He de encontrar otra ciudad mejor que esta. Cada acción que emprendo está condenada de antemano Y yace enterrado mi corazón, igual que un muerto. ¿Hasta cuándo vivirá mi menta en el marasmo? A donde vuelvo los ojos, dondequiera que miro Veo frente a mí las negras ruinas de mi vida, En las que pase tantos años, y tantos gaste y destruí.”
No hallaras nuevos sitios, no hallaras nuevos mares.
La ciudad ha de seguirte. Recorrerás las mismas
Calles. En los mismos barrios envejecerás Y en las mismas casas habrás de encanecer. A esta ciudad tendrás siempre que volver.