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UNIVERSIDAD SANTA MARIA

FACULTAD DE DERECHO
NOVENO SEMESTRE A
PROCESAL CIVIL: JAIME MARTINEZ PEÑUELA
TEMA 1

IV

MODOS DE TERMINACIÓN DEL PROCESO


El tema a desarrollar se refiere a los MODOS DE TERMINACIÓN
DE PROCESOS, es decir los medios a través de los cuales se
pone fin al proceso, como ahora de una manera más técnica
lo llama el nuevo instrumento procesal, de 1881, En efecto,
esta es una temática que ciertamente en el código anterior
estaba regulado de una manera fraccionada, no guardando una
unidad conceptual, por que la sentencia, que es el modo
principal de terminar el proceso, se regulaba separadamente
de otros medios que le son equivalentes o afines. Ahora
dentro de una mejor sistemática, dentro de una mejor
técnica procesal, se unifican en un solo título. En efecto,
el título Quinto (V)del nuevo Código de Procedimiento Civil
regula todo aquellos medios cuya finalidad es lograr la
terminación normal o anticipada del proceso, por la
voluntad de las partes. De manera que, en un solo título se
regula: la sentencia, que sería el modo principal de
terminación del proceso y el típicamente jurisdiccional,
juntos con otros, que podríamos llamar a la sentencia y
que dependen de la voluntad de las partes como son: la
transacción y la conciliación, y por último otros medios
que también podríamos llamar afines a los jurisdiccionales
de terminación del proceso, o sea, los relativos, al
desistimiento, al convenimiento y a la perención.
Trataremos de seguir esta misma sistemática,
refiriéndonos en primer lugar a los medios jurisdiccionales
de terminación del proceso, o la sentencia. En segundo
lugar, a los medios equivalentes a los jurisdiccionales de
terminación del proceso, o sea, la transacción y la
conciliación. Y, por último a los medios afines, o sea, al
desistimiento, al convenimiento y a la perención. En este
orden de idea y siguiendo esta misma sistemática, la
sentencia en el nuevo Código de Procedimiento Civil,
ciertamente entiendo que se trata de fortalecer una idea,
al regular este medio ordinario y normal de terminar el
proceso; de que a través de ella se individualiza la ley
entre las partes que intervienen como contendientes en un
proceso; es decir, que la función material de la sentencia
es la de reducir la ley a un caso concreto para hacerla
obligatoria entre ambas partes. Ciertamente que el nuevo
Código se encuentra esa idea cuando se establece el
carácter propio y ordinario de terminación de los procesos
a través de la sentencia; pero como acto de un Órgano del
poder Público, al igual que cualquier otro acto del Poder
Público, Legislativo o Ejecutivo, la sentencia como
manifestación de una de las funciones del estado está
sometida a reglas fundamentales: la primera de ellas, de
carácter formal, aunque parezca inútil ratificar, sin
embargo, en el Código de 1987 se tiene cuidado de señalar
en los principios generales atinentes a los actos
procesales; pero también específicamente a la sentencia,
que esta debe hacerse por escrito, que es la regla general
de todos los actos procesales; que se repetían en los
Viejos Códigos y que se ratifican en el nuevo instrumento
Procesal que entrara en Vigencia el 16 de Septiembre del
presente año; y además; por supuesto, que debe hacerse en
el idioma Castellano.
Este principio de la escritura y del empleo de
castellano, ratificado en el Nuevo Código de Procedimiento
Civil en los artículos 183 y 188, ratifican antiguos
principios que regulaban las formas de los actos procesales
y específicamente de la sentencia, Pero aparte de
encontrarse ratificado este carácter formal de la sentencia
como instrumento de manifestación de una de las funciones
publicas del Estado se encuentra otra circunstancia, hay un
peso que quiere dársela al Juez como Órgano del Poder
Público, al igual que al Legislativo y al Ejecutivo; no en
vano se vuelve a ratificar que cuando el juez dicta
sentencia ejerce una función Pública. De manera que se
mantiene la fórmula tradicional forense y que es el
principio legal obligatorio, que el Juez Al dictar
sentencia debe expresarse que lo hace: “en nombre de la
Republica”. Cuestión que no significa otra cosa que, que el
carácter instrumental de la sentencia como medio de la
actuación del Estado cuando ejerce la función
jurisdiccional. En este sentido pués, cuando el Código de
Procedimiento Civil, en su artículo 242 señala que, la
sentencia se dicta en nombre de la República, no es una
cuestión intrascendente o puramente vacía desde el punto de
vista formal. Es la ratificación que la función
jurisdiccional es otra función tan igual a la legislativa y
a la Ejecutiva. Aparte del carácter formal o instrumental
de la sentencia, tampoco es un acto discrecional del Juez.
Es un acto totalmente reglado en cuanto a su oportunidad y
a su contenido; por esta razón se tuvo especial cuidado en
el nuevo Código de Procedimiento Civil, de restablecer
claramente las oportunidades para dictar sentencia; tanto
en primera Instancia, como en segunda Instancia, o cuando
habiéndose anunciado el Recurso de casación, este hubiere
sido declarado con lugar. De manera que en este sentido hay
un término o lapso mejor dicho, para producir este acto
fundamental del proceso, que según atiende al grado de
jurisdicción Primera O segunda Instancia establece el nuevo
Código de Procedimiento Civil de manera diferente y
también, sobre todo cuando se trata de segunda Instancia
según sea la naturaleza definitiva o interlocutoria de la
sentencia; es variable también el lapso para dictar este
acto Supremo Procesal dentro del juicio, por ejemplo en
primera Instancia, se prevee en el articulo 515 del nuevo
Código de Procedimiento Civil que la sentencia debe
dictarse dentro de los sesenta días (60) es ahora días
calendario consecutivos, según la norma del artículo 197
del Nuevo Código de Procedimiento Civil. La segunda es que,
en el caso de que se dicte un auto para mejor proveer, se
suspende el acto para sentenciar, para reiniciarse una vez
cumplido el auto para mejor proveer. Ciertamente que el
artículo 515 del Nuevo Código de Procedimiento Civil,
deroga el anterior artículo 161 del Código anterior que
establecía que “una vez presentado los informes en el
juicio Ordinario, la sentencia debía dictarse dentro de las
tres audiencias siguientes. Con esta amplitud del lapso
para sentencia y con la eliminación de la fase de la
relación de la nueva causa, una vez concluido el periodo
probatorio, se pretende darle al juez una mayor
oportunidad para preparar la sentencia, hasta el punto de
que lo anteriormente equivalía a la relación o al estudio
del expediente por el Juez, se sustituye ahora por el
estudio privado del expediente dentro del lapsote
sentencia, o sea cuando se hayan presentado los informes o
cuando se haya cumplido el auto para mejor proveer. En
segunda Instancia También una previsión para la formulación
de la sentencia por parte de los jueces de Alzada, si se
trata de sentencia definitiva es decir, de apelaciones en
contra de fallos definitivos o con fuerza de tales. En
segunda Instancia los jueces deben decidir dentro de los
sesenta (60) días siguientes a los informes, o de cumplido
el auto para mejor proveer. Pero, si son sentencias
interlocutorias, ese plazo se reduce a treinta (30) días en
lugar de sesenta (60), contados a partir de cada uno de los
momentos señalados, o de la presentación de los informes o
del cumplimiento del auto para mejor proveer. Esta
distinción de un plazo u otro, de uno mayor y otro menor es
de su justificación en la importancia que evidentemente
tiene la sentencia definitiva frente a las sentencias
interlocutorias que no resuelven el mérito principal del
asunto y por eso en el artículo 521 del nuevo Código de
Procedimiento Civil se establece esos dos lapsos para
dictar sentencias según estas sean definitivas o sean
interlocutorias en Segunda Instancia. En este sentido
pienso que es conveniente recordar que el Código anterior
no previa un lapso para dictar sentencia en segunda
instancia, por lo tanto se aplicaba el de tres audiencias,
presentados los informes para dictar sentencias en este
grado de jurisdicción por aplicación del artículo 161 del
Código anterior. He señalado también que le preocupa al
legislador establecer un plazo para el Juez de reenvió
Civil cuando deba sentenciar por haber sido declarado con
lugar el Recurso de Casación. En efecto, según el último
aparte del artículo 522; si se hubiera anunciado el recurso
de casación y este hubiera sido declarado con lugar, se
remite el expediente al Juez de reenvió Civil, para que
este dentro de los Cuarenta (40) días siguientes a la fecha
del recibo del expediente emita su fallo, es decir, que
tampoco en el caso de reenvió por motivo de la declaratoria
con lugar de la casación el Juez es libre de dictar
sentencia según su leal saber y entender, sino que deber
cumplir un lapso. Esto es importante, de que se establezcan
lapsos, porque ya el diferimiento de la sentencia aparece
como una prorroga excepcional de los lapsos para
sentenciar. Por eso quiero referirme de inmediato a las
prorrogas y lapsos para dictar sentencias.
El artículo 251 del nuevo Código de Procedimiento
Civil, faculta al Juez para diferir por causa grave, por
una sola vez y hasta por treinta (30) días el lapso para
dictar sentencia. Ciertamente que procesalmente este
diferimienmto no es sino una prorroga es de interpretación
estricta y no amplia, ni extensiva ya que incluso los
términos en que se concede esta prorroga en el artículo
251, así nos los indica.
Aparte de esto, la circunstancia de que el
diferimiento hasta por treinta (30) días del lapso para
dictar sentencia sea una prorroga del lapso original, tiene
un efecto procesal muy importante que si el Juez, durante
el transcurso de diferimienmto no dicta la sentencia, el
proceso se paraliza sin posibilidad de que este pueda
diferirlo nuevamente, por que por interpretación estricta
de esa facultad, las prorrogas no pueden concederse o
acordarse, sino mediante texto expreso de la ley. De manera
que si el lapso le era insuficiente, aún el de la prorroga
el juicio se paraliza, de manera que si el lapso le era
insuficiente, aun el de la prorroga el juicio se paraliza,
de manera que, si el Juez dicta sentencia posteriormente,
en virtud de que la causa esta paralizada, debe notificar a
las partes, conforme incluso lo prevee el artículo 251,
cuando señala como consecuencia del transcurso de la
prorroga sin que hubiese sentencia “la paralización del
proceso”. En este caso. En virtud del poder que ahora se le
da al Juez, de dirigir el proceso, ósea, del llamado
impulso procesal de Oficio, que se reconoce de manera
general en el artículo 14 del nuevo Código de Procedimiento
Civil. En el supuesto de paralización de la causa por el
transcurso inútil de la prorroga sin haberse dictado
sentencia; el juez de oficio, dictada la sentencia, sin
esperar que sea instado para ello, ordena la notificación
de las partes utilizando cualquiera de los medios alternos
que se prevee en los artículos 230 y 233del Nuevo Código de
Procedimiento civil. Es decir. Por cartel, o por boleta
remitida por correo Certificado con acuse de recibo, o por
boleta librada por el Juez y entregada al alguacil para que
éste lo deje en el domicilio procesal, es decir, aquel
domicilio que para las notificaciones era durante el
juicio, ahora en la demanda están obligados los demandantes
a señalar. Ciertamente que en virtud de la aplicación del
principio de la lealtad y probidad procesal que ahora se
enuncia en el articulo 17 del nuevo Código de Procedimiento
Civil, cuando se trata de los requisitos de la demanda.
Este instrumento procesal recientemente sancionado,
establece para el demandante la obligación de señalar en su
demanda un domicilio procesal, es decir, para que se les
haga allí todas las notificaciones y citaciones que deben
practicarse una vez iniciado el juicio de manera que si
ocurre esta paralización por el transcurso inútil de la
prorroga para dictar sentencia, sin que el Juez lo hubiera
hecho, la consecuencia procesal es la paralización del
proceso y por lo tanto el Juez puede dictar sentencia fuera
del lapso por lo cual la sentencia no es ilegal, ni adolece
de nulidad, pero como ocurrió una paralización del proceso,
esa sentencia tiene que ser notificada a las partes, lo
cual puede hacer de oficio el Juez, ahora en virtud de los
poderes oficiosos o públicos que le dan dentro del proceso
la condición de director del mismo o porque se induce del
articulo 14 del nuevo Código de procedimiento civil.
Otra consecuencia procesal de transcurso de la
prorroga, sin que el Juez hubiera dictado la sentencia es
la suspensión de los lapsos para la interposición de los
recursos como lo aclara el artículo 251 del Nuevo Código de
Procedimiento Civil, es decir, que el vencimiento de la
prorroga y el pronunciamiento del fallo fuera del lapso de
prorroga en virtud de la paralización del proceso, tiene
como consecuencia, la suspensión de los lapsos para
interponer los recursos que resulten contra el mismo, ya
sea de apelación, o ya sea de casación.
Respecto a este acto fundamental del proceso, la
sentencia, quiero hacer un comentario respecto a una
previsión que ahora se encuentra en el nuevo Código de
Procedimiento Civil. Es verdad que se aumenta el plazo para
dictar sentencia con una circunstancia que me parece
interesante señalar. Con anterioridad, concluido el periodo
probatorio en el juicio ordinario, se habría la fase de la
relación de la causa, hasta su conclusión, cuando ocurrían
los informes. Ahora, concluido el periodo probatorio, se
fija la Décima Quinta audiencia para informes, o sea, sin
fijar relación y pasados los informes, el juez dispone
todavía de sesenta (60) días para dictar sentencia. Eso
significa que el Juez va a disponer de más tiempo para
enterarse de la instrucción de la causa; incluso va a
disponer de más tiempo para examinar los informes de manera
que no ocurra como ocurre ahora que presentados los
informes tiene que sentenciar dentro de las tres audiencias
siguientes, que a lo mejor hay un planteamiento nuevo en
los informes referente al curso de la causa que tiene que
resolver en la sentencia definitiva que a lo mejor ya está
hecha, por lo cual el juez tiene que diferir la oportunidad
para pronunciar el fallo. Ahora no es así. Concluido el
periodo de probatorio, se fija el décimo quinto día para la
celebración de los informes; transcurridos los informes,
corren sesenta (60) días para que el juez dicte sentencia,
con la posibilidad aún de prorrogar ese lapso hasta treinta
(30) días más. Es verdad, el juez dispone ahora de más
tiempo para dedicarse al estudio, preparación y elaboración
de su sentencia; pero aparte de eso, no cabe duda que
todavía nuestros tribunales son insuficientes y si nos
referimos a recursos materiales y técnicos de que dispone
podemos decir que no solamente son insuficientes, sino
escasos, por no decir casi ninguno. Por eso en el nuevo
Código de Procedimiento Civil se eleva a un deber legal por
parte de los organismos vinculados a la administración de
la justicia relativos a la designación de lo que el nuevo
código llama relatores en los tribunales unipersonales como
lo señala el articulo 125 y siguiente del nuevo código de
procedimiento civil o, jueces adicionales como lo llama el
articulo 861 del nuevo código de procedimiento civil,
cuando se trate del juicio oral, es donde se establece a
mi manera de ver, un verdadero derecho, a favor a los
jueces de solicitar de sus organismos de Administración del
Poder Judicial, la designación de estos relatores a los
cuales se refiere el artículo 125 y siguiente del nuevo
Código de Procedimiento Civil o jueces adicionales a que se
refiere el artículo 861 del nuevo Código de procedimiento
Civil.
Cuando un poder público no cumple con un deber legal quien
sea beneficiario del mismo o titular del beneficiario
derivado de ese derecho legal, puede intentar el recurso
que la jurisprudencia ha llamado recurso por abstención o
carencia. De manera que, si solicitada la designación de
jueces relatores o adicionales para cumplir con la función
pública de administrar justicia, no se sastiface esa
petición, yo no vería la dificultad de que un juez pudiera
y se atreviera a tomar la decisión de intentar el recursote
carencia por abstención en contra del organismo
correspondiente en virtud de lo que dispone la ley orgánica
de la Corte Suprema de Justicia para obligar a los
funcionarios nacionales a cumplir con los deberes legales a
los cuales están obligados. Pero en todo caso pues, el
comentario que quería hacerles es que, si ciertamente se
aumenta la posibilidad que tiene el juez para dictar
sentencia, también no se deja de lado de reconocer la
facultad que tiene para ello cuando se establece como un
derecho de los jueces, el que se le designen jueces
relatores o Jueces Adicionales. Habrá que ver en la
práctica que eficacia va a tener ese derecho y que recurso

se puede intentar para reclamarlo por parte de los jueces.


Entre otras cosas, que se tenga claro que se esta
ejerciendo un recurso legítimo y por otro lado que con eso
no se ésta atropellando a ninguna autoridad.
Quisiera señalar también respecto a la sentencia que
ahora ocurre una circunstancia muy interesante en el Juicio
Ordinario, porque a partir del acto de informes van a
correr paralelamente tres (3) Plazos Judiciales, a partir
de un mismo momento de la conclusión o presentación del
Acto de Informes.
El primero:un plazo establecido en beneficio de las partes
de ocho (8)días para que estas puedan presentar
observaciones escritas sobre los informes de su contrario,
como lo establece el artículo 513 del Nuevo Código de
Procedimiento Civil; pero también se abre un segundo plazo,
éste establecido en beneficio del juez, de quince (15)
días, para que éste decida si resulta conveniente o no,
dictar un auto para mejor proveer, artículo 514 del Nuevo
Código de Procedimiento Civil; y un tercer lapso, el de
sesenta (60)días para dictar sentencia, artículo 515.
Ahora, como dentro del plazo señalado en segundo lugar, el
juez puede tomar la decisión de dictar un auto para mejor
proveer, se establece en el mismo Código de Procedimiento
Civil un motivo de suspensión del lapso para sentenciar, de
sesenta (60) días. Me explicaré mejor:”si se presentan los
informes, el juez dentro del plazo de quince días que tiene
para decidir si dicta auto para mejor proveer, toma la
decisión y lo dicta. En ese momento se suspende el lapso
para dictar sentencia, para volverse a reanudar después o
iniciar de nuevo una vez cumplido el auto para mejor
proveer como incluso se deduce del mismo artículo 515 que
provee una interrupción del lapso de sesenta (60)días para
dictar sentencia en el sentido de que: o se toma la
decisión de dictar auto para mejor proveer o se inicia de
nuevo el plazo de sentencia porque así se deduce del texto
del artículo 515, cuando textualmente dice: “cumplido que
sea el auto para mejor proveer, el juez sentenciará dentro
de los sesenta (60) días siguientes”. Es decir, que esta es
una circunstancia novedosa que a partir de los informes,
corran simultáneamente tres (3) lapsos: uno para las partes
y dos para el juez y también con la circunstancia que si
este toma la decisión de dictar auto para mejor proveer, se
suspende el relativo al de la sentencia para iniciarse de
nuevo, una vez cumplido el auto para mejor proveer.
Por otro lado, en materia de sentencia, hay una norma
que quisiera comentar, que es la establecida en el artículo
201 del nuevo Código de procedimiento Civil, que prohíbe a
los jueces suplentes temporales de oír informes y dictar
sentencias definitivas. Según este artículo 201, los jueces
suplentes temporales están inhabilitados para oír informes
y para dictar sentencia definitiva. Quiere decir que si
algo de ello lo hace en virtud de esa inhabilitación,
estaríamos en presencia de un fallo inexistente que no
podría ejecutarse y que no produciría ningún efecto porque
fue dictado por un juez que no estaba llamado para ello,
como lo establece el artículo 201 del nuevo Código de
procedimiento civil.
El problema se va a presentar con la calificación o la
interpretación del carácter temporal de la falta; por que
ciertamente, imagínense Uds. Que un juez pida un permiso
hasta por un año, de acuerdo con la ley de carrera
judicial, sin remuneración; ciertamente que desde el punto
de vista gramatical el juez que entra a suplirlo es un juez
suplente temporal; pero pudiera entenderse que en un
tribunal paralice la causa hasta la conclusión del periodo
probatorio y allí toda la causa, porque el juez es suplente
temporal. No puede ser, de manera que alguna interpretación
habrá que buscar para el carácter temporal de la falta, o
si se entiende por tal aquellas faltas que verdaderamente
sean breves y no cuando sean determinados períodos de
tiempo; por que si no habrá una manera de superar este
inconveniente que establece el artículo 201 del nuevo C.P.C
por que ciertamente que van a existir casos que
afortunadamente no serán de mucha incidencia de permisos,
hasta por más de seis meses a un año de jueces, como lo
establece la Ley de Carrera Judicial, sin remuneración y
se llama a los suplentes que pasan a tener el carácter de
jueces temporales, en cuyo caso si se interpreta
literalmente la prohibición del articulo 201, no podrían,
durante todo el periodo que dure la falta, ni oír informes,
ni dictar ninguna sentencia definitiva en ese caso. De
manera que habría que establecer una categoría intermedia
entre la falta absoluta y la verdadera falta temporal, que
no se en este momento como podría llamarse, para obviar ese
inconveniente que se deriva de la interpretación textual o
gramatical del artículo 201 de nuevo C.P.C. otra
observación que quería hacerles es que en le caso que una
causa entre a conocer de ella un juez temporal, en el
estado en que se encuentre; si por ejemplo había concluido
el período probatorio, no podrá haber informes y si había
pasado el periodo de informes, el lapso de sentencia no
podría abrirse.
Tiene desde otro punto de vista procesal otra
consecuencia importante: tampoco se inician o hay lugar a
que se habrán los términos o lapsos para ejercer los
recursos pertinentes, porque la causa está totalmente
paralizada.
Otro comentario que quería hacerles, es que hay una
imprevisión en el nuevo C.P.C., en cuanto se refiere al
lapso para dictar sentencias interlocutorias en primera
instancia. En efecto, si revisan el texto del artículo 515
podrán observar que allí solamente se fija un término para
dictar sentencia definitiva en primera instancia de sesenta
(60) días con una prorroga de treinta (30) días; pero no se
dice nada respecto del termino para dictar sentencia
interlocutoria en primera instancia, como si se hace en
segunda instancia, donde se fija un término (30) días para
dictar sentencia en este grado de jurisdicción. Entonces
surge la duda, si es posible en consecuencia como no hay
una norma expresa respecto al término dentro de la cual el
juez debe dictar sentencia interlocutoria en primera
instancia, entonces hay que aplicar supletoriamente el
artículo 10 del nuevo C.P.C. que establece: “que cuando no
se fija un término para lograr una providencia, esta
debería dictarse dentro de los tres (3) días siguientes a
aquel en que se haya hecho la solicitud correspondiente. Es
decir, podría aplicarse supletoriamente este término
general para cuando no exista un expreso. A mi manera de
ver, considero que no es posible, sino que habría que
buscarle otra solución por analogía. En efecto este termino
del artículo 10 del nuevo C.P.C. no es aplicable a la
sentencias en mi criterio, por que las sentencias no tratan
de una providencia cualquiera por solicitud previa de las
parte como lo señala el artículo 10 del nuevo C.P.C, si no
el acto final que dicta el juez de manera unilateral, sin
previa solicitud. De manera que no pienso que el artículo
10 resulte procedente para resolver esta Laguna Legal. Por
el contrario, si estimo conveniente la aplicación
analógica, ya no supletoria, del término para dictar
sentencias interlocutorias de segunda instancia
conceptuando el art. 251 del nvo. C.P.C. de manera que mi
criterio ante la laguna respecto al término para dictar
sentencia interlocutoria en primera instancia, pienso que
seria procedente aplicar analógicamente; el previsto en el
art. 521 para dicta r sentencia interlocutorias en segunda
instancia. Otra duda que se me ocurre plantear, es respecto
a si cuando se trata de sentencias interlocutorias,
resuelto el problema del plazo dentro del cual el juez
dicta sentencia interlocutoria, sino únicamente cuando se
trata de sentencia definitiva. En consecuencia no puede el
Juez prorrogar el Lapso para dicta sentencia interlocutoria
o no¿ Yo pienso, por cuanto el diferimiento de la sentencia
es en verdad desde el `punto de vista procesal, una
prorroga del lapso, para dicta sentencia, tienen una
aplicación estricta, porque incluso legalmente como lo
establece el art, 202 del Nvo. CPC, para que los lapsos
judiciales puedan prorrogarse, se necesita una norma
expresa. De manera que mi criterio no es posible prorrogar
el lapso para dicta sentencia interlocutoria. Ahora que
pasa si el juez no puede dictar dentro del lapso que se
haya escogido para dictar sentencia el de tres audiencias
si se prefiere el criterio de la aplicación supletoria del
lapso general previsto en el art. 10 o el de 30 audiencias
por aplicación analógica del articulo 251 del nuevo CPC,
que pasa si no se dicta dentro de algunos de esos lapsos la
sentencia. Ocurre una paralización del proceso. El juéz no
puede diferir. No se cumplió la sentencia dentro de ese
plazo y el proceso se paraliza. Eso no le impide que dicte
sentencia fuera del lapso, pero dictada la sentencia de
oficio; puede notificar a las partes por cualquiera de los
medios alternos establecidos en le nvo. CPC, par que el
proceso continué siendo una causa imputable a el,
justificada o no, el que no haya podido sentencias
interlocutoriamente dentro del plazo respectivo, el de las
tres audiencias del plazo generalmente del art. 10 o el
art. De 30 aun. Del plazo analógico, del art. 521. el debe
en virtud de que ahora le corresponde a el impulso del
proceso, una vez iniciado dictar sentencia y notificar de
oficio a las partes por cualquiera de los medios alternos
que se preveen para notificación y citaciones distintas a
aquellas para contestar la demanda conforme lo establecen
los artículos 230 y 233 del Nvo. Código, es decir por
cartel, por boleta, por correo, certificado con acuse de
recibo, o por boleta entregada al alguacil, para que lo
haga llegar al domicilio procesal de las partes. Voy < a
referirme ahora a los requisitos de la sentencia, Decía al
comienzo que la sentencia, como acto al fin de un órgano
Poder Público, esta también sometida al principio de la
legalidad, al igual que lo están los actos del poder
legislativo; al igual que lo están los actos del poder
ejecutivo, por que repito que la sentencia no es sino el
instrumento para que el estado ejerza una función pública
la función jurisdiccional, por eso es un acto totalmente
regimentada en su forma y contenido, hasta el punto que si
se incumple alguna de esas que condicionan su validez, es
posible decretar la nulidad de la sentencia; y a eso
quisiera referirme. El Nvo. Cpc en cuanto a los requisitos
de la sentencia; separa en dos artículos totalmente
independientes, el artículo 243 y 244, dos cuestiones
aparecían reunidas en un solo artículo en el Viejo Código,
es decir el artículo 162 del Código de Procedimiento Civil,
derogado. Ciertamente, si examinamos el viejo texto del
artículo 162 del C.P.C. derogado vamos a encontrar que allí
se regula tanto los requisitos formales intrínsecos de la
sentencia, ósea, su contenido, como los vicios de nulidad a
que da lugar el incumplimiento de esos requisitos; pero
ahora en el nuevo instrumento procesal se separan dos
cuestiones que ciertamente son totalmente diferente:
primero: los requisitos formales intrínsecos de la
sentencia en el artículo 243 segundo: en el artículo 244
las consecuencias del incumplimiento de esos requisitos,
más las consecuencias de los vicios de carácter formal en
que puedan incurrir los jueces al dictar su fallo. Pero
además de este tratamiento diferente a los requisitos de la
sentencia y a los vicios de las mismas en dos normas o
separadas, el nuevo código de procedimiento civil, mantiene
la tradición de los códigos procesales anteriores y en
concreto del derogado del 4 de julio de 1916, de separar
como una cuestión totalmente distinta de los vicios
formales de la sentencia, los llamados motivos de
inexistencia de la sentencia. En efecto, el nuevo C.P.C. en
su artículo 246 establece los llamados motivos de
inexistencia de la sentencia, es decir, aquellos que
impiden que esta pueda ser ejecutada porque no es tal, que
anteriormente se encontraba en el artículo 168 del C.P.C.
derogado. De manera que, en este artículo 246 que
correspondía al antiguo artículo 168 del C.P.C. derogado se
confiere los motivos de inexistencia de la sentencia. Voy a
tratar separadamente estas cuestiones: los requisitos
formales de la sentencia, los vicios de nulidad de
sentencia y los motivos de inexistencia de la sentencia. En
cuanto a los primeros; los requisitos formales intrínsecos
de la sentencia, el artículo 243 del nuevo C.P.C.,
establece los motivos formales que debe llenar toda
sentencia desde el punto de vista de su contenido, los que
anterior se encontraban abigarrados en un solo texto legal
en el art. 162 como requisito de la sentencia, siendo
totalmente diferente uno de otro, ahora se separan en 6
ordinales diferentes, y cada uno de ellos establece un
extremo de obligatorio cumplimiento por aparte de los
jueces.
Yo me voy a referir a las modificaciones más importantes,
respecto al contenido de la sentencia, la mayoría de ellos
están en estos 6 ordinales, del art. 243, y otros se
encuentran en el art. 509 del nvo. c.p.c, de manera que
siguiendo esta orientación los requisitos formales de la
sentencia contenidos en el art. 243. Lo primero que
observamos es que se elimina en el ord. Tercero del art.
243, la llamada narrativa de la sentencia y si le sustituye
por una síntesis clara precisa y lacónica de la
controversia, por que según la exposición de motivos con
esta eliminación lo que se persigue en que el Juéz, ponga
más énfasis en motivación de hechos y de derechos de la
decisión que en la narración de los actos del mismo cuando
el legislador en el ord. Tercero del art. 243, elimina la
narrativa y la sustituye por una síntesis de la
controversia, es consecuente en un principio con un
principio que informa todo el nvo. Proceso Civil Vzlno, que
es el principio llamado de la simplicidad de las formas
procesales; según el cual los actos procesales del tribunal
que por supuesto son sentencias también deben ser desde el
punto de vista de su contenido, lacónicos, precisos y
claros, principio General de simplicidad que se encuentran
el art, 188 del nuevo CPC, esta es una modificación
importante respecto al requisito formal de la sentencia,
otra modificación importante se refiere a l a dispositiva
a la cual atiende el ord. Del art. 243. Este ord. A
diferencia del código anterior elimina el requisito que
exigía que toda sentencia debía condenar o absolver en todo
o en parte porque ciertamente puede haber sentencia que no
requieran condena, como seria las sentencias constitutivas
o las sentencias mero-declarativas, donde ciertamente no
hay ninguna condena; sino una simple declaración. Un
ejemplo de este tipo de sentencia serranía las que podrían
dictarse en los declarativos de prescripción adquisitiva de
propiedad a la cual se refiere el art. 690 del nvo. Cpc,
donde se dice que la finalidad es la de obtener una
declaración sobre el derecho de propiedad y no una condena
sobre tal derecho; por tal razón resulta adecuado la
eliminación de aquel requisito que exigía que toda
sentencia debía condenar o absolver; por que ciertamente
según el estado de la cuestión hay sentencias que no pueden
condenar por que la pretensión no persigue eso, sino la
Cons. De un derecho o la declaración de un derecho.
Esto a mi juicio, son las modificaciones más importantes
respecto al contenido intrínseco de la sentencia. Pero hay
otro requisito también que condiciona la validez de la
sentencia que podríamos llamar el de la obligatoriedad
Probatoria, contemplada en le art. 509 del nvo. C.P.C donde
se le establece al Juez la obligación de analizar todas
las pruebas aun las que considere no idóneas, y además
razonar su criterio, el porque no las considera idóneas,
este `principio aparece ahora dentro del régimen de las
pruebas en el nvo. Cpc, como una obligación especifica a
los Jueces, a la hora de decidir, anteriormente era un
principio general del proceso, puesto que se contemplaba en
el art. 12 del antiguo código, como una regla general en
materia de actos judiciales, hoy en día, es un deber
especifico del juez, a la hora de sentenciar de manera
expresa en el art. 509 del nvo. Cpc, del nvo. Instrumento
procesal, al igual que los códigos anteriores y en concreto
el código de 1986, el nv0. Cpc en el art.254 establece como
condición para la declaratoria con lugar de toda demanda,
la existencia de la plena prueba de los hechos alegados por
las partes. Este principio aparece ahora dentro del
régimen de la sentencia mencionado expresamente en el art.
254 del nvo. Cpc, para recordarle al juez que es la
condición suprema de la decisión que debe dictar; la
plenitud de la prueba para declarar con lugar toda la
demanda que anteriormente se encontraba enunciado de manera
general en el art. 12 del cpc, derogado y no dentro de las
normas atinente a la regulación de la sentencia.
Finamente en cuanto a las características formales
intrínsecas de la sentencias, el art. 254, del nvo cpc,
ratifica un nvo. Principio que se encontraba en el art. 166
del código derogado, que advertía a los jueces, a manera de
orientación general que se cuidaran de usar providencias
vaga o oscuras en sus decisiones. El legislador considero
conveniente repetir este principio y lo establece como una
prohibición a los jueces emplear términos como por ejemplo.
“aparece de autos” o se in surge de expediente, que sin
ligar a duda constituye uniforma y/o Oscura, que no puede
servir de motivación alguna a los jueces.
Pero les decía que aparte de los requisitos intrínsecos, de
la sentencia, en el nvo. CpC, se regulan motivos, de la
existencia misma de la sentencia como tal. Entre otros el
de fecha por ejemplo, su firma y las formalidades relativas
al voto salvado. Respecto a estos requisitos, a los cuales
se refiere ahora el art. 246 del nvo. Cpc, que se
encontraba también en el art. 168 del código derogado, la
Jurisprudencia ha aclarado y sigue siendo válido ese
principio que si falta la fecha no hay motivo de
inexistencia de la sentencia, siempre y cuando esta este
firmada y publicada. De manera que ese principio
Jurisprudencial que preciso os efectos del incumplimiento
de este requisito, que sin embargo el art, 246 del nvo.
Cpc, y el anterior 168 del código derogado, calificaban de
existente en materia de existencia y no de la sentencia.
De manera que si falta la fecha pero esta firmada por el
juez, o todos los Jueces, que deben concurrir a dictar el
fallo y demás publicada, no existe un vicio de inasistencia
de la sentencia. En canto a la firma ciertamente constituye
un elemento esencial de la existencia de la sentencia. Y en
cuanto a las necesidades de voto salvado, vuelve a
ratificarse la necesidad que el juéz que separe del
criterio mayoritario, lo haga constar expresamente dentro
de los pasos con las formas establecidas dentro del mismo
art. 246.

A parte de esto el mismo art. 246 en su ultimo párrafo,


establece que da lugar a considerar como existente en la
sentencia, el que no concurran los Jueces llamados a
sentenciar, y la ausencia de la firma de alguno de ellos,
con lo cual se ratifica el principio de que la concurrencia
de, los jueces titulares y sus firma constituye un
requisito de existencia de la sentencia, a estos requisitos
yo me atrevería a agregar uno más. Cuando proceden a dictar
fallos definitivos los jueces suplentes temporales también
en mi criterio, había un vicio de inexistencia de la
sentencia, por que según el art. 201 del nvo. Código de
cpc. Estos no son Jueces, capaces de dictar sentencia. De
manera que a los vicios de inexistencia consagrados en el
art. 246, había que agregar el incumplimiento de la
prohibición establecido en el Art. 201; cuando lo jueces
suplentes temporales, dictan el fallo definitivo, por que
ciertamente que no son jueces llamados a sentenciar, el
mérito principal de la causa.
El segundo aspecto que quería referirme es el de los
vicios de nulidad de la sentencia. El nvo. Cpc, sanciona
con la nulidad de las sentencia aunque varia las
consecuencias e ella como veremos de inmediato.
El incumplimiento de los requisitos formales establecidos
en el art.243 y la ocurrencia de determinados vicios. En
efecto según lo determina el nvo. Cpc, en su art. 244, el
incumplimiento de los requisitos señalados en el art. 243
ocasiona la nulidad de los fallos. Y también señala el art.
244 que hay lugar a la nulidad de la sentencia cuando se
absuelva la instancia en ella; cuando esta resulte
contradictoria, sea condicionada o inejecutable o contenga
ultrapetita, ahora en que esta la diferencia del nvo.
Código con el anterior respecto a las consecuencias del
incumplimiento de los requisitos de forma de la sentencia y

A la ocurresencia de estos vicios si esta ratificando lo


mismo que a la anterior de que la sentencia es nula. La
consecuencia muy importante por que ahora la nulidad de la
sentencia, por motivos formales o de alguno de los vicios
señalados, no es motivo de reposición sino únicamente de
nulidad por los jueces de alzada. En efecto según el art.
209, del nvo. Cpc, si un Juez de alzada, observa el fallo
apelado que el juez de primera instancia incumplió los
requisitos del articulaos 243, o incurrió en algunos de los
vicios señalados en el art, 244 declara la nulidad del
fallo apelado, pero no repone para que el tribunal de 1
era. Instancia vuelva a sentencia, sino que conserva la
Jurisdicción y se obliga a decidir la materia de fondo.
Esta es una norma muy importante señalada en el art. 209
del cpc. Sancionado recientemente la declaratoria de
nulidad, no lleva consigo la reposición ahora como seguía
antes según lo establecido en el art. 230, aparte del
código derogado sino que simplemente los vicios formales e
intrínsecos de la sentencia sancionan su nulidad más no su
reposición, en caso de reincidencia, la declaratoria de
nulidad lleva también consigo la aplicación de multas o
sanciones pecuniarias a los jueces que hayan vuelto a
incurrir en los mismos errores, multas que oscilaran entre
dos mil Bolívares ( Bs.2000) y cinco mil bolívares (Bs.
5000) como una manera de corregir la actividad judicial y
garantizar el principio de la legalidad, en el acto supremo
del proceso, que es la sentencia, sin embargo hay una
excepción en materia de nulidad de la sentencia; QUE SI DA
LUGAR la reposición. En efecto cuando de los vicios de
inexistencia de la sentencia, en este caso el Juez,
superior declara la nulidad del fallo, o decreta la nulidad
de la sentencia apelada; y además repone. Por que
ciertamente, estos requisitos que señala el art. 246, hacen
que la sentencia sea tal, hasta el punto que si se dan
estos vicios señalados en el art. 246 la sentencia no puede
ser ni siquiera ejecutada, por eso la excepción contenida
en el art. 209, del nvo. Cpc, si los jueces de alzada
constatan el incumplimiento de los requisitos de la
existencia de la sentencia contemplados en el art. 246,
decretan la nulidad del fallo y además reponen la causa
para que los jueces de primera instancia vuelvan a decidir
en materia de casación, como operan los vicios de la
sentencia. Los vicios de nulidad, es decir la violación de
los requisitos del artículo 243 del nvo. Cpc a la
ocurrencia de los vicios señalados en el art, 244 da lugar
al recurso de casación por infracción de los art. 243 y 242
del nvo. Cpc conforme se deduce del od. Primero del art.
313 del nvo. Cpc.
Si los vicios ocurren en la sentencia de la segunda
instancia, puesto que estamos hablando de casación. Si
estos vicios son de inexistencia, no vicios de nulidad, que
ocurren, repito, en segunda instancia, el juez de alzada
incurre en los vicios señalados en el artículo 246, en este
caso entonces el recurso de casación procede por el
quebramiento o infracción de una forma sustancial de la
sentencia que es de orden público, conforme a lo
establecido en el artículo 313 del nuevo código de
procedimiento civil.
Dentro de la actividad judicial relativa a la sentencia,
quisiera referirme a algunas otras normas que son las
referentes al requisito de la privacidad de la sentencia y
al de su eficacia. En efecto, según lo establece el
artículo 24 del nuevo Código de procedimiento civil en su
parte final, el estudio deliberación y además la redacción
de la sentencia son de carácter privado y además esta
actividad relativa al estudio de liberación preparación y
redacción de los fallos, esta sometida como señalaba al
comienzo, a un plazo de sesenta (60) días después de
presentados los informes y a una prorroga hasta por treinta
(30) días como máximo. De manera que se elimina la relación
pública de la causa como sucedía hasta ahora y se hace el
estudio de la sentencia privada, que el juez podrá hacer
ahora entre los quince (15) días que median entre la
conclusión del periodo probatorio y a los informes y
todavía seguir con el estudio privado dentro de los sesenta
(60) días siguientes de la presentación de los informes y
aún más, también dentro de los treinta (30) días que
difiere o prorroga el lapso para sentenciar.
En cuanto a la eficacia de la sentencia. El artículo 247
del nuevo código de procedimiento civil, vuelve a
establecer como requisito formal de la eficacia de la
sentencia, es decir, para que esta pueda producir
validamente efectos procesales el de su publicación, si se
trata de sentencias definitivas como lo establece el
artículo 247 del nuevo Código de procedimiento civil,
artículo que solamente exige el requisito de la publicación
por las sentencias definitivas pero las interlocutorias,
quizás siguiendo el criterio de la jurisprudencia de la
casación, que establece. Que las interlocutorias adquieren
eficacia por el solo hecho de que aparezcan en el
expediente debidamente fechado y firmado; aunque no se haga
la mención de su publicación. Por esa razón estimo que el
artículo 247 del nuevo código de procedimiento civil solo
exige la publicación para la sentencia interlocutoria.
Otra norma del nuevo código de procedimiento civil es la
que vuelve a consagrar en nuestro sistema procesal, las
sentencias llamadas de reposición, en efecto el artículo
245 del nuevo código de procedimiento civil, las sentencias
definitivas en lugar de resolver sobre el merito principal
del asunto, pueden limitarse a reponer el procedimiento
cuando se detecten violaciones a normas esenciales del
mismo, o cuando la ley sí lo determine.
Los artículos 206 y 211 del nuevo código de procedimiento
civil, regulan la teoría de las nulidades procesales en el
proceso venezolano y vuelven a establecer como motivo de
tales nulidades la violación de requisitos al
procedimiento, o las nulidades declaradas expresamente por
la ley. Sin embargo, hay todo un cambio en materia de las
nulidades procesales; porque ahora encima de los vicios
formales, priva el resultado obtenido. En efecto, si se
examina el último aparte del artículo 206 del nuevo código
de procedimiento civil se establece: que si bien la
violación de los requisitos esenciales del procedimiento
civil o cuando la ley declara expresamente la nulidad de
determinados actos por violación de algún requisito, la
nulidad de lo actuado, o del acto en concreto, sin embargo
si hubiere obtenido con el acto el fin para el cual fue
destinado, los jueces no pueden declarar la reposición.
Esto es importante porque totalmente el sistema de la
reposición.
Nadamás con recordar lo que sucedía con la aplicación del
artículo del código de procedimiento civil derogado, nos
puede ilustrar un poco sobre la importancia de esta
reforma, de la no obligatoriedad de la reposición cuando
se consigue el resultado por un acto viciado formalmente.
Es decir, que el fin obtenido convalida el vicio formal.
Según el artículo 158 del viejo código, cuando la causa
estaba paralizada, para poder continuar el proceso:
1- Era necesario notificar a las partes
2- Que el juez lo decidiera
3- Que alguien lo solicitara, que alguna de las partes
que ocurría? Que muchas veces algunos jueces de
oficios ordenaba la continuación del proceso y la
notificación de las partes, esta se daba por
notificada; se lograba la notificación, se dictaba la
sentencia; apelaban de la sentencia, llegaban al
superior y señalaban, pero como no se solicito por
ninguna de las partes la continuación, ahí hay un
vicio del procedimiento violación de un requisito
esencial del procedimiento y el juez, por más que
hubiere logrado lo que quería, que era, que se
dictara la sentencia, que las partes estuvieran a
derecho y que recurrieran en apelación o en casación,
tenían que anular y reponer y que se volviera a
dictar sentencia, a pesar de que se había logrado lo
que se quería que era que se dictara la sentencia,
que las partes estuvieran a derecho y que recurrieran
en apelación o en casación tenían que anular y
reponer y que se volviera a dictar sentencia, a pesar
que se había logrado lo que se quería por el
legislador en el artículo 158. ahora, no podrá
ocurrir eso, en virtud de esa disposición contenida
en el último aparte del artículo 206.porque, si se
consiguió el resultado esto esbana convalida
cualquier vicio de carácter formal.
También en materia de nulidad procesal, es conveniente
recordar que la reposición no es ya la consecuencia
obligatoria de las nulidades de la sentencia por vicios
de forma como lo aclara el artículo 209 del nuevo código
de procedimiento civil y al cual me referí hace
instante.
Experticias complementarias de la sentencia.
Ciertamente que se mantiene el principio de la
experticia como un complemento de los fallos, cuando los
jueces en materia de sentencia de condena, no puede
fijar esta; ó cuando haya que pagar frutos, intereses o
daños. El juez, entones, acude a la figura de la
experticia complementaria del fallo. Anteriormente esta
figura se regulaba en el artículo 174 del viejo código
de procedimiento civil, ahora aparece regulada en el
artículo 249 del mismo instrumento procesal.
Las modificaciones respecto al antiguo régimen son las
siguientes: los peritos que van a practicar ahora la
experticia complementaria del fallo, pueden ser: uno ó
tres. Antes era siempre dos: en efecto, según el
artículo 455 del nuevo código de procedimiento civil, se
prevee que las experticias ordenadas de oficio por el
juez, pueden ser prácticamente por un perito o por tres.
Segundo: que las reglas de justiprecio que deben seguir
los expertos de experticias complementarias del fallo
como lo aclara el artículo 249, no son los del código
civil, sino las del código de procedimiento civil, es
decir, que en materia de experticias complementarias del
fallo, las reglas obligatorias para los expertos son
ahora contenidas en los artículos 556 ó 562 del nuevo
código de procedimiento civil.
Y por ultimo en tercer lugar se aclara que, cuando se
trata de reparación de daños morales, los jueces no
deben ordenar, ni pueden ordenar experticias
complementarias del fallo, por que así lo determina
ahora el artículo 250 del nuevo código de procedimiento
civil. Esto significa que el juez deberá proceder según
su prudente criterio en atención a la facultad que le
confiere el artículo 1.196 del código civil. De manera
que experticias complementarias del fallo solamente en
materia de daños materiales: pero no en materia de daños
morales.
Respecto a otras reglas en materia de sentencias, me voy
a referir a la regla que establece: la imperatividad de
la sentencia, y a la regla que permita la revocatoria o
reforma de los actos, o providencias de mero trámite o
sustanciación.
En cuanto al primer aspecto, el nuevo código de
procedimiento civil, cuando estén sujetas a apelaciones,
pero mantiene el recurso de la aclaratoria de la
aplicación o de la corrección material de los fallos por
parte de alguno de los intervinientes en el proceso. Es
decir, que si bien ratifica la prohibición de la
imperatividad o la obligatoriedad de los fallos para los
jueces: sin embargo, deja el recurso de la aclaratoria
de la aplicación o de la corrección.
Y en materia de actos de trámites o de mera
sustanciación, el artículo 310, se mantiene la
posibilidad de su revocatoria por contrario imperio,
cuando se trate, repito, de decisiones judiciales no
apelables, a como lo ha llamado la Doctrina y la
jurisprudencia, de mero tramite, de ordenación de
instrumentación, o sustanciación. Anteriormente se
encontraba también en el artículo 164; pero ahora se
aclara que recursos existen contra las decisiones de los
jueces, cuando nieguen una revocatoria por contraria
imperio, o cuando la acuerden, por lo que siempre se
discutió en la jurisprudencia. En este sentido en el
artículo 310 del nuevo código de procedimiento civil, se
aclar0a que, contra las negativas de las revocatorias o
reformas por contrario imperio no se da recurso alguno.
De manera, que si se solicita la revocatoria por
contrario imperio y el juez la niega, la parte
solicitante no puede impugnar esta decisión por ningún
tipo de recurso. Pero por el contrario, el mismo
artículo 310 establece: que en caso contrario, es decir,
cuando ante una solicitud de revocatoria por contrario
imperio de una decisión, el juez la acuerde, existe el
recurso de apelación, pues en un solo efecto. Es decir,
en el efecto devolutivo de la apelación.
En este sentido, cuando se trata de decisiones que
acuerden una revocatoria o reforma de un acto de mero
trámite, en lo que se refiere a la apelación, el
legislador en el artículo 310, lo que hace es aplicar el
principio general establecido en el artículo 291, que
cuando se trate de apelaciones contra sentencias
interlocutorias estas se oyen siempre en un solo efecto,
que es el nuevo principio establecido en materia de
apelación contra las interlocutorias. Ahora no se
distinguen si estas deben ser ejecutadas, o no, de
manera urgente, para ordenar su apelación en ambos
efectos o en un solo efecto, si no que basta según el
artículo 291, que se trate de una sentencia
interlocutoria para que la apelación no oiga en un solo
efecto.
Me voy a referir ahora a los primeros medios
equivalentes a la sentencia de terminación del proceso:
la transacción y la conciliación y segundo después me
voy a referir a los medios afines a la sentencia o a los
jurisdiccionales de terminación del proceso.
1.- estos medios equivalentes a la sentencia de
terminación del proceso; ya no proviene del juez, sino
de las partes. Pero por tener el mismo efecto de la
sentencia, el cual es terminar el proceso, se dice que
son equivalentes a la sentencia y son: la transacción y
la conciliación. La conciliación es una suerte de
transacción enteramente procesal o judicial. El nuevo
código de procedimiento civil en su artículo 255
traslada al código de procedimiento civil, el principio
en el artículo 1718 del código civil que establece: “que
el valor equivalente de las transacciones al de la cosa
juzgada que tiene la sentencias principio este que se
encontraba en el código civil en el artículo 1718 y no
en el código de procedimiento civil. El legislador lo
que hizo fue considerar más propio, trasladar este
principio al código de procedimiento civil, señalado
expresamente, en razón de la consideración de la
transacción como un medio equivalente a la sentencia
para terminar el proceso.
Igualmente el nuevo código de procedimiento civil en el
artículo 200 del código de procedimiento civil derogado,
que establecía la equivalencia entre la conciliación y
la sentencia. Lo único es, que le nuevo código en su
artículo 262, establece que ese valor equivalente de la
conciliación es con la sentencia definitivamente firme.
Por consiguiente, en razón de lo establecido en el nuevo
código de procedimiento civil, la conciliación como tal,
no viene a ser otra cosa que una transacción. Solo se
diferencia de la transacción, que la conciliación puede
ocurrir en juicio. No puede haber conciliación
extrajudiciales, si no únicamente judiciales y además la
diferencia entre la conciliación y la transacción
corriente u ordinaria, es una transacción excitada ó
movida por el juez como lo establece el artículo 257 del
nuevo código de procedimiento civil.
Una diferencia importante que se encuentra en el nuevo
instrumento procesal es la que se consagra en el
artículo 255 y en el artículo 256 acerca de la
transacción extrajudicial y la transacción judicial. En
efecto, según la exposición de motivos en el artículo
266 esta referido a la transacción extrajudicial
mientras que el artículo 266 esta referido a la
transacción procesal, como la llaman. La diferencia
entre una y otra es, que si bien, la extrajudicial puede
tener el valor de la cosa juzgada, sin embargo, para que
pueda ser ejecutada como una sentencia, requiere de la
hemologación. En cambio, la transacción procesal por el
hecho de haberse celebrado en juicio y convalidada por
el juez en el juicio, puede ser ejecutada como una
verdadera sentencia.
A parte de haber incluido el código de procedimiento
civil una norma referente a la transacción extrajudicial
también como un medio de terminar el proceso, el nuevo
código al cual me he venido refiriendo y comentando,
agrupa ahora en un solo capitulo. El capitulo segundo
del titulo quinto, tanto a la conciliación como a la
transacción. En efecto dentro de este capitulo segundo
del título V, se dedica los artículos 255 y 262 tanto a
la transacción como a la conciliación. Además según lo
establece el nuevo código en el artículo 260, se aclara
que el hecho que el juez haya excitado a la
conciliación, ó haya hecho la propuesta de conciliación
a las partes, ello no suspende el curso de la causa, que
es una previsión que se mantiene, que es muy importante
para distinguir la de la propuesta de transacción
jurisdiccional.
Igualmente en materia de transacción el nuevo código de
procedimiento civil aclara que no hay a costas salvo
pacto en contrario expreso, estipulado por las mismas
partes.
En el artículo 277 en lo que se refiere a los costos en
las transacciones se aclara que como principio general
en las transacciones no hay lugar a costos, pero por
excepción si cuando las partes así lo preveen. Es
verdad, que no hay una norma parecida en materia de
conciliación. No hay ningún dispositivo legal, que
aclare el régimen de los costos cuando haya habido
conciliación, como si lo hay en materia de transacción,
hasta el punto como lo he señalado que el principio es
que no hay costos salvo que las partes así lo acuerden
pero nada impide en mi criterio aplicar el mismo
principio del artículo 277y la conciliación que también
es otra suerte de transacción que también es otra suerte
de transacción. De manera que si hay conciliación, el
principio general es que no hay costo, salvo que las
partes así lo hubiere acordado.
Medios afines de la sentencia de terminación del
proceso.
Estos medios a diferencia de la sentencia, no proviene
del juez, sino de las partes. Se diferencia de los
segundos que veíamos, de los equivalentes a la sentencia
que requiere el consentimiento de ambas partes.
Se trata estos medios afines de verdaderas
manifestaciones de voluntad unilateral de una de las
partes de querer terminar el proceso y son entre otras:
El desistimiento de la demanda
El convencimiento en la demanda. A ello se refiere el
artículo 263 del nuevo código de procedimiento civil.
Como tal, son unilaterales, de manera que no requieren
la aceptación de la otra parte, por otro lado, el
artículo 263, del nuevo código de procedimiento civil a
diferencia del artículo 205del código derogado, aclara
que, tanto el desistimiento de la demanda, como el
convenimiento en la demanda proceden en cualquier estado
y grado de la causa.
En efecto, el artículo 205 del antiguo código indicaba
que procedía en cualquier estado, pero ahora se aclara y
se precisa conforme al texto del artículo 266 que
también es cualquier grado de la causa.
Además se vuelve a establecer como requisito de su
eficacia la homologación, Por parte del juez, siendo que
no se trata de una simple declaración del juez, sino
verdadero examen de los requisitos de validez de uno y
otro es decir, la capacidad de las partes para desistir
y para convenir y si la materia en realidad así lo
permite. Además se le atribuye igualmente carácter de
cosa juzgada una vez declarada la eficacia por el juez.
Se vuelve a insistir que ambos son irrevocables, una vez
expresados por las partes y que el tribunal los haya
reconocido como validos. Y por otro lado se establece
como requisito de validez del desistimiento de la
demanda y del convenimiento en la misma en el artículo
264; para que pueda ser válida ambos actos de
terminación unilateral del proceso, es necesario que se
tenga la capacidad de disposición del objeto de la
controversia. Y además, cuando en la materia no existían
las mismas prohibiciones que existen para transar. Así
lo establece el artículo 264 del Código de procedimiento
civil.
Esto quiere decir que no se treta de una mera
declaración de convalidación del desistimiento de la
demanda o del convenimiento en la misma, si no que el
juez en virtud en virtud de ese mandato del artículo
264, tiene que examinar primero, si quien desiste o
conviene puede disponer de la litis. Y segundo. Si en
verdad no hay una prohibición que impida celebrar esos
desistimientos de la demanda.
Otro medio unilateral de terminación del proceso es el
desistimiento del desistimiento del procedimiento.
En verdad a diferencia del desistimiento de la demanda;
el desistimiento no produce el efecto de cosa juzgada;
por que quien desiste del procedimiento puede volver a
proponer la demanda. Lo que en verdad produce el
desistimiento del procedimiento es la extinción de la
instancia. Es decir, el grado donde se planteó la
controversia.
Para que el desistimiento del procedimiento tenga el
efecto de la cosa juzgada es necesario que la causa se
encuentre en segunda instancia. En este supuesto;
ciertamente que el desistimiento si tiene el efecto de
la cosa juzgada por que significa algo más que desistir
del procedimiento. Significa renunciar a un recurso, por
lo cual la sentencia queda firme.
El nuevo código de procedimiento civil, dedica el
capitulo tercero del título V a el desistimiento del
procedimiento. En efecto en su artículo 265 vuelve a
repetir el artículo 206 del código derogado, el
legislador en el nuevo instrumento procesal, exigiendo
que, si el desistimiento ocurre después de contestación
de la demanda, es necesario el asentimiento del
demandado del demandado. La observación que pudiera
hacérsele al artículo 265 es que se elimina aquella
fórmula llamada retiro de la demanda, que no era otra
cosa si no el desistimiento del procedimiento antes de
la contestación, pero que no era sino también un
desistimiento del procedimiento.
La diferencia entre retiro de la demanda como el
procedimiento y el desistimiento del procedimiento
propiamente dicho era: que para retirar la demanda no se
requería el asentimiento del demandado porque no había
ocurrido la contestación y para el segundo sí, porque
había ocurrido la contestación. Hoy día ya no hay
referencia al retiro de la demanda, si no que
simplemente se distingue, que, si el desistimiento es
antes de la contestación, no se requiere el asentimiento
del demandado; pero que si es después si se requiere el
asentimiento, con lo cual se unifican los términos. Es
la misma figura procesal: desistimiento del
procedimiento, solo que para que esto ocurra después, de
la contestación de la demanda, se establece como
requisito de la eficacia, el asentimiento del demandado.
Un aspecto importante ahora, en materia de desistimiento
del procedimiento en su efecto, no solamente procesal de
extinguir el proceso, si no respecto a la
inadmisivilidad de la nueva demanda. En verdades
desistimiento del procedimiento se extingue la instancia
pero no tiene el efecto de cosa juzgada solo que ocurra
en segunda instancia. Eso quiere decir entonces que el
demandante que desiste del procedimiento puede volver a
intentar la demanda de nuevo, como lo establece el
artículo 266 de nuevo Código de procedimiento civil;
solo que ahora se establece la prohibición de volver a
intentar antes de los noventa (90) días de haber sido
declarado ú Homologado el desistimiento del
procedimiento.
Es decir que le demandante que desiste del procedimiento
no puede volver a intentar la demanda, sino después de
noventa (90) días y así lo hache el juez ahora de
oficio, como lo determina el artículo 341 que regula el
acto de admisión de la demanda estas cosas no existían
en el viejo código como un acto procesal y autónomo sino
que en la practica el acto meramente de recepción se le
llama de admisión y se concentraba una formula vacía de
que la demanda se daba por recibida y además se admite
cuanto a lugar en derecho salvo a su apreciación en la
definitiva. En realidad no significaba nada que no fuera
una constancia de la recepción de la demanda para los
efectos de caducidad por una constancia de la recepción
de la demanda para los efectos de caducidad por ejemplo,
o para los efectos de prescripción si se solicita copia
certificada de la misma. No era verdad que le juez
examinaba los presupuesto procesales de la demanda, la
competencia, la capacidad procesal si era valida la
demanda como propiamente se hace para admitir una
demanda. Era incierto que lo hiciera, cuando decía; que
admitía cuanto ha lugar era derecho de la demanda; como
si hubiera revisado su competencia en limini litis, o
como si hubiera revisado la legalidad o no de la
demanda. Ahora el artículo 341 del nuevo código de
procedimiento civil, establece como obligación del juez,
revisar aspectos entre otros, si no existen motivos de
in admisibilidad. Uno de ellos es el contemplado en el
artículo 266 del nuevo código de procedimiento civil,
que prohíbe admitir demandas.

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