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2014
Primera Edición 2014
© Derechos Reservados
ISBN: 978-607-27-0288-2
Contenido
Introducción 9
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resultante de sendas reuniones de trabajo efectuadas en la Facultad de Arqui-
tectura de la UANL en el mes de octubre del 2013, cede de la segunda reunión
del Consejo Consultivo Internacional, ahí se acordó por los participantes res-
ponsables involucrados directamente en la red de investigación de asuntos
espaciales y de la edición de los trabajos derivados de ésta: el Dr. Alfredo
palacios Barra (U. del Bío-Bío), el Dr. Edel cadena Vargas (UAEM) y el Dr.
Eduardo Sousa González (UANL), la incorporación y el reconocimiento te-
mático de aquellas visiones de la ciudad y de la ciudad metropolitana, que se
interceptan funcionalmente y forman parte de lo urbano construido, recons-
truido y transformado procesalmente en un espacio-tiempo contemporáneo
de evolución dinámica; incluyéndose exploraciones investigativas de diferen-
tes escalas territoriales, que abarcan desde los procesos históricos-espaciales
urbanos, lo paisajístico, lo arquitectónico, lo educativo, hasta las concepciones
que agrupan las líneas de investigación relacionadas con lo geográfico y su
planeamiento territorial vinculado a los usos del suelo, imbricado en las ciu-
dades chilenas como Concepción y las mexicanas como Toluca, Estado de
México y el área metropolitana de Monterrey, Nuevo León.
En esta esfera de investigación que abarca el esfuerzo editorial actual, es
posible referir a mayoría de las ciudades latinoamericanas y quizá a las del
mundo actual, como aquellas que en virtud de su dinámica iterativa cons-
tante, ligada a los procesos de expansividad territorial periférica, seguirán
incrementando su número de pobladores y sobre todo la demanda de suelo
urbano y de sus satisfactores inherentes: de infraestructura, de equipamiento,
asistenciales, de gobernabilidad y otros; aunque éstas sean de diferente escala
territorial (ciudad Vs. metrópoli) y con diferentes procesos evolutivos antro-
pogénicos, de constructo social ó de sus ciclos reproductores; incluso muchas
de ellas, con una proclividad galopante para transitar de ciudades monocén-
tricas, hasta convertirse en metrópolis policéntricas con múltiples problemas
en su control expansivo-territorial adyacente, que da lugar a las características
fases vinculadas con teoría de las etapas de metropolización1.
De ahí que en las siguientes investigaciones que se presentan en esta pu-
blicación espacializada, se aborda una temática muy variada, que está direc-
cionada según las inquietudes que permean las líneas de investigación de
los autores participantes, pero como común denominador sería posible decir
que todas ellas, están vinculada a tratar de avanzar en el conocimiento de
las variables dependientes e independientes y de aquellos cuestionamientos,
que están relacionados con cada uno de los sitios de abordaje que guardan
características espaciales sui generis: ¿Cómo se explican estos procesos de
transformación espacial ciudad-metrópoli? ¿Qué fuerzas impulsan la evolu-
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ción de la expansividad periférica? ¿Qué responsabilidad tienen los gobiernos
locales en el proceso de la planeación territorial? ¿Cuál es la relación entre el
crecimiento económico, la desigualdad social y la marginación? ¿Cuál es la
resiliencia urbana y cómo se vincula con los riesgos, la vulnerabilidad y el
cambio climático?
Para esto, la edición actual incluye un total de 19 trabajos de investigación,
los cuales abordan la temática urbana trabajada cotidianamente por sus au-
tores, dicha publicación se ha dividido en dos grandes secciones: la primera
denominada “la ciudad y su transformación espacial” donde se han incorpo-
rado trabajos de investigación que refieren el tema urbano desde la perspec-
tiva de la planeación urbanística con énfasis en lo socio espacial; la segunda
indicada como “La ciudad y sus riesgos antrópicos” incluye trabajos de inves-
tigación relacionados con la ecología la incertidumbre urbana y los riesgos y
vulnerabilidad de la ciudad:
En el primer capítulo a cargo del Dr. Eduardo Sousa González profesor
de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Nuevo León,
hace una propuesta para abordar como variables intervinientes del proceso
de planeación espacial, a los recursos municipales, su organización adminis-
trativa y la expansión de los usos del suelo, los cuales se interrelacionan con
el crecimiento físico de la metrópoli; proponiéndose que éstos deben ser con-
siderados como factores inherentes al proceso de planeación urbana, e inte-
grados en un modelo que él menciona como “modelo planeación basado en la
gestión de la productividad estratégica GPE”.
El segundo capítulo elaborado por el Dr. Edel Cadena Vargas profesor de
la Facultad de Geografía de la Universidad Autónoma Metropolitana, revisa
el Crecimiento económico y desigualdad social en las metrópolis de México
1989-2010, teniendo como objetivo medir y analizar la evolución de la econo-
mía y la desigualdad social de las 59 zonas metropolitanas de México, durante
el periodo 1989-2010; además de identificar que este tipo de ciudades siguen
siendo un gran foco de atracción de la población, pero sus actividades econó-
micas disminuyen gradualmente, deteriorándose, o dejando de tener el peso
que tradicionalmente tenían en el contexto nacional.
El Dr. Alfredo Palacios Barra profesor de la Facultad de Arquitectura,
Construcción y Diseño de la Universidad del Bio-Bio, Departamento de Pla-
nificación y Diseño Urbano, Concepción, Chile, aporta una contribución muy
interesante en el tercer capítulo, sobre una nueva visión y forma de enseñar
urbanismo en la academia a nivel de pre y post grado, en la que se conside-
ra la realidad y contemporaneidad que experimenta la disciplina, desde una
perspectiva mucho más amplia y abierta y direccionada hacia una interven-
ción crítica en escenarios crecientemente complejos y diversos; menciona el
Dr. Palacios esta postura representa una síntesis de su ponencia presentada
en el Coloquio sobre Enseñanza de la Arquitectura, el Diseño y los Asuntos
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Urbanos, realizado en Octubre del 2012 en el Campus San Nicolás de los Gar-
za de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en Monterrey, México.
El cuarto capítulo a cargo del Dr. Carlos Leal Iga profesor de la Facultad de
Arquitectura de la Universidad Autónoma de Nuevo León, aborda la temá-
tica relacionada con la eficiencia de los grandes proyectos urbanos mediante
indicadores de accesibilidad, centralidad y plus valor; revisándose el índice
de accesibilidad potencial, el grado de centralidad en los usos de suelo y la
aglomeración, así como valores inmobiliarios relacionados a Grandes Proyec-
tos Urbanos (GPU´s), con la intención de aportar datos sobre la eficiencia en
la gestión de este tipo de intervenciones. Para tal fin se revisan dos GPU´s: la
Macro Plaza, proyecto ubicado en la zona central, y el proyecto Viaducto la
Unidad ubicado en la zona Norponiente, ambos en el área metropolitana de
Monterrey, México.
Los trabajos del Dr. Juan Campos Alanís, Dr. Edel Cadena Vargas y el Dr.
Carlos Garrocho Rangel, profesores de la Facultad de Geografía, Universidad
Autónoma del Estado de México y del El Colegio Mexiquense respectivamen-
te, incorporados en el capítulo quinto, proponen una nueva metodología para
la estimación del indicador de marginación a escala urbana, al que se le agre-
ga el componente espacial estimado a partir de un índice de accesibilidad,
mencionan ellos que es de señalar que ésta dimensión no ha sido considerada
en las metodologías tradicionales para determinar las condiciones relativas
de vida. Según esta postura investigativa los resultados obtenidos, evidencian
la importancia del componente espacial para la determinación de zonas con
mayores desventajas de dotación y oportunidad de acceso a los servicios bá-
sicos. En la investigación se eligió a la quinta ciudad más importante del país,
para contrastar e integrar los resultados del índice de marginación del Conse-
jo Nacional de Población contra los de la metodología propuesta, dando como
resultado una nueva geografía de la marginación.
El sexto capítulo es abordado por el Dr. Eduardo Sousa González y el Dr.
Jorge Alberto Álvarez Berrones de la Facultad de Arquitectura y de la Facul-
tad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Nuevo León respectivamen-
te, buscan establecer una síntesis e interconexión de la tópica de Freud con la
estructura sensible e inteligible de la ciudad, pretendiendo en el proceso am-
pliar el concepto fisiológico del hombre a una idea cultural del mismo. Aquí
se entiende que la tópica freudiana formada por conciencia, preconsciencia
e inconsciencia, se proyecta objetivamente en la ciudad mediante la creación
humana, desde la correspondencia natural sensible e inteligible del hombre
con el espacio y tiempo de su vida, siendo el hombre la causa eficiente del ser
psíquico de la ciudad, cuyos elementos contienen características potenciales
y en su forma la estructura psíquica del hombre; entonces, se deduce que la
ciudad posee un tópica urbana derivada y en función del hombre, su creador.
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El séptimo capítulo del Dr. Carlos Lira Vásquez Profesor Investigador del
Área de Estudios Urbanos de la Universidad Autónoma Metropolitana Azca-
potzalco, propone que el vasto patrimonio cultural y monumental del estado
de Oaxaca y el prestigio de su capital como ciudad colonial e indígena, han
sido usados como argumento de su vocación turística y como pretexto para
dejar fuera otras posibles opciones de desarrollo económico y cultural. Según
el Dr. Lira, esta visión ha influido enérgicamente en las decisiones y acciones
políticas emprendidas por los distintos gobiernos en rubros muy variados,
ya sea en la distribución del presupuesto público, en la educación, cultura y
particularmente en su desarrollo urbano y arquitectónico; indicando también
que la revisión de lo sucedido en Oaxaca durante el siglo XX, evidencia las
implicaciones negativas que, tanto el turismo como la sobre explotación patri-
monial, pueden llegar a tener en el desarrollo de ciudades similares.
El octavo capítulo es desarrollado por el Dr. Carlos Montero Pantoja del
Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”, de la
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, se explora la contemporanei-
dad de la forma urbana en la ciudad de Puebla, donde el Dr. Montero aborda
como objeto de investigación el estudio de la forma urbana, que configuraron
los proyectos impulsados en cuatro momentos clave de su proceso que trans-
formaron; según el autor son cuatro los momentos de la forma urbana: tres
corresponden al siglo XX y otro a los albores del siglo XXI y en su artículo son
explorados detalladamente.
Al M.G. Edison Salinas Varela y el Dr. Leonel Pérez Bustamante, Profe-
sor colaborador Universidad de Concepción e Investigador CEDEUS Uni-
versidad de Concepción, Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Geografía
y Centro EULA respectivamente, les corresponde el capítulo noveno, ellos
proponen que uno de los elementos que frecuentemente se está utilizando
para describir a grandes rasgos los nuevos territorios urbanos es la baja densi-
dad, indicando que la expansión urbana y el crecimiento de nuevas periferias
residenciales con esta característica ha sido una de las transformaciones más
relevantes de las regiones urbanas europeas en los últimos decenios; mencio-
nan que conocer los recientes procesos de ocupación metropolitanos han ela-
borado una metodología basada en la fotointerpretación de imágenes aéreas
e información censal. Esta metodología se aplica en el Área Metropolitana de
Concepción (AMC), para los años censales 1992 y 2002. Explican que del aná-
lisis se obtienen mapas y tablas estadísticas que sintetizan aspectos relevantes
del proceso de crecimiento de las áreas urbanas, así como, desde una pers-
pectiva morfológica, las tipologías de ocupación de suelo urbano y el impacto
que estas tienen sobre la variación de densidad de población urbana, a escala
metropolitana y comunal.
En el décimo capítulo la Dra. Nora Livia Rivera Herrera y la Dra. María
Teresa Ledezma Elizondo se proponen estudiar en Monterrey algunas estra-
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tegias para el rescate de la metrópoli, donde el objetivo que mencionan es
examinar la situación actual del Centro Metropolitano de Monterrey (CMM);
para esto han identificado los aspectos urbanos que dificultan el desarrollo
urbano y social de la zona metropolitana, para finalmente, proponer las estra-
tegias operativas que coadyuven al reordenamiento de la estructura urbana,
logrando optimizar los usos del espacio, la infraestructura subutilizada y la
motivación para la inversión privada, con el fin de posibilitar la reactivación
económica y social del Centro Metropolitano de Monterrey CMM.
En el capítulo décimo primero el Dr. Carlos Aparicio Moreno, profesor de
la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Nuevo León, ex-
pone un trabajo que se basa en la apropiación del espacio, dentro del proceso
de identidad social en la periferia metropolitana de Monterrey, y en el que se
valora la identidad del barrio que se genera gracias a conocimientos social-
mente elaborados y transmitidos por medio de la comunicación social, esto es,
de elementos teóricos que sostienen la teoría de las Representaciones Sociales
(RS). El estudio se interesa por los mecanismos de apropiación del espacio
como parte de de un proceso de generación de identidad social, donde las
RS ligadas a la identidad y el arraigo, tienen bases imaginarias y simbólicas
y las RS ligadas a la tranquilidad, están sujetas a las actuales formas de hacer
ciudad en que clases medias y altas se han cerrado por miedo o búsqueda de
distinción.
El Dr. Mario Alberto Jurado Montelongo Profesor Investigador de El Cole-
gio de la Frontera Norte, aborda en el capítulo décimo segundo, el tema de la
“convivencia social primaria y espacios públicos en Río Bravo, Tamaulipas”,
mencionando que en un contexto de inseguridad social como el que se vive
en el noreste de México, donde los eventos criminales relacionados con la de-
lincuencia organizada han mantenido una permanencia de más de ocho años,
se pregunta principal que permea la investigación es ¿Cómo se han visto afec-
tados los espacios de convivencia social y familiar de los habitantes de las
principales ciudades del estado de Tamaulipas?. El estudio del Dr. Jurado se
direcciona a revisar el caso de Río Bravo Tamaulipas, manejando un supuesto
principal que indica que: los vínculos y su relación con los espacios públicos
se han debilitado y por lo tanto es necesario conocer en qué aspectos ha sido
este debilitamiento y que propuestas pueden surgir para fortalecerlos.
En el capítulo décimo tercero el Dr. Alejandro García García profesor de
la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Nuevo León,
presenta una investigación en donde se realiza la descripción geográfica, de-
mográfica, así como narraciones obtenidas directamente con entrevistados,
que ofrecen una referencia muy precisa que al municipio de Guadalupe en
el marco geopolítico latinoamericano. El Dr. García, en un importante esfuer-
zo teórico-operativo, presenta datos de orden cuantitativo y cualitativo de
manera intercalada, los cuales permiten al lector independientemente de su
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orientación (cualitativa o cuantitativa), visualizar las diferentes formas de re-
configuración urbana reciente, en estas extensiones de las grandes ciudades
como el área metropolitana de Monterrey; ofreciendo un ejercicio metodoló-
gico esbozado a partir de la construcción del denominado “puente Guadalu-
pe en 1970” y las transformaciones urbanas que le siguieron.
La segunda parte de este esfuerzo editorial internacional se denomina la
ciudad y sus riesgos antrópicos, aquí se ha incluido trabajos de investigación
que agrupa una temática direccionada principalmente a la comprensión de
las características físicas y naturales del medio ambiente urbano, donde el
medio natural modificado antropogénicamente sería el escenario de inter-
vención mediática, revistiendo de importancia significativa las experiencias y
las metodologías utilizadas para el desarrollo de modelos de planeación, que
incluyen no sólo el riesgo natural y para los grupos de pobladores de vulne-
rabilidad extrema, sino también investigaciones operativas que reconocen la
sostenibilidad en los modelos arquitectónicos y de ambiente paisajístico.
En el primer capítulo de esta sección, el Dr. Diego Sánchez González pro-
fesor de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Nuevo
León, incorpora una serie de reflexiones fundamentales en el proceso de pla-
neación de una ciudad, dichos razonamientos están vinculados a los retos de
los procesos del envejecimiento demográfico urbano en un contexto de incer-
tidumbre climática, donde el autor enfatiza en los efectos directos e indirec-
tos sobre la población envejecida en zonas afectadas por las inundaciones en
áreas metropolitanas. El Dr. Sánchez propone una metodología basada en una
amplia revisión bibliográfica, donde él trata de desentrañar algunas interro-
gantes asociadas a la comprensión de ¿cómo las personas mayores, que resi-
den en las grandes urbes, responden al cambio climático? Incorporando en la
investigación diferentes acercamientos teóricos y metodológicos, a conceptos
importantes como el riesgo, la vulnerabilidad y los efectos socioeconómicos
directos e indirectos asociados al desastre.
En el segundo capítulo el Dr. Alejandro Rodríguez de la University of
Texas at Arlington, School of Urban and Public Affairs, incluye una investi-
gación puntual sobre la reforma de los gobiernos subnacionales de América
Latina, abonando reflexiones para la construcción de un “modelo de reforma
del gobierno híbrido”, el Dr. Rodríguez insiste en la importancia de buscar
una estructura de administración óptima para los gobiernos locales, que logre
eficientizar los servicios públicos, dentro de las limitantes en los recursos que
todo municipio tiene.
El Dr. Iván Cartes Siade profesor del Departamento de Planificación y Di-
seño Urbano, Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño de la Univer-
sidad del Bio Bio, participa en el segundo capítulo. El Dr. Cartes fue el pro-
fesional responsable del proceso de reconstrucción desarrollado en la zona
central de Chile, luego del Terremoto y Tsunami del 27 de Febrero de 2010
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que afectó la zona central de Chile. Este proceso de reconstrucción, realizado
a partir de un modelo de gestión de riesgos y resiliencia urbana, se presenta
en este trabajo a partir del estudio y gestión de recuperación pos desastre de
la localidad de Dichato, un hermoso balneario que fuera “borrado” del mapa
luego del maremoto. Se induce a partir de una comunidad más resiliente y
consciente de su exposición al riesgo, la gestión a realizar en ese desafío a
partir de los planes, programas y acciones que permiten alcanzar su condición
de normalidad y una real calidad de vida urbana, al punto de que Dichato, se
constituye en forma emblemática, en un referente mundial de reconstrucción
urbana.
En el tercer capítulo, el Dr. Luis Inostroza Pino del Institute of Photogram-
metry and Remote Sensing de la Universidad de Dresden, Alemania, presen-
ta un trabajo sobre el desarrollo humano basado en la acumulación de exce-
dentes ecológicos, del que surgen la división del trabajo, la especialización,
y por ende, las ciudades. A partir de ese esquema, el autor analiza lo urbano
en esa relación de flujo metabólico entre el ecosistema de estepa patagónica
y la arquitectura burguesa, que permite el desarrollo de Punta Arenas como
una de las ciudades más importantes y prósperas del Chile decimonónico. A
partir de esta relación, existe una correspondencia directa entre la capacidad
social de apropiación de excedentes y la prosperidad del desarrollo urbano,
que expresado como principio y fin de la misma cadena productiva, permite
entender el surgimiento y desarrollo de la ciudad más austral del mundo. Es
decir, como flujo metabólico, el excedente es ecológico en su origen y social
en su evolución.
El Dr. Sergio Baeriswyl Rada Coordinador Plan de Reconstrucción Urbana
del Borde Costero. Región del Bio Bio y profesor de la Universidad del Bio
Bio, en el cuarto capítulo, sintetiza a partir del mega terremoto y tsunami del
27 de Febrero de 2010 que tuvo una magnitud de 8,8 º de la Escala Richter,
el 4º sismo más grande en la historia de la humanidad, su propia experiencia
como responsable del desafío de reconstrucción del borde costero de la zona
centro sur de Chile. El enfoque principal del artículo, estriba en el concepto
de resiliencia urbana, entendida ésta como una herramienta central para la
reorganización de las ciudades emplazadas en áreas de riesgo y posibles de
ser afectadas por la amenazada de futuros eventos sísmicos. En el artículo,
subyace la voluntad de profundizar en el concepto de resiliencia, como un
tema basal de planificación y diseño de las ciudades, donde la seguridad de
los habitantes urbanos y la capacidad de sobreponerse a los desastres natura-
les, está en el centro de la atención.
Por último en el quinto capítulo, el Dr. Antonio Tamez Tejeda, profesor de
la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Nuevo León, se
refiere a los métodos de enseñanza en el Taller de proyectos de Arquitectura.
El Dr. Tamez sostiene, que si bien los métodos de enseñanza difieren según
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el propósito de la disciplina, el nivel de los estudios, y el lugar y época, el co-
mún denominador es que la práctica de la disciplina resulta indispensable. A
partir de su experiencia profesional, el autor observa que la idea central para
la didáctica del Taller de Arquitectura, se apoya en la concepción de que la
disciplina regional debe basarse en la arquitectura regional que valore y res-
guarde el vocabulario arquitectónico expresivo de los edificios de la tradición
popular y además, poner en valor el proceso formativo a través del cual el
estudiante descubre, reflexiona y asimila sus ideas bajo la forma de propuesta
arquitectónica sensible y razonadamente formuladas.
Este esfuerzo editorial internacional que agrupa los diez y nueve capítulos
que aquí se integran, representa la visión independiente de todos los autores
que en ellos participan, los cuales como académicos de diferentes universida-
des, países, ciudades y disciplinas, y motivados por los hallazgos encontrados
en el trabajo cotidiano de sus líneas de investigación particulares, han encon-
trado en este esfuerzo conjunto de una universidad chilena y dos universi-
dades mexicanas, no sólo un foro de exposición abierto para las propuestas
tendientes a mejorar el interland en que vivimos; sino que ha abierto sendas
posibilidades de construir redes de investigación particulares e intercambios
académicos, que acorten las distancias entre países y tiendan puentes para el
intercambio de métodos, técnicas y estrategias operativas que vinculan a la
planeación territorial y otras disciplinas afines, permitiendo visualizar la po-
sibilidad tender a la construcción de políticas públicas y estrategias reales que
aspiren a la construcción de ciudades con mayor dosis de eficiencia, eficacia
y de efectividad.
Así, esta publicación generada en el marco contextual que se ha expuesto
en los párrafos precedentes, tiene la intención de avanzar en el conocimiento
de la temática vinculada con el espacio urbano, donde las tres instituciones
participantes: la Universidad del Bío-Bío en Concepción ,Chile, la Universi-
dad Autónoma del Estado de México y la Universidad Autónoma de Nuevo
León; lograron discriminar entre múltiples trabajos de investigación, consi-
guiendo conjuntar a partir de arbitrajes especializados, suficientes visiones
interdisciplinares, de diferentes casos de estudio y países latinoamericanos y
europeos, las cuales tienen la particularidad de aportar soluciones precisas a
problemáticas territoriales y de espacialidades urbanas de diferentes latitu-
des, culturas e identidades; pero que tienen el objetivo común de incidir posi-
tivamente en la ciudad y en la ciudad metropolitana, para que estas sean más
amables y vivibles, lo cual finalmente pretende ser una aportación concreta de
este libro a la ciencia urbana.
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La ciudad y su transformación espacial
La gestión de la productividad estratégica
en los gobiernos locales: lineamientos
metodológicos generatrices para la
construcción de un modelo de planeación
urbana
Resumen
La investigación se relaciona fundamentalmente con dos enfoques dimensionales:
los recursos municipales, su organización administrativa y la expansión de los usos
del suelo; los cuales se interrelacionan con el crecimiento físico de la metrópo-
li, proponiéndose que éstos deben ser considerados como variables inherentes al
proceso de planeación urbana, e integrados en el modelo planeación basado en la
gestión de la productividad estratégica GPE.
Palabras clave: Productividad estratégica; gestión municipal; planeación urbana.
Abstract
The research relates primarily two dimensional approaches: municipal resources,
administrative organization and land use expansion, that interact with the physical
growth of the metropolis, proposing that should be considered as inherent varia-
bles of the urban planning process, and integrated it into a planning model based on
strategic management productivity «GPE».
Key words: Strategic Productivity; municipal management; urban planning.
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Eduardo Sousa González
1. Introducción
L
o que a continuación se presenta se relaciona fundamentalmente con
dos enfoques dimensionales, los cuales ciertamente están interrelacio-
nados con la esfera gubernamental, que atañen al desarrollo urbano de
Monterrey; razón por la que se propone que deben ser considerados como
variables inherentes al proceso de planeación urbana e integrados en el mo-
delo GPE mencionado anteriormente. Además, es claro que dichos enfoques,
que se mostrarán en seguida, se encuentran estrechamente vinculados entre
sí, asociándose directamente: Primero, con la utilización de los recursos eco-
nómicos manejados por los gobiernos locales, que indudablemente influyen
en el proceso de crecimiento y desarrollo de la metrópoli. Segundo, con la
organización administrativa municipal.
Por su indiscutible relación con los procesos urbanos, al análisis de estas
dos dimensiones del metropolización, se le ha considerado como enfoque in-
dispensable e inherente ligado con los lineamientos del modelo planeación
urbana GPE que se deben considerar en la exploración del área metropolitana
de Monterrey. Los temas mencionados se refieren a: la eficiencia metropolita-
na y la gestión municipal (Bozeman, B.:2006:119).
Desde esta óptica de investigación, se considera que estos dos conceptos
de eficiencia y gestión, son elementos operacionales contemplados en algunos
casos, como estructurales; los cuales han estado ligados inseparablemente con
la esfera gubernamental y con los procesos de la planeación urbana de Mon-
terrey, influyendo de tal manera en ésta que los instrumentos, estrategias,
políticas públicas, y otras; generadas por las dependencias gubernamentales
correspondientes, con el mayor interés de beneficio social, pueden resultar
inoperantes, tendenciosas e incluso proclives a la corrupción.
Por esta razón, se asume que es de importancia fundamental el tratamien-
to conceptual de estas variables, desde la teoría; por lo que se reflexionará
sucintamente en torno a estos conceptos, recomendando algunas líneas de
acción, para posteriormente profundizar en la posible adecuación de los ins-
trumentos utilizados en la planeación metropolitana; mediante la integración
de lo que se han llamado lineamientos de planeación urbana. Para la elabora-
ción de lo siguiente, se parte de la premisa que: sería requisito indispensable
que las dependencias gubernamentales relacionadas con el desarrollo urbano
tomen conciencia de la importancia de:
1. Adoptar las estrategias necesarias para incrementar la eficiencia, la eficacia
y la efectividad (EEE) de sus procesos operativos.
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La gestión de la productividad estratégica en los gobiernos locales:
lineamientos metodológicos
2 Es pertinente aclarar que estos conceptos de EEE no están desligados de la interpretación dada en otros
escritos, donde se refiere al crecimiento expansivo metropolitano a factores exógenos (subdesarrollo y
globalización ), y factores endógenos característicos del lugar (económicos, sociales, espaciales y po-
líticos); incluso se han generado nociones que explican el crecimiento expansivo inicial de una centro
metropolitano generando diversos conceptos que lo interpretan: metrópoli prematura, fuerzas centrífugas
y centrípetas, modernidad líquida, y otros (cfr.: Sousa, E.: 2014; 2013; 2010; 2010a y otros: http://sites.
google.com/site/esousagzz )
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Eduardo Sousa González
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La gestión de la productividad estratégica en los gobiernos locales:
lineamientos metodológicos
3 El concepto de antípoda de clase social ACS propuesto por el autor de esta investigación se refiere a cada
uno de los habitantes de un lugar específico con respecto a otros pobladores que moren en un lugar de
características diametralmente opuestas. Se aplica a la persona de determinado estrato social o clase
social opuesta o contraria a otra. El concepto de ACS alude los estratos de la sociedad metropolitana
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Eduardo Sousa González
compuestos por grupos de familias que ocupan posiciones diferenciadas, desiguales y muchas de las
veces de características antagónicas, esto sería: la agrupación de personas que se encuentran en una
misma esfera social y económica, con similares grados educativos, posesión de bienes mobiliarios o in-
mobiliarios, actitudes morales, hábitos de consumo y otros, opuestos al otro u otros grupos de la sociedad
con características diametralmente opuestas; debe subrayarse además que otra de las particularidades
fundamentales a destacar de este concepto de ACS es que denota una clara y diferenciada localización
espacial en el territorio del sitio, no sólo de las actividades propias del grupo, sino también del emplaza-
miento de su vivienda, la que se circunscribe en las etapas iniciales y en las más avanzadas del proceso
de metropolización, tradicionalmente en el ámbito de los contornos periféricos del lugar.
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La gestión de la productividad estratégica en los gobiernos locales:
lineamientos metodológicos
Fuente: Datos generados por el autor de ésta investigación. AMP: Área Municipal Periférica.
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lineamientos metodológicos
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La gestión de la productividad estratégica en los gobiernos locales:
lineamientos metodológicos
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rán los lineamientos procesales que vinculan a ésta, con el modelo que se ha
denominado gestión de productividad estratégica GPE. Dichos lineamientos
contextualizados en la esfera de los conceptos antes definidos e imbricados en
el territorio metropolitano, mediante la acción directa e interviniente de los
gobiernos locales, son los que se pretenden asociar con la gestión estratégica,
destacando la importancia espacial que vincula todo esto de la gestión y de la
planeación con el espacio físico de intervención, por lo que también se incluye
una propuesta de lineamientos metodológicos, para la construcción de una
zonificación espacial metropolitana, tomando como ejemplo operativo el área
metropolitana de Monterrey.
Conclusiones
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La gestión de la productividad estratégica en los gobiernos locales:
lineamientos metodológicos
que sería ciertamente una obligación; sino porque simboliza una posibilidad
viable de que los pobladores de la metrópoli puedan acceder a suelo urbano
en mejores condiciones de habitabilidad, esto es con mejor infraestructura y
equipamientos. Para esto, es imprescindible que los gobiernos municipales
que componen la conurbación metropolitana, no sólo accedan a procesos de
modernización para fortalecer sus potencialidades reales, sino también cons-
truyan los mecanismos para lograr un diálogo directo con los pobladores, ge-
nerando políticas públicas (Aguilar, L.:2007:97) consensuadas con la visión
del Otro, esto es, la mirada desde la alteridad (Ricoeur, P.: 2008: 365-379; Ha-
bermas, J.: 1999: 11-25; Augé, M.: 1996: 13-59; Lévinas, E: 1975).
Actualmente en las áreas urbanas que integran el área metropolitana de
Monterrey, se ha atestiguado como en aras de la modernización y de mejorar
la prestación de servicios públicos a los ciudadanos, los gobiernos locales han
cedido a la incorporación de agentes privados en las tareas tradicionales que
a ellos corresponden, quizá como un procedimiento que se relacione con el
saneamiento de vicios burocráticos, o por causas proclives a corrupción, o por
aquella idea que: es más eficiente la iniciativa privada que el sector público.
Lo cierto es que aunque en este proceso se mejore el servicio, el gobierno lo-
cal se ve debilitado ante los pobladores, por su evidenciada incapacidad de
articular una administración independiente. Se asume que el camino no es
la privatización de servicios, ni el agrandamiento numérico de los recursos
humanos, o el de conjuntar expertos de toda índole, sino la incorporación de
técnicas y métodos ad hoc para lograr la gestión de productividad estratégica,
ligando ésta con mecanismos operativos de comunicación gobierno-pobla-
dor, logrando lo que en otros escritos se menciona como políticas públicas de
alteridad (Sousa, E.: 2013). Se trataría de modificar la percepción tradicional
actual que gira en torno a considerar la contingencia como algo primordial,
para transitar a un modelo diferente que permita con una visión de futuro,
generar las modificaciones paulatinas del presente, en un marco real de situa-
ciones que evidentemente son sumamente complejas y cambiantes.
Por supuesto que el cometido no es sencillo, ya que justamente el gobierno
local representa hoy en día el acercamiento más inmediato entre gobierno-
ciudadano, correspondiéndole a éste atender problemas de tan diversa índo-
le y asociados directamente a los ciudadanos que van desde: la recolección
oportuna de desechos sólidos, la seguridad pública y social y otros muchos
más; hasta los que interesan en el ámbito de esta investigación que serían los
ligados a la expansión periférica de la metrópoli y el proceso de planeación
para guiar el crecimiento urbano. No obstante, los asuntos que se asocian con
la planeación urbana materia de esta investigación, están directamente rela-
cionados con todo el ámbito de la administración local. En efecto, justamente
los problemas que pudieran existir vinculados con lo que hemos denominado
gestión de productividad estratégica dentro de los gobiernos locales; cierta-
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5 Los cuatro componentes del entorno serían: la globalización y el subdesarrollo, el ámbito nacional, estatal
y local; las dimensiones serían las relacionadas con: atención cumplimiento, eficiencia, eficacia y efectivi-
dad, mostrado en la figura 3.
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generó las dos primeras zonas de esta propuesta: una, que representa el cen-
tro histórico o Distrito Central de Negocios DCN y la otra, que patentiza el
movimiento de pobladores-empleo hacia el suroeste, norte y noreste. En este
sentido los límites prefigurados de la última zona, estarían representados pre-
cisamente por las direcciones mencionadas anteriormente (suroeste, norte y
noreste), las cuales simbolizan justamente, la línea divisoria actual que limita
a las áreas físicas que poseen una diferencia sustantiva entre sus densidades
de pobladores y del número de los empleos del sector secundario y terciario.
Según lo indican los gráficos 1 y 2.
Segundo. El criterio de límite municipal. El límite municipal, como crite-
rio divisorio entre zonas fue utilizado como razonamiento lógico en las áreas
que así lo permitieron; por ejemplo: entre el área que divide la zona N° 3 (Z:
3) denominada sur-poniente San Pedro Garza García y el área N° 4 (Z: 4) re-
presentada por la poniente Santa Catarina, en donde, además del criterio de
densidad de pobladores, la división coincidió claramente con el límite muni-
cipal. Situación similar existe entre las zonas N° 9 (Z: 9) y N° 8 (Z: 8); donde
se intenta coordinar el límite propiamente dicho de la zona, con la división
municipal. (ver gráficos 1 y 2)
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6 Es necesario aclarar que esta propuesta debe de considerarse solamente como una referencia, ya que las
variables incluidas para la zonificación expansiva periférica son insuficientes.
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Con estos criterios, se generaron nueve zonas que agrupan al área metro-
politana de Monterrey en su crecimiento interior y algunas otras áreas más,
indicadas en los gráficos como zonas de periféricas expansión futura. Las
áreas internas de la metrópoli de Monterrey, resultantes del análisis anterior,
son precisamente las que interesarían en la exploración con la que continuare-
mos en este capítulo; así, según se indica en los gráficos mencionados, dichas
zonas son:
1. Zona: 1. Distrito central de negocios DCN.
2. Zona: 2. Transición.
3. Zona: 3. Sur-poniente: San Pedro Garza García.
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Crecimiento económico y desigualdad social
en las metrópolis de México 1989-2010
Resumen
El objetivo de este trabajo es medir y analizar la evolución de la economía y la
desigualdad social de las 59 zonas metropolitanas de México, durante el periodo
1989-2010.
Identifica que este tipo de ciudades siguen siendo un gran foco de atracción de la
población, pero sus actividades económicas disminuyen gradualmente, se deterio-
ran, o dejan de tener el peso que tradicionalmente tenían en el contexto nacional.
Encuentra, también, un deterioro gradual de los salarios y la calidad del empleo.
Supone que ello tiene su origen no solo en las políticas de ajuste estructural, que en
México se aplican desde inicio de los años ochenta, sino también en un lento proce-
so de relocalización de actividades económicas hacia municipios no metropolitanos.
Concluye que, de continuar esta tendencia, se acerca un futuro sombrío para las
metrópolis de México del que difícilmente podrán salir.
Introducción
Un primer rasgo identificable del fenómeno metropolitano en México es
su dinamismo y concentración de población. Según Unikel y otros (1976) en
1960 se podían identificar 12 zonas metropolitanas que albergaban 25.6 por
ciento de la población de México. En 1980 Negrete y Salazar (1986) identifica-
ron 26 zonas que concentraban 39.1 por ciento del total de la población. Por su
parte Sobrino (1993) identificó 37 zonas metropolitanas en 1990, con 38.8 por
ciento de la población nacional y 48 zonas en 2000. (Sobrino, 2003a)
Por su lado, la Secretaría de Desarrollo Social SEDESOL, el Consejo Nacio-
nal de Población CONAPO y el Instituto Nacional de Estadística Geografía
e Informática INEGI (2004) identificaron 55 zonas metropolitanas en el año
2000, integradas por 309 municipios que concentraban 52.8% de la población
nacional. En 2007, estas mismas instituciones establecieron que existían 56
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zonas metropolitanas, integradas por 345 municipios que aglomeraban 56.0%
del total de la población de México. En 2012 el número de ciudades caracte-
rizadas como metrópolis creció a 59, con 367 municipios que albergaban a
56.8% del total nacional de población. (SEDESOL y otros, 2012)
Como podrá observarse, queda de manifiesto la enorme importancia de
las zonas metropolitanas de México, ya que en ellas vive un número inusitado
y creciente de personas, se realiza buena parte de la actividad económica, y
concentran casi tres cuartas partes del empleo formal de este país.
A pesar de ello, no es frecuente encontrar ―descontando los arriba mencio-
nados― estudios a profundidad que aborden los diversos procesos económi-
cos en el conjunto de estas zonas, ni menos aún la evolución de la desigualdad
social.
Si es posible encontrar, en cambio, numerosas reflexiones acerca de zonas
metropolitanas en particular, que van desde análisis del crecimiento económi-
co y el empleo, hasta revisiones de los temas abordados para su estudio, pa-
sando por estrategias de cómo gobernar o planear este tipo de entidades, así
como los procesos de exclusión social que se presentan. (Prévôt, 2000; Carava-
ca y Méndez, 2003; Tomadoni, 2004; Zentella, 2005; Aranda, 2005; Sandoval,
2005; Arteaga, 2005; Lacabana y Cariola, 2005; Pirez, 2005; Llera y otros, 2005;
Blanes, 2006; Valenzuela, 2006 y 2007; Rodríguez, 2006; Garrocho y Campos,
2007; Sousa, 2007, 2008, 2009 y 2010; Ugalde, 2007; Bayón 2008; Escalona y
Climent, 2008; Márquez y Pradilla, 2008; Rivero y Aguilar, 2009)
Otro grupo de trabajos aborda el problema de la integración, suelos, es-
tructura, mercados inmobiliarios o patrones de localización en este tipo de
ciudades (Becerril, 2000; De Mattos, 2000 y 2010; Giglia, 2001; Herce, 2005;
Orozco, 2006; Campolina y Campolina, 2007; Rionda, 2007; Sánchez, 2007; So-
brino, 2007; Link, 2008; Schelotto, 2008; Schiappacasse, 2008; López y Plata,
2009; Damiani, 2010; Iracheta, 2010; Pérez y Santos, 2011;) o sugerencias para
utilizar métodos cuantitativos para delimitar las metrópolis (Martínez de Le-
jarza y Martínez de Lejarza, 2002; y Feria, 2008).
Mención particular merece el trabajo de ONU HABITAT (2011) que abor-
da el llamado Sistema Urbano Nacional, donde se incluyen algunos análisis
de procesos socioeconómicos en zonas metropolitanas, utilizando la delimita-
ción INEGI/CONAPO/SEDESOL. Sin embargo, lo analizado se circunscribe
a 56 zonas metropolitanas, sin desagregar datos, y solo referido a personal
ocupado, producción bruta, pobreza de patrimonio y alimentaria, y delitos.
La metodología utilizada en este trabajo fue, en primer término, desagre-
gar la información estadística y cartográfica en función de los criterios de
delimitación de SEDESOL, CONAPO e INEGI, (2012) a partir de los cuales se
consideraron 59 zonas metropolitanas, compuestas por 367 municipios, defi-
nidos a partir de la siguiente regionalización:
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Población
De 1990 a 2010 las 59 zonas metropolitanas pasaron de tener 43 millones
340 mil 530 habitantes a 63 millones 836 mil 779. De ser 53.3% de la población
nacional en 1990, hoy día al menos 56.8% de los mexicanos vive en este tipo
de lugares.
Entre éstas metrópolis destacan 10 –Valle de México, Guadalajara, Monte-
rrey, Puebla, Toluca, Tijuana, León, Juárez, La Laguna, y Querétaro– ya que
ahí viven 35.9% de la población nacional y 63.2% del total de los pobladores
de las metrópolis. Significa lo anterior que en menos de 170 mil kilómetros
cuadrados habitan casi las dos terceras partes de la población metropolitana,
y poco más de la tercera parte de la población nacional.
No obstante, el crecimiento poblacional de las metrópolis tiende a dismi-
nuir, ya que de 1990 a 1995 su incremento promedio anual fue de 2.5%, de
1995 a 2000 disminuyó a 2.0% anual, de 2000 a 2005 a 1.5% anual y de 2005 a
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Unidades Económicas
De 1989 a 2009 el número de unidades económicas en las metrópolis au-
mentó de 855 mil 16 a 1 millón 390 mil 474 establecimientos, lo que supone un
crecimiento promedio anual de 5.1% sostenido durante dos décadas.
A pesar de este crecimiento inusitado, el número de unidades económicas
metropolitanas respecto del total nacional disminuyó de 65.2% a 62.2%. Este
descenso se explica por solo 13 metrópolis, que son: Valle de México, Monte-
rrey, Veracruz, Poza Rica, Tampico, Guadalajara, La Laguna, Celaya, Mérida,
Orizaba, Guaymas, Juárez y Nuevo Laredo.
Entre éstas, resalta sobremanera el caso del Valle de México, metrópoli
que pierde 5.1 puntos porcentuales en su importancia nacional en unidades
económicas.
En cambio, hay 23 metrópolis que aumentaron su importancia nacional de
número de establecimientos, y son: Toluca, Tijuana, Puebla, Cancún, Queré-
taro, Cuernavaca, Puerto Vallarta, León, Morelia, Pachuca, Apizaco, Villaher-
mosa, Cuautla, Tuxtla Gutiérrez, Oaxaca, Aguascalientes, Matamoros, Rey-
nosa, San Francisco del Rincón, Moroleón, Tula, y Colima.
Destaca el caso de Toluca, que aumentó su importancia nacional en 0.6
puntos porcentuales, la cifra más alta, y Tijuana, Puebla Tlaxcala y Cancún,
que aumentaron 0.3 puntos porcentuales su participación en la totalidad de
las unidades económicas del país.
A la par de este proceso de incremento inusitado del número de estable-
cimientos en las metrópolis de México, también se observa la tendencia a la
concentración, ya que en tan solo 12 metrópolis se agrupa más de 40% de los
establecimientos de todo el país. Estas metrópolis son: Valle de México, Gua-
dalajara, Puebla, Monterrey, Toluca, León, Tijuana, San Luis Potosí, Mérida,
Cuernavaca, Querétaro y Morelia. Tan solo en la primera, el Valle de México,
se encuentran 2 de cada 10 establecimientos respecto del total nacional.
Visto por regiones, las regiones que ganaron en importancia nacional fue
la Sur Sureste y la Occidente Centro Norte, ya que la Centro y la Norte No-
roeste disminuyeron su peso relativo.
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Producción
Para el año de 1989, en las metrópolis de México se generaba más de las
cuatro quintas partes de la producción nacional. Veinte años después, en 2009,
esta proporción se conserva, a pesar de las políticas de ajuste estructural.
Dentro de este proceso, 14 zonas disminuyen su importancia nacional, en-
tre -2.0 y -0.1 puntos porcentuales, 19 la conservan, y 26 metrópolis la aumen-
tan entre 0.1 y 0.9 puntos porcentuales.
Las zonas que disminuyen su importancia nacional en valor agregado cen-
sal bruto, respecto del total nacional, son: Valle de México, Cuernavaca, Salti-
llo, Guadalajara, Tehuantepec, Monclova, Acapulco, Minatitlán, Matamoros,
Orizaba, Tampico, Poza Rica, Tula, Chihuahua, y Zamora.
Por regiones, llama poderosamente la atención que la Región Centro es
la única que desciende, con -1.9 puntos porcentuales, mientras que el resto
de las regiones aumentan su importancia entre 0.5 y 0.6 puntos porcentuales
respecto del total nacional. Significa lo anterior que el valor de lo producido
en las metrópolis del centro del país es lo que explica esta pérdida de impor-
tancia.
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Analizado por regiones, en todas ellas desciende la importancia del valor
agregado censal bruto manufacturero, pero es la región Centro donde se aba-
te casi la tercera parte, -31.7 puntos porcentuales, mientras que en la Norte
Noroeste es -12.3 puntos, la Occidente Centro Norte -6.8 puntos y la Sur Su-
reste -3.6 puntos porcentuales.
Empleo y remuneraciones
El número de empleados promedio en las zonas metropolitanas ha cre-
cido de 6 millones 599 mil 377 en el año de 1989, a 13 millones 814 mil 52 en
2009. Este aumento supone un crecimiento promedio anual de 5.2%, cifra 3.3
puntos porcentuales por arriba del incremento poblacional en estos mismos
lugares.
Visto por zonas metropolitanas, destaca que el empleo en todas ellas crece
por encima de su población, entre 0.9 y 7.0% promedio anual.
A pesar de su crecimiento neto, la importancia nacional del empleo me-
tropolitano tiende a disminuir, toda vez que en 1989 representaba 76.9% del
total del país, y para 2009 descendió -3.5 puntos porcentuales, para ubicarse
en 73.4%.
La casi totalidad de este descenso se explica por 16 metrópolis que dismi-
nuyeron su importancia relativa en número de empleos formales, y son: Valle
de México, Juárez, Monterrey, Monclova-Frontera, Tampico, Veracruz, Mata-
moros, Chihuahua, Orizaba, Minatitlán, La Laguna, Nuevo Laredo, Coatza-
coalcos, Acapulco, Piedras Negras, y Zamora.
Visto por regiones, el descenso se explica por la pérdida de importancia de
las regiones Centro y Norte Noroeste, ya que las otras dos, Occidente Centro
Norte y Sur Sureste, aumentaron su peso relativo.
Tomando como universo las zonas metropolitanas, destaca el hecho que,
de 1989 a 2009, la proporción de empleados tiende a disminuir en 16 zonas,
en 10 se mantiene estable, y en 30 tiende a aumentar su importancia. Destaca
el caso del Valle de México, metrópoli que disminuye su peso relativo en -6.3
puntos porcentuales, mientras que Cancún, Toluca, Tijuana, Puebla-Tlaxcala
y Toluca aumentan su importancia metropolitana entre 0.5 y 1.1 puntos por-
centuales.
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Productividad
Contrario a sus propias predicciones, la economía de mercado abate de
manera consistente la productividad, y con ello reduce las posibilidades de
insertar a México en un esquema de competencia internacional.
Efectivamente, analizado el total de las unidades económicas, resalta que
el valor agregado por cada establecimiento se redujo -26.9% a nivel nacional,
mientras que en las metrópolis descendió -23.2%.
Visto por zona, en solo 15 zonas metropolitanas aumentó la productividad
por establecimiento ―entre 2 y 150%― y son: Zacatecas-Guadalupe, Piedras
Negras, León, Veracruz, Nuevo Laredo, Tijuana, Aguascalientes, Guay-
mas, Mexicali, Tecomán, Coatzacoalcos, Juárez, La Laguna, Villahermosa
y Reynosa. En cambio, las 44 zonas restantes disminuyeron su productividad
por establecimiento entre -6 y -87%, de 1989 a 2009.
Por regiones, en todas ellas la productividad por establecimiento dismi-
nuye. No obstante, la región Centro abate su productividad en -23.2%, la Sur
Sureste en 40.1%, la Norte Noroeste en -30.3%, y la Occidente Centro Norte
en -34.1%.
Sin embargo, este descenso –de por sí drástico– ha sido a costa de las ma-
nufacturas, ya que es este sector el que se ha ido desmantelando conforme
avanza la economía de mercado.
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En efecto, tanto a nivel nacional como en el conjunto de las zonas metropo-
litanas, el valor agregado censal bruto por establecimiento se redujo casi a la
mitad, de -49.9 a -55.4%. Solo en 16 zonas aumentó dicho valor, en porcentajes
que oscilan entre 0.1% y 221.3%, mientras que en el resto ―43 zonas― decreció
entre -15.8% a 95.5%.
Las zonas más afectadas en este proceso de desindustrialización son: Aca-
yucan, Cuernavaca, Tehuantepec, Acapulco, Poza Rica, Oaxaca, Puerto Va-
llarta, Tianguistenco, Tula, Minatitlán, Tulancingo, La Piedad-Pénjamo, Can-
cú, Valle de México, Monclova-Frontera, Saltillo, Toluca, Apizaco-Tlaxcala,
Tuxtla Gutiérrez, Matamoros, Tehuacán, Colima-Villa de Álvarez, Moroleón,
Zamora-Jacona, Río Verde-Ciudad Fernández, Orizaba, Tepic, San Francis-
co del Rincón, Tampico, Querétaro, Pachuca, Mérida, Guadalajara, Morelia,
Monterrey, San Luis Potosí -Soledad de G.S., Puebla-Tlaxcala, Xalapa, Chi-
huahua, Celaya, Teziutlán, Córdoba, y Ocotlán.
Por regiones, la Centro abatió -63.7% su productividad por establecimien-
to, Norte Noroeste en -27.1%, Occidente Centro Norte en -34.9% y la Sur Su-
reste en -37.5%.
Bienestar Social
Los indicadores sociales de las zonas metropolitanas de México presentan
una situación paradójica: por un lado hay una tendencia a reducir la margi-
nación, y sus respectivos componentes, a la vez que los salarios pierden su
poder adquisitivo, los sistemas de seguridad social y salud se deterioran, y
los empleos formales no alcanzan para toda la población. En una palabra, la
sociedad metropolitana en México reduce la marginación, pero aumenta su
deterioro social.
En efecto, de 1990 a 2005 la media de analfabetismo en los municipios
metropolitanos pasó de 10.7% a 6.5% en. La media de personas mayores de
15 años o más sin primaria completa se redujo de 34.9 a 19.8%; la media de
ocupantes sin drenaje ni excusado decreció de 20.7 a 3.5%; y el porcentaje de
personas sin energía eléctrica pasó de8.1 a 1.3%.
Por su parte, la media en la ausencia de servicio de agua entubada se re-
dujo de 17.9% a 9.2%; las viviendas con piso de tierra transitaron de 17.0%
a 8.0%, las que tienen algún nivel de hacinamiento disminuyeron de 61.2 a
42.7%, la proporción de habitantes en localidades de menos de 5 mil habitan-
tes de 35.9 a 29.5%; y la población que gana hasta 2 salarios mínimos de 65.1 a
46.1%. salarios mínimos de 65.1 a 46.1%.
En conjunto, la reducción de la marginación en las zonas metropolitanas
permitió avanzar 100 lugares en un ranking nacional de 2 mil 454 lugares en
2005, al pasar la posición media del lugar 1 mil 970 al 2 mil 70.
Por municipios, donde existe la menor marginación es Benito Juárez, Dis-
trito Federal; San Pedro Garza García, Nuevo León; San Nicolás de los Gar-
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Por municipios, aquellos donde hay mayores oportunidades para las mu-
jeres son: Benito Juárez, Distrito Federal; San Pedro Garza García, Nuevo
León; Coyoacán, Distrito Federal; Miguel Hidalgo, Distrito Federal; Cuauhté-
moc, Distrito Federal; Santa María del Tule, Oaxaca; Cuernavaca, Morelos;
San Nicolás de los Garza, Nuevo León; Tlalpan, Distrito Federal; Metepec,
Estado de México; y Querétaro, Querétaro.
En contraste, los municipios metropolitanos donde hay menores oportuni-
dades para las mujeres son: Almoloya de Juárez, Estado de México; Chiapa de
Corzo, Chiapas; Rafael Delgado, Veracruz; Tlalnelhuayocan, Veracruz; Coyu-
ca de Benítez, Guerrero; Atzacan, Veracruz; Ucú, Yucatán; Tlilapan, Veracruz;
Ixhuatlancillo, Veracruz; Oteapan, Veracruz; Ocoyucan, Puebla; y Zaragoza,
Veracruz.
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Conclusiones
Es lugar común ―en países como México― afirmar que hay un proceso de
concentración de población y actividades en las metrópolis, acompañado de
una tendencia a la terciarización de su economía.
Tienen parcialmente la razón quienes así lo piensan para el caso de México,
porque, en efecto, la población tiende a concentrarse de manera consistente
en las metrópolis, pero no de manera paralela con las actividades económicas.
Es decir, hay una paradoja irresoluble en el desarrollo de las metrópolis en
México: la población tiende a trasladarse a las metrópolis, pero las actividades
económicas languidecen en este tipo de lugares.
De ahí que el conjunto de las actividades económicas tiendan a perder im-
portancia en el total de las metrópolis, pero de manera más notoria en las de
la región Centro y Sur Sureste, y en particular el Valle de México.
Es más, lo que se deduce del análisis precedente, es que está en ciernes
un proceso de relocalización de las actividades económicas en municipios no
metropolitanos, toda vez que hay una descenso constante en la proporción de
establecimientos y empleados, así como del valor del producción y producti-
vidad de las metrópolis de este país.
Probablemente, esto tiene que ver con la emergencia de nuevas regiones
donde hay condiciones más favorables para la inversión, la dinámica propia
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de algunas zonas, y, sobre todo, con las políticas de ajuste estructural que se
aplican en México desde 1983, que básicamente están orientadas a la reduc-
ción del empleo y el deterioro de las condiciones laborales de quienes si lo
tienen.
A la par de ello, es posible inferir un proceso, gradual pero consistente, de
descentralización de las actividades económicas, donde el Valle de México, y
en general las metrópolis de la Región Centro y las de mayor tamaño, dejan
de tener el peso específico que por muchos años habían tenido.
Incluso, no es improbable suponer que la terciarización creciente de la es-
tructura económica de las metrópolis ―y del país en general― genera otra
aporía insoluble y riesgosa. Como sociedad estamos sustituyendo empresas
y empleos de mejor calidad ―los manufactureros― por trabajos precarios en
el sector terciario.
Porque, si de algo hay certeza, es que el trabajo en el sector comercial y
de servicios es con salarios ínfimos, sin seguridad social o laboral, carente de
servicio médico, temporal, y donde, para colmo, las organizaciones sindicales
están prácticamente ausentes.
De igual forma, del análisis anterior es posible comprobar que los ajustes
estructurales en México, y por ende en sus metrópolis, no han generado ma-
yor productividad y, con ello, la competitividad se abate.
Por el contrario, conforme avanzan las políticas neoliberales en las metró-
polis, y en el conjunto nacional, el valor agregado que se produce por cada
establecimiento disminuye aceleradamente, en un contexto donde las econo-
mías de otras latitudes lo aumentan.
Y como no va a ser así, si hay una ínfima inversión en ciencia y tecnología,
la industria se pulveriza o desaparece, el costo de los insumos aumenta des-
proporcionalmente, los empleos son cada día más escasos, los establecimien-
tos reducen día a día su número de trabajadores, los salarios pierden el poder
adquisitivo aceleradamente, y la riqueza se concentra brutalmente.
Por ello, el futuro de las metrópolis es sombrío y desalentador. Mientras
sigamos con el mismo modelo de desarrollo para nuestras ciudades, éstas ten-
drá cada vez más habitantes, pero habrá menos empleos y, los que subsistan,
serán de ínfima calidad. Nos convertiremos, a este paso, en un país de vende-
dores y no de productores.
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74
Crecimiento económico y desigualdad social en las metrópolis de México 1989-2010
75
Un nuevo constructo en la enseñanza del
urbanismo
Resumen
El presente trabajo, es una re-síntesis de la ponencia planteada por el autor en el
Coloquio sobre Enseñanza de la Arquitectura, el Diseño y los Asuntos Urbanos,
realizado en Octubre del 2012 en el Campus San Nicolás de los Garza de la Uni-
versidad Autónoma de Nuevo León, en Monterrey, México. En la oportunidad, se
postuló una nueva visión y forma de enseñar Urbanismo en la Academia a nivel de
pre y post grado, considerando la realidad y contemporaneidad que experimenta la
disciplina, desde una perspectiva mucho más amplia y abierta y direccionada hacia
una intervención crítica en escenarios crecientemente complejos y diversos.
Sin embargo, más allá del sólo diagnóstico y de los modelos organizativos para la
enseñanza de la disciplina, parece necesaria una reflexión sobre los contenidos y
aspectos básicos a considerar en esa gestión docente, los que han sido difícil de re-
cabar en la mayoría de los informes para la reforma de la enseñanza en este campo
científico. Por ello, el presente trabajo, quisiera complementar aquello y concebir un
nuevo constructo a fin de contribuir a cubrir esa carencia que parece imprescindible
para una adecuada renovación en la enseñanza del Urbanismo.
Palabras Claves: enseñanza del Urbanismo, paradigma, proyecto urbano, territoria-
lidad
Abstract
His paper is a summary of the paper presented by the author at the Symposium
on Teaching of Architecture, Design and Urban Issues, held in October 2012 at the
1 Académico Universidad del Bio Bio, Concepción, Chile; Departamento de Planificación y Diseño Urbano,
Concepción, Chile, Doctorado en Ciencias Ambientales, Universidad de Concepción, Centro Eula-Chile.
Presentación efectuada por el Autor en el “Coloquio sobre la Arquitectura, el Diseño y los Asuntos Urba-
nos”, Facultad de Arquitectura, Universidad Autónoma de Nuevo León, Monterrey, México, Octubre de
2012, correo electrónico: apalacio@ubiobio.cl:
77
Alfredo Palacios Barra
Campus San Nicolas de los Garza of the Universidad autónoma de Nuevo León in
Monterrey, Mexico.
Keywords: Urban teaching paradigm, urban project, territoriality
Introducción
A
unque seguramente con escasa –por no decir nula- probabilidad de
incidencia en el proceso en curso de reforma de mayores recursos
para la educación chilena, una de las más caras del mundo, se señala,
y cuyos episodios de protesta del movimiento estudiantil han concentrado,
lamentablemente, el desarrollo de muchos de los hechos noticiosos en mi país
en los últimos años (quizás demandado por la autoconciencia nacional del
alto nivel de crecimiento que Chile ya alcanza por 40 años), paralelamente se
han producido también muchas reflexiones y reivindicaciones sobre la ense-
ñanza superior de la disciplina urbana en particular, incluidas sus atractivas
aristas territoriales y ambientales que la dominan hoy. Lo anterior, por cierto,
trasciende los postulados ideológicos y cortoplacistas que muchas veces se
les atribuye y por ello, desde la perspectiva académica en Chile, e imagino
que también en muchas de la realidades latinoamericanas, se han planteado
en esa discusión varios elementos para el diagnóstico de la situación que vive
el Urbanismo y los diferentes modelos y alternativas de organización de su
enseñanza hoy, a nivel de pre como de postgrado.
Antes de intentar determinar, muy resumidamente por cierto, el nuevo
enfoque que, en lo personal, estimo es recomendable sea abordado por la en-
señanza actual del Urbanismo de acuerdo a ese escenario, hacer una breve
reflexión sobre la realidad que vive hoy la disciplina y por ende, conocer los
nuevos problemas y paradigmas que le atañen, de los que por cierto, debiera
derivarse una re-formulación del enfoque y contenidos de su enseñanza a fin
de vislumbrarla de un modo realista y contemporáneo.
78
Un nuevo constructo en la enseñanza del urbanismo
79
Alfredo Palacios Barra
80
Un nuevo constructo en la enseñanza del urbanismo
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Alfredo Palacios Barra
82
Un nuevo constructo en la enseñanza del urbanismo
en razón de seis (6) aspectos básicos, en los que las instituciones y la acade-
mia, en general, y los docentes, en particular, han de prestar especial énfasis
y consideración:
Enseñanza de un Análisis basado en el diseño de factores determinantes
de la urbanización actual (lo propio y trascendente).
Si bien en lo teórico, desde Hipódamo, Vitrubio, Filarete, Howard, Brun-
ner, Le Corbusier y otros contemporáneos, se ha recalcado al Urbanismo
como “arte mayor” en relación a su interés y acción sobre la ciudad ideal, en
rigor, el Urbanismo no puede re-insistir en partir hoy de modelos ideales. Si
así fuese, el mismo se distanciaría de la realidad contemporánea para conver-
tirse en ejercicio ineficaz o campo fértil para resumir las diversas utopías de
la ciudad y el territorio.
En este sentido, el Urbanismo sólo puede transformar lo que ya existe y
para ello, es necesario entender la racionalidad que se encuentra tras las fuer-
zas que forman el entorno actual. Sin embargo, una investigación bajo ese
prisma, es multidisciplinaria y por lo mismo, sobrepasa las interrogantes del
urbanista y el científico social, pues requiere un análisis exhaustivo de las
morfologías frecuentes, los patrones de asentamiento, los tipos de construc-
ción, de la constitución del material y el significado descriptivo del conjunto
del paisaje.
El hecho de aprender a fijar la mirada para observar estas características
y discernir lo que se debe buscar, parece vinculado inevitablemente a una
visión posible. De esa manera, el análisis y el diseño se convierten en partes
intercambiables de la misma actividad. Ninguna se constituye en un fin en si
misma, pero tampoco puede existir una sin la otra.
Enseñado así, el Urbanismo regresa a su tradición original: integra la con-
figuración de la forma urbana dentro del diseño espacial de la sociedad que
planifica.
Enseñanza de la intervención estratégica como impulso del cambio estruc-
tural (lo central en la intervención del cambio)
Ahora que la postmodernidad de manera indiscutible, deja atrás la época
de la planificación exhaustiva, el control público ya no organiza, financia ni
supervisa el desarrollo centralizado o escogido. Sólo puede actuar indirecta-
mente sobre la transformación del entorno urbano. En el mejor de los casos,
hace acto de presencia y comprueba las sugerencias de los promotores y esta-
blece las reglas y participa activamente en la negociación.
Del mismo modo ocurre con los inversores privados, los políticos desean
ver resultados a corto plazo. Por supuesto, el Urbanismo debe adaptarse a
estas condiciones modificadas y no debe descuidarse la perspectiva a largo
plazo de la iniciación de un proceso de cambio. Pero para conseguirlo, debe
encontrar el punto de equilibrio en el que incluso una inversión moderada
puede lograr que se despegue de la inercia.
83
Alfredo Palacios Barra
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Un nuevo constructo en la enseñanza del urbanismo
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Un nuevo constructo en la enseñanza del urbanismo
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Un nuevo constructo en la enseñanza del urbanismo
Conclusiones
Tomando en consideración los procesos históricos que dieron lugar a la ur-
banización de las sociedades latinoamericanas y de Chile en particular, desde
el siglo XIX hasta desembocar en la crisis urbana de los años 70’ y 80’ del siglo
pasado, es fácil comprender cómo los diferentes proyectos de modernización
afectaron, no sólo la configuración de las ciudades sino sobre todo las rela-
ciones sociales interiores subyacentes y las formas de vida que se promovían.
El renacimiento de la planificación física expresada en las prioridades del
ordenamiento territorial, el espacio público, el diseño urbano y la arquitectura
de la ciudad, más la visión medio ambiental y el desarrollo sustentable como
89
Alfredo Palacios Barra
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Un nuevo constructo en la enseñanza del urbanismo
91
Eficiencia de grandes proyectos urbanos
mediante indicadores de accesibilidad,
centralidad y plus valor
Resumen
En este artículo se revisa el índice de accesibilidad potencial, el grado de centralidad
en los usos de suelo y la aglomeración, así como valores inmobiliarios relacionados
a Grandes Proyectos Urbanos (GPU´s), con la intención de aportar datos sobre la
eficiencia en la gestión de este tipo de intervenciones. Para tal fin se revisan dos
GPU´s; la Macro Plaza, proyecto ubicado en la zona central, y el proyecto Viaducto
la Unidad ubicado en la zona Norponiente, ambos en el área metropolitana de Mon-
terrey, México. El índice de accesibilidad potencial, es un indicador que puede medir
la eficiencia en el servicio de una infraestructura. El grado de centralidad y la aglo-
meración miden como que se concentra el uso del espacio por áreas en las zonas
urbanas. Por último la dinámica de los valores inmobiliarios en la zona de influencia
muestra el plus o minus valor de una zona. Al final se muestran las observaciones
teóricas de los efectos de los GPU´s.
Abstract
This article reviews the potential accessibility index, the degree of centrality in the
land uses and agglomeration also the property values related
to large urban projects
(LUP´s), with the intention of providing data on the efficiency is reviewed manage-
ment of this type of intervention. To this purpose we review two LUP’s, the Macro
Plaza project located in the central area, and the Viaduct Unit Project located in the
93
Carlos Leal Iga
1- Introducción
L
a definición general de proyecto urbano, según Manuel de Sola- Mora-
les (1) es un proyecto mixto de varias funciones principales, un espacio
acotado pero estratégico, y con unos instrumentos proyectuales tam-
bién intermedios entre la definición arquitectónica y la ordenación urbanís-
tica. Se parte de la geografía de la ciudad dada, de sus solicitaciones y sus
sugerencias, e introduce con la arquitectura elementos del lenguaje que dan
forma al sitio. Para definir a los GPU´s, Corral (2) menciona como caracte-
rística inicial –y a la vez necesaria- de los mismos, su gran tamaño y escala.
Cristian M. Solano (3) indica que un proyecto urbano ha evolucionado de
un objeto arquitectónico grande a un instrumento de gestión estratégica, con
otra apreciación diferente también en su imaginario. Para tal efecto propone
analizar estos grandes proyectos urbanos bajo tres lógicas, la primera tiene
que ver con la localización. Y menciona que un Proyecto Urbano se desarrolla
en paños de ciudad asociados al llamado tercer paisaje, espacios intersticiales
en estado de abandono respecto de las decisiones de planificación o inversión
sobre ellos.
La segunda lógica trata de que estas intervenciones requieren por lo ge-
neral de modificaciones normativas, reformas al instrumento de planificación
para abrir nuevas posibilidades al desarrollo en determinado lugar.
Y la tercera lógica, es la interacción de la inversión pública con la privada.
Esto combina las rentabilidades sociales con privadas.
Para Beatriz Cuenya (4), los GPU´s consisten en operaciones de renovación
urbana de gran escala que producen -al menos-, tres modificaciones claves en
la estructura de la centralidad de las actuales metrópolis: una modificación en
la rentabilidad de los usos del suelo, una modificación funcional y físico es-
pacial de áreas centrales estratégicas, y una modificación de los mecanismos
de gestión pública.
Rodríguez y Abramo (5) indica que las dos diferencias de los nuevos
GPU´s actuales con las grandes intervenciones de gran escala tradicionales de
94
Eficiencia de grandes proyectos urbanos mediante indicadores de accesibilidad,
centralidad y plus valor
1.2.-Casos de estudio
El primer caso es la Macro Plaza, proyecto ubicado en la zona central del
área metropolitana de Monterrey, México, como se muestra en la figura 1, el
proyecto de remodelación urbana del centro de Monterrey correspondiente a
la Macro Plaza, está comprendida por la calle de Washington al norte, Ave.
Constitución al sur, Dr. Coss al oriente y Calle Escobedo al poniente. La zona
de estudio se limitó a 24 AGEB´s (Área Geo-Estadística Básica) según el INE-
GI, como unidades de estudio correspondientes al primer cuadro de la ciu-
dad, suponiendo un efecto radial por el tipo de proyecto en la zona aledaña a
la que da servicio, tomando como centro de atracción la Macro Plaza, con una
superficie de 5,513,163.56 M2. Este GPU fue uno de los primeros megaproyec-
tos que se realizaron en la localidad, cuya intención fue darle una nueva cara
al centro de la ciudad, y evitar el abandono del primer cuadro de la ciudad,
tratando de motivar la inversión y revitalización. Las obras empezaron a rea-
lizarse en 1981 y se dieron por terminadas en 1985.
El segundo caso de estudio es el proyecto Viaducto (Vía) la Unidad, ubi-
cado en la zona Norponiente del área metropolitana de Monterrey, México.
La zona de estudio del proyecto Puente Viaducto de la Unidad Interconexión
Rogelio Cantú-Humberto Lobo, se revisa a 4 años de realizado el proyecto. El
Viaducto está ubicado en un segundo anillo o circuito vial, que se posiciona
entre el centro de la ciudad y la periferia de la mancha urbana metropolitana.
95
Carlos Leal Iga
Este proyecto se generó como una política inductiva, ya que existía infraes-
tructura vial y al realizar el proyecto del puente Viaducto de la Unidad que
pasa por 2 Municipios en la zona Norponiente de la ciudad, se hizo posible
completar el llamado circuito la unidad o anillo vial metropolitano que une a
4 municipios metropolitanos (San Pedro, Monterrey, San Nicolás de los Gar-
za, y Guadalupe).
Figura 1.-Localizacion del área de estudio del proyecto Macro Plaza en centro del
área metropolitana
96
Eficiencia de grandes proyectos urbanos mediante indicadores de accesibilidad,
centralidad y plus valor
Figura 2.-Localizacion del área de estudio del proyecto Viaducto la Unidad en el área
Norponiente del área metropolitana.
2 - Metodología
2.1-Materiales y métodos
Se utilizó el indicador de accesibilidad potencial, para evaluar la eficiencia
del GPU como servicio a la población, indicador que ha sido utilizado por
Garrocho y Campos (6) para evaluar la accesibilidad de los servicios médicos
en zonas urbanas.
La información utilizada para el análisis de la accesibilidad en el caso de la
Macro Plaza, se revisó en visita a campo cuantas personas ocupan el espacio
por periodos en un muestreo, con el fin de conocer la demanda de la pobla-
ción del espacio, después se revisó la capacidad de carga, que es el número
máximo de personas que pueden visitar un destino turístico al mismo tiempo,
sin causar destrucción del medio físico, económico, y sociocultural que sopor-
ta un proyecto público, según el tipo de proyecto, el estándar internacional
de espacio público según Palafox, Segrado y Arroyo (7), es de cuatro metros
cuadrados por ciudadano, con lo cual se calculó la capacidad de oferta que
tiene el proyecto de acuerdo a sus m2.
97
Carlos Leal Iga
98
Eficiencia de grandes proyectos urbanos mediante indicadores de accesibilidad,
centralidad y plus valor
Dónde:
Ai: es la accesibilidad de la zona i,
Wj: es la actividad W que se había analizado en la zona j (oferta vs demanda,
etc.) (Cuando es oferta vs demanda se simboliza como W=Sj / Otot; donde
Sj es oferta del bien y Otot demanda de la población de ese bien).
Cij: generalización del costo de llegar a la zona j de la zona i (distancia, tiem-
po, dinero, etc.)
Generalmente una función de impedancia exponencial negativa es utili-
zada en la que un gran parámetro β indica que son destinos cercanos dando
mayor peso a más alejadas (como promedio de usuarios, promedio de viajes,
promedio de consultas médicas, etc.).
Ai es la total de las actividades accesibles a j ponderado por la facilidad de
obtener de i para j. La interpretación es que cuanto mayor sea el número de
destinos atractivos j en las zonas y la más accesible j i de la zona, mayor es la
accesibilidad de la zona i.
De vez en cuando, pero no en este estudio, la atracción plazo Wj es ponde-
rado por un exponente α mayor que uno para tener en cuenta los efectos de
aglomeración.
En nuestro caso, el índice de accesibilidad potencial se utilizó para me-
dir en las unidades de estudio (ageb o colonia), el grado de accesibilidad en
cada uno de los proyectos, en base a la demanda y oferta como se explicó en
la parte de materiales y métodos, aplicada a la infraestructura estudiada en
cada caso (Macro plaza, y Viaducto la Unidad) y la distancia de cada una de
las unidades de estudio AGEB´s o Colonia al centro del proyecto en cuestión
como su costo de acceso.
Como se observa en la figura 3, la accesibilidad potencial al proyecto Ma-
cro Plaza se presenta muy concentrada alrededor del GPU, y va decreciendo
a medida que se va alejando del centro, precisamente donde se generaron
más cambios en los usos de suelo y menos vivienda, lo que indica que los
paseantes son los que tienen mayor acceso al GPU, si se lograra densificar
alrededor con usos mixtos se podrá dar un mayor uso a esta infraestructura,
estas estimaciones se desprenden de la revisión en campo de la situación de
los AGEB´s y la revisión de los usos del suelo del Plan Parcial del municipio
de Monterrey.
99
Carlos Leal Iga
Figura 3
100
Eficiencia de grandes proyectos urbanos mediante indicadores de accesibilidad,
centralidad y plus valor
101
Carlos Leal Iga
Figura 5
Fuente: elaboración propia en base a los usos de suelo del plan desarrollo urbano 2005 y la base
datos de catastro de 2005.
Figura 6
Fuente: elaboración propia en base a los usos de suelo del plan desarrollo urbano 2005 y la base
datos de catastro de 2005.
102
Eficiencia de grandes proyectos urbanos mediante indicadores de accesibilidad,
centralidad y plus valor
Fuente: elaboración propia en base a los datos del INEGI 2004, y 2005.
103
Carlos Leal Iga
Fuente: elaboración propia en base a los datos del INEGI 2004, y 2005.
104
Eficiencia de grandes proyectos urbanos mediante indicadores de accesibilidad,
centralidad y plus valor
Fuente: elaboración propia en base al estudio de Darlene Sedas (15) 1985 y el INPC.
105
Carlos Leal Iga
Fuente: elaboración propia en base a la información de campo y el mosaico de valores del AMPI
2005.
106
Eficiencia de grandes proyectos urbanos mediante indicadores de accesibilidad,
centralidad y plus valor
Figura 11
Fuente: elaboración propia elaboración propia en base al mosaico de valores del AMPI de 2000
y el INPC.
107
Carlos Leal Iga
Figura 12
Fuente: elaboración propia en base al mosaico de valores del AMPI 2005 y el estudio valores en
el campo realizado en la zona.
Reflexiones finales
La accesibilidad potencial a los grandes proyectos urbanos resultó centra-
lizada en ambos proyectos, en la Macro Plaza hacia el eje del proyecto y en la
Vía hacia la zona donde se generaron los mayores cambios de uso de suelo, y
desarrollo de nuevos fraccionamientos. La entropía en la variabilidad de los
108
Eficiencia de grandes proyectos urbanos mediante indicadores de accesibilidad,
centralidad y plus valor
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Eficiencia de grandes proyectos urbanos mediante indicadores de accesibilidad,
centralidad y plus valor
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111
La dimensión espacial de la marginación
en ciudades de México
Abstract
This article proposes a new methodology for the estimation of the indicator of mar-
ginalization to urban scale to which it adds the spatial component estimated on the
basis of an index of accessibility, it should be noted that this dimension has not
been considered in traditional methodologies to determine the relative conditions of
life. The results show the importance of the spatial component to the identification
of areas with major disadvantages of staffing and opportunity of access to basic
services. Was elected to the fifth most important city of the country, to compare
and integrate the results of the index of marginalization of the National Population
Council against those of the proposed methodology, resulting in a new geography
of marginalization.
113
Juan Campos Alanís
Francisco Monroy Gaytan
Introducción
E
n los años setentas, surge la necesidad de medir en nuestro país el avan-
ce en las condiciones relativas de vida para evaluar el éxito del modelo
desarrollo imperante en ese entonces. Es la Coordinación General del
Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados (COPLAMAR,
1982) quien propone con datos del censo de 1980, la metodología del Índice
de Marginación (IM). Posteriormente el Consejo Nacional de Población ac-
tualiza y modifica al IM en la forma en que actualmente se conoce, con una
serie de mejoras en términos de la desagregación territorial e incorporación
de cartografía a nivel entidad, municipio, localidad, Área Geoestadística Bá-
sica (AGEB) y recientemente, secciones electorales y manzana. El IM ha sido
la base para la identificación de los beneficiarios de gran parte de la política
social que se instrumenta en nuestro país a diferentes escalas, sin embargo,
esta metodología tiene una debilidad, se basa en información que en efecto se
recaba de unidades especiales, pero poco considera la distribución espacial y
capacidad2 de las instalaciones que procurar los satisfactores sociales como la
salud, la educación, el abasto, por citar algunas.
Para la demostración de los resultados se eligió al Área Metropolitana de
Toluca (AMT), la quinta metrópoli más poblada de nuestro país (CONAPO,
2007). La estructura del trabajo consta de cinco apartados, en el primero se
postulan los objetivos de la investigación; los enfoques teóricos y conceptua-
les tradicionales y contemporáneos se abordan en el segundo apartado; la
delimitación del área de estudio, la metodología propuesta y las fuentes de
información utilizadas se presentan en la sección tercera, mientras que los
resultados obtenidos se muestran en el apartado cuatro, en el quinto apartado
de muestran las diferencias con el índice de marginación de CONAPO, así
como algunos elementos para integrar ambas metodologías. En la parte final
del artículo se presentan una serie de conclusiones y recomendaciones.
1. Objetivos
Los objetivos del presente artículo son los siguientes:
• Presentar una metodología alternativa para la medición de la marginación
espacial a escala urbana, con un fuerte soporte teórico y conceptual, que
2 Por capacidad al número de usuarios potenciales que puede atender una instalación según el tamaño de
las instalaciones y los turnos de operación, para ello se retoman aspectos de las normas de equipamiento
de la SEDESOL de 1999.
114
La dimensión espacial de la marginación en ciudades de México
115
Juan Campos Alanís
Francisco Monroy Gaytan
116
La dimensión espacial de la marginación en ciudades de México
3 Las distancias son referidas a la distancia geográfica (euclidiana y real a partir de la red carretera), de los
tiempos de traslado y de los costos.
4 Es oportuno señalar que el concepto de accesibilidad tiene dos componentes básicos, uno físico y otro
social. El componente físico se relaciona con la distancia geográfica (como quiera que se estime) que
separa al usuario potencial del punto de servicio. El componente social se refiere a la distancia social que
existe entre el usuario potencial y el servicio, e involucra las características de ambos (Garrocho, 1995)
117
Juan Campos Alanís
Francisco Monroy Gaytan
5 Los municipios integrantes son Toluca, Metepec, Zinacantepec, Lerma, Ocoyoacac, Almoloya de Juárez,
Mexicaltzingo, Calimaya, Otzolotepec, Xonacatlán, Chapultepec, Rayón, San Antonio la Isla y San Mateo
Atenco.
118
La dimensión espacial de la marginación en ciudades de México
119
Juan Campos Alanís
Francisco Monroy Gaytan
6 La variable empleo la cual fue obtenida de los Censos Económicos 2004 (INEGI, 2006), analizados por
Garrocho y Campos (2007 y 2009) a escala de AGEB.
7 Se retomaron los datos de la localización de las unidades y de su capacidad instalada del trabajo de
Garrocho y Campos (2006), donde se hace una propuesta de construcción del indicador de accesibilidad.
Cabe destacar que se omitieron los datos de las unidades pertenecientes al IMSS, ISSSTE, ISEMYN,
SEDENA, dado que se considera que la población que es derechohabiente a los mismos tiene una ventaja
sobre la seguridad de un servicio sobre aquellos no derechohabientes que tienen que acudir a los servi-
cios destinados a población abierta.
8 El servicio de farmacia es una parte complementaria de los servicios médicos, debido a que de forma cre-
ciente los usuarios de la medicina privada y en muchos casos de los servicios públicos, tienden a realizar
sus compras en estos establecimientos debido a los problemas de desabasto que enfrenta el servicio
público de salud. De acuerdo a Roy Bateman (2009), director de Trifermed Latin America de Trifermed
Group, se estima que en México entre el 80 y el 90% del gasto en productos farmacéuticos sale del bolsillo
del paciente o consumidor.
9 Si bien se analizaron solo cinco dimensiones, con la información de los censos económicos 2009 del
Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE), es posible evaluar más servicios con
la misma metodología.
10 Cabe señalar que a pesar de que se encuentran publicados los resultados del censo 2010, no se retoman
para los cálculos debido a que a la fecha no se ha publicado la nueva delimitación de las zonas metropo-
litanas por parte del CONAPO, además de que la variable de ingresos fue omitida para ese año. Al dato
2005 se le había estimado previamente este indicador a partir delos datos del censo del 2000 (Campos,
2009).
120
La dimensión espacial de la marginación en ciudades de México
Donde:
I= Accesibilidad al sistema de servicios determinado.
Sj =Magnitud de los servicios disponibles. Que puede ser el número de con-
sultas que puede otorgar cada unidad de salud en un cierto periodo, la
superficie de venta de algún negocio, el número de empleos que se ofertan
en una zona, el número de cajas de un banco, el número de aulas y lugares
que tiene una escuela, por citar algunos.
Oi= Demanda total en la zona de estudio, ajustada al servicio que se analiza.
dij=Costo de transporte, distancia entre lugar de residencia y lugar donde se
encuentra el bien o servicio, o bien el tiempo de traslado. En este ejercicio
se utiliza la distancia lineal11 entre los centroides de cada AGEB (zonas de
residencia) y los sitios donde se ofrecen los bienes y servicios.
b=Fricción de la distancia12 (parámetro que se obtiene por calibración a partir
de datos de la conducta espacial de los usuarios).
En la mayoría de las metodologías tradicionales para determinar las condi-
ciones relativas de vida, coinciden en el uso de valores promedio de cobertura
de servicios, nivel de ingreso, un mínimo de escolaridad, o en tener acceso a
algún tipo de servicio médico. Sin embargo, y como se ha señalado anterior-
mente, estas metodologías poco hacen referencia al papel que tiene la propia
localización de los equipamientos donde se prestan los servicios, por ejemplo,
en el servicio educativo necesariamente se requiere un edificio al cual los estu-
diantes, en sus diversas modalidades, se desplacen de sus hogares para reci-
bir su instrucción; o bien, al requerir el servicio médico (independientemente
se publicó o privado) ocurre un desplazamiento de las zonas de residencia a
las zonas donde se recibe la consulta y/o hospitalización.
Otros aspectos como el empleo, el abasto, los servicios administrativos y fi-
nancieros, son igual de importantes en la determinación de las oportunidades
espaciales, al darles ventajas a unas personas sobre otras por el simple hecho
de la residir en la zona donde están localizadas. De acuerdo a la Teoría de la
Interacción Espacial, la distancia geográfica juega un papel relevante en los
niveles de interacción entre dos lugares, es decir, a mayor distancia menor es
11 A pesar de que esta variable puede ser cuestionada por no representar las distancias “reales” entre un ori-
gen y un destino, las limitantes de presupuesto y tiempos justifican su utilización. Existen algunos estudios
en México que han utilizado las distancias estimadas por carretera (Chías, Iturbe y Reyna, 2001; 117-130)
para la estimación de la accesibilidad; en otros como el de Peña (2002) se utilizó una matriz de tiempos
de recorrido entre algunas localidades seleccionadas en una región del sur del Estado de México.
12 Se retoma los valores del valor de fricción de Garrocho y Campos (2006), dado que este ponderador ha
sido probado empíricamente.
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Juan Campos Alanís
Francisco Monroy Gaytan
Donde:
IMS= Índice de Marginación Socioespacial
Fp= Función ponderada
Mse= Marginación socioeconómica, estimado a partir de la metodología del
CONAPO
Me= Marginación espacial, estimado a partir de la accesibilidad
4- Resultados
En este apartado se presentan los resultados obtenidos al estimar el indi-
cador de accesibilidad para los satisfactores de empleo, servicios de salud,
de farmacias, bancos y abasto elegidos previamente, así como el resultado de
sintetizar en un mapa resumen los cinco indicadores de accesibilidad a partir
del método de componentes principales. Asimismo, se contrastan los resulta-
dos contra aquellos obtenidos a partir de la metodología del CONAPO y se
concluye el apartado con la propuesta de integrar la metodología tradicional
de la marginación con el enfoque de justicia espacial medido a partir de la
accesibilidad.
122
La dimensión espacial de la marginación en ciudades de México
123
Juan Campos Alanís
Francisco Monroy Gaytan
zonas con mayor concentración de población con las zonas donde se genera
el empleo, salvo en contadas excepciones como parte del corredor industrial
Toluca – Lerma, Galerías Metepec, Central de Abastos y la zona denominada
La Maquinita (figuras 2 y 3).
La falta de correspondencia entre el lugar donde se “vive” y el lugar donde
“se trabaja” ocasiona problemas debido a la necesidad y oportunidad de tras-
lado entre estos dos puntos, de ahí la utilidad del indicador de accesibilidad
que “mide” la oportunidad de interacción entre dos puntos, considerando la
oferta de un bien o servicio y todos los posibles destinos a los que un indivi-
duo puede acudir para adquirirlo.
ganadoras, al igual que las AGEB ubicadas sobre el corredor industrial Toluca
– Lerma, el centro de Lerma y la central de abastos, que a pesar de su localiza-
124
La dimensión espacial de la marginación en ciudades de México
13 Garrocho y Campos (2006) realizaron un estudio pionero a escala AGEB para evaluar la localización para
evaluar la calidad urbana y desempeño urbano del sistema de salud a población abierta mayor de 65 años
y en condición de pobreza, a fin de diseñar un indicador que permitiera detectar las fallas en el mismo para
fines de planeación.
125
Juan Campos Alanís
Francisco Monroy Gaytan
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La dimensión espacial de la marginación en ciudades de México
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Juan Campos Alanís
Francisco Monroy Gaytan
14 Wigley (2002) analizó el comportamiento de los sitios de venta en ciudades inglesas identificando sus
cambios de localización en el tiempo, las cuales buscaban localizaciones fuera de las áreas centrales
de las ciudades, dejando en desventaja a los consumidores de bajos ingresos, de ahí acuñó el término
de “desiertos alimentarios (food deserts)”, haciendo referencia a las zonas con pobre acceso relativo a la
provisión de alimentos.
128
La dimensión espacial de la marginación en ciudades de México
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Juan Campos Alanís
Francisco Monroy Gaytan
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La dimensión espacial de la marginación en ciudades de México
Conclusiones y recomendaciones
Sin duda alguna los resultados de los índices de accesibilidad a los servi-
cios (como medida de oportunidad), abren un nuevo campo de estudio para
el análisis de las condiciones relativas de vida, pues aportan elementos no
considerados en otras metodologías tradicionales, pues presentan en muchos
casos, resultados distintos en términos de la identificación de zonas excluidas
o perdedoras con respecto a los servicios analizados, lo que demuestra feha-
131
Juan Campos Alanís
Francisco Monroy Gaytan
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133
Juan Campos Alanís
Francisco Monroy Gaytan
134
La dimensión espacial de la marginación en ciudades de México
135
La estructura cultural de la ciudad como
sustrato subyacente de la tópica urbana
Abstract
The present chapter look the synthesis and interconnetion of the Freud’s topography
with the sensible and intelligible structure of the city pretending to extend the phisio-
logy concept of man to a cultural idea of itself. In this sense, the Freud’s topography
formed by awrareness, preconscious and unconscious project objectively in the city
throught the human creation, since the natural correspondence sensible and intelli-
gible of man with the space and time into his life, being the man the efficeint cause
of the psychi being of the city, which elements contain characteristics potential and
in its form the psychi structure of man; then, the city own a urban topography derived
and in function of man, its creator. Keyboards: Topography, structure, city
2 Nacionalidad mexicana, Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Doc-
tor en filosofía con orientación en arquitectura y asuntos urbanos, sjorgewsunsky@hotmail.com
137
Eduardo Sousa González
Jorge Alberto Álvarez Berrones
Introducción
E
l presente capítulo parte del siguiente supuesto: La ciudad tiene una
tópica urbana, es decir, la ciudad tiene una estructura natural y cultural
que la identifica como un ente único y singular. Un elemento esencial
del análisis dice que la ciudad, en uno de sus aspectos culturales y en rela-
ción al aspecto psicológico, posee una estructura psíquica que proviene de
la cultura y que es materializada y construida desde el hombre quien es su
causa eficiente. Por ello se observa que la estructura psíquica de la ciudad, su
tópica urbana, depende de los componentes y elementos que configuran el ser
psíquico de la ciudad desde el hombre como ser cultural, un ser que se crea y
recrea a sí mismo dentro de un devenir constante.
Por tanto, las cosas de la ciudad poseen y contienen de modo formal el
componente psíquico del hombre quien ha dotado y construido a las ciuda-
des, mediante la elaboración del diseño y planificación urbanos formales e
informales, ideas urbanas que se han transferido a la ciudad, proyectadas
desde el hombre con sus propios atributos naturales, culturales y humanos.
El objetivo del presente capítulo es, entonces, aportar la descripción y expli-
cación de la estructura de la tópica urbana en relación directa y biunívoca con
la tópica humana, derivada de la tópica freudiana, que muestre y demuestre
que, en las cosas de la ciudad, se hallan implícitas esas estructuras psíquicas
de la ciudad y que deriva de la estructura del hombre y de la cultura, de los
hombres y sus cosmovisiones.
No hay que olvidar y perder de vista que las estructuras y tópicas huma-
nas y urbanas son inteligibles y, por ello, no se captan a simple vista, no se ven
hasta que se las busca mirándolas con la intención de conocerlas; la observa-
ción ha de ser intelectual, ya que la tópica se define como una “aproximación
teórica que representa al aparato psíquico como un espacio organizado en
cierto número de sistemas articulados entre sí. Freud propone dos tópicas: la
primera en 1900 en La interpretación de los sueños, en la que distingue tres
sistemas: inconsciente, preconsciente y consciente; y después una segunda en
1923, en la que distingue tres instancias: el Yo, el Ello y el Superyó” (Vanier,
2001 121).
138
La estructura cultural de la ciudad como sustrato subyacente de la tópica urbana
bajo en la ciudad por la crisis económica que comenzó en 1859. De aquí que
bien podría ser sujeto de psicoanálisis dicho rencor para descubrir su causa
profunda, debido a que las privaciones en sí mismas son parte de la vida mis-
ma del hombre.
Es sabido que S. Freud estudió medicina en 1873 y tomó cursos de Brenta-
no; más tarde fue a la escuela de París donde conoció al reconocido estudioso
J. M. Charcot en la Salpetriêre con el fin de estudiar hipnosis y sugestión (cf.
Volpi, 2005 747). Freud escribió sobre problemas culturales que bien pueden
llamarse filosofemas, ya que trascendían el ámbito de la medicina, desarro-
llando una metapsicología derivada de la metafísica; por lo que el psicoa-
nálisis es una psicología profunda que llega al inconsciente, mientras que la
psicología trata solamente con la conciencia (cf. Volpi, 2005 747), aunque más
específicamente con la conducta y el comportamiento humano que hacen ser
a la psicología una ciencia empírica, experimental y existen también los cam-
pos de la psicología teórica y filosófica; por ello, ni el psicoanálisis ni tampoco
la psicología estudian el alma; y esta posición gnoseológica se impuso en el
siglo XIX (Dorch, 2008 607); así Freud disfruta de un contexto de una psicolo-
gía sin alma que se impuso en el progreso de las ciencias.
Derivando de la concepción del hombre fisiológico y material, se puede
decir que éste tiene un cuerpo y una mente, de lo cual se infiere una rela-
ción esencial entre el aparto psíquico y su vehículo físico debido a que ambos
componentes forman una misma unidad que físicamente solamente puede
ser dividido en forma abstracta. Todos los hombres concretos poseen estos
elementos básicos, pero su desarrollo en ellos difiere tanto en calidad como en
cantidad en forma muy acentuada y diversificada; es innegable que tanto el
cuerpo y la mente forman parte del hombre dotándolo de existencia natural y
cultural que como bien puede observarse se halla implícito el valor natural de
la desigualdad. De la relación entre los hombres se puede decir que existe una
interacción espacial, según apunta E. Hall, que puede ser entendida como una
división intima, personal, social y pública (Hall, 1973 177-200); lo cual hace
poseer al hombre un carácter social que depende de su naturaleza dual, es de-
cir, las relaciones entre los hombres participan inherentemente de la totalidad
de lo que el hombre es, esto significa, una participación social compuesta de
mente y cuerpo como una unidad.
De lo que se sigue que las creaciones culturales del hombre contiene inhe-
rentemente en su tejido complejo formal esas características esenciales que no
son captadas ni pueden ser juzgadas con los ojos del cuerpo sino con la vista
de la mente, lo inteligible de los objetos culturales creados por el hombre se
percibe por reflexión, desde una segunda circunnavegación de la mente por
los objetos. Así la cuidad se convierte en un ente cultural creado por el hom-
bre, compuesto de materia y forma, tal como dice Abbagnano “como aquello
que es, en cualquiera de los significados existenciales del ser”(Abbagnano,
139
Eduardo Sousa González
Jorge Alberto Álvarez Berrones
2003 408), esto es, materia y forma del ser en la existencia; de este modo, la
ciudad recibe las características de su creador, el hombre, y se hallan esas ca-
racterísticas impresas dentro de su aspecto formal que se encuentra más allá
de su configuración material; son atributos humanos grabados en las cosas,
donde cada una de ellas ha recibido parte de su herencia según la adecuación
entre la naturaleza de la cosa y su heredad.
Esa impresión de lo humano en las cosas y de las cosas en lo humano,
conservada en la memoria del mundo y del hombre, es el problema esencial
de la comparación que hace Freud entre la ciudad y el hombre; efectivamente,
retrotraer al presente lo conservado en la memoria –inconsciente- no sola-
mente las causas de lo negativo del hombre o del mundo –esto es ir más allá
de Freud- para que el hombre sea consciente de esas causas de lo negativo y
se cure mediante la profiláctica y catarsis del encuentro entre lo olvidado y
lo actualizado de la persona, entre lo asentado y sedimentado de las capas
internas del hombre y su devenir actual.
Al entender que la ciudad posee una tópica urbana puede generar un me-
joramiento en la vida de las personas y sus entornos vitales de sus biosferas
planetarias mediante una catarsis de la ciudad promovida a través de la con-
cientización de la tópica urbana en la ciudad contemporánea; una liberación
del hombre. Especificando con más precisión, según explican Jean Laplanche
y J. B. Pontalis que la tópica “(Al.: Topik, topisch; Fr.: Topique –s, f. y adj.-;
Ing.: Topography, topographical; It.: punto di vista tópico; Por.: tópica, tópi-
co) –es una- teoría o punto de vista que supone una diferenciación del aparato
psíquico en cierto número de sistemas dotados de características o funciones
diferentes y dispuestos en un determinado orden entre sí, lo que permite con-
siderarlos metafóricamente como lugares psíquicos de los que es posible dar
una representación espacial figurada. Corrientemente se habla de dos tópicas
freudianas, la primera en la que se establece una distinción fundamental entre
inconsciente, preconsciente y consciente, y la segunda que distingue tres ins-
tancias: el ello, el yo, el superyó” (Laplanche y Pontalis, 2012 430).
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La estructura cultural de la ciudad como sustrato subyacente de la tópica urbana
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Jorge Alberto Álvarez Berrones
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La estructura cultural de la ciudad como sustrato subyacente de la tópica urbana
por un ser instintivo, un ser emocional y un ser de voluntad que hacen uso del
cuerpo en una forma auto-poética de auto-creación libre y condicionada. Es
libre en cuanto a los actos del hombre ya que son realizados desde su concien-
cia y, es al mismo tiempo, condicionada su libertad por el contexto cultural, el
hombre es libre aún de su propio cuerpo si se determina axiológicamente (cf.
Gutiérrez, 2009 98).
El descubrimiento de la ampliación de la estructura psíquica freudiana,
mediante el uso de la voluntad, la libertad y el conocimiento, proporciona el
aspecto positivo y de optimismo que trasforma el malestar en la cultura en un
bienestar. Con este rescate de lo positivo de la sublimación de las pulsiones
-desde un nivel más alto como lo es la voluntad-, que para S. Freud se da en
pocos individuos, se muestra que el malestar en la cultura no es absoluto y
que es susceptible de ser transformado. La visión freudiana solamente aten-
dió a una parte de hombre como lo es el ser instintivo; y, no todo su ser que
incluye al ser emotivo y al ser de voluntad; y estos tres aspectos del ser huma-
no usan de las capacidades y facultades del mismo como son la inteligencia,
la memoria y la imaginación.
Puede observarse, entonces, que no ha sido precisamente el hombre instin-
tivo quien ha creado la cultura, sino más bien ha sido el hombre de voluntad
quien la ha creado. No obstante, ambos tipos de hombre, con una misma es-
tructura psíquica, han moldeado la cultura donde el factor y nexo común ha
sido el ser emocional. De este modo, se explica el desarrollo negativo y positi-
vo de la cultura. Es innegable el hecho de la construcción social de la cultura
que contiene ambos elementos bipolares cuya razón de ser es el hombre en su
triple aspecto tópico de base común de conciencia e inconsciencia entretejido
con elemento preconsciente.
No puede negarse la voluntad y sus acciones, tampoco puede suprimirse
la emoción y el sentimiento y sus afecciones, como tampoco puede soslayar-
se y eludirse el instinto y sus pasiones. Todas estas acciones y sus efectos
componen un tejido psíquico que se colorea, si se puede hablar así, según la
preponderancia y dirección dada a la energía psíquica generada y puesta en
acción. La tópica de S. Freud parece enfocarse solamente al aspecto instintivo
del hombre como si dentro de ese aspecto se encontrase todo el hombre y de
aquí la cura psicoanalítica que ha tenido éxito debido al reacondicionamiento
del ser instintivo mediante la facultad de la inteligencia; en efecto, una vez
presentado el problema psíquico a la inteligencia, ésta se hace consciente del
malestar que está entre las sombras y obscuridades de la memoria llevando a
cabo la liberación y emancipación del olvido de las causas del malestar y con
ello la liberación de la angustia psico-somática.
Ahora bien, en este discurso se ha planteado que la construcción de la
cultura ha sido realizada desde el ser del hombre bajo dos direcciones esen-
ciales que han sido el instinto y la voluntad enlazados bajo el factor común
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Freud considera como únicamente corporales- para obtener una imagen in-
tuible de ese hecho. Las condiciones a que se refiere Freud son las que ya han
sido nombradas y que son las relativas a la ciudad material y corporal, a la
ciudad figurada enraizada en un mundo natural de átomos y de vacío; por lo
que considera al espacio como distancia; por consiguiente, es imposible para
Freud concebir que dos o más edificios ocupen al mismo tiempo un mismo
espacio. Su posición gnoseológica afirma un intelectualismo evolucionista
pragmático que basa la naturaleza de los hechos únicamente en la imagen
sensible de los mismos con respecto a la ciudad corporal.
Por lo que Freud, en este aspecto de su propia comparación, no es apta
para captar lo formal de la ciudad. En efecto, el aspecto formal constitutivo de
las cosas se ha ido, ha huido de manera fugitiva ante los ojos de Freud. Y esto
es así debido a que la forma se capta con la inteligencia y ese aspecto formal
es de naturaleza diversa a la naturaleza sensible de una misma cosa; en este
sentido Freud ha captado, en su figuración intuible, solamente la imagen sen-
sible de la ciudad y de la cual ha podido o no ha querido abstraer su aspecto
formal, el cual es innegable en la naturaleza constitutiva de cualquier cosa.
Así como las diversas etapas del desarrollo físico evolutivo del hombre
han sido captadas desde el cigoto hasta el hombre adulto en su vejez y su
muerte; el desarrollo físico de las diversas etapas de una ciudad puede ser
captado en el proceso de diseño y construcción de la misma, desde la extrac-
ción de materias primas hasta la consecución del edificio terminado. Estos
desarrollos físicos son de orden natural y biológico; hay un proceso diacróni-
co en el devenir del hombre y de la ciudad; donde estos procesos humanos y
urbanos son omitidos por Freud. En efecto, la comparación freudiana se hace
en un momento del tiempo.
La figuración intuible freudiana es una imagen sincrónica del mundo, del
hombre y de la ciudad, y luego superpone un caudal de imágenes unas enci-
ma de otras hasta incluir la propia época de la vida de Freud; de lo cual Freud
infiere que, mirando a sus contemporáneos y a la ciudad eterna, ni la ciudad
ni el cuerpo del hombre particular pueden ser susceptibles de representar la
estructura psíquica del hombre; aún más, el mismo cuerpo humano es inca-
paz de hacer esa representación intuible, sensible en una imagen compuesta
del mundo.
No obstante, estas objeciones freudianas se basan en un momento del
tiempo; esto es, el cuerpo humano adulto ha sido “congelado” si se puede
hablar así; ha tomado Freud al hombre adulto como plasmado en una foto-
grafía; desde la cual se puede observar una imagen de ese hombre adulto en
un momento del tiempo. Sucede lo mismo con la ciudad vista en un instante.
Pero Freud solamente le da movilidad y energía al ser psíquico que examina
y propone como constitutivo del alma de la ciudad.
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Bibliografía.
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Turismo y Patrimonio: engañosas
perversiones del avance de la ciudad de
Oaxaca
Resumen
El vasto patrimonio cultural y monumental del estado de Oaxaca y el prestigio de
su capital como “ciudad colonial e indígena”, han sido usados como argumento de
su vocación turística y como pretexto para dejar fuera otras posibles opciones de
desarrollo económico y cultural. Esta visión ha influido enérgicamente en las deci-
siones y acciones políticas emprendidas por los distintos gobiernos en rubros muy
variados, ya sea en la distribución del presupuesto público, en la educación, cultura
y particularmente en su desarrollo urbano y arquitectónico. Revisar lo sucedido en
Oaxaca durante el siglo XX, evidencia las implicaciones negativas que, tanto el tu-
rismo como la sobre explotación patrimonial, pueden llegar a tener en el desarrollo
de ciudades similares.
Palabras claves: Ciudad y Turismo, Patrimonio Cultural y Monumental, Historia Urba-
na, Política Urbana
Abstract
The wide cultural and monumental heritage of the state of Oaxaca and the percep-
tion of its Capital City as a “Colonial city with an Indigenous population” are percep-
tions that have been used constantly to justify it as a tourist destination, disregarding
other possible avenues for economical and cultural development. The appreciation
of this heritage almost exclusively as the main tourist attraction has definitely in-
fluenced the political actions taken by governing offices over a spectrum of issues;
like allocation of a public budget for education, cultural venues and particularly for
1 Profesor Investigador del Área de Estudios Urbanos de la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapot-
zalco, Doctor en Historia Urbana, miembro del Sistema Nacional de Investigadores (CONACYT) Nivel 2,
yopes@mexis.com
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Carlos Lira Vásquez
the city development and architectonic regulations. Upon reviewing these facts in
the city of Oaxaca during the 20th Century there is evidence of the negative con-
sequences that tourism and exploitation of their own heritage could have on the
development of similar cities.
Keywords: City and Tourism, Cultural and Monumental Heritage, Urban History, Urban
Politic
Introducción2
D
os imágenes contrapuestas acuden normalmente a la mente de quie-
nes han conocido la ciudad de Oaxaca a partir de las últimas décadas
del siglo XX: los frescos portales que rodean a su zócalo o plaza prin-
cipal, desde los cuales, cómodamente sentados o caminando por el jardín, dis-
frutaron de la vista de los frondosos laureles contrastando con los múltiples
globos coloridos y con la vendimia de artesanías que ofrecen los “indígenas”
o, por el contrario, los mal olientes y sucios portales, llenos de mantas, cuer-
pos tendidos en el suelo, anafres y comales que con tiendas de campaña se
multiplican hasta invadir los prados, fuentes y demás espacios del zócalo y
aún sus calles aledañas, aunado a la violencia social que les impidió disfrutar
de los atractivos patrimoniales y turísticos de la ciudad. Ambas imágenes son
realidades que, dependiendo de las eventualidades políticas, los visitantes de
la ciudad pueden encontrar en el añejo “Jardín de la Constitución” y resul-
ta fascinante descubrir que, una u otra, funcionan de todas formas como un
atractivo más para el turismo3.
Como sucedió desde que fuera Plaza de Armas en el siglo XVI, las dos
imágenes contrastantes del “Zócalo” actual, no son sino un reflejo de las cir-
cunstancias históricas que han incidido en el desarrollo, no sólo de la capital
oaxaqueña, sino de la cultura de su sociedad. Así, este espacio sigue siendo el
“corazón” de la ciudad, pero más todavía, el del estado de Oaxaca; un estado
rico en recursos, pero limitado por el discurso patrimonial que ha sido usa-
do como freno de su desarrollo. Es verdad que la ciudad de Oaxaca, situada
al sureste de la República Mexicana, es internacionalmente conocida por su
nutrido patrimonio: zonas arqueológicas prehispánicas de gran valor en sus
proximidades, arquitectura “colonial” de alta calidad, una imagen urbana ar-
mónica que, aunque no se reconozca, es de herencia porfiriana (Lira 1997,
1999, 2008, 2014) y un sinnúmero de festividades de gran colorido y riqueza
cultural que, junto con sus artesanías y gastronomía, son atribuidas sin cau-
tela a su “población indígena.” Ese patrimonio ha sido ampliamente usufruc-
3 Aún quienes acuden a Oaxaca como “observadores” de sus condiciones políticas y sociales, para consig-
narlas, denunciarlas o criticarlas, no dejan de ser simples consumidores de los servicios turísticos
160
Turismo y Patrimonio: engañosas perversiones del avance de la ciudad de Oaxaca
tuado por diversas instancias del gobierno federal: Instituto Nacional Indige-
nista, Secretaría de Turismo e Instituto Nacional de Antropología e Historia,
por ejemplo; pero también fue promovido por los distintos gobiernos esta-
tales y municipales del siglo XX y por la iniciativa privada. Ello explica que
el desarrollo urbano, arquitectónico y cultural de la ciudad de Oaxaca haya
sido determinado sobre todo por su patrimonio, y más específicamente por
su “vocación” turística. Ambas condiciones han sido foco de atención de pro-
yectos federales, estatales y municipales por varias décadas, y aunque estos
han transformado la ciudad, su fin principal ha sido incrementar la “industria
sin chimeneas”4.
Propongo que no fueron ni la protección de la riqueza patrimonial, ni la
conservación de la identidad cultural indígena las que motivaron las gestio-
nes de los gobiernos oaxaqueños del siglo XX, sino que ambas fueron usadas
por ellos como argumento para dar prioridad al turismo, y descuidar así una
serie de acciones esenciales para el desarrollo de la ciudad y de su pobla-
ción. Desde que a raíz del movimiento nacionalista posrevolucionario se hizo
hincapié en las diferencias de los distintos recursos naturales, económicos,
culturales y humanos con que contaban sus distintas regiones, los gobiernos
del siglo XX usaron como argumento estas diferencias para promover turísti-
camente al estado de Oaxaca y a su capital, e hicieron a un lado otras posibles
opciones de desarrollo económico y cultural. Así, Oaxaca y los oaxaqueños
quedaron atrapados no sólo por su herencia “colonial”, sino además por el
origen “indígena” de su cultura, sin reflexionar más allá de los argumentos
oficialistas que se les ofrecieron y sin percatarse de las tergiversaciones y con-
tradicciones de dichos argumentos.
4 La atención que se dio entonces al turismo no era privativa de Oaxaca, ya que éste se consideró una
“industria nacional”; en ello se basó la promulgación de la ley para la conservación de Taxco de 1928.
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5 AHMCO. Ernesto Carpy, 1922: Informe, pp. 7, 20-22; Fidel Álvarez, 1925: Informe, pp. 6-7; ibidem, 1927,
p. 23-24; ibidem, 1928, p. 34.
6 AHMCO. Leopoldo Gatica, 1929: Informe, pp. 9-10; AGPEO. Francisco López, 1930: Informe, T. II, p. 64;
Anastasio García, 1935: Informe, pp. 37-39.
162
Turismo y Patrimonio: engañosas perversiones del avance de la ciudad de Oaxaca
Dos fueron las razones principales de ello: la escasez del erario que impi-
dió construir nuevos edificios y obligó al reciclaje de los antiguos; y el interés
por hacer de Oaxaca una ciudad atractiva para el turismo, lo que coincidió
con diversos programas federales7.
7 En 1929 el gobierno central estableció en la ciudad de México la “Comisión Mixta Pro-Turismo” cuya
primera acción fue dirigirse a los gobernadores de los estados para que conformaran a su vez “Comités
locales”, ya que era necesario considerar “los grandes beneficios que el Turismo proporcionará al país”.
AHMCO. Plácido Zárate, 1930: Informe Sintético del Departamento del Estado, T. I, pp. 34-35.
163
Carlos Lira Vásquez
8 A fines del siglo XX la mancha urbana comprendía 496 asentamientos entre unidades habitacionales,
colonias y fraccionamientos; 89 formaban parte del centro histórico y de la cabecera municipal y el resto
-407- se localizaba en las 8 agencias municipales y 5 de policía conurbadas. (Ver Mapa).
164
Turismo y Patrimonio: engañosas perversiones del avance de la ciudad de Oaxaca
165
Carlos Lira Vásquez
15 No es posible ahondar en este trabajo en el tema indígena, con todo, señalo algunos indicadores que
pueden cuestionarlo para el caso de Oaxaca: el INEGI afirma que el porcentaje de su población indígena
es uno de los más altos de la República (42.3%), pero advierte que tal cuantificación se basa sólo en
el aspecto lingüístico. Indica además, que “el sentido de identidad [en los censos] fue decidida por un
informante de acuerdo con sus concepciones personales”. Apunta con tino que dicha “autodescripción
indígena”, puede estar sujeta a “una subdeclaración por prejuicios de índole negativa… [o a] una sobre-
declaración, producto de simpatías por la cultura indígena; particularmente en la década pasada en que
hay… una revaloración de la cultura indígena” (INEGI 2004: 119).
16 De los cinco argumentos que se dieron para su declaratoria, uno alude a que la ciudad “está ubicada en el
centro de la región en que floreció una de las más importantes civilizaciones prehispánicas”, y otro a que
“constituye un vigoroso testimonio de la trayectoria humana y cívica de Juárez, ligada… a la defensa del
derecho de autodeterminación de nuestro pueblo”. Registro Público de Monumentos y Zonas Históricos,
Folio Real MH: Z-20-051-99-00, CONACULTA/INAH.
166
Turismo y Patrimonio: engañosas perversiones del avance de la ciudad de Oaxaca
(Ramírez 1992: 1). Por ello el gobernador Heladio Ramírez López incluyó en
la Memoria Estadística 1986-1992 que recopilaba las actividades realizadas
durante su gestión, un rubro titulado “Respeto a las etnias e integración de la
cultura oaxaqueña” (1992: 85-89). Durante el siguiente sexenio, las acciones
emprendidas por Diódoro Carrasco se apoyaron en el mismo discurso, pero
más obstinadamente, ya que manifestó ejercer durante su mandato una políti-
ca de apoyo solidario con los grupos étnicos, la cual descansaría “en el recono-
cimiento y aliento de su cultura y tradiciones profundas… Queremos reforzar
su civilización y preservarla de imposiciones culturales ajenas a nuestras raí-
ces más preciadas, a nuestra identidad y singularidad frente al mundo”17. En
1993 y “En ocasión del natalicio del más ilustre de los oaxaqueños, Don Benito
Juárez, hice pública la decisión de mi gobierno de comprometer un Nuevo
Acuerdo con todos los puebles y comunidades indígenas de Oaxaca. Se trata
de una iniciativa política... inspirada en la dignidad y derechos legítimos de
los pueblos indios.”18 En ese informe anunció la puesta en marcha de un pro-
grama para la promoción del patrimonio cultural de los pueblos indígenas
al cual se destinaron $2,000,465 pesos para financiar 26 proyectos culturales
y 264 actividades comunitarias “en torno a expresiones musicales, de dan-
za, artesanía, medicina tradicional, investigaciones lingüísticas y el rescate de
la memoria y la tradición oral de los pueblos indios, con lo cual se atendió
a 263,000 indígenas oaxaqueños.”19 La propaganda indigenista de la gestión
de Carrasco se difundió por televisión a 3 continentes durante la celebración
de la guelaguetza en 1993, presidida por el presidente de México Salinas, los
reyes de España y Rigoberta Menchú, galardonada en Oaxaca con el Premio
Internacional Benito Juárez.20
Otras iniciativas institucionales se enfocaron más a la preservación del
“patrimonio colonial”, aunque sin dejarlo de asociar con el indígena, pero
ninguna se alejó del interés turístico. En 1942 se promulgó la Ley sobre Pro-
tección de Monumentos Coloniales, Artísticos e Históricos y Poblaciones Tí-
picas del Estado, con el objeto de que sobre todo su capital no perdiera “su
tipo colonial.”21 Algunos nuevos edificios fueron construidos entonces, pero
18 Ibidem, Segundo Informe 1994, p. 25. Los “acuerdos” establecidos por la gestión de Carrasco fueron:
“Modernización educativa y fortalecimiento de las identidades culturales”, “Modernización política y de las
funciones de gobierno”, “Ampliación de las comunicaciones, creación de la estructura para el desarrollo
e integración territorial”, “Modernización de la economía, desarrollo regional y generación de empleos”, y
“Bienestar social y reducción de la pobreza”. Los recursos públicos aplicados a tales acuerdos significaron
39%, 17%, 16%, 15% y 13% respectivamente.
19 Ibidem, p. 76. En contraste, se hizo poco por crear en ellas instituciones de salud que disminuyeran las
enfermedades y mortandad con los recursos de la medicina contemporánea.
167
Carlos Lira Vásquez
con excepción del templo de Nuestra Señora de los Pobres y del Estadio de
Beisbol -únicos ejemplos significativos de arquitectura moderna construidos
fuera del casco histórico-, el peso “colonial” del pasado y la escasez del erario
influyeron una vez más en las decisiones y en las obras emprendidas entre
1940 y 1960 (Lira y Calderón 2007 y 2009). Así, los distintos gobiernos se li-
mitaron a reconstruir y adaptar ex conventos y casonas de origen virreinal
para escuelas, hospitales y oficinas, esperando que al no perder la ciudad su
fisonomía “colonial”, ésta sería más atractiva para el turismo. Sin embargo,
era necesario emprender una serie de acciones para mejorar el aspecto y los
servicios de la ciudad en distintos rubros: alumbrado público, abasto de agua
y saneamiento, apertura, prolongación y arreglo de calles, etcétera. Aunque
algunas de esas empresas mejoraron la vida de los oaxaqueños, lo que subya-
cía en el fondo era, una vez más, la preocupación por el turismo “porque el
estado en que se encuentran las calles de nuestra capital y algunos de nuestros
caminos, así como la falta de otros servicios, puede traer como consecuencia
una impresión desagradable a quienes nos visitan, con grave perjuicio para el
futuro de tan importante industria”.22
La línea emprendida por esa gestión para mejorar la imagen urbana y
los servicios como medida de atracción turística fue continuada por Manuel
Cabrera Carrasquedo (1951-1955), quien apoyó diversos trabajos hidráulicos
y de drenaje, junto con la construcción y reparación de numerosos edificios
para la educación prescolar y elemental, cuyo estilo “neocolonial” reforzó la
imagen virreinal de la ciudad. Una de las iniciativas más relevantes de Cabre-
ra fue la conversión del antiguo Instituto de Ciencias y Artes en Universidad
Benito Juárez de Oaxaca, y la construcción de sus escuelas Preparatoria y de
Medicina.23 Se pensó que ello mejoraría la “industria del Turismo”, la cual se
atendió por los siguientes gobiernos a través de numerosas campañas publi-
citarias a nivel nacional e internacional.24
Con todo, tal parece que los atractivos ordinarios de Oaxaca no fueron su-
ficientes para alcanzar las metas de esas administraciones, ya que instrumen-
taron una serie de festejos para captar más visitantes, a la vez que iniciaron
una serie de proyectos para que la ciudad resultara más llamativa para los
turistas. Como ejemplo de lo primero, en 1963 se puso especial atención a la
celebración del Carnaval -prácticamente en desuso-, y se propuso dedicar la
23 AGPEO. Manuel Cabrera, 1952: Informe, pp. 44-45; ibidem, 1953: Informe, pp. 11-12; ibidem, 1954: Infor-
me, p. 28, pp. 47-48; ibidem, 1955, pp. 36-43, pp. 45-49.
24 La publicidad que se dio a la ciudad entre 1960 y 2000 abarcó tres líneas fundamentales: participación
en diversas exposiciones turísticas a nivel nacional e internacional con presentaciones de la guelaguetza
y muestras artesanales y gastronómicas; publicación de folletería diversa, documentales y libros sobre
temas oaxaqueños –particularmente prehispánicos y folclóricos-; y la gestión para que fuera sede de
eventos nacionales e internacionales: Nuestra Belleza México y Feria del Mezcal, por ejemplo.
168
Turismo y Patrimonio: engañosas perversiones del avance de la ciudad de Oaxaca
última semana del mes de mayo de cada año para llevar a cabo una fiesta en
honor de los oaxaqueños radicados fuera de la entidad. Su objetivo fue que “el
oaxaqueño a quien el destino había alejado, encuentre al volver la misma sen-
cillez, las mismas calles, plazas y edificios, los mismos parques y paseos; pero
todo ello con el remozamiento que resulta del cuidado puntual que todos,
aquí, pusimos por conservar la impar belleza del terruño, con sus herencias
coloniales y el suave sello romántico que le perdura”.25 Establecida como la
“Semana del Oaxaqueño Ausente”, tal festejo se llevó a cabo por varios años
y no sólo congregó a los transterrados sino al turismo en general. En la misma
línea, a partir de 1969 se presentó por vez primera el espectáculo “Bani Stani
Gulal” que se lleva a cabo anualmente y que narra las leyendas que dieron
origen, ya en el siglo XX, a la representación de la “guelaguetza” en los Lunes
del Cerro. Ese mismo año, y como parte del Plan de Desarrollo Turístico cuya
intención era hacer de Oaxaca un “emporio turístico”, se ampliaron y mejo-
raron las antiguas carreteras, se proyectaron nuevas, se crearon instalaciones
hoteleras y de restaurantes, se hicieron mejoras en el campo sanitario y de
abasto de agua potable, etcétera.
Con estas acciones la ciudad mostró cambios significativos, pero una vez
más el principal objetivo fue el turismo y no los oaxaqueños26. Con un sentido
empresarial, las festividades de Oaxaca fueron llevadas fuera del estado y así
se inició en el Distrito Federal, también en 1969, la celebración de la “Semana
de Oaxaca en México” que durante varios años y a través de la presentación
de la guelaguetza, venta de artesanías y exposiciones fotográficas, buscó di-
fundir el “patrimonio oaxaqueño” para atraer al turismo desde la capital de la
República. Este evento sirvió de base a muchos otros similares presentados en
diversas ciudades del país en la década de 1970. En 1982 se conmemoraron
los 450 años del otorgamiento del rango de ciudad a Oaxaca; por ello, de 1980
a 1990, la ciudad fue publicitada en 93 eventos nacionales e internacionales.
Finalmente, durante la última década del siglo XX, Oaxaca estuvo presente
en diversas exposiciones turísticas internacionales efectuadas en Madrid, Mi-
lán, Utrecht, Londres, Berlín y varias ciudades de Norteamérica. Es cierto que
todo aquello promovió a Oaxaca, pero nunca se propusieron en esos eventos
nuevas opciones para su desarrollo que no fueran las tan ya desgastadas que
se han sustentado en el discurso patrimonial indigenista y virreinal. Además,
como lo demuestran las estadísticas, parece ser que la propaganda realizada
incrementó poco el turismo extranjero, e incluso redujo el nacional. (Ver grá-
fica 1).
169
Carlos Lira Vásquez
27 Para valorar en un contexto más amplio este proyecto, vale la pena comparar su coste con el de otras
obras edificadas por aquellos años, sin duda más significativas a nivel social: la Escuela para Mejoradoras
del Hogar Rural, cuya inversión fue de $536,790 pesos y el Rastro Municipal, con un valor de $317,015
pesos. AGPEO. Rodolfo Brena, 1964: Segundo Informe, p. 27; AHMCO, Horacio Tenorio, 1965: Informe,
p. 15-16
29 De 1987 a 1992 la venta de artesanías efectuada por Aripo (Artesanías e Industrias Populares de Oaxa-
ca), dependiente del Instituto Oaxaqueño de las Artesanías del Gobierno del Estado de Oaxaca fue de
$121,000; $1,237,332; $1,169,883; $534,911; $508,627; $1,008,470; y $4,580,223 respectivamente.
30 AGPEO. Manuel Zárate, 1975: Primer Informe, p. 25. El costo del inmueble fue de $ 1,200,000 pesos
170
Turismo y Patrimonio: engañosas perversiones del avance de la ciudad de Oaxaca
171
Carlos Lira Vásquez
turismo se incrementaría gracias a los Juegos Olímpicos del 68; y la que se lle-
vó a cabo a partir de 1969 para preparar el primer centenario del fallecimiento
de Benito Juárez en 1972, acontecimiento que desde el punto de vista turístico
se vio como de enorme atracción: “Necesitamos tener la cara limpia para reci-
bir a nuestros huéspedes. De nada sirve que se embellezca este o aquel lugar
si lo principal es el Jardín de la Constitución”31.
Con estas y otras intervenciones el espacio del “Zócalo”, junto con el atrio
de la Catedral y la Alameda de León -todos vecinos-, se unieron en uno
convirtiendo en peatonales las calles que los separaban. Se logró dar así una
imagen más amplia al conjunto, pero se inició también la venta informal y la
colocación de puestos de todo tipo que resultaron atractivos para el turismo,
172
Turismo y Patrimonio: engañosas perversiones del avance de la ciudad de Oaxaca
no sólo porque los productos que se vendían eran más baratos, sino porque
dieron al complejo un toque “provinciano”32. El mismo gobierno comenzó a
aprovechar el espacio para representaciones que fomentaron el folclor y la
visión “vernácula” de la cultura oaxaqueña, tales como conciertos de bandas
pueblerinas, guelaguetzas, conciertos de la marimba del Estado y aún mítines
políticos. La Plaza se convirtió entonces en un escenario flagrante del des-
potismo del turista que, desde los portales circundantes, observa, censura,
tolera, o auxilia “caritativamente” a los “indios” oaxaqueños concediéndoles
la oportunidad de hacer uso de ese espacio, y certificar que es gracias a ellos
los forasteros, que la ciudad de Oaxaca y sus pobladores autóctonos han sido
considerados patrimonio de la humanidad. Los “indios”, por su parte, cuen-
tan también con un escenario adecuado para sacar provecho económico de
su “identidad” y disfrazar, bajo los argumentos de la dignidad étnica mani-
pulados por los últimos gobiernos del siglo XX, la servidumbre a la que han
querido sujetarse.
A diferencia de lo sucedido en otras ciudades, ni el comercio ambulante ni
los ciudadanos comunes y corrientes han sido expulsados del centro histórico
de Oaxaca con tal que puedan ser usados para representar el papel que les
corresponde dentro de la temática “indígena”, seres un tanto “ignorantes y
miserables” a la vista del turista, pero orgullosos de sus tradiciones y que se
conforman con ser fotografiados y recibir las migajas de un turismo ávido por
mostrar su “superioridad”. Habitantes o no a los que, por su condición “indí-
gena”, se les permite cometer actos vandálicos: toma y cierre de calles, quema
de camiones, destrucción de edificios históricos y patrimoniales y agresiones
sin fin al propio turismo y a los demás pobladores que por no ser de su “raza”
no tienen ningún derecho a disfrutar la ciudad que les pertenece.
Desde fines del siglo XX han abundado más y más los proyectos cuyo in-
terés exclusivamente económico ha sido camuflado como de beneficio social,
proyectos que comercian con el estereotipo del indígena primigenio que, in-
merso en su hábitat, conserva intocables sus lenguas, sus costumbres, su vi-
vienda, su comida, todo llevado a un nivel escenográfico que pretende recrear
“fielmente” en el presente el pasado del lugar. La condescendencia que el
gobierno muestra para con los “indios” oaxaqueños parece sustentarse, no
en el respeto a su dignidad ni a su cultura, sino debido a que son vistos como
uno de los utensilios más ventajosos para atraer al turismo. El “Zócalo” de la
ciudad de Oaxaca, hoy, es una muestra rotunda de lo anterior.
32 La integración espacial de Catedral, la Alameda y el “Zócalo” se efectuó para conmemorar en 1982 el 450
aniversario la fundación de la ciudad.
173
Carlos Lira Vásquez
de las culturas “indígenas” que pueblan las diversas regiones del estado. Al
ampliarse el museo en la última década del siglo XX, se prometió extender
la muestra museográfica para incluir la historia virreinal y decimonónica. El
resultado fue lamentable no sólo por la pobreza de la exhibición, sino por la
timidez de la información. Así, después de recorrer las distintas salas del mu-
seo, la certeza que tiene cualquiera de sus visitantes es que lo que Oaxaca ha
aportado a la historia de la humanidad ha sido solamente lo que produjeron
sus culturas prehispánicas y las tradiciones que de ellas aún perviven en los
“indios” desperdigados en el agreste estado.
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Turismo y Patrimonio: engañosas perversiones del avance de la ciudad de Oaxaca
36 Las funciones actuales muestran una vez más una atención predominantemente turística.
175
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37 AGPEO. Zárate, 1975: Primer Informe, pp. 22-23, 29-32; ibidem, 1976: Segundo Informe, pp. 46-47. Su-
mado el costo del auditorio el del resto de las obras citadas construidas o restauradas en la década de los
setentas para fortalecer al turismo, es claro el desequilibrio entre la inversión en este rubro y la destinada
a otros proyectos urbanística y socialmente más urgentes. Un ejemplo es el del anillo periférico, en el cual
se invirtieron tan solo $8,104,572 millones de pesos. AGPEO. Víctor Bravo, 1970: Segundo Informe, pp.
20-21.
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39 HCO, “Urgencias urbanas de Oaxaca” en Dos mil temas de Oaxaca: Carteles del Sur, Diario de Oaxaca
(19 abr. 1967), p. 49.
40 Ibidem, “El asfalto para la ciudad (puntos para un programa)” en Dos mil temas de Oaxaca; Carteles del
Sur, Diario de Oaxaca (12 feb. 1968), p. 333.
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Carlos Lira Vásquez
de Oaxaca nada vemos que se haga desde hace años. El Instituto Nacional de
la Vivienda no se ha ocupado de nuestra ciudad más, desde hace siete años,
cuando construyeron esa minúscula e incómoda unidad habitacional llamada
Benito Juárez… La población de nuestra ciudad capital ha ido creciendo y, en
tanto, los arrendatarios se han encarecido en lo que es el centro de la misma
y como no hay expansión urbana planificada, la gente pobre se va a vivir en
chocitas allá por las faldas de Monte Albán o a las del Fortín, engrosando el
cinturón de miseria que ya rodea a Oaxaca”.41 Y es que aunque desde fines
de la década de 1960 se oficializaron cerca de 24 colonias que habían crecido
de forma espontánea a los alrededores de la ciudad -las cuales comenzaron
a urbanizarse a partir de entonces y hasta la década de 1990-, muchos otros
asentamientos irregulares se fueron formando en paralelo a esas obras, por
lo que el rezago en infraestructura y servicios nunca se solventó. Conforme el
Centro Histórico fue privilegiando determinados usos destinados al turismo,
sus habitantes comenzaron a abandonarlo para mudarse a la Zona Metropo-
litana; así, en 1998 el 85 % de la población urbana vivía en ella, mientras que
solo un 15% continuó habitando en el Centro Histórico.42
Mucho de lo anotado hasta acá explica la insuficiente y desequilibrada
infraestructura básica que tenía la ciudad al finalizar el siglo XX, la cual, infor-
tunadamente, ha cambiado poco como evidencia la gráfica 4. Es necesario ma-
tizar la información en algunos aspectos: así, en cuanto al número de tiendas,
cerca del 50% están destinadas a las artesanías, mientras que casi un 30% de
los talleres se relacionan también con ellas; de igual manera, el mayor porcen-
taje de restaurantes del centro se especializan en comida regional y otros tan-
tos espacios como museos, galerías y por supuesto los hoteles, forman parte,
más bien de la infraestructura turística.
Los señalamientos de la prensa local y nacional en cuanto a la insuficien-
te educación, la falta de vías de comunicación, la nula industrialización y el
hambre y pobreza en que vivía mucha de su población resultan casi ofensivos
frente a las noticias que, paralelamente, dan esas mismas fuentes respecto de
la restauración de edificios virreinales, de las obras públicas para el adorno
del centro de la ciudad, de la creación de nuevos espacios y servicios desti-
nados a incrementar el turismo y de la formación de organismos destinados
a fortalecer la actividad turística. Así, en 1960 se integró el Patronato Estatal
de Turismo cuya función fue trabajar conjuntamente en “todos los elementos-
que fortalecen la industria turística”43. A lo largo de la década de los setenta,
41 Ibidem, “Oaxaca al margen de muchas cosas” en Dos mil temas de Oaxaca: Carteles del Sur, Diario de
Oaxaca (30 ago. 1976), p. 176.
42 HAOJ. “Memoria Descriptiva” del Plan Parcial de Conservación del Centro Histórico de la Ciudad de Oaxa-
ca de Juárez, Oaxaca, modificada en 1998, p. 8.
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Turismo y Patrimonio: engañosas perversiones del avance de la ciudad de Oaxaca
46 AGPEO. Eliseo Jiménez, 1978: Cuarto Informe, p. 41-42; ibidem, 1979: Quinto Informe, p. 8-9; ibidem,
1980: Sexto Informe, p. IV-10.
47 No he podido documentar la inversión para los servicios de salud; sin embargo, no parece haber sido
prioritaria, según lo muestra la infraestructura de Unidades Médicas anotada en la gráfica 4.
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Carlos Lira Vásquez
48 UNESCO United Nations Educational Scientific and Cultural Organization, 1987: Convention Concerning
the Protection of the World Cultural and Natural Heritage, Report of the World Heritage Committee, Ele-
venth session, Unesco Headquarters, 7-11 Dec 1987. Historic Centre of Oaxaca and Archaeological Site
of Monte Alban. Traducción propia.
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Turismo y Patrimonio: engañosas perversiones del avance de la ciudad de Oaxaca
49 COPLADE Oaxaca, 1993: Primer Informe; ibidem, 1994: Segundo Informe; ibidem, 1995: Tercer Informe;
ibidem, 1996: 4° Informe; ibidem, 1997: 5° Informe; ibidem, 1998: 6° Informe.
181
Carlos Lira Vásquez
5,000,000 millones de pesos (1975) y los centros deportivos urbanos de las co-
lonias del Maestro, Piloto y Vicente Suárez, erigidos en 1976, cuyo egreso fue
de $704,000,000 millones de pesos; la Central de abastos, con un presupuesto
de $ 34,500,000 millones de pesos (1974); la Calzada de la República construi-
da sobre el río de Jalatlaco, cuya obra de ornamentación urbana tuvo un gasto
de $ 6,505,053 millones de pesos (1974).
En cuanto al capital invertido en habitación popular, en 1972 alcanzó los
$ 83,542,000 millones de pesos aplicados a la construcción de 850 viviendas
por el INFONAVIT y 534 por FOVISSSTE; este último erigió además 450
viviendas en el conjunto habitacional “Primero de Mayo”, con un costo de
$53,000,000 millones de pesos. Respecto a la construcción de edificios de sa-
lud, en 1965 se inauguró el Hospital civil, en 1970 el del ISSSTE y en 1974
comenzó a funcionar el Hospital Pediátrico que requirió de una inversión de
$ 15,000,000 millones de pesos; en 1976 el hospital del IMSS, fundado en 1951,
fue ampliado con un presupuesto de $12,104,000 millones de pesos50. Entre las
obras construidas entre 1980 y 2000 destacan el Centro Cultural Oaxaca y el
parque La Ciudad de las Canteras, hoy prácticamente en desuso.
Conclusiones
Al terminar el siglo XX la mayor parte del centro histórico de Oaxaca es-
taba conformado por numerosos hoteles, fondas, restaurantes, bares, cafés,
50 AGPEO. Gómez, 1973: Tercer Informe: p. 18-19 y Zárate, 1976, Segundo Informe: p. 46-47; Brena, 1968:
Memoria 1962-1968: s/p; Gómez, 1972: Segundo Informe: p. 21-23; Zárate, 1976: Segundo Informe: p.
46-47; ibidem, 1975, Primer Informe: p. 61; Jiménez, 1977, Tercer Informe: s/p; Gómez, 1974, Cuarto
Informe: p. 61-65; ibidem,1974, Cuarto Informe de Gobierno; p. 61-65; Zárate, 1976, Segundo Informe:
p. 38-41; Brena, 1964, Segundo Informe: p. 32; Gómez, 1974,Cuarto Informe: p. 45-46; Zárate, 1976,
Segundo Informe: p. 37.
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Turismo y Patrimonio: engañosas perversiones del avance de la ciudad de Oaxaca
51 Abundan por ejemplo los hoteles que, habiéndose construido en la segunda mitad del siglo XX, pregonan
ocupar un edificio de origen virreinal restaurado.
52 El caso de la reciente “restauración” del ex convento de San Pablo es tal vez el ejemplo más flagrante.
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Turismo y Patrimonio: engañosas perversiones del avance de la ciudad de Oaxaca
Archivos
Publicaciones oficiales
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do de Oaxaca, México, DF.
Dirección General de Estadística, 1961: 8o. Censo General de Población 1960. Esta-
do de Oaxaca, México, D.F.
Dirección General de Estadística, 1971: IX Censo General de Población 1970. Estado
de Oaxaca; México D.F.
INEGI Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, 1984: X Censo Ge-
neral de Población y Vivienda 1980. Estado de Oaxaca, México, D.F.
INEGI/DENUE Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. Directorio
Estadístico Nacional de las Unidades Económicas, 1981: Estadísticas Básicas del
Turismo, 1970-1980, México DF.
COPLADE Oaxaca Comisión de Planeación para el Desarrollo del Estado, 1993: Plan
Estatal de Desarrollo 1992-1998, Oaxaca.
COPLADE Oaxaca Coordinación General de la Comisión de Planeación para el Desa-
rrollo del Estado, 1993: Primer Informe de Gobierno 1992-1993, Oaxaca.
COPLADE Oaxaca Coordinación General de la Comisión de Planeación para el Desa-
rrollo del Estado, 1994: Segundo Informe de Gobierno 1993-1994, Oaxaca.
COPLADE Oaxaca Coordinación General de la Comisión de Planeación para el Desa-
rrollo del Estado, 1995: Tercer Informe de Gobierno 1993-1994, Oaxaca.
185
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Bibliografía
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Turismo y Patrimonio: engañosas perversiones del avance de la ciudad de Oaxaca
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187
La contemporaneidad de la forma urbana
en la ciudad de Puebla
Introducción
E
l objeto de la presente investigación es el estudio de la forma urbana
que configuraron proyectos impulsados en cuatro momentos clave de
su proceso que transformaron, a su vez, la forma de la ciudad de Puebla
en momentos. Son cuatro los momentos de la forma urbana: tres correspon-
den al siglo XX y otro a los albores del siglo XXI.
El argumento para el primer momento fue en el marco de la celebración
del Centenario de la Batalla del 5 de Mayo de 1862, en la cual salió victorioso
del ejército mexicano comandado por el General Ignacio Zaragoza, sin em-
bargo, a nivel nacional se impulsaba una política de industrialización donde
Puebla formaba parte de ese proyecto de nación, por tanto, en realidad se
ponían las bases de una nueva ciudad industrial (1960-1980); un segundo mo-
mento fueron las acciones preliminares que acompañaron el expediente de
solicitud para inscribir a Puebla en la World Heritage List (WHL), desde una
visión patrimonialista, consecuentemente, el lugar de la actuación fue el cen-
tro histórico (1981-1992); cerró el siglo XX con el Megaproyecto Angelópolis
(1993-2010), que fue concebido con una visión de escala territorial y actuacio-
nes en el centro y la periferia; de origen se concibió un gran proyecto que des-
afortunadamente se ejecutó parcialmente en el momento de su concepción, no
obstante, tuvo un impacto sin precedentes, en la prefiguración de formas in-
completas que trascienden a la primera década del siglo siguiente; finalmente,
el proyecto del siglo XXI que se realiza en el marco de la celebración de los 150
años de aquella victoria contra los franceses. No hay un proyecto definido, las
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Carlos Montero Pantoja
Fuente: Mapoteca del Archivo General del Ayuntamiento de Puebla (AGAP). Digitalización y re-
dibujo elaboración propia.
190
La contemporaneidad de la forma urbana en la ciudad de Puebla
Fuente: Mapoteca del Archivo General del Ayuntamiento de Puebla (AGAP). Digitalización y re-
dibujo elaboración propia.
Fuente: Archivo personal Enrique Estrada Cuesta, s/f (60s.). Destaca la propuesta de la estruc-
tura de vialidades y propuestas de uso del suelo.
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Carlos Montero Pantoja
Fuente: Archivo personal Enrique Estrada Cuesta, s/f (60s.). Plano Redibujado del original por
el autor.
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Carlos Montero Pantoja
Fuente: Mapoteca del Archivo General del Ayuntamiento de Puebla (AGAP), S.erie Mapas y
Planos.
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La contemporaneidad de la forma urbana en la ciudad de Puebla
La periferia
En el marco de las políticas de descentralización industrial, acordadas cen-
tralmente, se explica la expansión territorial del municipio de Puebla.
A partir de 1960 el dinamismo industrial fue bastante grande, gracias a la
instalación de empresas con una nueva potencialidad proporcionada por la
Autopista México-Veracruz, carretera cercana a la mancha urbana de Puebla e
indispensable para acelerar el desarrollo industrial en sus inmediaciones, por
consiguiente, la influencia de esta supercarretera fue esencial tanto en lo eco-
nómico como en lo urbano. Con esta política nacional se pretende que Puebla
se desarrolle como un polo industrial regional. Hacia la ciudad se genera una
forma concéntrica con dos sectores: el centro y la periferia.
Para hacer posible el establecimiento de la industria y de las nuevas colo-
nias fue necesario:
• Aumentar la superficie urbanizable (fue aumentada en un 62.2%). Desde
luego, el establecimiento de la industria y el crecimiento de la superficie
urbanizable se realizan ocupando suelo de propiedad ejidal, para conse-
guirlo, el municipio juega un papel fundamental en el ordenamiento ur-
bano, aunque se sale de control pues los pobres encuentran en esas zonas
ejidales un sitio donde vivir. La afectación del suelo ejidal es para usos
urbanos pero, sobre todo, para usos industriales. El gobierno se desem-
peña de manera ambivalente: da prioridad a los intereses de la industria
e inmobiliaria asegurando por vías legales el uso de la tierra ejidal para la
reserva territorial que requiere la expansión urbana; y tolera la ilegalidad
de la pequeña promoción inmobiliaria porque así elude la prestación de
los servicios públicos y porque de alguna manera resuelve, parcialmente,
el déficit de la vivienda.
• Como el suelo municipal no sería suficiente para responder a las necesi-
dades del crecimiento industrial e inmobiliario, fue necesario agregar el
suelo de otros municipios al de la ciudad.
• La construcción de infraestructuras carretera para vincular los corredores
industriales con la ciudad. La construcción de las carreteras tuvo sus efec-
tos en la ciudad porque las conexiones reestructuran la relación y funcio-
namiento entre los componentes urbanos y a la ciudad con el territorio.
• La construcción de la infraestructura vinculada a la creación de los par-
ques industriales y los fraccionamientos industriales.
Esta serie de operaciones fueron de carácter periférico, pues su disposición
se orienta a consolidar un proceso de industrialización regional en el cual la
ciudad de Puebla desempeñará el papel motor.
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Fuente: Fototeca del Archivo General del Ayuntamiento de Puebla, Sobre 011, Trienio Marco
Antonio Rojas Flores.
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Fuente: Mapoteca del Archivo General del Ayuntamiento de Puebla (AGAP), Serie Mapas y Pla-
nos, Caja 5, plano 211.
El centro urbano
Como resultado del incremento de la población en la ciudad, hubo quienes
pudieron incorporarse a la industria y a los servicios, mientras que un buen
número se integraron a la economía informal, a través de formas comerciales
muy específicas llamadas ambulantes. Para el Estado es un paliativo, por la
incapacidad de responder con la generación de empleos suficientes, mediante
la inversión en obra pública que, al mismo tiempo, edificasen los equipamien-
tos que necesita la ciudad: mercados, rastro, central de abasto y otros que son
sustantivos para cubrir las necesidades de los habitantes. Se crea entonces una
situación urbana bien conocida en Puebla: la concentración de actividades de
197
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La contemporaneidad de la forma urbana en la ciudad de Puebla
Fuente: Fototeca del Archivo General del Ayuntamiento de Puebla, Sobre 011, Trienio Marco
Antonio Rojas Flores.
Esta ha sido la mayor obra del siglo, articuló la red viaria interna con la
autopista y contribuyó, de alguna manera, a potenciar el centro. La acción
consistió, primero, en la realización de obras de ingeniería tendientes a des-
viar las aguas que proveían al río, luego colocar la bóveda para convertir el río
en albañal de la ciudad, algo que ya sucedía, porque las aguas de la ciudad ya
se evacuaban a ese sitio; finalmente, se proyectaba una red viaria que tendría
como base la ocupación del extradós de la bóveda con una amplia avenida
arbolada tipo boulevard. Dicha avenida interceptaría con la Diagonal Defen-
sores de la República, al norte, y con el Decumanus (Calle Juan de Palafox y
Mendoza). Se forma así una especie de “triángulo viario”. La construcción
del boulevard facilita la penetración al corazón de la ciudad, utilizando las
mismas vías de acceso de la estructura tradicional y aprovechando el Cardo
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Fuente: Mapoteca del Archivo General del Ayuntamiento de Puebla (AGAP), Serie Mapas y Pla-
nos.
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La contemporaneidad de la forma urbana en la ciudad de Puebla
La vivienda
La intervención del Estado durante el periodo 1963-65 marca el comienzo
de la política de fomento a la producción privada de la vivienda. Esta política
tuvo como propósito dinamizar el mercado inmobiliario a partir del subsidio
público, directo e indirecto, al capital inmobiliario. Así comenzaron a otor-
garse subsidios a las empresas fraccionadoras. Asimismo, se apoyó al capital
inmobiliario, a través del subsidio a los adquirientes de lotes de los nuevos
fraccionamientos, a su vez subsidiados.
Los grupos sociales de mejor posición económica tuvieron como su forma
urbana habitable a los fraccionamientos residenciales, exclusivos por su lo-
calización en sitios periféricos, particularmente en cerros, a los que solamente
se podía llegar en automóvil: La Paz, diseñado sobre el cerro de San Juan
(aprovecha perfectamente la topografía para hacer gala de creatividad), Rin-
cón del Bosque en las faldas del cerro de Loreto, inmediato al famoso Hotel
y Restaurante Lastra, de moda en la época y, el Fraccionamiento La Calera,
completamente alejado de Puebla, en las faldas del cerro del Tepoxuchitl.
Después de las grandes obras Puebla intensifica la construcción de la pe-
riferia, a través de los organismos gremiales. Las unidades para obreros se
asentaron completamente periféricas y sin que hubieran tenido resueltas las
201
Carlos Montero Pantoja
Conclusiones
Las ciudades mexicanas se encontraban en la fase de industrialización.
Puebla apenas iniciaba ese mismo proceso. Para eso sólo tuvo que realizar
adaptaciones mínimas que no le favorecían directamente como tampoco a la
región, pero si a la ciudad de México por su cercanía y localización estratégica.
No es casual que las primeras industrias -las más fuertes- se estableciesen
a la orilla de la autopista; ni los insumos ni los productos ni los beneficios del
capital pasaban por la ciudad, por tanto, la misma no se beneficia más que de
la venta de fuerza de trabajo.
Las migraciones más fuertes se desplegaron a partir de entonces, conse-
cuentemente, agudizando el problema de la vivienda. Puebla lo “resuelve”
colmando el centro urbano a costa de transformaciones interiores en las vi-
viendas históricas. En tanto que la burguesía construye sus espacios para vi-
vienda fuera del centro apropiándose de los sitios de reserva ecológica.
El proyecto higiénico tardío del embovedamiento del río San Francisco
tomó prestados argumentos del siglo anterior, pero, en la práctica, se trató
de un proyecto más ambicioso para reordenar la estructura viaria de Puebla,
pensada en función de las necesidades de la industria y, al mismo tiempo, en
el futuro que le deparaba a la ciudad. Las nuevas vialidades provocaron una
serie de cambios en el funcionamiento de la estructura urbana que aún siguen
vigentes.
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Fuente: Archivo
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Fuente: Archivo
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Fuente: Archivo
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Fuente: Archivo
Conclusiones
Es una fase importante que recupera el espacio público, en sitios degrada-
dos, por ejemplo, la intervención en el centro histórico asegura ese carácter
público que tienen los monumentos; la laguna, en su estado natural, estaba
sumamente degradada y con posibilidadess de desaparecer, hoy es un parque
208
La contemporaneidad de la forma urbana en la ciudad de Puebla
El megaproyecto Angelópolis
El Programa de Desarrollo Regional Angelópolis es el primer gran proyec-
to de la etapa contemporánea que se vislumbra en una escala mayor: la del te-
rritorio, con todos los componentes de su estructura. Comprendía inversiones
cercanas a mil millones de dólares además de líneas de financiamiento para
construir 15 mil casas y remozar el centro histórico para darle un atractivo
turístico.
La primera medida del nuevo plan fue modificar los límites decretados en
1980. Tambien se menciona y define la Zona Metropolitana de la Ciudad de
Puebla (ZMP), La estrategia de crecimiento propone el modelo de Centros
de Población Independientes, es decir, en centros urbanos con alto grado de
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La contemporaneidad de la forma urbana en la ciudad de Puebla
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Conclusiones
La potenciación de sectores de la periferia (Todavía no con el potencial de
las centralidades), produjo una competencia de funciones entre el centro y la
periferia, por ejemplo, en el ámbito comercial se distingue lo siguiente:
En la periferia los equipamientos se agrupan en plazas y corredores co-
merciales que, con el paso de los años, consiguieron convertirse en centrali-
dades especializadas; disponen de estacionamientos amplios, “a la puerta”
212
La contemporaneidad de la forma urbana en la ciudad de Puebla
El Centro
El tema de la vivienda en el centro todavía es de interés institucional por-
que es clara la tendencia al abandono del centro urbano; la densidad de ocu-
pación con oficinas y comercios es dominante; la desocupación de la vivienda
es evidente; se extiende desde el Zócalo hasta los antiguos barrios indígenas.
La inhabitabilidad y el abandono sucede en determinadas zonas, sin embar-
go, también por el deterioro a causa de la edad de los inmuebles que los hace
más vulnerables a los eventos naturales; además, para muchos de los propie-
213
Carlos Montero Pantoja
La Periferia
Se han potenciado otras centralidades en la ciudad pero con características
diferentes a las del centro, por ese motivo el núcleo histórico mantiene su
papel monocéntrico. Las ventajas de las centralidades periféricas son, por
ejemplo, el acceso, el parqueo, el arbolado, la seguridad, la contaminación
auditiva, olfativa y ambiental. Por más que en los 60s se trabajó para el auto-
móvil, el centro nunca logró ofrecer todo lo que los hipermercados han alcan-
zado en la periferia. Por esa razón, en el marco de las obras de infraestructura
periféricas, se realiza un proyecto de vialidades que incluye la pavimentación
de un grupo de vialidades primarias entre las que se hallan dos de las entra-
das principales y la construcción de puentes en los cruces principales para
resolver los problemas viales (dirán sus autores), aunque están modificando
los imaginarios de la ciudad con diseño urbano sin carácter. El imaginario de
214
La contemporaneidad de la forma urbana en la ciudad de Puebla
Puebla está caracterizado por la modernidad de los años 60s que testimonia
el conjunto del Centro Cívico 5 de Mayo, dominado por el Auditorio de La
Reforma y el de los años 70s no destruye sino agrega la zona deportiva con
sus estadios. Los años posteriores también suman con nuevos museos y el
Planetario. El imaginario que hoy se construye está dominado por los puentes
y segundos pisos, nada diferente a lo que se construye en la mayoría de las
ciudades mexicanas por tanto, en vez de conservar su carácter local y forta-
lecer sus elementos identitarios tiende a ser como cualquiera de las ciudades
mexicanas.
Conclusiones
En general, renunciaron a las actuaciones globales de los hechos urbanos,
no así a su comprensión, a partir de lo cual se pudieron desarrollar prácticas
especulativas. La razón es evidente, a través de esta medida, se han podi-
do ocultar operaciones de inmobiliarias con las cuales se liberan así mismos
y liberan, a su vez, a los gobiernos del compromiso de confeccionar planes
generales. Por tanto, los conceptos bajo los cuales se elaboraron los planes,
proyectos y la toma de las decisiones (que deberían ser de los ciudadanos
involucrados), más los beneficios que se invocan, tienen su origen en las em-
presas que los apoyan y los trasmiten hacia el gobierno quien produce los
instrumentos correspondientes. Han sido entonces, actuaciones desde el con-
cepto clásico del proyecto arquitectónico aunque aparecen siempre con el ros-
tro maquillado de “Plan General”, “Plan Parcial”, “Plan Especial” o “Proyecto
Urbano”. Esta práctica también se debe, en parte, a que la formación de quie-
nes hacen ciudad son fundamentalmente arquitectos e ingenieros civiles. La
disciplina urbanística ha estado adosada a la de arquitectura y de ingeniería,
a veces, disociada y en ciertos casos hasta encontrada.
No ha existido un proyecto de ciudad que atienda los requerimientos so-
ciales concretos. Los aspectos formales y técnicos, hasta ahora, se han supe-
ditado a las exigencias políticas. Las necesidades que buscan más un voto de
campaña que hacer, ordenar o reproducir ciudad y evidentemente, dichas to-
mas de decisión han escondido intereses económicos. A ello se debe también
que no se haya podido desarrollar y profundizar más sobre los planos, ya que
los operadores se han cuidado muy bien de no dejar huella y testimonio que
los evidencie.
Ha sido en fechas muy recientes cuando por fin, se intenta entender la
ciudad en sentido más totalizador; los planes de desarrollo ya incluyen como
parte fundamental del mismo a los planes generales, los parciales y los espe-
ciales, confiamos en que no queden sólo en los documentos oficiales.
215
Carlos Montero Pantoja
Reflexiones finales
Al estudiar el proceso evolutivo de estos cuatro periodos se pudo descu-
brir que las formas de operar no siempre son las mismas, las tendencias son
idénticas porque se manejan desde quienes toman las decisiones y todavía
responden a un interés político y económico, la diferencia radica en el nivel de
la intervención, es decir, en la categoría, escala y magnitud cuya inclinación la
define el capital financiero.
Puebla, por su cercanía con la ciudad de México ha estado más subordina-
da a ella que a su propio desarrollo, inclusive, algunos proyectos de México
consideran a Puebla como elemento de apoyo, ha sido el caso del aeropuerto
y de la propia industria que comenzó muy tarde a potenciar a la ciudad. Por
ésta razón no la consolidó como ciudad industrial, inclusive hoy, la cercana
Tlaxcala ha resultado mucho más fomentada. Puebla es un estado de los más
pobres del país (tercero en el censo de 1990), por tanto, no es una ciudad de
grandes capitales, más bien, es pobre.
En el siglo XX los argumentos han sido sociales supuestamente buscando
el beneficio y la utilidad pública; sin embargo, los hechos no siempre han
correspondido con los fundamentos. El sistema urbano de relaciones se con-
figuró tomando como elemento de vinculación al automóvil, cuya influencia
llegó también a la arquitectura.
La especulación se desarrolló en todos sentidos, primando la política so-
bre los demás. Han sido también las organizaciones sindicales (CROC, CTM,
etc.), el INFONAVIT y más recientemente operadores inmobiliarios privados,
quienes especulan al poseer reservas territoriales para edificaciones masivas
de vivienda y controlar las asignaciones de acuerdo con la afinidad, partici-
pación y compromiso político, situación que, al final se traduce en control
político y aseguramiento del poder.
Nos propusimos conocer las propiedades más comunes del proceso de
transformación de la forma urbana y arquitectónica de la ciudad de Puebla.
Con base en lo expuesto, la investigación concluye que son ciertos los supues-
tos siguientes:
1- Las ciudades responden a modelos de construcción y funcionamiento simi-
lares y a intereses económicos, políticos e ideológicos también similares.
Son las tendencias, la intensidad y la escala de actuación quienes hacen la
diferencia espacial.
2- Es la presión que ejercen las actividades terciarias sobre los ámbitos inme-
diatos la que produce la renovación de las áreas centrales. Dicha presión
se debe a que la renta que se produce por la centralidad condiciona la
transformación del uso de la ciudad histórica.
216
La contemporaneidad de la forma urbana en la ciudad de Puebla
Fuente: Archivo
217
Carlos Montero Pantoja
218
La contemporaneidad de la forma urbana en la ciudad de Puebla
miso serio entre los diversos actores locales: los municipios, los grupos de
interés privado y público en general.
En este contexto, el camino debe ser la incorporación de la conservación
del patrimonio en las estrategias de desarrollo de la ciudad, poniendo énfasis
en la función residencial. Las políticas de han estado enfocadas hacia la cons-
trucción de nuevas viviendas en la periferia pero deben invertir la tendencia
orientando los programas de financiamiento y de préstamo a la restauración,
rehabilitación o renovación de viviendas centrales. Este cambio de política
no es para que los pobres que viven en las vecindades dejen su sitio a clases
sociales altas. Se trata sí, de que el centro histórico permanezca como un ba-
rrio residencial, pero, manteniendo a sus mismos habitantes, es decir, se trata
de dar una solución tomando en cuenta que el hábitat es colectivo y que los
habitantes pertenecen a las clases económicamente más pobres. Los usos de
vivienda deben acompañarse de los servicios complementarios a esta, es de-
cir, pequeños comercios, escuelas, servicios de salud, etcétera. Una medida de
esta naturaleza contribuye a reequilibrar la distribución y la densidad de los
usos entre el centro y la periferia.
Puebla ha sabido mantener su identidad en el centro histórico, debido a
que la mayoría de los usos han sido a la escala del tejido urbano tradicional.
No obstante, esta identidad está en peligro. Por una parte por el deterioro del
hábitat y la congestión vehicular. De otra parte, por la tendencia de la reutili-
zación con menoscabo del patrimonio edificado.
La tendencia de la recuperación del centro histórico ha sido fundamental-
mente para el consumo cultural y turístico, ya que el valor que da el tiempo
y la ventajosa localización ha sido una buena transacción para el mercado
inmobiliario y además da prestigio a quienes se preocupan de la conserva-
ción a través de inversiones y se benefician simbólicamente de su condición
histórica para la localización de actividades terciarias de las cuales si reciben
beneficios tangibles. Sin que sea demasiado notorio, la recuperación en estos
términos ha tenido como consecuencia un éxodo paulatino de los habitantes
y de las actividades tradicionales y cotidianas.
La renovación debe ser: en primer término, benéfica para la sociedad (no a
sus representantes); en segundo, significativa, para que la ciudad se reordene
y cumpla cabalmente con sus funciones sustantivas; en tercero, reactivado-
ra de la economía, regional preferentemente, para que puedan movilizar los
recursos que se invierten, desde el proyecto hasta sus impactos; en cuarto,
conservadora del patrimonio edificado sin menoscabo de las condiciones de
vida de sus habitantes y de la renta que producen a sus propietarios, situación
que implica compatibilizar las ideas modernizadoras con el respeto de los
testimonios históricos y los intereses de los propietarios de inmuebles con los
de la sociedad; en quinto, conservadora de su medio natural, es inconcebible
que los proyectos, lejos de conservar el medio lo depreden, incluso, muchos
219
Carlos Montero Pantoja
de los siniestros se deben, en parte, a que no se han tomado este tipo de con-
sideraciones.
Figura 19: Laguna de San Baltazar
Fuentes consultadas
Fuentes primarias
Libros
220
La contemporaneidad de la forma urbana en la ciudad de Puebla
Tesis
Documentos Institucionales
221
¿Baja densidad o baja urbanidad?
Tipologías de ocupación en el Área
Metropolitana de Concepción1
2 Arquitecto. Máster en Gestión Urbana UPC. Profesor colaborador Universidad de Concepción. Facultad
de Arquitectura, Urbanismo y Geografía. E-mail: edisonsalinas@gmail.com.
223
Edison Salinas Varela
Leonel Pérez Bustamante
Abstract
To understand the recent processes of metropolitan occupation, a methodology ba-
sed on visual interpretation of aerial and satellite images and census data is deve-
loped. This methodology has been applied on the Metropolitan Area of Concepción
(MAC), for the census years 1992 and 2002. This analysis provides maps and sta-
tistical tables that allow synthesizing relevant aspects of the growth processes of
urban areas from a morphological perspective; discover the types of occupation of
urban land and the impact these have on the variation of urban population density on
a metropolitan and municipal scale. The results show that during the study period,
the MAC has a significant urban growth, mainly resulting from the consumption of
industrial and residential land, condition that in turn produce a negative impact on
the urban population density.
Keywords: Metropolitan Area of Concepción, urban land cover, urban growth, urban
sprawl, land consumption
I. Introducción
L
a ciudad latinoamericana está siguiendo un patrón de cambio similar a
lo observado en contextos europeos y norteamericanos. Se trata princi-
palmente de cambios en los dos aspectos base de la ciudad: la forma y
la función. A grandes rasgos, lo que ha caracterizado esta trasformación es la
modificación morfológica en relación con atributos de contigüidad, compaci-
dad y límite del modelo histórico de ciudad, por los de discontinuidad, frag-
mentación o difusión de lo urbano contemporáneo. Junto con esto, la intensifi-
cación de las interacciones entre núcleos urbanos de relativa cercanía expande
la ciudad más allá de los límites administrativos, apareciendo conceptos como
ciudades en red, policentrismo y ciudad región (Portas, 2004: 227).
El análisis de los cambios de ocupación del territorio que se producen como
consecuencia de las diversas actividades humanas sobre el territorio, y por la
dinámica natural de los ecosistemas, constituye un indicador de trascendental
importancia para avanzar en el conocimiento de las potencialidades hacia un
desarrollo más sostenible (OSE, 2006: 23). Para el caso del AMC, ya en 1999,
Azócar y Sanhueza ponían como ejemplos de ello la urbanización progresiva
del sistema de humedales y otros sectores planos, y el confinamiento definiti-
vo de grandes tramos de los ríos Biobío y Andalién, que atraviesan el núcleo
central del AMC, por zonas residenciales e industriales. Más recientemente,
Romero, Moscoso y Smith (2009) desarrollaron una sistemática evaluación
ambiental de los efectos del crecimiento urbano en diversas ciudades y tres
áreas metropolitanas chilenas -entre ellas el AMC- concluyendo sobre el des-
mejoramiento de la calidad ambiental expresado entre otros por: cambios en
el clima urbano y pérdida de calidad del aire; generación de islas de calor
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Metropolitana de Concepción
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Leonel Pérez Bustamante
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Leonel Pérez Bustamante
III. Metodología
Se construye una metodología basada en la adaptación de proyectos eu-
ropeos, que a través del establecimiento de protocolos permite a los inves-
tigadores obtener resultados comparables, posibilitando la construcción de
bases de datos más amplias a partir de información de distintas fuentes. Si
bien la idea del trabajo es poder comparar los resultados, existe la necesidad
de revisar y adaptar estas metodologías debido a diferencias en las fuentes de
datos y a los objetivos específicos del presente trabajo enfocados al estudio de
la ocupación urbana y por tanto a una clasificación reducida.
Se genera una base de datos geográfica específica para el área de estudio,
que permite operar a través de un SIG información cartográfica y numérica
proveniente de las diversas fuentes y formatos. Esta base se construye a par-
tir de imágenes aéreas para los dos periodos estudiados 1992 y 2002, siendo
necesario realizar procesos de encaje, corrección y georreferenciación de imá-
genes. Luego, una vez definidas las categorías de clasificación, se realiza la
fotointerpretación y digitalización de las áreas y tipos de ocupación.
Uno de los puntos claves del trabajo consistió en la definición del inven-
tario de clases a utilizar en la clasificación. A la fecha no existe un marco de
referencia para este tipo de investigaciones en Latinoamérica, por lo que se
decide ocupar estándares europeos que permitan comparar los resultados,
como también la posibilidad a futuro de generar una base de mayor amplitud.
Basándose en las categorías propuestas por el proyecto Corine Land Co-
ver4 se elabora una clasificación propia centrada específicamente en las su-
perficies artificiales o construidas (Cuadro Nº 2). De esta se excluyen algunas
ocupaciones difíciles de obtener por medio de la interpretación visual, como
por ejemplo son las áreas verdes urbanas, que además de ser difíciles de iden-
tificar y separar de otro tipo de suelos como pastizales, terrenos húmedos, etc.,
para el área de estudio presentan superficies mínimas de ocupación. También
4 Véase “Land accounts for Europe 1990–2000. Towards integrated land and ecosystem accounting”. EEA,
2006.
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V. Resultados
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Metropolitana de Concepción
Densidad urbana
Un segundo indicador relevante es conocer el cambio de las densidades de
población urbana. La densidad urbana pone en relación la población de un
determinado territorio con la superficie urbanizada.
En el Cuadro Nº4 se muestra el cambio de la densidad de población urba-
na para los años de estudio, donde se observa que a nivel metropolitano ésta
ha disminuido levemente de 89hab/ha a 85hab/ha. Sin embargo esta pérdi-
da de densidad no es un proceso homogéneo en el territorio; la misma tabla
señala la diferencia que existe entre comunas: mientras las del núcleo central
pierden densidad (Concepción-Talcahuano) las que llamamos “segunda co-
rona” se densifican de forma importante (Chiguayante, Penco y San Pedro) y
finalmente las de la tercera corona pierden densidad (Coronel, Lota y Tomé).
Surge así otra pregunta importante ¿Cuál es la causa del crecimiento urba-
no y la des-densificación a nivel metropolitano? ¿Qué tipo de ocupación es la
que está determinando el consumo de suelo? ¿Es un cambio en las tipologías
de ocupación residencial? ¿O es debido al crecimiento de otros tipos de usos
de suelo, como el industrial y comercial? Para responder a estas cuestiones se
analizan a continuación los distintos tipos de ocupación de suelo según las
categorías elaboradas.
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Metropolitana de Concepción
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Conclusiones
Mediante la aplicación de una metodología basada en la fotointerpreta-
ción de imágenes aéreas e información censal se ha podido conocer, desde
una aproximación morfológica, los procesos recientes de ocupación urbana
en una ciudad latinoamericana de tamaño medio, con mayor precisión. En su
elaboración se ha desarrollado una metodología que permite a futuro com-
parar los datos obtenidos con la abundante información existente para ciu-
dades europeas y norteamericanas. Pese a este esfuerzo, es necesario mejorar
y perfeccionar la metodología en cuanto a la calidad de la información y la
extensión del periodo a analizar.
Durante el periodo estudiado, el AMC muestra un importante crecimiento
en términos de superficie urbana. Comparado con lo ya urbanizado, en diez
años aumentó en superficie lo que ocupa una de sus comunas medianas o
dos de sus comunas pequeñas. Sin embargo este crecimiento y la ocupación
urbana total son aún una parte mínima del total de superficie disponible (no
urbanizada) del territorio metropolitano.
Este crecimiento implica modificaciones cualitativas en la estructura y lo-
calización del suelo urbanizado: la ocupación urbana central predominante
(Concepción-Talcahuano) se ha extendido cruzando la barrera hidrográfica
del Biobío, sumando la zona con mayor concentración de suelo urbanizado
de San Pedro. El proceso más importante de localización de nuevo tejido es
en la periferia de este núcleo, en un proceso de expansión y conurbación,
intensificando la conexión con una segunda corona de municipios, Chigua-
yante y Penco, conexión que también tiende a esbozarse en los municipios
alejados como Coronel , Lota y Tomé. El crecimiento de las comunas de la
“segunda corona” apoya la tesis de una transición hacia una “descentrali-
zación” de los tejidos y funciones del sistema metropolitano; más que un
modelo de crecimiento disperso como el descrito para las ciudades latinoa-
mericanas por algunos autores (Rojas, 2009; Janoschka, 2005), se observa una
tendencia a conurbar los núcleos, ocupar intersticios y configurar una gran
mancha metropolitana. Esta tendencia a colmatar los vacíos está presente en
el Plan Regulador Metropolitano, en donde el suelo urbanizable es una gran
mancha continua que cubre gran parte de la zona costera de la provincia, lo
que agravará las externalidades negativas del proceso urbanizador en la ca-
lidad ambiental (Romero et al., 2009). Es importante señalar que la condición
de desarrollo intermedio que actualmente tiene el modelo metropolitano es
una condición propicia para orientar su desarrollo hacia un sistema urbano
236
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Metropolitana de Concepción
237
Edison Salinas Varela
Leonel Pérez Bustamante
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¿Baja densidad o baja urbanidad? Tipologías de ocupación en el Área
Metropolitana de Concepción
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Leonel Pérez Bustamante
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¿Baja densidad o baja urbanidad? Tipologías de ocupación en el Área
Metropolitana de Concepción
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6236.
241
Monterrey: estrategias para el rescate de la
metrópolis
243
Nora Livia Rivera Herrera María
Teresa Ledezma Elizondo
Abstract
One of the main problem of the Metropolis is that most of the spaces were not
planned for resolving and settling the changing and demanding needs of the popu-
lation. Although derived from the urban explosion generated by population growth,
abandonment, underutilization or supersaturation of spaces, this problem does not
emerge to adapt to the changing urban context spaces.
Moreover, metropolitan areas are usually specialized zones dependent on a focus
that centralizes the space that protects employment centers and services, proving
to be the most affected areas within cities. The main problems are affecting these
areas include: overcrowding, poor urban mobility systems, loss of public spaces,
and pollution.
Therefore, the objective of this study is to analyze the information that reflects the
current state of Monterrey Metropolitan Downtown (MMD), so, it is required to identi-
fy some of the urban aspects that represent a deeper problematic for the urban and
social development. To finally propose strategies that contribute to the reorganiza-
tion of the urban structure to optimize the new process, the uses of space, underu-
tilized infrastructure and encourage investment and economic and social revival of
the MMD.
Keywords: Urban Regeneration, Metropolitan Downtown, territorial reorganization
I. Introducción
L
as ciudades contemporáneas se formaron gracias a condicionantes del
entorno. Sin embargo, con el desarrollo de las “Metrópolis”, producto
del crecimiento poblacional junto a las necesidades consecuentes de la
urbanización, se han pasado por alto todas las condiciones del entorno hasta
el grado de promover la degradación del contexto para el espacio urbano.
Por ejemplo, más de la mitad de la población mundial actualmente habita
en ciudades, es decir, alrededor de 3,500 millones de personas. Para el año
2050 se espera que casi el 70% de la población mundial aspectada, unos 6,290
millones de personas habite los centros urbanos. Esto exige el crecimiento y
desarrollo de las ciudades, la creación de espacios urbanos que cumplan con
las necesidades de las nuevas demandas poblacionales. Pero ¿Qué sucede con
todos aquellos espacios urbanos que ya existen?
Nos referimos a aquellos espacios urbanos expirados, poco funcionales,
con estructura y usos de suelos incompatibles, marginados en el descuido e
incluso abandonados. Este estado inaceptable es un reflejo de la inadecuada
adaptación urbana. El principal reto para el futuro de las “Metrópolis” es de-
terminar qué sucederá con estos espacios, porque deben convertirse en una
oportunidad de expansión y desarrollo.
244
Monterrey: estrategias para el rescate de la metrópolis
Figura 1: Grandes Metrópolis de Latinoamérica: a) Sao Pablo, Brasil, cuenta con una
población total de 11; 244, 369habitantes (CENSO 2010) b) Ciudad de México tiene
una población conjunta de 15; 175, 862 habitantes (CENSO INEGI 2010) c) Caracas,
Venezuela con 6; 250, 329 habitantes
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condiciones inferiores a las existentes en los espacios ocupados por las clases
de medias y altas. Paulatinamente la ciudad tradicional se fue transformada
en una “ciudad de masas”. En la mayoría de las ciudades el centro cambia
de función, las familias con mayor nivel económico emigran hacia nuevos
barrios elegantes, producto de la parcelación de propiedades rurales mejor
ubicadas, mientras en los centros se intensifica el uso del suelo a través de la
subdivisión de casonas y palacetes que dan cabida a viviendas combinadas
con comercios y servicios. Los propios dueños o los especuladores urbanos
impulsaron el negocio inquilinario de lo que con distintos nombres significa
lo mismo en nuestro continente: mesones, conventillos, ciudadelas, etcétera.
Paralelamente en los nuevos edificios habitacionales que surgieron en la tra-
ma consolidada o en las zonas de crecimiento popular aparecen, inspiradas en
el referente anterior, tipologías conocidas como casa de vecindad, cuartería,
etcétera, la primera manifestación de hábitat de masas que ofrece el mercado
inmobiliario en nuestro continente; sin embargo, en las aglomeraciones me-
nores la estructura urbana colonial se mantuvo casi sin cambios.
Hacia la mitad del siglo XX los centros urbanos de las grandes ciudades
comienzan a experimentar un proceso de deterioro progresivo, algunos de los
cuales apenas empiezan a recuperarse en fechas recientes. Las áreas centrales
que se habían convertido en espacios receptores de población migrante, por
efecto de re-funcionalización de la ciudad, comienzan a vaciarse de su pobla-
ción residente, siendo algunas áreas periféricas las que pasan a ser los espa-
cios alternativos para recibir a las nuevas masas inmigrantes. Así las expan-
siones metropolitanas son comunes durante la segunda mitad del siglo XX.
De manera que la recuperación de los centros antiguos de las ciudades la-
tinoamericanas como política de desarrollo urbano es un fenómeno reciente,
quizá de las dos últimas décadas del siglo XX donde se busca reconocer el
valor patrimonial de los espacios urbanos antiguos proponiendo alternativas
para su aprovechamiento integral, volviéndose hoy uno de los paradigmas de
la planeación y gestión de casi todas las ciudades de América Latina (Mesías
y Suárez, 2005: 1-14).
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Monterrey: estrategias para el rescate de la metrópolis
origen, desplazadas muchas por la violencia, sin equipaje físico y sin compe-
tencias educativas.
En segundo lugar, a comienzos de los años ochenta llegó a dicha ciudad el
narcotráfico y empezó una era de violencia que nadie jamás imaginó. Hubo
destrucción por toda la ciudad, y para contrarrestarla se trabajó arduamente
con la Policía, se propuso un programa de reinserción, pero sobretodo la pe-
dagogía de la convivencia y la cultura ciudadana, fueron importantes para
la disminución de la violencia. Asimismo, las oportunidades socialesse in-
tegraron en un conjunto de intervenciones que se denominó “Medellín, la
más Educada”, que hacen de la educación, entendida en un sentido amplio,
el motor de la transformación social. Programas como Cultura del Emprendi-
miento (Cultura E), Presupuesto Participativo, Urbanismo Social y Proyectos
Urbanos Integrales, Medellín Incluyente y la intervención de calidad en todas
las componentes del sistema educativo fueron son las bases de la transforma-
ción social de Medellín.
El modelo de Medellín, apunta Garza-Leonard (2001) tiene, entre otras co-
sas, seis ejes de acción: 1) Infraestructura social y mejor urbana, 2) Seguridad
y Convivencia, 3) Salud y Desarrollo familiar, 4) Capacitación y empleo, 5)
Educación, y 6) Deporte social, cultura y recreación. En todos estos ejes de
acción el componente de participación de los diversos actores públicos es alto;
de ahí que se considere trabajar siempre con: Ciudadanos, Agentes de cambio
social, ONG’s y la Empresa Privada. El modelo de Medellín se puede definir
como un proyecto de gran impacto que busca combinar varios proyectos de
pequeña escala, apoyado en un edificio emblemático, con los servicios de ma-
yor calidad y un sistema de transporte para de ahí comenzar las acciones de
mejora urbana y de recuperación de la convivencia social y seguridad en los
barrios (colonias).
Figura 3: Parque Biblioteca España en Medellín.
Fuente: www.sergiofajardo.com
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Fuente: http://www.museosdemexico.org
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Fuente: Plan de Desarrollo Urbano Sustentable de Monterrey 2008 – 2025 (Modificada para la
edición de este texto).
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Monterrey: estrategias para el rescate de la metrópolis
Fuente: Imagen facilitada por la Administración del Municipio de Monterrey (Modificada para la
edición de este texto). Plan de Desarrollo Urbano Sustentable de Monterrey 2008 – 2025 (Modi-
ficada para la edición de este texto).
Fuente: Imagen facilitada por la Administración del Municipio de Monterrey (Modificada para la
edición de este texto). Plan de Desarrollo Urbano Sustentable de Monterrey 2008 – 2025 (Modi-
ficada para la edición de este texto).
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Nora Livia Rivera Herrera María
Teresa Ledezma Elizondo
Fuente: Imagen facilitada por la Administración del Municipio de Monterrey (Modificada en esta
edición). Plan de Desarrollo Urbano Sustentable de Monterrey 2008 – 2025 (Modificada para la
edición de este texto).
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Monterrey: estrategias para el rescate de la metrópolis
VI.3 Propuestas
Las estrategias y propuestas presentadas en este documento son el resulta-
do de un proceso de análisis y diseño, en el cual se tomaron en cuenta los dis-
tintos análisis mencionados en el capítulo anterior y las ideas fundamentales
encontradas en el estudio del caso.
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Z1 Manzanas delimitadas entre la Av. José Ma. Pino Suarez y la Av. Cuauhté-
moc. En ella visualizamos un espacio Transitivo que cuente con Equipa-
miento y Servicio.
Z2 Clasificados a su vez en “a”, “b” y “c”, son grupos de 9 manzanas internas
en el Distrito. En ella planteamos el ordenamiento Comercial de alto im-
pacto y los Usos Mixtos.
Z3 Es una agrupación irregular de manzanas que se concentra entre la ca-
lle George Washington, La Av. Juan I. Ramón, la Av. Cuauhtémoc y la
Av. Benito Juárez. Comprende las manzanas de Colegio Civil, el mercado
“Fundadores” y la estación del metro Alameda. En el buscamos potenciar
el equipamiento Comercial, Cultural y Deportivo reestructurando el me-
dio físico construido.
Z4 Comprende 12 manzanas entre la calle Emiliano Carranza al Poniente y
la calle Ignacio Zaragoza al Oriente, la Calle Ruperto Martínez al Norte y
la Av. Juan I. Ramón al Sur. En esta zona buscamos desarrollar el uso de
suelo habitacional multifamiliar, el Comercio Mixto de bajo impacto y los
Servicios.
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Monterrey: estrategias para el rescate de la metrópolis
267
Nora Livia Rivera Herrera María
Teresa Ledezma Elizondo
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268
Identidad, Representaciones Sociales y
apropiación del espacio en la periferia de
Monterrey
Resumen
La antigüedad en el barrio y la fuerza de identificación en el espacio constituyen la
memoria progresiva de lugares y experiencias espaciales, “instituyéndolos como
territorio” y “espacializando el recuerdo” (Baby-Collin, 2002). La identidad del barrio
se genera gracias a conocimientos socialmente elaborados, transmitidos mediante
la comunicación social, es decir, Representaciones Sociales (RS) (Jodelet, 1986).
Igualmente, la Identidad Social se relaciona con niveles de identificación y catego-
rización social, asociados a mecanismos afectivos y motivacionales, además de
tendencias afiliativas y aceptación de normas internas. Este trabajo muestra la iden-
tidad social, a partir de representaciones, donde coexisten dos grupos socialmente
antagónicos, al norte del área metropolitana de Monterrey. Destacan, por una parte,
RS ligadas a la identidad y al arraigo, donde la estructuración urbana tiene bases
imaginarias y simbólicas, y por otra, RS ligadas a la tranquilidad, sujetas a las ac-
tuales formas de hacer ciudad, donde clases medias y altas se han encerrado por
miedo o por búsqueda de distinción (Caldeira, 2007).
Palabras clave: Identidad Social, Representaciones Sociales, área metropolitana de
Monterrey
Abstract
The antiquity in the neighborhood and the identification force in the space constitute
the progressive memory of places and spatial experiences, “instituting them like
territory” and “spatializing the memory” (Baby-Collin, 2002). The neighborhood iden-
269
Carlos Estuardo Aparicio Moreno
Introducción
E
ste trabajo se interesa por los mecanismos de apropiación del espacio
como parte de un proceso de generación de identidad social, tomando
como punto base elementos teóricos provenientes de la Teoría de las
Representaciones Sociales (RS) y de la Teoría de la Identidad Social (TIS) en
lugares conceptualizados como “de contraste residencial” (Aparicio, Ortega y
Sandoval, 2011: 201) o donde los “ricos” viven al lado de los “pobres”. En este
caso, el sitio de estudio se localiza al Noreste de México, en la periferia norte
metropolitana de Monterrey, el núcleo urbano más importante del Norte del
país.
La sociedad que ha ocupado la ciudad de Monterrey y su zona metropoli-
tana2, se ha caracterizado desde sus comienzos en colocar en capas sociales a
quienes la integran de acuerdo a niveles de estudio, su capacidad emprende-
dora, lugar de procedencia o grupo étnico, entre otras cosas. Pero, esta mis-
ma sociedad, que es reconocida como “regiomontana”, ha sido ejemplo de
solidaridad ante desastres naturales, como huracanes u otro tipo de eventos
(Zavala, 2010: 5). La presente investigación presenta el contexto actual del
área metropolitana de Monterrey (AMM), además de abordar los conceptos
de “representación”, “identidad” y “apropiación del espacio”. Esta investiga-
ción tomará en cuenta las contribuciones de la teoría de las RS y de la TIS para
poder hablar de la apropiación del espacio, tanto física como cognitivamente.
El objetivo de este trabajo es presentar las dinámicas sociales en lugares
de contraste residencial relacionadas con características socio-económicas y
la construcción de significados. En este sentido, reiteramos que los lugares
2 Durante la década de los ochenta, por decreto del entonces gobernador Alfonso Martínez Domínguez,
oficialmente sea considerada la integración del área metropolitana por nueve municipios: Monterrey, San
Pedro Garza García, Guadalupe, San Nicolás de los Garza, Santa Catarina, General Escobedo, Apodaca,
Juárez y García (Aparicio, Ortega y Sandoval, 2011: 192).
270
Identidad, Representaciones Sociales y apropiación del espacio en la periferia de Monterrey
271
Carlos Estuardo Aparicio Moreno
3 Para ambos estudios, la información fue obtenida y analizada desde la mínima división geográfica utiliza-
da para fines estadísticos por el INEGI, llamada AGEB o área geo-estadística básica.
272
Identidad, Representaciones Sociales y apropiación del espacio en la periferia de Monterrey
4 TLCAN: Tratado de libre comercio de América del Norte. NAFTA: North America Free Trade Agreement.
ALÉNA: Accord de libre échange d’Amérique du Nord.
273
Carlos Estuardo Aparicio Moreno
En este sentido, Garza, Filion y Sands (2003: 169-170) señalan que Nuevo
León es el Estado más urbanizado del país, concentrando en el AMM cer-
ca de 3.5 millones de habitantes, poco más del 90 % de la población estatal.
Por su importancia Monterrey ha emprendido una serie de megaproyectos
urbanos que buscan relevancia internacional, como lo son el Parque Fundi-
dora, el Paseo Santa Lucía y el sistema de metro, entre otros. Sin embargo,
se estima un crecimiento de más de 5 millones de habitantes para el 2020.
De mantenerse las tendencias de subdesarrollo mexicano, producto de una
elevada migración, habrá serios problemas sociales y urbanos como conges-
tionamiento vial, inseguridad pública, barrios deteriorados y contaminación
de los ecosistemas, así como déficit en vivienda, infraestructura y servicios ur-
banos (Garza, Filion y Sands 2003, 143), factores que van de la mano de la se-
gregación socio-espacial. Contreras (2007: 187-188) señala que en una ciudad
globalizada como el AMM5, la polarización y la segregación socio-espacial
se han intensificado, por ejemplo, al aparecer centros comerciales propios de
países de primer mundo, a la vez que proliferan vendedores ambulantes que
subsisten con la venta productos usados o copias ilegales.
El contexto socio-espacial actual del AMM se desprende de un Centro ex-
pulsor, a pesar de los grandes proyectos urbanos que ahí se localizan. Ade-
más, de la expansión de una corona periférica al norte del área metropolita-
na, producto de la inexistencia de espacios vacantes en el municipio de San
Nicolás de los Garza y el norte de Monterrey, habitada por clases medias
compuestas por jóvenes con estudios universitarios y por obreros calificados,
cuya superficie urbana abarca parte de los municipios de Santa Catarina, Gar-
cía, Escobedo, Apodaca y Guadalupe. Mientras tanto al sur del municipio de
Monterrey se presenta una tendencia de urbanización de viviendas residen-
ciales de élite en dirección del municipio de Santiago, siguiendo la ruta de la
conocida como Carretera Nacional. En estos escenarios, la expansión urbana
ha facilitado la existencia de lugares de contraste residencial en la periferia del
área metropolitana de Monterrey.
Elementos teóricos provenientes de las Representaciones Sociales y la
Identidad Social que permiten la interpretación social del espacio
El sentido de comunidad está ligado a la apropiación física y cognitiva del
espacio por los distintos grupos entre sí diferenciados. Así, la diferenciación
social del espacio incluye las dimensiones económica, colectiva y territorial
que se asocian con desigualdad socio-espacial, la segregación socio-espacial y
la fragmentación urbana, respectivamente. Desde principios del siglo XX, los
teóricos de la Escuela de Chicago asociaron la desigualdad socio-espacial con
5 El autor hace la diferencia entre una ciudad global y una globalizada, señalando que la primera ofrece
servicios de alta gestión o funciones centrales (financieras, legales, contables, de gestión, ejecutivas o de
planificación), mientras que en la segunda se ofrecen servicios tradicionales, o con cierta especialización,
sin llegar a ser tan avanzados como los de la ciudad global.
274
Identidad, Representaciones Sociales y apropiación del espacio en la periferia de Monterrey
275
Carlos Estuardo Aparicio Moreno
6 González (2005a) refiere que “el área metropolitana de Monterrey es una urbe con grandes diferencias so-
cioeconómicas intra-metropolitanas, a pesar de presentar un promedio muy elevado en cuanto al estatus
socio-económico nacional. La expresión espacial de la diferenciación socio-espacial toma formas distintas
que van de un patrón centro-periferia, a un modelo sectorial o poli-nuclear…”
276
Identidad, Representaciones Sociales y apropiación del espacio en la periferia de Monterrey
Sobre el origen de estas colonias, podemos decir que las tierras y aguas de
la Hacienda El Canadá fueron, en 1904, concesionados por el gobernador Ber-
nardo Reyes a la compañía Montreal Engineering, para la generación de fuer-
za motriz y energía eléctrica. Después de la Revolución Mexicana, en 1934,
se decretan como ejidales estos terrenos. En 1967, 97 hectáreas pasan a pro-
piedad de la Facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma de Nuevo
León. Es en 1977 cuando la “Ex-Hacienda” es urbanizada (Garza, 1986). Por
otra parte, las tierras ejidales en las que se encuentra “Puerta del Norte” son
adquiridas por la constructora Miraloma durante los años 1990, iniciando la
venta de casas en serie en 1994.
Las estadísticas del INEGI permiten ver que entre el 2000 y 2005, Ex-Ha-
cienda El Canadá mantiene casi el mismo número de habitantes (1795 y 1643,
respectivamente), mientras que Puerta del Norte incrementa su población en
casi tres veces (de 811 a 2396). En ambas colonias los grupos mayoritarios de
7 AGEB: Área geo-estadística básica: división geográfica mínima utilizada para fines estadísticos y censa-
les por el INEGI. Los AGEB’s pueden ser urbanos o rurales.
277
Carlos Estuardo Aparicio Moreno
8 En 2009 el salario mínimo mensual oscilaba alrededor de los $ 1 600.00 pesos mexicanos, equivalente
aproximadamente a $ 125.00 USD.
278
Identidad, Representaciones Sociales y apropiación del espacio en la periferia de Monterrey
diferentes niveles tales como jardín de niños, primaria y secundaria, así como
una preparatoria y el campus agropecuario de la Universidad Autónoma de
Nuevo León.
Mientras tanto, en Puerta del Norte no hay estos equipamientos, sólo algu-
nos servicios privados localizados en el perímetro de esta colonia, tales como
una clínica, un gimnasio y escuelas privadas, que corresponden a un jardín de
niños y a una preparatoria de la Universidad Regiomontana. En general, am-
bas colonias cuentan con la infraestructura adecuada, destacando que Puerta
del Norte cuenta con instalaciones subterráneas y dos casetas de control de
acceso.
Para el trabajo de campo, se elaboró un instrumento cuyas variables inclu-
yeron la desigualdad socio-espacial, las representaciones sociales y la iden-
tidad social. En este instrumento se presentó la matriz de congruencia de la
investigación que incluye el título de la tesis, cuyo nombre es “Desigualdad
socio-espacial y relaciones de sustentabilidad social en lugares de contraste
residencial al norte del área metropolitana de Monterrey”. Dentro de la citada
matriz, se exponen las preguntas de investigación (de donde se desprenden
los objetivos específicos), el objetivo general, la hipótesis de trabajo y las va-
riables.
Para la variable “Desigualdad socio-espacial”, las dimensiones son “Des-
igualdad social”, “Segregación espacial” y “Fragmentación urbana”. Para la
primera de estas dimensiones los indicadores son producto del análisis de
las estadísticas del INEGI (2000; 2005), tales como el AGEB y la colonia, las
características de la población, el origen, la escolaridad, el nivel de ingresos y
el tipo de vivienda. Para la dimensión “Segregación espacial” los indicadores
son la distribución de los grupos en el espacio y el análisis del contexto. La
“Fragmentación urbana” tendrá como indicador los elementos físicos que
rompen la permeabilidad del tejido urbano.
La variable “Representaciones Sociales” presenta dos dimensiones. La pri-
mera, “Imaginarios urbanos”, tiene como indicadores los elementos repre-
sentativos de la ciudad y de ambas colonias, con la elaboración de mapas
mentales (Lynch, 1998). Para la segunda, “Elementos significantes de la re-
presentación”, los indicadores son las representaciones de “su ciudad”, “de
su colonia” y “de la otra colonia”, utilizando las técnicas de asociación libre y
de evocación jerarquizada propuestas por Abric (2003).
Por otra parte, la variable “Identidad social” se presenta en las dimen-
siones “Comparación y categorización social”, cuyos indicadores son la “Re-
presentación «de nosotros»: acentuación de las semejanzas entre los vecinos
de la misma colonia” y la “Representación «de los otros»: acentuación de las
diferencias entre los habitantes de ambas colonias”. La segunda dimensión,
“Identificación y reconocimiento”, tiene como indicadores las tendencias
afiliativas, ligadas al sentimiento de pertenencia a la colonia que habita y al
279
Carlos Estuardo Aparicio Moreno
Discusión de resultados
Este trabajo busca analizar la dinámica social existente en los lugares de
contraste residencial, en relación a la distribución espacial, las características
socio-económicas y la construcción de significados.
Como ya señalamos, el lugar seleccionado está formado por las colonias
Ex-Hacienda El Canadá y Puerta del Norte, y se localiza en la Corona Perifé-
rica Norte del AMM, dentro del municipio de General Escobedo. La primera
de estas colonias es reconocida como la más añeja del municipio, ligada a un
reciente pasado agrícola, mientras que la segunda es un nuevo desarrollo re-
sidencial cerrado. Es aquí donde aparece el contraste más sutil y visualmente
perceptible entre las dos colonias: el tipo de residencia. Ex-Hacienda El Cana-
dá es un barrio autoconstruido con casas de una o dos plantas, en diferentes
etapas de consolidación. Por el contrario, Puerta del Norte presenta casas mo-
dulares de dos plantas construidas en serie.
La dinámica social que se da este lugar, en relación a la distribución espa-
cial, es producto de la expansión periférica del AMM. La saturación del espa-
cio urbano en el municipio de San Nicolás de los Garza provocó que familias
jóvenes de clase media, en busca de una vivienda cercana a este municipio,
encontraran un sitio que les proveyera de cierto status social y de una aparen-
te seguridad. Este espacio se localizaba junto a una tradicional y dinámica co-
lonia popular abierta. Este fenómeno de creación de nuevos fraccionamientos
cerrados a lado de colonias populares se reproduce rápidamente dentro del
municipio de General Escobedo.
En cuanto a las características socio-económicas, se trata de lo que llama-
mos migrantes intra-metropolitanos escolarizados, con salarios que les per-
280
Identidad, Representaciones Sociales y apropiación del espacio en la periferia de Monterrey
miten comprar una casa a plazo máximo de quince años, que llegaron a esta-
blecerse al lado de un barrio compuesto de personas trabajadoras, las cuales
difícilmente pudieron completar la educación secundaria, pero que son pro-
pietarias del inmueble que habitan.
Por otra parte, la dinámica social relativa a la construcción de significa-
dos está en función de las representaciones sociales. De acuerdo con Jodelet
(1986), en la memoria colectiva de los habitantes de ambas colonias existen
rastros de un ordenamiento social, estableciendo una segregación humana y
residencial que está presente en las imágenes sociales. En este sentido, existen
elementos físicos simbólicos que juegan un papel de segregantes y excluyen-
tes, tales como los muros, las casetas de vigilancia y los guardias privados.
A esto, podemos aunar la existencia de un agradable parque “público exclu-
sivo”, además de la impresión de que las casas de Puerta del Norte son más
“bonitas”.
Para dicha autora, la representación social condensa en una imagen la his-
toria, las relaciones sociales y los prejuicios. Históricamente, Ex-Hacienda El
Canadá es un barrio popular, que siguiendo a (Baby-Collin, 2002), “es por
doquier mucho más que una zona habitacional”, que contrasta con un recién
construido enclave cerrado, cuya estrategia de venta incluyó llamarlo Puerta
del Norte. En Ex-Hacienda El Canadá la Identidad Social está fundada en
las fuertes relaciones sociales ancestrales, en oposición a nuevas relaciones
de convivencia basadas en la conveniencia de Puerta del Norte, donde dicha
identidad podemos sugerir que está en proceso de formarse.
La relación más sólida y simbólica entre ambas colonias, se da de patrones
a prestadores de servicios. Existen prejuicio de uno y otro lado de la barda,
al considerar que las colonias tienen “ricos” y “pobres” según del lado que
vivan, la cual se extiende al nivel de la auto-consideración. Sin embargo, este
prejuicio, en la realidad, no es del todo cierto, como lo menciona uno de los
entrevistados de Ex-Hacienda El Canadá:
“Entre las diferencias es que aquí nosotros dueños, ellos están pagando.
Ellos se levantan a las 7:00, tanto el padre como la madre, porque van a traba-
jar y tienen que dejar a los niños a la guardería o a la escuela. Ellos tienen que
pagar por todo, como la vigilancia; es más, creo que les roban más allá que a
los aquí. Aquí todos somos familia, toda esta manzana era de mi abuelito”.
Conclusiones
La expansión urbana de Monterrey ha implicado una marcada división
social del espacio. Actualmente, a pesar de que de varios estudios coincidan
en que el AMM presente la situación socio-espacial más favorable de la Repú-
blica Mexicana, la segregación será producto de esas fuerzas macroeconómi-
cas que permitirán a las clases privilegiadas acceder a las ventajas del consu-
mo global, a los avances tecnológicos, a una educación de calidad y a buenas
281
Carlos Estuardo Aparicio Moreno
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284
Convivencia social primaria y espacios
públicos en Río Bravo, Tamaulipas
Resumen
En un contexto de inseguridad social en el noreste de México, donde los eventos
criminales relacionados con la delincuencia organizada han mantenido una perma-
nencia de más de ocho años, nos preguntamos cómo se han visto afectados los es-
pacios de convivencia social y familiar de los habitantes de las principales ciudades
del estado de Tamaulipas. En este escrito nos abocamos a revisar el caso de Río
Bravo Tamaulipas. Suponemos que estos vínculos y su relación con los espacios
públicos se han debilitado y por lo tanto es necesario conocer en qué aspectos ha
sido este debilitamiento y que propuestas pueden surgir para fortalecerlos.
Palabras clave: grupos primarios; espacios privados y/o públicos e inseguridad
Introducción
E
l siguiente trabajo trata de abordar la situación de los vínculos prima-
rios de un grupo de personas mayores de 15 años que residen en una
ciudad fronteriza como Río Bravo Tamaulipas. El motivo de realizar
este escrito tiene que ver con la necesidad de que se conozca la situación de los
grupos primarios de la población urbana del estado de Tamaulipas con el fin
de observar su papel dentro del fortalecimiento del tejido social y deducir de
ello propuestas que vayan destinadas a mejorar la política social desarrollada
por los municipios y el gobierno estatal de Tamaulipas2.
2 El siguiente escrito tiene como fuente de información al trabajo de campo desarrollado en Río Bravo,
Tamaulipas, dentro del Proyecto “Grupos sociales primarios e inseguridad en las áreas urbanas de Tamau-
lipas” financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) La Clave del proyecto es
TAMPS-2010-C27-151913. El estudio se desarrolló en nueve ciudades de Tamaulipas. Aquí solamente
nos limitamos a describir el caso de Río Bravo. Agradezco a la Maestra Graciela Chávez por su invaluable
ayuda en el trabajo de campo.
285
Mario Alberto Jurado Montelongo
3 Las encuestas son: la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (EN-
VIPE) desde el año 2011 que sustituyó a la Encuesta Nacional sobre Inseguridad (ENSI); la Encuesta
Continua sobre la Percepción de la Seguridad Pública (ECOSEP) desde el año 2009 que continuó con el
nombre de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) desde el año 2013.
286
Convivencia social primaria y espacios públicos en Río Bravo, Tamaulipas
4 Este es un extracto pequeño del discurso de Don Virgilio Garza en el 4 de diciembre de 1969, cuando se
conmemoraba el octavo aniversario de la creación del municipio. Éste se recupera en la monografía sobre
Río bravo del cronista actual de la ciudad José María García.
287
Mario Alberto Jurado Montelongo
5 Este dato lo obtuvimos de la muestra censal del 2010. Conviene mencionar que ésta es una tendencia que
viene desde los años noventa. Ya para el año 2000, según el muestreo del censo de población y vivienda
del año 2000, el 13 % de la población ocupada de Río Bravo trabajaba en Reynosa. (INEGI, 2000; 2010)
288
Convivencia social primaria y espacios públicos en Río Bravo, Tamaulipas
6 El Plan de desarrollo municipal 2011-2013, menciona que existen 11 maquiladoras en Río Bravo. Se sabe
que por razones de distinta índole, que algunas personas definen como restrictivas, no se ha logrado ins-
talar un parque industrial en Río Bravo. Pero las autoridades han tomado conciencia de este problema de
falta de inversión y dentro de la ESTRATEGIA 3.2.1.8 del Plan Municipal de Desarrollo, se establece que
es necesario: “ Promover la gestión de proyectos de generación de espacios para el desarrollo industrial
en torno del puente internacional Rio Bravo-Donna” (ayuntamiento de Río Bravo, 2011).
289
Mario Alberto Jurado Montelongo
Esto también refleja la baja tasa migratoria que tiene Río Bravo en compa-
ración con los otros municipios fronterizos.
Históricamente la ciudad se ha expandido, primero, debido a la inmigra-
ción de la población de los vecinos estados, tal como ha sido también en el
caso de Matamoros y Reynosa. También tuvieron su importancia los braceros
después de la posguerra cuando regresaron a nuestro país. Estos inmigrantes
internos y los braceros fueron la mano de obra que se adaptó al gran creci-
miento de la producción agrícola y al mantenimiento del sistema de irrigación
necesario para este tipo de actividades de los años cincuenta en adelante.
Actualmente, la situación es diferente, al parecer Río Bravo no es atractivo
para la población inmigrante tal como se observa en el cuadro 4.
Inclusive, la ciudad no refleja la problemática vinculada con las crisis de
empleo existentes en el año 2000 y en el 2008. Mientras que Reynosa y el esta-
do de Tamaulipas si han resentido estas dos recesiones. Visto desde las tasas
de inmigración, nos damos cuenta, por el cuadro 4, que bajaron drásticamente
las tasas en Reynosa y en el estado, mientras que el comportamiento en Río
Bravo es distinto, existe un aumento del 1.9 al 2.5 %. Suponemos que tiene que
ver con esta conjunción entre las crisis de ocupación de empleo en el sector
290
Convivencia social primaria y espacios públicos en Río Bravo, Tamaulipas
7 Las localidades de Río Bravo que formalmente quedan dentro del decreto de zona conurbada con Rey-
nosa y que están en un radio de treinta kilómetros son Nuevo Progreso, Santa Ana, Santo Domingo, La
Reforma y Seis de Mayo (García, 2012)
8 La muestra del censo del 2010 en Río Bravo, ya detecta a cerca de 1000 inmigrantes provenientes del sur
de Tamaulipas y del norte de Veracruz. El municipio con más inmigrantes es Reynosa y es probable que se
deba a esta tendencia, es población inmigrante que estaba pagando renta en Reynosa y que finalmente
un alto porcentaje de esta población cambia de residencia y se instala en Río Bravo.
291
Mario Alberto Jurado Montelongo
El 46% de los hogares en Río Bravo tienen menos de tres integrantes, lo que
nos da una idea de que la familia en general en esta ciudad tiene un tamaño
relativamente promedio como es a nivel nacional y estatal. Donde se observa
una tasa superior es en el peso de las familias nucleares. Mientras que en otros
municipios están alrededor del 60% en Río Bravo, el 72 % de los hogares es de
tipo nuclear (García, 2012).
La imagen que tenemos de la familia en Río Bravo es que es tradicional,
con matrimonios donde predominan los enlaces civiles y religiosos, sin me-
nospreciar las parejas en unión libre.
Uno de los aspectos que habrá que llamar la atención en Río Bravo es el
número de vehículos registrados que son aproximadamente 25 mil y que si
comparamos con el número de viviendas nos daremos cuenta que casi existe
un auto por vivienda (INEGI, 2012). Es un hecho que en los municipios fron-
terizos por la facilidad de acceso a autos más baratos, sectores de más bajos
ingresos pueden disponer de un auto y desafortunadamente les resulta cos-
toso su mantenimiento porque son modelos viejos. Por eso en las entrevistas
casi no encontramos referencias al transporte urbano.
Precisamente, al revisar las ocupaciones más importantes en Río Bravo,
notamos que sobresale la ocupación de mecánicos de autos y camiones, sin
292
Convivencia social primaria y espacios públicos en Río Bravo, Tamaulipas
En esta colonia Benito Juárez existen familias que tienen más de treinta
años viviendo. Es una colonia popular donde predomina la autoconstrucción
y es probable que sea de las más grandes. Los entrevistados de esta colonia
mencionan que viven un buen número de familias que tienen trabajadores en
las maquiladoras. Pero nos tocó entrevistar a personas que tienen diferentes
ocupaciones lo que nos brinda una imagen más heterogénea de esta colonia:
“Son familias así como la mía, todas se dedican al hogar, los padres de familia
que conozco tienen diferentes trabajos, unos son herreros, albañil, fábricas”
(Entrevista a padre de familia, Benito Juárez).
La colonia Infonavit Las Flores es una colonia de clase media, también
con una antigüedad de más de treinta años, cerca relativamente del palacio
municipal y de una de las avenidas más reconocidas en la ciudad la cual es la
avenida Las Américas. Con el crecimiento que ha tenido Río Bravo, los habi-
293
Mario Alberto Jurado Montelongo
294
Convivencia social primaria y espacios públicos en Río Bravo, Tamaulipas
9 Se realizaron dos grupos de foco. Uno con padres de familia interesados en participar y que pertenecen a
estas colonias y otro con autoridades representantes de uno de los centros comunitarios llamados Tamu-
les .
295
Mario Alberto Jurado Montelongo
porque son originarios de esta ciudad, se tenga esta opinión. Lo que nos dicen
en el grupo de foco es que es parte de la cultura del habitante fronterizo. Muy
individualista, familista y poco sociable con sus vecinos: “no hacemos eso de
andar platicando, como que somos muy cuidadosos…o muchas veces quieres
convivir con ellos, una persona que no conoces y ‘como pérame’…siempre
marcamos esa línea” (grupo de foco, Río Bravo, 2013).
Dos integrantes del grupo de foco que no son originarios de Río Bravo,
sino del D.F y de Michoacán, nos mencionan que en el sur del país la convi-
vencia vecinal es muy natural y que se ve manifestada de diferentes maneras,
en los encuentros en los tianguis, en los juegos, en los apoyos.
En Río Bravo una de las figuras sociales que se asoma cuando existe una
convivencia vecinal es el de “conocido” que se etiqueta así a quien resulta ser
parte de nuestra convivencia, pero al cual no le tenemos confianza, o simple-
mente lo tratamos cordialmente. Regularmente el conocido surge en nuestra
convivencia laboral o educativa, o nuestros compañeros de juego que no son
nuestros amigos. Siempre decimos “…eran conocidos, o sea, creo que tene-
mos más conocidos que amigos”.
Pero, no solamente es un efecto de las costumbres regionales esta falta de
convivencia vecinal. Los entrevistados en el grupo de foco, observan como en
otras ciudades, la existencia del mercado, la de los tianguis, es un elemento
espacial de la convivencia. En Río Bravo no existe el mercado municipal, pero
si un tianguis, el mercadito de “los rieles” que algunos llaman el “Macalito”
en alusión a la ciudad de McAllen, Texas, lugar, este último, donde los habi-
tantes de clase media y alta de Reynosa y Río Bravo van a comprar algunos
productos como la ropa, perfumes, aparatos electrónicos, computadoras, etc.
En el “macalito” se vende ropa de segunda y curiosidades, pero también co-
mida como en los mercados. Es un lugar según los entrevistados muy visitado
por los sectores de bajos ingresos (clase media baja, baja).
En las entrevistas detectamos, en efecto, de que existe poca convivencia
vecinal o con una intensidad débil. Al vecino puede vérsele como a alguien
con quien inevitablemente se tiene que convivir y que, si se mantiene en paz
la relación es positivo, por eso no es raro que alguien diga “ … yo no tengo
amigas, tengo vecinas, pero amigas, yo no tengo… y no he tenido problemas
con ellas (con las vecinas) ni ellas conmigo” (entrevista madre de familia, co-
lonia Manuel Ramírez ).
No obstante, cuando se les pregunta sobre si conviven con los vecinos,
algunos mencionan que si pero, que muy rara vez. Para algunas señoras esta
baja convivencia se debe al escaso tiempo que se tiene para estas relaciones
vecinales: “... si tengo comunicación con ellos, verdad, pero no nos visitamos
porque no hay tiempo, yo no tengo tiempo” (entrevista madre, Manuel Ra-
mírez).
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Convivencia social primaria y espacios públicos en Río Bravo, Tamaulipas
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Convivencia social primaria y espacios públicos en Río Bravo, Tamaulipas
iluminación, amplitud del patio y juegos infantiles que han puesto, ha susti-
tuido en parte a la plaza Benito Juárez como un paseo familiar.
La plaza Benito Juárez es la más antigua de la ciudad y se ha convertido
en el lugar donde se reúnen los jornaleros que van a transportarse hacia los
ejidos o propiedades donde van a trabajar ese día. Tiene ahora diferentes fun-
ciones. Antes había sido el lugar de los mítines políticos, tanto oficiales, como
los de “protesta política”, también fue en un momento dado, el lugar de los
conciertos al aire libre de música regional. Ahora, sigue siendo un paseo fami-
liar, pero también tiene un uso diversificado y ya se ve un poco deteriorado.
También se ha convertido en el lugar preferido de los vagabundos y borra-
chos, como lo comenta una señora que le gusta más La Casa de la Cultura: “…
Pues, que allá hay más gente, acá ya hay mucho borrachín, ya no te puedes
sentar porque ya ‘luego luego’, van y se acercan ahí los borrachillos y ‘luego
luego’, buscando mujer, o no sé, pero ahí a la plaza Benito Juárez ya no me
gusta, está muy feo, me gusta más la cultura (la Casa de la Cultura)” ( Entre-
vista, madre, colonia Benito Juárez, 2012).
Es probable que esta “disputa” o convergencia de intereses en la plaza Be-
nito Juárez tenga que ver con el uso de ella en distintos horarios, ya que algu-
nos de los entrevistados siguen utilizándola como parte de un paseo familiar
o para platicar con los amigos.
4.2.2 Los adultos
Existe una clara relación entre el trabajo como espacio de convivencia y
la creación de lazos de amistad. Claro que al igual que los vecinos, por la
percepción que se tiene sobre la convivencia con los compañeros de trabajo
no siempre puede ésta devenir en la creación de amistades. La frecuencia e
intensidad en el vínculo con los compañeros de trabajo no es sinónimo de
creación de redes de amistad: “Pues hay veces que llegan unos, y hay veces
que llegan otros, o sea, según donde nos toque. Y ¿ha hecho amistades…?....
Somos compañeros pero algunos si somos más allegados, o sea, nos entende-
mos más, nos vemos más”.
No obstante el trabajo es una fuente“…. con 24 años que tengo en la fábri-
ca, tengo muchos amigos de antigüedad ¿Se frecuenta con ellos fuera de su
trabajo?: Con uno que otro, no con todos, porque la mayor parte es de Reyno-
sa…. A veces por semana, a veces cada 15 días….Pues algún cumpleaños de
algún pariente, familiar (se reúnen), o sea, de mi amigo, amiga, nos invitan y,
simplemente así, nada más” (entrevista padre, colonia Benito Juárez, 2012).
Otro lugar donde las personas pueden lograr formar amistades es en la
colonia, tal como nos relata una señora que tiene 17 años de conocer a sus
amigas: “….Convivimos, bailamos, reímos, tratamos de pasarla lo mejor que
se puede, jugamos la lotería, no, no,.. ‘nos la pasamos con ganas’…. porque
son de aquí del mismo sector (sus amigas) (Entrevista madre de familia, Be-
nito de Juárez, 2012).
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Convivencia social primaria y espacios públicos en Río Bravo, Tamaulipas
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con ellos problemas de trabajo, sino que aparte se dan tiempo para platicar o
hacer cosas que no tienen que ver con el trabajo, y lo hacen en forma regular.
Este es un tipo de esquema de convivencia donde existen los suficientes
elementos para pensar en un individuo con una buena red personal de amis-
tades y de grupos primarios, pero con un bajo nivel de convivencia en la co-
lonia y una forma de usar el espacio urbano con desplazamientos diversifica-
dos. Nos queda claro que con quienes tiene altos niveles de convivencia es con
su familia, con los compañeros de juego y con los amigos del trabajo. Con su
familia sus espacios de convivencia son privados. Con sus amigos del trabajo,
es en un espacio semipúblico como es la planta maquiladora; mientras que la
convivencia en los espacios públicos se desarrolla en los campos de futbol de
la ciudad.
Existen otros esquemas que se forman que dependen del tipo de inserción
que tienen los padres en el mercado laboral (ver figuras 3 y 4). No es lo mismo
una mujer trabajadora con un empleo de baja calificación, donde existen sa-
larios bajos y no se tiene un vehículo particular, en comparación a una madre
trabajadora con un empleo administrativo en el sector público, con vehículo
propio.
En la tercera figura tenemos el primer tipo mencionado en el párrafo ante-
rior. Lo que refleja este esquema es una alta convivencia en la colonia en tres
grupos muy importantes: vecinos, familia nuclear y amigas. Casi la conviven-
cia en su colonia es en casas, ya sea la suya o en la de los demás vecinos. Hacia
el exterior de su casa tiene mucha convivencia pero no tan cotidianamente. La
distancia cuenta mucho en la intensidad de su convivencia. Aunque tiene una
diversificada red de convivencia, ésta es válida dentro de su colonia, pero no
hacia el exterior, llama la atención que no convive con su familia fuera de la
colonia.
La cuarta figura está relacionada con el segundo tipo mencionado. Donde
la convivencia fuerte se da fuera de la colonia y fuera de la ciudad, las po-
sibilidades económicas le permiten realizar las compras en Estados Unidos
y visitar a la familia que vive en otra ciudad cada semana. Difiere de la otra
madre en la intensidad de convivencia con los vecinos y además le posibilita
tener una mayor convivencia con sus familiares que no viven en su colonia.
No obstante, estos dos esquemas tienen que ver con mujeres con doble
jornada laboral que afortunadamente para ellas sus hijos ya son jóvenes; en el
caso de la primera sus hijos trabajan, pero no estudian y en el otro caso estu-
dian en universidades privadas y en Reynosa.
Pero existe el esquema de la ama de casa que es diferente porque no tiene
una diversificación en los grupos sociales y su desplazamiento está más redu-
cido a su colonia, pero con una convivencia con los vecinos que puede ser, a
pesar de la proximidad, muy débil.
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Convivencia social primaria y espacios públicos en Río Bravo, Tamaulipas
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Figura 4
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Convivencia social primaria y espacios públicos en Río Bravo, Tamaulipas
no obstante esto tiene que revisarse por regiones porque en Ciudad Juárez,
por ejemplo, se cuentan por cientos de miles los desplazados por la violencia.
Otra manera de calcular el desplazamiento debido a la inseguridad es la
revisión de las casas deshabitadas y el peso que podría tener la violencia en la
existencia de estas casas (Durin, 2013) En el caso de Río Bravo tenemos el si-
guiente cuadro donde se nota un cambio en el porcentaje de viviendas desha-
bitadas. Este cambio en la tendencia de las viviendas desocupadas tiene rela-
ción no solamente con la violencia existente, aunque si debe de tener un peso
fuerte, sobre todo en Río Bravo donde mencionábamos que no se nota el peso
de las crisis económicas en el desplazamiento y crecimiento de la población.
Como quiera que sea, no podemos adjudicar una sola causa al abandono
de viviendas, pero si presentar los datos. En el 2005 existían según el conteo
de población 6, 560 viviendas deshabitadas en Río Bravo, mientras que en el
2010 aumentó a 10,260 viviendas, resulta extraño que a pesar del aumento de
población también exista un aumento considerable de las viviendas deshabi-
tadas.
Cuadro 8
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Convivencia social primaria y espacios públicos en Río Bravo, Tamaulipas
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6.- Conclusiones
En Río Bravo existen suficientes áreas verdes para desarrollar espacios de
convivencia familiar. Pero es menester mencionar que el INEGI no contempla
todos los espacios en su información disponible sobre áreas verdes. Según el
Censo del 2010, en Río Bravo existen 14 áreas verdes que suman 110,594.42
308
Convivencia social primaria y espacios públicos en Río Bravo, Tamaulipas
m2, mientras que la población total de la localidad de Río Bravo es de: 95,647,
lo que da como resultado 1.15 m2 por habitante, muy por debajo del estándar
internacional sobre áreas urbanas. Pero uno de los faltantes a este cálculo son
los campos deportivos que no están contemplados en las áreas verdes del
INEGI.
Además, estos espacios verdes no están distribuidos de acuerdo a la con-
formación de las colonias en la ciudad. Las nuevas colonias en las periferias
no tienen espacios de convivencia, mientras que en algunas zonas se concen-
tran sobre todo cerca del centro de la ciudad donde existen los más visitados.
Otro aspecto que habrá que resaltar es la necesidad de tener un inventa-
rio de los campos posibles de intervenir para mejorarlos y adecuarlos para
la convivencia deportiva y familiar. En algunos solamente se han limitado a
poner las porterías pero no han acondicionado para que los juegos puedan
ser observados sin peligro por los aficionados que regularmente se tienen que
arrimar a los pocos lugares del campo donde no sufren las inclemencias del
tiempo.
Otros de los aspectos muy comentado por la opinión de los entrevista-
dos es que el mantenimiento de los espacios no existe salvo para los más re-
nombrados. Por ejemplo, el Tamul10 de la colonia Manuel Ramírez ya observa
claros signos de deterioro en los juegos y en la malla. La crítica en el grupo
de foco del Tamul es que es muy pequeño y que no siempre se piensa en la
población que vive alrededor de donde se están instalando. En realidad este
centro de encuentro está diseñado igual en todas las ciudades de Tamaulipas.
Pero, una de las ventajas que tiene el Tamul en la colonia Manuel Ramírez es
que está contiguo a un gimnasio municipal, lo que potencializa su uso, por-
que complementa actividades de los deportistas.
Tal vez una de las principales conclusiones que tenemos en este caso es
que los esquemas de convivencia y la opinión del grupo de foco nos demues-
tran que la convivencia familiar es intensa, sobre todo en espacios privados,
pero la convivencia social no está muy desarrollada. Se necesita impulsar la
convivencia vecinal como una forma de fortalecer este tipo de convivencia.
Es necesario transformar el tipo de convivencia vecinal pasar del trato su-
10 Los tamules son centros comunitarios creados en formar estándar en las principales ciudades de Tamau-
lipas. Están compuestos por una biblioteca y dos salones que sirven para actividades educativas y de
capacitación. En ellos se desarrollan cursos y pláticas sobre distintos temas. El Tamul también cuenta con
una cancha de deportiva donde se juega basquetbol y futbol. Incluye juegos infantiles. En todos los muni-
cipios, los tamules tienen las mismas dimensiones y la misma distribución de sus partes. Se construyeron
para que las autoridades municipales se hicieran cargo de ellos. Desde antes del año 2010 se concibieron
y algunos de ellos nunca funcionaron; otros estuvieron trabajando durante una administración municipal y
después fueron abandonados; a otros les han dado destinado otras funciones a las originalmente conce-
bidas. Muchos de ellos han sido semiabandonados porque se han transformado en espacios amenazados
por la delincuencia o están a un lado de los lugares donde se vende droga. El resultado de su funciona-
miento ha sido muy desigual en los diferentes municipios del estado.
309
Mario Alberto Jurado Montelongo
Bibliografía
García Báez, José María, 2012, Monografía de Rio Bravo, Tamaulipas, Sin editorial.
INEGI, 2011, Resultados de la encuesta de verificación de viviendas deshabitadas y
de uso temporal del Censo de población y Vivienda 2010.
INEGI, 2005, Delimitación de las zonas metropolitanas de México Secretaría de De-
sarrollo Social, Consejo Nacional de Población, Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática.
Durin Séverine, 2013, “Los desplazados por la guerra contra el crimen organizado
en: México, Reconocer, diagnosticar y atender” en: El desplazamiento forzado en
México, editado por el Programa Conjunto “Prevención de conflictos, desarro-
llo de acuerdos y construcción de la paz en comunidades con personas interna-
mente desplazadas en Chiapas, México (2009-2012)”, PNUD, ONUDC, UNICEF
y UNESCO.
Morales, Matías, 2012, “Mexicanos piden asilo a EEUU en lugar de emigrar”
en:Tiempo, Sección Mundo, México, D.F. 19 de noviembre, en <http://tiempo.in-
fonews.com/2012/11/19/mundo-91215-mexicanos-piden-asilo-aeeuu-en-lugar-de-
emigrar.php>, consultado el 7 de marzo del 2013.
Facundo, Marcia, 2010, “Dinero mexicano emigra a EE.UU.” en: BBC MUNDO, Sec-
ción economía, McAllen, Texas, 9 de agosto, en <http://www.bbc.co.uk/mundo/
economia/2010/08/100806_eeuu_frontera_mexico_ texas_inversiones_mf.shtml>
consultado el 7 de marzo del 2013.
310
Convivencia social primaria y espacios públicos en Río Bravo, Tamaulipas
311
Entre crónicas y estadísticas: esbozos de
una propuesta metodológica aplicada
al crecimiento reciente de un municipio
conurbado del Área Metropolitana de
Monterrey, México: Guadalupe (1970-2010)
Resumen
En este ensayo, pretendemos acercarnos a un caso que puede ser comparado con
otros en el países, especialmente en las formas de las relaciones que se mantienen
entre el centro y su periferia en las áreas metropolitanas con vocación industrial.. Se
realiza la descripción geográfica, demográfica, así como narraciones obtenidas di-
rectamente con entrevistados, tratando de ofrecer una breve referencia que permita
la ubicación de Guadalupe en este marco geopolítico latinoamericano. Se ofrecen
datos cuantitativos y cualitativos de manera intercalada, que permiten -desde nues-
tro punto de vista-, conocer sus formas de reconfiguración urbana reciente en estas
extensiones de las grandes ciudades- La intención es ofrecer un breve ejercicio de
la propuesta metodológica esbozada a partir de un hecho: la construcción del puen-
te Guadalupe en 1970 y las transformaciones urbanas que le siguieron.
Abstract
In this essay it is pretended to approach to a study case that can be compared to
similar papers in the country. This is specifically in the way they have or share the
same structure regarding the centre-periphery model focused on the metropolitan
area in the industrial field. It was necessary to make geographic and demographic
description, likewise to grant interviews to collect data, to have a better view and a
brief reference about the location of Guadalupe city inside the Latinamerican geopo-
313
Alejandro García García
litcal framework. The quantitative and qualitative data are provided among them
to know the forms, the setting or recent urban configuration in the metropolis. The
construction of the Puente Guadalupe in 1970, and other urban changes are the
main fact of the intention of this paper to provide a methodological proposal.
Introducción
E
l Área Metropolitana de Monterrey (AMM) es considerado el espacio
urbano más importante del norte de México, debido a su desarrollo
económico y su crecimiento como urbe de escala mundial, además de
su contacto cercano con la frontera sureste con los Estados Unidos, lo cual lo
vuelve un punto estratégico para el flujo de mercancías y de personas. Entre
los nueve municipios que conforman el AMM se encuentra Guadalupe, lugar
que sirve al presente trabajo como referente específico.
Aunque en el trabajo se aborda sobre un período determinado, no tiene
un carácter histórico. Se recupera un elemento coyuntural: la construcción del
puente Guadalupe como un hito en la evolución del municipio, que ha sido
considerado por muchos una “ciudad dormitorio”, frente a Monterrey y a
otros municipios.
Se retoman algunos elementos que permiten deducir el progreso desde
la vida cotidiana, además de contemplar algunos datos relevantes para una
caracterización cualitativa de los cambios y sus repercusiones en las formas
de vida, de una “villa a una ciudad”.
Se reconoce que la mayoría de las ciudades en el mundo tienden al creci-
miento demográfico y territorial. Tal vez, la gran pregunta es si tenemos los
instrumentos metodológicos para acercarnos a las diferentes formas de re-
composición de los territorios – en relación con el cambio en el uso del suelo-,
y de las oleadas en cuanto a crecimiento migratorio y local, que parecen pre-
sentar una serie de problemas que no están planteadas en un plan urbanístico.
El cómo llegar a compaginar las técnicas y los métodos de investigación
sobre la problemática urbana es el quid de este proyecto. Se buscan vetas para
trazar modos de acceder a la información y los datos aspirando a una inter-
pretación más amplia, que otorgue prioridad al objeto de estudio y no a los
métodos.
Finalmente este esbozo de corte metodológico, enfatiza las relaciones entre
los índices estadísticos, pero no en sí mismos, sino como punto de salida para
comprender las transformaciones psicosociales de la población: la alteración
de sus costumbres, por ellos narradas, el efectivo cambio en aquello que eran,
en resumen, en sus formas de vida. (Certeau, 2007).
La antesala de esta propuesta no es sino una serie de debates metodológi-
cos con posturas aparentemente discordes, que aspira a combinar la visión
cuantitativa y la postura cualitativa de arribar a los fenómenos sociales, como
314
Entre crónicas y estadísticas: esbozos de una propuesta metodológica
315
Alejandro García García
2 Todos los datos estadísticos utilizados en este trabajo son referencias tomadas de cifras oficiales.
316
Entre crónicas y estadísticas: esbozos de una propuesta metodológica
Tabla 1
317
Alejandro García García
Tabla 2
-Población de 1950- 1965.- Tomado del Plan exápolis 2000. Gobierno del Esta-
do de Nuevo León, 1967.
-Censo General de Población, 1970.
-Población 1985. Plan Director de Desarrollo Urbano en Área Metropolitana
de Monterrey 1988-2010 del Estado de Nuevo León. 1985.
-Población 1995.- Plan Estratégico del Área Metropolitana de Monterrey 2020.
SEDUOP. Gobierno del Estado de Nuevo León, 1995.
-XII Censo General de Población y Vivienda 2000.
-Plan Metropolitano 2021. Desarrollo Urbano de la Zona Conurbada de Mon-
terrey.
Durante el decenio de 1970 a 1980, el municipio recibió oleadas de emi-
grantes, que buscaban obtener la propiedad de la tierra a costos más baratos,
en lo que era considerado un pueblo cercano a Monterrey. Principalmente de
los estados que circundan a Nuevo León, arribaron cientos de familias a bus-
car un remedio a las presiones que la pobreza generaba en el campo.
Después del auge y desarrollo económico que presentó el país, pasada la
primera mitad del siglo XX, el denominado “milagro mexicano” impulsó la
urbanización y, por ende, el aumento de la población en la zonas urbanas
consolidadas.
Existe el cambio pero también permanencia. Asumimos, de antemano, que
el llamado crecimiento urbano, puede significar un mayor empobrecimiento
en algunas zonas de la ciudad, esta evolución socio espacial es heterogénea,
contradictoria, con movimientos de grupos numerosos de personas.
Un ejemplo es la década de los 70, el municipio de Guadalupe con familias
recientes, “allegadas” al gran Monterrey, colonias como la Tolteca eran sitios
muy lejos del centro, con calles sin pavimentar. El reto no es sólo mostrar da-
318
Entre crónicas y estadísticas: esbozos de una propuesta metodológica
tos sino narrar el cómo y el por qué sobrevivieron y lograron instalarse en esta
reciente “ciudad”. Don Enrique comenta: “en el año 1970 aproximadamente,
empezaron a construir el puente, cuando lo terminaron fue una gran ventaja,
ya que se ahorraba tiempo y gasolina, fue entonces cuando se empezaron a
construir muchas colonias....”.
Un ejercicio en esta línea de trabajo metodológico, atendemos a la relación
de Guadalupe y Monterrey, a partir de un hecho específico que parece de-
marcar un antes y un después en la vida de los habitantes de Guadalupe: la
construcción del puente que comunica hasta hoy a Guadalupe con Monterrey.
Ese puente genera una extensión del territorio, se adopta una nueva fisio-
nomía, con respecto al centro de Monterrey, ya no es más la Villa de Guada-
lupe.
¿De dónde venía tanta gente que se anido en este pequeño gran rincón
del AMM? Entre otras formas y versiones de cómo encaminarse a Monterrey,
-según nos dicen nuestros informantes-, existían, cercano a la estación del fe-
rrocarril, unas oficinas para reclutar a “braceros”, es decir, mano de obra para
laborar en Estados Unidos, esto generó una migración y al paso del tiempo las
restricciones para trabajar en el extranjero fueron mayores, así pues que esa
población de emigrantes laborales, esos nómadas que habían visto caer a las
mineras transnacionales, la pauperización de las condiciones en el campo y la
repercusión de un crecimiento acelerado sin control, pues, sin más remedio
fincaron su porvenir en Monterrey y lo que es hoy su AM.
Muchos de estos emigrantes se incorporaron a la vida cotidiana de la en-
tonces villa de Guadalupe. Principalmente llegaban a buscar trabajo como
obreros de la rama de la siderurgia en la fábrica más grande de América La-
tina la Fundidora de Fierro y Acero, (creada en 1903), así como en los talleres
derivados de esta gran empresa, otros tantos fueron parte de la mano de obra
de la construcción como peones albañiles. (Cerutti, Ortega y Palacios, 2000).
Fueron estos emigrantes que poblaron la ciudad, fueron además, la mano de
obra que generó un despegue económico y urbano del AMM. Tal como nos
relató la mayoría de los entrevistados y los que de forma “involuntaria” for-
man parte de este cuestionamiento, pues, nos confirmaron el motivo de llega-
da a la ciudad, y a su vez a Guadalupe, por parte de sus antecesores lo cual es
una migración ligado a lo laboral. En la breve crónica de nuestra entrevistada
nos explica el cómo y porqué llegó su familia a Monterrey, y su traslado a
Guadalupe:
“Ya para finales de los (años) cincuentas (...) ya no había minas, veníamos
siguiendo la mina, se acabó el trabajo. Estaba la promesa de venir a la Fundi-
dora a trabajar. No se pudo. Pero ya mis hijos más crecidos pues trabajaron en
otras cosas (sic). (...) Vivimos un tiempo en Monterrey, rentábamos un tejaban
en la Colonia Independencia y luego por el centro (de la ciudad) un cuartito.
Pero ya eramos muchos. Así anduvimos dando vueltas por la ciudad, pero,
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Entre crónicas y estadísticas: esbozos de una propuesta metodológica
breve artículo, no es si no colaborar con los esfuerzos, por entender a los asen-
tamientos humanos, urbanos con una característica forma de “hacer vida”, de
lograr enfrentar los cotidianos retos del desempleo, el hambre, la violencia,
entre otros.
Los datos numéricos y los recuerdos parecieran tener una vocación distin-
ta sin embargo, la planeación urbana y la participación de la población en ella
exigen esta estrategia de trabajo e información, para el mejor estar de estas
personas.
Otros de los conflictos que aluden los entrevistados es acerca de los me-
dios de transporte público. Contar con los diferentes medios de transporte
que conectan al AMM es una ventaja, pues en Guadalupe se encuentra, desde
iniciada la década de los 90, la terminal de la línea 1 del sistema de transpor-
te Metro, así como dos estaciones más que se ubican en el municipio. Este
mismo sistema cuenta con una red de transporte que enlaza a gran parte del
municipio.
En palabras de uno de sus servidores públicos se resalta la relación del
trabajo y su ubicación con el municipio: “El trabajo es “afuera”, pues, existe
poca industria en Guadalupe.” Esa relación causa y efecto, al parecer obvia,
implica contener un relato que describe y un dato de explique la dimensión
del problema social de movilidad.
A pesar de lo anterior, no resulta suficiente el abasto del servicio de trans-
porte público, pues al 2010 según el INEGI, el porcentaje de población ocu-
pada que trabaja en otro municipio de la zona metropolitana es de 46.5%, sin
descartar que el resto aunque sea intermunicipal su traslado requiere uso de
transporte. Las quejas más recurrentes de los pobladores en general, y de
nuestros entrevistados en particular, son: el alto costo del pasaje, (cercano a
un dólar3 por viaje), el tiempo de espera entre una unidad y otra, el mal ser-
vicio, camiones en malas condiciones, y el tránsito complicado. Al caracteri-
zarse por ser una ciudad que casi la mitad deja su lugar de procedencia para
laborar en otro espacio se esperaría que contase con un servicio de transporte
público de mayor calidad.
Con dato anterior, de 46.5% de población ocupada que trabaja en otro
municipio de la zona metropolitana, es inevitable señalar que a Guadalupe se
le acuñó el mote de Ciudad dormitorio, este hecho ha marcado el devenir de
sus habitantes y la ejecución de políticas públicas.
La relación que muestra el municipio frente al total de todo el estado en
viviendas particulares habitadas (2010) es de 15.37%. En correspondencia con
el AMM, Guadalupe representa el 17.05% de las Viviendas particulares habi-
tadas; siendo así, de forma condensada, el municipio con mayor porcentaje
3 Se tomará el tipo de cambio promedio en el transcurso del 2013: $13.20 pesos mexicanos por un dólar
norteamericano.
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4 De los 12 Polígonos de pobreza 2 son ubicados en predios irregulares y 4 en relación fronteriza con otros
municipios.
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Fuente: INEGI
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Fuente: INEGI
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El lugar de la crónica
En ocasiones hay fechas y acontecimientos históricos que no reclaman efe-
mérides pero que sin duda alguna, representan cambios importantes en la
vida cotidiana de los habitantes de la ciudad. Tal es el caso de la construcción
del Puente Guadalupe, podría vista como una más de las obras públicas que
conformaron la construcción de una urbe, pero, no sólo en términos medibles
cuantitativamente, sino en las formas simbólicas de apropiarse del lugar, el
puente proporcionó el anclaje a una ciudad sin negar su identidad.
Aunque no se considere a la crónica como un material de validez cientí-
fica, según los cánones positivistas, muestra sin embargo, su capacidad para
hablar de formas de vida y transformaciones que los datos cuantitativos no
revelan.
Dice Don José P. Saldaña, cronista de Monterrey, “Las situaciones que im-
plican cambios urbanos se multiplican: ampliación de calles, demolición de
edificios antiguos, creación de parques, de centros recreativos, de bibliote-
cas... En todos los casos el cronista debe intervenir públicamente, previo estu-
dio, extendiendo su criterio sin cortapisa alguna, no importa que contradigan
la opinión oficial.” (1986, 17).
La cita anterior es tomada de la presentación de una obra acerca de la his-
toria de Monterrey, en ese prefacio se defiende el trabajo del cronista pues al
parecer fue un texto que en su momento provocó grandes críticas en el plano
académico y político.
El lugar de la crónica en este trabajo es el de dar consistencia a diversos
fenómenos que debido a su amplitud en términos de cobertura en ocasiones
se limita al dato numérico. La crónica, por más escueta o excéntrica que pa-
rezca, parte de un hecho dado, es una mirada particular sobre ciertos sucesos
y por tanto tiene aún en su carácter anecdótico, una relevancia plena como
“atributo” de ciertas formas de vivir la permanencia y el cambio en un lugar
determinado.
En este mismo orden, los relatos acerca de la ciudad distan de ser apolo-
gías de la visión hegemónica. El ejercicio de la literatura se entrevera con la
crónica, tal es el caso de Joaquín Hurtado (2008), un escritor de lo marginal,
un cronista del underground , que desde su pluma relata el drama, la tragedia
de esta ciudad que en los números oculta sus debilidades.
Hurtado (2008, 87) utilizando argumentos que desde el discurso oficial
han permeado a la sociedad y se ejerce la discriminación como un elemento
de incorporación a la gran urbe. Por eso es quizá que “esta ciudad cautiva y
asusta”; resulta que “aquí no tenemos colonias italianas, ni barrios chinos, in-
migrantes irlandeses o guetos africanos. Somos expulsores de gente, no recep-
tores. Los mixtecos, otomíes y nahuas no cuentan porque ni siquiera tienen
alma. Pero igual nos damos ínfulas de primer mundo.” (Hurtado, 2008, 79).
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Entre crónicas y estadísticas: esbozos de una propuesta metodológica
El dato cuantitativo
Aunque el tema no es la crónica ni el dato cuantitativo, en sí mismos, tra-
tamos de aplicar en el estudio del municipio de una metodología que pueda
combinar ambos tipos de información. La historia oral y los estudios cuantita-
tivos han recorrido caminos diferentes e incluso opuestos, nuestra propuesta
es que se pueda plantear una combinación pertinente. Es por eso que se
concatenan los datos con las versiones de los pobladores y sus autoridades.
Generalmente los estudios de corte cuantitativo o cualitativo de manera
aislada no establecen formas de conexión efectivamente productoras de un
mejor acercamiento a un objeto de estudio como el crecimiento urbano. Se di-
viden las posturas y los problemas derivado en planes de desarrollo urbano,
estatales, metropolitanos, que no están cerca de la vivencia de las personas.
También ha sucedido que la alternancia política (deseable para toda demo-
cracia que se digne de serlo), en este momento, representa un bloqueo en el
desarrollo de lo planeado y supuestamente necesario y deseable.
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Entre crónicas y estadísticas: esbozos de una propuesta metodológica
Bibliografía
329
Alejandro García García
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La ciudad y sus riesgos antrópicos
Envejecimiento demográfico urbano e
incertidumbre ante el cambio climático
Abstract
In the XXI century in developing regions such as Latin America and the Caribbean,
converge three complex processes such as urbanization, population aging and Cli-
1 Doctor en Análisis Geográfico en la Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, y Master Universitario en
Gerontología Social por la Universidad de Granada, España. Profesor-Investigador Titular de la Facultad
de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Nuevo León y Miembro del Sistema Nacional de Investi-
gadores (CONACYT), México. E-mail: diego.sanchezgn@uanl.edu.mx
333
Diego Sánchez González
Daniel Salas Limón
I. Introducción3
L
a génesis de los problemas de la ciudad moderna son anteriores a la
industria, y paradójicamente sus urbes se enfrentan a los efectos de la
globalización y deslocalización de la economía, la desindustrialización
y la urbanización acelerada en un contexto de cambio climático.
Diferentes expertos (Fernández-García, 2009) advierten que las grandes
urbes modifican el clima regional, contribuyendo de forma notable al calenta-
miento global (son responsables del 80% de las emisiones de gases de efecto
invernadero y consumen el 75% de la energía), sin embargo, son las áreas más
vulnerables a los impactos del cambio climático, como olas de calor, inunda-
ciones y procesos de remoción en masa (Sánchez-González, 2011ab).
En la literatura científica encontramos numerosos testimonios que asocian
a las ciudades mexicanas y, en general, latinoamericanas, con un continuo
proceso migratorio desde las regiones rurales, dando como resultado un in-
cesante proceso de concentración de la población y una urbanización caótica,
caracterizada por la precariedad de sus formas de vida, y el aumento de los
riesgos socio-ambientales y de la población que envejece vulnerable (Salas y
Sánchez-González, 2012; Chávez y Sánchez-González, 2012).
El creciente envejecimiento demográfico urbano en un contexto de vul-
nerabilidad, y el sentimiento de catástrofe han sido escasamente analizados
desde la perspectiva del cambio climático en México y, en general, América
Latina. En este sentido, es necesario desentrañar las interrogantes asociadas
a los retos que plantean los futuros escenarios catastróficos sobre las grandes
334
Envejecimiento demográfico urbano e incertidumbre ante el cambio climático
335
Diego Sánchez González
Daniel Salas Limón
4 De los 91 países analizados en el informe (HelpAge International, 2013), México se ubica en el puesto 56,
y en el contexto de América Latina y el Caribe ocupa el puesto 12.
336
Envejecimiento demográfico urbano e incertidumbre ante el cambio climático
Fuente: De Toma, C. (2009): Climate change and ageing. London: HelpAge International.
337
Diego Sánchez González
Daniel Salas Limón
338
Envejecimiento demográfico urbano e incertidumbre ante el cambio climático
En las próximas décadas las inundaciones serán más frecuentes en las cos-
tas y el volumen de agua en los ríos aumentará por la fusión de la nieve en
las zonas alpinas. Así, los efectos más significativos se experimentarán en las
regiones dependientes de la utilización de los recursos naturales, influyendo
en las actividades de desarrollo agrícola, forestal, regeneración de humedales
y de manejo de cuencas. Además, estos cambios impactará a las regiones y
ciudades que tienen poco presupuesto para la adaptación y mitigación ante el
cambio climático (Smith, 2004).
Dados los cambios en el clima, es correcto relacionar el incremento del
riesgo de inundaciones con el cambio climático, ratificando que los desastres
de tipo inundación han ido en aumento, no sólo por el daño registrado, sino
también por la frecuencia y la intensidad (Munich Re Group, 2005). Aunque
existen modelos climáticos globales que predicen el comportamiento de las
variables climáticas, como las precipitaciones extremas, en la actualidad tie-
nen un modelado y análisis estadístico impreciso dada su variabilidad en el
espacio y en el tiempo. En este sentido, los nuevos métodos, así como nuevas
combinaciones de ellos, están obligados a hacer frente a los retos climáticos
relacionados con los riesgos de inundación en el ámbito regional y local (Ber-
nhofer et alii, 2006).
Prueba reciente de estos fenómenos del cambio climático son los desastres
ocurridos en la mayoría de los estados de la República Mexicana, como: los
huracanes Gilberto (1988) y Erika (2009), entre muchos otros, que han afecta-
do a las áreas metropolitanas del país, sobre todo, a las colonias marginadas.
Aquí, cabe señalar que en el Golfo de México dos de las áreas metropolitanas
con mayor tasa de envejecimiento demográfico, como Veracruz y Tampico,
son escenario de inundaciones periódicas, y se prevé que se verán afectadas
por ciclones tropicales destructivos (Sánchez-González, 2008 y 2011a). Des-
afortunamente, en el país la gestión del riesgo se supedita en muchas ocasio-
nes a una visión política cortoplacista de los ayuntamientos, basada en la mi-
tigación, y a los intereses del mercado inmobiliario, que impone sus intereses
a través de la especulación; mientras eso ocurre, se incrementa el gasto anual
destinado a cubrir las crecientes pérdidas materiales y humanas, y crece la
vulnerabilidad de la población, sobre todo, de las personas mayores y disca-
pacitados.
339
Diego Sánchez González
Daniel Salas Limón
340
Envejecimiento demográfico urbano e incertidumbre ante el cambio climático
341
Diego Sánchez González
Daniel Salas Limón
342
Envejecimiento demográfico urbano e incertidumbre ante el cambio climático
343
Diego Sánchez González
Daniel Salas Limón
para obtener un cuadro más completo del daño de inundación total integran-
do teorías y metodologías de diversas ciencias.
Un concepto de la pérdida de la unidad fue adoptado en la formulación de
modelos matemáticos para diversas categorías de pérdidas por la inundación
(Dutta, Herath y Musiake, 2006). En la consideración de la necesidad de un
acoplamiento dinámico entre el modelo de la simulación de la inundación y
el modelo de la valoración de la pérdida, éste último fue desarrollado como
modelo de la trama con una red uniforme de rejillas cuadradas y es idéntico
al modelo hidrológico.
Otros casos de daños indirectos son la pérdida de tiempo y ganancias de-
bido a las interrupciones del tráfico, perturbación de los mercados después
de las inundaciones (por ejemplo, precios más altos para los alimentos o dis-
minución de los precios de los bienes raíces cerca de las llanuras de inunda-
ción), reducción de la productividad con la consecuencia de la disminución
de la competitividad de determinados sectores económicos o regiones y los
inconvenientes relacionados con la reducción de su mercado y los servicios
públicos (Green et alii, 1994).
En México en las evaluaciones socioeconómicas los beneficios más conside-
rados son los daños a la estructura de las viviendas y la pérdida de menaje en
las viviendas (CENAPRED, 2005). A pesar de ello, las evaluaciones socioeco-
nómicas subestiman los daños posteriores al evento de inundación, como los
efectos indirectos y, sobre todo, los intangibles, que son escasamente conside-
rados, limitados y mal sustentados (FONDEN, 2004; CNA, 2007). En este sen-
tido, los organismos nacionales, como el Sistema de Prevención de Desastres,
solo considera el daño de la vivienda de tipo habitacional, sin embargo, se
omiten los daños producidos a otro tipo de edificaciones, como residencias de
ancianos, comercios y farmacias. En otros países, como el Reino Unido, la eva-
luación de daños por inundación en edificaciones se clasifican según su uso
en 6 sectores económicos (Merz et alii, 2004): edificios de hogares privados; de
infraestructura pública (estación del metro, escuelas, edificios de bomberos
etc.); sector de los servicios (supermercados, restaurantes etc.), de explotación
minera ó sector de la construcción (carpintería, taller mecánico, herrería etc.);
fábricas (industria metálica, proceso de bebidas, proceso de madera etc.) y
edificios para la agricultura, la silvicultura y la horticultura. Al respecto, sería
recomendable proponer una evaluación de daños por inundación según el
contexto ambiental de las personas mayores, estableciendo una clasificación
según tipologías de hogares, servicios y características sociodemográficas de
la población de 60 y más años vulnerable. En la misma línea, algunos autores
(Cutter, Boruff & Shirley, 2003) proponen desarrollar investigaciones longitu-
dinales a escala local y regional ante los efectos del cambio climático y confec-
cionar indicadores de la vulnerabilidad de las personas mayores, como sexo,
edad, educación, ingresos, estructura familiar, estado de salud, discapacidad,
344
Envejecimiento demográfico urbano e incertidumbre ante el cambio climático
V. Discusión y conclusiones
Un reto incuestionable supone superar las limitaciones de los estudios
descriptivos y favorecer investigaciones analíticas sobre la vulnerabilidad
del adulto mayor en un entorno urbano de crecientes peligros naturales. A
la fecha, los gobiernos se han centrado en la generación de datos climáticos y
socioeconómicos, sin embargo, la literatura ha prestado escasa atención a la
producción de datos sobre los adultos mayores vulnerables a peligros natu-
rales potenciales.
La estadística oficial pone de manifiesto una realidad incuestionable, que
más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, y que las previsio-
nes apuntan hacia un envejecimiento demográfico urbano, factor sociodemo-
gráfico que debe ser mejor comprendido por los profesionales de la planifica-
ción urbana y la gestión del riesgo ante los retos del cambio climático. A pesar
de ello, este factor sigue siendo excluido de los debates políticos sobre cambio
climático (Sánchez-González, 2009ab).
La discusión teórica plantea que los adultos mayores son la población más
vulnerable a los factores climáticos. En la última década se ha podido consta-
tar (Jiang y Hardee, 2011) la relación entre los cambios en la composición de
la población urbana (edad, género, estructura de los hogares) y sus efectos
climáticos a distintas escalas (salud, dependencia, prevención).
La justificación radica en las previsiones sobre el aumento del envejeci-
miento de la población urbana asociado a factores demográficos, como la caí-
da de la fecundidad, el descenso de la mortalidad y los movimientos migra-
torios, los cuales, explican un aumento absoluto y relativo del grupo de 60 y
más años, así como su proceso de concentración en áreas metropolitanas ex-
puestas al estrés climático, como Tampico y Veracruz, en el Golfo de México.
Entre los retos del cambio climático se prevé un aumento significativo de
los fenómenos hidrometeorológicos extremos (ciclones tropicales, precipita-
ciones extremas), que provocarán inundaciones catastróficas, así como olas
345
Diego Sánchez González
Daniel Salas Limón
de calor, sequías y tornados, entre otros, que afectarán, sobre todo, a las per-
sonas mayores en zonas urbanas. Precisamente, el cambio climático puede
aumentar la frecuencia y gravedad de determinados factores ambientales (vi-
vienda, barreras arquitectónicas, contaminación), fisiológicos (discapacidad,
dependencia) y socioeconómicos (ingresos, cobertura sanitaria), que hacen a
los adultos mayores especialmente vulnerables a los peligros naturales, como
las olas de calor y las inundaciones (Gamble et alii, 2013; Tillett, 2013). Tam-
bién, se señala que las inundaciones afecten de forma negativa a la población
de 60 y más años de las grandes ciudades, donde se concentran masivamente
este grupo, por la falta de estrategias de adaptación y políticas de gestión del
riesgo. Así, este heterogéneo grupo de población vulnerable se verá afecta-
do en mayor medida por sus características biológicas, sociodemográficas y
ambientales vulnerables, como altas tasas de morbilidad, discapacidad, de-
pendencia, exclusión social, soledad y maltrato, así como entornos cotidianos
(vivienda y barrio) complejos, inaccesibles y expuestos a peligros antrópicos
y naturales.
En las regiones en desarrollo con climas tropicales y subtropicales, como
México, el crecimiento de las áreas metropolitanas plantea serios retos socia-
les y medioambientales para los gobiernos y planificadores urbanos, como
las preocupantes cuestiones climáticas urbanas asociadas a las islas de calor,
la humedad, la falta de luz, la exposición solar, y la ventilación urbana, entre
otros. Al respecto algunos estudios (Ng, 2012) recomiendan que la planifica-
ción urbana y el uso del suelo debe tener más presente la variabilidad climá-
tica en el espacio urbano. Asimismo, se recomienda la realización de estudios
longitudinales más detallados, con información socio-espacial y climática
precisa (sistemas de información geográfica) que permita a los planificado-
res anticiparse y poder tomar decisiones equilibradas y ajustadas a los retos
del cambio climático a nivel intraurbano, urbano y regional. Un importante
reto de la planificación urbana y la gestión del riesgo será conocer mejor los
diferentes entornos físico-sociales expuestos de los adultos mayores, como la
calidad y adecuación de sus vivienda y barrios, la accesibilidad a los servicios
de salud, sociales y asistenciales, la disponibilidad de redes de apoyo formal e
informal, y el acceso a sistemas de prevención. Aquí, conviene subrayar la im-
portancia de favorecer espacios urbanos seguros y amigables con el envejeci-
miento en el lugar, donde las personas de edad desarrollan su vida cotidiana,
generan sentimientos de apego al lugar y favorecen sus relaciones sociales.
En el mismo sentido, el diseño de los espacios públicos creativos (Sánchez-
González, 2013b) deberá cumplir una función esencial en la disminución de
la vulnerabilidad y la generación de estrategias de resilencia de este colectivo.
Uno de los principales problemas de adaptación de las personas mayores
vulnerables ante los efectos previsibles del cambio climático, es su capacidad
de generar estrategias de resilencia a corto plazo ante los crecientes peligros
346
Envejecimiento demográfico urbano e incertidumbre ante el cambio climático
naturales (Aubrecht et alii, 2013; Gamble et alii, 2013). Por ello, es necesario
favorecer investigaciones sobre la vulnerabilidad de los adultos mayores, la
construcción de estrategias de resiliencia, y las respuestas de adaptación a
los factores de estrés climáticos proyectados. Entre las medidas que se su-
gieren para reducir la vulnerabilidad y favorecer estrategias de resilencia de
las personas mayores frente a los efectos del cambio climático, se recalca la
importancia de la cultura de la prevención y de la participación ciudadana
en la planificación urbana y la gestión del riesgo, así como apoyar a las co-
munidades de vecinos, a través de sistemas de alerta temprana, el acceso a
la tecnológica y a los recursos para enfrentar con garantías las fases de eva-
cuación y mitigación ante desastres. También, una de las preocupaciones de
los expertos (Oven et alii, 2012) se centra en el incremento de las necesidades
asistenciales de salud y sociales de las personas mayores dependientes, que
pueden verse seriamente afectadas por los efectos de los peligros naturales.
Por ello, se advierte de la importancia de proteger la salud y bienestar de las
personas mayores vulnerables, estimando la población de 60 y más años que
residirá en áreas urbanas expuestas a los riesgos naturales; así como la necesi-
dad de contar con información estadística más detallada de las heterogéneas
características sociodemográficas de este grupo, como tipo y nivel de discapa-
cidad y dependencia. También, se precisa de un exhaustivo conocimiento de
los entornos cotidianos desde la perspectiva de la planificación urbana enfo-
cada a la adaptación de estos grupos vulnerables, con objeto de favorecer su
resilencia a través de la educación, concienciación y comunicación sobre los
riesgos naturales y sus futuros efectos en materia de seguridad y protección.
Al respecto, en los últimos años se está proponiendo un diseño urbano sos-
tenible e inclusivo, a través de proyectos urbanos sostenibles centrados en el
paisaje natural y la movilidad de las personas mayores (Graeme, 2013). Tam-
bién, desde el enfoque conceptual del diseño científico-tecnológico, se está
explorando la integración del medio ambiente y la sociedad que envejece, me-
diante el desarrollo de estudios integrales (en lugar de diseños fragmentados)
ante los crecientes problemas medioambientales de las metrópolis.
Coincidimos en que es urgente apoyar las investigaciones sobre enveje-
cimiento demográfico urbano y cambio climático, contemplando los efectos
directos y, sobre todo, indirectos sobre las personas mayores y sus ambientes
urbanos (vivienda y barrio). Para lo cual, es necesario una mayor conciencia-
ción por parte de los políticos y gestores, expertos de la planificación urbana
y gestión del riesgo, profesionales de la salud y la seguridad pública, y, sobre
todo, una mayor participación de los gerontológicos ambientales en el diseño
ciudades amigables y seguras para todos. Asimismo, el reto de atender a una
población que envejece en un contexto de estrés climático obligará a la incor-
poración de las organizaciones no gubernamentales y la participación activa
347
Diego Sánchez González
Daniel Salas Limón
348
Envejecimiento demográfico urbano e incertidumbre ante el cambio climático
349
Diego Sánchez González
Daniel Salas Limón
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351
Diego Sánchez González
Daniel Salas Limón
352
Latin American subnational government
reform: A hybrid government reform
model
Alejandro Rodriguez
Abstract
The search for the optimal local government structure to efficiently deliver public
services within the constraints of democratic governance continues to engage the
attention of researchers (Ostrom and Bish, 1977; DeSantis and Renner, 1996). Lar-
ge, consolidated government models are contrasted to polycentric, multi-unit, de-
centralized government models. At issue are the structure, the size, and administra-
tive capacity of local government units. Motivating the debate are assumptions and
values regarding efficiency, equity, and responsiveness.
The ongoing debate on the consolidation versus fragmentation model of government
is partly the result of a dualist conceptualization of governance reform by two com-
peting theories—public choice and traditional reform. Advocates for both theories
argue for reform, but their definitions of reform are diametrically opposed. I argue
in this study that an alignment of the traditional reform and public choice theoretical
underpinnings comes closer to a reformed model of governance for Latin American
subnational governments. The alignment of the two theoretical premises is suppor-
ted by five governance components, which were chosen to capture the structural,
administrative and fiscal autonomy, political representation, and professional capa-
city elements of reformed governments. For the purpose of this study, I propose that
a fully reformed subnational unit of government would have 1) a form of government
that elects or appoints a professional administrator; 2) a demonstrable measure of
administrative and fiscal autonomy; 3) a representative number of elected officials
relative to the jurisdiction’s total population; 4) a representative number of sub-local
government units relative to the jurisdiction’s total population; and 5) a method of
elections that maximizes representation of all segments of a community, especially
traditionally marginalized members of society.
Key words: government reform, local government, Latin America, Reforma de gobier-
no, gobierno local, Latinoamérica
353
Alejandro Rodriguez
Introduction
T
he search for the optimal local government structure to efficiently de-
liver public services within the constraints of democratic governance
continues to engage the attention of researchers (Ostrom and Bish,
1977; DeSantis and Renner, 1996). Large, consolidated government models
are contrasted to polycentric, multi-unit, decentralized government models.
At issue are the structure, the size, and administrative capacity of local gover-
nment units. Motivating the debate are assumptions and values regarding
efficiency, equity, and responsiveness.
354
Latin American subnational government reform: A hybrid government reform model
would also have the negative effect of increasing the number of appointed
and elected officials creating opportunities to be exploited by ethnic cleava-
ges, local government machine politics, and thereby increasing corruption.
355
Alejandro Rodriguez
public choice or the reformed worldview of urban service delivery has a clear-
cut advantage in service cost or quality, with the very real possibility that
the ‘truth’ lies in a hybrid approach that assigns certain functions to metro-
politan-wide service delivery and others to the local--or neighborhood--level
(Bish and Ostrom, 1979).
In fact, a hybrid institutional arrangement has some early advocates. For
instance, Elinor Ostrom (1972, 493), while contrasting propositions from the
reform and public choice, argued, “it is to be expected that a warrantable ex-
planation may be a far more complex structure than the alternative structures
posed in this essay.” Hybrid models take into account that “not all public
goods are of the same scale,” (Ostrom, Tiebout, and Warren, 1961, 833) as
well as public choice propositions that argue area-wide public goods and ser-
vices would be better provided by a metropolitan form of government and
that neighborhood level problems would be better attended by municipa-
lities (Ostrom 1972; Ostrom, 1983). In this sense consider Ostrom, Tiebout,
and Warren’s 1961 (p. 837) argument that, “gargantuan [consolidated go-
vernment] unquestionably provides an appropriate scale of organization for
many huge public services;” however, the sheer size and hierarchical nature
of gargantuan government may prevent it from recognizing localized needs
and “as a result, may become insensitive and clumsy in meeting the demands
of local citizens for the public goods required in their daily life” (p. 837).
In its most refined alignment of traditional reform with public choice,
hybrid institutional arrangements resemble reformed governance models.
Although reformed governance models lack a common definition, there is
agreement that governance depends on inter- and intra-local agreements for
the provision of public goods to coterminous areas, development of entrepre-
neurial arrangements with private sector vendors, nonprofit organizations,
or other units of government for the production of public goods or services,
a decentralizing tendency to provide services at the lowest and smallest go-
vernment jurisdictions, and a concern with legitimate and appropriate levels
of authority.
For present purposes I propose that the development of a reformed go-
vernance model is the logical middle-ground ‘solution’ in the traditional re-
form-public choice debate. A reformed governance model, I argue, integrates
propositions from both the traditional reform movement and public choice
theory. In this sense, the work of Ostrom, Tiebout, and Warren (1961) refi-
ned the model implicit in the Tiebout thesis—which called for multiple units
of government to promote competition and increase efficiency—and argued
that “the performance of a polycentric political system can only be unders-
tood and evaluated by reference to the patterns of cooperation, competition
and conflict that exist among its various units” (p. 838). Such evaluation can
only be possible by understanding the effects of externalities and internali-
356
Latin American subnational government reform: A hybrid government reform model
357
Alejandro Rodriguez
vernance ideas with reformed government to develop the idea of what they
called ‘reformed managerialism.’
The hybrid reformed governance model will be further defined in the
sections that follow. The Weberian ‘ideal type’ reformed governance model
would better fit a federal system of government, but it could also be applica-
ble to a unitary form of government. For the purpose of developing this defi-
nition, examples of a local government unit include cities, townships, villages,
and any other form of municipal-level form of government. Furthermore, a
local government proper is created and is under the legal jurisdiction of a
subnational government unit. Examples of subnational governments include
states, provinces, regions, departments, and any other form of government
that is one layer removed from the national government.
I will use the Latin American experience of devolution, decentralization,
and resulting subnational and local government restructuring to further con-
textualize the reformed governance model definition. The decentralization
process in Latin America is a relative recent event and one that continues to
evolve. Ironically, in some countries, the decentralization has further centra-
lized functional scope, administrative competences, and revenue sharing into
the existing large metropolitan cities. These cities were already, because of
their size, the foci of demographic centralization in their respective countries.
By the mid-1990s, mayors for all small and large cities in Latin America were
directly elected. This broke away from the historical political culture whe-
reby national governments appointed all city mayors. The municipalities of
Sao Paulo, Brazil, Mexico City, Mexico, Buenos Aires, Argentina, and Lima,
Peru, to name a few, have further decentralized into smaller local government
jurisdictions. For example, community councils and districts are part of Sao
Paulo and all other large cities in Brazil; localidades are part of municipalities
that cover more than one city in Mexico or delegaciones (boroughs) as is the
case of the Federal District; district municipalities are under the jurisdiction of
provincial municipalities in Peru. The number of sub-municipal jurisdictions
tends to grow as these primate cities continue to increase their populations.
Buenos Aires went from 19 municipalities in the mid-1990s to 24 a few years
later, but the Province of Buenos Aires, in addition to the municipalities in
the autonomous city of Buenos Aires, comprises 32 municipalities (Nickson,
2011). Lima has remained stable at 43 district municipalities. But Sao Paulo,
Brazil continues to grow not only demographically but also in the number of
local government units. The Sao Paulo metropolitan area is legally divided
into 19 municipalities and the city of Sao Paulo is divided into 31 subprefec-
tures and each of these is divided into multiple districts. Some of the subdivi-
sion goes beyond a State, province, or region. Such is the case of the metropo-
litan area of Mexico City, which in addition to the Federal District and its own
358
Latin American subnational government reform: A hybrid government reform model
359
Alejandro Rodriguez
unable to meet the urban governance challenges facing modern local gover-
nment jurisdictions because it lacks centralized authority and a single indi-
vidual with final decision-making responsibility for policy implementation
(DeSantis and Renner, 1996). Thus, the argument goes, commissions still go-
vern by plurality, which creates structural fragmentation or fragmentation of
executive authority contributing to inefficient, ineffective and unresponsive
government (Cigler, 1995).
According to Jeffery, Salant, and Boroshok (1989), structural reforms are
more important to local government survival than fiscal or functional re-
forms, and “current difficulties deriving from inefficiency, rigidity, unrespon-
siveness and lack of accountability are attributed to an ‘antiquated’ [organiza-
tional] design,” p. 126. The superiority of the elected executive or appointed
administrator forms of government over the commission form is one of those
rare instances of almost total agreement among urban academics, planners,
and practitioners (DeSantis and Renner, 1996). In constructing an ‘ideal type’
reformed governance model, a local government unit fits the model to the ex-
tent that policy makers either appoint a professional administrator or elect an
executive charged with a clear mandate to manage all day-to-day operations
of the local government unit.
360
Latin American subnational government reform: A hybrid government reform model
national regions require local governments with functional flexibility and the
ability to adapt alternative service delivery systems (Jeffery, Salant, and Bo-
roshok, 1989). Home rule empowers local governments to strengthen fiscal
capacity primarily through (1) the power to levy local taxes; (2) the ability to
create special taxing districts and alternative revenue sources, such as fran-
chise and utility fees; (3) the authority to determine the level of debt most
appropriate to its particular needs; and, (4) the control on elected government
officials’ salaries to fit local needs and in accordance with available resources.
In constructing an ‘ideal type’ reformed governance model, a local go-
vernment fits the model if subnational policy makers have legally granted
home-rule status to the local government to allow it to self-govern. Self-go-
vernance includes having the legal capacity to pass their own laws, levy taxes
and develop other sources of own revenue, choosing their preferred form of
government, and other institutional and administrative changes as necessary
without contradicting or usurping the laws of the granting government unit
(state, province, region, department, national government, etc.).
361
Alejandro Rodriguez
argue that the type and nature of public goods or services provided should
determine the size or number of government units (Ostrom, 1983). Public-
choice, at least with regards to number or size of government units, makes a
better attempt to explain variations in service delivery performance in relative
terms than does the traditional reform theory.
The optimal solution is perhaps somewhere between the two extremes.
An area government that provides both local and regional services may be a
viable alternative. It may depend more on the type of services provided than
the unit of local government (Rodriguez and Brown, 2012; Rodriguez 2007).
However, for the purpose of defining a reformed governance model, and in
the absence of conclusive empirical evidence supporting the reform or public-
choice perspectives, local governments with a ‘relatively small’ number of ju-
risdictions within their boundaries would better fit the reformed governance
model definition. For illustration purposes, I define ‘relatively small’ number
of jurisdictions within a local government as follows:
1- Add the number of districts, community council, policy boards, villages,
townships, and any other municipal-level or sub-municipal units of go-
vernment within a local government. This is the number of jurisdictions in
a local government.
2- Divide the number of jurisdictions in 1 above by the total number of cities
and other local governments within the legal jurisdiction of the subnatio-
nal government (region, state, province, department, and any other unit
of government that is one layer removed from the national government).
This is the jurisdiction ratio.
3- Divide the local government population in 1 above by the total population
in its respective subnational government. This is the population ratio.
4- If a local government’s population ratio is greater than its jurisdiction ratio,
the local government fits the reformed governance model.
A population ratio is used because it has been shown that population
growth increases demand for services, and as local governments strive to
meet this demand, specialization and overlapping jurisdictions are created
(Cigler, 1995). This argument justifies the relative numerous municipalities
and districts operating within large urbanized local governments. However,
if the number of these jurisdictions exceeds the local government’s percenta-
ge of population relative to its respective subnational government, the extra
jurisdictions cannot be readily justified based on increased service demand.
In sum, functional fragmentation is justified based on urbanization but not
because of political or territorial reasons.
362
Latin American subnational government reform: A hybrid government reform model
Method of Elections
Rooted in the argument about the representativeness of electoral rules are
the views of public choice theorists and how they are aligned with those of
traditional reformists. Public choice theorists believe that policy outcomes in a
democracy depend on which election rules are used (Gilligan and Matsusaka
2005). Thus, according to Gilligan and Matsusaka (2005), the rules include
many aspects of who can vote and, more importantly, the electoral system
363
Alejandro Rodriguez
under which voters are apportioned into districts. That is, are voters assigned
to vote for candidates representing submunicipal districts (also called wards),
or do they vote for candidates running on a platform seeking to represent the
entire municipal jurisdiction (at large and in most cases multi-member). The
debate focused on whether at-large, multi-member election methods nega-
tively impacted the election of marginalized members of the community to
city council seats. The preponderance of empirical and theoretical research
supports the notion that the single-member district election system is more
representative than the at-large method (Taebel, 1978).
Public choice scholars joined the debate on electoral inequities recogni-
zing that the characteristics of electoral systems in local government are not
all the same (Gilligan and Matsusaka, 2005). As a result, policy choices and
outcomes are not representative and elected officials do not always represent
the interest of all its constituents. According to Kawaura (2003), the public
choice literature suggests that the responsibility of municipalities is to serve
as the facilitators of services for citizens to choose from in order to improve
their well-being. For this reason, the legislators’ decision-making behavior
does not always consider the priorities of the entire city because legislators
are quick to represent special interests that yield maximum personal payoffs
of votes (Kawaura 2003).
I propose an alignment between the public choice and ‘contemporary’
reformist views on methods of elections. I believe that aligning these views
enhances the utility of public choice and ‘contemporary’ reformist ideas for
studying the issue of representativeness of electoral systems. Public choice
advocates argue that, at a minimum, citizens have the right to vote for the
representatives of their choice (Gilligan and Matsusaka, 2005). According to
Gilligan and Matsusaka, 2005), public choice principles focus on the achieve-
ments of policy outcomes rather than a citizen’s ability to elect a representati-
ve. What this suggests, from a public choice perspective, is that the represen-
tative is a means to an end (Gilligan and Matsukada, 2005). The interests of
citizens are not served if their rights to choose a representative are devalued
by that representative’s inability to influence the government’s choices (Gilli-
gan and Matsukada, 2005).
If public choice theorists are only concerned with policy outcomes and
reformists with the policy process, then what is a possible alignment of the
two ideas? The proposed alignment of both views can be found under the
single-member district method of elections. The political motives of emplo-
ying single-member district methods, such as responsiveness and represen-
tativeness, may not be congruent with public choice propositions; however,
the officials elected by the single-member district method are more likely to
deliver resources to their constituency because they are more focused on how
policy outcomes can benefit their electorate (Gilligan and Matsukada, 2005). It
364
Latin American subnational government reform: A hybrid government reform model
Conclusions
The purpose of this paper was to offer a conceptual definition of a Webe-
rian ‘ideal type’ reformed governance model taking into consideration pro-
positions from the reform tradition and public choice theory. Beyond sup-
porting assertions from the reform or public choice perspectives, implicit in
the construction of the reformed governance model proposed is the argument
that the theoretical debate concerning the impact of structural arrangements
365
Alejandro Rodriguez
366
Latin American subnational government reform: A hybrid government reform model
and e) electoral systems where candidates are elected by the ‘first past the
post’ rule without the use of closed or blocked party lists to represent single-
member districts or a mixed system that concurrently uses the single member
district and multi member proportional elections.
Where we go from here?
One can safely argue that form of government is the most important struc-
tural characteristic in determining governance performance. Political struc-
ture, however, does not work by itself. At least, administrative and fiscal
autonomy is also needed. So, one could also argue that home-rule charters
are important to governance performance. What about legislative decision-
making, representation, responsiveness, and accountability? I have identi-
fied the importance of a representative and transparent voting system, the
‘relative’ number of elected officials, and ‘relative’ number of government
units. Surely, there is the possibility that I have not accounted for all rele-
vant components. Reformed governance research would be well served by
rigorous analysis concerning the full conceptual and operational definition
of the model grounded on the two dominant competing theoretical camps—
‘contemporary’ reform and public choice.
One limitation of this study is the fact that this is an attempt to conceptually
define through the convenient Weberian ‘ideal type’ methodology a model of
reformed governance. Although I have attempted to methodically construct
the model aligning as carefully as possible theoretical assertions from public
choice and ‘contemporary’ reform perspectives, I have made no attempt to
operationalize the reformed governance model. That is partly the result of
the limited space allocated. The operationalization of the model would have
taken up a completely new paper. I can only hope and recommend that the
conceptual model be used in further research to measure the extent of gover-
nance reform for a set of Latin American local government units. More im-
portantly, I would recommend that the model be used to test whether refor-
med governance makes a significance difference in local government service
delivery performance. Some specific recommendations include: Is reformed
governance related to efficient financial management? Do reformed govern-
ments spend less than unreformed units? Are reformed governments associa-
ted with higher bond ratings? Are reformed governments more responsive,
accountable, transparent, and democratic?
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369
El proceso de reconstrucción de Dichato,
un modelo de gestión de riesgos y
resiliencia urbana
Abstract
Urban vulnerability related to risks, natural disasters and global weather change had
readdressed the development and sprawl of our cities. The records of impacts and
loses, particularly related to human lives, are evidences of magnitude and effects on
human population, and some 254 million of inhabitants are affected per year by an
average of 250 disasters on the world every year.
This article is particularly focused on Dichato, in the municipality of Tomé, Biobío
region, Chile; and is taken as case study to analyze the plans, programs and actions
that made possible the community actions that also made the people more aware
of the tsunami effects. This locality is more resilient today and has a better quality
371
Iván Cartes Siade
of life after the earthquake and tsunami that devastated its urban area in February
27th 2010.
Keywords: Vulnerability, risk, resilience, disaster reconstruction and recovery
I. Introducción
T
odas las ciudades del orbe se ven enfrentadas, en menor o mayor grado
de exposición, a riesgos climáticos, ambientales y antrópicos, cuya ame-
naza y tasa de retorno ha venido aumentando debido al cambio global
climático, sobre todo si consideramos la expansión urbana, y fundamental-
mente la ampliación de los límites urbanos en los países en vías de desarrollo,
cuyo avance ocupa terrenos cada vez más vulnerables. Todo parece indicar
que se debe entonces asumir estos impactos detrimentales en los ecosistemas
del hinterland urbano y sus efectos sobre en la población que habita y altera
estas áreas, y que por ende termina por afectar su propia conducta y modifi-
car su hábitat.
A modo de ejemplo, en agosto de 2005 la acción destructiva del Huracán
Katrina puso en duda el mantenimiento de las esclusas que regulaban el flujo
del río Misisipi y también en jaque la aplicabilidad a gran escala de las políti-
cas de asistencia técnica y social para los damnificados, en áreas extensas de
barrios residentes en las áreas inundadas en Nueva Orleans. Aquella fecha
remota, se personifica una vez más en la magnitud que puede alcanzar un
desastre en el presente, cuando el martes 2 de abril de 2013 una precipitación
de lluvia inusual sobre La Plata (63 km al sur de Buenos Aires) afectó a unas
350.000 personas, dejando además 51 muertos y pérdidas por 5.000 millones
de dólares, según informó el gobierno comunal. La inundación alcanzó un
promedio de 60.000 viviendas, un 25% del total de La Plata, de 900.000 habi-
tantes. Las estaciones meteorológicas señalaron y ratificaron la marca histó-
rica de 400 milímetros de agua caída en seis horas, denominando el evento
como “diluvio”. A nivel local se organizó un operativo de ayuda a los dam-
nificados con el abastecimiento básico de agua, alimentos, medicinas, y ropa.
En ambos casos, la reconstrucción y reposición de infraestructura son in-
mediatas, pero con un efecto dilatado para los damnificados, prolongándose
negativamente su estatus en el tiempo. No obstante el estrés pos trauma y
el daño al capital humano es más profundo y toma mucho más tiempo su
recuperación y recomposición o, al menos la verdadera reinserción, en las ac-
tividades sociales, económicas y de desarrollo, que ocupaban a sus residentes
antes del desastre.
En el llamado “anillo de fuego del Asia Pacifico” y en el cual se ubican las
naciones latinoamericanas de Ecuador, Perú y Chile, cuya triada comparte
el programa de prevención de tsunamis de la UNESCO. Para determinar su
vulnerabilidad se han elaborado mapas de riesgo, particularmente donde el
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El proceso de reconstrucción de Dichato
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El proceso de reconstrucción de Dichato
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El proceso de reconstrucción de Dichato
quedan aisladas y fagocitadas por el crecimiento urbano. Por otra parte, el es-
tero contempla parques ribereños de mitigación y dos lagunas de regulación,
y permitirá restaurar también las áreas naturales de humedales que existie-
ron previos a la urbanización e introducir elementos de amortiguación a las
inundaciones recurrentes de invierno, así como también la recuperación de
avifauna urbana.
Desde la óptica de reorganización y restructuración tanto física como so-
cial, se enfatizó la habitabilidad de la localidad de una manera sustentable, y
en cuyo eje se planteó la participación como un factor clave. En la encuesta
aplicada un 49,7 % manifestó querer vivir en el mismo lugar anterior con me-
didas de mitigación y seguridad, lo que re-afirmo los criterios de seguridad
del Plan Maestro. Al mismo tiempo, un 44,9 % manifestó querer vivir en un
lugar elevado sobre la cota de inundación, esto impulsó la idea de ocupar
a futuro las áreas ubicadas sobre los cerros, abriendo una nueva dimensión
de habitación y urbanización en áreas seguras, pero con la oportunidad de
planificar desde cero barrios y comunidades sustentables, mucho más que
reacomodar lo existente o reconstruir viviendas aisladas en sitios residentes,
sin efecto de comunidad y barrio.
Figura 4 y 5: Corte típico en área de parque de mitigación, MINVU, e Imagen de
la futura costanera y parque de mitigación según modelación Dirección de Obras
Portuarias, Ministerio de Obras Públicas.
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El proceso de reconstrucción de Dichato
VI. Conclusiones
En un principio, se criticó la gestión de reconstrucción, por ser un proceso
poco inclusivo, no obstante en Dichato ha habido más de 200 eventos par-
ticipativos que de una forma u otra amalgamaron opiniones, primando el
criterio comunitario por sobre el interés individual, y logrando un consenso
sobre las estrategias de seguridad y mitigación del Plan Maestro, las cuales
fueron aprobadas por la comunidad en octubre y por el consejo municipal en
noviembre de 2010.
Toda la gestión de reconstrucción se hizo sobre la base de un sistema pú-
blico establecido y no se dictaron leyes de excepcionalidad, excepto el decreto
de áreas de desastre que permitió inmovilizar los permisos de construcción en
áreas de riesgo, hasta que las modelaciones de impacto fueron determinadas.
Al principio el aparato público reaccionó lentamente, pero luego logro hacer
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El proceso de reconstrucción de Dichato
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El metabolismo urbano: un sistema de
apropiación de excedentes ecológicos. La
transformación de la estepa patagónica en
arquitectura burguesa
Luis Inostroza1
Resumen
Este trabajo, analiza la ciudad como un sistema de apropiación y acumulación de
excedentes ecológicos, estableciendo una relación entre el ecosistema de estepas
patagónicas, esa enorme pampa que se extiende desde la cordillera de los Andes
hasta el océano Atlántico en el extremo sur de América, y la espléndida arquitectura
burguesa de una de las ciudades más prósperas del Chile decimonónico: Punta
Arenas.
Esta relación entre sociedad y naturaleza, dejó profundas huellas de organización
y complejidad en Punta Arenas, conectada metabólicamente con las formas de ex-
plotación territorial y apropiación de la estepa. El coirón patagónico y la arquitectura
burguesa, principio y fin de la misma cadena productiva, corresponden a las fases
inicial y terminal de un proceso de apropiación social de los excedentes ecológicos.
Como flujo metabólico, el excedente es ecológico en su origen y social en su evo-
lución.
Palabras claves: Metabolismo urbano, arquitectura burguesa, flujo metábolico, exce-
dentes ecológicos
Abstract
This paper analyzes the city as an appropriation system of ecological surpluses, es-
tablishing a relationship between the Patagonian steppe ecosystem and the beauti-
ful bourgeois architecture of the most prosperous Chilean city of nineteenth-century:
Punta Arenas.
1 Institute of Photogrammetry and Remote Sensing, Technische Universitat Dresden, Germany. inostroza@
urbansprawlproject.com
385
Luis Inostroza
This special relationship between society and nature, leave deep traces of com-
plexity in Punta Arenas, and it was metabolically connected with territorial forms
of exploitation and appropriation of the steppe ecosystem, the huge pampa which
extends from the Andes to the Atlantic Ocean at the southern extreme of America.
The Patagonian “coirón” and the bourgeois architecture, are beginning and end of
the same production chain, corresponding to the initial and terminal stages of a so-
cial process of appropriation of ecological surpluses. As metabolic flux, the surplus
is ecologic in its origin, then social in its evolution.
Keywords: urban metabolism, bourgeois architecture, metabolic flux, ecological sur-
pluses
E
l metabolismo es un concepto biológico que se refiere a los procesos
internos de un organismo vivo, donde el intercambio continuo de ma-
teria y energía con su medio ambiente permite su funcionamiento, cre-
cimiento y reproducción. De manera análoga, los sistemas sociales convierten
las materias primas en productos manufacturados, en servicios y, finalmente,
en desechos (Fischer-Kowalski 1998).
Las relaciones fundamentales para toda sociedad son las relaciones con
la naturaleza. Para el hombre su relación con la naturaleza es importante no
porque siga siendo un ser que pertenezca a ella sino porque lucha contra ella.
En el curso de esta relación arranca a la naturaleza lo que necesita para man-
tener su vida y superar la vida simplemente natural. Sin embargo los hombres
superan a la naturaleza solo dentro de ciertos límites y en las condiciones de-
terminadas por la naturaleza misma (clima, fertilidad del suelo, flora y fauna,
etc.) (Lefebvre 1948).
El metabolismo se realiza a través del proceso social del trabajo, que im-
plica el conjunto de acciones a través de las cuales independientemente de su
situación en el espacio (formación social) y en el tiempo (momento histórico),
los seres humanos, se apropian, producen, circulan, transforman, consumen
y excretan, productos, materiales, energía y agua, provenientes de la natura-
leza. Al realizar estas actividades, los seres humanos “socializan” fracciones
o partes de la naturaleza. Durante el proceso metabólico se genera una deter-
minación recíproca entre sociedad y naturaleza: las formas de organización
social determinan las formas de transformación de la naturaleza, la cual a
su vez afecta la configuración de las sociedades (principio eco-sociológico)
(Toledo 2002).
Los efectos sociales en la naturaleza vienen por dos vectores: la utilización
de recursos naturales y servicios ambientales y la excreción de insumos ya so-
cializados (desechos), producto de la producción, circulación, transformación
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los que son sustituidos por otros de aspecto natural (cultivos, pastizales,
etc.) pero de dependencia metabólica antrópica.
• Apropiación: ocurre con la disminución de los grados de control del medio
natural por el ecosistema antrópico. Se trata de ecosistemas de interfase
antrópicamente dominados-con influencia antrópica. El grado de susti-
tución de elementos naturales es menor en magnitud y más concentrado
espacialmente, mientras el control-influencia ocurre por sustracción: se to-
man elementos del ecosistema los que son incorporados como insumos al
metabolismo social.
• Colonización: tal como las colonizaciones en la gradiente de sucesión eco-
lógica se trata de ambientes con manifestaciones antrópicas puntuales,
generalmente actividades de tipo extractivas fuertemente concentradas.
Dada la baja magnitud de la presencia antrópica se perciben como terri-
torios naturales.
Estos estadios metabólicos generan una transición entre los ecosistemas
antrópicos, nucleados en las ciudades y los ecosistemas naturales, donde el
grado de antropización y naturalidad, como funciones inversas, se manifies-
tan como gradiente a lo largo de esta sucesión ecológica.
393
Luis Inostroza
las más altas cumbres de la cordillera de los Andes que separan las aguas4 y
extendiendo esta soberanía sobre el Estrecho de Magallanes y la isla de Tierra
del Fuego alcanzando el cabo de Hornos por el extremo sur (Figura 4).
Figura 4: La región de Magallanes en la Patagonia
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El metabolismo urbano: un sistema de apropiación de excedentes ecológicos
Las precipitaciones son en general inferiores a los 500 mm. (IGM 1983).
Fisonómicamente homogéneo, corresponde a una estepa con gramíneas en
mechón (coirones), hierbas cespitosas y arbustos bajos (Gajardo 1994), predo-
minando extensas superficies, un paisaje vegetal de praderas y arbustos. Esta
fuertemente afectado por el pastoreo, que provoca regresión del coirón a fa-
vor de los arbustos. (MOP 1994). Presenta un importante número de lagunas,
humedales y vegas de variados tamaños donde es frecuente la presencia de
una alta biodiversidad de aves (Figura 7).
Figura 7. Caiquenes en la estepa
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7 De acuerdo con la definición del convenio europeo de paisaje la estepa es un paisaje cultural (Consejo de
Europa 2000). La valoración explicita de este territorio como paisaje cultural también aparece en algunos
trabajos como Garcés 2009.
8 La arquitectura como epifenómeno social habitualmente se asocia a los niveles de desarrollo de las cultu-
ras y por ende a la importancia y magnitud de sus excedentes (Tainter 1988).
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Sin embargo en el imaginario del país, Punta Arenas es sólo una peque-
ña ciudad al sur de Puerto Montt. No tiene ningún rol en la historia oficial
de Chile. En ese contexto sorprende el primer encuentro con la ciudad más
austral del mundo. Básicamente por la calidad de la arquitectura del centro
histórico, la plaza principal, el cementerio y la gran cantidad de edificios pa-
trimoniales. En algunos casos se trata de edificios de categoría sólo compara-
ble con la arquitectura mayor de lejanas metrópolis como Santiago o Buenos
Aires, a más de 3.000 km de distancia. Edificios que por su ubicación en los
rigores climáticos de la Patagonia sorprenden a quienes los encuentran por
primera vez.
Figura 17: Palacio Sara Braun
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El metabolismo urbano: un sistema de apropiación de excedentes ecológicos
V. Conclusión
Las localizaciones urbanas obedecen en la gran mayoría de los casos a
criterios de explotación de la naturaleza claros y explícitos, donde la mayor
abundancia de recursos naturales explica los niveles de prosperidad de los
asentamientos humanos. Los campamentos mineros que desaparecen una
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Luis Inostroza
vez agotado el mineral que los originó son un excelente ejemplo. El metabo-
lismo urbano permite entender los asentamientos humanos en términos de su
base económica, su existencia, volumen, características y capacidad de gene-
rar excedentes y las formas en que esos excedentes se acumulan.
La Patagonia es un territorio cuyas características ecológicas, sumadas a la
capacidad social de apropiación de naturaleza, explican la prosperidad urba-
na y social de su principal centro urbano, expresada en una de característica
epifenoménica primordial del desarrollo: la arquitectura.
Los usos antrópicos tienen innumerables efectos, muchos de los cuales
pasan desapercibidos o permanecen en estados latentes hasta que una vez
desencadenados evolucionan incrementalmente en curvas difícilmente con-
trolables (Myers 1995). El caso de la ganadería extensiva es un buen ejemplo:
aún hoy en día el territorio ganadero parece natural, de relativa belleza y muy
bajo grado de intervención. Las transformaciones antrópicas existentes: cons-
trucciones, caminos, asentamientos ganaderos, incluso ciudades, etc., parecen
insignificantes frente a la inmensidad territorial. Sin embargo casi la totalidad
del ecosistema de estepa esta sufriendo un proceso de erosión de origen an-
tropogénico, mismo que deriva de esas formas de explotación. Esta relación
aparece con claridad al analizar las relaciones metabólicas entre estepa y so-
ciedad.
El metabolismo de la sociedad sobre el territorio se puede entender como
una cadena o flujo que conecta el stock ecológico preexistente, el coirón de la
estepa patagónica inicio de la cadena productiva y el stock final como exce-
dente en el sistema urbano, como acumulación de capital fijo: la arquitectura.
En su recorrido el flujo ecológico que se origina en un capital biótico acumu-
lado por el medio natural es apropiado e incorporado al ecosistema urbano
por la ganadería, que lo transforma en flujo económico. El excedente de la
actividad solventa la aparición de la arquitectura como expresión de riqueza.
A su vez los procesos sociales de crecimiento demográfico y aumento de los
niveles de organización, presionan a la actividad ganadera. En todo el ciclo la
actividad está produciendo efectos antrópicos que se acumulan en el medio
ambiente, aun cuando no sean evidentes, los que se incrementan proporcio-
nalmente a su crecimiento.
Desde el punto de vista metabólico, sin restar importancia a las transfor-
maciones intermedias, la relación fundamental entre sociedad y naturaleza
aparece con claridad en el inicio y término de la cadena: el excedente ecológi-
co origina el excedente urbano. La espléndida arquitectura de Punta Arenas
esta metabólicamente conectada con el coirón, son principio y fin de la misma
cadena productiva. Como flujo metabólico el excedente es ecológico en su
origen y social en su evolución.
412
El metabolismo urbano: un sistema de apropiación de excedentes ecológicos
413
Luis Inostroza
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Luis Inostroza
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416
Resiliencia urbana: los desafíos de
reconstruir el borde costero
Abstract
This paper is focused on the process of reconstruction on the coastline of the cen-
tral-south area in Chile, that was wiped out by the tsunami and earthquake of 27th
February 2011. It particularly calls attention on the concept of urban resilience as
a key tool for re-organizing the cities that were devastated and still are under risk
of tsunami. This inconvenient reality proves that the process of reconstruction is a
1 Arquitecto, Dr. en Urbanismo. Coordinador Plan de Reconstrucción Urbana del Borde Costero. Región del
Bio Bio.
417
Sergio Baeriswyl Rada
limitated experience, that could call attention on the exceptional event, however,
it is necessary to say that nearly non city is invulnerable to natural disasters. This
situation takes into a higher step the responsibility of urban planners, public policies
and specially local governments, that all together must assume the challenges to
secure inhabitants and promote urban resilience. This is a key factor for planning
and urban design, where life safety is a key issue to develop better strategies to deal
with natural disaster in the future.
Keywords: Natural disaster, reconstruction process, coastline, resilience
I. Introducción
L
a planificación urbana ha sido siempre un ejercicio muy complejo, in-
cluso cuando se ejerce en las mejores condiciones sociales, políticas y
económicas de una ciudad. Sin duda este ejercicio resulta mucho más
complejo todavía cuando se desarrolla en condiciones extremas, como las pro-
ducidas por emergencias o catástrofes naturales como el terremoto y tsunami
que afectó el 27 de febrero de 2010, las ciudades costeras en la zona centro sur
de Chile. En efecto, lo ocurrido en estas ciudades marca un antes y un des-
pués en la historia de la planificación urbana de Chile, y es una experiencia
sin precedentes que revela grandes falencias y desafíos de nuestras ciudades
frente a los fenómenos naturales adversos. En este contexto existe una discu-
sión profusa sobre las causas que pueden explicar el aumento en la ocurrencia
de estos fenómenos en las últimas décadas y que afectan especialmente a las
ciudades. Sin necesidad de asumir un compromiso con alguna de las hipóte-
sis que explicarían estos fenómenos, es un hecho indiscutible que el proceso
creciente de concentración de la población en las ciudades, está aumentando
significativamente su vulnerabilidad y la de sus habitantes. En efecto, desde
hace bastante tiempo que los procesos acelerados de crecimiento urbano están
transformando los territorios y el equilibrio de los ecosistemas. Pareciera ser
que en muchos casos, se está sobrepasando la tolerancia de los sistemas na-
turales, para adaptarse a la enorme energía transformadora de las ciudades.
Esto queda en evidencia en las cifras creciente de población que ocupa áreas
urbanas susceptibles de ser afectadas por riesgos naturales y el aumento en la
magnitud de los daños, que eventos catastróficos recientes han demostrado.
Como veremos en este artículo, en el caso de las ciudades del borde costero
afectadas por el tsunami del año 2010, esta problemática es el principal desa-
fío para la planificación urbana y su futuro desarrollo
418
Resiliencia urbana: los desafíos de reconstruir el borde costero
La región más afectada por el devastador sismo fue la región del Bio Bio,
en particular porque gran parte de la población regional se concentra en las
ciudades costeras, las cuales luego de sobrellevar el devastador sismo, en-
2 Richter
3 Número total de nuevas viviendas a reconstruir según información Oficial del Ministerio de la Vivienda y
Urbanismo: www.minvu.cl
419
Sergio Baeriswyl Rada
420
Resiliencia urbana: los desafíos de reconstruir el borde costero
todo lo anterior, no sería viable emprender esta erradicación urbana, sin des-
truir más de los que se desea construir y, de paso, asumir altos costos sociales,
políticos y económicos que probablemente ningún país esté en condiciones de
resistir.
Figura 2a: Localidad de Dichato antes del terremoto y tsunami de año 2010
Fuente: PRBC18
Figura 2b: Localidad de Dichato después del terremoto y tsunami del año 2010
Fuente: PRBC18
421
Sergio Baeriswyl Rada
4 Existen muchas definiciones de resiliencia urbana, se sugiere la realizada por WALKER, B.H. y L. PEAR-
SON. 2007. A resilience perspective of the SEEA. Ecological Economics
422
Resiliencia urbana: los desafíos de reconstruir el borde costero
Esto que llamamos resiliencia urbana parece ser una respuesta mucho más
coherente con las formas y la cultura de habitar el territorio. Ella permite im-
pulsar procesos de transformación progresivos, de más bajo impacto social
y económico y a escala de las diferentes realidades locales. En el caso de
la experiencia de reconstrucción del borde costero en Chile, este concepto se
expresó en el diseño de planes y medidas conducentes a recuperar la habitabi-
lidad de las ciudades, pero también a mejorar las condiciones para sobrellevar
los efectos de futuros eventos catastróficos y por sobre todo ayudando a una
recuperación temprana. Dicho de otro modo, ante la imposibilidad de elimi-
nar el riesgo del sitio urbano, se intenta por medio de medidas estructurales
y no estructurales5, minimizar los efectos destructivos sobre la ciudad, pero
ante todo mejorar la capacidad de recuperación y protección de las vidas hu-
manas.
Es preciso señalar que con posterioridad a la catástrofe de 2010, ciudades
como Talcahuano, con un protagonismo significativo en la economía regional
por su rol portuario y logístico, presentó un nivel de daños sin precedentes,
producto de la inundación del tsunami. El impacto de este evento fue de tal
magnitud, que dejó a la ciudad sin posibilidades de funcionar con norma-
lidad, hasta pasado 10 meses de ocurrida la catástrofe. Los costos sociales,
económicos y humanos detrás de éste episodio fueron tan o más altos que
las pérdidas materiales provocadas por el siniestro, y sustentan la tesis de
focalizar los esfuerzos en diseñar ciudades con capacidad de respuesta y recu-
peración temprana posdesatre. En este contexto resulta pertinente hacer refe-
rencia a muchas ciudades emplazadas en la ribera del río Rin en Alemania, las
cuales año a año son objeto de inundaciones que afectan grandes extensiones
urbanas, pero han aprendido a convivir con este riesgo adaptándose para mi-
nimizar los impactos y facilitar la recuperación temprana. Casos como éstos
encontramos muchos y son una validación del concepto de resiliencia urbana.
423
Sergio Baeriswyl Rada
6 Columna de agua: Corresponde la profundidad del agua medida entre el suelo natural hasta la superficie
del agua.
424
Resiliencia urbana: los desafíos de reconstruir el borde costero
425
Sergio Baeriswyl Rada
una vivienda para condiciones de riesgo. Si bien estas viviendas nunca serán
invulnerables a los efectos de tsunamis, y obligarán a sus habitantes a buscar
siempre un lugar seguro ante una amenaza, su arquitectura y diseño estructu-
ral elevan significativamente las posibilidades de recuperación, luego de ser
afectadas por un evento catastrófico de este tipo.
Figura 3: Viviendas unifamiliares tipo Palafito en la localidad de Dichato.
426
Resiliencia urbana: los desafíos de reconstruir el borde costero
8 Plan Regulador: Principal instrumento legal en Chile que regulan los uso de suelo urbano y las normas de
edificación en el área urbana metropolitana y comunal.
427
Sergio Baeriswyl Rada
9 Se entiende por infraestructura crítica, aquellas cuya función no debiera verse interrumpida durante o
después de un evento catastrófico, tales como: equipamientos de seguridad (bombero, policía, etc) equi-
pamientos de educación, salud y servicios públicos, entre otros.
10 Primer Informe de Calidad de Vida Urbana 2011-2012, Observatorio Metropolitano del Gran Concepción,
2012, Chile
428
Resiliencia urbana: los desafíos de reconstruir el borde costero
429
Sergio Baeriswyl Rada
11 Agenda 21: Programa de medidas ambientales para las ciudades, desarrollado en la Conferencia Mundial
sobre el Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible organizada por Naciones Unidas en Río de Janeiro (Bra-
430
Resiliencia urbana: los desafíos de reconstruir el borde costero
431
Sergio Baeriswyl Rada
BAERISWYL, S. (2010). “Plan de Reconstrucción del Borde Costero – Región del Bío
Bío” en: Revista CA, Nº 145.
Plan de Reconstrucción Urbana del Borde Costero del Bio Bio. PRBC18, http://www.
gorebiobio.cl/index.php?menu=1&item=prbc18
Plan de Reconstrucción Urbana del Borde Costero del Bio Bio, www.minvu.cl
WALKER, B.H. AND L. PEARSON. 2007. A resilience perspective of the SEEA.
Ecological Economics, 61 (4).
432
La arquitectura regional como referencia
didáctica para el taller de proyectos de
arquitectura
Abastract
The teaching methods are diverse, They differ according to their disciplinary focus,
level of studies, and depending on the site and time where they are used in practice.
However, they have a common pattern, when the practice itself becomes unavoida-
ble. This is to say, learning by doing and the practice makes the master. This is the
starting point for this paper and is referred to teaching methods in the architectural
studios, to enable the students to understand tangible referents for solving real pro-
blems in the studio work. As an example one could understand better from previous
experiences and global focus and in this particular case we will take the northern and
regional architecture as a referent and global architectural idea. Keywords: regional
architecture, students, teaching methods in architecture, scheme studios
433
Antonio Tamez Tejeda
I. Introducción
D
urante mi ejercicio profesional y como profesor de arquitectura, he
observado que a los estudiantes de arquitectura de los primeros se-
mestres se les dificulta imaginar o integrar los diferentes elementos
que se conjuntan para configurar la entidad arquitectónica, encontrando que
gran parte de esa dificultad estriba en la ausencia de algún modelo o referente
contra del cual contrastar o comparar aquello que se pretende que visualicen
en cuanto idea de proyecto arquitectónico que se les encargue, en el aula o
en la oficina. Además, generalmente las asignaturas del nivel se encuentran
inconexas sin permitir mayor relación entre los contenidos que integran a la
totalidad arquitectónica generando confusión en el alumno, a lo cual se añade
la inclusión de materias ajenas al currículo de la arquitectura. Y así, el estu-
diante se inicia desconociendo la idea de totalidad arquitectónica hasta llegar
a los últimos semestres de sus estudios, o cuando han podido colocarse como
aprendices en algún despacho de arquitectos para contactar al taller de pro-
yectos en el marco de la práctica real.
Igual encuentro la ausencia de un proceder metodológico comenzando
por el entendimiento del problema y las posibilidades para su solución a par-
tir de visualizar el todo en relación a su propia realidad. Ha faltado la explo-
ración de premisas y requisitos que generen al programa arquitectónico. Al
estudiante suele iniciársele en la generación inmediata de trazos explorando
formas muchas veces sin haber comprendido el problema. Iniciar median-
te una exploración de esa naturaleza es una manera de empezar siempre y
cuando se domine el problema, asunto que no siempre ocurre. Por lo general
y ante la falta de una guía integradora de los elementos de la arquitectura,
el estudiante considera separadamente al asunto de la forma arquitectónica
respecto de la forma estructural y confunde la relación entre los miembros
estructurales y el arreglo de los locales bajo un mismo modulo estructural
para las diferentes plantas del edificio. Pasando a la relación del edificio con
su medio natural y urbano, suelen desestimar al emplazamiento del edificio
respecto de la vialidad, su orientación o la topografía. Igual ocurre al intentar
resolver operativamente la planta como si solo se tratara de relacionar fun-
cionalmente sus componentes dejando al margen los asuntos del ambiente
interior y su configuración exterior. Eventualmente asumen, o así les enseñan,
que las fachadas suelen ser el producto de haber resuelto la planta sin pensar
que la arquitectura no se hace mediante la simple suma de plantas, secciones
y alzados2).
Pareciera que estoy haciendo la exposición de algo que todos sabemos. En
efecto, quienes se tomen el tiempo de leer este artículo y practiquen la docen-
2 Rassmussen Oteen Elie. La experiencia de la arquitectura, Celeste Ediciones, Madrid. 2000: 29.
434
La arquitectura regional como referencia didáctica para el taller de proyectos
II. Idea
Cuando he intervenido con los estudiantes en el aula o los aprendices en
la oficina, trato de que se entienda que el arquitecto ha de aprender su ofi-
cio bajo la idea de pensar los componentes de la arquitectura no en cuanto
elementos separados sino previa comprensión del todo arquitectónico al que
pertenecen, y que no es otra cosa más que la reunión de sus elementos y com-
ponentes bajo una cierta idea y propósito del todo percibido hacia las partes,
ocurrido lo cual, estaremos en aptitud de proceder analíticamente entendien-
435
Antonio Tamez Tejeda
4 Dewey Jhon Como pensamos, nueva exposición de la realción entre pensamiento reflexivo y proceso
educativo, Ed. Paidòs, Barcelona. 1989: 96-99.
6 Edgar Morin: “La Universidad debe enseñar para ayudar a vivir”. Por: Edmundo Derbez García en: Vida
Universitaria, UANL, Año 10, número 175, 15 de Septiembre de 2006, Monterrey.
436
La arquitectura regional como referencia didáctica para el taller de proyectos
III. Proceso
Para efecto de entrar en la didáctica a seguir, continuaré mediante un bo-
ceto del proceso que propongo. Proceso que ustedes conocen. Entonces, una
vez que el estudiante supere la comprensión de la arquitectura y su propósito
en el marco de su ambiente y su cultura, continuaremos con el abordaje del
proyecto iniciando con los asuntos que identifican al problema por resolver
así como los elementos de la arquitectura de cuya integración, bajo la forma
de totalidad, resultará el proyecto arquitectónico que el estudiante genere fi-
nalmente. Asuntos como son los géneros de edificio, el programa de necesida-
des, los relativos al sitio, análisis funcional, análisis constructivo y estructural
y factibilidad de proyecto, incluyendo la consideración de sus etapas como
son las etapas conceptual, preliminar, proyecto arquitectónico y proyecto eje-
cutivo, bajo la idea de que el estudiante se familiarice desde el inicio de sus
estudios con la realidad de su profesión, además del referente adecuado que
permita contrastar sus ideas.
Comenzaremos por lograr que el estudiante entienda que el primer paso
para desarrollar su proyecto arquitectónico consiste en identificar y compren-
der el problema que se le presenta, por ejemplo: una casa, sí, pero ¿qué es una
casa? Entonces, nuestro primer paso como profesores del taller de proyectos
7 Rasmussen Steen Elie, La experiencia en arquitectura, Celeste Ediciones, Madrid. 2000: 15.
8 Siegel Curt, Formas estructurales en la arquitectura moderna, Compañía Editorial Continental. México.
1966:306.
437
Antonio Tamez Tejeda
10 Bachelard Gastón, La poética del espacio, Fondo de Cultura Económica, México. 1986: 37.
438
La arquitectura regional como referencia didáctica para el taller de proyectos
11 Siegel Curt, Formas estructurales en la Arquitectura Moderna. Ed. CECSA, México. 1966: 13.
12 Marston Fitch James, Experential Contexto of Aesthetic Process, en: Classic Readings in Architecture, Ed.
McGraw Hill, New York. 1999: 135.
439
Antonio Tamez Tejeda
Arquitectura noresteña
IV. Metodología
Habiendo dejado en claro la idea central de nuestra propuesta para la di-
dáctica del taller de proyectos de arquitectura apoyados en el referente que
la arquitectura regional del noreste mexicano representa, continuaré con la
mecánica que para el efecto propongo. Es así que abordaré en términos com-
plementarios para efecto de la dicha didáctica a la arquitectura regional con
todo su vocabulario arquitectónico expresivo de los edificios de la tradición
popular, y por la otra, al proceso formativo a través del cual el estudiante
descubre, reflexiona y asimila para proponer sus ideas bajo la forma de pro-
puesta arquitectónica sensible y razonadamente formulada. Los dos asuntos
han concurrido satisfactoriamente en mi práctica docente de otro tiempo con
los estudiantes del primer taller de proyectos de arquitectura denominado
“Elementos de la Arquitectura” en la Universidad de Monterrey. Los hici-
mos concurrir a propósito siguiendo ese inmejorable principio de Norberg-
Schulz: El estudiante debe ejercitarse, exclusivamente, en la comprensión y en
la creación de totalidades arquitectónicas al cual ya aludí en el planteo que
previamente hice, y partiendo de que el estudiante aprende viendo-cuestio-
nando-haciendo con relación a un cierto todo comprensible consistente en el
referente adecuado al problema por resolver, acompañado desde luego por su
profesor-facilitador y previo sustento teórico de la cuestión, y acoto esto ulti-
mo, porque sin teoría e historia de la arquitectura al igual que sin topografía,
estática o análisis del sitio no vamos a ningún lado.
Por lo general, el estudiante del taller de proyectos de arquitectura recibe
información en cursos aislados entre sí, siendo común que los primeros se-
mestres procedan en cuanto conjunto de cursos no relacionados en razón de
áreas de conocimiento disímiles, y así hasta casi terminar la carrera. A esto
habrá que añadir algunos métodos seguidos para la práctica del taller de pro-
yectos, en donde se induce al estudiante a seguir un proceso lineal iniciando
por una cierta investigación, pasando por una aproximación al concepto que
hipotéticamente desembocará en un proyecto. Todo esto es indispensable,
más no en cuanto proceso porque el estudiante no ha sido adiestrado para
sintetizar la totalidad arquitectónica del asunto, no obstante aquellos cursos y
ejercicios precedentes de composición formal. El método a nuestro entender
consiste en un proceso que Nerici explica al decir que los asuntos a estudiar
deben presentarse como un todo y no repartidos en disciplinas, “partiendo
de lo sincrético, es decir, del todo percibido hacia las partes, ocurrido lo cual,
440
La arquitectura regional como referencia didáctica para el taller de proyectos
14 Rasmussen Steen Elie, La experiencia de la arquitectura, Celeste Ediciones, Madrid 2000: 29.
441
Antonio Tamez Tejeda
442
La arquitectura regional como referencia didáctica para el taller de proyectos
profesor disfrutaran del beneficio derivado de tal proceder, que por lo general
se encuentra ajeno de manera sistemática a la práctica del taller de proyectos.
Entonces, Dewey dice que el pensamiento pasa de una situación dudosa
a una situación estable, producto a su vez, de una situación directamente vi-
vida, es decir, la experiencia, en donde la reflexión incluye necesariamente la
observación. “La función del pensamiento reflexivo, por tanto, es la de trans-
formar una situación en la que se experimenta oscuridad, duda, conflicto o
algún tipo de perturbación, en una situación clara, estable y armoniosa” y
continúa diciendo: “en el momento en que empieza a reflexionar, empieza
necesariamente a observar, a fin de tomar nota de las condiciones”15). Para
nuestro caso del primer taller de proyectos nada mejor que la experiencia de
explorar en objetos sencillos, con un vocabulario claro, estereotomía com-
prensible a la vez que evidentemente contextualizados con su medio físico
y social, extendiendo la exploración hasta la plática con la gente y su manera
de hacer las cosas que se refleja en sus edificios. Ejemplos en cuantos casos
aplicables a la didáctica del taller de proyectos arquitectónicos no son difí-
ciles de encontrar. Otra historia será la coincidencia, pertinencia o paralaje
entre los casos-ejemplo y el programa-objetivos de la materia a la par de la
información-conocimientos del estudiante en ese momento. Como mencioné,
a mí me ha resultado ser eficiente modelo la arquitectura regional noresteña
en razón de la exhibición que hace de los elementos de la arquitectura en un
todo integrado bajo la forma de totalidad arquitectónica.
Para abordar el taller de proyectos bajo la idea que propongo, lo he prac-
ticado iniciando bajo la manera usual consistente en un caso hipotético que el
estudiante ha de resolver, pero enfatizando que el asunto por solucionar con-
siste en una totalidad que responde a ciertas premisas y requisitos a resolver-
se mediante la integración de los elementos de la arquitectura, considerados
no separadamente sino en cuanto componentes del todo, y que se manejarán
simultáneamente a partir del referente que propicie la generación de ideas
tendientes a solucionar el problema aquel. Tal premisa de trabajo deberá ser
explicada al estudiante en cuanto procedimiento que habrá de seguir para
el desarrollo de su proyecto, de manera que se involucre a título personal
visualizándose a sí mismo como si de su oficio en el plano de la realidad se
tratara. Para este propósito, el profesor del taller de proyectos asumirá un rol
adicional al de asesor y facilitador de su alumno que le consulta sus dudas o
comparte puntos de vista, rol que consiste en constituirse en el motivador y
guía de los esfuerzos de su alumno de manera tal que este responda sus pro-
pios impulsos bajo un amplio sentido de responsabilidad.
15 Dewey Jhon, Como pensamos, nueva exposición de la realción entre pensamiento reflexivo y proceso
educativo, Ediciones Paidòs, Barcelona 1989:96-99.
443
Antonio Tamez Tejeda
444
La arquitectura regional como referencia didáctica para el taller de proyectos
16 Coppola Pignatelli Paola, Análisis y diseño de los espacios que habitamos, Editorial Concepto, México
1980: 61.
445
Antonio Tamez Tejeda
18 Del Moral Enrique, El estilo y la integración plástica, Edición del Seminario de Cultura Mexicana, México
1966: 11.
19 Broadbent, Bunt, Jencks, El lenguaje de la arquitectura, Editorial Limusa, México 1984: 321.
446
La arquitectura regional como referencia didáctica para el taller de proyectos
20 García Mercadal, La casa popular en España, Prólogo de Antonio Bonet Correa, Ed. Gustavo Gil, Barce-
lona 1981: XVI.
447
Antonio Tamez Tejeda
habrá sido útil en cuanto referente al igual que a su profesor bajo la forma de
herramienta didáctica explicativa de los elementos de la arquitectura y de la
totalidad arquitectónica. Así que ahora, a poner en práctica el producto de la
exploración en la concreción de ideas y generación de proyectos.
Iniciamos como ya dijimos, proponiendo al estudiante que resuelva un
caso hipotético bajo ciertas premisas. Proponemos para esta ocasión una casa-
taller para un geólogo-investigador ubicada en Icamole, como también puede
ser en Paredón o en Amargos. El asunto es que el estudiante resolverá el
caso mediante materiales y procedimientos constructivos regionales, sólo que
ahora el asunto no será producto de las necesidades generadoras de la auto-
construcción popular fincada en sincretismos locales, sino de un caso cuyas
características lo convierten en un problema específico que el estudiante ten-
drá que comprender. Conocer el problema y el sitio, entender a la gente y su
propósito, entender su tiempo y contexto para entonces comprender al pro-
blema. El estudiante investigará qué es y qué hace un geólogo. Estudiará el
sitio y su ambiente. Reflexionará acerca de la realidad de su lugar y su tiempo.
Desprenderá conclusiones para fincar proposiciones formales. Así que, como
espejo de lo aprendió en su experiencia-exploración en el campo, resolverá
este problema encuadrado en la realidad de su momento y cultura, hacien-
do concurrir los componentes simultáneamente, porque la arquitectura es un
algo indivisible que se piensa en cuanto un todo integrado, asunto que el estu-
diante ha comprendido e intenta ahora practicar en términos de composición
arquitectónica dadas ciertas premisas que empieza a dominar.
El proyecto inicia en el momento en que el estudiante se ocupa de identi-
ficarlo y conocerlo, así que de regreso en el taller de proyectos, enunciamos
al estudiante los pormenores que debe conocer acerca del problema para que
dé inicio al proceso de proyecto, comenzando por generar el programa de
necesidades y ordenar la información sobre de la cual desarrollará sus ideas
de carácter formal, operativo, ambiental y constructivo bajo la forma de una
totalidad. Para tal propósito, el estudiante seleccionará el predio preciso que
le satisface o motiva para desarrollar su idea, sea que disponga de la informa-
ción que hubiese levantado en su exploración del lugar, o bien que la suponga
precisando sus características físicas, topográficas y de orientación en concor-
dancia con la realidad observada en su visita al sitio. Explorará las bondades
y limitaciones del predio, auxiliado por su profesor que opinará acerca de las
posibilidades y restricciones, más sin interferirle o sugerirle con carácter im-
perativo aquello que pudiera o debiera de procurar en ese predio. Igual el es-
tudiante pormenorizará todo cuanto operativamente practica aquel geólogo
en su trabajo de campo y de gabinete para de lo cual desprender el programa
arquitectónico a seguir. Estudiará conjuntamente el análisis del sitio y funcio-
nal para agrupar los componentes del edificio, a la par que lo relaciona con su
estabilidad y seguridad material fincado en las técnicas constructivas locales,
448
La arquitectura regional como referencia didáctica para el taller de proyectos
449
Antonio Tamez Tejeda
450
La arquitectura regional como referencia didáctica para el taller de proyectos
22 Villagran García José, Teoría de la Arquitectura, Edición INBA-SEP, México 1986: 134.
451
Antonio Tamez Tejeda
V. Conclusión
El caso para el taller de proyectos conforme describí, fue resuelto de acuer-
do a la didáctica que propuse abordando un problema adecuado al primer
taller de proyectos de arquitectura. Un problema sencillo más sin embargo
complicado para quién no ha sido adiestrado en la comprensión de totalida-
des arquitectónicas y su visualización bajo el manejo simultáneo de los ele-
mentos de la arquitectura, a lo cual se añade el problema que representa la
composición de los volúmenes que conforman al todo. Logrado tal propósito,
el estudiante se encontrará en aptitud de continuar por ese camino o método
452
La arquitectura regional como referencia didáctica para el taller de proyectos
para enfrentar problemas de mayor complejidad, por que aquello que apren-
dió al solucionar la casa del geólogo aquel, fue un asunto de metodología de
proyecto, aplicable por igual a cualquier proyecto que se le presente habida
cuenta de las diferencias que la magnitud y complejidad representan. Apren-
dió a pasar de un estado o una situación en la que se experimenta oscuridad,
duda o, a una situación clara, estable y armoniosa, producto de identificar y
observar al problema en su contexto, observación que necesariamente lo con-
duce a reflexionar acerca de su naturaleza y posibles vías de solución, toda
vez que lo contrastó respecto del referente adecuado.
El estudiante encontró el camino. Ahora, generar ideas para resolver la to-
talidad arquitectónica para otros proyectos no será problema, porque apren-
dió a dominar la integración de los elementos de la arquitectura bajo la for-
ma de una totalidad que le es posible visualizar a partir de la comprensión
del todo por resolver. Como mencioné, se trata de un asunto metodología de
proyecto y a este asunto quería llegar finalmente. En la actualidad es tal el
número de tipos de edificios al igual que variada su complejidad, que es im-
posible abordarlos en el taller de proyectos para su solución. Por lo menos de
noventa a cien tipos distribuidos en quince géneros de edificio. Sin embargo,
generalmente en el taller de proyectos se aborda el caso por resolver ajeno a
tal universo de casos posibles, centrando la atención del alumno en el caso
que resuelve y no precisamente bajo el proceder de solucionar totalidades
arquitectónicas, sino en pedacitos, primero la planta, ya después se despren-
derá lo demás. Aprende a solucionar una casa, un edificio de oficinas, o un
supermercado siguiendo directrices para ese caso, atendiendo casi exclusiva-
mente los asuntos funcionales centrados en la planta del edificio, más no en
términos de una totalidad siguiendo una declarada metodología de proyecto.
Me parece entonces que la atención del taller de proyectos habrá que centrarla
primeramente en la metodología de proyecto más que en resolver tal o cual
caso aislado, de suerte que aprenda el proceso a seguir indistintamente del
caso por resolver, además de ejercitarse exclusivamente en la comprensión
y creación de totalidades arquitectónicas24) que conjugan los elementos de la
arquitectura, incluidos aquellos edificios de gran magnitud y complejidad
operativa, técnica y de adecuación al sitio y su ambiente, bajo un cierto orden
en el desarrollo de proyecto bajo un proceder metodológico.
La totalidad arquitectónica
Cualquier disciplina de gabinete o de campo que se practique sin método
alguno, acabará por ser una práctica penosa y quizás en un tiempo excesivo,
amén de yerros constantes. El estudiar mismo implica una metodología a se-
guir, porque primeramente hacemos conciente la necesidad de estudio y la
24 Norberg-Schulz Christian, Intenciones en arquitectura, Editorial Gustavo Gili, Barcelona. 1998: 142.
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Antonio Tamez Tejeda
25 Zaid Gabriel, Hechos a mano, Periódico El Norte, Noviembre 27 de 2011, 1a sección, p/9.
26 Guthrie William K. Los filósofos griegos, Fondo de Cultura Económica, México. 1995: 54.
27 Ibid 16.
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La arquitectura regional como referencia didáctica para el taller de proyectos
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Antonio Tamez Tejeda
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La arquitectura regional como referencia didáctica para el taller de proyectos
28 Bohigas Oriol, Contra una arquitectura adjetivada, Ed. Seix Barral, Barcelona. 1969: 62.
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