un sistema de gestión ambiental – NB-ISO 14000”.
En aplicación de los objetivos del sector destacan los resultados de un programa de becas concedidas a tesistas
universitarios avalados por una industria. Por otro lado, dentro el “Programa para la Prevención de Contaminación Ambiental
en Bolivia“, de la Cámara Nacional de Industrias, se integraron esfuerzos de 20 empresas comprometidas voluntariamente.
Si bien, el número de empresas participantes fue limitado, los resultados obtenidos son alentadores. Desde la perspectiva
económica, todas las empresas que han introducido tecnologías limpias han logrado reducir costos de operación y mejorar
su retorno sobre la inversión. Desde la perspectiva social, la introducción de tales tecnologías no se ha hecho a costa de
reducir el número de empleos, los que mas bien han sido incrementados y mejorados y al mismo tiempo, los beneficios al
medio ambiente han sido ampliamente positivos, pues en todos los casos se evidencian ahorros de materias primas y
menores daños ambientales cuando se los compara con la situación anterior.
La asociación entre el desarrollo de la industria manufacturera de un lado y por otro su contribución al desarrollo sostenible,
debe verse a partir de la visión integral de este último. La sostenibilidad descansa sobre tres pilares claves: el capital físico,
el capital humano, el capital natural y medio – ambiental. A ello confluye además la institucionalidad y la normativa referida al
manejo de los recursos naturales. La sostenibilidad del capital físico, entendida como la base material creada por el
esfuerzo humano, que tiene una directa relación con la industria manufacturera, muestra un avance lento, disminuyendo la
capacidad del país de enfrentar los desafíos que supone competir un mundo globalizado. Las causas de este lento
crecimiento tienen origen en las dificultades que ha tenido la industria en desarrollar capacidades competitivas y de
innovación, ambas claves como insumos a un modelo de desarrollo sostenible. Otras características de la industria
manufacturera que tienen directa relación con todas las diferentes dimensiones del desarrollo sostenible, se refieren a una
inadecuada localización, dificultades de las empresas de comprender y cumplir con las políticas y normas ambientales,
ausencia de capital humano, deficiente recolección de datos y ausencia de incentivos para la innovación.
Frente a las limitaciones existentes, existe una dinámica organizacional que muestra que el empresario boliviano sigue una
tendencia hacia la utilización del control de calidad y la adopción de programas de mejoramiento continuo. Estos son
desarrollos nuevos y positivos, y constituyen innovaciones gerenciales que pueden resultar en innovaciones de base
tecnológica e inversiones posteriores y que están contribuyendo a mejorar la competitividad de las empresas bolivianas en
la actualidad, como un insumo para alcanzar objetivos del desarrollo sostenible.
En el contexto actual, Bolivia requiere construir un nuevo escenario de desarrollo, con una visión optimista del futuro, dentro
el cual se contemple una sociedad con poder, de acciones corporativas iluminadas y cambios políticos radicales. Un
escenario basado en las fuerzas del mercado, pero que no sustituyan a elecciones sociales deliberadas, que promueva la
competencia pero considere la cooperación y la solidaridad como fuerzas igualmente importantes. Al mismo tiempo, Bolivia
debe forjar una nueva relación con el mundo natural, con una visión de conservación y uso racional de los recursos
naturales y de los ecosistemas. Un escenario de esta naturaleza se describe precisamente en torno al concepto de
sostenibilidad. La construcción de un “escenario de transición a la sostenibilidad” requiere de un importante aporte de la
producción, y en particular la mejora de capacidades competitivas y de innovación de la industria manufacturera.
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INDICE
I. Introducción ........................................................................................................ 4
II.1. Evolución del marco conceptual y operativo del desarrollo sostenible en .......... 4
II.2. Comportamiento socio económico y ambiental ............................................... 6
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INFORME DE SITUACIÓN DEL DESARROLLO SOSTENIBLE EN
BOLIVIA: EVALUACIÓN DEL
SECTOR INDUSTRIAL MANUFACTURERO
I. INTRODUCCIÓN
El presente Informe, que evalúa de manera resumida el comportamiento del sector industrial
manufacturero boliviano y su relación con el desarrollo sostenible a partir de 1992, constituye un insumo
al proceso de preparación para la Cumbre de Desarrollo Sostenible (Río + 10) a celebrarse en
septiembre de 2002 en Sudáfrica. El Informe ha sido preparado por encargo de la Organización de las
Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial.
El Capítulo II del Informe describe los principales esfuerzos realizados por el país tanto en el plano
conceptual como operativo, para alcanzar el desarrollo sostenible como un objetivo nacional. En este
marco, se evalúa el comportamiento social, económico y ambiental de los últimos diez años a partir de
un conjunto de indicadores relevantes. Con referencia a éstos se destaca que solo recientemente se ha
iniciado un proceso sistemático para su obtención, y que por tanto existen aún vacíos de información. .
El Capítulo III describe las principales orientaciones de políticas públicas dirigidas al desarrollo del
sector industrial y su comportamiento. En este marco, se destaca el Plan de Innovación de Corto Plazo,
que será implementado una vez constituidos los instrumentos previstos en la Ley 2209 de “Ciencia,
Tecnología e Innovación” promulgada el 6 de junio de 2001. El Capítulo IV discute un panorama más
detallado de las políticas dirigidas a la gestión ambiental en la industria, tanto públicas como privadas y
algunos de sus resultados.
El Capítulo V se refiere a las políticas dirigidas a la transferencia de tecnologías limpias y hace énfasis
en experiencias piloto exitosas de implantación de tales tecnologías en la industria. Las limitaciones
específicas que tiene el país, que dificultan el acceso a una tecnología conocida y financiamiento para
actividades específicas, son discutidas en diferentes partes del documento, al igual que los esfuerzos
de la cooperación internacional dirigidos a mejorar el vínculo industria – medio ambiente.
El Capítulo VI discute las experiencias con políticas y programas integrados y el Capítulo VII, a manera
de conclusión, reflexiona sobre el estado de situación, las direcciones futuras, establece el marco
conceptual de un “escenario de transición a la sostenibilidad” y presenta una visión de futuro.
Durante la década de los años 90, Bolivia ejecutó un apreciable conjunto de acciones, incluyendo la
adopción de un extenso e importante marco normativo, destinado a definir explícitamente conceptos y
prácticas de desarrollo sostenible. Estas acciones constituyeron las primeras iniciativas de su
naturaleza en los planos regional y mundial, lo que otorgó al país un liderazgo ampliamente reconocido
en esta temática.
Las medidas anteriores fueron acompañadas por otras dirigidas a preservar y mejorar el medio
ambiente. En efecto, la ultima década ha visto en el país el surgimiento de una verdadera conciencia
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ambiental. Particularmente relevante fue la adopción en 1992, de la Ley 1333 del “Medio Ambiente” , en
un proceso ampliamente participativo. Esta creó un importante marco institucional, que incluyó la
Secretaría Nacional del Medio Ambiente, luego sustituida por el Ministerio de Desarrollo Sostenible y
Medio Ambiente (1993 – 1997) y posteriormente en agosto de 1997, por el Ministerio de Desarrollo
Sostenible y Planificación, como órgano político de la gestión ambiental. La Ley creó el Fondo Nacional
para el Medio Ambiente, para financiar acciones del Estado y de la sociedad civil.
La Ley adoptó implícitamente la definición de desarrollo sostenible del Informe Brundtland (1987) y
estableció como su objetivo “la protección y conservación del medio ambiente y los recursos
naturales... promoviendo el desarrollo sostenible con la finalidad de mejorar la calidad de vida de la
población”. La Ley establece que la planificación del desarrollo nacional y regional del país deberán
incorporar la dimensión ambiental “... a través de un proceso dinámico permanente y concertado entre
las diferentes entidades involucradas en la problemática nacional”. Crea también procedimientos para
garantizar a las comunidades tradicionales y pueblos indígenas participación en los procesos de
planificación del desarrollo sostenible.
Esta Ley se complementó con otras disposiciones, entre ellas en 1996, se promulgó la Ley 1700
“Forestal”, dirigida a establecer la propiedad del Estado sobre los bosques y tierras forestales, y
asegurar la sostenibilidad en su explotación. Un importante resultado de la aplicación de la Ley es de
haber convertido a Bolivia en el tercer país en el mundo con mayor área de bosques certificados (1
millón de ha). En 1996, se promulgó la Ley 1715 del “Servicio Nacional de Reforma Agraria” para
adecuar a la realidad económica y social el régimen de distribución de tierras, garantizar derechos
propietarios sobre ellas, y regular el saneamiento de la propiedad agraria, todo ello inserto en un
concepto de sostenibilidad.
Bolivia fue uno de los primeros países del mundo en desarrollo en adoptar y ratificar los acuerdos
alcanzados en la Conferencia de Río de Janeiro de 1992. En este marco, concibió su Agenda 21, la
misma que reflejó un programa de desarrollo sectorial y regional basado sobre los principios de la
Cumbre. La Agenda adoptada en 1996 constituyó un instrumento de planificación estratégica basado en
programas y proyectos que se ajustaban a los objetivos de desarrollo sostenible. El posterior desarrollo
de las agendas departamentales, basadas en las leyes de Participación Popular y Descentralización
Administrativa, cerró un modelo que pasó de la planificación a las acciones directas.
A partir de 1997, Bolivia dio prioridad a las acciones del Estado asumiendo que la erradicación de la
pobreza es parte integral e imprescindible del modelo. Ello se fundamentó en el concepto que si la
pobreza es un fenómeno estructural de gran magnitud, el desarrollo sólo tiene sentido cuando está
orientado a mejorar la calidad de vida de la población y a garantizar una amplia participación ciudadana
en el diseño de las políticas públicas. Como consecuencia de esta visión y de los resultados del
Diálogo Nacional 2000, en el que intervinieron agentes gubernamentales, políticos y de la sociedad
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civil, se adoptó la Estrategia Boliviana de Reducción de la Pobreza (2001) / , la misma que será
financiada durante 15 años por importantes inversiones del Estado a las cuales se agregarán recursos
provenientes del alivio de la deuda externa (HIPIC II). Para hacer operativa la Estrategia, el 31 de julio de
2001 se promulgó la Ley del Diálogo Nacional.
Los resultados de los ámbitos de acción del desarrollo sostenible, se relacionan dinámicamente con los
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principios rectores de política pública del Gobierno adoptada para el período 1997 - 2002 / :
Oportunidad (desarrollo económico y gestión ambiental), Equidad (desarrollo humano)
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Unidad de Análisis de Políticas Economícas y Sociales, Ministerio de Hacienda. “Estrategia Boliviana para la Reducción de
la Pobreza”. La Paz, febrero, 2001. Página WEB: http://www.ebrp.gov.bo
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/ : Ministerio de Desarrollo Sostenible y Planificación. Plan de Desarrollo Económico y Social – 1997 - 2002
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Institucionalidad (institucionalidad de las relaciones entre estado y sociedad civil), Dignidad (lucha
contra el narcotráfico).
“un proceso integral, sistémico y complejo que tiene por objetivo mejorar la calidad de vida de
toda la población a través del desarrollo productivo integral, el desarrollo social con equidad y la
participación ciudadana plena, además de la conservación de la base de recursos naturales y
la preservación de la calidad ambiental”.
La economía boliviana creció durante los primeros años de la década de los 70, para mostrar indicios de
estancamiento y entrar en declinación hacia finales de ella. Debido a una situación externa adversa,
cambios políticos profundos y alta hiperinflación (controlada mediante un drástico programa de
estabilización), el crecimiento se redujo hasta 1986. A partir de entonces el Estado se concentró con
éxito en la estabilización económica, descuidando, empero, la aplicación de medidas orientadas hacia
la reactivación del aparato productivo y su inserción en una economía mundial cada vez más abierta.
La crisis internacional de 1998, provocó una fuerte contracción de la demanda que derivó en una caída
del precio de los productos básicos, como no había ocurrido desde 1929. La economía boliviana, en la
que 80% de sus exportaciones continua siendo de productos básicos o de bajo valor agregado, sufrió el
impacto bajo la forma de una fuerte caída en sus ingresos. A ello se añadió la situación de devaluación
producida en el Brasil, y más aún, entre 1999 y 2000, se acentuó la contracción de la demanda por la
frontal y exitosa lucha ejercida contra el narcotráfico y el contrabando. Recientemente, la difícil
situación económica en Argentina, los sucesos del 11 de septiembre en los Estados Unidos y la
recesión mundial, están afectando seriamente la economía boliviana, previéndose que el crecimiento del
PIB para el año 2001, alcanzará apenas al 1%.
A pesar que los logros alcanzados mediante la aplicación de políticas de ajuste han mejorado
notablemente los indicadores macroeconómicos, la sociedad boliviana enfrenta graves desafíos en el
plano social, particularmente la pobreza. Como un indicador general, el Índice de Desarrollo Humano es
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de 0.648 / , ocupando el lugar 104 en el mundo. En 1992 (el último censo se ejecutó en septiembre de
2001, los datos incluidos en este Informe corresponden al censo de 1992) el 70% de la población
presentaba necesidades básicas insatisfechas y 37% se hallaba en situación de extrema pobreza. En
el área urbana el 53% y en la rural 95% de la población presentaban necesidades básicas insatisfechas
y el 13% y 69% respectivamente estaban en pobreza extrema.
En materia ambiental, el mayor éxito se logró en el sector forestal, una vez que gracias a la aplicación
de la nueva Ley se controló mejor la tala indiscriminada de los bosques y se certificaron voluntariamente
más de 1 millón de hectáreas convirtiendo al país uno con el mayor área cerificada del mundo. Al
mismo tiempo, gracias a acciones concertadas con la industria, se han disminuido las emisiones de
sustancias que agotan la capa de ozono, aunque las emisiones de CO2 continúan tan altas como en el
pasado.
El proceso de desertificación sigue teniendo características graves, pues entre 1954 y 1996,
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prácticamente se ha duplicado el área afectada por la erosión, de 236.833 km a 428.700 km . En
este marco ha aumentado el área bajo cultivo, lo que impone presiones importantes a las tierras aptas
para el mismo. Ello aunado a presiones demográficas de traslado de poblaciones del occidente hacia
las tierras bajas del oriente, constituye un importante signo de insostenibilidad en materia de
producción agropecuaria y agroindustrial.
Frente a la situación anterior, ha sido importante en la década 1990 – 2000, el aumento de áreas
protegidas que paso de 2% al 13% del territorio. El impulso a las actividades ambientales, generó
también un proceso de investigación acelerado respecto a la riqueza de la biodiversidad boliviana,
habiéndose alcanzado a cuantificar el potencial de flora y fauna de manera mucho mas precisa que en
el pasado.
/4: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD: Informe sobre Desarrollo Humano 2001
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A pesar de los logros alcanzados, es claro que el país tienen pendiente la ejecución de una importante
agenda ambiental, que debe ser parte de las políticas y estrategias de los futuros gobiernos. En esta
agenda, tal como se discute más adelante, la intervención de la industria es fundamental.
A partir de 1985, cuando Bolivia adoptó una política económica de libre mercado, se decidió que el
sector productivo en general debería desarrollarse bajo la iniciativa privada. A pesar de ello, el Estado no
ha sido un actor totalmente ausente, pues reconoce que como resultado de la aplicación de
importantes medidas de transformación estructural, se han creado condiciones que deben ser utilizadas
para la generación de capacidades de innovación y producción industrial. Algunas de las medidas
adoptadas tienen que ver con la mejora de la infraestructura, por ejemplo, el fortalecimiento y la mejor
operación del sistema de telecomunicaciones, tanto en la red interna como externa. En general todas
las previsiones que se tiene para una mejora de la infraestructura física, como la creación de carreteras
bi-oceánicas constituye un efectivo apoyo a los esfuerzos de mejora de la innovación y la competitividad
estructural del país y de sus empresas.
Otro factor destinado a favorecer el proceso productivo es la puesta en marcha del Sistema Nacional de
Calidad, Metrología, Acreditación y Certificación (1997). Varios laboratorios universitarios y no
universitarios ya están preparándose para ser acreditados y existen recursos de la cooperación, por
ejemplo de la GTZ de Alemania y la OEA, para facilitar medios para su fortalecimiento, principalmente
en el área de la formación de recursos humanos.
Frente a todas las políticas que favorecen a la producción, será importante que las instituciones
relacionadas a la ciencia y tecnología, principalmente las universidades públicas, respondan
adecuadamente al reto y a la responsabilidad que se les presentará en los próximos años. La propuesta
de un Plan Piloto de Innovación de Corto Plazo, preparado por la Academia Nacional de Ciencias, por
encargo del sector productivo privado durante la realización del “Diálogo Nacional 2000”, constituye un
aporte importante en la decisión gubernamental de impulsar políticas dirigidas al sector productivo.
El Plan propone una política que busca sentar las bases para configurar progresivamente el “Sistema
Nacional de Innovación”, a través de la ejecución de un conjunto de acciones específicas, concebidas
como una forma de movilizar la inteligencia nacional en torno a metas de desarrollo sostenible. Este
propósito implica crear y fortalecer las capacidades nacionales en ciencia, tecnología e innovación
(CTI), preservando aquellas acumuladas en el paso y reorientando las estrategias e instrumentos que
impiden cambios que son necesarios. La innovación, en esta visión, requiere que el “Sistema” pueda
dominar los contendidos científicos y la ingeniería aplicada y por ello, es que la política debe impulsar
con el mismo énfasis las ciencias básicas, así como los procesos avanzados de aplicación de
conocimientos.
Existen otros elementos presentes en las políticas públicas que deben favorecer crecientemente a la
producción. Uno de los mas importantes, la definición de la participación boliviana en los arreglos
regionales de integración y la negociación bilateral con socios cuyos mercados no están totalmente
explorados o explotados por productos bolivianos, como es el caso de Estados Unidos (textiles) y Chile
(oleaginosas). La mejora de la política de integración regional demandará al mismo tiempo el
fortalecimiento o creación de capacidades competitivas y de innovación en las empresas. Ello tiene que
ver a su vez con el comercio internacional y sus nuevas reglas. Estas últimas tienen un profundo
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impacto en la adquisición de capacidades tecnológicas locales. En la medida que los mercados se
liberalicen, la competencia dentro de los mismos, incluyendo los mercados domésticos, será cada vez
más intensa y ella será definida a favor de quienes tengan la mayor superioridad tecnológica. En este
marco y dentro las políticas públicas dirigidas al sector industrial manufacturero, se han adoptado
también varias medidas a favor de las micro, pequeñas y medianas empresas.
El impacto que sobre el desarrollo sostenible tienen las políticas recientes podrá ser medido luego de
algunos años de su aplicación. Sin embargo es claro que todas ellas constituyen un insumo importante
a un escenario de “transición al desarrollo sostenible” como el que se discute mas adelante.
El empleo en el mismo periodo ha subido de 48.527 a 51.768. El Valor Agregado desde 1995 a 1997
se ha incrementado de 4.845 a 6.064 millones de bolivianos (un promedio de mil millones de dólares).
En este mismo periodo el valor Bruto de la Producción ha tenido un incremento desde 12.168 a 15.271
mil millones de bolivianos (2 a 2.5 mil millones de dólares).
La industria manufacturera puede ser analizada con mayor detalle, a partir del estado de situación de la
misma en el año 2000, cuando su crecimiento fue de 1.65%. Los factores internos que contribuyeron a
este desempeño fueron el incremento de la demanda de algunos productos comestibles y de imprenta;
los factores externos más relevantes fueron la mayor exportación de productos manufacturados a los
países miembros del NAFTA, el levantamiento de restricciones que fueron impuestas por algunos
socios comerciales, y la mejora económica de algunos países vecinos como Brasil y Perú. Por otro
lado, la situación surgida en Argentina en los últimos meses de 2001, está nuevamente impactando
negativamente sobre el comportamiento del sector.
Las ramas de actividad que más aportaron al crecimiento manufacturero durante el 2000 fueron:
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− Fabricación de papel, imprentas e industrias conexas con un crecimiento de 29.36%
− Industrias de madera y productos de madera (muebles y accesorios) con un crecimiento de
11.72%
− Productos alimenticios, bebidas y tabacos (lacteos, carnes y aceites) con un crecimiento de
3.71%.
El valor de las exportaciones manufactureras en el año 2000 fue de US$ 184 millones, que representó
un aumento de 10.3% respecto a 1999. Los productos que incrementaron sus exportaciones fueron:
semi - manufacturas de madera (130%), cueros semi - manufacturados (117%) y productos químicos
(80%). Los productos que disminuyeron su nivel de exportación fueron: botellas de vidrio (68%), ácido
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bórico (32%), manufacturas de cuero (30%), puertas y ventanas de madera (18%) / .
Hasta junio de 2001, el total de las exportaciones nacionales disminuyó en 3.2% en relación al año
anterior. El sector industrial manufacturero fue el que contribuyó mas significativamente a esta
disminución (-23.4%), siendo los principales sectores afectados:
En el año 2000, la Inversión Extranjera Directa (IED) y la inversión privada nacional en el sector
disminuyeron. La IED en actividades industriales y agroindustriales fue de US$ 73.6 millones,
equivalente al 9.8% de la inversión total. En 1999, esta fue de US$ 151.7 millones, es decir hubo una
disminución de 51.5%. Los sectores industrial manufacturero y agroindustrial fueron fuertemente
afectados por el paro de actividades y el desabastecimiento de materias primas que tuvo lugar en
octubre de 2000 y que atentó contra los niveles de producción y el incumplimiento de contratos de
exportación.
La Ley del Medio Ambiente, dispone reglamentar los sectores. En el caso industrial manufacturero, se
creó en 1998, un Comité Técnico Interinstitucional, que aprobó unos Términos de Referencia para
establecer un reglamento sectorial. La siguiente etapa del proceso de elaboración de normas no
culminó satisfactoriamente y más bien, en el marco del Convenio entre el Banco Interamericano de
Desarrollo – Gobierno de Bolivia (Proyecto BID 929) se aprobó un plan de trabajo (1999) contemplando
la elaboración de un reglamento para el sector industrial. Dentro éste plan se planteó generar
5
Ministerio de Comercio Exterior. Viceministerio de Exportaciones. Cartilla mensual Junio – 2001. La Paz.
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reglamentos específicos de corto plazo para ciertos subsectores, responsables de la contaminación
generada por el sector. Finalmente, se decidió elaborar un solo reglamento general. Ello dio lugar a la
preparación del Reglamento Ambiental para el Sector Industrial Manufacturero (RASIM) que se inició en
agosto de 2000, con el apoyo de la cooperación danesa y del Proyecto BID 929, tarea que a la fecha se
encuentra en pleno proceso.
Desde el punto de vista institucional, se creó en enero de 1999 la Unidad de Medio Ambiente del
Viceministerio de Industria y Comercio, constituyéndose en el Organismo Sectorial Competente del
Sector Industrial Manufacturero. El Artículo 12 del Reglamento General de Gestión Ambiental, referido a
los Organismos Sectoriales Competentes, indica que éstos, en coordinación con la Autoridad Nacional
(el Ministerio de Desarrollo Sostenible y Planificación) y en el marco de las políticas y planes
nacionales, participarán en la gestión ambiental formulando propuestas relacionadas con:
En el marco de la política de libre mercado que deja el desarrollo productivo a los actores privados, el
sector industrial boliviano se integró a las prácticas ambientales a partir de la Cumbre de Río en 1992.
La Confederación de Empresarios Privados de Santa Cruz organizó en 1993, el Foro de Desarrollo
Sostenible y Medio Ambiente, en el cual participaron industriales, ONGs y representantes de gobierno.
A partir de entonces, el sector privado ha establecido diferentes mecanismos de participación:
Las políticas públicas y privadas y las experiencias de su aplicación, han permitido en una primera
etapa alcanzar una de las metas previstas en la Ley del Medio Ambiente, de generar una dinámica de
conocimiento sobre la necesidad que el sector industrial manufacturero inicie acciones concretas para
alcanzar objetivos de desarrollo sostenible en su dimensión ambiental. A pesar de las dificultades que
las empresas enfrentan con la crisis y recesión de la economía boliviana de los años 2000 y 2001,
estas continúan realizando esfuerzos importantes para acomodarse a la normativa ambiental existente.
Adicionalmente, esfuerzos de cooperación, como aquellos del Gobierno y sector privado de Suecia,
están reforzando las capacidades institucionales de los organismos responsables de la formulación e
implementación de políticas industriales.
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V. POLÍTICAS DIRIGIDAS A LA TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA,
PARTICULARMENTE “EST”/6 .
La Cámara Nacional de Industrias (CNI) creó en 1993 la Comisión de Medio Ambiente, que inició la
etapa de discusión y reflexión del tema dentro de las empresas afiliadas a la misma. En este marco
definió que el mejoramiento tecnológico es clave para la búsqueda de procesos y producción sostenible
por sus asociados, y que el desarrollo y la aplicación de ESTs es probablemente el factor que mejor
explica la exitosa desvinculación del crecimiento y la contaminación.
a) La demanda empresarial por sector fue: 56% empresas industriales manufactureras; 14.8%
agropecuarias, 13% de servicio, 9.2% mineras y 3.7% petroleras y gas.
b) Los temas atendidos por los trabajos de tesis se clasifican en cuatro grupos: Prevención de la
contaminación (25.7% del total), Diseño y adopción de tecnologías limpias (25.7%), Control de
contaminación –disposición y tratamiento de desechos (11.4%) y Planificación y gestión
ambiental (37.4%)
c) La distribución por áreas de conocimiento fue: Ingeniería (65.7%), Ciencias puras y naturales
(14.3%), Agronomía (11.5%), Administración de empresas (8.6%)
d) 29 tesis fueron concluidas y aprobadas (82.9%), 4 fueron concluidas pero observadas antes de
su defensa. El promedio de calificación fue de 85%.
e) El 95% de los empresarios indica que la fase de diagnóstico ha sido satisfactoria, el 63.3% de
las tesis han sido calificadas con posibilidades de implementación inmediata, mientras que
27.3% indicaron que se requiere profundizar los estudios, debido a que se necesita de mayores
inversiones en tecnología. El resto de las respuestas de los empresarios califican a las tesis
ricas en ideas pero poco prácticas.
f) El 81 % de los empresarios que han recibido a becarios tienen la disposición de recibir nuevos,
pero además confirman la opinión que los empresarios desean encontrar alternativas de
solución a los problemas ambientales planteados en las tesis. Las respuestas negativas a
recibir nuevos tesistas obedecen en su mayoría a los efectos de la recesión económica. Este
resultado, así como la actitud facilitadora de la Cámara Nacional de Industrias y sus filiales es
una muestra de aumento de necesidad y confianza de las empresas en las universidades.
6
En el presente trabajo se utilizará el acrónimo EST (Environmentally Sound Technologies) para significar tecnologías
ambientalmente adecuadas. ESTs no son solamente tecnologías individuales, sino también sistemas totales que incluyen
“know how”, procedimientos, bienes y servicios y equipos, así como procedimientos organizacionales y gerenciales. ESTs
incluyen tecnologías de control de contaminación así como procesos limpios de producción.
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Cossio, Orlando. Evaluación del Programa de Becas GEARENA – FONAMA EIA. La Paz, julio, 2001
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V.2. Experiencias de producción limpia
La Cámara Nacional de Industrias (CNI), con financiamiento de la “USAID” inició en 1995 el “Programa
para la Prevención de Contaminación Ambiental en Bolivia“. Este introdujó conceptos y prácticas
preventivas de la contaminación en el sector industrial, a fin de hacer un uso eficiente de materias
primas, agua y energía y, disminuir la carga contaminante generada durante los procesos productivos.
Como resultado, más de 20 empresas medianas y grandes, comprometidas voluntariamente, se
incorporaron al Programa. Se realizaron alrededor de 50 seminarios, talleres, cursos y presentaciones,
y se estableció un centro de información en la Liga de Defensa del Medio Ambiente, el mismo que está
apoyando al Sistema de Información Ambiental de la CNI. Actualmente, el Centro de Promoción de
Tecnologías Sostenibles - CPTS, creado en 1998, continua con la labor inicial del Programa.
Si bien, el número de empresas participantes en el Programa es aun limitado, y este no ha incluido las
pequeñas y medianas, los resultados obtenidos, tal como muestran a manera de ejemplo los Cuadros 1
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a 5, son alentadores / . Desde la perspectiva económica, todas las empresas que han introducido
tecnologías limpias han logrado reducir costos de operación y mejorar su retorno sobre la inversión.
Desde la perspectiva social, la introducción de tales tecnologías no se ha hecho a costa de reducir el
número de empleos, los que mas bien han sido incrementados y mejorados, y los beneficios al medio
ambiente han sido ampliamente positivos, pues en todos los casos se evidencian ahorros de materias
primas y menores daños ambientales cuando se los compara con la situación anterior. Es importante
resaltar que la aplicación de ESTs ha estimulado la innovación industrial y el aprendizaje, pues un
número grande de empresas tiene prevista la producción de nuevos bienes y servicios para su
colocación en los mercados nacional y extranjero.
Cuadro 1. Mejoras en el desempeño de la planta según indicadores antes y despues de implementar las
recomendaciones de “Producción mas Limpia” (PML) en el Ingenio Azucarero Guabirá S.A.
Indicador de desempeño Antes Después Reducción %Reducción
3
Consumo de agua 3.34 1.38 1.96 59%
[m /ton caña procesada]
Descarga de “Demanda Química de Oxigeno” (sin 3.7. 1.9 1.8 49%
vinaza) [kg DQO / ton caña procesada]
Descarga de DQO (solo vinaza) 8.3 6.0 2.3 28%
[kg DQO /ton caña procesada]
Descarga de DQO (total) 12.0 7.9 4.1 34%
[kg DQO/ ton caña procesada]
8
/ Cámara Nacional de Industrias. Centro de Promoción de Tecnologías Sostenibles. Estudios de caso de la introdución
de medidas de producción limpia en la industria. La Paz, noviembre 2000.
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Cuadro 3. Mejoras en el Proceso de Clarificación en la Empresa “PIL ANDINA S.A.”
Indicador de desempeño Antes de Después de Reducción % Reducción
aplicar PML aplicar PML
Pérdidas de 3
leche 4.2 1.1 3.1 75%
[lt leche/m leche procesada]
Reducción3 en consumo de agua 102 0 102 100%
[lt agua/m leche procesada]
Reducción3 de carga orgánica 0.44 0.11 0.33 75%
[kg DBO/m leche procesada]
Nota: En el caso de esta Empresa, con una inversión de US$ 163,000, se ha logrado una reducción de costos de 34,100
US$/año.
3
Se han reducido pérdidas de leche del orden de 138,000 Lt/año, el consumo de agua se ha reducido en 4,000 m
/año y el de carga contaminante en 14%.
En relación al desarrollo industrial, la normativa existente exige que el sector cumpla con las
disposiciones de manera a adecuarse a un proceso de mejora del medio ambiente. No existe sin
embargo lo que se podría denominar una política explícita para perseguir un desarrollo industrial
sostenible que incluya no solamente las obligaciones de preservación, como es el caso hoy, sino
también los incentivos necesarios para que el sector pueda efectivamente perseguir tal desarrollo. A
pesar de lo anterior existen algunas políticas institucionales, que como la ya discutida para el caso de
la Cámara Nacional de Industrias, que están dirigidas a éste primer fin.
Algunos otros esfuerzos de política se encuentran en las universidades del sector público, que están
desarrollando estrategias de vinculación con la industria, y que identifican acciones específicas de
generación y transferencia de tecnologías ambientalmente adecuadas.
Por otro lado, la obligación del cumplimiento de normas ambientales, obligarán a los sectores público y
privado a desarrollar nuevas políticas y estrategias integradas en el corto plazo. En este sentido, varias
instituciones públicas y privadas han iniciado la construcción de capacidades en este campo. Muchas
están ahora dedicadas a la elaboración de manifiestos ambientales y estudios de impacto, que
constituyen instrumentos básicos para la etapa de producción industrial, y la construcción de nueva
infraestructura. Existe ya una valiosa experiencia acumulada en estas instituciones.
La sostenibilidad del capital físico, entendida como la base material creada por el esfuerzo humano, que
tiene una directa relación con la industria manufacturera, muestra un avance lento, disminuyendo la
9
capacidad del país de enfrentar los desafíos que supone competir un mundo globalizado / . Las causas
de este lento crecimiento tienen origen en las dificultades que ha tenido la industria en desarrollar
capacidades competitivas y de innovación, ambas claves como insumos a un modelo de desarrollo
sostenible. Las principales características de la industria manufacturera que tienen directa relación con
todas las diferentes dimensiones del desarrollo sostenible se resumen a partir de algunos estudios
10
realizados en los últimos años / , de la siguiente manera:
9
Fundación Milenio. “Informe de Milenio sobre el Desarrollo Sostenible en Bolivia”. No. 1. La Paz, 1999.
10
Aguirre, Carlos y Kaufmann, Friederich. “La Pequeña y Mediana Empresa y la Innovación en Bolivia: Un Análisis
Empírico. VI ALTEC, Valencia, España. 1999. El estudio se concentró en 508 empresas de entre 5 – 29 empleados,
representando el 20% del universo total.
14
b) Tecnología e innovación: Una gran parte de la industria utiliza tecnologías obsoletas, con el
correspondiente exceso de uso de recursos energéticos y de materiales. Un 22% de
empresas encuestadas piensan que su tecnología no responde a los requerimientos del
mercado internacional (y 18% al mercado nacional). Cerca al 50% no sabe realmente cual
es su posición competitiva, desde el punto de vista de la tecnología que maneja. Pocas
empresas tienen fuentes confiables de referencia sobre sus mercados. Sobre todo en el
contexto internacional la empresa mediana carece de información y análisis. Si bien, la
tecnología está dirigida a la producción para cubrir el mercado interno y no la exportación,
existen importantes excepciones a esta regla general. Algunas industrias, por lo general
grandes, han incorporado nuevas tecnologías, aptas tanto para una mejora en su
productividad y competitividad internacional, así como para una mejor protección ambiental.
Con especial referencia a las políticas, éstas no han permitido aun que el sector industrial
alcance mayores grados de competitividad, y mas bien la crisis actual ha desincentivado
algunos esfuerzos que se venían realizando por parte de un número limitado de empresas.
Al mismo tiempo la crisis ha afectado el empleo y no ha mejorado sustantivamente los
efectos para reducir la degradación ambiental global o una mejor utilización de recursos
naturales.
d) Licencias ambientales: Un número muy pequeño de industrias (alrededor del 10% del
universo total) ha concluido el proceso de obtención de licencias ambientales y un número
menor aun (entre 1% y 3%) está implementando las medidas propuestas en sus planes de
adecuación ambiental. Los motivos de esta situación surgen por un lado por el
desconocimiento existente sobre la normativa ambiental general y por otro la complejidad
de los procedimientos existentes y la incapacidad técnica y económica para cumplir con
las exigencias normativas.
g) Capital humano: Los empresarios reconocen que el primer problema que afecta el
desarrollo de sus establecimientos, en materia técnica y productiva, está relacionado con
la ausencia de personal calificado. Siguen a éste, las dificultades para obtener materias
primas, además de su alto costo y las dificultades para efectuar un control de calidad tanto
15
de las materias primas como de su producción final y de todo el proceso tecnológico en sí.
En el sector industrial manufacturero, solo el 8% de las empresas cuenta con una unidad
de recursos humanos. En ellas, no se evalúan indicadores de personal como horas-
hombres de entrenamiento o costo de personal sobre ventas, sino se dedican
principalmente al reclutamiento y a la administración del personal. Apenas 25% del
personal ha recibido entrenamiento administrativo y técnico en los últimos tres años. Se
puede concluir que, el desarrollo de nuevas capacidades sigue siendo bajo y que no se
desarrollan suficientemente los recursos humanos. Esta es una situación que si bien está
siendo enfrentada por la reforma del sistema educativo, debe mejorar de manera acelerada,
si se desea alcanzar metas de sostenibilidad en el mediano y corto plazo.
Frente a las limitaciones existentes, existe una dinámica organizacional que muestra que el empresario
boliviano sigue una tendencia hacia la utilización del control de calidad y la adopción de programas de
mejoramiento continuo. Estos son desarrollos nuevos y positivos, y constituyen innovaciones
gerenciales que pueden resultar en innovaciones de base tecnológica e inversiones posteriores y que
están contribuyendo a mejorar la competitividad de las empresas bolivianas en la actualidad, como un
insumo para alcanzar objetivos del desarrollo sostenible.
Los crecientes desafíos bolivianos hacen urgente la profundización y la práctica del modelo boliviano de
desarrollo sostenible. Para ello, la concepción actual de políticas públicas de desarrollo deberá tener
lugar en función de un escenario de transición a la sostenibilidad y el cumplimiento de metas
11 12
específicas dentro del mismo / y / . En Bolivia, no ha existido un estudio que de manera sistemática
hubiese explorado y construido visiones o escenarios de futuro. El Informe sobre el Desarrollo
Sostenible 2001, siendo preparado por el Consejo Nacional de Desarrollo Sostenible, como el aporte
13
boliviano a la Cumbre Mundial en 2002, constituye un paso importante en esta dirección / .
Bolivia requiere construir un nuevo escenario de desarrollo, con una visión optimista del futuro, dentro el
cual se contemple una sociedad con poder, de acciones corporativas iluminadas y cambios políticos
radicales. Un escenario basado en las fuerzas del mercado, pero que no sustituyan a elecciones
sociales deliberadas, que promueva la competencia pero considere la cooperación y la solidaridad como
fuerzas igualmente importantes. Al mismo tiempo, Bolivia debe forjar una nueva relación con el mundo
natural, con una visión de conservación y uso racional de los recursos naturales y de los ecosistemas.
Un escenario de esta naturaleza se describe precisamente en torno al concepto de sostenibilidad.
11
Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente (MDSP) . “Construyendo el Futuro: 25 Opiniones sobre
Desarrollo Sostenible en Bolivia”. (J.C. Navajas y A.M. Campero, editores). (1996)Programa Capacidad 21/PNUD y
Cooperación Suiza para el Desarrollo. La Paz, Septiembre. 1996.
12
Aguirre, Carlos . “Hacia un Escenario de Desarrollo Sostenible” Documento de Trabajo para el Programa de Liderazgo
para el Desarrollo Sostenible del MERCOSUR. Academia Nacional de Ciencias de Bolivia, La Paz, septiembre, 1999, y
contribución al Panel: “El Contexto del Desarrollo Sostenible: Cooperación y Promoción del Desarrollo Sostenible”, del
Seminario “Diálogo para el Milenio”, Río de Janeiro, junio de 1999.
13
Ministerio de Desarrollo Sostenible y Planificación. Desarrollo Sostenible en Bolivia: Estado de Situación (1992 –
2002) y Perspectivas Futuras. La Paz (en preparación).
16
consumir, producir, vivir, y en las formas de interrelaciones humanas. Es decir, la sostenibilidad
requiere de un alto grado de capacidad de autodeterminación. Un escenario de transición debe por tanto
crear un sentimiento de pertenencia y satisfacción personal.
Un escenario de transición es posible alcanzarlo toda vez que la sociedad tiene en ella misma, fuerzas
poderosas de acción y de reacción, siendo la cuestión cómo liberar tales fuerzas. El desarrollo
sostenible no debe ser comprendido circunstancialmente, sino más bien de una manera paradigmática.
Las políticas y estrategias que lleven a él, han de ser unitarias en la multiplicidad sistémica de los
objetivos de sus diferentes componentes respecto a la integración de la equidad social, al desarrollo
económico, a la conservación de los recursos naturales, de la cultura y de la gobernabilidad, es decir,
que estos factores deberán intervenir como denominadores comunes en todas las partes. La no
sostenibilidad del sistema actualmente vigente, se debe a agentes estructurales, y para revertirlo, es
necesario establecer estrategias asentadas en visiones holísticas que, evitando toda “absolutización
reduccionista” de los factores del proceso de desarrollo (por ejemplo del crecimiento económico
tradicional), tomando en cuenta la complejidad y la interdependencia de los mismos.
Una de las dimensiones claves del escenario es la cultura. Ella no solamente contribuye a crear
autoestima en la sociedad, sino que también contiene elementos que son determinantes para crear
riqueza. La cultura en este escenario facilita a los grupos humanos mantener sus identidades y su
herencia. Abarca la totalidad del complejo patrón de las relaciones humanas que caracterizan a la
sociedad, dándole su toque distintivo y contribuyendo a la diversidad. El propósito de la cultura es
precisamente crear las condiciones de respeto, equidad, libertad e inclusión que fomente el desarrollo
humano, tanto económico como social.
Aunque las barreras de entrada son altas en términos de capital y conocimiento para ciertas nuevas
tecnologías, existen otras de menor costo que pueden ser explotadas con ventajas, sobre todo en
apoyo de la eficiente operación de cadenas productivas en áreas vinculadas al sector agroindustrial al
igual que aquellas que pueden contribuir a las áreas - problema de salud y medio ambiente. El proceso
de transformación productiva persigue incrementar el valor agregado incorporado a las materias primas,
incrementar y diversificar la producción, elevar los niveles de productividad y competitividad, y
aprovechar racionalmente los recursos naturales, de una manera compatible con las exigencias de la
competencia internacional y de la preservación y uso sostenible de los recursos naturales.
Bolivia enfrenta al inicio del Siglo XXI formidables, pero al mismo tiempo, inspiradores desafíos,
principalmente el de forjar una nueva relación con el mundo natural al mismo tiempo que provea
bienestar a su sociedad. El país debe ofrecer a su sociedad orientaciones claras e inequívocas sobre
como enfrentar los desafíos, considerando que la sostenibilidad constituye un complejo proceso de
múltiples dimensiones, económicas, sociales, políticas, ambientales y culturales. Los cambios
ocurridos en la última década en materia de desarrollo sostenible han sido significativos y acelerados,
sobre todo en cuanto a la elaboración de un marco normativo e institucional adecuados a las
necesidades del país y coherentes con las tendencias mundiales. Se cuenta con los mecanismos e
instrumentos para llevar adelante una gestión orientada al desarrollo sostenible, con una articulación de
todas sus dimensiones.
A partir del examen del estado de situación y de la aplicación de las prácticas consideradas bajo las
diferentes dimensiones del “escenario de transición al desarrollo sostenible”, se puede definir una nueva
visión de futuro de Bolivia como:
“Un país, que con una visión de a l rgo plazo, con una voluntad de adaptación al cambio, y
mediante la práctica activa de la equidad social, ha logrado mejorar la calidad de vida de la
generación actual y asegurado la de las futuras generaciones. Es un país que ha adoptado una
economía de libre mercado, pero que no ha permitido que sus fuerzas sustituyan a elecciones
sociales deliberadas. Ha promovido la competencia, pero también alentado la cooperación y la
solidaridad como fuerzas igualmente importantes. Ha compatibilizado el crecimiento
económico con la protección de sus recursos naturales y una adecuada gestión ambiental,
mediante la generación de capacidades propias de innovación para la operación eficiente de
cadenas productivas que aprovechan nichos de mercado, permitiendo su activa inserción en a
dinámica internacional. Es un país que ha fortalecido su democracia a través de una activa
participación ciudadana, consciente de sus deberes hacia la sociedad nacional y global. Un
país que ha consolidado su descentralización, con instituciones eficientes, sin corrupción y
articuladas entre si”.
14
Aguirre, Carlos y Trepp, Andrés. “Estudio Comparado de las Políticas Públicas de Ciencia, Tecnología e Innovación
en los Países del MERCOSUR: Informe de Bolivia”. Organización de los Estados Americanos y Universidad Nacional de
Quilmes. La Paz, enero, 2001.
18
ANEXO I
INDICADORES DE DESARROLLO SOSTENIBLE Y OTROS SOCIO -
ECONÓMICOS
El Cuadro 1 contiene un conjunto de indicadores de desarrollo sostenible, el Cuadro 2, compara la
posición competitiva de Bolivia con otros países, el Cuadro 3, muestra la estructura del PIB, el Cuadro 4
el crecimiento por rama de actividad y el Cuadro 5 resume la situación económica (y social).
20
Infraestruct Líneas de teléfono por cada 1000 33.3 (95) 61.7 (99)
ura comu - habitantes 56.8 (98)
nicaciones
Ciencia y Gastos en investigación y desarrollo 0.25 0.28 0.33 0.30
Tecnología como porcentaje del PIB
Fuentes varias, elaboración propia
Apertura 53 38 32 43 41 44
Gobierno 50 10 3 26 34 38
Finanzas 53 40 28 41 56 54
Infraestructura 44 39 18 34 54 55
Tecnología 37 52 32 45 59 58
Administración 29 49 20 34 59 51
Trabajo 53 22 31 51 54 44
Instituciones 41 44 17 51 58 54
Públicas
INDICE GLOBAL 51 36 21 42 55 53
Fuente: The global competitiveness report 1999. IMD, Suiza (2000).
Fortalezas Oportunidades
Debilidades Amenazas
Subdesarrollo estructural del aparato productivo. No están dadas las condiciones para la reconversión
Deficiente infraestructura vial y de servicios. Alto costo del ambiental de la industria.
transporte. Informalidad y contrabando a gran escala y dificultades
Control de calidad insuficiente. Insuficientes laboratorios e i para contrarrestarlo.
incapacidad de certificación de calidad. Falsificación de etiquetados en algunos productos
Sistemas de información inadecuados. Sequías e inundaciones en determinadas regiones que
Carencia de tecnología apropiada para la producción. afectan la producción.
Desconocimiento de normas internacionales, trámites y Competencia de mercancías extranjeras de mayor calidad
procedimientos de exportación y menor precio en los mercados externos.
Falta de disponibilidad de crédito a la exportación. Contaminación ambiental.
Capacidad limitada de producción en cuanto a volumen. Subvenciones de países vecinos u otros a productos
Insuficiente integración vertical. competitivos con los nacionales.
Estructura administrativa familiar predominante. Nuevas rutas interoceánicas atravesando otros países.
Recursos humanos poco capacitados.
Política de exportación aun incipiente y poca promoción de
oferta.
Débil presencia organizada de productores
independientes.
Alto costo del financiamiento para la inversión y el capital
de operaciones.
Ausencia de estrategias dirigidas al desarrollo tecnológico/
comercial
Ausencia de financiamiento para el desarrollo y la
innovación tecnológica.
Servicios de devolución impositiva y tramitación
deficientes.
Compradores sin cultura de calidad.
Baja disponibilidad de insumos nacionales, o importados de
bajo precio.
Falta de conocimiento de las normas de la OMC.
Ausencia de capacidades de gestión.
Falta de coordinación entre productores de materia prima,
el gobierno, las instituciones de investigación.
Baja generación de ahorro interno e inversión.
Fuente: Elaboración propia sobre la base de: C. Aguirre y F. Kaufmann, op.cit. y el documento de Pedro Mercader. “Los
cambios mundiales en la economía, política y sociedad boliviana”. (mimeo). La Paz, octubre, 1998.
22
ANEXO II
A partir de 1985, cuando Bolivia adoptó una política económica de libre mercado, se decidió que el
sector productivo en general debería desarrollarse bajo la iniciativa privada. A pesar de ello, el Estado no
ha sido un actor totalmente ausente, pues reconoció que como resultado de la aplicación de
importantes medidas de transformación estructural, se han creado condiciones que deben ser utilizadas
para la generación de capacidades de innovación y producción industrial y de esta manera contribuir a
alcanzar objetivos y metas de desarrollo sostenible. En efecto, muchas medidas normativas e
institucionales han sido adoptadas como parte de una política estatal dirigida al sector.
La participación del sector industrial manufacturero en el PIB, en el período 1989 – 1999 ha variado
entre 16.19% a 17.14%. El año 2000 su contribución fue de 16.3%. En el mismo período la variación
porcentual del “Índice de Volumen Físico” ha tenido un promedio de crecimiento de 4.77%, aunque el
último año ha reportado un descenso de 2.34%. El número de establecimientos industriales ha
disminuido de 1.813 (1995) a 1.567 (1998), producto de la reciente crisis económica. Ello significó una
reducción de la capacidad instalada del 55% (1999) a 46% (2000). El empleo en el mismo periodo ha
subido de 48.527 a 51.768. El Valor Agregado entre 1995 a 1997 se ha incrementado de 4.845 a 6.064
millones de bolivianos (alrededor de 1 millón de US$). En este mismo periodo el valor Bruto de la
Producción ha tenido un incremento desde 12.168 a 15.271 mil millones de bolivianos (2 a 2.5 millones
de US$). El valor de las exportaciones en el año 2000 fue de US$ 184 millones, que representó un
aumento de 10.3% respecto a 1999. En el año 2000, la Inversión Extranjera Directa (IED) y la inversión
privada nacional en el sector disminuyeron. La primera en actividades industriales y agroindustriales fue
de US$ 73.6 millones, equivalente al 9.8% de la inversión total, menor en 51.5% relativa a 1999, debido
principalmente al paro de actividades y el desabastecimiento de materias primas que tuvo lugar en
octubre de 2000 y que atentó contra los niveles de producción y el incumplimiento de contratos de
exportación.
La Ley del Medio Ambiente, dispone reglamentar los sectores. Actualmente está en proceso de
preparación desde el 2000 el Reglamento Ambiental para el Sector Industrial Manufacturero (RASIM).
En enero de 1999 se creó la Unidad de Medio Ambiente del Viceministerio de Industria y Comercio,
constituyéndose en el Organismo Sectorial Competente del Sector Industrial Manufacturero.
El sector industrial boliviano se integró a las prácticas ambientales a partir de la Cumbre de Río. La
Confederación de Empresarios Privados de Santa Cruz organizó en 1993, el Foro de Desarrollo
Sostenible y Medio Ambiente, y a partir de entonces, el sector ha establecido diferentes mecanismos.
La Cámara Nacional de Industrias creó la Subgerencia de Asuntos Ambientales, y posteriormente, la
Unidad de Medio Ambiente (UMA), para actuar como contraparte y nexo de coordinación entre sus
asociados, instituciones públicas y organismos internacionales en el área de medio ambiente y de
desarrollo sostenible. Sus actividades cubren requerimientos de capacitación, asistencia legal,
producción limpia, gestión e información. También, puso en marcha el Centro de Promoción de
Tecnologías Sostenibles. Las Asociaciones de Pequeña Industria y la Federación Boliviana de la
Pequeña Industria han introducido el tema ambiental en su agenda de trabajo.
El Instituto Boliviano de Normalización y Calidad, adoptó en 1995, la Norma Boliviana “Reglas generales
para la implementación de un sistema de gestión ambiental – NB-ISO 14000”. La Norma se aplica a
15
/ El presente resumen se ajusta a los requerimientos establecidos por el Consejo Nacional de Desarrollo Sostenible
respecto
16
al contenido y extensión de cada contribución.
/ Contribución de ONUDI
23
todo organismo que desee voluntariamente: - Implantar un sistema de gestión medio ambiental en
aplicación de una política determinada, - Asegurarse de la aptitud del sistema para la realización de
esta política y mejorar de manera permanente su eficacia, - Demostrar a las partes interesadas su
aptitud para controlar los efectos de sus actividades, productos o servicios sobre el Medio Ambiente.
Las políticas públicas y privadas y las experiencias de su aplicación, han permitido en una primera
etapa alcanzar una de las metas previstas en la Ley del Medio Ambiente, de generar una dinámica de
conocimiento sobre la necesidad que el sector industrial manufacturero inicie acciones concretas para
alcanzar objetivos de desarrollo sostenible en su dimensión ambiental. A pesar de las dificultades que
las empresas enfrentan con la crisis y recesión de la economía boliviana de los años 2000 y 2001,
estas continúan realizando esfuerzos importantes para acomodarse a la normativa ambiental existente.
También, la Cámara Nacional de Industrias (CNI), inició en 1995 el “Programa para la Prevención de
Contaminación Ambiental en Bolivia“. Este introdujo conceptos y prácticas preventivas de la
contaminación en el sector industrial, a fin de hacer un uso eficiente de materias primas, agua y energía
y, disminuir la carga contaminante generada durante los procesos productivos. Como resultado, más de
20 empresas medianas y grandes, comprometidas voluntariamente, se incorporaron al Programa. Se
realizaron alrededor de 50 seminarios, talleres, cursos y presentaciones, y se estableció un centro de
información en la Liga de Defensa del Medio Ambiente, el mismo que está apoyando al Sistema de
Información Ambiental de la CNI. Actualmente, el Centro de Promoción de Tecnologías Sostenibles -
CPTS, continua con la labor inicial del Programa.
Si bien, el número de empresas participantes en el Programa es aun limitado, los resultados obtenidos,
17
son alentadores / . Desde la perspectiva económica, todas las empresas que han introducido
tecnologías limpias han logrado reducir costos de operación y mejorar su retorno sobre la inversión.
Desde la perspectiva social, la introducción de tales tecnologías no se ha hecho a costa de reducir el
número de empleos, los que mas bien han sido incrementados y mejorados, y los beneficios al medio
ambiente han sido ampliamente positivos, pues en todos los casos se evidencian ahorros de materias
primas y menores daños ambientales cuando se los compara con la situación anterior. Es importante
resaltar que la aplicación de tecnologías limpias ha estimulado la innovación industrial y el aprendizaje,
pues un número grande de empresas tiene prevista la producción de nuevos bienes y servicios para su
colocación en los mercados nacional y extranjero.
La sostenibilidad del capital físico, entendida como la base material creada por el esfuerzo humano, que
tiene una directa relación con la industria manufacturera, muestra un avance lento, disminuyendo la
18
capacidad del país de enfrentar los desafíos que supone competir un mundo globalizado / . Las
causas de este lento crecimiento tienen origen en las dificultades que ha tenido la n i dustria en
17
/ Cámara Nacional de Industrias. Centro de Promoción de Tecnologías Sostenibles. Estudios de caso de la introducción
de medidas de producción limpia en la industria. La Paz, noviembre 2000.
18
Fundación Milenio. “Informe de Milenio sobre el Desarrollo Sostenible en Bolivia”. No. 1. La Paz, 1999.
24
desarrollar capacidades competitivas y de innovación, ambas claves como insumos a un modelo de
desarrollo sostenible. Las características de la industria manufacturera que tienen directa relación con
todas las diferentes dimensiones del desarrollo sostenible se resumen a partir de algunos estudios
19
realizados en los últimos años / , de la siguiente manera:
b) Tecnología e innovación: Una gran parte de la industria utiliza tecnologías obsoletas, con el
correspondiente exceso de uso de recursos energéticos y de materiales. Un 22% de empresas
conocen que su tecnología no responde a los requerimientos del mercado internacional (y 18%
al mercado nacional). Cerca al 50% no sabe realmente cual es su posición competitiva, desde
el punto de vista de la tecnología que maneja.
c) Políticas y normativa ambiental: El sector empresarial ha sido en general poco consultado para
el diseño y la formulación de disposiciones legales que los afecta. Así, no siempre acompaña o
entiende tales disposiciones y cuando empiezan a ser aplicadas, o no se encuentra preparado
para ajustarse a las mismas. Cerca a 15% de las empresas tienen dificultades con el manejo
de legislación referida a la propiedad industrial y los problemas con la legislación sobre
contaminación ambiental recién empiezan a ser considerados por el empresario.
d) Licencias ambientales: Un número muy pequeño de industrias (alrededor del 10% del universo
total) ha concluido el proceso de obtención de licencias ambientales y un número menor aun
(entre 1% y 3%) está implementando las medidas propuestas en sus planes de adecuación
ambiental. Los motivos de esta situación surgen por un lado por el desconocimiento existente
sobre la normativa ambiental general y por otro la complejidad de los procedimientos existentes
y la incapacidad técnica y económica para cumplir con las exigencias normativas.
f) Incentivos: La industria manufacturera carece en general de incentivos que les permita mejorar
sus capacidades competitivas y de innovación y menos aun de aquella que le permitiera una
mejor protección ambiental. Solo un 30% de las empresas solicitan crédito para inversiones en
proyectos de desarrollo e innovación tecnológica, y principalmente de modernización, a fuentes
tradicionales.
g) Capital humano: Los empresarios reconocen que el primer problema que afecta el desarrollo de
sus establecimientos, en materia técnica y productiva, está relacionado con la ausencia de
personal calificado. Solo el 8% de las empresas cuenta con una unidad de recursos humanos.
Frente a las limitaciones existentes, existe una dinámica organizacional que muestra que el empresario
boliviano sigue una tendencia hacia la utilización del control de calidad y la adopción de programas de
mejoramiento continuo. Estos son desarrollos nuevos y positivos, y constituyen innovaciones
gerenciales que pueden resultar en innovaciones de base tecnológica e inversiones posteriores y que
están contribuyendo a mejorar la competitividad de las empresas bolivianas en la actualidad, como un
insumo para alcanzar objetivos del desarrollo sostenible.
19
/ Aguirre, Carlos y Kaufmann, Friederich. “La Pequeña y Mediana Empresa y la Innovación en Bolivia: Un Análisis
Empírico. VI ALTEC, Valencia, España. 1999. El estudio se concentró en 508 empresas de entre 5 – 29 empleados,
representando el 20% del universo total.
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