Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
permanente con la población. Sin este elemento, una multitud por más numerosa que sea, no podría
constituir un estado. Además, porque un estado que no tuviese el dominio de un territorio determinado
carecería de autarquía, es decir, la independencia necesaria.
El estado tiene sobre el territorio un potestad análoga a la que ejercita sobre la población, es decir, tiene
un imperio de orden público que no se confunde con las relaciones privadas, por ejemplo, con el
derecho de propiedad.
La soberanía del estado se extiende también al espacio aéreo situado por encima del territorio, y el mar
territorial, y también por lo que se encuentra debajo de este.
Es este elemento el que forma y da carácter propio al estado, mientras que los otros son solo sus
elementos materiales. Todos los individuos de un estado están vinculados por una serie de derechos y
deberes recíprocos determinado por un poder supremo unitario, que es cabalmente el sujeto del orden
jurídico. Esta noción es necesaria para integrar las consideraciones hechas sobre los caracteres de la
norma jurídica.
El modo a tenor del cual está organizado el poder supremo del estado y regulado su ejercicio se llama
constitución.
Todo estado tiene pues, una constitución, es decir, un ordenamiento de los poderes públicos que
contiene un cierto sistema de garantía de los derechos individuales.
El concepto de la división de poderes fue formulado principalmente por Montesquieu; pero había sido
ya anunciado por Locke. Montesquieu refiriéndose a la constitución inglesa distingue tres poderes en el
estado: Legislativo, ejecutivo y judicial, y sostiene que estos poderes deben estar divididos y ser
independientes unos de otros.
Son múltiples las formas de la actividad ejecutiva o administrativa correspondientes a los variados fines
sociales (defensa del territorio, instrucción pública, administración financiera, etc.), y diversos son
también los órganos de tan compleja actividad. (Provincia, municipios).
La función judicial tiene por misión declarar el derecho aplicable en los casos controvertidos, tanto
respecto a los actos de los particulares, como a los de los órganos ejecutivos o administrativos.