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¿Que son las ideas?

Para entender esto, es importante considerar la génesis de la teoría de las ideas. Es decir,
¿Cómo surgió la teoría de las ideas? Hay en el mundo sensible una cantidad de seres, objetos que
están en continuo devenir, en cambio constante. Estos seres por el hecho de estar sujeto al devenir y a
los cambios constituyen una mezcla de ser y no ser. Es decir no son el ser propiamente tal. No son el
ser en su plenitud, pero tampoco son un puro no ser, una pura nada.

La característica más notable del mundo sensible, en toda esta pluralidad de objetos, que
captamos mediante los sentidos, es para Platón esta mezcla de ser y no ser que está implicado en el
devenir, que está manifestado por el cambio incesante.

Este mundo sensible, sujeto así a un cambio continuo, corresponde a lo que los Heraclídeos
describen como una realidad. Pero para Platón este mundo sensible no puede tener en sí su razón de
ser. Porque siendo esencialmente imperfecto, siendo esencialmente limitado, cada uno de estos
objetos, solamente puede explicarse por relación a algo que tenga todo lo que el tiene de ser, sin nada
de lo que tiene de no ser.

Existen por ejemplo muchos triángulos en el mundo sensible, existen también muchas cosas
que son bellas, y existen también muchos árboles.

Tenemos tres grupos de objetos sensibles:


Ningún objeto triangular realiza la plenitud de la idea de triángulo. Porque el hecho de ser
sensible hace que sea ya un triángulo imperfecto. Porque el triángulo en sí, absoluto, sería para
empezar un triángulo que nunca comenzó a existir y dejará de existir, pero todo objeto triangular sea
natural o artificial empieza a existir y deja de existir.

Por otro lado todo triángulo sensible en la medida en que es múltiple, es decir en la medida en
que coexiste con otros objetos que son triangulares, no es tampoco el triángulo absoluto. Porque el
triángulo en sí no puede coexistir con otro triángulo; agota en sí la naturaleza del triángulo.

Lo mismo podría decirse de los objetos bellos con respecto a la belleza en sí, o de los árboles
con respecto a la idea de árboles o de árbol en sí.

Platón infiere del hecho de que exista una multiplicidad de objetos dentro de cada clase de
objetos, y que esta multiplicidad implique en cada objeto imperfección, temporalidad y cambios; que
estos objetos son solamente lo que son de un modo relativo y condicionado. Y que tiene que haber por
consiguiente algo no relativo, es decir, absoluto, no condicionado, que de razón de estos objetos que
sea la razón suficiente, que sea la causa de estos objetos.

Si hay muchos triángulos, cada uno de los cuales es imperfectos, mudable. Tiene que haber un
triángulo que no tenga ninguna de estas cualidades en lo que implica limitación. Que las tenga todas
las cualidades en el sentido absoluto. Tiene que haber un triángulo en sí, tiene que haber una belleza
en sí, tiene que haber un árbol en sí.

Todas las cosas del mundo sensible están sujetas a grados de perfección. Todas las cosas bellas
son más o menos bellas. Pero también es cierto que no todos los arboles son igualmente arboles, hay

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más y menos arboles, en la medida en que un árbol realiza más perfectamente que otro la naturaleza de
árbol. Hay más y menos hombres, no todos los hombres que existen en el mundo sensible son
igualmente hombres. Porque algunos realizan mejor la esencia de la naturaleza que otros.

Es decir, dentro de cada grupo de objetos que existen en el mundo sensible, hay una gradación
por el hecho de que ninguno de ellos realiza de una manera absoluta su propia naturaleza. Pero si hay
en cada grupo más y menos. Para que se pueda decir que más y menos, tiene que haber una medida de
este más y menos. Es por eso que tiene que existir un algo absoluto, la idea absoluta. Para que se
pueda decir que esto es más bello que aquello, tiene que existir la idea de la belleza o la belleza en sí.

La idea representa para Platón todo lo que hay de perfección en cada grupo de objetos del
mundo sensible, sin nada de lo que estos objetos tienen en sí de imperfectos y de limitados.

La idea es lo absoluto, son respecto de lo relativo, lo intemporal frente a lo temporal. Loo que
es inmutable frente a lo mudable.

De aquí surgen las características que Platón les asigna a las ideas. Las ideas de Platón
corresponden al ser de Parménides, tiene las mismas características, con respecto de la unicidad.
Porque para Parménides no hay más que un sólo ser. Para Platón hay tantos seres o ideas, cuantos
grupos o clases de objetos de sensibles hay.

Aparte de esto la idea de Platón es única en su género. Es decir no hay más que una idea del
hombre, etc. Además la idea es indivisible, porque es simple. También es eterna, no ha dejado de
existir porque no ha comenzado a existir. Es inmutable, no esta sujeta a ninguna clase de cambios. Es
además viviente, está de automovimiento. Es también algo divino, la idea es de naturaleza divina,
según Platón.

Las ideas no están ubicadas en el mundo sensible. Porque no son aprehensibles mediante los
sentidos, no se pueden ni ver, ni tocar, ni oler, ni oír. No ocupan un lugar en el espacio, porque el
espacio para Platón significa e implica una imperfección.

Platón considera a las ideas como realidades ontológicas, no meramente lógicas. Y como
realidad transcendente, que susciten, es decir que existen en sí misma. Y que tienen una realidad no
menor, sino que por el contrario muchas más elevada que la realidad del mundo sensible. Que no son
menos reales, sino más reales que el mundo sensible.

Sin embargo, a pesar de que esto lo dice Platón expresamente, y de que así lo interpreta
también su discípulo Aristóteles, queda de ninguna manera claro en los diálogos de Platón, el lugar
donde se encuentran las ideas.

Porque naturalmente si las ideas no ocupan ningún lugar en el espacio, no están dentro del
universo físico, y dentro de ningún otro universo posible. Pero tampoco se puede decir que están en la
mente del ser que piensa, del sujeto que piensa. Si no una realidad que está en el espacio, ni tampoco
son meramente realidades lógicas del sujeto que piensa.

¿Dónde están las ideas?


Platón dice que está fuera del último cielo, en un lugar que está más allá del último cielo. Pero
más allá del último cielo no hay nada, no hay ni siquiera espacio, entonces donde se ubica las ideas.

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Los discípulos de Platón se plantearon este problema, después de la muerte de Platón.
Mumenio de Apamea, Nicomaco de Jerasa y también San Agustín y en general casi todos los padres
de la iglesia que fueron platónicos, ubican las ideas platónicas en la mente de Dios. Los filósofos no
cristianos como Nicomaco de Jerasa dicen directamente que las ideas platónicas son las ideas de la
divinidad.

San Agustín y los padres de la iglesia dicen que son las ideas del verbo divino, es decir de la
segunda persona de la trinidad que se llama el logos.

Esta interpretación es aceptable desde el punto de vista lógico, porque soluciona de alguna
manera este problema de ubicar las ideas de Patón. Pero evidentemente esto no corresponde al
pensamiento de Platón, porqué él no habla para nada de Dios como sede de las ideas.

Más aún, las ideas son superiores a los dioses y superiores al demiurgo, que se supone es el
creador del universo.

Los Neoplatónicos, como Plotino, ubican las ideas en el Nous, que es la segunda Ipostasi.

Para Plotino hay tres ipostasis: lo uno, nous (inteligencia) y el alma.

Ipostasis equivale en cierta medida a la idea de Dios sólo que aquí no se trata del dios cristiano
ni de un dios personal.

En todo caso, las ideas para los Neoplatónicos se encuentran formando parte una razón o una
inteligencia trascendente. Las ideas son ideas de una mente, no de una interpretación o una razón
empica, que corresponde a su sujeto humano, si no a una mente con una razón ilimitada,
transcendente.

Más adelante llegamos a los Neokantianos, en el siglo pasado, entre la escuela de Marmurgo,
podemos citar a Cohen y también Nicolai Hartmann, etc., estos autores interpretan las ideas de Platón
como si se trataran de formas a priori de la inteligencia, de la razón. Es decir, para estos autores
cuando habla de las ideas no habría querido expresar si no que en toda razón posible existen formas
que predeterminan el cauce del pensamiento.

A estas formas, que son anteriores a todo contacto con la realidad exterior, que no dependen de
las cosas sensibles, si no que condicionan por el contrario de los sensibles, estas formas a priori las
habría llamado precisamente ideas.

Los Neokatianos interpretan las ideas de Platón ubicándolas en el sujeto transcendental.


Esto significa, según esta interpretación, que Platón lo que quiere decir al hablar de las ideas es que
todo sujeto pensante y todo sujeto que razona no puede razonar si no a través de determinadas formas
que son inherentes a el mismo como sujeto racional
y a esto es lo que llaman ideas. Es decir, norma metodológica, principios lógicos, formas a priori que
están en el sujeto transcendental.

Entendiéndose por sujeto transcendental la posibilidad de cualquier sujeto de pensar y de


razonar.

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Esta interpretación, lo mismo que las anteriores, resuelve las dificultades lógicas que se
presentan en la teoría de las ideas de Platón. Pero esto no quiere decir de ninguna manera que
corresponden a lo que Platón pensaba.

Más adelante hay otras varias explicaciones acerca de la naturaleza de las ideas en Platón.

Hay una teoría hegeliana, que representa Teichmuller, según la cual las ideas platónicas
constituyen momentos del espíritu absoluto. Para fundar esta interpretación los hegelianos se basan
sobre todo en la noción de coinonia que se encuentra en los diálogos platónicos.

Platón dice que las ideas están asociadas entre sí, están mutuamente vinculadas y forman una
trama, en cierta medida una unidad. Esto es interpretado por los hegelianos como si las ideas tienen
entre sí, vínculos dialécticos, los cuales las hace parte de un movimiento único que es el espíritu.

Un grupo de historiadores de la filosofía, como Zeller, Gomperz, Windelbund, Ueberry y otros,


interpretan las ideas platónicas como si fuera cada una de ellas una idea fuerza. Una dinamis, que
tendría el carácter de una causa eficiente con respecto del mundo sensible.

Esto sin embargo, aunque tiene más fundamento quizás que algunas de las explicaciones
anteriores, tampoco está demasiado en los textos platónicos.

Uno de los historiadores que más afondo ha estudiado el texto de Platón, Lotoslainsky, ha
formulado la siguiente teoría con respecto a la teoría de las ideas de Platón.

Según Lutoslainsky hubo varios momentos en la evolución del pensamiento de Platón con
respecto a las ideas.

En primer momento las ideas habrían sido imanetes a las cosas sensibles. Algo así como las
formas para Aristóteles.
En segundo momento, habrían pasado a ser transcender. O sea formas separadas de las cosas
sensibles.

En un tercer momento habrían pasado a ser modelos de las cosas sensibles.

Y finalmente, en un último momento habrían pasado a ser formas de la mente en el sujeto.

Esta explicación de Lutoslainsky choca sin embargo con la opinión de una gran parte de los
interpretes de Platón, que se niegan a reconocer en esté filosofo ninguna evolución propiamente dicha.

Lo que puede quedar como algo firme, es que las ideas tienen para Platón no una realidad
meramente lógica, mental, subjetiva; si no una realidad en sí, ontológica.

Segundo, que está realidad ontológica no es una realidad inmanente a las cosas sensibles, si no
trascendente a ellas.

Tercero, que esta realidad subsiste y trascendente, no puede ubicarse en la mente de Dios,
puesto que ella misma constituye la forma más alta de la realidad. Por consiguiente como la divinidad.

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Cuarto, estas realidades intransesibles, son causas del mundo sensible; ya se interprete como
causa formal o causa ejemplar o como causa eficiente de este mundo sensible.

Otro problema también muy discutido es el del número de las ideas platónicas.

¿Cuántas son las ideas platónicas?


Evidentemente la idea presente frente a lo sensible, la unidad frente a la pluralidad. Hay un
árbol en sí, frente a una multiplicidad indefinida de arboles. Pero la idea no es absolutamente una,
puesto que cada idea corresponde a un grupo de objetos.

En el Cratilo, Platón habla un tanto enigmáticamente del bien en sí, y de la belleza en sí.

En el Banquete habla de la belleza en sí, sin nombrar todavía la idea de belleza.

En el Fedón no solamente de la belleza y del bien en sí, si no también de la idea del más y
menos, de lo grande y lo pequeño, de la nieve y el fuego. Es decir, se refiere ya a un número mayor de
ideas.

En la República se plantea la cuestión si a cada clase de objeto del mundo sensible, tanto los
objetos naturales como los artificiales, tantos los objetos nobles como los objetos indignos tienen idea.

Hay desde luego una serie de objeciones, a las cuales Platón parece resistirse, como se también
en el diálogo Parménides. A considera que objetos tales como la suciedad, el cabello, las uñas tengan
una idea. Pero Parménides le arguye desde el punto de vista lógico, que si estos objetos constituyen
una clase de objetos sensibles, tienen que tener una idea.

En la República se dice que hay tantas ideas como objetos naturales o artificiales existan.

En el Teeto se hablan de las cosas comunes, sin decir ideas. Que son: lo idéntico, lo semejante
y lo desemejante: el ser.

En el Sofista se habla de cinco ideas fundamentales, que son: el ser, lo mismo y lo diverso, la
quietud y el movimiento.

Inclusive en el Timeo, que es uno de lo último dialogó se agrega todavía algunas ideas; como
el viviente en sí, o la idea del gran animal que es el universo.

No es claro de ninguna manera, el cual es el número de las ideas que Platón considera, a pesar
de esta declaración explícita que hace en la República, donde dice que hay tantas ideas como clase de
objetos naturales y artificiales haya.

Los interpretes de Platón y sobre todo los Neoplatónicos, redujeron las ideas a los objetos
matemáticos y morales, la idea del triángulo, la idea del uno, etc., la idea de la justicia, la idea del bien,
de la belleza. Y redujeron todos los sensibles a cuatro ideas que corresponden a los cuatro elementos:
agua, aire, tierra y fuego.

Según los Neoplatónicos habría ideas de los objetos matemáticos y de los objetos morales
varias. Pero solamente cuatro ideas que corresponden al mundo propiamente sensible, a las cosas
materiales. Estas cuatro ideas serían la de los cuatros elementos, estos cuatro elementos mezclándose

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en el mundo sensible darían lugar a los diversos objetos que en él existen, tantos del mundo orgánico,
como del mundo inorgánico.

Esta explicación parece bastante lógica, porque salva una serie de problemas y de
contradicciones lógicas. Pero tampoco se puede decir que esto este en el texto mismo de Platón.

Otro problema que se suscita con respecto a la ideas es el de las jerarquía de las mismas. No
todas ideas tienen la misma jerarquía. Es evidente que todas ellas, por su propia naturaleza, están por
encima del mundo sensible y material. Pero dentro del mundo de las ideas no todas tienen el mismo
rango ontológico y axiológico, no todas tienen el mismo ser y el mismo valer.

En algunos diálogos aparece como la idea suprema, la idea del bien; así en el Fedón y en la
República. Pero en otros diálogos, como en el Fedón la idea más alta es la belleza.

En el Sofista, aparece la idea x del ser, como la idea más alta.

Finalmente en los Agrafas Dogmata (enseñanza no escrita de Platón) la idea más alta por
encima del ser y del bien es la idea de lo uno. Pero esta idea corresponde ya a lo que los mismo
neoplatónicos piensen.

Si uno se plantea el problema de ver en Platón la realidad absoluta, lo más coherente parece
decir que es el conjunto de las ideas, las cuales siendo como son múltiples y teniendo como tiene
diversas jerarquías ontológicas, no constituyen sin embargo una mera serie, o un mero agregado, si no
que están vinculadas entre sí formando en cierto modo una unidad orgánica.

Cualquiera sea la idea más alta, el conjunto de las ideas forman un cuerpo o un organismo,
porque están unidas entre sí por relaciones de dependencia. Esto es lo se llama Koinonía (sociedad o
compañía).

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TEORIA DE LAS IDEAS; MITO DE LA LINEA DIVIDIDA EN SEGMENTOS.

SER CONOCER

IDEAS INTELIGENCIA
(Intuición)
D
MUNDO CIENCIA
INTELIGIBLE
(Parménides)
NUMEROS RAZON

COSAS CREENCIA
(Sillas, plantas...)

E
MUNDO OPINION
SENSIBLE
(Heráclito)
SUEÑOS MAGINACION
(Imágenes O FANTASIA
de las cosas)
B

NO SER IGNORANCIA

El mundo inteligible es el mundo de Parménides, de las cosas que permanecen inmutables.


El mundo sensible, es el del mundo de los sentidos, de los fenómenos, de las cosas que
cambian. El mundo de Heráclito.

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TEORÍA DE LAS IDEAS.

Mito de la Caverna (Sobre el Ser y el Conocer).

Camino donde van el hombres con objetos encimas de ellos

Pared

Sombra
de los
Objetos

Prisioneros
Fuego

Cueva FUERA DE LA CUEVA ESTÁN LAS IDEAS


(Prototipos perfectos de las cosas)

Prisioneros: solo ven sombras y creen que son realidades (hombres que no conocen la ciencia).

Fuera: mundo inteligible iluminado por el sol = idea suprema = bien también están las demás
ideas en general.

Cueva: mundo físico = mundo sensible. Están los objetos captables por los sentidos.

Un prisionero se libera, sale y trata de ver el sol (bien supremo) y conoce las ideas, ve la
realidad tal cual, vuelve y trata de liberar a los prisioneros, pero estos se niegan.

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