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LA SOLIDARIDAD Y EL COMPARTIR, NOS REALIZA COMO

CRISTIANOS

 LA SOLIDARIDAD

Cuando dos o más personas se unen y colaboran mutuamente para conseguir un fin común, hablamos de
solidaridad mes un valor de gran trascedencia para el género humano, pues gracias a ella no sólo ha
alcanzado los más altos grados de civilización y desarrollo tecnológico a lo largo de su historia, sino que ha
logrado sobrevivir y salir adelante luego de los más terribles desastres (guerras, pestes, incendios,
terremotos, inundaciones, etc.). Es tan grande el poder de la solidaridad que, cuando la ponemos en
práctica, nos hacemos inmensamente fuertes y podemos asumir sin temor los más grandes desafíos, al
tiempo que resistimos con firmeza los embates de la adversidad. La solidaridad, cuando persigue una causa
noble y justa (porque los hombres también se pueden unir para hacer daño), cambia el mundo, lo hace mejor,
más habitable y más digno. Es un principio expresado
también con el nombre de amistad o caridad social, es una exigencia directa de la fraternidad humana y
cristiana. Se manifiesta en primer lugar en la distribución de bienes y la remuneración del trabajo, supone
también el esfuerzo a favor de un orden social más justo en que las tensiones pueden ser mejor resueltas y
donde los conflictos encuentren más fácilmente su salida negociada.Los problemas socio económicos sólo
pueden ser resueltos con la ayuda des entre se todas las formas de solidaridad: De los pobres entre sí, de los
empresarios y empleados, de los trabajadores entre sí, de los ricos y los pobres, solidaridad entre las
naciones y entre los pueblos. La solidaridad internacional es una exigencia del orden moral, en buena medida
la paz del mundo depende de ella.

La virtud de la solidaridad va más allá de los bienes materiales, difundiendo los bienes espirituales de la fe, la
Iglesia ha favorecido a la vez el desarrollo de los bienes temporales, al cual con frecuencia ha abierto vías
nuevas. Así se han verificado a lo largo de los siglos las palabras del Señor.
“Buscad primero su Reino y sus justicia y todas esas cosas se os darán por añadidura” (Mateo 6, 33)

 LA SOLIDARIDAD, UNA EXIGENCIA DE AMOR

La solidaridad es una manera concreta de vivir el amor al que apunta la fe. No se trata de un
sentimiento superficial por los males que aquejan a muchas personas, ni de una mera compasión,
puramente exterior. Para todo aquel que aspira a vivir hasta las últimas consecuencias su vocación
de hijo de María, la solidaridad es un proyecto de vida, una exigencia que impregna toda su
existencia, un horizonte específico de compromiso cristiano.
Ser solidarios no es otra cosa que abrirse al hermano, a aquel que tengo a mi lado, en un dinamismo
de amor y generosidad que me mueve a trascender las barreras de mi propio egoísmo y
mezquindad, para salir a su encuentro y descubrir sus necesidades más urgentes. Es morir a mí
mismo renunciando incluso a lo legítimo, para que el otro viva (1Jn 3, 16), a semejanza de Aquel que
dio su vida por nosotros (Gál 2, 20). Es compartir la carga de los demás, haciendo también mías sus
alegrías y preocupaciones (Gál 6, 2). Es hacerme eco a ese tú que no sólo es un sujeto de derechos
y deberes, sino que es imagen viva de Dios, miembro de un mismo Cuerpo, junto conmigo, en Cristo
Jesús (Rom 12, 5).
 SOLIDARIDAD CON LOS MÁS POBRES
Hoy más que nunca se hace urgente y necesaria la vivencia de la solidaridad con nuestros
hermanos más necesitados. Frente a tanto dolor y miseria que nos rodea, no hay lugar para la
pasividad o la indiferencia. Se trata de vivir una efectiva y afectiva solidaridad con el hermano que
sufre, cada uno según su capacidad y posibilidades. Ése fue el desafío que nos presentó el Papa
Juan Pablo II durante su primera visita, en 1985: "Yo os invito a una solidaridad especial con estos
pobres, que son tantos en nuestro mundo de hoy" (EJ, 11).

 MARIA MODELO DE SOLIDARIDAD


María nos muestra con su propia existencia el amor solidario se hace concreto en cada episodio de
su vida. Con su Fiat generoso, la humilde Virgen de Nazaret renuncia a sus propios planes
personales, haciéndose solidaria con la humanidad toda (Lc 1, 38). Corre presurosa al encuentro de
Isabel, para servirla en la caridad, tanto con el anuncio evangelizador, como con la ayuda fraterna
(Lc 1, 39ss). Durante unas bodas en Caná de Galilea, su fineza de espíritu la mueve a interceder
ante su Hijo e invitarlo a la manifestación de sus señales, para resolver las dificultades que la falta
de vino pudo haber traído a los novios (Jn 2, 1-11).
Su acción solidaria no se agotó en los hechos, sino que se prolonga en la historia a través de la
intercesión que con afecto maternal, constantemente realiza por nosotros ante el Señor Jesús, su
Hijo.

 OBSTÁCULOS PARA LA SOLIDARIDAD....

 El afán de destacarse pisoteando a los demás, con el convencimiento de que el


mundo está hecho de ganadores y perdedores.
 La inclinación a creer que todo lo que no nos afecta de manera directa y
personal no es de nuestra incumbencia.

Aplicando lo Aprendido

1.- Analizando casos: Lee los siguientes casos luego relaciona con la posible solución, colocando en el
paréntesis la letra que corresponde:

a.- Rosalía no puede concurrir a la escuela porque está muy enferma. Su tratamiento cuesta mucho dinero y
su familia no puede afrontarlo por falta de recursos.

b.- Una de las paredes de la biblioteca de la escuela se humedeció por la rotura de un tubo de agua. Aunque
ya se solucionó el problema, la humedad ha destruido una gran cantidad de libros y la escuela no puede
conseguir todo lo que necesita.

c.- La mamá de Leonardo está internada. El papá debe cuidarla pero no tienen familiares en la ciudad que se
puedan encargar de él y de su hermana Analía. Una mamá se entera del problema.
( ) Los padres de los alumnos deciden donar libros de toda clase: Cuentos, historietas, enciclopedias,
etc.

( ) Un grupo de mamás se turnan para llevar a su casa a cada uno de los niños y atenderlos.

( ) Los compañeros deciden hacer una rifa para juntar dinero.

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