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¿CÓMO APRENDEMOS
LAS PERSONAS?
Introducción
Tanto en el diseño del currículo formativo, como en su
desarrollo a través de la práctica docente, resulta
fundamental tener claridad respecto a la forma en que se
producen los aprendizajes, de manera que la intervención de
quien enseña pueda ser más efectiva y fundamentada.
Primera Parte
1 La perspectiva conductista
El conductismo
El conductismo es una teoría mecanicista que describe al comportamiento observado como una
respuesta predecible ante la experiencia. Aunque la biología establece límites a lo que las
personas hacen, los conductistas consideran que el entorno influye mucho más. Sostienen que
los seres humanos de todas las edades aprenden sobre el mundo del mismo modo que otros
organismos lo hacen: reaccionando a condiciones o aspectos de su entorno que ellos consideran
placenteros, dolorosos o amenazadores. Los conductistas buscan los eventos que determinan si
un comportamiento particular va a repetirse o no. La investigación del
comportamiento se enfoca en el aprendizaje asociativo, en el cual se
establece un enlace mental entre dos eventos. Las dos clases de
aprendizaje asociativo son el condicionamiento clásico y el
condicionamiento operante.
En este estudio, Albert fue expuesto a un ruido ensordecedor cuando estaba a punto de golpear
a una rata blanca y peluda. El ruido lo atemorizaba y él comenzaba a llorar. Después de repetir
la coincidencia de la rata con el ruido ensordecedor, Albert sollozaba atemorizado siempre que
veía a la rata. Aunque la ética de esta investigación es bastarte dudosa, el estudio demostró que
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un bebé podía ser condicionado para sentir temor por cosas que previamente no lo
atemorizaban.
Los críticos de tales métodos en ocasiones asocian el condicionamiento con el control del
pensamiento y la manipulación. En realidad, como vimos en el ejemplo de Anna, el
condicionamiento clásico consiste en una forma natural de aprendizaje que ocurre incluso sin
intervención. Al conocer los eventos que van asociados, los niños pueden anticipar lo que va a
suceder y este conocimiento hace que su mundo sea un lugar más ordenado y predecible.
El refuerzo puede ser positivo o negativo. El refuerzo positivo consiste en dar una recompensa
como comida, medallas, dinero o elogios, o jugar con un bebé. El refuerzo negativo consiste en
retirar algo que al individuo no le agrada (conocido como evento aversivo) como un ruido
estrepitoso.
El refuerzo negativo en ocasiones se confunde con el castigo. Sin embargo, son diferentes. El
castigo suprime un comportamiento introduciendo un evento aversivo (como dar nalgadas a un
niño o un choque eléctrico a un animal) o retirando un evento positivo (como ver televisión). El
refuerzo negativo favorece la repetición de un comportamiento a través de la remoción de un
evento aversivo.
1. Atención: lo primero que debe ocurrir es que el sujeto preste atención y observe al
modelo. El sujeto va a prestar atención a este modelo en función de los refuerzos que
ha recibido anteriormente y de los refuerzos que recibe el modelo.
2. Retención: Lo segundo que debe ocurrir es que el sujeto codifique bajo formas de
memoria la conducta modelada
3. Reproducción motora: el tercer componente es la imitación de la conducta observada.
4. Motivación o incentivo: Finalmente, el refuerzo determina aquello que se modela,
aquello que se ensaya y cuál es la conducta que se emite. Aunque Bandura no considera
el refuerzo como una variable directa del aprendizaje, estima que la expectativa de
recompensa (o evitar consecuencias adversas) es necesaria para la emisión de la
conducta.
En consecuencia, el refuerzo posee importantes propiedades de información para el
aprendizaje y efectos directos sobre el desempeño.
En síntesis…
Bandura plantea que el ser humano aprende esencialmente en la interacción con los demás. Es
un aprendizaje que se da a partir del modelaje, la persona aprende imitando modelos. Resalta
la cognición y las influencias ambientales en el desarrollo de las personas.
Esta forma de estímulos recibe el nombre de refuerzo o castigo vicario, que significa acción en
el otro. Reforzamiento positivo es el incremento en la probabilidad de la conducta propia al
observar que la conducta del modelo tiene consecuencias positivas. El castigo vicario disminuye
la probabilidad de que el observador presente la misma conducta.
Uno de los experimentos más conocidos de Bandura fue la exposición de un grupo de niños a la
observación de un adulto que golpeaba a un muñeco inflable. En comparación con otro grupo
de niños que jugaron tranquilamente con el muñeco; los que habían sido expuestos a la
experiencia agresiva reaccionaron de la misma manera, imitando las acciones violentas.
El ser humano tiene la capacidad de razonar sobre su conducta, seguirá imitando mientras la
conducta de su modelo sea premiada o reforzada positivamente, lo contrario, el castigo o
refuerzo negativo eliminará o disminuirá la conducta imitada.
En el aprendizaje, enseñar a través de modelos, sobre todo en los niños y adolescentes, tiene
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2 La perspectiva humanista
La Pedagogía centrada en el alumno
La pedagogía centrada en el alumno plantea la necesidad de crear las
condiciones educativas que desarrollen en el educando el sentido de ser uno
mismo.
Lo que hizo Rogers es crear un método psicológico destinado a liberar aquella necesidad de ser
sí mismo que late en cada una de las personas, de tal manera que la persona pueda encontrarse
consigo misma (condición esencial para el desarrollo).
Este método se conoce con el nombre de psicoterapia centrada en el cliente que, al decir de A.
Campos, tiene por final hacer “…que el cliente se pueda encontrar consigo mismo y así pueda
desarrollar sus capacidades inherentes y de este modo el terapeuta por un lado y la tendencia
actualizante del individuo por otro, llevan a la persona total a su desarrollo integral”. (1982).
Describiremos a grandes rasgos, cómo la persona llega a ser ella misma en el proceso de la
terapia.
Según Rogers (1989) la persona (cliente) comienza a examinar y a explorar sus propias
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experiencias, sus contradicciones, y advierte que solo existe como respuesta a exigencias ajenas
y que parece no poseer un sí mismo propio: descubre que trata de pensar, de sentir y
comportarse de la manera en que los demás creen que debe hacerlo.
Cuando la persona llega a experimentar todas las emociones que surgen, de manera consciente
y abierta, entonces se experimenta a sí misma: ha llegado a ser lo que es realmente, y no una
fachada conformista con los demás, ni una negación cínica de todo sentimiento o una apariencia
de racionalismo intelectual. Entonces, los rasgos que caracterizan a las personas que han llegado
a ser sí mismas son:
Su impacto en la pedagogía
Rogers se refirió de manera elocuente a las limitaciones de la pedagogía tradicional y perfiló las
vías por las que la educación centrada en el alumno debía abrirse paso y al mismo tiempo,
construyó un cuerpo de conceptos que constituyen su modelo pedagógico.
En un mundo de rápidos cambios, la educación ya no puede seguir siendo la transmisión de
conocimientos, sino la facilitación del cambio y del aprendizaje. De ser estos los objetivos de la
educación, el resultado será: una persona que ha aprendido como aprender a adaptarse y a
cambiar; personas que se dieron cuenta que solo el proceso de buscar el conocimiento es una
base para la seguridad.
Si estos son los objetivos y los resultados que se esperan de la educación, ¿cuáles serían los
medios que podrían facilitar este tipo de aprendizaje?
Un primer aspecto: la personalidad del educador (facilitador) que puede concretarse en los
siguientes aspectos:
“comprendo tus deficiencias” sino que sea él mismo quien sienta que alguien lo
comprende.
Hay que advertir de paso que ser auténtico, tener aprecio y confianza en el estudiante,
ser empático, no se confunde con la indulgencia o conmiseración, puesto que estas
actitudes, lejos de promover el cambio en la persona, refuerzan la dependencia, el
sentimiento de inferioridad y de culpabilidad, haciendo que la persona sea fácilmente
manipulable.
La educación debe liberar al educando de las presiones conformistas, de los sentimientos y
formas estereotipadas de pensar que frenan el desarrollo.
Hacer que los educandos se expresen y fluyan libremente la originalidad y las capacidades
creativas; lo que no sería posible sino a condición de que la escuela sea capaz de crear un clima
de seguridad y liberta psicológicas.
En opinión de ese autor, el primer interés de la persona es satisfacer sus Abraham Maslow nació
necesidades básicas o fisiológicas, solo cuando estas están cubiertas, la el 1 de abril de 1908, en
persona dirige su energía a satisfacer las de niveles superiores. Estados Unidos. Falleció
el 8 de junio de 1970,
Una vez satisfechas las necesidades básicas, la persona se preocupa por su fue un psicólogo
seguridad personal, y así podrá pensar en buscar el amor y la aceptación de influyente en la
los demás, la estima, el logro y, finalmente, su autorrealización. perspectiva humanista.
sola vez en la vida, por el contrario, la persona avanza constantemente buscando niveles más
satisfactorios de autorrealización.
Si el estudiante no se siente seguro en el lugar donde estudia, ya sea por inseguridad interna de
la institución (infraestructura, violencia) o causas externas (bloqueos, desastres naturales); no
tendrá la disposición para el estudio.
En el tercer nivel, toda persona necesita sentir que es aceptada por un grupo, para poder ser
parte de él y participar, compartir sus experiencias, logrando así un aprendizaje.
Cuando el estudiante siente que es valorado por sus aportes y por su contribución en las
actividades educativas, se promueve la autoestima. Y alcanzar la autorrealización en el ámbito
educativo implica poner en práctica lo aprendido y contribuir de esta manera a mejorar su
entorno o ayudar a otra persona.
Según ésta teoría, el rol del profesor es el de motivar y despertar el interés por aprender en el
estudiante.
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3 La perspectiva cognitiva
1. La Escuela Psicogenética de Jean Piaget
La escuela de Piaget surge a partir de estas preguntas fundamentales:
1. ¿Qué es el conocimiento?
2. ¿Cómo se produce?
3. ¿Cómo conocemos y cómo conseguimos conocer lo que conocemos?
4. ¿Qué aporta el sujeto y qué aporta el objeto en el acto de conocer?
En la teoría de Piaget, el desarrollo cognitivo no es más que una sucesión de interacciones entre
procesos de asimilación y acomodación en pos de equilibrios cada vez más estables y duraderos.
La adaptación es el equilibrio que se produce una vez asimilada y acomodada la nueva
información.
Piaget suele referirse a las estructuras individuales como esquemas (Phillips 1977).
Para entender la mayoría de las situaciones de la vida cotidiana, tengo que poseer una
representación de los diferentes elementos que están presentes. Los esquemas pueden ser
simples o complejos, generales o específicos.
La utilización de los esquemas, implica que el ser humano no actúa directamente sobre la
realidad, sino que lo hace por medio de los esquemas que posee. Por tanto, su representación
del mundo dependerá de dichos esquemas. La interacción con la realidad hará que los esquemas
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del individuo vayan cambiando. Es decir, al tener más experiencias con determinadas tareas, las
personas vamos utilizando y desarrollando esquemas más complejos y especializados.
Autocontrol y autorregulación
El autocontrol puede definirse como la capacidad que tiene el niño de cumplir las órdenes y las
directivas de la persona que lo cuida en ausencia de esta. Supone la capacidad de conducirse,
cuando las estructuras de apoyo están relativamente ausentes, en conformidad con una
directiva o con una orden originariamente impartida desde afuera.
Por ejemplo: cuando un niño al jugar solo se dice a sí mismo “no toques eso” (cuando se está
acercando a un tomacorrientes), entonces se aparta de él.
Una conducta de este tipo puede ser entendida como un comportamiento rígidamente
organizado en la secuencia estímulo – respuesta (E-R) en que la orden internalizada (no toques)
es el estímulo y el cumplimiento a tal orden (apartarse del tomacorrientes) es la respuesta.
Hasta que se desarrolla el autocontrol, la conducta ha sido controlada por el adulto de acuerdo
con la misma secuencia.
Autocontrol Autorregulación
Para él, se debe evaluar la maduración o el desarrollo de las funciones psicológicas a través de
actividades de colaboración, no de actividades independientes o aisladas.
Sostenía que todo niño tiene, en cualquier dominio, un “nivel de desarrollo real” que es posible
evaluar examinando su individualidad y un potencial inmediato dentro de ese dominio. Vigotsky
denominaba a esa diferencia entre los dos niveles zona de desarrollo próximo y la definía como
“la distancia entre el nivel de desarrollo real, en tanto determinado por la capacidad de resolver
problemas de manera independiente y el nivel de desarrollo potencial, en tanto determinado
por la capacidad de resolver problemas bajo la orientación de un adulto o en colaboración con
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pares más capacitados” (Vigotsky. 1978, citado por Tudge, J. en Moll, L. 1993).
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Se recurrió, para complementar este acápite, a ESCAÑO, José et al. Psicología de la educación.
Potencial de desarrollo
Desarrollo alcanzado
Lo que el niño es capaz de Lo que el niño puede hacer
hacer por sí solo con la ayuda del otro (nivel
(nivel de desarrollo real) de desarrollo potencial)
ZONA DE DESARROLLO
PRÓXIMO
La explicación del nivel de desarrollo efectivo y potencial permite definir el concepto de zona de
desarrollo próximo (ZDP) como el espacio de la capacidad que va desde el límite de lo que un
estudiante puede hacer solo hasta el límite de lo que puede hacer con ayuda. En palabras de
Vigotski:
“La ZDP es la distancia entre el nivel de resolución de una tarea que una persona puede alcanzar
actuando independientemente y el nivel que puede alcanzar con la ayuda de un compañero más
competente o experto en esa tarea”. VIGOTSKI, L. S. (1979) El desarrollo de los procesos
psicológicos superiores. Barcelona: Crítica, página 133.
“El espacio en que, gracias a la interacción y la ayuda de otros, una persona puede trabajar y
resolver un problema o realizar una tarea de una manera y con un nivel que no sería capaz de
tener individualmente”. NEWMAN, D.; GRIFFIN, P.; COLE, M. (1991) La zona de construcción del
conocimiento. Madrid: Morata/MEC. (Original en inglés de 1989.)
En cada estudiante, y para cada contenido de aprendizaje, existe una zona que está próxima a
desarrollarse y otra que de momento está fuera de su alcance. En la ZDP es donde debe situarse
el proceso de enseñanza-aprendizaje; en ella, gracias a la ayuda, puede producirse en el
estudiante la aparición de nuevas maneras de entender y resolver las tareas. En la ZDP es donde
se desencadena el proceso de construcción de conocimiento y se avanza en el desarrollo.
Esta explicación del desarrollo indica que el proceso de enseñanza-aprendizaje va por delante
del nivel de desarrollo efectivo del estudiante y que no debe ir más allá del nivel en que funciona
la ayuda.
Lo primero es lógico: se debe partir del desarrollo efectivo, pero no tiene sentido intervenir en
lo que los estudiantes pueden hacer solos, y hay que hacerlo en la zona que está próxima a
desarrollarse de forma autónoma. Lo segundo es muy claro: solamente es susceptible de
desarrollarse autónomamente lo que antes se realizaba con ayuda.
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presta la ayuda necesaria para realizar la actividad. Cuando el punto de partida está demasiado
alejado de lo que se pretende aprender, el estudiante no puede intervenir conjuntamente con
el profesor, no está en disposición de participar y, por lo tanto, no lo puede aprender.
Analizar cómo aprovechan los estudiantes las intervenciones del profesor es un buen indicador
de lo que pueden aprender y de lo que no.
La ZDP indica con mayor precisión las posibilidades de aprendizaje y determina el espacio
propicio para la intervención educativa. Es en la ZDP donde debe situarse la enseñanza; lo
que se encuentra por delante o por detrás no es aprovechado por el estudiante.
Es decir, lo que ayuda a crear ZDP es tanto la actividad intelectual del estudiante como la ayuda
del profesor. Las posibilidades de aprender y desarrollarse dependen de las zonas de desarrollo
próximo que se creen en la interacción educativa.
Cuando se crea una ZDP y el estudiante que recibe la ayuda del profesor (o de un compañero
más capaz) “recorre” esa zona construyendo conocimiento, se establecen nuevos niveles de
desarrollo efectivo y potencial, que delimitan una nueva ZDP.
Con la ayuda del profesor en la zona de desarrollo próximo los estudiantes hacen efectivos
algunos aprendizajes que antes solamente les eran próximos, es decir, se les enseña y aprenden
a hacerlo solos.
Todo esto permite que se consiga no solamente un nuevo nivel de desarrollo efectivo sino
también, y lo que es más importante, un nuevo nivel de desarrollo potencial, que forma una
nueva y más avanzada zona de desarrollo próximo, en la que harán actividades que antes no
realizaban ni solos ni acompañados.
Es necesario plantearse qué ocurre en aquellos estudiantes en los que no se crea una ZDP. Desde
la responsabilidad del profesor podemos considerar dos aspectos: el estudiante no está todavía
en disposición de realizar ese nuevo aprendizaje o la estrategia que se ha utilizado no ha servido
de ayuda para ese estudiante.
Participación guiada
Intersubjetividad
Para que se pueda dar la participación del estudiante, es necesario que comparta con el profesor
una cierta representación de la situación, el objetivo básico de la tarea y el modo en que ésta se
va a llevar a cabo. La comprensión conjunta suele significar en un principio una renuncia del
profesor a la complejidad de los significados debido a que el aprendiz por el momento no está
en condiciones de asumirlos. El objetivo es conseguir conectar con los significados que el
estudiante posee y crear un primer nivel de intersubjetividad, un sistema inicial de significados
compartidos.
En este proceso, los apoyos y ayudas que proporciona el profesor van retirándose
progresivamente o van siendo sustituidos por otros que suponen grados y tipos de ayuda menos
directos tanto cuantitativa como cualitativamente, de manera que el estudiante pueda asumir
un control cada vez mayor sobre la tarea y el contenido de la enseñanza. Esto implica que el que
enseña está realizando una evaluación constante del nivel de competencia del que aprende, a
partir de las acciones que realiza a lo largo del proceso.
Andamiaje
de manera que con su apoyo se pueda uno mover por encima (en la zona de desarrollo próximo)
y construir una nueva altura (un nuevo nivel de desarrollo efectivo); sucesivamente, la posición
del andamio deberá elevarse para enlazar con la nueva construcción e intervenir un poco por
encima (en las nuevas zonas de desarrollo próximo). Al final, el andamio se retira pero sin él la
construcción no habría sido posible.
Tipos de aprendizajes
Ausubel reconoce la existencia de varios tipos aprendizaje que deben entenderse desde dos
dimensiones:
Aprendizaje por recepción: Es aquel en el que el estudiante recibe los contenidos que
debe aprender en su forma final, acabada y no necesita realizar ningún descubrimiento
más allá de su comprensión y asimilación, de manera que sea capaz de reproducirlos
cuando le sea requerido.
Aprendizaje por descubrimiento: Este tipo de aprendizaje implica una tarea distinta
para el estudiante pues el contenido no se da en su forma acabada, sino que se
planifican las acciones para que los diferentes elementos cognitivos sean descubiertos
por él. Este descubrimiento le permite reorganizar y reajustar los contenidos
asimilándolos de acuerdo a su propio ritmo y modo de aprender.
el estudiante carece de los conocimientos necesarios para que los contenidos resulten
significativos. Estos aprendizajes son asimilados sin ser cuestionados.
1.a condición
2.a condición
Las teorías, conceptos, proposiciones, entre otros. ya poseídas van a servir para que las ideas
nuevas puedan “anclarse” a ellas. Esto solo sería posible cuando las anteriores son pertinentes
a las nuevas (ideas ancla). A esto Ausubel le llama “significado lógico”, es decir, una estructura
mental disponible con un material potencialmente significativo.
3.a condición
La motivación y los intereses del estudiante (relacionados con su edad y el grado de desarrollo)
son los factores principales para lograr un aprendizaje significativo, por tanto debe involucrarse
de manera activa en el proceso.
Actualmente, existe la preocupación por que los profesores tomen conciencia de la necesidad
de conocer más sobre el cerebro y de que manejen más información sobre cómo funciona este
órgano para que así desarrollen un ambiente educativo, una enseñanza y una evaluación más
acordes con las características intrínsecas e innatas de nuestros cerebros para aprender o, en
otras palabras, más compatibles con la manera como aprende nuestro cerebro.
Hace ya mucho tiempo, Hart (1986) sostenía que hasta ese entonces la educación nunca había
tenido una teoría adecuada del aprendizaje. Según ella, tal teoría debería referirse al cerebro, y
sólo en esos últimos años se había llegado a una comprensión holística necesaria del cerebro
para establecer tal teoría. En base, pues, a esos conocimientos, planteó ella la teoría del
aprendizaje compatible con el cerebro.
¿Qué significa el término "compatible con el cerebro"? El término "compatible con el cerebro"
fue usado por primera vez por Hart (1983) en su libro Human Brain, Human Learning, y se basó
en su observación de que, dado lo que se sabía de la investigación del cerebro, la estructura del
enfoque tradicional de enseñanza y de aprendizaje era "opuesta al cerebro". Su hipótesis era
que la enseñanza compatible con el cerebro, en un ambiente sin amenazas - que permitiera un
uso desinhibido de la espléndida neocorteza o "nuevo cerebro"-, tendría como resultado un
aprendizaje, un clima y una conducta mucho mejores. Y declaraba enfáticamente que para que
la educación fuera realmente "compatible con el cerebro" debía ocurrir un cambio en el
paradigma de enseñanza-aprendizaje.
Esta teoría del aprendizaje se deriva de los estudios fisiológicos de cómo el cerebro aprende
mejor. Su fundamento está, pues, en la estructura y funcionamiento del cerebro.
Antecedentes
Fueron los esposos Caine y Caine (1994) los que en su libro “Haciendo conexiones: la enseñanza
y el Cerebro Humano”, expresaron con toda claridad la necesidad de un conocimiento
actualizado de lo que ocurre durante el aprendizaje en el cerebro, que al fin y al cabo, es el
órgano que por medio de la conectividad neuronal hace posible el aprendizaje.
Podría decirse que el resultado de investigaciones que produjeron el primer impacto directo
sobre la educación fue, el de hace ya más de 20 años, cuando se describieron algunas funciones
de los hemisferios cerebrales izquierdo y derecho, producto de las evaluaciones
neuropsicológicas efectuadas en pacientes comisurotomizados, pacientes epilépticos
intratables con cerebro dividido (Sperry, 1974). Estos resultados llevaron a la caracterización de
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La idea de los Caine es que mientras más conexiones entre neuronas tenga el cerebro que
aprende, lo que se logra con una rica experiencia, habrá mayor comprensión del nuevo material
a ser aprendido, pues la nueva información puede relacionarse (el tradicional concepto de
“asociación”) con la ya habida, y efectuar conexiones con contenidos existentes. Como
consecuencia, el educador debiera enseñar su materia relacionándola con lo que el estudiante
trae a la situación de aprendizaje. La idea ha sido puesta en práctica en la reforma educacional;
y mirado desde la perspectiva neurobiológica indica que el estudiante no llega a la situación con
un cerebro parecido a una “tabula rasa”, sino que trae una serie de experiencias provenientes
de su situación familiar y de su particular socialización, los que ya han permitido el
establecimiento de numerosas conexiones neuronales en el cerebro, debido a los aprendizajes
ya efectuados. Al tomar esto en cuenta el educador, facilitará extraordinariamente el
aprendizaje del educando. Todo el movimiento generado por el modelo MITA (Weber, 1999) -
enfoque educativo basado en las Inteligencias Múltiples- es una forma de aplicación de estos
principios.
No hay duda que uno de los problemas fundamentales de cualquier reforma educacional es
cómo hacer que importantes nuevas ideas se encaucen en la corriente del pensamiento y la
práctica educacional. Por eso, cuando salió el libro de los Caine “Efectuando conexiones”,
encargado por la Asociación de Supervisión y Desarrollo de Curriculum y se distribuyó a todos
sus miembros, se dieron cuenta que las ideas contenidas en él eran demasiado importantes
como para ser ignoradas por los educadores no pertenecientes a la Asociación. Se confeccionó,
por tanto, una segunda edición dirigida a todos los educadores en el año 94. Actualmente, las
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en un modelo mental (Senge 1990) que dirija las decisiones que se deben ir tomando en el
proceso de la educación.
Lo que es importante es que el educador tome conciencia de que el cerebro es como cualquier
órgano que tiene una función. Su trabajo es aprender. Todo cerebro humano normal tiene una
capacidad virtualmente infinita de aprender. Cualquiera sea su edad, sexo, nacionalidad o
bagaje cultural. Viene equipado con características excepcionales que, en relación con su aporte
al aprendizaje, se resumen en:
Si todos tenemos todas estas capacidades, ¿por qué nos cuesta tanto educar?
A lo mejor porque todavía no hemos captado cómo aprende el cerebro, especialmente los
momentos en que está funcionando de manera óptima. Cuando conozcamos ambas variables,
quizás lo podamos hacer mejor.
Una de las principales contribuciones de la neurobiología son los aportes de las evidencias sobre
el efecto de la experiencia en el aprendizaje. Las investigaciones sobre el cerebro confirman que
las experiencias previas múltiples y complejas son esenciales para que el aprendizaje y la
enseñanza sean significativos. Todo evento complejo deja una información en el cerebro la que
establece conexiones de lo que se está aprendiendo con el resto de las experiencias del aprendiz,
su conocimiento pasado y su conducta futura.
De este modo, el desarrollo del cerebro y el aprendizaje resultan ser como las dos caras de una
misma moneda. Las experiencias vitales de una persona literalmente la llevan a hacer nuevas
conexiones entre neuronas y a la secreción de agentes químicos que transmiten las señales.
Interpretamos nuevas experiencias e ideas nuevas en base a lo que hemos experimentado o
comprendido previamente. Es importante reconocer que también existen conexiones no
necesariamente aprendidas. Tenemos ciertas capacidades innatas, genéticamente
determinadas, tales como el reconocimiento de “arriba” “abajo”, “adentro” y “afuera” (Lakoff y
Johnson, 1980), sobre las cuales podemos desarrollar nuevas categorías metafóricamente, y
tener ideas más complejas como estar “arriba” en una jerarquía o “dentro” de un círculo social.
En suma, la educación basada en el cerebro o compatible con el cerebro involucra dos mandatos
importantes:
Tenemos entonces, que la búsqueda de significado tanto por el educador para enseñar como
del educando para aprender es un principio importante al que atenerse, y está basado en el
conocimiento de que toda experiencia involucra activación y conexión entre neuronas. Este
hecho hace más efectivo el aprendizaje nuevo pues conduce a la comprensión más que a la
memorización de las materias. Aquí radica la diferencia entre conocimiento superficial y
conocimiento con significado.
Nuestro cerebro está diseñado para tener altos y bajos de la atención, no una atención
continuada. Ya no se pide sostener la atención de los estudiantes y mantenerla. Los momentos
en que la atención descansa, ayuda al cerebro a fijar las conexiones neurales. Esto conduce a
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Mucho del aprendizaje que se hace en un nivel inconsciente, sin reflexión, permanece en ese
nivel. El reloj de nuestro cuerpo parece correr en ciclos de 90-110 minutos. Estos ciclos son los
patrones ultradianos, de energía-relajación. Son afectados por nuestra respiración y los niveles
de energía afectan tanto nuestro aprendizaje como la percepción de nosotros mismos. Hablando
en general, el aprendizaje será mejor en la mañana (10AM) y temprano en las tardes; el ánimo
tiende a ser más pesimista después de almuerzo. La actividad física y el compromiso emocional
pueden modificar los ritmos normales del cerebro. Un descanso con ejercicio físico es una
excelente forma de alterar un ciclo bajo. Las hormonas, la dieta, las emociones y la química
gatillan constantes fluctuaciones en la atención, la memoria y el aprendizaje.
El cerebro está siempre haciendo lo que necesita para sobrevivir, encarar los desafíos y
conseguir descanso. Por eso aprendemos mejor con la variedad y la posibilidad de escoger.
Como cada uno de nosotros tiene diferentes tablas de tiempo cronológico, biológico y
hemisférico, necesitamos espacio para equiparar los tiempos de aprendizaje más productivo con
las tareas a realizar. Según Jensen, los días de clases conferencias continuadas y directas ya
pasaron. De este modo, el desarrollo del cerebro y el aprendizaje son dos lados de la misma
moneda. Las experiencias vitales de una persona literalmente lo llevan a hacer nuevas
conexiones entre neuronas y a la secreción de agentes químicos que transmiten las señales.
Interpretamos nuevas experiencias e ideas nuevas en base a lo que hemos experimentado o
comprendido previamente, lo que no necesariamente es aprendido.
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Como cualquier teoría que se precie de tal, el aprendizaje compatible con el cerebro tiene
también sus principios.
Principio 1. El cerebro es un complejo sistema adaptativo: tal vez una de las características más
poderosas del cerebro es su capacidad para funcionar en muchos niveles y de muchas maneras
simultáneamente. Pensamientos, emociones, imaginación, predisposiciones y fisiología operan
concurrente e interactivamente en la medida en que todo el sistema interactúa e intercambia
información con su entorno. Más aún, hay emergentes propiedades del cerebro como un
sistema total que no pueden ser reconocidas o entendidas cuando sólo se exploran las partes
separadamente.
Principio 2. El cerebro es un cerebro social: durante el primer y segundo año de vida fuera del
vientre materno, nuestros cerebros están en un estado lo más flexible, impresionable y
receptivo como nunca lo estarán. Comenzamos a ser configurados a medida que nuestros
receptivos cerebros interactúan con nuestro temprano entorno y relaciones interpersonales.
Está ahora claro que, a lo largo de nuestra vida, nuestros cerebros cambian en respuesta a su
compromiso con los demás, de tal modo que los individuos pueden ser siempre vistos como
partes integrales de sistemas sociales más grandes. En realidad, parte de nuestra identidad
depende del establecimiento de una comunidad y del hallazgo de maneras para pertenecer a
ella. Por lo tanto, el aprendizaje está profundamente influido por la naturaleza de las relaciones
sociales dentro de las cuales se encuentran las personas.
El cerebro se resiste a que se le impongan cosas sin significado. Por cosas sin significado
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Principio 5. Las emociones son críticas para la elaboración de pautas: lo que aprendemos es
influido y organizado por las emociones y los conjuntos mentales que implican expectativas,
inclinaciones y prejuicios personales, autoestima, y la necesidad de interacción social. Las
emociones y los pensamientos se moldean unos a otros y no pueden separarse. Las emociones
dan color al significado. Las metáforas son un ejemplo de ello. Por lo tanto, un clima emocional
apropiado es indispensable para una sana educación.
Principio 6. Cada cerebro simultáneamente percibe y crea partes y todos: si bien la distinción
entre "cerebro izquierdo y cerebro derecho" es real, no expresa todo lo que es el cerebro. En
una persona sana, ambos hemisferios interactúan en cada actividad. La doctrina del "cerebro
dual" es útil más bien, porque nos recuerda que el cerebro reduce la información en partes y
percibe la totalidad al mismo tiempo. La buena capacitación y educación reconocen esto, por
ejemplo, introduciendo proyectos e ideas naturalmente "globales" desde el comienzo.
Principio 7. El aprendizaje implica tanto una atención focalizada como una percepción
periférica: el cerebro absorbe información de lo que está directamente consciente, y también
de lo que está más allá del foco inmediato de atención. De hecho, responde a un contexto
sensorial más grande que aquel en que ocurre la enseñanza y la comunicación. "Las señales
periféricas" son extremadamente potentes. Incluso las señales inconscientes que revelan
nuestras actitudes y creencias interiores tienen un poderoso efecto en los estudiantes. Los
educadores, por lo tanto, pueden y deben prestar una gran atención a todas las facetas del
entorno educacional.
desarrollo en el niño, incluyendo las ventanas de oportunidad para asentar la estructura básica
necesaria para un posterior aprendizaje. Tales oportunidades explican por qué las lenguas
nuevas, como también las artes, deben ser introducidas a los niños muy temprano en la vida. Y,
finalmente, en muchos aspectos, no hay límite para el crecimiento ni para las capacidades de
los seres humanos para aprender más. Las neuronas continúan siendo capaces de hacer y
reforzar nuevas conexiones a lo largo de toda la vida.
La clave más importante para el educador es que todo aprendizaje se construye sobre lo que ha
ocurrido anteriormente.
Principio 12. Cada cerebro está organizado de manera única: todos tenemos el mismo
conjunto de sistemas y, sin embargo, todos somos diferentes. Algunas de estas diferencias son
una consecuencia de nuestra herencia genética. Otras son consecuencia de experiencias
diferentes y entornos diferentes. Las diferencias se expresan en términos de estilos de
aprendizaje, diferentes talentos e inteligencias, etc. Un importante corolario es apreciar que los
alumnos son diferentes y que necesitan elegir, mientras están seguros que están expuestos a
una multiplicidad de inputs. Las inteligencias múltiples y vastos rangos de diversidad son, por lo
tanto, características de lo que significa ser humano.
Currículo: los profesores deben diseñar el aprendizaje centrado en los intereses del alumno y
hacer un aprendizaje contextual.
Enseñanza: los educadores deben permitirles a los alumnos que aprendan en grupos y usen el
aprendizaje periférico. Los profesores que estructuran el aprendizaje alrededor de problemas
reales, estimulan también a los estudiantes a aprender en entornos fuera de la sala de clase y
fuera de la institución educativa.
Evaluación: ya que los alumnos están aprendiendo, su evaluación debería permitirles entender
sus propios estilos de aprendizaje y sus preferencias. De esa manera, los alumnos supervisan y
mejoran sus procesos de aprendizaje.
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Sugiere que los profesores deben ayudar a los alumnos a que tengan experiencias apropiadas y
saquen provecho de esas experiencias.
Segunda Parte
Un enfoque integrador
La concepción
constructivista del
aprendizaje
30
Introducción
En este tema vamos a partir de una breve exposición de
la concepción constructivista del aprendizaje. Luego
pasaremos a la explicación de Piaget sobre el proceso de
desarrollo en términos de esquemas y estructuras
operatorias, para conceptualizar el proceso de
enseñanza-aprendizaje como una sucesión de equilibrio,
desequilibrio y reequilibrio de esquemas de
conocimiento. El tipo de aprendizaje que se consigue en
este proceso es un aprendizaje significativo.
A pesar de que los autores de éstas se sitúan en encuadres teóricos distintos, comparten
el principio de la importancia de la actividad constructiva del estudiante en la realización de
los aprendizajes.
Básicamente puede decirse que es la idea que mantiene que el individuo -tanto en los aspectos
cognitivos y sociales del comportamiento como en los afectivos- no es un mero producto del
ambiente ni un simple resultado de sus disposiciones internas, sino una construcción propia
que se va produciendo día a día como resultado de la interacción entre esos dos actores. En
De acuerdo con Coll (1990, pp. 441-442) la concepción constructivista se organiza en torno
a tres ideas fundamentales:
2.a La actividad mental constructiva del estudiante se aplica a contenidos que poseen ya un
grado considerable de elaboración. Esto quiere decir que el estudiante no tiene en todo
momento que descubrir o inventar en un sentido literal todo el conocimiento. Debido a
que el conocimiento que se enseña en las instituciones educativas es en realidad el
resultado de un proceso de construcción a nivel social, los estudiantes y profesores
encontrarán ya elaborados y definidos una buena parte de los contenidos curriculares.
3.a La función del docente es engarzar los procesos de construcción del estudiante con el
saber colectivo culturalmente organizado. Esto implica que la función del profesor no
se limita a crear condiciones óptimas para que el estudiante despliegue una actividad
mental constructiva, sino que debe orientar y guiar explícita y deliberadamente dicha
33
actividad.
Nuestro cerebro almacena toda la información que recibe a través de imágenes, experiencias y
sensaciones. Pero, evidentemente, la conserva de manera abstracta, es decir, no tenemos el
objeto en la cabeza sino una idea más o menos adecuada. Estas ideas se explican en lo que,
desde esta perspectiva, se han llamado esquemas.
Los esquemas son totalidades organizadas que se utilizan para describir el conocimiento
almacenado en la memoria. Estas representaciones del conocimiento han recibido, según los
autores, diferentes nombres y conceptualizaciones: guiones, definiciones, marcos... Desde la
34
Los esquemas de conocimiento pueden ser muy variados. Podemos distinguir unos muy
generales que pueden servir para muchos acontecimientos y otros muy específicos que se usan
para tareas concretas.
Por ejemplo, todos tenemos un esquema general sobre cómo deben ser las relaciones entre las
personas, pero el jefe de protocolo que colabore con el presidente de la nación tendrá un
esquema muy específico sobre cómo comportarse en una cena oficial. Con los esquemas
interpretamos nuestro mundo, nos permiten manejarlo mentalmente y actuar en situaciones
similares.
Tenemos un esquema, más o menos organizado, sobre los coches, los cultivos, la educación, la
prehistoria, el funcionamiento de un satélite artificial... Los esquemas o las ideas que lo
componen pueden estar formando parte de otros esquemas que, a su vez, representen el
conocimiento sobre otros aspectos. Siguiendo con el ejemplo anterior, en el esquema general
de las relaciones humanas están incluidos esquemas más específicos sobre comportamientos
en determinados contextos (en el trabajo, en la calle, en familia o con nuestros amigos), y el
esquema general estará también relacionado, entre otras cosas, con el esquema que tengamos
sobre las características de las diferentes culturas.
Todas estas características de los esquemas explican por qué el conocimiento es en buena parte
personal; y la red de relaciones que suponen aclaran, por ejemplo, cómo al pensar en una cosa
nos acordemos de otra que, en principio, no tiene nada que ver pero que está relacionada por
alguna idea. Así, en el esquema de coche, se puede relacionar con la idea del tráfico y ambos
conceptos (coche, tráfico) pueden estar formando parte de las ideas que constituyen el esquema
de gran ciudad. Nos podemos acordar del paquete que nos hemos dejado en el taxi, al pensar
en lo complicado que es vivir en una gran ciudad como La Paz.
A
Actividad de reflexión. Piensa en el esquema que tienes desarrollado sobre docencia universitaria. ¿Qué
conceptos, actitudes y valores están integrados en dicho esquema? ¿Qué experiencias te han permitido
35
desarrollarlo?
El aprendizaje de contenidos curriculares precisa que el profesor dirija este proceso para lograr
los objetivos educativos y ayude a asegurar que la construcción del conocimiento se realice con
éxito:
1. El primer paso consiste en activar los conocimientos previos del estudiante; las
situaciones de enseñanza deben procurar que los estudiantes sean conscientes de
cuáles son sus ideas iniciales.
2. Una vez que el estudiante está pensando en lo que sabe sobre el tema, es preciso
provocar el desequilibrio; la necesidad de cambiar los esquemas necesita de una
intervención, debe haber algo que haga sentir la insuficiencia o incorrección de los
esquemas previos.
3. Por último, la enseñanza debe procurar la información y la ayuda necesarias para poder
construir nuevos esquemas.
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A continuación, desarrollamos cada uno de estos pasos, teniendo en cuenta tanto el proceso del
estudiante para aprender como la intervención del profesor.
En una situación educativa, hay que entender que la capacidad de aprendizaje depende
de los esquemas de conocimiento que se han ido formando. El nivel de complejidad,
coherencia y solidez de los esquemas está condicionado tanto por las formas de
pensamiento que el estudiante pueda manejar (nivel de desarrollo operatorio) como por
la cantidad y calidad de la información que haya aprendido (conocimientos previos). Los
esquemas de conocimiento pueden variar en su riqueza y adecuación, pero siempre se
van a utilizar para comprender la realidad a la que se refieran.
Cuando se enseña un contenido, el estudiante lo interpreta con unos esquemas más o menos
válidos (en algunos casos erróneos, en otros no), pero siempre incompletos o, mejor dicho,
perfectibles.
EJEMPLO
En ciencias naturales se suele identificar la vida con movimiento o creer que todo desierto tiene
arena; en historia se suelen atribuir los cambios sociales, políticos y culturales a la intervención
de grandes hombres. Este tipo de errores no cuentan con demasiadas evidencias que lo invaliden;
se caracterizan por su resistencia a cambiar y mantienen su vigencia interpretando otras
informaciones aprendidas. Es necesario partir de este tipo de errores: no se trata simplemente
de sustituirlos por ideas más adecuadas sino de hacer inservibles las previas. De otra forma, las
nuevas ideas no se podrán llegar a tener.
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Para ilustrar esta idea, trate de comprender el siguiente texto, al cual, intencionalmente, no le
ponemos un título. El título haría que se activara el esquema previo y se pudiera comprender la
información perfectamente.
“Parecieron transcurrir varias horas desde que llamé. Finalmente llegó, variopinta pero fina. Me
preguntaba si estaría demasiado caliente para tocarla. El olor era tan fuerte que no podía
esperar más. Corté una sección, pero era difícil de coger, así que lo intenté con la otra. Surgieron
fibras elásticas unidas al resto. Ejercí más fuerza. Sin embargo, a medida que tiraba, cayeron a
un lado las gotas de aceite quemando mi mano. La solté. Quizá podía esperar un par de minutos.
Me sentía impaciente, pero estaba demasiado caliente.” CARRETERO, M. (1993) Constructivismo y
educación. Zaragoza: Edelvives, página 72.
A lo mejor algunos indicios te han hecho activar el esquema de pizza. Lo que queremos hacer
ver es qué les puede pasar a los estudiantes si ante una información que se les presenta no se
les facilita que dicha información traiga a su cabeza lo que saben sobre el tema.
La activación de los esquemas previos tiene dos aspectos que se deben considerar: por
un lado, es necesario comenzar planteando actividades para que el profesor verifique
lo que ya saben los estudiantes; y por otro, que estos sean conscientes de su
conocimiento.
El profesor puede activar de muy distintas maneras los conocimientos previos de los
estudiantes. Pensemos en una situación de aula, y sobre ella podremos ejemplificar esta
intervención del profesor: unos estudiantes van a estudiar las propiedades y características
físicas del aire. Tienen un conjunto de ideas con las que interpretan este fenómeno, formadas
por sus experiencias cotidianas y por la información recibida en la escuela.
Algunas de estas ideas se refieren a que el aire es necesario para vivir (ya que, si no respiramos,
nos morimos), que es transparente y que no ocupa lugar ni pesa. Para procurar que los
estudiantes piensen en lo que ya saben, se puede establecer un diálogo en grupo sobre lo que
pasa dentro del agua, de los globos, y responder por escrito a preguntas como ¿qué es el aire?
¿De qué está formado? ¿El aire pesa? ¿Ocupa espacio? Así, el profesor puede tener una
referencia sobre cuáles son los conocimientos previos, acertados o erróneos, que sirven a los
estudiantes para explicarse este fenómeno.
Lo importante es que el estudiante, al expresar sus ideas, no sienta que se le está poniendo en
evidencia indagando en su falta de conocimiento y en sus errores conceptuales, sino que, por el
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contrario, sea consciente de que sus conocimientos son la base con la que construye las nuevas
ideas, y sus errores, la evidencia de que está haciendo un esfuerzo para reestructurar lo que
sabe. Los estudiantes deben reconocer como cotidiana la actividad de pensar en lo que ya saben,
para lo cual el profesor puede explicar la necesidad de realizar este paso, justificarlo y llevarlo a
cabo sistemáticamente dentro de un ambiente de respeto, confianza y comunicación en la clase.
A
Actividad de comprensión. A propósito de las ideas previas, piensa si tus docentes universitarios
realizaban alguno de estos comentarios: “sobre algún tema es imposible que los estudiantes sepan algo”,
“mejor no explicitar sus errores”, “la explicación del profesor asegura por sí sola el cambio de ideas”...
En la situación descrita en el apartado anterior, sobre el estudio de las propiedades del aire, una
serie de actividades experimentales con una botella preparada en la que el aire no deje pasar el
líquido que echamos por el embudo pueden servir para que los estudiantes se planteen si el aire
ocupa lugar.
Las actividades pueden llevar al desequilibrio por crear conflicto o hacer ver la necesidad de
ampliar la información. Entendemos por conflicto cognitivo la información o situación que
contradice lo que el estudiante ya sabe. Un conflicto se produce como resultado de la falta de
acuerdo entre los esquemas del sujeto y la constatación de lo que observa, o bien a través del
resultado de las contradicciones internas entre los diferentes esquemas del sujeto. Crear
conflictos es el recurso adecuado cuando las ideas previas son erróneas pero el desequilibrio de
los esquemas puede necesitar solo hacer insuficiente la información previa.
Las contradicciones o el sentir las ideas insuficientes deben procurar un desequilibrio óptimo, ni
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demasiado alejado de sus esquemas de conocimiento ni tan cercano que simplemente le valga
utilizar lo que sabe. Sus esquemas de conocimiento se deben sentir claramente superados, pero
no tanto como para impedir su reestructuración por quedar fuera de sus posibilidades de
Hay que entender que las actividades que pueden procurar el desequilibrio de los esquemas son
muy variadas. No hay que identificarlas con situaciones experimentales o manipulativas, y no es
necesaria una experiencia física (con agua, harina, disoluciones...): el desequilibrio se puede
provocar con una exposición oral en la que se destaquen aspectos clave, comparando
informaciones contradictorias, buscando argumentos que expliquen unos hechos, analizando el
contenido de una información escrita...
Podemos modificar los esquemas de muchas maneras y con todos los contenidos. Lo importante
es que el estudiante perciba que sus ideas son insuficientes y se sienta capacitado para aprender
más. El desequilibrio es el motor del aprendizaje, pero, aunque es importante, no es suficiente.
Seguimos desarrollando este proceso.
supone ajustarse a las necesidades de los esquemas en desequilibrio. En algunos casos, será
necesario dar información para que se completen; en otros, la información deberá suponer
desechar ese esquema y construir otro. El aprendizaje siempre termina siendo una modificación
En el ejemplo planteado con la botella de aire, los estudiantes, al romper el esquema de inicio
(“el aire no ocupa lugar”), necesitan completarlo con otro (“el aire es materia y, por tanto, ocupa
un volumen”). El hecho de no explicarse el fenómeno es importante pero insuficiente; es
necesario que el profesor haga ver a los estudiantes que el agua no puede entrar en la botella
porque el aire no le deja sitio, y pasaría lo mismo si la botella ya estuviera llena de agua y no se
pudiera llenar más, que explique las propiedades del aire (materia, volumen, composición) y que
haga referencia a otras situaciones en las que tenga relevancia (los globos, el abanico, el
ventilador, la necesidad de airear).
A
Actividad de comprensión. Relaciona los pasos de la construcción del conocimiento (equilibrio,
desequilibrio y reequilibrio) con las experiencias de aprendizaje que has tenido. En alguna de ellas ¿puedes
identificar estos pasos?
El equilibrio siempre es provisional y mejorable, cada vez tiene mayor poder de comprensión y
actuación sobre la realidad a la que se refiere y cada vez es más resistente a las perturbaciones,
aunque esté expuesto (o, mejor dicho, dispuesto) a conflictos de más envergadura. Los nuevos
esquemas sobre el aire no se quedan ahí: luego se producirán otras experiencias o
informaciones que llevarán al estudiante al consiguiente desequilibrio, necesario para explicarse
las ideas que hacen referencia, por ejemplo, a la presión atmosférica o a la contaminación.
El profesor debe orientar la actividad del estudiante para asegurar que la construcción del
conocimiento se realiza conforme indican los objetivos y o propósitos del currículo.
El profesor debe ayudar en cada momento del proceso porque es responsabilidad suya la
consecución de estos aprendizajes. En uno de los ejemplos anteriores, el profesor se planteó un
objetivo (que aprendieran algunas propiedades del aire), activó las ideas que sobre ese
conocimiento tenían los estudiantes (el aire es transparente y no ocupa lugar), provocó el des-
equilibrio de sus esquemas de conocimiento con la observación de la experiencia (una botella
llena de aire no se puede llenar con agua) y, por último, dio información que resolvió el conflicto
y provocó una reestructuración del conocimiento (hizo ver las condiciones del experimento,
señaló que el aire es materia y explicó que algunas de sus propiedades son masa, volumen e
impenetrabilidad). El proceso de enseñanza-aprendizaje tiene sentido en cuanto incide de
manera organizada y sistemática en la construcción del conocimiento del estudiante.
A
Actividad de comprensión. Hemos destacado la labor del profesor en el proceso de construcción.
Relaciona las ideas expuestas en este apartado con la actividad que realizas como docente o con las
experiencias en tu formación profesional. ¿A qué conclusiones podrías arribar?
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4 El aprendizaje significativo
Aprender de forma significativa tiene poco que ver con un aprendizaje basado en la simple
acumulación de conocimientos. Podríamos hacer una analogía: igual que la elaboración de una
salsa mayonesa no consiste simplemente en añadir aceite al huevo que tenemos en el vaso, sino
que es necesario batir adecuadamente durante un tiempo los ingredientes rompiendo su
estructura inicial y formando una nueva, también el aprendizaje necesita de un proceso y un
tiempo que haga que lo que se aprende tenga que ver no solo con lo que añadimos sino también
con lo que ya teníamos. Tras el aprendizaje significativo no solo sabemos otras cosas, sino que
lo que ya sabíamos se modifica y hace que interpretemos las cosas de otra manera. El
conocimiento se construye a partir de las ideas previas.
El contenido del aprendizaje tiene significado si puede ser asimilado a los esquemas
previos. Lo que no podemos asimilar a ningún esquema carece totalmente de significado
para nosotros. La posibilidad de aprender y comprender la realidad se encuentra en
relación directa con la cantidad y calidad de los aprendizajes previos realizados.
Cada estudiante interpreta las informaciones con sus esquemas de conocimiento; las
significaciones son distintas según las posibilidades que tengan de establecer relaciones y su
disposición para hacerlo.
Pero además de que los significados sean personales, es importante considerar que este
aprendizaje es una cuestión de grado de significación. Podemos representar el aprendizaje como
un continuo: en un extremo está el aprendizaje superficial, y en el otro, el aprendizaje
significativo.
El aprendizaje no es una cuestión de todo o nada, siempre permite nuevas elaboraciones que
pueden suponer mayores grados de significación. Se trata de que los profesores pongamos las
mejores condiciones para que los aprendizajes que construyen los estudiantes, en cada
momento, sean lo más significativos posible.
Puede resultar ilusorio pretender cambiar a corto plazo las ideas previas de los estudiantes,
construidas en situaciones cotidianas. Este conocimiento puede no ajustarse a los objetivos
educativos, pero en el contexto en que se ha aprendido está lleno de significado y sentido.
Un estudiante que fuma y bebe cuando sale con los amigos tiene construidos unos valores y
procedimientos que le son útiles para desenvolverse en situaciones de diversión. En su proceso
de estudio, desde su jerarquía conceptual, puede aprender qué es una droga, que evade de la
realidad y perjudica la salud, pero este esquema de conocimiento tiene pocas aplicaciones en
su vida cotidiana. Es seguramente posible adquirir un grado de significado que se aplique en
todas las situaciones, pero tenemos que ser conscientes de que los códigos de almacenamiento
de las actitudes y los procedimientos se registran de distinta manera que los conceptos, y, por
lo tanto, el aprendizaje previo puede permanecer intacto si no se consigue contactar con las
actitudes y los procedimientos del escenario en el que se han construido.
Aunque la metodología de trabajo sea adecuada, los significados construidos por los estudiantes
son siempre incompletos, o, mejor dicho, perfectibles. Los conceptos, procedimientos y
actitudes se enriquecen y reorganizan progresivamente, con lo que aumenta su comprensión y
funcionalidad. Una programación lineal en la que los contenidos se agotaran con cada tema no
estaría justificada, se trata más bien de plantear una secuenciación cíclica de los contenidos de
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modo que se retomen las ideas desde distintos temas y se procuren así sucesivas oportunidades
de elaboración y nuevas posibilidades de relación.
Sin embargo, el aprendizaje, como hemos visto, también persigue otros contenidos: la
modificación de las emociones y sentimientos y la mejora de los procedimientos. En los últimos
desarrollos de su teoría, Novak insiste en la idea de que construir significados implica pensar,
sentir y actuar; los tres aspectos se ven necesarios para generar conocimiento.
“Los seres humanos hacen tres cosas: piensan, sienten y actúan. Una teoría de la educación debe
tener en cuenta cada una de ellas y contribuir a explicar cómo se puede mejorar la forma en que
los humanos piensan, sienten y actúan.” NOVACK, J. D. (1998) Conocimiento y aprendizaje. Madrid:
Alianza, página 32. (Original en inglés de 1998.)
Hay que entender que el proceso de reestructuración de las ideas no tiene por qué producirse
de forma instantánea a la presentación de la información; las ideas previas pueden necesitar un
tiempo para reconocerse como insuficientes, al igual que los nuevos esquemas pueden llegar a
necesitar un tiempo de asentamiento para mostrarse operativos y funcionales.
El lector, por ejemplo, puede conseguir un aprendizaje significativo si con este texto hace
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insuficiente lo que sabe sobre cómo está estructurado el conocimiento, qué es lo que pasa
cuando aprendemos, qué se puede hacer cuando intervenimos como profesores y llega a tener
un nuevo conocimiento que cambie, modifique o enriquezca sus ideas. Pero para ello es
imprescindible que durante un tiempo reflexione y experimente estas ideas en su práctica diaria.
Tampoco se puede llegar a entender que la enseñanza y el aprendizaje sean acciones separadas.
En la descripción que hemos planteado del proceso de enseñanza-aprendizaje, el núcleo
esencial es la evolución de las ideas del estudiante, pero señalamos también cómo la acción del
profesor hace que el estudiante llegue a poder realizar la construcción del conocimiento.
Por otro lado, se entiende que el aprendizaje es una cuestión tanto intelectual como afectiva. El
aprendizaje significativo lo hemos definido como un proceso de construcción de significado y de
atribución de sentido. Se aprende tanto sobre el tema de trabajo en sí como de la utilidad que
tiene implicarse en la tarea.
Ideas clave
El esquema de conocimiento es el conjunto de ideas que interpretan un determinado
aspecto de la realidad. Puede ser más o menos rico en informaciones y detalles, estar
más o menos organizado. Depende de las formas de pensamiento que pueda manejar
el estudiante (nivel de desarrollo) y de la cantidad y organización de los conocimientos
específicos. Integra contenidos declarativos, procedimentales y afectivos.
Antes del aprendizaje, los esquemas están en equilibrio, son válidos para interpretar la
realidad, para que cambien, tiene que producirse una situación que los haga
insuficientes: así se rompe el equilibrio y están en condiciones de ser completados o
sustituidos por nueva información. El proceso de enseñanza-aprendizaje que ha
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procurado este desequilibrio tiene que crear las condiciones necesarias para superarlo
y conseguir un reequilibrio de los esquemas.
El aprendizaje significativo no se construye de una vez por todas, sino que se van
consiguiendo sucesivas aproximaciones a un conocimiento más completo. Es mejor
referirse al grado de construcción del conocimiento que al hecho de si se ha conseguido
o no aprender significativamente.
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Referencias bibliográficas
ESCAÑO, José - GIL DE LA SERNA, María (2006) Psicología de la educación. Programa de formación e
innovación institucional y académica dirigido a los INS públicos de Bolivia. S.e. La Paz.
ORTEGA ACOSTA, Ilsen (2009) Enfoques Psicopedagógicos. Ed.: Universidad Autónoma Juan Misael
Saracho. Tarija
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Universidad de Chile. Nº 1. Santiago.
SALAS SILVA, Raúl (2003) ¿La educación necesita realmente de la neurociencia? En: Estudios Pedagógicos,
Nº 29. Valdivia.
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