¿En qué medida el problema abordado en el artículo es relevante para la formación de un

especialista en educación superior?

El tema analizado en el artículo es relevante por cuanto nos induce a pensar en categorías y
estructuras que naturalizamos para conceptualizar el saber, el conocimiento, las formas de
abordarlo o construirlo, su función y utilización. Las categorizaciones que empleamos para dar
contexto y contenido a estos tópicos inciden en la manera en que planteamos el perfil de
estudiante esperado y en la forma en que analizamos finalmente el tipo de aprendizaje obtenido
por nuestros estudiantes.

Efectivamente, reflexionar acerca de las formas de conocimiento, su validación y la manera en

que es percibido por el estudiantado y la comunidad no académica; nos permite recuperar
diferencias en la manera de percibir y conocer, además de distintas formas de entender; qué se
aprende (contenido), cómo y dónde (contexto). Nos lleva a poner el acento, además, en la
importancia de reconfigurar ideas estructuradas, metodologías sistematizadas, saberes
validados; que algunas veces interrumpen la comunicación entre quien aborda el conocimiento
(estudiante; quien posee sus propias categorías y estrategias de aprendizaje), el objeto de
conocimiento (lo que se debe aprender) y el vehículo para el aprendizaje (categorías y
estrategias que plantea el docente) para fomentar la valorización de saberes previos u obtenidos
de maneras alternativas (experiencia de vida).

La estructuración rígida de los planteos para acceder al conocimiento; según se desprende del
relevamiento de datos realizado por la autora; contribuye a la separación entre un nosotros (que
aprendemos y debemos hacerlo según normas implícitas establecidas, adaptándonos a normas
y reglas específicas) y un ellos (portadores, intermediadores de un saber científico, “verdadero”,
validado académicamente y por ello certero, correcto, a veces inalcanzable). El equilibrio entre
diversas formas de conocer y acceder al conocimiento podría suavizar esta separación y
contribuir a la dinámica de aprendizajes más significativos para las partes involucradas.

Quienes estamos frente al aula somos referencia implícita para el estudiantado, por lo que es
importante no sólo conocer sus formas de aproximación al conocimiento (teniendo en cuenta
la realidad de cada uno) sino también motivarlos a superarse constantemente en su formación;
tanto en el conocimiento disciplinar como en las posibilidades de aplicación de los saberes
adquiridos, para mejorar el entorno social que los circunda. De allí que consideramos apropiado
y relevante pensar estas cuestiones para enriquecer la tarea de formarse y formar en educación
superior.