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JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA

RATIONE LOCI

El estado de Alicanto actualmente forma parte de la Organización de los Estados

Americanos (OEA), y forma parte de esta organización desde el año de 1994, por lo que

como estado ya tiene más de 22 años de ser parte. Asimismo, el estado de Alicanto en

materia de derechos humanos es parte de los siguientes convenios: Pacto Internacional de

Derechos Civiles y Políticos de 1966; Convención contra la Tortura y Otros Tratos Crueles,

Inhumanos o degradantes de 1984; Convención sobre los Derechos del Niño de 1989 y sus

dos primeros protocolos; Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional en 1998;

Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos adicionales I y II.

El estado de Alicanto depositó el instrumento de adhesión de la Convención

Americana sobre Derechos Humanos (CADH) en el año de 1995 y el 12 de junio del año

1996 se presentó en la Secretaria de la OEA el Acuerdo Gubernativo No. 115-96, de fecha

20 de mayo del año 1996, por el cual el Estado de Alicanto reconoce la competencia

contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), en los

siguientes términos:

 Artículo 1.- Declarar que reconoce como obligatoria de pleno derecho y sin

contravención especial, la competencia contenciosa de la Corte IDH, sobre todos

los casos relativos a la interpretación o aplicación de la CADH.

 Articulo 2.- La aceptación de la competencia contenciosa de la Corte IDH se hace

por plazo indefinido bajo condiciones de reciprocidad y con la reserva de que los
casos en que se reconoce la competencia son exclusivamente los acaecidos con

posterioridad a la fecha en que esta declaración sea presentada al Secretario

General de la OEA.

La corte es competente para examinar casos sobre violaciones de los derechos

protegidos bajo la Convención Americana de los Derechos Humanos, por lo tanto, es

evidente que cualquier violación cometida en el territorio del estado de Alicanto, ya que es

miembro de la OEA, implica que se encuentra bajo la jurisdicción de la Corte

Interamericana de los Derechos Humanos para efectos de la Convención y Declaración.

El artículo 45, en su numeral uno, de la Convención versa lo siguiente “Todo Estado

parte puede, en el momento del depósito de su instrumento de ratificación o adhesión de

esta Convención, o en cualquier momento posterior, declarar que reconoce la competencia

de la Comisión para recibir y examinar las comunicaciones en que un Estado parte alegue

que otro Estado parte ha incurrido en violaciones de los derechos humanos establecidos

en esta Convención”

El estado de Alicanto en 1995 tuvo su adhesión a la convención y el 12 de junio de

1996 se presenta el acuerdo gubernativo donde reconoce la competencia contenciosa de la

Corte Interamericana de Derechos Humanos, por lo que es procedente conocer del presente

caso, en cuanto a razón del territorio ya que un estado parte y que previamente reconoció la

competencia de la corte es quien violo y vulnero los derechos que en el apartado

correspondiente se indicarán, para que se determine la responsabilidad internacional de un

Estado miembro de la OEA.


RATIONE PERSONAE

El artículo 44 de la Convención indica que cualquier persona o grupo de personas, o

entidad no gubernamental legalmente reconocida un uno o más Estados miembros de la

organización, puede presentar ante la comisión peticiones que contengan denuncias o

quejas de violación de esta convección por un Estado parte.

En el presente caso en concreto quienes realizaron peticiones a la Comisión Interamericana

de los Derechos humanos fueron:

1. La Organización No Gubernamental “Vida y Paz”

2. María Lucia de Oliveira, Esposo de Horacio Oliveira, y los familiares de los

estudiantes desaparecidos, en virtud de las desapariciones forzadas en mano del

ejército del estado en las cual fueron víctimas Oliveira y los estudiantes en el año de

1996

3. Grupo de simpatizantes del PLD por los diversos ataques por parte de las fuerzas

armadas en contra de los simpatizantes del PLD, tanto en las manifestaciones como

en la serie de detenciones ilegales que hubieron

La Organización No Gubernamental “Vida y Paz” llena el requisito establecido por el

artículo 44 de la convención ya que, está reconocida legalmente en el estado de Alicanto,

siendo este último parte de la Convención y ha aceptado también previamente la

competencia contenciosa de la Corte, por lo que tiene legitimación activa en el presente

caso, si bien es cierto no es víctima si tiene legitimación para peticionar sustentándolo en el


artículo 44 de la Convención, para pedir que se condene una acciones de estado, por la

muerte o desaparición de niños, hombres y mujeres.

María Lucia de Oliveira definitivamente es una víctima directa de la desaparición de su

esposo, al momento de la desaparición Alicanto no había reconocido la competencia de la

Corte, sin embargo siguieron habiendo desapariciones y detenciones ilegales después de

que Alicanto aceptara la competencia contenciosa de la Corte, por lo que hay continuación

en estas acciones por parte del estado, y no hubo debida diligencia por parte de Alicanto en

el caso de Oliveira, no se puede condenar a Alicanto por la desaparición de Oliveira, debido

a la falta de competencia temporal de la Corte al momento de su desaparición, pero si por

no llevar a cabo la debida diligencia en el caso, ya que por estas acciones si puede ser

condenado el estado por parte de la Corte, de esta cuenta María Lucia de Oliveira si tiene

legitimación en el presente proceso, como víctima de la falta de investigación con respecto

a la desaparición de su esposo.

El Grupo de simpatizantes del PLD, pide que se condene al estado por las

desapariciones forzadas y los arrestos irregulares en contra de los mismos simpatizantes del

PLD, reprimiéndolos y violando sus derechos humanos fundamentales, el artículo 44 de la

convención es amplió al indicar que cualquier persona o grupo de personas puede presentar

ante la comisión peticiones que contengan denuncias o quejas de violación de esta

convección por un Estado parte, siendo parte el estado de Alicanto.

RATIONE TEMPORIS
En el sistema interamericano, el principio de no retroactividad de las obligaciones

internacionales es una guía importante a la hora de establecer la jurisdicción de la Comisión

y la Corte sobre un caso individual. La Comisión tiene jurisdicción sobre peticiones

individuales interpuestas al amparo de la Convención Americana contra un estado desde “la

fecha del depósito de su instrumento de ratificación o de adhesión. 1Adicionalmente, la

Comisión tiene jurisdicción sobre peticiones interpuestas de acuerdo a la Declaración

Americana por todos los Estados miembros de la OEA. La Corte tiene jurisdicción sobre

peticiones individuales interpuestas por la Comisión o un Estado Parte de acuerdo a la

Convención Americana solo si la jurisdicción contenciosa de la Corte fue aceptada por el

Estado demandado, ya sea de manera general o mediante acuerdo especial.2

                Hasta 1989, no había jurisprudencia con relación a la competencia ratione

temporis en el sistema interamericano. [36] Desde 1989, la Comisión y la Corte han abordado

competencia ratione temporis en unas pocas ocasiones.

Por lo tanto la CIDH tiene competencia ratione temporis, para conocer el conflicto del señor

Horacio Oliveira y las demás víctimas en contra del Estado de Alicanto debido a que el mismo si

reconoció y aceptó la competencia contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos,

al declararla como obligatoria de pleno derecho y sin contravención especial del tribunal, sobre

todos los casos relativos a la interposición de cualquier acción ante la CADH, según los términos

aceptados en el instrumento de adhesión de la Convención Americana sobre Derechos Humanos

(CADH), DESDE MAYO DEL AÑO DE 1996.


1
Artículo 74 de la Convenció n Americana. De acuerdo al art. 44, los estados que ratifican o adhieren a la
Convenció n está n automá ticamente sujetos al procedimiento de comunicaciones individuales establecido en la
Convenció n.
2
Ver Caso Genie Lacayo, Excepciones Preliminares, Sentencia de 27 de enero de 1995, Corte I. D. H., Serie C No. 21,
pá rr. 23-26.
                La Comisión también determinó que la Declaración Americana se aplica a hechos

que anteceden la ratificación de la Convención Americana por parte del estado involucrado.

En este sentido, la Comisión ha señalado.

“... Sin embargo, la Comisión no comparte la posible implicación del

argumento de inadmisibilidad ratione temporis, según el cual los Estados

miembros de la Organización contraen obligaciones de respetar los derechos

humanos, sólo a partir de la ratificación de la Convención.  Dicha premisa

parecería sugerir que antes de la ratificación de la Convención, los Estados

miembros no tenían obligación internacional alguna respecto de los derechos

humanos y, concretamente, que esta Comisión no tiene competencia para

recibir otras denuncias que las del texto convencional.

                El carácter continuo de la desaparición forzada de personas fue argumentado por

la Comisión en el caso Blake[45] contra Guatemala ante la Corte. El caso involucraba el

secuestro y desaparición de Nicholas Blake en 1985, antes de que Guatemala hubiera

aceptado la competencia contenciosa de la Corte el 9 de marzo de 1987. Guatemala

presentó una excepción preliminar solicitando el rechazo del caso con base en la falta de

competencia ratione temporis. En su decisión sobre dicha excepción, la Corte consideró

que tenía jurisdicción para revisar el fondo del caso en aquellas materias que constituyen

una violación continua, y rechazó su jurisdicción sobre aquellos hechos ocurridos antes de

la aceptación de la jurisdicción contenciosa de la Corte por parte de Guatemala y que no

pudieran ser considerados violación continua. 


   Es interesante señalar que, en el caso Blake, a diferencia del caso Genie Lacayo, el

paradero del Sr. Blake permaneció desconocido por varios años, y fue solo en 1989 que la

familia obtuvo pruebas de su muerte, estableciendo que había ocurrido en 1985. Esto

significa que si bien el Sr. Blake había sido asesinado antes de la aceptación de Guatemala

de la competencia contenciosa de la Corte, la desaparición forzada en si misma continuó

después de dicha aceptación. Esto explica por qué la Comisión, en su demanda ante la

Corte, reclamó violaciones del derecho a la vida, a la integridad personal, y a la protección

judicial, y no solamente argumentó denegación de justicia como una violación continua -

como en el caso Genie Lacayo - , sino también que la desaparición forzada constituía una

“violación múltiple y continuada de numerosos derechos reconocidos en la

Convención”, una interpretación jurídica muy importante realizada por la Corte en el caso

Velázquez Rodríguez. Sin embargo, la Corte, en su sentencia sobre excepciones

preliminares, rechazó cualquier reclamo separado ocurrido antes de que Guatemala

aceptara la jurisdicción contenciosa de la Corte. Después de excluir las violaciones del

derecho a la vida y a la integridad personal, la Corte solo aceptó la denegación de justicia,

como ejemplo de una violación continua como la observada en el caso Genie Lacayo. Sin

embargo, la noción de desaparición forzada de personas como violación separada y

autónoma, fue desnaturalizada dejando solo la denegación de justicia como la fuente de

jurisdicción de la Corte.

RATIONE MATERIAE
La Comisión y la Corte tienen competencia para revisar los casos que alegan

violación de los derechos de individuos garantizados en la Convención Americana.

Adicionalmente, la Comisión tiene competencia para examinar supuestas violaciones de los

derechos reconocidos en la Declaración Americana de Derechos y Deberes del

Hombre. Esta competencia ratione materiae de la Comisión Interamericana es por lo tanto

mayor que aquella de los órganos supervisores de derechos humanos en Europa o el CDH,

que se limita a, respectivamente, la Convención Europea y el PDCP.

                Otros instrumentos regionales también confieren a la Comisión y la Corte un

mandato para supervisar el cumplimiento de aquellos instrumentos y por lo tanto establecen

bases adicionales para la competencia ratione materiae. La Convención Interamericana

sobre Desaparición Forzada de Personas prevé en los artículos XIII y XIV que la Comisión

y la Corte procesarán peticiones individuales de acuerdo al sistema basado en la

Convención Americana. El artículo 12 de la Convención Interamericana para la

Prevención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra la Mujer “Convención de Belem

do Para” [57] confiere a la Comisión la misión de recibir peticiones individuales que aleguen

violaciones del art. 7 de la Convención por medio de los mismos procedimientos regidos

por la Convención Americana. Más aún, el Protocolo a la Convención Americana de

Derechos Humanos  en el Área de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales ,

“Protocolo de San Salvador”, próximo a entrar en vigencia, también concede a la Comisión

y la Corte jurisdicción sobre reclamos individuales relativos a Derechos de las

Asociaciones Sindicales (Artículo 8) y el Derecho a la Educación (Artículo 13).


                Con relación a otros tratados no regionales, la Corte señaló los criterios legales

para determinar la relevancia de los mismos en el sistema interamericano.   El art. 29 de la

Convención Americana prescribe que ninguna disposición de la Convención puede ser

interpretada de modo tal que se limite “el goce y ejercicio de cualquier derecho o libertad

que pueda estar reconocido de acuerdo con . . . . otra convención en que sea parte uno de

dichos Estados.” Respecto a los Estados Partes de la Convención Americana, el art. 29

expresamente exige que la Comisión y la Corte apliquen este criterio menos restrictivo

cuando interpreten la Convención. Este criterio incluye no solo otros tratados del sistema

regional sino también tratados universales, como aquellos adoptados en el marco de

Naciones Unidas.  

                Respecto a los Estados Miembros de la OEA que no son partes de la Convención

Americana tales como Estados Unidos y Canadá, son relevantes las disposiciones sobre

“criterios menos restrictivos”  en otros tratados. Por ejemplo, los estados arriba

mencionados son parte del PDCP. El art. 5.2, del Pacto contiene la “Cláusula menos

restrictiva” de este tratado. Consecuentemente, los estándares del  PDCP deben ser tomados

en consideración en la interpretación de las obligaciones relativas a derechos humanos

según la Declaración Americana para evitar adoptar un doble estándar en el marco del

derecho internacional de los derechos humanos.  Es más, sería contrario al principio de

buena fe el que un estado argumente que, a pesar de que puede estar en violación de un

estándar  más alto y protector establecido en otro tratado del cual es parte, este estándar no

puede ser aplicado en un caso llevado ante el sistema interamericano donde el estándar

podría ser menor. Yendo más lejos, usualmente en sistemas jurídicos de derecho

continental, cuando los estados ratifican los tratados, éstos se incorporan al derecho

doméstico por medio de una ley del Congreso. Por ende, serían también relevantes en
virtud del art. 29 que dispone que tales disposiciones internas deben tomarse en cuenta para

interpretar la Convención evitando restringir sus efectos.

DE LOS DERECHOS HUMANOS VIOLADOS POR EL ESTADO DE

ALICANTO.

a. De los derechos humanos violados por el Estado de Alicanto en contra de Horacio

Oliveira.

ANTECEDENTES.

I. EXPOSICIONES DE LOS HECHOS

Horacio Oliveira, abogado y ex catedrático de la Universidad Pública Nacional, quien

había sido electo alcalde de la Ciudad de San Lorenzo en las elecciones generales,

postulándose con el Partido Nacional de Alicanto. Horacio Oliveira era el máximo dirigente

del Partido Liberal Demócrata, partido de oposición el cual estaba totalmente en contra de las

políticas implementadas por el gobierno del General Adolfo Estalon en su primer año de

gobierno las cuales consistían en la declaratoria de estados de excepción, expropiación de

tierras comunitarias e invasión de viviendas por parte de las autoridades, políticas que habían
generado un gran descontento en la población. En el año de 1982 el Congreso declaro ilegal

al Partido Nacional de Alicanto, porque consideraron que dicho partido atentaba fuertemente

contra la estabilidad nacional y orden público. Horacio Oliveira en sus presentaciones

públicas daba discursos muy elocuentes en los que denunciaba fuertemente arbitrariedades y

corrupción del Gobierno del General Estolón, por lo que el Estado de Alicanto se encontraba

cooptado por potencias extranjeras.

El 17 de diciembre de 1995, el congreso de Alicanto aprobó una reforma

constitucional mediante la cual se permitió la reelección presidencial por un segundo

periodo, por lo tanto el 3 de enero de 1996 se realizó la convocatoria a elecciones generales

y se oficializaron las candidaturas a la Presidencia de la Republica, el General Adolfo

Estolón, por parte del PCA y el Abogado Horacio Oliveira por parte del PLD las elecciones

se llevarían a cabo el 18 de noviembre de ese mismo año.

El 17 de diciembre de 1995, Horacio Oliveira se encontraba reunido con estudiantes de

la Universidad Pública Nacional llevando a cabo una reunión en las instalaciones de la

misma, cuando personas vestidas de particular ingresaron al aula donde se estaba llevando a

cabo la reunión y sin ninguna explicación a Horacio Oliveira en contra de su voluntad, así

mismo se llevaron a otros cinco estudiantes de los cuales uno era menor de edad. Hecho que

provoco inmediatamente por parte de los familiares de Oliveira y de los estudiantes la

interposición de un Habeas Corpus ante el tribunal constitucional competente, en la cual se

obtuvo un resultado negativo como respuesta, donde se argumentó que ni Horacio Oliveira

ni los Estudiantes se encontraban en poder de las autoridades del Estado, posteriormente se


presentaron a dos Habeas Corpus más obteniéndose la misma respuesta negativa. Ante esta

negativa de las autoridades judiciales, los familiares acudieron al Ministerio público a

interponer las denuncias respectivas por las desapariciones, denuncias en las que se

estableció como posibles responsables a agentes del Ejercito Nacional. Un fiscal del

Ministerio Público, junto a otros investigadores, acudieron a las instalaciones de la

Universidad a tomar declaraciones de algunos testigos y a verificar las cámaras del lugar en

donde efectivamente se filmó cuando Horacio Oliveira y los estudiantes fueron subidos por

unos hombres fuertemente armados a vehículos particulares, se determinó posteriormente

que las placas de los vehículos habían sido reportados como robados la semana anterior al

de perpetrarse los hechos. Debido a estos hechos se llevaron a cabo manifestaciones por un

periodo de 3 meses por simpatizantes del PLD, exigiendo la liberación de Horacio Oliveira.

Debido a las manifestaciones agentes del Estado accionaron con armas de fuego,

provocando un total de 19 fallecidos entre los cuales estaban agentes del Estado y cientos de

personas heridas.

II. ANÁLISIS LEGAL.

En base a los hechos probados en el caso configuraría la violación al derecho a la

libertad personal establecido en el artículo 7 de la convención americana sobre derechos

humanos el cual establece en su numeral primero que “Toda persona tiene derecho a la

libertad y a la seguridad personal” asimismo el numeral segundo establece que “Nadie

puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y en las condiciones fijadas de

antemano por las Constituciones Políticas de los Estados Partes o por las leyes dictadas

conforme a ellas. Por lo tanto, en este caso en base a los hechos el Estado de Alicanto es

responsable por la comisión de los derechos establecidos en este apartado ya que el Estado
nunca tomo las medidas necesarias para garantizar y respetar los derechos a la libertad

personal y su seguridad de Horacio Oliveira y los cinco estudiantes, la Corte en el caso

Velázquez Rodríguez se abordó la privación de libertad de una persona. Se trató de

desaparición forzada perpetradas por personas vinculadas a las fuerzas armadas de

Honduras ya que la víctima en ese caso fue secuestrada en un contexto similar al del

presente caso, la Corte concluyo que se había violado el artículo 7 de la convención y en la

cual determino que la víctima había sido una “detención arbitraria, que lo privó de su

libertad física sin fundamento en causas legales y sin ser llevado ante un juez o tribunal

competente que conociera de su detención” 3 por lo que al momento que Horacio Oliveira y

las cinco personas más que se encontraban en esa reunión fueron llevadas en contra de su

voluntad.

3
Pá rrafo 186. Caso Velá squez Rodríguez Vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 29 de julio de 1988.

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