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El Estado Nacional de Competencia

Estado, democracia
y política en el capitalismo global

UNIDAD XOCHIMILCOIDIVISION DE CIENCIAS SOCIALES YHUMANIDADES


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El Estado nacional de competencia

Estado, democracia y política


en el capitalismo global
"
Universidad Autónoma Metropolitana

Rector general
doctor Luis Mier y Terán Casa nueva

Secretario general
doctor Ricardo Salís Rosales El Estado nacional de competencia

Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco Estado, democracia y política


Rectora en el capitalismo global
doctora Patricia Elena Aceves Pastrana

Secretario de la Unidad
doctor Ernesto Soto Reyes Garmendia

Di\·isión de Ciencias Sociales y Humanidades

Director
Joachim Hirsch
licenciado GerMdo Zamora Fernández de Lar a

Secretario académico
m.tc·s tro Roberto .r-. Iarlín Constantino Tolo

jefe de publicaciones
licenciado t-.Iiguel Ángel HinOJOSa Carranza

Versión en español de Barbe! Lorenz


J Revisada por Gerardo Ávalos Tenorio
1
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Imagen de cubierta
D.R. © 2000 José Fernández Esquive!
Índice

Diseiio de cubierta
D. R.© 2001 Edrnundo García Estévez

Traducción
D. R.© 2001 Barbe! Lorenz Introducción a la edición en español 9

Prólogo 21

l. Estado, sistema de Estados y democracia 25


Capitalismo, Estado y democracia: una relación contradictoria ........ 27
¿Qué es el Estado? Reflexiones acerca
de la teoría del Estado capitalista 33
¿Por qué existe una multiplicidad de Estados?
Estado y sistema de Estados 51
Una relación ineludible: Estado nacional,
nacionalismo y racismo 57
Estado y regulación. Estabilidad, crisis y cambios
de las sociedades capitalistas 67
Edición
Carla M. Portavoce Barajas
César E. Fuentes Hernández Digresión: Acerca del contexto histórico y teórico
de la Teoría de la regulación 71
La reg11lación de las sociedades capitalistas 75
Primera edición, diciembre de 2001
Estado y regulación 79
D.R. © 2001 Universidad Autónoma 1\1etropolitana Regulación y hegemonía 85
Unidad Xochimilco
Calzada del Hueso 1100 Las crisis ca pita listas" seculares": causas y efectos 89
Col. Villa Quietud, Coyoacán
04960 México, D.F. El sistema de Estados y la regulación internacional 95

Título en alemán
Der natio11a[e 1"/cttbcwerbsslaat. Staal, 11. La crisis del fordismo y sus consecuencias 105
Democratie tmd Politik im globalen Kapitalism11s
Edition ID-Archiv, 1995 Fordismo: el capitalismo del siglo XX 107
ISBN 3-89408-049-3 De la crisis del fordismo a la reestructuración global
del capitalismo 117
ISBN de la presente edición: 970-654-903-X
Transformación de la función del Estado
Imrreso y hecho en !\léxico/ Printed mui made in Mexico y el sistema de Estados 129

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La Teoría de la regulación fue inicialmente desarrollada por algunos
científicos sociales franceses, orientados al examen crítico de las con-
cepciones de la teoría económica y la política económica dominante.
Tuvo como trasfondo histórico la crisis económica mundial desatada
en los años setenta y los tambaleos teóricos que provocó, en especial la
crisis de la teoría keynesiana, vigente hasta entonces. Con esa crisis
quedó prácticamente refutado el supuesto difundido hasta entonces
de que era posible una amplia dirección política y con ésta la posibili-
dad de un desarrollo del capitalismo relativamente libre de riesgo,
aunque no se modificara la realidad de una economía dotada de una
compleja estructura de poder, monopólica y regulada mediante in-
tervenciones del Estado. La discusión de la teoría keynesiana se rela-
cionó con una crítica de las construcciones de modelos de la teoría
económica neoclásica y el radicalismo de mercado monetarista-neoli-
beral, que excluye sistemáticamente de su visión el contexto social de
la producción social, las relaciones de poder en la sociedad y las for-
mas de institucionalización. La construcción de modelos de mercado
abstractos bajo su puestos de racionalidad igualmente abstractos omi-
te el hecho de que las estructuras y procesos económicos están marca-
dos por relaciones sociales de poder, que en el andamiaje teórico de
bs ciencias económicas dominantes son consideradas de manera su-
mamente rudimentaria (véanse Cartellier/De Vroey, 1988; Polanyi,
1990; Hodgson, 1994). Luego de ·que la fe en el efecto benéfico tanto
de la. conducción estatal como de la capacidad de autorregulación del
mercado fuese conmocionada, la Teoría de la regulación intenta
atender el hecho de "que la sociedad moderna no tiene un centro
directriz" (Beck, 1986:368), lo que por cierto tampoco la diferencia
esencialmente de sociedades anteriores. Un punto de referencia im-
portante de la Teoría. de la regulación es la teoría marxista, que en
Francia tuvo una influencia. significativa, sobre todo en su variante
"estructuralista" a partir de Louis Althusser. Ahí no estuvo nunca tan
1"":1:
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aislada y convertida en ghetto académico, como en Alemania. En este


contexto cabe mencionar una corriente teórica de investigaciones de
la historia social-sociológica que, cori el nombre de "Escuela de los
Anales", adquirió importancia y reconocimiento internacional.
Si se mira con detenimiento no puede hablarse de una "Escuela
de la regulación" homogénea, sino que existe una variedad de enfo-
ques aunque con similitudes en sus cuestionamientos centrales y con-
cepciones básicas (véase Jessop, 1990). En la medida en que los teóri-
cos de la regulación se remiten expresamente a la crítica marxista de
la economía política, sostienen una interpretación específica de esta
teoría . Se parte del supuesto de que no existe una "lógica" del desarro-
llo capitalista que se impone linealmente en la historia ni tampoco un
La regulación de las sociedades capitalistas
puro efecto deducible de las categorías de la ley del valor. Más bien
ambos so11 siemp re políticos, condicionados y estructurados por la Toda sociedad capitalista está marcada de manera fundai11ental por
acción de ~ujc t os socia les en contradicción y su condensación en un el proceso de ncwHrtlncióll del capital. Éste se caracteriza por una for-
complejo de insti tu cio nes. A su vez toda acción social está sujeta ma determinada de la producción de plusvalor -dependiente de la
a condicionamientos y ob ligacio nes estructurales que emanan de técnica de producción, de la organización del trabajo y las empresas,
las condiciones materiales de la producción . La Teoría de regulación de las condiciones del mercado, etcétera. Incluye una modalidad es-
intenta rcformular teóricamente la relación entre "estructura" social pecífica de distribución de los valores producidos entre los grupos y
objetiva y la "acción" social consciente -un vacío problemático no clases sociales, de los modos de vida y las pautas de consumo, así
como también la vinculación entre el modo de producción "capitalis- •
sólo en la tradición teórica marxista. Un presupuesto básico de aquella
teoría con-;iste entonces en que el proceso del desarrollo histórico de ta" y los "no capitalistas"- por ejemplo, la producción artesanal y
la sociedc1d no puede ser analizado y explicado sólo mediante con- doméstica. El proceso de acumulación presenta entonces una estabili-
ceptos y ca teg0rías teóricas generales de una teoría del capitalismo . dad y continuidad relativa cuando está enmarcado en una red de
.Las e~tructuras y regularidades que pueden ser descritas con instituciones y normas de la sociedad, que se encargan de que las 1
dichos conu:-ptos y categorías se expresan siempre en una forma his- personas se comporten en concordancia con las respectivas condicio- 1

tórica específica, determinada por relaciones de fuerza sociales, confi- nes de acumulación, o sea, que practiquen los correspondientes mo-
guraciones institucionales, condicionamientos culturales y orienta- dos de trabajo, vida y consumo, así como también las formas determi-
ciones político-estratégicas de los actores. Esto hace necesario nadas de la representación de sus intereses. Debe estar ligado a un
desarrollar un instrumento analítico y conceptual que sea capaz de sistema de regulación social. Ahora bien, es importante que la moda-
abarcar SU'i formaciones históricas concretas más allá de las estructu- lidad de la acumulación y regulación en el desarrollo del capitalismo
ras y regularidades generales de las sociedades capitalistas. Para esto no se mantenga idéntica sino que adopte formas diversas, motivadas
sirven a la feoría de la regulación, en particular aquellas categorías por la dinámica de crisis del mismo proceso de acumulación y a partir
denominad as "inter mediarias" de "régimen de acumulación" y de las consiguientes confrontaciones y conflictos sociales. Éstos son
"modo de regulación". los regímenes de acumulación y modos de regulación históricamente
distintos que caracterizan tanto temporal como espacialmente los res-
pectivos" rostros" de la sociedad capitalista . De acuerdo con esto, el
concepto de régi111e11 de ncrwrulncióa designa un modo de producción
determinado que garantiza "por periodos extensos las relaciones de
correspondencia entre las condiciones materiales de producción y su
desarrollo (es decir, el volumen del capital invertido, la estructura del
aparato productivo según sectores y las normas de producción), con
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el uso social (gastos de consumo de los asalariados y otras clases, de regulación como "la totalidad de formas institucionales, redes, :r
consumo colectivo, consumó inducido por medidas del Estado so- normas explícitas e implícitas, que aseguran la compatibilidad de
cinl)" (Lipietz, 1985:120). Un régimen de acumulación sólo puede te- constel:~ciones en el marco de un régimen de acumulación, y lo hacen .¡¡
ner consistencia si se produce una tasa y masa suficiente de plusvalor tanto en correspondencia con el estado de las constelaciones sociales
y ganancia; de no ser así, el proceso de acumulación no podría tener como también trascendiendo su naturaleza conflictiva" (Lipietz,
lugar y el capitalismo se desplomaría. Aunque esto es posible de 1985:121). Al sistema institucional de regulación pertenecen las em-
maneras diferentes, por ejemplo según la tecnología y relaciones presas y sus federaciones, sindicatos, entidades científicas y educati-
de fuerza existentes, sin embargo siempre está supeditado al impera- vo-formativas, medios de comunicación, todo el aparato del sistema
tivo de la valorización y en esa medida queda sujeto a la lógica estruc- político-administrativo, así como la familia como lugar de reproduc-
tural de las relaciones del capital. Al mismo tiempo, el concepto de ción de la fuerza de trabajo. Comprende un complejo sistema reticular
régimen de acumulación contiene una relación tan determinada como de los ámbitos sociales y culturales en el que se configuran las ideas
cambiante de las condiciones de producción capitalista y no capita- determinantes del ordenamiento y desarrollo social. Aquí como en el
listas y un vínculo específico entre el contexto de producción y repro- caso del régimen de acumulación rige que, si bien existen modos de
ducción" n,h. ional" y el mercado mundial, como será luego expuesto regulación diferentes, no es arbitraria su configuración. Al igual que
con may,lr detenimiento. el régimen de acumulación, el modo de regulación está supeditado a
Dich o de manera abstracta, un régimen de acumulación caracteri- las determinaciones estructurales y signado por las formas sociales
za la "coherencia formal" de las corrientes de valor (Lipietz, 1985:120) (del valor y política) que emanan de la peculiaridad del modo de so-
de una economía inmersa en el mercado mundial, que está sujeta a las cialización capitalista y sigue ligado a que el proceso de acumulación
condiciones objetivas de la valorización del capital y que en su confi- del capital continúe garantizado en el marco de un régimen de acu-
guración respectiva está determinada por específicas relaciones de mu !ación correspondiente. Con los conceptos de" régimen de acumu-
fuerza sociales. lación" y "modo de regulación" no se designan según lo anterior,
Un régimen de acumulación determinado sólo puede tener con- ámbitos o niveles de la sociedad Ct~rrados en sí mismos y vinculados
sistencia cua ndo está regulado socialmente en correspondencia con sólo exteriormente entre sí, sino contextos de prácticas específicas,
su estruct11ra y dinámica. Si por ejemplo la valorización del capital se que se caracterizan por condiciones estructurales propias, regulari-
basa esencialmente en la g·eneralización de la producción de bienes, dades, formas sociales y posibilidades de acción. Es decisivo que el
la expans ión del trabajo a5alariado regular, la producción masiva y el régimen de acumulación y el modo de regulación no estén en una
consumo de las masas (lo que no siempre fue el caso y hasta ahora relación de causalidad simple, o sea que no sean" derivables" uno del
caracterizó sólo un corto periodo del desarrollo capitalista), entonces otro. Un régimen de acumulación no origina necesariamente un modo
necesita de instituciones y normas que apoyen esta relación de valori- de regulación correspondiente ni viceversa. Pero un régimen de acu-
zación económica, es decir, que se encarguen, por ejemplo, de una mulación estable sólo puede conformarse cuando se impone simrtltá-
disciplina laboral generalizada, ingresos salariales estables y en cons- llenmente un contexto de regulación correspondiente.
tante incremento, y sistemas de seguridad social como medio de esta- Ambos deben ser vistos como resultado de confrontaciones y lu-
bilización del consumo. Este sería un modo de regulación que se ca- chas sociales en diferentes planos de la sociedad, cuyo desenlace no
racteriza por el consumismo, el "crecimiento" y el "progreso" como puede ser predeterminado objetivamente, sino que depende de la fuer-
valores dominantes, sindicatos fuertes, procesos de negociación en za, las estrategias y logros de los actores en juego. Cada formación
aras de la conciliación social y una amplia red estatal de seguridad histórica capitalista adquiere su es tabilidad transitoria mediante la
social. Regulnció1r significa que los intereses antagónicos de clases y conformación de un modo de acumu !ación co111pntible con el modo de
grupos sociales sean conformados, canalizados y vinculados entre sí regulación. Pero regímenes de acumulación y modos de regulación no
de tal manera que se siga garantizando tanto la cohesión de la socie- están en relación causal o funcional sino en relncióll de nrticulnción.
dad como b compalibilización de las acciones sociales con las condi- Deben ser considerados como el nexo entre complejos contextos de
ciones de la valorización del capital dentro de las condiciones del acción y prácticas relativamente independientes. En este sentido,
régimen de acumulación dado. Conforme a esto, Lipietz define el modo Lipietz tiene razón cuando designa las distintas formaciones ca pita-
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listas que han surgido hasta ahora corno "hallazgos". Esto se refiere a
que el desarrollo del capitalismo es principalmente un proceso abier- \¡
to: si de la crisis de un modo existente de acumulación y regulación
realmente se conforma uno nuevo y qué apariencia tiene, es el resultado
de acciones y luchas sociales y no puede ser predeterminado. Por lo
tanto, en qué medida la sociedad capitalista logra restablecerse de
crisis y quiebres, se derrumbe por ellos o sea superada políticamente,
no puede ser visto como resultado de leyes objetivas sino corno conse-
cuencia de la acción social. Sin embargo, dentro de las relaciones capi-
talistas la acción social no puede ser elegida discrecionalmente sino
que se mantiene supedi tad a a condiciones estructurales y determina-
ciones desde la formulación socia l; si el proceso de acumulación y Estado y regulación
valorización del capital se interrumpe, la exis tencia material de la
sociedad, los puestos de trabajo y también las posibilidades de consu- R.egímenes de acumulación y modos de regulación se conforman fu!l-
mo est;ín cuestionadas, y determinadas formas sociales, como la figu- damentalmente en espacios de Estados 1zacionales, pues dentro de estos
ra del Estado, no pueden ser eliminadas mientras exista la estructura contextos centralizados de poder es donde mejor pueden.existir I~s
de la sociedad capit<Jlista.
_condiciones socioculturales para el surgimiento de ideas, valores y
ordenamientos comunes, así como para la formación de concesiones
.sociales basadas en ellos y porque sólo ahí existen las condicior~~s
marco -reglas de participación, procedimientos para la torna de deci-.
siones, etcétera- en las que aquéllos pueden tener efecto (Lipietz, 19~,
1993). Dado que la regulación surge de la armonía entre instituciones
y pr.ocesos diferentes relativamente independientes entre si, aunque :1
no tenga un sujeto que dirija, cuenta empero con el Estado como centro
institucional, porque el poder coercitivo físico es fundamento para el
mantenimiento de las relaciones de clases, sus formas sociales y los ;j
modos de expresión institucional y porque sólo ahí pueden inscribir-
se, de manera vinculante, las concesiones sociales. Sería erróneo su- Ji¡1
poner que el Estado maneja a la sociedad. Más bien garantiza el proce-
1
so de regulación mediante sus medios coercitivos y él mismo es objeto
de la regulacióll (Jessop, 1990:367). Alteraciones en las condiciones de
acumulación y en las correlaciones sociales de fuerza conducen siem-
pre a una modificación en la organización reticular del sistema políti-
co, o sea, en la relación entre aparatos administrativos, las formas de
representación, las modalidades de las mediaciones de intereses par-
tidarios o la forma de asociaciones Gessop, 1982:238). La configura-
ción concreta del Estado, la relación determinada entre "Estado" y
"sociedad", la forma de las intervenciones estatales y la instituciona-
lización de las interrelaciones de la sociedad no están estipuladas de
antemano, sino que se modifican ccin las condiciones de regulación.
Con esto es posible determinar con mayor precisión el vínculo
entre" política" y "economía", "Estado" y" economía"; no existe un
ov
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área económica independiente de regulación y del Estado. El proceso
de acumu !ación del capital está desde siempre encuadrado en la regu- política, de la expresión de opiniones y la discusión pública: partidos,
lación con el Estado como centro institucional, aun cuando su fun- federaciones, grupos de intereses sectoriales, iglesias, universidades,
ción e importancia varíen históricamente en correspondencia con el medios de difusión, asociaciones, clubes, iniciativas ciudadanas y
régimen de acumulación y el modo de regulación respectivos. Y si- muchas otras. Junto al Estado, en sentido reducido, la "sociedad ci-
multáneamente, la regulación mantiene la dependencia del transcur- vil" es una parte constitutiva esencial del sistema regulativo, en la
so y desarrollo del proceso de acumulación. Las ideas que consideran medida en que ahí se organizan intereses, se regulan procesos socia-
que la "economía" es manejada por la "política" (o viceversa) son por les -por ejemplo, a partir de instancias paritarias se conformanideas
eso fundilmentalmente falaces. "Acumu lación" y "regulación" con- generales respecto de pautas de valores y ordenamientos, mediando
forman una unidild , determinada por las respectivas prácticas sociales así entre "Estado" y "sociedad". No todas las formas de regulación
y diná m iras pro¡>ias y, por lo tanto, crean una unidad contradictoria. polltica -en oposición a las concernientes al mercado- se realizan
De manera ilná loga al concepto gramsciano de "Estado integral", po- directamente por el aparato estatal, pues siempre existe paralelamente
dría hablil r' ~ en la Teoría de la regulación de un concepto de "econo- un área significativa de" a u togestión" social, como en la política sala-
mía intcgr¡¡ ]" -o expresado de otro modo: intenta explicitar lo que en rial; mie ntras, el aparato estatal está siempre presente como garante
realidad significa "economía política" (Jessop, 1990; Delorme, 1992). de las" reglas del juego" y como instancia de conformación y sanción.
Fs importante destacar qu e la regulación no d escansa sólo en la apli- Esto sei'lala otra vez que es insostenible la usual contraposición
cación de los medios coercitivos estatales, sino que, para ser duradera, entre "Estado" como aparato coercitivo y "sociedad civil" como ámbi-
requi ere siempre de un cierto consenso social, de una disposición to de libertad y democracia. Visto con detenimiento, en ambos se trata
aquiescente, "voluntaria " . Cuando Max Weber denomina al Estado de componentes del sistema institucional de regulación, determina-
como el que de te nta el monopolio de la violencia física legífillln, señala dos por la estructura de la sociedad capitalista, mediante los cuales se
-como po'>ter iormente lo hiciera Gramsci- la esb·echa relación entre estabiliza la dominación y se garantiza el proceso de acumulación del
coe rción\' conse nso en toda relación de dominación (Gramsci, 1986). capital. Las mismas instituciones de la sociedad civil son acuñadas
La forma del Es tado, al aparecer separado formalmente de la sociedad, por relaciones de poder económico y dominación política y, pese a
de sus antagonismos y clases sociales, como instancia independizada todas las oposiciones y roces, ambas esferas estái1 estrechamente
frente a Ciudadanos indi, ,idualizados, es un fundamento decisivo de interrelacionadas: el Estado garan tiza las estructuras de la sociedad
la Ieg itim ilció n política. Por este medio el Estado es percibido como civil (como la libertad de asociación sindical o la propiedad privada
administrador neutral del "bienestar común". En las condiciones de- de los consorcios mediáticos) y, sin ellas, es decir, sin los procesos de
mocrático-burguesas, este contexto de legitimación demuestra en ge- legitimación y canalización de intereses que producen, no podría du-
neral su especia l eficacia. En la medida en que el proceso de regulación rar la dominación política. De ahí que la sociedad" civil" -o dicho con
liga el conflicto de clases a una forma compatible con la acumulación mayor precisión, la sociedad "burguesa"- es una parle del "Estado
del capital, esta bilizando precisamente con esto el proceso material de integral". Gramsci lo define como "el complejo total de actividades
pr oducción, va justifi c<í nd ose en una cierta continuidad ante las y los prácticas y teóricas con las que la clase dominante no sólo justifica y
afectados De ahí que las crisis de regulación lleven en sí mismas la mantiene su dominación, sino que adquiere el consenso activo de los
probabilidild de crisis del Estado y el sistema político. Comprender el dominados" (Gramsci, 1986:244). Y en efecto, los canales de tránsito
proceso d e regulación y el rol del Estado en éC implica entonces no entre "Estado" y "sociedad civil" son sumamente fluidos, como es
observar sólo el aparato d e l Estado, en un sentido reducido, el llama- posible constatar en el carácter estataL formal o informal, de federa-
do sistema político-administrativo. Junto a este Estado, en sentido ciones y medios de comunicación (cámaras de comercio, iglesias, enti-
" reducido" , se puede hablar con Gramsci de un Estado "ampliado", d,1des radiales, etcétera) pero también reconocibles en el hecho de que
que comprende todo el espectro de la" sociedad civil". Es la retícula desde hace bastante tiempo, muchas federaciones de masas y en espe-
ramificada de las organizaciones, formalmente más o menos indepen- cial los partidos se han tornado cunsi aparatos estatales, del mismo
dientes del Estado, y las asociaciones voluntarias al servicio de la modo que en lo concerniente a su depend encia financiera.
representación de intereses de la sociedad, la formación de voluntad Así mismo "Estado" y" sociedad civil", es decir, el complejo total
del sistema de regulación institucional, no conforman un sistema
O L.
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unitario y cerrado sino uno sumamente complejo y pleno de conflic-


dentro de la estructura social y de clases existentes y, simultáneamen-
tos, marcado por diferentes posibilidades de acceso y acción, intere- te, en su condición de sujetos formalmente libres e iguales de mercado
ses contrapuestos y niveles de conflictos institucionales. Precisamen- y de derecho, disponen de algún margen de acción para la forma y
te esta amplitud y la institucionalización que con ella se logra al modo de expresar sus intereses y diseñar sus vidas. Esto posibilita
articular intereses contra y superpuestos, es lo que hace posible la
que los antagonismos de la sociedad, no sólo los conflictos de clase
regulación, el equilibrio provisorio de intereses antagónicos y la adap- sino de igual manera las relaciones entre los géneros, las oposiciones
tación del accionar conflictivo a los requisitos de la acumulación del étnicas, religiosas y culturales, puedan ser" regulables", es decir pue-
capital. Esto rige, por ejemplo, para las "partes de las paritarias" que dan hacerse compatibles con la consistencia de la sociedad y con el
cierran acuerdos salariales convenientes para "asegurar el posicio- proceso de acumulación del capital. El modo de socialización capita-
namiento" y lo hacen bajo la presión del gobierno, de la opinión públi- lista determina de manera esencial las formas en las que se expresan y
ca mediática o los científicos expertos, y deben intentar que las conse- vinculan esas antinomias. Las mujeres, por ejemplo, se mantienen en
cuencias aparezcan como plausibles a sus afiliados; del mismo modo su condición de género en sus orientaciones sociales y posibilidades
es para los partidos que en la alternancia entre gobierno y oposición de acción dentro de las formas sociales existentes: relación asalaria-
manti ~nen viva la esperanza de que alguna vez sus promesas electo- da, familia, dinero, derecho y Estado. Las federaciones empresariales
rales se cumplirán.
son tanto representantes" del" capital como ligas de productores pri-
Si la "soc ied a d civil" en el sentido gramsciano forma el "cemen- vados en competencia; los sindicatos son tanto organizaciones de
to" decisivo para la estabilización de las condiciones de dominación
"la" clase obrera como también asociaciones de propietarios de pues-
capitalista, no obstante también constituye el único campo desde
tos de trabajo, que compiten entre sí. Finalmente la familia es el lugar
dond e pueden surgir procesos democráticos y movimientos
donde se producen y reproducen las posiciones y ubicaciones de cla-
emancipa torios. Ahí, al menos en principio, es posible unirse política-
se, donde la individualidad y emocionalidad pueden desenvolverse y
mente, manifestar opiniones, discutir y convencer. En este sentido, la
donde tienen lugar la socialización y la división del trabajo específica
conformución de estructuras ele la sociedad civil, en efecto, es clave
de los sexos. El efecto de individualización y aislamiento, característi-
para la democracia en las condiciones capitalistas burguesas. Pero al co del modo de socialización capitalista, crea las posibilidades de
mismo tiempo, el com piejo institucional de la regulación continúa con una conformación, conexión y división de intereses, atravesando los
sus vínculos de dominación, marcado por las rstructuras y antago- antagonismos sociales y las estructuras de clase subyacentes como,
nismos sociales de la sociedad capitalista, lo cual puede ser compro-
por ejemplo, en la configuración del trabajador católico o la mujer
bado tanto por quienes comparan Ja efec tividad de sus convicciones asalariada (Poulantzas, 1978; Jessop, 1985:63; Holloway, 1991:241).
pollticas con las de un consorcio mediático, como aquellos que no se
Esto es requisito decisivo para la posibilidad de hacer compatible la
ajusten a las reglas del juego político libera l-democrático, recurriendo
acción social con las condiciones de acumulación del capital. La indi-
a formas de la política "externa" o incluso "antiparlamentarias".
vidualización y el aislamiento son c01úirmados y consolidados a par-
Esto significa que, si bien los procesos democráticos se conforman tir de las instituciones del sistema regulador, pero simultáneamente
en este campo de la sociedad civil, sólo podrán alcanzar trascenden- también suprimidas de manera específica, por ejemplo mediante el
cia si cuestionan, en la práctica, las estructuras institucionales domi-
Estado o las uniones asociativas. Competencia, antagonismo social y
nantes, es decir, las formas económicas y políticas dadas, la relación mancomuniones arriban a una unidad contradictoria y conflictiva en
entre "Estado" y" sociedad", entre "política" y "economía". El debate el proceso de regulación. Los intereses, expresados en él, aunque hun-
relativo a la "sociedad civil" que se volvió a encender hace algunos
dan sus raíces en constelaciones antinómicas de la sociedad, son ll e-
años en Alemania, adoleció esencialmen te del registro de esa contra- vados a una forma de expresión determinada mediante el modo de
dicción (Rodel en representación de muchos otros, 1989).
socialización imperante: según la ubicación en el mercado surgen
También la estructura y modo de funcionamiento del sistema re- género, pertenencias religiosas, etcétera, como intereses singulares,
gulativo son determinados por la contradicción, distintiva de la socie- separados y enfrentados entre sí, los cuales serán "considerados" y
dad capitalista, entre la "social ización de clases" y la "socialización expresados de manera específica en el aparato estatal, en las organi-
por el mercado". Los seres humanos ocupan posiciones "objetivas"
zaciones burocráticas y en los medios de comunicación comercializa-
1)4 85 _________________

dos, etcétera . De ahí resulta que no hay un interés social genuino fuera
del sistema de regulación existente. Cuáles intereses, cómo, y dónde
se expresan, en realidad depende esencialmente de las estructuras del
sistema de regulaci ón respectivo donde estén insertos.
El proceso de regulación implica siempre un nexo .complejo de
integración y exclusión, de unidad y división. Su pone, en cierto modo,
una pauta de selección vinculante que encauza cuáles intereses, a qué
nivel y en qué forma pueden expresa rse y tener efecto. Por este medio
se conforman con regularidad est ructuras "corporativas" que privile-
gian colll"<Íoncs de intereses, que atraviesan de manera transversal
los antagoni ~r·1o~ sociales fundamentales, como en el caso de trabaja-
dores ":llcmanc'i" frente a "extranjeros", hombres versus mujeres, Regulación y hcgetnonía
"ganadores de la moderni zac ión" contra "víc timas de la moderniza-
ción". Todo sistema re ¡~ulddor es, en su configurd ció n institucional El descHrollo y mantenimiento de !,1s sodeclades cupitnlistas csti
co nu t•t.1, TL'S'r lt,l dcJ dt• co rrcl t~c ioncs ~ocirllt"i ch.! fuvr7a y lu chas socia- vincubclo e ntonces a la existcnc ic1 de un sistema de regulación, que
les. A l mismo ti empo rclroaclúa sobre ésta~. y en los niveles de las C' lt sus form,1S institucion,\k'~ es en c:-.trcmo romplejo, r<1mificado y

confronl.lL i(lne~ \' l.1s ¡wsibilidacles políti cas de difL·rentes grupos so- contradictorio. Ni el Estado en sentido es tricto, ]lÍ tampoco la "socie-
ciales. Lu c:-.i:,tencia de sindicatos, entidades parilnrias y estatales de dt.d civil" constituyen unidades cerradas, sino que son conglomera.-
acción social, por ejemplo, tiene ciertos dectos sobre lo que en concreto dos de instituciones, aparatos y organizaciones parcialmente
significa" lucha ele clases" y cómo ésta se expresa rivali za n les y Pn oposición antinómica.l~stesistrma rctjulador otorga
Resumit'ndo, si partimos de que regt!lación sif_':nifici1 en principio e\ marco dcr1tro dc•l cur1llas constelaciones L' intcrL'SCS socir1ll's contra-
reulizar rl' 1cwnes sociales y la continuidud provi ~or ic1 de correlacio- puestos en muchos sentidos, pueden tanto ser utilizados un os contra
nes de fuer.·:a ''partir d e los antagonismos existentes de la sociedad y olros como ser vinculados mediante Bcuerdos Sin embargo, esto sig-
a pesar de ,.:Jo~. entonces esto sucede siempre y necesnrinmente me- nifica que suconc;islencia, su "funcio•1amiento" en el se ntido de que
diante un ,::npi•·jo s1stcma de divisiones de inte reses y demarcacio- la sociedad se mantenga y sig,1 desarrollAndose, penhmcce básica-
nes socié!lcs Esto posibilita que la sociedad capitalista, a pesar de sus mente inestabl e. Qued.a aún planteado, en tonces, el interrogante de
antagoni~L c\S \'contrad iccio nes, logre consistencia y duración. No es cómo, pesen tndas las antinomias y conflictos instituc io nales, pueden
un estado de cHmonía genera l, de libertad e igualdad como se le atri- continuar garantizadas tanto la relativn integridad dPl aparato csta-
buye cuando se habla ele la "sociedad civil democrática". La regula- tnl romo la vinculación entre "Es tado" y "sociedad civii" y, en rela-
ción cap1talistél milntiene un contexto de exp lotación y opresión, sólo ción con esto, la aprobación y aceptación de los in di vid u o~ involu-
modifirabiL' por las !ut lws sociales y cuya supresión sigue ligada a la crad os en muchas contradicciones de intcresE.s. Par.:1. eso la complicada
eliminación de las estructuras de dominación de la sociedad. estructura del sistema regulador genera requisitos importantes pero
no garantías. Incluso lc1 ilplicación de la coacción estatal, rer,las buro-
cráticas de procedimiento, leyes o prestacio:1es materiales, por sí mis-
ma.s no podría11 tener est~ efecto. Más alléí de esto se requiere aún de un
"(onsenso" qw.: induya a los individu os y grupos sociales, que ~liS­
tentc y legitime el <1paralu institucional existente y las prtíctica~ socia-
les que se insuibcn en él.
Este consenso no se conforma en el proceso de regulación por sí
mismo, sino cuRndo se logran imponer ideas generalizadas y
al>rrrcativas del urden y desenvolvimiento de la sociedad. Por eso las
formaciones históricas del capitalismo están ligadas a "pmyectos
87
,.
hegemónicos" (Jessop, 1982:243), que ensamblan los respectivos
La capacidad de formular e imponer un programa "nacional-
modos de acumulación y regulación en un "bloque histórico"
popular" se basa en la multiplicidad y contradictoriedad de constela-
(Gramsci). Son básicamente las formas sociales de la sociedad capita-
ciones sociales y en la conformación de modos transversales de arti-
lista misma sobre las que se apoya la hegemonía de las clases domi-
culación y organización de intereses. Con esto se posibilita que "una
nantes y las que la hacen posible. La "singularización" del Estado
variedad de elementos ideológicos, expresados por diversas fuerzas
como corporización de la comunidad frente a todas las clases y frente
sociales, sean exitosamente ensamblados en una totalidad ideológica
a los ciudadanos individualizados es un requisito decisivo para que
relativamente unitaria" Gessop, 1985:345). Jessop llama hegemonía ol
se formule e imponga en realidad una "política del capital" abarcativa,
"desarrollo de un proyecto político, que otros sujetos reconocen como
más allá de la competencia y antagonismos de clase. Esto incluye por
importante para la realización de sus intereses y uno 'ideología or-
lo general concesiones materiales a los dominados, que mientras
gánica' que pueda servir como marco ideológico referencial común,
tanto deben imponérselas a cada capitalista mediante el poder coerci-
en el cual una multiplicidad de sujetos pueda redefinir y negociar
tivo del f.stado (Pou lantzas, 1978; Gramsci, 1986:161). El carácter del
necesidades" Gessop, 1982:199; ibídem). Esto no sucede de manera
Estado como corporización formal de lo universal y común de la
espontánea, es resultado de estrategias absolutamente conscientes.
sociedad ha ce posible y necesa rio que una política que garantice
Sin embargo, el modo de socialización capitalista prohibe preci-
las estructuras dominantes de la sociedad y el proceso de valoriza-
samente la conformación de un actor unitario y determinante que esté
ción del capital, aparezca con el ropaje de un programa "nacional-
en condiciones de configurnr la sociedad conscientemente tombién en
popular". Co n eso la imposición de las metas capitalistas aparece
sentido ideológico. Por eso, los proyectos de hegemorua surgen de una
como sirviendo simultáneamente a los intereses generales "naciona-
combinación y condensación de discursos contradictorios, que tienen
les". Por cierto que esto no debe entenderse como una estrategia
su lugar y sus portadores en el sistema institucional de regulación,
arbitraria de los dominantes. Dado que los intereses concretos no
siendo marcados por su estructura. La base de esto es que cada"indivi-
existen independientes de la regulación ni la preceden, pero en ella
duo, en lo concerniente a su situación "objetiva", es la "sede de una
misma se conforman, el proceso de regu lación configura, en su forma
pluralidad de determinaciones" (Mouffe, 1982:32), acuñadas en posi-
respectiva existente, la base de las estrategias hegemónicas, determi-
ciones y ubicaciones de clase, relaciones de género, vínculos culturo-
nando sus contenidos y posibilidades. Entonces, sólo se puede consi-
les y contextuales sumamente diferentes. Esto implica que los seres
derar ol E.-.tado como "órgano" de una clase, si se lo concibe en el
humonos están, por decirlo así, en el punto de intersección de una
sentido dt l¡ue .su desenvolvimiento, al que sustenta políticamente,
multiplicidad de" discursos" muy diferentes y a menudo contradicto-
a parece como fundo mento y motor de un desorrollo social general que
rios, sea como conductores de autos, trabajadores, amas de casa, pro-
no sólo o tiende a sus intereses estrechos (Gramsci, 1986:182). Tanto la
pietarios de vivienda, feligreses o poseedores de un pasaporte. La
estructura genera l de lo sociedad capitalista como los correspondien-
hegemonía yace en la capacidad de formar estas múltiples y contra-
tes modos de ocumulación y regulación dominantes conforman la
dictorias orientaciones de manera determinada, de ensamblarlas y
base de uno hegemonía, sin que necesariamente emane un "proyecto
vincularlas de tal manera que de éstas surja una visión general inde-
hegemónico" determinado. Más bien indican una COilste/ación de
leble del mundo, de su ordenamiento correcto y del desarrollo desea-
condiciones que admiten perfectamente diferentes estrategios
ble de sus condiciones, que determina a su vez la conciencio social y
hegemónicos. Así mismo, la conformación de un determinado modo
política. Los proyectos o discursos hegemónicos no se inventan ni se
de acumulación y regulación no es, a su vez, independiente de cómo
creon simplemente, sino que se construyen con base en un material
se formula un proyecto hegemónico y se lo estabiliza mediante conce-
ideológico preexistente y maleable, y este proceso debe entenderse
siones sociales. Con eso la conformación de hegemonía y la imposi-
como una lucha interminable, como una confrontación entre diferen-
ción de mod cs concretos de acumulación y regulación es un proceso
tes personas y grupos. Hegemonía, en el sentido de una "ideología
alternadamente condicionan te y mediatizonte: todo modo de acumu-
orgánica", es entonces resultado de una formoción discursiva, de una
lación y regulación requiere de apoyo hegemónico a fin de ganar perfil
movilización, división, deconstrucción temática y combinación de
y una relativa estabilidad, conformando al mismo tiempo su base ins-
titucional y material. intereses; un proceso que tiene muchos actores y márgenes de acción
abiertos, pero que está condicionado y es marcado por la configura-
¡:

vv 89 \1,

ción concreta del modo de acumulación y regulación dominante. Las .:\1


estrategias hegemónicas se referencian centralmente siempre en el
aparato estatal y -como la denominada "conducción política"- son
condición esencial de su coherencia y uniformidad. Pero no tienen en ~~l,
el aparato estatal su base decisiva ni su origen. Como ya lo demostra-
ra Gramsci, la hegemonía surge sobre todo en el campo de la sociefiz
civi/e, de los partidos y los agrupamientos políticos, de los "aparatos
ideológicos" como universidades, escuelas y medios de comunica-
ción, en los centros de investigación y lilink lnnks, en las agencias de
publicidad;· en las iglesias. Cuando los partidos reclaman con éxito
un liderazgo "espiritual y moral", se suelen apoyar en un espectro
intelectual, que ni fue creado por ellos ni conocen necesariamente Las crisis capitalistas "seculares":
bien. La importancia de estas áreas de la práctica ideológica es abso- causas y efectos
lutamente central para la conformación de hegemonía y esto remite a
la importan te posición de los intelectuales en el proceso de la regula- La historia del capitalismo se caracteriza por una serie de grandes
ci ón. La se para ción entre trabajo manual e intelectual y la progresiva crisis "seculares" que pueden distinguirse de los estancamientos co-
diferenci a Je esta di\'isi ón del trabajo pertenecen a la estructura bá- yunturales menores del ciclo económico; crisis que condujeron res-
sica de hs relaciones capitalistas de producción. A eso está ligada la pectivamente a rupturas de las condiciones sociales. En el siglo XX fue
posibilidad de que surjan tipos muy diversos de intérpretes profesio- primero la crisis económica mundial de los años treinta. A ésta le
nales de la sociedad y fabricantes de concepciones, lo que representa siguió la segunda gran crisis en los años setenta, aún presente, con
un fundamento importante de la regulación. Esto permite la formula- efectos de alcances mundiales similares. Como entonces, también hoy
ción de discursos, relativamente independientes de las posiciones de están cuestionadas eslructuras fundamentales de la sociedad, escalas
intereses inmediatos y de las constelaciones de fuerzas sociales, que de valores, inclusive la configuración y significación del Estado. Ya
pueden ser reformados y combinados y con Jo cual pueden consti- hemos mencionado que la estructura y el funcionamiento del Estado,
tuirse en fundamento de proyectos hegemónicos. El espacio para la la condición del sistema político y las modalidades de los conflictos y
' independización de los discursos ideológicos es mientras tanto limi- los procesos políticos dependen esencialmente del modo de acumula-
tado : siempre permanecen vinculados recíprocamente con situacio- ción y regulación vigente en cada caso. Por eso debe plantearse el
nes sociales materiales, con prácticas y experiencias. No pueden de- interrogante de cómo se llega a procesos de crisis seculares, de las que
sarrollarse de manera independiente a la estructura concreta de Jos surgen formaciones capitalistas históricas diferentes.
modos de acumulación y regulación ni a la ubicación de los indivi- Si se toma la concepción de la Teoría de la regulación, entonces la
duos en ellos. consideración primera es que por sus antagonism.os y conflictos
La condensación de discursos contradictorios y entrecruzados en estructurales la sociedad capitalista es básicamente propensa a las
un proyecto hegemónico es siempre resultado de luchas ideológicas. crisis y, por lo tanto, puede ser estable en sus estructuras sociales,
Los proyectas hegemónicos nunca pueden desarrollarse indepen- políticas e institucionales sólo por periodos limitados. De ahí que el
dientemente de la estructura material de un modo dado de acumula- desarrollo no transcurre lineal y continuadamente, sino que las fases de
ción y regulación; por el contrario, lo marcan en su configuración relativa estabilidad son siempre interrumpidas por grandes crisis.
concreta. Por eso son sobre todo las crisis de formaciones históricas ¿Cómo sucede que un modo de acumulación y regulación, una vez
del capitalismo las que hacen encender las luchas ideológicas y, impuesto y estabilizado hegemónicamente, se derrumbe? Formulando
simultáneamente, crean las condicio1,es materiales en las que los nue- de manera muy general, esto ocurre porque tanto el régimen de acu-
vos proyectos hegemónicos pueden hacer referencia. mulación como el modo de regulación conexo presentan respectivas
estructuras y dinámicas de desarrollo propias. Esto conduce con una
cierta indefectibilidad a que la vinculación de ambos, característica
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1
¡·
de una formación histórica específica de la sociedad, una vez estable- no pueda exponer algo sobre la efectividad de sus" contra tendencias"
cida no pueda ser duradera sino que, tarde o temprano, deberá (Hirsch, 1974:29). Precisamente estas "contratendencias" tales como
derrumbarse. Expresado de modo simplificado, se puede partir del el desarrollo del costo de vida real de los asalariados, las intervenciones
hecho de que el proceso de acumulación del capital, impulsado por estatales destructoras de capital, como en el sector armamentista, el
el imperativo de maximización de las ganancias y avanzando en el comercio exterior o el progreso de la tecnología de producción, depen-
marco de un régimen de acumulación, conduce a una constante modi- den decisivamente de la forma y modo de regulación. De hecho, ha-
ficación de : composición del capital, relaciones sectoriales, tecnolo- ciendo abstracción de la dinámica transformadora del proceso de acu-
gías de producción, estructuras del trabajo y las clases, así como tam- mulación, sería posible imaginar un desarrollo del capitalismo sin
bién de las relaci ones entre la producción ele mercancías y las mayores perturbaciones, si fuese acompañado por las consiguientes
condiciones naturales y sociales de la producción. Esto debe llevar modificaciones constantes de las configuraciones institucionales y de
finalmente a un choque con el siste ma ele regulación existente. Los relaciones de clases -como la organización empresarial y de produc-
modos de regu !ación, como formas institucionalizadas de relaciones de ción, las formas de organización sindical, las estructuras del estado
clases, marcadas por determinados mecanismos de exclusión, dere- social y los hábitos de consumo. Esto posibilitaría imponer de manera
chos ele participa ción y acceso, además de pautas de valores sociales flexible tanto nuevas tecnologías como condiciones de vida material
específicas, presentan una cierta rigidez institucional y normativa, a modificadas, y garantizaría así la estabilidad de la tasa de ganancia,
la que SL' debe tanto la ind o len cia de las organizaciones, la repetición independientemente de lo diagnosticado por Marx respecto del cam-
de rutin as y las orie nta ciones de la acción y la efectividad de intereses bio de la composición orgánica del capital, esto es, la proporción entre
"implantados" . Esto su pone que la forma ex istente de institucionali- trabajo objetivado y trabajo vivo. Más concretamente, un descenso de
zación de las relaciones de clases y las correlaciones sociales de fuerza la rentabilidad del capital podrá ser enfrentado con una reducción
no son indefinidamente flexibles ni tampoco simplemente modifica- constante del salario real, el desmontaje social o la imposición conti-
bles gradualmente, la cual conduce tarde o temprano a que la rentabi- nua de modificaciones tecnológicas de la producción que incrementa-
lidad del capital, en el marco del modo de acumulación y regulación ran la productividad laboral, es decir, el grado de la explotación técni-
existente, decrezca, que el crecimiento capitalista se detenga y surja ca. Pero en el marco de un modo de regulación ya impuesto, con sus
una crisis de toda la formación social. Así se explica por qué la correlaciones de fuerza, concesiones de intereses, estándares de con-
"a u torre\ olucionarización" de la sociedad capitalista que se mani- sumo y" aspiraciones", consolidados institucionalmente, eso no sería
fiesta en la transformación histórica de todas las condiciones de pro- posible sin más y sin luchas sociales y políticas de mayor envergadu-
ducción, de las tecnologías y de las relaciones sociopolíticas no se ra. La afirmación general de que el proceso de acumulación del capital
produce de manera continua sino precisamente en forma de crisis es siempre lucha de clases se concreta de tal manera que estas con-
"seculares" y rupturas. La dinámica ele acumulación capitalista y frontaciones tienen lugar no sólo en el campo de lo salarial y las
las contradicciones y conflictos sociales que contiene, cimentan en condiciones laborales, sino en todo el ámbito político; no existe un
consc•cuPncin, In pro¡wnsi6n a las cric;is de la sociedad capitalista. área política que no esté conectada de alguna manera con el proceso
Pero la formo~ dC' dt'SL'nca d enarse, el modo de manifestación y el trans- de acumulación de capital.
curso de las Lri sis dependen siempre del estado en que se encuentran Con esto el sistema regulativo, que es el que hace posible el proce-
los respectivos modos de acumulación y regulación. Esto significa so de acumulación y valorización del capital, pese a los antagonismos
que las grandes crisis capitalistas nunca son simplemente "económi- y contradicciones que le son inherentes, se evidencia entonces al
cas". Así mismo resultan insuficientes las explicaciones que se dan en mismo tiempo como disipador -aunque no necesariamente como
las diversas variantes de la "teoría de las ondas largas", que relacio- causante- de sus crisis seculares. Desde la perspectiva teórica de la
nan estas ondas con impulsos tecnológicos periódicos, los cuales regulación es posible explicar de este modo tanto la necesidad de
tienen lugar cuando éstos ignoran las condiciones de la regulación la aparición periódica como también la causalidad contextunl gene-
social (Mande!, 1983). Tampoco la "ley de la caída tendencia! de la ral de las grandes crisis capitalistas. Sin embargo, esto significa que
tasa de ganancia", núcleo de la explicación marxista de las crisis, forma y modo del surgimiento de las crisis, sus manifestaciones con-
esclarece el surgimiento y transcurso co ncreto de las mismas, mientras cretas y sus d cc u rsos no siguen u na ley general sino que dependen de
92 93

los respectivos modos de acumulación y regulación existentes. Cada


formación histórica d el capitalismo tiene su propia crisi<>.
Las grandes crisis "seculares" del capitalismo deben ser entendi-
das como la unidad de desarrollos económicos, políticos e ideológicos;
como efectos de un complejo sistema de acumulación y regulación que
que se derrumba en crisis, tendrán una influencia esencial en la confi-
guración de la nueva sociedad, y los determinantes estructurales de la
forma de la sodedad capitalista seguirán manteniendo su efectivi-
dad, aunque el sistema instihlcional se torne endeble.
La configuración de una nueva formación ca pitalista tie:1e lugar
'
estruchualmente tiende a hacer crisis. Las crisis de regulación son, en un complicado proceso de luchas y confront,,ciones en el que par-
simultáne'l.mente, crisis de hegemonía, en las que es tán cuestionadas ticip il n muchos actore'> sociales en pugna. f)e ahí que no siga una
las concilic1ciones socia les vigentes, los mecan ismos de integración y "cstra teg ia" precisa, prcvicl mente d isviiada, '> in o que siga su pcd ita da
exclu s ión, las pcllllcl'i de v,llorc.c, or ientMl ora'i de la sociedad y sus a que sus e~lrurluras, ,, partir del accwnar de individuos y gwpos
ideas de o rd e namiento. La acumulac ión del cnpita l se esta nca cuando -intelectuales, sindica tos, <)rganizacione'> empresariales, gobiernos o
su dinámicél entra e n colisió'1 con el sistemil dC' regulación imperante, movirnicntos sociales-· sean co nfiguradéls conscientemente y consoli-
y la crisis LFJC esa col 1st6n desata, socava los pactos ex istentes de la dildas ideológicamente; es decir, que se desarrolle un nuevo" p1 oyecto
sociedad. Con el desmoronamiento del cemento ideológi co que hegemónico". La concepción teórica de la regul,Kión permite en prin -
cohesi on a e l apcHélto c~tata l y la sociedad civi l, se desintegra además cipio distinguir entre "peqLteñas" crisis c\en tro ele un modo existente
la unidad y cilpac idt~d de.' fun cionami e nto d e l si'itema regulativo; de acumulación y regu !ación -oscilaciones coy u ntul"clll~~' roces y con-
algun,1s pill tPs se l!ld~o.'p<.mdJ?éln, ·.e increl'lent;\Jl los conflictos ent re flictos institucionales- y las "grandes" crisis formacioc,aks: la cst ruc
instiht,-il'ncc;, la conducció n políl:cil parece desorientnd3. y la gober- tu ra básica ca pita lista permanece inder~me ,¡menos que sea superada
nabilidad se torna totalmente problemática (Jessop, 1985:90). La uni- revolucionariamente o qu e termine en un derrumbe total. Las crisis
dad ele la crisis cconómica, política e Ideológica significa también que son el vehículo con el que el capitalismo, a pesar de sus contradiccio-
no existe un plano preeslab)f'cido de l surgimiento ele la crisis. Como nes se mantiene en el transcurso del tiempo. Precisamente para la
se mostrará, a p;, rtir de la sola dinámica conlT<~dicto ria de l proceso ele sociedad capitalista rige el prin c ipio según el cual todo debe
acu nw !ac1ón no o;e puede explicar satisfactori.1mente el surgimiento modificarse para que b viejo permanezca. Esto implica también que,
de las crisis, :~un cuando le corres ponda una importancia fundamen- pesen todas las ru ph.1 ras históricas, siguen manteniendo su efecto las
tal en el or igen y dPsarrollo de lac:; mismas. Por otm p;1rtc, en el sistema estructur,ls y dinámicas sociales básicas. La forma característiccl que
reguJa!i\·o cxrstcn procesos, como la propia diniimica de las regla- adopta lo político en In sociedad capitalista, se mantiene precisamen-
mentac io nes del Estado social, confrontaciones ideológicas o formas te a partir de las constantes transformaciones que se ha cen en la orgJ-
de competencia pa1 tidari,l , c¡uc aun cuando no sean causantes de nización concreta del Estado y del sistema político, del mismo modo
crisis, pucdL'n actuar como sus disparadores o estimulantes. En las qu2las relaciones capitalistas de clase se estabilizan modificando sus
grandes crisi-, y en las confrontaciones cconóm icas, políticas e ideoló- es tructuras co ncretas, las formas de su institucionalización y regula-
gicas conexas, se despla7an las correlacion es de fuerza en la socie- ción. Ni Jos antagonismos sociales, ni la relación básica con la natura-
dad, se revocan las con,·iliacionl!s sociales y se quieb1a el andamiaje leza, ni los vínculos entre los sexos, d esapa recen con la crisis y con la
institucionul de la regulaci ón existente. En este campo social y políti- modificació n del modo de regulación y acumulación: sólo será n
co rnodific,ldo se desarrollan lé1S luchas por el reordenam1ento de la institucionulizados y vinculados entre sí en nuevas formas.
sociedad. De la crisis surge una nueva formación •:apita lista y, su Esta complicada relación entre continuidad y ru phua en el desa-
forma, queda en principio abierta, no es predecible a qué resultados rrollo capitalista, imposibilita indentiticar crisis y transiciones entre
conducirán las nuevas constelaciones de fuerz.a y las luchas. Tan las fonna históricas de esta sociedad, tomando únicamente algunos
posible es el derrumbe de b sociedi'.ci capita lista, com o t<1mbien de los rasgos económicos aislados como, por cjl'mplo, índices de crl'cimicnto
procesos rpvolucionanos, P·~ro .1sí 1nismo puccie darse la conforma- o ciertas formas de organización de la producción. Todo modo de
ción de un nuevo modo de acumulación y regu !ación. Entonces, si de regulación y acumulación posee ciertos espacios de adapt,Kión y, a
la crisis de la antigua formación capitalista surge una nu eva, se trata parlir de éstos, se modifica en el transcurso del tiempo. S m esta flexi-
realmente de un "h,llla?.go" . .'.Jo obslanle se debe partir de que las hilicbd no tendría CO llsisten cia incluso d cor to plazo. Po:· l':.;o pri\cti-
condiciones económicas, SC'ciales y pol íticas de la sociedad anterio r c,ll11L'nlc no c'S tan simpl<' distinguir !,1s crisi'i "'e¡¡" lct rq~ubción, de
~'± 95

las crisis" de" regulación. De manera fundamental rige que, aunque


los procesos de crisis y rupturas tengan causas estructurales relati-
vamente independientes de la acción de los afectados, se hacen rea-
lidad cuando en la conciencia de ellos son percibidas como tales.
Expresado con énfasis: las crisis "seculares" de la sociedad se hacen
realidad cuando los modos existentes de vida y trabajo, instituciones,
consensos sociales, modelos y pautas de valores, son cuestionados a
fondo, cuando pierden su legitimació n y validez. Esto lleva, finalmen-
te, a que se derrumben modos ele regu lación y acumulación existentes
y a impulsar luchas políticas e ideol óg icas, procesos de reorganiza-
ción institucional y de reorientación ideológica. Lo anterior condensa El sistema de Estados y la regulación
la crisis ele un modo de regulación y acumulación en una crisis de
"hegcmoníil" de toda la formación socia l. En este sentido y para internacional
remitir a un ejemp lo concreto, es inconducente plantear el fin o la
continuidad del capitalismo fordista de posguerra, tomando algunos Los Estados singt¿lares y su delimitación externa ofrecen conc.iciones
datos objeti\·os como los índices de crecimie nto, la persistencia de más favorables para la conformación de modos de regulación basa-
los modos tayloristas de organización del trabaj o o ciertas formas dos en la unidad institucionalizada de consenso y coerción, confi-
de intervención estatal. riendo consistencia y relativa estabilidad al proceso de acumulación
Decisiva fue, en cambio, la genera li zac ión de la conciencia de que capitalista. Ésta es la razón por la cual las sociedades organizadas
el modelo de sociedad imperante hasta ese momento se había agota- como Estados singulares representan un punto de partida esencial en
do, hab1a perdido sus fundamen tos y no estaba en condiciones de el análisis del capitalismo (Lipietz, 1985). Una dinámica transforma-
ofrecer J'L'r~¡'ectivas. Esta certeza la compartían, a finales de los años dora decisiva en las relaciones políticas y económicas internacionales
setenta, ~mpresarios capitalistas, ecologistas radicales e izquierdis- nace en los procesos de desarrollo y de crisis de las formaciones na-
tas críticos del Estado. Con esto, es evidente la importancia de los cionales (Mistral, 1986:170). Al destacar específicamente la importan-
llamados "nuevos movimientos sociales" en la crisis del fordismo, cia de los contextos nacionales de regu lación, así como las institucio-
los cuako; impulsaron decisivamente la crítica ideológica teórica y nes y procesos políticos que la caracterizan, el enfoque de la regulación
práctica a este modelo de sociedad, que logró atar a los asalariados a se sitúa en una cierta oposición a la denominada teoría del sistema
la conciliación de clases f01·dista y estimularon la búsqueda de nue- mundial (véase en particular a Wallerstein, 1979), y se diferenciabas-
vas formns de socialización (véase Hirsch/Roth, 1986:168; Roth, 1994). tante de las descripciones tradicionales del capitalismo global que
El hecho de que lo que se conformara socia lmente en y a partir de la aportaron la teoría del imperialismo o la dependencia (véase Boeckh,
crisis fordista poco tuviese en común con sus ideas, que, probable- 1992). Los sistemas nacional-estatales de acumulación y regulación
mente 1 en contr,1 de sus propósitos, hayan ayudado al nacimiento se conforman desde el comieilzo dentro del mercado mundial capita-
del capitalismo "posfordista", que finalmente hayan sido ellos mism os lista, y allende las fronteras están insertos en complejos entramados,
las víctimas de los procesos de crisis y reestructuración, indica una procesos de intercambio y dependencias económicas, políticas y mili-
vez más que los procesos sociales en el capitalismo no ti enen uncen- tares. Los procesos económicos y políticos interna c ional es no son
tro conductor, su desarrollo es producto de acciones contra dictor ias y simplemente consecuencias d e la acción conjunta de sociedades na-
encontradas, los actores y sus campos de acc ió n también se modifican cionales aisladas, sino que representan estructuras y dinámicas pro-
de manera radical con las transformaciones de la sociedad (véase pias que reaccionan en ellas. Esto implica que tanto el problema de
Esser, 199-L85). la interrelación y la vinculación de acumulación y regulación, como la
crisis de la formación capitalista, no se plantea sólo a nivel nacional-
estatal sino de igual manera en e l plano internacional. El capitalismo
global representa una compleja articulación de unidades sociopolíticas
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con regímenes propios de acumulación y modos de regulación, pero las condiciones resultantes para el trato con las clases dominadas. De
relacionadas entre sí y en dependencia mutua. Es importante estable- ahí resulta que la ubicación de los países singulares dentro del siste-
cer cómo estos regímenes de acumulación y modos de regulación se ma internacional-el grado de dominación o dependencia- está sujeta
articulan entre sí y cómo se liga la dinámica de la acumulación glo- . esencialmente de estas condiciones internas, de la estructura de
bal con la regulación del mercado mundial y con los contextos de conflictos y conciliaciones sociales, y de la forma de su institucionali-
regulación de cada Estado. zación. Así, para las posibilidades de desarrollo económico es impor-
La estabilidad de las sociedades capitalistas depende fundamen- tante cómo está constituida la clase capitalista "nacional" -por
talmente e'~ que cada contexto de acumulación y regulación se ensam- ejemplo, si domina el capital industrial o el financiero o si existen
ble con los procesos del mercado mundial y se incorpore en la división clases poderosas que compiten en la forma de terratenientes. Igual de
intern ocional del trabajo de manero till, que de ntro del marco nacional importante es en qué medida el trabajo asalariado está desarrollado y
estat<1l resulten garantizadas una acumulación del capital relativa- si los asalariados son organizativa y políticamente lo suficientemente
mentL' libre ele mterferencias y un crec imiento econó mico. Los ciclos fuertes como para arrancar al capital algunas concesiones materiales.
económicos internos deben vincularse a las relaciones externas de A diferencia de la teoría clásica del imperialismo, del sistema mundial
manera que puedan tomar un curso relativamente equilibrado y ex- o de la teoría de la dependencia, el enfoque de la regulación no consi-
pansi\'fJ. Requisito para esto es que el capital, en principio, no esté dera el sistema global capitalista como una relación fija de domina-
adherido al F~tilc!o nacional, sino que desde un comienzo opere en ción y subordinación o de centro y periferia manejada desde un
dimcn~ioncs globales. El capital por principio internacional y, en su núcleo, sino que lo concibe como una retícula variable de contextos de
dinámica. de valorización, se encuentra en una cierta oposición a las acumulación y regulación nacional-regionales, que se encuentran en
formns de organización política espacialmente fijas. Por eso la implan- recíproca oposición, pero al mismo tiempo están vinculados. El proce-
tación de un modo de acumulación y regulación nacional está ligada so de acumulación global es apoyado y determinado en su desenvol-
a la condición de que, comparado a nivel internacional, se generen vimiento concreto por las formaciones nacionales con sus modos de
condiciuncs favorables de "posicionamiento", es decir, de rentabili- acumulación y regulación específicos en competencia.
dad y valorización. En dimensión global se pued e partir de un doble Al mismo tiempo éstos, en su estructura interna, se mantienen
nexo de :nticu lación: la conexión del modo de acumulación y regula- independientes de los procesos económicos globales y de la posibili-
ción, qll'! caracteriza un ''modelo de crecimiento" nacional, depende dad de su incorporación en el contexto del mercado mundial. Si se
de cómo est,\ ubicilda esta li ga en la división internacional del trabajo, toma en cuenta que la posición internacional de los países singulares
la cual a su vez está determinada por la estructura Y. el desarrollo de depende esencialmente de cómo éstos conforman política e institucio-
las form<lciones nacionales. El capitalismo global según esto, debe nalmente sus modos de regulación, cómo se implantan las relaciones
entenderse como una ligazón compleja de procesos que tienen lugar de clase y cómo se desarrolla la estructura concreta del Estado y el
en varios niveles y con actores diversos en pugna -empresas, gobier- sistema político, entonces será posible explicar también tanto el ocaso
nos, administraciones, entidades no estatales, organizaciones in- de metrópolis otrora dominantes (como Gran Bretaña) y también los
ternacionales, etcétera (Lipietz, 1987:25). Dentro de este sistema fenómenos de un exitoso" desarrollo de recuperación" (por ejemplo
global hay en principio márgenes de acción, aunque en diferentes los casos de Singapur, Taiwan o Corea del Sur). En ambos casos des-
medidas, pn ralos propios desarrollos nacionales (Mistral, 1986:172). empeñan un papel decisivo las correlaciones de fuerza sociales y po-
Para los Est.Hios singulares "existe un campo de posiciones posibles; líticas, la estructura de clases, la forma y modo como son reguladas
en otras palabras, existe una serie de regíme nes nacionales que se sus relaciones.
corresponden reoprocamente, pero estas posiciones no están fijadas El desarrollo del capitalismo global es sumamente irregular y siem-
de antemano. Las clases dominantes de los distintos países pueden pre estuvo marcado por relaciones internacionales de considerable
remitirse a u na serie de modelos" (Lipietz, 1987:24). La estrategia que desigualdad y dependencia, las cuales a largo plazo parecen incluso
aplican estas clases dominantes, respectivamente, depende a su vez intensificarse. Éstas no surgen de manera casual sino que son una
de su posición dentro de la relación de competencia global, co mo tam- condición fundamental de la valorización del capital a escala mun-
bién de las corrclilciotws de fu erza internas e n lo político-sociill y de dial y son requisito de la explotación y división de clases. El proceso

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de acumulación global está ligado a la existencia de modos de acu- mostraron ser una premisa decisiva para un desarrollo capitalista
mulación y regulación nacionales diversos y desiguales, y se asienta exitoso, como se puede constatar con facilidad comparando los países
en la posibilidad de ponerlos en oposición mutua. Por eso su dinámica del sudeste asiático con los latinoamericanos. Si bien, por otra parte,
conduce a que estas desigualdades sean constantemente reproduci- Jos regímenes dictatoriales aparecen a primera vista como particular-
das -con la influencia de procesos políticos tanto a nivel nacional mente fuertes, sin embargo pueden evidenciarse como frenos de un
como internacional. Dependencia, "subdesarrollo" y periferia no son desarrollo capitalista, cuando impiden la conformación de estructu-
entonces desarrollos fallidos transitorios, sino una característica es- ras e instituciones sociales que posibilitan una regulación pacífica de
tructural del capitalismo global, sin que sus configuraciones concre- los conflictos de clases y acuerdos flexibles para concesiones sociales.
tas sean invariablemente impereced eras (Beaud, 1987:17). En el trans- La dominación internacional es por lo tanto un fenómeno sumamente
curso históri co, los países que devinieron internacionalmente complejo, en la medida en que se basa en una especial dinámica de
dominantes !:>On aquéllos que, e n el sentido político y social, pudieron desarrollo económico en el contexto del mercado mundial. Así, es ab-
desarr oll ar un contexto de acumulación y regulación sólido, cerrado, solutamente posible que, precisamente en el marco de un complejo
relativam en te independiente, y articularlo internacionalmente de tal industrial militar establecido, los costos armamentistas desorbitantes
manera que fuese posible un crecimiento económico autónomo, cons- socaven la posición internacional dominante de un Estado, como se
tante y sólido. La dominación económica internacional se caracteriza intentó demostrar en el desarrollo de Estados Unidos (Kennedy, 1989).
porque logra desarrollar, en el marco naciona l, un contexto de acumu- Por otra parte, la riqueza en recursos naturales y la concentración en
lación y regulación que está tan en trelazado a nivel internacional, que su explotación, en el marco de la" división internacional del trabajo"
el país correspondiente puede ser, por un cierto tiempo, el centro pueden conducir a una forma dependiente de integración en el merca-
direccional de los flujos de mercancías, dinero y capital ya que tiene do mundial y dificultar el desarrollo de un contexto nacional propio y
condicion r·s para adelantarse en lo tecnológico y prevalecer en la dis- coherente de acumulación y regulación.
ponibilidéld de las producciones claves de su correspondiente época La dependencia se explica así de manera similar a la dominación.
(Beaud, 1 ~:87: 17). Por este medio, estos países se colocan en condicio- Se basa en la conformación de un modo de acumulación y regulación
nes de d ekrminar, a nivel mundial, las normas de producción, traba- que está escindida e inconexa, con lo cual no permite el desarrollo de
jo, tecnolo gía y consumo, con lo cual hacen que los recursos económi- un modelo de crecimiento que a largo plazo esté sustentado social-
cos de otro:; países sea n la base de su propia expansión (cfr. el análisis mente y que sea autosostenible y dinámico. Por esta razón, no tiene
de Estados Un id os por Agliella, 1976 ). Co n esto lo determinante para lugar el desarrollo de un sistema de regulación propio que pueda
la dominat ió n mtcrnacional no es, de ninguna manera, sólo la fortale- asegurar la acumulación del capital, lo que, a su vez, conduce a di-
za militar, la magnitud de su pob lación o la riqueza en recursos natu- visiones y conflictos sociales que dificultan la conformación de un
rales. Una cierta dim e nsión de su mercado interno es ciertamente un modo de regulación adecuado al proceso de acumulación. Por tan-
requisito ti1n importante para una posición iriternacional dominante to, los procesos económicos y sociales en esos países están particular-
como un potencial militar suficiente. Pero decisivas son, en última mente determinados por las condiciones que les imponen las eco-
instancia, las co ndiciones políticas internas, las constelaciones de nomías dominantes, como tecnologías de producción, modos de
fuerzas sociales y el modo de su institucionalización, que son las que acumulación, modelos de consumo, demanda de recursos, etcétera.
conformc1n la premisa de un contex to de acumulació n y regulación Las economías dominantes organizan su crecimiento en una conexión
estable. Un;¡ importancia específica corresponde al Estado "amplia- global de producción y circulación a la que las economías dependien-
do" como centro de la regulación, que estabiliza las correlaciones de tes son incorporadas en forma subordinada (Beaud, 1987:47). La
fuerza, institucionaliza acuerdos sociales y regula los conflictos de la imposición a nivel internacional de un modelo dominante de creci-
sociedad. miento no sólo produce dependencias económicas sino también polí-
Es conocido que, por eje mplo, la existencia de una oligarquía agra- ticas y culturales (Cox, 1993). Los países subordinados son sometidos
ria fuerte, enfrentada a la burguesía capitalista industrial, no es preci- a una fuerte presión de competencia y adaptación, que puede condu-
samente favorable para la conformación de un modo de regulación cir a la conformación de una formación histórica global, es decir, a
coherente. Por eso las reformas a ¡ji arias, que lograron imponerse, de- una cierta generalización del modelo de acumulación y regulación

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dominante. Copiar este modelo simplemente es casi imposible tenien- 1
instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional 11
do en cuenta las diferencias entre los puntos de partida económicos,
(FMI), la Organización Mundial de Comercio (OMC) o el Banco Mundial
los sistemas político sociales y las correlaciones de fuerza. Las forma-
(BM), agrupamientos entre Estados más o menos consistentes como la
ciones capitalistas abarcadoras, que cuentan con ciertos rasgos comu-
Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la Organi-
nes en los modos de acumulación y regulación, se caracterizan por
zación para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el Grupo
mantener siempre notables diferencias nacionales y distintos mode-
de los siete o el Grupo de los diez, empresas y federaciones internacio-
los de crecimiento. El fordismo, que se conformó con el predominio de
nales, sindicatos, partidos y muchos otros. Debido a que la regulación
Estados Unidos, después de la Segunda Guerra Mundiat como modo
de las relaciones de clase se mantiene básicamente ligada al marco
de acumulación y regulación dominante, si bien estuvo marcado por
nacional estatal y, al mismo tiempo, las contradicciones y.dinámicas
algunas ca1acterísticas estructurales comunes -por ejemplo, la orga-
del proceso de acumulación global conducen constantemente a desa-
nización ta ylorista d el trabajo, Ja producción masiva, el consumo de
rrollos socioeconómicos diferentes y conflictos entre los Estados, un
masas, y ciertc1. evo lu ción socioestatal- siempre tuvo considerables
sistema de regulación internacional sólo puede desarrollar una ho-
diferenciils tilnto na cio nal es como entre los pilíscs de Europa
mogeneidad y consistencia muy limitada. Seguirá mucho más frag-
noroccidenlill y EstadO', Unid os; y qué decir e!~ los países del "tercer
mentada e incompleta que a nivel de los Estados nacionales (Robles,
mund o", donde las es tru chnas fordislas, si existían, eran sumamente
incomple tas. 1992:253). La solidez de los modos de acumulación y regulación
nacionales está entonces ligada a la existencia de un contexto de re-
La co nfiguración concreta de las condiciones internacionales
gulación internacional, que constantemente es minado por su propia
de dependencia y competencia depende en altísimo grado del modo de
dinámica. La configuración concreta de esta configuración -por ejem-
acumulación y regu lación globalmente dom;nante y se modifica con
plo, para el fordismo internacional de posguerra, las instituciones
éste. Un eje mpl o lo constituye el paso del imperialismo clásico colo-
centrales del sistema Bretton-Woods, el Fondo Monetario Internacio-
nial al "neocolonialismo", que se conformó en el h·anscurso de la
nal y el Banco Mundial- depende del modo de acumulación y regula-
imposinón del capitalismo fordista, dominado por Estados Unidos
ción impuesto como internacionalmente dominante, modificándose
después de la Segunda Guerra Mundial. Éste se basó en integrar y
esa configuración con dicho modo.
subordinélf al contexto de acumulación y regulación dominante, a
Estas contradicciones, determinantes para la relación entre regu-
países qu e desde el punto de vista político formal son independientes
y disponen de aparatos estatales propios. lación nacional e internacional actúan de manera tal, que hasta ahora 1'
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los contextos de regulación internacional sólo se mantuvieron esta- ,fa
Dado g u e el sistema global capitalista está marcado por d iferen-
bles por un largo tiempo cuando fueron garantizados por una po-
tes espacios económico-sociales, de diversos desarrollos, como tam-
tencia como Gran Bretaña bajo el régimen internacional del patrón
bién por la existencia de Estados que rivalizan entre sC no puede
conformarse un sistema de regulación coherente -similar al que existe
oro hasta comienzos del siglo XX o Estados Unidos con el dólar como il
por lo general en el marco nacional estatal Y no obstante, el proceso
de acumulación a escala mundial requiere mecanismos regulativos
"moneda universal" en la era del fordismo. Una hegemonía tal se
funda en que el país dominante no sólo puede imponer su modelo
de acumulación y regulación como internacionalmente determinante,
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propios, entre los Estados, paralelos y supraestatales, para garantizar
con lo cual marca el modo global de acumulación y regulación, sino
un tráfico internacional re lativamente estable de mercancías, fuerza
que además, está en condiciones de sustentarlo con sus posibilidades
de trabajo, dinero y ca pi tal. Por eso también a escala globat el proce-
materiales y medios institucionales. Esto es lo que diferencia el mero
so de acu;1 .ulación debe ser regulado política e institucionalmente, lo
poderío estatal de una posición hegemónica. Su mantenimiento inclu-
cual encuenh·a dificultades especiales ante la constitución política
ye la necesidad de renunciar a ventajas de corto plazo en pro de la
del capital ismo en forma de Estados singulares. El sistema de regula-
estabilidad a largo plazo del modo de regulación internacional exis-
ción internacional está compuesto por eso, de manera mucho más
tente y las relaciones del mercado mundial vinculadas a él. La imple-
pronunciada que en lo nacional, de una multiplicidad de institucio-
mentación del simple poder militar y económico no es en principio
nes, organizaciones y agrupamientos, sumamente diferentes y liga-
suficiente para garantizar la consistencia del modo de acumulación y
das entre sí de modo inconsistente: gobiernos y bancos centrales,
regulación internacional. Éste sigue más bien ligado a la posibilidad
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hablar de un propio modelo de fordismo "europeo" y "japonés" com-
de conformar relaciones internacionales de equilibrio y concesiones
pitiendo con el norteamericano en la era de posguerra (Boyer, 1992:Mc.
que, en principio, también concedan una posibilidad de desarrollo y Grew ... , 1992:174). La crisis de una formación global capitalista, por
crecimiento a los países subordinados y dependientes (Mistral, ejemplo la del fordismo desde los años setenta, puede ser considerada
1986:180). Que tampoco el asumir tales posiciones hegemónicas es como el desacoplamiento de regímenes de acumulación y sistemas de
una decisión arbitraria, sino que puede basarse en imperativos políti- regulación, que a nivel nacional e internacional se condicionan e in-
cos internacionales, se evidencia en la posición de Estados Unidos a
tensifican mutuamente, lo cual conduce a un derrumbe de las estruc-
mediados del siglo XX. Ésta se basó de manera decisiva en el conflicto turas hegemónicas existentes no sólo a nivel nacional sino también
con la Uni ón Soviética. A raíz de éste, las clases dominantes de Euro-
pa Occidental y Japón debieron colocarse bajo la protección militar de internacional.
Las consecuencias no son solamente un estancamiento mundial 1
la potencia occidental y, al mismo tiempo, fueron obligadas, acorde al de la acumulación de capital y el crecimiento ni sólo conflictos eco-
dictado de la competencia de sistemas, a una política que estuvo orien- nómicos y políticos internacionales en ascenso, sino también una
tada hacia un desarrollo equ ilibrante y socialmente integrador de su
esfera de influencia.
crisis de las instituciones a escala nacional e internacional. Una" so-
lución" capitalista de las crisis seculares presupone por eso una
\¡\
Con e l enfoq ue d e la regulac ión internac ional es posible comple- reorganización de los contextos nacionales de acumulación y regu-
mentar y precisar las afir maciones acerca del proceso de crisis capitalis- lación, y también depende de que se restablezca un contexto de
ta. Las crisis económicc1S mundiales "secu lares" que aparecen en pe- regulación internacional que funcione . Hasta ahora queda abierto, si
riodos mas largos no deben ser entendidas como la suma casual de esto es posible sin la conformación de un nuevo poder hegemónico, 1\~
procesos de cr isis nacionales ni tampoco como expresión inmediata garante del contexto de regulación internacional. De todos modos, 'li
de una propensión genera l a las crisis del proceso de acumulación
global. Mós bien se trata de interferencias que se determinan e intensi-
una consecuencia es que, en principio, las estrategias capitalistas para ·i¡
solucionar las crisis a nivel nacional son insuficientes.
fican recí p1oca me nte y que resultan de las diferentes estructuras y .JI
h
din á mica ~ de Jos contextos de acumu lacion y regulación tanto nacio-
nales com n internacionales y del modo de su articulación. Esto expli- \'\'
ca por qu l~ tam LJi én las grandes cr isis capitalistas pueden alcanzar a
los países r,ingui<Hes de manera sumamente diversa y, a menudo,
desplazados en e l tiempo o incluso a veces no alcanzarlos. Como
¡¡j
l'!
.!
se describi era antes, la crisis de una formación nacional capitalista
puede ser explicada, de man era un tanto simplificada, como la situa-
ción en la cual la dinámica del proceso de acumulación encuadrado
en un r('gimc n de acumulación entra en conflicto con el sistema de
regulación existente, co n lo cual el proceso de valorización del capital
se ve frenado estructuralmente. Mientras más se imponga globalmen-
te un modo d e acumu lación y regulación bajo la hegemonía de un
pa ís, más abarcadoras y envolventes se expresarán las tendencias a la
crisis contenidas en él. Al mismo tiempo el sistema internacional re-
gulativo mu estra momentos de inestabilidad propios y muy diversos.
Por ejemplo, la posición de la potencia que garantiza su consistencia
y coherencia "hegemónica" puede ser socavada por la aparición de
competidores fuertes. És tos, por lo general, ti enen éxito nci por haber
copiado simplemente e l modelo de crecimiento dominante, sino por-
que sus estructuras políticas y soc ia les internas le permiten desarro-
llar alternativa<; propias y m<ís efecltvas. Así, en cierto sentido, se pudo

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