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Sanabria, 1

María José Sanabria


Griselda Córdova Romero
Literatura mexicana del Siglo XX
A00817167
Resumen: Poesida es una obra poética que trata sobre el dolor, la muerte y la negligencia de la
comunidad homosexual en la segunda mitad del siglo XX. A través del verso libre, los
modismos, anglicismos e imágenes trágicas, Bohórquez toma la narrativa sobre el estilo de vida
de los homosexuales con VIH positivo y, específicamente, aquellos que mueren de SIDA. Esto
representa un hito para visibilización de los problemas de la periferia y, sin embargo, fue
terriblemente ignorado por el canon de su época. Bohórquez, así, se convierte en un autor que
activamente rechazó el discurso del centro, y a través de su poesía logró proponer resistencia. En
esta ponencia se analizarán los recursos del texto para sensibilizar a quien lo lee, (re)clamar al
centro y llorar por sus muertos, para así entender la razón detrás de su no-distribución y su baja
circulación en la época.

Melancolía, muerte y control a través de Poesida

Abigael Bohórquez logra, en su obra Poesida, transmitir la miseria de los homosexuales,

y todos aquellos afectados por el VIH en México, en el siglo XX. El poemario, a manera de

testimonios y escenas de miseria, logra reclamar y transmitir la tragedia de vivir afligido por una

condición de la que no hay otra salida más que la muerte. El autor, en su nota a manera

introductoria, habla sobre la exclusión social, la violencia, y el yo nunca, al que la sociedad

recurrió a manera de superioridad moral. El tener VIH positivo era equivalente a ser

homosexual: en un contexto social donde no existe información sobre el virus, y con la carga que

suponía tener la marca del homosexual, se vieron más solos y desamparados con un sistema de

salud sin los suficientes recursos (y sin la suficiente motivación) para salvarlos.

El problema con el VIH, a diferencia de otros padecimientos letales, es su relación con

los homosexuales. Pasando la mitad del siglo XX la homosexualidad había dejado de ser ilegal,
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sin embargo, el tabú social y la ilegalidad moral permanecía. Una peste que asesinaba a los

homosexuales de la noche a la mañana podría parecer nada menos que un castigo divino. En

Poesida, es posible acercarse a una recolección de memorias, de nombres, de clamores, de

sufrimiento y melancolía, la cual, verso con verso, toman al lector con ambas manos y lo

sacuden, obligándolo a ver el dolor de los calificados como inadaptados sociales. Es esta

realidad, la humanización y los sentimientos crudos, que hace la obra de Abigael Bohórquez tan

incómoda.

Ahora es casi imposible encontrar un ejemplar impreso de la obra. El propósito de esta

breve investigación en forma de ponencia será el de conjugar los temas (melancolía y muerte)

con la falta de distribución de la misma. Los poemas, con un discurso social tremendamente

fuerte de Abigael Bohórquez son poco conocidos, y se pretende entender si esta baja distribución

viene de la falta de interés en la temática, por el tema tratado o por el control de discurso. Para

esto, se va a analizar la teoría de discurso y poder de Foucault, las manifestaciones del deseo

queer y su marca como resistencia social en la poesía de Bohórquez, la teoría de depresión y

melancolía de Julia Kristeva y la historia de distribución del texto.

Foucault, según Weedon (1987), define el discurso y el poder ejercido al control del

mismo como “la dinámica del control y la falta del mismo entre discursos y sus sujetos,

constituido por discursos, que son sus agentes. El poder se ejerce con discursos de la manera en

la que se constituyen y gobiernan sujetos individuales” (p. 113). El control se aplica a través del

discurso. Esto es: lo que se dice y lo que se deja de decir influye directamente en el aprendizaje y

pensamiento de los sujetos individuales. A través de la censura o la difusión de conocimiento es

posible ejercer el poder sobre los receptores. Así, se puede manejar el pensamiento y la

percepción de la sociedad que recibe la información.


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El discurso equivale a control, y lo censurado, o lo controlado, son las disidencias

sociales. Las personas que se relacionan distinto al canon pueden ser controladas y censuradas,

física e ideológicamente, eliminándolas del discurso popular. Las marcas queer (torcidas, o

chuecas, por su traducción literal al español) en la poesía de Bohórquez también funcionan

resistencia social y representación. Gerardo Bustamante Bermúdez (2016), en su estudio “Juan

Bañuelos y Abigael Bohórquez: la poesía como resistencia y representación social” habla desde

un punto sociológico literario sobre “la subjetividad poética de su versión y compromiso con la

función social de la poesía en momentos emergentes en la historia cultural del siglo XX” (p. 1).

Las marcas queer dentro de la poesía de Bohórquez irrumpen en el discurso moral y social de lo

“infectado” e introducen la humanidad y el amor por la vida.

Junto con esto, la melancolía y la muerte a la que quienes llevan la vida queer se

enfrentan, por el VIH, está codificada dentro de la poesía. Kristeva, en su obra Sol Negro.

Depresión y melancolía, habla sobre la tristeza y su coexistencia con la consciencia: “Ausente

del sentido de los otros, ajena, renuente a la dicha ingenua, mi depre me brinda una lucidez

suprema, metafísica”, es en esta depresión donde la mente asciende a una consciencia más plena.

El dolor, aparentemente, puede otorgar sabiduría. Puede otorgar lucidez.

Bustamante Bermúdez también estudió, editó y anotó la obra Abigael Bohórquez, poesía

reunida e inédita y, en su prólogo, escribe: “Bohórquez [...] es un cuerpo y discurso político

sobre la memoria, la rabia y la escritura solitaria y consecuente, pues se volvió contracorriente de

los discursos imperantes, ya sea en el campo político, intelectual e incluso amoroso-sexual" (p.

5). La resistencia que Bohórquez presenta en su obra Poesida es premeditada para ser disidente.

Bajo la amenaza del SIDA, los homosexuales se ven empujados a vivir su sexualidad en

clandestinidad, y parece que bajo esta misma clandestinidad es que Poesida se ve obligado a
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circular.

El texto ganó, en 1992, el Premio Internacional de Poesía, convocado por la

CONASIDA, la Organización Panamericana de la Salud y la UNAM. El premio, sin embargo,

nunca le fue otorgado, y el texto jamás se publicó. No fue hasta en 1995 que, en la ciudad de

Tijuana, gracias al esfuerzo de Mario Bojórquez y la editora Elizabeth Algrávez se logró publicar

por primera vez. Por la temática del poemario, se creyó ampliamente que el texto era también el

testimonio de enfermedad del autor, aunque Bohórquez falleció de un infarto culminante. Esto es

un claro ejemplo del aislamiento y exclusión al que las personas con VIH positivo, e incluso de

quienes se sospechaba el padecimiento.

El Vampiro de la Colonia Roma, de Luis Zapata, marca un precedente sobre la

publicación y recepción de textos con temática homosexual. El libro causó tanto escándalo que

se optó por venderlo dentro de bolsas negras para prevenir la hojeada de lo que era considerado

pornográfico. Es este estigma mexicano el que acompaña el horizonte de recepción (y censura)

de obras de este tipo. La exclusión de este discurso de periferia es una consecuencia directa del

rechazo a lo otro y, por ende, lo no-canónico.

Sobre las marcas de homosexualidad y el reclamo de la vida, en el texto es posible

encontrar la extrapolación entre el dolor, la muerte, y la añoranza por un pasado mucho más…

vivo. El poema “Tergiversito” cuenta con una estrofa de cuatro versos libres:

“Nuestras vidas
eran ríos que
fueron dar a encamar que
¿fue el vivir?”
(p. 552).

La expresión de la vida como río y su final como el estancamiento “encamar” expresa la

melancolía de lo que alguna vez corrió lleno de movimiento y termina en un alto total, sin
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libertad alguna. La forma poética de Bohórquez funciona contraponiendo dos elementos, la cama

y el río, que al inicio no parecen relacionados en lo absoluto pero que pueden ir de la mano si se

habla del movimiento que suponen. Un breve poema que, pareciera también, un breve

pensamiento y podría incluso emular la brevedad de la vida, es lo que utiliza Bohórquez como

remembranza de otros tiempos y otras formas de vivir. Cuando la vida se topa con un

estancamiento repentino, que no tiene cura, sólo queda el echar de menos el pasado, y añorar el

tiempo en el que no era todo tan corto.

En “Carta”, Bohórquez habla sobre y para una calavera, el estado terminal de un paciente

con SIDA. Describe a los huesos, y la piel pálida, y cómo la enfermedad lo carcome y lo termina.

La óptica de este poema se aproxima a la condición desde lo estético hacia lo vivencial. Primero

expone lo físico y luego sus funciones, “y el ojo, enamorado/ de lo que da la sencillez terrestre, /

y la oreja/ que alguna vez no escuchará la vida,” (p. 550) alcanza un clímax al hablar de la

felicidad que dicha calavera poseyó:

“Mi calavera
donde ocurrió la luz
y tremó el corazón y aulló la magia
y la carga mortal de los desamoríos,
y que descabelló sus ojos turbios
desencantadamente
sobre hombres de vientre glandular:
ama con su terrena potestad aún
la vida
y le crece la barba y encanece,
pero ah, tú,
el más abandonado y lejos entre la
muchedumbre,
soy tu palabra,
cántala conmigo”
(p. 550)

Y una vez más se encuentra la comparación por medio de extrapolaciones, como

“calavera/luz” y “magia/desamoríos”. De esta manera la melancolía se hace presente en el texto,


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como la tristeza que duele y que recuerda tiempos mejores, que, aunque hermosos, e intensos, se

convierten en tragedia. Nombrar los estados actuales y el gozo pasado es lo que convierte esta

poesía en algo tan crudo que continuamente representa una oda al pasado.

El poema “Mural” comienza hablando sobre la opresión, diciendo “siempre los vi morir

de la otra muerte urbana”, enunciando la violencia social y los riesgos a los que ya de por sí se

encontraban los homosexuales por vivir su sexualidad y vida amorosa en público. Presenta, así,

la vida de exclusión a la que ya se enfrentan las personas homosexuales, sin el SIDA. Enuncia a

la ilegalidad, la soledad, el rechazo al que se enfrentan. Y termina, una vez más, con el joie de

vivre. Bohórquez cierra:

“[…] Lo lamento deveras. Me la mento


por los viejos instantes de pureza que vivimos a lomo de aventura
recolectando frutos de solazz,
bucólica andrajancia
de respirar a pleno mar un sexo
y poseerlo canallamente abril
sobre la playa,
y entrecruzar los cuerpos bajo la luna ebria
junto al silencio cómplice
de las guitarras,
por concertar sin miedo
los supremos poderes de amarnos
entre la hierba,
por tomarnos de la cintura
bajo el sol lúgubre silbo
de la parca,
porque fuimos de libertad la flor y dábamos
de flor la fruta verde.
Ahora, casca vana la nuez,
Y a la manzana
Le ha nacido un gusano.”
(p. 563)

En estos versos libres se encuentra, primero, el dolor por quienes antes vivieron “a lomo

de aventura”, la suerte que, en el pasado, una vez más, se vivió y que ahora resulta en dolor. “de

respirar a pleno mar un sexo”, es sobre la práctica sexual sin miedo a la que se podía acceder
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antes del VIH positivo. La comparación de la vida libre con la musicalidad de las guitarras, que,

aunque son “silencio cómplice”, en el contexto simbolizan la vida por la que vale la pena cantar,

y termina con “casca vana la nuez/Y a la manzana/ Le ha nacido un gusano”, con lo cual se

pierde el sentido principal de los objetos, como antes los oídos pierden el sentido de escuchar, y

la piel el color, y las personas la vida.

Bohórquez clama en resistencia con sus versos titulados “Relato”, que son, si acaso, las

narraciones más tremendas del texto. La enunciación de las víctimas viene a modo de retratos de

sus vidas. En el primero habla de Lesbia Roberto, “muerto” de “Qué vergüenza de la familia”,

que vive asediado “de muerte”: Lesbia retrata el final de quienes son rechazados, junto con

Pájara Gustavo, a quien encuentran “tieso, con el alma trizada […] salvada de sin amor, de sin

calor/humano. Ni divino”, y así con las realidades de Daniel L’amour, Sarito, Braulio Ayeres,

Bartolito, don Chuy, Lolo, Estrellita de Enero, Leticia, Salomón, la Yetis, Chiquita, Juan

Manuel, Jesús, y el narrador “yo”.

La humanización de estos destinos trágicos se logra a través del nombramiento y de las

circunstancias. Con esto, Abigael toma la cara del lector y lo obliga a ver las realidades

incómodas. Este texto está lleno de sexualidad, fatalidad, añoranza y resistencia. El acto de

enunciar a las víctimas de la homofobia, a los muertos con nombre, obligan al receptor a

reconocer las realidades que constantemente son censuradas.

Poesida termina con “Envío”, donde habla, específicamente, de las últimas fatalidades de

la muerte y lo que se deja atrás, en decadencia. El poeta le habla a una persona en específico, y le

hace un recordatorio de su vida, y una descripción de su muerte:

“[…] ya evocación y duelo


casi herrumbre
al Tizio donde nadie habrá de rescatarte
de la corriente abajo
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de tu sueño.”
(p. 574)

La muerte como un sueño que arrastra es el cierre de un libro lleno de emociones

extremas y contraposiciones polares. Es el vacío que deja el haber terminado un reclamo a quien

lo lee y un clamor de compasión, atención y empatía. La rabia que permea las páginas del texto

simbolizan la resistencia de quienes en México del siglo XX han sido sistemáticamente

invisibilizados, y, con el SIDA, aparentemente descartados.

La humanización que Bohórquez logra a través del recuento de los sentimientos y la

constante amenaza de la muerte que se los lleva es el arma más fuerte contra el silencio y la

exclusión social a la que los homosexuales se enfrentan en el siglo XX con el brote del VIH. En

un México en donde la cultura rechaza la periferia y que activamente busca censurar el discurso

de los que no pertenecen al centro. La eliminación de este discurso obliga a quienes viven en la

periferia a seguir viviendo desde la clandestinidad.

Con Poesida, podría argumentarse un sinfín de cosas por las cuales la CONASIDA et al

terminaron sin darle el premio económico a Bohórquez y sin publicar la obra. Podría

argumentarse la falta de organización, algún contratiempo con el texto, o el control discursivo

por medio de la literatura. Es preciso remitirse a los hechos: el discurso creado por Abigael

Bohórquez es de aquél que acusa al centro de los pesares, del aislamiento y del rechazo, a lo que

sólo funciona como adorno la muerte a manos del SIDA, como un plomazo de gracia que sólo

agravió el estado de segregación en el que las prácticas sexuales no-canónicas se ejercen.

Sería interesante, para futuros acercamientos a la obra, encontrar el sistema cultural del

grupo homosexual en México en el siglo XX. El texto cuenta con modismos y retratos personales

de la vida de las personas, y, a manera de búsqueda por la historia de los homosexuales en el

país, el texto cuenta con datos importantes para tener una idea de la vida de quienes vivían
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abiertamente su sexualidad en el brote de VIH en el país.


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Referencias
Andrew M. Gordus. "Silence and celebration: Queer markings in the poetry of Abigael
Bohorquez." Mexican Studies/Estudios Mexicanos 15.1 (1999): 131-150

Bermúdez, Gerardo Bustamante. "El SIDA como enfermedad literaria: Abigael Bohórquez,
Pedro Lemebel y Joaquín Hurtado." Signos Literarios 11.22 (2015)

Bohórquez, Abigael. “Abigael Bohórquez, poesía reunida e inédita” Instituto Sonorense de


Cultura. Edición de Gerardo Bustamante Bermúdez

Bustamante Bermúdez, Gerardo. "Juan Bañuelos y Abigael Bohórquez: la poesía como


resistencia y representación social." Acta poética 37.2 (2016)

Domínguez, Efrén Ortiz. "Sublime abyección: La poesía de Abigael Bohórquez y de Juan


Bañuelos." CiberLetras: revista de crítica literaria y de cultura 11 (2004)

García Castillo, Jesús Eduardo. "Como los labios de una misma boca: Cuatro acercamientos a la
poesía mexicana de temas homosexual y gay." La ventana. Revista de estudios de
género 4.38 (2013)

Hall, Stuart. "Foucault: Power, knowledge and discourse." Discourse theory and practice: A
reader 72 (2001)

Kristeva, Julia. Sol negro: depresión y melancolía. Monte Avila Editores Latinoamericanos,


1997

Marrero, Juan Rogelio Rosado. "La poética disidente de Abigael Bohórquez." CONNOTAS.


REVISTA DE CRÍTICA Y TEORÍA LITERARIAS 17 (2017): 9-30

Ulloa, Luis Martín. "El tema homosexual en la narrativa mexicana del siglo XX." I Coloquio de
Cultura Mexicana: 15-20.

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