Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
ÍNDICE
1. Introducción.
2. ¿Por que surge la conciliación víctima -delincuente?
3. Crisis del Derecho Penal y principales puntos que favorecen la conciliación
víctima-delincuente.
4. Entre el abolicionismo y la privatización. La denominada tercera vía.
5. ¿Qué es la conciliación víctima -delincuente y qué pretende?
Principales características.
6. Algunos ejemplos concretos: la experiencia en Cataluña en el ámbito de menores
TEXTO
1. Introducción
1) Evitar que los jóvenes y en especial los más jóvenes entren al sistema penal y si
ello no es posible, evitar como mínimo la imposición de una pena privativa de libertad.
3) Cómo buscar una mejora del clima social a través de unos mecanismos distintos
del control social formal.
3. Desde esta perspectiva, la "diversión" debe considerarse como una forma nueva
y deseable de tratar los problemas contemporáneos del sistema penal, al menos
por dos razones:
La crisis del Derecho penal, nos lleva con frecuencia a un callejón sin salida.
Ante ello, forzosamente nos preguntamos : ¿No sería mejor devolver a la
sociedad su papel de reguladora de conflictos dado el fracaso del sistema penal y
la inutilidad del castigo? Así la teoría abolicionista ha identificado al menos
cinco modelos de respuesta a una situación que el interesado considera que no
debe seguir soportando
y que ha sido provocada por una persona responsable: el modelo punitivo, el
compensatorio, el terapéutico, el conciliador y el educativo.
El sistema penal no conoce más que el primero (16). Para la teoría abolicionista
el sistema penal, lejos de resolver los problemas, crea otros nuevos, a la vez
que es tremendamente injusto y selectivo en quienes hace caer su peso. De
hecho, sus defensores afirman que una sociedad sin sistema penal funciona ya,
aquí y ahora, ya
que la famosa cifra negra muestra que un número muy elevado de
autores teóricamente punibles no pasan por el sistema y todo continua igual.
Un resumen de las ideas abolicionistas quedan así reflejadas por Elena Larrauri, en
su trabajo:
"Abolicionismo del Derecho penal: las propuestas del movimiento abolicionista
(17):
- "La ley penal no es inherente a las sociedades. Antes del establecimiento de la
ley criminal había otra forma de manejar los conflictos y resolver los problemas
tales como el uso de la ley civil, por ejemplo.
- El crimen tiene una realidad ontológica. Con ello se señala que bajo la etiqueta
de "delito" se agrupan toda una serie de comportamientos que no tienen nada en
común (excepto el hecho de estar criminalizados). También se pretende expresar
que el crimen no es el objeto del sistema penal, sino más bien el producto del sistema
penal.
_ La ley penal trabaja con imágenes falsas. Se basa en acciones en vez
de interacciones. Se basa en sistemas de responsabilidad biológica antes que
en sistemas de responsabilidad social.
- La ley penal ha probado en repetidas ocasiones su incapacidad para cumplir
los objetivos declarados. La prevención especial o general no son conseguidas: el
intento
de conseguirlas a cualquier precio conlleva un recorte de las libertades.
- La ley penal ha dado muestras de ser selectiva en cuanto a las conductas
a criminalizar, a la persecución de determinadas actividades y respecto de
su aplicación. Desde el momento que no puede prevenir o perseguir todo
delito, los agentes de control y el sistema penal entero se dirigen sólo a
determinados comportamientos, no necesariamente los más dañosos.
- En la medida que no cumple sus funciones declaradas, la ley penal es acusada
de actuar como un mecanismo de reproducción de las relaciones
capitalistas de producción, resumen y reproducción o en el mejor de los casos de
infligir una pena carente de todo sentido".
En principio creo que podrían ser asumidas por muchos las críticas del movimiento
abolicionista. Se ha dicho con harta frecuencia que sus argumentos son buenos
pero utópicos. Creo sinceramente que el movimiento abolicionista pone el dedo en la
llaga
en la crisis del sistema penal, pero sobre todo en su respuesta por excelencia
-la cárcel-.
Pero el movimiento abolicionista no se basa solamente en la crítica a la prisión,
sino que propugna la desaparición de las Instituciones del Sistema penal
(Tribunales, policía, etc.). Y que sea la propia sociedad civil (según las propuestas)
la que regule
los conflictos individuales.
No podemos entrar aquí en un análisis más profundo a las críticas del movimiento
abolicionista. Hoy por hoy, es a nuestro juicio aún una utopía, pero ha abierto
nuevos caminos. Pero no cabe la menor duda que el movimiento abolicionista (18)
ha sido el precursor de la denominada conciliación víctima-delincuente, en el
intento de devolver a la sociedad civil la posibilidad de que regule sus propios
conflictos. La conciliación puede ser vista como una nueva experiencia piloto sin
ninguna influencia
en el sistema penal, como algo anecdótico. Pero puede ser visto también como
un primer paso, una tercera vía como ha venido manteniendo Rössner (19). Puede
ser indiscutiblemente un nuevo reto para el Derecho Penal y poco a poco empezar
una nueva concepción.
La privatización cumple, o sirve por el contrario, un rol bien diferenciado
del abolicionismo, aunque frecuentemente se confunden. La privatización en
general no pone en crisis las Instituciones de la Justicia, sino solamente su
organización, su incapacidad para solucionar los conflictos y sus costos económicos .
La privatización de hecho ha ido llegando a todos los países sin crear
grandes alarmas. Hoy es casi ya impensable en nuestro país, por ejemplo,
prescindir de las empresas de seguridad privada, en funciones claramente
asignadas antaño a la policía. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja y
poco a poco los sectores privados han ido copando espacios del sector público,
sin que llegaran a estar claramente definidas las fronteras. Así por ejemplo, el
desgraciado caso sucedido hace poco en Inglaterra (20) donde dos niños de 10
años secuestraron a uno de dos, fue filmado y visto por los guardias de
seguridad, pero éstos en su descargo afirmaron que estaban contratados para
evitar que se robara en los almacenes y no
para proteger a las personas. Pero no es solamente la policía quien ha
perdido el monopolio, la cárceles privadas, por ejemplo, son hoy ya una realidad,
que se ha ido implantando en Estados Unidos, Inglaterra y recientemente en Francia.
La discusión en torno a la posible privatización de determinadas funciones y
especialmente aquéllas que afecten a los derechos fundamentales de los ciudadanos
no ha hecho más que empezar. Así por ejemplo, en Inglaterra donde ya se habían
privatizado numerosos servicios, la sugerencia de que se debían privatizar
las prisiones fue recibida con incredulidad (21). Es decir, en general se
pensaba que independientemente de lo que se hubiera llevado en otros ámbitos de
la vida social,
la provisión del castigo y de la ejecución de la ley así como el uso de la
fuerza legítima y el poder coercitivo, eran monopolio del Estado. Se
argumentaba que el ejercicio del poder coercitivo y la distribución de la
imposición de penas tienen profundas implicaciones sociales y simbólicas de tal
trascendencia que no se podía correr el riesgo de dejarlo en manos de
intereses privados y particularistas. Finalmente en la discusión entorno a la
privatización y muy resumidamente, diríamos que no se adoptaron posturas
maximalistas de "todo o nada" y que hubo cuatro puntos en los que
fácilmente se llegó a un acuerdo sobre la posibilidad de privatización: la
financiación y construcción de prisiones, la gestión de las prisiones, la contratación del
personal y la comercialización del trabajo de los presos (22).
Hemos tocado el tema de las prisiones como ejemplo de algunos cambios que en
el futuro pueden producirse y que obligarán forzosamente a un replanteamiento
de muchas cosas que hoy estaban olvidadas o mal atendidas. Así creemos que
deberán redefinirse las relaciones entre el Estado, el sector privado y las
entidades de voluntarios, y que ello obligará a no pocos cambios .
Vamos a plantear de una forma muy esquemática, cuales son las características de
la conciliación víctima -delincuente en fase prejudicial y como alternativa a la
imposición de una sanción formal. Nos referimos pues, fundamentalmente al acto de
conciliación víctima-delincuente, donde a partir de la aplicación del principio
de oportunidad existe un sobreseimiento del proceso y una solución extrajudicial
del conflicto. Los movimientos de "diversión" han sido muy importantes en
Estados Unidos y Canadá y especialmente, de los jóvenes. El primer programa de
este tipo se estableció en 1972 en Minnesota. Los planes de reparación actúan
tanto a nivel prejudicial, judicial, como en fase de cumplimiento .
En los países europeos existen planes de mediación a partir de los años 80.
En Inglaterra, País de Gales, República Federal de Alemania, Austria,
Noruega, Finlandia, Países Bajos, algunos cantones de Suiza, etc.
En general, si bien la estructura es diferente incluso en los propios países, se intenta
organizar la conciliación víctima-delincuente en una fase previa a la condena judicial,
y obtener un sobreseimiento del proceso, iniciándose un proceso de "diversión". La
mayoría de planes lo sitúan en el Derecho penal Juvenil, pero téngase en cuenta que
en general, se llega en muchos países hasta la edad de 21 o 25 años. Sin embargo,
existen ya hoy por ejemplo en Alemania, en Hannover en concreto, agencias de
conciliación para adultos (23).
Abordaremos pues aquí de una forma general, las características que
serían comunes a la conciliación víctima -delincuente, sin detenernos a explicar
en qué países se realiza de una forma, u otra, sino que solamente nos
referiremos a los temas más importantes y a los principios comunes, que serían
aplicables un poco
como modelo ideológico:
1. Su origen está dentro del movimiento de atención y compensación a la
víctima (24). Por consiguiente, en general se buscan los casos de conciliación
víctima - delincuente donde existan víctimas individuales. Sin embargo, en
algunos países no
es necesario, y también se aplica a delitos sin víctima, o en aquéllos en los que
la víctima es anónima. A pesar de esto, tiene una fuerza importante todavía, el hecho
de
las víctimas individuales.
· Para el autor:
· Para la víctima:
- Tener la sensación que alguien va a reparar el daño causado. Que no quedará en
el olvido
- Conocer al delincuente y poder decirle lo que piensa de su actuación
11.1. Naturaleza del hecho: Si bien se excluyen delitos de poca importancia, también
lógicamente se excluyen los más graves.
11.2. Características del autor: En casi todos los países esta medida se orienta a
los jóvenes, pero no necesariamente a los delincuentes primarios, sino que puede
haber sido ya condenado previamente, y luego someterse por un nuevo delito, a los
planes
de conciliación .
11. 3 . La libre aceptación por parte del delincuente y de la víctima. En Alemania por
ejemplo, un 80% de las víctimas que fueron propuestas para los planes
de conciliación, lo aceptaron.
Finalmente unas palabras de la evaluación final que los propios autores, JAIME
FUNES y JAIME MARTI hacen de la experiencia.