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1 opción: Derecho a vivir primero, lo demás viene después

2da opción: La ética del aborto

El 22 de enero el Senado del Estado de Nueva York (EE.UU.) aprobó la Ley de


Salud Reproductiva que permite abortar hasta el último día de gestación si “el
feto es inviable” o, si “pone en riesgo la salud da la madre”. Cualquiera que lea
las razones dirá que es sensato, pues no.

Podría llegarse a un equilibrado debate con colegios de médicos (no


atendiendo al capricho de grupos de presión proaborto) sobre la inviabilidad del
feto, tal como lo es la muerte natural dentro del vientre, por ejemplo (así sucede
en los embarazos ectópicos). Al no haber vida, no parece razonable que se
prolongue el embarazo, sin embargo, esa no es la razón lógica por la que se
mueve la matriz de opinión en torno al aborto

Donde nace una ley, la perversión le acompaña. Son tomados en cuenta


como riesgos a la salud de la madre para ejecutar un aborto factores:
económicos, sociales, psicológicos y edad. Esto es un absurdo, si la madre es
pobre no hay razón alguna para abortar, bajo esta misma premisa podemos
afirmar que cualquier pobre merece la muerte, simplemente por ser pobre ¿No
tiene sentido, cierto? ¿Qué puede hacerse ante ésta penosa situación? Lo más
razonable sería combatir la pobreza con políticas orientadas hacia el libre
mercado, por ejemplo, no lo contrario. Nadie tiene el derecho a quitarle la vida
a un bebé cuyo destino aún ni se conoce.

Estas políticas antivida, antifamilia, antimujer y antiracionalidad; corresponden


a un negocio muy lucrativo cuyo lobby es financiado por la izquierda (George
Soro y la demócrata Hillary Clinton, por tan solo mencionar), cada día el aborto
gana terreno en mentes incautas creyentes de estar en el lado correcto de la
libertad. Abortar no te libera, todo lo contrario, te conduce al purgatorio
psicológico llamado culpa, sentimiento que jamás será enunciado por los
lobbies proabortistas.

El sentimiento de culpabilidad que la mujer pueda tener por haber abortado


puede ser un factor importante, si no decisivo, para que esta padezca
trastornos psicológicos tras el acto abortivo.

Aznar y Cerdá (2012). Aborto y salud mental en la mujer

Nótese que el argumento no viene sacado de la religión sino de la bioética, el


sentimiento de culpabilidad por haber matado a su propio hijo le perseguirá por
el resto de sus días.

Para finalizar, ante muchas dudas respecto al aborto, les dejo algunas
consideraciones:
1. Sin vida, no hay propiedad, ni libertad.
2. Lo correcto no es matar al bebe producto de violación sino, castigar al
violador.
3. No es tu cuerpo, lo que está en el vientre es el cuerpo de un tercero al
que no le puedes negar el derecho a vivir.
4. La mujer posee métodos anticonceptivos convencionales y de
emergencia ante fallas del primero.
5. Los hombres que no quieren tener hijos, tienen a su disposición la
vasectomía.
6. La familia es el mayor apoyo con un embarazo precoz, para ello,
también se requiere un cambio cultural.
7. Siempre está la opción de dar en adopción, por lo que las políticas
públicas deben fortalecer dichos procedimientos.
8. La vida comienza desde el momento de la concepción.
9. La pobreza no se erradicará matando a los niños no nacidos pobres.
10. Sí, seguirán practicándose abortos clandestinos pero, no pidas legalizar
un crimen como lo es matar bebes.
11. Las dos vidas importan y los procedimientos deben asegurar la salud de
ambos.
12. El lobby feminista y probortista es de izquierda siguen una agenda
atroz.
13. Se demandan derechos y se olvidan de asumir la responsabilidad de los
actos.
14. En países donde se legaliza el aborto se aumentan las cifras, no se
minimizan.
15. Debe aplicársele justicia a aquellas que matan a su propio hijo, solo por
capricho y no por razones de riesgo vital comprobado.

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