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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA.


FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y JURIDICAS.
ESCUELA DE DERECHO.
NUCLEO APURE.

DERECHO PROCESAL PENAL

FACILITADOR: PARTICIPANTE:

ABOG. WILMER TOVAR ALEJANDRO GARCIA

BIRUACA, MARZO 2020


EL DESARROLLO LEGISLATIVO EN VENEZUELA EN EL PROCESO PENAL

El respaldo en el proceso penal venezolano es un punto culminante del progreso de la


positivación de los derechos humanos, al lograrse tutelar penalmente los bienes
jurídicos identificados en su preámbulo y, también, los que han sido condensados en
los diversos tratados, convenciones, pactos, declaraciones y recomendaciones
emanados de la Organización de las Naciones Unidad y otros organismos
internacionales, como es el caso de la Organización de los Estados Americanos.

Con la transformación del derecho penal en Venezuela, se ha contribuido


enormemente con el progreso del derecho penal internacional al contar con una
codificación sustantiva, procesal y administrativa de los elementos necesarios a ser
usados en la investigación, procesamiento y castigo de los crímenes mas graves que
puede sufrir la humanidad. El establecer los estándares mínimos aceptables al
propósito de asegurar la efectividad y transparencia de los pasos que permitan
encontrar la verdad, a los fines de impartir la justicia e impedir la impunidad. Así las
cosas, la implementación que hagan los países en sus constituciones y su legislación
debe ser de manera homogénea, de manera tal que se impida que existan resquicios
por los que puedan escaparse los responsables de tales crímenes y atrocidades. Ello
vale para el desarrollo de las normas que permiten una sanción penal eficaz. Asimismo,
brinda una oportunidad a la paz de los pueblos, en la medida que se pueda sancionar
correctamente a los culpables y evitar conflictos y guerras en el plano interno de las
naciones y en la prevención de los conflictos entre ellas.

El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, orientado al propósito de hacer


valer los principios, derechos y garantías jurídicas, así como de la investigación y el
proceso penal. Es el eje fundamental en la reforma y respaldo del proceso penal
venezolano. Luego de expectativas y discusiones y de haberse justificado plenamente
su creación, la ONU aprobó en 1998 el Estatuto de Roma, mediante el cual se
establece la Corte Penal Internacional, de forma independiente y permanente, con la
cual se supera la frágil legitimidad de los tribunales internacionales que habían existido
hasta la fecha, encargados de castigar los crímenes contra la humanidad cometidos
por sus dirigentes y militares. La consecuencia de esto es que los Estados firmantes se
obligan a reformar internamente sus constituciones y leyes penales y de procedimiento,
a los fines de dar cumplimiento a esta nueva obligación y desarrollar el control, la
prevención y la represión de cualquier actuación criminal en perjuicio de los derechos
fundamentales. Esto impacta enormemente las constituciones y la legislación procesal
penal, especialmente la de los países que mantienen esquemas de corte inquisitivo de
proveniencia napoleónica y otros de tradiciones jurídicas distintas, como los países
musulmanes, por ejemplo.

La Corte Penal Internacional actuara de forma complementaria de las jurisdicciones


nacionales, y solo será competente luego que se constate que un Estado no puede o
no quiere enjuiciar a los responsables de los hechos. En tal sentido, se ve fortalecida la
soberanía de los Estados, en la medida en que deben ejerce su jurisdicción. Solo si
esto resulta imposible, entrara directamente a regir la jurisdicción de la Corte Penal
Internacional. A esto se le ha llamado coloquialmente el efecto gatillo.

En el caso de Venezuela, ya se hizo la tarea de crear al Código Orgánico Procesal


Penal, reformado para hacerlo mas eficiente, pero sin sacrificio alguno de sus
principios, asimismo, en tales reformas se tomaron las previsiones legales para
instaurar las normativas relativas a la jurisdicción universal de los derechos humanos
haciendo posible las normas de procedimientos que permiten el enjuiciamiento de los
delitos y crímenes que afecten los derechos humanos en cualquier parte del mundo, la
gran novedad del Estatuto de Roma es que establece la responsabilidad penal de
personas naturales que comandan tropas o que dirijan un Estado y que cometan delitos
contra la humanidad. A lo cual se suman los líderes militares o políticos de grupos
guerrilleros o informales que ataquen poblaciones civiles en conflictos no
internacionales.

Es de hacer notar el impresionante esfuerzo para hacer que gran parte de la


comunidad mundial de naciones adoptara el Estatuto de Roma, particularmente en lo
referente a los principios de tipo penal y del proceso penal. Baste con pensar las
dificultades surgidas entre los especialistas del derecho civil, derecho anglosajón y
países tan disimiles como los musulmanes. Asimismo, los aportes de las ONG’s
enriquecieron enormemente las discusiones y sus resultas. Lo que arrojo un importante
saldo positivo, el cual se resume en los principios y las normas sobre los derechos y
garantías.

Puede notarse el adelanto que ha significado la constitucionalización de los principios y


crímenes tipificados en el Estatuto de Roma en la Constitución venezolana de 1999,
mencionando en sus artículos entre otros como por ejemplo el Estado estará obligado a
investigar y sancionar legalmente los delitos contra los derechos humanos cometidos
por sus autoridades. (Art.29). la jurisdicción penal militar es parte integrante del Poder
Judicial… su ámbito de competencia, organización y modalidades de funcionamiento,
se regirán por el sistema acusatorio y de acuerdo con lo previsto en el Código Orgánico
de Justicia Militar. La comisión de delitos comunes, violaciones de derecho humanos y
crímenes de lesa humanidad, serán juzgados por los tribunales ordinarios… la ley
regulara lo relativo a las jurisdicciones especiales y a la competencia, organización y
funcionamiento de los tribunales en cuanto no este previsto en esta Constitución.
(art.261).

Dado el enorme impacto que ha causado el Estatuto de Roma en el pleno jurídico, se


ha hecho necesario emprender la elaboración de un nuevo Código Penal, como
condición necesaria para implementar el Estatuto de Roma en Venezuela.

Desde el punto de vista de la investigación y el proceso penal aplicables en Venezuela,


el Código Procesal Penal desarrolla los estándares del Estatuto de Roma, mediante los
siguientes principios.

Articulo 1. Juicio previo y debido proceso…, Artículo 2. Ejercicio de la


Jurisdicción…, Articulo 3. Participación ciudadana…, Articulo 4. Autonomía e
Independencia de los Jueces…, Artículo 5. Autoridad del Juez…, Artículo 6.
Obligación de Decidir…, Articulo 7. Juez Natural…, Artículo 8. Presunción de
Inocencia…, Articulo 9. Afirmación de la Libertad…, Articulo 10. Respeto a la
dignidad humana…, Articulo 11. Titularidad de la Acción Penal. La acción penal
corresponde al Estado a través del Ministerio Publico, quien esta obligado a
ejércela, salvo las excepciones legales. Artículo 12. Defensa e igualdad entre las
partes…, Articulo 13. Finalidad del Proceso…, Articulo 14. Oralidad…, Articulo
15. Publicidad…, Articulo 16. Inmediación…, Articulo 17. Concentración…,
Articulo 18. Contradicción…, Articulo 19. Control de la Constitucionalidad…,
Articulo 20. Única Persecución…, Articulo 21. Cosa Juzgada…, Articulo 22.
Apreciación de las pruebas…, Articulo 23. Protección de las víctimas.

A través del presente es de destaca que la libertad personal es un derecho humano


que ha ser respetado por el estado de inocencia que acompaña a todo perseguido, el
cual, a pesar de ser general, no es absoluto, tiene sus limitaciones, excepcionalmente
solo verificables durante el curso de un proceso, o con motivo de una detención por
sorpresa flagrante en la comisión de un delito.

Cuando el derecho de libertad personal ha de ser restringido o limitado en un proceso


penal ello tiene que producirse a solicitud de parte, a través de una decisión judicial
suficientemente fundada, controladora de la misma, que por la presunción de
inocencias adscrita a todo inculpado no puede ser vista como una pena anticipada,
dado que ella no es impuesta en sentencia definitiva, sino como una medida que solo
persigue fines procesales, es decir, dirigida a asegurar la averiguación de la verdad
histórica del hecho y la aplicación del derecho sustantivo al caso concreto.

En tal sentido, las medidas de coerción personal, dada la afectación que comprenden a
un derecho tan transcendental para el hombre como lo es su libertad de tránsito, han
de ser tomadas en casos extremos, de absoluta necesidad, cuando aparezca
probatoriamente acreditada, en alto grado, la probable responsabilidad del encartado y
el grave peligro que representa su libertad para la suerte y la regularidad del proceso
que se le sigue.

Además de lo anterior, y por sobre todas las cosas, tales medidas han de ser no solo
idóneas, es decir, el único medio apropiado para contrarrestar dicho peligro, sino
además proporcionales, o sea, que en el caso en particular aparezca justificado el
sacrificio de los intereses individuales del inculpado por los públicos.

Tenemos pues que las garantías de la tutela judicial efectiva, dentro de la cual tiene
especial importancia para el tema que nos ocupa la del derecho de defensa, el de ser
oído y el de un proceso sin dilaciones indebidas, así como las de la presunción de
inocencia y del principio de proporcionalidad, deben limitar satisfactoriamente la
injerencia del Estado en un derecho fundamental como el de libertad.

El estudio del estatuto de roma sobre la Corte Penal Internacional, apenas esta
empezando a cobrar cuerpo en Venezuela, pese a que el país y su representación tuvo
un destacado papel en el seno de las Naciones Unidas. Se trata de divulgar el
contenido de un instrumento que brinda las herramientas para combatir la impunidad
de los crímenes contra la humanidad.

Con el cambio sustantivo del Códigos Penal, se logra el pleno desarrollo de la


tipificación de los crímenes de genocidio, lesa humanidad y de guerra. Finalmente, es
de destacar que las normas relativas al procedimiento, la investigación, los principios,
derechos y garantías, son las piezas fundamentales de un juicio justo e imparcial que
asegura a los inocentes que no sufrirán injusticias, pero que sea implacable frente a lo
que no tiene justificación alguna.
BIBLIOGRAFIA

 FERNANDEZ. FERNANDO M. (1999). MANUAL DE DERECHO PROCESAL


PENAL. EDITORIAL MCGRAW HILL.

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