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LICENCIATURA: GESTION EMPRESARIAL

MATERIA: ADMINISTRACION MUNICIPAL

INTEGRANTES:
EK GONZÁLEZ MAGDIEL EDAIN
GOMEZ QUEN FANY
KAUIL TORRES YARA LIZBETH

MAESTRA: BERTHA ALICIA FLORES SANCHEZ

TEMA: CONDICIONES, TIEMPO Y PROCESOS DE LA


REFORMA DEL ESTADO MEXICANO.
CONDICIONES, TIEMPO Y PROCESOS DE LA
REFORMA DEL ESTADO MEXICANO.

El ESTADO MEXICANO es producto de revoluciones, reformas y cambios


institucionales. Su trayectoria denota las dificultades que ha remontado para asegurar su
derecho a vivir. Es una organización que acredita capacidades y logros, los cuales han
permitido estructurar a la sociedad como cuerpo político. Es una organización
indispensable en la construcción del país, pues ha jugado un papel vital en el impulso de las
políticas en cuanto a productos institucionales que se relacionan con las condiciones de la
vida social y económica.

El estado mexicano ha conseguido sobrevivir con resultados tangibles que se pueden


traducir en estabilidad económica, crecimiento económico y la aplicación de las políticas
para regular los procesos de liberalización.

En este sentido REFORMA DEL ESTADO MEXICANO tiene su fundamento en los


procesos de cambio y transformación que son alentados por factores endógenos y
exógenos. Este panorama no es circunstancial ni coyuntural, sino estructural debido a que
son cambios profundos que responden a los nuevos vínculos que se dan entre los
individuos, los grupos, las organizaciones ciudadanas y las instituciones públicas. Por eso,
la reforma del Estado mexicano se encuentra en una fase de capítulos pendientes que es
necesario cumplir para situarla como un proceso de complejidad articulada y no como un
proceso de avances segmentados. Estas ideas tienen como propósito analizar las
condiciones, el sentido y el tramo pendiente de la reforma en el Estado mexicano.
LA TRASCENCENCIA DEL ESTADO EN LA VIDA
CONTEMPORANEA.
Los estados contemporáneos viven procesos que se relacionan con el presente y el devenir
de la sociedad.

Transita por etapas de vida que dan cuenta de factores, interés y reacomodos que modifican
los sistemas y estructuras de poder. Los estados se desenvuelven en la complejidad que
nace en la sociedad, la misma se articula en tipos de organización y se proyecta hacia
formas de participación que dan cuenta del dinamismo económico y político.

Los estados tienen como misión contribuir a su mejor transformación. Al transformar la


sociedad, los estados demuestran su capacidad para orientar y encauzar los cambios en los
diversos órdenes de la vida y denotan cómo por medio de instrumentos de gobierno,
consiguen institucionalizar conflictos, cumplir proyectos, implantar planes y evaluar
acciones.

Por su importancia en la vida pública, los estados tienden a que sus capacidades sean objeto
de revisión, revitalización y mejoramiento. Ningún Estado decide anclarse en lo que ha
sido, sino que toma conciencia de dónde se encuentra y hacia dónde es importante dirigir
recursos, aptitudes, planes y estrategias para adaptarse con inteligencia a los
acontecimientos que enfrenta.

Cuando los estados son comprendidos, se da paso a la magnificación de la historia y se


diluye su importancia como obra imperfecta. Los estados tienen elementos factuales,
institucionales y organizativos que explican su esencia en cuanto a complejidad
estructurada y por reestructurar. La factual deriva de la realidad material que enfrentan,
gobiernan y coordinan, la cual define las oportunidades y restricciones que definen el
alcance y los modos de su acción. La institucional deriva de la capacidad que tiene para
modificar las reglas que sustentan y legitiman su vida misma a nivel del régimen de las
instituciones. Lo organizativo deriva de que su mundo de sistemas, procedimientos y
decisiones puede y debe ser objeto de ajustes para aumentar la calidad de los procesos de
gestión pública.

La sobrevivencia del Estado no consiste en que imponga por sí mismo su voluntad,


potestad y contundencia. Lo importante es que el Estado tenga los medios que le permitan
convocar y exhortar a los grupos ciudadanos para que participen en la atención de los
asuntos públicos.
LA REFORMA DEL ESTADO.
Los estados contemporáneos se reforman para adaptarse con oportunidad y eficacia a los
retos de un mundo cambiante. En consecuencia, la reforma del Estado es una opción
constitucional para que los estados asimilen los procesos de cambio y transformación, los
cuales, en la intensidad de una época como la actual, ponen a prueba su capacidad de
supervivencia.

La reforma del Estado implica que hay voluntades que interactúan para transformar las
condiciones de vida en la sociedad y para que el propio estado tenga mejores capacidades
de respuesta, apunta hacia horizontes de complejidad, pues como proceso, conjuga las
relaciones entre el propio Estado, los grupos ciudadanos, los mercados, el avance científico
y tecnológico, así como la importancia de favorecer las políticas de bienestar social.

La reforma del Estado, por tanto alude a la condición misma del Estado y desde luego, a su
horizonte futuro. En consecuencia, es un proceso relacionado con puntos claves entre los
que destacan:

1. El vigor de la economía pública: es relevante para la vida de los estados y la


sociedad. Esta ha sido considerada un espacio de intercambios que exige seguridad
en los derechos de propiedad, estabilidad y crecimiento.
2. El sentido público del Estado. Como fruto de la economía estatizada, la vida pública
fue saturada con organismos, políticas, instancias y burocracia injustificada; lo que
provoca, que la relación de confianza entre los ciudadanos y el estado resulte
afectada. Lo público del Estado implica que entre él y los ciudadanos hay
comunicación directa y que estos tienen la oportunidad de participar en las diversas
facetas de la vida público, lo público no pertenece al estado; tampoco es monopolio
exclusivo de él; lo público comprende al estado y lo define en relación de sus
atribuciones, pero también de sus límites constitucionales.
3. El auge de la gestión pública. Una de las transformaciones más importantes es esta.
Durante varias décadas la administración pública ha fincado en los aspectos
normativos, reglamentarios y procedimentales la base para evaluar sus acciones en
la sociedad. La gestión pública se constituye en una veta que proporciona elementos
que permiten fortalecer la responsabilidad de la administración pública.
4. La democratización del poder. Este punto es modular para ubicar la nueva relación
de la sociedad con el estado. Con la recuperación de lo público en favor de la
sociedad, el Estado contemporáneo debe precisar sus atribuciones y límites para
emprender de modo cooperativo acciones en las cuales pueden participar los grupos
sociales y privados.
5. El gobierno de lo público. Un avance importante en la reforma del Estado es la
existencia del gobierno de lo público. Un gobierno de esta naturaleza es fruto de los
valores del republicanismo, del liberalismo y el interés ciudadano para que las
instituciones públicas sean más justas y democráticas. Es un perfil de gobierno
abierto, equitativo y democrático. Es un gobierno en el cual el juego del poder da
cauce a la división y cooperación de los poderes, a los pesos y contrapesos en el
régimen político, a la rendición de las cuentas públicas, a la evaluación ciudadana y
al control social del gobierno y la administración púbica.

EL ESTADO MEXICANO.
Es fruto de condiciones históricas y políticas que tienen su antecedente más acabado
durante el periodo que gobierna la dinastía de los borbones. Su ascendencia nacionalista la
empieza a configurar desde el periodo del México independiente y se acentúa con la
vigencia de las Leyes de Reforma. Es un estado nacido de revoluciones políticas, de la
lucha contra órdenes, políticos injustos y antidemocráticos y de la necesidad de estructurar
a la sociedad con el rango de nación. Es un Estado que tiene como horizonte la revolución
política de 1910, así como el movimiento constitucionalista que alcanza en 1917, su mejor
expresión al aprobarse y entrar en vigencia la Constitución que actualmente rige la vida
política del país.

Se constituye en una organización que se ha ganado el derecho a vivir y sobrevivir; es


reconocido por su capacidad de autodeterminación frente a otros y centros del poder
mundial. El Estado Mexicano después del movimiento constitucionalista, emprende la gran
tarea de reconstruir a la sociedad civil y, para ello, usa los recursos gubernamentales,
administrativos y políticos que lo definen de modo contundente como centro soberano de
poder; tiene como fundamento las premisas del constitucionalismo, es decir, es un poder
ordenado, ejercido y acrecentado con base en la legalidad y legitimidad de la constitución
de 1917. Siendo un poder de carácter constitucional el del Estado Mexicano, su acción ha
sido determinante para impulsar de modo inteligente las tareas que por imperativo público
tienen a su cargo.

El Estado Mexicano se ha sustentado en un liderazgo de relieve, el cual tiene como


referente principal la Presidencia de la República.

Este modelo de organización del poder le permite al Estado durante más de cinco décadas
lo siguiente:

1. Ratificar su carácter de árbitro entre los distintos grupos sociales.


2. Definir y aplicar políticas de gobierno de acuerdo con los pactos sectoriales.
3. Que el proceso de gobierno y formulación de las políticas no fuese abierto sino
excluyente.
4. Erigir al sector de organismos descentralizados y empresas públicas.
5. Recrear su autonomía política al convertir el gasto y la inversión públicos en
palancas orientadas a formar riqueza, así como capital productivo, financiero y
monetario.
6. Privilegiar las negociaciones con estilo cupular y cooperativo tomando en cuenta la
importancia de los factores de producción en la estructura de la sociedad.
7. Politizar las políticas del bienestar social sin ubicarlas siempre en su factibilidad
fiscal y financiera.
8. Ratificar el papel determinante de la administración pública en los procesos de
producción y distribución de los beneficios sociales.
9. Establecer filtros para olvidar la prioridad a las demandas en competencia y de ese
modo determinar la asignación de los recursos públicos.
10. Alentar la existencia de una economía cerrada y por ende, no competitiva.

CRISIS Y TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA.


Entre la segunda mitad de los años setenta y al inicio de la década de los ochenta México
vive condiciones de crisis que corroboran la inviabilidad del modelo centralizado, de la
economía cerrada y del creciente intervencionismo del Estado en la economía. En este
periodo el Estado Mexicano se desenvuelve en puntos críticos en los que se destacan, la
crisis fiscal, el endeudamiento externo, la sobrecarga de las demandas sociales, el
agotamiento de los recursos públicos, la sobre dilatación de la administración pública y la
cancelación de opciones viables para continuar alentando una vida política y económica
distante de la competitividad.

Los años ochenta son años de movilización, lucha y participación ciudadana. Son años en
que el agotamiento de la economía cerrada y de un sistema político no competitivo llega al
límite de su eficacia.

En la actualidad el Estado Mexicano ha de producir las capacidades que le permitan


responder con sentido estratégico a la intensidad de la competencia, a los reacomodos en el
orden social y político, a las fluctuaciones económicas y financieras. Formular las políticas
que le permiten correlacionar actores, variables, interacción y estrategias en contextos de
gran incertidumbre, es un reto de gran magnitud. Por eso, conjugar opiniones,
contingencias y sentido de oportunidad para gobernar la incertidumbre es tarea que
demanda la revisión y actualización de los instrumentos de gobierno.
CONCLUSIÓN.
La Reforma del Estado Mexicano es un imperativo de primer orden que exige la
conjugación eficaz de la política y las políticas. Ambas son instrumentos cruciales para que
el sistema de instituciones públicas sea el centro fundamental que garantiza su capacidad de
autodeterminación.

En el caso del Estado Mexicano, su reforma institucional es determinante culminarla para


fortalecer su capacidad de autodeterminación, fortalecer su eficacia pública y mejorar su
eficiencia política. Esto implica que la supervivencia y conservación del Estado mexicano
se relaciona con las capacidades de gobierno que sea capaz de generar. La Reforma del
estado alude al mundo del poder político; al sistema de dirección pública; a los sistemas de
implantación; a la conexión e interdependencia con el ámbito exterior; al modo que se lleva
a cabo la gestión económica; a la determinación de las políticas de bienestar social; a los
instrumentos que regulan la competencia económica y política; en suma, comprende al
mundo valorativo, normativo y factual del poder.

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