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2.

LOS ELEMENTOS DEL CLIMA

Los elementos del clima son los componentes que se pueden observar y medir en la
atmosfera. Entre todos ellos, los más importantes son los siguientes:

- La insolación: es la cantidad de energía solar que recibe un lugar de la superficie terrestre. Al


ser la Tierra esférica, los rayos solares inciden con diferente inclinación, de forma que la
insolación va disminuyendo del Ecuador a los polos. También será menor cuanto mayor sea el
índice de nubosidad. La menor insolación de España se localiza en el Norte peninsular, debido
a la intensa nubosidad, mientras que la mayor insolación se produce en el Sur peninsular y en
las Islas Canarias.

- La temperatura: se define como el grado de calor que posee una porción de aire, que se
produce básicamente por la acción de los rayos solares. En España se expresa en grados
centígrados (ºC) y se mide con el termómetro. A partir de la recogida de las temperaturas
diarias se pueden calcular otros valores importantes como la temperatura media mensual y la
media anual. También resulta interesante conocer la amplitud térmica, es decir, la diferencia
entre la temperatura más alta y la más baja considerada en una escala temporal determinada
(al día, al mes, al año...).

La temperatura se ve condicionada por la latitud (es más alta en el Sur que en el Norte de
España), la altitud (existe un gradiente térmico que, por regla general, establece una
disminución de 6ºC por cada 1000 metros de altitud), el relieve (la temperatura es más alta en
las vertientes de solana -ladera montañosa que recibe energía solar de manera constante- que
en las de umbría), la influencia marina (las zonas del litoral presentan temperaturas más
suaves que las del interior debido al carácter termorregulador del agua oceánica), y las
corrientes marinas (que eleva algunos grados su temperatura media).

- La precipitación: es el agua que cae a la superficie terrestre procedente de las nubes, ya sea
en forma de lluvia, nieve o granizo. Se expresa en litros/m2 y se mide con un pluviómetro.
Existen tres tipos de precipitaciones: orográficas (por ascenso de las nubes al topar con las
zonas montañosas; la lluvia precipita en la ladera de barlovento, mientras la de sotavento
permanece casi seca ); convectivas (por ascenso de aire que se ha calentado a ras de suelo,
formando nubes de desarrollo vertical) y frontales (debido a la presencia de frentes, zonas de
contacto entre una masa de aire fría y otra cálida).

Las precipitaciones dependen de factores como la latitud (llueve más cerca de los cinturones
de borrascas y apenas en los de anticiclones), de la altitud (a mayor altura, mayor precipitación
por efecto orográfico), de la cercanía al mar (en las costas llueve más por ser el lugar de
entrada de las masas de nubes originadas en los océanos).

La pluviometría española muestra valores muy desiguales y es, en general, baja. Respecto a la
precipitación podemos diferenciar tres zonas:

• La España húmeda: comprende la zona noroeste y norte peninsular, que recibe


precipitaciones anuales abundantes, siempre superiores a los 800 mm . Suelen ser regulares y
de escasa intensidad.
• La España seca: es un área muy amplia que recibe entre 300 y 800 mm anuales y abarca las
dos submesetas, los valles del Ebro y del Guadalquivir, zonas de Levante y Cataluña, además de
la mayor parte de los archipiélagos.

• La España árida: se corresponde con aquellos lugares que reciben menos de 300 mm de
precipitaciones totales anuales. Se localiza en su mayor parte en el sureste peninsular (Murcia,
Almería).

- La presión atmosférica: es la presión o fuerza que ejerce el aire sobre la superficie terrestre.
Se expresa en milibares (mb) y se mide con un barómetro. En los mapas del tiempo, la presión
viene expresada a través isobaras. Como dijimos, la atmósfera tiene un valor medio de 1013
mb. En España este valor suele ser superior en la zona occidental (oeste), generándose por lo
tanto anticiclones o centros de altas presiones y suele ser menor en la zona oriental (este),
produciéndose por tanto borrascas o centros de bajas presiones.

- El viento: es el movimiento del aire, que se desplaza desde las Altas a las Bajas presiones. Su
fuerza o intensidad se expresa en km/h o y se mide con un anemómetro. La dirección hace
referencia al punto cardinal del que procede el viento y queda reflejada gracias a las veletas.
En España, por la propia dinámica atmosférica, dominan los vientos del Oeste aunque los del
Este son frecuentes en el sur .

- La evapotranspiración y la aridez: la evapotranspiración es la evaporación del agua que


eliminan las plantas tras el proceso de transpiración, que pasa a la atmósfera en forma de
vapor de agua.

Por su parte, la aridez es la ausencia de agua en la superficie terrestre y depende de los valores
de precipitaciones y temperaturas: a menor precipitación y a mayor temperatura, aumenta la
aridez.

- La humedad y las nieblas: la humedad es la cantidad de vapor de agua que contiene un aire y
se mide con el higrómetro. La humedad depende de la proximidad al mar, de los ríos y de los
lagos, donde alcanza mayores valores. Las zonas de interior y las frías suelen ser menos
húmedas. No obstante, debemos distinguir entre:

• Humedad absoluta: es la cantidad de vapor de agua que contiene un metro cúbico de aire.

• Humedad relativa: es la relación porcentual entre la cantidad de vapor de agua presente en


una masa de aire y la que tendría si estuviera saturada.

Una consecuencia de la humedad son las nieblas, que son nubes formadas por la condensación
del vapor de agua del aire a ras de suelo.
3. LOS FACTORES DEL CLIMA

3.1. Los factores geográficos

El clima español, y sus elementos estudiados en el apartado anterior, se ven condicionados


por una serie de factores, unos de tipo geográfico (en superficie) y otros de origen
termodinámico (atmosféricos). Respecto a los factores geográficos o de superficie, destacan
los siguientes:

- La latitud: la latitud tiene incidencia en la cantidad de radiación solar que recibe un lugar. El
clima de la Península no puede ser entendido sin tener en cuenta su situación entre los 36º y
43º de latitud norte, es decir, en la Zona Templada pero no muy lejos de la Cálida. En la
Península Ibérica, como se sitúa en la Zona Templada, se distinguen claramente las cuatro
estaciones; en las Islas Canarias, al localizarse cerca del trópico de Cáncer, el contraste térmico
es muy pequeño durante todo el año.

- El relieve: el relieve es muy influyente en el clima español debido a sus dos características
principales: la elevada altitud media y la disposición periférica de las cordilleras

- La situación geográfica: la posición de la Península y Baleares (entre dos continentes y entre


dos mares) provoca que reciba masas de aire originadas en ambos continentes y que sea
invadida por borrascas atlánticas . Canarias recibe la influencia continua de masas de aire
tropical de origen africano.

- La influencia del mar: conforme nos alejamos de la costa, el efecto termorregulador del mar
desaparece y el clima se hace más extremo: más frío en invierno y más calor en verano.

- La presencia de corrientes marinas: la Península Ibérica está afectada por la corriente cálida
del Golfo de México, provocando que su temperatura sea ligeramente superior a la que le
correspondería por su latitud.

3.2. Los factores termodinámicos

En cuanto a los factores termodinámicos o atmosféricos que afectan al clima español,


apuntamos los siguientes:

- Los centros de acción: son zonas de la atmósfera donde la presión es mayor o menor de lo
normal (1013 mbar). Si la presión es superior se llama Anticiclón (en los mapas del tiempo se
distingue con una “A”) y si es menor Borrasca (representada con una “B”). En los Anticiclones o
áreas de altas presiones el aire circula siguiendo la trayectoria de las isobaras en el sentido de
las agujas del reloj; el anticiclón da lugar a un tiempo estable y soleado. En las Borrascas o
áreas de bajas presiones el aire circula en sentido contrario a las agujas del reloj; cuando
aparecen las borrascas el tiempo se vuelve inestable y lluvioso. Según su origen, los centros de
acción pueden ser dinámicos (causados por desplazamiento de las masas de aire frías o cálidas
por la atmósfera) o térmicos (originados por el calentamiento o enfriamiento del aire debido a
los cambios de temperatura del suelo .
- Las masas de aire: son porciones de aire con unas características de temperatura y humedad
concretas, que suelen conservar. Ahora bien, las masas de aire se mueven de su región original
a otras. Las masas se originan básicamente en dos lugares, la zona polar-ártica y la zona
tropical. Dentro de cada zona, pueden formarse sobre el continente (serán secas) o sobre el
mar (serán húmedas).

- Los frentes: un frente es la línea de separación entre dos masas de aire de características
diferentes que entran en contacto. Existen tres tipos de frente:

• Frente cálido: se crea cuando una masa de aire cálido alcanza a otra fría. Se forman largas
masas de nubes, que dan lugar a lluvias duraderas aunque poco intensas.

• Frente frío: se origina cuando una masa de aire frío alcanza a otra cálida se forman nubes
muy verticales, que generan lluvias intensas aunque poco duraderas.

• Frentes ocluidos: se forma cuando un frente frío alcanza a otro cálido, dando lugar a lluvias
generalizadas durante varios días.

- La corriente en chorro o Jet Stream: se trata de un cinturón de fuertes, entre los 9 y los 11 km
de altitud, que llegan a alcanzar velocidades de 200 a 300 km/h. Circulan continuamente en
dirección Oeste-Este y a gran velocidad.

Así pues, la gota fría o DANA se produce por el descenso brusco del aire frío de la célula del jet
stream cuando encuentra un lugar con aire muy cálido en superficie. Al ascender este aire
cálido y húmedo se originan enormes nubes de desarrollo vertical, causantes de fortísimos y
duraderos chaparrones que pueden ser muy dañinos. En España es muy habitual que se
produzcan a finales de verano y en otoño en la zona levantina.

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