FACULTAD DE DERECHO NOVENO SEMESTRE A PROCESAL CIVIL: JAIME MARTINEZ PEÑUELA TEMA 1
IV
MODOS DE TERMINACIÓN DEL PROCESO
El tema a desarrollar se refiere a los MODOS DE TERMINACIÓN DE PROCESOS, es decir los medios a través de los cuales se pone fin al proceso, como ahora de una manera más técnica lo llama el nuevo instrumento procesal, de 1881, En efecto, esta es una temática que ciertamente en el código anterior estaba regulado de una manera fraccionada, no guardando una unidad conceptual, por que la sentencia, que es el modo principal de terminar el proceso, se regulaba separadamente de otros medios que le son equivalentes o afines. Ahora dentro de una mejor sistemática, dentro de una mejor técnica procesal, se unifican en un solo título. En efecto, el título Quinto (V)del nuevo Código de Procedimiento Civil regula todo aquellos medios cuya finalidad es lograr la terminación normal o anticipada del proceso, por la voluntad de las partes. De manera que, en un solo título se regula: la sentencia, que sería el modo principal de terminación del proceso y el típicamente jurisdiccional, juntos con otros, que podríamos llamar a la sentencia y que dependen de la voluntad de las partes como son: la transacción y la conciliación, y por último otros medios que también podríamos llamar afines a los jurisdiccionales de terminación del proceso, o sea, los relativos, al desistimiento, al convenimiento y a la perención. Trataremos de seguir esta misma sistemática, refiriéndonos en primer lugar a los medios jurisdiccionales de terminación del proceso, o la sentencia. En segundo lugar, a los medios equivalentes a los jurisdiccionales de terminación del proceso, o sea, la transacción y la conciliación. Y, por último a los medios afines, o sea, al desistimiento, al convenimiento y a la perención. En este orden de idea y siguiendo esta misma sistemática, la sentencia en el nuevo Código de Procedimiento Civil, ciertamente entiendo que se trata de fortalecer una idea, al regular este medio ordinario y normal de terminar el proceso; de que a través de ella se individualiza la ley entre las partes que intervienen como contendientes en un proceso; es decir, que la función material de la sentencia es la de reducir la ley a un caso concreto para hacerla obligatoria entre ambas partes. Ciertamente que el nuevo Código se encuentra esa idea cuando se establece el carácter propio y ordinario de terminación de los procesos a través de la sentencia; pero como acto de un Órgano del poder Público, al igual que cualquier otro acto del Poder Público, Legislativo o Ejecutivo, la sentencia como manifestación de una de las funciones del estado está sometida a reglas fundamentales: la primera de ellas, de carácter formal, aunque parezca inútil ratificar, sin embargo, en el Código de 1987 se tiene cuidado de señalar en los principios generales atinentes a los actos procesales; pero también específicamente a la sentencia, que esta debe hacerse por escrito, que es la regla general de todos los actos procesales; que se repetían en los Viejos Códigos y que se ratifican en el nuevo instrumento Procesal que entrara en Vigencia el 16 de Septiembre del presente año; y además; por supuesto, que debe hacerse en el idioma Castellano. Este principio de la escritura y del empleo de castellano, ratificado en el Nuevo Código de Procedimiento Civil en los artículos 183 y 188, ratifican antiguos principios que regulaban las formas de los actos procesales y específicamente de la sentencia, Pero aparte de encontrarse ratificado este carácter formal de la sentencia como instrumento de manifestación de una de las funciones publicas del Estado se encuentra otra circunstancia, hay un peso que quiere dársela al Juez como Órgano del Poder Público, al igual que al Legislativo y al Ejecutivo; no en vano se vuelve a ratificar que cuando el juez dicta sentencia ejerce una función Pública. De manera que se mantiene la fórmula tradicional forense y que es el principio legal obligatorio, que el Juez Al dictar sentencia debe expresarse que lo hace: “en nombre de la Republica”. Cuestión que no significa otra cosa que, que el carácter instrumental de la sentencia como medio de la actuación del Estado cuando ejerce la función jurisdiccional. En este sentido pués, cuando el Código de Procedimiento Civil, en su artículo 242 señala que, la sentencia se dicta en nombre de la República, no es una cuestión intrascendente o puramente vacía desde el punto de vista formal. Es la ratificación que la función jurisdiccional es otra función tan igual a la legislativa y a la Ejecutiva. Aparte del carácter formal o instrumental de la sentencia, tampoco es un acto discrecional del Juez. Es un acto totalmente reglado en cuanto a su oportunidad y a su contenido; por esta razón se tuvo especial cuidado en el nuevo Código de Procedimiento Civil, de restablecer claramente las oportunidades para dictar sentencia; tanto en primera Instancia, como en segunda Instancia, o cuando habiéndose anunciado el Recurso de casación, este hubiere sido declarado con lugar. De manera que en este sentido hay un término o lapso mejor dicho, para producir este acto fundamental del proceso, que según atiende al grado de jurisdicción Primera O segunda Instancia establece el nuevo Código de Procedimiento Civil de manera diferente y también, sobre todo cuando se trata de segunda Instancia según sea la naturaleza definitiva o interlocutoria de la sentencia; es variable también el lapso para dictar este acto Supremo Procesal dentro del juicio, por ejemplo en primera Instancia, se prevee en el articulo 515 del nuevo Código de Procedimiento Civil que la sentencia debe dictarse dentro de los sesenta días (60) es ahora días calendario consecutivos, según la norma del artículo 197 del Nuevo Código de Procedimiento Civil. La segunda es que, en el caso de que se dicte un auto para mejor proveer, se suspende el acto para sentenciar, para reiniciarse una vez cumplido el auto para mejor proveer. Ciertamente que el artículo 515 del Nuevo Código de Procedimiento Civil, deroga el anterior artículo 161 del Código anterior que establecía que “una vez presentado los informes en el juicio Ordinario, la sentencia debía dictarse dentro de las tres audiencias siguientes. Con esta amplitud del lapso para sentencia y con la eliminación de la fase de la relación de la nueva causa, una vez concluido el periodo probatorio, se pretende darle al juez una mayor oportunidad para preparar la sentencia, hasta el punto de que lo anteriormente equivalía a la relación o al estudio del expediente por el Juez, se sustituye ahora por el estudio privado del expediente dentro del lapsote sentencia, o sea cuando se hayan presentado los informes o cuando se haya cumplido el auto para mejor proveer. En segunda Instancia También una previsión para la formulación de la sentencia por parte de los jueces de Alzada, si se trata de sentencia definitiva es decir, de apelaciones en contra de fallos definitivos o con fuerza de tales. En segunda Instancia los jueces deben decidir dentro de los sesenta (60) días siguientes a los informes, o de cumplido el auto para mejor proveer. Pero, si son sentencias interlocutorias, ese plazo se reduce a treinta (30) días en lugar de sesenta (60), contados a partir de cada uno de los momentos señalados, o de la presentación de los informes o del cumplimiento del auto para mejor proveer. Esta distinción de un plazo u otro, de uno mayor y otro menor es de su justificación en la importancia que evidentemente tiene la sentencia definitiva frente a las sentencias interlocutorias que no resuelven el mérito principal del asunto y por eso en el artículo 521 del nuevo Código de Procedimiento Civil se establece esos dos lapsos para dictar sentencias según estas sean definitivas o sean interlocutorias en Segunda Instancia. En este sentido pienso que es conveniente recordar que el Código anterior no previa un lapso para dictar sentencia en segunda instancia, por lo tanto se aplicaba el de tres audiencias, presentados los informes para dictar sentencias en este grado de jurisdicción por aplicación del artículo 161 del Código anterior. He señalado también que le preocupa al legislador establecer un plazo para el Juez de reenvió Civil cuando deba sentenciar por haber sido declarado con lugar el Recurso de Casación. En efecto, según el último aparte del artículo 522; si se hubiera anunciado el recurso de casación y este hubiera sido declarado con lugar, se remite el expediente al Juez de reenvió Civil, para que este dentro de los Cuarenta (40) días siguientes a la fecha del recibo del expediente emita su fallo, es decir, que tampoco en el caso de reenvió por motivo de la declaratoria con lugar de la casación el Juez es libre de dictar sentencia según su leal saber y entender, sino que deber cumplir un lapso. Esto es importante, de que se establezcan lapsos, porque ya el diferimiento de la sentencia aparece como una prorroga excepcional de los lapsos para sentenciar. Por eso quiero referirme de inmediato a las prorrogas y lapsos para dictar sentencias. El artículo 251 del nuevo Código de Procedimiento Civil, faculta al Juez para diferir por causa grave, por una sola vez y hasta por treinta (30) días el lapso para dictar sentencia. Ciertamente que procesalmente este diferimienmto no es sino una prorroga es de interpretación estricta y no amplia, ni extensiva ya que incluso los términos en que se concede esta prorroga en el artículo 251, así nos los indica. Aparte de esto, la circunstancia de que el diferimiento hasta por treinta (30) días del lapso para dictar sentencia sea una prorroga del lapso original, tiene un efecto procesal muy importante que si el Juez, durante el transcurso de diferimienmto no dicta la sentencia, el proceso se paraliza sin posibilidad de que este pueda diferirlo nuevamente, por que por interpretación estricta de esa facultad, las prorrogas no pueden concederse o acordarse, sino mediante texto expreso de la ley. De manera que si el lapso le era insuficiente, aún el de la prorroga el juicio se paraliza, de manera que si el lapso le era insuficiente, aun el de la prorroga el juicio se paraliza, de manera que, si el Juez dicta sentencia posteriormente, en virtud de que la causa esta paralizada, debe notificar a las partes, conforme incluso lo prevee el artículo 251, cuando señala como consecuencia del transcurso de la prorroga sin que hubiese sentencia “la paralización del proceso”. En este caso. En virtud del poder que ahora se le da al Juez, de dirigir el proceso, ósea, del llamado impulso procesal de Oficio, que se reconoce de manera general en el artículo 14 del nuevo Código de Procedimiento Civil. En el supuesto de paralización de la causa por el transcurso inútil de la prorroga sin haberse dictado sentencia; el juez de oficio, dictada la sentencia, sin esperar que sea instado para ello, ordena la notificación de las partes utilizando cualquiera de los medios alternos que se prevee en los artículos 230 y 233del Nuevo Código de Procedimiento civil. Es decir. Por cartel, o por boleta remitida por correo Certificado con acuse de recibo, o por boleta librada por el Juez y entregada al alguacil para que éste lo deje en el domicilio procesal, es decir, aquel domicilio que para las notificaciones era durante el juicio, ahora en la demanda están obligados los demandantes a señalar. Ciertamente que en virtud de la aplicación del principio de la lealtad y probidad procesal que ahora se enuncia en el articulo 17 del nuevo Código de Procedimiento Civil, cuando se trata de los requisitos de la demanda. Este instrumento procesal recientemente sancionado, establece para el demandante la obligación de señalar en su demanda un domicilio procesal, es decir, para que se les haga allí todas las notificaciones y citaciones que deben practicarse una vez iniciado el juicio de manera que si ocurre esta paralización por el transcurso inútil de la prorroga para dictar sentencia, sin que el Juez lo hubiera hecho, la consecuencia procesal es la paralización del proceso y por lo tanto el Juez puede dictar sentencia fuera del lapso por lo cual la sentencia no es ilegal, ni adolece de nulidad, pero como ocurrió una paralización del proceso, esa sentencia tiene que ser notificada a las partes, lo cual puede hacer de oficio el Juez, ahora en virtud de los poderes oficiosos o públicos que le dan dentro del proceso la condición de director del mismo o porque se induce del articulo 14 del nuevo Código de procedimiento civil. Otra consecuencia procesal de transcurso de la prorroga, sin que el Juez hubiera dictado la sentencia es la suspensión de los lapsos para la interposición de los recursos como lo aclara el artículo 251 del Nuevo Código de Procedimiento Civil, es decir, que el vencimiento de la prorroga y el pronunciamiento del fallo fuera del lapso de prorroga en virtud de la paralización del proceso, tiene como consecuencia, la suspensión de los lapsos para interponer los recursos que resulten contra el mismo, ya sea de apelación, o ya sea de casación. Respecto a este acto fundamental del proceso, la sentencia, quiero hacer un comentario respecto a una previsión que ahora se encuentra en el nuevo Código de Procedimiento Civil. Es verdad que se aumenta el plazo para dictar sentencia con una circunstancia que me parece interesante señalar. Con anterioridad, concluido el periodo probatorio en el juicio ordinario, se habría la fase de la relación de la causa, hasta su conclusión, cuando ocurrían los informes. Ahora, concluido el periodo probatorio, se fija la Décima Quinta audiencia para informes, o sea, sin fijar relación y pasados los informes, el juez dispone todavía de sesenta (60) días para dictar sentencia. Eso significa que el Juez va a disponer de más tiempo para enterarse de la instrucción de la causa; incluso va a disponer de más tiempo para examinar los informes de manera que no ocurra como ocurre ahora que presentados los informes tiene que sentenciar dentro de las tres audiencias siguientes, que a lo mejor hay un planteamiento nuevo en los informes referente al curso de la causa que tiene que resolver en la sentencia definitiva que a lo mejor ya está hecha, por lo cual el juez tiene que diferir la oportunidad para pronunciar el fallo. Ahora no es así. Concluido el periodo de probatorio, se fija el décimo quinto día para la celebración de los informes; transcurridos los informes, corren sesenta (60) días para que el juez dicte sentencia, con la posibilidad aún de prorrogar ese lapso hasta treinta (30) días más. Es verdad, el juez dispone ahora de más tiempo para dedicarse al estudio, preparación y elaboración de su sentencia; pero aparte de eso, no cabe duda que todavía nuestros tribunales son insuficientes y si nos referimos a recursos materiales y técnicos de que dispone podemos decir que no solamente son insuficientes, sino escasos, por no decir casi ninguno. Por eso en el nuevo Código de Procedimiento Civil se eleva a un deber legal por parte de los organismos vinculados a la administración de la justicia relativos a la designación de lo que el nuevo código llama relatores en los tribunales unipersonales como lo señala el articulo 125 y siguiente del nuevo código de procedimiento civil o, jueces adicionales como lo llama el articulo 861 del nuevo código de procedimiento civil, cuando se trate del juicio oral, es donde se establece a mi manera de ver, un verdadero derecho, a favor a los jueces de solicitar de sus organismos de Administración del Poder Judicial, la designación de estos relatores a los cuales se refiere el artículo 125 y siguiente del nuevo Código de Procedimiento Civil o jueces adicionales a que se refiere el artículo 861 del nuevo Código de procedimiento Civil. Cuando un poder público no cumple con un deber legal quien sea beneficiario del mismo o titular del beneficiario derivado de ese derecho legal, puede intentar el recurso que la jurisprudencia ha llamado recurso por abstención o carencia. De manera que, si solicitada la designación de jueces relatores o adicionales para cumplir con la función pública de administrar justicia, no se sastiface esa petición, yo no vería la dificultad de que un juez pudiera y se atreviera a tomar la decisión de intentar el recursote carencia por abstención en contra del organismo correspondiente en virtud de lo que dispone la ley orgánica de la Corte Suprema de Justicia para obligar a los funcionarios nacionales a cumplir con los deberes legales a los cuales están obligados. Pero en todo caso pues, el comentario que quería hacerles es que, si ciertamente se aumenta la posibilidad que tiene el juez para dictar sentencia, también no se deja de lado de reconocer la facultad que tiene para ello cuando se establece como un derecho de los jueces, el que se le designen jueces relatores o Jueces Adicionales. Habrá que ver en la práctica que eficacia va a tener ese derecho y que recurso
se puede intentar para reclamarlo por parte de los jueces.
Entre otras cosas, que se tenga claro que se esta ejerciendo un recurso legítimo y por otro lado que con eso no se ésta atropellando a ninguna autoridad. Quisiera señalar también respecto a la sentencia que ahora ocurre una circunstancia muy interesante en el Juicio Ordinario, porque a partir del acto de informes van a correr paralelamente tres (3) Plazos Judiciales, a partir de un mismo momento de la conclusión o presentación del Acto de Informes. El primero:un plazo establecido en beneficio de las partes de ocho (8)días para que estas puedan presentar observaciones escritas sobre los informes de su contrario, como lo establece el artículo 513 del Nuevo Código de Procedimiento Civil; pero también se abre un segundo plazo, éste establecido en beneficio del juez, de quince (15) días, para que éste decida si resulta conveniente o no, dictar un auto para mejor proveer, artículo 514 del Nuevo Código de Procedimiento Civil; y un tercer lapso, el de sesenta (60)días para dictar sentencia, artículo 515. Ahora, como dentro del plazo señalado en segundo lugar, el juez puede tomar la decisión de dictar un auto para mejor proveer, se establece en el mismo Código de Procedimiento Civil un motivo de suspensión del lapso para sentenciar, de sesenta (60) días. Me explicaré mejor:”si se presentan los informes, el juez dentro del plazo de quince días que tiene para decidir si dicta auto para mejor proveer, toma la decisión y lo dicta. En ese momento se suspende el lapso para dictar sentencia, para volverse a reanudar después o iniciar de nuevo una vez cumplido el auto para mejor proveer como incluso se deduce del mismo artículo 515 que provee una interrupción del lapso de sesenta (60)días para dictar sentencia en el sentido de que: o se toma la decisión de dictar auto para mejor proveer o se inicia de nuevo el plazo de sentencia porque así se deduce del texto del artículo 515, cuando textualmente dice: “cumplido que sea el auto para mejor proveer, el juez sentenciará dentro de los sesenta (60) días siguientes”. Es decir, que esta es una circunstancia novedosa que a partir de los informes, corran simultáneamente tres (3) lapsos: uno para las partes y dos para el juez y también con la circunstancia que si este toma la decisión de dictar auto para mejor proveer, se suspende el relativo al de la sentencia para iniciarse de nuevo, una vez cumplido el auto para mejor proveer. Por otro lado, en materia de sentencia, hay una norma que quisiera comentar, que es la establecida en el artículo 201 del nuevo Código de procedimiento Civil, que prohíbe a los jueces suplentes temporales de oír informes y dictar sentencias definitivas. Según este artículo 201, los jueces suplentes temporales están inhabilitados para oír informes y para dictar sentencia definitiva. Quiere decir que si algo de ello lo hace en virtud de esa inhabilitación, estaríamos en presencia de un fallo inexistente que no podría ejecutarse y que no produciría ningún efecto porque fue dictado por un juez que no estaba llamado para ello, como lo establece el artículo 201 del nuevo Código de procedimiento civil. El problema se va a presentar con la calificación o la interpretación del carácter temporal de la falta; por que ciertamente, imagínense Uds. Que un juez pida un permiso hasta por un año, de acuerdo con la ley de carrera judicial, sin remuneración; ciertamente que desde el punto de vista gramatical el juez que entra a suplirlo es un juez suplente temporal; pero pudiera entenderse que en un tribunal paralice la causa hasta la conclusión del periodo probatorio y allí toda la causa, porque el juez es suplente temporal. No puede ser, de manera que alguna interpretación habrá que buscar para el carácter temporal de la falta, o si se entiende por tal aquellas faltas que verdaderamente sean breves y no cuando sean determinados períodos de tiempo; por que si no habrá una manera de superar este inconveniente que establece el artículo 201 del nuevo C.P.C por que ciertamente que van a existir casos que afortunadamente no serán de mucha incidencia de permisos, hasta por más de seis meses a un año de jueces, como lo establece la Ley de Carrera Judicial, sin remuneración y se llama a los suplentes que pasan a tener el carácter de jueces temporales, en cuyo caso si se interpreta literalmente la prohibición del articulo 201, no podrían, durante todo el periodo que dure la falta, ni oír informes, ni dictar ninguna sentencia definitiva en ese caso. De manera que habría que establecer una categoría intermedia entre la falta absoluta y la verdadera falta temporal, que no se en este momento como podría llamarse, para obviar ese inconveniente que se deriva de la interpretación textual o gramatical del artículo 201 de nuevo C.P.C. otra observación que quería hacerles es que en le caso que una causa entre a conocer de ella un juez temporal, en el estado en que se encuentre; si por ejemplo había concluido el período probatorio, no podrá haber informes y si había pasado el periodo de informes, el lapso de sentencia no podría abrirse. Tiene desde otro punto de vista procesal otra consecuencia importante: tampoco se inician o hay lugar a que se habrán los términos o lapsos para ejercer los recursos pertinentes, porque la causa está totalmente paralizada. Otro comentario que quería hacerles, es que hay una imprevisión en el nuevo C.P.C., en cuanto se refiere al lapso para dictar sentencias interlocutorias en primera instancia. En efecto, si revisan el texto del artículo 515 podrán observar que allí solamente se fija un término para dictar sentencia definitiva en primera instancia de sesenta (60) días con una prorroga de treinta (30) días; pero no se dice nada respecto del termino para dictar sentencia interlocutoria en primera instancia, como si se hace en segunda instancia, donde se fija un término (30) días para dictar sentencia en este grado de jurisdicción. Entonces surge la duda, si es posible en consecuencia como no hay una norma expresa respecto al término dentro de la cual el juez debe dictar sentencia interlocutoria en primera instancia, entonces hay que aplicar supletoriamente el artículo 10 del nuevo C.P.C. que establece: “que cuando no se fija un término para lograr una providencia, esta debería dictarse dentro de los tres (3) días siguientes a aquel en que se haya hecho la solicitud correspondiente. Es decir, podría aplicarse supletoriamente este término general para cuando no exista un expreso. A mi manera de ver, considero que no es posible, sino que habría que buscarle otra solución por analogía. En efecto este termino del artículo 10 del nuevo C.P.C. no es aplicable a la sentencias en mi criterio, por que las sentencias no tratan de una providencia cualquiera por solicitud previa de las parte como lo señala el artículo 10 del nuevo C.P.C, si no el acto final que dicta el juez de manera unilateral, sin previa solicitud. De manera que no pienso que el artículo 10 resulte procedente para resolver esta Laguna Legal. Por el contrario, si estimo conveniente la aplicación analógica, ya no supletoria, del término para dictar sentencias interlocutorias de segunda instancia conceptuando el art. 251 del nvo. C.P.C. de manera que mi criterio ante la laguna respecto al término para dictar sentencia interlocutoria en primera instancia, pienso que seria procedente aplicar analógicamente; el previsto en el art. 521 para dicta r sentencia interlocutorias en segunda instancia. Otra duda que se me ocurre plantear, es respecto a si cuando se trata de sentencias interlocutorias, resuelto el problema del plazo dentro del cual el juez dicta sentencia interlocutoria, sino únicamente cuando se trata de sentencia definitiva. En consecuencia no puede el Juez prorrogar el Lapso para dicta sentencia interlocutoria o no¿ Yo pienso, por cuanto el diferimiento de la sentencia es en verdad desde el `punto de vista procesal, una prorroga del lapso, para dicta sentencia, tienen una aplicación estricta, porque incluso legalmente como lo establece el art, 202 del Nvo. CPC, para que los lapsos judiciales puedan prorrogarse, se necesita una norma expresa. De manera que mi criterio no es posible prorrogar el lapso para dicta sentencia interlocutoria. Ahora que pasa si el juez no puede dictar dentro del lapso que se haya escogido para dictar sentencia el de tres audiencias si se prefiere el criterio de la aplicación supletoria del lapso general previsto en el art. 10 o el de 30 audiencias por aplicación analógica del articulo 251 del nuevo CPC, que pasa si no se dicta dentro de algunos de esos lapsos la sentencia. Ocurre una paralización del proceso. El juéz no puede diferir. No se cumplió la sentencia dentro de ese plazo y el proceso se paraliza. Eso no le impide que dicte sentencia fuera del lapso, pero dictada la sentencia de oficio; puede notificar a las partes por cualquiera de los medios alternos establecidos en le nvo. CPC, par que el proceso continué siendo una causa imputable a el, justificada o no, el que no haya podido sentencias interlocutoriamente dentro del plazo respectivo, el de las tres audiencias del plazo generalmente del art. 10 o el art. De 30 aun. Del plazo analógico, del art. 521. el debe en virtud de que ahora le corresponde a el impulso del proceso, una vez iniciado dictar sentencia y notificar de oficio a las partes por cualquiera de los medios alternos que se preveen para notificación y citaciones distintas a aquellas para contestar la demanda conforme lo establecen los artículos 230 y 233 del Nvo. Código, es decir por cartel, por boleta, por correo, certificado con acuse de recibo, o por boleta entregada al alguacil, para que lo haga llegar al domicilio procesal de las partes. Voy < a referirme ahora a los requisitos de la sentencia, Decía al comienzo que la sentencia, como acto al fin de un órgano Poder Público, esta también sometida al principio de la legalidad, al igual que lo están los actos del poder legislativo; al igual que lo están los actos del poder ejecutivo, por que repito que la sentencia no es sino el instrumento para que el estado ejerza una función pública la función jurisdiccional, por eso es un acto totalmente regimentada en su forma y contenido, hasta el punto que si se incumple alguna de esas que condicionan su validez, es posible decretar la nulidad de la sentencia; y a eso quisiera referirme. El Nvo. Cpc en cuanto a los requisitos de la sentencia; separa en dos artículos totalmente independientes, el artículo 243 y 244, dos cuestiones aparecían reunidas en un solo artículo en el Viejo Código, es decir el artículo 162 del Código de Procedimiento Civil, derogado. Ciertamente, si examinamos el viejo texto del artículo 162 del C.P.C. derogado vamos a encontrar que allí se regula tanto los requisitos formales intrínsecos de la sentencia, ósea, su contenido, como los vicios de nulidad a que da lugar el incumplimiento de esos requisitos; pero ahora en el nuevo instrumento procesal se separan dos cuestiones que ciertamente son totalmente diferente: primero: los requisitos formales intrínsecos de la sentencia en el artículo 243 segundo: en el artículo 244 las consecuencias del incumplimiento de esos requisitos, más las consecuencias de los vicios de carácter formal en que puedan incurrir los jueces al dictar su fallo. Pero además de este tratamiento diferente a los requisitos de la sentencia y a los vicios de las mismas en dos normas o separadas, el nuevo código de procedimiento civil, mantiene la tradición de los códigos procesales anteriores y en concreto del derogado del 4 de julio de 1916, de separar como una cuestión totalmente distinta de los vicios formales de la sentencia, los llamados motivos de inexistencia de la sentencia. En efecto, el nuevo C.P.C. en su artículo 246 establece los llamados motivos de inexistencia de la sentencia, es decir, aquellos que impiden que esta pueda ser ejecutada porque no es tal, que anteriormente se encontraba en el artículo 168 del C.P.C. derogado. De manera que, en este artículo 246 que correspondía al antiguo artículo 168 del C.P.C. derogado se confiere los motivos de inexistencia de la sentencia. Voy a tratar separadamente estas cuestiones: los requisitos formales de la sentencia, los vicios de nulidad de sentencia y los motivos de inexistencia de la sentencia. En cuanto a los primeros; los requisitos formales intrínsecos de la sentencia, el artículo 243 del nuevo C.P.C., establece los motivos formales que debe llenar toda sentencia desde el punto de vista de su contenido, los que anterior se encontraban abigarrados en un solo texto legal en el art. 162 como requisito de la sentencia, siendo totalmente diferente uno de otro, ahora se separan en 6 ordinales diferentes, y cada uno de ellos establece un extremo de obligatorio cumplimiento por aparte de los jueces. Yo me voy a referir a las modificaciones más importantes, respecto al contenido de la sentencia, la mayoría de ellos están en estos 6 ordinales, del art. 243, y otros se encuentran en el art. 509 del nvo. c.p.c, de manera que siguiendo esta orientación los requisitos formales de la sentencia contenidos en el art. 243. Lo primero que observamos es que se elimina en el ord. Tercero del art. 243, la llamada narrativa de la sentencia y si le sustituye por una síntesis clara precisa y lacónica de la controversia, por que según la exposición de motivos con esta eliminación lo que se persigue en que el Juéz, ponga más énfasis en motivación de hechos y de derechos de la decisión que en la narración de los actos del mismo cuando el legislador en el ord. Tercero del art. 243, elimina la narrativa y la sustituye por una síntesis de la controversia, es consecuente en un principio con un principio que informa todo el nvo. Proceso Civil Vzlno, que es el principio llamado de la simplicidad de las formas procesales; según el cual los actos procesales del tribunal que por supuesto son sentencias también deben ser desde el punto de vista de su contenido, lacónicos, precisos y claros, principio General de simplicidad que se encuentran el art, 188 del nuevo CPC, esta es una modificación importante respecto al requisito formal de la sentencia, otra modificación importante se refiere a l a dispositiva a la cual atiende el ord. Del art. 243. Este ord. A diferencia del código anterior elimina el requisito que exigía que toda sentencia debía condenar o absolver en todo o en parte porque ciertamente puede haber sentencia que no requieran condena, como seria las sentencias constitutivas o las sentencias mero-declarativas, donde ciertamente no hay ninguna condena; sino una simple declaración. Un ejemplo de este tipo de sentencia serranía las que podrían dictarse en los declarativos de prescripción adquisitiva de propiedad a la cual se refiere el art. 690 del nvo. Cpc, donde se dice que la finalidad es la de obtener una declaración sobre el derecho de propiedad y no una condena sobre tal derecho; por tal razón resulta adecuado la eliminación de aquel requisito que exigía que toda sentencia debía condenar o absolver; por que ciertamente según el estado de la cuestión hay sentencias que no pueden condenar por que la pretensión no persigue eso, sino la Cons. De un derecho o la declaración de un derecho. Esto a mi juicio, son las modificaciones más importantes respecto al contenido intrínseco de la sentencia. Pero hay otro requisito también que condiciona la validez de la sentencia que podríamos llamar el de la obligatoriedad Probatoria, contemplada en le art. 509 del nvo. C.P.C donde se le establece al Juez la obligación de analizar todas las pruebas aun las que considere no idóneas, y además razonar su criterio, el porque no las considera idóneas, este `principio aparece ahora dentro del régimen de las pruebas en el nvo. Cpc, como una obligación especifica a los Jueces, a la hora de decidir, anteriormente era un principio general del proceso, puesto que se contemplaba en el art. 12 del antiguo código, como una regla general en materia de actos judiciales, hoy en día, es un deber especifico del juez, a la hora de sentenciar de manera expresa en el art. 509 del nvo. Cpc, del nvo. Instrumento procesal, al igual que los códigos anteriores y en concreto el código de 1986, el nv0. Cpc en el art.254 establece como condición para la declaratoria con lugar de toda demanda, la existencia de la plena prueba de los hechos alegados por las partes. Este principio aparece ahora dentro del régimen de la sentencia mencionado expresamente en el art. 254 del nvo. Cpc, para recordarle al juez que es la condición suprema de la decisión que debe dictar; la plenitud de la prueba para declarar con lugar toda la demanda que anteriormente se encontraba enunciado de manera general en el art. 12 del cpc, derogado y no dentro de las normas atinente a la regulación de la sentencia. Finamente en cuanto a las características formales intrínsecas de la sentencias, el art. 254, del nvo cpc, ratifica un nvo. Principio que se encontraba en el art. 166 del código derogado, que advertía a los jueces, a manera de orientación general que se cuidaran de usar providencias vaga o oscuras en sus decisiones. El legislador considero conveniente repetir este principio y lo establece como una prohibición a los jueces emplear términos como por ejemplo. “aparece de autos” o se in surge de expediente, que sin ligar a duda constituye uniforma y/o Oscura, que no puede servir de motivación alguna a los jueces. Pero les decía que aparte de los requisitos intrínsecos, de la sentencia, en el nvo. CpC, se regulan motivos, de la existencia misma de la sentencia como tal. Entre otros el de fecha por ejemplo, su firma y las formalidades relativas al voto salvado. Respecto a estos requisitos, a los cuales se refiere ahora el art. 246 del nvo. Cpc, que se encontraba también en el art. 168 del código derogado, la Jurisprudencia ha aclarado y sigue siendo válido ese principio que si falta la fecha no hay motivo de inexistencia de la sentencia, siempre y cuando esta este firmada y publicada. De manera que ese principio Jurisprudencial que preciso os efectos del incumplimiento de este requisito, que sin embargo el art, 246 del nvo. Cpc, y el anterior 168 del código derogado, calificaban de existente en materia de existencia y no de la sentencia. De manera que si falta la fecha pero esta firmada por el juez, o todos los Jueces, que deben concurrir a dictar el fallo y demás publicada, no existe un vicio de inasistencia de la sentencia. En canto a la firma ciertamente constituye un elemento esencial de la existencia de la sentencia. Y en cuanto a las necesidades de voto salvado, vuelve a ratificarse la necesidad que el juéz que separe del criterio mayoritario, lo haga constar expresamente dentro de los pasos con las formas establecidas dentro del mismo art. 246.
A parte de esto el mismo art. 246 en su ultimo párrafo,
establece que da lugar a considerar como existente en la sentencia, el que no concurran los Jueces llamados a sentenciar, y la ausencia de la firma de alguno de ellos, con lo cual se ratifica el principio de que la concurrencia de, los jueces titulares y sus firma constituye un requisito de existencia de la sentencia, a estos requisitos yo me atrevería a agregar uno más. Cuando proceden a dictar fallos definitivos los jueces suplentes temporales también en mi criterio, había un vicio de inexistencia de la sentencia, por que según el art. 201 del nvo. Código de cpc. Estos no son Jueces, capaces de dictar sentencia. De manera que a los vicios de inexistencia consagrados en el art. 246, había que agregar el incumplimiento de la prohibición establecido en el Art. 201; cuando lo jueces suplentes temporales, dictan el fallo definitivo, por que ciertamente que no son jueces llamados a sentenciar, el mérito principal de la causa. El segundo aspecto que quería referirme es el de los vicios de nulidad de la sentencia. El nvo. Cpc, sanciona con la nulidad de las sentencia aunque varia las consecuencias e ella como veremos de inmediato. El incumplimiento de los requisitos formales establecidos en el art.243 y la ocurrencia de determinados vicios. En efecto según lo determina el nvo. Cpc, en su art. 244, el incumplimiento de los requisitos señalados en el art. 243 ocasiona la nulidad de los fallos. Y también señala el art. 244 que hay lugar a la nulidad de la sentencia cuando se absuelva la instancia en ella; cuando esta resulte contradictoria, sea condicionada o inejecutable o contenga ultrapetita, ahora en que esta la diferencia del nvo. Código con el anterior respecto a las consecuencias del incumplimiento de los requisitos de forma de la sentencia y
A la ocurresencia de estos vicios si esta ratificando lo
mismo que a la anterior de que la sentencia es nula. La consecuencia muy importante por que ahora la nulidad de la sentencia, por motivos formales o de alguno de los vicios señalados, no es motivo de reposición sino únicamente de nulidad por los jueces de alzada. En efecto según el art. 209, del nvo. Cpc, si un Juez de alzada, observa el fallo apelado que el juez de primera instancia incumplió los requisitos del articulaos 243, o incurrió en algunos de los vicios señalados en el art, 244 declara la nulidad del fallo apelado, pero no repone para que el tribunal de 1 era. Instancia vuelva a sentencia, sino que conserva la Jurisdicción y se obliga a decidir la materia de fondo. Esta es una norma muy importante señalada en el art. 209 del cpc. Sancionado recientemente la declaratoria de nulidad, no lleva consigo la reposición ahora como seguía antes según lo establecido en el art. 230, aparte del código derogado sino que simplemente los vicios formales e intrínsecos de la sentencia sancionan su nulidad más no su reposición, en caso de reincidencia, la declaratoria de nulidad lleva también consigo la aplicación de multas o sanciones pecuniarias a los jueces que hayan vuelto a incurrir en los mismos errores, multas que oscilaran entre dos mil Bolívares ( Bs.2000) y cinco mil bolívares (Bs. 5000) como una manera de corregir la actividad judicial y garantizar el principio de la legalidad, en el acto supremo del proceso, que es la sentencia, sin embargo hay una excepción en materia de nulidad de la sentencia; QUE SI DA LUGAR la reposición. En efecto cuando de los vicios de inexistencia de la sentencia, en este caso el Juez, superior declara la nulidad del fallo, o decreta la nulidad de la sentencia apelada; y además repone. Por que ciertamente, estos requisitos que señala el art. 246, hacen que la sentencia sea tal, hasta el punto que si se dan estos vicios señalados en el art. 246 la sentencia no puede ser ni siquiera ejecutada, por eso la excepción contenida en el art. 209, del nvo. Cpc, si los jueces de alzada constatan el incumplimiento de los requisitos de la existencia de la sentencia contemplados en el art. 246, decretan la nulidad del fallo y además reponen la causa para que los jueces de primera instancia vuelvan a decidir en materia de casación, como operan los vicios de la sentencia. Los vicios de nulidad, es decir la violación de los requisitos del artículo 243 del nvo. Cpc a la ocurrencia de los vicios señalados en el art, 244 da lugar al recurso de casación por infracción de los art. 243 y 242 del nvo. Cpc conforme se deduce del od. Primero del art. 313 del nvo. Cpc. Si los vicios ocurren en la sentencia de la segunda instancia, puesto que estamos hablando de casación. Si estos vicios son de inexistencia, no vicios de nulidad, que ocurren, repito, en segunda instancia, el juez de alzada incurre en los vicios señalados en el artículo 246, en este caso entonces el recurso de casación procede por el quebramiento o infracción de una forma sustancial de la sentencia que es de orden público, conforme a lo establecido en el artículo 313 del nuevo código de procedimiento civil. Dentro de la actividad judicial relativa a la sentencia, quisiera referirme a algunas otras normas que son las referentes al requisito de la privacidad de la sentencia y al de su eficacia. En efecto, según lo establece el artículo 24 del nuevo Código de procedimiento civil en su parte final, el estudio deliberación y además la redacción de la sentencia son de carácter privado y además esta actividad relativa al estudio de liberación preparación y redacción de los fallos, esta sometida como señalaba al comienzo, a un plazo de sesenta (60) días después de presentados los informes y a una prorroga hasta por treinta (30) días como máximo. De manera que se elimina la relación pública de la causa como sucedía hasta ahora y se hace el estudio de la sentencia privada, que el juez podrá hacer ahora entre los quince (15) días que median entre la conclusión del periodo probatorio y a los informes y todavía seguir con el estudio privado dentro de los sesenta (60) días siguientes de la presentación de los informes y aún más, también dentro de los treinta (30) días que difiere o prorroga el lapso para sentenciar. En cuanto a la eficacia de la sentencia. El artículo 247 del nuevo código de procedimiento civil, vuelve a establecer como requisito formal de la eficacia de la sentencia, es decir, para que esta pueda producir validamente efectos procesales el de su publicación, si se trata de sentencias definitivas como lo establece el artículo 247 del nuevo Código de procedimiento civil, artículo que solamente exige el requisito de la publicación por las sentencias definitivas pero las interlocutorias, quizás siguiendo el criterio de la jurisprudencia de la casación, que establece. Que las interlocutorias adquieren eficacia por el solo hecho de que aparezcan en el expediente debidamente fechado y firmado; aunque no se haga la mención de su publicación. Por esa razón estimo que el artículo 247 del nuevo código de procedimiento civil solo exige la publicación para la sentencia interlocutoria. Otra norma del nuevo código de procedimiento civil es la que vuelve a consagrar en nuestro sistema procesal, las sentencias llamadas de reposición, en efecto el artículo 245 del nuevo código de procedimiento civil, las sentencias definitivas en lugar de resolver sobre el merito principal del asunto, pueden limitarse a reponer el procedimiento cuando se detecten violaciones a normas esenciales del mismo, o cuando la ley sí lo determine. Los artículos 206 y 211 del nuevo código de procedimiento civil, regulan la teoría de las nulidades procesales en el proceso venezolano y vuelven a establecer como motivo de tales nulidades la violación de requisitos al procedimiento, o las nulidades declaradas expresamente por la ley. Sin embargo, hay todo un cambio en materia de las nulidades procesales; porque ahora encima de los vicios formales, priva el resultado obtenido. En efecto, si se examina el último aparte del artículo 206 del nuevo código de procedimiento civil se establece: que si bien la violación de los requisitos esenciales del procedimiento civil o cuando la ley declara expresamente la nulidad de determinados actos por violación de algún requisito, la nulidad de lo actuado, o del acto en concreto, sin embargo si hubiere obtenido con el acto el fin para el cual fue destinado, los jueces no pueden declarar la reposición. Esto es importante porque totalmente el sistema de la reposición. Nadamás con recordar lo que sucedía con la aplicación del artículo del código de procedimiento civil derogado, nos puede ilustrar un poco sobre la importancia de esta reforma, de la no obligatoriedad de la reposición cuando se consigue el resultado por un acto viciado formalmente. Es decir, que el fin obtenido convalida el vicio formal. Según el artículo 158 del viejo código, cuando la causa estaba paralizada, para poder continuar el proceso: 1- Era necesario notificar a las partes 2- Que el juez lo decidiera 3- Que alguien lo solicitara, que alguna de las partes que ocurría? Que muchas veces algunos jueces de oficios ordenaba la continuación del proceso y la notificación de las partes, esta se daba por notificada; se lograba la notificación, se dictaba la sentencia; apelaban de la sentencia, llegaban al superior y señalaban, pero como no se solicito por ninguna de las partes la continuación, ahí hay un vicio del procedimiento violación de un requisito esencial del procedimiento y el juez, por más que hubiere logrado lo que quería, que era, que se dictara la sentencia, que las partes estuvieran a derecho y que recurrieran en apelación o en casación, tenían que anular y reponer y que se volviera a dictar sentencia, a pesar de que se había logrado lo que se quería que era que se dictara la sentencia, que las partes estuvieran a derecho y que recurrieran en apelación o en casación tenían que anular y reponer y que se volviera a dictar sentencia, a pesar que se había logrado lo que se quería por el legislador en el artículo 158. ahora, no podrá ocurrir eso, en virtud de esa disposición contenida en el último aparte del artículo 206.porque, si se consiguió el resultado esto esbana convalida cualquier vicio de carácter formal. También en materia de nulidad procesal, es conveniente recordar que la reposición no es ya la consecuencia obligatoria de las nulidades de la sentencia por vicios de forma como lo aclara el artículo 209 del nuevo código de procedimiento civil y al cual me referí hace instante. Experticias complementarias de la sentencia. Ciertamente que se mantiene el principio de la experticia como un complemento de los fallos, cuando los jueces en materia de sentencia de condena, no puede fijar esta; ó cuando haya que pagar frutos, intereses o daños. El juez, entones, acude a la figura de la experticia complementaria del fallo. Anteriormente esta figura se regulaba en el artículo 174 del viejo código de procedimiento civil, ahora aparece regulada en el artículo 249 del mismo instrumento procesal. Las modificaciones respecto al antiguo régimen son las siguientes: los peritos que van a practicar ahora la experticia complementaria del fallo, pueden ser: uno ó tres. Antes era siempre dos: en efecto, según el artículo 455 del nuevo código de procedimiento civil, se prevee que las experticias ordenadas de oficio por el juez, pueden ser prácticamente por un perito o por tres. Segundo: que las reglas de justiprecio que deben seguir los expertos de experticias complementarias del fallo como lo aclara el artículo 249, no son los del código civil, sino las del código de procedimiento civil, es decir, que en materia de experticias complementarias del fallo, las reglas obligatorias para los expertos son ahora contenidas en los artículos 556 ó 562 del nuevo código de procedimiento civil. Y por ultimo en tercer lugar se aclara que, cuando se trata de reparación de daños morales, los jueces no deben ordenar, ni pueden ordenar experticias complementarias del fallo, por que así lo determina ahora el artículo 250 del nuevo código de procedimiento civil. Esto significa que el juez deberá proceder según su prudente criterio en atención a la facultad que le confiere el artículo 1.196 del código civil. De manera que experticias complementarias del fallo solamente en materia de daños materiales: pero no en materia de daños morales. Respecto a otras reglas en materia de sentencias, me voy a referir a la regla que establece: la imperatividad de la sentencia, y a la regla que permita la revocatoria o reforma de los actos, o providencias de mero trámite o sustanciación. En cuanto al primer aspecto, el nuevo código de procedimiento civil, cuando estén sujetas a apelaciones, pero mantiene el recurso de la aclaratoria de la aplicación o de la corrección material de los fallos por parte de alguno de los intervinientes en el proceso. Es decir, que si bien ratifica la prohibición de la imperatividad o la obligatoriedad de los fallos para los jueces: sin embargo, deja el recurso de la aclaratoria de la aplicación o de la corrección. Y en materia de actos de trámites o de mera sustanciación, el artículo 310, se mantiene la posibilidad de su revocatoria por contrario imperio, cuando se trate, repito, de decisiones judiciales no apelables, a como lo ha llamado la Doctrina y la jurisprudencia, de mero tramite, de ordenación de instrumentación, o sustanciación. Anteriormente se encontraba también en el artículo 164; pero ahora se aclara que recursos existen contra las decisiones de los jueces, cuando nieguen una revocatoria por contraria imperio, o cuando la acuerden, por lo que siempre se discutió en la jurisprudencia. En este sentido en el artículo 310 del nuevo código de procedimiento civil, se aclar0a que, contra las negativas de las revocatorias o reformas por contrario imperio no se da recurso alguno. De manera, que si se solicita la revocatoria por contrario imperio y el juez la niega, la parte solicitante no puede impugnar esta decisión por ningún tipo de recurso. Pero por el contrario, el mismo artículo 310 establece: que en caso contrario, es decir, cuando ante una solicitud de revocatoria por contrario imperio de una decisión, el juez la acuerde, existe el recurso de apelación, pues en un solo efecto. Es decir, en el efecto devolutivo de la apelación. En este sentido, cuando se trata de decisiones que acuerden una revocatoria o reforma de un acto de mero trámite, en lo que se refiere a la apelación, el legislador en el artículo 310, lo que hace es aplicar el principio general establecido en el artículo 291, que cuando se trate de apelaciones contra sentencias interlocutorias estas se oyen siempre en un solo efecto, que es el nuevo principio establecido en materia de apelación contra las interlocutorias. Ahora no se distinguen si estas deben ser ejecutadas, o no, de manera urgente, para ordenar su apelación en ambos efectos o en un solo efecto, si no que basta según el artículo 291, que se trate de una sentencia interlocutoria para que la apelación no oiga en un solo efecto. Me voy a referir ahora a los primeros medios equivalentes a la sentencia de terminación del proceso: la transacción y la conciliación y segundo después me voy a referir a los medios afines a la sentencia o a los jurisdiccionales de terminación del proceso. 1.- estos medios equivalentes a la sentencia de terminación del proceso; ya no proviene del juez, sino de las partes. Pero por tener el mismo efecto de la sentencia, el cual es terminar el proceso, se dice que son equivalentes a la sentencia y son: la transacción y la conciliación. La conciliación es una suerte de transacción enteramente procesal o judicial. El nuevo código de procedimiento civil en su artículo 255 traslada al código de procedimiento civil, el principio en el artículo 1718 del código civil que establece: “que el valor equivalente de las transacciones al de la cosa juzgada que tiene la sentencias principio este que se encontraba en el código civil en el artículo 1718 y no en el código de procedimiento civil. El legislador lo que hizo fue considerar más propio, trasladar este principio al código de procedimiento civil, señalado expresamente, en razón de la consideración de la transacción como un medio equivalente a la sentencia para terminar el proceso. Igualmente el nuevo código de procedimiento civil en el artículo 200 del código de procedimiento civil derogado, que establecía la equivalencia entre la conciliación y la sentencia. Lo único es, que le nuevo código en su artículo 262, establece que ese valor equivalente de la conciliación es con la sentencia definitivamente firme. Por consiguiente, en razón de lo establecido en el nuevo código de procedimiento civil, la conciliación como tal, no viene a ser otra cosa que una transacción. Solo se diferencia de la transacción, que la conciliación puede ocurrir en juicio. No puede haber conciliación extrajudiciales, si no únicamente judiciales y además la diferencia entre la conciliación y la transacción corriente u ordinaria, es una transacción excitada ó movida por el juez como lo establece el artículo 257 del nuevo código de procedimiento civil. Una diferencia importante que se encuentra en el nuevo instrumento procesal es la que se consagra en el artículo 255 y en el artículo 256 acerca de la transacción extrajudicial y la transacción judicial. En efecto, según la exposición de motivos en el artículo 266 esta referido a la transacción extrajudicial mientras que el artículo 266 esta referido a la transacción procesal, como la llaman. La diferencia entre una y otra es, que si bien, la extrajudicial puede tener el valor de la cosa juzgada, sin embargo, para que pueda ser ejecutada como una sentencia, requiere de la hemologación. En cambio, la transacción procesal por el hecho de haberse celebrado en juicio y convalidada por el juez en el juicio, puede ser ejecutada como una verdadera sentencia. A parte de haber incluido el código de procedimiento civil una norma referente a la transacción extrajudicial también como un medio de terminar el proceso, el nuevo código al cual me he venido refiriendo y comentando, agrupa ahora en un solo capitulo. El capitulo segundo del titulo quinto, tanto a la conciliación como a la transacción. En efecto dentro de este capitulo segundo del título V, se dedica los artículos 255 y 262 tanto a la transacción como a la conciliación. Además según lo establece el nuevo código en el artículo 260, se aclara que el hecho que el juez haya excitado a la conciliación, ó haya hecho la propuesta de conciliación a las partes, ello no suspende el curso de la causa, que es una previsión que se mantiene, que es muy importante para distinguir la de la propuesta de transacción jurisdiccional. Igualmente en materia de transacción el nuevo código de procedimiento civil aclara que no hay a costas salvo pacto en contrario expreso, estipulado por las mismas partes. En el artículo 277 en lo que se refiere a los costos en las transacciones se aclara que como principio general en las transacciones no hay lugar a costos, pero por excepción si cuando las partes así lo preveen. Es verdad, que no hay una norma parecida en materia de conciliación. No hay ningún dispositivo legal, que aclare el régimen de los costos cuando haya habido conciliación, como si lo hay en materia de transacción, hasta el punto como lo he señalado que el principio es que no hay costos salvo que las partes así lo acuerden pero nada impide en mi criterio aplicar el mismo principio del artículo 277y la conciliación que también es otra suerte de transacción que también es otra suerte de transacción. De manera que si hay conciliación, el principio general es que no hay costo, salvo que las partes así lo hubiere acordado. Medios afines de la sentencia de terminación del proceso. Estos medios a diferencia de la sentencia, no proviene del juez, sino de las partes. Se diferencia de los segundos que veíamos, de los equivalentes a la sentencia que requiere el consentimiento de ambas partes. Se trata estos medios afines de verdaderas manifestaciones de voluntad unilateral de una de las partes de querer terminar el proceso y son entre otras: El desistimiento de la demanda El convencimiento en la demanda. A ello se refiere el artículo 263 del nuevo código de procedimiento civil. Como tal, son unilaterales, de manera que no requieren la aceptación de la otra parte, por otro lado, el artículo 263, del nuevo código de procedimiento civil a diferencia del artículo 205del código derogado, aclara que, tanto el desistimiento de la demanda, como el convenimiento en la demanda proceden en cualquier estado y grado de la causa. En efecto, el artículo 205 del antiguo código indicaba que procedía en cualquier estado, pero ahora se aclara y se precisa conforme al texto del artículo 266 que también es cualquier grado de la causa. Además se vuelve a establecer como requisito de su eficacia la homologación, Por parte del juez, siendo que no se trata de una simple declaración del juez, sino verdadero examen de los requisitos de validez de uno y otro es decir, la capacidad de las partes para desistir y para convenir y si la materia en realidad así lo permite. Además se le atribuye igualmente carácter de cosa juzgada una vez declarada la eficacia por el juez. Se vuelve a insistir que ambos son irrevocables, una vez expresados por las partes y que el tribunal los haya reconocido como validos. Y por otro lado se establece como requisito de validez del desistimiento de la demanda y del convenimiento en la misma en el artículo 264; para que pueda ser válida ambos actos de terminación unilateral del proceso, es necesario que se tenga la capacidad de disposición del objeto de la controversia. Y además, cuando en la materia no existían las mismas prohibiciones que existen para transar. Así lo establece el artículo 264 del Código de procedimiento civil. Esto quiere decir que no se treta de una mera declaración de convalidación del desistimiento de la demanda o del convenimiento en la misma, si no que el juez en virtud en virtud de ese mandato del artículo 264, tiene que examinar primero, si quien desiste o conviene puede disponer de la litis. Y segundo. Si en verdad no hay una prohibición que impida celebrar esos desistimientos de la demanda. Otro medio unilateral de terminación del proceso es el desistimiento del desistimiento del procedimiento. En verdad a diferencia del desistimiento de la demanda; el desistimiento no produce el efecto de cosa juzgada; por que quien desiste del procedimiento puede volver a proponer la demanda. Lo que en verdad produce el desistimiento del procedimiento es la extinción de la instancia. Es decir, el grado donde se planteó la controversia. Para que el desistimiento del procedimiento tenga el efecto de la cosa juzgada es necesario que la causa se encuentre en segunda instancia. En este supuesto; ciertamente que el desistimiento si tiene el efecto de la cosa juzgada por que significa algo más que desistir del procedimiento. Significa renunciar a un recurso, por lo cual la sentencia queda firme. El nuevo código de procedimiento civil, dedica el capitulo tercero del título V a el desistimiento del procedimiento. En efecto en su artículo 265 vuelve a repetir el artículo 206 del código derogado, el legislador en el nuevo instrumento procesal, exigiendo que, si el desistimiento ocurre después de contestación de la demanda, es necesario el asentimiento del demandado del demandado. La observación que pudiera hacérsele al artículo 265 es que se elimina aquella fórmula llamada retiro de la demanda, que no era otra cosa si no el desistimiento del procedimiento antes de la contestación, pero que no era sino también un desistimiento del procedimiento. La diferencia entre retiro de la demanda como el procedimiento y el desistimiento del procedimiento propiamente dicho era: que para retirar la demanda no se requería el asentimiento del demandado porque no había ocurrido la contestación y para el segundo sí, porque había ocurrido la contestación. Hoy día ya no hay referencia al retiro de la demanda, si no que simplemente se distingue, que, si el desistimiento es antes de la contestación, no se requiere el asentimiento del demandado; pero que si es después si se requiere el asentimiento, con lo cual se unifican los términos. Es la misma figura procesal: desistimiento del procedimiento, solo que para que esto ocurra después, de la contestación de la demanda, se establece como requisito de la eficacia, el asentimiento del demandado. Un aspecto importante ahora, en materia de desistimiento del procedimiento en su efecto, no solamente procesal de extinguir el proceso, si no respecto a la inadmisivilidad de la nueva demanda. En verdades desistimiento del procedimiento se extingue la instancia pero no tiene el efecto de cosa juzgada solo que ocurra en segunda instancia. Eso quiere decir entonces que el demandante que desiste del procedimiento puede volver a intentar la demanda de nuevo, como lo establece el artículo 266 de nuevo Código de procedimiento civil; solo que ahora se establece la prohibición de volver a intentar antes de los noventa (90) días de haber sido declarado ú Homologado el desistimiento del procedimiento. Es decir que le demandante que desiste del procedimiento no puede volver a intentar la demanda, sino después de noventa (90) días y así lo hache el juez ahora de oficio, como lo determina el artículo 341 que regula el acto de admisión de la demanda estas cosas no existían en el viejo código como un acto procesal y autónomo sino que en la practica el acto meramente de recepción se le llama de admisión y se concentraba una formula vacía de que la demanda se daba por recibida y además se admite cuanto a lugar en derecho salvo a su apreciación en la definitiva. En realidad no significaba nada que no fuera una constancia de la recepción de la demanda para los efectos de caducidad por una constancia de la recepción de la demanda para los efectos de caducidad por ejemplo, o para los efectos de prescripción si se solicita copia certificada de la misma. No era verdad que le juez examinaba los presupuesto procesales de la demanda, la competencia, la capacidad procesal si era valida la demanda como propiamente se hace para admitir una demanda. Era incierto que lo hiciera, cuando decía; que admitía cuanto ha lugar era derecho de la demanda; como si hubiera revisado su competencia en limini litis, o como si hubiera revisado la legalidad o no de la demanda. Ahora el artículo 341 del nuevo código de procedimiento civil, establece como obligación del juez, revisar aspectos entre otros, si no existen motivos de in admisibilidad. Uno de ellos es el contemplado en el artículo 266 del nuevo código de procedimiento civil, que prohíbe admitir demandas.
La jurisprudencia constitucional como fuente obligatoria del derecho: Una aproximación desde la ideología jurídica al discurso de la corte constitucional colombiana