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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA SAN FRANCISCO

FACULTAD DE INGENIERÍA
ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA INDUSTRIAL

LAS ENERGÍAS RENOVABLES Y SU APROVECHAMIENTO A TRAVÉS DE


PANELES SOLARES, EN EL ANEXO DEL TRIPARTITO, DISTRITO DE
PALLCA, PROVINCIA Y REGIÓN TACNA, 2018.

AUTOR: YAIR DARIO WALPA ARCATA


DOCENTE : AZUCENA CALLA RODRIGUEZ

AREQUIPA – PERU
2018
I. MARCO TEORICO
A diferencia del pensamiento general, nosotros utilizamos mucho más que las
dos mil kilocalorías necesarias para subsistir metabólicamente, puesto que
estamos en una sociedad que debe mantenerse estructurada y funcional para
nuestro propio beneficio, energía denominada exosomática. Así, la pequeña
cifra de 2.000 kilocalorías se ve aumentada a 125.000 kilocalorías por persona
y día para la sociedad industrial moderna, cifra que representa cincuenta veces
el consumo alimenticio realizado. Este gran número, naturalmente está
acompañado de una gran cantidad de energía que se está utilizando a nivel
mundial, toda derivada principalmente del petróleo y de un aumento del
consumo de energía por persona que no tiene intención de detenerse, puesto
que el crecimiento poblacional es cada vez mayor.

1.1. Una energía garantizada para los próximos 6.000 millones de años

El Sol, fuente de vida y origen de las demás formas de energía que el hombre
ha utilizado desde los albores de la Historia, puede satisfacer todas nuestras
necesidades, si aprendemos cómo aprovechar de forma racional la luz que
continuamente derrama sobre el planeta. Ha brillado en el cielo desde hace
unos cinco mil millones de años, y se calcula que todavía no ha llegado ni a la
mitad de su existencia.

Durante el presente año, el Sol arrojará sobre la Tierra cuatro mil veces más
energía que la que vamos a consumir.

España, por su privilegiada situación y climatología, se ve particularmente


favorecida respecto al resto de los países de Europa, ya que sobre cada metro
cuadrado de su suelo inciden al año unos 1.500 kilovatios-hora de energía,
cifra similar a la de muchas regiones de América Central y del Sur. Esta
energía puede aprovecharse directamente, o bien ser convertida en otras
formas útiles como, por ejemplo, en electricidad.

No sería racional no intentar aprovechar, por todos los medios técnicamente


posibles, esta fuente energética gratuita, limpia e inagotable, que puede
liberarnos definitivamente de la dependencia del petróleo o de otras
alternativas poco seguras, contaminantes o, simplemente, agotables.

Es preciso, no obstante, señalar que existen algunos problemas que debemos


afrontar y superar. Aparte de las dificultades que una política energética solar
avanzada conllevaría por sí misma, hay que tener en cuenta que esta energía
está sometida a continuas fluctuaciones y a variaciones más o menos bruscas.
Así, por ejemplo, la radiación solar es menor en invierno, precisamente cuando
más la solemos necesitar.

Es de vital importancia proseguir con el desarrollo de la incipiente tecnología de


captación, acumulación y distribución de la energía solar, para conseguir las
condiciones que la hagan definitivamente competitiva, a escala planetaria.

1.2. Calor y electricidad garantizados

El sol ofrece la posibilidad de generar calor y electricidad de una forma barata,


respetuosa con el medio ambiente y proporcionando independencia energética.
España es el país europeo que más radiación solar recibe junto a Portugal. Sin
embargo, este potencial a penas se aprovecha ni por medio de la energía solar
térmica de baja temperatura ni por la solar fotovoltaica, que cuentan, de
momento con una mínima implantación.

La expresión "No hay nada nuevo bajo el Sol" deja patente la presencia que el
rastro rey lleva ejerciendo desde antaño sobre la Tierra. No es para menos. Y
es que se calcula que lleva emitiendo energía a nuestro planeta desde hace
más de 4.000 millones de años. Durante todo este tiempo ha dejado constancia
de su importancia por ser el motor que actúa directa o indirectamente en todas
las manifestaciones de vida terrestre. Desde hace unos años, cada vez está
cobrando más fuerza el papel que el Sol puede tener para evitar el deterioro del
medio ambiente. ¿Cómo? Aprovechando la radiación solar que deja caer sobre
la Tierra como fuente energética limpia, gratuita y autónoma.
De esta forma, podría sustituir total o parcial-mente a las energías tradicionales
-procedentes del petróleo, el gas, o el carbón, productoras de emisiones
nocivas que dañan la salud humana y el entorno- y ofrecer, a cambio, una
alternativa claramente beneficiosa. Por supuesto que el potencial que ofrecen
los rayos solares no es nuevo. Pero hizo falta que la crisis del petróleo de la
década de los setenta pusiera en entredicho la dependencia energética de
nuestro país y la necesidad de buscar nuevas soluciones para conseguir
autonomía en este sector. Este punto de inflexión vino acompañado de la
reivindicación de distintos grupos sociales que solicitaron un cambio en la
política energética para no dañar el entorno a través de las energías
renovables.

1.3. Historia del modelo energético actual y sus soluciones

La sociedad previa a este período tenía como fuente primaria de energía la


leña, el transporte terrestre era mediante animales y el marítimo a través de
barcos que funcionaban gracias al viento. Pero gracias a la creación de las
máquinas a vapor, surge un nuevo protagonista dentro de las fuentes primarias
de energía que hasta el día de hoy pisará fuerte: el carbón. Más adelante, con
el surgimiento y evolución de los automóviles, se sumará un segundo actor, y
que cumpliría mucho más que la función de ser un fluido que permite el
funcionamiento de estos vehículos: el petróleo. Y finalmente, el tercer
involucrado, el gas natural, comenzará a tomar importancia cuando se
descubran sus usos en generación de electricidad y principalmente, en
producción de calor tanto a nivel industrial como doméstico.
Estos tres combustibles, coincidentemente provienen de la corteza terrestre,
formando depósitos orgánicos acumulados por millones de años. Este mismo
hecho les hace conocidos como combustibles fósiles. Ahora, la evolución que
ha surgido la implementación de estas energías ha llegado a tal punto de ser
originaria del 81% de la energía primaria global

También podemos observar que la electricidad, energía prácticamente


indispensable en la sociedad actual, proviene igualmente en un alto porcentaje
de combustibles fósiles (67%), por lo que nuevamente volvemos a reflexionar
sobre el cambio que debe realizarse con respecto a este modelo energético,
que si bien es increíblemente efectivo en nuestros días, nos pasará las cuenta
en unas cuantas décadas más. Ahora, solo hace falta preguntarse, ¿de qué
otros tipos de energía disponemos para salvar nuestro modelo energético?

Con tantos tipos de energías disponibles de variadas naturalezas y fuentes,


surge la idea de crear un nuevo modelo energético basado en la integridad de
variados tipos de energías, el cual ayudaría más que a erradicar la utilización
de los combustibles fósiles, si ayudar a su disminución progresiva en cuanto a
su uso, generando también una menor emisión de contaminantes y gases
invernadero.
Gómez Romero, en su trabajo "La re-evolución de la energía", presenta cuatro
grandes categorías para organizar esta reinvención de un nuevo modelo:

• Combustibles más limpios


• Fuentes primarias de energías sostenibles
• Almacenamiento de energía
• Ahorro y eficiencia energéticos

En el desarrollo de esta monografía, el énfasis se desarrollará en las fuentes


primarias de energías sostenibles, el cual se verá más adelante con el estudio
en detalle de las celdas solares; pero por un sentido de integración y desarrollo
del problema energético que tanto hemos estado remarcando, haremos
igualmente un breve punteo de las otras categorías, presentando así los
variados usos de las distintas energías que tenemos a nuestra disposición.

Sabiendo que de los combustibles fósiles el petróleo es el que actualmente


más problemas trae por su constante utilización en vehículos (y por
consiguiente, sus altas producciones de CO2), una idea para reemplazarlo
consiste en la utilización de la biomasa como biocombustible, enfatizándose en
el bioetanol. Si bien actualmente el bioetanol no está siendo del todo viable por
los recursos alimentarios que se utilizan para su producción (maíz,
principalmente, junto con otros cereales), el avance enfoca hacia la utilización
de los desechos originados en la producción del maíz, dando paso así a los
biocombustibles de segunda generación. Otro detalle importante, radica en el
almacenamiento de éstas, lo cual ha ido de la mano con la evolución de las
baterías en electrodomésticos, haciéndolas cada vez más efectivas. Una
mejora es esperada igualmente en los vehículos, con baterías que permitan a
los autos funcionar eléctricamente, junto además con la presencia de
supercondensadores que permitan otorgarle a la batería una alta potencia de
funcionamiento y a la vez una gran energía específica de almacenamiento.

Finalmente, un último punto a abordar para completar este nuevo modelo, hace
referencia al buen suministro de la energía y su cuidado en los procesos de
producción, consumo de bienes y servicios; incluyendo también investigaciones
en LED's para una iluminación más sana y eficiente.

1.4. ¿Y porqué la energía solar?

Es la primera pregunta que nos invade al pensar en este recurso. Una de las
primeras respuestas que puede darse a la incógnita es bastante simple, y es
que Perú cuenta con grandes extensiones de desierto y altiplanos que
permitirían la instalación y desarrollo de una central basada en energía solar
sin ningún problema. Pero hay unas cuantas otras razones que hay que
considerar.
La energía proveniente del Sol en una hora (4,3x1020 J) es superior a toda la
energía que se consume mundialmente en un año (4,1x1020 J para el 2001).
De igual manera, este recurso nos es ilimitado, puesto que la vida del Sol está
estimada en unos 5.000 millones de años, por lo que problemas de escasez no
habrían. Entonces, ¿qué es lo que nos detiene? El simple hecho de que la
radiación solar sea tan alta, hace de la energía solar una energía muy
abundante, pero a la vez difusa. Y al momento de ser difusa, es cuanto entran
a fallar los mecanismos de captura y conversión. Para esto, es necesario que
entremos en detalle en cómo se utiliza actualmente la energía solar.
Inicialmente, podemos dividir en dos grupos las formas de utilización de la
energía del Sol, conocidas como energía solarfotovoltaica y energía solar
termoeléctrica:
1.5. Energía solar fotovoltaica

Esta energía consiste en la transformación directa de la energía del Sol a


electricidad. Para aquello, se utilizan dispositivos fotovoltaicos consistentes en
placas o paneles (principalmente compuestos de silicio) que transforman la
energía de los fotones solares en energía de electrones en un conductor. Esto
es logrado mediante la posición de dos capas de silicio (positivo y negativo), las
cuales, al estar unidas, generan una diferencia de potencial, formando así una
celda solar.

Al momento de recibir la luz solar, una de las placas que posee algunos átomos
de silicio reemplazados por átomos de fósforo (placa semiconductora N) logra
excitarse y trasladar sus electrones hasta la segunda placa, con átomos de
boro entre medio de los de silicio (placa semiconductora P), lo cual produce
una corriente eléctrica. La conexión de muchas celdas solares, ya sea en serie
o en paralelo, originan lo que nosotros conocemos como paneles solares.

Como puede observarse, funcionalmente es un método bastante efectivo y


fácilmente podría utilizarse como una fuente de energía primaria, pero al igual
que todas las energías renovables, ésta presenta graves problemas en
materiales e intermitencia.

Lejos, la mejora más esperada en las celdas fotovoltaicas, es la reducción de


costos en la formación de estas celdas. Si bien el silicio es el segundo material
más abundante de la corteza terrestre, los procesos que debe sufrir para llegar
a su forma elemental y funcionar de manera adecuada para lograr la
conversión fotovoltaica son increíblemente elevados.

Es por esto, que las mejoras deben radicar en el descubrimiento de un material


que sea tan eficiente como el silicio, pero a menor precio; o bien, abaratar los
costos de la obtención y purificación del silicio. Otra cara de la moneda expresa
también el desarrollo de láminas más delgadas de silicio, junto a otros
materiales que ayudarían a esta conversión fotoeléctrica. También, la eficiencia
de los paneles es bastante baja, alrededor del 10 al 15% de energía que se
deposita en la superficie es convertida en electricidad, por lo que se han
desarrollado tecnologías que buscan generar una disposición multicapa, la
cual, mediante la superposición de distintos materiales, permita una captación
más específica de las diversas frecuencias del espectro electromagnético solar,
aumentando así el rendimiento total.

En cuanto a la intermitencia, debemos recordar que la energía del Sol sufre


ciclos de día-noche, por lo que mientras no haya un método efectivo de
almacenamiento de la energía captada en el día, será prácticamente imposible
depender de la energía solar como fuente de energía primaria, por lo que el
primer avance se esperaría en el desarrollo de baterías lo suficientemente
baratas y capaces de almacenar la energía producida por los paneles.

Otra alternativa que surge para este problema es la creación de un


almacenamiento mecánico, utilizando turbinas que reciban esta energía
eléctrica para el movimiento de agua mediante subidas y bajadas. Si bien es un
método barato y ampliamente utilizado en almacenamiento de energía, en esta
situación en particular no es del todo conveniente, puesto que es complicado
estar cargando y descargando las turbinas cada 24 horas de tal manera que se
pueda cumplir con el ciclo día-noche. Así, podemos ver que los avances para la
energía solar fotovoltaica deberán estar enfocados principalmente en el
abaratamiento de costos en la construcción de paneles solares, ya sea
produciendo silicio más barato, o encontrando un material más rentable e igual
de efectivo.

1.6. Energía solar termoeléctrica

Ahora, en vez de tener una trasformación directa desde la energía del Sol para
general electricidad mediante los fotones solares, ocurre una transformación de
energía solar radiante a energía térmica y posterior a esto, la generación de
electricidad. Por lo mismo, es que la energía termoeléctrica se basa en la
utilización de fluidos como medio. Así es como a diferencia de los paneles
solares están los colectores solares, puesto que la luz solar impacta sobre
espejos dispuestos a lo largo de grandes superficies (campos solares) que la
recogen y la concentran en este caso sobre un receptor, el cual posee un fluido
que al calentarse, transfiere su calor mediante energía térmica hacia una
turbina que lo recibe y al activarse, genera electricidad. Puesto que este
sistema es más conocido y manejado que el sistema de la energía solar
fotovoltaica, presenta un considerable desarrollo tecnológico a lo largo del
tiempo. El avance ha sido tal, que de los variados colectores existentes, dos
han sido los predominantes en el último tiempo: diferenciados por su forma y
sus receptores presentes.

El primer colector es denominado como colector cilindro-parabólico. Como su


nombre lo dice, consiste en un colector compuesto por un espejo parabólico y
un receptor con forma de tubo ubicado al centro de la parábola que tiene
circulando un fluido, el cual por lo principal suele ser un aceite mineral con
condiciones térmicas que le permitan la correcta acumulación de calor. El fluido
se calienta hasta unos 400° C, generando vapor y presión mediante un
intercambiador de calor, los cuales activan la turbina en la que se encuentran, y
por consiguiente, la generación de electricidad.

Uno de los avances mejor desarrollados en este campo, y en los cuales se


espera mayor perfeccionamiento, hace referencia al almacenamiento, puesto
que el calor es mucho más fácil de almacenar que la electricidad.

En el caso de tener una planta con almacenamiento, además de existir una


alimentación para los colectores encargados de la producción de la electricidad
mediante el calor acumulado y las turbinas durante el día, de manera
simultánea, una fracción de aquella alimentación es otorgada a dispositivos de
almacenamiento térmico especializados. Así, en la noche, y con la demanda de
energía aún alta, se utilizan las reservas ya acumuladas en estos dispositivos
para seguir generando electricidad.
Esto naturalmente es bastante beneficioso para la energía solar en si, por el
constante problema que existe de la intermitencia y la casi nula capacidad de
almacenamiento que presentaban los paneles solares, y es por lo mismo que
los estudios han ido mucho más afondo con este tipo de energía solar,
observándose ahora la experimentación y utilización de sales (nitratos
principalmente) que elevan su temperatura para acumular calor, y se enfrían
para liberarlo. El único inconveniente que puede dificultar las cosas con este
sistema, es la exponencial cantidad de sales que se deben utilizar para lograr
todo este almacenamiento de calor, pero para aquello también existen algunas
investigaciones sobre almacenamiento en materiales con cambio de fase, lo
cual evita que el calor sea sensible únicamente a diferencias de temperatura.

Otra mejora también tratada, enfocada en abaratamiento de costos, trata sobre


el tipo de fluido que se utiliza como intermediario para la formación de
electricidad mediante la energía calórica: al ser un aceite mineral que se
descompone con en calor, impide el aumento de la temperatura de trabajo, lo
que se relaciona directamente con la cantidad de calor que se está
acumulando. Y de igual manera, el fluido en sí es algo complicado de manejar
y contaminante, por lo que las evoluciones apuntan al reemplazo de este aceite
por un fluido como agua, o gas, que permita el aumento de la temperatura de
trabajo, y al mismo tiempo, abaratamiento de costos al haber una simplificación
en las plantas. Dentro de esta misma área, se considera también el
descubrimiento de materiales absorbentes selectivos encarados de una mayor
absorción que implique todo el rango del espectro solar, lo cual otorga
estabilidad térmica y por consecuencia, bajo coste.

El segundo y último colector, no tan desarrollado como el primero y


recientemente estudiado, el es de torre o receptor central, en el cual se dispone
un receptor central en la parte superior de una torre que recibe la energía solar
mediante el reflejo de espejos distribuidos alrededor de esta (heliostatos),
extrayéndose el calor generado gracias afluidos líquidos o gaseosos.

En cuanto a conveniencia, es mucho más caro que los colectores cilindro-


parabólicos, pero se siguen estudiando puesto que presentan mayores
temperaturas de trabajo, y pueden adaptarse a terrenos más irregulares,
factores que son increíblemente importantes para una buena estabilización de
la energía solar. Sus principales mejoras consideran también el sistema de
almacenamiento descrito en los colectores cilindro-parabólicos, pero dado que
este tipo de colector depende principalmente del estado de los espejos para
que estos reflejen la energía solar correctamente a la torre central, es que el
énfasis debería concentrarse en el desarrollo de recubrimientos autolimpiables
basados en la nanotecnología, lo que minimiza el mantenimiento de los
espejos, y por ende, reduce costos.

Resumiendo, el avance principal para la energía solar termoeléctrica debe


estar basado en un mayor desarrollo y expansión de plantas con dispositivos
de almacenamiento por la simple utilización de la energía térmica, seguido de
las mejoras en abaratamiento de costos; caso diferente al de la energía solar
fotovoltaica, donde la prioridad es la reducción de costes de los paneles
solares. Esto da a pensar que mediante la utilización simultánea de ambos
tipos de energía solar, podría generarse una fuente energética sustentable a
largo plazo, por lo que es importante seguir avanzando en el campo de
investigación de la energía solar.

1.7. El estudio de la energía solar

Habiendo visto factores tanto positivos como negativos de la energía solar, y


revisando las "negaciones" antes realizadas sobre las pocas energías
renovables que sabemos que se están produciendo, es inevitable el no
preguntarse si esta nueva energía expuesta nos sirve de algo. Pero mucho
antes de eso, lo primero que deberíamos saberes, ¿la gente está dispuesta a
un cambio en sus energías?

Una encuesta realizada por la Universidad Andrés Bello, y publicada en el


diario La Tercera el 27 de Diciembre del 2011, nos puede dar cuenta de
aquello. Uno de los primeros valores que llega a sorprender, es un 80%
correspondiente a la prohibición del uso de leña en el hogar, proveniente de los
encuestados en la Región Metropolitana. Sin embargo, al realizarse la misma
pregunta en la VIII región, esta recibe solo un 18% de aprobación. Caso similar
ocurre con la ampliación de la restricción vehicular: los encuestados de la
Región Metropolitana se pronuncian con un 61% de aprobación mientras que
en la V región, este porcentaje aumenta a 84%. Llega a ser algo decepcionante
considerando lo activo que fue el 2011 con respecto a la manifestación de las
personas por un mejor medioambiente. Ahora, podemos observar también que
este fenómeno se presenta principalmente cuando son las personas las que
tienen que sustentar los cambios energéticos, en vez de hacerlo el Estado o
empresas externas del rubro. Claro ejemplo de esto es el reciclaje: el 70% de
los encuestados admite que si bien ya ha realizado al menos un proceso de
reciclaje, no lo adquiere como un hábito al considerarlo engorroso. Por lo que
en este sentido, la "consciencia ecológica" surge con más firmeza cuando el
cambio medioambiental trae como consecuencia un ahorro de tiempo o dinero:
nuevamente con un ejemplo, el 90% de los encuestados admite el uso de
ampolletas de ahorro en casa, y de ellos, solo el 10% lo hace con consciencia
de que es amigable para el medio ambiente; el 89% lo hace por el ahorro del
dinero.

Pareciera que el problema energético, no estuviera radicado en la falta de


estudios e investigaciones sobre el tema, si no que también influencia mucho el
cuan dispuesta está la gente a sobre todo, pagar por esta nueva energía, que
naturalmente en un principio tendría un valor más elevado que la convencional
por los recursos utilizados en su producción; pero a medida que se fueran
desarrollando más centrales renovables, el valor de la energía bajaría hasta
quedara un nivel aceptable. Es en este mismo punto, donde no sería necesario
el cuestionarse si la energía solar tendría o no cabida en nuestro país, ya que
lo primero que habría que mejorar como nación, sería comenzar a lidiar con la
aceptación de la gente.

1.8. ¿Qué hacer?

Básicamente, recogiendo de forma adecuada la radiación solar, podemos


obtener calor y electricidad.
El calor se logra mediante los colectores térmicos, y la electricidad, a través de
los llamados módulos fotovoltaicos. Ambos procesos nada tienen que ver entre
sí, ni en cuanto a su tecnología ni en su aplicación.

Hablemos primero de los sistemas de aprovechamiento térmico. El calor


recogido en los colectores puede destinarse a satisfacer numerosas
necesidades. Por ejemplo, se puede obtener agua caliente para consumo
doméstico o industrial, o bien para dar calefacción a nuestros hogares, hoteles,
colegios, fábricas, etc. Incluso podemos climatizar las piscinas y permitir el
baño durante gran parte del año.
También, y aunque pueda parecer extraño, otra de las más prometedoras
aplicaciones del calor solar será la refrigeración durante las épocas cálidas
.precisamente cuando más soleamiento hay. En efecto, para obtener frío hace
falta disponer de un «foco cálido», el cual puede perfectamente tener su origen
en unos colectores solares instalados en el tejado o azotea. En los países
árabes ya funcionan acondicionadores de aire que utilizan eficazmente la
energía solar.

Las aplicaciones agrícolas son muy amplias. Con invernaderos solares pueden
obtenerse mayores y más tempranas cosechas; los secaderos agrícolas
consumen mucha menos energía si se combinan con un sistema solar, y, por
citar otro ejemplo, pueden funcionar plantas de purificación o desalinización de
aguas sin consumir ningún tipo de combustible.

Las «células solares», dispuestas en paneles solares, ya producían electricidad


en los primeros satélites espaciales. Actualmente se perfilan como la solución
definitiva al problema de la electrificación rural, con clara ventaja sobre otras
alternativas, pues, al carecer los paneles de partes móviles, resultan totalmente
inalterables al paso del tiempo, no contaminan ni producen ningún ruido en
absoluto, no consumen combustible y no necesitan mantenimiento. Además, y
aunque con menos rendimiento, funcionan también en días nublados, puesto
que captan la luz que se filtra a través de las nubes.
La electricidad que así se obtiene puede usarse de manera directa (por ejemplo
para sacar agua de un pozo o para regar, mediante un motor eléctrico), o bien
ser almacenada en acumuladores para usarse en las horas nocturnas. Incluso
es posible inyectar la electricidad sobrante a la red general, obteniendo un
importante beneficio.

Si se consigue que el precio de las células solares siga disminuyendo,


iniciándose su fabricación a gran escala, es muy probable que, para primeros
de siglo, una buena parte de la electricidad consumida en los países ricos en
sol tenga su origen en la conversión fotovoltaica.

La energía solar puede ser perfectamente complementada con otras energías


convencionales, para evitar la necesidad de grandes y costosos sistemas de
acumulación. Así, una casa bien aislada puede disponer de agua caliente y
calefacción solares, con el apoyo de un sistema convencional a gas o eléctrico
que únicamente funcionaría en los periodos sin sol. El coste de la «factura de la
luz» sería sólo una fracción del que alcanzaría sin la existencia de la instalación
solar
II. PLANTEAMIENTO TEÓRICO.
1. Problema.
La energía y todo lo que esté relacionado con su obtención a futuro es un tema
que actualmente no se puede que hacer. Estando en un mundo dependiente
casi por completo de los combustibles fósiles, el agotamiento de estos se hace
cada día más evidente. Es mismo por esto que muchas disciplinas como la
química y física han puesto especial énfasis en crear nuevos métodos tanto en
la creación de nuevas energías. Sin embargo, antes de comenzar este tema,
cabe preguntarse de igual manera.

1.1 Identificación del problema.


¿Cuánta energía es la que estamos consumiendo actualmente y seremos
capaces de utilizar de manera ecológica y responsable el consumo de la misma
de las energías renovables y su aprovechamiento a través de paneles solares,
en el Anexo del Tripartito, Distrito de Palca, Provincia y Región Tacna, 2018.?

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