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Tema 1. Concepto y contenido de la sucesión. Derecho Sucesoral.

Article · October 2019

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Lenin Andara
University of the Andes (Venezuela)
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Derecho Sucesoral o Hereditario

Lenin José Andara Suárez1


Profesor Facultad de Cs. Jurídicas y Políticas
Universidad de Los Andes (ULA). Venezuela

TEMA 1
CONCEPTO Y CONTENIDO DE LA SUCESIÓN

DERECHO SUCESORAL O HEREDITARIO

El Derecho hereditario o Derecho sucesoral ha sido definido por


SOJO BIANCO como el “conjunto de normas jurídicas, que, dentro
del Derecho Privado, regulan el destino del patrimonio de una persona
natural, después de su muerte”. El autor ubica en el Derecho Romano,
la más válida expresión del mismo 2 en la que tiene origen remoto el
Derecho hereditario o sucesoral venezolano, así como algunas
instituciones se originan en el Derecho alemán y en el antiguo Derecho
consuetudinario francés3.
Asimismo, aclara que un régimen que regula la situación jurídico-
patrimonial de un causante “presupone lógicamente la existencia de la
propiedad privada (…) [de modo que] no es concebible la existencia de
este Derecho en aquellas sociedades en donde no se reconoce la

1 Doctor por la Universidad de Salamanca, España, programa “Administración, Hacienda y Justicia en el


Estado Social”, Diploma de Estudios Avanzados en Derecho Financiero y Tributario por la citada
universidad. Ha escrito los libros: Poder y potestad tributaria. Acerca de las competencias tributarias en la
República Bolivariana de Venezuela (2010), Ingreso, gasto y presupuesto público en el ordenamiento jurídico
venezolano (2011), El presupuesto público venezolano (2012), El acto de liquidación tributaria. La
determinación por la administración tributaria (2013), La autoliquidación y su incidencia en el sistema de
aplicación de los tributos en España (2018), Manual de Derecho Tributario I. Derecho Sustantivo (2018). El
presupuesto público venezolano, 2ª ed. (2019) así como capítulos de libros y artículos científicos en revistas
especializadas a nivel internacional. Conferencista. Investigador. Asesor. Email: leninandara@gmail.com
2 SOJO BIANCO, R. Apuntes de Derecho de Familia y Sucesiones, 12ª ed., Mobil-libros, Caracas, 1995, p. 291.
3
LÓPEZ HERRERA, F. Derecho de Sucesiones, 4ª ed., Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, p. 17.
ANDARA SUÁREZ, Lenin José. Derecho Sucesoral o hereditario. Mérida. 2019

propiedad privada, o en las que sólo se reconoce el derecho de


propiedad al grupo familiar o tribal”.
Las normas que regulan el Derecho Sucesoral o Hereditario se
encuentran en el Código Civil, tal como lo explica LÓPEZ
HERRERA4, aclarando además que ciertas leyes especiales establecen
ciertas regulaciones sobre la materia. La inspiración del Derecho
Sucesoral o Hereditario venezolano se encuentra en el Código Civil
italiano de 1865 que a su vez se inspiraba en el Código Napoleón,
asimismo, “unas pocas de dichas normas fueron tomadas del CC
[Código Civil] chileno de Andrés Bello; y, alguna otra, del Proyecto de
CC para España elaborado en 1851 por Florencio García Goyena”.
Acota el autor la existencia de algunas disposiciones del Código Civil
venezolano sobre el Derecho Sucesoral o Hereditario que tienen
carácter “autóctono”.

Fundamento

Se discute en doctrina si el Derecho Sucesoral o hereditario tiene su


origen en el derecho positivo o en el derecho natural5.
Sobre su fundamento, SOJO BIANCO6 considera que consiste “en
la necesidad no sólo moral, sino social, política y económica, de que la
muerte no rompa las relaciones jurídicas de quien deja de existir,
asegurando que ésta continuará vigentes a través de sus herederos o
causahabientes, a fin de proteger no sólo al difunto, sino a quienes en
vida de éste mantienen relaciones de derecho con él”. El autor
entiende que ello es necesario para dar seguridad al crédito, y para
conservar e incrementar la riqueza así como “para la estabilidad
económica de los grupos sociales”.
Frente a las relaciones patrimoniales de un fallecido, se ha optado
históricamente por que las mismas “pasen a pertenecer a otras
personas, determinadas por el mismo anterior titular de aquéllas o por
la ley”, como nos explica LÓPEZ HERRERA 7 , ello ha sido

4
Ídem.
5
SOJO BIANCO, R. Apuntes…, ob. cit., p. 292.
6
Ídem, Apuntes…, ob. cit., p. 293.
7
LÓPEZ HERRERA, F. Derecho…, ob. cit., p. 18.

2
ANDARA SUÁREZ, Lenin José. Derecho Sucesoral o hereditario. Mérida. 2019

considerado lo más conveniente desde el punto de vista individual y


social o colectivo, señala el autor. Y es que si los bienes de un causante
pasaran a manos del que los ocupe primero, el desorden y la anarquía
se apoderarían de la sociedad. Se vería comprometido el orden
económico si la muerte de un sujeto trajera consigo la extinción de sus
obligaciones8.

LA SUCESIÓN

Concepto

LÓPEZ HERRERA 9 define la sucesión como el “cambio en la


titularidad de una relación jurídica de carácter patrimonial. De ahí que
el nuevo titular de dicha relación, no la adquiere o asume a título
originario sino a título derivativo”. Sobre el carácter derivado, SOJO
BIANCO señala que ello es así
El Código Civil establece en su artículo 796 que “la propiedad y demás
derechos se transmiten por la ley, por la sucesión y por efecto de los contratos”.
Desde esta perspectiva, entiende SOJO BIANCO 10 , la sucesión es
“uno de los modos de adquirir y trasmitir la propiedad y demás
derechos”.

Clases

Las sucesiones pueden ser por acto entre vivos o por causa de
muerte (mortis causa). Se distingue también entre la sucesión particular o
a título particular y la sucesión universal o a título universal.
En cuanto a los sujetos, se debe distinguir entre causante,
causahabiente, sucesor, de cujus, heredero y legatario.

8 El autor nos dice que en el Derecho Romano, el Derecho de Sucesiones se fundamentaba para mantener la sacra
privata del causante, “para evitar la eventualidad de una infamante bonorum venditio, con la finalidad de satisfacer a
sus acreedores; y, muy particularmente, para garantizar la transmisión de la patria potestas de que fuera titular del
difunto y, de la cual, la sucesión patrimonial era una simple consecuencia” (p. 18).
9
LÓPEZ HERRERA, F. Derecho…, ob. cit., p. 19.
10
SOJO BIANCO, R. Apuntes…, ob. cit., p. 294.

3
ANDARA SUÁREZ, Lenin José. Derecho Sucesoral o hereditario. Mérida. 2019

Causante

Según OSSORIO11 “es la persona de quien otro deriva su derecho


u obligación. (v. CAUSAHABIENTE)”.

De cujus

CABANELLAS DE TORRES12 señala que el término “De cuius” es


una locución latina que constituye la “[a]breviatura de la expresión de
cuius succesione agitur (aquel de cuya sucesión se trata). Equivale a
causante, al difunto al que se refiere la herencia”. En este mismo
sentido, OSSORIO13 señala que el de cujus es una “Locución latina que
significa „de quien‟; designa al causante que ha muerto y a quien se
hereda”.

Causahabiente

Entiende OSSORIO14 que un “causahabiente” es la “[p]ersona que


adquiere o que tiene derecho a adquirir de otra (llamada autor o
causante) un derecho o una obligación. Los causahabientes son
llamados también derecho habientes. Ambas expresiones se aplican
especialmente en materia de sucesiones; y, así el heredero es el
causahabiente o derecho habiente del que deja la herencia, que es
causante o autor”.

Sucesor

Varias acepciones se dan sobre el término “sucesor” en el


Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales de OSSORIO 15.

11 OSSORIO, M. Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, Editorial Heliasta, Buenos Aires, 1984, p. 117.
12
CABANELLAS DE TORRES, G. Diccionario de Derecho Romano y latines jurídicas, Heliasta, Buenos Aires, 2007, p.
276.
13
OSSORIO, M. Diccionario…, ob. cit., p. 196.
14
Ídem, p. 117.
15 Ídem, p. 728.

4
ANDARA SUÁREZ, Lenin José. Derecho Sucesoral o hereditario. Mérida. 2019

Señala: “Continuador de otro || El que ocupa su lugar. || Quien


reemplaza a otro en sus derechos y obligaciones. || Aquel al cual se le
transmite parte mayor o menos de una herencia, o alguna cosa o
derecho de la misma. || Heredero. || Legatario. || Comerciante o
industrial que adquiere o mantiene el establecimiento y la firma de un
predecesor (Luis Alcalá-Mora)”.
PIÑA 16 señala que el sucesor “[e]s la persona con vocación
hereditaria que aún no ha aceptado la herencia”.
OSSORIO también diferencia entre el sucesor particular o singular
como “el que recibe una sucesión a título singular (v.). || Por
antonomasia, el legatario (v)”, lo distingue del sucesor universal, como “El
heredero (v) en sentido estricto. || Todo el que es titular de una
sucesión a título universal (v)”17.

Heredero

Es la “[p]ersona que por testamento o por ley sucede a título


universal en todo o en parte de una herencia, con ocasión de la muerte
de quien la deja, y que está representada por el conjunto de derechos y
obligaciones del causante, por lo cual se entiende que el heredero le
subsiste en su personalidad”, según los términos de OSSORIO18.
De forma más precisa señala PIÑA 19 que el heredero “[e]s la
persona con vocación hereditaria que acepta la herencia según lo
establecido en el Código Civil”. Y aclara: “Al morir una persona, los
llamados por ley o por testamento a recibir la herencia primero son
Sucesores (aun no la han aceptado), pero luego al manifestar
libremente la voluntad de admitir o acceder a ese patrimonio, se
convierten en Herederos”.

16
PIÑA VALLES, O. Derecho Sucesoral. Esquemas práctico, Vadell hermanos, Valencia, 2007, p. 29.
17
OSSORIO, M. Diccionario…, ob. cit., p. 728.
18
Ídem, p. 345.
19
PIÑA VALLES, O. Derecho…, ob. cit., p. 29.

5
ANDARA SUÁREZ, Lenin José. Derecho Sucesoral o hereditario. Mérida. 2019

Legatario

Es la “[p]ersona a la que se deja un legado (v.) en testamento.


Técnicamente, el sucesor a título singular, en oposición con el heredero
(v.), el instituido a título universal”, según lo señal OSSORIO20.

LÓPEZ HERRERA21 ilustra al señalar: “En toda sucesión (…), la


persona a quien se sucede, se denomina causante y la persona que
sucede, se denomina causahabiente o sucesor. Sin embargo, en las
sucesiones por causa de muerte, al causante también se le llama de cujus
(o de cuius), que constituye la abreviación de la frase latina is de cujus
hereditate agitur (la persona de cuya herencia se trata).; y, en cuanto al
causahabiente, se hacen ciertas distinciones: i) se utiliza el nombre de
sucesor, en sentido estricto, para aludir a la persona llamada a la sucesión
universal (herencia), que aún no la ha aceptado; ii) se denomina heredero,
al llamado a la sucesión universal (herencia), que ya la ha aceptado
(…); y, iii) se utiliza el término legatario, para referirse al beneficiario de
una sucesión a título particular (legado)”.

1.- Sucesión particular o a título particular

La sucesión particular es entendida por LÓPEZ HERRERA 22


como “el cambio en la titularidad de una o más relaciones jurídicas de
carácter patrimonial, determinadas individualmente, es decir,
individualizadas. Este tipo de sucesión puede resultar de un acto entre
vivos (donación, venta, etc.) o de un acto por causa de muerte
(legado)”.

2.- Sucesión universal

20
OSSORIO, M. Diccionario…, ob. cit., p. 419.
21
LÓPEZ HERRERA, F. Derecho…, ob. cit., pp. 19-20.
22
Ídem, p. 19.

6
ANDARA SUÁREZ, Lenin José. Derecho Sucesoral o hereditario. Mérida. 2019

La sucesión universal, señala SOJO BIANCO23, “es una universitas


iuris, una universalidad de derecho, entendiendo en este complejo
patrimonial no sólo los derechos propiamente, sino también las
obligaciones del sujeto que fallece, en tanto estos derechos y
obligaciones no sean por su propia naturaleza intransmisibles, o que su
intransmisibilidad sea ordenada expresamente por un prescripción del
derecho positivo”.
DOMÍNGUEZ GUILLÉN 24 señala que “[l]a sucesión a título
universal constituye como su denominación lo indica una
„universalidad‟ de derechos y obligaciones”.
No obstante, el mismo SOJO BIANCO 25 objeta que este tipo de
sucesión pueda “definirse propiamente como una sucesión en el
patrimonio del causante sino más bien como el ingreso del heredero en
una situación jurídica nueva”. Y entiende esto porque a los herederos,
se transmiten además “otras relaciones jurídicas, más o menos
importantes, como la usucapión y la prescripción, la aceptación de la
oferta, etc., etc., así como también posibilidades de modificaciones
jurídicas, como son por ejemplo los derechos de impugnación y de
oponer excepciones, los negocios de adquisición del causante y la
posesión”. En este sentido, el artículo 1.163 del Código Civil dispone:
“Se presume que una persona ha contratado para sí y para sus herederos y
causahabientes, cuando no se ha convenido expresamente lo contrario, o cuando no
resulta así de la naturaleza del contrato”.

PRINCIPIOS DE LA SUCESIÓN UNIVERSAL

La doctrina venezolana constituida por SOJO BIANCO 26 y


VIZCARRONDO27 señalan cinco principios de la Sucesión Universal.

23
SOJO BIANCO, R. Apuntes…, ob. cit., pp. 296-297.
24 DOMÍNGUEZ GUILLÉN, M. C. Manual de Derecho Sucesorio, editor-autor, Caracas, 2010, p. 44.
25
SOJO BIANCO, R. Apuntes…, ob. cit., p. 297.
26
Ídem, pp. 297-299.
27 VIZCARRONDO P., Alfredo. Derecho Sucesoral Práctico, ediciones Libra, 2008, pp. 2-3.

7
ANDARA SUÁREZ, Lenin José. Derecho Sucesoral o hereditario. Mérida. 2019

28
Otros autores como LÓPEZ HERRERA y DOMÍNGUEZ
GUILLÉN29, señalan un número mayor30.

1.- El heredero continúa la personalidad jurídica del causante

“[N]o se concibe la posibilidad de que se asuma la cualidad de


heredero temporalmente, ni que haya solución de continuidad entre la
muerte del causante y el subentrar del sucesor”31.
“[L]a muerte del causante no determina, ni puede determinar,
espacio o vacío alguno, en cuanto a la titularidad de la relaciones que
constituyen la herencia, pues se considera que las mismas pasan
automáticamente al patrimonio del nuevo titular (heredero), en el
preciso instante del fallecimiento”32.
“La mutación del heredero acontece sin mutación alguna a nivel
jurídico por lo que el heredero subentra en la sucesión en la misma
condición que el causante”33. DOMINGUEZ GUILLÉN señala que la
excepción al mismo es la aceptación a beneficio de inventario.
De allí que se establezca en el Código Civil, disposiciones que
excluyen el carácter temporal de la sucesión universal, “sino que ella
tiene que ser siempre perpetua” 34. La imposibilidad de establecer un
término resolutorio, en el artículo 916: “Se tiene por no puesto en una
disposición a título universal, el día desde el cual deba la misma comenzar o cesar”,
el artículo 997 que establece: “La aceptación no puede hacerse a término, ni
condicional ni parcialmente”. Asimismo, el artículo 1001 cuando dispone:
“El efecto de la aceptación se retrotrae al momento en que se abrió la sucesión”.
DOMÍNGUEZ GUILLÉN se refiere a la perpetuidad de heredero
como un principio separado, contrario al criterio de SOJO BIANCO y
VIZCARRONDO. La profesora afirma: “No se concibe cualidad de
heredero temporal, dándose una suerte de continuidad de conformidad

28
LÓPEZ HERRERA, F. Derecho…, ob. cit., pp. 28-29.
29
DOMÍNGUEZ GUILLÉN, M. C. Manual…, pp. 45-49.
30 PIÑA señala solamente cuatro principios; PIÑA VALLES, O. Derecho…, ob., cit., pp. 33-34.
31
SOJO BIANCO, R. Apuntes…, ob. cit., p. 297.
32
LÓPEZ HERRERA, F. Derecho…, ob. cit., p. 28.
33
DOMÍNGUEZ GUILLÉN, M. C. Manual…, p. 45.
34
LÓPEZ HERRERA, F. Derecho…, ob. cit., p. 28.

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ANDARA SUÁREZ, Lenin José. Derecho Sucesoral o hereditario. Mérida. 2019

con los artículos 993 (la sucesión se abre al momento de la muerte) y


1001 del CC (la aceptación se retrotrae al momento en que se abrió la
sucesión). Si bien no existe obligación de aceptar la herencia, una vez
que la misma opera, ya sea expresa o tácitamente, el heredero adquiere
perpetuamente tal condición”35.

2.- La unidad del patrimonio hereditario no se disgrega

No se desune el patrimonio hereditario porque existan varios


herederos. SOJO BIANCO 36 explica que “[e]l concurso de varios
herederos no puede concebirse más que como participación en una
comunidad. Cada uno de los llamados, aun percibiendo una cuota de
los bienes, es sucesor en la universalidad jurídica (universus ius), pues la
cuota, cualitativamente, es igual al todo; careciendo de importancia que
la cuantía sea igual (cuotas cuantitativamente iguales) o distinta (cuotas
desiguales)”. El autor trae a colación el artículo 854 del Código Civil,
cuando dispone: “Las disposiciones testamentarias que comprenden la
universalidad o una parte alícuota de los bienes del testador, son a título universal y
atribuyen la calidad de heredero. Las demás disposiciones son a título particular y
atribuyen la calidad de legatario”.

3.- Pueden coexistir sucesores a título universal y a título


particular37

“Los conceptos de sucesión y de sucesión particular por causa de


muerte, no son excluyentes entre sí. En consecuencia puede
perfectamente ocurrir que un mismo patrimonio hereditario sea objeto
de sucesión universal y de sucesión particular [legados]. Lo antes dicho
se produciría en los siguientes casos: cuando el causante deja
35
DOMÍNGUEZ GUILLÉN, M. C. Manual…, pp. 48-49.
36
SOJO BIANCO, R. Apuntes…, ob. cit., p. 298.
37 LÓPEZ HERRERA diferencia como principios: “Puede haber, a la vez, sucesión universal y sucesión

particular” y, aparte: “Puede haber, a la vez, sucesión universal testamentaria e intestada”; (p. 29). En cambio,
DOMÍNGUEZ GUILLÉN señala en un mismo principio: “Pueden coexistir sucesores a título universal y a título
particular, así como sucesión ab intestato y sucesión testamentaria” (p. 46).

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ANDARA SUÁREZ, Lenin José. Derecho Sucesoral o hereditario. Mérida. 2019

testamento en el cual instituye a uno o a varios herederos y también a


uno o a varios legatarios; o cuando el causante deja testamento en el
cual se limita a instituir a uno o a varios legatarios, caso en el cual el
resto de su patrimonio se gobierna por las reglas legales sobre sucesión
ab intestato” 38.

4.- Puede haber, a la vez, sucesión universal testamentaria e


intestada

Pueden “coexistir respecto de una misma herencia, la institución


testamentaria y la institución ab intestato de sucesores universales” 39 .
Este principio se vincula con el anterior sobre la coexistencia de
sucesión ab intestato y sucesión testamentaria; “puede ocurrir en
diferentes supuestos en que la última sea insuficiente, ineficaz o
vulnere normas imperativas. En tal caso se alude a sucesión „mixta‟ ”40.

5.- Continuación en el heredero de las relaciones jurídicas del de


cujus

SOJO BIANCO41 explica que “[t]odos los derechos y obligaciones


se transmiten sin experimentar modificación alguna”. La doctrina
resalta el artículo 781 del Código Civil, en cuanto a la posesión cuando
señala: “La posesión continúa de derecho en la persona del sucesor a título
universal. El sucesor a título particular puede unir a su propia posesión la de su
causante, para invocar sus efectos y gozar de ellos”.
También señala el autor que “los actos realizados por el difunto no
pueden ser impugnados por el heredero, sino sólo en aquellos casos en
que hubiere tenido facultad para ello, por sí mismo”; como bien lo
destaca LÓPEZ HERRERA 42 , “como las relaciones jurídicas de la
persona que fallece pasan a su heredero tal como se encontraban en el
38 LÓPEZ HERRERA, F. Derecho…, ob. cit., p. 29.
39
Ídem, p. 29.
40
DOMÍNGUEZ GUILLÉN, M. C. Manual…, p. 46.
41
SOJO BIANCO, R. Apuntes…, ob. cit., p. 299.
42
LÓPEZ HERRERA, F. Derecho…, ob. cit., p. 30.

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ANDARA SUÁREZ, Lenin José. Derecho Sucesoral o hereditario. Mérida. 2019

patrimonio de aquél, si en dicho patrimonio no existía acción para


impugnar actos anteriores, mal podría tener el heredero titularidad para
hacerlo”.
Por su parte, el artículo 995 del Código Civil establece: “La posesión
de los bienes del de cujus pasa de derecho a la persona del heredero, sin necesidad de
toma de posesión material. Si alguno que no fuere heredero tomare posesión de los
bienes hereditarios, los herederos se tendrán por despojados de hecho, y podrán ejercer
todas las acciones que les competan”. LÓPEZ HERRERA43 explica que esta
posesión “debe reputarse de buena o de mala fe, según como la haya
ejercido el causante e independientemente de cómo la sea por el
heredero: es decir, si el causante poseía de buena fe, la posesión que
pasa al heredero debe también considerarse de buena fe (aunque dicho
sucesor sea, de hecho, de mala fe); y si el causante poseía de mala fe, la
posesión que pasa al heredero debe considerarse igualmente de mala fe
(a pesar de que el sucesor sea, en realidad, de buena fe)”.
La posesión conforme el artículo 781 recibe el adjetivo de
“civilísima” conforme DOMÍNGUEZ GUILLÉN 44 al igual que lo
señala LÓPEZ HERRERA respecto al artículo 995.

6.- Confusión del patrimonio del de cujus con el del heredero

Cuando el heredero acepta la herencia se confunde su patrimonio


con el del causante. Al mezclarse los patrimonios, los acreedores de
ambos (heredero y causante) pueden ver satisfechos sus créditos de
dicho patrimonio ya que el mismo es “la prenda común tanto de los
acreedores personales o propios del heredero, como también de los
acreedores de la herencia”45. Esto es, “el heredero responde ante los
acreedores del difunto „ultra vires hereditatis‟, sin que pueda limitar su
responsabilidad a la cuantía de la herencia”46.
La excepción a este principio es la herencia aceptada a beneficio de
inventario.

43
Ídem, p. 30.
44
DOMÍNGUEZ GUILLÉN, M. C. Manual…, p. 47.
45
LÓPEZ HERRERA, F. Derecho…, ob. cit., p. 31.
46
SOJO BIANCO, R. Apuntes…, ob. cit., p. 299.

11
ANDARA SUÁREZ, Lenin José. Derecho Sucesoral o hereditario. Mérida. 2019

LA HERENCIA

Concepto

La herencia, señala LÓPEZ HERRERA47, “en sentido amplio y de


hecho, no es más que la porción o parte del patrimonio de una persona
natural, que puede ser objeto de sucesión por causa de muerte”. Señala
que “es el mismo patrimonio del individuo, [con] deducción hecha de
las relaciones jurídicas patrimoniales que se extinguen o desaparecen
con su muerte: las facultades personalísimas innatas; los derechos sólo
vitalicio [v.gr.: usufructo, uso y habitación por tiempo indeterminado
(arts. 619 y 631 CC)]; derechos de crédito que desaparecen con la
muerte de su titular [v.gr.: renta vitalicia; derecho legal de alimentos (art.
298 CC y art. 383 LOPNA)]; acciones de contenido económico que se
extinguen a la muerte de su titular [v.gr.: acción de revocación de
donaciones entre cónyuges (art. 1.451 CC)]”.
PIÑA VALLES 48 señala que la herencia “es la institución del
Derecho Sucesoral que alude al patrimonio que deja la persona que
fallece y que se va a transmitir a su vez a las personas autorizadas por
testamento o por la ley para recibirlo”.
Para comprender mejor es necesario traer a colación el concepto de
patrimonio. MELEÁN BRITO 49 señala que en Venezuela “se
mantiene el criterio según el cual el patrimonio reúne tanto a los
activos como a los pasivos, en atención a su universalidad jurídica que
comprende los derechos y deberes de contenido económico que
correspondan a una persona, en vista que, el activo responderá del
pasivo, sin que interfiera el hecho que el primero pueda ser inferior,
igual o superior al anterior”. No obstante, se debe señalar que el
causante no puede disponer libremente de todo su patrimonio y por
ello se distingue entre la herencia disponible y la no disponible o
legítima.

47
LÓPEZ HERRERA, F. Derecho…, ob. cit., p. 20.
48
PIÑA VALLES, O. Derecho…, p. 18.
49 MELEÁN BRITO, J. Acerca de las bases conceptuales del patrimonio, inédito, Mérida, 2019, p. 4.

12
ANDARA SUÁREZ, Lenin José. Derecho Sucesoral o hereditario. Mérida. 2019

LÓPEZ HERRERA se refiere también a un sentido más


restringido de la herencia y por el cual se entiende “la sucesión
universal por causa de muerte”50.
A su vez, para determinar la herencia de un sujeto es indispensable
precisar el estado civil del causante, y si estaba casado se debe conocer
si existía comunidad de gananciales o capitulaciones matrimoniales. La
comunidad de gananciales se define en el artículo 148 del Código Civil,
cuando dispone: “Entre marido y mujer, si no hubiere convención en contrario,
son comunes de por mitad, las ganancias o beneficios que se obtengan durante el
matrimonio”. Esta comunidad 51 se inicia el día de la celebración del
matrimonio según se desprende del artículo 149 eiusdem.
Si el causante mantenía una relación concubinaria es procedente lo
dispuesto en el artículo 77 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, cuando señala: “Las uniones estables de hecho
entre un hombre y una mujer que cum cumplan los requisitos establecidos en la ley
producirán los mismos efectos que el matrimonio”. Asimismo, el artículo 767
del Código Civil cuando dispone: “Se presume la comunidad, salvo prueba en
contrario, en aquellos casos de unión no matrimonial, cuando la mujer o el hombre
en su caso, demuestre que ha vivido permanentemente en tal estado aunque los
bienes cuya comunidad se quiere establecer aparezcan a nombre de uno solo de ellos.
Tal presunción sólo surte efectos legales entre ellos dos y entre sus respectivos
herederos y también entre uno de ellos y los herederos del otro. Lo dispuesto en este
artículo no se aplica si uno de ellos está casado”.
Existen también los bienes propios de los cónyuges, regulados en
los artículos 151 y siguientes del Código Civil. Según el artículo 151 los
bienes propios de los cónyuges son “los que pertenecen al marido y a la
mujer al tiempo de contraer matrimonio y los que durante éste adquieren por
donación, herencia 52 , legado o por cualquier otro título lucrativo. Son también
propios los bienes derivados de las accesiones naturales y la plusvalía de dichos
bienes, los tesoros y bienes muebles abandonados que hallare alguno de los cónyuges,
así como los vestidos, joyas y otros enseres u objetos de uso personal o exclusivo de la
mujer o el marido”. Por otro lado, el artículo 152 eiusdem, determina los
50
LÓPEZ HERRERA, F. Derecho…, ob. cit., p. 24.
51
Los artículos 156 al 164 del Código Civil regula los bienes comunes de los cónyuges.
52 Adicionalmente el artículo 153 del Código Civil dispone que “Los bienes donados o dejados en testamento conjuntamente

a los cónyuges con designación de partes determinadas, les pertenecen como bienes propios en la proporción determinada por el donante o
por el testador, y, a falta de designación, por mitad”.

13
ANDARA SUÁREZ, Lenin José. Derecho Sucesoral o hereditario. Mérida. 2019

bienes adquiridos durante el matrimonio y que se hacen propios del


respectivo cónyuge53.

Antecedentes históricos

En el Derecho Romano la hereditas es la herencia; nos dice


CABANELLAS DE TORRES54 que “en el antiguo Ius Civile (Derecho
Civil) estaba integrada por el conjunto de bienes con valor precuniario
dejado por una persona tras su muerte, cuya titularidad asumía el
heredero. En el Derecho Clásico y Justinianeo estaba integrada por el
patrimonio del difunto, el cual se transmitía a los herederos o sucesores
a títulos universal”. El autor presenta otros términos como hereditas
testamentaria (herencia testamentaria), hereditas legitima (herencia
legítima), hereditas iacens (herencia yacente), hereditas damnosa (herencia
ruinosa), heres (heredero, sucesor a título universal), heres extraneus
(heredero extraño), heres necessaruis (heredero necesario), heres legitimus
(heredero legítimo), heres suus (heredero suyo), entre otros.

CAUSAS DE LA SUCESIÓN HEREDITARIA

La sucesión hereditaria tiene dos causas:


1.- El testamento, y
2.- La ley.

El artículo 807 Código Civil establece: “Las sucesiones se defieren por la


ley o por testamento. No hay lugar a la sucesión intestada sino cuando en todo o en
parte falta la sucesión testamentaria”.

53 El artículo 152 del Código Civil dispone: “Se hacen propios del respectivo cónyuge los bienes adquiridos durante el
matrimonio: 1° Por permuta con otros bienes propios del cónyuge. 2° Por derecho de retracto ejercido sobre los bienes propios por el
respectivo cónyuge y con dinero de su patrimonio. 3° Por dación en pago hecha al respectivo cónyuge por obligaciones provenientes de
bienes propios. 4° Los que adquiera durante el matrimonio a título oneroso, cuando la causa de adquisición ha precedido al
casamiento. 5° La indemnización por accidentes o por seguros de vida, de daños personales o de enfermedades, deducidas las primas
pagadas por la comunidad. 6° Por compra hecha con dinero proveniente de la enajenación de otros bienes propios del cónyuge
adquiriente. 7° Por compra hecha con dinero propio del cónyuge adquiriente, siempre que haga constar la procedencia del dinero y que
la adquisición la hace para sí”.
54
CABANELLAS DE TORRES, G. Diccionario…, ob. cit., p. 434.

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Estas dos causas de la sucesión hereditaria dan origen a las dos


clases de sucesión:
1.- Sucesión testamentaria o voluntaria.
2.- Sucesión legítima, legal, ab intestato o intestada.

SOJO BIANCO55 aclara que “suele hablarse de sucesión necesaria,


ello no significa que exista una tercera causa de adquisición de la
herencia, sino que ésta es una especie dentro de la sucesión legítima o
legal que impone, contra la voluntad del difunto (cuando éste ha
dispuesto sus bienes por testamento, pretendiendo excluir de ellos en
todo o en parte a ciertas personas unidas a él por estrechas relaciones
parentales), la obligación de respetar a favor de tales personas una
cuota parte de sus bienes que es la cuota denominada legítima (Artículo
883 C.C.)”.
La “sucesión legítima” no debe ser confundida con “la legítima”. La
legítima “es una cuota de la herencia que se debe en plena propiedad a los
descendientes, a los ascendientes y al cónyuge sobreviviente que no esté separado
legalmente de bienes” conforme al artículo 883 del Código Civil. Esta
legítima no puede ser sometida a carga ni condición, según el mismo
precepto.
Esta distinción origina la distinción entre herederos ab intestato y
herederos testamentarios. Los herederos ab intestato reciben la herencia
“por el derecho que la ley concede a determinadas personas cuando
falta testamento”, según señala OSSORIO 56, estos herederos pueden
ser los llamados “herederos legitimarios” que no pueden ser excluidos
de la herencia pero también pueden ser “no legitimarios”.
En Venezuela, el “pacto” no puede ser considerado como causa de
la sucesión hereditaria, por ende no es admisible el pacto sobre
sucesión futura y en virtud de ello se establecen diversas
disposiciones en el Código Civil. El artículo 1.022 señala: “No se puede,
ni aun por contrato de matrimonio, renunciar a la herencia de una persona viva, ni
enajenar los derechos eventuales que se puedan tener a aquella herencia”. Por otro
lado, el artículo 1.156 eiusdem, dispone: “no se puede renunciar una sucesión
aun no abierta, ni celebrar ninguna estipulación sobre esta sucesión, ni aún con el
55
SOJO BIANCO, R. Apuntes…, ob. cit., p. 304.
56
OSSORIO, M. Diccionario…, ob. cit., p. 345.

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consentimiento de aquél de cuya sucesión se trate”. Asimismo, el artículo 1484


eiusdem, establece: “Es inexistente la venta de los derechos sobre la sucesión de
una persona viva, aun con su consentimiento”.

La vocación hereditaria

De allí que SOJO BIANCO 57 señale que “la vocación hereditaria


como derecho subjetivo a la delación, o sea el derecho a ser llamado a
la herencia, tiene lugar en nuestro derecho positivo:
a) Por voluntad del difundo; [por testamento]
b) Sin la voluntad de éste, por mandato de la ley; y
c) Contra su voluntad, cuando la ley fija límite a la facultad de testar
en consideración al vínculo de parentesco que una al difunto con
determinadas personas que no pueden quedar excluidas de la
herencia”.

LÓPEZ HERRERA 58 explica la vocación en los siguientes


términos: “Mientras la sucesión no se ha abierto, existe sin embargo un
llamado virtual a suceder a la persona de quien se trata, para cuando
efectivamente ella muera, el cual proviene del testamento de esa
persona o de la ley. Así por ejemplo, aún cuando los padres viven, sus
hijos están llamados a sucederles, una vez que aquéllos fallezcan. Ese
llamado virtual, que no es un derecho adquirido (y que por ende no
puede ejercerse), sino que es una simple expectativa de derecho, se
denomina vocación. La vocación hereditaria puede ser testamentaria o
intestada, según que el llamado en cuestión lo haga el testamento o la
ley.
También puede hablarse de vocación para suceder a título particular
y por causa de muerte: tal sería el llamado virtual que recibe el legatario
instituido por una persona que todavía vive. Desde luego, esa vocación
siempre es testamentaria, pues no hay sucesión legal y mortis causa,
que sea particular.

57
SOJO BIANCO, R. Apuntes…, ob. cit., p. 304.
58
LÓPEZ HERRERA, F. Derecho…, ob. cit., p. 36.

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De acuerdo con lo antes dicho, bien puede suceder que una persona
tenga vocación hereditaria (o vocación a determinada sucesión
particular por causa de muerte) respecto de otra persona, en un
momento dado y deje de tenerla después o viceversa. Vgr.: los padres
tienen vocación hereditaria intestada respecto de su hijo, mientras éste,
-a su vez- carece de descendencia; pero al tener el hijo un hijo suyo,
desaparece aquella vocación. Igual sucede con la persona instituida
como legataria de determinado bien, que tiene vocación a la sucesión
particular por causa de muerte resultante de ese legado, mientras el
testamento existe; pero dicha vocación desaparece al quedar revocado
el acto de última voluntad. Y a la inversa: una persona puede no tener
vocación hereditaria en relación con otra, en determinado momento;
pero si después la persona de cuya sucesión se trata otorga testamento
e instituye a la primera, surge la vocación de ésta”.

MOMENTOS DE LA SUCESIÓN HEREDITARIA

Los momentos de la sucesión hereditaria son los siguientes:


1.- Apertura.
2.- Delación.
3.- Adquisición.

DOMÍNGUEZ GUILLÉN59 señala que si bien con la muerte se


abre una sucesión, “el proceso sucesorio precisa de otras etapas o
momentos para configurar o consolidar su adquisición en manos de los
sucesores o herederos”. Por su parte, LÓPEZ HERRERA60 señala que
estos momentos pueden ocurrir “en diferentes oportunidades, o que
alguno de ellos suceda en una fecha distinta de los otros dos. Sin
embargo, -de derecho y en cuanto concierne a la sucesión universal-
los tres momentos en cuestión, una vez realizados o cumplidos, se
consideran simultáneos, es decir, acaecidos al mismo tiempo: en el
exacto instante de la apertura de la sucesión”.

59
DOMÍNGUEZ GUILLÉN, M. C. Manual…, p. 69.
60
LÓPEZ HERRERA, F. Derecho…, ob. cit., p. 31.

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SOJO BIANCO61 señala al respecto: “Estos tres momentos de la


sucesión pueden o no coincidir en el tiempo. El que coincidan o no,
depende del sistema positivo… En nuestro derecho positivo, tales
momentos tienen lugar en un mismo instante; el de la muerte del de
cujus. Con la muerte se abre la sucesión, y simultáneamente la herencia
se atribuye al llamado y es adquirid por éste”.

1.- Apertura de la Sucesión

La apertura de la sucesión se rige por el artículo 993 del Código


Civil, cuando señala: “La sucesión se abre en el momento de la muerte y en el
lugar del último domicilio del de cujus”.
El “requisito indispensable para que pueda abrirse la sucesión, [es]
que se haya producido el hecho cierto de la muerte del causante,
cuando el patrimonio ha quedado sin titular y en consecuencia debe
pasar a otro que ejerza esa titularidad”, señala SOJO BIANCO62, quien
también acota que la muerte “debe entenderse la desaparición física de
la persona natural”. Sobre el artículo 993 antes citado, LÓPEZ
HERRERA también explica que “la sucesión por causa de muerte, se
abre o se produce, precisamente en el instante del fallecimiento del de
cujus y no antes ni después; e independientemente de cualesquiera
circunstancias de hecho relacionada con esa muerte o con los llamados
a la sucesión”.
En caso del declarado presunto muerto, SOJO BIANCO63, señala
que “la ley prevé que el Juez acordará la posesión definitiva de los
bienes a favor de los sucesores y la cesación de la garantía que haya
impuesto (Art. 434, 438 y 440 C.C.). Decretada la posesión definitiva,
se podrá proceder a la partición y a dispones libremente de los bienes
(Art. 435)”. LÓPEZ HERRERA señala sobre este particular: “Si bien
la declaración de ausencia no equivale a la muerte natural de la persona de
quien se trata, la misma –una vez ejecutoriada– produce ciertos efectos
que podríamos calificar de cuasi-sucesorales y que aparecen
61
SOJO BIANCO, R. Apuntes…, ob. cit., p. 310.
62
Ídem, p. 306.
63
Ídem, p. 306.

18
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determinados en los arts. 426-433 y 441-444 CC. Y exactamente lo


mismo cabe decir de la declaración de muerte presunta por accidente o siniestro,
durante los tres años siguientes a la fecha de esa declaratoria (art. 439
CC).

¿Qué sucede cuando no puede determinarse el momento de


personas llamadas por la ley a sucederse recíprocamente?, la doctrina se
refiere al artículo 994 del Código Civil, cuando establece: “si hubiere
duda sobre cuál de dos o más individuos llamados recíprocamente a sucederse haya
muerto primero que el otro, el que sostenga la anterioridad de la muerte del uno o
del otro deberá probarla. A falta de prueba, se presumen todos muertos al mismo
tiempo y no hay transmisión de derechos de uno a otro”. Sobre este precepto,
señala LÓPEZ HERRERA64, no consagra presunción legal, sino que
repite la regla general de que quien alega un hecho, debe probarlo; y, a
falta de esa prueba, no se puede considerar el hecho en cuestión como
jurídicamente verdadero”.

Sobre el lugar de apertura de la sucesión, SOJO BIANCO aclara


que es el último domicilio del de cujus, siguiendo lo establecido en el
Código Civil, en su artículo 33, cuando señala: “El domicilio de una
persona se halla en el lugar donde tiene el asiento principal de sus negocios e
intereses”. Con ello queda descartado que el lugar del fallecimiento sea el
lugar de apertura de la sucesión, tal como sucedería si el de cujus viajó a
la ciudad de Caracas para hacerse una intervención quirúrgica y falleció
durante la misma.
LÓPEZ HERRERA65 destaca la importancia del lugar de apertura
de la sucesión, a manera de ejemplos:
“el art. 43 CPC dispone que son competentes los tribunales del
lugar de la apertura de la sucesión, para conocer:
i) de la demandas sobre petición y división de herencia y de
cualesquiera otras entre coherederos, hasta la división;

64
LÓPEZ HERRERA, F. Derecho…, ob. cit., p. 39.
65
Ídem, pp. 32-33.

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ii) de las demandas de rescisión de la partición ya hecha y sobre


saneamiento de las cuotas asignadas, siempre que se propongan dentro
del bienio siguientes a la fecha de la partición;
iii) de las demandas contra los albaceas que sean intentadas antes de
la división (y si ésta no fuere necesaria, dentro del bienio siguientes a la
apertura de la sucesión);
iv) de las demandas de los legatarios y de los acreedores de la
herencia, formuladas antes de dos años contados desde la partición de
la herencia (o si ésta no fuere necesaria, desde la fecha de apertura de la
sucesión).
A su vez, el art. 1.023 CC establece la competencia de los tribunales
de primera instancia en lo Civil del lugar de la apertura de la sucesión,
para conocer del procedimiento de aceptación de la herencia bajo
beneficio de inventario; y el art. 1.062 CC indica que corresponde a
esos mismos tribunales todo lo relacionado con la tramitación y la
decisión concernientes a la vacancia y a la yacencia de a herencia. Por
otra parte, el art. 5 LIS indica que el impuesto sucesoral se causa en el
momento de la apertura de la sucesión y el art. 34 ejusdem señala que la
respectiva declaración de herencia debe presentarse a los
correspondientes funcionarios del Ministerio de Finanzas, de la
jurisdicción donde se causa el referido impuesto”.

2.- Delación

SOJO BIANCO66 define la delación como “el llamamiento efectivo


del heredero; o sea, „la posibilidad concreta y actual que el llamado
tiene, de hacer suya la herencia”.
DOMÍNGUEZ GUILLÉN 67 señala que la delación “es el
llamamiento que se hace a raíz de la apertura de la sucesión a aquellos
que tengan vocación hereditaria, para que la hagan suya”.
Por otro lado, LÓPEZ HERRERA68 señala que la delación “es el
momento en el cual el llamado a una herencia puede hacerla suya (o en
66
SOJO BIANCO, R. Apuntes…, ob. cit., p. 308.
67
DOMÍNGUEZ GUILLÉN, M. C. Manual…, p. 69.
68
LÓPEZ HERRERA, F. Derecho…, ob. cit., p. 36.

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el cual el instituido por un legado puede hacerlo suyo). De manera que


la delación no constituye un simple llamado virtual, sino un llamado
concreto, real y efectivo, que el testamento o la ley hace a una persona,
para que suceda a otra por causa de muerte (art. 807 CC). En otras
palabras, se trata ahora de la vocación transformada en derecho
adquirido. La delación convierte al llamado en sucesor”.

Distinción entre delación, vocación y llamamiento

SOJO BIANCO69 explica que los conceptos de delación, vocación y


llamamiento suelen ser confundidos debido a que se refieren a una
misma situación, bajo diversos aspectos. Señala: “El designado para
suceder no tiene vocación hereditaria; ya que la designación adquiere
valor jurídico en el momento en que se abre la sucesión. La vocación
se adquiere en el momento en que se abre la sucesión y se es llamado a
ella; y la delación se hace a favor de quien es llamado. Por ello se
afirma que delación y vocación son „inescindibles‟, es decir, son
conceptos que permanecen unidos y no se pueden escindir o separar”.

Efectos de la delación

“La delación crea, a favor de aquel en quien recae, un derecho


especial denominado el ius delationis, que es la facultad de hacer propia
la herencia o de rechazarla mediante renuncia. Es pues, un derecho que
entra a formar parte del patrimonio de su titular y que por tanto puede
ser transmitido a otros”, según señala SOJO BIANCO70.
LÓPEZ HERRERA se refiere a la sucesión a título universal y
señala que el ius delationis, determina dos importantísimas consecuencias
para su titular. Por una parte, al sucesor universal –aunque todavía no
haya aceptado la herencia– pasa ope legis la posesión de los bienes del de
cujus, sin necesidad de aprehensión material (art. 995 CC)(…); y por
otra parte, al sucesor se le considera curador de la herencia y, en tal
carácter, está facultado para llevar a cabo todos los actos meramente
conservatorios, de guarda y de administración temporal del patrimonio
69
SOJO BIANCO, R. Apuntes…, ob. cit., p. 308.
70
Ídem, p. 308.

21
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dejado por el causante, sin que ello, de por sí, implique aceptación de la
sucesión (art. 1.003 CC) (…)”.

LÓPEZ HERRERA71 señala tres características de la delación:

1) Alternativo
“…pues otorga a su titular la facultad de optar bien por hacer suya
la sucesión a que ha sido llamado, mediante su aceptación; o de
rechazarla, mediante su repudiación”.

2) Transmisible
Explica el autor que si el titular fallece sin haber aceptado o
repudiado la herencia o legado a que había sido llamado, tal derecho
alternativo pasa a los herederos de dicho titular.

3) Unicidad
Cuando “el llamado opta por no aceptar (la herencia o el legado que
se le defiere), entonces se produce un nuevo llamado, sea del
testamento o de la ley, a favor de otra persona y así sucesivamente,
hasta que alguien acepte la sucesión (o hasta que éste queda vacante);
pero jurídicamente se reputa: i)que sólo ha sido llamado el sucesor que
en definitiva acepta la herencia o el legado respectivo; ii) que dicho
sucesor ha aceptado desde la fecha de la apertura de la sucesión; y iii)
que quienes optaron por no aceptar la herencia o el legado, jamás
fueron llamados a una u otro (arts. 1.001 y 1.013 CC)”.

¿Existe la delación sucesiva?

Esto lo explica SOJO BIANCO72 como aquella que se produce en


virtud de la voluntad del testador y en la que son llamadas a la herencia
algunas personas pero “cuando los llamados en primer lugar hayan
renunciado o se encuentren en situación de indignos para suceder”. Y
agrega el autor: “En estos casos, se habla de delaciones sucesivas, no
71
LÓPEZ HERRERA, F. Derecho…, ob. cit., pp. 39-40.
72
SOJO BIANCO, R. Apuntes…, ob. cit., p. 309.

22
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obstante que algunos autores opinan que no debe hablarse de tales


delaciones sucesivas, sino que a falta de el o los llamados en primer
lugar, concurren otros que por orden sucesivo sean a su vez llamados a
la herencia, quienes subentrarían en los derechos de aquéllos, y a favor
de los cuales se haría la delación. Es decir, que quien o quienes fueren
llamados posteriormente a otros, se reputarán como efectivamente
investidos del derecho hereditario desde la apertura de la sucesión”.

¿Puede hablarse de delación en el caso de los no nacidos?

LÓPEZ HERRERA 73 explica que “no puede hablarse de


delación, si la persona que eventualmente habría recibido el llamado
para subentrar como titular del patrimonio del causante, no está aún
concebida para el momento de la apertura de la sucesión de éste; o ha
premuerto al de cujus; o ha sido declarada ausente o muerta presunta. El
no concebido, no es persona natural y, por ende, no puede ser titular de
derechos (arts. 16-17 CC); resulta claro, por tanto que no puede recibir
llamado sucesoral alguno, como por lo demás lo confirman los arts.
809 y 840 CC. En situación similar se encuentran –por argumentos a
contrario de la regla contenido en el art. 19 CC– los entes que carezcan
de personalidad jurídica, pues tampoco pueden ser titulares de
derechos”. Las excepciones al respecto las señala el autor en los
siguientes términos:
“i) Pueden ser llamados o instituido por testamento, los
descendientes inmediatos de una persona viva para la fecha de la
apertura de la sucesión, aunque aquéllos no estén aún concebidos (ap.
del art. 840 CC). Esta excepción se aplica como una institución
testamentaria bajo condición suspensiva (art. 925 CC). (…)
ii) Pueden ser llamadas o instituidas por testamento, las
fundaciones que el propio testador establezca por acto de última
voluntad. Este excepción se explica en razón de la presunción legal
prevista en el penúltimo ap. del art. 19 CC, según la cual tales
fundaciones se consideran existentes desde la fecha de otorgamiento

73
LÓPEZ HERRERA, F. Derecho…, ob. cit., pp. 36-37 y 39.

23
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del testamento, si efectivamente se cumplen las correspondientes


formalidades de ley, relativas a su constitución, después de la apertura
de la sucesión.
iii) Se admite que mediante testamento puede el causante ordenar la
constitución de una persona jurídica civil o mercantil, a la cual –al
propio tiempo– llama o instituye en ese mismo acto de última
voluntad. Tal excepción se explica como una institución condicional o
modal, de la persona que deba cumplir el referido encargo (…)”.

Por otro lado, “[t]ampoco puede recibir llamado a sucesión alguna


por causa de muerte, el declarado ausente ni el declarado muerto presunto,
puesto que, por hipótesis, se ignora la existencia de uno y otro, para el
momento de la apertura de aquélla. Es por ello que el art. 442 CC
indica que, en caso de abrirse una sucesión a la cual sea llamada una
persona cuya existencia no conste, tal sucesión no pasa a los herederos
de ésta, sino a las personas que tengan derecho a concurrir a la
sucesión con el ausente o muerto presunto, o a las personas a quienes
correspondería la sucesión en cuestión a falta de ausente o muerto
presunto, según fuere el caso (sin perjuicio del derecho de
representación si corresponde…)”.

3.- Adquisición

DOMÍNGUEZ GUILLÉN 74 señala que la adquisición se da


“cuando el sucesor acepta el llamado que se le ha hecho,
transformándose en nuevo titular y propietario del patrimonio
hereditario”. LÓPEZ HERRERA75 señala que la adquisición “ocurre
cuando el sucesor universal o el sucesor particular acepta el llamado
que se le ha hecho y se transforma así en el nuevo titular y propietario
del patrimonio del de cujus (si se trata de heredero) o de las relaciones
jurídicas individuales por las que ha sido instituido (si se trata de
legatario”. Los efectos de la aceptación “se retrotraen a la fecha de la
apertura de la sucesión (art. 1.001 CC). Tales efectos, en esencia,
74
DOMÍNGUEZ GUILLÉN, M. C. Manual…, p. 69.
75
LÓPEZ HERRERA, F. Derecho…, ob. cit., pp. 40-41.

24
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consisten en la confusión de los patrimonios del heredero y del de cujus,


salvo que dicha aceptación hubiere sido hecha bajo beneficio de
inventario (arts. 1.023y sigs. CC)”.
SOJO BIANCO76 señala que la adquisición de la herencia “[e]s el
hecho que consiste en el subentrar el heredero en el lugar del difunto y
en la asunción por parte de aquél de todas las relaciones jurídicas de
éste”. Asimismo señala: “La adquisición dependen de la voluntad del
llamado; quien, ejercitando el derecho derivado de la delación, acepta
expresa o tácitamente la herencia. La aceptación expresa no implica
una declaración de quien tiene el ius delationis, pues basta su
comportamiento como tal heredero (pro heredes gestio) para que la
adquisición tenga lugar por virtud de la Ley. La aceptación tácita deriva
que, quien tenga el ius delationis no repudie la adquisición”.
Como observa, LÓPEZ HERRERA “no es indispensable la
solemnidad alguna para la aceptación de la herencia por el heredero.
Más aún, dicha aceptación puede ser tanto expresa como tácita (…). La
adquisición del legado, si bien tampoco requiere solemnidad alguna,
siempre debe ser expresa, ya que su titular debe pedir al heredero la
posesión de la cosa objeto de la respectiva sucesión particular (art. 928
CC.”.

76
SOJO BIANCO, R. Apuntes…, ob. cit., pp. 309-310.

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