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La inmovilidad democrática de la justicia

constitucional mexicana: nueve tesis sobre


la justicia constitucional en México
Arminda BALBUENA

En el presente artículo querría abordar dos proble- Primera Tesis: Desde el punto de vista histórico, la
mas. De un lado, la situación de la jurisdicción constitu- adopción de sistemas de jurisdicción constitucional no
cional en México, tras la adopción de un sistema con- coincide necesariamente con períodos de reforzamien-
centrado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación to de los valores propios del constitucionalismo demo-
mediante las así llamadas "acción de inconstitucionali- crático.
dad" y "controversias constitucionales"1. y, de otro, la Conviene señalar de un modo muy general que la
posibilidad de utilizar el caso mexicano como marco experiencia histórica demuestra que, con frecuen-
para una reflexión más amplia sobre las posibilidades cia, la adopción de sistemas de control constitucio-
de la jurisdicción constitucional. nal aparece asociada a situaciones sociales com-
Efectivamente, el análisis de los modelos genera- plejas -marcadas más por la involución social que
les de jurisdicción constitucional, por un lado, y del por su evolución-, contrarias a los valores que de-
incipiente sistema mexicano, por otro, no tiene ne- finen materialmente al constitucionalismo, y en las
cesariamente que ser entendido como la aplicación que se contraviene de forma más o menos abierta
de la "Gran tradición", de los "Grandes sistemas", a la normatividad constitucional que, presuntamente,
un caso concreto y periférico, sino que, muy al con- están llamados a defender, y la rigidez, normativi-
trario, puede ser entendido como una posibilidad de dad y superlegalidad de la norma suprema.
reflexionar desde el presente y desde la realidad Se quiere decir con ello no que siempre y en todo
sobre estos modelos en muy buena medida pretéri- caso exista una correlación directa entre estableci-
tos y, desde luego, muy alejados de sus formula- miento de sistemas de justicia constitucional e inten-
ciones originales, además de fuertemente cuestio- tos involucionistas o antidemocráticos, sino que, en
nados en sus propios países de origen. En este algunos casos, así ha sido y que, por tanto, la rela-
sentido, la vitalidad constitucional de ciertos siste- ción entre nacimiento de la justicia constitucional y
mas periféricos parece aconsejar si no una inver- fortalecimiento de los valores constitucionales es una
sión de la tendencia tradicional (países centrales relación histórica y que, como tal, debe ser estudiada
forjadores de doctrina, países periféricos receptores en la realidad para su verificación.
de doctrina), sí, al menos, una cierta relativización. En concreto, en el caso norteamericano, la jurisdic-
El caso mexicano, sin embargo, encierra una mayor ción constitucional surge básicamente (en el plano de
complejidad. Sucede que frente a una sociedad fuer- los hechos), como consecuencia del riesgo experimen-
temente movilizada en algunos de sus sectores, con tado por las clases dirigentes, de que las legislaturas
experimentos constitucionales y sociales de primer or- locales adoptaran legislación contraria al derecho de
den (la organización indígena campesina en Chiapas y propiedad (sobre deudas y expropiaciones, para ser
su Proyecto de Constitución, discutido aldea por al- exactos)2. Es decir, un contraste entre contenidos nor-
dea), la academia se ha mostrado prácticamente im- mativos (o deónticos) en la Constitución (se reconoce
permeable a todas estas tendencias y sigue repitiendo un derecho) y la legislación (se desconoce ese mismo
un discurso conformista y oficialista en cuantas oca- derecho). En este contexto, resulta, en principio, irrele-
siones se le ofrecen (y no son pocas) para ello. vante que dicha legislación sea estatal o federal, lo im-
En concreto, frente a las reformas de 1994, la portante es que sea contraria o no a un derecho cons-
doctrina ha reaccionado en una forma de no- titucionalmente reconocido. Ello explica, igualmente,
reflexión, consistente en a) aplaudir con entusiasmo que sólo quepan disputas constitucionales sobre asun-
las sucesivas reformas, incluidas las de signo con- tos reales y frente a derechos efectivamente violados
trario; b) justificarlas con argumentos ajenos que, (es decir, control concreto) y no frente a amenazas po-
por otra parte, ya casi nadie sostiene ni en los paí- tenciales o teóricas (control abstracto).
ses en los que originalmente se expusieron. Es, jus- Pasando ahora a la teoría, la jurisdicción se justifica
tamente, contra este tipo de enfoque, contra el que desde la idea de supremacía constitucional. Confluyen
se presenta este artículo, distribuido en nueve tesis aquí diferentes tradiciones que hacen verosímil esta
sobre la justicia constitucional. construcción. De un lado, la participación social com-
parativamente alta de la población en los procesos
constituyentes en América (lo que permitía solventar,
en principio, la acusación de antidemocraticidad de las
1 El 31 de diciembre de 1994 se publicaron en el Diario Oficial
actuaciones de control del Tribunal, en la medida en
de la Federación reformas a la Constitución Mexicana de 1917, que éste puede ser contramayoritario con respecto a
por las que, según se afirmó en su momento, se creaba un sis- una determinada mayoría coyuntural, pero es proma-
tema de jurisdicción constitucional comparable al existente en yoritario respecto de esta mayoría total que es el poder
diferentes países europeos. Efectivamente, la Suprema Corte
de Justicia de la Nación adquirió, entonces, competencias sobre
constituyente) y, de otro, el tradicional control ejercido
el control abstracto de la ley en vía de acción (acción de incons- en el Imperio Británico sobre las normas de la colonias
titucionalidad) y reformó las correspondientes a los conflictos de (un control que era sustantivo (de contenidos) y no
competencias entre los diferentes órdenes normativos del país
(federal, estatal y municipal a través de las controversias consti-
tucionales). Se creaba, pues, en principio, un complejo sistema
de justicia constitucional en el que convivían las tradicionales 2 Para un análisis exhaustivo del origen antidemocrático de la
competencias de la Corte en juicio de amparo (defensa de dere- justicia Constitucional en Norteamérica, vid. Gargarella, Rober-
chos fundamentales con efectos interpartes) con las nuevas de to, La justicia frente al gobierno. Sobre el carácter contramayori-
tipo kelseniano. tario del poder judicial, Editorial Ariel, Barcelona, 1996.

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competencial). Lord Bryce supone la manifestación por su adopción estaría justificado si pudiera demos-
más acabada de estas ideas en esta primera fase, si trarse que en su actuación práctica real han consegui-
bien sus tesis han sufrido una considerable desustan- do escapar de la tenaza a la que parecen condenados:
ciación en su evolución histórica que las han aproxi- la tenaza que parece obligar ineludiblemente a los tri-
mado al entendimiento de la misma (formal, compe- bunales constitucionales a ser superfluos (por confor-
tencial) de tipo europeo. mistas y serviles ante el poder) o antidemocráticos (por
En la Europa continental, por su parte, las primeras suplantadores de las legítima voluntad popular expre-
manifestaciones de control de constitucionalidad de la sada directamente por el pueblo o a través de sus re-
ley se producen en contextos federales. En ellos, se presentantes, con frecuencia en clave conservadora).
establecen sistemas jurisdiccionales de resolución de Si no es posible afirmar que siempre y en todo caso
conflictos derivados del reparto competencial entre las los Tribunales hayan actuado como meros legitimado-
Federaciones y los Estados que las integran. Mientras res de las decisiones tomadas en otras sedes, apar-
dichos estados mantuvieron democracias censitarias, tándose de dicho papel tan sólo Uustamente) para en-
sus sistemas de control de la constitucionalidad de las frentarse a las mayorías de cambio, desde luego
normas no evolucionaron hacia formas más complejas tampoco es cierto que ello no haya sucedido nunca.
y centralizadas (conviene insistir, en este sentido, en la
vinculación histórica que existe entre sufragio universal
y establecimiento de la justicia constitucional)'. Lo que Segunda Tesis: Las transformaciones operadas en
importa destacar aquí es que cuando dicho riesgo co- el contenido normativo del constitucionalismo europeo
menzó a plantearse como consecuencia del incremen- y en la realidad política y social norteamericana, han
to de voto a los partidos obreros conforme se universa- hecho que la fundamentación teórica de sus sistemas
lizaba el sufragio, la forma en que se diseñaron los de justicia constitucional se haya visto considerable-
sistemas de control y la forma en que serían teoriza- mente debilitada convirtiéndose, respectivamente, en
dos por Kelsen, suponía una profundización en este la obsesión por el legislador negativo y la obsesión
entendimiento competencial de la función de los tribu- contramayoritaria.
nales. Efectivamente, para los sistemas europeos re- Simplificando al máximo, cabría decir que la obse-
sultaba más difícil acudir a una presunta superlegitimi- sión europea camina de la teoría a los hechos. En
dad de los procesos constituyentes puesto que éstos efecto, la teoría de Kelsen es dada por buena por la
sólo en un sentido sumamente metafórico podrían cali- doctrina y la clase dominantes y queda fijada sin ape-
ficarse de democráticos. En Europa parecía surgir con nas evolución posterior. Mientras tanto, sin embargo,
mucha más evidencia el contraste entre procesos en el plano de los hechos las cosas son bien diferen-
constituyentes censitarios (y, por tanto, normas consti- tes. De un lado, la actuación efectiva de los Tribunales,
tucionales liberal-burguesas) y procesos legislativos incluso con las constituciones más o menos liberales
democráticos (y, tendencialmente, socializantes). Plan- existentes hasta la Segunda Guerra Mundial, ya mos-
tear, en este contexto, un control de contenidos deánti- traba las dificultades de actuar como un legislador ne-
cos, de contraste entre lo ordenado constitucionalmen- gativo. De otro y lo que es más importante, las dos
te y lo ordenado por la legislación encerraba grandes transformaciones producidas en el constitu-
dificultades de legitimidad democrática que podían re- cionalismo a partir de esa fecha (la centralidad de los
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sultar insalvables. Es aquí donde la obra de Kelsen derechos y el estado social), hacían ya imposible ac-
adquiere toda su importancia. Kelsen consiguió justifi- tuar en términos kelsenianos. La incorporación de una
car la existencia de un Tribunal Constitucional sin caer constelación de valores a las constituciones colocaba
en un argumento antidemocrático a base de realizar al Tribunal en situación de tener que emitir, nunca me-
una doble operación de vaciamiento constitucional y jor dicho, juicios de valor en teoría ajenos a su función
ultraformalización constitucional. En definitiva, de llevar de expertos técnicos en materias formales y compe-
al extremo el razonamiento competencial. Las Consti- tenciales. Las normas típicas del Estado Social con su
tuciones no deben contener valores, los valores se de- intervención en la economía y en las relaciones socia-
terminan según procedimientos constitucionalmente les, hacían inútiles y hasta contraproducentes las téc-
establecidos, los tribunales son garantes de la legali- nicas de intervención del Tribunal asociadas a la nuli-
dad procedimental de las decisiones. Es decir, de que dad.
cada órgano actúe dentro de su competencia (no sólo Ello ha provocado dos tipos de efectos. De un lado,
ya los Estados de las Federaciones, sino todos sus ór- los Tribunales han tenido que dar cabida de forma cre-
ganos incluyendo sus Parlamentos Federales): el tribu- ciente a técnicas nunca previstas de control de la cons-
nal constitucional es, por tanto, un legislador negativo. titucionalidad de las normas, actuando como verdade-
Esta concepción ultraformal (contraria a la sostenida ros legisladores positivos y deformando hasta el
por Bryce) se extiende también a la idea de rigidez extremo el sentido de las palabras para seguir remi-
constitucional, que pasa a ser entendida como rigidez tiéndose a Kelsen como inspirador de su teoría. De
competencial (la constitución sólo puede reformarse otro, este comportamiento ha colocado a los Tribunales
(eso sí, en cualquier sentido) por quien tiene la en una difícil situación desde el punto de vista de la le-
competencia para hacerlo). gitimación. Efectivamente, si pretenden mantener su
De otro lado, dejando al margen cuál haya sido el legitimidad técnico formal, se ven obligados a adoptar
origen (en algunos casos, remoto) de la adopción de decisiones insostenibles desde el punto de vista mate-
los sistemas de justicia constitucional, el entusiasmo rial. Si, por el contrario, adoptan decisiones aceptables
materialmente, tienen que hacerlo alejándose en gran
medida del papel que la teoría les otorga y cargando
, Bryce, James, Constituciones flexibles y Constituciones rígi-
das, 21. Edición, Colección Civitas, Instituto de Estudios Políti- con la acusación de haber "politizado" la justicia consti-
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cos, Madrid, 1962 . tucional • A esta dificultad es a la que aquí se denomi-
• Cfr. Cruz Villalón, Pedro, La formación del sistema europeo na "obsesión por el legislador negativo".
de control de constitucionalidad (1918-1939), Centro de Estu- En Estados Unidos, por su parte, en ausencia de
dios Constitucionales, Madrid, 1987, págs. 417-419.
, Kelsen, Hans, "La garantía jurisdiccional de la constitución
(la justicia constitucional)", en Kelsen, Hans, Escritos sobre la , Glr. Aja, Eliseo (editor), Las tensiones entre el Tribunal
democracia y el socialismo, traducción Juan Ruiz Manero, Edito- Constitucional y el Legislador en la Europa actual, Ariel Dere-
rial Debate, Madrid, 1988. cho, Barcelona, 1998.

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una teoría propiamente dicha de la justicia constitucio- ya a esta presunta legitimidad de origen del Tribunal",
nal, lo que se ha ido debilitando de forma considerable sino a otros valores (participación, minorías, etc.).
es su justificación inicial. En efecto, mientras que en su
primera fase la justificación de los contenidos normati-
vos de la legislación podía hacerse alegando que la Tercera Tesis: Las dificultades antes anunciadas
especial democraticidad del proceso constituyente de- parecen sugerir la necesidad de buscar alguna for-
bía traducirse en la supremacía de la norma constitu- ma alternativa de justificar la introducción de un Tri-
cional, frente a la, digamos, democraticidad atenuada bunal Constitucional para México. Si se pretende
del proceso legislativo ordinario, ello resultaría con pos- apelar a que sólo actuará como legislador negativo
terioridad imposible por tres razones. con juicios técnico formales o a su labor de defensa
De un lado, la mera lejanía temporal del proceso de las decisiones originarias del constituyente, am-
constituyente relativizaba de forma importante el papel bos caminos parecen agotados, tanto en la teoría
de los jueces constitucionales como defensores de la como, sobre todo, en la práctica.
mayoría y mostraba con evidencia creciente que se La finalidad de esta tesis es la de relativizar la credi-
trataba más bien de minorías actuales cuyas opiniones bilidad de las diferentes justificaciones alegadas en el
coincidían con las de mayorías pasadas (como diría momento de su creación y el entusiasmo con que fue
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Paine es "It is the living, and not the dead, that are to be acogida por parte de la clase académico-política • En-
accomodated"). De otro, no sólo el tiempo jugaba co- tusiasmo que, con frecuencia, se ve reforzado en
ntra este argumento sino, sobre todo, el diferente con- México por una confianza en que la mera incorpora-
cepto de "mayoría" y hasta de sociedad. La mayoría en ción de una institución nueva tendrá efectos mágica-
la que se basaba el consenso constitucional era una mente transformadores sobre la realidad, sin necesi-
mayoría que, en términos posteriores, constituiría una dad de realizar ningún otro cambio económico, social o
evidente minoría, ya que no incluía, entre otros, a los político. Sirve, además, para señalar la necesidad de
indígenas norteamericanos, a los esclavos afro- realizar un análisis histórico concreto que nos permita
americanos, ni a las mujeres. decidir sobre la conveniencia o inconveniencia de la
En tercer lugar, la lejanía temporal y social del mo- reforma.
mento constituyente provocó que se extendiera la
idea de que el texto constitucional había dejado de
ser inteligible en términos ordinarios para el presente. Cuarta Tesis: La evolución de la Suprema Corte
Sus conceptos, sus formulaciones, el mundo para el de Justicia en México desde la aprobación de la
que se crearon, habían dejado de existir. Al tratar de Constitución vigente de 1917 y hasta las reformas
aplicar un artículo constitucional lo que se hacía, en de 1994, ha reflejado un proceso de sometimiento e
realidad, era colocar en el lugar del sentido perdido y incorporación al poder político que la han colocado
ya imposible de recuperar, las convicciones propias en una posición sumamente marginal como defen-
del intérprete. Planteadas así las cosas (al estilo del sora de los valores constitucionales.
Realismo norteamericano) toda labor de inaplicación Dejando de lado los precedentes más remotos y
de normas por parte del Tribunal con base en la centrándonos en la situación desde 1917, cabe afirmar
Constitución se convertía en necesaria y estructural- que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha su-
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mente contramayoritaria • frido un proceso de progresivo sometimiento al poder
En esta nueva situación, cuando el Tribunal ha trata- político mediante diferentes ingerencias de éste en
do de frustrar políticas de los órganos con legitimidad aquélla que, en la práctica, han determinado que sus
democrática, con frecuencia han surgido críticas en actuaciones en materia constitucional hayan sido vir-
términos contramayoritarios. Estas críticas han llegado tualmente inexistentes, mientras la Constitución sufría,
a convertirse en uno de los temas principales de la por su parte, una permanente degradación y perdía
doctrina norteamericana hasta el punto de haber sido casi absolutamente su carácter de norma rígida y su-
calificado de "obsesión"". Ello explica ("de los hechos a prema del ordenamiento.
la teoría") que se hayan desarrollado intentos de justifi- En efecto, este sometimiento puede ser apreciado
cación de la jurisdicción constitucional que no apelen en la serie de reformas constitucionales que se realiza-
ron en relación con la Suprema Corte de Justicia de la
Nación desde la aprobación de la Constitución de 1917
hasta 1994, reformas que pueden resumirse en dos
7 Como es sobradamente conocido, Bickel emplearía por ciclos'1. Ciclos que, naturalmente, responden a la
primera vez la expresión "counter-majoritarian difficulty" para
referirse a las tensiones existentes entre judicial review y
gobierno democrático en: Bickel, Alexander, The Least Dange- • Sólo por citar a los Clásicos; Bickel y su doctrina de debilidad
rous Branch, Vale University Press, New Haven, 1962. del poder judicial en: Bickel, Alexander, The Least Dangerous
, Barry Friedman es en la actualidad el autor más importante en Branch, op. cit., la filosofía moral de Ronald Dworkin y su
materia de objeción contramayoritaria desde el punto de vista his- defensa de la justicia constitucional encarnada en la figura del
tórico. El profesor Friedman está embarcado en un proyecto de juez Hércules, en Dworkin, Ronald, Taking rights seriously, Har-
amplio aliento del que sólo algunas partes están ya disponibles. vard University Press, Cambridge (Mass.), 1977. El
En concreto, la parte I en ''The History of the Countermajoritarian acercamiento procesalista de John Hart Ely y su, digamos,
Difficulty, Part One: The Road to Judicial Supremacy", en New posición intermedia ante la justicia constitucional (defensa con
York University Law Review, vol. 73, núm. 2, págs. 333-433, la matices) en, Ely, John Hart, Democracia y desconfianza. Una
parte IV ''The History of Countermajoritarian Difficulty, Part Four: teoría del control constitucional. Siglo del Hombre Editores, San-
Law's Politics", en University of Pennsylvania Law Review, vol. tafé de Bogotá, Colombia 1997 (trad. Magdalena Holguín).
148, núm. 4, 2000, págs. 971-1064; Y la parte V ''The History of 10 Entre otros, Carpizo McGregor, Jorge, "Reformas constitu-
Countermajoritarian Difficulty, Part Five: The Birth of An Academic cionales al poder judicial federal y a la jurisdicción constitucional
Obsession", en ht1p://papers.tcnj.edu/abstracts/095/ 09500 1 del 31 de diciembre de 1994", en Boletín Mexicano de Derecho
Friedman Ba. htm (visitada el 14/06/01), y el resto aún sin publicar, Comparado, núm. 83, 1995, págs. 807-842; Soberanes Fernán-
pero cuyos borradores han sido facilitados por el autor (The His- dez, José Luis, "Nueva Justicia Constitucional en México", en
tory of the Countermajoritarian Difficulty, Part Two: Reconstruc- Crónica Legislativa, núm. 8, 1996, págs. 13-29, quienes consi-
tions's Political Court" y en ''The History of the Countermajoritarian deran a las reformas como la "culminación" de un presunto pro-
Difficulty Part 111: The Lesson of Lochner"). Por otra parte, el profe- ceso de perfeccionamiento de la constitución mexicana desde
sor Barry Friedman ha expuesto lo que podemos considerar las su aprobación en 1917.
bases teóricas de su estudio histórico en "Dialogue and Judicial 11 La organización del material de este apartado se inspira en
Review", en Michigan Law Review, vol. 91, núm. 4, 1993, págs. Cossio, José Ramón, "La Suprema Corte y la teoría constitucio-
577-682. nal", en Política y Gobierno, vol. VIII, núm. 1,2001, págs. 61-115.

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realidad política y social en la que se desarrollan y puesto que los casos en que la Corte se ha opuesto
sin la cual resultan incomprensibles. a los otros Poderes son casi inexistentes) de las
Distinguiremos, así, un primer ciclo de reformas normas generales, por su mayor valor simbólico.
destinadas a asegurar el control de la Suprema
Corte por parte del Ejecutivo y un segundo ciclo de
reformas destinado a conseguir una mejor adapta- Quinta Tesis: La adopción de estas reformas coin-
ción funcional de la Corte al sistema político institu- cide con un momento de cambio global en la reali-
cionalizado por el PRI (Partido Revolucionario Insti- dad política y económica del país. En la realidad po-
tucional). lítica, porque se produce en la última Presidencia
El primer ciclo de reformas (reforma de 1928, re- adquirida conforme al antiguo sistema cooptativo y
forma de 1934 y reforma de 1944) 12 que nos revela antidemocrático controlado por el PRI. En la reali-
que el deseo de los Presidentes de contar con Cor- dad económica, porque coincide con el intento de
tes adeptas, era el reflejo de una situación política incorporar a México a la economía mundializada
aún no institucionalizada en la que existía la posibi- por la vía neoliberal del Tratado de Libre Comercio
lidad de que un Presidente tuviera un programa po- de América del Norte. Coincide también, por otra
lítico que chocara con los intereses de algún grupo parte, con los movimientos de reacción y protesta
social importante que pudiera tratar de oponerse a ante estas transformaciones, protagonizados, entre
ella. Cuando la institucionalización del sistema al- otros, por los pueblos indígenas alzados como Ejér-
canza su grado más alto, ya no resulta importante cito Zapatista de Liberación Nacional.
quiénes concretamente ostenten el cargo de minis- En dicha reforma, además, se repiten algunos patro-
tros, puesto que están, en cualquier caso, controla- nes de comportamiento propios también de otros sis-
dos por el autoritarismo presidencial, por la corrup- temas constitucionales. Por un lado, su surgimiento co-
ción que se deriva del ofrecimiento de prebendas incidiendo con una etapa de transformación en la que
políticas, y por la amenaza de la sanción política o los poderes tradicionales ven peligrar su situación de
jurídica. La Corte a partir de este momento se con- dominio y, por otro, una tramitación realizada incum-
vierte en un órgano de casi nula relevancia política pliendo la normatividad constitucional que la propia
amoldado a los intereses presidenciales y, más aun Corte debería, en teoría, defender.
a los intereses globales representados por el PRI Analizando el primero de los aspectos, desde el
como institución de la clase dominante. punto de vista económico, México transformó du-
El segundo ciclo de reformas incluye las del 19 de rante el período presidencial de Carlos Salinas de
febrero de 1951, Y la del 25 de octubre de 1967 y Gortari su participación en la economía mundial y
las de agosto de 1987. En todas ellas, a diferencia trató de adaptar a estas nuevas exigencias sus es-
de lo que sucedía en las anteriormente considera- tructuras productivas interiores. Efectivamente,
das, el asunto de quiénes concretamente ocupaban México había contado hasta ese momento con una
el cargo de ministros perdió toda relevancia. Las re- estructura económica compleja en la que convivían
formas se referían, en cambio, a cuestiones funcio- muy diferentes estratos productivos, unos dirigidos
nales, organizativas, etc. En todos los casos, el hacia el consumo interno en formas más o menos
problema fundamentalmente alegado era el del re- atrasadas de subsistencia, otros dirigidos a propor-
traso en la tramitación de asuntos por parte de la cionar a las clases internas dirigentes la base eco-
Corte, y el mecanismo para su resolución la pérdida nómica de sus poderes social y político y otros, por
por parte de ésta de algunas de sus competencias y último, destinados a beneficiar a las clases dirigen-
su progresiva concentración en el conocimiento de tes exteriores, en particular norteamericanas, repre-
la constitucionalidad de las normas generales13• To- sentadas sobre todo a través de las multinacionales
do ello resulta coherente con la evolución política de y la presencia financiera de los grandes bancos nor-
la Corte. Efectivamente, si la Corte ha pasado a ser teamericanos. Ello exigía una muy compleja articu-
un órgano plenamente integrado en la normalidad lación, en cierto sentido normativa, y sobre todo so-
institucional del Régimen, las únicas dificultades cial en la que el caciquismo, el clientelismo, el
que pueden surgir no se refieren tanto a cuestiones aislamiento territorial, etc. convivían con modernas
de fondo como a cuestiones de eficacia. No tanto a técnicas gerenciales, inversiones en telecomunica-
que la Corte no quiera hacer algo como a que no ciones y publicidad, etc. Pues bien, las reformas de
pueda. De otro lado, si la Corte debe cumplir tam- carácter neoliberal impulsadas por el Presidente
bién un papel legitimador del sistema, éste puede (secundando en esto, claro es, las indicaciones de
realizarse con mayor eficacia concentrándose en los organismos económicos internacionales y la
las declaraciones de constitucionalidad o inconstitu- presión de los inversores extranjeros) tenían como
cionalidad (en realidad, sólo de constitucionalidad objetivo polarizar el conjunto de la estructura pro-
ductiva del país para su integración plena en el
Si bien, las conclusiones que se alcanzan difieren parcialmente de mercado mundializado global. En el plano normati-
las sostenidas por dicho autor. vo, esta intención de fusionar la economía mexica-
12 En estas tres actuaciones se sigue un patrón de comporta- na con la economía global se plasmó en la negocia-
miento similar aunque los intereses concretos a los que sirven
sean distintos en cada caso. Este patrón puede resumirse en la
ción y firma del Tratado de Libre Comercio de
presencia de dos elementos: la ilegalidad (o menosprecio a la América del Norte o NAFTA". Naturalmente, estos
legalidad) del procedimiento de reforma, y la pretensión de con- procesos de cambio económico arrastraron, como
trolar directamente a los ministros. Podemos decir que se trata se sabe, muy importantes cambios en los planos
más bien de reformas de los ministros que no de reformas de la
Suprema Corte. Para consultar el contenido y procedimiento de
político y social, y considerables resistencias por
tales reformas vid. Cossio, José Ramón, "La Suprema Corte y la
teoria constitucional", op. cit. •• La bibliografía sobre el TLC desde todos sus puntos de vis-
" Esta concentración de funciones constitucionales en la Su- ta es enorme. Un resumen de posturas y una amplia selección
prema Corte contravenía la letra y el espíritu de la Constitución bibliográfica en Acuna Soto, Victor, Integración desigual: el caso
en que claramente se establecía un sistema de control difuso. de México en el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica,
Si, además, tenemos en cuenta que la Corte tampoco ejerció de Tesis Doctoral, Universidad Complutense de Madrid, Madrid,
tacto dichas funciones, más que de concentración o de monopo- 1997; desde el punto de vista del NAFTA, Ackerman, Bruce y
lio del rechazo, cabría hablar de supresión de los mecanismos Golove, David, 15 NAFTA Constitutionaf?, Harvard University
de control de constitucionalidad de las normas. Press, Cambridge (Mass.), 1995.

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parte de quienes se consideraban desfavorecidos El propio aparato interno del PRI reaccionó a es-
por la reforma. Lo que interesa destacar aquí, al tas transformaciones dando muestras, ellos mis-
margen de la conveniencia o inconveniencia de es- mos, de que el sistema político mexicano tal como
tas reformas neoliberales'5, es que son la indicación había sido tradicionalmente entendido podía estar a
más clara de que México no podría seguir mante- punto de terminar. Conviene, en este sentido, reali-
niendo su peculiar equilibrio político social y que zar un paralelismo entre lo que fue la elección de
debía introducir cambios radicales en muchas de Carlos Salinas y la de su sucesor Ernesto Zedillo.
sus instituciones. Los tiempos del gran terrateniente La elección de 1988 de Carlos Salinas siguió, en
local, cacique en su propio territorio, coaligado con cierto sentido, la tradición política priísta. Salinas
otros caciques semejantes en la estructura de do- fue "destapado" por el presidente anterior (Miguel
minio del PRI y, representados, en último término de la Madrid), se realizaron las elecciones presi-
por las así llamadas "50 familias" parecían tocar denciales y Salinas entró en la Presidencia. En
económicamente a su fin. aquel momento, según la convicción generalizada
Ahora bien, estos proyectos de transformación de los estudiosos de dicho proceso (y aun de la po-
económica no sólo ponían en dificultades a secto- blación general), Salinas obtuvo menos votos para
res muy amplios de la población (en particular, de la la Presidencia que su contrincante Cuauhtémoc
población indígena), sino que, al tiempo, debilitaban Cárdenas (candidato por el PRO), lo que condujo al
la capacidad de control social por parte de los pode- consiguiente fraude electoral. Ahora bien, lo carac-
res locales basados en el anterior sistema de explo- terístico de este proceso es, de un lado, que el PRI
tación caciquil. Efectivamente, la centralización de no entendió el proceso electoral tanto en términos
las decisiones que exigía el nuevo sistema, junto de confrontación electoral, es decir, de competición
con la expropiación de la propia capacidad de deci- por los votos, como en términos de demostración
sión que pasaba a manos de intereses económicos de poder y de instrumento de reafirmación de las
internacionales, se traducía, consecuentemente, en conexiones políticas en que se basaba su propio
una disminución del poder local y de las posibilida- sistema de dominación 16. Ello no supuso, en aquel
des de encontrar un equilibrio "populista" para el momento, un obstáculo insuperable, sino que el sis-
control social. Estos dos factores unidos, el agra- tema pudo reproducir sus formas de control social
vamiento hasta límites intolerables de la miseria y, aunque con cierta contestación, no se puso en
económica en áreas muy concretas del país (las duda la capacidad del nuevo Presidente para osten-
que, de un lado, sobrevivían mediante sistemas tar su cargo. En definitiva, su legitimidad no era
muy rudimentarios de explotación económica y, de electoral, sino que se derivaba del reconocimiento
otro, alimentaban al mercado internacional con pro- que de sus funciones hacían tanto el aparato políti-
ducciones muy especializadas o apreciadas que só- co del PRI, como la base económica y social (na-
lo revertían a unas pocas manos (petróleo, por cional e internacional) para la que ésta administraba
ejemplo)), junto con la reducción de las posibilida- el poder.
des de control local provocada por la enajenación La situación en las elecciones de 1994 había
de la economía global izada, pueden contarse entre cambiado radicalmente o, al menos, así era percibi-
los factores que hicieron posible el alzamiento zapa- do por una parte importante de los grupos del po-
tista el 1 de enero de 1994. Nuevamente, desde el der. De un lado, se temía no tanto que el PRI pudie-
punto de vista que aquí importa, el zapatismo anun- ra llegar a perder las elecciones, sino si, en el caso
ciaba también el final de una época. El final del con- de hacerla, el sistema podría seguir subsistiendo
tral social sectorial izado por Estados, que se expre- sin legitimidad electoral. De otro, se temía igual-
saba en un federalismo retóricamente defendido mente que un candidato no idóneo no fuera capaz
como valor fundamental de la organización consti- de dar continuidad al sistema tradicional del PRI.
tucional, y que, en la práctica, significaba un poder Ello se reflejó, igualmente, en un doble plano. Co-
central presidencial sumamente autoritario pero cu- menzando por el segundo de ellos y, como es so-
ya capacidad de penetración en el conjunto del país bradamente conocido, la designación del candidato
(dejando a un lado los sectores considerados críti- a Presidente (el "dedazo") estuvo rodeado de nu-
cos) era muy escasa. El alzamiento en Chiapas merosas incógnitas y dificultades. Los diferentes
obligaba a reconsiderar la forma en que se iba a re- grupos dentro del PRI parecían estar encontrando
partir localmente el poder, las funciones y compe- más dificultades que de ordinario para consensuar
tencias del poder central, la distribución de poderes un candidato o para admitir la decisión autocrática
y riqueza entre los estados, etc. Obligaba también, del Presidente. La designación recaería finalmente
por otro lado, a reconsiderar el reparto del poder en en la persona de Luis Donaldo Colosio. Colosio que
términos de raza. El tradicional estado constitucio- parecía representar (aunque sobre ello existen po-
nal mexicano había sido, casi sin excepción, un es- siciones discrepantes) la adaptación a un nuevo sis-
tado constitucional de criollos y para criollos, margi- tema en que la competencia electoral (el sistema
nando a un sector considerable de la población que, formalmente democrático, en definitiva) debía ser el
en realidad, quedaba sometido a formas de dominio equivalente político de la nueva competencia eco-
político pre-constitucionales. nómica (en el mercado mundial) en la que quería
introducirse al país. Fuera ello cierto o no, lo que
15Aunque es de sobra conocido, debe recordarse que este in- resulta indudable es que ciertos sectores contem-
tento de transformación económica no fue ni siquiera considera- plaron con enorme desconfianza esta posibilidad y
do desde sus propios parámetros (que son más que discutibles), pusieron todos los medios para evitar que pudiera
precisamente un éxito. El derrumbe económico conocido poste-
riormente como "Efecto Tequila" puso de manifiesto de la forma llegar a producirse. Este acoso al candidato presi-
más ostensible que pretender insertar una economía que en dencial terminaría con su asesinato antes de las
muchas de sus ramas se encontraba en el más completo atraso, elecciones el 23 de marzo de 1994 en Lomas Tau-
de forma inmediata en el contexto competitivo de las economías
occidentales y hacerlo, además, en interés de esas mismas
economías (y de un pequeño subgrupo de la dirigencia local 16 Sobre las funciones de la campaña y los procesos electora-

relacionado con ellas), no podría llevarse a cabo sin una depau- les en sistemas no (o no totalmente) democráticos, vid. Cabo de
peración general del país y una acentuación de las diferencias e la Vega, Antonio de, El derecho electoral en el marco teórico y
injusticias sociales. jurídico de la representación, IIJ-UNAM, México, 1994.

93
rinas. Parecía claro que las transiciones de poder a no sólo es que dicha reforma no se discutió fuera
la priísta (los tapados), habían terminado. del Congreso, sino que es muy dudoso que se dis-
En el segundo aspecto, la campaña empieza a cutiera dentro. De ahí, justamente, la acusación de
tomar el aspecto de lo que son las campañas ordi- inconstitucionalidad por defectos formales que parte
narias en las democracias consolidadas. Es decir, de la doctrina ha señalado 'a.
contraposición entre candidatos, debates, presencia Además de esta inconstitucionalidad formal de la
de programas electorales, etc., en lugar del tipo de reforma de 1994, se ha alegado también su incons-
actuación para-estatal que caracterizaba a las ante- titucionalidad sustantiva o de fondo,g. Lo que impor-
riores campañas del PRI (obras públicas, inaugura- ta poner de manifiesto es la coincidencia temporal
ciones, repartos de dádivas en efectivo y en espe- entre la creación de la justicia constitucional y lo
cie, etc.). En este sentido, la campaña del candidato que parte de la doctrina ha considerado un grave
Zedillo va a girar, principalmente, en torno al pro- ataque a la normatividad constitucional.
blema de la justicia y de su reorganización. A ello Las dudas sobre la constitucionalidad de la refor-
contribuyó también el que la situación de numero- ma se refieren a su posible incidencia sobre la divi-
sos procuradores de la República y del Distrito sión de poderes'o, en efecto, se considera que tal
había obligado a una rápida sucesión en el cargo, reforma ha atentado contra este principio en dos
con el consiguiente desprestigio de las correspon- aspectos: la creación del Consejo de la Judicatura
dientes instituciones. En este contexto Zedillo ofre- Federal y la destitución de los miembros de la Su-
ce en su campaña una "reforma integral del Poder prema Corte de Justicia".
Judicial". En concreto, sería el 14 de julio de 1994, La creación de un Consejo de la Judicatura Fede-
en un acto de campaña en la clausura del "Foro ral (art. 94) no puede entenderse en el mismo senti-
Nacional Justicia y Seguridad", en Guadalajara. El do que su creación en otros sistemas europeos.
resto de candidatos también fueron sensibles a esta Pues mientras en éstos, la finalidad es la de separar
situación y el conjunto de todos ellos terminaría de la esfera del ejecutivo, concretamente del co-
suscribiendo un documento denominado Veinte rrespondiente Ministerio de Justicia, aquellas com-
puntos para la democracia en el que se comprome- petencias de administración, nombramiento, san-
tían a emprender un amplio procedimiento de con- ción, etc., que pudieran incidir sobre la independencia
sulta nacional que, hipotéticamente, debía conducir e imparcialidad de los jueces y magistrados, en
a la reforma del poder judicial. La forma en que fi- México tal finalidad carecía de sentido, justamente
nalmente se reformaría la justicia y con ella la justi- por no existir una Secretaría de Justicia.
cia constitucional no respondió, sin embargo, a este
compromiso. ciarse sobre la misma. Dichas votaciones deben ser trasladas al
En efecto, pese a las promesas electorales, la re- Congreso de la Unión (Cámara de Diputados y Cámara de Se-
forma de 1994 se caracterizó por su extremada ce- nadores en sesión conjunta) que deben verificar el número de
votos favorables obtenidos en las Legislaturas y, de contarse
leridad y por el considerable grado de reserva con con mayoría, declarar aprobada la Reforma para que el Presi-
el que se preparó y llevó a la práctica. La iniciativa dente la promulgue en forma de Decreto y sea publicada en el
de reforma fue remitida inicialmente al Senado el 5 Diario Oficial de la Federación.
de diciembre, como cámara de origen. En el plazo La cuestión, como es obvio es: ¿es posible realizar todas es-
de diez días se dio lectura al dictamen final del Se- tas tareas entre el 5 de diciembre y el 31 de diciembrel7? La
respuesta parece a todas luces que debe ser negativa. Muy es-
nado, que establecía texto final de las mismas. El pecialmente cuando se trata de una reforma que abarca casi la
30 de diciembre se firmó el Decreto y el 31 se publi- cuarta parte de la constitución con 127 adiciones y cambios al
caba en el Diario Oficial de la Federación. Aunque texto constitucional. 0, dicho más sencillamente, casi una cons-
en el Dictamen de las Comisiones Unidas de Go- titución nueva en 27 días.
18 Por ejemplo, Martínez Cerda, Nicolás, La corte constitucio-
bernación y Puntos Constitucionales de las Cáma- nal y la inconstitucionalidad de las normas constitucionales, Edi-
ras de Diputados y Senadores se afirmaba haber toriallnstituto Mexicano del Amparo, México, 1995.
contado con las propuestas de juristas, estudiosos, " La Constitución mexicana carece de límites explícitos a la
etc., la oposición perredista negó la veracidad de reforma constitucional o cláusulas de intangibilidad. Por ello,
toda discusión sobre la procedencia de fondo de una reforma
tales hechos. La reforma sería finalmente aprobada debe realizarse en el marco de los así llamados límites implíci-
con el apoyo del PAN. Como puede apreciarse, si tos a la reforma constitucional.
se atiende a lo establecido por el artículo 135 cons- 20 La Constitución mexicana, siguiendo en esto a la norteame-
titucional'7 que regula las reformas a la Constitución, ricana, estableció un sistema rígido de división de poderes (art.
49), conforme al cual "El Supremo Poder de la Federación se
divide para su ejercicio, en Legislativo, Ejecutivo y Judicial. No
17 Según el artículo 135 de la Constitución, la facultad de re- podrán reunirse dos o más de estos Poderes en una sola perso-
forma o adición de la constitución viene confiada al Congreso de na o corporación ni depositarse el legislativo en un individuo,
la Unión por mayoría de dos tercios de presentes y a las Legis- salvo el caso de facultades extraordinarias al Ejecutivo de la
laturas de los Estados, cuya mayoría debe aprobar la reforma Unión, conforme a lo dispuesto en el artículo 29. En ningún otro
(es decir, al menos, 16). El problema, fundamentalmente, no es caso, salvo lo dispuesto en el segundo párrafo del artículo 131,
tanto si se cumplieron los actos formales (es decir, si existen los se otorgarán facultades extraordinanas para legislar". Comple-
documentos que los prueben), sino si realmente pudieron reali- mentado, además, con un sistema de división de poderes fede-
zarse en el sentido pleno de la palabra. ral (art. 40). Ello significa, en definitiva, que existen tres poderes
Para que pueda realizarse una reforma a la Constitución debe en la república, cada uno de ellos con legitimidad constitucional
plantearse una iniciativa ante una de las dos cámaras (llamada directa y dos de ellos con legitimidad democrática (ejecutivo y
de origen), en este caso, el Senado. Esta debe debatir la inicia- legislativo) directa. Ninguno de los poderes puede interferir en
tiva en comisión (las denominadas Comisiones Unidas de Pun- las áreas competenciales del otro. El Presidente no puede disol-
tos Constitucionales, Justicia y Asuntos Legislativos) y emitir un ver el Congreso, el Congreso no puede deponer al Presidente
Dictamen. Sobre este trabajo se pronuncia a su vez la Cámara, (salvo en juicio político ante el Senado). El poder judicial a su
aprobándolo en su caso por mayoría de dos tercios de presen- vez recae en "una Suprema Corte de Justicia, en un Tribunal
tes. En ese momento, el proyecto pasa a la otra Cámara (llama- Electoral, en Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito y en
da revisora), en este caso, la Cámara de Diputados que, a su Juzgados de Distrito" (art. 94).
vez, debe emitir un nuevo dictamen en comisión (las Comisio- " Sobre esta reforma y su constitucionalidad, remito a Bal-
nes Unidas de Gobernación y Puntos Constitucionales y de Jus- buena Cisneros, Arminda y Guevara Hérnadez, Carlos Alberto,
ticia). Sobre el que, nuevamente, debe debatir y pronunciarse la La autonomia del poder judicial federal y el consejo de la judica-
Cámara, aprobándolo, en su caso, por mayoría de dos tercios tura en México, Tesis de Licenciatura, Universidad de
de presentes. En ese momento, la iniciativa debe trasladarse a Guanajuato, Guanajuato, 1995. En él se analizan con amplitud
las 31 legislaturas estatales que, de conformidad con sus pro- los diferentes argumentos sostenidos en el debate y las conse-
pias constituciones y reglamentos, deben estudiarla y pronun- cuencias de las reformas y se incluye la bibliografía relevante.

94
Si tenemos en cuenta, además, la composición trucción. En segundo lugar, lo que viene a incre-
22
concreta de dicho Consejo y sus competencias re- mentar la sensación de intromisión es que mientras
sulta obvio que su creación supone un aumento de que su destitución fue automática el mismo día de
la participación de los otros poderes en el poder ju- entrada en vigor del Decreto, el nombramiento de
23
dicial y, desde luego, no supone un aumento de su los nuevos ministros dependía de que se cumplie-
independencia como se afirmaba en las declaracio- ran los requisitos y procedimientos establecidos en
nes presidenciales que acompañaron a la iniciativa la propia reforma (transitorio tercero). Ello supuso
24
de reforma • Por lo anteriormente expuesto, nada que entre una fecha y otra, México no contó con
tiene de particular que una parte de la doctrina haya Suprema Corte y, por tanto, se mantuvo sin Poder
reaccionado con estas afirmaciones de inconstitu- Judicial o, cuando menos, con un Poder Judicial
25
cionalidad • El propio legislador parece haber to- sumamente disminuido. Por último, la reforma cons-
mado conciencia con posterioridad de estos pro- titucional tenía una considerable carga de retroacti-
26
blemas ya que en 1999, y en sentido totalmente vidad. Hay que tener en cuenta que el principio de
opuesto al que según se alegaba inspiró la reforma inamovilidad de los ministros figuraba en la Consti-
del 94, se devolvió el control prácticamente com[lle- tución desde su redacción inicial de 1917 como uno
27
to sobre todos estos asuntos a la Suprema Corte • de los principios garantizadores de la división de
Esta sensación de intromisión de unos poderes poderes y la autonomía del poder judicial (art. 94).
en otros y, consecuentemente, el desequilibrio del Por tanto, los ministros nombrados como inamovi-
sistema de división de poderes, se vio incrementa- bles eran posteriormente removidos de sus cargos
do por el artículo transitorio segundo del Decreto de por causas distintas de las constitucionalmente pre-
Reforma que decía: "Los actuales ministros de la vistas. La ley de reforma se configura así como una
Suprema Corte de Justicia de la Nación concluirán ley de caso único que sustituye a un acto adminis-
sus funciones a la entrada en vigor del Presente trativo (el del retiro forzoso) y de efecto retroactivo.
Decreto. Recibirán una pensión igual a la que para Si consideramos en su conjunto todos los facto-
los casos de retiro forzoso prevé el "Decreto que res anteriormente citados parece que junto a la ver-
establece las causas de retiro forzoso o voluntario sión "oficial" sobre el "surgimiento y consolidación"
de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de de una jurisdicción constitucional en México, puede
la Nación". apuntarse otro tipo de explicación. Es indudable que
Este artículo ha sido objeto de tres importantes el surgimiento de estas reformas se produce en el
críticas. En primer lugar, supone la posibilidad momento en que el partido tradicionalmente en el
máxima de intromisión de un poder en otro: su des- poder por vías antidemocráticas siente, por primera
vez, el temor de ser, en primer lugar, obligado a
" "El Consejo se integrará por siete miembros de los cuales, realizar una contienda electoral y, en segundo lugar
uno será el Presidente de la Suprema Corte de Justicia, quien (y como así sucedería) de perderla. Es en este
también lo será del Consejo; un Magistrado de los Tribunales
Colegiados de Circuito, un Magistrado de los Tribunales Unita-
momento y no antes cuando el PRI siente la nece-
rios de Circuito y un Juez de Distrito, quienes serán electos me- sidad de poner límites a las mayorías, de defender
diante insaculación; dos Consejeros designados por el Senado y a las minorías, de acordarse de la supremacía
uno por el Presidente de la República. los tres últimos, deberán constitucional, etc. Si tenemos en cuenta, además,
ser personas que se hayan distinguido por su capacidad, hones-
tidad y honorabilidad en el ejercicio de las actividades jurídi-
lo que podemos denominar el problema de la "legi-
cas ... la administración, vigilancia y disciplina del Poder Judicial timidad de origen" de la Suprema Corte de Justicia
de la Federación, con excepción de la Suprema Corte de Justi- de la Nación, como consecuencia de su surgimiento
cia de la Nación, estarán a cargo del Consejo de la Judicatura mediante lo que parte de la doctrina ha considerado
Federal en los términos que, conforme a las bases que señala un "golpe de estado constitucional" (destrucción de
esta Constitución, establezcan las leyes.
23 Ello se vio incrementado en la ley Orgánica del Poder Judi- uno de los poderes y deposición de los ministros
cial Federal (art. 77), conforme a la cual el Consejo de la Judica- contra el literal mandato constitucional y sustitución
tura podrá funcionar en pleno o por comisiones, en este último por ministros afines, nombrados todos ellos de una
caso, las comisiones deberán estar integradas por tres miem- vez y para un plazo de 15 años), este intento de
bros, uno del poder judicial y los otros dos entre los designados
por el Ejecutivo y el Senado. concentración y reforzamiento de las tareas de con-
" Un último argumento manejado para defender la convenien- trol de constitucionalidad en la Suprema Corte pue-
cia de la reforma se refería a la posibilidad de descargar a los de interpretarse, también, como un intento de "refu-
ministros de labores administrativa que los distraían de sus fun- giarse" en la justicia cuando se va a perder el
ciones propiamente jurisdiccionales y provocaban retraso en las
decisiones de la Corte. Ahora bien, es un hecho que en aquel
control del resto de poderes democráticos.
momento el retraso de la Corte era prácticamente inexistente
por lo que existe una contradicción evidente entre el argumento
y la realidad. Sexta Tesis: El sistema de jurisdicción constitucional
25 Además de los ya citados Martínez Cerda y Balbuena Cis-
neros, puede consultarse la posición crítica de García Ramírez,
mexicano es técnicamente incorrecto ya que deja nu-
Sergio, "El Ministerio Público y la Reforma Con~titucional de merosas cuestiones sin resolver (y algunas insolubles)
1994 (Antecedentes, contexto y novedades)", en Id., Poder Ju- o con soluciones defectuosas (como la propia Corte ha
dicial y Ministerio Público, Editorial Porrúa-UNAM, México, 1996. reconocido implícitamente al tenerse que manifestar
26 Además de las dificultades prácticas que surgieron como
consecuencia de una actividad no particularmente afortunada
reiteradamente sobre la práctica totalidad de las nor-
por parte del Consejo. mas que regulan su cometido, para fijar su sentido).
27 En concreto, "designa a 4 de los 7 integrantes [del Consejo]; Más en concreto, porque la falta de diseño global de
segundo, le propone los acuerdos generales que debe dictar; las reformas ha conducido a una inadecuada integra-
tercero, puede llegar a revocar éstos; cuarto, mediante el recur-
so de revisión administrativa puede revocar buena parte de las
ción de las diferentes formas de impugnación de la
decisiones individuales dictadas, y, quinto, si el Pleno decide no constitucionalidad de las normas (amparo, acción, con-
atender las consideraciones emitidas por las Comisiones Unidas troversia), a una muy confusa previsión sobre los efec-
de la Cámara de Diputados en su dictamen, puede conocer, tos de las sentencias tanto en el tiempo como respecto
mediante el juicio de amparo, de las violaciones a las garantías de su generalidad o no, a un tratamiento conjunto de la
individuales cometidas por el Consejo". Puede decirse por tanto
"que la reforma de 1999 significó el regreso a algunas de las invalidez de los actos y las normas que amenaza con
condiciones prevalecientes en 1994". Vid. Cossio, José Ramón, hacer inútiles muchas de las decisiones de la Corte, a
"la Suprema Corte y la Teoría Constitucional" op. cit., pp. 109 Y la no previsión de los casos de inconstitucionalidad por
110.

95
omisión, a un tratamiento incompleto de la invalidez de que se acometan muy importantes reformas. Cuatro
los Tratados Internacionales, a la no previsión de las son las razones principales por las que no parece po-
formas de coordinación de la Corte con otros organis- sible que la Corte actúe como un elemento de dinami-
mos que puedan adoptar decisiones jurisdiccionales zación y profundización de los valores del constitucio-
en el marco de los procesos de integración regional, a nalismo. Ordenados de menos a más importante: a) En
una muy dudosa determinación del tipo de normas que primer lugar, la Corte aparece considerablemente mar-
pueden ser objeto de control y a la posibilidad o no de cada por su falta de legitimidad de origen. Establecida
existencia de normas interpuestas como parámetros en lo que parte de la doctrina ha considerado un golpe
de la constitucionalidad. de estado constitucional, y seleccionados los Ministros
con la intención declarada de servir a los intereses de
la antigua clase dirigente, no parece estar en condicio-
Séptima Tesis: El sistema de jurisdicción constitu- nes óptimas para actuar en un sistema democrática-
cional en México es políticamente indeseable. La mente aceptable (naturalmente, no puede descartarse
Corte que fue políticamente modificada con la finali- una conversión radical de los mismos, en todo caso,
dad de proteger al antiguo poder priísta frente a posi- por el momento, no se ha producido); b) La regulación
bles transformaciones adoptadas por vía democrática técnico formal de la acción y la controversia constitu-
(es decir, una Corte de tipo "antidemocrático'J, se ha cionales hacen muy difícil una actuación responsable y
convertido, paradójicamente, en una Corte deferente coherente por parte de la Corte, incluso aunque, supe-
ante el nuevo poder político que, en lo sustancial, rada su falta de legitimación inicial, decidiera hacerlo; c)
coincide económica y socialmente con el anterior (es El propio texto constitucional, cuya extensión se ha
decir, una Corte de tipo "superfluo 'J. Esta situación más que duplicado como consecuencia de las innume-
no parece resoluble sin cambios radicales. rables reformas de que ha sido objeto, se ha converti-
Políticamente inadecuada, porque tiende a la con- do en una acumulación informe de preceptos que re-
centración del poder en lugar de a su difusión exclu- sulta incompatible con la seguridad jurídica,
yendo justamente a quienes más necesitados estarían neutralidad, etc. que deben caracterizar a un sistema
de protección constitucional. Ello se traduce en una le- "jurisdiccional" de control. Es decir, aunque se reforma-
gitimación activa sumamente restrictiva de la que se ran la acción y las controversias y la Corte deseara ac-
excluyen a todos los posibles defensores de las mino- tuar con plenitud, es sumamente dudoso que pudiera
rías puesto que, hasta en el caso de las presuntas "mi- hacerlo ya que no parece fácil llegar a saber qué orde-
norías" parlamentarias, el requisito de contar con el na en este momento la Constitución; d) La razón, sin
33% de los diputados o senadores hace que nos en- duda, fundamental para esta imposible actuación plena
28
contremos más ante mayorías que ante minorías , de la Corte estriba, sin embargo, en la desustancializa-
además de no haberse previsto la posibilidad de que ción constitucional que han operado las citadas refor-
los jueces planteen cuestiones de inconstitucionalidad mas. Setenta años de cambios en manos de gobiernos
lo que supone insistir en la vía de la concentración de autoritarios que han ido moldeando a su gusto el texto
la jurisdicción constitucional. Lo cual se combina con constitucional, lo han desfigurado de tal modo que ya
un plazo muy exigente de 30 días que puede frustrar no sólo es que resulte discutible que nos encontremos
un buen número de iniciativas cuando éstas deban ante la misma constitución, sino que es dudoso que se
tramitarse (como normalmente será el caso) por trate de una constitución. En este contexto, defender la
acuerdo bien de varios grupos parlamentarios, bien de normatividad de la Constitución puede ser el más flaco
órganos legislativos estatales o de órganos colegiados favor a los valores constitucionales y supone, por tanto,
municipales. minar la base misma en la que se sustenta la jurisdic-
El análisis de las resoluciones realmente emitidas ción constitucional. Acaso, la Constitución mexicana en
por la Corte, confirma este diagnóstico. La Corte no ha lugar de un guardián necesita un picapedrero.
intervenido (acaso con la excepción de la materia elec-
toral) en asuntos con relevancia alguna y nunca en re-
lación con normas federales. Hasta el punto de que Octava Tesis: La jurisprudencia emanada por la Su-
muchas de sus decisiones podrían pasar por decisio- prema Corte de Justicia de la Nación resulta perfecta-
nes de tribunales administrativos ordinarios (anulación mente superflua.
de actos municipales por ilegales, por ejemplo). Ello En efecto, los pronunciamientos de fondo no han
29
encierra un cierto efecto paradójico. La Corte que polí- sido particularmente abundantes • Ni lo han sido
ticamente fue modificada (y nombrados sus integran- tampoco las demandas presentadas. Menores aun
tes) con la finalidad de proteger al antiguo poder políti- son las controversias y, sobre todo, las acciones
co frente a posibles transformaciones impulsadas por que han terminado en declaraciones de inconstitu-
vía democrática (es decir, una Corte en el lado "anti-
democrático" de la tenaza de que antes se hablaba), 29 Sobre esta falta de actuación práctica de la reforma de
se ha convertido, sin embargo, en una Corte aquies- 1994, ha insistido Cossio, José Ramón, "La Suprema Corte y la
cente ante todas las decisiones de un nuevo poder po- teoría constitucional", op. cit., págs. 103-104: "La Constitución, a
lítico que, en lo esencial, coincide con el anterior (es través del cambio, adquirió un sentido plenamente normativo, el
cual debió quedar plasmado en las decisiones del órgano de
decir, una Corte en el lado "superfluo" de la tenaza). constitucionalidad, en el resto de la práctica constitucional y en
La situación, por desgracia, parece irresoluble salvo el quehacer de los juristas. Sin embargo, en buena medida por
la composición de la Corte designada en 1999, y por los temo-
res a iniciar un auténtico diálogo entre la sociedad y nuestro
,. Se debe tomar en cuenta que hasta el momento ha existido máximo Tribunal, no se ha producido tal resultado y, como con-
una importante concentración en sólo dos o tres grupos parla- secuencia, tampoco se ha dado. un cambio en la comprensión
mentarios. En concreto, en la actualidad, en la Cámara de Dipu- de nuestro texto constitucional. Este se sigue viendo como una
tados el PRI dispone del 42% de los escaños, el PAN del serie de enunciados que precisan las condiciones del autorita-
41,4%, el PRO del 10,4%, el PVEM del 3,2%, el PT 1,6% y otras rismo priísta, como un texto pasado de moda, como un docu-
cuatro formaciones políticas no llegan al 1% (por tanto, sólo el mento que hay que reformar sustancial mente para lograr la con-
PRI y el PAN disponen de "minorías" del 33%). En el Senado, solidación democrática o, de plano, como una etapa a superar
por su parte, el PAN dispone del 35.9% de los escaños, el PRI mediante la convocatoria a un congreso constituye. Así, lo que
del 46,8%, el PRO del 12,5% y el PVEM del 3,9%, aproximada- se persiguió con la reforma y que, supuestamente, debía dar
mente (por tanto sólo el PRI y el PAN disponen de "minorías" lugar a una nueva comprensión de la Constitución, en realidad
del 33%). no se ha logrado" (subrayado añadido).

96
cionalidad. V, mucho menores aun, las que han de- en contra de la reforma. Esta reforma empeora la si-
clarado la inconstitucionalidad de una norma federal tuación de los indígenas en aquellos estados en que
(de hecho hasta ahora, tratándose de normas fede- habían conseguido legislaciones específicas de pro-
rales, sólo se han declarado inconstitucionales las tección y supone, por tanto, una verdadera inversión de
reformas y adiciones hechas por el titular del Poder los valores que dice defender.
ejecutivo Federal al Reglamento de la Ley del Ser- La Corte, por el momento, se ha limitado a declarar
vicio Público de Energía eléctrica, en la resolución improcedentes algunas de las controversias por razo-
de fecha 25 de abril de 2002, recaída sobre la con- nes formales y, eso sí, a emitir 22.000 oficios de notifi-
troversia constitucional presentada el 4 de julio de cación a las partes. Queda por ver cuál será la resolu-
2001 por el Congreso). ción final del asunto y en qué forma pueda influir sobre
Hasta el año 2000, por ejemplo, de las 24 accio- la posición y prestigio globales de la Corte.
nes de inconstitucionalidad sobre las que recayó
sentencia, sólo 5 fueron de invalidez y una de vali-
dez con aplazamiento, siempre sobre leyes locales Novena Tesis: En ausencia de una justificación teó-
(el resto, 11 de validez, 2 de improcedencia y 5 de rica en sentido fuerte y dado que existen experiencias
sobreseimiento). De las 92 controversias, 8 acaba- de Tribunales Constitucionales que han actuado de
ron en sentencias que decretaban la invalidez de un maneras sumamente regresivas, como también exis-
acto o norma, 36 en declaraciones de validez, 4 en ten otros que han potenciado los valores constituciona-
declaración de caducidad y el resto de sobresei- les, la cuestión, por ello, consiste no tanto en si debe-
miento. mos tener un Tribunal Constitucional o no, sino en para
Situación similar ocurrió durante el año 2001 y en qué queremos un Tribunal Constitucional y qué cabe
las resoluciones hasta ahora emitidas, aunque cabe esperar de él. La justicia constitucional sólo resultará
destacar que se han adoptado dos de importancia compatible con una democracia constitucional plena
desde el punto de vista constitucional y que parece- en la medida en que sirva como canal de amplifica-
ría que cambiaban el rumbo de actuación de la Su- ción de los movimientos sociales que traten de dar
prema Corte de Justicia de la Nación, sin embargo efectividad a los valores transformadores encarna-
esta conclusión sería apresurada puesto que se re- dos en el constitucionalismo social.
quiere ver efectivamente si eso va a ocurrir en el fu- Este problema de la conveniencia de los Tribunales
turo. Si aunamos a ello del análisis que se hace de Constitucionales o más generalmente de la justicia
las circunstancias en que se emitieron, podría con- constitucional, ofrece perfiles aun más complejos de-
cluirse que no se trata de un cambio en la línea ju- ntro del marco del Estado social (existente o deseable).
risprudencial del máximo Tribunal de Justicia. En efecto, mientras que el constitucionalismo liberal se
Analizando brevemente cada una de ellas, la Cor- presenta como una suerte de posición conquistada
te ha abordado en la Sentencia sobre Acción de In- frente al Antiguo Régimen, de punto de llegada de las
constitucionalidad 10/2000 (de 30 de enero de 2002), libertades individuales a partir del cual la sociedad po-
el problema de la des penalización del aborto en el lla- drá desenvolverse libremente sin miedo a las interfe-
mado supuesto eugenésico. Dejando al margen lo rencias del poder público, en el que resulta coherente,
acertado o inacertado de la regulación del Código Pe- por tanto, la existencia de un Tribunal como poder con-
nal del Distrito Federal, lo característico del asunto es servador de los logros del poder constituyente y garan-
que, tras hacer una serie de declaraciones sobre el de- tía frente a los excesos del poder, el Estado social es
recho a la vida del concebido no nacido, apoyadas más bien un punto de partida. La normatividad del es-
(presuntamente) en la Constitución y los Tratados In- tado social lleva dentro de sí una promesa de trans-
ternacionales, la conclusión es, sin embargo, la contra- formación socioeconómica (art. 9 de la Constitución
ria. Es decir, la deferencia ante la decisión legislativa. española o 3 de la italiana, etc.), en él, el incumplimien-
La segunda resolución a que se hace mención es la to del "programa" del Estado social puede provenir no
adoptada por la Corte el 19 de febrero de 2002 en la tanto de la violación de ningún precepto en concreto o
que se rechaza un recurso de inconstitucionalidad pre- de la violación de un derecho individual, sino de la no
sentado por el Partido Acción Nacional en contra de puesta en práctica de las políticas que garanticen el
las reformas al Código Electoral del Estado de Coahui- disfrute general y progresivo de todos los derechos (ci-
la, referentes a las cuotas de género, aunque a primera viles y también sociales). En este contexto de trans-
vista pareciera que se trata de un cambio de rumbo en formación, los Tribunales parecen encontrar, a priori, un
las resoluciones de la Corte, habría que tomar en con- acomodo más difícil como órganos que, en principio,
sideración que tal decisión se adoptó una vez que el son casi estructuralmente conservadores (nociones
Partido de Acción Nacional se retractó de la impugna- como la de cosa juzgada, irretroactividad, previsibilidad
ción, lo cual sucedió a principios de año a través de su y uniformidad apuntan indudablemente más hacia la
Dirigente Nacional, Luis Felipe Bravo Mena. De cual- estabilidad que hacia el cambio). Si bien es cierto que
quier manera lo que debe destacarse es que aun sin la actual crisis del Estado social puede convertir en
ser la intención de la Corte, el principio de igualdad se "progresista" a esta labor conservadora de la justicia
ha visto considerablemente fortalecido. (conservadora frente a las tendencias involucionistas).
La actualidad ofrece una oportunidad inmejorable Ahora bien, es claro por otra parte que, en ningún
para que la Corte demuestre su verdadero compromi- caso serán los Tribunales quienes vayan a liderar estas
so constitucional. políticas transformadoras. "El derecho necesita ayuda"
Efectivamente, hasta el18 de septiembre de 2001 se y sólo una sociedad movilizada y conflictiva puede re-
han presentado 290 controversias constitucionales clamar las correspondientes transformaciones socia-
contra la reforma constitucional en materia indígena, les. Lo que cabe esperar en este contexto de los Tribu-
publicada en el Diario Oficial de la Federación el 14 de nales es que, cuando menos, no actúen justamente
agosto de 2001. Se trata de una reforma de fundamen- como frenos a estas posibilidades. Que no acallen sino
tal importancia para esas comunidades y que ha dado que amplifiquen las reclamaciones individuales y colec-
lugar a un movimiento de oposición sin precedentes en tivas insertándolas en un discurso ya no sólo social si-
México que ha logrado, entre otras cosas, que 9 Esta- no también jurídico. La cuestión, por tanto, estriba en
dos (los de mayor presencia indígena) hayan votado encontrar el diseño institucional que lo haga posible.

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Ello supone, de un lado, abrir vías para la intro- cendiente sino conflictivo, entre los poderes políti-
ducción en el debate de los sujetos (mayoritarios o cos y los jurisdiccionales acerca del contenido cons-
minoritarios) y temas excluidos. De otro, la existen- titucional, en la ampliación, y no en la restricción, de
cia de una jurisdicción beligerante contra los exce- la participación ciudadana en la construcción tanto
sos del poder (públicos y privados) y comprometida de las garantías legales como de las jurisdicciona-
con una democratización radical de su propio ejer- les de los derechos constitucionales, abandonando
cicio. Las vías concretas que parecen apuntar en los canales simplemente individualistas, y por tanto
esta dirección no pasan por la concentración del estériles, de impugnación procesal. Las sentencias
"monopolio del rechazo" y de la nulidad como "san- bilaterales, los reenvíos legislativos o las recomen-
ción", sino por un entendimiento más complejo y re- daciones, la introducción de amparos colectivos, de
lacional de las relaciones políticas como el que fa- acciones de clase o de interés público y los amici
vorecen desde una perspectiva procesal sujetar no curiae, constituirían avances importantes. Junto a
sólo a la Suprema Corte o a los tribunales federa- ello, cabrían igualmente mejoras en lo relativo a la
les, sino a todos los tribunales ordinarios, al respeto publicidad de las actuaciones judiciales en materia
y a la aplicación de la Constitución, propiciar un constitucional que supriman el secretismo (y hasta
modelo multilateral de reparación de la inconstitu- irresponsabilidad) con que algunos tribunales pare-
cionalidad basado en un mayor diálogo, no condes- cen querer actuar.

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