Sunteți pe pagina 1din 2

MONICIÓN DE ENTRADA

¿Nuestra vida tiene valor o es simple vanidad? La Iglesia nos invita a ser generosos, apoyando
en la edificación del Reino de Dios. Animemos y aceptemos el plan de Dios en nuestras vidas,
de esta manera contribuiremos a convertir este mundo en un lugar de fraternidad, qué este
tiempo de cuaresma nos conduzca a la reflexión de nuestra vida y podamos ser comunión y
paz con nosotros y nuestros hermanos. Celebremos con fe, nuestra eucaristía.

ORACIÓN DE FIELES

R.- Padre Misericordioso, danos el don de la conversión

1. – Por la Iglesia para que no se canse de vivir en la misericordia y paz pilares en el actuar con
nuestro hermanos como nos recordó el papa Francisco.

OREMOS

2. – Por todos los hombres y mujeres sencillos que saben acoger a los demás y escuchar al que
necesita consuelo, para que el Señor nos ayude a continuar con esta labor tan necesaria para
el mundo.

OREMOS

3. – Por todos los que se han visto afectados a causa de la violencia para que tu Señor les
concedas la gracia de sobreponerse con un corazón lleno de paz.

OREMOS

4. Por todos los miembros de nuestra comunidad educativa, para que tu Señor nos concedas la
gracia de la conversión en este tiempo cuaresmal.

OREMOS

5– Por todos nosotros para que seamos capaces de llevar al mundo la misericordia y la paz
que constantemente recibidos del Señor.

OREMOS

Padre misericordioso escucha las súplicas de tu pueblo y ayúdanos a crecer en la misericordia


los unos con los otros.

Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.

OFERTORIO

PAN Y VINO: Te presentamos, Señor, este pan y este vino como símbolo de tu entrega
amorosa por nuestra redención, y con ello nuestro deseo de alcanzar un espíritu bondadoso y
lleno de paz reflejado en el trato con los demás.

SOLIDARIDAD: Te presentamos señor esta ofrenda como símbolo de solidaridad, para que no
se nos olvide en este tiempo de cuaresma, que servir implica compromiso con los más
necesitado.
ACCIÓN DE GRACIAS

Gracias Señor, porque en la última cena partiste tu pan y vino en infinitos trozos, para saciar
nuestra hambre y nuestra sed...

Gracias Señor, porque en el pan y el vino nos entregas tu vida y nos llenas de tu presencia.

Gracias Señor, porque nos amaste hasta el final, hasta el extremo que se puede amar: morir
por otro, dar la vida por otro.

Gracias Señor, porque quisiste celebrar tu entrega, en torno a una mesa con tus amigos, para
que fuesen una comunidad de amor.

Gracias Señor, porque en la eucaristía nos haces UNO contigo, nos unes a tu vida, en la medida
en que estamos dispuestos a entregar la nuestra..

Gracias, Señor, porque todos los días puedo volver a empezar..., y continuar mi camino de
fraternidad con mis hermanos, y mi camino de transformación en ti...

S-ar putea să vă placă și