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investigación científica, lo constituye una teoría científica. Vista desde su organización interna,
una teoría científica es una estructura lógico-lingüística que expone coherentemente una
sujeta a los criterios y procesos de validación de una comunidad científica mediante un consenso
Ahora, desde un punto de vista epistemológico, existen diversos modos de enfocar y analizar un
explicaciones que pretenden convertirse, cada una de ellas, en la “explicación objetiva” de tal
investigación para una disciplina o campo determinado de la ciencia. Es decir, una teoría
científica puede aspirar a dirigir el desarrollo de la investigación durante el tiempo que perdure
su capacidad explicativa, hasta que los aportes de nueva información, nuevos descubrimientos o
De acuerdo con esto, son numerosos los casos en la historia de la ciencia en que un cambio
teórico (esto es, una transformación novedosa en el modo tradicional de explicar un objeto)
genera las más importantes revisiones y modificaciones en los distintos campos científicos. Por
ejemplo, y por citar sólo algunos, tenemos a la geometría euclidiana frente a la no euclidiana, la
e historiadores de la ciencia desde el siglo XVIII. Pero se puso de moda recién hace un par de
décadas merced a Kuíin (1962). Desde entonces todos hablamos de revoluciones conceptuales o
expensas de la continuidad.
El mismo Kuhn (1962), Feyerabend (1962), y sus numerosos prosélitos, han sostenido la tesis de
que todo nuevo paradigma es «inconmensurable» con el desplazado: los nuevos conceptos y
típicamente imprecisos; más aún, Feyerabend (1981) ha elogiado la imprecisión, creyendo que
proviene del griego paradima (que significa ejemplo o, mejor aún, modelo o patrón);
originalmente, Platón utilizó esta expresión para designar un instrumento de mediación entre la
realidad y su ideación. En efecto, como lo expone Vassallo (1977), uno de los problemas que
transita toda la obra de Platón es el que se refiere a la relación entre el Mundo Inteligible o
Mundo de las Ideas y el Mundo Sensible o Mundo de las Cosas; sostiene Vassallo que:
Estas ideas, estas formas o esencias reales constituyen un mundo "inteligible", es decir,
sólo accesible a la razón, al "logos"; mundo inteligible que no sólo es exterior al sujeto
cognoscente, si no que existe "separado" también del mundo de las cosas sensibles,
principio de las cualidades de las cosas sometidas al flujo del devenir, del mundo de lo
La Edad de la Reactivación del vocablo paradigma podría ubicarse a partir del momento
cuando, desde estos contextos filosófico y lingüístico, el término pasa a ser utilizado en el ámbito
sociológico.
Robert Merton y Talcott Parsons (Strimska, 1981) son quienes comienzan a utilizarlo para
referirse a sus teorías acerca de los mecanismos de la acción social y los principios organizativos
En este caso, al vocablo le son incorporadas otras connotaciones que contribuyen a ampliar su
significado original.
La Edad de Recurrencia, tercera etapa en la evolución histórica del término, podría ser
ubicada al comienzo de la década de los años sesenta, gracias a la obra de T. S. Kuhn. Quien
reconoce la influencia que en su obra tuvieron los trabajos de muchos pensadores dedicados a
áreas muy disímiles que "aparentemente carecían de relación con la historia de las ciencias" y
Alexandre Koyré, Émile Mayerson, Hélène Mitxger, Anneliese Maier: Historia de las
ideas científicas.
Epistemología Genética (Jean Piaget, quien distinguió las etapas del desarrollo intelectual
del niño).
Max Wertheimer, Wolfgang Köhler y Kurt Koffka, quienes plantearon que la percepción
estaba muy influida por el contexto y la configuración de los elementos percibidos; las
separadas de éste. Más aún, la mera suma de las partes no equivale al todo).
como el individuo usa el lenguaje determina qué clase de cosas está comprometido a
Además de las anteriores, una influencia crucial, aunque no suficientemente reconocida por
Kuhn, fue la que recibió del médico judío polaco Ludwik Fleck quien, al padecer los rigores de
Desde que Kuhn publicara, en 1962, la primera edición de su célebre obra ERC, varias han sido
las tentativas para clarificar el sentido y significado del término paradigma para reducir así su
polisemia, ampliamente señalada y asumida por el propio Kuhn en el Postscritum que hiciera
para la segunda edición, el cual amplió en su texto Mis Segundos Pensamientos sobre
Lakatos y Musgrave, Criticism and the Growth of Knowledge, editada en 1970 por la
mencionado Coloquio, como algunos trabajos elaborados con posterioridad al mismo, que
tuvo como asunto central el debate en torno a los planteamientos contenidos en el libro
ERC de Kuhn, aun cuando esto no haya sido admitido formalmente. En la discusión
Margaret Masterman, participaron, entre otros: Sir Karl Popper, Stephen Toulmin, Paul
da una idea de la trascendencia del término paradigma alcanzada desde ese momento
polisemia con la que el propio Kuhn había utilizado el término paradigma. Masterman dio
cuenta de que en ERC este vocablo aparece utilizado con, por lo menos, una veintena de
conclusión de que todos ellos pueden ser agrupados en las siguientes tres categorías: (a)
Tentativa de Maritza Montero (1992). Esta autora parte del trabajo de Masterman
indicando que los grupos de significado que ella identificó, aluden a sendas maneras de
concebir los paradigmas, los cuales pueden ser interpretados como: (a) entidades
De aquí deriva Montero otro criterio para organizar las diferentes definiciones de
grupos de definiciones: (a) aquellas que conciben el paradigma como un modelo filosófico
o epistemológico; (b) las que lo conceptualizan como un modelo metodológico del cual se
Enmarcándolo desde el punto de vista, del investigado, cuando este se encuentra en la etapa
lo afirman Guba y Lincoln (1994), no se puede entrar al terreno de la investigación sin tener una
elementos que componen el acervo léxico de una cultura, son depositarias del dinamismo y
adaptabilidad que refleja el progreso de los hablantes y demás usuarios de una lengua.
Por ello, es muy poco probable que hoy en día un determinado término esté sometido a las
restricciones que predominaron durante el período en que fue usado por vez primera. Tal es el
caso del vocablo paradigma, el cual ha alcanzado un grado tal de madurez que lo ha convertido
en una de las palabras de mayor trascendencia en el habla de los cultivadores del hacer científico[
Para Patton (1990) el paradigma indica y guía a sus seguidores en relación a lo que es legítimo,
investigador poder ver la realidad desde una perspectiva determinada, por tanto, éste determinará
interrelación respecto a la interpretación del mundo, además, el paradigma sirve como una
guía base para los profesionales dentro de su disciplina, ya que indica las diferentes
problemáticas que se deben tratar y busca un marco referencial en el cual se aclaren las
han existido dos interpretaciones, las cuales se han basado en la perspectiva física y espiritual, en
el dualismo mente y cuerpo, lo eterno y lo infinito; posturas que han interpretado, desde su
Según Guba y Lincoln (1994) existen cuatro paradigmas que sustentan los diversos
que un investigador se posicione en uno de ellos debe responder a tres interrogantes: (1) la
qué es aquello que puede ser conocido? y (3) la pregunta metodológica ¿Cómo el investigador
Tradicionalmente, la ciencia ha sido vista como una actividad consistente, en cierto modo, en la
concebida ésta como un espacio “neutro” o “aséptico” donde es inadmisible (por razones de
el siglo XIX, que con algunas variantes arraiga en el siglo XX, principalmente en el campo de la
filosofía de la ciencia.
La idea de que la cientificidad de una teoría o explicación sobre algún objeto o conjunto de
objetos del mundo radicaba en la “verificabilidad” de sus postulados fue sostenida por la así
grupo de científicos y filósofos del Círculo de Viena (Wiener Kreis) entre los años veinte y
Fue hasta la década de los años cuarenta del siglo pasado que esta perspectiva estándar de la
ciencia fue revisada y criticada por el también filósofo austriaco Karl R. Popper, quien aseveró
que una teoría científica lo es no porque simplemente “verifique” sus resultados, sino debido a su
falsabilidad, es decir, a su capacidad para ser cuestionada en aquello que no es tan fácilmente
auténtica alfabetización científica de todos los ciudadanos. Sin embargo, diversos estudios e
ahora, no sólo entre el alumnado (Lederman, 1992; Meichtry, 1993; Solbes y Traver, 1996) sino,
incluso, entre el profesorado (Aguirre, Haggerty y Linder, 1990; Bloom, 1989; Lakin y
Wellington, 1994; Lederman y Zeidler, 1987), aunque también se han señalado resultados más
matizados (Acevedo, 1994, 2000; Manassero, Vázquez y Acevedo 2001) y algunos hasta
ésta compleja y poco asequible para los profanos. No obstante, las construcciones
diversas escuelas o corrientes sobre la naturaleza de la ciencia, con importantes diferencias entre
POSITIVISMO
más aún, considera que el método científico es el único intento válido de conocimiento, basado
RELATIVISMO
El relativismo considera a la ciencia ante todo una actividad social y humana, una más de las
emprendidas por Ja humanidad para lograr conocimientos sobre el mundo, y, por tanto, se la
contempla como una vía más de conocimiento, ni exclusiva n i excluyente de otras distintas, pero
igualmente válidas para dicho fin. Por la consideración e importancia concedida a los aspectos
en la epistemología de la ciencia.
REALISMO
Aunque hay muchas formas de realismo, habitualmente se suele denominar así a la posición que
se basa en la existencia de algún tipo de correspondencia entre las creencias sobre el mundo y
éste mismo.
PRAGMATISMO
ciencia un instrumento cuyo objetivo es producir teorías capaces de superar contrastes empíricos
más exigentes, lo que las hace más fiables. Las mejores teorías son las que han superado pruebas
más fuertes y son útiles como guías fiables para conseguir los objetivos de la ciencia. La ciencia
determinado por la fecundidad en su descripción. El pragmatismo distingue los objetos reales del
mundo y los teóricos (idealizaciones) de la ciencia, que describen a los otros. Así mismo,
desplaza el acento negativo del realismo de Popper en la falsación de teorías hacia las
Por muy respetables que sean las prescripciones de un autor concreto, éstas deben confrontarse
que por desgracia no suele ser práctica habitual en didáctica de las ciencias.
Abundan los trabajos que toman como fuente de autoridad a un determinado autor y la aplican
acríticamente para justificar o interpretar hallazgos de toda índole con el fin de ·llevar el agua a
su propio molino•; sin embargo, los fundamentos de autoridad necesitan horizontes más amplios
La importancia de la epistemología para la didáctica de las ciencias se centra sobre todo en que
educación científica.
Por su importancia para la didáctica de las ciencias, conviene resumir los puntos de fricción más
notables entre los cuatro paradigmas tratados para llegar a comprender mejor los límites actuales
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