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FACULTAD DE ARTES
ESCUELA DE POSTGRADO
Profesor Guía:
Jorge Pepi-Alos
i
ii
FOLCLORE CHILENO Y CREACIÓN ACADEMICA,
UN ENCUENTRO DESDE LA REPETICIÓN COMO CREACIÓN
El caso de la obra Ramales
iii
RESUMEN
PALABRAS CLAVE
iv
DEDICATORIA
v
AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer a Conicyt, beca magister Nacional 2014 folio: 22140861, haber
financiado estos estudios.
vi
No nos convertimos en lo que somos sino mediante la negación íntima y radical de lo que
han hecho de nosotros.
(Sartre,1961)
Los individuos y las cosas existen en cuanto participan de la especie que los incluye, que
es su realidad permanente.
(Borges, 1936)
vii
ÍNDICE
1.- Introducción………………………………………………………………………1
2.2.1.- El folclore………………………………………………….. 11
2.3.- El vínculo…………………………………………………………….. 16
3.1.2.1.- El ostinato……………………………………….. 24
3.1.2.2.- La factura………………………………………… 25
viii
3.2.3.- La repetición generadora del tedio………………………… 36
3.3.3.1.- La voz…………………………………………………. 40
3.3.3.1.1.- El texto……………………………………… 40
3.3.3.1.2.- La melodía…………………………………. 44
3.3.3.2.- El acompañamiento………………………………… 46
4.2.4.- Cieloso………………………………………………………….. 54
4.2.6.- Su Fortuna……………………………………………………… 56
ix
4.3.4.- El desplazamiento melódico del patrón…………….…..... 61
de flexibilizar el patrón……………………………………………..… 65
4.4.3.- El escalamiento……………………………………………….. 68
5.- Conclusiones………………………………………………………………………. 72
6.- Bibliografía…………………………………………………………………............ 74
7.- Anexos………………………………………………………………………………. 76
x
1.- INTRODUCCIÓN
Tras largas conversas (como dice la cueca), a partir de 2010, formamos con
un grupo de amigos de la misma facultad y otros nuevos conocidos en el ambiente
de la cueca, la banda Voy y Vuelvo, con quienes grabamos un disco en 2014. Más
1
tarde fui invitado a otras tres agrupaciones: Los Benjamines (con quienes también
editamos un LP), Aparcoa (agrupación que data su formación de la época de la
nueva canción chilena y que mantuvieron relación con cultores ya desaparecidos) y
Las Cuatro Manos. En todas estas bandas he cumplido rol de pianista y/o cantor e
incluso he incursionado, esporádicamente, en el acordeón.
2
discutible pertinencia en el contexto académico. Este proceso fue muy saludable
para nuestro diálogo, porque dimos cuenta de un intervalo entre ambas
producciones y la conciencia de éste, permitió un trabajo sostenido de comprensión
del lugar compositivo y un juego permanente de ajuste y aproximación en la
distancia de ambos lugares.
1
Pueblo en fiesta, Rodrigo Torres track 17.
2
Ismael Carter tuvo una casa quinta alrededor de la década del ‘10 y una casa de canto alrededor
de la década del ‘30 en el siglo XX. Éstas “casas” eran cocinerías donde había un salón, que acogía
la bohemia y donde diversas personalidades iban a comer y pasar un rato musical, la misma familia,
que ofrecía estas comidas y espacios, eran las que hacían la música, especializándose en un
repertorio popular de la época, arias de opereta, zarzuelas y otras piezas, aportando a su
folclorización y, así como otras piezas folclóricas, cuecas y tonadas. Ismael grabó junto a sus
hermanas algunas canciones bajo el nombre de trio Frufrú.
3
jardines de España”, como caso en que este material se prestaba para una serie de
expresividades que se distanciaban del género y, finalmente, vimos la
superposición de elementos rítmico-melódicos que se presentaba en “La puerta del
vino” de Debussy, donde el elemento de habanera se superponía a una sonoridad
melódica árabe.
3
Tanto el cuestionario contestado por Loyola-Cádiz como la entrevista de Dannemann a Carter,
están incluidos (anexo 3) más que porque sean directamente pertinente con mi obra de tesis,
constituyen un material inédito, que forman parte del proceso de investigación.
4
metodología de composición, al ser para piano, la compuse tocándola, en un
proceso en que organizar se vinculaba con escuchar. Segundo, a partir de esta
experiencia reconocí un elemento que no solo constituía un método de trabajo, sino
un elemento de lenguaje para comprender una estética (la repetición) y tercero el
ingreso de la materialidad y cosmovisión del folclore en el desarrollo de la obra.
5
El tercer y último capítulo, corresponde al análisis de “Ramales”. Primero
describiremos aspectos metodológicos para la producción de la obra, luego
realizaremos un panorama descriptivo de las piezas que constituyen la colección,
centrándonos en los textos y en los elementos significantes que se están
proponiendo. Finalmente realizaremos una catalogación de los patrones y sus
particularidades funcionales/significantes que se construyen en la obra.
6
2.- CAPITULO I: PROBLEMAS DEL CONTEXTO COMPOSICIONAL.
7
tanto que las creaciones en tiempo diferido son composiciones. Esta diferencia es
importante, porque de ésta nace la diferenciación disciplinar de la interpretación y
la composición. Debido a que el compositor no está necesariamente en presente
produciendo la organización de sonidos, se posibilita que sea otro (el intérprete)
quien reproduzca tal organización. En otras palabras, hay en la creación de la
música, tanto dos funciones (composición e interpretación), como dos tiempos
productivos, (el de la planificación y el de la ejecución). “Toda la técnica consiste en
dos cosas: una, invención de un plan de actividad, de un método, procedimiento -
mechané, decían los griegos-, y otra ejecución de ese plan.” (Ortega, 1939, p.124).
8
fuego, y son practicados por cualquier miembro de una comunidad, digamos, son
más o menos espontáneos.
[L]a técnica, al parecer por un lado como capacidad, en principio ilimitada, hace
que el hombre, puesto a vivir de fe en la técnica y sólo en ella, se le vacíe la
vida. Porque ser técnico y sólo técnico es poder serlo todo y consecuentemente
no ser nada determinado. De puro lleno de posibilidades, la técnica es mera
forma hueca -como la lógica más formalista-; es incapaz de determinar el
contenido de la vida. Por eso estos años en que vivimos, los más intensamente
técnicos que ha habido en la historia humana, son de los más vacíos. (Ortega,
1939, p.125).
9
El desplazamiento del contexto paradigmático disciplinar encuentra en la
experiencia del folclore un modelo que permite la vinculación directa y
constituye el lugar en el cual se forja la estética y poética de la obra.
Cada idea nueva en música (…) [e]s un nuevo énfasis surgido de la experiencia
de su entorno por parte del compositor, una concreción de ciertos aspectos de
las experiencias comunes a todos los seres humanos que a él le parecen
parcialmente relevantes a la luz de sus experiencias personales y de los
acontecimientos contemporáneos. (Blacking, 2006, p.133).
10
No quiero decir, con esto, que el propósito de mi hacer estuviera
comprometido con una producción complaciente, de mercado, sino que la
evaluación acerca de la calidad artística de la música, no está en el objeto de la
música exclusivamente, y por tanto no puede depender de valoraciones asociadas
a la complejidad o desarrollo técnico de una obra.
2.2.1.- El folclore.
El folclore es un concepto que “surge a mediados del siglo XIX con el afán
de rescatar aquello popular y antiguo que forma parte de ciertos grupos sociales
(…) [busca] rescatar algo que se creía perdido o en vías de extinción.” (Spencer,
2017, p.39).
11
El folclore es un movimiento “conservador” en el sentido de reconocer su
objeto de trabajo (y de deseo) en el pasado, pero es un movimiento “pluralista”
desde el punto de vista en que reconoce un cambio de foco del interés de la
producción cultural, de la alta cultura (cultura letrada) a aquello popular y antiguo
(cultura vulgar) que señala Spencer y que por su carácter oral, modesto e
inmaterial tiene mayor necesidad de protección.
4
Cuestionario realizado a Margot Loyola y Osvaldo Cádiz (anexo 3)
12
[L]as manifestaciones “no-cultas” que tuvieron cabida en el discurso académico
fueron casi exclusivamente aquellas pertenecientes a un universo etiquetado
como “folclórico”. Dicho universo sería situado a una distancia temporal y social
“saludable”, de manera de garantizar directa o indirectamente una especie de
jerarquía musical impuesta desde y por el mismo discurso académico. (Aravena,
2004, p.11).
5
Es interesante destacar por ejemplo, como el folclore ha pretendido naturalizar el emblema patrio
de la bandera. Como es sabido el movimiento emancipatorio de la corona española, tuvo su origen
en los vínculos que los “libertadores” tuvieron con el movimiento masónico inglés y francés. Es
sabido que la bandera de transición imitaba la bandera francesa y que los colores que quedaron en
la bandera actual mantienen su referencia a los de esa nación. Sin embargo son varias las cuecas
que se hacen a la bandera y cambian la referencia, intentando atribuir los colores de la bandera a
elementos propios de la naturaleza chilena: rojo: cobre, copihue, sangre araucana; azul: mar, cielo;
blanco: salitre, nieve, puelche. Así como la cueca que Segundo Zamora dedica a la estrella de la
bandera “En la corte de los cielos/ donde hay estrellas por miles/ dios puso la más brillante/ a la
bandera de Chile”.
13
ciertas figuras míticas no significan construcciones colectivas, sino medios de
propaganda.” (Escobar, 2008, p. 29).
Por otro lado, una de las características fundamentales del arte indígena y
popular es que, a diferencia del arte europeo, creador de los conceptos
fundamentales del arte, la función y la forma del objeto artístico no están
despegadas y no es posible realizar una distinción nítida entre el problema estético
y su funcionalidad.
En lugar de tratar esta música como arte creado por artistas, muchos la
consideran un producto trivial, creado en equipo para un público amplio y poco
entendido que se acerca a estos sonidos prefijados a través de preferencias y
estilos que han sido determinados por la industria. (Hormigos, 2008, p.103).
15
Del mismo modo la suposición de que determinados estilos musicales tienen
contenidos sonoros que los definen y otros que le son ajenos, da cuenta de cierto
conservadurismo a la hora de categorizar lo posible, dentro de la expresión
artística.
2.3.- El vínculo.
16
Cuando el tiempo de preparación se acaba y el momento de la performance
llega, ponemos toda nuestra atención en recordar los detalles, en sentir haciendo y
en hacer sintiendo. Y así, finalmente, crear un presente que vincula la idea con un
tiempo, un tiempo con un cuerpo, un cuerpo con un sonido y un sonido con otro
cuerpo, con el cuerpo del que participa del otro lado de la cadena de producción,
del que se presta a la escucha, al descubrimiento. Así, el presente de la
performance, constituye un espesor de tiempos y sentidos que se presentarán
condensados.
6
Durante un entrenamiento vocal, realizado previo a la grabación de Ramales, Cristian Mancilla,
cantor y pianista de La gallera, me comentaba que el cantor popular siempre está produciendo
sonidos para conocer la respuesta acústica de los diferentes espacios en los que le corresponda
cantar y así tomar decisiones expresivas respecto de cómo decir lo que la canción dice. En ese
sentido el sonido surge necesariamente como una ponderación del cuerpo en el espacio, hacia un
grupo de personas.
17
La repetición es un elemento fundamental en la constitución del sentido
vinculante entre músico y espectador, debido a que propone un juego que el
espectador es capaz de seguir, del que participa, como una experiencia métrica. Y
es específicamente el mecanismo de la repetición y el sentido que este constituye
el que me vincula con el “folclore-popular”, más que los objetos sonoros que
constituyen su repertorio propio.
Incluso el espectador que observa al niño y la pelota no puede hacer otra cosa
que seguir mirando. Si verdaderamente “le acompaña”, eso no es otra cosa
que la participatio, la participación interior de ese movimiento que se repite.
Esto resulta mucho más evidente, en formas de juego más desarrolladas: basta
con mirar alguna vez, por ejemplo, al público de un partido de tenis por
televisión. Es una pura contorsión de cuellos. Nadie puede evitar ese “jugar
con”. Me parece por lo tanto, otro momento importante el hecho de que el juego
sea un hacer comunicativo también en el sentido de que no conoce la distancia
entre el que juega y el que mira el juego. El espectador es claramente, algo
más que un mero observador que contempla lo que ocurre ante él; en tanto que
participa en el juego, es parte de él. (Gadamer, 2012, p. 69).
18
3.- CAPÍTULO II: LA REPETICIÓN.
19
continuum, sin embargo la percepción tiene la capacidad de establecer ciertas
configuraciones dentro de éste. Debido a la repetición de las configuraciones
establecidas por la percepción, es que esta tiene la posibilidad de identificar como
objeto, las configuraciones observadas, atribuyéndole un grado de autonomía.
20
que en términos perceptivos, la repetición de una estructura, constituye un
mecanismo necesario para la producción de la percepción de la forma.
22
funcionamiento, la repetición lo es solo hasta el punto de la saturación. (Meyer,
2001, p.109).
23
A continuación veremos, dos formas de planteamiento del patrón: en su forma
estática, denomina ostinato y en su forma adaptativa que llamaremos factura.
3.1.2.1.- El ostinato.
24
Fig. 1. Ravel, Gaspar de la Nuit, Le Gibet.
3.1.2.2.- La factura.
25
La factura, en un contexto social y estilístico específico, constituye tanto una
forma de desarrollo de la continuidad, como una manifestación de la identidad
sonora del intérprete. En este sentido la repetición, como factura, determina un
aspecto sonoro que es susceptible de comprenderse como un elemento
constitutivo del género musical.
Los seres vivos tenemos un sentido innato para captar y crear órdenes como
una tendencia instintiva de supervivencia, y el conocimiento de tales órdenes nos
permite captar las desviaciones de los mismos de modo de mantenernos alerta. Tal
como ya hemos establecido, el sentido del orden hace que cuando hemos captado
alguno, dejemos de prestarle atención al objeto y que automaticemos los
movimientos.
26
[L]os [movimientos] del bailarín, son básicamente movimientos de respuesta.
Bailamos con música, y no podríamos hacer tal cosa de no tener la capacidad
de captar y de predecir el ritmo de la pieza, tal como el baile en pareja requiere
una sensibilidad en cuanto a las intenciones de la pareja. (Gombrich, 2004,
p.289).
Es “el motivo contrastante, uno de los primeros síntomas incipientes del estilo
barroco en la música de Gabrieli que abandonó la continuidad rítmica y melódica”
(Bukofzer, 1986, p.356). El motivo contrastante marca el desbordamiento afectivo
que se buscaba expresar, junto con la supremacía de la palabra y la invención del
recitativo en la música vocal, implicó, en el barroco temprano, un uso predominante
de la forma discontinua y rapsódica. Como respuesta a esto surgen con fuerza
elementos formales que permiten crear continuidad.
7
https://www.youtube.com/watch?v=xAYGJmYKrI4 última consulta: 15/12/2018.
28
de lo mecánico y su repetición, permite en la superposición, obtener una textura
rugosa que difiere del concepto cognoscible de objeto-repetición, para dirigirse al
de masa y donde el concepto de polifonía conviene reemplazarlo por el de
densidad.
29
ha tenido un desarrollo gigantesco en el rap y el hip-hop mediante la técnica del
Scratch y del bucle.
Por otra parte, hay tres las versiones en un disco llamado “Música impura”9,
de los “128 erfüllte augenblicke” de Spahlinger, pieza modular que permite
combinaciones ad libitum entre sus 128 unidades. Particularmente la tercera
versión que aparece en este disco, presenta siete diferentes módulos entre los
cuales el segundo se repite cuatro (4) veces, el tercero dieciséis (16) y el cuarto
sesenta y cuatro (64); éste montaje extrema una tendencia propia de Spahlinger en
producir repeticiones mecánicas, pero la radicalidad de esta versión nos pone en
una situación de extrañeza ya que a pesar de carecer la repetición del contexto
perceptivo establecido por Meyer, somos capturados por la capacidad de los
interpretes de sostener una repetición donde casi no se perciben diferencias, donde
se produce una aproximación a la capacidad incorruptible de la máquina.
8 https://www.youtube.com/watch?v=O-RwzOGgVsY última consulta: 01/12/2018.
9
https://www.discogs.com/Mathias-Spahlinger-Musica-Impura/release/1818484 última consulta:
15/12/2018.
30
3.2.2.- La repetición como fenómeno bio-cósmico, el eterno retorno y la
abolición del tiempo.
En cierto sentido, hasta puede decirse que nada nuevo se produce en el mundo,
pues todo no es más que la repetición de los mismos arquetipos primordiales;
esta repetición, que actualiza el momento mítico en que la hazaña arquetípica
fue revelada, mantiene sin cesar al mundo en el mismo instante auroral de los
comienzos. (Eliade, 2006, p. 111).
Es así como en la doctrina cíclica del tiempo o del eterno retorno, el mismo
tiempo es excluido, ya que el pasado, será presente, en una circularidad que
implica la negación del paso del tiempo. En este sentido Mircea Eliade define al
hombre arcaico como a-histórico. Señala que éste no constituía memoria, registro,
prueba, ni archivo de ningún fenómeno diverso, ya que cualquier elemento que
particularizara el tiempo, implicaba una desviación del arquetipo y lo ponía en
distancia de su origen.
31
mediante un regreso continuo in illo tempore, por la repetición del acto
cosmogónico. (Eliade, 2006, p. 104).
Más allá del equívoco en que incurre la doctrina del “eterno retorno”
confundiendo movimiento con tiempo, nos interesa desprender de esta concepción
la idea de que la repetición en la música podría representar lo que se pone fuera de
la naturaleza misma del arte musical, el hecho que se trata de un arte temporal.
Así, la repetición puede cumplir un rol análogo a lo que sería un ciclo bio-cósmico
en el devenir del tiempo, y puede crear la misma significación que estos, es decir,
la repetición representaría la abolición del tiempo.
32
La composición en el terreno de lo estático, ha desarrollado un modo de
elaboración, vinculado con la transformación paulatina. En este terreno, el cambio
se va produciendo por incorporación o sustracción de elementos, por ejemplo, en el
caso de “continuum” de Ligeti10, de la simple nota repetida se van incorporando
nuevas y sustrayendo otras, produciendo variedad de patrones. En otras piezas de
Ligeti, como en el estudio uno del libro uno para piano, desordre la transformación
paulatina se produce como desfase de dos planos, presentándose uno mas corto
que el otro, haciendo que su diferencia aumente conforme se desarrolla la pieza.
Esta pieza como muchas otras del húngaro, presentan un contexto pulsativo
(discreto) y los desplazamiento de estos ciclos, siempre están dentro de la misma
malla pulsativa.
Fig. 3. Reich, “Piano Phase”, el pentagrama superior muestra a un piano que mantiene el
patrón, en tanto que inferior debe acelerar para alcanzar la rotación.
10
El siguiente video muestra una representación en rollo de piano mecánico, que permite una
visualización de los patrones, https://www.youtube.com/watch?v=MYJIQ15OIYU última consulta:
15/12/2018.
33
Spahlinger en Verflucht para tres voces y percusiones de madera, incorpora
el uso de un módulo, en vez de compás con doble barra como en el caso de Reich.
Como en Reich, el módulo describe una transformación sin determinar el detalle del
proceso del ajuste rítmico, solo el punto de inicio y el de término. Tanto Spahlinger
como Reich proponen cambios continuos de transformación menos discreto, que el
pulsativo propuesto por Ligeti. En el caso del pasaje seleccionado se verá como
dentro de un mismo esquema métrico se ajustan las unidades para pasar de una
pulsación de tres unidades a una de siete.
Fig. 4. Spahlinger, Verflucht. Ajuste de tercios a séptimos en misma cantidad de sonidos por
voces.
34
Fig. 5. Spahlinger, Verflucht incorporación de elemento dinámico que elimina y un elemento
en las sucesivas repeticiones.
35
que objeto al interior del módulo ingresaba o salía. Más adelante en la obra hay
otros elementos como fundidos dinámicos de planos en hoquetus, como variantes
de este proceso de modificación continua.
Fig. 6. En “Andar los Andes” podemos ver que, al interior de cada módulo, hay una casilla
que se une a otra que está en otro módulo mediante un arco pespunteado, ese arco
muestra un signo al niente, lo que explica la desaparición del objeto señalado.
36
A ésta connotación que le hemos dado al tedio, podemos darle una lectura
alternativa; ya que el tedio constituiría una posibilidad de abandonar lo externo:
37
3.3.1.- La repetición como cosmovisión.
Infinitas son las cuecas, tonadas y cantos a lo poeta que crean y participan
de un bestiario de animales en chinganas, o de valores fisiológicos y morales
representados por animales, entre muchas otras formas de simbolizar y dar cuenta
de una contigüidad con la naturaleza, que siguen nutriéndose en la creación
folclórica contemporánea. A continuación pondré un ejemplo de una cueca que
manifiesta un vínculo con la ciclicidad bio-cósmica tal como la establecimos en el
contexto de la doctrina del eterno retorno.
Los astros van por caminos/ donde no hay más que girar/ la rueda no tiene fin/ sino que
vuelta a empezar.
Y ese “canto a la rueda”/ sigue su rastro/ porque el hombre es planeta/ como los astros.
Como los astros, sí/ me clarifico/ si hasta el día no es ma’/ que un año chico.
38
3.3.2.- La repetición como metodología.
39
3.3.3.1.- La voz.
3.3.3.1.1.- El texto.
41
El viento que velozmente
Enriquece y da dulzura
Además del verso, estrofa, rima, como elemento literario que se articula con
la repetición encontramos otro que se escapa de la estructuración regular de los
anteriores y se presenta más bien como una sonoridad recurrente en una escala
más pequeña.
42
oído literario del autor es el del pasaje del diálogo entre la mujer y el hombre en
“Luvina”.
11
http://cancionerodecuecas.fonotecanacional.cl/#!/disco/6 (ver el “gallo kikiriki”, H. Núñez), última
consulta 01/12/2018.
43
3.3.3.1.2.- La melodía.
En relación al texto vimos dos formas, la décima, propia del canto a lo poeta
y la copla, en este caso revisamos una copla de cueca, la cual tiene un desarrollo
melódico particular. Comencemos por la décima en el canto a lo poeta.
Por otra parte la cueca, presenta un desarrollo melódico diferente del canto a
lo poeta, en un interesante estudio de Carlos Vega, “la forma de la cueca chilena”
se presenta un análisis de las proto-melodías y giros melódicos más frecuentes en
cuecas tradicionales registradas en su trabajo de campo. En la cueca, a diferencia
del canto a lo poeta, la composición de melodías se sigue desarrollando, aunque
ocupa un lugar importante en las nuevas creaciones la reutilización de melodías
preexistentes, lo que se denomina “contrafacta.” (Spencer, 2017, p.208).
12
(Bustamante, 1996)
44
formas tipos de desarrollo melódico, las cuales denomina como “las diez formas del
canto”. En estas formas se incluyen los ripios (caramba, allá va), las muletillas
(frases de cuatro o cinco silabas o largas de doce por ejemplo que implican
sustracción de texto), requiebro que implican reiteración de tres silabas de texto de
un verso en otro, entre otras (Castro, 2010).
Eran castañas, sí 4
45
Que se coma las brevas
3.3.3.2.- El acompañamiento.
13
Esta cueca es una adaptación de un texto “mocho” de nueve versos octosilábicos que recordó mi
abuela Ana le recitaba su abuela Fideliza, en la zona de San Javier VII región del Maule.
46
En este sentido es indispensable dar cuenta de que el individuo a marcado
el territorio de lo sonoro con su propia particularidad, con su propia condición y
porta una belleza, que la estandarización del profesional del folclore y del músico
con formación académica han mancillado en virtud de una “buena emisión” relativa
a sus áreas de formación y valoraciones ideológicas, despreciando la especificidad
sonora que el efecto del tiempo ejerce sobre la memoria, el cuerpo y las
capacidades.
47
4.- CAPITULO III: ANÁLISIS DE LA OBRA.
2.- Taller de creación: se realizan ensayos parciales y colectivos con los músicos
que participan de la producción. Se busca generar patrones y explorar diferentes
sonoridades en los instrumentos que fueran pertinentes al sentido que se quiere
construir en las canciones. Este es un proceso mixto entre oral y escrito, y
desarrolla una metodología mixta que busca obtener resultados sonoros. Por cierto
hubo una serie de situaciones, sobre todo humanas, para las que no tenía
14 https://www.youtube.com/watch?v=X3my5e30GZs última consulta: 01/12 2018
48
herramientas adecuadas para abordarlas, sin embargo durante el proceso mismo
se fueron generando soluciones que, aunque no siempre fueran las ideales,
constituyeron el modo “de abrir surco a la espesura15”.
3.- Producción: esta es una etapa de gestión, en que hay que concretar un
producto, mediante la producción de una grabación.
15
Jara, V. La población. El hombre es un creador. 1972.
49
Aquí puede quedar más claro en qué medida y de qué forma se han
transformado las acciones que competen al proceso de composición en este
proyecto, como un proceso de creación y producción.
16
https://www.amigosdeltren.cl/ramales-ferroviarios-auge-y-agonia última consulta: 01/12/2018.
50
Ese intervalo se desarrolla en la pieza, como un contrapunto, en el sentido
que se le da a este término en el canto a lo poeta, que es oponer confrontando dos
enunciadores, como una interpolación de dos cosas. El primer enunciador utiliza la
palabra hablada, para decir una serie de décimas las cuales son acompañadas por
dos cuerdas (guitarra y cello) en un juego de contrapunto imitativo con una
sonoridad de estructura modal. El otro enunciador utiliza la palabra cantada, el
texto es asimétrico y utiliza una rima asonante, es acompañado por el total de
instrumentos. Presenta una estructura métrica constante y dos secciones, se
aproxima a la canción con estribillo, su sonoridad es tonal.
El texto está escrito con rima asonante y consonante, con una estructura
métrica de pie quebrado, con verso de ocho y seis silabas que se alternan, donde
las rimas se producen entre los versos de seis sílabas y van pareados.
51
La estructura general es bipartita. Cada parte está formadas de un A y un B,
que se repiten variados. La primera parte presenta una estructura armónica
estática donde se interpolan dos acordes mayores con sexta agregada, sonoridad
muy propia de las tónicas mayores de la cueca, pero en este caso, ya que están en
una relación de tercera mayor no constituyen una relación diatónica-tonal.
Fig.7. Wolff, H. An den Schlaf, enlace introductorio I-II en sexta, con intercambio modal y
retardo la soprano, 9 que va a 8.
52
Fig. 8. “Jardines de Latones”, el mismo enlace armónico de Wolff se presenta refigurado y
un poco adornado por una nota con aproximación cromática en el bajo y una sexta
agregada, que mantiene el color armónico de la pieza.
53
4.2.4.- Cieloso.
Esta pieza tiene un sentido escatológico, y más que constituir una narración
tiene un aspecto teatral, la voz encarna un sujeto moribundo que está haciendo
una especie de denuncia apocalíptica.
Por otra parte aparece la idea de la cualidad del timbre vocal como
representación de un estado de salud de la voz, así el canto se desarrolla como un
habla-canto gutural en un registro grave y con mucho sonido de aire, que apoyaría
la misma significación previamente señalada.
Si el oso,
cielo sosegara,
si el ozono,
si el ozono no se queda
54
si el oso,
si el oso esperara,
si el hombre,
55
La sonoridad melódica y armónica es modal doria, con presencia de
acordes suspendidos y cuartales. Los instrumentos se trenzan en una circulación
de los materiales en trocado.
4.2.6.- Su Fortuna.
contemplando da dolor
56
presencia de un árbol, recordar el dicho “quién a buen árbol se arrima buena
sombra lo cobija”.
La segunda parte, utiliza una estrategia literaria, que en el caso del canto a
lo humano es denominada como del mundo al revés. La temática del canto a lo
humano se entendería como un triángulo temático que comprende “la tierra de
Jauja” que es un correlato del paraíso, donde se presenta un mundo de goce y
excesos; “el mundo al revés”, que corresponde a una inversión del lugar de los
opresores como oprimidos y el “canto de amor”, que se presenta como una
imposibilidad (Sepúlveda, 2009, p.39).
Esta pieza está compuesta sobre un patrón rítmico que realiza el cajón en
el Landó, género peruano de ascendencia afro, este patrón esta variado y
distribuido entre los instrumentos, por lo que la acción individual del percusionista
se vuelva acción común, inter-instrumental, como el hoquetus, un contrapunto
entramado punto a punto, sonido a sonido. La armonía y melodía está construida
sobre un fa menor con séptima alternado con un mi bemol con séptima mayor, lo
que da por resultante un reposo dorio.
57
4.3.- Los patrones en Ramales.
Fig.9 Ronda la Barca. Ostinato del violoncello, nota repetida con cambios rítmicos internos,
unidad de un compás. En este ostinato el primer y segundo grupo compuesto, que
presenta el doce octavos, atacan el tiempo fuerte, pero apoyado en las sincopas que no
resuelven se prolonga la tensión hasta el siguiente gesto tético, el cual se produce en la
repetición, quedando elidido final y principio.
58
Fig.10 Cieloso. Patrón vocal tipo beatvox. Aquí vemos una continuidad rítmica, con
cambios tímbricos. Son estos cambios que en la primera y cuarta corchea generan la
circularidad del patrón, al complementarse como exhalación-inhalación.
Hay un tipo de patrón que repite una unidad completa y luego agrega una
conclusión que es una alteración de una hipotética tercera repetición.
Fig. 11 Jardines de Latones. Contrabajo. Este patrón se repite una vez y luego cambia en
un tercer compás, produciendo una segunda hipótesis de objeto.
Fig. 12 Aquí se ve como al compás 1 del ostinato (Fig.11) se le agrega un segundo compás
idéntico y luego un tercero que cumple una función de “tac” en la relación binaria, y
colabora a la construcción de la circularidad del patrón.
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Estos patrones se pueden presentar en un instrumento o se pueden
complementar con varios. Así, se podrá ver como en “Jardines de Latones” y en
“Su Fortuna”, se producen patrones de complementariedad inter-instrumental.
Fig. 13 Patrón que extrae fragmento para conformación de nuevo objeto, comparar primer
y último compás de la selección.
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Fig. 14 Jardines de Latones, comparar dos corcheas previas al dos cuartos y su resolución,
compararlo con el gesto melódico del dos cuartos.
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Fig. 16 Cieloso, patrón en el contrabajo. Desplazamiento en glissando.
“Su Fortuna”, página 35 (anexo 1) compas 1-2 objeto (Fig. 17) pero lo
asumimos porque el compás 3 es igual al 1, entonces suponemos el patrón antes
de confirmarlo, pero el compás 4, en lugar de repetirse, introduce un cambio
(Fig.18).
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Al escuchar creamos la tendencia a suponer que se estableció un objeto de
4 compases y que ahora se podría repetir pero en su lugar aparece una nueva
variación (de aquí en adelante revisar la partitura general).
Tras los 8 compases iniciales suponemos que esa pueda ser una unidad,
sin embargo tras los dos primeros compases, de la hipotética repetición, en los
compases 9 y 10, se abandona.
Hasta este punto solo había sonidos repetidos generando una oposición
entre dos planos, compuesto el primero por el contrabajo y el piano, y el segundo
por la guitarra y el cello. Pero desde los compases 11 y 12 se incorporan
sonoridades nuevas que van a presentarse a continuación como acompañamiento
de la frase melódica, tienen una función de anticipación.
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este sentido revisaremos lo que hemos definido como procesos de complejización
por terrazas.
Por otro lado, aun cuando el texto implique suficiente variedad para
sostener el sentido de equilibrio de la forma, hay un proceso de modificación,
mediante la adición de nuevos planos, que aumenta la complejidad. Digámoslo de
otro modo, cada objeto que se confirma, es decir que se repite, presentándose
duplicado, constituye una terraza, un contexto que nuevamente requiere un
elemento atractivo para sostener la atención o la “naturalidad” del devenir. De esta
manera el patrón, se hace soporte y neutraliza, lo que hace necesario la inclusión
de nuevos planos que lo complejicen y vayan constituyendo la forma.
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cello con un gesto nuevo y el contrabajo más rítmico, esto da como resultado un
cambio de carácter de la estructura que se re-expone.
Por su parte, en “Su Fortuna” pasa algo similar, también articulado por
terrazas, la primera estrofa a dos voces presenta unos sonidos de la guitarra out y
un cello que condensa el patrón que en la introducción estaba repartida en los
instrumentos, cada estrofa tiene una forma melódica AABB entre el primer y
segundo B aparece el piano saturando un espacio de respiración de la melodía.
En la segunda estrofa se produce un paso del patrón del cello al contrabajo y el
cello desarrolla un bajo ostinato que se instala en el fa menor. En la tercera
estrofa, toda la relación rítmica de la melodía se aplana produciéndose una
compresión rítmica del texto sobre una nueva versión del patrón, esta vez a cargo
de la guitarra y cello.
Hay otro tipo de relaciones en las que no hay una subordinación mutua de
los elementos, sino que funcionan de modo independientes entre sí, creando la
posibilidad de una experiencia sonoras ambiguas en el sentido de que la atención
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puede volverse fluctuante entre los planos o construir una coordinación que
siempre estará en riesgo por no estar realmente coordinada.
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un carácter de sutil distorsión y construyen un puente para superponerse al
ostinato de la siguiente pieza.
3.- Rubato interno: Algunos cultores tienen una forma de tocar que aunque
inscritos en el metro, logran sostener una división interna con rubato, el resultado
es una manera de “arrastrar” el sonido que no es mensurable con el sistema
estándar de escritura, y que de alguna forma da cuenta de su identidad en el
toquí’o. Particularmente, en “Jardines de Latones”, intente probar una escritura
que lo sugiriera. En el compás 11 al 17, el contrabajo tiene dos pentagramas, al
corriente le adherí un ossia, la solicitud fue que trabajara una oscilación o una
ambigüedad entre los ritmos que ahí estaban propuestos.
Con el mismo objetivo, superpuse planos con pulsaciones de otra raíz, así
en “Ronda la Barca” desde el compás 27 al 30 y luego desde el 34 al 41 (págs. 22-
23), la guitarra haciendo un toquío rasgueado, superpone a la base métrica de
corcheas las corcheas de tresillo. A diferencia de la misma superposición de pulso
que se introdujo en “Jardines de Latones” el toquío de rasgueo, le da un carácter
más folclórico que distorsionante. Del mismo modo el “solo” de cello que se realiza
del compás 31 al 40 logra, entre las anticipaciones, retardos, dosillos, sonidos
tenidos y rubato producir una flexibilidad rítmica que contrasta con la rigurosidad
de la progresión cromática de acordes aumentados.
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una dirección, el jeté y la presión en el violoncello y contrabajo, y la técnica de
martillo, el trémolo y el ordinario en la guitarra, dieron un andar del patrón
esforzado. Algunos otros sonidos contrastantes como la distorsión de la guitarra y
bending con segundas mayores vibrantes y unos bajos tenidos en el contrabajo,
colaboraron en crear un ambiente sonoro maquinal y un poco sórdido.
4.4.3.- El escalamiento.
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más rápido o lento), a través de ellos podemos ver como se pasa del mediodía al
anochecer con un encuadre fijo en solo unos segundos o, por otro lado, como en
los géneros deportivos se puede apreciar la complejidad de un movimiento que
ocurre muy velozmente, al verlo más lento.
Este es un tema fascinante que apenas se trabajó, pero que por su interés
he preferido dejarlo enunciado. En la colección hay dos momentos en que nos
relacionamos con una modificación de la temporalidad del habla. Primero en el
final de “Como el Chuzo”, el habla mantiene su velocidad y su enunciación apenas
se varía expresivamente, en cuanto a su carácter, sin embargo las facturas y la
melodía se van haciendo más lentas, espaciando y deformando produciendo un
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efecto de perdida de la temporalidad y de ingreso en una espacialidad sin tiempo.
Segundo, en “Su Fortuna”, encontramos un caso análogo pero en la otra dirección,
el canto se acelera y se mantiene la temporalidad de la factura. El efecto es que
nos sostenemos en un tiempo humano que se comprime pero que tiene una
misma fisonomía en su soporte, implicando como posible lectura un tiempo que
avanza sin tregua y provoca una inmersión en la imposibilidad de cambio, como si
la rutina nos consumiera, el texto aporta, “el tiempo está cobrando su fortuna.
Por otra parte, en la pieza “Tallo lleno” (pág. 28 y 29), se presentan dos
deformaciones del tiempo. Primero una relación de un material basado en un tema
melódico que se presenta ampliado, tiene una connotación de superposiciones de
tiempo; en específico recuerda la estructura del tema del pasacaglia de Bach para
órgano en Do menor. La guitarra, en esta pieza, desde el compás 8 al 11, luego el
contrabajo desde el compás 12 presenta este “tema de pasacaglia” el cual se
superpone con el material aproximadamente disminuido en la guitarra desde el
compás 16 y luego modificado internamente por el cello desde el compás 21.
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algunos mínimos elementos que establecen conexiones entre las piezas, además,
evidentemente que el discurso que constituyen las canciones en esta obra, están
configurados como un macro relato, reflejo de los procesos teóricos de esta misma
tesis.
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5.-CONCLUSIONES.
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(interpretes y compositores) ensimismados, desarrollan un hacer asociado a la
complejidad y al virtuosismo, donde lo simple y espaciado resulta incómodo.
Desde un punto de vista crítico, considero que la acentuada compleción de los
patrones de Ramales da cuenta de un horror vacui manifiesto como una tendencia
espontanea a generar tactus (en el sentido renacentista-barroco), como una
pulsación productora de continuidad, pero que carece de una ambigüedad que
matice la evidente afirmación con la que se construyen los patrones en esta obra.
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6.-BIBLIOGRAFÍA
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ANEXOS
- Anexo 1: Ramales.
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