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Signos Históricos, núm.

26, julio-diciembre, 2011,


LILIANA 182-191
LÓPEZ LEÓN

Reseñas

Silvia M. Arrom, Para contener al pueblo: el Hospicio de


Pobres de la Ciudad de México, 1774-1871, México, Centro
de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología
Social, 2011.
E

E n mis manos tengo un libro: la versión en español de


Containing The Poor: Mexico City House Poor, 1774-1871. Tuve
la oportunidad de leer la obra antes de que saliera a la luz. Me
da la sensación de que es un libro que he leído varias veces y al
mismo tiempo que está recién salido del horno. A Silvia Arrom
le confieso que no leí la versión original de su obra, pero que
he de admirar que hizo una delicada y exhaustiva historia del
Hospicio de Pobres. El periodo que abarca no se ajusta a la
periodización oficial, pues va desde la época colonial al siglo
XIX. Es decir, entre el virreinato y la segunda administración de

Benito Juárez.
Inicia una historia del confinamiento moderno, se penali-
za la limosna, comienza el encierro. De un caso particular veo
que las instituciones de beneficencia no están exentas de los
altibajos de la economía. Arrom maneja la historia del Hospi-
cio de Pobres y de la beneficencia pública a partir de registros,
cartas, contabilidad y censos. La autora interpreta todos los

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Reseña

intereses que no sólo tenían que ver con los intereses y conveniencias que afectaban al
buenos samaritanos. país: ninguna institución se salva de esto. De
La escritura es fluida; tiene unidad y co- manera incidental, pero no accidental, el li-
herencia. Sigue cronológicamente los hechos bro critica la administración de Juárez, y la
pero no por eso se trata de una historia li- creación —desde entonces— de la lotería
neal. Son nueve capítulos con vida indivi- para la beneficencia.
dual. Sumado a esto, el libro está ilustrado y Silvia Arrom menciona el trabajo de
sostenido con fotografías de la época y esta- Maximiliano y Carlota: la pareja importó la
dísticas que consultó. Arrom no sólo se dio idea de que las consortes de un hombre en el
a la tarea de encontrar fuentes valiosas, sino poder fueran la cara amable del gobierno.
que sacó el mayor provecho de éstas. Desde Así, desde entonces, se extiende la tradición
bibliografía de otros autores que maneja- de feminizar la caridad. Y esta feminización
ron el mismo tema, hasta la corresponden- hace que el hospicio pase de ser un gran pa-
cia, la contabilidad del hospicio, demandas dre a ser también una tierna madre. Pero no
y otros trámites en general. sólo se convierte en eso. Es escuela y área de
El hospicio no era el lugar más amable trabajo. En su historia alberga también su
para los pobres. Su historia, es la historia de faceta como Escuela Patriótica. El objetivo
la limosna: dar lo que sobra, que el pobre de convertir sus pabellones en aulas era lle-
no se vea mal, pero de ninguna manera com- var a sus integrantes a formar parte de la
partir con él. El objetivo principal de la cari- sociedad productiva.
dad se desdibuja para demostrar quién era Por eso ha de parecerme un libro leído
más humano, mejor persona y mejor cris- anteriormente: sus personajes son conoci-
tiano. La Iglesia, el Estado, los empresarios dos. Incluso los niños e indigentes que des-
y todo aquel que tuviera cierta cantidad de cribe Silvia Arrom parecen haber salido de
recursos, mostraba su rostro caritativo en la narrativa de Luis Buñuel, donde el ham-
este tipo de instituciones. Arrom no genera- bre, las ropas desgastadas, la desnutrición y
liza este hecho, pues señala que la caridad la falta de educación formal aparecen carac-
por la caridad también existía. terizadas. Y es que, sin tratarse precisamen-
Los gobernantes también vieron el Hos- te de una obra literaria, la narrativa tiene un
picio de Pobres como un crisol en un labo- ritmo fijo y claro.
ratorio; un experimento cruel con buenas El hospicio es una contradicción altruis-
intenciones. Fue tratado como un fuerte ta. Las categorías para clasificar a la gente si-
que no se derrumbaría en ninguna guerra. guen tan vigentes como entonces, y, aun con
No era posible, sin embargo, separar esta la mejor de las intenciones, segregan al mun-
institución de la economía, de la lucha de do. Las clasificaciones de: vago, pobre falso,

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LILIANA LÓPEZ LEÓN

pobre verdadero y otros, operan en la actua- son suficientes para conocer la realidad. Tan-
lidad. Aunque no siempre como encierro, to autores como lectores deben estar cons-
sigue la dinámica de ayuda y desconfianza. cientes de esto. El punto central del libro es
Si se deja de pensar en la beneficencia como la administración pobre de recursos. El di-
solución a la pobreza, como un castillo de nero y el trabajo del Hospicio de Pobres ha-
confinamiento o como el pase de abordar brían sido suficientes si sus encargados no
de los ricos al paraíso, será posible rescatar hubieran perdido de vista los objetivos pri-
su objetivo principal. mordiales. En estos términos, la frase: “Co-
Los conflictos centrales que la autora mer como pelón de hospicio” toma un
describe en la obra son: la carente y poco sentido literal, pues las personas instaladas
brillante administración para el hospicio, así ahí, pasaron por altibajos con periodos so-
como, la discriminación y la cultura del brios y austeros desde la fundación hasta el
confinamiento foucaultiana. Y en la escri- final.
tura de estos conflictos, Arrom no deja de Arrom explica también cómo la filantro-
tener cautela para ser determinante. Por pía católica se extiende en todas las clases
ejemplo, trata los escándalos sexuales que pudientes. Pero se trata ya de la filantropía
encierra esta historia en los últimos capítu- organizada, pues se institucionalizó la limos-
los, de modo que, sin restarles importancia, na y se convirtió en donativo. Con sutileza,
tampoco los transforma en el foco central a la autora se le escapa una de sus empatías:
de los problemas. el periodo en el cual el hospicio estuvo mejor
Arrom sabía que, tratándose del hospi- manejado fue durante la administración de
cio en esos años, no podría entrevistar a al- las Hermanas de la Caridad.
guien que estuviera cerca de la institución. La lectura podría parecer redundante en
Encontrar parientes de los personajes en los algunos momentos. Esto sucede porque los
archivos o buscar más correspondencia per- hechos fueron repetitivos, pues los admi-
sonal hubiera sido un acierto. Pese a esto, la nistradores del lugar no aprendían de los
habilidad de la autora para explotar las fuen- errores pasados. El hospicio nunca fue
tes y darles una interpretación exhaustiva autosostenible y sus administradores come-
son el fuerte del libro. tían los mismos traspiés aun con el paso del
En algunos capítulos el énfasis está orien- tiempo. Parece un juego de pelota en el que
tado hacia lo social, o bien, hacia una So- participaron muchos y en el que perdieron
ciología de la Historia. La autora entreteje los pobres. El asilo prosperaba muy poco;
varios aspectos para explicar su tesis cen- la filantropía fracasó.
tral. Su perspectiva es lo más holística posi- El estilo del libro es académico y, sin em-
ble. Digo posible, porque las fuentes nunca bargo, es sencillo y ameno. Interesará sobre

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Reseña

todo a quienes intrigue la caridad y la po- Michel Bertrand, Grandeza y miseria del
breza, así como otras historias no oficiales oficio. Los oficiales de la Real Hacienda de
sobre la institución mexicana. De manera la Nueva España, siglos XVII y XVIII, México,
personal, cuando pienso en la claridad de un Centro de Investigación y Docencia
libro, lo ubico en un largometraje. Depen- Económica/Centro de Estudios Mexicanos
diendo del grado de adaptación que sufra el y Centroamericanos/Instituto Mora/El
texto original, evalúo qué tan consistente y Colegio de Michoacán/Fondo de Cultura
atractiva es su narrativa. Para contener al Económica, 2010, 591 p.
pueblo puede sintetizarse fácilmente tanto
al documental como a la ficción, y tener va-
rios clímax, varios protagonistas y un final
abrupto, abierto. D esde que vio la luz la primera edición en
Recomiendo el libro a aquellos que pien- francés, en 1999, Grandeur et Misère de l’office
sen que muchos de los problemas adminis- (París, Publications de la Sorbonne), des-
trativos son actuales y que “tiempos pasados pertó un gran interés entre los estudiosos de
fueron mejores”. O bien, para los que creen las instituciones de la Monarquía hispáni-
que las instituciones han superado sus defi- ca entre los siglos XVI y XVIII. En los años
ciencias. Sobre todo porque la preocupación siguientes a su publicación, el libro fue re-
que llevó a Silvia Arrom a escribir su obra señado en prestigiadas revistas de Méxi-
continúa creciendo hasta el día de hoy. co, España y Estados Unidos dándole una
bienvenida muy positiva. Como a los vi-
LILIANA LÓPEZ LEÓN* nos, el tiempo le ha adjudicado a esta obra
Universidad Autónoma de Baja California varias cualidades importantes: Grandeur et
Misère de l’office ha llegado a convertirse en
este lapso en un clásico obligado para quie-
nes cultiven la historia institucional y la his-
D.R. © Liliana López Léon, México D.F., julio- toria social en los siglos y términos de la
diciembre, 2011. monarquía hispánica. La indudable calidad
de su cepa la constituye la excelente mezcla
lograda entre una acuciosa investigación
por varios archivos de diversa densidad (Ber-
• • • • • trand recurrió tanto a archivos generales de
la monarquía como locales), el diálogo críti-
co con una extensa bibliografía (cuya metó-
*
liliana.lopez.leon@gmail.com dica organización en apartados temáticos al

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