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Análisis I. Unidad I: Números reales.

1. Números Reales.
En esta unidad introduciremos el sistema de los números reales como un campo
ordenado con la propiedad del supremo, es decir, como un campo ordenado com-
pleto. A partir de este enfoque pueden ser demostradas todas las propiedades de los
números reales. No obstante, la construcción de los números reales a partir de los
racionales mediante las cortaduras de Dedekind puede ser estudiada en la literatura
recomendada.
Los conceptos de campo y campo ordenado tienen interés algebraico propio. Es
la propiedad del supremo, que tiene un carácter no algebraico, la que distingue a los
números reales, determina la unicidad de este conjunto en el sentido de isomorfismos
entre campos ordenados y desempeña el papel más importante en los conceptos que
se estudiarán en este curso.
El sistema de los números racionales, a pesar de tener una estructura de campo
ordenado, es inadecuado en el sentido de que presenta ciertos huecos. En la antigua
Grecia los Pitagóricos descubrieron que la longitud de la diagonal de un cuadrado de
lado 1 no puede ser expresada como una razón entre números naturales: lo anterior
implica que no existe un número racional p tal que p2 = 2.
De hecho, si existiera un número racional p = m n donde m, n son números natu-
rales primos relativos, tal que p2 = 2, entonces

m2 = 2n2 .
Lo anterior implica que m2 es par y por lo tanto m es par, pues de lo contrario
m2 serı́a impar. Entonces m2 es divisible por 4, lo cual implica que n es par. Esto
contradice la suposición de que m y n son primos relativos. Lo anterior conduce a
la introducción de los llamados números irracionales que junto con los números
racionales formarı́an el conjunto de los números reales.
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1.1. Campo ordenado. Consecuencias de los axiomas de campo y


de orden.
Dado un conjunto F y dos elementos x, y ∈ F , una operación binaria sobre F
es una función que asocia al par ordenado (x, y) ∈ F × F un tercer elemento z ∈ F .
A continuación introducimos el concepto de campo y algunas de las consecuencias
de los axiomas de campo.

Definición 1.1. Un conjunto F es un campo si existen dos operaciones binarias -


adición (+) y multiplicación (·) - que cumplen las siguientes propiedades:

(F1) (commutativa) ∀x, y ∈ F x + y = y + x, x · y = y · x.

(F2) (asociativa) ∀x, y, z ∈ F (x + y) + z = x + (y + z), (x · y) · z = x · (y · z).

(F3) (distributiva) ∀x, y, z ∈ F x · (y + z) = x · y + x · z.

(F4) (existencia de los elemento neutros) Existen dos elementos especiales 0 y


1, 0 6= 1 tal que ∀x ∈ F x + 0 = x, 1 · x = x

(F5) (existencia de los inversos aditivo y multiplicativo) Dado x ∈ F , existe


un elemento −x ∈ F tal que x + (−x) = 0. Dado x ∈ F con x 6= 0, existe un
elemento x−1 ∈ F tal que x · x−1 = 1.

Ejemplo 1.1. Ejemplos de campos

a) Sea Q = {p/q | p ∈ Z, q ∈ Z, q 6= 0} el conjunto de los números racionales, con


las operaciones (p/q) + (p0 /q 0 ) = (pq 0 + p0 q)/qq 0 y (p/q) · (p0 /q 0 ) = pp0 /qq 0 es un
campo. Para este campo 0 = 0/q ∀q 6= 0, 1 = 1/1, el inverso aditivo de p/q es
−p/q y el inverso multiplicativo de p/q 6= 0 es q/p.

b) El conjunto Z2 = {0, 1} con las operaciones 0 + 1 = 1 + 0 = 1, 0 + 0 = 1 + 1 = 0,


0 · 0 = 0 · 1 = 1 · 0 = 0 y 1 · 1 = 1 es un campo. Aquı́ el inverso aditivo y el inverso
multiplicativo de cada elemento es el propio elemento.

c) Sea p un número natural primo. El conjunto Zp = {0, 1, . . . , p − 1} con las ope-


raciones x + y = (x + y) mod p, x · y = (xy) mod p, es un campo. Los elementos
neutros son 0 y 1 respectivamente.

Consecuencias de las propiedades de campo.

Teorema 1.2.

(CF1) El cero es único.

(CF2) Cada elemento de F tiene un inverso aditivo único.

(CF3) Dados a, b ∈ F , la ecuación x + a = b tiene una y solo una solución en F .

(CF4) El uno es único.

(CF5) Cada elemento de F − {0} tiene un inverso multiplicativo único.


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(CF6) Dados a ∈ F − {0}, b ∈ F , la ecuación a · x = b tiene una y solo una solución


x = b · a−1 .

(CF7) ∀x ∈ F, x · 0 = 0.

(CF8) ∀x, y ∈ F si x · y = 0 entonces x = 0 ∨ y = 0.

(CF9) ∀x ∈ F , −x = (−1) · x.

(CF10) ∀x ∈ F , (−1) · (−x) = x.

(CF11) ∀x ∈ F , (−x) · (−x) = x · x = x2 .

Demostración.

(CF2) Dado x ∈ F , sean x1 , x2 inversos aditivos de x. Entonces


(F 4) (F 5) (F 2) (F 5) (F 4)
x1 = x1 + 0 = x1 + (x + x2 ) = (x1 + x) + x2 = 0 + x2 = x2 .

(CF4) Supongamos que 11 , 12 son dos elementos neutros multiplicativos en F .


Entonces
(F 4) (F 1) (F 4)
11 = 12 · 11 = 11 · 12 = 12

(CF6) Para mostrar la unicidad de la solución de la ecuación ax = b, asumamos


que y es otra solución y mostremos que es igual a b · a−1

a · y = b =⇒ (a · y) · a−1 = b · a−1
=⇒ (y · a) · a−1 = b · a−1
=⇒ y · (a · a−1 ) = b · a−1
=⇒ y · 1 = b · a−1
=⇒ y = b · a−1

(CF8) Sea x · y = 0, x 6= 0. Por (CF6) y = 0 · x−1 = 0.

A continuación se introduce el concepto de campo ordenado y algunas consecuen-


cias de las propiedades de orden

Definición 1.3. Un campo ordenado es un campo F , en el cual se distingue un


subconjunto P ⊂ F , llamado conjunto de los elementos positivos de F , que satisface
las siguientes propiedades:

(O1) ∀x, y ∈ P se cumple que x + y ∈ P, x · y ∈ P .

(O2) Dado x ∈ F sólo una de las siguientes alternativas tiene lugar:

x = 0, x ∈ P, −x ∈ P
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Los elementos x ∈ F , tales que (−x) ∈ P serán llamados elementos negativos.


Para x, y ∈ F las expresiones x > y, y < x, significarán que x + (−y) ∈ P . En
particular, la expresión x > 0 significará que x es positivo. De igual manera, la
expresión x < 0 significará que x es negativo. La relación x < y ∨ x = y se escribirá
como x ≤ y. La condición (O2) se denomina Propiedad de Tricotomı́a.

Ejemplo 1.2. Ejemplos de campos ordenados

a) Sea Q = {p/q | p ∈ Z, q ∈ Z, q 6= 0} el campo de los números racionales. Veamos


que P = Q+ = {p/q | p ∈ N, q ∈ N} ⊂ Q cumple con los axiomas de orden.
Entonces Q es un campo ordenado.

b) El campo Z2 = {0, 1} con las operaciones introducidas no es ordenado. Notemos


que en este caso necesariamente P = {1}, sin embargo 1 + 1 = 0 ∈/ P , por tanto
no se cumple O1.

Consecuencias de las propiedades de orden.

Teorema 1.4.

(CO1) Si a > b y b > c, entonces a > c.

(CO2) Si a > b, entonces a + c > b + c.

(CO3) Si a > b y c > 0, entonces ca > cb. Si c < 0, entonces ca < cb.

(CO4) Si a ∈ F y a 6= 0, entonces a · a = a2 > 0.

(CO5) 1 > 0.

Demostración.

1. (CO1) Si a − b ∈ P y b − c ∈ P entonces (a − b) + (b − c) = a − c ∈ P , es decir,


a > c.

2. (CO2) Si a − b ∈ P y c ∈ P entonces (a + c) − (b + c) = a − b ∈ P , es decir,


a + c > b + c.

3. (CO3) Si a − b ∈ P y c ∈ P entonces ca − cb = c (a − b) ∈ P . Por otra parte,


si c < 0, −c ∈ P . Entonces cb − ca = (−c)(a − b) ∈ P , es decir, ca < cb.

4. (CO4) Si a ∈ P , por la propiedad (CO3) a · a = a2 ∈ P . Si −a ∈ P , entonces


por (CO3) a2 = (−a)(−a) ∈ P .

5. (CO5) Por la propiedad (CO4), 1 = 12 > 0

La relación de orden permite definir el valor absoluto:


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Definición 1.5. Sea F un cuerpo ordenado, x ∈ F . El valor absoluto de x, denotado


por |x|, se define como 
x
 if x > 0
|x| = 0 if x = 0

−x if x < 0

Propiedades del valor absoluto

Teorema 1.6. Sea F un cuerpo ordenado y x, y ∈ F .

1. −|x| ≤ x ≤ |x|

2. Desigualdad triangular: |x + y| ≤ |x| + |y|

3. |xy| = |x||y|

Demostración.

1. De la definición de valor absoluto tenemos que si y > 0, la expresión |x| ≤ y


es equivalente a la expresión −y ≤ x ≤ y. Tomando y = |x| se obtiene la
propiedad.

2. De lo anterior tenemos que −|x| ≤ x ≤ |x| y −|y| ≤ y ≤ |y|. Sumando ambas


desigualdades obtenemos − (|x| + |y|) ≤ x + y ≤ |x| + |y| lo que equivale a la
desigualdad |x + y| ≤ |x| + |y|.

3. Asumimos que x 6= 0 y y 6= 0. Si x > 0, y > 0 entonces |xy| = xy = |x||y|. Si


x > 0, y < 0, entonces xy < 0 y por tanto |xy| = −xy = x(−y) = |x||y|. Los
dos casos restantes se demuestran de forma similar.
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1.2. Propiedad del supremo. Los números reales como un cuerpo


ordenado completo.
Definición 1.7. Sea F un campo ordenado, S ⊂ F no vacı́o.

1. Se dice que S es acotado superiormente si existe v ∈ F tal que s ≤ v para todo


s ∈ S. v se denomina cota superior de S.

2. Se dice que S es acotado inferiormente si existe v ∈ F tal que s ≥ v para todo


s ∈ S. v se denomina cota inferior de S.

3. Se dice que S es acotado si es acotado inferiormente y superiormente.

Ahora introduciremos el concepto de supremo de un conjunto de un campo or-


denado.

Definición 1.8. Sea F un campo ordenado, S ⊂ F no vacı́o y acotado superiormen-


te. Se dice que u ∈ F es el supremo de S y se denota u = sup {S} si

(U1) u es cota superior de S.

(U2) Para toda cota superior v de S, se tiene que u ≤ v.

La condición U 2 significa que el supremo es la menor de las cotas superiores de S.


Esta condición es equivalente a las siguientes formulaciones:
(U2’) Si w < u, entonces existe s ∈ S tal que w < s ≤ u.
(U2”) Para todo  ∈ F , con  > 0, existe s ∈ S tal que u −  < s ≤ u.

De manera similar se define el ı́nfimo de un subconjunto de F .

Definición 1.9. Sea F un campo ordenado, S ⊂ F no vacı́o y acotado inferiormente.


Se dice que l ∈ F es el ı́nfimo de S y se denota l = ı́nf {S} si

(L1) l es cota inferior de S.

(L2) Para toda cota inferior v de S, se tiene que l ≥ v.

La condición L2 significa que el ı́nfimo es la mayor de las cotas inferiores de S. Esta


condición es equivalente a las siguientes formulaciones:
(L2’) Si w > l, entonces existe s ∈ S tal que w > s ≥ l.
(L2”) Para todo  ∈ F , con  > 0, existe s ∈ S tal que l +  > s ≥ l.

Ejemplo 1.3. Recordemos que Q es un campo ordenado. Veamos que no todo sub-
conjunto de Q, acotado superiormente, tiene supremo en Q y que no todo subconjunto
de Q, acotado inferiormente, tiene ı́nfimo en Q. Sea

A = {p ∈ Q : p > 0, p2 < 2}
B = {p ∈ Q : p > 0, p2 > 2}

Notemos que si p ∈ A y q ∈ B, entonces q 2 − p2 = (q − p) (q + p) > 0. Por lo tanto,


p < q lo que significa que todo elemento de B es cota superior de A y cada elemento
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de A es cota inferior de B.
Mostremos que A no contiene un valor máximo, es decir, que para todo p ∈ A existe
q ∈ A tal que p < q. De hecho, el número racional

p2 − 2 2p + 2
q =p− =
p+2 p+2
es tal que q > p y
2 p2 − 2

2
q −2= < 0.
(p + 2)2
De igual forma B no contiene un valor mı́nimo, es decir, que para todo p ∈ B existe
q ∈ B tal que q < p. De hecho el número racional

p2 − 2 2p + 2
q =p− =
p+2 p+2
es tal que p < q y
2 p2 − 2

2
q −2= > 0.
(p + 2)2
Lo anterior significa que ningún número de A ni de B es supremo de A y como no
existe ningún número racional p tal que p2 = 2 concluimos que A no tiene supremo
en Q. De igual manera se concluye que B no tiene ı́nfimo en Q.

A continuación se define la propiedad del supremo que nos permitirá introducir


el sistema de los números reales como un campo ordenado completo.

Definición 1.10. Se dice que un campo ordenado F posee la propiedad del supremo
si para todo S ⊂ F , con S no vacı́o y acotado superiormente existe sup {S} ∈ F .

Notemos que de acuerdo al ejemplo anterior, el campo de los números racionales


no posee la propiedad del supremo.
De manera similar podemos definir la propiedad del ı́nfimo:

Definición 1.11. Se dice que un campo ordenado F posee la propiedad del ı́nfimo
si para todo S ⊂ F , con S no vacı́o y acotado inferiormente existe ı́nf {S} ∈ F .

El siguiente teorema establece que ambas definiciones son equivalentes.

Teorema 1.12. Un campo ordenado F posee la propiedad del supremo si y solo si


F posee la propiedad del ı́nfimo.

Demostración. Supongamos que F posee la propiedad del supremo y que S ⊂ F


es acotado inferiormente. Notemos que si u es cota inferior de S, entonces −u es
cota superior del conjunto S 0 = {−s : s ∈ S}. Por la propiedad del supremo existe
u0 = sup {S 0 } ∈ F . Es fácil ver que −u0 = ı́nf {S} ∈ F . La otra implicación se
demuestra de forma similar.

Definición 1.13. Se dice que un campo ordenado F es completo si posee la propiedad


del supremo.
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Podemos enunciar entonces el teorema de existencia del campo de los números


reales.

Teorema 1.14. Existe un campo ordenado completo R denominado el campo de los


números reales. Además, R contiene a Q como subcampo ordenado.

La demostración de este teorema consiste en la construcción de R a partir de Q y


puede consultarse en el apéndice del capı́tulo 1 del libro Principles of Mathematical
Analysis de Walter Rudin.

Estudiaremos a continuación algunos ejemplos de la aplicación de la propiedad


del supremo.

Ejemplo 1.4.

1. Sean A y B subconjuntos no vacı́os de R tales que a ≤ b para todo a ∈ A y todo


b ∈ B. Entonces cada elemento de B es cota superior de A y por la propiedad
del supremo existe sup {A}. Además, sup {A} ≤ b para todo b ∈ B. Lo anterior
implica que sup {A} es una cota inferior de B y por lo tanto existe ı́nf {B} tal
que sup {A} ≤ ı́nf {B}.

2. Sea S ⊂ R, no vacı́o y acotado superiormente y sea a ∈ R. Se define el conjunto

a + S = {a + s : s ∈ S}.

Mostremos que sup {a + S} = a + sup {S}.


Como S es acotado superiormente, por la propiedad del supremo existe u =
sup {S}. Entonces, para todo s ∈ S se tiene que s ≤ u, de donde a + s ≤ a + u,
es decir, a + u es una cota superior del conjunto a + S. Además, para todo
 > 0 existe s ∈ S tal que u −  < s ≤ u. De lo anterior se sigue que
a + u −  < a + s ≤ a + u lo que implica que a + u = sup {a + S}.
De manera similar se prueba que ı́nf {a + S} = a + ı́nf {S}

3. Sea S ⊂ R, no vacı́o y acotado, a > 0 y

aS = {as : s ∈ S}.

Mostremos que ı́nf {aS} = aı́nf S y sup {aS} = a sup {S}.


Como S es acotado inferiormente, por la propiedad del ı́nfimo existe l =
ı́nf {S}. Entonces, para todo s ∈ S se tiene que s ≥ l y como a > 0 se si-
gue que as ≥ al, es decir, al es una cota inferior del conjunto aS. Además,
para todo  > 0 existe s ∈ S tal que l ≤ s < l + a . De lo anterior se sigue que
al ≤ as < al +  lo que implica que al = ı́nf {aS}.
De manera similar se prueba que sup {aS} = a sup {S}
Análisis I. Unidad I: Números reales. 9

4. Sea S ⊂ R, no vacı́o y acotado, b < 0 y


bS = {bs : s ∈ S}.
Mostremos que ı́nf {bS} = b sup {S} y sup {bS} = bı́nf {S}.
Como S es acotado superiormente, por la propiedad del supremo existe u =
sup {S}. Entonces, para todo s ∈ S se tiene que s ≤ u y como b < 0 se sigue
que bs ≥ bu, es decir, bu es una cota inferior del conjunto bS. Además, para

todo  > 0 existe s ∈ S tal que u − (−b) < s ≤ u. De lo anterior se sigue que
bu ≤ bs < bu +  lo que implica que bu = ı́nf {bS}.
De manera similar se prueba que sup {bS} = bı́nf {S}
5. Sean A y B subconjuntos no vacı́os y acotados de R y
A + B = {a + b : a ∈ A, b ∈ B}.
Mostremos que sup {A + B} = sup A + sup {B} y ı́nf {A + B} = ı́nf {A} +
ı́nf {B}.
Por la propiedad del supremo existe uA = sup {A} y uB = sup {B}. Entonces
para todo a + b ∈ A + B tenemos que a + b ≤ uA + uB lo que significa que
uA + uB es una cota superior del conjunto A + B. Además, dado  > 0, existen
a ∈ A y b ∈ B tales que

uA − < a ≤ uA
2

uB − < b ≤ uB
2
Sumando ambas desigualdades obtenemos que uA + uB −  < a + b ≤ uA + uB
lo que implica que uA + uB = sup {A + B}.
De manera similar se prueba que ı́nf {A + B} = ı́nf {A} + ı́nf {B}.
Ejemplo 1.5. Sea D ⊆ R y f : D → R una función. Se dice que f es acotada supe-
riormente (inferiormente) sobre D si el conjunto f (D) = {f (x) : x ∈ D} es acotado
superiormente (inferiormente). Una función es acotada si es acotada superior e in-
feriormente. Esto es equivalente a decir que existe M > 0 tal que |f (x)| < M para
todo x ∈ D.
1. Sean f : D → R y g : D → R funciones acotadas tales que f (x) ≤ g(x)
para cada x ∈ D. Mostremos que supx∈D {f } ≤ supx∈D {g} y ı́nf x∈D {f } ≤
ı́nf x∈D {g}.
Para todo x ∈ D tenemos que f (x) ≤ g(x) ≤ supx∈D {g}, por lo tanto
supx∈D {f } ≤ supx∈D {g}. La desigualdad ı́nf x∈D {f } ≤ ı́nf x∈D {g} se demues-
tra de forma similar.
2. Notemos que del hecho que f (x) ≤ g(x) para cada x ∈ D no se deduce la
relación entre sup {f } y ı́nf {g}. Si tomamos D = {x ∈ R : 0 ≤ x ≤ 1},
f (x) = x2 y g(x) = x tenemos que sup {f } = 1 > ı́nf {g} = 0.
3. Si f (x) ≤ g(y) para todo x, y ∈ D entonces sup {f } ≤ ı́nf {g} en virtud del
inciso 1 del ejemplo anterior.
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1.3. Propiedad Arquimediana. Densidad de Q en R.


La propiedad Arquimediana establece que el conjunto de los números naturales
N, como subconjunto de R, no está acotado superiormente. Esto es consecuencia de
la propiedad del supremo y de la propiedad inductiva de los números naturales, es
decir, que n ∈ N implica que n + 1 ∈ N.

Teorema 1.15. (Propiedad Arquimediana) Para todo x ∈ R existe nx ∈ N tal que


x ≤ nx .

Demostración. Supongamos que existe x ∈ R tal que para todo n ∈ N, se tiene


que n < x. Entonces x es cota superior de N y por la propiedad del supremo existe
u = sup N ∈ R. Lo anterior implica que existe m ∈ N tal que u − 1 < m ≤ u, de
donde se obtiene que m + 1 > u. Como m + 1 ∈ N obtenemos que u no es cota
superior de N.

Corolario 1.16. Sea S = { n1 : n ∈ N}. Entonces ı́nf {S} = 0.

Demostración. Notemos que para todo n ∈ N, se tiene que n1 > 0, es decir, 0 es cota
inferior de S. Por la propiedad Arquimediana, para todo  > 0, existe n ∈ N tal que
1
 < n, lo cual implica que
1
0 < < ,
n
entonces ı́nf {S} = 0.

Corolario 1.17. Para todo número real y > 0, existe ny ∈ N tal que ny −1 ≤ y < ny .

Demostración. Por la propiedad Arquimediana el siguiente subconjunto de números


naturales es no vacı́o:
Ey = {m ∈ N : y < m}
Por el principio del Buen Orden existe ny = mı́n Ey y por lo tanto ny − 1 ∈
/ Ey . Lo
anterior implica que ny − 1 ≤ y < ny .

Veamos algunos ejemplos de la aplicación de la propiedad Arquimediana:

Ejemplo 1.6.

1. Sea S = { n1 − m1
: n, m ∈ N}. Mostremos que sup {S} = 1. Es fácil ver que 1
es cota superior de S. Por la propiedad Arquimediana, para todo  > 0, existe
n tal que n1 < . Entonces

1
1−<1− < 1.
n

Como 1 − n1 ∈ S, entonces sup {S} = 1. De igual forma se muestra que


ı́nf {S} = −1.
Análisis I. Unidad I: Números reales. 11

2. Hallemos el supremo y el ı́nfimo del siguiente conjunto:


 
1
S = 1− n : n∈N .
2
Como 0 < 21n ≤ 12 para todo n natural, tenemos que 21 y 1 son cotas inferior y
superior respectivamente de S. Como 12 ∈ S, entonces ı́nf {S} = 12 .
Por la propiedad Arquimediana tenemos que para todo  > 0, existe m natural
1
tal que m < . Por otra parte, para todo m natural, existe n también natural
tal que 2n > m, lo que implica que 21n < m
1
< . Se sigue que
1
1−<1− <1
2n
y por lo tanto sup {S} = 1.
Se habı́a probado anteriormente que no existe ningún número racional tal que
su cuadrado sea 2. A continuación probaremos que existe un número real con esta
propiedad. Esto significa que el conjunto de los números reales que no son racionales
es no vacı́o. Este conjunto lo llamaremos conjunto de los números irracionales y se
denotará por I. Ası́ I = R − Q 6= ∅.
Teorema 1.18. Existe un número real positivo x tal que x2 = 2.
Demostración. Sea S = {s ∈ R : s ≥ 0, s2 < 2}. Como 1 ∈ S entonces S 6= ∅. Ade-
más notemos que si t > 2 entonces t2 > 4 y por lo tanto t ∈
/ S. Lo anterior significa
que para todo s ∈ S, s ≤ 2, es decir, que S es un conjunto acotado superiormente.
Por la propiedad del supremo existe x = sup {S}.
Mostremos que x2 = 2.
Supongamos que x2 < 2. Sea n ∈ N, entonces

1 2
 
1 1 1 1 1
x+ = x2 + 2x + 2 ≤ x2 + 2x + = x2 + (2x + 1) .
n n n n n n
Por la propiedad Arquimediana, existe nx natural tal que 0 < 2x+1
2−x2
< nx .
Entonces
1 2 2 − x2
 
1
x+ ≤ x2 + (2x + 1) < x2 + (2x + 1) = 2.
nx nx 2x + 1
 
Por lo anterior x + n1x ∈ S lo que contradice el hecho de que x = sup {S}.

Supongamos ahora que x2 > 2. Entonces

1 2
 
1 1 1
x− = x2 − 2x + 2 > x2 − 2x .
n n n n
2x
Por la propiedad Arquimediana, existe nx natural tal que 0 < x2 −2
< nx .
Entonces
1 2 x2 − 2
 
1
x− > x2 − 2x > x2 − 2x = 2.
nx nx 2x
Análisis I. Unidad I: Números reales. 12

 
1
Por lo anterior x − nx es cota superior de S lo que contradice el hecho de
que x = sup {S}.

Se concluye que x2 = 2.

Es fácil modificar la demostración del teorema anterior para probar que para
todo número real a > 0, existe un único número real b tal que b2 = a. Este número
√ 1
real se denomina raı́z cuadrada positiva de a y se denota b = a o b = a 2 .

Se sabe que el conjunto de los números racionales es numerable. Más adelante


mostraremos que el conjunto de los números reales no es numerable lo que implica
que el conjunto de los irracionales tampoco es numerable. No obstante, el conjunto
de los números racionales es denso en R en el sentido de que dados dos números
reales cualesquiera, existe un número racional entre ellos.

Teorema 1.19. (Densidad de Q en R). Sean x, y ∈ R con x < y. Entonces existe


r ∈ Q tal que x < r < y.

Demostración. Sin pérdida de generalidad supongamos que x > 0. Como y − x > 0,


por la propiedad Arquimediana existe n ∈ N tal que n1 < y − x y por lo tanto
nx + 1 < ny. Por otra parte, como nx > 0, por el corolario 1.17 existe m ∈ N tal que
m − 1 ≤ nx < m. De estas dos desigualdades obtenemos

nx < m ≤ nx + 1 < ny

de donde
m
x<< y.
n
m
Tomando r = n el teorema queda demostrado.

Se tiene también que el conjunto de los irracionales es denso en R.

Corolario 1.20. (Densidad de I en R) Sean x, y ∈ R con x < y. Entonces existe


z ∈ I tal que x < z < y.

Demostración. Aplicando el Teorema 1.19 con los números reales √x2 < √y2 tenemos
√ √
que existe r ∈ Q tal que √x2 < r < √y2 y por lo tanto x < r 2 < y y z = r 2 ∈ I.

Ejemplo 1.7. Sea u ∈ R con u > 0. Siguiendo la demostración del corolario anterior
es fácil mostrar que el conjunto {ru : r ∈ Q} es denso en R.
Análisis I. Unidad I: Números reales. 13

1.4. Propiedad de los intervalos encajados. No numerabilidad de R.


En esta sección estudiaremos subconjuntos especiales de números reales llamados
intervalos y la propiedad de los intervalos encajados. Esta propiedad nos permitirá
demostrar la no numerabilidad de R.
Definición 1.21. Sean a, b ∈ R con a < b. Se definen los siguientes subconjuntos de
R llamados intervalos
[a, b] = {x ∈ R : a ≤ x ≤ b} Intervalo cerrado acotado
(a, b) = {x ∈ R : a < x < b} Intervalo abierto acotado
(a, b] = {x ∈ R : a < x ≤ b} Intervalo semiabierto acotado
[a, b) = {x ∈ R : a ≤ x < b} Intervalo semiabierto acotado
[a, +∞) = {x ∈ R : a ≤ x} Intervalo cerrado no acotado
(−∞, b] = {x ∈ R : x ≤ b} Intervalo cerrado no acotado
(a, +∞) = {x ∈ R : a < x} Intervalo abierto no acotado
(−∞, b) = {x ∈ R : x < b} Intervalo abierto no acotado
En el caso de los intervalos acotados, |a − b| se denomina longitud del intervalo.
Si a = b, el intervalo (a, a) = ∅ mientras que el intervalo [a, a] = {a} se reduce a un
único elemento y se denomina intervalo degenerado.

Es útil imaginar el conjunto R como una recta y los números reales como puntos
de la recta. Ası́, la relación x < y significa que el punto x está a la izquierda del punto
y, los intervalos son segmentos de recta y |x − y| es la distancia entre el punto x y el
punto y. Además, notemos que la expresión |x − a| < δ significa que x pertenece al
intervalo abierto (a − δ, a + δ) y la expresión |x − a| ≤ δ significa que x pertenece al
intervalo cerrado [a − δ, a + δ] .

Sea I un intervalo. Es fácil ver si x, y ∈ I y x < y entonces [x, y] ⊆ I. Mostraremos


a continuación que todo subconjunto de R que posee esta propiedad es un intervalo.
Teorema 1.22. (Caracterización de los intervalos) Sea S un subconjunto de R con
al menos dos puntos tal que para todo par de números x, y ∈ S, con x < y se tiene
que el intervalo cerrado y acotado [x, y] ⊆ S. Entonces S es un intervalo.
Demostración. Demostraremos la afirmación para cada uno de los siguientes casos:
S acotado, S acotado inferiormente pero no superiormente, S acotado superiormente
pero no inferiormente y por último S no es acotado ni inferiormente ni superiormente.
1. Sea S acotado, a = ı́nf {S} y b = sup {S}. Entonces S ⊆ [a, b]. Sea ahora z tal
que a < z < b. Como z no es cota inferior de S, existe x ∈ S tal que x < z.
Por otra parte, como z no es cota superior de S, existe y ∈ S tal que z < y.
Por la hipótesis, [x, y] ⊆ S y por lo tanto z ∈ S. Como z es arbitrario, entonces
(a, b) ⊆ S. Ası́, (a, b) ⊆ S ⊆ [a, b]. Esto implica que tenemos las siguientes
opciones:
a ∈ S, b ∈ S ⇒ S = [a, b]
a∈/ S, b ∈ S ⇒ S = (a, b]
a ∈ S, b ∈
/ S ⇒ S = [a, b)
a∈/ S, b ∈
/ S ⇒ S = (a, b)
Análisis I. Unidad I: Números reales. 14

2. Sea S acotado inferiormente pero no superiormente y a = ı́nf {S}. Entonces


S ⊆ [a, +∞). Sea z tal que z > a. Como z no es cota inferior de S, existe
x ∈ S tal que x < z y como S no es acotado superiormente existe y ∈ S tal que
z < y. Por hipótesis [x, y] ⊆ S y por lo tanto z ∈ S. Como z ∈ (a, +∞) y z es
arbitrario, lo anterior implica que (a, +∞) ⊆ S ⊆ [a, +∞). tenemos entonces
las siguientes opciones:

a ∈ S ⇒ S = [a, +∞)
a∈/ S ⇒ S = (a, +∞)

Se deja al lector la demostración de los restantes dos casos.

Definición 1.23. Sea {In }n∈N una secuencia de intervalos. Se dice que {In } es una
secuencia de intervalos anidados o encajados si

I1 ⊇ I2 ⊇ I3 ⊇ · · · ⊇ In ⊇ In+1 · · ·

Ejemplo 1.8.

1. Sea In = 0, n1 con n ∈ N. Evidentemente esta secuencia es una secuencia de


 

intervalos encajados. Notemos que 0 ∈ In para todo n ∈ N. Probemos que 0 es


el único número común a todos los intervalos In , es decir, ∩∞
n=1 In = {0}.
Supongamos que existe x > 0 tal que x ∈ ∩∞ n=1 In . Por la propiedad Arquime-
diana, existe nx natural tal que x1 < nx . Esto significa que x > n1x y por lo
tanto x ∈/ Inx , x ∈
/ Inx +1 , . . .

2. Sea Jn = 0, n1 con n ∈ N. Evidentemente esta secuencia es también una se-




cuencia de intervalos encajados. El desarrollo mostrado en el ejemplo anterior


indica que no existe un número real común a todos los intervalos Jn , es decir,
∩∞n=1 Jn = ∅.

El ejemplo anterior muestra que en general, una secuencia de intervalos encajados


no necesariamente tiene intersección no vacı́a. Sin embargo, esta propiedad la poseen
las secuencias de intervalos encajados, cerrados y acotados.

Teorema 1.24. (Propiedad de los intervalos encajados) Sea In = [an , bn ], con n ∈ N,


una secuencia de intervalos encajados, cerrados y acotados. Entonces existe ξ ∈ R
tal que ξ ∈ In para todo n ∈ N.

Demostración. Como In ⊆ I1 para todo n ∈ N, se tiene que an ≤ b1 para todo n ∈ N.


Entonces el conjunto A = {an : n ∈ N} es acotado superiormente. Sea ξ = sup {A}.
Evidentemente an ≤ ξ para todo n ∈ N.
Mostremos ahora que para todo n, bn es una cota superior de A. Fijemos n y sea
k natural tal que n ≤ k. Entonces In ⊇ Ik lo que implica que ak ≤ bk ≤ bn . Si ahora
k < n, entonces Ik ⊇ In lo que implica que ak ≤ an ≤ bn . Es decir, que para todo k
natural, ak ≤ bn y por lo tanto bn es cota superior del conjunto A. Se tiene entonces
que an ≤ ξ ≤ bn para todo n ∈ N.
Análisis I. Unidad I: Números reales. 15

El teorema anterior establece bajo qué condiciones una secuencia de intervalos


encajados posee intersección no vacı́a. A continuación estableceremos las condiciones
para que esa intersección esté formada por un único número real.

Teorema 1.25. Sea In = [an , bn ], con n ∈ N, una secuencia de intervalos encajados,


cerrados y acotados tal que

ı́nf {bn − an : n ∈ N} = 0.

Entonces existe un único número real ξ tal que ξ ∈ In para todo n ∈ N.

Demostración. Como In ⊆ I1 para todo n ∈ N, se tiene que bn ≥ a1 para todo


n ∈ N. Entonces el conjunto B = {bn : n ∈ N} es acotado inferiormente. Sea
η = ı́nf {B}. Siguiendo un procedimiento similar al empleado en la demostración
del teorema anterior, se obtiene que an ≤ η ≤ bn para todo n ∈ N. Además, como
an ≤ bk para todo par n, k ∈ N se sigue que ξ ≤ η. Es fácil ver que si x < ξ o x > η
/ ∩∞
entonces x ∈ n=1 In .
Como ı́nf {bn − an : n ∈ N} = 0, para todo  > 0 existe nx natural tal que
0 ≤ bnx − anx < . Como anx ≤ ξ ≤ η ≤ bnx , se tiene que

0 ≤ η − ξ ≤ bnx − anx < 

para todo  > 0. Por lo anterior, η − ξ = 0.

Mostraremos ahora que el conjunto de los números reales no es numerable.

Teorema 1.26. R no es numerable.

Demostración. Mostraremos que el intervalo [0, 1] no es numerable. Esto implica que


R no es numerable, pues de lo contrario todos sus subconjuntos serı́an numerables.
Supongamos que I = [0, 1] es numerable, es decir, que I = {x1 , x2 , . . . , xn . . .}.
Sea I1 un intervalo cerrado y acotado tal que x1 ∈ / I1 y I1 ⊆ I. Sea I2 un intervalo
cerrado y acotado tal que x2 ∈ / I2 y I2 ⊆ I1 . Continuamos este procedimiento de
modo que In es un intervalo cerrado y acotado tal que In ⊆ In−1 y xn ∈ / In . De esta
manera se obtiene una secuencia de intervalos encajados, cerrados y acotados. Por
el Teorema 1.24 existe ξ ∈ In para todo n ∈ N y ξ ∈ I. Sin embargo, ξ 6= xn para
todo n ∈ N, lo que es una contradicción.
Análisis I. Unidad I: Números reales. 16

1.5. Representaciones binaria y decimal de los números reales.


En esta sección estudiaremos las representaciones binaria y decimal de los núme-
ros reales. Esto permitirá dar otra prueba de la no numerabilidad de R mediante el
método de la diagonal de Cantor. Será suficiente considerar el subconjunto de núme-
ros reales [0 , 1], pues la represeción de cualquier otro número real se puede obtener
sumando un número entero.
Sea x ∈ [0 , 1]. Como consecuencia del proceso de bisección que se describe a
continuación, se puede asociar a x una secuencia de {an }n∈N tal que an ∈ {0, 1}.

Paso 1: Se biseca el intervalo [0 , 1].


1 1 1
Si x 6= 2 entonces a1 = 0 si 0 ≤ x < 2 y a1 = 1 si 2 < x ≤ 1.
1
Si x = 2 podemos tomar a1 = 0 o a1 = 1 indistintamente. En cualquier caso

a1 a1 + 1
≤x≤ .
2 2
a a1 +1

Paso 2: Se biseca el intervalo 2
1
, 2 .
Si x es diferente del punto de bisección, entonces si x pertenece al subintervalo
izquierdo tomamos a2 = 0 y si x pertenece al subintervalo derecho tomamos
a2 = 1.
Si x coincide con el punto de bisección, podemos tomar a2 = 0 o a2 = 1
indistintamente. En cualquier caso
a1 a2 a1 a2 + 1
+ 2 ≤x≤ + .
2 2 2 22

Paso n: Se biseca el intervalo


 
a1 a2 an−1 a1 a2 an−1 + 1
+ 2 + · · · + n−1 , + 2 + ··· + .
2 2 2 2 2 2n−1

Si x es diferente del punto de bisección, entonces si x pertenece al subintervalo


izquierdo tomamos an = 0 y si x pertenece al subintervalo derecho tomamos
an = 1.
Si x coincide con el punto de de bisección, podemos tomar an = 0 o an = 1
indistintamente. En cualquier caso
a1 a2 an a1 a2 an + 1
+ 2 + ··· + n ≤ x ≤ + 2 + ··· + . (1)
2 2 2 2 2 2n

Notemos que si x coincide con el punto de bisección en el paso n, entonces x es


de la forma 2mn . Si en este paso se toma la alternativa an = 0, entonces x siempre
coincidirá con el extremo derecho de los siguientes subintervalos, lo que implica que
ak = 1 para todo k ≥ n + 1. Si se toma la alternativa an = 1, entonces x siempre
coincidirá con el extremo izquierdo de los siguientes subintervalos, lo que implica que
ak = 0 para todo k ≥ n + 1.
Análisis I. Unidad I: Números reales. 17

En resumen, para x ∈ [0 , 1], existe una secuencia {an }n∈N de ceros y unos tal
que se cumple la desigualdad (1) para todo n ∈ N. Es este caso se escribe
x = (a1 a2 · · · an · · · )2
y se denomina representación binaria del número real x. Esta secuencia es única
excepto cuando x = 2mn , pues en este caso existen dos posibles representaciones:
x = (a1 a2 · · · an−1 0111 · · · )2 = (a1 a2 · · · an−1 1000 · · · )2 .
3
Por ejemplo, si x = 8 tenemos dos representaciones posibles
3
= (01100000 · · · )2 = (01011111 · · · )2 .
8
Por otra parte, cada secuencia de ceros y unos es la representación binaria de un
único número real x ∈ [0 , 1]. De hecho, la desigualdad (1) define una secuencia de
intervalos cerrados, acotados y encajados y la longitud del n-ésimo intervalo es 21n .
Por el Teorema 1.25 existe un único número real x que satisface la desigualdad (1)
para todo n ∈ N.

La representación decimal de los números reales puede obtenerse mediante un


proceso similar, subdividiendo los correspondientes intervalos en 10 subintervalos
iguales. Sea x ∈ [0 , 1]. Como consecuencia del proceso de subdivisión de los intervalos
en 10 subintervalos se puede asociar a x una secuencia de {bn }n∈N tal que bn ∈
{0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9}.
 k k+1 
Paso 1: Se subdivide el intervalo [0 , 1] en diez subintervalos del tipo 10 , 10
donde k = 0, 1, . . . , 9.
 k k+1 
Si x no es un punto de subdivisión, entonces b1 = k si x ∈ 10 , 10 .
k
Si x es un punto de subdivisión, entonces x = 10 para algún k = 1, . . . , 9.
Podemos tomar entonces b1 = k − 1 o b1 = k indistintamente. En cualquier
caso
b1 b1 + 1
≤x≤ .
10 10
Paso 2: Se subdivide el intervalo
 
b1 b1 + 1
, .
10 10

Si x no es un punto de subdivisión, entonces b2 = k si


 
b1 k b1 k+1
x∈ + 2, + .
10 10 10 102
b1
Si x coincide con un punto de subdivisión, entonces x = 10 + 10k2 para algún
k = 1, . . . , 9. Podemos tomar entonces b2 = k − 1 o b2 = k indistintamente. En
cualquier caso
b1 b2 b1 b2 + 1
+ 2 ≤x≤ + .
10 10 10 102
Análisis I. Unidad I: Números reales. 18

Paso n: Se subdivide el intervalo


 
b1 b2 bn−1 b1 b2 bn−1 + 1
+ + · · · + n−1 , + + ··· + .
10 102 10 10 102 10n−1

Si x es diferente de un punto de subdivisión, entonces bn = k si


 
b1 bn−1 k b1 bn−1 k+1
x∈ + · · · + n−1 + n , + · · · + n−1 + .
10 10 10 10 10 10n

Si x coincide con un punto de subdivisión, entonces


b1 bn−1 k
x= + · · · + n−1 + n
10 10 10
para algún k = 1, . . . , 9. Podemos tomar entonces bn = k − 1 o bn = k indis-
tintamente. En cualquier caso
b1 b2 bn b1 b2 bn + 1
+ 2 + ··· + n ≤ x ≤ + 2 + ··· + . (2)
10 10 10 10 10 10n

Notemos que si x coincide con un punto de subdivisión en el paso n, entonces


x es de la forma 10mn . Si en este paso se toma la alternativa bn = k − 1, entonces x
siempre coincidirá con el extremo derecho del último de los siguientes subintervalos,
lo que implica que bk = 9 para todo k ≥ n + 1. Si se toma la alternativa bn = k,
entonces x siempre coincidirá con el extremo izquierdo del primero de los siguientes
subintervalos, lo que implica que bk = 0 para todo k ≥ n + 1.
En resumen, para x ∈ [0 , 1], existe una secuencia {bn }n∈N de elementos del
conjunto {0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9} tal que se cumple la desigualdad (2) para todo n ∈
N. Es este caso se escribe
x = 0, b1 b2 · · · bn · · ·
y se denomina representación decimal del número real x. Esta secuencia es única
excepto cuando x = 10mn , pues en este caso existen dos posibles representaciones:

x = 0, b1 b2 · · · bn−1 bn 999 · · · = 0, b1 b2 · · · bn−1 bn 000 · · ·


1
Por ejemplo, si x = 2 tenemos dos representaciones posibles
27
= 0, 27000 · · · = 0, 26999 · · ·
100
Por otra parte, cada secuencia de elementos del conjunto {0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9}
es la representación decimal de un único número real x ∈ [0 , 1]. De hecho, la de-
sigualdad (2) define una secuencia de intervalos cerrados, acotados y encajados y la
longitud del n-ésimo intervalo es 101n . Por el Teorema 1.25 existe un único número
real x que satisface la desigualdad (2) para todo n ∈ N.

A continuación daremos otra prueba de la no numerabilidad de R utilizando el


método la diagonal de Cantor y la representación decimal de los números reales.
Análisis I. Unidad I: Números reales. 19

Teorema 1.27. El intervalo [0 , 1] no es numerable.

Demostración. Dado x ∈ [0 , 1], existe una representación decimal x = 0, b1 b2 · · · bn · · ·


donde bn ∈ {0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9}. Supongamos que existe una enumeración de to-
dos los números reales pertenecientes a [0 , 1]:

x1 = 0, b11 b12 b13 · · · b1n · · ·


x2 = 0, b21 b22 b23 · · · b2n · · ·
···
xn = 0, bn1 bn2 bn3 · · · bnn · · ·
···

Se define el número real y = 0, y1 y2 y3 · · · yn · · · donde


(
2 si bnn ≥ 5
yn =
7 si bnn ≤ 4

Evidentemente y ∈ [0 , 1] y es diferente de cualquier real que tenga dos repre-


sentaciones decimales puesto yn 6= 0, 9 para todo n natural. Además, y difiere de xn
para todo n natural ya que y 6= bnn . Entonces, y no está incluido en la enumeración
lo cual es una contradicción.
Análisis I. Unidad I: Números reales. 20

1.6. Los reales extendidos


Definición 1.28. El sistema de los números reales extendidos consiste del campo de
los números reales adicionando dos sı́mbolos, +∞ y −∞. El orden original sobre
R es conservado, y se define

−∞ < x < +∞, para cada x ∈ R.

Luego +∞ es una cota superior para todo subconjunto del sistema de los números
reales extendidos, por lo tanto todo subconjunto no vacı́o tiene al menos una cota
superior. Por ejemplo, si E = N, entonces sup N = +∞ que pertenece a los reales
extendidos.
El sistema de los números reales extendidos no forman un campo, pero se acos-
tumbra establecer las siguientes convenciones:

Si x ∈ R entonces

x x
x + ∞ = +∞, x − ∞ = −∞, = = 0.
+∞ −∞
Si x > 0 entonces x · (+∞) = +∞, x · (−∞) = −∞.

Si x < 0 entonces x · (+∞) = −∞, x · (−∞) = +∞.


Análisis I. Unidad I: Números reales. 21

1.7. Ejercicios.
1. Sean w, x, y, z tales que y < w < z y y < x < z. Muestre que |x − w| < z − y.
Si y ≤ w ≤ z e y ≤ x ≤ z, muestre que |x − w| ≤ z − y.

2. El máximo de los elementos x e y, denotado por máx {x, y}, está definido por

x si y ≤ x
máx {x, y} =
y si x < y.

muestre que máx {x, −x} = |x|.

3. Muestre que
x + y + |x − y|
máx {x, y} =
2
4. El mı́nimo de los elementos x e y, denotado por mı́n {x, y}, está definido por

x si x ≤ y
mı́n {x, y} =
y si y < x.

muestre que mı́n {x, −x} = − |x|.

5. Muestre que
x + y − |x − y|
mı́n {x, y} =
2
6. Muestre que
− máx {x, y} = mı́n {−x, −y} .

7. Si u > 0 es un número cualquiera y x < y, muestre que existe un número


racional r tal que x < ru < y. (Por tanto el conjunto {ru : r ∈ Q} es denso
en R.

8. Sea x < ε, para todo real positivo ε. Muestre que x ≤ 0.

9. Para cada uno de los conjuntos enumerados a continuación, si son acotados


superiormente, halle el supremo. Si son acotados inferiormente, halle el ı́nfimo.

a) {1/n : n ∈ N}
b) ∪∞
n=1 {x ∈ R : 2n ≤ x ≤ 2n + 1}
c) ∩∞
n=1 {x ∈ R : −1/n ≤ x ≤ 1 + 1/n}
d) {1 − 1/3n : n ∈ N}
e) {n + (−1)n /n : n ∈ N}
f) {r ∈ Q : r < 2}
g) r ∈ Q : r2 < 4


h) {r ∈ R : r < 0}
i) ∩∞
n=1 {x ∈ R : 1 − 1/n < x < 1 + 1/n}
Análisis I. Unidad I: Números reales. 22

x ∈ R : x3 < 8

j)
k) x2 : x ∈ R


l) x ∈ R : 3x2 − 10x + 3 < 0




m) {x ∈ R : (x − a) (x − b) (x − c) (x − d) < 0, a < b < c < d}.


n) {1 − (−1)n /n : n ∈ N}.
ñ) {1/n − 1/m : n, m ∈ N}.
o) 1, 12 , 31 , 41 , . . .


p) 13 , 94 , 27
13 40

, 81 , . . .

10. Sea S un subconjunto acotado y no vacı́o de R.

a) Pruebe que ı́nf S ≤ sup S.


b) ¿Qué puede decir acerca de S si ı́nf S = sup S?

11. Sean S y T subconjuntos acotados no vacı́os de R.

a) Pruebe que si S ⊆ T , entonces ı́nf T ≤ ı́nf S ≤ sup S ≤ sup T


b) Pruebe que sup (S ∪ T ) = máx {sup S, sup T }.

12. Sean S y T subconjuntos no vacı́os de R tales que s ≤ t, para todo s ∈ S y


t∈T

a) Probar que S es acotado superiormente y que T es acotado inferiormente.


b) Pruebe que sup S ≤ ı́nf T
c) De un ejemplo de conjuntos S y T donde S ∩ T 6= ∅.
d) De un ejemplo de conjuntos S y T donde sup S = ı́nf T y S ∩ T =∅.

13. Pruebe que sup {r ∈ Q : r < a} = a para cada a ∈ R.

14. Sea A un subconjunto no vacı́o de R acotado superiormente. Probar que dado


x ∈ A, si x < sup A existe a ∈ A tal que x < a ≤ sup A. (Propiedad de
aproximación al supremo). Formular y demostrar un resultado similar para
conjuntos acotados inferiormente.

15. Sean A y B subconjuntos no vacı́os y acotados de R. Si A ⊂ B, probar que


sup A ≤ sup B y ı́nf A ≥ ı́nf B.

16. Probar que si a ∈ R, con a > 1, entonces el conjunto

a, a2 , a3 , . . . = {an : n ∈ N}


no es acotado superiormente. Para a ∈ R, definimos a1 = a y para n ∈ N,


an+1 = an .a.

17. Sea S ⊆ R no vacı́o. Muestre que u ∈ R es una cota superior de S si y sólo si


la condición t ∈ R y t > u implica que t ∈
/ S.
Análisis I. Unidad I: Números reales. 23

18. Sea S ⊆ R no vacı́o. Muestre que si u = sup S, entonces para todo número
n ∈ N el número u − 1/n no es cota superior de S, pero el número u + 1/n es
una cota superior de S.

19. Muestre que si A y B son subconjuntos acotados de R, entonces A ∪ B es un


conjunto acotado. Muestre que sup(A ∪ B) = sup {sup A, sup B} .

20. Sea S ⊆ R y suponga que s∗ := sup S pertenece a S. Si u ∈


/ S, muestre que

sup (S ∪ {u}) = sup {s∗ , u} .

21. Muestre que un conjunto finito no vacı́o S ⊆ R contiene su supremo.

22. Sea S ⊆ R no vacı́o. Pruebe que si un número u en R tiene la propiedades: (i)


Para cada n ∈ N el número u − 1/n no es una cota superior de S. (ii) Para
cada número n ∈ N el número u + 1/n es una cota superior de S, entonces
u = sup S.

23. Sea S un conjunto en R acotado y no vacı́o,

a) Sean a > 0 y aS := {as : s ∈ S}. Pruebe que

ı́nf(aS) = aı́nf S, sup(aS) = a sup S.

b) Sean b < 0 y bS := {bs : s ∈ S}. Pruebe que

ı́nf(bS) = b sup S, sup(bS) = bı́nf S.

24. Sea X un conjunto no vacı́o, y sean f y g definidas sobre X y de rango acotado


en R. Muestre que

sup {f (x) + g(x) : x ∈ X} ≤ sup {f (x) : x ∈ X} + sup {g(x) : x ∈ X}

y que

ı́nf {f (x) : x ∈ X} + ı́nf {g(x) : x ∈ X} ≤ ı́nf {f (x) + g(x) : x ∈ X} .

De ejemplos para mostrar que cada una de estas desigualdades puede ser igual-
dad o desigualdad estricta.

25. Sea X = Y := {x ∈ R : 0 < x < 1}. Defina h : X×Y → R por h(x, y) := 2x+y.

a) Para cada x ∈ X, encuentre f (x) := sup {h(x, y) : y ∈ Y } e ı́nf {f (x) : x ∈ X}


b) Para cada y ∈ Y , encuentre g(y) := ı́nf {h(x, y) : x ∈ X} y sup {g(y) : y ∈ Y } .
Compare con el resultado encontrado en (a).
Análisis I. Unidad I: Números reales. 24

26. Sean X y Y conjuntos no vacı́os y h : X × Y → R con rango acotado en R.


Sea f : X → R y g : Y → R definidas por

f (x) := sup {h(x, y) : y ∈ Y } , g(y) := ı́nf {h(x, y) : x ∈ X} .

Pruebe que
sup {g(y) : y ∈ Y } ≤ ı́nf {f (x) : x ∈ X} .
Lo anterior suele escribirse como

sup ı́nf h(x, y) ≤ ı́nf sup h(x, y)


y x x y

27. Dadas las funciones f, g : X → R+ acotadas superiormente, pruebe que el


producto f · g : X → R+ es una función acotada (superior e inferiormente) tal
que supx f (x)g(x) ≤ supx f (x) supx g(x) e ı́nf x f (x)g(x) ≥ ı́nf x f (x)ı́nf x g(x).
Proporcione ejemplos donde las desigualdades sean estrictas.

28. Con las mismas condiciones del ejercicio anterior, muestre que supx f (x)2 =
(supx f (x))2 e ı́nf x f (x)2 = (ı́nf x f (x))2

29. Muestre que existe un número real positivo y tal que y 2 = 3.

30. Muestre que si a > 0, entonces existe un número real positivo y tal que y 2 = a.

31. Muestre que existe un número real positivo y tal que y 3 = 2.

32. Sea S ⊂ R no vacio, muestre que S es acotado si y solo si existe un intervalo


cerrado y acotado I tal que S ⊂ I.

33. Sea Kn = (n, +∞) para cada n ∈ N. Pruebe que ∩∞


n=1 Kn = ∅.

34. Pruebe que la interseción de una sucesión de intervalos cerrados es un conjunto


vacı́o, un solo punto o un intervalo cerrado. De ejemplos donde muestre que
cada uno de estos casos existe.

35. Pruebe que la intersección de una sucesión de intervalos abiertos es un conjunto


vacı́o, un solo punto, un intervalo cerrado, un intervalo abierto, o un intervalo
semiabierto. De ejemplos donde muestre que cada uno de estos casos existe.
3 7
36. Obtenga las dos representaciones binarias de 8 y de 16 .

37. Muestre que si ak , bk ∈ {0, 1, 2, ..., 9} y si

a1 a2 an b1 b2 bm
+ 2 + ... + n = + 2 + ... + m
10 10 10 10 10 10
con an 6= 0 y bm 6= 0, entonces n = m y ak = bk para k = 1, 2, ..., n.
Análisis I. Unidad II: Topologı́a en R. 25

2. Topologı́a en R.
La Topologı́a es la rama de las matemáticas que estudia conceptos como conver-
gencia, conexidad, continuidad y vecindad a partir de subconjuntos de un conjunto
dado que cumplen unas reglas sobre la unión y la intersección. En esta unidad estu-
diaremos algunos conceptos topológicos referentes a subconjuntos de R, con el fin de
establecer las bases para desarrollar la unidad referente a la continuidad de funciones.
Inicialmente se introducen los conceptos de espacio métrico y conjuntos abiertos
y cerrados de un espacio métrico, para ası́ definir los subconjuntos abiertos y cerrados
de R. La noción de conjunto compacto se define a partir de cubrimientos abiertos y se
estudia el Teorema de Heine-Borel que caracteriza los subconjuntos compactos de R.
Se estudian además los subconjuntos perfectos de R y se muestra que todo conjunto
no vacı́o y perfecto de R es no numerable. El conjunto de Cantor se describe como
ejemplo de conjunto perfecto. Finalmente se estudian los subconjuntos conexos de
R.
Análisis I. Unidad II: Topologı́a en R. 26

2.1. Espacios métricos. Conjuntos abiertos y cerrados de números


reales.
Definición 2.1. Un conjunto X se denomina espacio métrico si existe una función
d : X × X → R tal que para todo p, q, r ∈ X se cumple:
1. d(p, q) > 0 si p 6= q y d(p, p) = 0.

2. d(p, q) = d(q, p).

3. d(p, q) ≤ d(p, r) + d(r, q) (desigualdad triangular).


La función d se denomina función distancia o métrica en X. Los elementos de X se
denominan puntos de X.
Ejemplo 2.1. Si X = R, es fácil ver que la función d : R × R → R, definida como
d(x, y) = |x − y| es una métrica, ası́ R con la métrica dada es un espacio métrico
conocido como espacio métrico real.
A continuación introduciremos algunos conceptos y resultados que son válidos en
cualquier espacio métrico, aunque en este curso solo estudiaremos el espacio métrico
real.
Definición 2.2. Sea X un espacio métrico con la métrica d.
a) Dados p ∈ X y  ∈ R con  > 0. La -vecindad de p es el conjunto

V (p) = {q ∈ X : d(p, q) < }. (3)

Si X = R entonces

V (p) = {q ∈ R : |p − q| < } = (p − , p + ).

b) Un punto p ∈ X es un punto de acumulación o punto lı́mite de un conjunto


E ⊆ X si toda vecindad de p contiene un punto q ∈ E con q 6= p. Lo anterior
significa que para todo  > 0 se tiene que

V (p) ∩ (E − {p}) 6= ∅.

c) Si p ∈ E ⊆ X y p no es punto de acumulación de E, entonces p se denomina


punto aislado de E. Lo anterior significa que existe  > 0 tal que

V (p) ∩ E = {p}.

d) Un conjunto E ⊆ X se denomina cerrado si contiene todos sus puntos de acumu-


lación.

e) Un punto p es un punto interior del conjunto E ⊆ X si existe una vecindad de p


contenida en E. Lo anterior significa que existe  > 0 tal que

V (p) ⊂ E.
Análisis I. Unidad II: Topologı́a en R. 27

f ) Un conjunto E ⊆ X se denomina abierto si todos sus puntos son interiores.

g) Un conjunto E ⊆ X se denomina perfecto si es cerrado y cada punto de E es


punto de acumulación de E.

h) Un conjunto E ⊆ X es denso en X si cada punto de X es un punto de E o es


punto de acumulación de E.

Ejemplo 2.2. Ejemplifiquemos las anteriores definiciones para el espacio métrico


real.

1. La recta real es un conjunto abierto y cerrado, pues todo número real es punto
interior y punto lı́mite de R. De lo anterior podemos concluir también que R
es perfecto.

2. Sea A = { n1 : n ∈ N}, entonces A no es un conjunto abierto. Para ver esto,


note por ejemplo, que el punto 1 ∈ A y para todo  > 0 se tiene que V (1) ∩ A 6=
V (1), esto es, ninguna -vencindad del punto 1 esta completamente contenida
en A. A no es un conjunto cerrado, pues por la Propiedad Arquimediana, para
todo  > 0 existe n ∈ N tal que n1 < , esto implica que toda -vencidad del
0 satisface que V (0) ∩ A 6= ∅, luego 0 es un punto de acumulación de A pero
0∈/ A, ası́ A no es cerrado. Se concluye que existen subconjuntos de R que no
son abiertos ni cerrados.

3. Sea B = A ∪ {0}. Se tiene que A esta formado solo por puntos aislados. En
efecto, sea n ∈ N arbitrario, entonces n1 ∈ A y si tomamos  = 2n(n+1)1
>
0 tenemos que V n1 ∩ A = n1 (verifique). Como 0 es el único punto de
 

acumulación de A (¿por qué?), se sigue que B es cerrado pues contiene todos


sus puntos de acumulación.

4. El conjunto (a, b) es abierto. En efecto, si x ∈ (a, b) y tomamos  = 21 mı́n{b −


x, x − a} entonces V (x) ⊂ (a, b) (verifique), y como x es arbitrario se sigue que
todo punto de (a, b) es punto interior. Note además, que todo punto de (a, b)
es un punto de acumulación, sin embargo es fácil ver que a, b son puntos de
acumulación que no pertencen al conjunto (a, b), luego (a, b) no es un conjunto
cerrado.

5. Del item 4 se concluye que [a, b] es un conjunto cerrado y esta formado por
sus puntos de acumulación, luego también es perfecto. Sin embargo, no es un
conjunto abierto ya que a, b no son puntos interiores de [a, b].

6. [0, 1] ∪ {2} es conjunto cerrado, pero no es perfecto pues 2 es un punto aislado


del conjunto.

7. El conjunto (a, b] no es abierto, ni cerrado. En efecto, b no es punto interior


del conjunto y a es un punto de acumulación que no pertenece al conjunto.

8. El Teorema 1.19 garantiza que todo número real es punto de acumulación de


Q (¿por qué?), se sigue entonces que Q es denso en R y no es cerrado. Por
Análisis I. Unidad II: Topologı́a en R. 28

el Corolario 1.20, tenemos que ningún punto de Q es un punto interior (¿por


qué?), luego Q no es abierto.

La intuición indica que la vecindad de un punto en un espacio métrico debe ser


un conjunto abierto, y en efecto lo es.

Teorema 2.3. Sea X un espacio métrico. Toda vecindad es un conjunto abierto en


X.

Demostración. Sea p ∈ X, q ∈ V (p). Entonces existe h ∈ R, con 0 < h < , tal que
d(p, q) <  − h. Para todo s ∈ Vh (q) tenemos

d(p, s) ≤ d(p, q) + d(q, s) <  − h + h = .

Lo anterior implica que Vh (q) ⊂ V (p), es decir, que q es un punto interior de V (p).

En el inciso 2 del ejemplo 2.2, se puede observar que toda -vecindad del origen
contiene un número infinito de puntos del conjunto A, el lector puede pensar que esto
es claro ya que 0 es un punto de acumulación, y le debe parecer natural su extensión
a cualquier espacio métrico.

Teorema 2.4. Sea X un espacio métrico y p un punto de acumulación de E ⊆ X.


Entonces toda vecindad de p contiene infinitos puntos de E.

Demostración. Razonemos por contradicción, supongamos que existe una vecindad


Vδ (p) del punto de acumulación p del conjunto E que contiene un número finito de
puntos de E, es decir, Vδ (p)∩(E −{p}) = {q1 , q2 , . . . , qn }. Sea r = mı́ni=1,...,n d(p, qi ).
Entonces la vecindad Vr (p) ∩ (E − {p}) = ∅ lo cual contradice que p sea un punto de
acumulación de E.

Corolario 2.5. Sea X un espacio métrico. Si E ⊆ X es un conjunto finito, entonces


no tiene puntos de acumulación.

Recordemos que si E ⊆ X entonces su complemento en X es el conjunto E c =


X − E.
El siguiente teorema establece que el complemento de un conjunto abierto es un
conjunto cerrado y también que el complemento de un conjunto cerrado es un con-
junto abierto. Es importante porque presenta una alternativa distinta a la definición
para demostrar que un conjunto es abierto o que un conjunto es cerrado.

Teorema 2.6. Sea X un espacio métrico y E ⊆ X. E es abierto si y solo si su


complemento es cerrado.

Demostración. Supongamos que E es un conjunto abierto y sea x un punto de acu-


mulación de E c . Entonces toda -vecindad de x contiene un punto de E c diferente de
x, lo que implica que x no es un punto interior de E. Como E es abierto, entonces
x ∈/ E, es decir, x ∈ E c . Como x es un punto de acumulación arbitrario de E c ,
entonces E c contiene todos sus puntos de acumulación, es decir, E c es cerrado.
Análisis I. Unidad II: Topologı́a en R. 29

Supongamos que E c es cerrado y sea x ∈ E. Como E c contiene todos sus puntos


de acumulación, entonces x no es un punto de acumulación de E c , lo que implica
que existe una -vecindad de x , V (x), tal que V (x) ∩ E c = ∅. Entonces V (x) ⊂ E
y x es un punto interior de E. Como x es un punto cualquiera de E, se concluye que
E es abierto.

Corolario 2.7. Sea X un espacio métrico y E ⊆ X. E es cerrado si y solo si su


complemento es abierto.

Cuando realizamos operaciones entre conjuntos, tales como unión, intersección,


complemento, etc., se generan nuevos subconjuntos del espacio métrico. Si considera-
mos la familia τ := {A ⊂ X : A es abierto}, es de interés saber bajo qué operaciones
entre sus conjuntos la familia τ es cerrada. También es de interés plantearse esta
pregunta para la familia π = {F ⊂ X : F es cerrado}.

Teorema 2.8. Sea X un espacio métrico.

1. Para cualquier colección {Gα } de conjuntos abiertos se cumple que ∪α Gα es


abierto.

2. Para cualquier colección {Fα } de conjuntos cerrados se cumple que ∩α Fα es


cerrado.

3. Para cualquier colección finita G1 , G2 , . . . , Gn de conjuntos abiertos se cumple


que ∩ni=1 Gα es abierto.

4. Para cualquier colección finita F1 , F2 , . . . , Fn de conjuntos cerrados se cumple


que ∪ni=1 Fα es cerrado.

Demostración.

1. Sea {Gα } una colección arbitraria de conjuntos abiertos, G = ∪α {Gα } y x ∈ G.


Entonces existe αx tal que x ∈ Gαx . Del hecho de que Gαx es abierto, se sigue
que existe V (x) ⊂ Gαx ⊂ G. Lo anterior significa que x es un punto interior
de G. Como x es un punto cualquiera de G, se concluye que G es abierto.

2. Sea {Fα } una colección arbitraria de conjuntos cerrados, F = ∩α {Fα }. En-


tonces F c = (∩α {Fα })c = ∪α {Fαc }. Por el Teorema 2.6, {Fαc } es una colección
de conjuntos abiertos y por la parte 1 de este Teorema se obtiene que F c es
abierto. Del Corolario 2.7 se obtiene que F es cerrado.

3. Sea G1 , G2 , . . . , Gn una colección finita de conjuntos abiertos, G = ∩ni=1 Gi y


x ∈ G. Como x ∈ Gi para cada i = 1, . . . , n, entonces existen los números reales
positivos 1 , 2 , . . . , n tales que Vi (x) ⊂ Gi para cada i = 1, . . . , n. Tomando
 = mı́n{1 , . . . , n } se obtiene que V (x) ⊆ Vi (x) ⊂ Gi para cada i = 1, . . . , n.
Lo anterior implica que x es un punto interior de G pues V (x) ⊂ G. Como x
es un punto arbitrario de G, obtenemos que G es abierto.
Análisis I. Unidad II: Topologı́a en R. 30

4. Sea F1 , F2 , . . . , Fn una colección finita de conjuntos cerrados, F = ∪ni=1 {Fi }.


Entonces F c = (∪ni=1 {Fi })c = ∩ni=1 {Fic }. Por el Teorema 2.6, {F1c , . . . , Fnc } es
una colección finita de conjuntos abiertos y por la parte 3 de este Teorema se
obtiene que F c es abierto. Del Corolario 2.7 se obtiene que F es cerrado.

Ejemplo 2.3.

1. Defina Gn = − n1 , n1 para cada n ∈ N, entonces ∩∞



n=1 Gn = {0}. En efecto,

sea x ∈ ∩n=1 Gn y suponga que x > 0, por la Propiedad Arquimediana, existe
k ∈ N tal que k1 < x y ası́ x ∈
/ Gk lo cual es una contradicción, luego x ≤ 0.
Suponga ahora que x < 0, entonces de manera análoga se obtiene que x ≥ 0,
por lo tanto x = 0. Ahora como ∩∞ n=1 Gn es un conjunto finito, por el corolario
2.5, es un conjunto cerrado. Este ejemplo muestra que la intersección infinita
de abiertos no es necesariamente un conjunto abierto.

2. Sea Fn = 21n , 2n+1


3
para cada n ∈ N. Note que ∪∞
 
n=1 Fn es un conjunto que
tiene al cero como punto de acumulación (consecuencia de la Propiedad Ar-
quimediana), sin embargo 0 ∈ / ∪∞ ∞
n=1 Fn , por lo tanto ∪n=1 Fn no es un conjunto
cerrado. Este ejemplo muestra que la union infinita de conjuntos cerrados no
es necesariamente un conjunto cerrado.

3. Sea Kn = n1 , 1 para cada n ∈ N, entonces ∩∞ ∞


 
n=1 Kn = {1} y ∪n=1 Kn = (0, 1]
(verifique).

Definición 2.9. Sea X un espacio métrico, E ⊆ X y E 0 el conjunto de los puntos


de acumulación de E. El conjunto E = E ∪ E 0 se denomina clausura de E.

El siguiente teorema busca caracterizar los conjuntos cerrados de un espacio


métrico.

Teorema 2.10. Sea X un espacio métrico y E ⊆ X. Entonces

1. E es un conjunto cerrado.

2. E = E si y solo si E es cerrado.

3. Para todo F ⊆ X cerrado, E ⊆ F implica que E ⊆ F .

Demostración.

1. Sea p ∈ X con p ∈ / E. Entonces p ∈


/ E y p no es punto de acumulación de E.
Esto implica que existe una vecindad V (p) tal que V (p)∩E = ∅. De lo anterior
c c
se obtiene que V (p) ⊂ E y p es un punto interior de E . Como p es cualquier
c
punto del complemento de E, se sigue que E es abierto y por el Teorema 2.6
se obtiene que E es cerrado.
Análisis I. Unidad II: Topologı́a en R. 31

2. Si E = E es cerrado por la primera afirmación de este Teorema. Por otra parte,


si E es cerrado entonces E 0 ⊆ E de donde se obtiene que E = E.

3. Sea F ⊆ X cerrado y tal que E ⊂ F . Entonces E 0 ⊂ F lo que implica que


E = E ∪ E0 ⊆ F .

Si se tiene un conjunto E no vacı́o y acotado superiormente de la recta real, por la


completez de R sabemos que existe el supremo del conjunto E (sup E). El siguiente
Teorema establece que sup E pertenece a la clausura de E.

Teorema 2.11. Sea E ⊂ R, no vacı́o y acotado superiormente. Si y = sup E enton-


ces y ∈ E.

Demostración. Sea y = sup E. Si y ∈ E entonces y ∈ E. Supongamos que y ∈ / E.


Por la propiedad de aproximación al supremo, para todo  > 0 existe x ∈ E tal que
y −  < x ≤ y, es decir, x ∈ V (y) lo que significa que y es punto de acumulación
de E. Ası́, y ∈ E 0 y por lo tanto y ∈ E.

Definición 2.12. Sea X un espacio métrico y E ⊆ X.

a) El interior de E, denotado por int E, es el conjunto de todos los puntos interiores


de E.

b) El exterior de E, denotado por ext E, es el conjunto de los puntos interiores de


Ec.

c) Un punto x ∈ X es un punto frontera del conjunto E si toda vecindad de x


contiene puntos de E y puntos de E c . El conjunto de los puntos frontera de E se
denomina frontera de E y se denota por ∂E.

Notemos que E es abierto si y solo si E = int E. Además, X = int E ∪ext E ∪∂E,


y además los conjuntos int E, ext E, ∂E son disjuntos dos a dos.

Ejemplo 2.4.

1. E = (0 , 1) es un conjunto abierto pues esta formado solo por puntos interiores,


esto es, int (0 , 1) = (0 , 1), además ∂(0 , 1) = {0, 1} y ext(0 , 1) = (−∞ , 0) ∪
(1 , +∞). Luego R = int (0 , 1) ∪ ∂(0 , 1) ∪ ext(0 , 1).

2. Si E = Q, como los racionales y los irracionales son densos en R, entonces


∂Q = R. Por tanto int Q = ext Q = ∅.

3. Si E = { n1 : n ∈ N}, entonces int E = ∅, ∂E = E ∪ {0} y ext E = (E ∪ {0})c =


E c ∩ (R \ {0}).

4. El interior del conjunto E = (−∞ , a] es int E = (−∞, a), ∂E = {a} y ext E =


(a, +∞).
Análisis I. Unidad II: Topologı́a en R. 32

2.2. Caracterización de conjuntos abiertos por intervalos.


Es fácil ver que toda colección de intervalos disjuntos de R es contable. Para esto,
basta asignar a cada intervalo un número racional lo cual es posible por la densidad
de Q en R. Se obtiene ası́ un subconjunto de números racionales diferentes por ser
los intervalos disjuntos. Como todo subconjunto de Q es numerable se obtiene la
afirmación.
A continuación se caracterizan los conjuntos abiertos de R como una unión dis-
junta de intervalos abiertos.
Teorema 2.13. Todo conjunto abierto no vacı́o de R es la unión de una colección
única de intervalos abiertos disjuntos.
Demostración. Sea G un subconjunto abierto y no vacı́o de números reales y sea
p ∈ G. Sean
Lp = Gc ∩ {x ∈ R : x ≤ p}
Up = Gc ∩ {x ∈ R : x ≥ p}
Notemos que Lp y Up son conjuntos cerrados.
Si Lp 6= ∅, entonces Lp es acotado superiormente. Sea a = sup Lp . Como Lp es
cerrado, se tiene que a ∈ Lp y por tanto a ∈/ G.
Si Up 6= ∅, entonces Up es acotado inferiormente. Sea b = ı́nf Up . Como Up es
cerrado, se tiene que b ∈ Up y por tanto b ∈/ G.
Se define el intervalo abierto Ip ası́:
Ip = (a , b) si Lp 6= ∅ y Up 6= ∅.
Ip = (a , +∞) si Lp 6= ∅ y Up = ∅.
Ip = (−∞ , b) si Lp = ∅ y Up 6= ∅.
En cualquiera de los anteriores casos Ip ⊂ G, además, como los extremos de Ip no
están en G, Ip es el intervalo abierto de mayor longitud que se contiene en G y que
contiene al punto p.
Por otra parte, dados p1 6= p2 tenemos que Ip1 = Ip2 o Ip1 ∩ Ip2 = ∅. Tomando los
intervalos diferentes de la colección {Ip }p∈G obtenemos una colección de intervalos
abiertos, disjuntos y tal que cada punto p de G pertenece a un único intervalo de la
colección. Obviamente esta colección es contable y obtenemos que
G = ∪p∈G Ip = ∪i∈N Ii .
Mostremos que esta colección es única. Supongamos que las colecciones I = {Ik }k∈N
y J = {Jn }n∈N son diferentes y tales que
G = ∪k∈N Ik = ∪n∈N Jn .
Se tiene entonces que al menos un intervalo de la colección I tiene intersección no
vacı́a con al menos un intervalo de la colección J. Supongamos que Ir ∩Js 6= ∅. Como
los extremos de Ir no están en G, entonces Js ⊆ Ir . Si Ir 6= Js entonces existe x ∈ Ir
tal que x ∈/ Js . Lo anterior implica por un lado que x ∈ G y por el otro que x ∈ / G.
Concluimos que Ir = Js , lo cual es una contradicción.
Análisis I. Unidad II: Topologı́a en R. 33

A continuación veremos una generalización del Teorema 1.24 de los intervalos


encajados.

Teorema 2.14. Sea {Fn }n∈N una secuencia de conjuntos de R no vacı́os, cerrados,
acotados y encajados. Entonces ∩n∈N Fn 6= ∅.

Demostración. Como Fn es cerrado y acotado, existe xn = sup Fn ∈ Fn . Del hecho


que Fn+1 ⊆ Fn se sigue que xn+1 ≤ xn para todo n ∈ N. Además, dado q ∈ N,
xn ∈ Fq para todo n ≥ q.
Sea ahora T = {xn }n∈N . Como T ⊂ F1 , entonces T es acotado y existe t = ı́nf T .
Para cada q ∈ N consideremos el conjunto Tq = {xn : n ≥ q}. Se tiene que t = ı́nf Tq
y por lo tanto t ∈ Tq . Como Tq ⊂ Fq y Fq es cerrado, entonces

t ∈ Tq ⊆ Fq = Fq

para todo q ∈ N.
Análisis I. Unidad II: Topologı́a en R. 34

2.3. Conjuntos compactos.


Definición 2.15. Sea X un espacio métrico, A un subconjunto de X y Γ = {Gα }α∈I
una familia de subconjuntos de X. Se dice que Γ es un cubrimeinto de A si

A ⊆ ∪α∈I Gα .

Si todos los conjuntos de la familia Γ son conjuntos abiertos, entonces se dice que Γ
es un cubrimiento abierto de A.

Ejemplo 2.5. Sea X = R.

1. Gn = [−n , n] para n ∈ N es un cubrimiento de R.

2. Gn = n1 , 1 para n ∈ N es un cubrimiento

abierto (0 , 1). Esta familia es
también un cubrimiento abierto de 12 , 1 .


3. Sea  un número racional positivo. La familia Γ = {V (r)}r∈Q es un cubrimiento


abierto de R.

Definición 2.16. Sea X un espacio métrico y A un subconjunto de X. El conjunto


A se denomina compacto si todo cubrimiento abierto de A posee una subfamilia finita
que también cubre a A.

Ejemplo 2.6. Sea X = R. Mostremos que el intervalo abierto I = (0 , 1) no es


compacto.
Tenemos que la familia Γ formada por los conjuntos Gn = n1 , 1 para n ∈ N es


un cubrimiento abierto de I. Mostremos que ninguna subfamilia finita de Γ cubre a


(0 , 1).
Supongamos que existe una subfamilia finitaΓ0 = 
{Gk1 , Gk2 , . . . , Gkm } que cubre
1
a I. Estos conjuntos tienen la forma Gki = ki ,1 para cada i = 1, . . . , m. Si
N = máx {k1 , k2 , . . . , km }, entonces es fácil ver que el intervalo 0 , N1 no se cubre


por la subfamilia Γ0 .

En lo que sigue, trabajaremos solamente con el espacio métrico real.

Teorema 2.17. Sea A un subconjunto de números reales. Si Γ es un cubrimiento


abierto de A, entonces existe una subfamilia numerable de Γ que cubre a A.

Demostración. Sea a ∈ A y Γ un cubrimiento abierto de A. Entonces existe Ga ∈ Γ


tal que a ∈ Ga . Como Ga es abierto, existe  > 0 tal que V (a) ⊂ Ga . Sean r1 , r2 ∈ Q
tales que
a −  < r1 < a < r2 < a + .
Denotando Ia = (r1 , r2 ) tenemos que a ∈ Ia ⊂ Ga . La familia B = {Ia }a∈A es
un cubrimiento abierto de A y además es numerable, pues la familia de todos los
intervalos abiertos de R con extremos racionales es una familia numerable. Tomando
un conjunto Ga por cada intervalo Ia obtenemos una subfamilia numerable de Γ que
es un cubrimiento abierto de A.
Análisis I. Unidad II: Topologı́a en R. 35

Teorema 2.18. (Teorema de Heine-Borel) Todo subconjunto de R cerrado y acotado


es compacto.

Demostración. Sea A ⊂ R cerrado y acotado y Γ un cubrimiento abierto de A.


Por el Teorema 2.17 podemos asumir que Γ es un cubrimiento abierto numerable:
Γ = {Gi }i∈N .
Sea Kn = ∪ni=1 Gi y Ln = A ∩ Knc . Evidentemente Kn es abierto y Ln es cerrado
para todo n natural. Además, Kn ⊂ Kn+1 y por lo tanto Ln ⊃ Ln+1 para todo n
natural.
Supongamos que Ln 6= ∅ para todo n ∈ N. Como Ln ⊂ A para cada n y A
es acotado la secuencia {Ln }n∈N es una secuencia de conjuntos no vacı́os, cerrados,
acotados y encajados. Por el Teorema 2.14 existe c ∈ ∩n∈N Ln y por lo tanto c ∈ A.
Por otra parte c ∈ Knc para todo n, lo que implica que c ∈
/ Kn y c ∈
/ Gn para cada n
natural. Esto contradice el hecho de que Γ es un cubrimiento de A.
Entonces existe q ∈ N tal que Lq = A ∩ Kqc = ∅ lo que implica que

A ⊂ Kq = ∪qi=1 Gi .

Lo anterior significa que A se cubre por la subfamilia finita {Gi }qi=1 .

Teorema 2.19. Todo subconjunto compacto de R es cerrado y acotado.

Demostración. Sea Γ la familia de conjuntos abiertos Gn = (−n , n) para n ∈ N. Cla-


ramente Γ cubre a R y por tanto es un cubrimiento abierto de cualquier subconjunto
de R.
Sea A ⊂ R compacto. Como Γ es un cubrimiento abierto de A, entonces existe
una subfamilia finita de Γ que cubre a A. Sea n0 el mayor ı́ndice de los elementos de
esta subfamilia, entonces
A ⊂ Gn0 = (−n0 , n0 )
lo que implica que A es acotado.
Mostremos ahora que A es cerrado. Sea x ∈ Ac . Si mostramos que x no es
punto de acumulación de A, como x es un punto cualquiera del complemento de A,
habremos mostrado que A contiene todos sus puntos de acumulación y por lo tanto
A es cerrado.
Consideremos las familias Fn = x − n1 , x + n1 y Hn = Fnc para todo n natural.
 

Tenemos que ∩n∈N Fn = {x} ∈ / A, por lo tanto A ⊂ [∩n∈N Fn ]c = ∪n∈N Hn .


Como A es compacto y H = {Hn }n∈N es un cubrimiento abierto de A, existe una
subfamilia finita de H que cubre a A. Notemos que para todo n natural Fn ⊃ Fn+1 y
por lo tanto Hn ⊂ Hn+1 . Lo anterior implica que existe N natural tal que A ⊂ HN .
Se sigue que ningún punto de A pertenece FN = x − N , x + N1 y por lo tanto x
1


no es punto de acumulación de A.

Teorema 2.20. (Teorema de Bolzano-Weierstrass) Sea A un subconjunto infinito y


acotado de R. Entonces A tiene al menos un punto de acumulación.

Demostración. Supongamos que A es acotado e infinito y no tiene puntos de acu-


mulación. Entonces A = A es cerrado y todos los puntos de A son aislados, es decir,
Análisis I. Unidad II: Topologı́a en R. 36

para cada x ∈ A existe x > 0 tal que Vx (x) ∩ A = {x}. La familia Γ = {Vx (x)}x∈A
es un cubrimiento de A. Por el Teorema 2.18 de Heine-Borel, A es compacto y por
lo tanto A se cubre por una subfamilia finita de Γ lo que implica que A es finito.

Notemos que ambas hipótesis del Teorema de Bolzano-Weierstrass son fundamen-


tales pues un conjunto finito es obviamente acotado y no tiene puntos de acumulación.
Por otra parte, el conjunto de los números enteros es infinito, no acotado y no tiene
puntos de acumulación.
Veamos otra caracterización de los conjuntos compactos

Teorema 2.21. Un conjunto A de números reales es compacto si y solo si todo


subconjunto infinito de A posee un punto de acumulación en A.

Demostración. Sea A compacto, entonces A es cerrado y acotado. Lo anterior im-


plica que cada subconjunto infinito de A es acotado y por el Teorema de Bolzano-
Weierstrass posee al menos un punto de acumulación a. Como a es también un punto
de acumulación de A y A es cerrado, entonces a ∈ A.
Supongamos ahora que todo subconjunto infinito de A posee un punto de acu-
mulación perteneciente a A. Mostremos que A es cerrado y acotado y por lo tanto
compacto.
Supongamos que A no es acotado. Sin perder generalidad supongamos que A
no es acotado superiormente. Sea B = {x1 , x2 , . . .} un subconjunto infinito de A
definido ası́: x1 > 1 y xn+1 > xn + 1 para todo n natural.
Notemos que para todo x, y ∈ B, se tiene que |x − y| > 1 lo que implica que B
no tiene puntos de acumulación y esto contradice nuestra hipótesis.
Mostremos ahora que A es cerrado. Sea c un punto de acumulación de A y sea
 
1
C = yn ∈ A : |c − yn | < , n ∈ N .
n

Notemos que C es un subconjunto infinito y acotado de A y que el punto c es también


punto de acumulación de C. Si mostramos que c es el único punto de acumulación
de C, entonces por el Teorema de Bolzano-Weierstrass se tiene que c ∈ A y como c
es cualquier punto de acumulación de A , esto implicarı́a que A es cerrado.
Sea b cualquier número real tal que b 6= c. Por la propiedad Arquimediana, existe
N natural tal que para todo n ∈ N con n ≥ N se tiene que n1 < 12 |b − c|. Ahora, para
n ≥ N obtenemos
1 1 1
|b − yn | ≥ |b − c| − |yn − c| > |b − c| − > |b − c| − |b − c| = |b − c|.
n 2 2
Lo anterior implica que b no es punto de acumulación de C pues la vecindad V 1 |b−c| (b)
2
intersecta solo a un número finito de elementos de C.
Análisis I. Unidad II: Topologı́a en R. 37

2.4. Conjuntos perfectos y conjuntos conexos.


Recordemos que un conjunto E del espacio métrico X se denomina perfecto
si es cerrado y cada punto de E es punto de acumulación de E. Mostraremos a
continuación que todo subconjunto no vacı́o y perfecto de R es no numerable.
Teorema 2.22. Sea P un conjunto no vacı́o y perfecto de números reales. Entonces
P es no numerable.
Demostración. Como P tiene puntos de acumulación, entonces P es un conjunto
infinito. Supongamos que P es numerable y sean x1 , x2 , . . . , xn , . . . los puntos de P .
Construyamos la siguiente secuencia de vecindades.
Sea V1 cualquier vecindad de x1 . Supongamos que la vecindad Vn de xn ha sido
construida de forma tal que Vn ∩ P 6= ∅. Como cada punto de P es de acumulación,
entonces existe una vecindad Vn+1 de xn+1 tal que
i) Vn+1 ⊂ Vn .
ii) xn ∈
/ Vn+1 .
iii) Vn+1 ∩ P 6= ∅.
Una vez construida la secuencia {Vn }n∈N , tomamos Kn = Vn ∩P para cada n natural.
Como P es cerrado y Vn es cerrado y acotado, entonces Kn es cerrado y acotado.
Además, por construcción, Kn ⊃ Kn+1 para todo n natural, ası́ que tenemos una
secuencia de conjuntos no vacı́os, cerrados, acotados y encajados. Por el Teorema
2.14 tenemos que ∩n∈N Kn 6= ∅.
Por otra parte, como xn ∈
/ Kn+1 , ningún punto de P pertenece a ∩n∈N Kn lo cual
es una contradicción.

Como consecuencia del Teorema anterior, obtenemos una nueva prueba de la no


numerabilidad de R.
Corolario 2.23. Todo intervalo cerrado y acotado [a , b] es no numerable. En par-
ticular, el conjunto de los números reales es no numerable.
El conjunto de Cantor, que contruiremos a continuación, nos da un ejemplo
de conjunto perfecto que no contiene ningún intervalo cerrado.
E0 = [0 , 1].
E1 se construye a partir de E0 eliminando el intervalo 13 , 32 , es decir,


   
1 2
E1 = 0 , ∪ ,1
3 3
E2 se obtiene a partir de E1 eliminando el tercio medio de cada uno de los
intervalos que forman a E1 .
       
1 2 3 6 7 8
E2 = 0 , ∪ , ∪ , ∪ ,1
9 9 9 9 9 9
Continuando esta construcción, se obtiene una secuencia de conjuntos compactos
En tales que
Análisis I. Unidad II: Topologı́a en R. 38

En es la union de 2n intervalos cerrados y acotados de longitud 3−n .

E1 ⊃ E2 ⊃ E3 ⊃ · · ·
El conjunto de Cantor se define como

P = ∩n∈N En .

Notemos que la secuencia {En } es una secuencia de conjuntos compactos, enca-


jados y no vacı́os. Por el Teorema 2.14, P es no vacı́o. Además, P es compacto.
Mostremos que el conjunto de Cantor no contiene ningún intervalo abierto aco-
tado. Claramente, los intervalos del tipo
 
3k + 1 3k + 2
, , (4)
3m 3m
donde k, m ∈ N, no tienen puntos en común con P , pues todos los intervalos de este
tipo fueron removidos de Em . Dado un intervalo abierto (α , β), existe m ∈ N tal
2
que β − α > 3m−1 y en este caso el intervalo (α , β) contiene un intervalo de la forma
(4), lo que implica que P no contiene ningún intervalo abierto acotado.
Como P es cerrado, para mostrar que P es perfecto basta mostrar que todos los
puntos de P son puntos de acumulación.
Sea x ∈ P y sea V (x) cualquier vecindad de x. Tomemos n lo suficientemente
grande como para que el intervalo cerrado y acotado In de En que contiene a x,
se contenga en V (x). Entonces, si xn 6= x es uno de los extremos del intervalo In ,
tenemos que xn ∈ P y por lo tanto V (x) ∩ (P − {x}) 6= ∅, es decir, que x es punto
de acumulación de P .
Por el Teorema 2.22 tenemos que el conjunto de Cantor es no numerable.

A continuación introduciremos el concepto de conjuntos conexos de un espacio


métrico y mostraremos que en el espacio métrico real, los únicos conjuntos conexos
son los intervalos.
Definición 2.24. Sea X un espacio métrico. Se dice que dos subconjuntos no vacı́os
A y B de X son separados si A ∩ B y A ∩ B son ambos vacı́os. Un conjunto E de
X se denomina conexo si no es la unión de dos conjuntos separados.
Ejemplo 2.7. Los conjuntos [0 , 1] y (1 , 2) son disjuntos y no separados. Por otra
parte, los conjuntos (0 , 1) y (1 , 2) son disjuntos y separados.
En el caso del espacio métrico real, los conjuntos conexos son los intervalos.
Teorema 2.25. Un conjunto de números reales es conexo si y solo si es un intervalo.
Demostración. Sea E conexo, x, y dos puntos cualesquiera de E con x < y y supon-
gamos que E no es un intervalo. Por el Teorema de caracterización de los intervalos,
existe z con x < z < y tal que z ∈
/ E. Tomando

Az = E ∩ (−∞, z), Bz = E ∩ (z, ∞),


Análisis I. Unidad II: Topologı́a en R. 39

como x ∈ Az y y ∈ Bz , Az y Bz son no vacı́os. Tenemos que E = Az ∪ Bz , Az ∩ Bz =


Az ∩ Bz = ∅ lo que contradice el hecho de que E es conexo.
En el otro sentido supongamos que E no es conexo, entonces existen dos conjuntos
separados no vacı́os A y B tales que E = A∪B. Tomemos x ∈ A, y ∈ B y supongamos
sin perder generalidad que x < y. Sea

z = sup (A ∩ [x , y]).

Se tiene que z ∈ A ∩ [x , y] ⊂ A lo que implica que z ∈/ B. Por lo anterior x ≤ z < y.


Si z ∈
/ A, entonces x < z < y y z ∈ / E, es decir, E no es un intervalo.
Si z ∈ A, entonces z ∈ / B, lo que implica que existe z1 tal que z < z1 < y con
z1 ∈
/ B. Entonces x < z1 < y y z1 ∈ / E, es decir, E no es un intervalo.
Análisis I. Unidad II: Topologı́a en R. 40

2.5. Ejercicios.
1. Sean x e y dos números reales distintos, pruebe que existe una vecindad Tx de
x y una vecindad Ty tal que Tz ∩ Ty = ∅.

2. Sea S un conjunto de números reales. Pruebe que S tiene únicamente un


número contable de puntos aislados.

3. Pruebe que cualquier intervalo abierto es un conjunto abierto.

4. Pruebe que cualquier intervalo cerrado es un conjunto cerrado.

5. Sea S un conjunto compacto y no vacı́o. Pruebe que ı́nf S ysup S pertenecen


a S.

6. Sea S1 , S2 , ..., Sk conjuntos compactos. Pruebe utilizando la definición que

∪kj=1 Sj y ∩kj=1 Sj

son ambos compactos.

7. Un conjunto S se llama Aislado si y sólo si S´∩ S = ∅. Pruebe que cada


conjunto Aislado es contable.

8. Un conjunto S ⊆ R se dice que es totalmente acotado si y sólo si, para cada


ε > 0, existe un conjunto finito de números reales S = {x1 , x2 , . . . , xn } tal que
para cada x ∈ S al menos un xk ∈ S , satisface |x − xk | < ε. Pruebe que un
conjunto de números reales es acotado si y sólo si es totalmente acotado.

9. Pruebe que el conjunto de todos los intervalos acotados es no contable.

10. Pruebe que el conjunto de todos los intervalos acotados con extremos racionales
es contable.

11. Pruebe que (A ∪ B)0 = A0 ∪ B 0 .

12. Pruebe que (A)0 = A0 .

13. Sea {An }∞


n=1 una sucesión de conjuntos de números reales,

a) Si Bn = ∪ni=1 Ai , pruebe que Bn = ∪ni=1 Ai .


b) Si B = ∪∞ ∞
i=1 Ai , muestre que B ⊇ ∪i=1 Ai . Muestre que la inclusión puede
ser impropia.

14. Sea F un conjunto cerrado y suponga A ⊂ F . Pruebe que A ⊂ F .

15. Probar que A ∪ B = A ∪ B.

16. Probar que A ∩ B ⊂ A ∩ B y que existen conjuntos no vacios A y B tales que


A ∩ B 6= A ∩ B.

17. Probar que si A ⊂ R, entonces A0 es cerrado.


Análisis I. Unidad II: Topologı́a en R. 41

18. Probar que si A, B ⊂ R y B es abierto, entonces

a) A ∩ B ⊂ A ∩ B
b) A ∩ B = ∅ implica que A ∩ B = ∅

19. Probar que si B es un abierto, entonces B ⊂ B 0 .

20. Sean F un conjunto cerrado y a ∈


/ F . Probar que existen conjuntos disjuntos
abiertos G1 y G2 tales que F ⊂ G1 y a ∈ G2 .

21. Determine el conjunto clausura en cada uno de los siguientes conjuntos:


1
+ n1 ; m, n = 1, 2, 3, . . .

a) m
1
b) (−1)n + m

; m, n = 1, 2, 3, . . .
c) {2−n + 3−m ; m, n = 1, 2, 3, . . .}
n n
o
d ) (−1)
1+ 1 ; n ∈ N
n

22. Para cada entero positivo n, sea Fn un conjunto cerrado tal que Fn ⊂ {x : n − 1 ≤ |x| < n}.
Probar que F = ∪∞ n=1 Fn es cerrado.

23. Probar que un conjunto es abierto si y solo si todos sus puntos son puntos
interiores.

24. Probar que el interior y el exterior de cualquier conjunto son conjuntos abiertos.

25. Para cualquier conjunto A ⊂ R, probar que


c
a) El interior del conjunto es Ac
b) La frontera es el conjunto A ∩ Ac

26. ¿Puede un conjunto tener unicamente puntos interiores?, ¿puntos de frontera?


o ¿puntos exteriores?

27. Pruebe que el supremo de un conjunto es un punto de frontera del conjunto.

28. Probar que si b = sup B, entonces b = sup B

29. Probar que si A es acotado y no vacio, entonces existe el menor intervalo cerrado
I que contiene a A (es decir, si A ⊂ J, entonces I ⊂ J).

30. Probar que

a) No existen dos conjuntos abiertos y no vacios G1 y G2 tales que G1 ∩G2 =


∅ y G1 ∪ G2 = R.
b) ∅ y R son los únicos subconjuntos de R que son abiertos y cerrados.

31. Probar que todo conjunto cerrado es la intersección de una familia contable de
conjuntos abiertos.
Análisis I. Unidad II: Topologı́a en R. 42

32. Una colección {Vα } de subconjuntos de R se dice una base para R si se satisface
lo siguiente: Para todo x ∈ R y todo abierto G ⊆ R tal que x ∈ G, existe α tal
que x ∈ Vα ⊆ G. Pruebe que R tiene una base numerable.

33. Determine el máximo y el mı́nimo de cada uno de los siguientes conjuntos:


1 1

a) m + n; m, n = 1, 2, 3, . . .
b) {2−n + 3−m ; m, n = 1, 2, 3, . . .}

34. Probar que el conjunto (0, ∞) es cubierto por la familia de vecindades Vr/2 (r, ),
donde r es un número racional positivo, pero que no existe una subfamilia finita
de ésta que cubra al intervalo.

35. Muestre una colección A de conjuntos cerrados que cubran al intervalo [0, 1],
pero que ninguna subcolección de A cubra al intervalo.

36. Pruebe que si A0 es contable, entonces A es contable.

37. Probar que si F es un conjunto cerrado y K es un conjunto compacto, entonces


F ∩ K es compacto.

38. Probar que si A y B son conjuntos compactos, entonces A ∩ B y A ∪ B son


compactos.

39. Probar que si A es un conjunto cerrado y acotado y A es una familia de


conjuntos con la propiedad de que cada punto de A es un punto interior de al
menos uno de los conjuntos de A, entonces existe una subfamilia finita A1 de
A que cubre a A y tal que cada punto de A es un punto interior de al menos
uno de los conjuntos de A1 .

40. Probar que

a) Si F1 y F2 son conjuntos no vacios, disjuntos y compactos, entonces existe


un número positivo k tal que |x1 − x2 | ≥ k, para todo x1 ∈ F1 y x2 ∈ F2 .
b) El anterior enunciado es falso si los conjuntos son cerrados, no vacios,
disjuntos y no compactos, mediante un ejemplo.

41. Probar que

a) Si F1 y F2 son conjuntos no vacios, disjuntos y compactos, entonces existen


conjuntos abiertos G1 y G2 tales que F1 ⊂ G1 y F2 ⊂ G2 .
b) Investigue la validéz del anterior enunciado si los conjuntos F1 y F2 son
cerrados y no compactos.

42. Determinar la validéz del siguiente enunciado: Si G1 y G2 son conjuntos no


vacios, disjuntos y abiertos, entonces existen dos conjuntos no vacios, disjuntos
y cerrados F1 y F2 tales que G1 ⊂ F1 y G2 ⊂ F2 .
Análisis I. Unidad II: Topologı́a en R. 43

43. Para Q definimos un número r ∈ Q como un punto de acumulación de un


subconjunto A de Q si para cada  > 0 existe un a ∈ A tal que 0 < |a − r| < .
Mediante un ejemplo pruebe que el teorema de Bolzano-Weierstrass no es cierto
en Q.

44. Sea F una familia de conjuntos compactos. Diremos que F tiene la pro-
piedad de intersección finita si cualquier subfamilia finita no vacia de F,
{F1 , F2 , . . . , Fn }, es tal que ∩nk=1 Fk es no vacia. Probar que si F tiene la pro-
piedad de intersección finita, entonces existe un número real a que pertenece a
todos los conjuntos de F.

45. Decimos que un conjunto A es denso en un conjunto B si B ⊂ A0 . En par-


ticular, si A es denso en R, diremos simplemente que A es denso. Muestre
mediante un ejemplo que existen conjuntos A y B tales que A es denso en B
y A ∩ B = ∅.

46. Probar que el conjunto de los números racionales en (0, 1) no puede ser expre-
sado como la intersección de una colección contable de conjuntos abiertos.

47. Encontrar

a) Una familia de intervalos abiertos que cubra un intervalo abierto dado, y


que no admita un subcubrimiento finito de dicho intervalo.
b) Una familia de intervalos cerrados que cubra un intervalo cerrado dado,
y que no admita un subcubrimiento finito de dicho intervalo.
c) Una familia de intervalos cerrados que cubra un intervalo abierto dado, y
que no admita un subcubrimiento finito de dicho intervalo.
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 44

3. Sucesiones.
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 45

3.1. Convergencia de sucesiones.


Definición 3.1. Una función del tipo f : N → R se denomina sucesión de núme-
ros reales. Para cada n, denotaremos con xn = f (n), y al rango de la función lo
escribimos {xn }n∈N .

Definición 3.2. El número a se denomina lı́mite de la sucesión de números reales


{xn } si para cualquier -vecindad V (a) del punto a, existe un numero natural N , tal
que ∀ n ≥ N, xn ∈ V (a), donde N depende de la vecindad.
Utilizando la definición de -vecindad, el enunciado anterior se reformula ası́:
El número real a, se dice limite de la sucesión de números reales {xn } si

∀  > 0, ∃ N > 0 tal que | xn − a | < , siempre que n ≥ N

En tal caso, escribimos a = lı́m xn .


n→∞

Notemos que la definición anterior implica que el lı́mite de una sucesión de nú-
meros reales {xn } es un punto de acumulación del conjunto de todos los números
reales que forman la sucesión. No obstante, veremos que en general, un punto de
acumulación del conjunto de números reales {xn }n∈N no es necesariamente el lı́mite
de una sucesión.

Teorema 3.3. Una sucesión de números reales tiene a lo sumo un lı́mite.

Demostración. Considere a1 , a2 lı́mites de {xn }. Sea  > 0 fijo, entonces existen


N1 , N2 naturales tales que

|xn − a1 | < /2, siempre que n ≥ N1 , (5)


y

|xn − a2 | < /2, siempre que n ≥ N2 . (6)


Sea N = máx{N1 , N2 }, luego de (5), (6) y la desigualdad triangular obtenemos

| a1 − a2 |=| a1 − xn + xn − a2 |≤| a1 − xn | + | xn − a2 |< /2 + /2 = .

Esto es | a1 − a2 |< , y como  > 0 es arbitrario, entonces a1 = a2 .

Definición 3.4. Se dice que la sucesión {xn } es convergente si existe un número


real a, tal que a es lı́mite de {xn }.

Ejemplo 3.1. Veamos algunos ejemplos de la aplicación de la difinición de lı́mite.


Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 46

1. Mostrar que
1
lı́m
=0
n→∞ n
Solución:

Sea  > 0 fijo. La propiedad arquimediana implica que existe un N ∈ N tal que
0 < N1 < , luego

1
− 0 = 1 ≤ 1 < , siempre que n ≥ N ,

n n N
1
como  > 0 es arbitrario, se sigue que lı́m = 0.
n→∞ n

2. Mostrar que
n+1
lı́m =1
n→∞ n
Solución:

Note que n+1 1



n − 1 = n para cada n ∈ N, luego por el ejercicio anterior, se

tiene que ∀  > 0, ∃ N tal que ∀ n ≥ N se cumple que n+1

n − 1 < , i.e.,
lı́m n+1
n = 1.
n→∞

3. Mostrar que
5n − 4 −5
lı́m =
n→∞ 2 − 3n 3
Solución:


5n − 4 (−5) 5n − 4 5 3(5n − 4) + 5(2 − 3n)
2 − 3n − 3 = 2 − 3n + 3 =

3(2 − 3n)

15n − 12 + 10 − 15n −2
= =
3(2 − 3n) 3(2 − 3n)
2 1
= < 
3 3n − 2
De lo anterior se sigue
2
3n − 2 >
3
2
3n > +2
3
2 2
n > + ,
9 3
2
+ 23 + 1 tal que para todo n ≥ N

es decir, que para todo  > 0, existe N = 9

5n − 4 (−5)
⇒ − < .
2 − 3n 3
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 47

4. Dado | a | < 1, mostrar


lı́m | a |n = 0
n→∞
Solución:

Caso 1. Si 0 < a < 1, entonces a1 > 1; luego ∃ b ∈ (0, ∞) tal que


 n
1 1 1 1
= (1 + b) ⇒ = (1 + b)n ≥ 1 + nb ⇒ an ≤ <
a a 1 + nb nb
Ahora, ∀  > 0, ∃ M, N > 0 tal que
1 1 1
< y <
M bN M
Por lo tanto, ∀  > 0, ∃ N tal que
1 1 1
∀ n ≥ N ⇒ | an − 0 | = an < ≤ < < .
nb bN M

Caso 2. Si −1 < a < 0, considere | an | = | a |n ; luego, 0 <| a | < 1. El


razonamiento se sigue como en el primer caso.
Caso 3. Si a = 0, el razonamiento es obvio.
n
5. Mostrar que la sucesión xn = n(−1) no tiene lı́mite.
Solución:

Caso 1. Sea A 6= 0, tomando


|A|
= >0
2
se verifica que ∃ K0 natural tal que ∀ k ≥ K0 se tiene que
1 |A|
<
2k + 1 2
Ahora,
2k+1 1 |A|
(2k + 1)(−1) = <
2k + 1 2
de lo que se sigue
n |A| |A|
| n(−1) − A | >| A | − = = 
2 2
considerando n = 2k +1, de lo que se sigue que A no es el lı́mite de la sucesión.
Caso 2. Sea A = 0; luego,

n
∀ n = 2k ∈ N ⇒ n(−1) = n ≥ 1

Tomando  = 1, se concluye que A no es el lı́mite de la sucesión.


Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 48

6. La sucesión {xn } es eventualmente constante si ∃ a ∈ R y ∃ N ∈ Ntal que

∀ n ≥ N ⇒ xn = a

Por lo tanto, si {xn } es eventualmente constante, entonces

lı́m xn = a.
n→∞

Si para cada n ∈ N se tiene que xn = a, decimos que la sucesión {xn } es


constante. Claramente una sucesión constante es eventualmente constante.

Definición 3.5. Una sucesión {xn } se dice acotada, si existe un M > 0 tal que

| xn |< M

para todo n ∈ N.
Teorema 3.6. Toda sucesión convergente es acotada.

Demostración. Sea {xn } una sucesión convergente y supongamos que lı́m xn = A.


n→∞
Tomando  = 1 se tiene que existe un N ∈ N tal que

| xn − A | < 1 siempre que n ≥ N . (7)


Usando la desigualdad triangular, obtenemos que

| xn |≤| xn − A | + | A |, ∀ n ∈ N. (8)
Sea M = máx {| x1 − A |, . . . , | xN −1 − A |, 1}, de (7) y (8) se tiene que ∀n ∈ N

| xn |≤ M + | A |,
luego {xn } es acotada.

El siguiente Teorema establece la convergencia de sucesiones obtenidas mediante


la adición, la sustracción, la multiplicación y la división de sucesiones convergentes.
Teorema 3.7. Sean {xn } y {yn } sucesiones convergentes, con

lı́m xn = a y lı́m yn = b.
n→∞ n→∞

Entonces

1. lı́m (xn + yn ) = a + b
n→∞

2. lı́m (xn · yn ) = a · b
n→∞
xn
3. lı́m = ab , si b 6= 0 y yn 6= 0 ∀ n ∈ N.
n→∞ yn

Demostración.
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 49

1. Sea  > 0 fijo, luego existen Na , Nb números naturales tales que

| xn − a | < /2 siempre que n ≥ Na (9)

| yn − b | < /2 siempre que n ≥ Nb . (10)

Ahora, de la desigualdad triangular

| (xn + yn ) − (a + b) | ≤| xn − a | + | yn − b | . (11)

Tomando N = máx{Na , Nb } y usando (9), (10) y (11) se obtiene que

| (xn + yn ) − (a + b) |< /2 + /2 = 

siempre que n ≥ N . Por lo tanto, lı́m (xn + yn ) = a + b.


n→∞

2. Nótese que

| (xn · yn ) − (a · b) | = | (xn · yn ) − a · yn + a · yn − a · b |
≤ | yn | | xn − a | + | a | | yn − b | (12)

Como {yn } es convergente entonces es acotada, por tanto ∃ M > 0 tal que
∀ n ∈ N, | yn | < M . Sea  > 0 fijo, entonces existen números naturales Na , Nb
tales que

| xn − a | <  siempre que n ≥ Na , (13)

| yn − b | <  siempre que n ≥ Nb . (14)

Tomando N = máx{Na , Nb } y usando (12), (13) y (14) se obtiene

| (xn · yn ) − (a · b) |≤ M + | a |  = (M + | a |)
siempre que n ≥ N . Por lo tanto, lı́m (xn · yn ) = a · b.
n→∞

3. Como yn 6= 0, ∀ n ∈ N y b 6= 0. Basta mostrar que


1 1
lı́m =
n→∞ yn b

|b|
Como lı́m yn = b entonces para  = 2 , existe N0 > 0 tal que para todo
n→∞
n ≥ N0
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 50

|b|
| yn − b | < .
2
Ahora, para n ≥ N0 se tiene que

|b| |b| |b|


| b | − | yn | ≤ | b − yn | < ⇒ | yn | > | b | − = .
2 2 2
Por lo tanto, tenemos que

1
− 1 | b − yn | 2 | b − yn |
= < , (15)
yn b | b || yn | | b |2
siempre que n ≥ N0 . Sea  > 0 fijo, luego existe N1 ∈ N tal que

| b |2 
| yn − b | < (16)
2
siempre que n ≥ N1 . Tomando N = máx{N0 , N1 } y usando (15), (16) se tiene
que

1
− 1 < 

yn b
siempre que n ≥ N .

Corolario 3.8. Sea a ∈ R y {yn } una sucesión, tal que lı́m yn = b, entonces
n→∞
lı́m (a + yn ) = a + b.
n→∞

Corolario 3.9. Sea {xn } una sucesión, tal que lı́m xn = a, entonces
n→∞
lı́m | xn |=| a | .
n→∞

Teorema 3.10. Sean {xn } y {yn } sucesiones, tal que lı́m xn = a y lı́m yn = b. Si
n→∞ n→∞
a < b, entonces ∃ N ∈ N tal que xn < yn , ∀ n ≥ N .
Demostración. Sea c ∈ R, tal que a < c < b ⇒ c − a > 0, b − c > 0. Entonces
existe N1 > 0, tal que

| xn − a | < c − a ⇒ xn < c, ∀ n ≥ N1 ,

y existe N2 > 0, tal que

| yn − b | < b − c ⇒ yn > c, ∀ n ≥ N2 .

Sea N = máx {N1 , N2 }; luego

xn < yn , ∀ n ≥ N.
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 51

El siguiente Teorema de estricción tiene mucha aplicación en el cálculo de lı́mites.


Teorema 3.11. Sean {xn }, {yn } y {zn } sucesiones, tales que ∃ N ∈ N donde
xn < zn < yn , ∀ n ≥ N . Si lı́m xn = lı́m yn = a, entonces lı́m zn = a.
n→∞ n→∞ n→∞

Demostración. Sea  > 0 fijo, luego existen N1 , N2 números naturales tales que

| xn − a | <  ⇒ − < xn − a <  ⇒ a −  < xn < a + , ∀ n ≥ N1 .

| yn − a | <  ⇒ − < yn − a <  ⇒ a −  < yn < a + , ∀ n ≥ N2 .


Sea N = máx {N, N1 , N2 }; luego

a −  < xn < zn < yn < a +  ⇒ a −  < zn < a + 

| zn − a | < , ∀ n ≥ N.

Corolario 3.12. Sean {xn } y {yn } sucesiónes, tal que lı́m xn = a y lı́m yn = b.
n→∞ n→∞
Si ∃ N ∈ N, tal que ∀ n ≥ N
1. xn > yn ⇒ a ≥ b

2. xn ≥ yn ⇒ a ≥ b

3. xn > b ⇒ a ≥ b

4. xn ≥ b ⇒ a ≥ b
Ejemplo 3.2. Mostremos que ∀ a > 0, se cumple que

lı́m n a = 1.
n→∞

Solución:

√ √
Caso 1. Si a > 1, entonces n a > 1 ∀n ∈ N, por lo tanto n a = (1 + bn ),
donde bn > 0 ∀n ∈ N. Luego a = (1 + bn )n ≥ 1 + n bn , ∀n ∈ N. Entonces
1
0 < bn ≤ (a − 1)
n
∀n ∈ N. Como lı́m n1 = 0, se sigue del Teorema 3.11 que lı́m bn = 0. Enton-
n→∞ n→∞
ces √
lı́m n a = lı́m (1 + bn ) = 1 + 0 = 1.
n→∞ n→∞

√ q
Caso 2. Si a < 1, considere c = a1 > 1. Entonces n a = n 1c = 1

n c
, ∀n ∈ N,
ası́
√ 1 lı́m 1 1
n→∞
lı́m n a = lı́m √ n
= √n
= = 1.
n→∞ n→∞ c lı́m c 1
n→∞
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 52

Caso 3. Si a = 1 tenemos una sucesión constante con lı́mite 1.

Ejemplo 3.3. Mostremos que √


n
lı́m n = 1.
n→∞
√ √
Solución: Note que para un entero n ≥ 2 se tiene que n
n > 1 y ası́ n
n = (1 + bn ),
con bn > 0, luego

n(n − 1) 2 n(n − 1) 2
n = (1 + bn )n = 1 + n bn + bn + · · · > bn ,
2 2
por lo tanto
2
0 < b2n < ,
(n − 1)
para todo n ∈ N. Se sigue del Teorema 3.11 que lı́m b2n = 0 y esto implica que
n→∞
lı́m bn = 0 (justifique). Lo anterior implica que:
n→∞

n
lı́m n = lı́m (1 + bn ) = 1 + 0 = 1.
n→∞ n→∞
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 53

3.2. Sucesiones monótonas.


Definición 3.13. Una sucesión {xn } se denomina

creciente si xn ≤ xn+1 para todo n ∈ N.

estrictamente creciente si xn < xn+1 para todo n ∈ N.

decreciente si xn ≥ xn+1 para todo n ∈ N.

estrictamente decreciente si xn > xn+1 para todo n ∈ N.

En cualquiera de los casos anteriores la sucesión {xn } se denomina monótona.

Teorema 3.14. (Weierstrass) Una sucesión creciente converge si y solo si es


acotada superiormente.

Demostración. Toda sucesión convergente es acotada, por tanto es acotada superior-


mente.
Supongamos ahora que la sucesión {xn } es creciente y acotada superiormente. Sean
a = sup{xn | n ∈ N} y  > 0 fijo; por el principio de aproximación del supremo se
tiene que existe xN tal que a −  < xN ≤ a. Como la sucesión {xn } es creciente,
entonces xN ≤ xn ≤ a para todo n ≥ N y por lo tanto a −  < xn ≤ a < a + 
siempre que n ≥ N , i.e., ∀ > 0 ∃N tal que |xn − a| <  siempre que n ≥ N , es decir,
lı́mn→∞ xn = a.

Este teorema puede ser enunciado para las sucesiones decrecientes y acotadas infe-
riormente. En este caso el lı́mite serı́a igual al ı́nfimo de la sucesión. Además, tiene
lugar el siguiente corolario:

Corolario 3.15. Una sucesión monótona es convergente si y solo si es acotada.

Ejemplo 3.4.

a) Dado a > 1, mostrar que


n
lı́m = 0.
n→∞ an
Solución:
Sea
n
xn =
an
entonces, xn > 0 para todo n natural, es decir, xn está acotada inferiormente.
Como a > 1 entonces ∃N natural tal que ∀n ≥ N se cumple que 1/n < a − 1.
Entonces ∀n ≥ N tenemos
 
xn+1 n+1 1 1 1
= = 1+ < (1 + a − 1) = 1.
xn an a n a

Esto indica que la sucesión xN , xN +1 , . . . , xn , . . . es acotada inferiormente y es-


trictamente decreciente, por lo tanto es convergente. Como un número finito de
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 54

términos no influye en la convergencia de una sucesión, tenemos que la sucesión


{xn } converge. Sea x el lı́mite de esta sucesión, entonces

n+1 1
x = lı́m xn+1 = lı́m xn = x.
n→∞ an
n→∞ a
De la ecuación x = (1/a)x se concluye que x = 0.

b) Sea a cualquier número real; mostrar que

an
lı́m = 0.
n→∞ n!

Solución:
Para a = 0 la afirmación es evidente. Sea a > 0 y
an
xn =
n!
entonces, xn > 0 para todo n natural, es decir, xn está acotada inferiormente.
Como a > 0 entonces ∃N natural tal que ∀n ≥ N se cumple que 0 < a/(n+1) < 1.
Entonces ∀n ≥ N tenemos
xn+1 a
= < 1.
xn n+1

Esto indica que la sucesión xN , xN +1 , . . . , xn , . . . es acotada inferiormente y es-


trictamente decreciente, por lo tanto es convergente. Al igual que en el ejemplo
anterior, tenemos que la sucesión {xn } converge. Sea x el lı́mite de esta sucesión,
entonces

a
x = lı́m xn+1 = lı́m xn = 0x = 0.
n→∞ n→∞ n + 1

El caso a < 0 se obtiene de que |an | = |a|n .

c) Mostrar la existencia del lı́mite

1 n
 
lı́m 1 + .
n→∞ n

Solución:
Sea  n+1
1
xn = 1+ ,
n
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 55

evidentemente xn > 0 para todo n natural. Mostremos que para n > 1 esta suce-
sión es decreciente.
 n
1
xn−1 1 + n−1 nn nn+1 n2n n
= n+1 = n+1 n
= 2 n
xn 1 + n1 (n + 1) (n − 1) (n − 1) n + 1

 n  
1 n n n
= 1+ 2 ≥ 1+ 2
n −1 n+1 n −1 n+1
 
1 n
> 1+ =1
n n+1

Aquı́ se utilizó la desigualdad de Bernoulli. Entonces tenemos que xn es estric-


tamente decreciente y acotada inferiormente, por lo tanto existe el lı́mite de xn .
Entonces

1 −1
 n  
1
lı́m 1+ = lı́m xn 1 + = lı́m xn
n→∞ n n→∞ n n→∞

1 n

El número real lı́mn→∞ 1 + se denota por e y se denomina número de Euler.
n
√  
d) Probar que la sucesión xn = −2 n + √11 + √12 + . . . + √1n es convergente. So-
lución:

Notemos que √ √
n− n+1
xn+1 − xn = √ √ √ < 0,
n + 1( n + 1 + n)
lo que implica que sucesión {xn } es monótona decreciente. Para probar que esta
sucesión es convergente, es suficiente mostrar que la sucesión es acotada inferior-
mente.
Observe que

√ √ (n + 1) − n 1 1
n+1− n= √ √ =√ √ <√
n+1+ n n+1+ n n+1

para cada n ∈ N. Usando la desigualdad anterior,


√ se deja como un ejercicio al

lector, probar por inducción que xn > 2( n + 1 − n − 1) para cada n ∈ N.
Entonces √ √
xn > 2( n + 1 − n − 1) > −2,
es decir, {xn } es una sucesión acotada inferiormente.
 
Este ejemplo nos permite concluir el lı́mn→∞ √12 + . . . + √1n no existe, pues

en caso de existir, la sucesión {−2 n} serÃa convergente y esto contradice el

Teorema 3.6 pues {−2 n} es no acotada.
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 56


e) Probar que la sucesión {an }, definida recursivamente por a1 = 32 , an = 3an−1 − 2
para n ≥ 2, converge y hallar su lı́mite.
Solución:

Mostremos la existencia del lı́mite. Teniendo en cuenta que a2n = 3an−1 − 2, se


deja como ejercicio al lector probar por inducción que 32 ≤ an < 2 para cada
n ∈ N. Utilizando esta desigualdad, se tiene que

√ p
an+1 − an = 3an − 2 − 3an−1 − 2
3a − 2 − (3an−1 − 2)
= √ n √
3an − 2 + 3an−1 − 2
3(an − an−1 )
=
an+1 + an
3(an − an−1 )
> .
4

Razonando inductivamente obtenemos que


 2  n
3 3 3
an+1 − an > (an − an−1 ) > (an−1 − an−2 ) > · · · > (a2 − a1 ) > 0.
4 4 4

Ası́ {an } es monótona creciente y acotada, por lo tanto converge.


Sea ahora a = lı́mn→∞ an , como a2n = 3an−1 − 2 para cada n ∈ N, aplicando el
lı́mite en esta igualdad se obtiene la ecuación a2 = 3a − 2, cuya solución está
dada por a = 1 o a = 2. Como an ≥ 23 para cada n ∈ N no es posible que 1 sea el
lı́mite de {an }, ası́ lı́mn→∞ an = 2.

Teorema 3.16. (Criterio de Stolz) Sea {ρn } una sucesión de términos positivos,
estrictamente creciente y no acotada. Entonces para toda sucesión {xn } y ∀ L ∈ R,
se tiene que
xn+1 − xn
lı́m =L
n→∞ ρn+1 − ρn

implica que
xn
lı́m
= L.
n→∞ ρn
Pn−1
Demostración. Se tiene que xn = xm + k=m (xk+1 − xk ) para cada n, m ∈ N con
m < n.
Luego,
n−1
xn xm 1 X
= + (xk+1 − xk ),
ρn ρn ρn
k=m

y ası́
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 57

n−1
xn xm 1 X (xk+1 − xk )
= + (ρk+1 − ρk ) , (17)
ρn ρn ρn (ρk+1 − ρk )
k=m
además,
n−1
ρm 1 X
L= L+ (ρk+1 − ρk )L. (18)
ρn ρn
k=m
Restando (17) y (18) se obtiene que
n−1  
xn xm − ρm L X (xk+1 − xk )
−L= + (ρk+1 − ρk ) −L . (19)
ρn ρn (ρk+1 − ρk )
k=m
Tomando valor absoluto a ambos lados de la igualdad 19, usando la desigualdad
triangular y teniendo en cuenta que {ρn } es una sucesión estrictamente creciente de
términos positivos obtenemos

n−1
xn 1 1 X (xk+1 − xk )
ρn − L ≤ ρn | xm − ρm L | + ρn (ρk+1 − ρk ) − L (20)

(ρk+1 − ρk )
k=m

donde la desigualdad anterior es válida para m, n ∈ N con m < n.


−xn
Sea  > 0 fijo, como lı́mn→∞ xρn+1
n+1 −ρ n
= L, entonces existe un m0 ∈ N tal que

xk+1 −xk
ρk+1 −ρk − L <  siempre que k ≥ m0 . Se sigue que para todo n > m0 se tiene que

n−1
xn 1 1 X
ρn − L ≤ | xm0 − ρm0 L | + (ρk+1 − ρk )

ρn ρn
k=m0
1 1
≤ | xm0 − ρm0 L | + (ρn − ρm0 ).
ρn ρn
1 ρ
Notemos que ρn (ρn − ρm0 ) = 1 − ρmn0 < 1, entonces

xn 1
ρn − L ≤ ρn | xm0 − ρm0 L | + (21)

para todo n ≥ m0 . Por la propiedad arquimediana, existe N ∈ N tal que N ≥ 1 , y


como {ρn } es estrictamente creciente y no acotada se tiene que existe un n0 ∈ N tal
que ρn > N siempre que n ≥ n0 y por lo tanto
1 1
< <
ρn N
siempre que n ≥ n0 . Tomando n ≥ máx{n0 , m0 }, de (21) tenemos que

xn
ρn − L ≤ (| xm0 − ρm0 L | +1),

esto es lı́mn→∞ xρnn = L.


Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 58

12 +22 +...+n2
Ejemplo 3.5. Calcule el lı́mite lı́mn→∞ n3
.
Solución:

La sucesión {n3 } es de terminos positivos, estrictamente creciente y no acotada,


luego tomando {ρn } = {n3 } y {xn } = {12 + 22 + . . . + n2 }, se tiene que

xn+1 − xn (n + 1)2 (n + 1)2


= =
ρn+1 − ρn (n + 1)3 − n3 3n2 + 3n + 1
(n+1)2
y lı́mn→∞ 3n2 +3n+1
= 13 . Por el Criterio de Stolz (Teorema 3.16) se tiene que

12 + 22 + . . . + n2 1
lı́m 3
= .
n→∞ n 3
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 59

3.3. Subsucesiones. Sucesiones de Cauchy.


Definición 3.17. Sea {xn } una sucesión y n1 < n2 < . . . < nk < . . . una sucesión
estrictamente creciente de números naturales. La sucesión xn1 , xn2 , . . . , xnk , . . ., es
decir, {xnk }k∈N se denomina subsucesión de la sucesión {xn }.

Ejemplo 3.6.

a) La sucesión {(−1)n } tiene las subsucesiones constantes {1} y {−1}.


n 1
b) La sucesión {n(−1) } tiene las subsucesiones {2k} y { 2k−1 }.

c) La sucesión {bn } = {an2 } es una subsucesión de la sucesión {an }.

d) Toda sucesión es una subsucesión de si misma.

Teorema 3.18. Si una sucesión {an } converge al lı́mite a, entonces toda subsucesión
de {an } tambien converge al lı́mite a.

Demostración. Sea {ani } subsucesión de {an } y an → a, es decir, ∀ > 0 ∃N / ∀n ≥


N |an − a| < . Entonces ∀ni ≥ N |ani − a| < 

Teorema 3.19. (Bolzano-Weierstrass) Toda sucesión acotada admite una sub-


sucesión convergente.

Demostración. Sea E = {xn | n ∈ N} el conjunto de los valores que toma la sucesión.


Como la sucesión es acotada, entonces E es un subconjunto acotado de R. Pueden
suceder dos casos

a) E es finito. Entonces existe al menos un número real x ∈ E y una sucesión


estrictamente creciente de naturales n1 < n2 < . . . tal que xni = x para todo
i ∈ N. La subsucesión {xni } es constante y por tanto convergente.

b) E es infinito. Como es acotado, por el teorema de Bolzano-Weierstrass visto en


la unidad anterior, E posee al menos un punto de acumulación x. Entonces, en
cada vecindad ahuecada V ∗ (x, 1i ), donde i ∈ N, existe un subconjunto infinito de
elementos de E. Para cada valor de i escogemos un elemento xni de la sucesión
{xn } que pertenezca a V ∗ (x, 1i ). Esto puede hacerse de forma tal que ni < ni+1 .
Como ∀ > 0 ∃N tal que ∀i ≥ N, 1i < , se obtiene que |xni − x| < 1i < . Es
decir, la subsucesión {xni } es convergente.

Ejemplo 3.7.

a) La sucesión {an } donde an = 1 si n es impar y an = 1/n si n es par, es acotada


1
y divergente. Sin embargo, la subsucesión {a2k } = { 2k } converge a 0.

b) Una sucesión no acotada puede poseer una subsucesión convergente, como es el


caso de la sucesión del ejemplo 3.6 b)
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 60

c) El conjunto de los números racionales es numerable y puede ser escrito como una
sucesión {rn }. Como todo número real x es punto de acumulación del conjunto de
los números racionales, entonces, para todo número real x, existe una subsucesión
de {rn }, es decir una sucesión de números racionales, que converge a x.

Definición 3.20. Se dice que la sucesión {xn } es una sucesión de Cauchy si para
todo  > 0 existe N natural tal que ∀n ≥ N y p natural |xn+p − xn | < .

Teorema 3.21. (Criterio de Cauchy) La sucesión {xn } converge si y solo si {xn }


es una sucesión de Cauchy.

Demostración.
(⇒) Supongamos que {xn } converge y tiene lı́mite a. Entonces para todo  > 0
existe N natural tal que ∀n ≥ N , se cumple que |xn − a| < /2. Para todo p natural
tenemos:

|xn+p − xn | = |xn+p − a + a − xn | ≤ |xn+p − a| + |xn − a| < /2 + /2 = ,

por tanto {xn } es una sucesión de Cauchy.

(⇐) Sea {xn } un sucesión de Cauchy. Entonces existe N , tal que para todo p natural
se cumple que
|xN +p | − |xN | ≤ |xN +p − xN | < 1.
Esto implica que para todo p natural se cumple que

|xN +p | < |xN | + 1.

Si denotamos por M = máx{|x1 | , |x2 | , . . . , |xN | + 1} obtenemos que |xn | < M para
todo n natural, por tanto {xn } es acotada.
Por el teorema de Bolzano-Weierstrass, existe una subsucesión {xni } que converge a
cierto lı́mite a. Es decir, para todo  > 0, existe N1 tal que

|xni − a| <
2
para todo ni ≥ N1 . Como {xn } es una sucesión de Cauchy, existe N2 tal que para
todo n ≥ N2 y todo p natural

|xn+p − xn | < .
2
Si ahora denotamos por m el subı́ndice del primer término xni que cumple que
m ≥ máx{N1 , N2 }, de las anteriores desigualdades obtenemos

|xm+p − a| = |xm+p − xm + xm − a| ≤ |xm+p − xm | + |xm − a| < ,

de donde se sigue que {xn } converge a a.


Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 61

Ejemplo 3.8. Consideremos la sucesión {sn }, definida por sn = 1 + 21 + 13 + . . . + n1 .


Entonces
1 1 1
s2n − sn = + + ... +
n+1 n+2 2n
1 1 1 n 1
≥ + + ... + = = .
2n 2n 2n 2n 2
Esto implica que |s2n − sn | ≥ 12 para p = n y todo n natural. Es decir, que no es una
sucesión de Cauchy y por tanto es divergente.

Ejemplo 3.9. Sea 0 ≤ λ < 1 y consideremos la sucesión {xn } que satisface que

|xn+2 − xn+1 | ≤ λ |xn+1 − xn |

para todo n ∈ N. Mostremos que {xn } es una sucesión de Cauchy y por tanto con-
verge. Notemos que se cumple que |xn+1 − xn | ≤ λn−1 |x2 − x1 | para todo n ∈ N. Se
sigue que para n, p ∈ N arbitrarios, se cumple

|xn+p − xn | ≤ |xn+p − xn+p−1 | + . . . + |xn+1 − xn |


≤ λn+p−2 + λn+p−3 + . . . + λn−1 |x2 − x1 |


= λn−1 λp−1 + λp−2 + . . . + λ + 1 |x2 − x1 |




1 − λp λn−1
= λn−1 |x2 − x1 | ≤ |x2 − x1 | .
1−λ 1−λ
λn−1
Como 1−λ |x2 − x1 | tiende a 0 entonces para todo  > 0 existe N tal que para todo
n−1
n ≥ N se cumple que λ1−λ |x2 − x1 | < . De aqui se sigue que la sucesión {xn } es
una sucesión de Cauchy.

Ejemplo 3.10. Veamos una sucesión


√ de números racionales que converge a un nú-
mero irracional, en este caso a 2. Sea x1 = c > 0, un número racional cualquiera
y sea  
1 2
xn+1 = xn + .
2 xn

Si probamos que existe el lı́mite b de esta sucesión, entonces b = 2, puesto que
obtendriamos la ecuación  
1 2
b= b+ ,
2 b
es decir b = 2b y por tanto b2 = 2.
Notemos que para todo x > 0,

1 x2 − 2x + 2 1 (x − 1)2 + 1
 
1 2
x+ −1= = > 0,
2 x 2 x 2 x

por tanto la desigualdad  


1 2
x+ >1
2 x
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 62

se cumple para todo x > 0. Entonces, para todo n > 1, tenemos que xn > 1 y
xn xn+1 > 1. Usaremos esto para mostrar que la sucesión dada es del tipo visto en el
ejemplo anterior y por tanto que es convergente. Además, de la desigualdad anterior
se cumple, que si existe el lı́mite b, entonces b 6= 0.
 
1 1 1
xn+2 − xn+1 = (xn+1 − xn ) + −
2 xn+1 xn
 
1 xn − xn+1
= (xn+1 − xn ) + .
2 xn xn+1

Utilizando la desigualdad xn xn+1 > 1 obtenemos



xn+2 − xn+1 1 1 1
xn+1 − xn 2 xn xn+1 ≤ 2 .
= −

Se sigue que la sucesión estudiada es una sucesión del tipo visto en


√el ejemplo anterior
con λ = 1/2, lo cual indica que esta sucesión converge al valor 2.
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 63

3.4. Lı́mites inferior y superior de una sucesión.


Definición 3.22. Un número real b se denomina punto lı́mite de una sucesión
{an }, si b es el lı́mite de alguna subsucesión de {an }.

No toda sucesión posee puntos lı́mites, por ejemplo la sucesión {n}, no posee ninguna
subsucesión convergente, por tanto no posee puntos lı́mites. Por otra parte, en virtud
del teorema de Bolzano-Weierstrass, toda sucesión acotada posee al menos un punto
lı́mite. Por supuesto, es posible que una sucesión no acotada también posea puntos
lı́mites.
Siguiendo el razonamiento empleado en la demostración del teorema de Bolzano-
Weierstrass, se puede demostrar que todo punto de acumulación del conjunto de
valores reales que toma una sucesión es un punto lı́mite de la sucesión. Sin embargo,
un punto lı́mite de una sucesión puede no ser un punto de acumulación del conjunto
de valores que toma la sucesión. La sucesión {(−1)n } tiene los puntos lı́mites 1 y −1,
sin embargo el conjunto de valores que toma la sucesión es finito {−1, 1} y por tanto
no tiene puntos de acumulación.

Teorema 3.23. El conjunto de los puntos lı́mites de cualquier sucesión acotada es


cerrado.

Demostración. Sea B 6= ∅ el conjunto de todos los puntos lı́mites de la sucesión {an }.


Si B es finito o discreto, entonces es obvio que es cerrado. Supongamos que B es
infinito y sea b un punto de acumulación de B. Entonces para todo m natural, un
1
subconjunto infinito de puntos de B se contiene en la vecindad V (b, m ). Para cada
m se escoje uno de estos puntos y se denota bm . Los puntos bm definen una sucesión
de puntos de B que converge a b.
b1 ∈ B, es decir, b1 es el lı́mite de cierta subsucesión de {an }, por tanto la vecindad
V (b1 , 1) contiene infinitos elementos de la sucesión {an }. Se escoje uno de estos
puntos y se denota por an1 . De forma similar, b2 es el lı́mite de cierta subsucesion de
{an } y se cumple que en la vecindad V (b2 , 21 ) existen infinitos elementos de {an }. Sea
an2 uno de estos elementos que satisface que n1 < n2 . Siguiendo este procedimiento,
obtenemos que para cada número natural m, existe un elemento anm de la sucesión
{an } tal que nm−1 < nm y
1
|anm − bm | < .
m
Los números amn definen una subsucesión de {an } que converge a b puesto que
2
|anm − b| = |anm − bm + bm − b| < |anm − bm | + |bm − b| < .
m
Esto significa que b es punto lı́mite de {an }, es decir b ∈ B. Como b es un punto de
acumulación de B arbitrario, se sigue que B es cerrado.

El conjunto B de los puntos lı́mites de una sucesión acotada, es acotado, por tanto
posee infimo y supremo. Como además es cerrado, estos puntos pertenecen a B. Esto
nos permite definir los conceptos de lı́mite inferior y lı́mite superior de una sucesión
acotada.
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 64

Definición 3.24. Sea B el conjunto de los puntos lı́mite de una sucesión acotada
{an }. El número real ı́nf B se denomina lı́mite inferior de la sucesión {an } y se
denota por
lı́m inf an = lı́m an
De igual forma, el número real sup B se denomina lı́mite supèrior de la sucesión
{an } y se denota por
lı́m sup an = lı́m an

Por supuesto, si la sucesión es acotada inferiormente, entonces el lı́mite inferior de la


sucesión existe y si es acotada superiormente el lı́mite superior de la sucesión existe.

Teorema 3.25. Una sucesión acotada {an } converge si y solo si lı́m an = lı́m an =
lı́m an .

Demostración.
(⇒) La convergencia de {an } implica la convergencia de todas sus subsucesiones al
mismo lı́mite. Entonces B = {lı́m an = lı́m an = lı́m an }

(⇐) Sea a = lı́m an = lı́m an . Mostremos que para todo  > 0 existe el número
natural Ni tal que para todo n ≥ Ni an < a + . Supongamos que esto no se cumple,
es decir que existe un conjunto infinito de números naturales n tal que a +  ≤ an .
Entonces podemos extraer una subsucesión anm de la sucesión acotada {an } cuyo
lı́mite b es un punto lı́mite y cumple que a +  ≤ b. Esto contradice la definición
a como el supremo del conjunto de los puntos lı́mites. De igual manera se obtiene
que existe Ns , tal que para todo n ≥ Ns an > a − . Esto implica que para todo
n ≥ máx{Ni , Ns }, |an − a| < , es decir que la sucesión converge al valor a.

Ejemplo 3.11. Halle el lı́mite inferior y superior de la sucesión


1
{xn } = {(−1)n + }.
n
Aquı́ se pueden distinguir dos subsucesiones
1 1
x2k = 1 + y x2k−1 = −1 + ,
2k 2k − 1
por tanto,
lı́m xn = −1 lı́m xn = 1,
lo cual indica que la sucesión es divergente.
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 33

4. Series Numéricas
4.1. Series de términos no negativos
Definición 4.1. Sea {an } una sucesión de números reales. Considere la sucesión
{Sn }
X n
Sn = ak , n = 0, 1, . . .
k=0

La sucesión obtenida de esta manera se denomina serie, el número Sn se denomina


suma parcial de orden n de la sucesión y al número an se le denomina término
n-esimo de la serie.
Se dice que la serie es convergente si la sucesión {Sn } converge, en caso contrario
se dice que la serie es divergente. Para designar la serie se utiliza el sı́mbolo

X
ak
k=0

Si la sucesión {Sn } converge a s, el número s se denomina suma de la serie, y en


tal caso se escribe

X
s= ak
k=0

P∞ P∞
Teorema 4.2. Si a = k=0 ak y b = k=0 bk , entonces ∀ α, β ∈ R

X ∞
X ∞
X ∞
X
α ak + β bk = α ak + β bk = α a + β b
k=0 k=0 k=0 k=0

Ejemplo 4.1.

1. Serie geometrica Mostremos que


(
∞ 1
X si | q | < 1
q k = 1−q
k=0
diverge si | q | ≥ 1

Para q 6= 1
(
1
1 − qn 1−q , si | q | < 1
lı́m Sn−1 = lı́m =
n→+∞ n→+∞ 1−q no existe, si | q | > 1

Para q = 1, Sn = n y esta sucesión es divergente.


Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 34

2. Veamos que

X 1
=1
n(n + 1)
n=1
n n n  
X X 1 X 1 1 1
Sn = ak = = − =1− → 1
k(k + 1) k k+1 n+1
k=1 k=1 k=1

Teorema P 4.3. Sean {an } y {bn } dos sucesiones tal que an = bn+1 − bn . Entonces,
la serie ∞
n=1 an converge si y solo si {bn } converge, en tal caso


X
an = lı́m bn − b1
n→∞
n=1

Demostración.
n
X n
X
Sn = an = (bk+1 − bk ) = bn+1 − b1
k=1 k=1

Teorema 4.4 (Criterio de Cauchy). La serie ∞


P
n=1 an converge si y solo si ∀ ǫ >
0, ∃ N > 0 tal que ∀ n > N y ∀ p ∈ N se verifica
n+p
X
| an+1 + · · · + an+p | = ak < ǫ


k=n+1

Demostración. Aplicar el criterio de Cauchy a la sucesión {Sn } de sumas parciales.

Ejemplo 4.2. La serie armónica



X 1
n
n=1

es divergente.
P∞
Teorema 4.5 (Condición necesaria de convergencia). Si la serie n=1 an converge
entonces lı́m an = 0
n→∞

Demostración. Aplicar el criterio de Cauchy con p = 1

Ejemplo 4.3.
1 1
1. La serie ∞
P
n=1 n diverge y lı́mn→∞ n = 0.
P∞ 1 1 n
2. n=1 (1+ 1 )n diverge, puesto que lı́m (1 + n ) = e
n n→∞

√1 √1
P∞
3. n=1 n
el criterio no brinda información, puesto que lı́m n
=0
n→∞
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 35

P 4.6. Sea {an } una sucesión de números reales no negativos. Entonces la


Teorema
serie ∞
n=1 an converge si y solo si la sucesión {Sn } es acotada, y en tal caso

X
an = lı́m Sn = sup {Sn }
n→∞
n=1

Demostración. Sn+1 − Sn = an+1 ≥ 0 ⇒ Sn es una sucesión creciente acotada


superiormente.

Ejemplo 4.4. La serie hiperamónica



X 1
np
n=1

converge si p > 1 y diverge si p ≤ 1

Solución
Sea p > 1

S1 = 1
1 1 1 1 2 1
S3 = s22 −1 = 1 + + < 1 + p + p = 1 + p = 1 + p−1
2p 3p 2 2 2 2
1 1 1 1 1 4
S7 = S3 + p + p + p + p < 1 + p−1 + p
4 5 6 7 2 4
 2
1 1 1 1
= 1 + p−1 + p−1 = 1 + p−1 +
2 4 2 2p−1
1 1 1
S2m −1 = S2m−1 −1 + m−1 p + m−1 + ··· + m
(2 ) (2 + 1)p (2 − 1)p
1 1 1 1
< 1 + p−1 + p−1 2 + · · · + p−1 m < p−1
2 (2 ) (2 ) 1− 1 2

Ahora, ∀ n ∃ m tal que n ≤ 2m − 1


1
Sn ≤ S2m −1 <
1 p−1

1− 2

por tanto la sucesión Sn es acotada, luego la serie converge.

Para p ≤ 1 se aplica el criterio de Cauchy.


P∞
Teorema 4.7. Sea {an } decreciente, con términos no negativos. La serie n=1 an
es convergente si y solo si la serie

X
2n a2n = a1 + 2a2 + 4a4 + . . .
n=0

es convergente.
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 36

Demostración.

Sea Sn = a1 + · · · + an y Tm = a1 + 2a2 + · · · + 2m a2m

∀ n ∃m tal que 2m−1 < n < 2m

Sn = a1 + · · · + an
≤ a1 + · · · + a2m+1 −1
= a1 + (a2 + a3 ) + · · · + (a2m + · · · + a2m+1 −1 )
≤ a1 + 2a2 + 4a4 + · · · + 2m a2m = Tm
luego Sn ≤ Tm

Por otro lado

Sn ≥a1 + a2 + (a3 + a4 ) + · · · + (a2m−1 −1 + · · · + a2m−1 )


1 1
≥ a1 + a2 + 2a4 + · · · + 2m−2 a2m−1 = Tm−1
2 2
luego 2Sn ≥ Tm−1

Por lo tanto, ambas sucesiones Sn y Tm son acotadas o no acotadas simultá-


neamente.

Ejemplo 4.5.

1. Consideremos la serie hiperarmónica



X 1
converge si p > 1 y diverge si p ≤ 1
np
n=1

Solución

Si p ≤ 0 la divergencia se determina por la condición necesaria.


Si p > 0 apliquemos el criterio anterior y obtenemos que
∞ ∞ ∞
X 1 X 1 X 1
2k k p
= k p−1
= serie geométrica
(2 ) (2 ) (2p−1 )k
k=0 k=1 k=1

1
converge si 2p−1
<1 ⇔ p>1
1
diverge si 2p−1
≥1 ⇔ p≤1

2. La serie

X 1
converge si p > 1 y diverge si p ≤ 1
n(ln n)p
n=2

Solución: Empleando el criterio anterior se obtiene que


Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 37

∞ ∞
X 1 1 X 1
2k = ,
2k (ln 2k )p (ln 2)p kp
k=1 k=1

la serie converge entonces p > 1 y diverge para p ≤ 1

Teorema 4.8 (Criterio de comparación). Sean {an } y {bn } sucesiones con términos
no negativos, tales que an ≤ bn , ∀ n ∈ N
P∞
bn converge, entonces ∞
P
1. Si n=1 n=1 an converge.
P∞
an diverge, entonces ∞
P
2. Si n=1 n=1 bn diverge.

Demostración.

Sean An = nk=1 an y Bn = nk=1 bn entonces An ≤ Bn


P P

P∞ P∞
n=1 bn converge ⇒ Bn acotada ⇒ An acotada ⇒ n=1 an converge
P∞ P∞
n=1 an diverge ⇒ An es no acotada ⇒ Bn es no acotada ⇒ n=1 bn diverge

Ejemplo 4.6.

1. La serie

X 1
2n +n
n=1
converge pues

1 1 X 1
n
< n y la serie converge
2 +n 2 2n
n=1

2. La serie

X 1
ln n!
n=2

diverge pues
n
X 1 1
ln n! = ln k < n ln n ⇒ >
ln n! n ln n
k=1

y la serie

X 1
diverge
n ln n
n=2

Teorema 4.9 (Criterio de comparación en el lı́mite). Sea {an } una sucesión con
términos no negativos y {bn } una sucesión con términos positivos, tal que
an
lı́m =c
n→∞ bn
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 38

1. Si c > 0, entonces las series ∞


P P∞
n=1 an y n=1 bn convergen o divergen simul-
táneamente.

2. Si c = 0 y ∞
P P∞
n=1 bn converge, entonces n=1 an también converge.
P∞ P∞
3. Si c = +∞ y n=1 bn diverge, entonces n=1 an diverge.
Ejemplo 4.7.
1. La serie
∞ p
X
( 1 + n2 − n) diverge.
n=1
Solución
√ √
p ( 1 + n 2 − n)( 1 + n2 + n) 1
an = 1 + n2 − n = √ =√
2
1+n +n 1 + n2 + n
1
Tomando bn = n se tiene
an n 1 1
lı́m = lı́m √ = lı́m q =
n→+∞ bn n→+∞ 1 + n2 + n n→+∞ 1 + n12 + 1 2

P∞ 1 P∞ √
Como n=1 n diverge entonces n=1 ( 1 + n2 − n) también diverge.

2. La serie

X 1 1 1 1
np ( √ −√ ) converge si p < y diverge si p ≥ .
n−1 n 2 2
n=2

Solución
  √ √
p 1 1 pn− n−1
an = n √ −√ =n √ √
n−1 n n n−1
1
np− 2 1
= √ √ √ = 1 √ √ √
n−1 n+ n−1

n 2 −p n − 1 n + n − 1
1
Tomando bn = 3 , tenemos
n 2 −p
3
n 2 −p 1 1
lı́m 1 √ √ √  = n→+∞
lı́m q √ q =
n→+∞ n 2 −p n − 1 n + n − 1 1− 1
1 + 1 − n1 2
n
P 3 1 3
La serie bn converge si 2 − p < 1 es decir para p < 2 y diverge si 2 −p ≥ 1
es decir si p ≥ 12

Teorema 4.10 (Criterio de la raı́z de Cauchy). Sea {an } una sucesión con términos
no negativos, tal que

α = lim n an
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 39

P∞
1. Si α < 1, entonces n=1 an converge.
P∞
2. Si α > 1, entonces n=1 an diverge.

Demostración.

Si α < 1 entonces ∃ β tal que α < β < 1 y existe un número natural N , tal
que ∀ n > N

n
an < β ⇒ an < β n
P n
Como
P β < 1 la serie β converge y por el criterio de comparación la serie
an converge.

Si α > 1 entonces existe una subsucesión ank , con k ∈ N, tal que


1
(ank ) nk → α cuando k → +∞

Ahora, como α > 1, entonces no se verifica la condición necesaria de conver-


gencia.

Corolario 4.11. Sea {an } una sucesión con terminos no negativos, tal que existe

α = lı́m n
an
n→+∞
P∞
1. Si α < 1, entonces n=1 an converge.
P∞
2. Si α > 1, entonces n=1 an diverge.

Ejemplo 4.8.

1. La serie

X 1
nn
n=1
converge pues
√ 1
lı́m n
an = lı́m =0<1
n→∞ n→∞ n

2. Considere la sucesión an donde


1 1
a2n−1 = , a2n = .
2n 3n
La serie

X √ 1
an converge pues lim n
an =
2
n=1
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 40

3. Veamos que para todo α > 0


r
n 1
lim = 1,

sin embargo la serie

X 1

n=1
converge para α > 1 y diverge para α ≤ 1.

Teorema 4.12 (Criterio del cociente de D’alambert). Sea {an } una sucesión con
términos positivos, tal que
an+1
α = lim
an
P∞
1. Si α < 1, entonces n=1 an converge.

2. Si ∃ N > 0 tal que ∀ n ≥ N


an+1
≥ 1,
an
P∞
entonces n=1 an diverge.

Demostración.

Si α < 1 existe β tal que α < β < 1, y existe N natural tal que ∀ n > N tal
que
an+1
< β ⇒ an+1 < β an
an
En particular

aN +1 < β aN
aN +2 < β aN +1 < β 2 aN
an < β n−N aN = β −N aN β n .
P n
Como βP < 1 la serie β converge. Finalmente, por el criterio de comparación
la serie an converge.
an+1
Si an ≥ 1, ∀n>N ⇒ an+1 > an ⇒
lı́m an 6= 0. Por lo tanto,
Pn→+∞
no se verifica la condición necesaria y por ende an diverge.

Corolario 4.13. Sea {an } una sucesión con términos positivos, tal que existe
an+1
α = lı́m
n→+∞ an
P∞
1. Si α < 1, entonces n=1 an converge.
P∞
2. Si α > 1 entonces n=1 an diverge.
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 41

Ejemplo 4.9. La serie



X 3n (n!)
, diverge.
nn
n=1

Ejemplo 4.10. La serie



X 1
n!
n=0
Pn 1
converge. Mostremos que la suma de la serie es e. Sea Sn = k=0 k! .
Recordemos que
1 n
 
e = lı́m 1 + .
n
Entonces
 n n   n
1 X n 1 X n! 1
1+ = k
=
n k n k!(n − k)! nk
k=0 k=0
n
X 1 n(n − 1)(n − 2) · · · (n − k + 1)
=
k! nk
k=0
n     
X 1 1 2 k−1
= 1− 1− ··· 1 −
k! n n n
k=0
n
X 1
< = Sn .
k!
k=0

Sea ahora m natural tal que m ≤ n. Ası́:


m
1 n
      
X 1 1 2 k−1
1− 1− ··· 1 − ≤ 1+ < Sn
k! n n n n
k=0

Tomando el lı́mite cuando n → ∞ obtenemos


m ∞
X 1 X 1
≤e≤
k! n!
k=0 n=0

y tomado el lı́mite cuando m → ∞ se obtiene que



X 1
.
n!
n=0

Mostremos ahora que e es irracional. Supongamos que e es racional, es decir que


p
e= q donde p, q ∈ N. Entonces

∞ q ∞
X q! X q! X q!
q!e = = +
n! n! n!
n=0 n=0 n=q+1
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 42

Pq q! P∞ q!
Notemos que q!e ∈ N y n=1 n! ∈ N lo cual implica que n=q+1 n! ∈ N. Sin
embargo

X q! 1 1 1
= + + + ···
n! q + 1 (q + 1)(q + 2) (q + 1)(q + 2)(q + 3)
n=q+1

X 1 1
< n
= <1
(q + 1) q
n=1

lo cual es una contradicción.


Teorema 4.14 (Criterio de Dini-Kummer).
  Sean {an } y {bn } sucesiones de términos
an+1
positivos y sea Dn = bn − bn+1 an .

1. Si lim Dn > 0 entonces la serie ∞


P
n=0 an converge.
1
2. Si existe un N natural talPque para todo n ≥ N Dn ≤ 0 y la serie ∞
P
n=0 bn

diverge, entonces la serie n=0 an diverge.
Demostración.
Sea β > 0 tal que lim Dn > β > 0, entonces existe N natural tal que para todo
n>N
 
an+1 1
Dn = bn − bn+1 > β ⇒ 0 < an < (an bn − an+1 bn+1 )
an β
La sucesión {an bn } es entonces una sucesión estrictamente decreciente de tér-
minos positivos, por tanto existe lı́m an bn = γ ≥ 0. Se sigue entonces que
n
X 1 1 1
Sn = (ak bk − ak+1 bk+1 ) = (a1 b1 − an+1 bn+1 ) → (a1 b1 − γ) ,
β β β
k=1

1
lo cual implica que la serie ∞
P
n=1 βP(an bn − an+1 bn+1 ) converge y por el criterio
de comparación converge la serie ∞ n=1 an

Si Dn ≤ 0 para todo n ≥ N , entonces la sucesión de términos positivos {an bn }


es una sucesión creciente para n ≥ N y se cumple que an > aNbnbN . Como la
1
serie ∞
P P∞
n=1 bn diverge, por el criterio de comparación la serie n=1 an también
diverge.

Si en el criterio de Dini-Kummer tomamos bn = 1 para todo n, se obtiene el criterio


del cociente de D’alambert.

Teorema 4.15 (Criterio de Raabe). Sea {an } una sucesión de números positivos y
sea  
an+1
Rn = n 1 − .
an
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 43

P∞
1. Si lim Rn > 1 entonces la serie n=0 an converge.
P∞
2. Si existe N tal que Rn ≤ 1 ∀ n ≥ N entonces la serie n=0 an diverge.

Demostración. Aplicar el criterio de Dini-Kummer con bn = n − 1


Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 44

4.2. Series de términos de signo arbitrario


En esta sección analizaremos las series nn=1 an , donde no hay ninguna restricción
P
sobre el signo de los términos de la serie.

Definición 4.16. La serie ∞


P
n=0 an seP denomina absolutamente convergente si
P ∞ ∞
n=0 | a n | es convergente.
P∞ La serie P∞n=0 an se denominara condicionalmente
convergente si n=0 an converge y n=0 | an | diverge.

Teorema 4.17. Si la serie ∞


P
n=0 an converge absolutamente, entonces converge.

Demostración.
P
Suponiendo | an | es convergente, por el criterio de Cauchy, para todo ǫ > 0
existe N natural, tal que ∀ n > N y todo p natural se tiene
n+p n+p
X X
a ≤ | ak | < ǫ

k

k=n+1 k=n+1
P∞
lo que implica la convergencia de la serie n=0 an .

Todos los criterios anteriormente vistos sobre la convergencia de las series de términos
no negativos se aplican para establecer la convergencia absoluta.

Ejemplo 4.11. Evidentemente la serie



X sin nx
np
n=1

converge absolutamente para p > 1. Más adelante veremos que ocurre para p ≤ 1.
n−1 a se denomina
P∞
Definición 4.18. Sea an > 0, ∀ n ∈ N. La serie n=1 (−1) n
serie alternada.

Teorema 4.19 (Leibnitz). Sea {an } decreciente y lı́m an = 0. Entonces la serie


n→+∞
alternada es convergente, además se verifica que

X
s= (−1)n−1 an ⇒ | s − sn |< an+1
n=1

Demostración.

s2m = a1 − a2 + a3 − a4 + a5 − · · · + a2m−1 − a2m


= a1 − (a2 − a3 ) − (a4 − a5 ) − · · · − (a2m−2 − a2m−1 ) − a2m
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 45

Como {an } es decreciente, la diferencia en cada paréntesis es mayor que cero;


luego,
s2m < a1

Además
s2m+2 − s2m = a2m+1 − a2m+2 > 0
Por lo tanto la sucesión {s2m } es creciente y acotada superiormente.

Veamos ahora

s2m−1 = a1 − a2 + a3 − a4 + a5 − · · · − a2m−2 + a2m−1


= (a1 − a2 ) + (a3 − a4 ) + · · · + (a2m−3 − a2m−2 ) + a2m−1

se sigue que
s2m−1 > a2m−1 > 0

Tenemos que

s2m+1 − s2m−1 = −a2m + a2m+1 = a2m+1 − a2m < 0

Por lo tanto la sucesión {s2m−1 } es decreciente y acotada inferiormente.

Se cumple además que

s2m+1 − s2m = a2m+1 → 0,

por lo tanto, las sucesiones {s2m+1 } y {s2m } convergen al mismo lı́mite.

Como ∀ n, ∃ m, tal que


s2m ≤ sn ≤ s2m+1 ,
se obtiene entonces la convergencia de sn .

Sea s = ∞ n−1 a ; luego,


P
n=1 (−1) n


X
s − sn = (−1)k−1 ak
k=n+1

X
= (−1)n an+1 + (−1)k−1 ak
k=n+2

X
(−1)n (s − sn ) = an+1 + (−1)n−k−1 ak
k=n+2
= an+1 − (an+2 − an+3 ) − (an+4 − an+5 ) + . . .
< an+1 ,

de donde | s − sn | < an+1


Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 46

Ejemplo 4.12.

1. La serie

X (−1)n−1
converge.
n
n=1
1
Nótese que la serie ∞
P
n=1 n es divergente, por lo tanto, es un ejemplo de una
serie condicionalmente convergente. Cuando se estudien las series de potencia
se demostrará que

X (−1)n+1
= ln 2.
n
n=1

2. La serie

X (−1)n−1
np
n=1

converge absolutamente para p > 1 y condicionalmente para p ≤ 1.

3. La serie

X (−1)n−1
converge condicionalmente.
ln(n!)
n=1

Teorema
Pn 4.20 (Fórmula de Abel). Sean {an } y {bn } dos sucesiones y sea sn =
a
k=1 k . Entonces se verifica
n
X n
X
ak bk = sn bn+1 − sk (bk+1 − bk ).
k=1 k=1

De lo anterior se deduce que la serie ∞


P P∞
n=1 an bn converge si y solo si la serie n=1 sn (bn−1 −
bn ) y la sucesión {sn bn+1 } convergen.

Demostración. Sea s0 = 0
n
X n
X n
X n
X
a k bk = (sk − sk−1 )bk = s k bk − sk−1 bk
k=1 k=1 k=1 k=1
n
X n−1
X n
X n
X
= s k bk − sk bk+1 = s k bk − sk bk+1 + sn bn+1
k=1 k=0 k=1 k=1
n
X
= sn bn+1 − sk (bk+1 − bk )
k=1
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 47

Teorema 4.21 (Criterio de Dirichlet). Sean {an } y {bn } sucesiones tal que

1. La sucesión de sumas parciales sn = nk=1 ak es acotada.


P

2. La sucesión {bn } es decreciente y converge a cero.

Entonces la serie ∞
P
n=1 an bn es convergente.

Demostración. Se tiene que existe M > 0 tal que ∀ n ∈ N,P| sn | ≤ M . Además


lı́m bn = 0. Denotemos por ŝn la suma parcial de la serie ∞
n=1 an bn .
n→+∞
Pn Pn
ŝn = k=1 ak bk = sn bn+1 − k=1 sk (bk+1 − bk )

lı́m sn bn+1 = 0
n→+∞

| sk (bk+1 − bk ) | ≤ M (bk+1 − bk )

Como la serie ∞
P P∞
k=1 (bk+1 − bk ) converge entonces k=1 | sk (bk+1 − bk ) |
converge

La serie ∞
P
k=1 sk (bk+1 − bk ) corvege absolutamente.

Como la serie ∞
P P∞
k=1 sk (bk+1 − bk ) converge entonces k=1 ak bk converge.

Este criterio solo verifica convergencia, no es concluyente respecto a la convergencia


absoluta o condicional.

Ejemplo 4.13.

1. El criterio de Leibnitz es un caso particular del criterio de Dirichlet. Sea bn → 0


decreciente, entonces la serie

X
(−1)n−1 bn converge
n=1

Solución

bn → 0 cuando n → +∞ y es decreciente
sn = nk=1 (−1)k−1 es cero si k es impar y 1 si k es par, luego |sn | ≤ 1
P

2. La serie

X sin(nx)
converge ∀ p > 0.
np
n=1

Solución. Para x = 2πk la serie obviamente converge. Tomemos x 6= 2πk,


entonces sin x/2 6= 0.
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 48

1
Para p > 0, bn = np → 0 y es decreciente.
n
X
sn = sin(kx)
k=1
n
1 X x
= x
 2 sin(kx) sin( )
2 sin 2 k=1
2
n      
1 X 1 1
= cos k − x − cos k + x
2 sin x2 k=1

2 2
 
1 x 3x 3x 1
=  cos( ) − cos( ) + cos( ) − · · · − cos(n + )x
2 sin x2 2 2 2 2

1 x 1
|sn | = cos( ) − cos(n + x)

2 sin x2

2 2

1
<
| sin( x2 )|

Como sn es acotada, por el criterio de Dirichlet la serie es convergente.

3. ¿Como será la convergencia de la serie anterior para 0 < p < 1? Mostremos


que para 0 < p ≤ 1 la serie

X sin(nx)

np
n=1

diverge lo cual significa que la serie converge condicionalmente para 0 < p ≤ 1.


Veamos que
| sin nx| > sin2 nx = 1 − cos 2nx
lo cual implica que si mostramos que la serie

X 1 − cos 2nx
2np
n=1

diverge para 0 < p ≤ 1, por el criterio de comparación quedará establecida la


divergencia de la serie en cuestión. Esto se obtiene del hecho de que la serie

X cos 2nx
2np
n=1

converge para p > 0 por el criterio de Dirichlet (se sigue el mismo esquema de
razonamiento del ejemplo anterior) y la serie

X 1
2np
n=1

es divergente para p ≤ 1.
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 49

4. Estudiar la convergencia absoluta y condicional de las series

cos nx X sin( nπ
∞ ∞
12 )
X
p
,
n ln n
n=1 n=1

Teorema 4.22 (Criterio de Abel). Si la serie P∞


P
n=1 an converge y {bn } es una
sucesión monótona convergente, entonces la serie ∞ n=1 an bn converge.

Demostración.
Pn Pn
k=1 ak bk = sn bn+1 + k=1 sk (bk+1 − bk ).
P
La serie an converge entonces lı́m sn bn+1 existe.
n→+∞

Como sn converge, entonces ∃ M tal que | sn |≤ M.

Por lo tanto
n n n
X X X
sk (bk+1 − bk ) ≤ | sk | | bk+1 − bk |≤ M | bk+1 − bk |



k=1 k=1 k=1
n
X
= M (bk+1 − bk ) = M | bn+1 − b1 |


k=1

Como bn converge, la serie ∞


P
k=1 (bk+1 − bk ) converge.
P∞
Se siguePque la serie k=1 sk (bk+1 − bk ) converge absolutamente y por tanto
la serie an bn converge.

Nota El criterio no es concluyente respecto a la convergencia absoluta o condicional


de la serie.
Ejemplo 4.14. La serie

X n−1 1
(−1)n−1 √ converge condicionalmente
n + 1 100 n
n=1

Solución
n−1
bn = n+1 →1
n n−1 2
bn+1 − bn = n+2 − n+1 = (n+1)(n+2) >0

bn monotona y convergente
(−1)n
an = 1 , luego
n 100
X (−1)n
1 converge (Leibnitz).
n 100
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 50

Analicemos la convergencia absoluta de la serie


∞ ∞
(−1)n−1 n − 1 √ 1 X n − 1 1
X
= √
n + 1 100 n n + 1 100 n
n=1 n=1

Como la serie
n−1 √ 1
X 1 n+1 100 n
1 diverge, y lı́m 1 = 1,
n 100 n→+∞ √
100 n

entonces la serie de los valores absolutos de an es divergente.


Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 51

4.3. Multiplicación y reordenamiento de series


P∞ P∞
Definición 4.23. Dadas dos series n=0 an y n=0 bn definamos la sucesión
n
X
cn = ak bn−k , n = 0, 1, 2, . . .
k=0
P∞ P∞
La
P∞serie n=0 cn se denomina producto de Cauchy de las series n=0 an y
n=0 bn .

Ejemplo 4.15. Veamos que el producto de series convergentes no siempre es con-


vergente. Nótese que la serie

X (−1)n

n=0
n+1
es una serie convergente. Consideremos el producto de Cauchy de esta serie consigo
misma, esto es;

X
cn = c0 + c1 + c2 + c3 + . . .
n=0
   
1 1 1 1 1
= 1− √ + √ + √ +√ √ +√ −
2 2 3 2 2 3
 
1 1 1 1
− √ +√ √ +√ √ +√ + ...
4 3 2 2 3 4
Veamos que
n
X 1
cn = (−1)n √ √ .
k=0
n−k+1 k+1
Acotemos cn para aplicar la condición necesaria.
n n  n n 
(n − k + 1)(k + 1) = +1+ −k +1− −k
2 2 2 2
n 2  n 2  n 2
= +1 − −k < +1 ,
2 2 2
de donde obtenemos que
n n
X 1 X 1 2n
|cn | = √ √ > n
= → 2,
n − k + 1 k + 1 k=0 2 +1 n+2
k=0

por tanto cn no tiende a cero y la serie es divergente.


P∞
Teorema 4.24 (Mertens). Sea n=0 an = A una serie que converge absolutamente
y ∞
P
n=0 b n = B una serie convergente. Entonces el producto de Cauchy converge y
tiene como suma AB.

Demostración. Sea An = nk=0 ak , Bn = nk=0 bk y βn = Bn − B.


P P
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 52

Veamos la suma parcial de orden n del producto de Cauchy:

Sn = c o + c 1 + · · · + c n
= a0 b0 + (a0 b1 + a1 b0 ) + · · · + (a0 bn + · · · + an b0 )
= (a0 b0 + · · · + a0 bn ) + (a1 b0 + · · · + a1 bn−1 ) + · · · + an b0
= a0 Bn + a1 Bn−1 + · · · + an B0
= a0 (B + βn ) + a1 (B + βn−1 ) + · · · + an (B + β0 )
= B · An + a0 βn + a1 βn−1 + · · · + an β0
= B · An + γ n ,

donde γn = a0 βn + a1 βn−1 + · · · + an β0

Como se tiene que BAn → BA cuando n → +∞, basta entonces mostrar que

lı́m γn = 0
n→+∞

Sea α = ∞
P P∞
n=0 | an |. Como n=0 bn = B entonces βn → 0 lo cual implica que
∀ ǫ > 0, ∃ N0 tal que ∀ n ≥ N0
ǫ
| βn |<

| γn | = | β0 an + · · · + βN0 an−N0 + βN0 +1 an−N0 −1 + · · · + βn a0 |


≤ | β0 an + · · · + βN0 an−N0 | + | βN0 +1 an−N0 −1 + · · · + βn a0 |
n−N −1
ǫ X
< | β0 an + · · · + βN0 an−N0 |+ | ak |

k=0
ǫα
≤ | β0 an + · · · + βN0 an−N0 |+

Como lı́m an = 0 entonces ∀ ǫ > 0 ∃ N1 tal que ∀ n > No + N1


n→+∞

ǫ
| an | ≤ .
2N0 máx {|β0 |, . . . , |βN0 |}

Entonces ∀ n > N0 + N1 se verifica que


ǫ ǫ
| γn | < + =ǫ
2 2

4.25 (Abel). Si las series ∞


P P∞ P∞
TeoremaP n=0 an = A, n=0 bn = B y n=0 cn = C,
con cn = nk=0 ak bn−k , convergen entonces C = AB.
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 53

En el teorema de Abel no se exige la convergencia absoluta. La demostración de este


teorema se estudiará en el tema de Series de Potencias

Definición 4.26. Sea f : N → N una función uno a uno y sean ∞


P P∞
n=1 an y n=1 bn
dos series tales que
an = bf (n) n = 1, 2, 3, . . .
La serie n=1 bn se denomina reordenación de la serie ∞
P∞ P
n=1 an .

Ejemplo 4.16. Consideremos la serie



X (−1)n−1 1 1 1
= 1 − + − + ...,
n 2 3 4
n=1

Pn (−1)k−1
la cual sabemos que converge. Sea Sn = k=1 k y sea su suma s = lı́m Sn .
n→+∞

Formemos un reordenamiento de la serie anterior tomando un término positivo y


dos términos negativos ası́:
1 1 1 1 1 1 1 1
1− − + − − + − − + ...
2 4 3 6 8 5 10 12
y denotemos por Tn la sucesión de las sumas parciales de la serie reordenada.
1 1 1 1 1 1 1 1
T3n = (1 − ) − + ( − ) − + . . . + ( − )−
2 4 3 6 8 2n − 1 4n − 2 4n
1 1 1 1 1 1
= − + − + ... + −
2 4 6 8 4n − 2 4n
1 1 1 1 1 1 1 1
= (1 − ) + ( − ) + . . . + ( − )
2 2 2 3 4 2 2n − 1 2n
1
= S2n
2

Por otra parte


1 1 1
T3n+1 = T3n + y T3n+2 = T3n + − ,
2n + 1 2n + 1 4n + 2
por tanto
1 1
lı́m T3n+2 = lı́m T3n+1 = lı́m T3n = lı́m S2n = s.
n→+∞ n→+∞ n→+∞ 2 n→+∞ 2
De lo anterior se tiene que la serie reordenada converge pero su suma no coincide
con la suma de la serie original.
Teorema 4.27. Sea ∞
P
n=1 aP
n = A una serie absolutamente convergente. Entonces
cualquier reordenamiento de ∞ n=1 an converge absolutamente y tiene por suma A.

Demostración.
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 54

P
Como an converge absolutamente, ∀ ǫ > 0 ∃ N tal que para todo n ≥ N y
todo p natural
p ∞
X ǫ X ǫ
| an+p |< ⇒ |an+k | ≤
2 2
k=1 k=1
P P
Sea bn un reordenamiento de an , esto es, ∃ f : N → N uno a uno, tal que
an = bf (n) . Como f es uno a uno entonces existe g = f −1 tal que bn = ag(n)

Escojamos M natural tal que {1, 2, . . . , N } ⊂ {g(1), g(2), . . . , g(M )}, entonces
si n > M se cumple que g(n) > N y por lo tanto se tiene que

X ǫ
|bn+1 | + · · · + |bn+p | = |ag(n+1) | + · · · + |ag(n+p) | ≤ |an+k | ≤ <ǫ
2
k=1

Teorema 4.28. Sea ∞


P
n=1 an una serie condicionalmente convergente y sean x, y
tales que x ≤ y. Entonces existe una reordenación ∞
P P∞
b
n=1 n de a
n=1 n que verifica

lim tn = x y lim tn = y
n→+∞ n→+∞

donde tn = b1 + b2 + · · · + bn .

Demostración. Sean
|an | + an |an | − an
pn = y qn = ,
2 2
entonces
an = pn − qn y | an |= pn + qn .
P P
Ambas series
P pP
n y qnPson divergentes; en caso contrario, si las dos convergen,
la serie
P |a n | = p n + qn serı́a convergente, lo cual contradice la hipótesis de
que an sea condicionalmente convergente. Ahora, si suponemos P P que unaP de las
series es convergente y la otra divergente, se tendria que an = pn − qn serı́a
divergente, lo cual contradice la hipotesis de queP la serie converge.
Denotemos por {Pn } los términos P positivos de an y conP{Qn } Pel valor absoluto
de
P cada término
P negativo de a n . Notemos que
P las series P n y
P Qn difieren
P de
pn y qn sólo por los térninos nulos de an . Por lo tanto Pn y Qn son
series divergentes de términos positivos, es decir, que las correspondientes sucesiones
de sumas parciales crecen indefinidamente.
Sean {αn } y {βn } dos sucesiones de números reales tales que convergen a x y y
respectivamente y αn ≤ βn para todo n natural.

Sean m1 y k1 números naturales tales que

y1 = P1 + · · · + Pm1 −1 + Pm1 > β1 ≥ P1 + · · · + Pm1 −1


x1 = y1 − Q1 − · · · − Qk1 −1 − Qk1 < α1 ≤ y1 − Q1 − · · · − Qk1 −1
Análisis I. Unidad III: Sucesiones. 55

Sean m2 > m1 y k2 > k1 los números naturales tales que

y2 = x1 + Pm1 +1 + · · · + Pm2 −1 + Pm2 > β2 ≥ x1 + Pm1 +1 + · · · + Pm2 −1


x2 = y2 − Qk1 +1 − · · · − Qk2 −1 − Qk2 < α2 ≤ y2 − Qk1 +1 − · · · − Qk2 −1

Siguiendo este proceso se construyen las sucesiones {mn }, {kn } y asumiendo


que m0 = k0 = 0 se obtiene que

X 
Pmn−1 +1 + · · · + Pmn − Qkn−1 +1 − · · · − Qmn
n=1

es un reordenamiento de la serie original. Además yn representa una subsuce-


sión de la sucesión de sumas parciales tn de la serie reordenada y contiene las
sumas parciales que terminan en el término Pmn . De igual forma, xn es una
subsucesión de la sucesión de sumas parciales tn de la serie reordenada que con-
tiene las sumas parciales que terminan en el término −Qkn . Por construcción
tenemos que
|yn − βn | < Pmn y |xn − αn | < Qkn
y como P Pn y Qn tienden a cero por la condición necesaria de convergencia de
la serie an , se obtiene que xn → x y yn → y

Las subsucesiones xn y yn cumplen que xn < αn ≤ βn < yn . Además, si alguna otra


subsucesión de la sucesión de sumas parciales tn de la serie reordenada tiene lı́mite
z, entonces x ≤ z ≤ y.
1

5. Lı́mite y Continuidad de Funciones.


5.1. Lı́mite de una función en un punto.
Definición 5.1. Sea D ⊂ R, c un punto de acumulación del conjunto D y f : D →
R. Se dice que la función f tiende al numero real L cuando x tiende a c, o que L
es el lı́mite de f en el punto c, si para toda vecindad V (L) del punto L, existe una
vecindad ahuecada V ∗ (c) del punto c tal que

f (D ∩ V ∗ (c)) ⊂ V (L)

Recordemos que una vecindad de un punto en R es cualquier conjunto abierto que


contiene al punto. Empleando el lenguaje , δ se puede dar la siguiente definición
equivalente:

Definición 5.2. Sea D ⊂ R, c un punto de acumulación del conjunto D y f :


D → R. Se dice que la función f tiende al numero real L cuando x tiende a c, si
∀  > 0, existe un número real δ > 0 tal que |f (x) − L| <  para todo x ∈ D con
0 < |x − c| < δ.

La exigencia de que el punto c sea un punto de acumulación del dominio de f , trae


como consecuencia la unicidad del lı́mite en el punto c.

Teorema 5.3. Si una función f tiene lı́mite en un punto, entonces este lı́mite es
único.

Demostración. Sea f definida en el dominio D, y consideremos L1 , L2 lı́mites en el


punto c. Dado  > 0, existe δ1 > 0 tal que |f (x) − L1 | < /2 para x ∈ D ∩ V ∗ (c, δ1 )
y existe δ2 > 0 tal que |f (x) − L2 | < /2 para x ∈ D ∩ V ∗ (c, δ2 ). Tomando δ =
mı́n {δ1 , δ2 }, tenemos que ambas desigualdades se cumplen para x ∈ D ∩ V ∗ (c, δ).
Como c es un punto de acumulación de D, la vecindad agujereada V ∗ (c, δ) contiene
al menos un punto z ∈ D. Esto implica que

|L1 − L2 | = |L1 − f (z) + f (z) − L2 | ≤ |L1 − f (z)| + |f (z) − L2 | < /2 + /2 = .

Como  es arbitrario, se obtiene que L1 = L2 .

Si se elimina la condición de que c sea punto de acumulación del dominio D, el teo-


rema anterior no tiene validez. En este caso puede existir una vecindad agujereada
de c que sea vacı́a. Entonces, ∀  > 0 y para todo L la desigualdad |f (x) − L| < 
tiene lugar para todo x ∈ D ∩ V ∗ (c, δ), pues el conjunto D ∩ V ∗ (c, δ) es vacı́o.

En caso de que el lı́mite L de la función f en el punto c exista, utilizaremos la


notación
lı́m f (x) = L
x→c

En la definición de lı́mite de una función en un punto, se requiere que el punto sea


punto de acumulación del dominio D de la función, pero no tiene que pertenecer a
2

D. Es decir, la función f puede tener lı́mite en un punto c en el cual no esté defini-


da. Además, si f está definida en c, no se garantiza que el valor f (c) sea igual al lı́mite.

De la definición también se concluye, que el número L, lı́mite de la función en el


punto c, pertenece a la clausura del rango de f , puesto que, para todo  > 0, existe
un x 6= c perteneciente al dominio de f , tal que f (x) ∈ V (L, ).

Teorema 5.4. Sea f : D → R y L el lı́mite de la función en el punto c. Sea {xn }


(xn 6= c) una sucesión de puntos de D que converge a c. Entonces la sucesión {f (xn )}
converge a L.

Demostración. Si L es el lı́mite de f en el punto c, entonces para cualquier  > 0,


existe un δ > 0 tal que |f (x) − L| <  para todo x ∈ D ∩ V ∗ (c, δ). Como {xn }
converge al punto c, existe un natural N tal que xn ∈ V ∗ (c, δ) siempre que n ≥ N .
Por tanto |f (xn ) − L| < .

Teorema 5.5. Sea f : D → R y c un punto de acumulación de D. Si para toda


sucesión de puntos {xn } (xn 6= c) en D que converge a c, la correspondiente sucesión
{f (xn )} converge, entonces todas la sucesiones {f (xn )} tienen el mismo limite L,
que coincide con el lı́mite de la función f en el punto c.

Demostración.

Sean {xn } (xn 6= c) y {x0n } (x0n 6= c) dos sucesiones tales que lı́m xn = lı́m x0n =
c y consideremos L = lı́m f (xn ) y L0 = lı́m f (x0n )

Consideremos la sucesión

{x00n } = x1 , x01 , x2 , x02 , . . . , xn , x0n , . . . .

Se verifica fácilmente que esta sucesión converge a c y sea L00 = lı́m f (x00n ).
Como {f (xn )} y {f (x0n )} son subsucesiones de {f (x00n )}, se sigue que L = L00 =
L0 , es decir que todas las sucesiones {f (xn )} tienen el mismo lı́mite L.

Mostremos ahora que L = lı́m f (x). Supongamos que L 6= lı́m f (x), esto
x→c x→c
implica la existencia de un  > 0 tal que ∀ δ > 0 se verifica que

|f (x) − L| > , siempre que 0 < |x − c| < δ.


1
Consideremos δn = n y sea {xn } una sucesión tal que

1
|f (xn ) − L| > , con 0 < |xn − c| < δn = .
n
Esto implica que {xn } converge al punto c y la correspondiente sucesión {f (xn )}
no converge a L, lo cual contradice lo anteriormente demostrado.

Ejemplo 5.1.
3

1. Sea D = R − {0} y f : D → R dada por f (x) = x sin( x1 ). Mostremos que

lı́m f (x) = 0
x→0

Se tiene que  
x sin 1 ≤ |x| < δ = ,

x
por lo tanto ∀  > 0, ∃ δ =  tal que

|f (x) − 0| < , siempre que x ∈ D, 0 < |x| < δ

2. Sea D = R − {0} y f (x) = sin x1 . Mostremos que no existe el lı́mite de esta


función cuando x tiende a 0. Tomemos las sucesiones
1 1
xn = y yn = π
2πn 2 + 2πn

que convergen a 0. Las correspondientes sucesiones {f (xn )} y {f (yn )} conver-


gen a 0 y 1 respectivamente, por tanto la función no tiene lı́mite.

3. Sea D = R y 
−1,
 x<0
f (x) = sign(x) = 0, x=0

1, x>0

Mostremos que no existe el lı́mite en el punto c = 0. El lı́mite de una función


f es un elemento de la clausura del rango, en este caso es un elemento del
conjunto {−1, 0, 1}. Para mostrar que la función f no tiene lı́mite en 0, basta
entonces exhibir un  > 0 tal que ∀ δ > 0 se verifica que |f (x) − L| >  para
cada L = −1, 0, 1. Consideremos  = 21 ,

L = 0. Para todo δ > 0 y todo x con 0 < |x| < δ se verifica


1
|f (x) − 0| = 1 > =
2

L = −1. Para todo δ > 0 y todo x con 0 < x < δ se verifica |f (x)−(−1)| =
|f (x) + 1| = 2 > 21

L = 1. Para todo δ > 0 y todo x con −δ < x < 0 se verifica


1
|f (x) − 1| = | − 1 − 1| = 2 >
2

4. Sea D = [−1, 1] − {0},


(
x2 + 1, x<0
f (x) =
1 − x, x>0
4

Mostremos que
lı́m f (x) = 1.
x→0

Sea  > 0. Tomando δ1 = , se tiene que para todo x con 0 < x < δ1 ,

|x2 + 1 − 1| = |x2 | = x2 ≤ δ12 = .

Tomando ahora δ2 = , se tiene que para todo x con −δ2 < x < 0,

|(1 − x) − 1| = |x| < δ2 = .

Tomando ahora δ = mı́n{δ1 , δ2 } se obtiene que f (x) tiene lı́mite 1 cuando x


tiende a 0.

5. Sea D = R, (
2x + 1, x>1
f (x) =
x, x<1
Mostremos que no existe el lı́mite en el punto c = 1. Supongamos que existe el
limite de f en c = 1 y que es igual a L. Dado  = 1 existe δ > 0 tal que

|f (x) − L| < 1 siempre que 0 < |x − 1| < δ.

Tomando x1 < 1 < x2 se verifica

|f (x1 ) − L| = |x1 − L| < 1 ⇒ L < 1 + x1 < 2


|f (x2 ) − L| = |2x2 + 1 − L| < 1 ⇒ L > 2x > 2.

6. (Función de Dirichlet) Sea


(
0, x es racional
ψ(x) =
1, x es irracional

Mostremos que no existe lı́mite en ningun punto. La clausura del rango de ψ es


el conjunto {0, 1}. Supongamos que ψ tiene lı́mite 0 en el punto x0 . Tomemos
 = 1/2, entonces para todo δ > 0 existe x irracional, con 0 < |x − x0 | < δ tal
que |f (x) − 0| = 1 > . De igual forma se muestra que 1 no puede ser lı́mite de
ψ en x0 .

7. Sea D = Q y f (x) = x2 , ∀ x ∈ Q Mostremos que ∀ c ∈ R (racional o irracional)


c
lı́m f (x) = .
x→c 2
Sea c ∈ R y  > 0. Para x ∈ Q tenemos
c |x − c|
f (x) − = ,

2 2
tomando entonces δ = 2 se obtiene que el lı́mite es c/2.
5

5.2. Propiedades de los lı́mites. Lı́mites laterales.


Definición 5.6. Sea f : D → R

1. Se dice que f es acotada en A ⊂ D, si ∃ M > 0 tal que |f (x)| ≤ M para todo


x ∈ A.

2. Se dice que f es acotada superiormente, si ∃ M tal que f (x) ≤ M para todo


x ∈ A. En este caso existe supA f = sup {f (x) : x ∈ A}.

3. Se dice que f es acotada inferiormente, si ∃ M tal que f (x) ≥ M para todo


x ∈ A. En este caso existe ı́nf A f = ı́nf {f (x) : x ∈ A}.

Teorema 5.7. Si la funciòn f : D → R tiene lı́mite cuando x → c, entonces existe


una vecindad V ∗ (c) de c tal que f es acotada en D ∩ V ∗ (c).

Demostración. Inmediato de la definición de lı́mite

Teorema 5.8. Sea lı́m f (x) = L 6= 0, entonces existen k > 0 y δ > 0 tales que
x→c
|f (x)| > k para todo x ∈ D ∩ V ∗ (c, δ).

Demostración. Sea  < |L|, entonces existe δ > 0 tal que |f (x) − L| < .

 > |f (x) − L| ≥ | |f (x)| − |L| | ≥ |L| − |f (x)|,

de donde
|f (x)| > |L| −  = k > 0.

Teorema 5.9. Sean f, g funciones tales que lı́m f (x) = L1 y lı́m g(x) = L2 , donde
x→c x→c
c es un punto de acumulación del dominio común D de ambas funciones. Entonces

1. lı́m f + g = L1 + L2
x→c

2. lı́m f · g = L1 · L2
x→c

3. lı́m |f | = |L1 |
x→c

f L1
4. lı́m = L2 , siempre y cuando L2 6= 0
x→c g

Demostración. Fijemos  > 0.

1. Existe δ tal que para todo x ∈ D ∩ V ∗ (c, δ) se cumple que|f (x) − L1 | < /2 y
|g(x) − L2 | < /2 lo cual implica que

|f (x) + g(x) − (L1 + L2 )| ≤ |f (x) − L1 | + |g(x) − L2 | < .


6

2. Supongamos que L1 6= 0. Entonces existe M > 0 y δ > 0 tal que |g(x)| < M ,

|f (x) − L1 | < 2M y |g(x) − L2 | < 2|L 1 | para todo x ∈ D ∩ V ∗ (c, δ). Se obtiene
entonces que

|f (x)g(x) − (L1 L2 )| = |f (x)g(x) − L1 g(x) + L1 g(x) − L1 L2 |


≤ |g(x)| |f (x) − L1 | + |L1 | |g(x) − L2 |
 
< |M | + |L1 | =
2M 2|L1 |

Para el caso L1 = 0 se muestra tomando |f (x)| < M.

3. Existe δ tal que para todo x ∈ D ∩ V ∗ (c, δ) se cumple que |f (x) − L1 | <  lo
cual implica que
| |f (x)| − |L1 | | ≤ |f (x) − L1 | < 
1
4. En este caso basta mostrar que g(x) → L12 . Existe k > 0 y δ > 0 tales que
|g(x)| > k y |g(x) − L2 | < k|L2 | para todo x ∈ D ∩ V ∗ (c, δ). Esto implica

1 1 |L2 − g(x)| k|L2 |
g(x) − L2 = |g(x)| |L2 | < k|L2 | = 

Corolario 5.10. Si lı́m f = 0 y g es acotada en cualquier vecindad de c, entonces


x→c
lı́m f g = 0.
x→c

Se puede introducir el concepto de lı́mite lateral, basándose en la concepción de


punto de acumulación por la izquierda y por la derecha.

Definición 5.11. Sea f : D → R y c un punto de acumulación por la derecha del


dominio D. Se dice que f tiene lı́mite L cuando x tiende a c por la derecha
si ∀  > 0, existe δ > 0 tal que para todo x ∈ D ∩ (c, c + δ)

|f (x) − L| < .

Se dice también que L es el lı́mite lateral derecho de f en c y se utilizan las


siguientes notaciones:

L = lı́m f (x) = lı́m f (x) = f (c + 0).


x→c+ x→c+0

Análogamente se define el lı́mite lateral izquierdo.

Teorema 5.12. Sea c un punto de acumulación de D y f : D → R.

1. lı́m f = L si y solo si lı́m f = lı́m f = L


x→c x→c+ x→c−

2. Si los lı́mites laterales existen y lı́m f 6= lı́m f entonces lı́m f no existe.


x→c+ x→c− x→c
7

Ejemplo 5.2. Mostrar que la función


(
2x + 1, x>1
f (x) =
x, x≤1

no tiene limite en c = 1

Extenderemos el concepto de lı́mite para el caso en el que el dominio D sea un


subconjunto de los reales extendidos.

Definición 5.13. Sea D ⊂ R∗ con +∞ un punto de acumulación de D (por ejemplo


D = (a, +∞)) y f : D → R. Se dice que f tiene lı́mite L cuando x → +∞, si
∀  > 0, existe δ > 0 tal que para todo x ∈ D ∩ (δ, +∞)

|f (x) − L| < .

Se denota lı́m f (x) = L. Análogamente se define lı́m f (x) = L


x→+∞ x→−∞

Ejemplo 5.3. Mostrar que

1. lı́m 1 =0
x→+∞ x

2
2. lı́m 3x−x
2 = − 21
x→−∞ 2x +1

Similarmente si f es no acotada se puede extender el rango de la función f a R∗ para


obtener lı́mites infinitos.

Definición 5.14. Sea f : D → R∗ y sea c un punto de acumulación de D. Se dice


que f tiene limite +∞ cuando x tiende a c si ∀  > 0, existe δ > 0 tal que para todo
x ∈ D ∩ V ∗ (c, δ)
f (x) > .
Se utiliza la notación lı́m f (x) = +∞. Análogamente se define lı́m f (x) = −∞.
x→c x→c

Ejemplo 5.4. Mostrar que


1
1. lı́m 2 = +∞
x→o x
1
2. lı́m 2 1−x = 0
x→1+

Nota La notación lı́m f (x) = L se utilizará para c, L ∈ R, a menos que se especifique


x→c
lo contrario.
8

5.3. Continuidad. Variación de una función en un punto.


Definición 5.15. Sea f : D → R y c ∈ D. Se dice que f es continua en el punto c
si para cualquier vecindad Vf (c) de f (c) existe una vecindad V (c) del punto c tal que

f (V (c) ∩ D) ⊂ Vf (c)

Definición 5.16. Sea f : D → R y c ∈ D. Se dice que f es continua en el punto c


si ∀  > 0 existe δ > 0 tal que para todo x ∈ D con |x − c| < δ se cumple que

|f (x) − f (c)| < 

Nota c ∈ D y no necesariamente es un punto de acumulación de D. Si c ∈ D es un


punto aislado entonces ∀  > 0 existe δ > 0 tal que

V (c, δ) ∩ D = {c}

por tanto f (V (c, δ) ∩ D) = {f (c)} ⊂ V (f (c), ), lo cual indica, que toda función es
continua en los puntos aislados de su dominio.

Teorema 5.17. Sea f : D → R y c ∈ D un punto de acumulación de D. La función


f es continua en c si y solo si

lı́m f (x) = f (c).


x→c

Ejemplo 5.5. Considere la función f : D → R, donde f (x) = x2 con D = { n1 |


n ∈ N}, la función f es continua en cualquier punto x ∈ D pues estos son puntos
aislados, sin embargo el lı́mite no existe en ninguno de estos puntos. Por otra parte,
como 0 es el único punto de acumulación de D, se verifica que

lı́m f (x) = 0
x→0

pero es claro que f no es continua en x = 0 pues la función no está definida en


x = 0.
Teorema 5.18. Sean f, g funciones continuas en el punto c, entonces
f
f + g, f · g, |f |,
g
son continuas en c.
Esto es consecuencia del correspondiente teorema para lı́mites. A partir de este teo-
rema se tiene que las funciones polinómicas son continuas en todo punto de R. Las
funciones racionales son continuas en todo punto de R donde el denominador es
diferente de 0.
Teorema 5.19. Sean D y E subconjuntos de R, f : D → E continua en c y
g : E → R continua en f (c) ∈ E. Entonces, la función compuesta g ◦ f : D → R es
continua en c.
9

Definición 5.20. Se dice que f : D → R es continua en D si f es continua en cada


punto de D.

Definición 5.21. Sea f : D → R discontinua en el punto de acumulación c.

1. Si existen ambos lı́mites laterales en el punto c, se dice que la función tiene


una discontinuidad de primer tipo. En este caso

Si f (c + 0) = f (c − 0), se dice que la discontinuidad es removible.


Si f (c + 0) 6= f (c − 0), el valor f (c + 0) − f (c − 0) se denomina salto de
f en el punto c.

2. Si alguno o ambos lı́mites laterales no existen en el punto c, se dice que la


función tiene una discontinuidad de segundo tipo.

Ejemplo 5.6.

1. La función (
x2 , x 6= 1
f (x) =
3, x=1
tiene una discontinuidad removible en x = 1.

lı́m x2 = lı́m x2 = 1 6= f (1)


x→1+ x→1−

Si consideramos la función
(
f (x), x 6= 1
g(x) =
1, x=1

se verifica que g es continua en todo R

2. La función (
1, x≤0
f (x) =
x, x>0
tiene una discontinuidad de primer tipo en x = 0.

lı́m f (x) = 0 6= lı́m f (x) = 1


x→0+ x→0−

3. La función (
1
x, x 6= 0
f (x) =
1, x=0
tiene una discontinuidad de segundo tipo en x = 0, pues ninguno de los lı́mites
laterales f (0 + 0), f (0 − 0) existen en R
10

4. La función (
0, x≤0
f (x) =
sin( x1 ), x>0
tiene una discontinuidad de segundo tipo en x = 0, pues los lı́mites laterales
no existen.

5. La función (
1, x∈Q
f (x) =
0, x∈
/Q
tiene discontinuidad de segundo tipo en todo R. Dado c ∈ R, se garantiza la
existencia de puntos racionales e irracionales en el interior de un intervalo de
la forma (c, c + δ), obteniendo ası́ que no existe el lı́m f (x). Análogamente
x→c+
se muestra que lı́m f (x) no existe.
x→c−

6. (Función de Tomae) Sea D = [0, 1] y


(
1
, x = pq primos relativos y q > 0
f (x) = q
0, x ∈ /Q

Mostremos que para cada c ∈ [0, 1], lı́m f (x) = 0 por tanto f es continua
x→c
en todo punto irracional y tiene una discontinuidad removible en cada punto
racional. Sea c ∈ [0, 1] y tomemos  > 0. Por la propiedad arquimedeana, existe
N natural tal que para todo q > N se cumple que 1q < . Esto implica que el
conjunto  
p 1
A = x = , p, q primos relativos, ≥
q q
es finito. Existe entonces δ > 0 tal que

V ∗ (c, δ) ∩ A = ∅.

Entonces para todo x ∈ V ∗ (c, δ) ∩ [0, 1], si x es irracional entonces

|f (x) − 0| = 0 < ,

si x es racional, entonces
 
p 1
|f (x) − 0| = f
− 0 = < .
q q

Definición 5.22. Sea f : D → R acotada sobre A ⊂ D. El número no negativo

ΩA f = sup f − ı́nf A f = sup |f (x1 ) − f (x2 )|


A x1 ,x2 ∈A

se denomina oscilación de la función f en el conjunto A.


Ejemplo 5.7.
11

1. La oscilación de f (x) = x + 2 en A = (1, 2] es ωA f = 1.

2. La oscilación de f (x) = sin(x) en A = (π/2, 7π/6) es ωA f = 3/2

Definición 5.23. Sea c ∈ D y f : D → R acotada en cierta vecindad V (c, δ 0 ) de c.


Para 0 < δ < δ 0 sea Aδ = D ∩ V (c, δ). Se define la oscilación de la función f en el
punto c por
ωc (f ) = ı́nf {ΩAδ f | 0 < δ < δ 0 }

Teorema 5.24. Sea f : D → R y c ∈ D. Entonces f es continua en c si y solo si


ωc (f ) = 0

Demostración.

(⇐) Sea  > 0 y ωc (f ) = 0. Entonces existe una δ-vecindad V (c, δ) de c tal que

ΩAδ f < ,

donde Aδ = D ∩ V (c, δ). Si x ∈ Aδ entonces |f (x) − f (c)| < , puesto que

ΩAδ f = sup |f (x1 ) − f (x2 )|,


x1 ,x2 ∈Aδ

lo cual implica que f es continua en c.

(⇒) Sea  > 0 y f continua en c, entonces existe un δ > 0 tal que



|f (x) − f (c)| < , ∀ x ∈ D ∩ V (c, δ).
2

En particular, si x1 , x2 ∈ D ∩ V (c, δ) se garantiza que

|f (x1 )−f (x2 )| = |f (x1 )−f (c)+f (c)−f (x2 )| ≤ |f (x1 )−f (c)|+|f (x2 )−f (c)| < ,

lo que implica que ωc (f ) < . Como  es arbitrario se obtiene que ωc (f ) = 0.

Ejemplo 5.8.

1. Dada (
x2 , x 6= 2
f (x) =
1, x=2
se tiene que ω2 (f ) = 3.

2. Dada 
−1,
 x<0
f (x) = 7, x=0

2, x>0

se tiene que ω0 (f ) = 8.
12

3. Dada (
sin( x1 ), x 6= 0
f (x) =
0, x=0
se tiene que ω0 (f ) = 2.

Teorema 5.25. Dada una función f , el conjunto de sus discontinuidades de primer


tipo es contable.

Demostración. Sea f : D → R y para cada n natural sea


 
1
An = x ∈ D | ωx (f ) > ; f tiene una discontinuidad de primer tipo en x .
n

Notemos que el conjunto de todas las discontinuidades de primer tipo de f es


S
n∈N An , por tanto si mostramos que para cada n, An es contable, se obtiene en-
tonces que el conjunto de todos los puntos de discontinuidad de primer tipo de f es
contable. Para esto mostraremos que si c es un punto de acumulación de An , entonces
c∈/ An , lo cual implica que An sólo está formado por puntos aislados, por tanto es
discreto, es decir contable.
Sea c un punto de acumulación por la derecha de An . Para todo  > 0, el intervalo
(c, c + ) contiene al menos un punto a ∈ An . Sea δ > 0 tal que Aδ = D ∩ V (a, δ) ⊂
(c, c + ).
1 1 1
ωa (f ) > ⇒ ΩAδ > ⇒ ∃x1 , x2 ∈ Aδ tal que |f (x1 ) − f (x2 )| > .
n n n
Como x1 , x2 ∈ (c, c + ) y  es arbitrario, se sigue que no existe el lı́mite de f cuando
x tiende a c por la derecha, por tanto en c hay una discontinuidad de segundo tipo
y entonces c ∈
/ An . De igual forma se demuestra que c ∈ / An si se supone que c es un
punto de acumulación por la izquierda de An .
13

5.4. Propiedades de las funciones continuas. Continuidad uniforme.


Sea D, E ⊂ R y f : D → R. Sea A ⊂ D. Veamos qué relación existe entre A y f (A)
si la función f es continua.

Ejemplo 5.9.

1. Consideremos la función continua f : R → R definida por


1
f (x) =
1 + x2
El conjunto A = [3, +∞) es cerrado pero no acotado, sin embargo obtenemos
1
f (A) = (0, 10 ] el cual es acotado pero no es cerrado.

2. Consideremos la función continua f : R → R definida por f (x) = x2 . Para el


conjunto abierto A = (0, 2), se obtiene el conjunto abierto f (A) = (0, 4). Sin
embargo para el conjunto abierto A0 = (−1, 1), se obtiene f (A0 ) = [0, 1) que no
es abierto.

3. Consideremos la función continua f : R+ → R definida por f (x) = x1 . El


conjunto abierto y acotado A = (0, 1) se transforma en el conjunto f (A) =
(1, +∞) el cual es abierto pero no acotado.

Se observa que la propiedad de determinado conjunto de ser abierto, cerrado o acota-


do, no se trasladan al conjunto obtenido mediante una función continua. Sin embargo,
para el caso de los conjuntos compactos, se obtiene que la imagen de un conjunto
compacto a través de una función continua es compacto.

Teorema 5.26. Sea f : D → R una función continua. Si A ⊂ D es un conjunto


compacto, entonces f (A) tambien es compacto.

Demostración.
S
Sea {Gα }α∈I un cubrimiento abierto de f (A), es decir f (A) ⊂ α∈I Gα

∀ x ∈ A ∃ Gα tal que f (x) ∈ Gα . Como Gα es abierto, entonces existe  > 0


tal que V (f (x), ) ⊂ Gα .

f es continua, por tanto dado  > 0 existe δ > 0 tal que

f (V (x, δ) ∩ A) ⊂ V (f (x), ) ⊂ Gα

Denotando Ux = V (x, δ)∩A, se verifica que {Ux }x∈A es un cubrimiento abierto


de A, y como A es compacto, existe un subcubrimiento finito Ux1 , Ux2 , . . . , Uxn
de A.

Para xi existe Gi de la familia {Gα }α∈I tal que f (Uxi ) ⊂ Gi . Se sigue que
{Gi }ni=1 es un subcubrimiento finito de f (A) y por tanto f (A) es compacto.
14

Notemos que si A es compacto, la continuidad de la función f es una condición


suficiente más no necesaria para la compacidad de f (A). Por ejemplo, la función
de Dirichlet, envı́a cualquier conjunto compacto en uno los conjuntos conmpactos
{1}, {0}, {0, 1}, sin embargo esta función es discontinua en todo punto.

Teorema 5.27. Una función continua en un conjunto compacto, alcanza su valor


máximo y su valor mı́nimo.

Demostración.

Ejemplo 5.10.

1. Sea D = [0, +∞) cerrado pero no acotado y sea


1
f (x) = ,
x+1
Existe el máximo de f que se alcanza en x = 0. Sin embargo ı́nf f (D) = 0 ∈
/
f (D), por tanto la función no tiene mı́nimo en D.

2. Sea D = (0, 1) acotado y abierto y sea f (x) = x(1 − x),


 
1 1
sup f (D) = = f = máxD f
4 2

ı́nf f (D) = 0 ∈
/ f (D),
f no tiene mı́nimo de f en D.

3. Sea D = [−2, 2] y la función



0,
 −2 ≤ x ≤ −1
f (x) = x, −1 < x < 1

0, 1≤x≤2

es discontinua en −1 y en 1. sup f (D) = 1 ∈ / f (D), ı́nf f (D) = 1 ∈


/ f (D),
entonces f no tiene ni máximo ni mı́nimo en D.

Teorema 5.28 (Teorema del Valor Intermedio). Sea I un intervalo (abierto o cer-
rado), f : I → R continua. Sean x1 , x2 ∈ I y un núnero real k tal que f (x1 ) < k <
f (x2 ). Entonces existe c entre x1 y x2 tal que f (c) = k.

Demostración.

Sin pérdida de generalidad supongamos que x1 < x2 y f (x1 ) < k < f (x2 ) y
sea C = {x ∈ [x1 , x2 ] | f (x) ≤ k}

C 6= ∅ pues x1 ∈ C, ademas C es acotado superiormente pues x2 es cota


superior de C. Existe entonces c = sup C y se cumple que x1 ≤ c ≤ x2 .
15

Supongamos que f (c) < k, luego c < x2 . De la continuidad de f , se sigue la


existencia de una vecindad de c, V (c, ), tal que

f (x) < k, ∀ x ∈ [x1 , x2 ] ∩ V (c, ).

Para x con c < x < x2 , tenemos que f (x) < k, lo cual contradice el hecho de
que c es el supremo del conjunto C.

Similarmente, si suponemos que f (c) > k, se llega a una contradicción. Por


tanto f (c) = k

Corolario 5.29. Si f : [a, b] → R, entonces f ([a, b]) = [i, s], donde i = mı́n f ([a, b])
y, s = máx f ([a, b])

Corolario 5.30. La imagen de un intervalo a través de una función continua es un


intervalo o un punto.

Corolario 5.31. Sea f continua en un intervalo I y sean x1 , x2 ∈ I tales que x1 < x2


y f (x1 ) · f (x2 ) < 0. Entonces existe c ∈ (x1 , x2 ) tal que f (c) = 0

Ejemplo 5.11. El recı́proco del teorema y de los corolarios no tiene lugar, es decir,
del hecho que una función tome todos los valores comprendidos entre dos valores
dados no se deduce la continuidad de la función. La función
(
sin x1 x 6= 0
f (x) =
0 x=0

no es continua en x = 0, sin embargo toma todos los valores entre −1 y 1 que son
imágenes por ejemplo de x1 = −2/π y x2 = 2/π respectivamente.

Definición 5.32. Una función f : D → R se dice uniformemente continua en


D si ∀  > 0, ∃ δ > 0 tal que ∀ x1 , x2 ∈ D con |x1 − x2 | < δ se cumple que
|f (x1 ) − f (x2 )| < .

Si f es uniformemente continua en D entonces f es continua en D, basta con


fijar x2 = a, y se verifica la continuidad de f en a.

La continuidad de una función en un conjunto D, en general, no implica que


la función sea uniformemente continua en D

Ejemplo 5.12.

1. La función f : (0, 1) → R tal que f (x) = sin( x1 ) es continua en D pero no es


uniformemente continua en D.

2. Si una función f : D → R es no acotada en cualquier vecindad de un punto


fijo x0 ∈ D, entonces f no es uniformemente continua en D
16

3. La función f : R → R tal que f (x) = x2 es continua en R pero no es uni-


formemente continua en R.

4. La función f : R → R tal que f (x) = sin(x2 ) es continua y acotada en R pero


no es uniformemente continua en R.

Teorema 5.33. Si f : D → R es continua y D es un conjunto compacto, entonces


f es uniformemente continua en D.

Demostración.

Sean  > 0, c ∈ D. Como f es continua en c, existe δc > 0 tal que ∀ x ∈


D ∩ V (c, δ),

|f (x) − f (c)| < .
2

Consideremos la familia {V (c, δ2c )}c∈D , la cual es un cubrimiento abierto de D.


De la compacidad de D, se sigue que existe un subcubrimiento finito de D,
     
δ c1 δc2 δcn
V c1 , , V c2 , , . . . , V cn ,
2 2 2

Sea δ = mı́n {δc1 , . . . , δcn }, y consideremos x1 , x2 ∈ D tal que |x1 − x2 | < δ.

Como x1 pertenece a una de las vecindades V (ci , δci ), se obtiene que



|f (x1 ) − f (ci )| <
2

Notemos que
δ ci
|x2 − ci | ≤ |x2 − x1 | + |x1 − ci | < δ + < δci ,
2
esto implica que

|f (x2 ) − f (ci )| <
2
Finalmente

|f (x1 ) − f (x2 )| ≤ |f (x1 ) − f (ci )| + |f (x2 ) − f (ci )| < 


17

5.5. Continuidad de las funciones monótonas


Definición 5.34. Sea f : D → R, diremos que:

1. f es monótona creciente en D si
∀ x1 , x2 ∈ D, x1 < x2 ⇒ f (x1 ) ≤ f (x2 )

2. f es monótona decreciente en D si
∀ x1 , x2 ∈ D, x1 < x2 ⇒ f (x1 ) ≥ f (x2 )

3. f es estrictamente monótona creciente en D si


∀ x1 , x2 ∈ D, x1 < x2 ⇒ f (x1 ) < f (x2 )

f es estrictamente monótona decreciente en D si


∀ x1 , x2 ∈ D, x1 < x2 ⇒ f (x1 ) > f (x2 )

Una función f es monótona si es monótona creciente o monótona decreciente, y es


estrictamente monótona si es estrictamente monótona creciente o estrictamente
monótona decreciente.
Lema 5.35. Sea f : [a, b] → R continua. f es inyentiva si y solo si f es estrictamente
monótona en [a, b]

Demostración.
(⇐) Es claro que si f es estrictamente monótona, entonces f es inyectiva
(⇒) Sea f inyectiva, y supongamos que f no es estrictamente monótona, en-
tonces podemos encontrar x1 , x2 , x3 ∈ [a, b] tal que x1 < x2 < x3 y f (x2 ) no
está entre f (x1 ) y f (x3 ), por ejemplo que f (x1 ) < f (x3 ) < f (x2 ). De la con-
tinuidad de f en [x1 , x2 ] se garantiza la existencia de un x0 ∈ (x1 , x2 ) tal que
f (x0 ) = f (x3 ) lo cual contradice la inyectividad de f .

Lema 5.36. Una función f : D → R monótona solo puede tener discontinuidades


de primer tipo.

Demostración.
Sin perdida de generalidad, supongamos que f es monótona creciente. Sea
a ∈ D un punto de discontinuidad de f . Evidentemente a es un punto de
acumulación de D. Supongamos que a es un punto de acumulación de D por
la izquierda, entonces a es un punto de acumulación del conjunto
Da− = {x ∈ D | x < a}.
Como f es monótona creciente, su restricción al conjunto Da− resulta ser monó-
tona creciente y acotada superiormente. Esto significa que existe f (a − 0).
18

Si a es punto de acumulación por la derecha de D, entonces es punto de acu-


mulación del conjunto

, Da+ = {x ∈ D | x > a}.

lo cual implica la existencia de f (a + 0).

Si a es punto de acumulación por la izquierda y por la derecha, entonces f (a −


0) 6= f (a + 0). En los tres casos a es un punto de discontinuidad de primer tipo.

Teorema 5.37 (Criterio de continuidad para una función monótona). Sea f :


[a, b] → R una función monótona. f es continua en [a, b] si y solo si el rango
f ([a, b]) es un intervalo cerrado con extremos f (a), f (b). (Si f es creciente f ([a, b]) =
[f (a), f (b)], y si f es decreciente f ([a, b]) = [f (b), f (a)])

Demostración.

(⇒) Sea f continua y monótona creciente, se tiene que f ([a, b]) ⊂ [f (a), f (b)],
y por el teorema del valor intermedio, se garantiza que [f (a), f (b)] ⊂ f ([a, b])

(⇐) Sea f monótona y f ([a, b]) es un intervalo cerrado con extremos f (a)
y f (b). Supongamos que f es discontinua en un punto c ∈ [a, b]. Como f
es monótona, la discontinuidad es de primer tipo, entonces está definido al
menos uno de los dos intervalos (f (c − 0), f (c)), (f (c), f (c + 0)) que no contiene
valores de la función f . En virtud de la monotonı́a de f , estos intervalos están
contenidos en el intervalo cerrado con extremos f (a), f (b). Esto implica que el
intervalo cerrado con extremos en f (a), f (b) no estarı́a contenido en el rango
f ([a, b])

Definición 5.38. Sea f : D → R una función inyectiva, y sea X = f (D) su rango.


La función g : X → R tal que ∀ x ∈ D, g(f (x)) = x y ∀ y ∈ X, f (g(y)) = y se
denomina función inversa de f y se denota por f −1 .

Obviamente que si f es inyectiva, la inversa f −1 es única. Además si f es estrica-


mente monótona creciente (decreciente) entonces su inversa también es estrictamente
monótona creciente (decreciente).

Teorema 5.39 (Función inversa). Sea f : [a, b] → R estrictamente monótona y


continua, entonces la función inversa f −1 es continua.

Demostración. Como f es estrictamente monótona y continua, entonces Y = f ([a, b])


es un intervalo cerrado con extremos f (a), f (b). Mostremos que la función inversa
f −1 : Y → R es continua. Como f −1 es monótona y está definida en un intervalo
cerrado y su rango es el intervalo [a, b], por el teorema anterior f −1 es continua.
1

6. Diferenciación
6.1. La derivada y sus propiedades
Definición 6.1. Sea f : D → R a ∈ D un punto de acumulación de D. Se dice que
la función f es diferenciable en el punto a si existe el lı́mite
f (x) − f (a)
lı́m = f 0 (a)
x→a x−a
En el caso de existir, al valor de este lı́mite f 0 (a) se le denomina derivada de f en
el punto a.
La función
f (x) − f (a)
g(x) =
x−a
definida en D − {a} determina el comportamiento de la pendiente de la recta que
pasa por los puntos (x, f (x)), (a, f (a)). Ahora, definimos la recta tangente al gráfico
de f en el punto a, como la recta que pasa por el punto (a, f (a)) con pendiente f 0 (a).
Equivalentemente, se tiene que
f (a + h) − f (a)
f 0 (a) = lı́m
h→0 h
Si el punto a ∈ D es un punto de acumulación por la derecha, definimos la derivada
derecha como el lı́mite
f (x) − f (a) f (a + h) − f (a)
lı́m = lı́m = f+0 (a)
x→a+ x−a h→0 + h
De manera natural, si el punto a ∈ D es un punto de acumulación por la izquierda
se define la derivada izquierda; f−0 (a).
Es inmediato, que si a es un punto de acumu8lación de D por la izquierda y por
la derecha, entonces la derivada f 0 (a) existe si y solo si las derivadas laterales
f+0 (a), f−0 (a) existen y ademas son iguales.
Definición 6.2. Se dice que f es diferenciable o derivable en D, si f es difer-
enciable en todos los puntos de acumulación contenidos en D.
Ejemplo 6.1.
1. f : R → R una función constante, entonces f 0 (a) = 0, ∀ a ∈ R

2. f : R → R tal que f (x) = mx+n (función lineal), entonces f 0 (a) = m, ∀ a ∈ R

3. f : R → R tal que f (x) = x2 , entonces f 0 (a) = 2a, ∀ a ∈ R -NMVC

4. f : R → R tal que f (x) = xn , donde n ≥ 0, entonces f 0 (a) = nan−1 , ∀ a ∈ R

5. Sea P (x) = nk=1 bk xk (un polinomio), entonces P 0 (a) = nk=1 bk ak , ∀ a ∈ R


P P

6. f : R → R tal que f (x) = |x|, para a = 0 la función f no es diferenciable.


Para a 6= 0, f 0 (a) := sign a
2


7. f : [0, +∞) → R tal que f (x) = x, para a = 0 la función f no es diferenciable.
Para a 6= 0, f 0 (a) = 2√
1
a

8. f : R → R talque f (x) = ı́nf {|x − n|; n ∈ Z}. La función es diferenciable en


todo R excepto en los puntos del tipo a = n y a = n + 1/2.

Sea a ∈ D un punto de acumulación, y supongamos que existe f 0 (a). Consideremos


la función
r(h) = f (a + h) − f (a) − f 0 (a)h
definida para todo h 6= 0 con a + h ∈ D. Se tiene entonces que

r(h)
lı́m = 0,
h→0 h
es decir que r(h) tiende a cero más rápidamente que h, o lo que es lo mismo, que
r(h) = o(h).
Supongamos ahora que existe L ∈ R tal que

f (a + h) = f (a) + Lh + r(h),

donde r(h) = o(h). De aquı́ se obtiene que

f (a + h) − f (a) r(h)
lı́m = L + lı́m = L.
h→0 h h→0 h

Se sigue que L = f 0 (a). Por tanto la condición necesaria y suficiente para que f sea
diferenciable en a es que exista una constante L tal que

f (a + h) = f (a) + L · h + r(h),

con r(h) = o(h).

Teorema 6.3. Si existe f 0 (a), entonces f es continua en a.

Demostración. Sea a ∈ D un punto de acumulación y supongamos que existe f 0 (a).

f (x) − f (a)
lı́m f (x) − f (a) = lı́m lı́m x − a = f 0 (a) · 0 = 0.
x→a x→a x−a x→a

Entonces f es continua en a.

Ejemplo 6.2.

1. la función f (x) = |x| es continua en R y no es diferenciable en x = 0

2. La función (
x sin( x1 ) x 6= 0
f (x) =
0 x=0
es continua en R y no es diferenciable en x = 0
3

3. La función (
x2 sin( x1 ) x 6= 0
f (x) =
0 x=0
es continua y diferenciable en R

Teorema 6.4. Sean f, g : D → R diferenciables en a ∈ D. Entonces f ± g, f ·


g, f /g (g(a) 6= 0) son diferenciables en a y se cumple

(f ± g)0 (a) = f 0 (a) ± g 0 (a)


(f · g)0 (a) = f 0 (a) · g(a) + f (a) · g 0 (a)
f 0 (a) · g(a) − f (a) · g 0 (a)
(f /g)0 (a) =
g 2 (a)

Teorema 6.5 (Regla de la Cadena). Sea f : D → R, g : E → R con f (D) ⊂ E.


Si f es diferenciable en a ∈ D y g es diferenciable en b = f (a) inE, tonces g ◦ f es
diferenciable en a, además

(g ◦ f )0 (a) = g 0 (b) · f 0 (a) = g 0 (f (a)) · f 0 (a)

Demostración.

Sean
r1 (h)
f (a + h) = f (a) + f 0 (a)h + r1 (h), con a + h ∈ D, lı́m =0
h→0 h
r2 (k)
g(b + k) = g(b) + g 0 (b)k + r2 (k), con b + k ∈ E, lı́m =0
k→0 k
Sea

k = f (a + h) − f (a) ⇒ b + k = f (a) + f (a + h) − f (a) = f (a + h) ∈ E


⇒ k = f (a + h) − f (a) = f 0 (a)h + r1 (h)

Ahora, se verifican

(g ◦ f )(a + h) = g(f (a + h)) = g(b + k)


= g(b) + g 0 (b)k + r2 (h)
= g(b) + g 0 (b)[f 0 (a) + r1 (h)] + r2 (h)
= g(b) + g 0 (b)f 0 (a) + [g 0 (b)r1 (h) + r2 (h)]
= (g ◦ f )(a) + g 0 (b)f 0 (a) + r(h)
4

Estudiemos el comportamiento de r(h)


 
r(h) r1 (h) 0 r2 (k)
lı́m = lı́m g (b) +
h→0 h h→0 h h
r2 (k) f 0 (a)h + r1 (h)
 
r1 (h) 0
= lı́m g (b) +
h→0 h k h
= 0

De lo anterior se verifica la existencia del lı́mite


(g ◦ f )(a + h) − (g ◦ f )(a)
lı́m = g 0 (b)f 0 (a)
h→0 h

Corolario 6.6 (Derivada de la función Inversa). Sea f : D → R una función


con inversa g : E → R. Sea f diferenciable en a ∈ D, y g continua en b = f (a) ∈ E.
g es diferenciable en b si y solo si f (a) 6= 0. En este caso
1
g 0 (b) =
f 0 (g(b))
Demostración.
g es continua en b si y solo si lı́m g(y) = g(b) = a
y→b

Nótese que ∀ y 6= b se tiene que g(y) 6= a al ser uno a uno.


Ademas,
g(y) − g(b) g(y) − a
lı́m = lı́m
y→b y−b y→b f (g(y)) − f (a)
1
= lı́m
y→b f (g(y))−f (a)
g(y)−a
1
= lı́m
x→a f (x)−f (a)
x−a
1
=
f 0 (a)

Todo lo anterior se verifica si y solo si f 0 (a) 6= 0


Ejemplo 6.3. Sea f (x) = x3 una funcion inyectiva con inversa g(x) = 3 x una
función continua. Es claro que f 0 (a) = 2a2 con f 0 (a) 6= 0 para cualquier a 6= 0, por
tanto,
1 1 1
g 0 (b) = 0 = 2 = 2/3 , ∀ b 6= 0
f (g(b)) 3g (b) 3b
Para b = 0 la inversa no es diferenciable.
5

6.2. Teoremas Fundamentales del Calculo Diferencial


Definición 6.7. Sea f : D → R una función. Se dice que f tiene un máximo local
(mı́nimo local) en el punto a ∈ D si ∃ δ > 0 tal que f (x) ≤ f (a), (f (x) ≥ f (a)),
para todo x ∈ D ∩ V (a, δ). Si la desigualdad es estricta, entonces se dice que el punto
a ∈ D es un máximo local estricto (mı́nimo local estricto).
Ejemplo 6.4.
La función f (x) = x2 posee un minimo local estricto en a = 0
La función (
x2 (1 + sin( x1 )), x 6= 0
f (x) =
0, x=0
posee un minimo local no estricto en a = 0, pues para todo δ > 0, existe N
1
natural tal que para todo n > N , el punto an = 2πn−π/2 ∈ (−δ, δ) y f (an ) = 0.
Teorema 6.8. Sea f : D → R. Si a ∈ D es un punto de acumulación por la
derecha y existe f+0 (a) > 0, entonces existe δ > 0 tal que f (x) > f (a) para todo
x ∈ D ∩ V (a, a + δ)
Demostración.
f (x) − f (a)
lı́m = f+0 (a) > 0
x→a+ x−a
Para  = f+0 (a)/2, existe δ > 0 tal que para todo x ∈ D ∩ V (a, a + δ),
f (x) − f (a)
− + f+0 (a) < <  + f+0 (a)
x−a
f (x) − f (a) f 0 (a) f 0 (a)
> f+0 (a) − + = + >0
x−a 2 2
Como x − a > 0, entonces f (x) − f (a) > 0.

Se obtienen afirmaciones similares para los casos f−0 (a) > 0, f+0 (a) < 0 y f−0 (a) < 0.
Corolario 6.9. Sea f : D → R y a ∈ D un punto de acumulación por la derecha y
por la izquierda y existe f 0 (a) > 0, entonces existe δ > 0 tal que para todo x, y ∈ D
con a − δ < x < a < y < a + δ se cumple que f (x) < f (a) < f (y).
Se obtiene una afirmación similar para el caso f 0 (a) < 0 y se obtiene la desigualdad
f (y) < f (a) < f (x). Este colorario no garantiza que si f 0 (a) > 0, f sea creciente en
una vecindad de a.
Ejemplo 6.5. Consideremos la función
(
x2 sin( x1 ) + x2 , x 6= 0
f (x) =
0, x=0

Para x 6= 0 se tiene f 0 (x) = 2x sin x1 − cos x1 + 1/2 y

f (x) − f (0) x2 sin x1 + x


1
f 0 (0) = lı́m = lı́m 2
= > 0.
x→a x x→a x 2
6

Por el corolario anterior, como f (0) = 0, existe δ > 0, tal que para todo −δ < x1 <
1
0 < y1 < δ se cumple que f (x1 ) < 0 < f (y1 ). Sea n tal que c = 2πn < 2δ . Como
0 1 1
f (c) = − 2 y f (c) = 4πn por el mismo corolario existe los puntos x2 < c < y2
pertenecientes a la vecindad de 0 tal que f (x2 ) > f (c) > f (y2 ), por tanto la función
no es creciente.

Corolario 6.10. Sea f : D → R y a ∈ D un punto de acumulación por la derecha y


por la izquierda y f tiene un extremo local en a. Si f es diferenciable en a, entonces
f 0 (a) = 0.

Demostración. Sea a punto de extremo local. Supongamos que f 0 (a) > 0. Por el
corolario anterior existe δ > 0, tal que para todo x, y ∈ D con a − δ < x < a <
y < a + δ se tiene que f (x) < f (a) < f (y) y esto contradice el hecho de que en a
hay un extremo local. La suposición de que f 0 (a) < 0 conduce a una contradicción
similar.

Definición 6.11. Sea f : I → R una función, donde I es un intervalo. Si la fun-


ción f 0 : I → R resulta ser una función continua, se dice que f es una función
continuamente diferenciable en I y se denota por f ∈ C 1 (I)

Ejemplo 6.6. Consideremos la función


(
x2 sin( x2 ), x 6= 0
f (x) =
0, x=0

La derivada de esta función es


(
2x sin( x1 ) − cos( x1 ), x 6= 0
f 0 (x) =
0, x=0

La función derivada tiene una discontinuidad de segundo tipo en x = 0 por tanto


f∈/ C 1 (I), donde I es cualquier ntervalo que contiene al cero.

la derivada de una función cumple la propiedad del valor intermedio aún sin ser
continua.

Teorema 6.12 (Darboux). Sea f : D → R derivable en [a, b] ⊂ D. Si f 0 (a) < d <


f 0 (b), entonces ∃ c ∈ (a, b) tal que f 0 (c) = d

Demostración.

Sea d = 0, entonces f 0 (a) < 0 < f 0 (b). Por el corolario 6.9, se tiene existe
δ1 y δ2 tal que para a < x < a + δ1 , f (x) > f (a) y para b − δ2 < y < b,
f (y) > f (b).De lo anterior, como f es continua en [a, b] alcanza su mı́nimo en
cierto punto c ∈ (a, b),. Entonces f 0 (c) = 0.

d 6= 0. Sea g(x) = f (x) − dx, entonces g 0 (x) = f 0 (x) − d y g 0 (a) = f 0 (a) − d < 0
y g 0 b) = f 0 (b) − d > 0, por tanto existe c ∈ (a, b) tal que g 0 (c)0f 0 (c) − d = 0.
7

Corolario 6.13. Sea f : I → R diferenciable en todo I. Entonces f 0 no puede tener


discontinuidades de primer tipo en I.

Probar!!

Teorema 6.14 (Rolle). Sea f : [a, b] → R continua y f (a) = f (b). Si f es diferen-


ciable en (a, b), entonces existe un c ∈ (a, b) tal que f 0 (c) = 0.

Demostración.

f constante en [a, b], entonces f 0 (c) = 0 para todo c ∈ (a, b).

f no es constante. Como f es continua en [a, b], alcanza su máximo y su mı́nimo


en [a, b] y al menos uno de estos se alcanza en un punto c ∈ (a, b). Como f es
diferenciable en (a, b), entonces f 0 (c) = 0.

Ejemplo 6.7.

1. Consideremos la función f : [−1, 1] → R, f (x) = |x|. Notemos que no existe


x ∈ (−1, 1) tal que f 0 (x) = 0, pues f no es diferenciable en 0.

2. Consideremos la función f : [−1, 1] → R, f (x) = 1 − x2 , continua en [−1, 1]
y diferenciable en (−1, 1). Se cumple el teorema de Rolle, de hecho f 0 (0) = 0.

3. Consideremos la función
(
1
(1 − x2 ) sin 1−x 2, |x| =
6 1
f (x) =
0, |x| = 1

Se verifica el teorema de Rolle, de hecho f 0 (0) = 0.

4. Consideremos la función
(
1
sin 1−x 2, |x| =
6 1
f (x) =
0, |x| = 1

No se cumplen las condiciones del teorema pues f no es continua en x = −1


ni en x = 1. Sin embargo es fácil verificar que f 0 (0) = 0.

Teorema 6.15 (Valor medio de Lagrange). Sea f : [a, b] → R continua y difer-


enciable en (a, b). Entonces ∃ c ∈ (a, b) tal que

f (b) − f (a)
f 0 (c) =
b−a
8

Demostración. Consideremos la función φ : [a, b] → R definida por

f (b) − f (a)
φ(x) = f (x) − (x − a) − f (a).
b−a
La función φ es continua en [a, b], diferenciable en (a, b) y φ(a) = φ(b) = 0. Aplicando
el teorema de Rolle, existe c ∈ (a, b) tal que

f (b) − f (a)
φ0 (c) = f 0 (c) − =0
b−a

Corolario 6.16. Sea f : [a, b] → R continua. Si f 0 (x) = 0 para todo x ∈ (a, b),
entonces f es constante. Probar!

Corolario 6.17. Sean f, g : [a, b] → R continuas y diferenciables en (a, b). Si f 0 (x) =


g 0 (x) para todo x ∈ (a, b), entonces existe un c ∈ R tal que f (x) = g(x) + c

Probar!

Corolario 6.18. Sea f : (a, b) → R diferenciable. Si existe un k ∈ R tal que


|f 0 (x)| ≤ k; ∀ x ∈ (a, b), entonces f es uniformemente continua en (a, b).

Probar!

Corolario 6.19. Sea f continua en [a, b] y diferenciable en (a, b). Si existe lı́m f 0 (x) =
x→a+
L, entonces f+0 (a) = L

Probar!
S
Corolario 6.20. Sea f : [a, b] → R continua y diferenciable en (a, c) (c, b). Si
existe lı́m f 0 (x) = L, entonces f es diferenciable en c y f 0 (c) = L.
x→c

Corolario 6.21. Sea f : (a, b) → R diferenciable. f 0 (x) ≥ 0 ∀ x ∈ (a, b) si y solo si


f es creciente en (a, b).
Si f 0 (x) > 0 ∀x ∈ (a, b), entonces f es estrictamente creciente, por tanto tiene
inversa diferenciable en J = f (a, b).

Demostración.

(⇒)Sea f 0 (x) ≥ 0, para todo x ∈ (a, b). Dados x1 , x2 ∈ (a, b) con x1 < x2 ,
tenemos f (x2 ) − f (x1 ) = f 0 (c)(x2 − x1 ), donde x1 < c < x2 , por tanto f (x2 ) −
f (x1 ) ≥ 0.

(⇐) f creciente. Entonces dados x ∈ (a, b) y h > 0 con x + h ∈ (a, b) se tiene

f (x + h) − f (x)
≥ 0 ⇒ f 0 (x) ≥ 0.
h
9

El resultado para cuando la función es estrictamente creciente se demuestra de igual


forma.

Un resultado similar se obtiene para f decreciente o estrictamente decreciente.

Definición 6.22. Sea I un intervalo, f : I → R diferenciable. Se dice que f es


uniformemente diferenciable en I si para todo  > 0, existe δ > 0 tal que para todo
x, x + h ∈ I con |h| < δ,

f (x + h) − f (x) 0

− f (x) <
h

Teorema 6.23. f : [a, b] → R es uniformemente diferenciable si y solo si f ∈


C 1 [a, b].

Probar!
10

6.3. Fórmula de Taylor


Definición 6.24 (Derivada de Orden Superior). Dado n ∈ N, f : D → R
y a ∈ D un punto de acumulación por la izquierda y por la derecha, se define la
n-esima derivada de f en a; f (n) (a), inductivamente ası́:

f (0) (a) = f (a)


f (1) (a) = f 0 (a)
f (2) (a) = [f 0 ]0 (a)

f (n) (a) = [f (n−1) ]0 (a)

Nótese, que para que f (n) (a) tenga sentido, la función f (n−1) (x) debe estar definida
en un intervalo que contiene al punto a y tal que a sea un punto de acumulación
pues
f (n−1) (x) − f (n−1) (a)
f (n) (a) = lı́m .
x→a x−a
En lo que sigue se considerara a I como un intervalo abierto.

Definición 6.25. Sea f : I → R, Se dice que f es n-veces diferenciable en I, si


existe f (n) (x) para todo x ∈ I.

Definición 6.26. Sea f : I → R. Se dice que f es n-veces diferenciable en a, si


existe un intervalo J 3 a tal que f es n-1-veces diferenciable en J ∩ I y existe f (n) (a)

Definición 6.27. Sea f : I → R, se dice que f es de clase C n en I; f ∈ C n (I), si


f es n-veces diferenciable en I y f (n) (x) es continua en I. Si para todo n ∈ N, se
tiene que f ∈ C n (I), entonces se dice que f es de clase C ∞ en I; f ∈ C ∞ (I).

Ejemplo 6.8.

1. Dado un n ∈ N consideremos la función


(
xn+1 , x≥0
ϕn (x) = xn |x| =
−xn+1 , x<0

con derivada 
n
(n + 1)x ,
 x>0
ϕ0n (x) = 0, x=0

−(n + 1)xn , x<0

(n)
Notemos que ϕ0n (x) = (n−1)ϕn−1 (x), de donde se tiene que ϕn = (n+1)!ϕ0 =
(n + 1)!|x|. Esto implica que ϕn ∈ C n , pero ϕn ∈
/ C n+1 .

2. Dado n ∈ N consideremos la función


(
x2n sin x1 , x 6= 0
fn (x) =
0, x=0
11

con derivada
(
2nx2n−1 sin x1 − x2n−2 cos x1 , x 6= 0
fn0 (x) = .
0, x=0
(n)
Resulta fácil ver que fn es n-veces diferenciable en R, pero la función fn no
es continua en x = 0, por tanto fn ∈ / C n (R).

3. Consideremos la función
(
x2n+1 sin x1 , x 6= 0
gn (x) = .
0, x=0

En este caso g ∈ C n , pero g ∈


/ C n+1 .

4. Si Pn (x) es un polinomio de grado n entonces Pn ∈ C ∞ . Toda función racional


Q, definida sobre un intervalo I, es de clase C ∞ (I). Las funciones trigonométri-
cas son de clase C ∞ en sus dominios de definición. Lo mismo ocurre para las
funciones exponenciales y logarı́tmicas.
Definición 6.28. Sea f : I → R, n-veces diferenciable en a ∈ I. El polinomio
n
X f (k) (a) k
P (h) = h
k!
k=0

es denominado el polinomio de Taylor de grado n de la función f en el


punto a. Nótese que P es el único polinomio tal que P (k) (0) = f (k) (a)
Lema 6.29. Sea r : I → R una función n-veces diferenciable en el punto 0 ∈ I.
r(x)
r(0) = r0 (0) = r00 (0) = · · · = r(n) (0) = 0 si y solo si lı́m =0
x→0 xn
Demostración.
(⇒) Por inducción en n.
n = 1. Sea r(0) = r0 (0) = 0, entonces
r(x) r(x) − r(0)
lı́m = lı́m = r0 (0) = 0
x→0 x x→0 x

Supongamos que el resultado se verifica para n − 1, es decir, r(0) = r0 (0) =


r00 (0) = · · · = r(n−1) (0) = 0 implica que lı́m xr(x)
n−1 = 0.
x→0

Ahora, supongamos que r(0) = r0 (0) = r00 (0) = · · · = r(n) (0) = 0, entonces
para la función r0 es válida la hipótesis de inducción pues r0 (0) = (r0 )0 (0) =
· · · = (r0 )(n−1) (0) = 0, y por tanto
r0 (x)
lı́m =0
x→0 xn−1
12

De la definición del limite anterior obtenemos que, ∀  > 0, ∃ δ > 0 tal que
0
r (x)
xn−1 < , 0 < |x| < δ

Ahora, por el teorema del valor medio, se garantiza la existencia de un c, con


0 < |c| < |h| tal que
r(x) r(x) − r(0) r0 (c)x r0 (c) c n−1 r0 (c)

= = = < n−1 < 

xn xn xn cn−1 x c

r(x)
Finalmente se tiene lı́m xn =0
x→0

(⇐) Por inducción en n.


r(h)
n = 1. Se tiene que lı́m h = 0, de donde
h→0

r(h)
r(0) = lı́m r(h) = lı́m h=0
h→0 h→0 h
r(h) − r(0) r(h)
r0 (0) = lı́m = lı́m =0
h→0 h−0 h→0 h

r(x)
Supongamos que el resultado se verifica para n − 1, es decir, lı́m n−1 = 0,
x→0 x
implica que r(0) = r0 (0) = · · · = r(n−1) (0) = 0
r(x)
Ahora, supongamos que r es n-veces diferenciable y que lı́m n = 0. Consid-
x→0 x
(n)
r (0) n
eremos la función φ : I → R, dada por φ(x) = r(x) − n! x

Se verifica fácilmente que φ es n-veces diferenciable y además

φ(x) r(x) r(n) (0)


lı́m = lı́m − lı́m x=0
x→0 xn−1 x→0 xn−1 x→0 n!

Por lo tanto φ es una función a la cual se le puede aplicar la hipótesis inductiva,


por lo tanto ϕ(0) = ϕ0 (0) = · · · = ϕ(n−1) (0) = 0, además ϕ(n) (0) = r(n) (0) −
r(n) (0) = 0.

Para la función φ se cumple la parte del teorema ya demostrada, por tanto


como φ(0) = φ0 (0) = · · · = φ(n) (0) = 0 entonces

ϕ(x) r(x) r(n) (0) xn r(n) (0)


0 = lı́m n
= lı́m n
− lı́m n
=0− ⇒ r(n) (0) = 0
x→0 x x→0 x x→0 n! x n!
13

Teorema 6.30 (Formula de Taylor). Sea f : I → R una función n-veces difer-


enciable en un punto a ∈ I. Entonces para cualquier h tal que a + h ∈ I se cumple
que
n
X f (k) (a) k
f (a + h) = h + r(h)
k!
k=0
r(h) Pn f (k) (a)
donde lı́m n = 0. Ademas P (h) = k=0 hk es el único polinomio de grado
h→0 h k!
menor o igual a n tal que

f (a + h) = P (h) + r(h)

con r(h) = o(hn )

Demostración. Sea p(h) un polinomio tal que f (a+h) = p(h)+r(h) con r(h) = o(hn ).
Consideremos la restricción de r al intervalo J = {h | a + h ∈ I}, por tanto 0 ∈ J.
Como p(h) ∈ C ∞ y f es n-veces diferenciable en a, entonces r es n-veces diferenciable
en 0. Del lema anterior tenemos que r(k) (0) = 0 para todo k = 0, 1, . . . , n, lo cual
implica que f (k) (a) = p(k) (a) para k = 0, 1, . . . , n, por tanto p(h) es el polinomio de
Taylor de f en a.

Dada una función f : I → R, tenemos que f es diferenciable en a ∈ I, si y solo


si para todo h, con a + h ∈ I se verifica que f (a + h) = f (a) + Lh + r(h), donde
r(h) = o(h) y L = f 0 (a). Del teorema anterior vemos que el polinomio dado es el
polinomio de Taylor de orden 1 de la función f en el punto a. El teorema de Taylor
nos dice que si f es n-veces diferenciable en a, entonces f (a + h) se representa por
la suma de un polinomio de grado n y una función o(hn ). Sin embargo la existencia
de tal representación no implica la existencia de f (n) (a) para n > 1

Ejemplo 6.9. Sea f : R → R definida por


(
1
1 + x + (x − a)2 + (x − a)3 sin x−a x 6= a
f (x) =
1+a x=a

Es fácil ver que


1
f (a + h) = 1 + a + h + h2 + h3 sin = p(h) + r(h)
h
donde p(h) = 1 + a + h + h2 y r(h) = 0(h2 ), sin embargo se tiene que f 0 (a) = 1 pero
f 00 (a) no existe.

Veamos algunas aplicaciones de la fórmula de Taylor.

Definición 6.31. Sea f : I → R diferenciable en el punto a ∈ I. El punto a se


denomina punto crı́tico si f 0 (a) = 0.

Corolario 6.32 (Condiciones suficientes de extremo). Sea f : I → R n-veces


diferenciable en el punto crı́tico a ∈ I. Si f (a) = f 0 (a) = f 00 (a) = · · · = f (n−1) (a) = 0
y f (n) (a) 6= 0 entonces se cumple que
14

1. Si n es par y f (n) (a) < 0 entonces a es un punto de máximo local.

2. Si n es par y f (n) (a) > 0 entonces a es un punto de mı́nimo local.

3. Si n es impar, a no es un punto de extremo.

Demostración. Aplicando la fórmula de Taylor tenemos


" #
f (n) (a) r(h) n
f (a + h) − f (a) = + n h ,
n! h
(n)
donde r(h) = o(hn ). Tomando  < 21 f n!(a) , existe δ > 0 tal que para todo h, con


0 < |h| < δ, se tiene que r(h)
hn < . Esto implica que la expresión entre corchetes

tiene el mismo signo que f (n) (a). Si n es par, entonces hn es positivo y por tanto
para todo h, con 0 < |h| < δ, f (a + h) − f (a) tiene un máximo si f (n) (a) < 0 y tiene
un mı́nimo si f (n) (a) > 0.
Si n es impar, entonces podemos tomar h1 > 0 y h2 < 0, tal que f (a + h1 ) − f (a) y
f (a + h2 ) − f (a) tengan signos diferentes, pues hn1 > 0 y hn2 < 0.

Ejemplo 6.10. f (x) = xn , si n es par a = 0 resulta ser un minimo local, y si n es


impar a resulta ser un punto de ensilladura.

Corolario 6.33 (Regla de L‘Hospital). Sean f, g : I → R n-veces diferenciables


en un punto a ∈ I. Supongamos que

f (a) = f 0 (a) = · · · = f (n−1) (a) = g(a) = g 0 (a) = · · · = g (n−1) (a) = 0.

f (n) (a) 6= 0 y g (n) (a) 6= 0.

Existe δ > 0 tal que g(x) 6= 0, ∀ x ∈ V (a, δ)

Entonces
f (x) f (n) (a)
lı́m = (n)
x→a g(x) g (a)
Demostración. Consideremos x = a + h ∈ I. Por la fórmula de Taylor

f (n) (a) n g (n) (a) n


f (a + h) = h + rf (h) , g(a + h) = h + rg (h),
n! n!
rg rg
donde lı́m h n = lı́m h n = 0. Se sigue que
h→0 h→0
 
f (n) (a) rf (h)
f (x) f (a + h) n! + hn hn f (n) (a)
lı́m = lı́m = lı́m  (n)  =
x→a g(x) h→0 g(a + h) h→0 g (a)
+
rg (h)
hn g (n) (a)
n! hn
15

Teorema 6.34 (Fórmula de Taylor con resto en la forma de Lagrange). Sea


f : [a, b] → R de clase C (n−1) [a, b], y n-veces diferenciable en (a, b). Entonces existe
un c ∈ (a, b) tal que

f (n−1) (a) f (n) (c)


f (b) = f (a) + f 0 (a)(b − a) + · · · + (b − a)n−1 + (b − a)n
(n − 1)! n!

Tomando b = a + h y c = a + θh, donde 0 < θ < 1 la fórmula se escribe como


n−1
X f (k) (a) k f (n) (a + θh) n
f (a + h) = h + h
k! n!
k=0

Demostración. Sea φ : [a, b] → R definida por

f (n−1) (x) M
φ(x) = f (b) − f (x) − f 0 (x)(b − x) − · · · − (b − x)n−1 + (b − x)n ,
(n − 1)! n!

donde M es una constante tal que φ(a) = 0. Si encontramos tal constante, como φ
es continua en [a, b], diferenciable en (a, b) y φ(b) = 0, entonces se cumple el teorema
de Rolle y por tanto existe c tal que φ0 (c) = 0. Es fácil ver que

M − f (n) (c)
φ0 (x) = (b − x)n−1 ,
(n − 1)!

por tanto del hecho φ0 (c) = 0 se obtiene que M = f n (c), con lo que queda demostrado
el teorema.

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