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“AÑO DEL BUEN SERVICIO CIUDADANO”

Curso:
Derecho Constitucional General.
Tema:
Elementos Básicos de la Teoría de la Constitución
Política.
Profesor:
Rentería Sánchez Mario Elias.
Ciclo: Turno:
III ciclo. Mañana.
Facultad:
Derecho Y Ciencias Políticas.
Integrantes:
Aponte Castro Elian
Sánchez Ramírez Fiorella

Piura- Perú
2017
INTRODUCCION

A través del estudio de la teoría de la constitución política, podremos destacar el rol


creador del poder constituyente, la supremacía constitucional y la técnica jurídico-
normativa para la defensa de los derechos constitucionales, en situaciones propias de
nuestra carrera.
Toda Constitución Política tiene por finalidad concreta la construcción jurídica de un
orden político estatal. Dicho de otra forma, las constituciones, cualquiera sea su clase,
tienen como fin esencial, elaborar el ordenamiento jurídico del país, instituyendo, para
el efecto, las normas, órganos, procedimientos, recursos y competencias requeridas
para hacer funcionar al Estado.

El contenido de la C0nstitución, deberá ser lo más general posible, dejando los


detalles para ser desarrollados por la legislación común.
Dentro de la teoría de la Constitución se encuentran establecidos los elementos
necesarios para poder interpretar la Constitución es decir de fundamento
Universalización del término «constitución»

Los documentos escritos que fijan las reglas de organización del poder del Estado,
recibieron, desde su aparición, el nombre de constituciones políticas.
Estas constituciones establecieron las normas jurídicas básicas, los principios
generales y las prácticas sociales, a las que debía encuadrarse la estructura general
de las naciones, que habían decidido vivir organizadas estatalmente.
Señalaban también estos documentos, los órganos y procedimientos que regularían el
ejercicio de la autoridad pública, así como las atribuciones de los ciudadanos para
fiscalizarla permanentemente, en el contexto de un ordenamiento legal, caracterizado
por el pleno goce de derechos, libertades, seguridad, coexistencia pacífica y
constructivismo socioeconómico.

El origen de las constituciones, se remonta a la segunda mitad del siglo XVIII. No hace
más de 230 años. Las ex colonias inglesas de América, se independizaron, dando
lugar a la formación de trece estados libres y soberanos en 1776. Algunos de estos
nuevos estados ya tenían su Constitución Política, tal es el caso de Carolina del Norte,
que recibió de John Locke un proyecto de texto constitucional en 1669.

Para evitar la dispersión de sus recursos y energías, los estados recién


independizados, decidieron unirse en una gran alianza federal, a la que denominaron
los Estados Unidos de Norteamérica. Esta poderosa federación estatal dio a conocer
su Constitución Política en 1787. A partir de entonces no ha dejado de estar vigente.

E término constitución se ha universalizado. En la actualidad, todo grupo social que


pretenda convertirse en Estado y actuar como tal, deberá dotarse de una Constitución
Política. Caso contrario, podrá ser una entidad asociativa nacional, pero no un Estado
propiamente dicho.

Uso del término “constitución” a través de los tiempos


Hoy usamos el término constitución, como sinónimo de documento prescriptivo, que
contiene un conjunto de reglas, principios y prácticas convenidas, al que debe
someterse toda la sociedad, con miras a la defensa de sus derechos, libertades,
intereses e ideales.
Constitución es, por así decirlo, un deber ser social, un proyecto de vida nacional, una
aspiración colectiva, un anhelo estatal. Algo que debe ser así y no de otro modo.
Para los hombres del pasado, constitución era un concepto meramente descriptivo de
las formas de ser de las ciudades estado. Ello implicaba la constatación de cómo
vivían, cómo se organizaban, cómo eran sus formas de gobierno, cómo se ejercía el
poder, en fin, cómo se desenvolvían esas comunidades humanas, en sus más
diversas manifestaciones.
Al estudioso del pasado, le interesaba saber cómo eran las reglas políticas. Muy poco
se atrevía a cuestionarlas y, menos aún, a opinar sobre cómo debieran ser en el
futuro. Y esto fue así, porque les parecía demasiado evidente, que estas reglas
devenían de la espontánea dinámica colectiva de la gente, o de la omnímoda voluntad
arbitraria del más fuerte, fenómenos naturales ante los que resultaba insignificante la
acción y el pensamiento del individuo aislado.
Los griegos decían que constitución es la manera de ser de la Ciudad-Estado. Ello
implicaba su estructura organizativa, su gobierno, las labores que desempeñaba cada
sector social de la comunidad. En pocas palabras, se entendía por constitución la vida
concreta de la gente de cada lugar.
Para los romanos, las constituciones eran las decisiones de sus emperadores17.
Éstas podían agruparse en: Edictos, decretos, mandatos y rescriptos18.
En la alta Edad Media, se daba categoría de norma suprema, a los documentos
normativos refrendados por Papa o, en todo caso, por una autoridad religiosa
autónoma. Las leyes comunes se subordinaban a estos dispositivos supremos.

Pertenecen a este rango los estatutos de las órdenes eclesiásticas, conventos,


monasterios y otras comunidades religiosas.
En la baja Edad Media, las cartas pasaron a ser las normas revestidas de supremacía
sobre la legislación común. En España se las llama fueros; en Francia, leyes
fundamentales o leyes imperii; en Holanda, leyes fundamentales expresas o tácitas; en
Inglaterra, fundamental law.
Los ingleses en la Edad Moderna, pretendieron crear normas supremas, que se hallen
fuera del alcance modificatorio unilateral de monarcas arbitrarios o de parlamentos
sumisos. Así nace la Petition of Rights de 1628, el Agreement of the People de 1647 y
el Instrument of Government de 1653, este último es considerado por la doctrina como
la primera y única Constitución escrita de Inglaterra, Con este documento nace
realmente la idea de la Constitución formal, que hasta ese entonces solo se intuía
confusamente.
Es verdad que los ingleses no llegaron a redactar la ley suprema que anhelaban, pero
dejaron la idea bien definida y fundamentada. Esta fue retomada en el siglo XVIII por
el movimiento liberal, que luego de la revolución norteamericana, francesa, y
latinoamericana, impulsó con vigor inusitado la tarea de constitucionalizar el mundo
libre de aquella época.
Concepto de Constitución Política
Aristóteles, el destacado filósofo de la antigüedad griega, decía que las constituciones
son las formas de gobierno de las ciudades-estado, no importando si éstas eran
correctas o corruptas. Lo que debía hacerse era simplemente observar cómo se
convertían estas buenas formas en las otras malas y viceversa, nada más. Al fin y al
cabo, el poder es como la energía, que ni se crea ni se destruye, únicamente se
transforma.
Cicerón creía que la Constitución era la fuente de toda autoridad, y que ésta se
materializaba en la ley. El jurista Gayo en el siglo II de nuestra era, definía a la ley
como aquello que el pueblo romano “ordena y establece”.
Justiniano, en sus Instituciones, sostenía que ley es todo “lo que el pueblo romano
solía establecer, a iniciativa de una magistratura senatorial o Consular”. Ulpiano, por
su parte, diría que es ley “lo que ha placido al Príncipe”, ya que el pueblo ha
depositado en él todo su imperio y potestades. En la época imperial, las leyes eran
sinónimos de decisiones de los emperadores romanos.
En la alta Edad Media, como ya lo dijimos líneas arriba, se entendía por constitución al
conjunto de estatutos emanados de la máxima autoridad eclesiástica, para regir la vida
de las órdenes religiosas, monasterios, conventos y otras comunidades de esta índole.
En la baja Edad Media, como consecuencia de las cruzadas, se apertura el paso de
los europeos al Oriente. Este hecho intensifica el comercio y la industria, asentados en
las florecientes ciudades portuarias. Nace la burguesía productiva, que reclama
libertad para desarrollar sus actividades con autonomía.
De este modo surgen los fueros o cartas, que son documentos otorgados por los
monarcas a favor de los burgueses organizados en corporaciones de oficios o guildas,
concediéndoles autorización, incluso, para organizar su propio gobierno. A esos
documentos se les conoce también como constituciones.
Durante los siglos XVI y XVII, se daba el nombre de constituciones a las leyes más
importantes dictadas por la voluntad absolutista de los reyes y emperadores.
Entre tanto siguen conservando la categoría de constituciones, los estatutos, fueros,
cartas y ordenanzas, que daban los monarcas, con participación de sus súbditos, para
la buena administración de la comunidad y, en forma especial, para la conducción
gubernamental de las ciudades libres.
Por este mismo tiempo, los ingleses adoptan un concepto prescriptivo de constitución.
Sostienen que éste alude a una Ley Suprema, a la que no pueden alcanzar las
pretensiones modificatorias o derogatorias ni del Parlamento ni de la Corona.
En ese sentido, la Constitución se convertía en una declaración, instauración y
mandato del pueblo, que da origen al poder, y a las reglas sobre cómo éste debe ser
adquirido, ejercido, transmitido y fiscalizado.
A fines del siglo XVIII, los norteamericanos y franceses consagran estos criterios en
sus respectivas constituciones políticas. Enfáticamente declaran que estas
constituciones
no son actos de sus gobiernos, sino de sus pueblos. Añaden que las constituciones
políticas tienen existencia anterior y superior a los gobiernos.
Por este tiempo la Constitución ya era entendida como un orden establecido y fijado
por el pueblo para gobernarse. Este orden existe porque está apoyado en reglas
fundamentales, que son los mandatos de la voluntad directa o indirecta de los
ciudadanos.
La Voluntad popular y la limitación del poder, son los dos elementos que caracterizan
al orden constitucional. Si la manera de gobernar no está reglada por el pueblo en
forma clara, no hay constitución. Si el poder no tiene límites, es necesariamente
arbitrario y, por ende, despótico y alejado de la constitución.
El moderno concepto de Constitución alude a los documentos escritos que fijan las
reglas de organización del poder del Estado. Estos códigos políticos, elaborados por el
Poder Constituyente, establecen las normas jurídicas básicas, los principios generales
y las prácticas organizativas, a las que debe encuadrarse la estructura general de las
sociedades humanas que quieren actuar como estados.
Las constituciones instauran, así mismo, los órganos y procedimientos a través de los
cuales debe ejercerse la autoridad, la misma que debe ser controlada y fiscalizada por
los ciudadanos, a los cuales se les otorga facultades y atribuciones para dicho fin.

Formación de la Constitución Política


Deducimos que la Constitución Política no es un documento privativo de los abogados,
de los profesionales, de la gante cultivada e informada. La Constitución es, por el
contrario, un instrumento de todos los ciudadanos sin ninguna excepción.
Por eso mismo, quienes tienen la responsabilidad de elaborarla o reformarla, deben
redactarla de tal modo que cualquiera que la lea, sienta que sus intereses están
representados en ese texto normativo. Más aún, sobre todo, sienta que su lenguaje es
plenamente accesible al entendimiento común.
Para evitar el desacato de la sociedad frente respecto de su Constitución, el legislador
constituyente ha de esforzarse por producir un cuerpo normativo, que refleje
panorámicamente toda la realidad social, política, económica y cultural presente. Su
mira debe ser siempre la creación de instituciones adecuadas a las necesidades de la
nación, tratando que cada norma de la Carta Fundamental sea aplicable a la vida del
pueblo, tanto hoy como mañana. Ello contribuirá a su estricto cumplimiento por parte
de la comunidad política

La Constitución debe ser comprendida plenamente por la totalidad de sus


destinatarios. El uso de vocabulario técnico, solo debe obedecer a casos
excepcionales de ineludible necesidad. El legislador constituyente utilizará un lenguaje
descriptivo, explicativo y directivo. Con el primero informará, con el segundo ayudará a
comprender la información, y con el tercero, procurará dirigir las energías sociales en
un sentido conveniente y predeterminado de manera consciente.
La Constitución es una estructura formal, pero fluye directamente de la voluntad
popular. No cae del cielo ni la crean seres sobrenaturales. Nace de la estructura
materializada de la sociedad que la gesta y la forja.

Finalidad de la Constitución
Toda Constitución Política tiene por finalidad concreta la construcción jurídica de un
orden político estatal. Dicho de otra forma, las constituciones, cualquiera sea su clase,
tienen como fin esencial, elaborar el ordenamiento jurídico del país, instituyendo, para
el efecto, las normas, órganos, procedimientos, recursos y competencias requeridas
para hacer funcionar al Estado.
Para cumplir esta finalidad, quien elabore la Constitución, debe cumplir los siguientes
requisitos fundamentales:
a. Considerar a la sociedad como un conjunto de individuos que permanecen, para
siempre, libres e iguales en derechos y deberes.

Procurar que el orden político que ha de construirse, sea único, y se aplique para
todos, sin ninguna distinción.

c. Garantizar que el Estado, nacido a consecuencia del nuevo orden creado, sea el
único representante de todos los individuos de la sociedad civil.

d. Hacer que la voluntad de un ciudadano coincida con la de todos los miembros de la


sociedad, y que esta voluntad general sea la ley, para que, quien obedezca la ley, no
haga otra cosa que obedecerse a sí mismo.

Contenido de la Constitución
El contenido de la C0nstitución,deberá ser lo más general posible, dejando los
detalles para ser desarrollados por la legislación común.
De modo esquemático, éste es el contenido de las constituciones existentes en el
mundo de hoy en día:
a. Señalar los deberes genéricos del individuo, respecto del sostenimiento del Estado
y la defensa de la soberanía.

b. Establecer los principios que justifican la existencia de la Constitución y la presencia


del Estado. Éstos, por lo general, van consignados en la parte dogmática, como
derechos fundamentales, sociales, económicos, políticos y culturales.

c. Instaurar el órgano y los procedimientos, a través de los cuales se canaliza la


voluntad de los millones de individuos, transformándola en voluntad general, y a ésta
en ley. Este
órgano será el Poder Legislativo.

d. Establecer el órgano, los procedimientos y mecanismos para garantizar la ejecución


de la ley, teniendo en cuenta que no basta que existan leyes, sino, fundamentalmente,
que éstas se hagan cumplir, aun venciendo resistencias individuales o colectivas. Nos
referimos al Poder Ejecutivo.

e. Instituir el órgano, los procedimientos y los mecanismos para la solución de los


problemas surgidos entre particulares. Estos conflictos deben resolverse para vivir en
paz social y con justicia. Esta es una alusión al Poder Judicial.

La Constitución es el documento o documentos creados por un poder constituyente,


que expresan las normas que regulan la organización de un Estado, los derechos
fundamentales de la persona humana y los procedimientos de creación de las leyes.

Poder constituyente es la denominación del poder que tiene la facultad de crear la


norma fundamental de un ordenamiento jurídico, dando origen a un Estado y su
sistema político también tiene la atribución de modificarla o enmendarla.

Diferencia entre Teoría de la constitución y Derecho Constitucional.


El Derecho Constitucional está encargado de estudiar normas del estado y su
aplicación cotidiana. Puede ser considerado como una disciplina.
Dentro la Teoría de la Constitución se encuentran establecidos los principios
necesarios para poder interpretar la constitución es decir es el fundamento.

Fundamento de validez de normas: 

 Formal. Se crea a parir de una norma superior el ejemplo mas común es


el proceso legislativo.
 Material. El contenido de la norma no puede contradecir la norma superior. 

Soberanía.
La soberanía significa independencia es decir un poder con competencia total, por lo
tanto ninguna norma anterior, ni de fondo ni de forma, puede limitar
la soberanía constitucional.
Este principio señala que la constitución es el fundamento o la base principal del
ordenamiento jurídico, es decir, no puede existir ordenamiento jurídico que este por
encima de la constitución que lo fundamenta.
Supremacía
La Constitución es suprema porque plasma la voluntad del pueblo. En cuestiones
políticas es el pueblo quien dará vida a esta supremacía constitucional, en lo jurídico
es la.Constitución.
el principal efecto de la supremacía constitucional es que toda norma contraria a la
constitución carece de efecto, una norma que contradiga los establecido en
la constitución no tiene validez en el ordenamiento jurídico.

Principio de Legalidad.
El principio de legalidad o primacía de la ley es un principio fundamental del Derecho
conforme al cual todo ejercicio del poder público debería estar sometido a la voluntad
de la ley de su jurisdicción y no a la voluntad de las personas.

Legitimidad.
Una norma jurídica para ser legítima debe cumplir los siguientes requisitos: validez,
justicia, y eficacia. Podemos dividir la legitimidad en dos aspectos fundamentales:
legitimidad formal y material. La formal se considera como el correcto proceder de los
órganos jurisdiccionales con respecto a todos los procedimientos establecidos en el
Ordenamiento Jurídico. La legitimidad material es el reconocimiento del pueblo creado
a partir de la aprobación de la ley creada o de la actuación gubernamental.

Mecanismo para proteger la Constitución.

 Rigidez de la constitución. significa que las disposiciones y normas de una


constitución no puede ser modificada ni derogada, de la forma en que puede
alterarse una ley, y por lo tanto se establecen condiciones y requisitos especiales.
En caso que la modificación o derogación se realize en la misma forma que opera
para las leyes, estamos frente a una constitución flexible.
 La constitución debe ser escrita. para asegurar la supremacía de la norma
fundamental esta debe estar construida en un único documento orgánico y
solemne.
 Control de la constitución. Este mecanismo pretende proteger el principio de
supremacía frente a posibles vulneraciones emanadas del órgano legislativo en el
cumplimiento de su mandato de crear la ley, según el órgano que realiza este
control.

Recurso de protección.
Este procedimiento, procede contra amenazas, privaciones, o perturbaciones de
derechos consagrados constitucionalmente o dicho de otra forma procede respecto de
derechos que no sean de la libertad personal. Como características de este recurso
encontramos que se pude presentar cualquier persona capaz de comparecer en juicio,
puede hacerlo por si mismo o en representación de otro, se requiere la existencia de
un acto o de una omisión que afecte la establecido constitucionalmente, puede ser

arbitraria o ilegal.

Golpe.de.estado.
Es la transformación de las estructuras políticas e institucionales, pero no
necesariamente de las estructuras económicas y sociales. El efecto inmediato del
golpe de estado es la destrucción o desconocimiento del ordenamiento jurídico
presente.

Parte Dogmatica y Organica De La Constitución.


La constitución establece la división de poderes y garantiza los derechos humanos. El
contenido de la constitución en términos generales son los derechos fundamentales y
la división de poderes.
Para su estudio la constitucion mexicana se divide en una parte Dogmática que es la
encargada de establecer los derechos fundamentales los cuales seran inalienables e
inegociables y la parte Orgánica que organiza los órganos encargados de la
administración del estado.

División de Poderes.
La separación de poderes o división de poderes es una ordenación y distribución de
las funciones del Estado, mediante cual la titularidad de cada una de ellas es otorgada
a un órgano u organismo público distinto. La separación de funciones al considera al
poder como único e indivisible y perteneciente al titular de la soberanía y fue
concebida, desde el principio, como una técnica de garantía de la libertad.
Constitución Política y constitucionalidad
Ya sabemos lo que es una Constitución. Conocemos cuál es su finalidad y contenido.
Nos hemos referido a su jerarquía suprema y a su carácter rector respecto de todo el
ordenamiento jurídico del Estado.
Cuando quienes producen normas, procuran que éstas se enmarquen dentro de los
preceptos constitucionales; cuando los encargados de ejecutar las leyes, hagan su
trabajo respetando la normatividad constitucional; cuando quienes aplican las normas,
desempeñen su labor teniendo en cuenta el pertinente articulado de la constitucional; y
cuando todos los ciudadanos del país, estemos preparados para cumplir exigir el
cumplimiento de los dispositivos consagrados en la Constitución, podemos decir, con
toda convicción, que hemos instituido un régimen de constitucionalidad.
Constitucionalidad quiere decir calidad de constitucional. Constitucional es todo
aquello que se halla arreglado a la Constitución. Al contrario, lo que no está conforme
a la Constitución, es inconstitucional y cuando estas inconformidades son reiteradas y
generalizadas, se habla de inconstitucionalidad, que es, como resulta fácil
comprender, la antípoda de la constitucionalidad.
La propia Constitución nos ofrece los medios para impugnar la inconstitucionalidad. El
hábeas corpus, el amparo, el hábeas data, el cumplimiento, los procesos de
inconstitucionalidad, acción popular y competencial, están a nuestro alcance. El
Tribunal Constitucional, el Poder Judicial y la ciudadanía en general, estamos
llamados a ejercer el control de la constitucionalidad.
Si se nos preguntara, para qué sirve la constitucionalidad, habría que contestar
diciendo, que ella sirve para garantizar la seguridad jurídica, el orden social, la
democracia, el respeto de los derechos y libertades fundamentales, el desarrollo
nacional, la paz, la justicia; en suma, para alcanzar la más completa realización del
ordenamiento jurídico, cuyo fin es la defensa de la persona humana y el respeto de su
dignidad.

Si establecemos comparaciones entre los países desarrollados y los no desarrollados,


inevitablemente veremos que en los primeros, hay constitucionalidad plena, y en los
segundos no la hay. Y si observamos más detenidamente, notaremos que mientras
mayor es el índice de constitucionalidad, mayor es el grado de progreso social y
viceversa.

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