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PLANIFICACIÓN Y ORGANIZACIÓN

DE CENTROS DOCUMENTARIOS:
organización y funcionamiento de bibliotecas,
VI
centros de documentación y centros de información
PLANIFICACIÓN DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES

Juan José FUENTES ROMERO

Sea cual sea la finalidad específica de los centros documentarios, desde la


más general en las bibliotecas públicas hasta la más especializada en los cen-
tros de documentación dedicados a una materia concreta, resulta evidente
que en mayor o menor medida en todos ellos la información que' recogen y
organizan es una (a veces no la única) de las más importantes razones de sus
existencia.
Vamos a tratar en este capítulo de la colección de materiales del centro, del
ESTE MATERIAL SE UTILIZA CON FINES proceso de planificación exigido para llegar a organizar esa colección, de modo
EXCLUSIVAMENTE DIDÁCTICOS que su uso sea el más satisfactorio Posible para todos los que han de utilizarla y,
desde un enfoque básico, vamos también a referirnos a los diversos tipos de ítems
y materiales que suelen constituirla.
Resulta evidente que analizar la cuestión de la colección de materiales de un
centro documentario requiere un planteamiento enormemente amplio, desde
diversas y a veces alejadas perspectivas, máxime si tenemos en cuenta que nos
movernos en un campo, el del manejo del conocimiento y de la información,
que cada día nos aporta una novedad y en el que el saber técnico y profesional
tradicional necesita de un continuo aggiornamento si realmente se quiere hacer
frente, con posibilidades de éxito, al escenario que plantean estas nuevas cir-
cunstancias.
El estudio sistemático y en profundidad de las colecciones de las bibliotecas es
algo que, siguiendo a Branin, podernos dar por iniciado a principios de la década
de los cincuenta del pasado siglo xx.46 Aunque el estudio de Branin y colabora-

" Joseph Branin, Frances Groen, Suzanne Thorin: ,,The Changing Narure of Collection Management
Ediciones Trea, S. L. in Research Librarles», Library Research and Technical Services, vol. 44, n." 1: 1999, 32.
MINICAN 1'/111.1C
VI. PLANIFICACIÓN DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES
[139]

dores se refiere esencialmente a las bibliotecas de investigación, es evidente que, embates que para el mercado del libro supone la aparición de los nuevos soportes
mutatis mutandis, puede ser referido a la casi totalidad de las bibliotecas con in- y medios de transferencia de la información— a la consolidación del sector edi-
dependencia del grupo del que formen parte. torial, de modo que el efecto combinado de estas tres circunstancias ha dado
Señala Branin en primer lugar que la auténtica gestión de las colecciones en las como resultado pi:ofundos y sorprendentes cambios en la gestión de la colección
bibliotecas de investigación surge con posterioridad a la segunda guerra mundial de las bibliotecas de investigación."
y se ve afectada por tres importantes cuestiones: En este nuevo entorno al que nos estamos refiriendo, afecta tanto a las bi-
bliotecas universitarias y de investigación en general, como a las bibliotecas
la rápida expansión de la educación superior y de las colecciones que con nacionales en particular, el hecho de que los avances técnicos en la digitaliza-
ese fin se van creando; ción han revolucionado el modo en que se publica, organiza y mantiene la in-
— el cambio de perspectiva, desde el desarrollo a la gestión, en el tratamiento formación que surge de la investigación, de modo que, dado lo reciente de esta
de la colección; situación, el alcance y extensión de este cambio es difícil aún de comprender y
— la idea de la colección como esfuerzo cooperativo que evita el problema de de gestionar."
la duplicidad de los materiales en una misma biblioteca. Resulta, según lo comentado, que hoy por hoy no se sabe hasta qué punto
toda esta serie de nuevas situaciones va a afectar —lo está haciendo ya, cierto
Si los años cincuenta y sesenta —con el periodo de bonanza económica que, es— a las técnicas y modos en que se gestiona la colección. La aparición de las
en general, se dio en la mayoría de los países occidentales— fueron de continuo nuevas tecnologías conlleva, respecto a las colecciones de materiales de cualquier
crecimiento para las bibliotecas y, por ende, para sus colecciones de materiales, el biblioteca, un replanteamiento total de los temas que se refieren al desarrollo y
gran cambio al que los bibliotecarios de los años ochenta y sobre todo de los gestión de dichas colecciones de materiales, pues la cuestión ahora no supone ya
noventa debieron hacer frente no fue solo el casi dramático recorte en los presu- unos más o menos novedosos soportes y formatos de almacenamiento de la in-
puestos que se produce durante estas dos últimas décadas, sino la aparición de los formación, sino una auténtica revolución respecto al ser mismo de las colecciones
sistemas de información digital." El catálogo en línea fue seguido por las bases y, por ende, de las bibliotecas.
de datos de referencia electrónicas y, hacia mediados de los noventa, por la apa- En este contexto surgen una serie de nuevos problemas a los que ineludible-
rición de publicaciones digitales a texto completo. mente hay que hacer frente, como venimos diciendo a lo largo de este trabajo,
Aunque a estas alturas resulte todo un tópico el señalarlo, procede no olvidar desde una actitud proactiva, es decir, de anticipación, de análisis continuo y cons-
que este nuevo escenario ha dado como consecuencia que los bibliotecarios en- tante tanto del problema en sí y de sus posibles e hipotéticas soluciones, como de
cargados de las colecciones de materiales deban tener en cuenta tanto las publi- A- los efectos positivos, negativos, o de ambas clases simultáneamente, que la solu-
caciones impresas tradicionales como las que ya aparecen con un formato digital, ción del problema conlleva.
en la red. Resulta evidente que, en consecuencia, dichos profesionales se ven obli- Entre estos problemas a los que nos estamos refiriendo podríamos citar:
gados a conocer la naturaleza de los materiales digitales y las nuevas circunstan-
cias de trabajo que suponen tener que desenvolverse, y cada vez más, en dicho el acceso frente a la propiedad de los materiales;
entorno en red. — un cada vez más creciente volumen de información virtual, carente de so-
A principios del siglo xxl las bibliotecas se enfrentan a una economía en fase porte físico en muchos casos y existente solo en la red;
de recesión, a la aparición de la información en formato digital y —pese a los

" Respecto a la gran crisis de las bibliotecas a partir de los setenta, resulta de gran interés el artículo
de Alexander Wilson: «Collections Development and Services in Recesion”, IFLA Journal, vol. 19, o.° 1:
" Joseph Branin, Frances Groen, Suzanne Thorin: «The Changing Nature,..», o. cit., 25.
1983,11-19. " Ibídem, 26.
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PRIMERA PARTE' VI. PLANIFICACIÓN DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES /141]

— los problemas referentes al depósito legal y propiedad intelectual de esa [—] una colección bibliotecaria es:
información virtual;
— la capacidad de los bibliotecarios para garantizar la autenticidad y fideli- — una acumulación de recursos de información
dad original de una información, la virtual, facilísimamente manipulable y — desarrollada por profesionales de la información y
alterable; — dirigida a una comunidad de usuarios o a un conjunto de comunidades."
— la conservación de esa información virtual cuando, almacenada en los
nuevos soportes, no presenta con el paso del tiempo garantías de un uso A partir de estas tres definiciones, Lee señala las cuatro características:funda-
eficaz dado el constante cambio en las máquinas (los ordenadores, abso- mentales de una colección de materiales tal como se ha venido entendiendo tra-
lutamente obsoletos en un corto periodo de tiempo) y en los programas dicionalmente este 'concepto: tangibilidad, propiedad, comunidad de usuarios y
(necesarios obviamente para utilizar la información, pero más cambiantes mecanismo unificado de recuperación.
aún, si cabe, que los ordenadores mismos).

1.1. Tangibilidad
1. LA CUESTIÓN DE LAS DEFINICIONES.
DESARROLLO Y GESTIÓN DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES El concepto de «tangibilidad» parte de la asunción de que una biblioteca es un
almacén físico que recoge solo documentos tangibles; de este modo, todos -los
Para Buckland «la función primordial de la colección bibliotecaria tradicional conceptos y cuestiones asociadas con una biblioteca tradicional, incluyendo una
es la de facilitar la información buscada suministrando a sus usuarios el acceso colección, connotan tangibilidad."
adecuado a los recursos de información pertinentes».5° Esta visión de la biblioteca, y de su colección por ende, tan alejada de la bi-
Para Kent y Lancourt «una colección bibliotecaria es la suma total de mate- blioteca virtual, no es lo normal hoy día, aunque sea la visión más deseosamente
riales bibliotecarios —libros, manuscritos, publicaciones seriadas, publicaciones expandida por quienes, desde una idea absolutamente excluyente de las nuevas
oficiales, folletos, catálogos, informes, grabaciones, películas de microfilme, mi- tecnologías, niegan a las bibliotecas «reales» (las de, para entendernos, muros,
crotarjetas y microfichas, fichas perforadas, cintas de ordenador, etcétera— que mesas y sillas, estanterías repletas de libros, etcétera) el pan y la sal, considerán-
constituyen los fondos de una colección particular».” dolas dinosaurios en vías de extinción.
Para Peek «las bibliotecas [en el pasado] eran colecciones de información:. Las bibliotecas, adaptándose a las innovaciones que los tiempos iban trayen-
normalmente bases de datos llamadas libros, contenidas en una localización es- do, acogieron desde los audiovisuales hasta, hoy día ya, toda la variedad de ma-
pecífica. La suposición es que esta información tenía como fin el ser compartida teriales no impresos y de recursos electrónicos.
—tal vez no compartida por todo el mundo, pero disponible para una comiinidad A partir del concepto de «tangibilidad», sigue diciendo Lee, surge la no fácil
específica—. Los muros constituían un concepto práctico y las bibliotecae po cuestión de si los recursos de información remotos forman parte de la colección
seían la información contenida dentro de esos muros».52 de una biblioteca, ya que no están físicamente ubicados en ella.
Para Lee,
Existen en biblioteconomía precedentes de una colección que no está física-
mente situada en la biblioteca:

" M. Buck/and: «What will developers Collection do?», Information Technololy and Libraries, vol.
14, n.° 3: 1995, 155-159.
Hur-Li Lee: «What is a Collection?», Jornal of the American Society for Information Science, vol.
Rent & Lancour (dirs.): Encyclopedia of Library and Information Sciences, s. v. collections.
51, n." 12: 2000, 1106-1113.
R. Peek: «Miss Web Manners on Digital Libraries», Information Today,
vol. 15, n." 7: 1998, 36. Ibídem, 1107.
H421 PRIMERA PARTE VI. PLANIFICACION DE LA COLECCION DE MATERIALES

— por una parte, la UNESCO ha definido la colección nacional:como «la colec- a) muchas bibliotecas públicas norteamericanas poseen enormes cantidades
ción de todos los materiales que posee un país»;35 de libros, que ya no son de muy gran demanda, mediante acuerdos de
— los bibliotecarios australianos, por otra parte, han defendido enérgicamen- alquiler por parte de las editoriales; tanto los bibliotecarios como los
te el concepto de «colección nacional distribuida» (nNc: distributed natio- usuarios consideran que estas obras forman parte de la colección de la
nal collection)." biblioteca;
b) en segundo lugar hay que entender que el préstamo interbibliotecario de
Para Lee, y para nosotros ciertamente, no conduce a nada el debate sobre si un libro no es lo mismo que el acceso a un documento remoto. El libro
colección es realmente solo lo que tiene entidad física o si también hay que con- prestado, obviamente, no pertenece a la biblioteca que lo recibe y nunca
siderar colección a todo lo «virtual»: «Se han desarrollado las colecciones con el va a formar parte de su colección; ahora bien, si una base de datos —por
propósito de servir las necesidades de información de los usuarios. La compren- ejemplo, Library and Information Science Abstract (LIsA)— se carga en
sión conceptual de una colección debe recoger este propósito práctico. Así, las la propia colección de bases de datos de la biblioteca, al ser utilizada por
consideraciones más pertinentes son cómo los usuarios perciben la colección múltiples usuarios es prácticamente igual que el resto de los materiales que
mientras están buscando información, en qué medida también hacen esto los posee la biblioteca;
profesionales que desarrollan la colección y de qué manera un concepto de "co- c) en tercer lugar, muchas bases de datos se presentan en CD-ROM; no parece
lección" puede facilitar la búsqueda de información».:" lo más acertado considerar que esta sí forma parte de la colección mientras
Por otra parte, en la medida en que cada vez más información está disponible que no sucede lo mismo en el caso de que se llegue a esa misma informa-
mediante formatos digitalizados, los servicios de información van estando cons- ción mediante acceso remoto.
tituidos de manera creciente por documentos intangibles, además de los tangi-
bles, por lo que es cuestionable definir la colección exclusivamente en términos
de ubicación y de tangibilidad. L3. Comunidad de usuarios

Una colección es realmente útil cuando sus componentes han sido selecciona-
1.2. Propiedad dos de manera individual, teniendo en cuenta las necesidades de la comunidad.

La concepción tradicional de la colección implica su propiedad, por lo que los


recursos remotos no pertenecen a la biblioteca y, en consecuencia, no forman 1.4. Mecanismo unificado de recuperación
parte de su colección.
Entender que solo forman parte de la colección de materiales de una bibliote- Una colección puede estar físicamente dispersa en varios centros (una biblio-
ca aquellos materiales que esta posee, supone una visión muy restrictiva del con- teca universitaria descentralizada), pero las vías para conseguir los materiales,
cepto de «colección». De aquí se deduce la conveniencia de tener en cuenta una normalmente un catálogo colectivo, deben ser homogéneas."
triplicidad de aspectos tales como: El análisis detallado del planteamiento de Lee nos lleva a un nuevo enfoque cuan-
do hablamos de la colección de materiales de una biblioteca: los criterios de tangibi-
" IFLA: “Section on National Librarles. Scope», 1977, ehtpp://www.ifla.org/VII/slisnl.htmS (consulta:
lidad y propiedad, así como la creciente importancia de la comunidad de usuarios y,
20-5-2006). desde un punto de vista técnico, el valor esencial de la existencia de mecanismos
" D. Waters: «The Distribured National Collection. Conspectus, Resource Sharing and Cooperative
Collection Development», Australiim Academic and Researcb Libraries, vol. 23, n.^ 1: 1992, 20-24.
" Hur-Li Lee: «What is a Collection?., o. cit., 1108. " Hur-Li Lee: «What is a Collection?., o. cit., 1107-1109.
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PRIMERA PARTE VI. PLANIFICACIÓN DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES [145]

unificados de recuperación de la información, suponen toda una nueva perspectiva la biblioteca que haga frente a las necesidades de los usuarios. La American
desde la que enfrentarnos a la colección de materiales y a su planificación. Library Association define desarrollo de la colección como «una expresión
Para el bibliotecario inglés Jim Vickery,
que engloba un número de actividades relacionadas con el desarrollo de
La construcción planificada de colecciones a escala local, regional la colección de la biblioteca, incluyendo la determinación y coordinación
esencial; las colecciones son vitales o nacional es de la política de selección, la valoración de las necesidades de los usuarios
para la posteridad, y no solo para hacer frente a las
necesidades del usuario actual. y potenciales usuarios, los estudios del uso de la colección, la evaluación
Se necesitan grandes colecciones tanto para el préstamo en de la colección, la identificación de las necesidades de la colección, la se-
las bibliotecas públicas
como para la referencia, estudio y consulta, especialmente en las bibliotecas académi- lección de materiales, la planificación para compartir recursos, el manteni-
cas y de investigación. Necesitamos hacer frente a cuestiones tales como: ¿quién va a miento y expurgo de la colección»."
controlar los depósitos de publicaciones electrónicas y quién va a supervisar el acceso
a las bases de datos de los editores?" — Colección dé la biblioteca: conjunto de fuentes físicas de información com-
binadas con recursos de acceso virtual a fuentes de información selecciona-
das y organizadas.
Podríamos atrevemos a responder a esta cuestión afirmando que esta es pre- — Política de desarrollo de la colección: establecimiento de principios generales
cisamente, entre otras, una de las funciones que en los nuevos tiempos aguardan para la construcción de la colección que señalan el propósito y contenido de
a las bibliotecas más importantes de cada país, desde las grandes bibliotecas uni- la colección en términos relevantes tanto respecto a las audiencias externas
versitarias y académicas en general hasta las bibliotecas nacionales, pasando por (lectores y financiadores de la biblioteca) como a las internas (el personal).
el grupo de las bibliotecas de investigación en general.
— Gestión de la colección: concepto globalizador. Definido como «la gestión
Clayton y Gorman, en la introducción de su estudio sobre la colección de sistemática de la planificación, composición, presupuestos, evaluación y
materiales de los centros documentarios, presentan una serie de definiciones so- uso de las colecciones bibliotecarias durante periodos de tiempo extensos,
bre estos temas, perfectamente asumibles, tales como las siguientes.'? con la finalidad de hacer frente a objetivos institucionales específicos»."
— Selección: conlleva la identificación de los recursos de información apro-
Respecto a este mismo concepto, Pryterch afirma: «La gestión de la colección
piados a un campo particular, y la elección de lo que adquirir O de los está relacionada con el mantenimiento de las necesidades de los usuarios como
accesos que desde ella se pueden proporcionar.
objetivo prioritario y con la consideración de medios alternativos para el suminis-
— Adquisiciones: hace mención al personal que lleva adelante la .selección y
tro de documentos e información con que complementar los fondos locales»."
emplea un abanico de métodos para proporcionar acceso a la información Siguiendo a Clayton y Gorman, la gestión de la colección incluye::deSarrollo
en beneficio de sus clientes.
de la colección, selección, adquisiciones, provisión de acceso, mantenimiento,
Tanto la selección como las adquisiciones, señalan los autores Citados, son por evaluación, preservación, 'expurgo.
tanto procesos; la primera con un fuerte componente profesionaV en tanto Como vemos, en el establecimiento y formación de la colección son; importan-
que las segundas normalmente solo necesitan de una dirección profesional. tes los conceptos de «desarrollo» y «gestión». Hasta, pongamos por caso, la dé-
— Desarrollo de la colección:
es un término más amplio. Comprende la for- cada de los setenta del pasado siglo xx, al estudiar la formación de la colección el
mulación de un plan general sistemático para la creación de la colección de
6
' American Library Association (ALA): ALA Glosar)/ of Library and Information Sciences, Chicago: ALA,
" 1983.
Jim Vickery: «Acquisitions in Electronic Age. Building the Foundations for Access», ehttp://www. " J. A. Cogswell: •The Organization of Collection Management Functions in Academia Research Li-
ifia.orgfIV/ifla61/61-vicj.htm > (consulta: 2-6-2006).
" Peter Clayton, G. E. Gorman: brarles», Journal of Academic Librarianship, vol. 13, n." 5: 1987, 269.
IVIanaging Information Resources in Librarles. Collection Manage- " R. Pryterch (comp.): Harrod's Librarians' Glossary and Referente Boolz, 9.' ed., Londres: Gower,
ment in Themy and Practices,
Londres: Library Association Publishing, 2001.
2000, 163.
VI. I'LANIPILALIUN DE LA LULELLIDIN DE. MAI ERIALES

término más comúnmente utilizado era el de desarrollo; en él se englobaba lo


referente a la selección y adquisición de materiales y, según los casos, las diversas Pongamos, por ejemplo, el.caso de una biblioteca escolar. Sus objetivos
cuestiones respecto a la operación de expurgo. La visión era esencialmente cuan- generales pueden ser:
titativa y hacía referencia al crecimiento de la colección, de modo que lo auténti-
camente importante era que esta cumpliese cada año unos objetivos puramente — atender a los alumnos de modo que mediante su colección de materia
numéricos previamente establecidos. les se les proporcionen los ítems adecuaclos para que alcancen los Me-
Frente a esta idea de «desarrollo de la colección», otros tratadistas prefie- jores resultados en el seguimiento del programa curricular;
— atender a los profesores para que mediante la colección de esa biblio-
ren utilizar las palabras gestión de la colección, refiriéndose con ellas a cues-
tiones tales como la evaluación de la colección, la evaluación de las necesida- teca puedan mejorar sus aptitudes de docencia;
des de los usuarios potenciales y reales, los estudios de utilización de la colec- —«introducir a los alumnos en las técnicas de k alfabetización informa-
ción, la identificación de necesidades de la colección, la planificación para cional;
— proporcionar materiales de lectura, de modo yuc esencialmente los
compartir recursos...
Dentro también de esta idea de «gestión» estaría la aplicación de técnicas cuan- alumnos adopten la lectura como una de las herramientas Hila impor-
titativas (tales como análisis estadísticos, estudios de coste-beneficio, etcétera). tantes para formarse, informarse y, en no menor medida, entretenerse.
En cualquier caso procede dar la razón a Orera Orera cuando, desde un más
que aceptable sentido común, afirma: «Creemos que tanto un término como otro Todo ello sin olvidar que se debe luchar por conseguir que los alumnos
obtengan una adecuada ,información junto conla más amplia percepción
[desarrollo y gestión] pueden ser válidos siempre que sean definidos con claridad.
crítica del'mundo que les rodea.
El tradicional término desarrollo de colecciones puede mantenerse si se sitúa en
el contexto del nuevo modelo de biblioteca, la llamada biblioteca híbrida, surgida
en el marco de la sociedad de la información y del conocimiento y caracterizada
por el predominio de las nuevas tecnologías, la globalización y el cada vez mayor Es a partir del establecimiento de estos fines generales de la colección desde
volumen de la información electrónica»." donde se ha de enfocar la planificación adecuada para la formación de la colec-
ción, de modo que esa planificación sirva para que la colección cumpla sus obje-
tivos predeterminados en cada caso y centro concreto.
2. BASES TEÓRICAS EN LA PLANIFICACIÓN DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES Es la antes citada Orera Orera quien, al referirse al desarrollo de colecciones
en el entorno híbrido en el que se desenvuelve actualmente la biblioteca universi-
La planificación de una colección de materiales tiene por evidente finalidad el taria (y, mutatis mutandis, obviamente con las correspondientes correcciones y
conseguir formar una colección que responda en la mayor medida posible a los adaptaciones, este planteamiento es aplicable a Cualquier biblioteca, sea del tipo
objetivos generales y específicos del centro de que se trate. Queremos decir con que sea), afirma que estamos en presencia de un proceso complejo que implica al
esto que según el tipo de centro documentado en cada caso concreto se estable- menos:
cerán, obviamente, los oportunos objetivos propios de ese centro, y es desde esos
objetivos desde donde se podrán, así mismo, señalar con la mayor precisión po- 1. la intervención de bibliotecarios, informáticos y usuarios (fundamental-
sible los objetivos específicos que ha de cumplir la colección. mente profesores y alumnos);
2. la existencia de importantes recursos humanos y materiales;
3. la contribución al logro de las dos principales misiones de la universidad: la
"4 L61sa Osera Osera: «Desarrollo y gestión de colecciones y recursos informativos», en Luisa Osera
Osera (din): La biblioteca universitaria, Madrid: Síntesis, 2006, 218. docencia y la investigación, a través de la satisfacción de las necesidades de
1148]
PRIMERA PARTE VI. PLANIFICACIÓN DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES 11491

información de los usuarios (generalizando este correcto y adecuado plan- — el centro y sus objetivos generales y específicos;
teamiento de Orera, tendríamos que referirnos aquí a la misión de cada — los usuarios, y, finalmente,
tipo concreto de centro documentario y, en consecuencia, a las necesidades — la colección en sí misma considerada para obtener el mejor desarrollo po-
de información específica de cada tipo de usuarios); sible.
4. la identificación y selección de documentos de calidad que se ajusten a las
necesidades de los usuarios;
En cuanto al centro y sus objetivos generales y específicos, ya hemos comen-
5. la adquisición de documentos físicos previamente seleccionados; tado la importancia de tener en cuenta cada centro, tanto desde la perspectiva
6. proporcionar a los usuarios acceso a la información digital pertinente general del tipo de centro a que nos estamos refiriendo y de su entorno, como
almacenada tanto en servidores propios como ajenos; desde el enfoque específico de ese centro en concreto cuya colección vamos a
7. la producción de documentos digitales propios de la universidad, diri- planificar.
gidos a apoyar la docencia y la investigación (resulta más que evidente
señalar que este proceso de «producción de documentos digitales» es más
bien propio de los centros documentarios.dedicados a la investigación, de Si se trata de laTlanificación de la colección de la biblioteca.de una facul-
modo que en otros, como las bibliotecas públicas o escolares por ejem- ad de ciencias geológicas, por ejempló, el primer paso sería el estudio de esa
plo, muy rara y 'difícilmente podría darse un proceso de estas caracterís- facultad dentro del contexto de la universidad de la que dicha facultad forma
ticas); parte.
8. la evaluación de colecciones para detectar sus fortalezas y debilidades; Cuestiones como el organigrama de la universidad y el de la facultad son
9. la preservación y conservación de documentos; de interés esencial, las áreas de estudio dent'ro de la titulación, el número de
10. el expurgo; profesores y estudiantes de esa facultad.
11. la participación en planes y proyectos cooperativos; Referidos exclusivamente a la biblioteca en sí misma considerada, es ne-
12. la existencia de políticas de desarrollo de colecciones plasmadas en pro- cesario contar con datos como su organigrama, cantidad de personal con que
gramas.65 se cuenta, diversidad de servicios que presta, horario de dichos servicios, ni-
..yel de automatización, aspectos físicos tales como el espacio para ubicar la
¿

Como se ve, el estudio detallado y la posterior aplicación práctica de estos 'Colección, ya sea en libre acceso o en depósito, numero de metros lineales de
doce puntos supone todo un esquema general de planificación aplicado, en este estantería y presupuesto anual, que se maneja o del que se esperd poder dis-
caso, a las bibliotecas universitarias aunque, como ya hemos señalado anterior- poner; todo ello sin olvidar, obviamente, las cuestiones presupuestarias y fi-
mente, con las debidas modificaciones este mismo esquema es aplicable á biblio- nancieras.
tecas de muy diferente naturaleza.
Planificar la colección supone partir de la idea de «gestión», Pero entendiendo En cuanto a los usuarios, la planificación de la colección implica tener muy en
que se engloba también al concepto de «desarrollo», de modo que lo esencial cuenta las características que presentan los usuarios concretos del centro objeto
sería conseguir el crecimiento de la colección pero desde unos parámetros de ca- del trabajo.
lidad que conllevan la aplicación de las pertinentes técnicas de gestión.
La planificación del desarrollo de la colección supone la existencia de una
La cuestión de los usuarios, y seguimos con el ejemplo anterior, conlleva
triplicidad de enfoque:
conocer la cantidad y tipología de los diferentes usuarios de esta 1-abhotec..,
de facultad.
65 Luisa Orera Osera: «Desarrollo y gestión de colecciones...», o. cit. 219.
1 II U PRINIEKA PAR. I E VI. ELtlEaI'ILALII.JN DE LA I....ULLI-LIUEI LIE MAI bIUALt)

En este caso, deberemos tener presente la cantidad de profesores; en cuan- Selección de materiales
to a los alumnos, es adecuado saber la cantidad de los que pertenecen al
primero, segundo o tercer ciclo. En una biblioteca de estas características conlleva la colaboración conti-
Resulta de interés tener toda la información posible respecto a los programas nua de los bibliotecarios con todos los profesores e investigadores del centro.
de investigación que se llevan a cabo, así como sus temas y componentes. Son dichos profesores quienes deberían dar las directrices generales respecto
También es importante conocer las diversas materias que se imparten en a los materiales necesarios y deseados según los tres ciclos de enseñanza y
cada ciclo de enseñanza y los manuales, revistas y bases de datos más impor- además teniendo muy presente la labor de investigación que se desarrolla.
tantes al respecto. No menos importante es el trabajo del personal técnico de la biblioteca;
posiblemente los profesionales bibliotecarios son los más preparados en te-
mas como los materiales de referencia ad hoc o en todo lo referido al control
de las'publicaciones digitales y las bases de datos.
El tercer enfoque a la hora de planificar la colección de la biblioteca se refiere al
En cualquier caso, siempre ha de tenerse en cuenta que lo esencial no está
estudio de esta desde sí misma. Por ser dicha cuestión el tema central de este capítulo,
en señalar campos exclusivos (y excluyentes, por tanto) respecto a estas caes-
nos limitamos aquí a señalar los puntos esenciales implicados en dicha planificación
(que serán más ampliamente desarrollados con posterioridad), tales como:
De lógica elemental es referirse al hecho más que evidente de que solo
desde la colaboración abierta y sincera entre docentes y técnicos biblioteca
— los aspectos c`uantitativos;
dos se podrán alcanzar los objetivos deseables.
— la selección y adquisición de los materiales, incluyendo todo lo referente al
El proceso de adquisición, a caballo entre lo puramente administrativo y
expurgo;
lo técnico/bibliotecario presupone sin lugar a dudas todo lo referente a las
-- la organización de estos para su puesta en uso, y, finalmente,
cuestiones presupuestarias.
-- los procesos de evaluación y análisis de la calidad conseguida.
El expurgo, finalmentg respecto a esta cuestión, no es• sino el aligeramien-
to de la colección de'todos los materiales de los que cierta y sensatamente se
Seguimos con el ejemplo de la facultad de ciencias geológicas.
.
puede prescindir.
Como hemos señalado anteriormente, lo que debemos considerar ahora son
los aspectos cuantitativos, la selección y adquisición, la organización de los ma Obvio es señalar que, si bien el procesamiento técnico de los materiales
teriales y todas las diversas cuestiones referidas a la evaluación y a' la calidad. (catalogación, clasificación, indización, resumen) es condición sine qua non
para que exista un centro documentario, por meras razones metodológicas
Aspectos cuantitativos este tema no va a ser tratado en nuestro estudio sobre la planificación aplica-
da a todos los procesos de trabajo de un centro documentario.
Aquí (en el caso de una biblioteca que está en funcionamiento) incluimos En cuanto a la importancia de la evaluación y consecución de la deseable
la información referente a la cantidad de ítems con que ya se cuenta, global-
calidad, son cuestiones ya señaladas anteriormente y sobre las que volvere-
,

mente y según la diversa tipología de esos ítems, siendo también un dato


mos en capítulos específicos a ellas dedicados.
importante el que se refiere a la ratio anual de crecimiento de la colección. En
este aspecto procede no olvidar todo lo que se refiere a las cuestiones presu-
puestarias aplicarlas a la colección.
(r

[152]
PRIMERA PARTE VI. PLANIFICACIÓN DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES [153]

3. LAS POLITICAS DE DESARROLLO DE LA COLECCIÓN


tigación, y en no menor medida las nacionales, han pasado a un enfoque más am-
plio y de un alcance totalmente nacional. Para dichas bibliotecas esto ha supuesto
Una cuestión básica en la planificación de los materiales dé la colección es la que en muchos casos, respecto a sus actuaciones y proyectos de trabajo con sus colec-
se refiere a las políticas de desarrollo de las colecciones que siguen las bibliotecas. ciones de materiales, salir del mero planteamiento autónomo, aislado y localista
Esto supone hoy día entrar en un terreno indudablemente abrupto, donde la para, a través de los oportunos acuerdos de colaboración, pasar a actuar en un
dificultad viene dada tanto por la enormidad de las colecciones en sí mismas con- entorno no solo nacional, sino, en muchas ocasiones, netamente internacional.
sideradas (enormidad que, dicho sea de paso, en gran medida tiene su origen en Una adecuada política de desarrollo de la colección debe, ineludiblemente,
la cantidad imparablemente creciente de materiales de todo tipo que aparecen en incluir aspectos tales corno:
el mercado), como por el hécho evidente de que los nuevos soportes están trayen-
do a un primer plano toda una serie de cuestiones organizativas que, incluso, 1. los objetivos respecto a la colección;
están obligando a redefinir .de nuevo y de manera diferente el papel que hoy día
2. las dimensiones que, en función de los diversos parámetros cuantitativos
representan las bibliotecas.
(instalaciones, personal, usuarios, servicios que se prestarán), se piensa
Como punto de partida en cuanto a la situación actual de la colección de ma- que tiene que alcanzar la colección;
teriales, podríamos decir que uno de los problemas básicos planteados actual- 3. la diversidad de los soportes y formatos;
mente en cualquier biblioteaa es el de mantener al día dichas colecciones cuando 4. los recursos económicos y los relativos a su distribución según ternas que
por doquier se está produciendo una situación generalizada de recortes presu- la colección abarca, según la tipología de usuarios, etcétera;
puestarios y disminución en los recursos. Hay un evidente tono de incertidumbre 5. la descripción de los procesos de gestión que procede aplicar;
en cuanto al futuro de la gestión de la colección de materiales, de modo que a la 6. los planes de cooperación;
altura del presente 2007 es de justicia dar toda la razón a los planteamientos de 7. las diversas cuestiones referentes a la evaluación, y, finalmente,
Osburn... de 1979. Según este autor, 8. todo lo referente a la consecución y mantenimiento de unos adecuados y
satisfactorios niveles de calidad.
[...] el desarrollo de las colecciones tendría que ser planificado en dos fases fundamen-
tales:
— un primer plan, cuyo principio básico es el servicio a las necesidadeS identifica-
bles de los usuarios inmediatos, a escala local; I:
3.1. Los objetivos de la colección de materiales
— una segunda fase de planificación cuya base es la integración del desarrollo id-
eal en los sistemas nacionales de recursos, o como apoyo a largo filazo del es- De una manera genéciéa es totalmente aceptable afirmar que el objetivo de
fuerzo nacional en la investigación." cualquier colección de materiales no es otro que satisfacer las necesidades de los
;11 usuarios.
En buena medida este planteamiento de Osburn es aplicable'no soló a las bi- Si bien este planteamiento no necesita de demasiados razonamientos para su
bliotecas académicas y de investigación, sino a las grandes bibliotecas
públicas e confirmación, sí resulta adecuado tener muy en cuenta el hecho evidente de que
incluso especializadas, sin olvidar a las bibliotecas nacionales. la inmensa mayoría de los centros documentarios no son en modo alguno insti-
El cambio que este autor preveía," evidentemente se ha cumplido, de modo que tuciones indepeiidientes, autónomas, sino que normalmente dependen de otros
a partir de unos intereses netamente locales las bibliotecas universitarias y de inves- organismos para poder desarrollar su existencia. Con esto queremos señalar que
los objetivos de los centros objeto de nuestra atención tienen que estar siempre en
" Charles B. Osburn: Academie Research and Library Resoarces: Changing Patterns in America, consonancia con,los objetivos, siempre de carácter más general,;dd la'institución
Westport (Connecticut): Greenwood, 1979.
matriz a la que los centros documentados pertenecen.
[1541 PRIMERA PARTE VI. PLANIFICACION DE LA COLECCION DE MATERIALES [1551

Según esto, los objetivos marcados por cada institución han de servir de guía y pos muy determinados. Son más importantes en las bibliotecas que en los
directriz para las colecciones de los centros documentarios que de ellas dependen. centros de documentación, en los que usualmente prima la rapidez en la
Concretando, siquiera brevemente y según los diversos tipos de centros docu- información altamente especializada respecto a sectores de usuarios muy
mentarios, podríamos señalar como más importantes los objetivos siguientes: concretos y determinados;
— centros de información: dado su objetivo de informar sobre cuestiones
— bibliotecas nacionales: sus colecciones tienen como objetivos básicos el muy punteras y ocasionales, las colecciones dé estos centros se basan más
reunir, organizar, almacenar y difundir toda la producción bibliográfica en materiales efímeros, prensa, guías y directorios, etcétera, que en mate-
y documental de cada país, de modo que sea útil en el presente y en riales típicamente «bibliotecarios»;
no menor media para las generaciones futuras y, además, actúe siempre — centros de documentación: normalmente adscritos a centros de investiga-
como testimonio fidedigno de la aportación de cada país a la cultura ción y dedicados a materias específicas.. Más' que colecciones, gestionan
universal; información, de manera muy rápida y lo más actual posible.
— bibliotecas universitarias y de investigación: sus colecciones tienen como
objetivo el servir de base y apoyo a los programas de enseñanza a nivel
superior y, al mismo tiempo, deben servir de herramienta a la investigación 3.2. Las dimensiones de la colección
más puntera en los distintos campos del saber;
— bibliotecas públicas: son estas los centros documentarios más generales en Como decíamos, la segunda cuestión 'esencial que debemos dilucidar a la
cuanto a sus tisuarios (cualquier persona, sin limitación de ningún tipo ni hora de establecer la política de desarrollo de la colección de un centro docu-
por ninguna razón). En consecuencia, sus colecciones, y los objetivos de mentario es la que se refiere a la dimensión que debe alcanzar dicha colección.
estas, habrán de ser tan generales como sea posible para así ser capaces Como punto de partida, preciso es señalar algo, por otra parte más que eviden-
de hacer frente a las necesidades de una gama de usuarios que de suyo te: en todo caso la dimensión deseable y adecuada ha de ser establecida en
engloba a toda la sociedad, sin ningún tipo de exclusión; función de los diversos parámetros cuantitativos (instalaciones, personal, usua-
— bibliotecas escolares: debieran servir estas bibliotecas como base esencial rios, servicios que se prestarán) que se piensa que debería alcanzar la colección.
para la enseñanza primaria y media; según esto, el objetivo de sus colec- Lo normal, .o lo más práctico, posiblemente es acudir a las propuestas de los
ciones es la atención a los programas docentes, el ser herramienta funda- estándares más usados respecto al tipo de centro documentario al que nos este-
mental para la consecución de las imprescindibles habilidades lectoras por mos refiriendo.
parte de los alumnos y, en no menor medida, el actuar como puerta de Esto, no obstante, plantea una serie de problemas de no fácil solución; entre
entrada a la alfabetización informacional: las buenas bibliotecas escolares estos:
deberían tener como objetivo inalienable el ser el primer punto de contacto
de los alumnos con las nuevas tecnologías; — los estándares no pasan de ser una propuesta. Considerar un estándar
— bibliotecas especializadas: sus colecciones deben atender a las necesidades como algo obligatorio es algo, hoy día, totalmente desfasado e improce-
de usuarios especiales tales como los ingresados en hospitales, los mili- dente (a la altura de los años sesenta del pasado siglo los estándares, sobre
tares en sus cuarteles, los internos en prisión. Dada la peculiaridad de todo en países como los Estados Unidos, fueron considerados casi como
estos usuarios, dichas colecciones deben ser muy cuidadosamente elegidas mandamientos de obligado cumplimiento; no es ese el caso, obviamente,
y controladas para así poder conseguir los objetivos preestablecidos; hoy día);
— 'bibliotecas especiales y centros de documentación: sus colecciones atien- — puede ser que para algunos de los centros documentarios existan estánda-
den normalmente a objetivos específicos de investigación y estudio en cam- res más o menos viables. La realidad es que, en más ocasiones de las que
[1561
PRIMERA PARTE VI. PLANIFICACIÓN DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES [157]

se piensan, no aparecen meridianamente claras las razones de tal o cual 3.2.2. BIBLIOTECAS ESCOLARES
propuesta, es decir, si ciertos estándares proponen una cantidad x de ítems
por usuario, o por habitante de la zona en general, ¿por qué, por poner Señala al respecto el profesor Gómez Hernández que «la colección inicial de-
un ejemplo, ese valor ha de ser x y no x + 2 o x – 4? En muchas ocasiones, berá contar con 12 volúmenes por alumno [...]. Es importante que en el conjunto
como decimos, casi no existe un razonamiento mínimamente asumible res- se intente respetar la proporción de 2/3 de obras de información y 1/3 de obras
pecto al caso en cuestión; de ficción. El cálculo por número de alumnos no es siempre aplicable. Así, en
— también hay que tener en cuenta que los estándares no pasan de ser pro- centros pequeños hay que garantizar una colección mínima que ofrezca suficiente
puestas ideales y que, como tales, es posible que lo que para unos centros variedad de recursos para cubrir las necesidades derivadas del currículo y de los
sea quedarse muy cortos en la propuesta, para otros dichos estándares intereses de los alumnos»."
supongan establecer metas inalcanzables.
3.2.3. BIBLIOTECAS UNIVERSITARIAS
En cualquier caso, y aun teniendo en cuenta estas objeciones, procede no
olvidar que el uso de unos adecuados estándares supone contar con una he- De los diversos estándares que podríamos citar, seguimos los que presentan
rramienta que, utilizada con la sensatez oportuna, facilita enormemente el las «Normas y recomendaciones para bibliotecas universitarias» de REBIUN. En
trabajo de planificar la colección de materiales. Ítem más: el sentido común dichas normas, en su apartado 5, se establece lo que sigue:
nos hará ver, en cada caso concreto, la posibilidad real de aplicar 'o no tal o
cual estándar.
5.3. Recomendaciones cuantitativas.
A título de ejemplo orientativo señalamos algunos de los estándares de posible 5.3.1. Colección básica: 50 000 volúmenes.
uso respecto a algunas de las diversas categorías de centros documentarios. 5.3.2. Nuevos estudios:
— 5000 volúmenes colección básica de nueva titulación;
3.2.1. BIBLIOTECAS PÚBLICAS — 1000 volúmenes cada nuevo programa de doctorado;
— 500 volúmenes cada nuevo programa de máster.
Para la IFLA, una colección debería tener entre 1,5 y 2,5 documentos por ha- 5.3.3. Un título de publicación periódica cada 3 usuarios.
5.3.4. Incremento anual:
bitante, aunque también señala este organismo que las circunstancian locales y — 1 volumen por alumno;
financieras pueden hacer variar esta recomendación general. — 10 volúmenes por cada miembro del personal docente e investigador
$1
Las «Pautas sobre los servicios de las bibliotecas públicas» del Ministerio de (pm).
Cultura de España siguen la normativa ya señalada de la IFLA. Se señale dicha:s 5.3.5. El volumen de incremento anual se ha calculado atendiendo a la media de
.1 número de usuarios de las bibliotecas universitarias españolas. Se deberán aplicar, por
pautas que «El volumen de las colecciones dependerá de diversas variables entre
lo tanto, índices correctores al alza o a la baja en aquellas bibliotecas universitarias
las que destacan: el número de habitantes del municipio o área en. presta cuyo número de usuarios sea sensiblemente inferior o superior respectivamente a dicha
servicio la biblioteca, el espacio físico de la misma, la proximidad o diStancia de media, con el fin de ajustar el incremento al volumen de usuarios:"
otras bibliotecas, las políticas de cooperación e intercambio, el acceso a recursos
electrónicos» .67

" José Antonio Gómez Hernández: Gestión de bibliotecas, Murcia: icE/Universidad de Murcia, 2002,
305.
" España, Ministerio de Cultura: «Pautas sobre los servicios de las bibliotecas públicas„, Madrid: " REBIUN: «Normas y recomendaciones para bibliotecas universitarias», <http://www.uma.es/rebiun/
2002, 19.
normasBibliotecas.html>.
[1.) A] PRIMERA PARTE VI. FLANIFICACION DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES
[159]

3.2.4. BIBLIOTECAS NACIONALES La organización de las colecciones de materiales de cualquier centro docu-
mentario de hoy día supone, de entrada, el conocimiento directo y el manejo de
Se comprenderá que, en cuanto a las bibliotecas nacionales, resulta imposible una amplia diversidad de materiales, de sus características físicas, de las normas
presentar ningún tipo de estándares, ni tiene objeto siquiera el plantearse la cues- para su organización, almacenamiento, conservación, etcétera. Se puede afirmar
tión. Se trata de un tipo tan específico de biblioteca que su realidad viene dada por sin temor. a exageraciones que las técnicas de gestión referidas a la colección de
unos objetivos muy concretos y ya señalados anteriormente. Según esto, la razón materiales de cualquier 'centro documentario se han complicado enormemente,
de ser de dichos centros hace que no sirva para nada el plantearsp cualquier tipo de sobre todo desde la segunda mitad del siglo xx, debido esencialmente a, como
estándares a ellos aplicables. Cada biblioteca nacional es un centro absolutamente venimos diciendo, la diversidad más que amplia tle materiales que han de formar
único, con su propia historia y sus propias realidades y condicionantes. En absolu- parte de los centros documentarios.
to, por tanto, serviría para algo cualquier intento de aplicación de estándares. Entendemos por soporte el elemento físico básico que conlleva en sí la infor-
mación; formatos son las diversas variantes en que puede aparecer un soporte
3.2.5. CENTROS DE DOCUMENTACIÓN Y CENTROS DE INFORMACIÓN dado. Según esto, son soportes el papel, el pergamino, el plástico de una fotogra-
fía o un disquete... Así mismo, a partir del papel, las denominaciones de libro, o
Señalamos prácticamente lo mismo que en el caso anterior: la naturaleza es- revista, o atlas no son sino diversos formatos en que aparece ese soporte papel.
pecífica de estos centros hace imposible y poco o nada valioso el establecimiento De entre las tipologías que según soportes y formatos pueden ser tenidas en cuen-
de estándares respecto al tamaño de sus colecciones. Si acaso, se podrían hacer ta a la hora de sistematizar la enorme diversidad de materiales que de suyo pueden
«sugerencias» respecto a cuestiones tales como el número de usuarios reales o entrar a formar parte de la colección de un centro documentario, vamos a utilizar,
hipotéticos con relación a los materiales que el centro va a poder manejar adecua- por su carácter esencialmente práctico, la que propone el italiano Rino Pensato.
damente, o sobre el espacio previsible que va a necesitar la colección de materia- Según este, estos materiales se pueden agrupar en tres grandes tipologías:
les, pero, en definitiva, lo más juicioso es atender a las peculiaridades de cada
centro y actuar en consecuencia. a) documentos gráficos: manuscritos, incunables y raros; facsímiles; tesis
doctorales; libros y opúsculos; publicaciones periódicas, publicaciones
menores y literatura gris;
4. LOS SOPORTES Y FORMATOS b) documentos iconográficos: materiales cartográficos, láminas y grabados y
fotografías;
El tercero de los aspectos que conlleva el establecimiento de una adecuada c) documentos multimedia: se incluyen aquí los materiales de audio y vídeo,
política de desarrollo de la colección se refiere a la cuestión de los soportes y tales como los discos, los compactos musicales, los vídeos y DVD, los CD-
formatos. ROM, Internet y demás recursos electrónicos en línea.7°
Hasta hace bien poco en la inmensa mayoría de los centros documentarios,
fuera cual fuese su tipo y características esenciales, el soporte fundamental era el Tal vez tendríamos que hacer la aclaración de que la relación de los materiales
correspóndiente a la «galaxia Gutenberg», es decir, el constituido por los mate- digitales va mucho más allá de lo que meramente supone incardinarlos dentro de
riales impresos. No obstante, a lo largo de todo el pasado siglo xx, y en no menor los «documentos multimedia»; probablemente sería mucho más adecuado dar la
medida en lo que llevamos de siglo mi, han ido apareciendo una serie de soportes vuelta a este punto de Pensato, afirmando que son los documentos multimedia
diferentes que poco a poco, pero de manera ininterrumpida, van cambiando el los que forman parte de los materiales digitales y no al contrario.
panorama respecto a lo que cualquiera de los centros documentarios objeto de
nuestra atención puede llegar a almacenar en sus colecciones. " Rino Pensato: La Raccolta Locale. Principi e Gestione,
Milán; Editrice Eibliografica, 2000, 96.
[160]
PRIMERA PARTE VI. PLANIFICACIÓN DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES [161]

Corno se ve, la enorme diversidad de soportes y formatos a que hemos hecho 2) los incunables (las obras hasta 1500, producto de la «cuna» de la imprenta);
referencia nos da idea de algo esencial pero frecuentemente olvidado: el desarro- 3) los «raros» (los libros que poseen alguna característica que los diferencia
llo y el cambio en la sociedad es lo que permite la aparición de nuevos materiales, de los demás: la mayor parte de los raros no suelen ser libros actuales);
que en los casos idóneos acaban siempre siendo utilizados como soportes de la 4) resulta evidente que a estos tres tipos de materiales hay que añadir también
información en los centros documentarios.
los libros propiamente dichos, aunque queda claro que estos libros cons-
Es decir, los centros documentarios no están limitados y reducidos a tal o cual
tituyen la inmensa mayoría de los materiales actuales en soporte papel.
tipo de soporte, ya que lo esencial en dichos centros es la información que alma-
Normalmente un libro es cualquier conjunto encuadernado coinpuesto
cenan, organizan y difunden. Lo importante son los contenidos, la información y por más de cincuenta páginas.
su consecuencia, el conocimiento; lo accesorio y secundario son los soportes y
formatos en que esa información y conocimiento se conservan.
Pese a la indudablemente grande, como hemos visto, tipología de materiales 4.1. Manuscritos y códices
que pueden darse, y de hecho se dan, en la colección de los centros documenta-
dos, resulta evidente que, según el tipo de centro documentario al que nos este- Si pensamos en los códices, es lógico señalar que solo las más antiguas biblio-
mos refiriendo (y ahora estamos pensando principalmente en las bibliotecas pú- tecas, tales como las universitarias de Salamanca, la Complutense de Madrid o la
blicas y escolares, sin descartar del todo a más de una biblioteca universitaria e de Santiago de Compostela, entre otras, junto con las de alguna que otra vetusta
incluso a la de algún que otro centro de investigación), los libros y los demás institución, las reales academias por ejemplo, y la Biblioteca Nacional, por su-
soportes de impresos siguen constituyendo una parte muy importante del total de puesto, poseen colecciones de manuscritos medievales de verdadero relieve, pro-
materiales que forman parte de la colección de cada centro en cuestión. ducto de una historia más que dilatada y centenaria.
Resulta adecuado tener siempre en cuenta que, al hablar del libro como for- En su mayor parte los códices son obras únicas, a veces excepcionales y de
mato de la colección, debemos de entrada hacer una distinción entre libros anti- incalculable valor material, no solo por su carácter simbólico-cultural sino, ade-
guos y modernos. Por libro antiguo entendemos «el libro producido manual o más, porque son piezas esenciales en la historia y devenir del,libro. En las biblio-
artesanalmente» mientras que «libro moderno» sería «el libro producido indus- tecas donde existen, este tipo de obras configura normalmente un departamento
trialmente», habiéndose establecido la fecha de 1800 como límite entre el libro o sección específicamente a ellas dedicado o, como sucede en numerosas ocasio-
antiguo y el moderno.
nes, aparecen juntos los manuscritos, incunables y raros.
De este modo, «entendemos que el fondo antiguo de una biblioteCa está cons- Para Sánchez Mariana la palabra manuscrito «hace referencia al libro copia-
tituido fundamentalmenté por manuscritos e impresos del siglo xv á xvin».71 La do directamente por medio de una mano que utiliza un instrumento para trazar
tipología de materiales susceptibles de formar parte de dicho fondo] antiguo in- sobre un soporte los rasgos de las letras».72
cluye:
Como es sabido, el papiro como soporte de la escritura fue sustituido por el
I
, il
I '
pergamino, la piel del animal convenientemente preparada. Se produjo así un
1) los manuscritos y códices (se da por bien sabido que códice ed‘solamen te el
cambio de enormes consecuencias no ya en el soporte de la escritura, como esta-
manuscrito medieval, mientras que cualquier obra escrita a rnáno, sea cual mos viendo, sino al mismo tiempo en el formato que a partir del nuevo soporte
sea el tiempo en qúe fue elaborada, es considerada como manuscrito, de adquiere el texto escrito.73
donde: todos los códices son manuscritos, pero no todos los manuscritos
son códices); 7' Manuel Sánchez Mariana: Introducción al libro manuscrito, Madrid: Arco/Libros, 1995.
" Como obra básica de introducción al mundo de los códices, recomendamos la consulta de Elisa
Ruiz: Manual de codicología, Salamanca/Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez/Pirámide,
" María Marsá Vila: El fondo antiguo de la biblioteca, Gijón: Trea, 1999, 15.
1988.
PI. PLANIFICACIÓN DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES
-1 [163]

Al uso del pergamino va unido el cambio en la forma del libro, pues pronto adop- Como uno de los casos prácticos respecto a la forma en que grandes bibliote-
tará otra más cómoda de manejo que la del rollo de papiro, la de los cuadernos cosidos
cas han acrecentado sus colecciones mediante los citados manuscritos modernos,
entre sí que permiten localizar un pasaje del texto sin el engorro que suponía el desen-
rollar el volumen; se ha considerado frecuentemente la adopción de la forma de códice nos referiremos, a título de ejemplo, al tema de los corpus o, por otro nombre, de
unida al mundo cristiano, ya que los textos bíblicos aparecen en Egipto en esta forma los papeles personales.
en el siglo u, mientras el libro griego y latino sigue escribiéndose en rollo.
[...] En cualquier caso, [el códice] es la forma casi exclusiva del libro durante la ¿Qué se entiende por corpus? Son los fondos de archivos y de estudios donde se
Edad Media, y a ello se debe el que los libros producidos en esa época se denominen mezclan manuscritos de trabajo, borradores, primeras tiradas, estados próximos a la
habitualmente códices, y la ciencia que los estudia codicología.74 versión impresa, pero también correspondencia, diarios íntimos donde los autores ex-
plican a veces su manera de trabajar, artículos y recortes de prensa después de la publi-
A partir de lo hasta aquí comentado, Sánchez Mariana señala: cación, sin olvidar, cuando han sido conservados, los papeles personales y familiares.
[...] Estos conjuntos, de importancia variable, son reflejos de la personalidad del
autor y de su medio, reflejos igualmente de la moda y del tiempo, en los que todo se
La denominación de códice, por tanto, es más restrictiva que la de manuscrito, al reúne para permitir «estudiar a un hombre en su integridad y en las relaciones con su
aplicarse al libro escrito a mano de un periodo concreto y bajo una forma determina- obras, como decía Jean-Paul Sartre cuando trabajaba en su inmenso fresco sobre Gus-
da; cuando aquí hablamos de códice nos referimos necesariamente a los libros escritos tave Flaubert."
a mano según los procedimientos en uso en la Edad Media, mientras que con la deno-
minación de manuscritos englobamos tanto a los de la Edad Media corno a los de
épocas anteriores o posteriores. La misma autora a la que hemos citado, Mauricette Berne, nos plantea la
[...] Los aspeCtos del manuscrito que analiza la codicología [...] son los siguientes: cuestión de lo que pueda pasar —o está pasando ya— con los manuscritos de
la forma del libro, los soportes de la escritura, su elaboración y preparación previa a autores contemporáneos en estos tiempos de inicio de un nuevo siglo y milenio
la copia para disponer la distribución del espacio dentro de la página, las tintas y los en que aparecen continuamente nuevos soportes:
instrumentos para escribir, las características de la escritura, los sistema de ordenación
o numeración de cuadernos y páginas, los procedimientos de ornamentación o ilustra-
[...] la multiplicación de los fax, el uso casi cotidiano del disquete y del tratamiento de
ción, las técnicas de la encuadernación."
textos anuncian, a la corta o a la larga, la desaparición del manuscrito autógrafo y de
sus diferentes estados.
[...] Sin duda, los nostálgicos de la pluma y de la tachadura continuarán escribien-
Es realmente bastante difícil, por no decir que imposible, para una biblioteca
do en hojas de papel, pero las generaciones futuras, habituadas a estos nuevos sopor-
de reciente creación poner en marcha una buena colección de manuscritos. Esto
tes, tal vez elijan conservar toda la memoria del libro en una pantalla o en casetes au-
es totalmente cierto si nos referimos a los manuscritos medievales o, por mejor diovisuales dejando que el enriquecimiento y la conservación del patrimonio se haga
decir, a los códices, pero la cuestión es bien distinta si nos estamos refiriendo a entonces en otro departamento, el de la fonoteca y el audiovisual.77
manuscritos de los siglos xIx y xx.
Se trata en este caso de los manuscritos de autores importantes, ya sean crea- 1-Tablar de planificación, aplicada esta a un departamento de manuscritos de
dores literarios, políticos, científicos, etcétera. El proceso de acumulación de es- un centro documentario, y si hacemos acaso la excepción de los manuscritos
tos materiales en las bibliotecas se debe a lo que podríamos denominar operacio- modernos ya antes comentados, supondría referirnos esencialmente a cuestiones
nes de prestigio, por las que los autores mismos donan sus manuscritos a las bi- como las referentes a su personal, a sus instalaciones, a las condiciones de man-
bliotecas, normalmente bibliotecas importantes. tenimiento y conservación, etcétera.

" Mauricette Berne: «Les manuscrits de la Bibliothéque Nationale de France. Les adquisitions ré-
" Manuel Sánchez Mariana: Introducción al libro manuscrito, o. cit., 8. cents», Bulletin des Bibliotbéques de France, vol. 42, n." 2: 50-51.
" Ibídem, 8-9, 12. " Ibídem, 53.
[164]
PRIMERA PARTE VI, PLANIFICACIÓN DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES [1651

Evidente resulta que poco más se puede decir respecto a las actuaciones con las que poseen los mejores ejemplares de estas codiciadas joyas bibliográficas.
unos materiales que pueden ser vistos como contenedores del saber, cierto es, pero También suelen formar parte de las colecciones de las grandes bibliotecas de
que en no menor medida importan como objetos en sí mismos considerados. investigación, incluyendo entre estas, obviamente, a las bibliotecas uhiversita-
Son estos manuscritos testigos del libro en otros tiempos y, por ende, las cues- das. Queda claro que, en cuanto a las bibliotecas universitarias, son solo las de
tiones de planificación a ellos referidas no pueden, ni deben, salirse de las inme- mayor antigüedad y más dilatada historia las que poseen incunables en sus co-
diatamente señaladas.
lecciones.
A estos materiales, y en cuanto a su planificación como materiales de la colec-
ción de los centros documentados, se les puede aplicar todo lo que acabarnos de
4.2. Los incunables
señalar respecto a los manuscritos.

El segundo elemento en esta rápida visión cronológica de los materiales que


pueden formar parte de las colecciones de impresos es el formado por los prime- 4.3. Los raros
ros ejemplares salidos de las imprentas de cada país. Nos referimos, obviamente,
a los incunables, tan importantes como los manuscritos, no solo para .la historia El libro «raro» es aquel respecto al cual
cultural sino como piezas fundamentales en la historia del libro.

El término incunable alude simplemente a los productos de una época hasta tal [...] el bibliotecario asume su viejo papel 'de guardián: un material al que se trata de
manera diferente al resto de los libros no solo por la necesidad de explotarlo para su
punto primitiva que el propio arte [de la impresión del libro], como tal, todavía estaba uso, sino debido a la obligación de preservarlo para el futuro [...]. En muchas instan-
en mantillas; de ahí el término alemán Wiegendrucke [...]. El nombre tiene un signifi-
cias, el mero paso del tiempo pone de manifiesto la necesidad de que se transfiera a
cado absolutamente general, haciendo referencia solo a los productos de un momento
algunos libros desde las estanterías abiertas a la sala de libros raros de modo que re-
primitivo y, por tanto, puede emplearse a voluntad para-designar las manifestaciones
sulte asegurado su cuidado físico y su preservación para la posteridad."
más antiguas de cualquier, arte o actividad [...]. Cuando se hace referencia a los incu-
nables propiamente dichos, entendemos por lo general hoy día que se alude a las pri-
mitivas muestras del arte de imprimir.
El bibliófilo inglés Cave define la rareza de un libro a partir del bibliógrafo
francés del siglo )(val David Clement, y, según este, afirma:
Corresponde el párrafo citado al capítulo I de la Introducción al ¿tuelio de los
incunables de Konrad Haebler, sin lugar a dudas la obra básica y uria:de las más,
Un libro difícil de encontrar en el país en que se le busca debe simplemente ser
por no decir que la más, importantes a la hora de estudiar los incurables.?8 , .1
llamado raro; un libro difícil de encontrar en cualquier país ha de ser llamado muy
raro; un libro del que solo existen cinco o seis copias o que aparece tan raramente
El término incunable se utiliza, pues, para referirse a los primeros iMpresos occi- como para sugerir que nunca o en ningún tiempo han llegado a existir nada más que
dentales realizados antes del día primero de enero de 1501." ese número de copias, puede ser calificado de extremadamente raro, y cuando el núme-
„1,
ro total de copias no sobrepasa de los diez ejemplares, constituye una rareza excesiva
Los incunables constituyen piezas valiosísimas en cualquier biblioteca aun- o una rareza en el más alto grado..
que suelen ser las bibliotecas nacionales, por la lógica razón de su antigüedad,
Konrad Haebler: Introducción al estudio de los n'amables, No obstante, sigue diciendo Cave que, al hacer estas afirmaciones,
ed., pról. y notas de Julián Martín Abad,
Madrid: 011ero & Ramos, 1998, 17.
" Ibídem, 21.
'° Roderick Cave: Raro Book Librariansbip, Londres: Clive 13ingley, 1976, 9-10.
PRIMERA PARTE VI. PLANIFICACION DE. LA UULhLCIUDI Ut IVIA1t111/11-tb
[166]

[...] se ignora el factor esencial de que, a menos que un libro sea buscado (por un co- 3. la fama del libro, de su autor o de su editor;
leccionista, por el bibliotecario de adquisiciones o por un estudioso), su rareza actual 4. la rareza debida al estado del ejemplar (hay menos copias de los ejemplares
no tiene ninguna importancia, de modo que existe una gran cantidad de libros que de frágiles y de los materiales fácilmente dañables);
acuerdo con la definición de Clement son raros en su más alto grado e incluso nunca 5. el nivel de los editores: hay más copias de las obras de editores importantes
encontrarían un comprador.81 que de las obras de editoriales minoritarias;
6. el nivel del autor: cuanto más famoso es un autor, más ejemplares existen
Para el erudito y bibliófilo inglés John Carter, las diferentes clases de rareza de sus obras, pero puede ser difícil encontrar las obras de ese mismo autor
serían: cuando aún no había alcanzado la fama;
7. rareza tradicional: una vez que una obra, mereciéndolo o no, adquiere la
— rareza absoluta: «propiedad inherente a cualquier libro impreso en un fama de rara, alcanza un valor de supervivencia superior al que poseen
número de copias extremadamente pequeño y cuyo número potencial de otras obras."
sobrevivientes potenciales puede ser establecido con adecuación»;
— rareza relativa, que no está relacionada directamente con el tamaño de la Tanto si nos referimos a los incunables como a los raros, resulta evidente afir-
edición original, sino con el número de copias supervivientes y la frecuen- mar que la mayoría de este tipo de obras forma parte exclusivamente, o casi, de
cia (para el coleccionista) con que aparecen en el mercado; las colecciones de las bibliotecas nacionales y de las grandes bibliotecas universi-
— rareza local es otro factor de importancia, particularmente respecto al ma- tarias y de investigación, como ya señalábamos.
terial menor 4ue constituye la mayoría de las colecciones en una amplia Es decir, no se trata, obviamente, de obras que tengan un ingreso constante en
proporción; cualquier biblioteca, pero no por eso dejan de ingresar en mayor o menor medida '
— rareza de mercado, que se refiere a «una gran cantidad de libros apropia- como consecuencia de posibles adquisiciones en subastas, de donativos, etcétera.
dos para las colecciones especiales pero que no aparecen en el mercado de Resulta evidente que si tratamos de las adquisiciones referidas a estos mate-
anticuariado a causa de que la demanda de ellos no está lo suficientemente riales —y lo que digamos es absolutamente aplicable a los manuscritos—, hemos
desarrollada como para soportar el coste de la catalogación que dé noti- de tener en cuenta que partiendo de cero es casi imposible planificar, siquiera le-
cias del ejemplar en cuestión»; janamente, una buena colección de este tipo de obras. Tanto es así esto que esta-
— rareza en bibliotecas institucionales, que hace mención de «aquellos libros mos afirmando que las bibliotecas que tienen buenas colecciones de estas obras
que, sin ser especialmente valiosos, solo existen en una determinada biblio- las poseen por muy específicas razones históricas, por lo que las operaciones de
teca, lo que obliga, si es el caso, a acudir solo a ese ejemplar conocido».82 adquisición que llevan a cabo obedecen a causas circunstanciales muy concretas
(por ejemplo, la salida a subasta de una obra excepcional que completa alguna de
Es evidente, y continuamos citando a Cave, que no es nada fácil el juicio sobre las colecciones del centro en cuestión).
la rareza de un libro; para Carter son varios los factores que es preciso tener en Hablar de las adquisiciones referidas a este tipo de materiales supone tener en
cuenta: cuenta que estas se realizan desde dos vías: la compra a libreros anticuarios que
tienen colecciones y fondos más o menos estables por una parte y, por la otra, la
1. el tamaño de la edición original; compra en subastas.
2. las ediciones limitadas y el mercado de expertos en la cuestión; Cuando las subastas son realizadas por casas especializadas y de prestigio,
Sotheby por ejemplo, los catálogos suelen estar hechos por auténticos especialis-

Roderick Cave: Rare Book Librarianship, o. cit., 18.


" Ibídem, 19-23. Roderick Cave: Rare Book Librarianship, o. cit., 25.
[168]
PRIMERA PARTE VI. PLANIFICACIÓN DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES [ 6 9]

tas en la materia, razón por la cual llegan a ser auténticas obras de referencia para
El facsímil representa sobre el original la ventaja de que su manejo no nos
las bibliotecas especializadas en este tipo de obras o para los departamentos a
hace correr el riesgo que el uso, evidentemente, supone para la edición original;
ellas dedicados en las grandes bibliotecas, ya se trate de bibliotecas nacionales,
universitarias o de investigación. no obstante, conviene analizar hasta qué punto nos encontrarnos con una autén-
tica edición que respeta totalmente al original en cuanto a tamaño, características
No obstante lo dicho respecto a las subastas, los libreros especializados en li-
tipográficas y textuales, encuadernación, análisis por un bibliógrafo experto, et-
bro antiguo superan en importancia a dichas casas, de modo que existen firmas
cétera.
que, con generaciones de libreros a sus espaldas, proporcionan un magnífico ser-
vicio a los coleccionistas particulares y a las bibliotecas.
En cualquier caso, las preguntas esenciales del bibliotecario a la hora de adqui-
4.5. Los libros
rir estos materiales se mantienen incambiables sea cual sea el sistema de compra;
dichas cuestiones siguen siendo: ¿qué comprar?, ¿a quién?, ¿en qué cantidad?
Como ya señalábamos, entendemos por libro cualquier obra que consta de
A la hora de adquirir manuscritos, incunables o raros, el primer paso consiste,
más de cincuenta páginas encuadernadas; hasta cincuenta páginas consideramos
obviamente, en obtener la información sobre los proveedores, de modo que los
que estamos en presencia de un folleto. Se comprenderá que es esta una distin-
bibliotecarios de adquisiciones deben elaborar sus propias listas de libreros espe-
ción, por el número de páginas, más que arbitraria, pero útil a los efectos prácti-
cializados, ya se trate de pequeñas librerías como de grandes empresas. Resulta
cos de denominar unívocamente los diversos materiales de una biblioteca.
de gran interés el establecimiento de buenas relaciones con los proveedores loca-
Ya hemos dicho que el universo de los libros impresos, la llamada «galaxia
les, aunque según el alcance de las obras, los temas, etcétera, tal vez también re-
Gutenberg», supone todavía una de las partes más importantes en la colección de
sulte conveniente mantener contactos con proveedores a escala tanto nacional
como internacional. materiales de cualquier biblioteca, sea esta del tipo que sea.
La importancia de los libros no es solo numérica, es así mismo histórica, cul-
Respecto a la planificación aplicada a estos «raros», procede, sin más, repe-
tural, científica incluso. Procede no olvidar que, con independencia de la variedad
tir exactamente lo mismo que ya ha sido señalado respecto a manuscritos e in-
cunables. de soportes que a lo largo de la historia han ido apareciendo, el libro se presenta
sin lugar a dudas como uno de los formatos más importantes, por no decir el que
más, del soporte papel.
4.4. Los facsímiles No se trata, hic et nunc, de ejercer de profetas, cierto, ni tampoco es de rele-
vancia alguna entrar en la polémica de libro versus materiales digitales. Convie-
ne, simplemente, señalar lo evidente: es, de momento, una realidad indiscutible el
Es evidente que cuando se trata de llegar a poseer determinados incunables y
hecho de que el libro mantiene una vitalidad por la cual sigue haciéndose acree-
raros, no es posible hacerse con los ejemplares deseados con la facilidad cdn que
dor y merecedor de especial atención a la hora de hablar de planificación referida
actuamos en el caso de ediciones normales, pero conviene no olvidar el 'papel de
a la colección de materiales de los centros documentarios.
dignos sustitutos de los originales que representan las ediciones fácsírnires.
Cualquier centro, si puede obtener este tipo de ejemplares y tiene los I recursos
1
económicos para ello, prefiere i ndudablemente poseer ediciones originales, ya que
4.6. Los materiales no librários
solo dichas ediciones son las auténticamente válidas para cualquier tipo de investi-
gación. No obstante, y ya que en la práctica no están normalmente disponibles ni
En este capítulo sobre la planificación de la colección de materiales estamos
los recursos financieros ni las obras originales, resulta de buen sentido para el cen-
primeramente analizando la diversidad de los soportes y formatos que forman
tro hacerse con estas ediciones facsimilares cuando se las puede adquirir.
parte de dicha colección. Considerando los soportes como perspectiva de trabajo,
PRIMERA PARLE
[170] VI. PLANIFICACIÓN DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES
[171]

hemos comenzado por el soporte papel y, a partir de ahí, hemos presentado las 4. el estar generalmente constituidas por un número más o menos amplio de
diversas cuestiones que se refieren a los manuscritos, incunables, raros y facsími- artículos de autores diferentes;
les y, finalmente, algunas consideraciones respecto a los libros o, lo que es lo 5. el contar, de una manera más o menos continua, con un director y con
mismo, ese soporte papel a partir de 1800. Ahora seguimos tratando del soporte todo un equipo editorial que tienen como misión el mantenimiento de la
papel, pero a través de otros formatos como son los correspondientes a las publi- calidad y de las características básicas de la publicación en cuestión.
caciones periódicas y seriadas y a los mapas.
Resulta más que evidente que este tipo de publicaciones, las periódicas, plan-
4.6.1. LAS REVISTAS Y PUBLICACIONES PERIÓDICAS tea muchos más problemas que cualquier monografía o publicación unitaria, ya
que a veces interrumpen su publicación, cambian de editorial, cambian de nom-
Al hablar hoy de las revistas y publicaciones periódicas, y de su participación bre, cambian en cuanto a la línea temática que iban siguiendo...
en la planificación general de la colección de materiales de un centro documenta- La selección de estas publicaciones periódicas ha de atender a tres tipos fun-
rio, hemos de partir del hecho más que evidente de que la irrupción de las tecno- damentales:
logías de la información y la comunicación, las siempre citadas TIC, ha cambiado
de manera radical y totalmente el panorama. 4.6.1.1. Periódicos
Según esto, al referirnos a dichas publicaciones, tenemos ineludiblemente que
tratar la cuestión de los soportes papel, o sea, de los materiales impresos, pero sin Suelen ser publicaciones de aparición generalmente diaria.
olvidar que cada vezmás, sobre todo en las bibliotecas universitarias y de centros Podemos aceptar la definición de periódico según la cual un periódico es «una
de investigación, se están imponiendo los materiales en soporte electrónico, esen- publicación seriada cuya finalidad principal es la de ser una fuente primaria de
cialmente las publicaciones digitales, ya sea con soporte físico, los CD-ROM, o información escrita sobre sucesos actuales, ya sea local, nacional o internacional
simplemente virtuales, accesibles desde la red. En cualquier caso, aquí y ahora en su alcance».84
vamos a tratar los temas referentes a las publicaciones periódicas en soporte pa- Las características esenciales que normalmente cumple cualquier periódico
pel, de modo que reservaremos un epígrafe conjunto para el estudio de las diver- son las siguientes:
sas cuestiones que se refieren a planificación y gestión de los diversos materiales
digitales. — un periódico contiene una amplia gama de noticias sobre todos los temas
Constituyen las publicaciones periódicas y seriadas una sección esencial den- y actividades;
t•o de la colección de materiales de cualquier centro documentario, desde una — no está limitado a una materia específica;
pequeña biblioteca municipal a las más grandes bibliotecas, como las universita- — generalmente los periódicos van dirigidos a todo el público aunque tam-
rias, las de los centros de investigación o las bibliotecas nacionales. bién puede haberlos para una minoría étnica, cultural o nacional;
Para que una publicación periódica sea tenida por tal, debe, como es bien sa- — normalmente los periódicos aparecen sin cubierta y con una cabecera;
bido, cumplir con una serie de condiciones esenciales para su caracterización: — cada número individual está ordenado de manera cronológica o numérica,
o de las dos maneras;
1. la periodicidad, que normalmente, aunque no de manera necesaria, suele — normalmente aparecen al menos una vez a la semana;
ser regular; — ningún periódico tiene un momento de finalización preestablecido.
2. la numeración y fecha, en cada uno de los ejemplares que aparecen perió-
dicamente; " Library of Congress: «Newspaper. Foreign. Current», ehttp://lcweb.loc.gov/acq/devpollnewsfor.html >
(consulta: 5-5-2006).
3. el no tener un momento de fin preestablecido;
[172] PRIMERA PARTE VI. PLANIFICACIÓN DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES [173]

Aunque esta definición puede tener diversas excepciones, señala las caracterís- 4.6.1.3. Revistas especializadas
ticas que distinguen claramente a los periódicos de las publicaciones periódicas
de carácter general o especializado. Normalmente tienen un carácter científico. El prestigio de este tipo' d.e publi-
Por su carácter intrínseco de publicación periódica (y al igual que las revistas, caciones viene dado por el llamado índice de impacto, el número de citas que se
sean estas del tipo que sean) los periódicos, como es bien sabido, presentan una hacen de los artículos en otras publicaciones de ese campo.
mayor complejidad que las monografías o que cualquier publicación unitaria a la 1Jsualmente la recepción de los artículos para su publicación viene condicio-
hora de incorporarlos como material propio de las colecciones de una biblioteca. nada por la revisión a que son sometidos por los refferees, especialiStas en la
La principal dificultad de estas publicaciones periódicas viene dada por el hecho materia que hacen una revisión anónima y a ciegas, es decir, el refferee, por mor
de que mientras permanecen «vivas», es decir, apareciendo publicadas regularmen- de imparcialidad, desconoce al autor del artículo que está valorando.
te, deben ser continuamente incorporadas a la colección, controladas,' encuaderna- Resulta evidente que el tipo de centro docurnentario va a condicionar el tipo
das por periodos de tiempos determinados (mensual, trimestral, etcétera). de revista que con más asiduidad recibe. Según esto, en las bibliotecas públicas se
Únase a lo dicho la circunstancia, ya señalada y bastante más corriente de lo recibirán generalmente periódicos y revistas de carácter general, mientras que las re-
que a primera vista se pudiese pensar, de que este tipo de materiales a veces ve vistas especializadas son el campo de trabajo de las grandes bibliotecas, de las biblio-
interrumpida su publicación, cambian de nombre, alteran su periodicidad, apa- tecas universitarias y de investigación y de los centros de documentación. '
recen en lugares distintos a aquellos en los que suelen hacerlo, etcétera." Al llevar a cabo la selección, hay que tener en cuenta una serie de notas distintivas
según se trate de revistas, ya sean estas generales o especiales, o de periódicos.
4.6.1.2. Revistas de tema general En el caso de las revistas, los puntos básicos para su selección son:

Normalmente tratan cuestiones científicas, culturales, etcétera, a nivel de di- — han de tener una importancia paralela a la de los libros;
vulgación. Los artículos suelen estar escritos por especialistas en las materias — han de servir como herramientas de referencia y de investigación en los
correspondientes o por periodistas especializados. Entre sus características prin- distintos campos del saber;
cipales podríamos señalar: — han de aparecer recogidas en las más importantes listas de índices y re-
vistas;
— reflejan sucesos y opiniones actuales; — su coste ha de estar en función de su posible uso;
it
— proporcionan información acerca de tendencias, modas y cultura contem- — su selección ha de hacerse basándose en la tipología de previsibles usuarios
. de cada centro en cuestión;
poráneas;
— recogen las realizaciones de la vida pasada y presente; -- han de tener adecua.ción y objetividad en su contenido;
— proporcionan una información actual acerca del país en su conjunto, o prestan — sus artículos han de ser perfectamente accesibles mediante sus correspon-
especial atención a algunas de sus regiones, provincias, ciudadés; etcétera; dientes índices;
— atienden a necesidades de carácter recreativo, estético y cultural de las — han de contribuir al equilibrio temático de la colección general de la bi-
gentes. blioteca;
— conviene tener en cuenta la posible disponibilidad de ese título en otras
" A este respecto, podríamos señalar la anécdota, extrema si se quiere, pero no por ello menos indica-
bibliotecas de la zona.
tiva de cuanto estamos comentando, de que durante parte de la guerra civil española hubo un periódico que
salía simultáneamente en Madrid (que dependía del Gobierno de la República) y en Sevilla (que dependía de En el caso de la selección de periódicos es preciso observas; a la hora de su
las fuerzas golpistas del general Franco); ambos periódicos tenían la misma cabecera — ABC— pero eran,
obviamente, completamente diferentes. posible selección, los siguientes puntos:
1174) PRIMERA PARTE VI. PLANIFICACION DE LA COLECCION DE MATERIALES J

— en el caso de que se pueda, una biblioteca pública ha de poseer toda la el espacio con que vamos a contar, considerada esta cuestión desde dos
prensa local, los más importantes periódicos de la región y algunos de los perspectivas: el espacio de consulta (sillones adecuados, mesas y mesitas
más importantes del país; en su caso, revisteros, etcétera) y, en no menor medida, el espacio de de-
— también resulta apropiado contar con alguno de los periódicos más cono- pósitos que se va a necesitar, en el caso de que se conserven estos materia-
cidos de lenguas corno el francés, el inglés, el italiano y el alemán; les. Hacernos la observación de que, evidentemente, no siempre hay por
— ha de valorarse la importancia de cada periódico en el conjunto de la pren- qué conservar las publicaciones periódicas. En una biblioteca pública, por
sa nacional; ejemplo, puede que no sea en absoluto preciso la conservación de la prensa
— siempre que sea posible, se han de elegir los periódicos de formato más nacional; esta, si resulta adecuado, puede servir como base para la prepa-
fácil de manejar y almacenar; ración de los correspondientes dosieres mediante recortes, por ejemplo;
— siempre que sea posible, hay que estudiar la adquisición de la prensa en la planificación de estos materiales no puede en modo alguno dejar de
microformato (microfilme o microficha) o en Soporte digital, que viene lado todas las cuestiones que se refieren a su disposición. Esto conlleva
siendo una forma cada vez más extendida y generalizada no tanto para el la organización intelectual, mediante el correspondiente proceso técnico
uso de estos materiales como para su almacenamiento. Esta nota también (catalogación y clasificación, indización, etcétera) y la organización física,
es aplicable, ciertamente, a las revistas. que nos permite acceder directamente a ellos. En el caso de la organización
física, se suele usar un orden alfabético para las publicaciones que se en-
La planificación que, en un centro documentario, se refiere a las publicaciones cuentran en los revisteros de libre acceso de la sala de lectura y consulta;
periódicas y seriadas ha de tener en cuenta una diversidad de cuestiones que las respecto a las publicaciones que se almacenan en los depósitos, lo normal
más de las veces, dicho sea de paso y corno siempre sucede con cualquier tema de es acudir a un orden numérico o alfanumérico, es decir, a cualquiera de las
planificación, no obedecen sino al más elemental sentido común. Entre estas diversas variantes del número corrido, numerus currens dentro de la jerga
cuestiones señalamos: profesional al uso;
— la conservación de estos materiales,.de suyo bastante frágiles en la mayoría
— la cantidad y calidad de los usuarios del centro documentario de que se de las ocasiones, implica toda una diversa y compleja serie de cuestiones
trate. Según esto, las publicaciones de este tipo de una biblioteca pública para cuyo conocimiento remitimos al oportuno capítulo dentro de esta
en modo alguno van a ser las mismas que las se adquieren en un centro de monografía;
investigación; para finalizar estas cuestiones sobre la planificación de las publicaciones
— la disponibilidad presupuestaria, teniendo en cuenta que una suscrip- periódicas y seriadas, hay que referirse obviamente a la que podríamos
ción es una especie de «contrato matrimonial indefinido» entre el cen- llamar «la cuestión» siempre que estemos tratando de los centros docu-
tro y la publicación. Un libro, por ejemplo, representa un único proceso mentarios. Nos estamos refiriendo a todo lo referente al personal. Si pla-
de adquisición; se compra una sola vez. Se está, sin embargo, pagando nificamos sin tener en cuenta el factor humano, es bien poco lo que, en la
una publicación periódica hasta que esta se extingue. Hay una especie práctica, vamos a conseguir
de inercia «tradicionalista» que impide cortar la suscripción aunque
esta haya bajado de calidad o, simplemente, hayan cambiado los cri- 4.6.2. MAPAS, ATLAS Y RESTANTES MATERIALES CARTOGRÁFICOS

terios que llevaron al centro tal o cual a hacerse suscriptores de esa


publicación; Tratamos ahora de la planificación de unos materiales, los englobados bajo la
los temas de que trata la publicación en cuestión. Siempre han de estar en denominación genérica de materiales cartográficos, que en su aspecto «tradicio-
función del nivel medio de los hipotéticos usuarios; nal» no constituyen sino otro de los diversos formatos del soporte papel.
[176] PRIMERA PARTE VI. PLANIFICACIÓN DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES 11771

Harley y Woodward, en su trabajo sobre la historia de la cartografía, definen Uno de los prinCipales inconvenientes para el uso de los mapas, según su esca-
los mapas como «las representaciodes gráficas que facilitan la comprensión espa- la, viene dado por las restricciones de carácter militar, ya que suelen aparecer
cial de las cosas, los conceptos, las condiciones, los procesos o los eventos del como documentos importantes para la seguridad nacional.
mundo humano» .86 Respecto a los factores que influyen y afectan en cuanto al acceso y a la deci-
En primer lugar habría que señalar que cuando hablamos de mapas, atlas y sión de adquirir y conservar los materiales cartográficos, procede señalar:
otros materiales cartográficos nos estamos refiriendo, como ya hemos señalado,
a un formato, no a un tema. Se incluirían en este epígrafe los mapas, atlas, glo- — escala: la escala del mapa es de esencial importancia según el objetivo que
bos, cartas de navegación (náuticas e hidrográficas), modelos tridimensionales, se perciba con cada mapa en cuestión, de modo que, cuantos más detalles
fotografía aérea, imágenes sensitivas remotas y datos cartográficos digitales im- se quieran conocer, hay que recurrir a las escalas más bajas, mientras que,
presos (estos últimos, obviamente, no aparecen incluidos dentro del formato a contrario sensu, las escalas más elevadas van a suponer ganar en ampli-
papel). tud lo que se pierde en profundidad de detalles;
La mayor parte de este tipo de materiales recogidos en las bibliotecas y demás — restricciones en función de la seguridad nacional: dado que los productos
centros documentarios responden al soporte papel, ya sea de manera individual cartográficos tienen un valor militar y estratégico, los mapas y las series
y aislada (cuando se trata de un solo mapa) o encuadernados y formando un de mapas de gran escala de áreas estratégicas pueden ser clasificados
volumen (como es el caso de los atlas). como de seguridad y no estar disponibles en las bibliotecas. No obstante,
La mayoría de las bibliotecas intenta poseer colecciones de estos materiales se puede tomar la decisión de adquirir esos mapas cuando pierden esa
que conllevan datos espaciales desde un enfoque planimétrico, topográfico, hi- clasificación de materiales sujetos a normas de seguridad militar.
drográfico y temático. Cuando es posible, sobre todo en las más grandes biblio-
tecas, estas colecciones suelen tener un alcance mundial y universal, incluyendo En cuanto a los formatos y recursos cartográficos, los centros documentados
la luna y los trabajos planetarios y cósmicos. suelen incluir en sus colecciones de materiales cartográficos ítems tales como:
Desde un punto de vista histórico dichas colecciones documentan la evolu-
ción, desde sus orígenes, de la cartografía. Desde este enfoque, lá colecciones — atlas: mundiales, nacionales, regionales, urbanos, temáticos, facsímiles e
cartográficas aparecen esencialmente representadas en sus orígenes por mapas, históricos. A causa de su formato como volumen, los atlas se mantienen
ya desde el siglo xv en adelante, sobre todo los correspondientes a la época de los mejor que los mapas en hojas sueltas y constituyen importantes fuentes
Descubrimientos y Exploraciones, en los que, aunque el liderazgo español y por- para documentar la historia de la cartografía y el proceso cartográfico;
tugués es indiscutible en los primeros tiempos, pronto, como es bien sabido, son — globos: el objetivo (siempre según el tipo de centro que estemos conside-
otros países (sobre todo los Países Bajos) los que van a destacar en la producción rando) sería adquirir una selección representativa de los globos que ilus-
de estos nuevos soportes del conocimiento. tran la historia de la producción de estos artefactos;
Entre los diversos materiales cartográficos, también son dé. excepcional — mapas: las hojas sueltas de mapas y las series de mapas forman el núcleo
importancia los elaborados a nivel local, tales como los que fornian parte de de las colecciones cartográficas y han servido tradicionalmente como fuen-
los catastros y de la documentación para planificación urbanística, que sue- te primaria 'de referencia. Las bibliotecas intentan coleccionar de manera
len estar tanto en las bibliotecas como en las más variopintas instituciones completa y exhaustiva series de mapas de escalas seleccionadas;
locales. a — cartas náuticas: las bibliotecas coleccionan este tipo de materiales por ser
esenciales para el conocimiento de las costas y mares. En el Caso de biblio-
" J. B. Harley, David Woodward: The History of Cartogs.aphy, vol. 1: »Cartography in Prehistoric, tecas situadas en la costa es, o debería ser, casi obligatorio que cuenten con
Ancient and Medieval.Europe and the Mediterranean», Chicago: University of Chicago, 19 87. una buena colección de cartas náuticas;
PRIMERA PARTE VI. PLANIFICACION DE LA COLECCION DE MATERIALES lr J
[1781

En la colección de materiales de los centros documentarios los materiales car-


— modelos en relieve: las buenas bibliotecas procuran coleccionar todo tipo
de modelos cartográficos en relieve, dando prioridad a los modelos produ- tográficos, esencialmente los mapas, no solo conllevan un valor primariamente
cidos en el propio país y por editores comerciales; «geográfico», de referencia para la ubicación de lugares, accidentes de la natura-
leza tales como ríos, montañas, etcétera, edificios, monumentos, etcétera, sino
— fotocopias y microformas: con el fin de mejorar la preservación de las
colecciones existentes y en aquellos casos en que el formato original no que, además, una buena sección de cartografía puede ser una fuente de datos de
está disponible, las bibliotecas suelen adquirir microformas, fotocopias, todo tipo más que interesante respecto al área contenida en el mapa, sea cual sea
facsímiles o cualquier otra forma de reproducción; la extensión de esta.
Una lista pormenorizada de los diversos temas que pueden aparecer en los
— fotografías aéreas: estos materiales se adquieren de manera muy selectiva para
proporcionar cobertura de aquellas áreas no debidamente cartografiadas; mapas que integran las colecciones de estos materiales en cualquier centro docu-
plotter: para mentario, podría ir desde los de carácter turístico a los divulgativos o de interés
— datos cartográficos digitales impresos u obtenidos mediante
documentar la evolución de las tecnologías electrónicas emergentes, algu- general, incluyendo en ella los mapas topográficos, geológicos, mineralógicos, las
nas grandes bibliotecas, como las nacionales y las especializadas en ma- cartas náuticas y de navegación costera, toda la amplia cartografía lingüística, la
teriales cartográficos, coleccionan ejemplos representativos de materiales cartografía climatológica, la de cultivos y clases agrológicas, etcétera.
cartográficos producidos en copias obtenidas mediante ordenador a través Resulta evidente entender que, en tanto en cuanto los mapas reflejan las rique-
de procesos electrónicos; zas reales o potenciales de un lugar, de una provincia o de un país, tienen por eso
— materiales textuales publicados: los materiales textuales publicados anexos mismo un enorme valor estratégico, militar, de donde el que sea difícil, si no im-
y referidos á. los procesos cartográficos, a la bibliografía de los materiales posible, el conseguir mapas de las zonas consideradas militarmente como «estra-
cartográficos y a la historia de la cartografía se coleccionan sobre todo en tégicas» o incluso que sea muy difícil el hacerse con una buena colección de mapas
el caso de grandes bibliotecas y bibliotecas especializadas en este tipo de de recursos de pesca, contaminación sonora, navegación aérea, hidrológicos (es-
pecialmente de recursos acuíferos subterráneos), geomineralógicos (uranio, petró-
materiales;
fuentes materiales primarias: tratándose sobre todo de grandes bibliotecas leo, oro), de aguas marinas contaminadas, de canalizaciones de residuos sólidos
y bibliotecas especializadas en materiales cartográficos, identifican y colec- al mar, sanitarios, de equipamientos culturales o deportivos, de radiaciones sola-
cionan selectivamente fuentes materiales primarias elaboradas por y refe- res, de energía eólica, etcétera, es decir, resulta realmente difícil, por no decir que
ridas a cartógrafos y editores de mapas que hayan contribuido de manera casi imposible, poder disponer de cualquier documentación cartográfica en que la
significativa a la historia de la cartografía. difusión masiva de su contenido no interese al poder."
Respecto a la diversidad de escalas de mapas que se recogen en las colecciones
Parece adecuado asumir las ideas de Mary Larsgaard cuando afirma, acerca de de los centros documentarios, procede señalar que el criterio va a variar, lógica-
las colecciones de mapas en las bibliotecas, que «hay colecciones básicas de mapas mente, en función del tipo de centro de que se trate. De este modo, resulta eviden-
y materiales de apoyo que deberían estar presentes en cualquier biblioteca. El pri- te que en una biblioteca especializada en mapas será imprescindible recoger ma-
mer punto de atención para cualquier colección de mapas está en la adquisición de teriales de todas las escalas, mientras que en una biblioteca pública se recogerán
mapas del área local o provincial en que está situada la biblioteca: mapas temáti- solamente las escalas más usuales, pues no se espera que en este tipo de biblioteca
cos, es decir, mapas que ilustran una materia, tales como los mapas de población, esos ítems vayan a ser material de trabajo para los especialistas, sino un medio
los mapas históricos, los mapas de límites, los mapas topográficos, etcétera»." más de consulta para la divulgación y el conocimiento general.

Littleton (Colorado); Libraries Unlimited, n° Jaume Bover i Pujol, Miguel Codina i Vila: «La col•lecció local. Un qüestionari per al seu estudie,
" Ivlary Larsgaard: Map Librariansbip. An Introduction,
Temes de Biblioteconomia, 1985, 18.
1973.
[180] PRIMERA PARTE VI. PLANIFICACIÓN DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES [181]

Parece adecuado tener en cuenta que la cobertura geográfica parcial o total de 1. revistas geográficas, que proporcionan frecuentemente listas de novedades
una zona, región o país determinados no es nunca satisfactoria en grado total, sobre mapas;
pues para que el material cartográfico funcione como un recurso primario en la 2.. listas de novedades cartográficas producidas por otras bibliotecás;
documentación de los cambios que se producen en los aspectos medioambienta- 3. bibliografías nacionales con citas sobre mapas;
les, culturales, políticos, etcétera, de un área determinada a lo largo del tiempo, 4. catálogos y listas comerciales;
resultaría esencial coleccionar todas las ediciones de los mapas y todas las series 5. bases de datos geográficas y cartográficas.
de mapas que hayan aparecido sobre el espacio del que se trate. Obvio es señalar
que esto no representa sirio una utopía inalcanzable, sea cual sea el centro docu- La elaboración de un programa de adquisiciones referente a los materiales
mentario al que nos estemos refiriendo. cartográficos parte obviamente de un conocimiento detallado de todos los mapas
existentes, lo que, como se comprenderá fácilmente, solo es posible si existe una
4.6.2.1. La selección y adquisición de los materiales cartográficos adecuada información bibliográfica.
El programa de adquisiciones de los materiales cartográficos ha de tener en
Aunque el ideal sería que las colecciones de materiales - cartográficos de los cuenta el carácter esencial del centro, sus objetivos primordiales y sus usuarios.
diversos centros documentarios recogiesen activamente tanto los materiales ac- Obvio resulta señalar que el contar con una buena sección de cartografía en un
tuales como los retrospeCtivos, resulta obvio que la mayor parte del tiempo ,y de centro de carácter general conlleva un estudio de planificación previo respecto a las
los recursos van dirigidos, como no podría ser de otra manera, a la adquisición disponibilidades de personal, de espacio y de equipamiento adecuado al caso. Ni
de materiales actuales. que decir tiene que este programa debe partir, siempre, de unas aportaciones presu-
Obviamente, el énfasis se pone en la adquisición de las publicaciones carto- puestarias mínimas y adecuadas; de no ser así, la cuestión no suele pasar de un
gráficas oficiales de los organismos e instituciones cartográficas tanto del Gobier- voluntarismo más o menos aceptable, y si solo se cuenta con la voluntad...
no central como del autonómico, el provincial y el local. Poner en marcha una buena colección de materiales cartográficos requiere
La selección de los materiales cartográficos, al igual que sucede con la de los disponer de gran cantidad de tiempo y de dinero; no obstante, actuaciones de este
restantes materiales que podrían pasar a formar parte de los centros documenta- tipo suponen un ejercicio eminentemente útil para cada centro documentario y
rios, ha de hacerse en función del grado mayor o menor de especiálización del también para los usuarios y estudiosos de los mapas que a ese centro acuden.
centro de que se trate, es decir, si estamos en presencia de un centro de carácter Desde el enfoque de conseguir colecciones cartográficas de carácter general,
totalmente general, una biblioteca pública por ejemplo, estos materiales cano- este trabajo debería ser llevado a cabo esencialmente por las bibliotecas públi-
, m'uy
gráficos han de estar en la colección solo desde un punto de vista ;, , general, ya
cas, de modo que cada una aceptase la responsabilidad de coleccionar los mate-
se trate de las escalas, de los temas de los mapas, etcétera. , I: '' riales de investigación para el estudio de su propia área. Otras bibliotecas se 'de-
Ahora bien, si estamos en presencia de un centro en el que losinatetiales car- dicarían a coleccionar estos materiales cartográficos solo desde un punto de vista
.
tográficos son de importancia esencial, es evidente que la selección habrá de ten- selectivo y de acuerdo con sus usuarios previsibles y potenciales.
der a criterios de exhaustividad, de modo que se tengan todós los temas posibles, Si la biblioteca pública ha buscado los materiales cartográficos de manera
en el mayor número posible de esealas. •
exhaustiva y tiene, o está en proceso de tener, copias de los materiales cartográfi-
Desde este objetivo siempre inalcanzable de exhaustividad resulta eficaz el cos originales que no se pueden conseguir, es decir, cuya adquisición es realmente
tener a mano las diversas fuentes de información que pueden servirnos como imposible, entonces este tipo de bibliotecas puede actuar como una guía para
herramientas esenciales en la búsqueda y obtención de cualquier mapa, sea cual otras bibliotecas respecto a estos materiales en particular.
sea su clase. Estas fuentes de información respecto a los mapas pueden ser dividi- La gran dificultad que se plantea a la hora de adquirir los mapas que van a
das en cinco categorías: pasar a formar parte de la colección está en el frecuente desconocimiento por
PRIMERA PARTE VI. PLANIFICACIÓN DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES [183]
[182]

parte del personal bibliotecario respecto a los organisnios o firmas comerciales gos, historiadores, planificadores, etcétera) las fotografías aéreas constitu-
que elaboran dicho material. Resulta evidente señalar que el procedimiento más yen materiales esenciales y de enorme utilidad;
normal de incorporación de los mapas a la colección es la adquisición. — otro tanto podríamos decir acerca de la cartografía digital, en el caso de
Un tipo de material cartográfico que genera una enorme cantidad de difi- que exista referida a la zona objeto de atención;
cultades a la hora de su adquisición es, indudablemente, el referido a la carto- — conviene también tener en cuenta los materiales textuales publicados res-
grafía antigua, de siglos pasados. Resulta evidente que se pueden aplicar a los pecto al área objeto de estudio en los materiales cartográficos; nos referi-
mapas antiguos las mismas consideraciones pertinentes al caso de los códices mos aquí a los materiales que se publican anexos y referidos a los procesos
y demás materiales antiguos: la dificultad a la hora de comprarlos, cuando cartográficos, a la bibliografía de los materiales cartográficos de la zona,
ocasionalmente aparecen en el mercado, a veces resulta insalvable para los en el caso de que exista y, si procede, a la 'historia de la cartografía en el
centros documentarios. área objeto del trabajo.
Entre los principios básicos que habría que tener en cuenta a la hora de for-
mar, mantener, acrecentar o mejorar la colección de materiales cartográficos, se 4.6.3. LOS MATERIALES FOTOGRÁFICOS
podrían señalar:
Digamos de entrada algo por demás ciertamente evidente: con la llegada de la
— la cobertura geográfica de los materiales en cuestión; digitalización la fotografía no solo no desaparece sino que alcanza un poder, una
— la recopilación de mapas con las diversas escalas en que hayan ido apa- difusión y generalización como nunca hasta ahora; solo que, obviamente, en este
reciendo, sin eh xcluir absolutamente ninguna por el hecho de que sea muy caso estamos hablando de fotografía... digital.
pequeña o excepcionalmente grande; Pero aquí nos vamos a referir a la fotografía analógica, a «la de siempre». La
— la recopilación no solo de los mapas que aparecen esencialmente como razón es elemental: la fotografía digital no es sino una más de las diversas varian-
tales, sino de todos aquellos (turísticos, de lugares más o menos curiosos, tes del amplio mundo de los materiales digitales y estos representan toda una
etcétera) en los que su valor esencial consiste en ser una herramienta infor- serie de nuevas cuestiones y problemas a los que hacer frente desde la perspectiva
mativa y no un instrumento realmente cartográfico; de los centros documentarios.
— la recopilación, obviamente en las zonas costeras, de las cartas náuticas; No es momento de ahondar en aspectos ya obvios respecto a los materiales
— la recopilación también de los modelos en relieve que se hayan elaborado fotográficos, tales como su importancia histórica, su valor como documentación
sobre la zona de que se trate; en un enorme grupo de materias (todas, sin exclusión, podríamos decir sin exa-
— el uso, por motivos de conservación y seguridad, de fotocopias, microfor- geraciones):
mas o soportes digitales de los mapas originales; en aquellos casos en que Tal vez sí resulte procedente destacar que es la fotografía en sí misma conside-
el formato original no está disponible, el centro puede, si su presupuesto rada lo que con el tiempo se ha ido convirtiendo, per se, en todo un campo de
se lo permite, adquirir microformas, fotocopias, facsímiles o cualquier otra estudio y trabajo para los centros documentarios, de modo que una foto de los
forma de reproducción. Frecuentemente estos materiales proporcionan ac- años veinte del pasado siglo, por citar un caso, es importante no solo por el tema
ceso a importantes ítems y colecciones ubicadas en bibliotecas y archivos retratado, sino como ejemplo auténtico de la evolución de las técnicas fotográfi-
no solo nacionales sino incluso de carácter internacional y universal; cas, de las máquinas y materiales usados, etcétera.
— la recopilación, siempre que ello sea posible, de fotografías aéreas: estos Por todas estas razones consideramos que son un material digno de ser tenido
materiales suelen ser de elevado precio, por lo que no es normal que la en cuenta en cualquier centro documentario, aunque donde posiblemente alcan-
rdayoría de los centros documentarios puedan acceder a ellos; no obstante, zan su más alto valor es en los centros dedicados a la Conservación y salvaguarda
para una amplia gama de investigadores (arquitectos, geógrafos y geólo- de materiales documentarios, tales como las secciones de tema local-de las biblio-
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PRIMERA PARTE VI. PLANIFICACIÓN DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES (185]

tecas, los organismos de conservación de materiales históricos como los archivos de la historia. A este respecto, piénsese en lo que ya ocurrió con las más que vene-
y museos, etcétera. rables placas fotográficas de cristal, con el cine mudo, con la fotografía solo en
blanco y negro... Vanidad de vanidades, que dijeron las Escrituras.
4.6.4. Los MEDIOS AUDIOVISUALES
4.6.5. Los MATERIALES ELECTRÓNICOS Y DIGITALES
Como definición elemental, poco discutible y generalmente aceptada, pode-
mos decir que audiovisual es 'todo material que requiere de algún tipo de apara- Desde el enfoque de materiales de la colección, nos limitamos a señalar las
to o máquina para que pueda ser utilizado en el centro documentario'. Nada más características esenciales de estos materiales, a sabiendas de que en esta monogra-
afirmar esto, procede señalar que los materiales informáticos, producto de las fía se les dedica todo un capítulo.
tecnologías de la información y comunicación, las TIC, no forman parte obvia- Cuando hablamos de materiales electrónicos o de materiales digitales, como
mente de los llamados medios audiovisuales o, más en corto, AV. se va imponiendó en la terminología actual al uso, nos referimos a tres clases de
Así mismo, resulta procedente aclarar el porqué de tratar de los dichos medios materiales:
audiovisuales cuando estos están siendo sustituidos de modo general por los lla-
mados multimedia, que en buena parte son los AV de siempre, solo 4ue potencial- — los soportes magnéticos: programas en disquete, disco duro ó banda mag-
mente muy mejorados con la aparición de los procesos de digitalización. nética;
La razón, a nuestro entender, es clara: sigue habiendo numerosísimos materia- — los soportes ópticos: CD-ROM, videodisco, etcétera;
les audiovisuales en cualquier centro documentario e incluso, cuando su uso ge- — las redes, principalmente Internet."
neral haya desaparecido de dichos centros, seguirá siendo necesario para los pro-
fesionales el conocer sus técnicas de manejo y organización, ya que durante prác- De estos tres grupos, probablemente sea Internet el que más esfuerzos va a
ticamente toda la segunda mitad del siglo XX los audiovisuales ham formado par- requerir por parte del personal de los centros documentarios, de modo que cada
te, a veces esencial, de las colecciones de los citados centros. En cualquier caso, vez son más los centros que, a partir de una buena colección de materiales «tra-
también entendemos que no es preciso un tratamiento exhaustivo de ese tipo de dicionales», han ido elaborando espléndidas webs mediante las cuales hacen ac-
materiales, unos materiales que, como venimos diciendo, van perdiendo cada vez cesibles esos materiales a cualquier usuario que desee llegar hasta ellos, con total
más su valor como materiales actuales para consulta al tiempo que poco a poco independencia de la ubicación «real» de dichos usuarios. Esto conlleva, así mis-
van adquiriendo la calidad de medios «para la historia». mo, que el personal de los centros documentarios debe, ineludiblemente, prepa-
En lo esencial de los medios audiovisuales está el hecho de que se componen rarse para la recogida, catalogación, clasificación y organización de unos mate-
de un equipo (máquinas) y de unos programas (el material de paso) qué constitu- riales, los procedentes de Internet, que a buen seguro van a ir siendo cada vez más
yen el elemento que conlleva la información y, en consecuencia, ésI el que real- demandados.
mente nos interesa. No obstante —lo que resulta de pura lógica, poiotra parte—, Desde la perspectiva de los centros documentarios, Internet se presta a un
el material de paso no es nada sin las correspondientes máqúinas. triple planteamiento:
La aparición de los procesos de digitalización ha hecho que los distintos sopor-
tes de los materiales audiovisuales (de imagen, de sonido, o de imagen y sonido si- — por una parte, permite obtener una inmensa cantidad de materiales de
multáneamente) estén siendo trasladados a los soportes digitales, por lo que los ya todo tipo de conocimientos e información;
casi venerables medios audiovisuales pierden su importancia como materiales de
consulta actual para, al mismo tiempo, ir teniendo una nueva importancia como
" Jaeller Mulles: «Les documents éleccroniques et informatiques», Le inétier de bibliothécaire, París:
materiales en los que el paso del tiempo comienza a depositar sobre ellos la pátina Éditions du Cercle de la Librairie, 1992, 153.
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PRIMERA PARTE VI. PLANIFICACIÓN DE LA COLECCIÓN DE MATERIALES [187]

— por otra, Internet se presenta corno una vía inmejorable para hacerse ver, nologías de la información y de la comunicación, de modo que sea precisamente
para estar presente al menos como hipótesis inicial ante todos los usuarios el centro documentario en general y, más específicamente dentro de estos, la bi-
de la red; blioteca la primera y esencial puerta de entrada a la tantas veces mentada socie-
en tercer lugar, y en absoluta conexión con las dos funciones anteriores, In- dad del conocimiento y de la información.
ternet hace posible que el centro documentario, mediante su web, transfor- La incorporación de los materiales obtenidos de la red y su uso más eficaz y
me a sus usuarios «reales» en «usuarios no presenciales», es decir, usuarios eficiente requiere de una serie de procesos que comienzan por la selección de
que en la distancia y desde los propios domicilios van a poder seguir hacien- aquellos de los que se supone que realmente son de interés para el trabajo de los
do uso, al menos parcialmente, de los servicios que presta cada centro. usuarios. En torno a esto es muy recomendable una actitud esencialmente crítica
y selectiva, de modo que dichos usuarios tiendan con la práctica continua a dis-
Internet es al mismo tiempo, como estamos viendo, tanto un canal esencial cernir, de entre la masa inmensa de información que Internet les presenta, aquella
para la difusión de los materiales, y principalmente de las actividades, del centro que ciertamente mejor se adapta a sus necesidades.
como una vía de acceso a todo tipo de informaciones y máteriales que pueden ir El paso siguiente respecto a esa selección de información, en el caso de que el
siendo incorporadas a cada centro documentario. centro documentario en cuestión quiera ir configurando su propio «almacén de cono-
Internet•-aparece como un gran proveedor de materiales multimedia, ya sean cimientos e información» sobre materias concretas, temas de especial interés para sus
de uso gratuito o consultables mediante pago; en cualquier caso, y sea cual sea la usuarios, o desde el punto de vista de ciertas cuestiones locales, etcétera, sería la cata-
vía de obtención de dichos materiales, Internet permite a cualquier centro la ela- logación, organización y almacenamiento de esos materiales, de modo que su uso sea
boración y mantenimiento de espléndidas colecciones de estos. Las más de las el más eficaz y cómodo para cuantos estén interesados en su consulta y manejo.
veces, los materiales que se obtienen vía Internet implican el' contar con los diver- Posiblemente, desde una perspectiva práctica —para que en los centros docu-
sos medios de almacenamiento ad hoc que permitan conservarlos. mentarios de carácter más general (especialmente las bibliotecas) se atienda a las
Ni que decir tiene que estos materiales existentes en la red plantean al centro hipotéticas necesidades de sus usuarios—, tal vez la mejor manera de organizar
una serie de cuestiones entre las que, en primer lugar, procede señalar la que se esos materiales obtenidos desde Internet sea su configuración según el esquema y
refiere a la inmensa cantidad de información a la que se puede acceder. Parece tratamiento utilizados en el caso de la realización de dosieres. El objetivo final
Una paradoja, pero no por ello deja de ser sino una realidad más que evidente: podría ser la configuración, siempre atendiendo a las características especiales de
posiblemente es tanto o mayor problema la superabundancia de información que cada centro y a sus necesidades y posibilidades, de una «biblioteca digital». Esa
la carencia de esta. Es a estas alturas un tópico referirse al crecimiento exponen- actuación, realme-nte factible según los casos, podría ir acompañada por la pues-
cial de la información de la que podemos disponer (otra cosa, y bien distinta, es ta en marcha de una auténtica «base de datos», a texto completo, respecto a
pensar que el conocimiento se multiplica con la misma rapidez: son dos cuestio- ciertos materiales que sin duda sean consideradas como importantes para la me-
nes, estas, totalmente diferentes). Pero no porque sea un tópico deja de ser cierto jor formación de todos cuantos de una u otra manera pueden beneficiarse de la
que cada vez es más difícil controlar, al menos al nivel de un usuario medio, la actuación y servicios de un buen centro documentario.
inmensa cantidad de información que nos proporciona lá red. Consecuencia di- Además, respecto a Internet y a los materiales que la biblioteca, a partir de la
recta de lo que estamos diciendo es el hecho fácilmente contrastable de la dificul- red, va a poner a disposición de sus usuarios, conviene siempre tener en cuenta
tad que para un usuario medio supone el poder encontrar aquellos materiales que que hay que disponer de ordenadores, conexiones, tarjetas gráficas y de sonido,
realmente necesita y, a continuación, el poder utilizarlos adecuadamente. impresoras, etcétera. Incluso habría que estudiar la posibilidad de suministrar a
Ni que decir tiene que cuanto acabamos de decir se conecta inmediata y total- los usuarios los disquetes necesarios para que estos puedan grabar aquellos ítems
mente con todo lo que en otra parte de esta obra hemos señalado respecto a la en los que estén realmente interesados, de modo que poco a poco cada uno vaya
alfabetización informacional, es decir, el uso eficaz y eficiente de las nuevas tec- contando con su propia colección de materiales informáticos.

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