HELEN PEÑA ORTEGA ORTEGA

DOCENTE
SELENE MARGARITA ORTIZ

UNIVERSIDAD SIMÓN BOLÍVAR

MICROBIOLOGÍA
CRECIMIENTO INTRAGRUPAL I
BARRANQUILLA
2020
 LAS DIMENSIONES DEL SER HUMANO
existen un total de ocho (8) dimensiones en las cuales nos desenvolvemos como seres humanos,
estas dimensiones representan las diversas capacidades que podemos potencializar, son
habilidades que podemos tener o desarrollar a través de un proceso de crecimiento, estas son:

La dimensión física, la cual se entiende como la relación que se tiene con el cuerpo, incluidos
hábitos de cuidado tanto internos como externos. se relaciona a su vez con la manera de vernos a
nosotros mismos en todos los contextos en los que interactuamos, este aspecto se relaciona
estrechamente con la forma en la que somos conscientes de nosotros mismos, la idea que tenemos
de nosotros mismos y la identificación personal, así mismo comprende al cuerpo como un
instrumento de contacto a través del cual podemos relacionarnos con personas de nuestro entorno
y con el medio mismo, por medio de interacciones directas e indirectas. otra dimensión del ser
humano es la dimensión sociopolítica, esta cuenta como la capacidad de relacionarnos y
responder a la necesidad que como seres sociales, tenemos de establecer lazos afectivos con
personas de los distintos entornos a los que pertenecemos, se entiende además como la capacidad
de desarrollar dinámicas de convivencia funcionales y saludables, aspecto crucial tanto para la
supervivencia como para la estabilidad emocional de la que necesitamos para sentir cierto
bienestar, y felicidad necesarios . respecto a la dimensión cognitiva, que se extiende a una
capacidad intelectual, define que como seres cognitivos nuestra especie se caracteriza por intentar
almacenar la mayor cantidad de conocimientos posibles, así mismo se relaciona con la capacidad
de ponerlos en práctica en función de desempeñarnos lo mejor posible haciendo uso de procesos
más complejos que recordar o pensar, Szent-Györgyi dice que “el pensamiento creador consiste en
ver lo que todo el mundo ve y pensar lo que nadie piensa”, son estos pensamientos divergentes los
cuales nos llevan a cuestionar, nos ayudan a explicar y nos empujan a una constante búsqueda de
conocimiento, en aras de facilitar nuestra existencia, respondiendo a las exigencias de nuestra
sociedad en la que se valora la capacidad de producir un pensamiento autónomo y crítico, aunque
en hechos históricamente se han mal juzgado a las mentes que, contra la corriente, han alzado su
voz para dar a conocer ideas controversiales que suponían el quiebre de una “realidad” ya
impuesta. por otra parte la dimensión afectiva prima el manejo de las emociones, y se relaciona
estrechamente con la idea de una inteligencia emocional, cataloga a las emociones como impulsos
a los que respondemos, es así que define al ser humano como un ser compuesto también por
sentimientos, implica conceptos como el autoconocimiento, manifiesta la necesidad de conocer y
manejar nuestras emociones, e inclusive le atribuye a estas habilidades el estatus de necesarias
para una buena convivencia, necesarias para sobrevivir, como lo expresa Martínez. M (2009) “La
serenidad y paz emocional, en cambio, crea las condiciones para una tranquila actividad mental,
intelectual, mnemónica y creativa, libre de la tensión que agota y consume un alto nivel de
energía”. la dimensión lingüística o comunicativa se relaciona con las capacidades
comunicativas, estas en un aspecto individual se podrían en cierto sentido limitar a las habilidades
necesarias para construir un proceso comunicativo, transmitir ideas como una forma básica de
intercambio de información en la que la interacción con uno o varios interlocutores se hace
mediante el uso de un lenguaje conocido por todas las partes; en un aspecto más general el buen
uso de un lenguaje elocuente puede significar cambios tangibles en un entorno macro social, puede
ser utilizado como una herramienta para cambiar la realidad, en esta secuencia de ideas, el uso de
la lengua y las competencias comunicativas va más allá de la creación o el uso de sistemas de
símbolos y significados con los que transmitir una idea que a la acción de transmitir esa idea en
aras de un propósito de distinta índole. La dimensión espiritual, pese al nombre que se le es
atribuido, no se limita a un aspecto religioso para dar explicación a aquellas incógnitas que nos
han perseguido desde hace mucho tiempo, como la existencia o no de un alma, o aquellos
fenómenos que las ciencias no han podido explicar hasta el momento. muy al contrario se extiende
a todo tipo de concepciones filosóficas de la vida y a explicaciones no necesariamente teístas sobre
nuestro origen y naturaleza que van más allá de lo material, tangible o físico, rebasando en algunos
casos los límites de la racionalidad, inclusive, en un continuo intento por explicar estos aspectos
como sociedades hemos creado a través del tiempo distintas religiones y creencias que usando
como componente básico a la fé han intentado explicar lo desconocido. respecto a la visión de la
dimensión estética, esta se centra en los conceptos de belleza, ha estado presente en todas las
sociedades de todos los tiempos, y ha logrado una alta importancia en cada una de ellas, abarcando
aspectos cada vez más amplios y específicos sobre los conceptos de arte (pintura,
teatro,audiovisuales,literatura) y belleza física, anteriormente estas ideas eran preconcebidas y en
cierto sentido encasilladas por momentos, de acuerdo a la idea predominante de la época, haciendo
uso de recursos como la métrica, dándole especial atención a la simetría de las cosas, más
recientemente estos conceptos antes propios de cada cultura han llegando a unificarse en cierto
grado como resultado de la globalización, cambiando a la par de los ideales y arquetipos
impuestos por cada sociedad, respecto a cada tema; aunque el antiguo concepto de uniformidad ha
perdido su importancia con el paso de los años y en estos momentos se concibe con mayor
aceptación las ideas diversas, aceptando a la belleza como un concepto más abstracto y personal,
no estandarizado. por otro lado en la dimensión ética, entran en función la capacidad que tenemos
lo seres humanos de decidir actuar y juzgar en pro de lo correcto, en esta dimensión se acentúan
con fuerza el concepto de actuar correctamente desde un punto de vista moral, mientras los
criterios en los que nos basamos para definir o decidir un actuar correcto se forman con la
participación directa de las normas sociales de nuestro entorno familiar y social. el principio sobre
el que se basa el actuar humano es el altruismo, de modo que el hacer el bien de alguna forma nos
produce cierto sentimiento de bienestar, si bien esta idea puede ser más externa y enseñada que
innata, hace que sea más fácil aceptar las normas que se nos imponen a todos como sociedad,
siendo estas el principio de orden de una sociedad. hablando de un idealismo social, el
reconocernos como iguales, es el principios de la armonía social necesaria para aceptar los deberes
en pro de los derechos; hace fácil adoptar la idea de regular nuestras actitudes para perseguir un
bien mayor: una sociedad unánime y armoniosa. aunque esta naturaleza se extiende a más amplios
aspectos que un individuo o muchos individuos actuando para el bien de todos, es preciso
reconocer la importancia de la ética en todos los círculos de interacción social de los que hacemos
parte los humanos, como lo dice Solschenitzin “el mayor defecto de la democracia occidental es su
falta de una base ética; que los partidos y las clases sociales se lanzan a pelear en un conflicto de
intereses y nada más que intereses; que la democracia occidental está viviendo una gran
decadencia” (1974).

Helen Liliana Peña Ortega

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

Hernández, D (2015). Educación: una visión desde las dimensiones del ser humano y la vida. Acta
Académica, 57.
Martínez, M. (2009) Dimensiones Básicas de un Desarrollo Humano Integral. Polis, Revista de la

Universidad Bolivariana, 8(23). 119-138.