Las víctimas de los paramilitares en Colombia

Investigación sobre las víctimas de los paramilitares en Colombia.

Abrumador sería una palabra precisa para empezar a abordar el tema de paramilitarismo en

Colombia. Al comenzar con el relato de un asesinato por decapitación y el sufrimiento de

su familia por tan irreparable pérdida, se preparó el terreno para tomar conciencia y situarse

en un punto de vista critico diferente ante el basto problema que ha generado la guerra en

Colombia. ¿Quién defiende las víctimas y vela por sus derechos? ¿Quién la apoya y busca

su beneficio? Generalmente se lleva la atención en otros focos diferente al de las víctimas y

son ellas que por su naturaleza muchas veces campesina se estereotipan y excluyen como si

no tuviera voz para clamar por su sufrimiento. A lo largo del documental se puede observar

como las víctimas son mayores afectados con esta tragedia, no son los paramilitares

extraditados, ni los políticos destituidos, ni los empresarios investigados; son aquellos seres

tan humanos como usted y yo que han perdido lo que para la mayoría de nosotros es lo más

preciado: la vida, la paz, la tranquilidad. Han acarreado con la desgracia de tener que

aceptar la separación de sus familiares y seres queridos, muchas veces torturados y

ejecutados frente a sus ojos, que seguramente denotaran horror combinado con resignación.

Han perdido la seguridad, sus bienes materiales, y algunos hasta han sido obligados a

cambiar su estilo de vida; porque no se puede negar la desorientación que se expresa en sus

rostros al tener que concurrir a las sesiones en las que recibir información de los crímenes

cometidos hacia ellos, se puede apreciar que no están en un ambiente acorde a su cultura.

Y entonces ¿Qué posición es la correcta? ¿Qué enfoque es el más acorde a la realidad? Ese

capítulo de la historia de este país ha sacado a relucir montañas de subjetividades cada una

con puntos a favor y en contra. Cada quien apoya su idea e intenta hacer sucumbir la de los
demás que no están de acuerdo consigo, pero dígame usted si no tiene razón en quejarse de

las víctimas, las ONG, los activistas políticos por un proceso tan incompleto, incompetente

que además es mediocre y conformista. Bien se decía que dicha ley era la norma mínima

aceptable para buscar una solución, y si hubiera solución sería fabuloso, pero; ¿Acaso lo

aceptable es lo mejor? Dónde están los resultados de tan “admirable” ley que según el señor

Francisco Santos servirá de modelo.