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MECÁNICA CLÁSICA
para Profesores de Física
CAPÍTULO 1:
Ideas básicas para la enseñanza de la Dinámica
COMENTARIO INICIAL
Este es un libro de Mecánica para estudiantes de profesorado de Física que ya
han aprobado una asignatura como Física 1, es decir que ya están
familiarizados con las leyes de la dinámica, con las características de los
movimientos básicos, y con herramientas como el álgebra vectorial.
La intención es revisar los conceptos intervinientes en estas leyes, así como los
aspectos importantes de sus significados, y también revisar los criterios
didácticos importantes para la transferencia al aula, que serán
fundamentales en el futuro papel docente de los alumnos de este curso.
Porque la idea principal es que un alumno de profesorado debe completar y
profundizar la formación conceptual ya adquirida, pero a diferencia de los
alumnos de la licenciatura, en lugar de hacerlo como preparación para
acceder a formulaciones más abstractas, debe hacerlo para lograr un
entrenamiento en la aplicación a la comprensión de los fenómenos que deberá
explicar en su vida de enseñante.
Esto exige que los alumnos de este curso, sin descuidar la profundidad y el
rigor en su formación, reciban un entrenamiento especial en interpretación y
modelización de situaciones de la vida práctica, y en el planteo de problemas
útiles para que su resolución contribuya a la comprensión de los temas y
conceptos.
los cuerpos, cómo resultan las trayectorias, y cómo eso se visualiza en un automóvil, en un
mecanismo, o en un satélite o planeta. Y en esto es importante que haya mucha geometría,
porque la geometría, además de ser también hermosa, es necesaria para interpretar el mundo.
Y estas ideas básicas obligan a buscar estrategias que, a pesar de lo siempre escaso del tiempo
disponible, permitan llegar a manipular situaciones en las cuales sean importantes los
elementos geométricos que relacionan las fuerzas con las trayectorias y las velocidades.
Para lograr este objetivo hemos decidido comenzar directamente con el tratamiento, primero
exploratorio y cualitativo, y luego cuantitativo, de este tipo de situaciones, dando prioridad a
los razonamientos y elementos de la dinámica.
Pero esto no se puede hacer de cualquier manera. Debe sustituirse la forma habitual de la
Segunda Ley de NEWTON: F m a , con la Ley del Impulso: F t (m v) , más parecida a la
forma en que NEWTON la enunció.
De esta manera se procede con un razonamiento del tipo causa-efecto: la fuerza (causa),
actuando durante cierto intervalo de tiempo, tiene como efecto un cambio, que consiste en que
una velocidad inicial pasa a una final.
De lo contrario sería necesario un trabajo previo para lograr familiaridad con el concepto de
aceleración, y eso llevaría al tratamiento habitual, con gran inversión de tiempo con los casos
de aplicación de las fórmulas de los movimientos rectilíneo uniforme y uniformemente
variado, con pobres resultados en lo que es de interés para estas ideas que estamos
exponiendo, debido a las esquematizaciones usuales de los movimientos:
o separándolos en clases (rectilíneo uniforme - rectilíneo uniformemente variado –
circular)
o sin razonamientos sobre causas,
o reduciéndolos a fórmulas que indican su posición sobre un eje.
De manera para superar esta forma esquemática de estudiar los movimientos se propone
comenzar desarrollando especulaciones y discusiones cualitativas acerca de posibilidades de
movimientos. Hay mucho material de interés en el movimiento de los astros, satélites, y
vehículos de todo tipo, espaciales y terrestres. Y hay muchas posibilidades de comparar
especulaciones actuales, con puntos de vista que han tenido lugar a lo largo de la historia.
El Principio de Inercia debe ser tenido en cuenta para analizar los efectos de las fuerzas,
porque es el que anuncia que lo que puede cambiar el estado rectilíneo uniforme de
movimiento es la aplicación de fuerzas. Esto ya define gran parte de las propiedades de las
fuerzas, de una manera que generalmente se desaprovecha. En este punto son recomendables
muchas ejercitaciones con especulaciones sobre qué efecto producirían fuerzas, o cómo
aplicar fuerzas para lograr determinados efectos simples. Todo sin avanzar en el enunciado de
las leyes, sino a nivel de especulaciones cualitativas que deben ir pre-formando las
características de muchos casos simples de movimientos que se estudiarán más adelante en
detalle (ver ejemplos desarrollados).
A modo de ejemplo ilustrativo sugerimos un par de planteos para disparar actividades de
discusión (algunos aspectos se retoman y discuten en el Ejemplo 1.5).
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Planteo 1
Considere las siguientes afirmaciones. Para cada una califíquela de verdadero o falso en general, y
enuncie ejemplos que ilustren su conclusión.
a) Si sobre un cuerpo no actúa ninguna fuerza, deberá estar en reposo.
b) El movimiento de un cuerpo siempre tiene lugar en la dirección de la fuerza aplicada.
c) El movimiento siempre se inicia en la dirección de la fuerza aplicada.
Comentario didáctico
En una presentación inicial estas discusiones deben proponerse muy abiertas.
Se trata de ir formando criterios acerca de lo que es una fuerza, y también
acerca de cuándo es verdadera una afirmación.
Por ejemplo, ¿para mostrar que (a) es verdadero debo encontrar un ejemplo de
cuerpo en reposo sobre el que no haya aplicada ninguna fuerza, o bastaría
encontrar un cuerpo libre de fuerzas que esté en movimiento para mostrar su
falsedad?
Por otra parte, al buscar ejemplos van a surgir los naturales problemas para
identificar las fuerzas que actúan sobre cuerpos típicos de la vida cotidiana:
¿qué fuerzas actúan sobre una esfera apoyada en reposo sobre un piso liso y
horizontal? ¿y si la esfera está rodando? ¿qué es el peso? ¿ cuál es el peso?
¿Existen los cuerpos libres de fuerzas? ¿un satélite, planeta o asteroide están
libres de fuerzas?
¿Vale razonar sobre la esfera apoyada en reposo sobre un piso liso y horizontal,
si excluimos las fuerzas verticales, y hacemos pruebas con empujones en
direcciones horizontales?
Planteo 2
Si un pasajero de un tren que viaja suavemente a gran velocidad deja caer una naranja, ¿dónde cae
ésta? ¿Influye en ello el movimiento del tren? ¿cae justo debajo del punto en el que fue soltada? ¿o
cae más adelante? ¿o más atrás? ¿Qué fuerzas actúan sobre la naranja mientras va cayendo? Haga
un dibujo con la opción elegida y muestre las fuerzas que considera.
Y si el pasajero sostiene una plomada del tipo de albañil (un hilo con un cuerpito pesado en el extremo,
como un péndulo – pero quieto, sin pendular) dentro de este rápido tren, como se muestra en B en la
figura ¿debería indicar exactamente la vertical? ¿o debería colgar hacia atrás de la vertical? ¿o quizás
hacia adelante?
gran velocidad
?
A
B
? ?
Fig. 1: Imaginemos el interior de un vagón de tren viajando muy rápida y suavemente. ¿Según
cuál de las trayectorias mostradas pensamos que caería una naranja que un pasajero soltase en
A? ¿Cómo colgaría en B un péndulo en reposo?
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¿Y si este pasajero saca la mano por la ventanilla para hacer las mismas cosas? ¿es lo mismo que
dentro? ¿qué diferencias hay?
Comentarios didácticos
Nuevamente es para discutir abiertamente. En esta cuestión todo es más
complejo, y requiere mayores grados de abstracción.
Si se logra que los alumnos se instalen imaginariamente dentro del tren
sosteniendo la naranja, será valioso pedirles que logren imaginar si tendrán
que aplicarle o no una fuerza en la dirección del movimiento. Una vez que
tengan en claro que no deberá haber tal fuerza, se les podrá pedir que hagan
el esfuerzo de imaginación de pasar a ser un espectador que ve pasar al tren, y
ve pasar una naranja viajando a gran velocidad. ¿Estaría claro para el
espectador que la naranja viaja sin que nadie la empuje?
En algún momento este planteo puede ser útil para sugerir el siguiente
razonamiento: si yo soy una naranja que está quieta y tranquila sin que nadie
me aplique una fuerza, y veo viajar a un tomate, entonces él me ve viajar a mí,
y ve que no me aplican fuerzas. Tiene que darse cuenta de que las cosas pueden
estar moviéndose sin necesidad de fuerzas aplicadas!
¿Qué pasaría con las fuerzas sobre la naranja si el tren frenara? ¿Y si tomara
una curva?
Pero la elaboración adecuada del concepto de fuerza exige que sus propiedades sean
exploradas en experiencias simples, procediendo a su medición, y a la corroboración de sus
valores por medio de cálculos elementales. Esto solamente es posible en experiencias de
estática, o parecidas, con movimientos lentos, casi siempre uniformes.
Y estas experiencias necesarias para poder medir fuerzas ponen de relieve otro aspecto
importante de las fuerzas, que es su potencialidad para deformar cuerpos, además de la
potencialidad para influir sobre los movimientos.
De manera que en las experiencias de estática nuevamente aparece de manera natural la
posibilidad de interpretar la aplicación de fuerzas en término de razonamientos de tipo causa-
efecto: en estas experiencias las fuerzas aparecerán como causa de deformaciones, de la
aparición de tensiones en cada cuerpo, y de la aparición de reacciones en los contactos entre
cuerpos.
De manera que comenzaremos en el orden más económico, revisaremos primero casos de
interés con fuerzas estáticas, y en segunda instancia casos de interés con el efecto de las
fuerzas sobre los movimientos.
F2 m2
m1 F1
d12
La expresión para el módulo de la fuerza de atracción entre dos cuerpos de masas m1 y m2,
cuyos centros están a distancia d12 uno de otro, es:
m1m 2
F1 F2 F G 2
(1)
d12
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Nota: dado que el valor de g depende de la distancia al centro del planeta, y la Tierra tiene cierto
achatamiento polar, hay variaciones con la latitud y con la altura del lugar. El valor 9,81 corresponde a
nivel del mar a 45o de latitud. También hay variaciones debido a inhomogeneidades de la composición
del planeta. Pero todas son muy pequeñas y podremos ignorarlas, de manera que en general
tomaremos g = 9,80 N/kg, y en cálculos rápidos 10 N/kg.
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Ejemplo desarrollado 1
Considerando la Ley de Gravitación Universal, F12 = G m1 m2 / d122, (la masa de la Luna vale 7,4×1022
kg, su radio 1738 km, y la constante G, 6,67×10-11 Nm2kg-2):
a) Explique cómo se obtiene y qué significa la intensidad del campo gravitatorio lunar gL 1,63 N/kg
b) Indique, con una breve justificación, cuáles opciones son verdaderas y cuáles falsas:
1. La causa de que el campo gravitatorio en la superficie lunar sea bastante menor que el que hay en
la superficie terrestre es la ausencia de atmósfera en la Luna.
2. En la Luna dos cuerpos de 1 kg cada uno, situados a 1 m de distancia, se atraen mutuamente con
una fuerza de aproximadamente 1,63 N.
3. En la Luna dos cuerpos de 1 kg cada uno, situados a 1 m de distancia, se atraen mutuamente con
una fuerza de aproximadamente 6,7×10-11 N.
Desarrollo
a) La intensidad del campo gravitatorio en la superficie de cualquier planeta se calcula con la expresión
(3).
6,67 1011 ( N·m2 ·kg 2 ) 7,4 1022 kg
Para el caso de la Luna gL = 1,63 N/kg
(1738000 m)2
El campo gravitatorio significa la fuerza gravitatoria por unidad de masa de cualquier cuerpo situado en
ese lugar. Es decir que en la Luna un cuerpo de 1 kg, pesa 1,63 N, en vez de pesar 9,8 N, como
pesaría en la Tierra.
También es interesante decir que en la Tierra nos hemos acostumbrado a utilizar el kg como unidad de
fuerza, diciendo (o pensando), cuando vemos que la balanza indica 1 kg, que ése es el peso del cuerpo
que está en el platillo. Eso es correcto siempre que distingamos bien el significado de cada concepto.
Para que haya menos dificultades en un momento inicial, es útil la idea de masa como indicador de la
cantidad de materia. Una vez distinguidos los conceptos, queda claro que el kg unidad de fuerza es
una entidad absolutamente distinta del kg unidad de masa, y debemos distinguirlo con alguna
denominación tal como kgf.
Un cuerpo de 1 kg de masa pesa 1 kgf en la Tierra, y llevado a la Luna seguirá teniendo la misma
materia, o sea su masa seguirá siendo 1 kg, pero deberá pesar menos. A partir de la definición: ―el kgf
es lo que pesa en la Tierra a nivel del mar, a 45o de latitud, un cuerpo de 1 kg de masa‖, surge la
relación de conversión 1kgf = 9,81 N, con la cual una fuerza de 1,63 N expresada en kgf, es 1,63/9,8 =
0,16 kgf.
En la Luna un cuerpo de 1 kg no pesa 1 kgf! Y si llevamos a la Luna cualquier balanza electrónica de
uso corriente en cualquier negocio, al colocar este cuerpo en el platillo, se leerá 0,160.
No utilizaremos esa unidad en general, pero siempre hay que tenerla en cuenta.
b) La opción 1 es obviamente falsa, ya que el cálculo del punto anterior muestra que g L depende de la
masa y el radio de la Luna. Es un concepto que no depende de la existencia de atmósfera (aunque la
existencia de atmósfera depende de que exista un campo gravitatorio capaz de retenerla).
La opción 2 también es falsa, ya que según lo dicho en a), en la Luna un cuerpo de 1 kg es atraído por
la Luna misma, con una fuerza de 1,63 N.
La opción 3 es verdadera: la fuerza de atracción entre dos cuerpos cualesquiera está dada por la Ley
de Gravitación Universal, y para el caso de dos cuerpos de 1 kg de masa cada uno, a 1 m de distancia
uno de otro, se obtiene el valor 6,7×10-11 N, independientemente de que los cuerpos estén en la Luna,
en la Tierra, o en cualquier otra parte. Entre cuerpos de poca masa la fuerza es tan pequeña que es
muy difícil percibirla.
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Ejemplo desarrollado 2:
Considere un cuerpo de 2 kg apoyado sobre el piso.
a) Dibuje todas las fuerzas actuantes, calculando el valor de cada una. Explique en qué interacción se
origina cada una, y dibuje el vector correspondiente con los diagramas de cuerpo aislado necesarios.
b) Repita a) si un agente aplica al cuerpo una fuerza de 5 N, verticalmente hacia abajo, sobre su parte
superior.
Desarrollo
a) Diagramas de cuerpo aislado
Sobre el cuerpo actúa el peso, P , hacia abajo, ejercido por la Tierra, y la reacción del piso, R ,
sosteniéndolo, hacia arriba. Ambas fuerzas deben tener el mismo módulo para equilibrarse, y para
conocerlo debemos averiguar el peso.
R = P = m g = 2 kg 9,8 N/kg = 19,6 N
Hay que considerar que los alumnos podrían decir que el peso del cuerpo es 2 kg, y en ese caso es
importante aceptarlo como válido, pero plantear una discusión sobre las unidades que se están
utilizando, como se ha discutido en el ejemplo anterior.
Para agregar un detalle a esa discusión: decir ―un cuerpo de 1 kg de masa pesa 1kgf‖, equivale a decir,
adoptando el kgf como unidad de fuerza: ―g 1,00 kgf/kg‖. Este valor hubiera surgido de la ley (1.1) con
la constante G expresada en esas unidades: G 6,7910 12 kgfm2/kg2).
19,6 N Fuerzas sobre
R CG cuerpo
CG
Accion R‘ 19,6 N
Accion-Reaccion
Reaccion
suelo 19,6 N
P
R‘
Tierra
19,6 N
Fuerzas sobre Tierra
La reacción al peso P del cuerpo no es R , sino la fuerza con que el cuerpo atrae a la Tierra: una
fuerza de 19,6 N dibujada en el centro de la
Tierra, hacia arriba. Una forma de convencerse cuerpo cayendo hacia la Tierra
P 19,6 N
de esto es pensar en el cuerpo cayendo
libremente, durante el lapso que permanece sin
tocar el piso. En esta situación P actúa, y por lo
19,6 N
tanto su reacción también; pero R no, puesto que Tierra ascendiendo
no hay contacto. imperceptiblemente hacia
Tierra el cuerpo
De manera que claramente R no es reacción a la
fuerza con que la Tierra atrae al cuerpo, sino que
R es reacción a la fuerza con que el cuerpo se apoya sobre el piso. Por lo tanto R es acción-reacción
con R , la fuerza con que el cuerpo ―pisa‖ el suelo. En el próximo punto la idea se amplía con otros
valores.
b) Ahora tenemos el mismo peso, pero mayor presión sobre el piso, porque un agente agrega 5 N
sobre el cuerpo. El piso reaccionará con lo necesario para impedir que el cuerpo se hunda en él, o sea
equilibrando 19,6 + 5 = 24,6 N. Por lo tanto ese será el valor de R y de R‘.
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F
5,0 N R (24,6 N) 5,0 N 24,6 N
CG CG
suelo
P 19,6 N
19,6 N
R‘
(24,6 N)
24,6 N
Por simplicidad no se ha incluido el dibujo del agente que aplica la fuerza de 5 N sobre el cuerpo. Si se
lo hiciera la figura podría incluir la reacción a esta fuerza, y podrían considerarse más complicaciones
como el peso del agente, su reacción, y otras que no son relevantes para esto.
con el análisis de las situaciones, actividades para determinar procedimientos para medir, y
actividades para evaluar lo adecuado de los resultados.
Y en estas actividades también es importante destacar la capacidad de las fuerzas para
deformar cuerpos. Esa es la propiedad que se utiliza mayormente en los dinamómetros y
demás instrumentos que miden su intensidad, y queda plasmada en la Ley de Hooke, que
establece la proporcionalidad entre fuerza y deformación. A partir de la idea básica de esta ley
es posible improvisar instrumentos de medición con resortes o diversos cuerpos elásticos cuya
deformación se compara con la que corresponde a sostener cuerpos de peso conocido.
Veamos primero un ejemplo de deformación para sugerir que no sólo a los resortes se aplica
la Ley de Hooke.
Ejemplo desarrollado 3
Una varilla elástica está sujeta firmemente del borde de una mesa, y se verifica que colocando una
pesa de 50 g en su extremo libre (el cual sobresale 30 cm), éste desciende 1 cm debido a la flexión de
la varilla. Consideremos que desplazamientos verticales de 2 o 3 cm en el extremo, frente a 30 cm de
largo, pueden considerarse suficientemente pequeños como para poder describirlos con un eje vertical
rectilíneo (eje y).
a) Limitándonos a deformaciones suficientemente pequeñas, calcule la constante elástica que describe
aproximadamente la relación entre la fuerza aplicada y la altura y del extremo libre.
b) Calcule cuánto desciende el extremo si se coloca encima un cuerpo de 20 g. Dibuje la situación,
mostrando en un diagrama de cuerpo libre las fuerzas aplicadas sobre el cuerpo.
Desarrollo
Aplicaremos la idea de que si la varilla es elástica, para deformaciones pequeñas en las cuales la
curvatura no complique las ideas, el desplazamiento de la punta desde la posición de equilibrio será
proporcional a la fuerza aplicada.
a) El peso del cuerpo es m g = 0,49 N, y hace descender al extremo 1 cm, de manera que la constante
elástica es: k = 0,49 N / 0,01 m = 49 N/m = 0,49 N/cm.
fuerza que inmoviliza fuerza que aplica la varilla y pesa de 50 g
el extremo de la varilla 0,49 N
y=0
y = - 1 cm
peso
0,49 N
y = - 0,40 cm cuerpo de 20 g
Ejemplo desarrollado 4
Un agente tira del extremo B de una cuerda horizontal cuyo otro extremo A está sujeto a un cuerpo de
2 kg que está apoyado sobre el suelo, como se muestra. Supongamos que todo queda estático porque
la fuerza FB que aplica el agente, de 2 N, es incapaz de ponerlo en movimiento.
FB
A B
2 kg
1) Analice la situación y todas las fuerzas intervinientes sobre el cuerpo, mostrando el diagrama de
cuerpo aislado correspondiente. Explique qué agente aplica cada fuerza. Encuentre los valores de
todas ellas.
2) Explique cómo medir cada fuerza, y proceda a hacerlo.
3) Indique cuál podría ser el valor mínimo de la fuerza necesaria para arrastrar el cuerpo, y corrobore
sus ideas con mediciones experimentales.
Desarrollo
1) Análisis de la situación:
El agente externo tira de la cuerda, con una fuerza aplicada en B ( FB ), y como consecuencia de ello la
cuerda se pone tensa y tira del cuerpo con una fuerza aplicada en A ( FA ); mientras tanto el cuerpo
está sometido a la acción de la gravedad ( P ), y sostenido por el piso con cierta reacción ( R ) que
existiría aunque no se tirase de la cuerda (pero que no necesariamente mantiene el mismo valor
cuando ello ocurre —es algo que hay que pensar). Además en la superficie de contacto con el piso
puede haber una fuerza de rozamiento ( Fr ) oponiéndose al deslizamiento. En la figura que sigue se
muestran todas estas fuerzas, sin pretensiones de que el dibujo sea completo.
R
A FA B FB
Fr
P
El valor del peso ya sabemos cómo se obtiene (obviaremos la posibilidad de utilizar la unidad kgf, pero
recomendamos tenerla siempre presente – ver discusión del ejemplo anterior): P = m g = 19,6 N.
Luego del análisis inicial hay que avanzar sobre algunos interrogantes como: ¿ FA tiene el mismo
módulo que FB ? ¿Cuáles son los valores (módulos) de Fr y de R ?
Aunque algunas respuestas son elementales, en este lugar mostraremos cómo se razona para llegar a
cada una: se deben revisar los diagramas de cuerpo aislado (del cuerpo, de la cuerda, y del piso), en
los cuales para cada fuerza, designaremos con prima ( ‘ ) a su compañera del par acción-reacción.
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R
A FA FA‘ A B FB
Fr
Fr‘
R‘
Del diagrama de cuerpo aislado del cuerpo se concluye que, por el equilibrio entre las acciones
verticales, R tiene el mismo módulo que P (R = 19,6 N, o 2 kgf), y por el de las horizontales, Fr tiene
igual módulo que FA (Fr = FA).
Del diagrama de cuerpo libre de la cuerda, se concluye que FA se equilibra con FB (FA‘ = FB = 2 N), y
dado que FA tiene el mismo módulo que FA , porque constituyen un par acción-reacción, entonces se
concluye, por un lado, que en este caso la cuerda transmite directamente la fuerza que le aplica el
agente externo en B, aplicando en A una fuerza de módulo FA = 2 N, que también es el módulo de la
fuerza de rozamiento que se desarrolla Fr = 2 N (según el equilibrio planteado).
Por otra parte, el piso resulta pisado por el cuerpo con fuerza R (reacción a R ), cuyo módulo es el
del peso P (es decir 19,6 N), y resulta empujado horizontalmente hacia la derecha por el rozamiento
con la misma intensidad de la fuerza externa aplicada en B (2 N).
Además es interesante notar que si se considera el sistema ―cuerpo + cuerda‖, para este sistema las
fuerzas en A serían interiores y no aparecerían en el diagrama de cuerpo aislado, el cual sería:
19,6 N
A B 2N
2N
19,6 N
En este diagrama, el equilibrio horizontal indica directamente que Fr = FB , sin la intervención de las
fuerzas en A.
Por último, es interesante aprovechar este ejemplo para destacar que en cualquier punto C de la
cuerda se puede considerar una superficie imaginaria SC que separa la cuerda en dos partes: AC y CB.
El equilibrio de cada una de esas partes - como se ve a continuación en los diagramas de cuerpo
aislado - obliga a considerar fuerzas en C para su explicación. Estas fuerzas en C, que son FC y FC ,
son fuerzas exteriores cada una para cada segmento y forman un par acción-reacción. Obviamente, el
módulo de ambas es igual al de la fuerza aplicada en B por el agente. La misma situación puede
imaginarse para cada uno de los infinitos puntos de la cuerda y, en general, para cada sección
imaginable de cualquier cuerpo tensionado cuando transmite una fuerza.
SC
FA‘ A C B FB
FA‘ A C FC FC‘ C B FB
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Esto significa que el cuerpo que transmite la fuerza, la cuerda AB, está tensionada en todos sus
puntos. En cualquiera de sus secciones que se considere, hay un par acción-reacción constituido por
fuerzas interiores que no se tienen en cuenta al hablar del sistema total, pero que pueden ser
considerados, si es necesario, para determinados fines.
2) Veamos ahora qué se puede decir de las mediciones.
FB puede aplicarse tirando con un dinamómetro D, de este modo se mide la fuerza al mismo tiempo
que se la aplica.
D indica el valor
de FA o FB
FA D FB
El peso P, por otra parte se obtiene directamente colgando el cuerpo del mismo dinamómetro.
Las otras fuerzas, en cambio, en general no se miden, sino que su valor se infiere de las relaciones de
equilibrio.
Pero algunas podrían medirse. Por ejemplo colocando el cuerpo sobre el platillo de una balanza, ella
indicaría el valor de R , que sería la fuerza que presionaría el platillo.
Si se quisiera medir la fuerza de rozamiento, podría colocarse el cuerpo sobre una base como una
tabla que pudiera desplazarse libremente (por ejemplo asentada sobre rodillos adecuados), y medir con
un dinamómetro D la fuerza necesaria para inmovilizar la base, que sería el mismo valor con que el
rozamiento FR tiende a arrastrarla hacia delante.
Base inmovilizada por F2
D indica el
valor de F2‘ FB
D F2’ F2 FR’
Fig. 3: Por acción de un agente externo que no se muestra, una fuerza empuja al cuerpo en el
lapso que abarca los cuatro primeros dibujos, haciendo que se inicie el movimiento, y luego que
aumente su velocidad. Al suspenderse la fuerza, el movimiento continúa como lo establece el
principio de inercia.
v1 v2 v3 v4 v5 v6 v7
3. Si el cuerpo está en movimiento y se le aplica una fuerza transversal, su efecto será desviar
al cuerpo de la línea recta que seguiría naturalmente. La desviación ocurre, por supuesto,
en el sentido de la fuerza aplicada, y el cuerpo describe una línea curva mientras dura la
aplicación de la fuerza.
v8
v7
v6
Se suspende la fuerza:
v5 Cuerpo sigue en línea recta
v1 v4 en una nueva dirección
v2 v3 fuerza
fuerza
fuerza
fuerza
Fig. 5: Por acción de un agente externo que no se muestra, una fuerza transversal desvía al
cuerpo. Según el principio de inercia éste seguiría en línea recta si no le aplicaran fuerzas, y eso
es lo que ocurre cuando el agente suspende su acción.
Es común que los alumnos elaboren interpretaciones referidas a las fuerzas, que son muy
distintas de lo que el profesor quiso transmitir, y que pasan desapercibidas para él, a menos
que haya previsto actividades para detectarlas y corregirlas.
Los siguientes comentarios deben ayudar en esta tarea.
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2. NO HAY EXCEPCIONES.
Los alumnos pueden aceptar y entender estas leyes, y al mismo tiempo admitir
ideas que las contradicen, como por ejemplo que en algunos casos los
movimientos naturalmente se detienen porque dejan de actuar las fuerzas. En
la enseñanza es necesario plantear problematizaciones que hagan surgir estas
ideas, y las discusiones deben guiarse de manera que cada explicación pueda
estructurarse sin admitir excepciones a estas leyes.
Ahora bien, ya vemos que para aplicar estas ideas sobre la influencia de las fuerzas sobre un
movimiento vamos a necesitar cierta familiaridad con las trayectorias y los vectores velocidad
correspondientes.
Veamos qué elementos son necesarios para estos tratamientos, manteniendo la idea de no
entrar en el estudio de las funciones de posición de movimientos típicos.
Trayectoria
Cuando un punto se mueve describe una línea en el espacio, denominada trayectoria.
Para decir esto vamos a sobreentender que hemos establecido de alguna manera un sistema de
ejes cartesianos con respecto a los cuales se puede fijar la posición de cualquier punto.
El cambio de posición de un punto a medida que transcurre el tiempo es lo que se considera
movimiento. De manera que todo movimiento es algo que se define relativo a un sistema de
referencia, o referencial.
Oportunamente profundizaremos en estas ideas y definiciones.
En el movimiento de un cuerpo cada uno de sus puntos describe su propia trayectoria, y el
resultado es una familia de líneas, con un aspecto que puede ser muy complicado, pero que no
interesa en este momento, porque comenzaremos con el movimiento de cuerpos muy simples,
denominados partículas.
Denominamos partícula a un cuerpo cuyas dimensiones son suficientemente pequeñas como
para poder ser despreciadas al describir su movimiento. En estos casos la precisión de la
descripción no permite distinguir unos puntos de otros, y es por lo tanto suficiente con
estudiar el movimiento de un único punto cualquiera del cuerpo. Toda la familia de líneas
mencionadas se confunde en una única línea.
Así por ejemplo, el planeta Tierra es una partícula para describir su movimiento alrededor del
Sol, aunque obviamente no lo sea para estudiar las mareas, el movimiento de sus placas
tectónicas, o el movimiento de cualquiera de los cuerpos sobre su superficie.
Por otra parte veremos que las mismas leyes que describen el movimiento de una partícula,
automáticamente describen el movimiento del centro de masa (CM) de cualquier sistema de
cualquier tamaño, sin necesidad de que sea pequeño (ni sólido) – y esa es la razón por la cual
la invención de la partícula pequeña resulta una simplificación válida y eficaz.
Atendidas estas aclaraciones, en adelante diremos indistintamente cuerpo o partícula., y
hablaremos de la posición y movimiento de un único punto. De esta manera trataremos los
movimientos denominados lineales (en una etapa posterior trataremos los movimientos de
rotación, en los cuales sí se distinguen diferentes puntos de un mismo cuerpo sólido).
Los movimientos lineales pueden ser clasificados de acuerdo con:
la forma de la trayectoria: rectilíneo, curvilíneo, circular, etc.
el ritmo o la rapidez con que se recorre la trayectoria: uniforme, variado, uniformemente
variado, periódico, oscilatorio, etc.
En todos los casos un concepto clave para el estudio y la descripción de estos movimientos es
el vector velocidad, el cual da cuenta de la rapidez y de la orientación del movimiento en cada
instante.
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Vemos así que la operación diferencia entre vectores posición nos da el llamado vector
desplazamiento, que indica la orientación que ha tenido el movimiento, y además, con su
módulo, indica directamente la distancia recorrida.
Por otra parte, la rapidez con la cual ocurre el desplazamiento de un punto respecto del
sistema de referencia correspondiente, puede definirse como el cociente entre la distancia
recorrida y el tiempo empleado:
dis tancia recorrida
tiempo empleado
Ahora bien, el movimiento ocurre con determinada orientación, y deseamos definir un vector
velocidad que indique adecuadamente esta orientación tanto como la rapidez.
Con esta idea definimos el vector velocidad, v , multiplicando el vector desplazamiento r
por el escalar positivo (1/t), para así obtener un vector con la misma dirección y sentido, y
con un módulo que es el de r , dividido por t:
vector desplazamiento
v 1 t r
t
( x B x A ; y B y A ) x y
= , (4)
tB tA t t
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B v
r
rB A
rA
O
Fig. 7: el vector v tiene la misma dirección y sentido que el r , pero otro módulo y otras
unidades (se dibuja con otra escala). El vector r va desde el punto A hasta el B. El vector v se
dibuja sin punto de aplicación definido porque existe en cada uno de los puntos por los que pasa el
móvil en cada instante.
COMENTARIO DIDÁCTICO 1.
Es importante advertir que tanto los vectores desplazamiento como velocidad,
son independientes de la ubicación del punto origen de coordenadas. Desde el
punto de vista didáctico eso sugiere que puede ganarse en claridad
prescindiendo del dibujo de los vectores posición, y conservando en las
ejercitaciones la importancia de dibujar vectores velocidad a partir
simplemente de las posiciones sobre la trayectoria (ver el ejemplo 5).
COMENTARIO DIDÁCTICO 2.
También es importante advertir que hemos presentado un tratamiento que nos
ha servido para definir la velocidad en un movimiento rectilíneo uniforme, y
para ello no hemos necesitado estudiar la función x(t).
Solamente hemos necesitado decir cosas: hemos necesitado decir que la
trayectoria es un recta; hemos necesitado decir qué es la velocidad; hemos
necesitado decir que la velocidad no varía en todo el recorrido; etc. Si
entendemos esas cosas, ya tenemos todo lo que necesitamos del movimiento
rectilíneo uniforme.
Velocidad instantánea
Imaginemos una partícula que describe la trayectoria mostrada en la figura 8 (como una
piedra pequeña lanzada oblicuamente hacia arriba, para que sea un objeto concreto). La
orientación del movimiento varía instante a instante, y queremos describirla para cada
instante, es decir con carácter de instantánea.
Pero el tiempo debe transcurrir para que tenga sentido el concepto de movimiento. En un
instante exacto, t1 por ejemplo, podemos tener una posición, como si fuera una fotografía,
25
pero para tener movimiento tenemos que tener cambio de posición, y para ello, un intervalo de
tiempo que transcurre, desde t1 hasta otro instante t2.
Para hablar de la orientación del movimiento en un instante, debemos considerar un
transcurso extremadamente pequeño de tiempo, con t2 tan próximo a t1 que ambos puedan
considerarse prácticamente como si fuesen el mismo instante para la orientación del
movimiento, pero sin que sean exactamente el mismo instante.
Intervalo
t = t3 – t1
partícula en t2
Intervalo
t = t2 – t1
partícula en t1
Fig. 8: Trayectoria de una partícula lanzada al aire. Se ilustra lo que para este caso
se considera un intervalo grande de tiempo, t, y uno pequeño, t.
r x y
vm ; (4‘)
t t t
Y la misma definición, aplicada en intervalos t que puedan considerarse suficientemente
pequeños, se transforma en el concepto de velocidad instantánea, v (que para los entendidos
es la derivada del vector posición respecto del tiempo):
r x y
v ; (5)
t t t
COMENTARIO DIDÁCTICO
Lo importante tratar el tema con alumnos de nivel medio, asumiendo que no
conocen el cálculo infinitesimal, es establecer claramente que la pequeñez de
los intervalos y de las subdivisiones, así como los cálculos involucrados
solamente deben ser imaginados, y no realizados explícitamente. Esto se verá
claramente en el Ejemplo 5, y será discutido en más comentarios.
Es decir que estas definiciones plantean ideas para imaginar, más que
indicaciones para hacer cálculos.
El vector desplazamiento r , desde el lugar ocupado por la partícula en t1 hasta el ocupado
en el instante infinitamente próximo t2, indica la dirección del movimiento que está
ocurriendo en ese lapso. La recta que contiene a este vector es la recta tangente a la curva en
ese punto, o sea la recta que pasa por dos puntos infinitamente próximos de la trayectoria
(fig.9).
r
v
t
A2
posición en t2 muy próximo a t1
A1
r r2 r1
posición en t1
Fig. 9: A1 y A2 son las posiciones del punto móvil en los instantes sucesivos t1 y t2 . Los vectores
r1 y r2 , que no se muestran, serían indicativos de estas posiciones respecto de un origen
cualquiera que tampoco se muestra. r r2 r1 es el correspondiente VECTOR
DESPLAZAMIENTO, que se dibuja desde la posición r1 hasta la r2 , es decir desde A1 hasta A2 .
Si t es suficientemente pequeño, el desplazamiento desde A1 hasta A2 a lo largo de la
trayectoria tiende a coincidir con el vector desplazamiento, y la recta en línea de trazos que pasa
por ambos puntos define la tangente a la curva allí. El vector velocidad, v , se orienta como r .
Es importante notar que el movimiento en un instante cualquiera está ocurriendo hacia los
puntos infinitamente próximos, y a eso lo indica correctamente una línea recta, que es la
tangente, aunque la trayectoria sea curva. El hecho de que la trayectoria luego de ese punto
sea curva está en el futuro: depende de las fuerzas que van a actuar después del instante
27
considerado. En ese instante aún no ha ocurrido lo que va a causar que la trayectoria se curve.
Si no se aplican fuerzas la trayectoria podría continuar recta. El vector velocidad no podría ni
debería predecir el futuro, y por ello debe estar en la recta que indica como está ocurriendo el
movimiento hasta ese instante.
COMENTARIO DIDÁCTICO
En el proceso de enseñanza en el nivel medio no llega a utilizarse el cálculo
infinitesimal, y los temas se tratan en el marco de las simplificaciones
correspondientes.
Pero en algún momento es necesario hablar de algún movimiento cuyas
características varían gradualmente: como un móvil cuya velocidad varía, o
la fuerza que aplica un resorte mientras varía su longitud, o una trayectoria
que es curva. En esos casos es bueno promover discusiones y análisis que, sin
llegar a plantear el concepto de infinitesimal, permitan entrever la idea de
que las cosas van cambiando instante a instante, y de que pueden concebirse
intervalos mayores y menores, y que se puede pensar en cosas que se tienen que
cumplir en cada instante, etc.
El caso de una trayectoria curva se presta particularmente a cierta gimnasia
mental con estos conceptos, porque tanto la curvatura de una trayectoria
curva, como la idea de tangencia son indiscutiblemente visibles, y es necesario
estimular razonamientos sobre sus características para muchas situaciones de
la vida práctica, a pesar de las dificultades que también son evidentes.
Por otra parte, es claro que el alumno, tanto como cualquier persona que
piense en la velocidad de un móvil que describe una curva, piensa
automáticamente en la velocidad instantánea. Aunque no conozca su
definición.
Es más, no solamente en una curva, sino en general cuando pensamos en la
velocidad de un cuerpo moviéndose, la idea de velocidad es la de velocidad
instantánea. Aunque sea difícil o desconocida la forma de calcularla. El hecho
de que calculemos la rapidez con la fórmula (distancia/tiempo demorado),
que corresponde a la velocidad media, no hace que imaginemos la velocidad
media.
Para el caso particular de pensar la velocidad en una trayectoria curva, es
importante tener en cuenta la posibilidad pensar el concepto a través de la
expresión (5), pero sabiendo que, como veremos inmediatamente, no representa
cálculos que realmente haya que realizar.
A continuación se muestra desarrollado un ejemplo que ilustra las
posibilidades de estas afirmaciones.
Es decir, en un nivel en el cual no se accede al cálculo infinitesimal, aún así es
útil entender por qué el vector velocidad debe ser tangente, y por qué la
rapidez con que se recorre cada pequeño intervalo de trayectoria está
expresada por el módulo de la expresión (5).
Y esto en la práctica significa que es de interés plantear ejercitaciones en las
cuales se pueda obtener el módulo del vector velocidad dividiendo cierta
distancia sobre cierto tiempo (parte de la actividad consiste en decidir qué
distancia y qué tiempo), y luego recurriendo a nociones geométricas dibujar
28
Ejemplo desarrollado 5
Se observa que un cuerpo de masa m = 200 kg que está en reposo en A se pone en movimiento en t 0
= 0 s, siguiendo la trayectoria dibujada. Debido a ciertas fuerzas en las cuales no estamos interesados
aquí, el cuerpo aumenta gradualmente de velocidad hasta pasar por B en t 1 = 8 s, y a partir de allí el
movimiento se mantiene uniforme. El cuerpo pasa por C en t2 = 11 s, y continúa uniformemente hasta
pasar por D, donde comienza a frenarse gradualmente para quedar en reposo en E.
A B C 30
20
10
D
-70 -30 10 20
-10
-20
E
a) Encuentre los vectores desplazamiento correspondientes a los intervalos sucesivos AB, BC, CD, y
DE. Dibújelos sobre la trayectoria y expréselos como par ordenado. Comente cómo se podrían elegir
intervalos para que los sucesivos desplazamientos se aproximen más a la trayectoria.
b) Calcule el vector velocidad media correspondiente a los tramos AB, y BC.
c) Calcule el vector velocidad instantánea correspondiente a cada uno de los puntos A, B, C, D, y E.
Dibújelos sobre la trayectoria y escríbalos como pares ordenados.
d) Dibuje (y explique) el vector velocidad instantánea correspondiente a un punto cualquiera sobre la
curva, y también a puntos intermedios en cada intervalo.
e) Explique en qué partes de la trayectoria hay fuerza neta (resultante) actuando sobre este móvil, y en
qué partes dicha fuerza debe ser nula. Dibuje cualitativamente los vectores fuerza en donde existan,
explicando qué efecto está haciendo la fuerza en ese instante sobre el móvil.
f) Considere las siguientes afirmaciones. Para cada una califíquela de verdadero o falso en general, e
indique qué parte de este movimiento particular planteado aquí sirve para ilustrar su conclusión.
f.1) Si sobre un cuerpo no actúa ninguna fuerza, o si la resultante es nula, deberá estar en reposo.
f.2) El movimiento de un cuerpo siempre tiene lugar en la dirección de la fuerza resultante.
f.3) El movimiento siempre se inicia en la dirección de la fuerza resultante.
f.4) Si en un instante dado, la velocidad de un cuerpo es nula, la fuerza resultante sobre él, en ese
instante, también lo será.
Desarrollo
a) Vectores desplazamiento
Los vectores desplazamiento se obtienen en general restando sucesivos vectores posición; pero
también pueden leerse directamente sobre la figura como el vector que une los puntos sucesivos, y
aquí abreviamos recurriendo a ese método: D AB = (40 m ; 0 m) ; D BC = (30 m ; 0 m) ; DCD = (30 m; -
30 m) ; D DE = (0 m ; -30 m).
29
A B C 30
vAB vBC
D x
-50 -30 -20 -10 10 20 40 50 ( m )
-10
-20
E
Es claro que en el tramo curvo, en el cual el desplazamiento calculado con la definición
correspondiente de la figura 6, es un vector que se aparta mucho de lo que intuitivamente se entiende
como desplazamiento del móvil, y que todo mejoraría si se subdividiese la curva en muchas partes,
cuanto más pequeñas mejor. La definición de vector desplazamiento aplicada a intervalos demasiado
grandes, pierde gran parte de su sentido.
b) Velocidad media
Dividiendo los desplazamientos por los tiempos demorados, que son: 8 s para AB, y 11- 8 = 3 s para el
BC, obtenemos (se muestran como vectores huecos cualitativos en la figura anterior):
vm (AB) = (5 m/s ; 0 m/s) ; vm (BC) = (10 m/s ; 0 m/s).
Y lo mismo haríamos para los siguientes intervalos si se pidiera el cálculo. Por ejemplo en el intervalo
CD, el vector velocidad media apuntaría desde C hacia D, y es importante aclarar que no estamos
interesados en mostrarlo, ya que no representaría adecuadamente lo que en realidad fue el
movimiento.
c y d) Velocidad instantánea
Ahora viene la cuestión de qué hacer con la teoría de la velocidad instantánea. Lo importante es saber
que no tenemos que hacer el cociente ―desplazamiento muy pequeño / intervalo muy pequeño‖, sino,
usar esa idea para razonar como sigue:
Según el enunciado el módulo de la velocidad en A es nulo, aumenta gradualmente hasta alcanzar en
B un valor que se mantiene constante hasta D, y luego disminuye gradualmente hasta ser nuevamente
nulo en E.
O sea que, para comenzar, v A = v E = (0 ; 0).
Para seguir, entre B y C el movimiento es rectilíneo y uniforme, y en este caso la velocidad media es
igual en cualquier intervalo que se considere, en todo el intervalo o en cualquier parte pequeña del
mismo, por pequeña que sea.
Vale la pena detenerse a inspeccionar esto a través de un ejemplo. En este tramo el móvil viaja
uniformemente recorriendo 10 metros en cada segundo. Ahora pensemos en un t muy pequeño: por
ejemplo 10-3 s. En 10-3 s recorre 1 cm. Si consideramos ese desplazamiento de 1 cm de longitud en
cualquier parte del intervalo BC, y calculamos el vector velocidad dado por (1.4), siempre obtenemos lo
mismo: (1 cm/10-3s ; 0 cm/s) = (1000 cm/s ; 0 cm/s) = (10 m/s ; 0 m/s).
Inmediatamente se advierte que el resultado va a ser el mismo independientemente de la pequeñez del
intervalo que se imagine dentro de BC.
Por lo tanto, el vector velocidad instantánea en cualquier parte del intervalo BC, incluidos los puntos B y
C, es el mismo que el vector velocidad media:
v B = v C = (10 m/s; 0 m/s).
Para el tramo CD, el vector velocidad mantiene el mismo módulo que en BC, o sea 10 m/s (porque el
movimiento es uniforme, y eso significa que siempre se recorre la misma longitud de camino en un
mismo intervalo de tiempo), y sólo va cambiando de dirección manteniéndose tangente a la
30
circunferencia. En la figura se muestra para D: v D = (0 m/s; -10 m/s), y para un punto cualquiera de la
curva.
En A y E no se dibuja vector porque correspondería un punto, indicativo de módulo nulo.
En puntos intermedios entre A y B, o entre D y E, el enunciado no da indicaciones para determinar su
módulo; solamente puede saberse que,
entre A y B: vx = algún valor positivo desconocido menor que 10 m/s; vy = 0;
y entre C y D: vx = 0; vy = algún valor negativo desconocido, en valor absoluto menor que 10 m/s.
A B vB C vC
C
vD
Detalle de C muy ampliado.
Puntos anteriores y posteriores,
E muy cercanos, están alineados
Es importante entender que no se debe pretender que los vectores velocidad se curven un poco para
mantenerse sobre la parte curva de la trayectoria: estos vectores son rectos y tangentes a la curva en
cada lugar, porque allí, en cada lugar, deben indicar hacia dónde es el movimiento en ese instante, sin
importar que luego esa dirección pueda cambiar. El hecho de que posteriormente la dirección cambie,
dependerá de las fuerzas que actúen después de ese lugar.
Puede parecer chocante que en puntos como C, donde comienza la curva, el vector v C deba
mantenerse exactamente horizontal. Pero si se piensa en este punto (C), y puntos inmediatamente
anteriores, o posteriores, como se muestra en la figura ampliada, es muy claro que el vector está bien
así, ya que indica cómo es el movimiento que está ocurriendo en esos instantes, entre esos puntos
muy próximos.
De manera que en un punto cualquiera de la curva el vector deberá tener el mismo módulo, 10 m/s, y
dibujarse (con alguna escala elegida) tangente a la misma, lo cual, para este caso de un arco de
circunferencia, significa perpendicularmente al radio (tal como en C y en D).
Para contribuir a reflexionar sobre este detalle puede ser útil realizar, al menos alguna vez, un dibujo
exageradamente ampliado de esta zona (o de cualquier zona) de la trayectoria, dibujando sobre ella
vectores velocidad con alguna escala que los muestre relativamente pequeños, para mostrar que ellos
deben tener la dirección de la tangente, que es la misma de la curva en cada lugar, como se muestra
en la figura siguiente.
C
v v vC v
Vecindad del punto C exageradamente ampliada. Los vectores velocidad se dibujan en varios
puntos próximos con alguna escala que no los muestra tan ampliados, y entonces se puede ver
claramente que en cada lugar deben indicar la dirección de la curva, que es la de la tangente.
e) Fuerzas
En el tramo AB la velocidad aumenta, y no hay desviación, de manera que debió actuar una fuerza
resultante hacia delante, es decir, hacia la derecha de la figura.
El tramo BC se recorre uniformemente en línea recta, eso significa que no hay fuerza neta
(resultante) actuando. FR = 0 entre B y C.
31
El tramo CD se recorre uniformemente con desviación hacia la derecha (del movimiento): debe estar
actuando una fuerza resultante perpendicular al movimiento, hacia la derecha del mismo.
Entre D y E, el móvil se frena en línea recta. Es decir, se suspende la fuerza perpendicular que lo venía
desviando, y comienza a actuar una fuerza (resultante) hacia atrás (en la figura hacia arriba), que se
mantiene hasta que el móvil se detiene. En la figura se muestra la fuerza resultante con vectores
huecos.
A B C 30
D x
-50 -30 -20 -10 10 20 40 50 ( m )
-10
-20
E
COMENTARIO CONCEPTUAL
Las afirmaciones f.1), f.2), f.4), pueden parecer capciosas, pero no lo son. Son
tres afirmaciones que reflejan la identificación errónea de la fuerza con el
movimiento o la velocidad.
Esta identificación, que es una de las barreras más comunes que hay que
superar para entender las leyes de la dinámica, obedece a una metodología de
pensamiento muy difundida, denominada “metodología de la
superficialidad”, la cual consiste en identificar de manera irreflexiva y rápida
conceptos diferentes a partir de cualquier semejanza. Los que adoptan (en
general inconscientemente) esta metodología, actúan como si estuvieran
obligados a tener respuestas o certezas rápidas para todas las cuestiones, no
importa cómo se obtengan, y como si hubiese algo malo en demorarse
reflexionando y elaborando alguna idea.
La esencia del pensamiento científico está precisamente en lo contrario: busca
elaborar con cuidado las ideas, revisando todos sus aspectos. Una semejanza
nunca debe motivo para una identificación inmediata, sino para una
búsqueda de razones que la justifiquen.
La veracidad de una ley no se juzga buscando un ejemplo favorable, sino al
contrario, tratando de mostrar que no podría haber contraejemplos.
Ejemplo desarrollado 6
Una cuerpo se desplaza libremente en el espacio (sin que actúen sobre él fuerzas de ningún tipo, no
hay gravedad ni rozamiento) a lo largo de una recta a.
A partir de un punto A se desea desviar al cuerpo para que siga la trayectoria mostrada, que consiste
en una semicircunferencia de radio R0, que luego continúa en la línea recta b, sin que varíe la rapidez
de su movimiento.
B
b
m R0
v
a
A
Explique cómo es la fuerza que es necesario aplicar para lograr este movimiento: qué orientación debe
tener, y durante qué lapso debe actuar. Dibuje cualitativamente los vectores que correspondan.
Desarrollo
Al no haber rozamiento ni otras fuerzas extrañas, hay que esperar que el cuerpo llegue a A, sin
aplicarle fuerza alguna. Cuando llega a ese punto hay que comenzar a aplicarle una fuerza
perpendicular a la dirección del movimiento, hacia la izquierda, y hay que mantener esa fuerza aplicada
de esa manera (exactamente perpendicular a la trayectoria), con módulo constante, hasta que el
cuerpo llegue a B (donde se completa la semicircunferencia).
B
b
a
perpendiculares
F
A
A partir de ese instante tB, simplemente se suspende la fuerza, y el cuerpo continuará por la línea recta
b.
33
Puede ser bueno tratar de imaginar una situación en la que se materialice esta propuesta. Eso no
siempre es fácil, pero en este caso podemos imaginar que se arroja una piedra con una honda (de las
del tipo que usó David contra Goliat, no una ―gomera‖ de bandas elásticas). El recorrido AB podría ser
la última media vuelta del movimiento de revolear la piedra, y B sería el punto en el que se suelta la
piedra. Así es posible imaginar claramente cómo las riendas de la gomera, sujetando la piedra, le están
aplicando continuamente la fuerza hacia el centro mientras ésta recorre la parte AB (lo cual también
sería válido para todas las vueltas anteriores del proceso de revolear la piedra). Cuando la piedra llega
a B, simplemente hay que soltarla para que ella continúe por la línea recta b (se está despreciando el
efecto de la gravedad).
Es muy interesante e instructivo llevarlo a la práctica, porque mientras se está revoleando el proyectil
cuesta imaginar que al soltarlo va a continuar por la tangente. Claro, hay que organizar una actividad
con algo blando, como un bollito bien apretado de papel, atado al extremo de un hilo, no con una
piedra. Y mejor en el patio que dentro del aula. Es muy instructivo el proceso de aprender a soltar el
hilo en el instante correcto.
A AB = rBrA
B
rA
rB
Es decir, resto dos vectores indicativos de posición con respecto, ambos, de su punto de aplicación que
es O, y el resultado es un vector que dibujamos aplicado en A, para que represente mejor el
desplazamiento AB.
De manera que es útil dibujar rA y rB con punto de aplicación O, y AB con punto de aplicación A.
Pero en realidad cuando escribimos estos vectores por medio de sus pares ordenados, escribimos:
rA = (1; 4), rB = (5; 3) , sin mencionar dónde se consideran aplicados, y para obtener la diferencia eso
no importa porque simplemente restamos estas componentes y obtenemos AB = (5; 3) – (–1; 4) = (6; –
1), al cual consideramos aplicado en A para que tenga sentido interpretarlo como el desplazamiento
AB.
Pero si sumáramos rB rA , vectores que indican dos posiciones sucesivas de un punto móvil,
obtendríamos un vector que no tendría significado para el movimiento que se está describiendo; por
eso en general no haremos esta operación, aunque es posible hacerla.
Si en cambio hubiésemos sumado dos vectores fuerza que se aplican en un punto, esa suma sí tendría
sentido, y daría la llamada fuerza resultante, que aplicada en ese mismo punto tendría el mismo efecto.
Y si hubiésemos sumado dos vectores fuerza aplicados en diferentes puntos, la operación también
tendría sentido, daría nuevamente un vector llamado fuerza resultante, el cual no tendría punto de
aplicación definido.
Pero en cambio no haremos nunca la operación de restar dos vectores fuerza actuantes en el mismo
punto, porque el resultado, aunque pueda calcularse, en general carece de sentido.
Es decir, estas operaciones vectoriales se hacen porque tienen cierto significado, y el punto de
aplicación que se le atribuye a cada vector está supeditado a esos significados.
CAPÍTULO 2:
Las Leyes de la Dinámica
v3 p3
v2
v4 p2 p4
v1 v5 p5
p1
estos vectores se dibujan con estos vectores se dibujan con una
una escala de velocidades escala de cantidades de movimiento
Fig. 1: dos formas equivalentes de indicar el movimiento de una piedra lanzada al aire.
En el caso ilustrado por estas figuras, cualquiera de las dos representaciones da cuenta de lo
mismo: tanto los vectores v como los vectores p indican cómo la dirección del movimiento
va siendo alterada (curvada hacia abajo) por la acción de la fuerza de gravedad, al mismo
tiempo que la rapidez disminuye mientras la piedra sube, y vuelve a aumentar luego de que
ésta pasa por el punto más alto, efecto también debido a la acción de la gravedad.
Para cualquier sistema existe un punto especial, denominado centro de masa (CM), que de
alguna manera promedia la posición de la masa. Para cualquier cuerpo compuesto de
partículas de masa mi, cada una ubicada en ri , la ubicación del centro de masa está dada por:
rCM
mi ri
mi ri (2)
mi m total
Derivando esta expresión obtenemos vCM , la velocidad del centro de masa, en el miembro
izquierdo, y 1 m total m i v i = 1 m total p i en el miembro derecho, de manera que:
p total m total v CM (3)
Y es fácil mostrar que tanto (2) como (3) también son válidas si en el sistema se consideran o
se incluyen partes (no pequeñas) de masa mi para las cuales ri indica la ubicación del CM.
2) La modificación del movimiento, que puede consistir tanto en modificación del módulo
como de la dirección del vector velocidad, debe ser inversamente proporcional a la masa del
cuerpo en estudio, y debe ocurrir en la dirección en la que se aplica la fuerza.
Todo esto significa que v deberá ser:
F t
v (5)
m
Esta expresión ya es formalmente una versión de la ley que estamos buscando, y por una
cuestión más bien estética, para que le corresponda mejor la denominación Ley del Impulso,
la expresamos multiplicada por m, como It m v , con lo cual, utilizando el vector cantidad
de movimiento queda:
It p (6)
O bien, dicho de otra manera, a partir de una dada cantidad de movimiento inicial cualquiera,
p i luego de actuar la fuerza durante t, la cantidad de movimiento final será:
p f = pi It (6‘)
39
Interpretación gráfica
Si en un instante t1 un móvil tiene la cantidad de movimiento p1 , y hasta el instante t2 actúa
sobre el móvil la fuerza F , aplicándole el impulso I12 F t , entonces la cantidad de
movimiento del móvil en t2 será el vector p 2 que se obtiene efectuando la suma vectorial
p1 + I12 (se dibuja p1 y a continuación I12 ).
NOTA DIDÁCTICA:
En nuestra propuesta es esencial la realización de esquemas gráficos
acompañando la interpretación de cualquier situación.
Los esquemas deben consistir siempre en los dos tipos de gráficos: debe haber un
dibujo mostrando la situación sobre la trayectoria, con los vectores fuerza y
velocidad (o cantidad de movimiento), y otro dibujo que debe ser un esquema
40
En este punto es necesario mostrar ejemplos típicos de aplicación de las leyes, y para abreviar
aquí podemos prescindir de los ejemplos obvios de movimientos rectilíneos con fuerzas a
favor o en contra del movimiento. Es claro que estos ejemplos son necesarios en la enseñanza,
pero en este lugar consideramos suficiente con un ejemplo de trayectoria curva que resume
los detalles más importantes.
Ejemplo desarrollado 1
Un cuerpo de masa m = 3 kg se desplaza con una velocidad de módulo v = 4 m/s a lo largo del eje x
hacia la derecha (sentido positivo), hasta que al llegar a un punto A comienza a actuar sobre él una
fuerza de 6 N que se mantiene constante durante 2 s, en dirección exacta del eje y. Ambos ejes, x e y,
están en un plano horizontal, sobre el cual el movimiento ocurre sin rozamiento.
Aplique la Ley del Impulso para determinar los vectores cantidad de movimiento y velocidad al terminar
de aplicarse la fuerza, y explique cómo continúa el movimiento después.
Dibuje cualitativamente la trayectoria, mostrando los vectores importantes para este proceso.
Desarrollo
Las fuerzas actuantes sobre el cuerpo son: el peso, P = (0 ; 0 ; m g) (0 N ; 0 N ; -29,4 N), la
reacción de la superficie horizontal, que equilibra al peso, ya que ambas son las únicas fuerzas
verticales, o sea R = (0 N ; 0N ; 29,4 N), y, durante los 2 s en que actúa el agente externo, la fuerza
aplicada por un éste, F = (0 N ; 10 N ; 0 N).
z
R
F y
P
Claramente F es también la resultante, de manera que es la única que hay que considerar para el
movimiento, y en adelante se hará todo el análisis en las dos dimensiones del plano horizontal, (x, y).
Tenemos que inicialmente el movimiento es a lo largo de x, y nos interesa lo que sucede desde que le
aplicamos una fuerza en dirección y. Ya sabemos que una fuerza hacia un costado del movimiento
curva la trayectoria hacia ese lado. Ahora podemos calcular cuánto.
La cantidad de movimiento inicial es: p 0 = (12 kgm/s ; 0 kgm/s), el impulso aplicado: I = F 2 s = (0 ;
12 Ns). Así resulta que la cantidad de movimiento final es: p = (12 ; 12) kgm/s, y la velocidad v = p /m
= (4 ; 4) m/s. Luego, al suspenderse la fuerza, el móvil deberá continuar uniformemente en línea recta
en la nueva dirección.
Esto significa que, en 2 s, la trayectoria se ha curvado de manera que forma 45º con la dirección inicial,
y esa es la nueva dirección por la que continuará en línea recta.
41
y
t>2s py
pB
12
pB
o I
45
B
F 45o
tB = 2 s x px
A pA
pA 12
Vemos que la velocidad en el eje x no ha cambiado, como corresponde al hecho de que no ha actuado
ninguna fuerza en esa dirección. También vemos que el módulo de la velocidad ha aumentado un
poco, de 4 a (42 + 42)½ = 5,66 m/s, y eso se entiende porque, a medida que la trayectoria se ha ido
torciendo, la fuerza orientada exactamente como el eje y, ha ido actuado con cierta componente
tangencial hacia delante.
Obsérvese la forma de trabajar: con los datos de la fuerza calculamos el impulso aplicado, luego
aplicamos la ley para tener la cantidad de movimiento final, una vez que la tenemos, dividiendo por m
tenemos la velocidad final.
Aplicando la Ley del Impulso no determinamos exactamente la forma de la trayectoria. Más adelante
veremos cómo hacerlo. Pero sí debe estar muy claro que esta ley dice que la trayectoria es una curva
que pasa gradualmente de la dirección inicial a la final, ya que el móvil demora t = 2 s en este cambio
de dirección. De ningún modo la aplicación de una fuerza perpendicular a la velocidad hará que la
trayectoria sea una recta quebrada (para lo cual debería ser t = 0).
Esto debe ser interpretado por quien resuelve el ejercicio, es decir, en algún momento, los alumnos.
Pero es claro que antes el profesor debe promover discusiones sobre este punto. Los alumnos tendrán
inicialmente muchas dificultades para decidir que deben dibujar una trayectoria curva, simplemente
porque no están acostumbrados a tomar esas decisiones, y porque la información al respecto debe
extraerse del hecho de que hay una demora para pasar del movimiento en una dirección, al movimiento
en otra dirección, y durante ese lapso el cuerpo no se detiene, sino que avanza. Cada uno de los
detalles es claro y simple, pero unirlos todos para llegar a la conclusión de que hay una trayectoria
curva, requiere una elaboración considerable.
Nuestra perspectiva es que cuando los alumnos desarrollen la capacidad de realizar esta elaboración,
habrán logrado un buen nivel de comprensión de las leyes de la dinámica; y que mientras no alcancen
esa capacidad, no habrán logrado un nivel satisfactorio de comprensión de estas leyes, aunque puedan
resolver los problemas numéricos habituales sobre MRU, MRUV, tiro oblicuo, y similares. Nótese, por
ejemplo que éste es formalmente el mismo problema del movimiento de un proyectil, pero aquí
solamente se estudia la dinámica, y no la forma de la trayectoria; y estamos exigiendo, y proponiendo
desarrollar, la capacidad de inferir el dibujo razonable de alguna curva para la trayectoria.
que solamente las fuerzas exteriores contribuirán al impulso sobre todo el sistema, y
denominando FR a la fuerza resultante de todas las aplicadas sobre el sistema tendremos que
ella es exacta y simplemente la resultante de las fuerzas exteriores:
FR Fi Fi( ext)
Y finalmente, dado que según (3) p total p i m v CM (siendo m la masa total), la Ley del
Impulso podrá enunciarse:
FR t p total m v CM (6‘‘)
Expresión que además de reforzar nuevamente la idea de que solamente las fuerzas exteriores
intervienen en la ley del impulso, nos dice que si nos limitamos a considerar el movimiento
del CM, entonces la influencia sobre dicho movimiento se manifiesta exclusivamente a través
de la resultante de dichas fuerzas, de manera absolutamente independiente del lugar en que
cada una sea aplicada.
Y queda claro que sigue siendo válida la expresión (6), sobreentendiendo que el impulso se
calcula con FR .
Surge también claramente que si no hay fuerzas exteriores el movimiento del CM deberá ser
rectilíneo y uniforme como lo indica el Principio de Inercia.
que es aprender los trucos dinámicos que permiten impulsarse sin rozamiento,
por ejemplo con patines, o sobre un terreno resbaloso. Lo mismo para un
automóvil en un terreno pantanoso.
De manera que es importante distinguir la fuerza de rozamiento que nos
empuja hacia delante en el lugar donde empujamos al piso hacia atrás, de la
fuerza de rozamiento que aparece en otros lugares, tendiendo a impedir que
nos deslicemos hacia delante con respecto a algo.
Ejemplo desarrollado 2
Considere un automóvil de 900 kg viajando a velocidad constante de 80 km/h en una carretera
horizontal. Suponga que este automóvil tiene ―tracción trasera‖ (es decir que el motor comunica
movimiento a las ruedas traseras), y que viajando a esa velocidad sufre la acción de una fuerza de
rozamiento total de 2000 N que se debe, casi exclusivamente, al aire.
a) Realice un diagrama de cuerpo aislado del automóvil mostrando las fuerzas horizontales exteriores
sobre el mismo, indicando dónde deben considerarse ubicadas.
b) Calcule el valor de la fuerza motriz que debe aplicar el automóvil al suelo por medio de sus ruedas
trasera. Dibuje esta fuerza en un esquema.
Desarrollo
(a) 80km/h (b) 80km/h
FRozam FRozam
FImpulsora Fmotriz FImpulsora
a) En (a) se muestran las dos fuerzas exteriores horizontales que consideramos sobre este vehículo.
La FRozam es la resultante de la acción del aire distribuida sobre toda la carrocería, y actúa hacia atrás
con 2000 N, tendiendo a frenar el vehículo. La Fimpulsora es la reacción del suelo ante la acción motriz de
la rueda empujando al suelo hacia atrás. Ésta es la fuerza que impulsa al vehículo, y debe valer 2000
N, de manera que la resultante sobre el vehículo es cero y por ello la velocidad se mantiene constante.
b) En (b) se muestra además el par acción-reacción que forma la ― Fmotriz ‖ representativa de la acción
por medio de la cual el automóvil empuja al piso hacia atrás, con Fimpulsora , que es la reacción del piso,
hacia adelante, sobre el vehículo. Tanto una como la otra son manifestación del rozamiento rueda-
pavimento, y su intensidad está limitada por la capacidad de los materiales para resistir el
deslizamiento. Estas dos fuerzas no dan resultante nula sobre el vehículo, porque sólo una de ellas
actúa ambas sobre él. No son un ―sistema de fuerzas actuantes sobre el auto‖, y no se calcula su
resultante.
No corresponde dibujar rozamiento hacia atrás sobre el vehículo en el contacto rueda piso, a menos
que la rueda esté frenada, cuando se trata de detener al vehículo.
Con lo cual finalmente la expresión más general posible para Ley del Impulso queda de la
siguiente manera, con exactamente la misma forma que (6):
IAB p p B p A
46
Pero aquí es muy importante destacar que el impulso total en el intervalo (A,B) está dado por
la expresión (4‘), y que ella no pretende indicar una suma que realmente haya que efectuar,
sino que es importante como concepto, porque destaca el hecho de que el impulso no es algo
de un instante, sino que es algo que se acumula durante todo el tiempo en que se está
aplicando la fuerza. El impulso corresponde a un intervalo, nunca a un instante: no
existen los conceptos ―impulso en tA‖, ni ―impulso en tB‖. Esto refuerza la idea enunciada al
presentar la Ley del Impulso: la acción de una fuerza debe mantenerse cierto tiempo para
causar algún efecto.
Por el contrario, sí existe en concepto de cantidad de movimiento en tal o cual instante: p A es
el vector cantidad de movimiento en tA, y p B es el vector cantidad de movimiento en tB.
Por otra parte, para los niveles elementales siempre es posible considerar, cuando la fuerza
varía, que la expresión (4) se refiere a la fuerza media (lo simbolizaremos con F ).
Eso equivale a definir:
I ( en t )
F = = vector fuerza media (9)
t
Es claro que si la fuerza es constante, coincide con la fuerza media. Ésta es la fuerza
hipotética que manteniéndose constante en todo el intervalo, hubiera aplicado el mismo
impulso que aplicó la fuerza que realmente actuó.
COMENTARIO DIDÁCTICO
Sobre la expresión (4’): IAB F t merecen destacarse las siguientes cosas:
absolutamente lo mismo.
La notación matemáticamente correcta para una suma de infinitos
términos infinitamente pequeños es con el símbolo integral en lugar del de
sumatoria: IAB F( t ) t . Hay procedimientos específicos para calcular
integrales, pero no siempre son importantes.
Independientemente del procedimiento de cálculo que se deba aplicar en
determinados casos, ahora es muy importante dejar en claro que las
expresiones IAB F t i i
, o IAB F( t ) t , son símbolos indicadores de un
concepto, de algo que hay que pensar, y no necesariamente indican una
suma que haya que efectuar realmente en la práctica.
Para los niveles elementales es muy útil recurrir al área de la gráfica F(t),
en casos unidimensionales, para evaluar el impulso.
área de la gráfica que muestra, para cada componente, la intensidad de la fuerza en función
del tiempo.
Consideremos una gráfica de una componente de F , por ejemplo Fx, en función del tiempo,
como la de la figura 3 Luego podrá repetirse para todas las componentes, aunque en los casos
simplificados de movimiento rectilíneo, esto será suficiente.
Si trazamos líneas verticales subdividiendo el intervalo (t0 , t1) en muchos intervalitos de
duración t suficientemente pequeña cada uno, el espacio bajo la gráfica, hasta el eje
horizontal, queda subdividido en rectángulos (o trapecios rectangulares) muy angostos, cuya
base, o ancho, es t, y cuya altura es el valor de Fx allí, en ese el intervalo. Si ahora
efectuamos el producto Fx t, obtenemos el área de cada rectángulo.
De manera que la suma de todos los impulsos aplicados en todos los intervalos, es lo mismo
que la suma de todas las áreas de todos estos delgados rectángulos, y eso es lo mismo que el
área total bajo la gráfica.
Fx (N) Fx Fx(t)
Fx(tB)
Fx(t)
Notar que es un área que se calcula con las escalas de cada eje, con dimensiones de tiempo en
el eje de abscisas, y de fuerza en el de ordenadas: este área resulta con dimensiones N·s, ya
que es un impulso.
Unidad de fuerza
En la práctica los valores de fuerzas y masas se suelen determinar recurriendo a instrumentos
que se calibran midiendo el peso de cuerpos tomados como patrón, aprovechando la gran
sensibilidad de los diversos tipos de balanzas existentes. Todos ellos se basan en las
propiedades de la gravedad.
Sin embargo es claro que debe ser posible definir los procedimientos para medir la masa y la
fuerza, con sus respectivas unidades, sin recurrir a la gravedad, ya que ésta no interviene
conceptualmente en sus definiciones.
Claramente los principios de la dinámica son los únicos que pueden intervenir en la definición
formal de estos elementos.
Así es que a partir de un cuerpo cuya masa se defina arbitrariamente como unidad (de masa),
se define la unidad de fuerza por medio de la Ley del Impulso, por ejemplo leyendo la
expresión (6) de la siguiente manera: “la unidad de fuerza es la que aplicada durante la
48
Masa inercial
Nuevamente la expresión (6), adecuadamente modificada como sigue, sirve para interpretar la
definición de masa:
F
m (10)
v
t
Esto se denomina masa inercial, denominación que se justifica a través de cierta
interpretación de la inercia como resistencia al cambio de velocidad, que aparece exactamente
reflejada por el cociente (10) ya que éste implica que:
Un cuerpo A tiene más masa inercial que otro B,
si bajo la acción de la misma fuerza en el mismo tiempo se modifica
menos la velocidad del cuerpo A que la del B.
o bien:
si se requiere más fuerza para modificar en el mismo tiempo la velocidad
de A en la misma medida que la de B.
Es un aspecto básico de la teoría que la expresión (6‘) da un resultado independiente tanto del
numerador como del denominador, dependiente sólo del cuerpo, ya que, si por ejemplo se
aumenta la fuerza, entonces aumenta proporcionalmente la velocidad que adquiere finalmente
el cuerpo, o disminuye el tiempo que demora para llegar a determinada velocidad.
Un procedimiento elemental para determinar la masa según estas ideas podría ser el indicado
por Mach1, que es el siguiente.
Se toma un cuerpo cuya masa m0 se elige (arbitrariamente) como unidad de masa, y se lo hace
interactuar de cualquier manera (por ejemplo interponiendo un resorte entre ambos) con el
cuerpo cuya masa m se desea determinar. Dado que el Principio de Acción y Reacción
garantiza que la fuerza actuante sobre ambos cuerpos tendrá el mismo módulo, durante el
mismo intervalo de tiempo, y con la misma dirección (sentido opuesto), será suficiente medir
las variaciones de velocidad v 0 y v sufridas por cada uno, para determinar su masa a
través de la relación:
v 0
m m0
v
Obviamente este procedimiento tiene valor esencialmente conceptual; en la práctica la
medición debería tener en cuenta muchas fuentes de error que habría que controlar, por
ejemplo la masa del resorte, y podría ser preferible un procedimiento que sometiera ambos
cuerpos a la misma fuerza, por ejemplo, en una centrifugadora calibrada para llegar a
determinado valor exacto de fuerza centrífuga, o algo similar.
Masa gravitatoria
Utilizando la balanza se puede comparar el peso P de cualquier cuerpo con el P0 de un cuerpo
patrón, y dado que según la Ley de Gravitación Universal se tiene que peso/masa = g,
constante independiente del cuerpo, entonces:
m P
(11)
m0 P0
De esta manera, con la balanza se define la masa como proporcional al peso, lo que con
precisión se denomina ―masa gravitatoria‖, y vale aclarar que éste es el procedimiento que se
utiliza universalmente en la práctica para determinar masas, dada su simpleza y su gran
precisión.
Si bien los conceptos de masa inercial y de masa gravitatoria son distintos por su génesis, han
fallado todas las experiencias que se han ideado para poner de manifiesto hasta la más mínima
diferencia entre ellos, y se postula que ambas son realmente la misma cosa (―Postulado de
Equivalencia‖, Teoría General de la Relatividad).
Nota:
Para medidas muy precisas hay que tener en cuenta que el tipo de balanza que compara pesos
directamente es la balanza de platillos, para la cual tiene validez total la expresión (11), hasta el punto
que a veces se dice que esta balanza no mide pesos, sino masas.
Las balanzas de resorte, o con algún sistema electrónico sensible a la fuerza, pueden ser considerados
algún tipo de dinamómetro: ellas indican el peso, aunque la unidad diga gramo, y se utilicen para
determinar masas. Para ello han sido calibradas en algún lugar con una masa patrón, y hay que tener
en cuenta que pueden ser necesarias correcciones para compensar las diferencias que puede haber en
los valores de g entre el lugar para el cual se calibró la balanza, y el lugar donde se la utiliza.
De cualquier manera para medidas muy precisas con todos los tipos de balanzas son necesarias otras
correcciones debidas a la presencia del aire, con su empuje hidrostático.
Es útil tener presentes estos elementos por la posibilidad de organizar actividades interesantes de
análisis y discusión en el aula, siempre que se presente la ocasión adecuada.
Nota:
Vale aclarar que NEWTON pensaba que sí había un espacio absoluto, en reposo absoluto, de manera
que para él esto era muy claro: el Principio de Inercia vale para este sistema absoluto. Pero con el
avance de la mecánica, esa idea fue abandonada.
O sea, debe quedar claro que antes de hablar de movimiento hay elegir el sistema de
referencia, o ―referencial‖, sin lo cual ninguna afirmación tendría sentido. Aquí es donde
juega su papel el Principio de Inercia. Aceptar este principio fundamental implica suponer que
de alguna manera es posible saber si un cuerpo está libre o no de la acción de fuerzas de todo
tipo, y que una vez que estamos seguros de eso, debemos definir un sistema de referencia
respecto del cual este cuerpo está en reposo, o con movimiento rectilíneo y uniforme.
Es fácil determinar si un cuerpo está libre o no de la acción de fuerzas de contacto, pero no es
fácil determinar si está libre de la acción de cualquier tipo posible de fuerzas. A este
conocimiento se accedería luego de considerar globalmente todos los fenómenos que puedan
tener algo que ver con la situación del cuerpo, y en principio no tendría por qué ser algo
simple. Podría ser necesario llegar a conocer todas las leyes del Universo antes de poder
decir que sobre determinado cuerpo no actúa ninguna fuerza. Aunque ello no es posible, en
la práctica podemos establecer esto para ciertos cuerpos típicos dentro de cierto grado de
aproximación, conociendo algunos fenómenos y leyes importantes. Una vez que se ha
encontrado aunque sea hipotética o aproximadamente un conjunto adecuado de cuerpos
libres de fuerzas, entonces aplicamos el Principio de Inercia, para elegir, o definir, un
referencial en el cual estos cuerpos se mueven, (o moverían, si son hipotéticos) conservando
su p .
51
Una vez hecho eso, este principio nos asegura que cualquier otro cuerpo libre de fuerzas que
aparezca, también se moverá de esta manera en este referencial.
Referenciales inerciales
Los referenciales en los cuales se cumple el Principio de Inercia, se denominan ―referenciales
inerciales‖.
En un referencial no inercial, al no cumplirse este principio, tampoco se cumple la Ley del
Impulso, ya que ella tiene como base el aludido principio.
Esto significa que los referenciales inerciales son los únicos referenciales aptos para aplicar
las leyes de la mecánica (coloquialmente decimos que son referenciales ―buenos‖ para la
mecánica).
De manera que antes de resolver un problema de dinámica, hay que asegurarse de estar
hablando desde el punto de vista de un observador o referencial inercial. Esto debe hacerse
siempre antes de pretender analizar un movimiento (en la práctica se suele descuidar este paso
formalmente, pero debe estar presente al menos de manera tácita, implícita).
Es interesante saber que si se encuentra un referencial inercial, entonces cualquier referencial
que viaje uniformemente en línea recta y sin girar con respecto a él, también es inercial.
Es decir que si hay uno, hay infinitos referenciales inerciales. Descripto desde distintos
referenciales inerciales un movimiento tendrá diferentes vectores p , pero los vectores p ,
que son los que tienen que ver con las fuerzas según estas leyes y principios, no serán
afectados por el cambio de referencial, como mostraremos en el próximo punto.
P z’
rP‘
z rP y’
z’ y’
rO‘ O‘
z x’
x’
y
y O x x
De la figura 4 claramente se desprende la ecuación vectorial: rP rP rO , que nos permite
escribir la posición de P en el nuevo referencial, a partir de las posiciones de P y del nuevo
origen O‘ en el referencial anterior.
Ahora bien, para realizar analíticamente una composición vectorial como la que expresa esta
ecuación, el procedimiento general requiere prestar atención a la expresión completa:
x P x̂ yP ŷ zP ẑ x P x̂ y P ŷ z P ẑ x O' x̂ y O ŷ z O ẑ (13)
En donde hay que considerar que en los casos más generales los nuevos ejes se pueden estar
moviendo de cualquier manera, eso quiere decir, que el punto O‘ se traslade de cualquier
manera, y que los ejes x‘, y‘, z‘, vayan cambiando de orientación. Veremos esos casos
generales en el capítulo de rotaciones, con sistemas que rotan mientras su origen se traslada.
En esos casos los nuevos versores base, x̂ , ŷ, ẑ , van cambiando de orientación junto con los
ejes, y en cada instante deben expresarse en función de los viejos x̂, ŷ, ẑ, para poder obtenerse
las coordenadas de P en un sistema a partir de las que tiene en el otro sistema.
En este momento solamente nos interesa considerar lo más simple: transformaciones de
coordenadas entre sistemas mantienen sus ejes correspondientes siempre paralelos entre sí,
mientras el origen de uno de ellos (O‘ en este caso) tiene un movimiento arbitrario respecto
del otro que se toma de referencia..
De este modo los vectores base de ambos sistemas serán los mismos, y por la independencia
lineal de las diferentes direcciones del espacio, la expresión (13) nos dirá que la operación
rP rP rO puede hacerse simplemente con las ternas de coeficientes de cada vector:
(x P ; yP ; zP ) (x P x O' ; y P y O ; z P z O ) (13‘)
En estas condiciones la cuestión es realmente muy simple: si en t1 tenemos posiciones dadas
por (13‘) con todas las coordenadas evaluadas en ese instante, y lo mismo en t2 con todas las
coordenadas evaluadas en ese nuevo instante, entonces restando miembro a miembro se tiene,
escrito en sus ternas de coordenadas: rP rP rO , y dividiendo cada término por el
intervalo t = t2 – t1, se tiene:
vP v P v O' (14)
Operación que se puede hacer con las componentes cartesianas de los vectores, sin necesidad
de mencionar los versores de la base, y que es válida obviamente para intervalos t grandes o
pequeños, es decir, tanto para velocidades medias como instantáneas.
53
Estas expresiones son utilizadas casi universalmente para el cambio de referencial, pues
cuando no se hacen aclaraciones especiales se sobreentiende que los ejes mantienen la misma
orientación todo el tiempo.
Esta expresión (14) justifica casi trivialmente la afirmación:
―Si existe un referencial inercial, entonces todos los que se mueven
uniformemente y sin rotar respecto de él, también lo son.‖
Si cualquier partícula pasa de la cantidad de movimiento p1 a la p 2 por acción de cierta
fuerza en el intervalo (t1, t2), según la descripción en el referencial (O, x, y, z), en otro
referencial (O‘, x‘, y‘, z‘), pasará de la cantidad de movimiento p1 p1 m v O' (t 1 ) , a la
p2 p 2 m v O' (t 2 ) . De manera que si O‘ es inercial, es decir, si v O ' es constante, igual en
todos los instantes, y se tendrá para cualquier intervalo: p2 p1 p 2 p1 , es decir, p p .
De manera que si en un referencial inercial se cumple le Ley del Impulso, ella se cumplirá en
todos los referenciales inerciales interpretando las mismas fuerzas en todos ellos.
que el mundo exterior gira alrededor de ella (en sentido contrario al que
vimos girar la calesita desde afuera).
Esto es una clara muestra de que el movimiento es relativo: desde el punto de
vista de que todo movimiento se define con respecto a algún referencial, es tan
válido decir que (con respecto a la Tierra) “gira la calesita y no la Tierra”,
como decir que (con respecto a la calesita) “gira la Tierra y no la calesita”.
Pero los de afuera se sienten cómodos y ven que los de la calesita tienen que
sujetarse para no caerse. Por otra parte, los de la calesita ven que los de afuera
están muy cómodos mientras ellos mismos no lo están, tienen que sujetarse, y
hasta se marean. De manera que todos, tanto los de afuera como los de la
calesita concluyen, ambos grupos en total acuerdo, en que cada grupo ve girar
al otro, pero que en realidad, los que giran son los de la calesita.
Además, si repitiéramos en la calesita las experiencias planteadas para
introducir discusiones con el tren en el capítulo anterior, veríamos otras cosas:
el péndulo ya no colgaría en la vertical, sino hacia afuera, la naranja no
caería en los pies del que la suelta sino hacia afuera y algo hacia atrás, y si se
la dejara quieta en el piso (suponiendo una calesita perfecta y suave con el
piso bien horizontal y liso) no permanecería en reposo, sino que clara y
obstinadamente comenzaría a rodar hacia fuera, y si la dejásemos seguir (o si
la lanzáramos rodando) no lo haría en línea recta.
¿Qué hacemos entonces con la idea de que el movimiento es relativo? Decir
finalmente que uno de los sistemas en realidad no gira, y el otro sí, equivale a
negar que ambos sirvan como sistemas de referencia.
La respuesta de la Física es que, en su lenguaje, se define al movimiento como
relativo a un referencial, y por lo tanto no es correcto decir que la quietud de
la Tierra es más real que la de la calesita.
Lo que se siente raro en la calesita, esencialmente es que en ella no se cumple el
Principio de Inercia: alguien que quiera permanecer en reposo en ella, deberá
aplicar fuerzas para ello, y tal vez deberá sujetarse para no caer. Las esferas
ruedan por el piso siguiendo líneas curvas, y alguien que intente caminar en
línea recta lo sentirá muy raro.
Esto, en el lenguaje de la Física, significa que con nuestras sensaciones
detectamos que la calesita no es un sistema inercial.
Es claro que nuestro sistema sensorial y de control de movimientos continua e
inconscientemente trata de hacer coincidir nuestras sensaciones con lo que
vemos para generar los impulsos nerviosos de los que dependemos para
movernos, para caminar, para estar parados, para esquivar peligros, y para
sobrevivir a cada instante.
Nuestro cuerpo, en general, detecta cuando estamos en un referencial que no es
inercial. En un referencial inercial sentimos como que todo está bien, y
pensamos “está quieto”. En un referencial no inercial nuestro sistema sensorial
y de control de movimientos nos avisa que hay algo raro, y sentimos que “algo
se mueve”. Eso puede ser erróneo desde el punto de vista de las definiciones,
pero a nuestro sistema de conocimiento común no le importan las
abstracciones ni las definiciones de la Física: si sentimos que el piso se mueve, a
sujetarse para no caerse!
55
p1
F
FN p0 I
eje T p1 Diagrama de cantida-
p0 FT des de movimiento
Fig. 5: Caso de un intervalo con componente tangencial de la fuerza resultante en el mismo
sentido del movimiento. La rapidez aumenta. Además se muestra una componente normal
de la fuerza desviando el movimiento hacia la izquierda.
56
FT p1 p1
T
p2
p2
FN I
F N
Diagrama de cantidades
de movimiento
Fig. 6: Caso de un intervalo con componente tangencial de la fuerza resultante en sentido
opuesto al movimiento. La rapidez disminuye. Además se muestra una componente normal
de la fuerza desviando el movimiento hacia la derecha.
p2
p1 t2
I0;1
I1;2
t1 p1
p0
p2
p0
Diagrama de cantidades
t0 de movimiento
Fig. 7: Caso en que la trayectoria se recorre uniformemente. Sólo existe fuerza resultante
normal actuando de manera de lograr la curvatura o desviación del movimiento
En todos los casos, la trayectoria se curva hacia donde apunta la componente normal de la
fuerza aplicada. El vector impulso (representado también con una flecha hueca en cada
diagrama de cantidades de movimiento) tiene tamaño proporcional y exactamente la misma
dirección y sentido, que la fuerza resultante dibujada sobre la trayectoria.
FT t = p = m v (15)
Expresión que indica directamente lo que sucede con el módulo de p o de v , a partir de
características de la componente tangencial de las fuerzas aplicadas.
Por ejemplo digamos que, si FT>0, es decir hacia adelante, entonces p>0, lo que significa
que el módulo de p , (y también de v ), aumenta. Y viceversa, FT<0 significará hacia atrás
con respecto al movimiento, y entonces p<0, indicará que el módulo de p , (y también de v ),
disminuye, o sea que FT está frenando al móvil.
57
p1
F I = F t
p0
p1
Diagrama de cantida-
p0 des de movimiento
Fig. 8: Esquema para calcular la fuerza normal capaz de producir una desviación.
En la figura 8 no se puede mostrar el ángulo tan pequeño como debería ser, pero es posible
imaginarlo, y en esas condiciones, en el diagrama vectorial de la derecha vale:
F t
(16)
p
De aquí podemos despejar el valor que debe tener la fuerza para lograr esta desviación:
Fp (17)
t
Denominando velocidad angular, , a la desviación por unidad de tiempo: = /t (o, en
valores medios, /t), tenemos otras expresiones útiles:
F=p=mv (17‘)
Nota conceptual:
Es importante para entender que las expresiones normal y tangencial de la Ley del Impulso deben ser
pensadas en un referencial inercial. Cuando la partícula va viajando por una trayectoria curva, los ejes
N y T van girando continuamente respecto del referencial de ejes x, y, el cual es inercial por definición.
Entendidos de esta manera los ejes N, T no definirían un referencial inercial; y tampoco servirían
porque el vector p no giraría como lo muestra la figura 8, ya que siempre estaría en el eje T.
De manera que hay que entender que lo que se hace es: en un instante dado para el que se va a hacer
la descripción, se eligen las direcciones exactas de los ejes N y T que corresponden al movimiento en
ese instante, y se aplican las leyes en un referencial inercial que tiene esos ejes quietos durante el
lapso t. En ese lapso se ve a la partícula moverse y cambiar infinitesimalmente la dirección de p
respecto de estos ejes.
58
Nota práctica
La formulación vectorial de la mecánica, es decir el hecho de que postulemos la Ley del
Impulso dada por la expresión (6), que es una relación entre vectores, según la cual cada
fuerza produce variación de la velocidad exclusivamente en su propia dirección, es lo que a
veces se denomina Principio de Independencia de los Movimientos. Según este Principio, es
decir, según esta formulación, el efecto de las fuerzas tangenciales es independiente de la
presencia o ausencia de las fuerzas normales, y viceversa. Así es que los cálculos que hay que
hacer para aplicar la ley del impulso para las fuerzas tangenciales en casos de trayectorias
curvas (en las cuales además hay fuerza normal resultante) son exactamente los mismos que
se deben hacer en los casos de movimientos rectilíneos, que serán ilustrados en el Anexo.
Por ello en este momento podemos prescindir de ejemplos de aplicación de la ley del impulso
tangencial, y en cambio sí es interesante analizar el siguiente ejemplo de aplicación de Ley
del Impulso para las fuerzas normales.
Ejemplo desarrollado 3
Un automóvil de 1000 kg (incluida la masa de los ocupantes) viaja por una carretera rectilínea
horizontal a razón de 20 m/s. En el punto A la carretera se curva suavemente hacia la izquierda, de
manera que 10 m más adelante, en el punto B, continúa en línea recta en una dirección que forma 5º
con la anterior. En todo el proceso el conductor regula la aplicación de fuerza motriz de manera de
mantener constante el valor de la velocidad en 20 m/s.
En el esquema se muestra la situación desde arriba.
B 5º
v0 A
10 m
Suponga para tener valores aproximados que las fuerzas de rozamiento valen unos 1500 N = 1,50 kN,
redondeando a tres cifras significativas, ya que más no tendría sentido.
Calcule la fuerza horizontal lateral (hacia la izquierda) que debe aplicar el piso a los neumáticos (por
efecto del giro que aplica el conductor al volante) mientras el automóvil viaja siguiendo la curva, entre A
y B. ¿Qué sienten los pasajeros? ¿Qué pasa con esa fuerza después de B, cuando el conductor
mantiene derecha la dirección?
Desarrollo
En el tramo rectilíneo de la pista (antes de A), dado que el automóvil viaja con velocidad constante,
todas las fuerzas están equilibradas, y la resultante es nula. En particular, en la dirección vertical
tenemos el peso (P = m g = 9800 N) equilibrado con la reacción normal del piso, que por lo tanto debe
valer 9,80 kN – en adelante no hablaremos más de las fuerzas verticales, ya que no interesan en estos
planteos. Y en la dirección horizontal, que sí interesa, tenemos el rozamiento de 1,50 kN equilibrado
con la fuerza impulsora aplicada por el piso a las ruedas motrices (reacción a la acción hacia atrás de
estas ruedas sobre el piso) también de 1,50 kN.
El equilibrio también vale para el tramo posterior a B. Las fuerzas impulsora y de rozamiento se
mantienen mutuamente opuestas alineadas con la nueva dirección de la trayectoria.
Pero en la curva debe haber una resultante no nula, que debe ser normal a la trayectoria, horizontal,
hacia la izquierda, para lograr la desviación de la cantidad de movimiento, y debe valer, según (2.15):
FR = m v /t .
59
Para calcular debemos expresar la desviación en radianes: = 5º = 52 / 360 0,0873 rad, y
calcular el tiempo demorado: t = 10 m / 20 (m/s) = 0,50 s.
El módulo de la fuerza resultante, inmediatamente después de pasar A, y hasta B, debe valer FR
1000 kg20 m/s0,0873 / 0,5 s 3,49 kN.
3,49 kN
3,49 kN 3,49 kN 1,50 kN
1,50 kN
1,50 kN
1,50 kN 1,50 kN 1,50 kN
A B
Los pasajeros sentirán una fuerza (proporcional a la masa de cada uno) con la cual el vehículo les da
un empujón (sólo dura 0,5 s) hacia la izquierda – este empujón los desvía manteniéndolos dentro del
vehículo, en la trayectoria curva. Subjetivamente, viéndose inmóviles dentro del vehículo, los pasajeros
tendrán la sensación de que una fuerza los lanzó contra el lado derecho del mismo (fuerza centrífuga).
60
ANEXO 2.1:
En el texto principal la Ley del Impulso ha sido presentada para un intervalo t cualquiera, no
necesariamente pequeño, aunque es claro que eso es una simplificación que vale solamente
para fuerzas constantes.
Ahora bien, si las fuerzas van variando mientras transcurre el intervalo, siempre es posible
imaginarlo subdividido en muchos intervalitos suficientemente pequeños como para que la
variación de las fuerzas pueda considerarse despreciable dentro de cada uno de ellos. Dado
que conceptualmente debe quedar muy claro que la ley debe cumplirse instante a instante, en
cada instante, si se la escribe para estos sub-intervalos de duración t suficientemente
pequeña, tendremos una situación que podremos tomar de partida, en la cual necesariamente
la ley será exacta.
Consideremos para ello la acción de fuerzas sobre una partícula desde tA hasta tB , como
consecuencia de las cuales el vector p del cuerpo va variando continuamente como se
esquematiza en la figura.
tB = tN
tN1
tN2
t3
t2
t1
tA = t0
Fig. 1: se muestra una trayectoria cualquiera de la cual se considera el intervalo desde el
instante tA hasta el instante tB, subdividido en N partes. Se han dibujado algunos vectores
p simplemente para sugerir que van variando de alguna manera cualquiera. No se hace
ninguna suposición acerca de si el movimiento comienza o finaliza en la zona mostrada, ni
sobre la duración del intervalo.
o el vector F es representativo de la fuerza resultante, no lo indicamos con subíndices
para simplificar la notación.
o la razón para subdividir el intervalo (tA , tB) en intervalitos infinitesimales es para que
el vector fuerza se mantenga suficientemente constante (en todas sus componentes y
características) durante el breve transcurso del tiempo que se considera, de manera que
quede bien determinado el vector F que corresponde utilizar para cada impulso
infinitesimal. Utilizamos aquí Fi para indicar este vector en cualquiera de los instantes
dentro del intervalo ti = ti – ti1.
Si ahora consideramos que para cada intervalo la Ley del Impulso dice que Ii Fi t i debe ser
igual a p i , podremos escribir todos estos elementos en dos columnas que deben ser iguales
término a término:
I1 F1 t 1 p1 pA
I2 F2 t 2 p2 p1
I3 F3 t 3 p3 p 2
… …
IN1 FN1 t N1 p N 1 p N 2
IN FN t N pB p N 1
Todos los elementos aquí presentados son vectores. La columna de la izquierda contiene
vectores que representan el impulso aplicado por la fuerza resultante cada pequeño lapso, y es
claro que para obtener el impulso total comunicado por la fuerza durante todo el intervalo (tA ,
tB ), debemos realizar la suma (vectorial) de todos ellos.
Por otra parte la columna de la derecha contiene vectores que, excepto dos, p A y p B , están
todos repetidos con signos cambiados, es decir que al sumarlos se anularán todos excepto los
dos mencionados, obteniéndose pB pA .
Como además las dos columnas deben ser iguales renglón a renglón (para eso las hemos
escrito), obtenemos entonces:
Suma vectorial de la columna izquierda:
I A ;B Fi t i = Impulso aplicado por la fuerza resultante entre tA y tB
sumado
sobre
todos los t
No hace falta decir que el resultado de sumar la columna derecha, además, es totalmente
independiente de la forma en que se subdivida el intervalo. Es independiente de que se lo
subdivida infinitesimalmente o no. Lo infinitesimal de la subdivisión sólo es importante en la
columna izquierda, para el cálculo del impulso aplicado por fuerzas que van variando
mientras actúan.
Finalmente la expresión más general posible para Ley del Impulso queda de la siguiente
manera, con exactamente la misma estructura que enunciamos antes en el texto:
Itotal p
Fx (N) Fx Fx(t)
Fx(tB)
Fx(t)
Notar que área debería estar entre comillas porque no es la verdadera área geométrica de la
figura, sino que se calcula con las escalas de cada eje, con dimensiones de tiempo en el eje de
abscisas, y de fuerza en el de ordenadas: este área resulta con dimensiones N·s, ya que es un
impulso.
Fuerza media
Si dividimos el impulso total del intervalo (es decir el área) por t, obtenemos la altura de un
rectángulo que tendría la misma área, o sea obtenemos el valor de la fuerza media, que es la
que siendo constante aplicaría el mismo impulso (en el mismo tiempo):
I x ( en t )
Fm,x =
t
O también (puesto que vale para cualquier eje):
I( en t )
vector fuerza media =
t
64
ANEXO 2.2:
Aplicación de las leyes básicas a movimientos típicos
p
F
m v
r
Cada vector podría ser descripto con las dos componentes que corresponden, pero al elegir el
eje x sobre la trayectoria, la componente y es siempre nula y no es necesario escribirla.
De este modo, sin olvidar que estamos trabajando con la componente del vector que
corresponda, podremos escribir simplemente funciones.
Se destacan casos típicos que analizamos en detalle a continuación.
Para este movimiento sólo tendremos expresiones simples. Todas se obtienen a partir de la
definición de velocidad, considerando que vx es constante.
Y como se ve la expresión de x(t) será una función de primer grado en t. Por ejemplo:
x = x0 + vx t (2‘)
Ejemplo 1.
Considere la siguiente gráfica que muestra la ubicación para cada instante de una partícula que viaja
por el eje x.
x (m)
50
10 t
1 2 3 5 8 (s)
a) Explique si es un movimiento rectilíneo o curvilíneo y cómo lo determina.
b) Explique si es uniforme o variado y cómo lo determina. Calcule la velocidad.
Desarrollo
a) Es un movimiento rectilíneo porque el enunciado dice que la partícula viaja por el eje x.
b) Es uniforme porque la gráfica x(t) es recta. Eso indica que tiene la misma pendiente, o sea que
indica la misma velocidad, en todos los tiempos. Y para encontrar esa pendiente, o sea la velocidad,
construimos en la figura un triángulo con un t arbitrario y el correspondiente x.
x (m)
50
x = 40 m
x(0) t = 8 s
10 t
1 2 3 5 8 (s)
v0
v0
t t
(s) t* (s)
Caso Fx > 0, v0 > 0 Caso Fx < 0, v0 > 0
Observando esta última gráfica de vx(t), encontramos que: dado que la fuerza se mantiene
orientada hacia los x negativos en todo momento, mientras vx > 0 , es decir hasta t = t*, la
fuerza tiene sentido contrario al movimiento y por lo tanto está frenando al móvil.
Precisamente en t = t* es que éste se detiene, y a partir de ese instante la vx es negativa y por
lo tanto la fuerza resulta a favor del movimiento y hace aumentar el valor absoluto de la
velocidad.
Por otra parte, dado que la gráfica es una recta, queda claro que el movimiento es simétrico
respecto del instante de la detención, y esperando un cierto tiempo después de t*, la velocidad
tiene el mismo valor absoluto que tenía el mismo tiempo antes de t*.
Si ahora, para calcular x, efectuamos el producto vx t, obtenemos el área de cada
rectángulo.
vx (m/s)
vx(t1)
cualquier función vx(t)
vx(t)
vx(t0)
t
t0 t t1
Fig. 2: Si para cualquier intervalo de base t, multiplicamos la base por la altura vx(t)
en algún punto intermedio, obtenemos el área sombreada, que a la vez debe ser la
distancia x recorrida en ese lapso. Si t es suficientemente pequeño se puede
considerar un instante, y la altura del rectangulito es la velocidad en ese instante.
Esto significa que la suma de todas las distancias x recorridas en todos los intervalos, es lo
mismo que la suma de todas las áreas de todos estos delgados rectángulos, y eso es lo mismo
que el área total bajo la gráfica.
De manera que en general, para la distancia recorrida (en x) por un móvil en el intervalo
cualquiera desde t0 hasta t1, con una velocidad dada por cualquier función vx(t), siempre vale:
―Area‖ está entre comillas porque no es la verdadera área geométrica de la figura, sino que se
calcula con las escalas de cada eje, con dimensiones de tiempo en el eje de abscisas, y de
velocidad en el de ordenadas: esta área resulta con dimensiones de longitud ya que es una
distancia.
vx (m/s)
vx(t1)
Vale notar que si en vez de hablar de la componente x del vector velocidad, hablamos de su
módulo, v(t) (suponiendo que lo tenemos graficado en función del tiempo), dado que éste se
refiere a la distancia recorrida en el espacio, y no sobre el eje x, ahora tendremos que el área
de la gráfica de v(t), en cualquier intervalo, representa la distancia recorrida en el espacio a
lo largo de la trayectoria.
Fig. 4: Se muestran opciones para calcular el área correspondiente a una gráfica lineal de vx(t).
En la figura se muestra que hay más de una forma de calcular el ―área‖, o sea x (el
subíndice x está sobreentendido en todo lugar en donde falte). Todas las formas son
equivalentes, pero unas pueden ser más cómodas que otras según sean los datos que se
posean.
Las expresiones que más se utilizan son:
Reemplazando v = a t , en rectángulo + triángulo:
x = v0 t + ½ a (t)2 (5)
Expresión en la cual se pone de relieve que x es función cuadrática del tiempo.
Reemplazando t = v / a , en trapecio:
x = ½ (v + vo )×{(v vo ) / a}
v 2 v02
= (6)
2a
v0 v
x t = vpromedio t (8)
2
En donde vpromedio es el promedio entre la velocidad inicial y la final.
Esta expresión (8) nos permite ver que para este movimiento en el que la velocidad varía
uniformemente (no es así en otros), la velocidad vpromedio coincide con x/t, que es la
definición de velocidad media de cualquier movimiento (expresión (4‘) del Capítulo 1).
Podría parecer que en esta expresión (8) x depende linealmente de t, pero eso no es así, ya
que vpromedio no es constante, sino que también aumenta linealmente con el tiempo.
Nota Práctica
Cuando la fuerza se aplica en sentido contrario a la velocidad el móvil se va frenando, y si la fuerza se
mantiene aplicada luego de que el móvil se detiene, el movimiento se reinicia instantáneamente en el
sentido de la fuerza, es decir en sentido contrario al del movimiento inicial. En este caso x no sirve
para saber la distancia recorrida, ya que sólo indica la diferencia entre la posición inicial y la final.
69
Si en particular hacemos x = 0 en (6) o (7), obtenemos v2 = v02. Esto muestra nuevamente que el
movimiento es simétrico respecto del punto de detención: si teniendo velocidad v 0 en x0, el móvil
avanza en contra de la fuerza hasta una posición x* en la cual se detiene e invierte la marcha, cuando
luego pasa por la misma coordenada (x1 = x0), lo hace con la misma velocidad cambiada de signo (v1 =
v0).
v1 x(t1) = x(t0) v(t*) = 0
F x
v0 F x*
x(t0)
d = x(t*) – x(t0)
Fig. 5: Móvil que avanza una distancia d contra la fuerza. Ésta lo detiene y luego lo acelera,
y al cabo de la distancia d el móvil tiene la misma velocidad inicial, con signo opuesto. Pero
x ya no indica la distancia recorrida.
Algunas representaciones gráficas típicas, para las diversas condiciones que se indican, son
las siguientes:
x(0)=0 x(0)=0
v(0)=0 v(0)< 0
Fx , ax > 0 Fx , ax > 0
t*
t* t*
x(0) >0 ; v(0)=0
x(0)>0 x(0)>0 Fx , ax < 0
v(0)>0 v(0)>0
Fx , ax < 0 Fx , ax > 0
t*
t*
Fig. 6 : algunos casos de gráficas x(t). Nótese que:
El signo de x(0) se refiere a dónde corta la gráfica al eje vertical.
El signo de v(0) indica cómo corta la curva al eje vertical (con pendiente hacia arriba o hacia abajo).
El signo de Fx (que es el mismo de ax) indica si la curva aumenta o disminuye de pendiente a partir de
un instante cualquiera. O también si el movimiento se inicia hacia los x positivos o hacia los x
negativos a partir del instante de velocidad nula (t*).
Nota Práctica.
Los cálculos en la práctica se pueden simplificar descomponiendo el movimiento en dos fases: hasta
que se detiene (v = 0), y luego comenzando allí desde el reposo (v 0 = 0). De esta manera, ignorando
los signos y la distinción entre v0 y v (que luego se deciden para cada caso), todo se puede resolver
con dos expresiones muy simples:
d = ½ a (t)2 (5‘)
v =2ad
2 (7‘)
Ejemplo desarrollado.
Un automóvil de 800 kg de masa que viaja a 20 m/s debe detenerse en un semáforo que está 55 m
más adelante.
70
a) Calcular la fuerza mínima necesaria, suponiendo que se la comienza a aplicar cuando faltan 50 m
para el semáforo, y se mantiene constante.
b) Calcular el tiempo demorado para frenar.
c) Calcular la velocidad cuando faltan 2 m para el semáforo.
d) Graficar posición y velocidad en función del tiempo.
Desarrollo
a) Aplicamos v2 = 2 a d a = v2 / (2 d) = (20 m/s)2 / 100 m = 4 m/s2 F = m a = 3200 N. En estos
cálculos v se refiere a la velocidad inicial, y a es el módulo de la aceleración. Si se hubiera utilizado la
expresión completa (5) se hubiera obtenido la aceleración negativa, y luego la fuerza también hubiera
resultado con signo menos, porque obviamente debe aplicarse hacia atrás.
b) Aplicamos la Ley del Impulso: 3200 N t = 800 kg 20 m/s t = 5 s.
Otra forma es aplicar t = d / vm = 50 m / 10 (m/s) = 5 s.
c) Aplicamos v2 = 2 a d , considerando d = 2 m, la distancia desde el punto para el que se calcula la
velocidad hasta el punto de velocidad nula (semáforo). Resulta v2 = 2 4 (m/s2) 2 m = 16 m2/s2 v
= 4 m/s (dado que la aceleración es 4 m/s2, esta velocidad se alcanza 1 s antes de la detención). Con
la expresión completa, (7), hubiera sido v2 = v02 + 2 a d, en donde d hubiese sido la distancia desde el
punto inicial hasta el punto para el que se calcula la velocidad, o sea d = 48 m. De manera que el
cálculo debería haber sido v2 = 202 + 2 (–4) 48 = 16 m2/s2 v = 4 m/s. Obviamente, de las dos
maneras obtenemos el mismo valor.
d)
x (m) pendiente = 20 m/s vx (m/s)
48 50 20
Area = 50 m
10
10 t 4 t
0
1 2 3 5 7 (s) 1 2 3 5 7 (s)
F v=0 t=0
velocidad si la fuerza
se hubiese mantenido x
vx (m/s) x0
constante
v1 0 < t < t1
F v
x
t (s)
t1
v1 t = t1
Son todas absurdas excepto la correcta, pero pueden ser tentadoras. Si encuentra algo de
tentador en a), b), o c), entonces usted debe revisar sus ideas más básicas.
Tenga en cuenta que:
Un cuerpo no tiene “fuerza de avance”, ni siquiera “fuerza” a secas. Eso no
existe. Fuerza es lo que el resorte le aplica, en este caso tirando de él para
frenarlo. Por Acción y Reacción el cuerpo tira del resorte hacia adelante con
una fuerza de exactamente la misma intensidad en todo momento.
Además una fuerza nunca puede igualar a una velocidad, ya que son cosas de
diferente naturaleza y dimensión.
t t
t1 t2 t3 t4 (s) t1 t2 t3 t4 (s)
x0
–v1
Fig. 8: funciones v(t) y x(t) para una masa en el extremo de un resorte. Nótese cómo la
velocidad, es máxima justo cuando el móvil pasa por la posición de fuerza nula, x=0.
73
ay = m g / m = g = cte MRUV en y
Se aprecia que hay un comportamiento sencillo en la proyección sobre cada eje. El
movimiento del proyectil puede considerarse la superposición de dos movimientos simples
muy conocidos:
75
Eje x :
Fuerza nula Movimiento uniforme
Velocidad y cantidad de movimiento mantienen sus valores iniciales
x(t) es una función lineal
Eje y :
Fuerza constante movimiento uniformemente variado, acelerado hacia abajo
Velocidad y cantidad de movimiento varían linealmente con el tiempo. La
aceleración, vy /t , tiene exactamente el valor de la intensidad del campo
gravitatorio, independientemente de la masa del cuerpo que cae.
y(t) es una función cuadrática
De esto resulta que la trayectoria y(x) debe ser una parábola de eje vertical; es interesante que
también la gráfica de y(t) tiene esa forma y no deben ser confundidas.
Pero lo más interesante aquí, más importante en la enseñanza que obtener las funciones
matemáticas, es reflexionar sobre aspectos cualitativos de este movimiento, como los
presentados a continuación.
Fig. 9: en negro se muestran las posiciones cada 0,05s de una bola que rueda uniformemente
sobre una mesa, y cae luego de llegar al borde. En blanco se muestra una bola que cae desde el
reposo por el eje y, comenzando su caída en el mismo instante en que lo hace la anterior, y otra
que continúa uniformemente en línea recta. La figura destaca que la bola que cae oblicuamente,
desciende (en el mismo tiempo) exactamente tanto como la que lo hace verticalmente, y avanza
exactamente tanto como lo hubiera hecho si hubiese continuado en línea recta. Los movimientos
de las bolas blancas, por otra parte, también pueden ser interpretados como las proyecciones del
movimiento de la bola negra sobre los respectivos ejes.
La figura 9 pretende destacar que lo que desciende un proyectil por acción únicamente de la
fuerza peso, además de ser independiente de la masa, es independiente de que esté avanzando
o no en sentido horizontal. Y de la misma manera, lo que avanza horizontalmente mientras
cae libremente, no es influido por esta caída.
76
Experiencia sencilla
Coloque dos monedas justo al borde de una mesa, una de ellas, A, a unos 5 cm de la esquina, y la
otra, B, a 20 o 30 cm de la primera.
Luego consiga una regla o varilla rectilínea de unos 40 cm de longitud, a la cual se tratará de dar un
movimiento semicircular, de manera que deslizándose sobre la mesa le pegue a ambas monedas
haciéndolas caer simultáneamente.
Se trata de que una de las monedas reciba un impulso horizontal grande, y la otra pequeño, de manera
que la primera caiga a unos metros de la mesa, mientras la otra cae muy cerca, prácticamente al pie de
la mesa.
Para ello se recomienda sujetar la varilla de manera que pueda pivotear alrededor de un punto como O,
acomodarla en la posición 1, paralela al borde de la mesa de manera que toque a ambas monedas,
luego llevarla hasta la posición 2, y desde allí, pivoteando en O, girarla rápidamente para golpear las
monedas.
1
moneda B
2
B
mesa vista mesa vista
desde arriba moneda A
lateral A
O
Con un poco de práctica puede lograrse que la moneda B caiga a 2 o más metros de la mesa, mientras
la A lo hace prácticamente al pie de la misma. Lo que se pretende es comprobar, escuchando el golpe
contra el piso, que la caída de ambas monedas es simultánea independientemente de que una tiene
una gran velocidad horizontal y la otra no.
El sonido permite detectar lo que se busca con gran sensibilidad, y es posible idear muchas variantes
que mejoren la experiencia.
También hay otra forma de descomponer el movimiento oblicuo de cualquier proyectil ideal.
La presentamos en la próxima figura 11.
77
C’
movimiento rectilíneo
uniforme del proyectil si
no actuase la gravedad
Fig. 11: las esferas negras muestran posicio-nes
9s
cada 1s de un proyectil ideal arrojado obli-
en
cuamente desde A. Se muestra cómo hubiera
continuado uniformemente de no existir grave-
libre
caída libre dad (Inercia). Además se muestra cómo, si B’ es
en 4s el punto hasta el cual lo hubiese llevado este
desplazamiento ideal en 4 segundos, entonces
caída
B’ una caída libre de 4s desde B’, comenzando allí
en reposo, lo restituye al exacto lugar B por el
cual el proyectil realmente pasa en t=4s. Lo mis-
mo se ilustra para el punto C , al cual llega el
B proyectil luego de 9s . Está claro que esto es
C válido para cualquier instante: el viaje del pro-
yectil sometido a la acción de la gravedad
puede pensarse como la superposición del
viaje sin gravedad, más la acción de la gra-
vedad sobre un proyectil que hubiera partido
A con velocidad inicial nula.
Vemos en esta figura que sería lícito decir que, con respecto al movimiento rectilíneo
uniforme que tendría el proyectil en ausencia de gravedad (según principio de inercia), se
halla en caída libre desde el mismo instante en que parte. Tanto mientras sube como mientras
baja, el proyectil cae libremente con respecto a la trayectoria rectilínea mencionada.
Esto ocurre (con las modificaciones debidas a la presencia del aire) en todos los proyectiles. A
veces se tiene la idea errónea de que los proyectiles disparados por armas de fuego recorren
un trecho en línea recta y luego comienzan a caer. Eso claramente no es así, y es muy
importante trabajar estas ideas con los alumnos. Es muy difícil ver estos proyectiles, y en
general el observador se imagina que viajan en línea recta; pero en realidad mientras viajan
caen como cualquier piedra. Sucede que llegan tan rápidamente a cualquier punto cercano
que no tienen tiempo de caer mucho, y viajan en una trayectoria de curvatura muy suave, casi
imperceptible. No obstante, están cayendo desde el instante en que abandonan el cañón del
arma.
Veamos números en un ejemplo: una bala disparada a 500m/s recorre 100m en 0,2s. Una
piedra cae gt2/2 0,2m en ese lapso; ¡y la bala también! La trayectoria de la bala parece
recta porque nadie percibe 0,2m en 100m; pero el encargado de calibrar la mira del arma, si es
un arma de precisión, sí tiene en cuenta la caída de 0,2m.
Cuando se arroja una piedra ésta a lo mejor recorre 4 o 5 m en un lapso de 0,2 s, y fácilmente
se percibe la curvatura de esa trayectoria.
y B=0
ymáx B vB pA
C vCx
C IAB
vAy vA
vCy vC pB
IBC
En cada instante: pC
v v v 2 2
Diagrama de cantidades
A x y
vAx de movimiento
A x
Fig. 12: vector velocidad en tres puntos arbitrarios de la trayectoria ideal de un proyectil.
Los tres tienen exactamente la misma componente x, y la componente vertical que
corresponda para ser tangentes a la trayectoria. La velocidad en el punto más alto, B, es la
menor de todo el trayecto, y vale lo mismo que la componente x de la velocidad inicial: v mín
= vB = vAx= vA cosA . El diagrama de cantidades de movimiento confirma las mismas cosas.
v P C
FN FT
P v
A FN
FT
P x
Ejemplo
Un inventor propone combatir incendios forestales soltando tanques llenos de agua desde aviones. Los
tanques se reventarían al chocar contra el suelo desparramando el agua en toda una zona, y se decide
poner a prueba la efectividad del método. Para ello un avión que vuela horizontalmente a 600 km/h a
400 m de altura suelta un tanque que se desea que caiga en un punto A.
Despreciando la influencia del aire, calcule cuántos metros antes de pasar sobre A debe soltarse el
tanque, y qué velocidad tiene éste cuando está por tocar tierra.
79
Desarrollo
Aplicamos la independencia de los movimientos verticales y horizontales. El tiempo que demora el
tanque en llegar al piso se calcula a partir de: 400 m = g t2/2 t = (2 d / g)½ 9,0 s.
En 9 s el avión avanza lo mismo que el tanque: x v9 s 1500 m el tanque debe soltarse 1500
m antes de pasar sobre el punto A (la velocidad del avión en m/s es: 6105m/3600 s 166,7 m/s).
La velocidad del tanque tendrá una componente x que será la misma velocidad del avión, y una
componente y que será (en valor absoluto) vy = g t 88,3 m/s: v (166,7 m/s ; - 88,3 m/s). El módulo
es: v 188,6 m/s.
y vectores I = p py
consecutivos
(t) x px
R
Diagrama vectorial de
impulsos y cantidades
de movimiento
Fig. 14: a la izquierda se muestra la trayectoria indicando varias posiciones consecutivas del móvil
con los correspondientes vectores cantidad de movimiento y fuerza exterior aplicada. Los mismos
vectores p se indican en el diagrama de la derecha. Se ha sombreado el ángulo entre dos
posiciones consecutivas y entre los correspondientes vectores p consecutivos para destacar que
son exactamente iguales.
El movimiento es uniforme si el ángulo central varía uniformemente, es decir si (t) es un
función lineal. El cociente entre lo que aumenta el ángulo central y el tiempo transcurrido es
la velocidad angular, para la cual utilizaremos la letra griega (omega):
(11)
t
Notar en la figura 14 que esta velocidad angular necesariamente es la misma con la cual
cambia de dirección el vector p , que es la que nos interesa para calcular la fuerza normal.
Para relacionar la velocidad angular con el radio de la curva y la velocidad con que se la
recorre, simplemente reemplacemos la definición de ángulo en radianes, ángulo = arco/radio
80
en (11) (usaremos en general para el arco, es decir para la distancia recorrida a lo largo de
la trayectoria):
R 1
t R t (12)
v
R
Ahora bien, ya sabemos que la fuerza debe orientarse hacia el centro de la circunferencia en
todo instante, y que debe mantener constante el módulo dado por la expresión (17‘) del
Capítulo 2, F = m v. Sustituyendo en esta expresión a partir de (12), podemos tener las
expresiones que más se usan:
v2
F mv m
v
R
R (13)
m v m2 R
R
Y de éstas se puede obtener la expresión para el radio de la curva que seguirá un móvil que
viaja con cierta velocidad mientras se le aplique determinada fuerza transversal:
mv2
R (13‘)
F
De manera que como conclusión podemos decir que para mantener un movimiento circular
uniforme es necesaria la aplicación de fuerzas cuya resultante esté dirigida hacia el centro, y
tenga el valor dado por (13). Esta fuerza se denomina ―centrípeta‖, que significa ―hacia el
centro‖.
Por acción-reacción, la persona o elemento que aplica esa fuerza al móvil sufre la acción de
una fuerza hacia afuera que le aplica el móvil a ella, llamada fuerza centrífuga, la cual,
puesto que acción y reacción tienen siempre idéntico valor, se calcula con las mismas
expresiones (13).
Es errónea la sensación de que sobre el móvil actúa la fuerza centrífuga: el móvil es desviado
de la línea recta por acción de una fuerza exterior dirigida hacia donde es la desviación, es
decir hacia el centro de la curva.
También es errónea la afirmación de que centrífuga y centrípeta se equilibran: cuando las
fuerzas se equilibran el movimiento es rectilíneo además de uniforme. Este es un claro
ejemplo de no equilibrio de fuerzas: sobre el cuerpo actúa una fuerza neta, la centrípeta, que
lo desvía continuamente. Si en un instante dado se suspende la aplicación de la fuerza sobre el
cuerpo (la centrípeta), desaparece en el mismo instante la fuerza centrífuga, y el móvil, libre
ya de fuerzas, continúa con el p que tenía en ese instante, constante a partir de allí: es decir
continúa por la tangente (ver figura 15).
Los pasajeros de un ómnibus que toma una curva tienden a irse hacia la pared del lado externo
porque tienden a continuar en línea recta, y no porque algo los empuje, a pesar de lo que a
ellos les parezca. La pared del ómnibus del lado externo de la curva los empuja hacia adentro,
haciéndolos viajar en una línea curva, y esa fuerza de interacción pared contra pasajero /
81
pasajero contra pared da origen a los apretujones, molestias y moretones que resultan de las
tensiones mecánicas que se desarrollan.
fuerzas centrífugas
que aplica el hilo
tirando del centro vectores p consecutivos
fuerzas centrípetas
que aplica el hilo
tirando del cuerpo
fuerzas centrífugas Diagrama de cuerpo aislado del cuerpo
No es una situación que aplica el cuerpo mostrando las fuerzas sobre él
de equilibrio tirando del hilo
Fig. 15: ilustración de las fuerzas actuantes en el movimiento circular uniforme de un cuerpo que gira sujeta por
un hilo, en los instantes previos y posteriores a la ruptura del hilo. No se considera la existencia de la gravedad.
Derecha:en el diagrama de cuerpo aislado se muestran únicamente las fuerzas sobre el cuerpo, para mostrar
claramente que, antes de que se corte el hilo, no se tiene una situación de equilibrio entre fuerza centrípeta y
centrífuga.
Fig. 16: esquema de las fuerzas transversales aplicadas por el pavimento a los neumáticos de un
automóvil mientras viaja por una curva. La resultante de éstas es la fuerza centrípeta.
Ejemplo desarrollado
Una persona revolea una piedra de 0,8 kg sujeta al extremo de un cordel de 2 m de longitud, de
manera que describe circunferencias horizontales uniformemente a razón de 0,8 vueltas por segundo.
Dibuje la situación. Calcule y dibuje las fuerzas actuantes sobre la piedra.
Desarrollo
Sobre la piedra sólo actúan la gravedad y el hilo, y dado que el movimiento es circular uniforme
horizontal, la resultante debe ser horizontal, constante, y apuntada hacia el centro del círculo. Esto
significa que el hilo aplica una fuerza vertical que equilibra al peso, y como se ve en la figura, una
horizontal que es la resultante.
82
S
L
Fh
A FR
O
circunferencia en plano horizontal
P
y
v vy v
vy
y(t) vx
vx Fx
Fy F Fy
F
=t
x R y
vx Fx
x(t) x0 = R
x
Fig. 17: proyección de un movimiento circular uniforme sobre los ejes cartesianos. Se muestran
los vectores F y v en una posición cualquiera sobre la trayectoria, con sus respectivas
componentes. Las mismas componentes se muestran también sobre cada eje, asociadas con
movimientos oscilatorios que serían proyección del movimiento circular. Separadamente se
muestran los triángulos necesarios para los detalles de la proyección sobre el eje x.
Analicemos en detalle para el eje x. A partir de los triángulos destacados en esta figura po-
dríamos obtener:
Fx vx x
cos(t ) ; sen (t ) ; cos(t )
F v R
De la última expresión, podemos obtener la expresión para x(t):
x mg
Fx mg x(t)
L L
ctek
Vemos que en esta aproximación la masa oscila a lo largo del eje x exactamente como si
hubiese un resorte de constante elástica k = mg/L.
A través de esta conclusión, podemos trasladar cualquiera de las relaciones referidas al
resorte, simplemente haciendo corresponder los elementos de los dos movimientos. Por
ejemplo, si reemplazamos k = mg/L en la expresión para el período de las oscilaciones
elásticas obtenemos:
m L
T 2 2
m g g
L
era
Esta expresión es la que se conoce como 3 ley del péndulo, e indica que el período de estas
oscilaciones es independiente de la masa, tal cual debía ser, según hemos dicho al estudiar el
péndulo.
Un péndulo ideal consiste en un cuerpo pequeño, asimilable a una partícula puntual de masa
m, suspendido de un hilo de longitud L. Sobre el cuerpo actúan la fuerza gravitatoria, o peso,
vertical, hacia abajo, de valor constante P = m g , y la fuerza del hilo, Fh orientada a lo largo
del hilo, de un valor por ahora desconocido.
m Fhilo sentido del
movimiento
P
Fig. 19: se muestran los vectores fuerza actuantes sobre el cuerpo en varias
posiciones sucesivas de un péndulo, en una pasada de izquierda a derecha. Nótese
como P es un vector totalmente constante, mientras que Fh varía en todas sus
características, pero manteniendo la orientación del hilo. Nótese también, una vez
más, que no hay ninguna fuerza hacia adelante aplicada sobre m más que las que
resultan de proyectar tangencialmente el peso.
movimiento. En la próxima figura se muestran los elementos geométricos que debemos tener
en cuenta.
dirección vertical
PT
P
Fig. 20: fuerza tangencial en un péndulo. Obsérvese que el ángulo que forma el hilo con la
vertical es el mismo que forma el movimiento (es decir la dirección tangencial) en cada
instante, con la horizontal.
De manera que aplicamos la expresión (15) del Capítulo 2, con FT = m g sen, y decimos: m
g sen t = m v. Es decir que la variación de la velocidad de este cuerpo en cada intervalo t
es absolutamente independiente de la masa del mismo.
El cociente v /t, que es la aceleración tangencial del movimiento, resulta totalmente
independiente de la masa, depende solamente de la intensidad del campo gravitatorio y de la
inclinación de la trayectoria en cada instante:
v
g sen (15)
t
Asimismo resultan independientes de la masa en este caso, tanto la velocidad que adquiere el
móvil luego de cierto intervalo cualquiera de tiempo, como la función (t), o cualquiera de las
funciones que indican la posición con respecto a cada eje.
Antes de seguir con el péndulo es importante advertir que estas conclusiones son válidas para
cualquier cuerpo que se desliza sin rozamiento, y sin más acciones motrices que el peso
por una pista de cualquier forma.
P sen
Fig. 21: única fuerza tangencial actuante
P
sobre el carrito de una montaña rusa ideal.
P sen = constante
centro
de curvatura
Por último, si se desea aplicar una fuerza externa a un móvil en algún caso similar a éstos, los
razonamientos acerca de la condición de equilibrio o cosas similares, en la dirección
tangencial deben centrarse en la necesidad de equilibrar, o superar, a esta fuerza de valor
Psen que estamos tratando aquí.
88
Ejemplo desarrollado.
Un ciclista de 70 kg está con su bicicleta de 15 kg en reposo en A en lo alto de una colina, y tiene dos
caminos para llegar al punto B, en una calle horizontal 20 m más abajo. El camino 1 es una recta
inclinada de 100 m de longitud que desemboca justo en B; el 2 tiene una bajada recta, de 50 m de
longitud hasta el punto C de la calle horizontal, seguido del trayecto horizontal restante CB, de 80 m de
longitud, como se muestra (visto desde arriba ACB no es rectilíneo, por eso es un poco más largo).
Suponiendo que el ciclista desciende sin pedalear y sin aplicar los frenos (y que no hay rozamientos
apreciables), averigüe, calculando lo que sea necesario, en cuál de los dos caminos adquiere mayor
velocidad, y en cuál llega antes al punto B.
A
20 m
C B
Desarrollo
Sabemos que para el descenso en línea recta, sin rozamiento y sin motor, la sola acción de la
componente tangencial del peso hace que cualquier cuerpo independientemente de su masa, adquiera
una aceleración a = g sen (en este caso puede ser o ). Al cabo de una distancia d partiendo del
reposo, con aceleración a, adquiere velocidad tal que v2 = 2 a d = 2 g sen d = 2 g h (donde h es el
desnivel total, ya que h/d = sen).
Esto ya responde a una pregunta: la velocidad que adquiere la bicicleta es la misma en AB que en AC,
porque sólo depende del desnivel: v = (29,820)½ = 19,80 m/s, (y como veremos en el próximo
capítulo esto es muy general y tiene que ver con la conservación de la energía).
Ahora bien, el tiempo demorado en cada plano inclinado se puede calcular como t = d / vm, y dado
que vm = 19,8 / 2 = 9,90 m/s tanto para AB como para AC, tendremos: tAB = 10,10 s, y tAC = 5,05 s.
Ahora bien, la bicicleta que baja por AC, luego debe recorrer CB a la velocidad máxima, demorando
allí: 80 / 19,80 = 4,04 s, con lo cual, para el tramo ACB tarda 9,09 s, alrededor de 1 s menos que por
AB.
P cos
Fig. 24: fuerzas normales en el plano
P inclinado.
Cuando la trayectoria es curva, como en el caso del péndulo, debe haber además una
resultante con componente normal, centrípeta, de valor mv2/R. Como las componentes
normales existentes en este caso son: Fhilo , la cual actúa puramente en esta dirección, y la
componente normal del peso, de valor Pcos, entonces la resultante normal en general se
89
expresa como Fhilo Pcos (ver figura 25), y no es cero, sino que como estamos diciendo,
vale m v2/ L.
Es decir:
mv 2
Fhilo = Pcos + (16)
L
Fh 1
máx
Fh 2
Fh 1
Fh 2
Fig. 25: fuerzas normales en el péndulo. Se indican
PN1 también las fuerzas con las que el hilo tira del punto de
v2 suspensión. El subíndice 1 se refiere a la posición de
P reposo instantáneo, en la máxima elongación.
P
En la posición de reposo instantáneo, en las máximas elongaciones, tenemos v1 = 0 y por lo
tanto: Fhilo 1 = P cos1 .
Cuando la masa pasa con máxima velocidad por la posición más baja, = 0 , tenemos la
máxima tensión del hilo. La fuerza resultante allí es hacia arriba y responsable de la curva de
la trayectoria según: Fhilo P = m v 2/L.
Nota Práctica.
En la vida práctica a veces es más fácil imaginar la fuerza centrífuga que la centrípeta. Eso
puede ser fuente de algunos errores, y hay que tener cuidado para evitarlos.
Pero es interesante pensar, por ejemplo, que en el punto más bajo el hilo tiene la máxima
tensión porque allí tira de él la máxima fuerza centrífuga, además del peso, según la expresión
(16) : Fhilo 2 = P + m v22/L.
Ejemplo desarrollado
Un automóvil de 1000 kg (incluida la masa de los ocupantes) viaja por una carretera rectilínea
horizontal a razón de 20 m/s. En el punto A la carretera se curva suavemente hacia arriba, de manera
que 10 m más adelante, en el punto B, continúa en línea recta con pendiente positiva, formando 5º con
la horizontal.
Calcule la reacción normal del piso mientras el automóvil viaja horizontalmente, inmediatamente
después de pasar por A, y después de B, mientras viaja en línea recta por la pendiente.
¿Qué cambiaría si la pendiente (y la curva AB) fuera hacia abajo? ¿A qué velocidad las ruedas dejarían
de pisar el pavimento? ¿Qué sentirían los pasajeros?
v0 B
A 5º
10 m
90
Desarrollo
Este ejemplo ya fue desarrollado en su primer parte (carretera que inicia una subida), y ahora, para
esta parte sólo vamos a aplicar la fórmula para la fuerza centrípeta, para verificar que obtenemos el
mismo valor de la resultante normal.
El valor obtenido en aquélla ocasión fue 3,49 kN .
Ahora aplicaremos FR = m v2/R, para lo cual deberemos calcular R, el radio de la curva que tiene la
carretera. Para ello utilizamos el resultado obtenido anteriormente 5º 0,0873 rad = arco / R, y dado
que el arco AB es de 10 m de largo, obtenemos que R 114 m.
5º 10 m
= 0,0873 R 114 m
R
R
A B 5º = 0,0873 rad
10 m
Así resulta FR 1000 kg(20 m/s)2/114 m 3,50103 N = 3,50 kN, lo cual confirma el resultado
anterior.
Veamos ahora cuando la carretera se curva hacia abajo.
Ahora la fuerza resultante normal, entre A y B debe ser de 3,50 kN pero hacia abajo, para lo cual, debe
disminuir la reacción normal del piso: RN = PN FR 9,80 – 3,50 6,30 kN. Por otra parte, en la
dirección tangencial la fuerza motriz debe disminuir en una cantidad igual a la componente tangencial
del peso (0,854 kN), ahora hacia delante después de B, o sea que debe pasar de 1,50 kN antes de A, a
0,65 kN después de B.
Veamos ahora a qué velocidad las ruedas pierden contacto con el piso: debemos plantear que R N = 0,
y eso significa FR = 9,80 kN = m v2 / R v = (R g)½ 33,4 m/s.
9,80 kN
33,4 m/s
9,76 kN
33,4 m/s
A
B
9,80 kN 9,80 kN
9,80 kN
9,80 kN
A esa velocidad las ruedas pierden contacto con el piso, y el automóvil está en caída libre durante un
breve lapso. Mientras dure, ni el piso sostiene al vehículo, ni los asientos sostienen a los pasajeros,
quienes comienzan a sentir ingravidez. A más velocidad esto podrá durar cada vez más hasta que el
automóvil retome el contacto, lo cual podrá ocurrir cada vez más lejos.
91
CAPÍTULO 3:
Trabajo y Energía
F (resultante de todas las que pueda haber), y examinemos lo que nos dice la Ley del
Impulso, pero limitándonos a su parte tangencial (expresión (15) del Capítulo 2):
FT t = m v
eje
normal
F
FN
m eje tangencial
FT v
r
Fig. 1: Para el vector fuerza resultante F que actúa durante el desplazamiento r se muestran
las componentes tangencial y normal.
Sin perder de vista que pretendemos llegar finalmente a enunciados generales, ahora para
comenzar nos vamos a limitar al caso en que la fuerza tangencial es constante, aprovechando
lo que ya sabemos sobre el movimiento de una partícula sometida a una fuerza tangencial
constante.
COMENTARIO DIDÁCTICO
Si se tiene un auditorio con la formación adecuada puede plantearse todo
para intervalos infinitesimales, y prescindirse del requisito de que F T sea
constante. De esta manera todo resulta más simple rápido y económico, pero
probablemente no sería apto para alumnos típicos de nivel medio: se gastaría
más tiempo tratando de que se comprendan los detalles de los infinitésimos que
lo que se ganaría en otras partes.
El movimiento que hemos estudiado con fuerza tangencial constante, ha sido un movimiento
rectilíneo, el MRUV. Ahora estamos interesados en un movimiento más general, pero es fácil
advertir que todo lo planteado para el MRUV seguirá siendo válido para cualquier
movimiento con fuerza tangencial constante mientras no hagamos intervenir nada que se
relacione con la fuerza normal.
El MRUV estudiado tenía lugar a lo largo del eje x, bajo una fuerza constante alineada con
este eje, es decir, puramente tangencial (FT = Fx).
Ahora consideraremos cualquier trayectoria, a lo largo de la cual designaremos las posiciones
con , con lo cual, entre dos posiciones, 1 y 2 , tendremos una distancia a lo largo del
camino.
Nota:
Al hacer esto estamos atribuyendo un sentido positivo a la dirección tangencial, que es hacia donde crece , y
cuando escribimos , aunque lo denominamos ―distancia‖, debemos saber que es una distancia orientada,
con signo. La distancia a lo largo del camino entre el punto indicado por 1 y el indicado por 2 , definida
correctamente debería ser , siempre positiva. Pero en este desarrollo necesitamos algo análogo a lo que
fue x en el MRUV, es decir una distancia orientada. En general estos detalles quedan sobreentendidos, a
93
veces sin las aclaraciones debidas, y cuando surge una confusión es necesario poder determinar bien el
significado que se atribuye a cada símbolo.
Por otra parte, además, para que este desarrollo funcione bien, se sobreentiende que el sentido positivo de la
dirección tangencial, definido por , vale también para la fuerza tangencial.
v 22 v12 m v 22 m v12
FT m (1)
2 2 2
Ésta es la expresión del teorema del trabajo y la energía cinética. Si bien es una expresión
obtenida en el caso de fuerza tangencial constante, veremos luego que en realidad su validez
es general.
Cada término en esta igualdad tiene un nombre y una interpretación particular, ambos muy
importantes.
El miembro izquierdo FT , se denomina trabajo mecánico hecho por la fuerza en el
recorrido considerado, y lo designaremos con W, inicial de ―work‖ (―trabajo‖ en inglés)
siguiendo una costumbre muy difundida (no utilizaremos T, inicial de ―trabajo‖ en español,
porque ya tenemos otros usos para ella).
De manera que:
W = FT (2)
El miembro derecho, por otra parte, es la variación de la cantidad ½mv2, denominada energía
cinética, o de movimiento, de la partícula, que designaremos Ec:
1
Ec m v2 (3)
2
Con lo cual la expresión de este teorema es:
W Ec (1‘)
Para iniciar un argumento es posible decir que si pensamos en un ente como la energía de
movimiento de una partícula, guiados por una idea vaga de lo que la energía debería ser, ésta
debería depender del módulo de la velocidad y no de su orientación, y eso significa que debe
relacionarse con las componentes tangenciales de las fuerzas aplicadas, que son las que
pueden cambiar el módulo de la velocidad, y no con las normales, que solamente afectan a la
dirección.
2.3.- El trabajo no es un vector
En la definición del trabajo intervienen el vector fuerza aplicada, y también el vector
desplazamiento, pero con esos vectores se define algo que en este caso es un escalar, o sea un
número (con unidad) que no indica orientación en el espacio.
Este número puede tener signo positivo o negativo, y examinando las expresiones anteriores
vemos que el signo positivo (negativo) corresponde al caso en que la fuerza tangencial actúa
en el mismo (opuesto) sentido en que tiene lugar el desplazamiento.
La operación que define el trabajo a partir de estos vectores es el producto escalar, que
suponemos conocida por el profesor y no es necesario desarrollar aquí (en el Anexo 3.4 hay
detalles). Cuando sea conveniente para abreviar utilizaremos la notación correspondiente –
hasta aquí hemos mostrado todo lo que el profesor puede hacer en sus clases sin recurrir al
producto escalar.
FR,i B
tB=tN
tN-1
i
vi
FT,i
i
ti+1
A t1 t2 ti
tA=t0
Esto nos da una acumulación de los sucesivos trabajos hechos por la fuerza a lo largo de todo
el camino, y decimos que eso es el trabajo total hecho por ella en el trayecto AB:
W(A B) FT i i (2‘)
i
COMENTARIO DIDÁCTICO
La notación con el símbolo sumatoria no debe asustar. No es una cuenta que
haya que hacer, sino que es un concepto: el trabajo total realizado por la
fuerza desde tA hasta tB, se debe imaginar como la acumulación de las
contribuciones de los sucesivos intervalitos. Esta acumulación puede dejarse
indicada como una sumatoria, o como una integral:
W(A B) FT i i FT d
i
La notación con la integral tampoco debe asustar. Para una audiencia sin
formación matemática, es un símbolo. El signo integral es una S estilizada que
significa sumar. Para los entendidos además hay métodos para evaluar las
integrales.
Pero los no entendidos en general solamente tendrán que tratar con
situaciones simples en las que bastará con evaluar el trabajo a través del área
de la gráfica de FT( ) en función de la distancia recorrida a lo largo de la
curva (de la misma manera en que se evaluó el impulso como área de Fx(t)).
Pero aún en estos casos es recomendable destinar cierta cantidad de esfuerzo a
la tarea de transmitir la noción de trabajo como sumatoria de todas las
97
Por otro lado la suma de todos los miembros derechos es la suma de las sucesivas variaciones
de la energía cinética (como la suma de las variaciones sucesivas de cualquier variable), es
directamente igual a la diferencia entre el último y el primer valor de ésta, y es absolutamente
independiente de cómo se haya subdividido el intervalo:
Ec
i
i 1 Ec i Ec1–Ec0 + Ec2–Ec1 + Ec3–Ec2 +…+ EcN–EcN-1
COMENTARIO DIDÁCTICO:
Como ya hemos mencionado en otras ocasiones, en el nivel medio los
razonamientos deben hacerse sobre intervalos finitos, sin recurrir a las
estrategias de cálculo infinitesimal.
Pero en algún momento, porque alguna trayectoria es curva, o porque algún
resorte se va estirando, o por alguna razón similar, se debe llegar al planteo
de que algunas cosas van variando gradualmente, instante a instante. Y en
ese momento puede ser necesario plantear alguna estrategia como imaginar
un intervalo subdividido cierta cantidad indefinida pero muy grande de
veces: todo lo que haga falta para cierto efecto. Y luego imaginar cómo van
cambiando cosas de un intervalo a otro, o imaginar que es posible concebir la
suma de algo a través de todos los intervalos, etc.
Éstas son todas estrategias típicas del cálculo infinitesimal, pero no es
necesario ejecutarlas rigurosamente, sino solamente imaginar algunos
elementos básicos.
98
NOTA DIDÁCTICA:
Ya hemos comentado que el concepto de energía es muy amplio y excede el
marco de la Mecánica.
Aquí estamos haciendo una elaboración desde dentro de la Mecánica,
comenzando con una partícula, porque hemos encontrado que de esta manera
se logra una construcción que es accesible y que puede ser revisada y
reconstruida más fácilmente cuando surgen dificultades en la interpretación
de alguna situación.
Pero invariablemente la noción de energía conectada con aspectos de la vida
diaria se introduce en el discurso, haciéndole perder parte de su rigor: decimos
que lanzamos un cuerpo hacia arriba, y no que lanzamos una partícula hacia
arriba, porque lo primero suena habitual, y lo segundo sonaría sospechoso de
esconder algún tipo de trampa o elemento extraño.
Pero por ahora todo lo elaborado se circunscribe a una partícula.
Es decir, FC es conservativa si para cualquier par de puntos A y B, para cualquier partícula
que recorre cualquier camino posible entre ellos, se cumple que:
WFC(A B) = WFC(B A) (5)
Esto significa además, que el trabajo que hace FC para un desplazamiento desde A hasta B, a
lo largo de cualquier trayectoria posible para la partícula considerada, debe ser el mismo,
independiente de la trayectoria, de la forma en que se la recorra, y del tiempo demorado en
hacerlo.
Una definición equivalente es: una fuerza es conservativa si el trabajo total que hace sobre
una partícula es nulo cuando ella hace cualquier recorrido, de cualquier manera, partiendo de
un punto A hasta volver a pasar por el mismo punto.
Es claro que una fuerza conservativa es una fuerza especial. Cuando en algún problema
proponemos la acción de algún agente que aplique una fuerza, tenemos libertad para proponer
que la fuerza aparezca, desaparezca, aumente disminuya, cambie de dirección etc. Eso
claramente no puede ser una fuerza conservativa, porque puede dar o quitar energía cuando lo
100
Nota:
La denominación ―potencial‖ se refiere a la noción aristotélica que establece la dicotomía entre potencia
y acto. Lo potencial es lo que tiene la posibilidad de llegar a ser. Cuando se llega a ser, se constituye el
acto.
Inventamos entonces una energía potencial, Ep, de la que dispondrían los sistemas con la
capacidad de aplicar alguna fuerza conservativa, y que sería la forma en que ellos pueden
almacenar la energía cuando se la quitan a una partícula en movimiento.
Nota:
Vemos que la noción de energía potencial excede la noción de partícula: requiere de un sistema con
ciertas características, además de la partícula que se mueve bajo la influencia de la fuerza que el
sistema puede aplicarle.
En el caso de la gravedad decimos que el sistema es una entidad denominada campo gravitatorio, que
para existir requiere de un cuerpo externo a la partícula, fuente de dicho campo.
También es muy común el caso de la energía potencial elástica, asociado a un campo de fuerza
elástica, que suele ser un ente ideal que en la práctica está representado por la fuerza que puede
aplicar un resorte, o algún tipo de cuerpo material elástico.
Estos hechos constituyen más razones por las cuales debe entenderse que la noción de energía es
muy amplia y muy profunda. La mecánica no puede explicarla, sino solamente hallar las expresiones
necesarias para tratar con ella.
De manera que lo que estamos diciendo es que siempre que una fuerza conservativa actúa
realizando un trabajo, la cantidad de trabajo es una medida de la correspondiente variación de
la energía potencial:
Y si no hay otras fuerzas actuando, además resulta que WFC = Ec = Ep, de manera que
(Ep + Ec) = Ep + Ec = 0. (6‘)
Es decir que la suma de ambas energías se conserva, y podemos decir que una se está
transformando en la otra.
Veámoslo con los números del ejemplo del cuerpo que sube para que sea más claro: en la subida el cuerpo
pierde 5 J de energía cinética en un metro. A eso lo escribimos Ec = 5 J. Decimos entonces que el cuerpo
almacenó 5 J como energía potencial de gravedad, es decir: Ep = Ec = + 5 J.
Luego, si se permite que el cuerpo baje, al recorrer un metro a favor de la gravedad ganará 5 J de cinética,
perdiéndolos de potencial. Dicho de otra manera, en la bajada la gravedad entregó los 5 J que había quitado en
la subida; eso significa que los había almacenado en forma de Ep, y ahora los ha devuelto.
Nota:
Vale aclarar que siempre es válida la expresión (1‘) WResultante(A B) = Ec, en la cual las fuerzas
conservativas que puedan existir no se discriminan, sino que se tratan de la misma manera que todas
las demás.
También vale aclarar que si hay varias fuerzas conservativas, habrá una energía potencial para cada
una de ellas (y solamente una energía cinética): Etotal = Ec +Ep, con Ep = Ep1 + Ep2 + …, y que siempre
pueden utilizarse variaciones del teorema en las cuales se discriminen solamente algunas de las
fuerzas conservativas, y otras no.
Vale aclarar que esto no es algo que pueda denominarse Principio de Conservación de la
Energía Mecánica, sino que es algo que hemos escrito para una partícula puntual, y que de
alguna manera estamos imaginado generalizada a sistemas macroscópicos.
Pero en los sistemas macroscópicos reales esto solamente se puede llegar a cumplir en forma
aproximada, dado que en cualquiera de ellos siempre actúan algunas fuerzas disipativas, es
decir fuerzas no conservativas que siempre hacen trabajo negativo, como la fricción. Esas
fuerzas en general hacen que Etotal disminuya, en acuerdo con la expresión (7).
Sin embargo sí existe un Principio de Conservación de la Energía que se cumple estricta y
completamente, pero no es dentro de la Mecánica, y tampoco se refiere a una partícula
puntual como lo veremos pronto.
De manera que aplicando (x): Ep( r ) = Ep( rA ) + m g (z – zA) = m g z + Ep( rA ) – m g zA
Y dado que tanto Ep( rA ), como zA son valores que se eligen arbitrariamente, decimos que Ep( rA ) – m
g zA = C, una constante arbitraria.
Y finalmente:
Ep = m g z + C
En general C se elige para que Ep sea cero en algún lugar particular. Si no se escribe nada, Ep será
cero en z = 0 (que de todos modos corresponderá a una altura arbitraria).
x
x
De manera que aplicando (x) queda Ep(x) = Ep(0) + Área = Ep(0) + ½ k x2.
Finalmente, dado que Ep(0) es un valor arbitrario que podemos llamar C:
k x2
Ep(elástica) = +C
2
Si no se escribe C, Ep será cero en la posición de equilibrio del resorte, que es lo habitual.
COMENTARIO DIDÁCTICO:
Ya hemos utilizado esta estrategia de evaluar una integral a través del área
de una gráfica más de una vez (el impulso a través del área de la gráfica F(t),
o la distancia a través del área de v(t)), y cada vez debe ser justificado para
los alumnos por medio de la correspondiente construcción y discusión, aunque
aquí lo hayamos omitido.
En este caso además se deben plantear cuestionamientos para la tendencia
natural de los alumnos de aplicar W = F d, donde F es el valor máximo
(generalmente final) de la fuerza. Se debe llamar la atención sobre lo
razonable de pensar en una fuerza media, etc.
Para otros casos más complicados la expresión para Ep debe encontrarse a través del cálculo
infinitesimal. Y eso nos introduce en otro tipo de planteos de mucho interés conceptual.
Pero antes de llegar al cálculo infinitesimal hay muchos razonamientos y tratamientos útiles
que se pueden hacer planteando desplazamientos pequeños (infinitesimales sin necesidad de
mencionarlo formalmente). Así es fundamental retomar la expresión (6) definitoria de la
104
Esta expresión nos dice cuánto varía Ep cuando la partícula se desplaza en cualquier dirección
que se elija, caracterizada con el eje x.
Además nos dice que FC apunta hacia donde Ep disminuye.
Para lo que conocen derivadas esta expresión es también útil escrita de la siguiente manera:
Ep
FCx (12)
x
Así escrita nos dice que la función energía potencial debe ser tal que su derivada a lo largo de
cualquier dirección debe ser la componente de la fuerza FC en esa dirección.
Es claro que la suma de cualquier constante a una función Ep dada no interviene en la
derivación y eso es coherente con la afirmación de que la Ep está indefinida en una constante
aditiva, ya que, como lo dice la expresión (6), se define por su variación.
Veamos un ejemplo de aplicación, que es el más importante para nuestros intereses.
COMENTARIO DIDÁCTICO:
Para alumnos que no han estudiado derivadas, no es necesario destinar
tiempo a desarrollar los cálculos anteriores.
No obstante la energía potencial gravitatoria coulombiana puede ser
justificada cualitativamente a partir de la observación de la gráfica de F(r):
en la vecindad de la superficie de la tierra, al suponer F constante (F = m g),
la Ep en función de la altura resulta una recta de pendiente F, de manera
que, si consideramos que al alejarnos suficientemente podemos percibir la
disminución de g, entonces eso nos permite dibujar cualitativamente Ep(r)
modificando la recta.
Ep Ep = m g z
Epcoul
r
R distancia al
z=rR centro de la
radio de
altura sobre Tierra
la Tierra
la superficie
Y esta figura es suficiente para muchos análisis. Luego, si es necesario, la
expresión (13) se puede establecer por decreto, con la ayuda de análisis
cualitativos de la situación (ver Capítulo 4).
E (J)
Ep(x)
x (m)
ET2 = ET1
Ep2 Ec2
Ec1
Ep1 x
Epmin x0 x1 x2
Además debe analizarse dónde puede haber equilibrio estable y dónde
inestable, y proponerse ejercitaciones a los alumnos para que encuentren el
comportamiento de una partícula en diversos lugares.
E (J) Ep‘(x)
ET‘
Ep(x)
ET
A x0 B x2 x (m)
x1
Ejemplo desarrollado
El siguiente gráfico representa la energía potencial de un cuerpo/partícula de 2 kg que se puede mover
a lo largo del eje x.
107
E (J)
2
x (cm)
-6 -4 -2 2 4 6
a) Explique dónde debe haber fuerzas y cómo son. Diga cuál es la posición de equilibrio – diga si es
estable o inestable.
b) Si el cuerpo pasa por el origen con una velocidad de 1 m/s, encuentre el valor de la energía total,
hasta qué valor de x llegará, y cómo será el movimiento luego.
c) Encuentre la energía que es necesario suministrar al sistema para que el cuerpo aumente la
amplitud de sus oscilaciones hasta 6 cm a cada lado de la posición de equilibrio.
d) Indique si esta gráfica podría corresponder al cuerpo sujeto en el extremo de un resorte. En ese
caso encuentre la constante elástica del resorte, y la frecuencia de las oscilaciones.
e) Muestre cómo quedaría la gráfica e indique qué cambios habría si a la energía potencial original se
le sumara una constante C = 2 J.
Desarrollo
a) Las fuerzas deben apuntar hacia dónde Ep disminuye, o sea hacia el origen. Además la pendiente
muestra que su módulo crece con la distancia al origen. Hay una única posición de equilibrio, en x = 0,
ya que una partícula abandonada en reposo allí permanecería en reposo por no haber fuerza; el
equilibrio es estable porque si algo aparta del origen a esta partícula, la fuerza la llevará nuevamente al
origen, haciéndola oscilar alrededor del mismo (como corresponde, la curva muestra un mínimo allí).
b) La energía cinética del cuerpo al pasar por el origen es m v2/2 = 1 J, y ése es el valor de la energía
total también, ya que Ep(0) = 0, y entonces ET = 0+1 = 1 J. Trazando un recta indicativa de la energía
total por ese valor, encontramos que intersecta a la gráfica en x 4,5 cm, y eso nos indica los puntos
de retorno. Es decir que la partícula será frenada paulatinamente por la fuerza, y se detendrá en x 4,5
cm. La detención no podrá durar ya que en ese lugar sabemos (por la pendiente de la curva) que hay
fuerza hacia el origen. De manera que instantáneamente el movimiento recomenzará invirtiendo su
sentido, y etc. etc., el movimiento consistirá en oscilaciones periódicas.
E (J)
2
x (cm)
-6 -4,5 4,5 6
c) Según la gráfica, para que la amplitud de las oscilaciones aumente hasta 6 cm, la energía total debe
aumentar hasta 1,8 J, y para ello ET = 0,8 J.
d) Efectivamente esta gráfica podría corresponder a las oscilaciones del cuerpo sujeto a un resorte de
constante elástica tal que ½ k (0,06)2 = 1,8 J, es decir k = 1000 N/m. La frecuencia de las
oscilaciones según la fórmula para el resorte, estaría dada por f = (1/2) k m 3,56 1/s.
e) La gráfica se correría 2 J hacia abajo, como se muestra.
108
E (J)
-2
Al pasar el cuerpo por el origen con una velocidad de 1 m/s, la energía cinética seguiría siendo 1 J,
pero ahora allí la potencial vale 2 J, de manera que la total valdría –1 J. Nada cambia en el
movimiento.
Luego, para que la amplitud aumente hasta 6 cm a cada lado, se ve en la gráfica que la ET debe
aumentar hasta – 0,2 J, o sea que nuevamente ET = 0,8 J.
Y claro que nada cambiaría en las características del resorte que podría mantener este movimiento.
E (J)
Ep(x) nube electrónica
E*p(x)
x0 x
(a) x (b)
E(x0)=
Fig. 3.a) Energía potencial interatómica en una molécula diatómica. Ep* representa una función de
segundo grado que puede aproximar a la función real Ep en la cercanía de la posición de equilibrio
x0. b) Esquema de la molécula que muestra que x representa la distancia entre los núcleos.
Ahora bien, dada la forma de la función Ep(x), que por razones físicas elementales siempre
deberá ser similar a la mostrada en la figura, es claro que en la cercanía de la posición de
equilibrio siempre podrá ser aproximada razonablemente con una función de segundo grado
como la Ep*(x) mostrada en línea de trazos.
Para energías totales negativas no mucho mayores que E(x0), la distancia internuclear x
oscilará dentro de valores próximos a x0, y no habrá gran diferencia entre la energía que
indica Ep o la que indica Ep*.
Ahora bien, una función de segundo grado, como Ep*, corresponde a una fuerza elástica, y en
estas condiciones las oscilaciones serán armónicas. Esto nos indica uno de los aspectos más
importantes de la fuerza elástica: sirve para aproximar cualquier caso de vibración cerca de
una posición de equilibrio, como se discute a continuación.
Sabemos que la energía potencial de una fuerza elástica con constante elástica k, y con
posición de equilibrio en x0 es, en forma general Ep*(x) = ½ k (x – x0) + C.
Para este caso queremos hacer coincidir Ep*(x) con la función experimental Ep(x) en la
vecindad de x0, y para ello la constante C debe ser el valor de Ep(x) en el mínimo, , como
puede verse sustituyendo x = x0.
De manera que podemos aproximar el problema experimental real, con la función energía
potencial elástica:
Ep*(x) = ½ k (x - x0)2
El valor de la constante k, en la gráfica, regula que las ramas de la parábola sean más o menos
cerradas, y se relaciona directamente con las características de las ligaduras químicas entre los
átomos.
Así por ejemplo, es importante saber que, en términos generales, es típico encontrar los
siguientes órdenes de magnitud en los valores de la constante de fuerza en función del tipo de
ligadura:
Uniones covalentes simples como en H2 k = 5102 Nm-1
Para poder utilizar estas ideas en situaciones prácticas del dominio atómico es necesario tener
en cuenta el problema de la reducción al sistema centro de masa, debido a que la energía
potencial está expresada en términos de la distancia interatómica x, como si uno de los átomos
estuviese fijo en el origen, pero para aplicar las Leyes de la Dinámica, lo que debe estar fijo es
el CM.
Como veremos en el próximo capítulo (Anexo 4.3), para esto lo que necesitaremos es hacer
los cálculos como si tuviésemos un cuerpo de masa reducida, , en el extremo de un resorte
de longitud de equilibrio x0, y constante elástica k, con el otro extremo fijo en el origen.
Un ejemplo muy simple: si tenemos un cuerpo rígido en reposo y le aplicamos una cupla (o
par de fuerzas opuestas con cierta separación entre sus rectas de acción) durante cierto
intervalo de tiempo, el cuerpo adquirirá una determinada velocidad de rotación, cada una de
sus partículas se moverá con cierta velocidad en una trayectoria circular, de manera que todas
adquirirán cierta cantidad de energía cinética, y el total será la energía cinética de rotación que
adquirirá el cuerpo (como veremos más adelante). Pero la resultante de estas fuerzas
exteriores aplicadas es nula, y el CM permanecerá inmóvil, de manera que W* = 0, y EcT =
0. En cambio cada fuerza del par aplicado habrá realizado un trabajo positivo, y Wext también
será positivo e igual a la energía cinética de rotación adquirida por el cuerpo.
Otro ejemplo muy parecido sería un cuerpo que es aplastado en una prensa que le aplica
simétricamente dos fuerzas opuestas (resultante nula); nuevamente se tendrá W* = 0, y EcT
= 0. Y nuevamente Wext será una cantidad positiva, pero ahora es un poco más difícil definir
qué sucede con esa cantidad de energía. El Primer Principio de la Termodinámica nos permite
saber, como veremos más adelante, que al menos una parte puede quedar almacenada en el
cuerpo (podría ser una energía elástica si el cuerpo es elástico, como un resorte que es
comprimido, por ejemplo, o una energía ―térmica‖, que se manifestará en una elevación de
temperatura del cuerpo deformado plásticamente, etc.).
Pero trataremos de profundizar un poco para encontrar qué es todo lo que podemos decir
desde la Mecánica exclusivamente sobre el juego de los trabajos y las energías, antes de
establecer finalmente la conexión con la Termodinámica. Para ello lo más directo parece ser
modelizar el sistema suponiéndolo constituido por partículas a las que le aplicaremos lo que
ya tenemos establecido.
masa total del sistema es m = mi). Estas partículas se consideran capaces de aplicarse
fuerzas mutuas a lo largo de la recta que las une, con igual módulo y sentidos opuestos, como
corresponde al Principio de Acción y Reacción.
Ahora bien, aunque sabemos que sumando sobre todas las partículas siempre será Fint 0 ,
es fácil ver que la suma total de los trabajos hechos por estas fuerzas en general no se anula.
En efecto, las fuerzas interiores siempre pueden organizarse asociadas con cada par de
partículas de cuya interacción resultan. Y si bien las fuerzas mutuas entre dos partículas
siempre constituyen un par de vectores opuestos (en virtud del Principio de Acción y
Reacción), el trabajo que realiza cada una depende de lo que se desplaza la partícula sobre la
que ella actúa. Y dado que cada partícula puede tener un desplazamiento diferente del que
tiene la otra, no hay en principio razón alguna, salvo casos especiales, para que el trabajo
hecho por una fuerza de cada par, anule al hecho por la otra.
De manera que en general se tiene que Wint 0, y por lo tanto Ec no se debe únicamente a
las fuerzas exteriores, sino que resulta de las dos contribuciones mostradas en (18).
También es importante anticipar que, como veremos, los términos EcT y Ec‘, en que es
posible separar la energía cinética, no guardan relación directa con los términos Wext y Wint.
la recta que los une, de manera que la fuerza f i , j , aplicada sobre la partícula i por la j, es
exactamente opuesta a la f j,i aplicada por la j sobre la i: f i , j f j,i .
De manera que podemos extraer algunas conclusiones analizando lo que sucede con un par
cualquiera de partículas, por ejemplo el par 1, 2. Si escribimos la contribución que hace este
par al trabajo Wint tenemos:
f1, 2 r1 f 2,1 r2 f1, 2 ( r1 r2 )
= f1, 2 ( r1 r2 ) (19)
En donde tenemos que ( r1 r2 ) es el vector que llamaremos r1, 2 , el cual da la posición de la
partícula 1 con respecto a la 2, es decir que va exactamente desde la partícula 2 hasta la 1, y
nos permitirá simplificar los razonamientos tomando la partícula 2 como fija. Por otra parte
f 1, 2 es la fuerza que actúa sobre la partícula 1 aplicada por la 2, y entonces actúa en la misma
dirección de r1, 2 (con el mismo sentido si la fuerza es repulsiva, y sentido contrario si es
atractiva).
Pero en cambio ( r1 r2 ) puede tener cualquier dirección, porque indica hacia dónde se
desplaza la partícula 1 respecto de la 2. El ángulo que se muestra en la figura 4 es menor de
90º indicando que la partícula 1 se aleja de la 2, y si se acercaran sería mayor de 90º.
1‘
r1,2
f1,2
1
f2,1
r1,2
2
De manera que se puede ver que, en general, cuando hay deformación (cambio de algunas
distancias entre partículas) Wint puede dar una contribución no nula, negativa o positiva.
Veamos los detalles importantes.
Veremos en muchos ejemplos que el trabajo de las fuerzas interiores se hace a expensas de (o
se transforma en) otro tipo de energía no mecánica, la cual naturalmente no debe depender del
referencial, y eso es muy útil para interpretar este resultado.
Para cerrar el tema ahora es útil considerar el caso en que no hay deformación.
El caso de la fricción
Cuando dos cuerpos sólidos en contacto, aplicándose fuerzas mutuas F21 F12 a través de
una superficie S, sufren un deslizamiento sobre esa superficie, se tiene que los trabajos que
cada cuerpo hace sobre el otro son internos para el sistema de los dos cuerpos, y entonces el
trabajo neto interno resultante es:
W12 + W21 = F21 r1 F12 r2 = F12 (r1 r2 )
En esta expresión F12 es la fuerza que el cuerpo 2 hace sobre el 1, y dado que r1 r2 es lo
que desliza el cuerpo 1 respecto del 2, si denominamos d al valor absoluto de la distancia
deslizada, d = r1 r2 , se tiene:
Nota:
Luego vendrá el Primer Principio de la Termodinámica a establecer una noción mucho más amplia de
lo que es la energía, y aplicándolo a este caso podremos decir que el trabajo de las fuerzas de fricción
en general hace desaparecer energía mecánica, pero transformándola en otra forma (térmica), y que
en total hay una estricta conservación.
COMENTARIO DIDÁCTICO
En el cálculo de los trabajos Wint se ha requerido la utilización del producto
escalar y la consideración de desplazamientos pequeños necesariamente. Estas
demostraciones son muy importantes en la formación de los profesores, y
cualquier intento de dejar de lado el producto escalar y los desplazamientos
pequeños las hace más engorrosas y complicadas.
Pero no son imprescindibles para los alumnos de nivel medio. Para estos
destinatarios es suficiente saber que hay un término Wint que debe ser
considerado, y es posible ilustrarlo con ejemplos simples de cuerpos que son
deformados, por ejemplo siendo estirados o comprimidos.
Pero al intentar elaborar estos ejemplos se cae en la cuenta de que posiblemente
los alumnos tengan dificultades de comprensión y falta de conocimiento de
detalles elementales del modelo microscópico de la materia. Y éste es un buen
momento para revisar algunos de esos detalles antes de tratar de seguir,
porque la elaboración de ideas sobre los modelos de la materia es uno de los
objetivos de esta materia.
Por ejemplo (a modo de sugerencia) se podrían promover discusiones sobre las
posibles fuerzas mutuas entre las partículas vecinas 1 y 2 en las situaciones
mostradas a continuación, y sobre el signo de la contribución de ese par de
partículas al Wint en una pequeña deformación de cada sistema producida por
la fuerzas mostradas.
F F
tapa émbolo
recipiente
1 sólido 1
Gas ideal comprimido
2 verticalmente 2
comprimido
sólido empujado
-F sólido elástico F con aceleración
F
estirado
2 1 2
1
Ahora revisemos un ejemplo simple que servirá para poner de relieve algunos detalles
importantes de los casos que hemos presentado.
A B
dAB = 20 m
Desarrollo
a) Para averiguar fuerzas horizontales en este caso debe bastar con el trabajo y la energía
cinética, que en principio podremos tratar con su expresión más simple (15), a partir de las
energías cinéticas involucradas.
118
Juan comienza desde el reposo, pero va ganado velocidad y termina corriendo. La energía
cinética que adquiere él es 80·42/2 = 640 J, la que adquiere el cajón es 30·42/2 = 240 J, de
manera que todo el sistema adquiere 880 J de energía cinética.
En el siguiente esquema se muestran las fuerzas de interés, distinguiendo con primas uno de
los integrantes de cada par Acción-Reacción.
m1 F2‘ F2
m2 F3 = F3‘ = 120 N
F1 F3
A F1‘ F3‘ B
b) W(F1) = 0 porque el punto de aplicación está fijo. Cada vez que Juan coloca el pie y empuja
hacia atrás recibe la reacción del piso hacia delante en un punto que permanece fijo. Y lo
mismo hubiera sido si hubiera un mecanismo con una rueda empujando.
W(F2) = F2 d = 132 · 20 = 2640 J
W(F3) = F3 d = 120 · 20 = 2400 J
Llama la atención el hecho de que F1 , la fuerza que impulsa a todo el sistema, no haga
trabajo, pero eso es claro, y por ello hemos distinguido con un asterisco el trabajo que se
calcula para aplicar la expresión (15).
Para aplicarlo debemos definir cuál es el sistema al que se lo aplicaremos, y lo haremos con
tres opciones diferentes.
1) Sistema cajón:
Las fuerzas externas son F2 y F3. Los trabajos que estas fuerzas realizan sobre el cajón son
2640 y –2400 J respectivamente, con lo cual Wext = 2640 – 2400 = 240 J.
Por otra parte, por la superficie de contacto del cajón con el suelo ingresa una cierta cantidad
de calor Q, que en este caso solamente va a resultar en cierta elevación de temperatura de la
zona próxima. Vale aclarar que el tratamiento de esta superficie es un poco problemático:
justo en la superficie se aniquilan 2400 J de energía mecánica, que deben aparecer como
energía de agitación térmica que se va distribuyendo por la zona en forma de flujo calorífico
Q. Una parte ingresa al cajón, y otra parte al piso, y no tendremos forma de saber cuánto a
cada uno, y todo será más claro cuando incluyamos al piso en el sistema en el próximo punto.
En estas condiciones tenemos que U va a ser toda la energía en el cajón, que será la cinética
más cierta cantidad de energía térmica: U = Ec(cajón) + E(térmica) = ½ 30 · 42 + Q = 240 J +
Q; en donde E(térmica) es la cantidad que ingresó como Q, almacenada de alguna manera,
supuestamente expresable en términos de un aumento de temperatura.
3) Sistema Juan:
Considerar a Juan en un balance de energías exige tener en cuenta que vamos a simplificar
una serie complicada de procesos fisiológicos. Se supone que él tiene alguna reserva Um
(metabólica, digámosle), y que mantiene constante su temperatura por medio de la utilización
de algo de esta reserva y cierto intercambio de calor con el medio. Esos procesos ocurren
aunque él no empuje el cajón, y se alteran mientras lo hace, pero aquí vamos ignorar todas las
energías involucradas en la termorregulación, y sus alteraciones.
De manera que no consideraremos cambios en la energía térmica de Juan, ni flujos de calor en
él (los que nos interesan ocurren en el cajón).
Hechas estas aclaraciones veamos.
Las fuerzas externas son F1 y F2‘, para las cuales tenemos: W(F1) = 0 y W(F2‘) = 2640 J; de
manera que Wext + Q = 2640 J, dado que podemos tomar temperatura constante y Q = 0 para
él; y según este Principio entonces: U = 2640 J, que se componen de 640 J que se
incrementa su energía cinética, y – (2640 + 640) = –3280 J que debe disminuir esta reserva
metabólica de Juan, de acuerdo con la idea intuitiva antes mencionada lo sugería.
Por otra parte es interesante describir el proceso desde el SCM. En en este referencial el piso
recorrerá la distancia 20 m hacia atrás, mientras Juan le aplica la fuerza constante de 164 N. De
manera que en este lapso, en el SCM, Juan hará sobre el exterior el trabajo de 3280 J. Esto nos brinda
un punto de vista más natural; aquí no se tiene la situación paradojal de que parece que nadie hace
trabajo: Juan hace el trabajo que resulta en la disminución de su reserva metabólica.
Pero el problema ha sido planteado precisamente para advertir sobre la posibilidad de aparición de una
situación desconcertante. Notar que el SCM no es inercial, pero eso no influye en estas ideas.
COMENTARIO DIDÁCTICO 1
Todas estas problemáticas no son necesariamente para plantearlas en aulas de
nivel medio: eso depende de la audiencia y de la ocasión, y el profesor deberá
decidirlo en cada caso.
Pero para eso el profesor debe tenerlo en claro, y para eso está la discusión
aquí.
Debe notarse que el ejemplo presenta en forma algo paradojal el hecho de que
la fuerza motriz que impulsa al sistema, aquélla a la que tendemos a
atribuirle todos los efectos, puede desconcertarnos no haciendo trabajo, al
menos en el sistema de referencia en el que la descripción es más simple.
Después de ver este ejemplo, el profesor podrá tener claro que puede evitar el
problema directamente con la utilización del trabajo que hemos denominado
W*, proponiendo explícitamente una fuerza resultante actuando sobre el CM, y
sabiendo que es un procedimiento lícito válido como simplificación.
COMENTARIO DIDÁCTICO 2
La enseñanza de la energía en el nivel medio no debería estar desconectada
de los elementos que constituyen el Primer Principio de la Termodinámica, ya
que ellos son los que permiten abarcar la esencia del concepto y la noción
fundamental de su conservación.
No obstante, en este curso el tratamiento de la energía debe ceñirse a las
aplicaciones mecánicas que se necesitan para continuar con los restantes
temas.
Por eso para brindar el panorama más completo y adecuado para el profesor se
han desarrolado aspectos de situaciones de la vida práctica y se agrega un
Anexo con el mencionado principio.
Y ahora terminaremos este capítulo con una aplicación que da pie para
ejercitar muchas de las nociones establecidas hasta este momento.
o Sistemas aislados
o Ley del Impulso
o Conservación de la cantidad de movimiento - composición y
descomposición de vectores en dos dimensiones
o Centro de masa
121
v2’
y v1’ py
ptotal
v2
p1
p 2’
y m2
v1
p 1’
O x x p2
m1 px
Fig. 5. Izq: ilustración en el espacio de la colisión entre dos cuerpos/partículas de masas m1 y m2.
Der: diagrama que muestra la conservación de la cantidad de movimiento total del sistema. Dado que el
sistema es aislado, y el impulso externo aplicado es nulo, éste también es un diagrama de impulsos y
cantidades de movimiento del sistema completo.
Durante la colisión cada cuerpo aplica fuerzas al otro, fuerzas que en general son muy grandes
porque el cambio de cantidad de movimiento que sufre cada uno, suele tener lugar en
intervalos de tiempo muy cortos. Pero los dos cuerpos interactúan entre sí, y no con otros
objetos, de manera que constituyen un sistema aislado, sin fuerzas exteriores aplicadas.
Nota: siempre consideraremos que los cuerpos que chocan constituyen un sistema aislado
Aún en los casos en que haya fuerzas exteriores, como por ejemplo si dos proyectiles chocan en el aire
en presencia de la fuerza de gravedad, usualmente el tiempo que dura la colisión es tan corto que el
impulso que la fuerza externa puede aplicar a cada cuerpo en ese lapso suele ser completamente
despreciable comparado con las cantidades de movimiento que están en juego. De manera que
considerar que el sistema es aislado constituye una buena aproximación.
ptotal
p1
p2’ I1 Fig. 6: Diagrama de impulsos y cantidades de
movimiento de cada cuerpo en la colisión ilustrada
I2 p1’
en la figura 5, mostrando con vectores huecos los
p2 impulsos recibidos por cada cuerpo.
Según los datos que se tengan en cada caso puede ocurrir que a partir de estos diagramas que
hemos presentado, ya se puedan encontrar todas las cantidades incógnitas, o también que aún
haya algunas que no estén determinadas.
COMENTARIO DIDÁCTICO
Hasta aquí hemos planteado la conservación de la cantidad de movimiento,
pero no la de la energía cinética. En alguna ocasión el enunciado puede
plantear que el choque sea perfectamente elástico (conservación de la energía
cinética), o que sea perfectamente plástico (cuerpos unidos después del choque,
con máxima pérdida de energía cinética), u otra cosa.
Pero también puede ocurrir que el enunciado no mencione estas variantes, y
aún así esté todo determinado. Por ejemplo, si las cantidades de movimiento
iniciales son conocidas, y una de las finales también, queda completamente
determinada la otra, junto con la cantidad de energía perdida.
Hay textos con análisis muy completos de las posibilidades de todas las
variables, pero desde el punto de vista de la formación de profesores
consideramos que no es útil aprender métodos exhaustivos de controlar todas
las variables, y que en cambio es útil poder examinar todos los aspectos de
cada situación. Y para ello es mejor que no haya grandes dificultades de
cálculo para que se puedan conocer todos los valores numéricos concretos.
Claro que el problema no debe terminar cuando se encuentran los valores
numéricos, sino cuando, con ellos, se hace un análisis completo de la
situación.
Para tener un panorama más completo es interesante tratar de describir el choque desde el
sistema centro de masa (SCM)
A partir del vector p total podemos obtener la velocidad del centro de masa, ya que
p total (m1 m 2 ) VCM , y luego podemos expresar en el SCM cualquiera de las velocidades
conocidas en el SL. Es decir, si indicamos con una tilde ( ) todo lo que corresponde al SCM,
para cualquier velocidad v tendremos en general:
~
v v VCM
~
Ahora bien, en el SCM el CM está en reposo por definición ( VCM 0 ). Y por lo tanto
p total 0 , y las cantidades de movimiento de los dos cuerpos considerados son vectores
opuestos, tanto antes como después del choque.
Es decir, el diagrama vectorial de cantidades de movimiento en el SCM tiene el aspecto
siguiente (aquí se ha tratado de respetar coherencia aproximada con las direcciones que se
dibujaron antes para el SL):
123
py
m2 p1
v2
v1’
v2’ p1’
v1 p2’ px
m1
p2
En donde vale notar que, dado que las fuerzas actuantes son independientes del sistema
~ ~ ~
(inercial) de referencia, los impulsos que resultan de Ii = pi pi , en el SCM, tienen que ser
exactamente los mismos que se obtuvieron de Ii = pi p i , en el SL.
~
Así, agregando los vectores Ii al diagrama de cantidades de movimiento, se tiene:
py
Ii = Ii
p1
I1
p1’
p2’ px
I2 p2
Fig. 8. Reproducción del diagrama de cantidades de movimiento de la figura
7, mostrando con vectores huecos los impulsos recibidos por cada cuerpo, y
destacando que ellos son los mismos que se muestran en la figura 6, es decir
son independientes del referencial.
v1’ p1’
v1 p1 p2
v2 b
v2’ p2’
El choque en el cual ambos centros de masa de los cuerpos se acercan según una misma recta
se denomina frontal, y para cuerpos con suficiente simetría determina que reboten con =
180º, es decir volviéndose cada uno sobre su misma trayectoria.
v2 v1 180º
antes
p1 = p2’ p2 = p1’
El caso opuesto es el choque en el cual ambos centros de masa se acercan según rectas
paralelas suficientemente separadas como para que los cuerpos no se toquen. En ese caso =
0º, pues los cuerpos continúan sin desviarse.
v1
Antes b
v2
p1 = p1’ = 0º p2 = p2’
v1’
Después
v2’
Fig. 11: Ilustración de un choque frontal en el SCM con parámetro de impacto muy grande.
Pero en el SCM las dos velocidades son vectores colineales de sentidos opuestos de manera
~ ~ ~ ~
que: v 2 v1 v 2 v1 . Ahora bien, dado que en el choque elástico el módulo de cada
velocidad se conserva (en el SCM), entonces se conserva la suma de ellos, y por lo tanto se
conserva el módulo de la velocidad relativa; pero esta última es independiente del sistema.
Ejemplo desarrollado 1
Un cuerpo de masa m1 = 4 kg que se desplaza con v1 = 20 m/s por el eje x, choca con otro objeto de
masa m2 =16 kg que estaba en reposo, el cual es impulsado por el choque con una velocidad v‘ 2 = 4
m/s en una dirección que forma un ángulo = 30º con el eje x, como se muestra.
m2 4 m/s
m1 = 30º
20 m/s
m1 v1‘
a) Encontrar la velocidad v1 del cuerpo 1 después del choque.
b) Calcule los impulsos recibidos por ambos cuerpos y dibújelos..
c) Calcule la velocidad del centro de masa, y describa el choque desde el SCM, calculando y
mostrando todos los elementos.
d) Verifique que se obtiene la misma cantidad de energía cinética perdida en el SL y en el SCM.
Desarrollo
a) p2 = 0; de manera que p1 = ptotal = 80 kg·m/s a lo alrgo de x; p‘2 = 64 kg·m/s a 30º de x; Aplicando el
teorema del coseno podemos obtener p‘1 = (802+642-2·64·80·cos(30º))½ = 40,35 kg·m/s. Entonces v ‘1
= 40,35/4 = 10,09 m/s. Todos los elementos se muestran en la figura.
Luego, con el teorema del seno: sen = 64·sen30º/40,35 = 0,793607 = 52,52º . Y con el ángulo
obtenemos v1 = (6,14 m/s ; 8,0 m/s); v ‘1 = 10,09 m/s; v 2 = (3,46 m/s ; 2,0 m/s) ; v ‘2 = 4 m/s
126
py
p’2
I2 64
= 30º 80 p1 px
= 52,47º
40,35
I1
p’1
b) Los impulsos se muestran en la figura. Dado que I2 p2 , resulta que ambos son vectores de 64
kg·m/s, a 30º del eje x, como se muestran.
c) vCM = 80/(4+16) = 4 m/s, según x. De manera que en el SCM: v1 (16,0 ; 0,0) ; ~v1 = 16;
~
~
v 2 = 4; v1 (2,14 ; 8,0) ; ~
v 2 (4,0 ; 0,0) ; ~ v1 =8,28; v2 (0,54 ; 2,0) ; ~
v 2 = 2,07;
~
~
~
~
p1 (64,0 ; 0,0) ; p 2 (64,0 ; 0,0) ; p1 (8,56; 32,0) ; p 2 (8,56 ; 32,0)
d) Los elementos se muestran en la figura.
py
p’2
I2
33,14
75º
30º 64 64 p1 px
p2 30º
33,14
I1
p’1
e) Energía cinética perdida en SL: ½ 4202 – (½ 410,092 + ½ 1642) = 800 – 203,6 – 128 = 468,4 J
Energía cinética perdida en SCM: ½ 4162 + ½ 1642 – (½ 48,282 + ½ 162,072) = 640 – 137,1 –
34,3 = 468,6 J
Ejemplo desarrollado 2
Considere dos esferas que caen libremente juntas, perfectamente alineadas sobre la misma vertical, de
manera que la velocidad de ambas es v0 = 2 m/s cuando la primera llega al piso. Ambas esferas y el
piso son duros y perfectamente elásticos. Las masas son m1 = 0,4 kg, y m2 = 0,1 kg.
127
y m2
m1
h0
v0
PRECAUCIÓN:
La forma en que rebota la bola de arriba es tan espectacular que nos da la
oportunidad de llevar una actividad muy llamativa al aula.
Pero hay que tener cuidado: la bola de arriba no solamente debe ser más
liviana que la de arriba, sino que debe ser realmente liviana, porque puede
adquirir una peligrosa velocidad. Se sugiere probar con algo como una
pelotita de ping-pong encima de una de golf, o de billar, y soltarlas desde 20 o
30 cm de altura.
128
ANEXO 3.1:
Definiendo el trabajo mecánico
La razón para proponer este producto está directamente asociada con el concepto de energía.
Históricamente surgieron juntos, cada uno necesita de la elaboración del otro, y para su
enseñanza es útil recurrir a esta interdependencia.
Todo trabajo realizado implica la utilización de cierta cantidad de energía. Este concepto
puede no estar completamente definido, pero puede ser presentado como algo que
inevitablemente hay que gastar para realizar estos procesos. Algo que se necesita tener
previamente para hacer el trabajo, en cantidad proporcional a la cantidad de trabajo que se
desea realizar.
Una fuerza se puede mantener aplicada durante un tiempo ilimitado, sin gastar nada. Por
ejemplo, con un tornillo ajustado, o con un cuerpo pesado que se coloca sobre algo para
mantenerlo aplastado. Se entiende que puede haber cierto ―gasto‖ para ajustar el tornillo, o
para colocar el cuerpo pesado en el lugar deseado, pero nada debe gastarse luego, mientras la
fuerza permanece aplicada durante años.
129
Por eso no tendría sentido definir el trabajo multiplicando la fuerza por el tiempo que está
aplicada, como se hace al definir el impulso.
Cuando es necesario aplicar fuerza para desplazar un objeto, en esos casos necesariamente
habrá que gastar algo de eso que llamamos energía. La idea es básica y puede considerarse
casi intuitiva. Es válido utilizarla aunque la energía no esté completamente definida, porque
contribuye a elaborar su concepto y su definición.
Ahora bien, los vocablos trabajo y energía tienen muchas acepciones en la vida práctica, y la
tarea del enseñante consiste en hacer notar las diferentes posibilidades de cada una,
respetándolas a todas, y logrando que se establezcan claramente el significado y las
interpretaciones válidas en el marco de la Mecánica.
Somos organismos biológicos. En general asociamos la idea de trabajo con el esfuerzo que
algo requiere de nosotros, y en cierta forma lo medimos a través de nuestra sensación. Eso es
muy válido y legítimo, pero puede llevar a confusiones cuando se trata de construir el
concepto de trabajo que necesitamos aquí.
Debemos tener en claro que un organismo biológico puede gastar mucha energía para
mantener una fuerza estática aplicada, simplemente porque no es eficiente para ello. Y
también gasta energía continuamente para mantener sus funciones metabólicas, sin realizar
movimiento alguno.
De manera que estos hechos deben ser discutidos y conocidos, y deben ser dejados de lado en
la construcción de una definición de trabajo útil para la dinámica, algo que podemos llamar
trabajo mecánico, para que su nombre ya anuncie su carácter especial y distinto del que se
considera en el lenguaje coloquial.
Trabajo mecánico
Cuando se diseña una máquina que debe mover un cuerpo se trata de que aplique la fuerza de
la mejor manera posible, es decir, bien alineada con el movimiento que se quiere producir.
No obstante, sabemos que la dirección del movimiento de un cuerpo no tiene porqué coincidir
en todo instante con la de la fuerza resultante, ni con la de alguna fuerza particular que le
aplica algún agente determinado. Por lo tanto, la definición de trabajo hecho por una fuerza
debe servir para el caso general, y debe contemplar cualquier orientación de la fuerza respecto
del movimiento.
De manera que si sabemos que en el caso general la fuerza aplicada sobre un móvil puede
tener componente normal y componente tangencial, y que estamos tratando de definir el
trabajo de una manera que sea útil para relacionar con el concepto de energía, y que eso
funciona bien limitando la definición a la componente tangencial de la fuerza, lo que debemos
hacer es:
1) Definir el trabajo mecánico como el producto de la distancia recorrida por la
componente tangencial de la fuerza aplicada.
2) Elaborar razonamientos y argumentos para justificar por qué es razonable que una
fuerza no realice trabajo mecánico cuando se aplica perpendicularmente al desplazamiento
de un cuerpo.
El primer punto es la definición estándar del trabajo mecánico. Y el punto 2 tiene infinitas
posibilidades que necesariamente quedan a cargo de la inventiva de cada profesor, que debe
adaptarlas a las condiciones particulares de su enseñanza.
130
Una anécdota
Entre los esfuerzos que hacíamos hace varios años los profesores de física para ayudar a convencer a
los alumnos de que podía ser correcto y tener sentido definir que una fuerza perpendicular al
movimiento no hace trabajo mecánico, solía ser común presentar (con ciertos adornos y variaciones) el
ejemplo de un pasajero que transporta una pesada valija cierta distancia horizontal, y plantear la
discusión sobre la razonabilidad de considerar que este hombre no realizaba trabajo en ese proceso.
En algún momento de la discusión introducíamos el argumento de que el cansancio de la persona no
era una buena medida de la cantidad de trabajo que estaba haciendo, sino que era una consecuencia
de lo inadecuado del método para transportar la valija, porque si alguien inventara una valija con
ruedas (que fueran buenas ruedas sin rozamientos apreciables), y el piso un buen piso muy liso y
horizontal, la persona solamente debería dar un leve impulso inicial a la valija, la cual simplemente lo
acompañaría por inercia todo el recorrido que quisiera.
Y la anécdota es que en ese momento no existían las valijas con ruedas. Su mención sonaba
absolutamente extraña y aportaba de cierta comicidad muy útil para hacer memorables las ideas y
argumentos.
Y ahora prácticamente no existen las valijas sin ruedas!
Y los que hemos enseñado de esa manera, vemos en un aeropuerto o en una terminal de ómnibus a
las personas transportando casi sin esfuerzo pesadas valijas, y no podemos dejar de recordar aquellos
argumentos.
Ejemplo desarrollado.
Un cuerpo de 6 kg de masa está apoyado sobre el piso en el punto A.
a) Calcular el trabajo que hace un agente externo para levantar el cuerpo hasta el punto B, a 1,80 m de
altura sobre A.
b) Considere que un agente arrastra este cuerpo una distancia (horizontal) de 5 m hasta el punto C,
suponiendo que entre el cuerpo y el piso se produce una fuerza de rozamiento de 4 N. Calcule el
trabajo hecho por el agente, y el trabajo hecho por la fuerza de rozamiento.
c) Considere que el agente lleva este cuerpo hasta dejarlo colocado en una repisa en D, 1,80 m por
encima del punto B de las siguientes dos maneras:
c.1) Arrastra el cuerpo hasta C y allí lo levanta verticalmente hasta la repisa.
c.2) Levanta el cuerpo hasta B, y luego lo lleva directamente a la repisa.
d) Discutir los resultados, y lo adecuado o no de la definición de trabajo utilizada.
131
Desarrollo
Fagente
90º
(c.2) D
B
Fagente Peso
(a) (c.1)
Peso
Fagente
A Frozamiento C
(b)
ANEXO 3.2:
Principio General de Conservación de la Energía
Una de las propiedades definitorias de la energía es su conservación. Existe un principio
general de conservación de la energía que se cumple en todas las situaciones concebibles, y es
el denominado Primer Principio de la Termodinámica. Este nombre obedece al proceso en el
que se desarrollaron las ideas de energía (la Revolución Industrial), en el que se unió lo
térmico con la dinámica, en la lucha por entender y mejorar las máquinas térmicas.
Este principio tiene el siguiente enunciado muy simple, que por razones obvias sólo considera
formas térmicas y mecánicas de suministrar energía:
Q + Wext = E
En donde:
Q es la cantidad de energía suministrada como calor, es decir por simple contacto o
proximidad con cuerpos a diferente temperatura. Q positivo significa calor transferido al
sistema por un cuerpo más caliente, y a la inversa, Q negativo significa calor transferido
por el sistema a cuerpos más fríos.
Wext es el trabajo mecánico hecho por las fuerzas exteriores actuantes sobre el sistema.
Wext positivo significa energía suministrada al sistema mecánicamente, y viceversa, Wext
negativo significa energía que el sistema transfiere mecánicamente a otros sistemas.
Finalmente E es la energía interna del sistema, de cualquier tipo que sea.
Es una cantidad que se compone de contribuciones mecánicas, térmicas, y de todo tipo, y
que para cada sistema depende de su estado, es decir es una función de las diversas
variables que definen del estado del sistema.
No es posible dar una expresión general para la energía, sino expresiones particulares para
cada tipo o forma de energía. Hemos visto, en páginas anteriores, la posibilidad de que
existan diversas expresiones para casos típicos simples de energías potenciales mecánicas,
y hemos visto dos expresiones para la energía cinética, para traslación y rotación. Pero hay
una variedad inagotable de posibilidades de la energía para distintos sistemas y fenómenos.
Se le pueden agregar otros términos que contemplen el ingreso o salida de energía del sistema
en procesos de otro tipo, además de los mecánicos y térmicos, con tal de respetar la idea
fundamental de la conservación. Teniendo en cuenta esas posibilidades, no hay excepciones a
este enunciado: es un Principio.
Es muy importante entender que la energía que ingresa de una forma, no tiene por qué
almacenarse de esa forma. Así por ejemplo, en cualquier situación de movimiento con
fricción se eleva la temperatura de un sistema haciendo trabajo sobre él, sin ponerlo en
contacto con algo más caliente, es decir:
Wext > 0 , pero Q = 0 , y el único efecto es que se eleva la temperatura. Es decir, se suministra
energía mecánicamente, pero se almacena térmicamente. Lo que en mecánica se denomina
disipación, con desaparición de energía mecánica, en esta visión global es una transformación
de la energía mecánica en térmica.
134
Lo mismo sucede con cualquier sistema calefactor eléctrico, al sistema entra energía eléctrica
(disfrazada con un término Weléctrico), pero lo único que cambia en el sistema es que eleva su
temperatura (es claro que no almacena energía eléctrica).
Este Principio es el referente máximo de las ideas de energía, y a través de él queda claro que:
o El trabajo, Wext, es la forma mecánica de suministrar energía
o El calor, Q, es la forma térmica de suministrar energía.
Ejemplo desarrollado 1.
Un calefactor eléctrico de inmersión es capaz de elevar la temperatura de 2 litros de agua desde los 20
hasta los 90 ºC en 5 minutos. Suponer que el agua está contenida en un recipiente ideal que no
absorbe ni transmite calor.
a) Calcular la energía empleada en este proceso, y la potencia del calefactor.
b) Indicar el valor de cada término según dos delimitaciones del sistema:
b.1) El sistema es el agua con el calefactor incluido.
b.2) El sistema es únicamente el agua, sin incluir el calefactor.
Desarrollo
a) En este proceso el calefactor toma una cierta cantidad de energía eléctrica de la red domiciliaria y la
suministra como calor al agua. Sabiendo que se requiere 1 cal para elevar la temperatura de cada
gramo de agua en 1 ºC, podemos calcular que para este caso se necesitarán: 1(cal/g·ºC) m T =
1(cal/g·ºC) 2000 g 70 ºC = 140103 cal = 140 kcal.
Para expresar esa energía en J utilizamos la conversión 1 cal = 4,185 J, y resulta la energía absorbida
por el agua 140 4,185 586 kJ.
b.1) Al sistema no ingresa calor por conducción desde una fuente más caliente Q = 0; Ingresan 586
kJ + una pequeña cantidad E‘ que almacena el calefactor que también eleva su temperatura en 70 ºC,
en una forma que se denomina ―trabajo eléctrico‖, de manera que lo clasificamos como W ext = 586 kJ +
E‘; todo el sistema almacena E = 586 kJ + E‘.
b.2) Al sistema ingresan 586 KJ como calor, directamente por conducción desde el calefactor: Q = 586
kJ; y es lo único que ingresa: Wext = 0; el agua almacena E = 586 kJ.
Ejemplo desarrollado 2
Un cuerpo de 3 kg lanzado horizontalmente con una velocidad de 20 m/s contra una pared vertical se
aplasta contra ella sin rebotar. La pared es idealmente rígida y no se deforma.
Aplique el Primer Principio de la Termodinámica y encuentre el valor de cada término.
Desarrollo
El cuerpo viene viajando con Ec = 3·202/2 = 600 J. Al chocar pierde toda su energía cinética: Ec =
600 J. Pero no hay trabajo hecho por fuerzas exteriores, ya que la fuerza que lo frena es aplicada por
la pared y no sufre desplazamiento alguno: Wext = 0 (la fuerza de gravedad tampoco hace trabajo en
este proceso, ya que el desplazamiento es horizontal).
135
En principio tampoco hay calor suministrado al cuerpo. Él eleva su temperatura, como veremos, pero
no porque se le suministre calor, sino porque al ser Q = 0, y Wext = 0, debe ser E = 0. Pero Ec =
600 J, de manera que debe haber otra energía E‘ en el cuerpo, interna, independiente de la posición y
del movimiento, tal que E‘ = 600 J, de manera que E = Ec + E‘ mantiene constante su valor de 600 J
en todo el proceso del choque.
Obviamente esta energía E‘ es la que denominamos térmica, para la cual se utiliza la expresión
calorimétrica usual: E‘ Ce·m·T. Esta expresión es la que se utilizaría para calcular el incremento
de temperatura T, que aquí no se ha pedido.
El incremento de temperatura dará lugar a que, después del choque comience a haber una cierta
cantidad Q < 0, que dará cuenta de que el cuerpo comienza a enfriarse disipando calor al ambiente.
Pero durante el breve lapso que dura el choque, podemos suponer que no ha habido tiempo de
intercambiar una cantidad apreciable de calor, y esa es la razón por la cual la afirmación correcta para
el ejemplo ha sido Q = 0.
Para enriquecer el tema podemos analizar este proceso con la expresión (11): Wext + Wint = Ec.
Para este caso corresponde: Wext = 0; Ec = 600 J; de manera que Wint = 600 J, que puede ser
clasificado como un trabajo de deformación.
Ejemplo desarrollado 3
Considere un martillo de 500 g de masa, que se utiliza para clavar horizontalmente un clavo en una
madera. Para cada golpe se impulsa el martillo hasta que adquiere una velocidad de 10 m/s, velocidad
con la cual choca, y en 5 golpes hunde completamente el clavo, de 6 cm de longitud.
a) Calcule la fuerza media que debió vencer el clavo para penetrar.
b) Estime una longitud del recorrido del martillo mientras es impulsado, y con ella calcule la fuerza
media que se le debió aplicar.
c) Explique cómo es el juego de las energías durante el choque. Calcule el valor de cada término del
Principio.
Desarrollo
a) Designamos:
t0: instante de velocidad nula del martillo, inmediatamente antes de comenzar a ser impulsado
hacia delante.
t1: instante previo al contacto del martillo con el clavo
t2: instante en que clavo y martillo se detienen luego de penetrar (el clavo) 6/5 = 1,2 cm en la
madera.
Según los datos Ec(t1) = Ec1 = 0,5 kg (10 m/s)2/2 = 25 J, de manera que si aplicamos WFR = Ec para
el sistema martillo (en donde WFR es el trabajo de la fuerza resultante), obtenemos:
entre t0 y t1: WFR = 25 J = trabajo de la fuerza que impulsa al martillo;
entre t1 y t2: WFR = 25 J = trabajo de la fuerza con que la cabeza del clavo frena al martillo;
Ahora bien, por acción-reacción, este último trabajo, cambiado de signo, es el que hace el martillo
sobre el clavo hundiéndolo, que por lo tanto es también 25 J. Como además el clavo tiene velocidad
nula tanto en t1 como en t2, si le aplicamos la misma expresión obtenemos que WFR sobre él es nulo en
este intervalo, y por tanto, la fuerza media que lo empuja es igual en valor absoluto a la que lo frena, y
podemos calcularla sabiendo que hace un trabajo de 25 J en 1,2 cm: F = 25 J / 0,012 m 2,08103 N.
136
Esta parte justifica el uso del martillo: al chocar aplica una fuerza mucho mayor que la que el agente
podría aplicar directamente. El agente no podría hundir el clavo sin recurrir al golpe. El martillo sirve
para acumular energía que el agente le suministra en un camino largo con una fuerza baja, y la
descarga con una fuerza que es mayor cuanto más resista el objeto.
b) La fuerza media que impulsa al martillo, por otra parte se averigua de la misma manera que la que
frena al clavo: si estimamos que el martillo es empujado a lo largo de 60 cm, tendremos F 0,60 m =
25 J F = 25 / 0,60 41,7 N
c) Ahora veamos el asunto de la producción de calor.
Primero un análisis más bien coloquial, sin pretender decidir exactamente cada término del Principio. El
trabajo hecho por la fuerza de rozamiento, - 25 J, significa que desaparecen 25 J de energía mecánica.
Por lo tanto, por una idea elemental de conservación, deben aparecer, distribuidos entre el clavo, la
madera, y luego el ambiente, 25 J de energía no mecánica, a la cual llamaremos térmica, ya que se
manifiesta exclusivamente a través de la elevación de la temperatura de las partes.
Hay que descartar cierta idea errónea según la cual, una parte de la energía disponible se transforma
en calor y otra en trabajo: la misma energía que se emplea para hacer el trabajo hundiendo el clavo, los
25 J, se transfiere al clavo que a su vez los gasta haciendo trabajo contra el rozamiento (gasta todo, ya
que alguna parte que no gastase, le debería quedar a él acumulada de alguna manera mecánica).
Trabajo que se hace contra el rozamiento, por definición, mecánicamente, se aniquila, es decir,
desaparece, y por conservación, debe aparecer todo como otro tipo de energía. En este caso térmica.
Ahora bien, sería difícil decidir algunos detalles si aplicamos el primer principio de la termodinámica al
clavo solo, por lo que conviene analizar el sistema clavo+madera (también se podría incorporar el
ambiente si se quisiera). Para el sistema clavo + porción de madera, tendríamos: Wext = 25 J, ya que es
el trabajo hecho por la fuerza que aplica el martillo, Q = 0, inmediatamente después del golpe, ya que
nadie suministra calor al sistema y no hemos considerado tiempo suficiente como para que haya
podido escapar calor al ambiente o al resto de la madera (si esperamos cierto tiempo, será Q < 0,
indicando que el sistema se está enfriando mientras el calor escapa disipándose), y por lo tanto E =
25 J. Esta energía, que se manifiesta a través de una elevación de temperatura, es la denominada
térmica - muchas veces se le dice calor, y esto puede ser aceptable a nivel coloquial, pero no debe
confundirse con el término Q.
137
ANEXO 3.3:
Potencia mecánica
El concepto de potencia es un concepto central en el ámbito industrial, y también en el
cotidiano, porque tiene que ver con todos los artefactos que una persona utiliza.
Cualquier aparato está diseñado para trabajar, entregar o utilizar energía con determinado
ritmo, es decir cierta cantidad por unidad de tiempo, manteniendo ese ritmo mientras sea
necesario. En general para adquirir un motor se tiene en cuenta, por ejemplo, no cuánto
trabajo puede hacer, ya que eso depende del tiempo que funcione, sino cuánto trabajo puede
hacer por segundo, lo que se denomina ―potencia‖.
Se define potencia mecánica como la cantidad de trabajo hecha por unidad de tiempo, es
decir algo como el ritmo al cual se realiza el trabajo, o la intensidad del proceso de trabajar:
W
Potencia
t
Y de la misma manera, dado que el trabajo sólo se puede hacer a expensas de la cantidad de
energía que se absorbe o transfiere, también se llama potencia, en general, a la cantidad de
energía de cualquier tipo que se absorbe o transforma en cualquier otra por unidad de tiempo:
E
Potencia
t
Todas las luces, los motores, artefactos electrodomésticos, etc., se eligen en función de su
potencia.
NOTA:
A pesar de la estrecha relación con el concepto de energía, el concepto de
potencia casi no aparece en los cursos de Mecánica, porque su utilidad tiene
que ver esencialmente con aplicaciones tecnológicas. No obstante, en la
enseñanza de temas relacionados con la energía en el nivel medio es
importante que este tema sea tratado, como una de las formas de aproximarse
al concepto de energía desde las aplicaciones prácticas.
Las facturas de consumo de energía eléctrica, los manuales y prospectos de los
artefactos domésticos, de los calefones y cocinas de gas, etc., constituyen fuentes
invalorables para ejercitaciones que, a través de las unidades de potencia
permitirán acercarse al concepto de energía, y al mismo tiempo adquirir
conocimientos extremadamente útiles para la vida práctica y doméstica.
Unidades
La unidad S.I. de potencia es el watt, castellanizado como vatio, que se simboliza con W,
denominado así en honor al ingeniero escocés James WATT (1736-1819), inventor de las
principales mejoras de las primeras máquinas de vapor: 1 watt es la potencia mecánica
correspondiente a la realización de 1 joule en 1 segundo:
1W = 1J / 1s
(No confundir la letra W utilizada para trabajo, con el símbolo del watt).
138
Dado que el joule es una unidad relativamente pequeña de energía, el watt también resulta una
unidad más o menos pequeña de potencia para los artefactos utilizados en el hogar.
Una lámpara LED consume entre 10 y 20 W, las lámparas antiguas, de filamento, para
igual iluminación consumían 70 o 100 W. Un motor eléctrico de cortadora de césped
pequeña puede consumir 250 W, una estufa eléctrica 1000 o 2000 W, y un motor de
automóvil puede estar alrededor de 70 kW.
Las empresas distribuidoras de energía eléctrica facturan a sus usuarios un monto
correspondiente a toda la energía (eléctrica) suministrada en un mes o en un bimestre, y
utilizan una unidad particular para ello, denominada kilowatt-hora (kWh), para reemplazar al
joule que es demasiado pequeño (aunque lo que correspondería científicamente sería utilizar
múltiplos del joule).
De manera que en la práctica industrial se define:
1 watt-hora = trabajo que se hace en 1 hora trabajando con una potencia de 1watt.
1 kWh = trabajo que se hace en una hora trabajando con una potencia de 1kW.
Ejemplo desarrollado 1.
Un calefactor eléctrico de inmersión es capaz de elevar la temperatura de 2 litros de agua desde los 20
hasta los 90 ºC en 5 minutos.
a) Calcular la energía empleada en este proceso, y la potencia del calefactor.
b) Calcular la cantidad de kWh que aporta esta operación al consumo eléctrico del hogar.
Desarrollo
a) En este proceso el calefactor toma una cierta cantidad de energía eléctrica de la red domiciliaria y la
suministra como calor al agua. Sabiendo que se requiere 1 cal para elevar la temperatura de cada
gramo de agua en 1 ºC, podemos calcular que para este caso se necesitarán: Q = 1(cal/g·ºC) m
T = 1(cal/g·ºC) 2000 g 70 ºC = 140103 cal = 140 kcal.
Para expresar esa energía en J utilizamos la conversión 1 cal = 4,185 J, y resulta Q = E = 140
4,185 586 kJ.
La potencia es P = E / t = 1,95 kW.
b) El kWh es unidad de energía: 1kWh = 3600 kJ; E = 586/3600 = 0,163 kWh. También se podría
calcular multiplicando la potencia en kW por el tiempo en horas: 1,95(5/60) = 0,163 kWh.
139
Ejemplo desarrollado 2
Un automóvil cuya masa (incluyendo ocupantes) es de 900 kg, viaja 50 km por una ruta horizontal a
razón de 80 km/h, sufriendo una fuerza de rozamiento (esencialmente por parte del aire) de 700 N.
a) Calcule la potencia mecánica efectiva que aplica el vehículo al piso en estas condiciones.
b) Si se supone que el motor aprovecha el 40 % del poder calorífico del combustible para producir
trabajo, y que el 20 % de ese trabajo se disipa en los rozamientos internos de los mecanismos del
vehículo sin transferirse al piso, calcule la energía total del combustible que se consume en el trayecto.
c) Si el combustible utilizado es nafta, con un poder calorífico de aproximadamente 9000 kcal/litro,
calcular la cantidad de nafta consumida.
Desarrollo.
a) El trabajo mecánico para vencer el rozamiento de 700 N, a lo largo de 50 km, es F d 3500104 J =
35 MJ. Como el tiempo demorado es t = 50/80 = 0,625 h = 2250 s, la potencia mecánica resulta P
35 MJ / 2250 s 15,5 kW (que en HP, sería aproximadamente 21 HP).
Es importante advertir que la energía cinética es irrelevante aquí, ya que si pensamos en que
apagamos el motor y dejamos que el vehículo avance a expensas de la energía almacenada, ella sólo
le alcanzaría para recorrer una muy pequeña fracción de los 50 km. Si calculamos obtenemos: 80 km/h
22,2 m/s; Ec 90022,22/2 = 222 kJ 0,2 MJ.
b) Si E es la energía total del combustible consumido, el enunciado dice que: 35 MJ 0,4(1 – 0,2)E,
entonces E 109 MJ 26103 kcal.
c) Esta cantidad de energía es la que se obtendría a partir de la combustión de 26103 / 9000 = 2,9
litros de nafta.
140
141
ANEXO 3.4:
Producto Escalar de vectores
Hay una operación entre vectores que sirve entre otras cosas para expresar el trabajo de una
fuerza, y se denomina producto escalar entre vectores.
La definición habitual del producto escalar con la que se encuentran los estudiantes de física
tiene lugar en sistemas de coordenadas cartesianos ortogonales del espacio tridimensional, y
se refiere en general a los vectores que representan elementos típicos de esta materia.
Vale aclarar antes de seguir que el producto escalar admite tratamientos más abstractos y
generales que no interesan en este momento, de manera que lo que trabajaremos aquí son
ideas circunscriptas al ámbito de la física básica.
Esta operación se realiza entre dos vectores, y da por resultado un escalar, o sea un número
(positivo o negativo), indicativo de una magnitud, con la correspondiente unidad, pero sin
carácter vectorial.
Es decir, en física se denomina escalares a las magnitudes que no son susceptibles de
orientación en el espacio.
B
A
A B = A B cos
Es importante advertir que el producto escalar puede ser positivo o negativo. Como se ilustra
en los siguiente esquemas, el producto escalar es un número positivo si < 90º , negativo si
> 90º , y nulo cuando los vectores son perpendiculares entre sí ( = 90º ).
A B >0 B A B =0
B A B <0
B 90º
A A A
2) El producto escalar es igual al módulo de un vector por la componente del otro según
la dirección del anterior
Dado que B·cos es el valor de la componente de B en la dirección de A (con un signo que
corresponde al sentido), resulta que la definición dada equivale a decir que el producto escalar
de dos vectores es igual al módulo de uno cualquiera de ellos por la componente del otro
según la dirección del anterior.
AB
B
A
A B = A BA = B AB
BA
Donde los símbolos AB y BA, no representan exactamente el módulo de los vectores A B y B A
mostrados en la figura, sino que tienen el signo correspondiente a lo que son: valores de la
componente de cada vector según la dirección y sentido del otro.
A B C AC BC
Esto queda demostrado si se tiene en cuenta que la componente de una suma de vectores
según cualquier dirección es igual a la suma de las componentes según la misma:
B C A BA C A .
Con lo cual, indicando con el subíndice i cada componente cartesiana del vector,
distribuyendo los productos y teniendo en cuenta que cada versor da 1 multiplicado
escalarmente por sí mismo, y da cero multiplicado por cualquier otro ( x̂ 1 x̂ j i, j ), se tiene
la expresión:
3
A B A i Bi
i 1
143
Es claro que esta expresión se obtiene porque la base es ortonormal (los tres versores base del
mismo módulo y perpendiculares entre sí), lo que significa que es válida solamente en los
sistemas de coordenadas cartesianos ortonormales, que son los que se utilizan siempre en
física básica.
En otros sistemas de coordenadas, por ejemplo cartesianos oblicuos, u otros cualesquiera, los
vectores de la base, x i , podrían no ser unitarios ni ortogonales entre sí, y los productos
escalares entre ellos generarían 9 números que constituirían una matriz, gi,j, de 33,
denominada matriz métrica:
x i x j g i, j
Dado que los productos escalares son conmutativos, esta matriz es simétrica. Con ella la
expresión para cualquier producto escalar es:
A B g i, j A i B j
i, j
CAPÍTULO 4:
Movimientos en fuerzas centrales
COMENTARIO INTRODUCTORIO
El tema de las órbitas circulares de satélites o planetas, puede quedar en un
ejercicio extremadamente simple de movimiento circular uniforme, o
ampliarse a una síntesis histórica que puede ser de gran valor, en el que
encontraremos que las leyes de KEPLER representan un aporte que no se debe
ignorar.
Acerca de las Leyes de KEPLER del movimiento planetario es muy interesante
superar su aprendizaje más o menos memorístico, intentando aplicarlas para
entenderlas y disfrutarlas. En este capítulo se presentan los elementos
necesarios para ese fin, mostrando a la vez cómo estas leyes son coherentes con
la estructura y los contenidos de este curso.
En este capítulo se presenta una propuesta de lo que es posible y conveniente
llevar al aula, desarrollando todos los elementos que corresponden a la
formación del docente con el nivel debido de un curso de Mecánica.
Dirección
angular
v
v
rA vr
A
A
Dirección arbitraria
O de referencia: = 0
Fig. 1: Elementos de las coordenadas polares en el plano.
Como vemos en la figura 1, para cada punto del espacio hay dos direcciones de referencia
sobre las cuales se proyectan los vectores. Una es la dirección radial, que es la dirección en la
que solamente varía r, con sentido positivo hacia donde aumenta r. La otra es la dirección
angular, azimutal, o transversal, tangente a la circunferencia en la cual solamente varía , con
sentido positivo hacia donde aumenta .
Cualquier vector de interés, como v en la figura 1, se proyecta en esas direcciones para definir
sus componentes vr y v. Hay que tener en cuenta que a medida que la partícula se mueve,
giran las direcciones de referencia (radial y angular), de manera que en cada punto es
necesario imaginar ejes perpendiculares, rectilíneos, que indican las direcciones radial y
angular en cada lugar (figura 2).
dirección angular
del punto A
v
v vr = v cos
rA vr
A v = v sen
A
Dirección arbitraria
O de referencia: = 0
De esta manera en vector posición tiene la particularidad de que solamente tiene componente
radial: rr = r ; r = 0.
Para encontrar las componentes del vector velocidad se procede como siempre, a partir de un
desplazamiento entre dos puntos próximos AA‘, proyectado sobre los ejes radial y angular,
como se ilustra en la figura 3.
147
eje A
v eje rA
A‘
AA‘sen
A r =AA‘cos
rA
A‘ A
Dirección = 0
O
Fig. 3: se muestra un pequeño desplazamiento AA‘ que tiene lugar en el intervalo t,
y sus proyecciones AA‘ cos sobre la dirección radial (eje rA), y AA‖ = AA‘ sen sobre la
transversal (eje A).
Vemos que sólo la componente v del vector velocidad contribuye al movimiento angular
respecto de O, como corresponde esperar.
Si r es constante esta expresión se reduce naturalmente a la expresión habitual del movimiento
circular = v / r , ya que entonces = 90º.
COMENTARIO DIDÁCTICO
En general no es constante, y para que los razonamientos sean correctos el
desplazamiento AA’ debe ser suficientemente pequeño como para que se
pueda considerar aproximadamente constante en todo el intervalo t. De
manera que estas consideraciones son las mismas que ya hemos tenido en
cuenta antes cada vez que hemos razonado sobre intervalos pequeños, sin
necesidad de pensar que nos estamos adentrando en el cálculo infinitesimal.
El siguiente ejemplo ilustra sobre el manejo formal que se espera en este
capítulo. Se proponen allí actividades que serán fundamentales para los
alumnos.
Ejemplo desarrollado 1
Considere un punto con movimiento rectilíneo uniforme (en el plano z = 0) dado por: y = y0 = 10 m; x
=v0 t, con v0 = 2 m/s.
a) A partir de razonamientos, observación del movimiento de objetos, y comparaciones, realice gráficas
cualitativas de las funciones r(t), y (t). Luego encuentre la expresión de estas funciones y revise, y si
es necesario corrija y agregue detalles a las gráficas.
b) A partir de las funciones y gráficas anteriores, realice gráficas cualitativas de la velocidad radial, v r, y
de la velocidad transversal v, y de la velocidad angular respecto del origen, .
c) Revisar cualitativamente en un esquema que muestre la trayectoria, los ejes, y las direcciones (radial
y transversal/angular), cómo las componentes de la velocidad son coherentes con las gráficas del
punto b).
Desarrollo
Comencemos con un esquema que muestre todos los elementos a tener en cuenta
y
r
v
vr = v cos
v trayectoria
y0 = 10 m
v = v sen
vr
=0 x
O
x
149
r (m)
/2
10
t (s)
t (s)
-5 5
COMENTARIO DIDÁCTICO
Es conveniente promover actividades para que los alumnos puedan elaborar
estas gráficas de manera cualitativa antes de buscar las funciones (pueden
imaginar que se observa un objeto por la ventanilla del lado izquierdo de un
automóvil que viaja en línea recta).
Y luego de escribir las funciones deben promoverse actividades para que ellos
decidan y muestren si estas funciones coinciden adecuadamente con las
gráficas, y encuentren modificaciones necesarias.
Funciones como tg y arctg pueden resultar misteriosas o intimidantes; sin
embargo la gráfica cualitativa de (t) no debe serlo, y la ocasión es buena
para adquirir cierto grado de familiaridad con estas funciones
trigonométricas (calculadora mediante) a partir de la interpretación de las
situaciones.
Pero finalmente será necesario que el profesor muestre cómo algunos detalles
son los más importantes y básicos. Por ejemplo los comportamientos asintóticos.
Ellos pueden ser explicados y luego puede ser bueno proponer nuevamente
actividades para discutir casos prácticos en los que se manifiestan.
2
t (s)
t (s)
-2
También debe surgir que la gráfica de (t) es esencialmente la misma que la de v(t), con el valor 0,2 1/s
en el máximo.
150
c) Este punto requiere poder manipular los esquemas siguientes, y razonar para t
y
r
vr v r
v = v v
v vr
x
O =0
Velocidad Areal
Para cada pequeño desplazamiento AA‘ = v t, de una partícula, elegido un punto O como
centro, queda definido el triángulo OAA‘, cuya área es barrida en el intervalo t por la línea
que une el centro con la partícula. Si se considera que el segmento AA‘ es la base de este
triángulo, entonces su altura es b, perpendicular a la prolongación de AA‘, como se muestra
en la figura 4.
O
b
v
A A‘
r
Fig. 4: en un pequeño desplazamiento AA‘, queda dibujado el triángulo OAA‘. Si se elige
AA‘ como base, entonces b, perpendicular a la prolongación de AA‘, es la altura del
triángulo. El vector r barre el área sombreada, de valor ½ AA‘ b
Se puede definir así la ―velocidad areal‖, es decir el área barrida por unidad de tiempo por la
línea desde la partícula al centro:
Area de OAA' AA' b
vareal = =½vb (3)
t 2
Dado que, como se deduce de la figura 4, b = r sen, teniendo en cuenta (1) y (2), esta
expresión también puede escribirse como:
vareal = ½ v r sen = ½ r v = ½ r2 (4)
Aquí será de fundamental importancia la Segunda Ley de KEPLER del movimiento planetario,
conocida como la Ley de las Áreas, la cual enuncia la Conservación de la Velocidad Areal, de
la siguiente manera:
El segmento que une el Sol con un planeta barre áreas iguales en tiempos iguales
bA S S
vA bA = vB bB = cte Area (AA‘S) = Area(BB‘S)
A FA A
bB A‘
FB
vB vB
B B B‘
Fig. 4: Se ilustran diferentes elementos que intervienen en la conservación de la velocidad areal
para un planeta en órbita alrededor del Sol. A la izquierda se muestra, para dos lugares de la
órbita, cómo se determina el segmento b, y cómo se enuncia la conservación con él. A la derecha
se muestra cómo la igualdad de las áreas barridas requiere que se recorran arcos AA‘ más largos
cerca del Sol, que los BB‘ que se recorren lejos del Sol, en un mismo intervalo de tiempo.
Aunque KEPLER enunció su ley para el movimiento de los planetas alrededor del Sol, a partir
de las leyes de NEWTON queda claro que es válida para el movimiento de cualquier partícula
bajo la acción de cualquier fuerza central, es decir atractiva (o también podría ser repulsiva)
hacia un punto fijo, denominado centro de fuerzas.
La demostración está en el Anexo 4.1, en el cual además, como corolario, se demuestra la
siguiente afirmación, que será muy importante en este Capítulo:
O O O
p b
b p
b p
A A A
Fig. 5: Cuando el movimiento es oblicuo respecto de la línea OA, el brazo de palanca, b, debe buscarse
como la distancia entre O y la recta de acción de p , tomada perpendicularmente a la recta (la distancia
de un punto a una recta sólo tiene sentido entendida de esta manera).
En la siguientes figura 6 se muestra, con dos casos extremos, por qué la cantidad L es
indicativa del concepto de circulación alrededor de O.
O b=0
O p
b = OA A p
90o
A Movimiento rectilíneo radial:
Movimiento circular: L=0
máximo L = p ×OA
Fig. 6: Casos extremos: L máximo, y L nulo, para iguales valores de p y de distancia OA.
De manera que finalmente, para cerrar el tema, tenemos una relación directa entre velocidad
areal y cantidad de movimiento angular orbital:
L = ½ m vareal ,
y la Ley de las Áreas implica la conservación de estas dos cosas, que nos será útil escribir de
alguna de las siguientes formas:
L = m v b = m v r sen = m r v = m r2 (4‘)
COMENTARIO DIDÁCTICO
La propuesta de este capítulo es incursionar en todos los movimientos orbitales
que se pueda, aplicando la conservación de la energía mecánica y de la
cantidad de movimiento angular orbital.
La conveniencia de desarrollar ejercitaciones sobre la conservación de la
energía mecánica surge directamente de la estructura del este Curso, que en
eso es igual a cualquier otro, y como todos, requiere naturalmente de esas
ejercitaciones como una de las actividades básicas para consolidar los
conocimientos relacionados con las leyes de la dinámica y con el concepto de
energía mecánica.
Pero hay aquí una novedad: este capítulo sugiere dedicar el tiempo a unas
pocas funciones energía potencial (coulombiana y elástica), elegidas por su
relación con estas aplicaciones que se consideran aquí de interés, y
sacrificando para ello el tiempo que podría destinarse a funciones abstractas,
elegidas simplemente para ejercitar el procedimiento matemático
correspondiente.
Ahora debemos hablar de la conservación de la cantidad de movimiento
angular orbital.
En principio debemos esperar que para los alumnos de los futuros profesores que
toman este curso, éste sea un concepto desconocido, y con esa idea ha sido
organizado el capítulo.
Si bien es posible considerar que, en una etapa anterior de su instrucción, al
estudiar la noción de fuerza, y realizar actividades de medición y
familiarización con los conceptos, estos alumnos hayan sido también guiados
en el estudio del momento de una fuerza, y rudimentos de otros conceptos
asociados con rotaciones, habría pocas posibilidades que en este momento se
pudieran utilizar esas ideas. Es posible que recuperar el concepto de momento
de una fuerza, y elaborar el de momento de la cantidad de movimiento, y
justificar su conservación, requiera más tiempo que hacerlo a partir de la
Segunda Ley de KEPLER.
154
Claro que de todos modos siempre hay que tener presente la conveniencia de
utilizar los conocimientos previos que los alumnos pueden tener sobre temas
relacionados, pero debe quedar claro que no es necesario reelaborar todos los
conceptos relacionados con las rotaciones, desde momento de una fuerza en
adelante, para tratar los temas de este capítulo. Tampoco es necesario conocer
ni utilizar el producto vectorial. Si se quisiera optar por utilizar esas
herramientas, habría que pensar en la conveniencia de dejar este tema para
después de estudiar dinámica de las rotaciones – lo cual también es una
posibilidad que debe considerarse.
Por otra parte es claro que los futuros profesores que toman este curso conocen
el producto vectorial y todos los conceptos necesarios para escribir r F dL dt .
Pero a eso lo utilizaremos en el capítulo correspondiente a la dinámica de las
rotaciones, y aquí mostraremos cómo jugar con órbitas, sin recurrir a eso.
Debe dejarse en claro que no se pretende abordar el problema matemático de
deducir la forma de las órbitas, sino aplicar lo que está dicho en las Leyes de
KEPLER, darle sentido físico a ese conocimiento que los alumnos adquirirán
desde la Historia, y explorar sus posibilidades jugando con la geometría.
Esto último se presenta intensamente desarrollado en lo que resta de este
capítulo.
Una partícula sometida a una fuerza coulombiana, describe una cónica (elipse,
parábola o hipérbola) con el centro de fuerza en uno de sus focos.
155
Las cónicas son las curvas que se obtienen seccionando un cono con un plano con cualquier
oblicuidad, y pueden ser elipses, parábolas o hipérbolas (se sobreentiende la circunferencia
como caso particular de elipse sin excentricidad).
En este punto solamente trataremos con elipses, y para ello veremos ahora algunas
propiedades básicas. Para un tratamiento más profundo pueden buscarse detalles en el Anexo
4.2, y en el 4.3 hay detalles sobre órbitas hiperbólicas.
Características de la elipse
Dados dos puntos F y F‘, llamados focos, la elipse es la línea que se forma con todos los
puntos P tales que la suma de las distancias de cada uno a ambos focos es una constante:
FP + F‘P = cte
y
P
a b F, F‘: focos
F x O: centro
c O c
OF = OF‘ = c
F‘
a = semi-eje mayor
a b
b = semi-eje menor
Lo más importante en este momento es destacar que el Sol o centro de fuerzas que se
considere, no se ubica en el centro, sino en un foco. Es decir que estas elipses resultan
fuertemente descentradas, y el parámetro que lo indica es la excentricidad, e, definida como:
c
Excentricidad: e =
a
Observando la figura 7 puede verse que imaginando focos más próximos o más lejanos, la
excentricidad varía entre 0 y 1.
El caso extremo de e = 0, implica que ambos focos están confundidos en el origen, y tenemos
una circunferencia centrada, en la cual a = b = radio.
El otro caso extremo de e = 1, máxima excentricidad, achata la elipse hasta que se transforma
en un segmento de recta desde F hasta F‘, con b 0, y a = c.
centro de la elipse
ba
F F F‘
F‘ a
astro astro
e casi 1
e << 1
Fig. 8: Dos casos casi extremos de excentricidad. Notar que el astro que sería el
centro de fuerza, no está en el centro de la elipse. En el caso de las órbitas de los
planetas (derecha), éstas son prácticamente circunferencias descentradas.
156
La propiedad de la fuerza gravitatoria que determina que las órbitas de los astros tengan esta
forma es que disminuye con el cuadrado de la distancia. Carlos Agustín DE COULOMB (1631-
1716), estudió las fuerzas electrostáticas y determinó que su intensidad era inversamente
proporcional al cuadrado de la distancia, al igual que en el caso de la fuerza gravitatoria.
Salvo la diferencia esencial de que la fuerza gravitatoria depende de la masa de los cuerpos
que interactúan, y sólo puede ser atractiva, mientras que la electrostática depende de la carga
eléctrica, y puede ser atractiva (entre cargas de signo opuesto), tanto como repulsiva (entre
cargas de igual signo), ambas fuerzas son muy importantes en la naturaleza y, por ser ambas
centrales y depender de la distancia de la misma manera, dan lugar a los mismos tipos de
movimiento.
Por esto es que a las fuerzas centrales cuya intensidad disminuye con el cuadrado de la
distancia se las denomina coulombianas, y para ciertas características de los movimientos que
resultan no es necesario especificar si se habla de planetas o de electrones2.
Podremos extender todo para el caso de un electrón de carga –e atraído por un núcleo de Z
protones de carga +e (e 1,6×10-19C), cambiando solamente el valor de K, que deberá ser:
K = kel Z e2 2,3×1028 (N. m2/C2) × Z
Donde kel es la constante de fuerza electrostática que, al igual que G para la gravedad, indica
el valor experimental de la fuerza de atracción (o repulsión) entre dos cargas de la unidad de
carga situadas a la unidad de distancia, y vale kel 9,0109 N·m2/C2.
2 Para el caso de los electrones en el átomo hay complicaciones que corresponden a la teoría cuántica, que invalidan
muchas de las conclusiones que valen para los satélites. Pero aún dentro de la teoría cuántica es posible seleccionar
resultados de la teoría clásica que son válidos en el dominio atómico, como veremos oportunamente.
157
E (J)
r H
r
ET
Ec
Ep(r)
K
Ep(r) = r
Pero en general la partícula no se mueve exactamente a lo largo del radio, y entonces debe
describir una elipse. Cuando llega al punto más lejano, R = rmáx , este valor tiene que ser
menor que H, porque si hubiera llegado hasta r = H, se habría detenido (en ese punto
corresponde Ec(H) = 0), y a partir de allí sólo podría caer radialmente hacia el centro.
158
De manera que si sigue por la elipse es porque en el punto más alejado del centro no llega a
estar en reposo, sino que se mueve perpendicularmente a la dirección radial según la curva
correspondiente, conservando así cierta cantidad de energía cinética mínima, que nunca llega
a ser nula.
Para ilustrar esto en la figura siguiente se muestran tres órbitas posibles para la misma
energía.
(1)
(3)
Claramente en este caso la partícula no tiene cantidad de movimiento angular orbital con
respecto a O (en adelante omitiremos el subíndice, ya que siempre será con respecto a O), ya
que su trayectoria no tiene brazo de palanca:
Movimiento radial: L = 0
Antes de llegar a r = 0 (centro del Sol), chocaría con su superficie. Inmediatamente antes de
chocar tendría una enorme Ec debido a la enorme disminución de Ep, que habría pasado de
Ep(b) 0, a Ep(RSol) = valor negativo muy grande (ver figura 13 - en valor absoluto es un
aumento, pero como aumenta negativamente, a los fines de la teoría es disminución).
(J)
RSol 0 H
r
ET 0
Fig. 13: Un caso práctico de movimiento casi radial. H
podría ser considerado infinito en relación con el radio
del Sol. La energía cinética del cometa al llegar al Sol
podría ser considerada infinita en relación con su
Ep
energía en otras partes del trayecto, aunque no en
Ecf Ep(RSol)
relación con la energía que almacena el Sol.
Al chocar toda la Ec del cometa desaparece como energía mecánica (decimos que se
transforma en energía térmica - el Sol es muy grande y caliente y no se altera por ello).
Pero también podría ocurrir que el movimiento no fuese exactamente radial. El Sol es muy
pequeño, prácticamente un punto comparado con la órbita de cualquier cometa. El cometa
podría dar vuelta por detrás del Sol, muy cerca de la superficie, y visto desde lejos parecería
que vuelve prácticamente por la misma línea radial por la que se acercó, como si hubiese
rebotado contra la superficie; y el proceso proseguiría periódicamente. Se podrían inventar
historias de ciencia ficción con éstas y otras posibilidades.
r=H
Sol
Fig. 14: La trayectoria radial es un caso límite de elipse degenerada
en recta, que es una elipse de excentricidad = 1.
Cualquiera que sea la historia que se invente, este cometa sería muy rápido cerca del Sol y
muy lento lejos, es decir que pasaría unos pocos meses o días en la vecindad del Sol (que es
cuando podemos avistarlo) y siglos en la parte lejana.
K
Ec0 =ET = ½Ep0 ET = (8)
2 r0
Pero siendo que H = K /ET, entonces: r0 = ½ H
E
r0 H r
ET
Ec0 Fig. 15: El caso del movimiento circular uniforme
Ep0 con energía total ET. La partícula se mantiene en
r0 = H/2, con Ec0 igual al valor absoluto de ET.
La cantidad de movimiento angular orbital para este caso vale: L0 = m v0 r0 , que como
veremos enseguida, es el máximo valor que puede tener el momento angular orbital para el
valor dado ET de energía total.
Si multiplicamos (6) por m r02 obtenemos m2 v2 r02 = K m r0, con lo cual podemos escribir una
expresión para este máximo momento angular en función de la energía total que será muy útil:
m
L0 = K m r0 = K (9)
2 ET
(2)
v0
v2 Fig. 16: El cuerpo se lanza desde A (a distancia r0 del origen)
v3 en varias direcciones distintas, con velocidad siempre de
v1 (1)
A módulo v0 (v1 = v2 = v3 = v0). En la dirección radial, v1 ,
tendremos el movimiento rectilíneo 1. En la dirección
(3) perpendicular a la radial, v 0 , tendremos un movimiento
r = r0 circular. En cualquier otra dirección tendremos elipses de
características básicas similares, como (2) y (3).
r=H
De la forma que hemos procedido queda claro que se obtienen órbitas diferentes, pero todas
de la misma energía total ET, ya que ésta se conserva, y en el punto inicial, A, todas
comparten el mismo valor de Ep y de Ec.
161
Sin embargo todas tienen diferente momento angular orbital, ya que éste también se conserva
a lo largo de cada órbita, pero en el momento inicial todos son distintos. Efectivamente, si
aplicamos (4‘): L = m r v sen, tendremos que:
El movimiento (1), radial, se inicia con = 0, y por tanto L1 = 0, como ya hemos dicho.
El movimiento circular se inicia con = 90º , y por tanto tiene L0 = m v0 r0, que es el máximo
valor posible de L para esta energía.
Cualquiera de los otros movimientos, con trayectorias elípticas, se inicia con sen < 1, por lo
cual L2 = m v0 r0 sen2 < L0, y L3 = m v0 r0 sen3 < L0.
Teniendo en cuenta esto, ahora inspeccionemos una órbita elíptica cualquiera, como la de la
figura 17.
zona en la cual
puede hallarse
r=H (J) la partícula
rp rp ra H
r
ra va ET
Ecmáx Ecmín
vp
Fig. 17: Aquí se muestran los elementos básicos de una órbita elíptica típica. En el diagrama de la
derecha se entiende claramente que la intersección de Ep(r) con el valor de ET ya no indica un
punto de retorno, como ocurriría en un movimiento unidimensional. La apariencia de este diagrama
es engañosa porque sólo muestra una de las coordenadas del movimiento.
K m va2 K
(10b)
ra 2 2 r0
Ahora, si utilizamos (11), podemos eliminar va en (10b), luego, con (10a) eliminamos también
vp, obteniendo (luego de despejar – tarea para el lector):
rp + ra = 2 r0 (12)
Pero vemos en la figura 17 que rp + ra es la longitud el eje mayor de la elipse, y según (12),
debe valer lo mismo en todas estas órbitas posibles.
Notar que en el caso particular e = 0 la órbita es una circunferencia cuyo diámetro, que mide 2
r0, también es el eje mayor, y que en el caso e = 1, ése también es el valor de H, que es el eje
mayor.
Además (12) también nos dice que r0 = ½ (rp + ra) = promedio entre distancia máxima y
mínima.
O sea, mirando la figura 16, ahora podríamos decir que cuando lanzamos el cuerpo desde A
(con la velocidad v0) oblicuamente hacia fuera (o hacia dentro) con relación a la
circunferencia de radio r0, se aleja tanto hacia fuera de la circunferencia, como después se va a
alejar hacia dentro – lo que le falte para llegar a la distancia máxima, r = H, es exactamente lo
que le va a faltar luego para llegar al centro.
Las órbitas de poco momento angular tienen gran variación de distancia alrededor de r0, que
siempre es la distancia promedio, mientras que las de gran momento angular, se mantienen en
un anillo angosto cerca de la circunferencia de radio r0.
Si además observamos la figura con los elementos de la elipse, en ella se puede ver que las
distancias máxima y mínima se pueden relacionar con la excentricidad e:
r a a c a (1 e) (13)
p
rp
2
L L 1 1
2 2
r0
0
Y según (13) (recordando que r0 = a):
L2
1 e2 (14)
L20
Es fácil verificar que se obtiene exactamente la misma expresión si se efectúan las mismas
operaciones a partir del otro ápside de la elipse.
Por último, a partir de la relación entre el momento angular orbital, y la velocidad areal, L =
2 m Vareal, se puede obtener el período T en función de la energía. Para ello recordemos que el
área de una elipse es a b, y así podremos escribir:
a b L
Vareal = =
T 2m
De manera que T = 2 m a b / L.
ma3
T =2 (15)
K
La cual, elevada al cuadrado, nos da textualmente la Tercera Ley de Kepler: ―los cuadrados de
los períodos son directamente proporcionales a los cubos de las distancias medias al Sol‖
COMENTARIO DIDÁCTICO
La tercera ley fue obtenida empíricamente por KEPLER, y recién obtuvo su
justificación cuando NEWTON enunció sus leyes y resolvió formalmente las
características completas de este movimiento.
Sin embargo el caso simplificado de las órbitas circulares ya había sido
resuelto por Robert HOOKE en la época de NEWTON, y es un problema simple que
puede y debe ser abordado a nivel de enseñanza media.
Para este caso es suficiente con plantear la dinámica del movimiento circular
2 2
bajo la fuerza gravitatoria, como está en (6): GMm/r0 = m v0 /r0, para,
dividiendo por r0, obtener una relación inmediata para la velocidad angular
0 = v0/r0 (en este caso hemos reemplazado K en función de las masas porque es
más probable que ése sea el planteo para los alumnos de la escuela media):
GM
3
02
r0
Dado que el período en un movimiento circular uniforme es T0 = 2/0, de esta
relación se obtiene directamente la misma expresión de la Tercera Ley de
KEPLER.
Pero es importante notar que este procedimiento, que es un buen método
mnemotécnico para recuperar esta ley cuando se la necesita (es muy fácil
164
Resumen
Es bueno en este punto hacer un resumen de las expresiones obtenidas.
Dado un valor de energía total ET < 0, se tiene:
Semi-eje mayor de cualquier elipse de esa energía
K
a= = r0 = radio de la órbita circular de esa energía. (16)
2 ET
Momento angular orbital máximo para esa energía:
m
L0 = m v0 r0 = K ma K (17)
2 ET
L2
e 1 L2 L20 = 1 (19)
K ma
Momento angular orbital en función de la excentricidad:
L m K a (1 e 2 ) (20)
Esta última expresión no sirve cuando ET 0, ya que entonces, aunque L esté bien definido,
a, y L0 , y e 1, pero utilizando que p = a (1 e2), en donde p es el semi-latus
rectum (ver Anexo 4.2) queda una expresión útil para estos casos:
L= mKp (20‘)
Y se tiene además que para este caso, porque es una propiedad de las parábolas:
p L2
rp = (20‘‘)
2 2mK
165
v m
E Ec(r)
ET
r F
astro central
A medida que el cuerpo se aleja del centro de fuerza va disminuyendo su energía cinética,
pero la fuerza atractiva que le va quitando esa energía también va disminuyendo. El resultado
es que muy lejos ya la Ep(r) se mantiene casi constante, y eso indica que la fuerza casi es nula
y puede ser ignorada, pero a la partícula le queda aún una cierta cantidad de energía cinética.
En la gráfica se ilustra que Ec() = ET.
Podemos terminar estos ejemplos diciendo que la condición límite, que separa los casos de
partícula ligada al centro de fuerzas, del caso de partícula no ligada, es ET = 0.
Con ET = 0 la partícula puede alejarse hasta el infinito, pero pierde toda su energía cinética en
el proceso (Ec() = 0).
Para estos casos también es posible hacer diversas consideraciones sobre la relación entre la
forma de la trayectoria y el momento angular orbital. En el Anexo 4.3 están desarrollados
muchos detalles del caso de las órbitas hiperbólicas.
Ejercicio
Muestre que la parábola, definida como: ―conjunto de los puntos que equidistan de un punto
F, y de una recta llamada directriz‖, cumple con la definición de elipse (―línea que se forma
con todos los puntos P tales que la suma de las distancias de cada uno a ambos focos es una
constante‖) para el caso de a , y con la ecuación polar (Anexo 4.2) para e = 1.
Muestre también que el semi-latus rectum debe ser igual a la distancia del foco a la directriz.
Ejercicio
Muestre que para la órbita parabólica la distancia mínima debe valer rp = p/2, y la cantidad de
movimiento angular L = m K p , como corresponde a cualquier órbita elíptica.
Velocidad de escape.
Supongamos que tenemos un cuerpo en la superficie de la Tierra (o de cualquier planeta o
astro similar), y nos preguntamos si es posible lanzarlo hacia arriba con una velocidad tal que
no retorne nunca (ignorando la resistencia del aire, así como la rotación del planeta).
Es claro que no es válida la aproximación habitual de considerar el peso constante. Hay que
considerarlo como fuerza coulombiana que se va debilitando a medida que el cuerpo se aleja.
Si pensamos que en la superficie del planeta de radio R, el cuerpo está inicialmente en reposo
a distancia R del centro de fuerza, deberemos atribuirle energía mecánica total inicial E0 igual
a la potencial, la cual a su vez tiene el valor dado por la expresión coulombiana Ep(R) =
K/R.
167
E
interior R exterior r
Wext K
Ep(r) =
r
K
E0 E0 =
R
Esta función ya no es válida
en el interior de la Tierra
Fig. 19: Esquema de la energía potencial coulombiana
cerca de la superficie terrestre.
Vemos en la figura que un agente externo debe realizar el trabajo capaz de dar al proyectil la
energía cinética que lleve la energía mecánica total desde su valor inicial E0 hasta su valor
final 0, con lo cual se podrá alejar infinitamente.
Esto es la diferencia 0 – E0 = E0= G M m / R, de manera que la energía cinética buscada es
v0 2 G M m
2
m R , y la velocidad necesaria resulta independiente de la masa del proyectil y
está dada por: v0 2GM R .
Esta velocidad se conoce con el nombre de ―velocidad de escape‖, y para el planeta Tierra
vale aproximadamente 11,6 km/s.
Ejercicio
A partir de los desarrollos anteriores, se advierte que cuando se alcanza la velocidad de escape
el móvil se alejará infinitamente aunque no sea lanzado en dirección radial.
Considere un proyectil de masa m que se lanza oblicuamente (formando un ángulo con la
vertical) desde la superficie de un planeta de radio R, con la velocidad de escape (el planeta
no rota sobre sí mismo). Encuentre la trayectoria.
NOTA:
Es importante poder relacionar la energía potencial gravitatoria dada por
Ep = m g z, que hemos utilizado para movimientos en la superficie de la Tierra
(ahora la vamos a llamar Ep*), con ésta, de forma coulombiana, dada por
Ep(r) = –K/r.
Para hacerlo comencemos notando que z, la altura con respecto a algún nivel
arbitrario, también es una coordenada radial: z = r – R, de manera que:
Ep* = m g z = m g r – m g R
2
Pero si recordamos que g = G M / R , entonces:
r 1 r 1
Ep* = m G M 2 m G M =K 2 K
R R R R
2
Ésta es una función lineal de r, con pendiente K/R , que vale cero en r = R (ver
Ep*(r) en la figura). Notar que K/R2 = m gsup , es el peso del cuerpo en la superficie
terrestre.
2
Ahora bien, si calculamos la derivada de Ep(r), nos da K/r , lo que nos muestra
2
que en r = R, Ep(r) vale –K/R, y tiene la misma pendiente K/R que Ep*.
Esto nos dice que si a Ep(r) le sumamos K/R, se va a confundir (va a ser
tangente) con Ep*(r) en la cercanía de r = R; es la gráfica en línea de trazos en
la figura.
168
E Ep*(r)
K
R K
Ep(r) +
R
K
R R r
K
Ep(r) =
r
K
R
Un agente exterior debe suministrar una cantidad Wext = ET = 0 – E0 =E0 (recordar que E0
es un valor negativo).
Esta cantidad de energía se denomina energía de ionización, pues el átomo luego quedará
definitivamente separado de este electrón, transformado en un ion positivo.
169
E v F
Ep(r) = K / r
eje
Núcleo
ET
focos
r asíntotas
Fig. 21: Trayectoria hiperbólica de una partícula que se acerca a un núcleo atómico y es
repelida por él. A la izquierda el esquema de energías correspondiente, el cual muestra que
hay un acercamiento máximo posible para una partícula con energía dada.
de fuerzas coulombianas las partículas deben seguir trayectorias con forma de elipse, parábola
o hipérbola. Eso fue demostrado por primera vez por NEWTON, de una manera muy
geométrica y complicada, y aquí ha sido utilizado exhaustivamente, jugando con todas las
posibilidades que abre ese conocimiento, pero no demostrado.
Ahora veremos dos tratamientos analíticos que permiten demostrarlo y hallar directamente las
características del movimiento sin pasar por juegos y especulaciones previas.
Método estándar
Hay un método estándar para hallar la trayectoria en cualquier potencial, que consiste en
utilizar la conservación de la energía y el momento angular orbital, planteados adecuadamente
en términos de las variables polares, r, .
Conservación L:
d
L = m r v = m r 2 = cte (4‘‘)
dt
En donde se ha expresado = d/dt
Conservación ET:
K m v2
E T = cte (10)
r 2
En esta expresión se escribe v2 = vr2 + v2, para separar variables radiales de angulares,
aprovechando que según (4‘‘) v solamente depende de r, ya que L permanece constante a lo
largo de la trayectoria.
De esta manera queda:
m r 2 L2 K
2
ET (21)
2 2mr r
En donde r dr dt .
El potencial efectivo
Es una costumbre muy difundida tratar la ecuación (21) como si describiera la conservación
de la energía para un movimiento unidimensional (en la variable r), de una partícula de masa
m, para la cual la energía potencial sería la llamada ―energía potencial efectiva‖ Uef:
L2 K
U ef (r ) 2
2mr r
Dado que para cualquier tipo de fuerza central, asociada con cualquier energía potencial
Ep(r), y no sólo la coulombiana, se tendrá la conservación de L, siempre se podrá escribir el
potencial efectivo sumando L2/2mr2 a la energía potencial, y con esto siempre se podrá tratar
de la misma manera el problema unidimensional:
m r 2
U ef (r ) E T
2
171
E
L2
2 m r2
Uef
ET
K
Ep(r) =
r
Lmáx
rp ra r0
r r
ET ET
L2
L1
K
Ep(r) =
r
Fig. 23. Izq. Para una dada ET, la Uef determina los valores máximo y mínimo que alcanza r.
Der. Dado el valor de ET existe un valor máximo de L, que corresponde a la Uef cuyo mínimo vale
ET, indicando un único valor de r, que es el de la órbita circular.
COMENTARIO DIDÁCTICO.
El potencial efectivo es un artefacto interesante, aunque prescindible: no nos
da información nueva.
Planteando Uef = ET se obtiene una ecuación de segundo grado para r, cuyas
raíces nos dan los valores de rp y ra en función de L y de ET que ya teníamos en
(18) y (19); y anulando el discriminante se obtiene el máximo valor de L en
función de ET. Se llega así rápidamente a estos valores sin perder tiempo en
interpretaciones; pero eso, didácticamente, puede ser poco recomendable.
Por otra parte hay que tener cuidado de no perder de vista que solamente
estamos tratando con una de las dimensiones del movimiento.
Así es que cuando se quiere presentar un panorama básico del tema a alumnos
con los que se necesite profundizar en interpretaciones, puede ser mejor
prescindir de este tratamiento, o postergarlo hasta después de un trabajo de
tipo reflexivo, ya que puede contribuir a la falsa idea de que el tema no se
puede tratar sin este elemento, y también a inducir algunas confusiones
172
dr 2 L2
r E T Ep (r ) (22)
dt m 2 m r 2
Y haciendo el cociente (para abreviar denominaremos f(r) al segundo miembro de (22), que es
función solamente de r) es posible relacionar r con , independientemente del tiempo, o sea
obtener, por ejemplo, la ecuación de la trayectoria:
d L
2
(23)
dr m r f (r )
Ahora es posible plantear las siguientes integrales:
dr
t(r) = f (r )
L
(r ) 2
dr (24)
m r f (r )
Ahora la cuestión es que estas ecuaciones puedan integrarse. Eso depende del potencial.
Un procedimiento alternativo interesante es el de Moreschi en Fundamentos de la Mecánica
de Sistemas de Partículas, que toma la ecuación polar de las cónicas, (Anexo 4.2), obtiene de
ella d/dr, y luego de (24) despeja Ep(r), obteniendo así cuál es la función Ep(r) que da lugar
a esas trayectorias.
Aquí resolveremos (24) para hallar la forma de la trayectoria (para el caso coulombiano).
L dr
d
mr2 2 K L2
E T
m r 2mr2
L dr L dr
mr2 2 2K L 2 mr2 2 K2 L K
2
ET 2 2 E T 2
m mr m r m L mr L
L dr
mr2 2 K2 L K
2
2 K2
E T 2 1 E T 2
m L m r L m L
Hacemos la sustitución:
173
L K
mr L L du
u du
2 K2 mr2 2 K2
ET 2 ET 2
m L m L
Se llega así a una integral muy simple:
du
arco cos(u )
1 u2
Es decir:
L K
mr L
u = cos =
2 K2
ET 2
m L
De donde se puede despejar r, y al hacerlo se reconoce la ecuación polar de la elipse (Anexo
4.2):
L2
mK
r
2 L2
1 1 E T cos
mK2
2 L2 E T
Siendo p = L2/mK, y e 1 , que son las expresiones (20‘) y (19) respectivamente,
mK2
que ya antes hemos encontrado.
Por otra parte, se puede ver que si ET > 0, entonces e > 1, y L puede tomar cualquier valor
(hipérbolas); mientras que si ET < 0, entonces e < 1, y L está acotado: L < m K 2 2 E T
(elipses). Etc.
Un segundo método
A continuación una deducción muy sencilla.
Partimos de la 2º Ley expresada en coordenadas polares:
K
m r 2 r̂
r
Ahora bien, sabiendo que ˆ r̂ (ver demostración al final), el segundo miembro puede
ser expresado como una derivada de la siguiente manera: K r 2 r̂ K r 2
ˆ m K L
ˆ ,
y la ecuación queda:
r K ˆ
L
Dado que L es constante, esta ecuación puede ser integrada inmediatamente dando:
174
K
v v 0 ˆ (25)
L
Donde v 0 es un vector constante arbitrario con unidades de velocidad, que podemos
considerar limitado al plano del movimiento. En principio v 0 podría no estar contenido en
este plano, pero al integrar también deberíamos haber considerado un vector constante fuera
del plano en el miembro derecho, y al no haberlo hecho, la ecuación integrada limita v 0 a
dicho plano. Notar que v 0 no puede coincidir con la velocidad en ningún punto de la
trayectoria.
y
P
r
v0
r
x
P
F‘ r
v0
p
x
p F
v
r
x 2 y2
1
A 2 B2
Pero esta es la ecuación cartesiana de una elipse de semi-ejes A y B (Anexo 4.2).
Ahora bien, las oscilaciones en cada eje son independientes y sabemos que cada una cumple
con:
½ k x2 + ½ m vx2 = ½ k A2 = energía total de la oscilación en x.
½ k y2 + ½ m vy2 = ½ k B2 = energía total de la oscilación en y.
Sumando estas expresiones, y teniendo en cuenta que r2 = x2 + y2, y que v2 = vx2 + vy2,
obtenemos:
½ k r2 + ½ m v2 = ½ k (A2 + B2) = ET del movimiento elíptico. (28)
Ahora bien el caso más general posible es el caso en que las oscilaciones en cada eje están
defasadas en cualquier fracción de período, y no sólo en T/4. En el Anexo 4.2 se muestra que
la superposición de dos oscilaciones armónicas de la misma frecuencia (y la misma posición
de equilibrio), cada una rectílínea a lo largo de una dirección arbitraria, con amplitud
arbitraria, y con un defasaje arbitrario entre ellas, siempre es una elipse.
De manera siempre se cumple lo que hemos visto: el movimiento más general posible es una
elipse centrada en el origen, cuya excentricidad puede variar desde 0 hasta 1.
177
Dada una energía total ET, determinamos H = 2 ET k , o sea el valor que cumple con ET =
½ k H2, y luego podemos decir que son posibles todas las elipses cuyos semi-ejes forman un
rectángulo cuya diagonal es H.
Los casos extremos son:
e = 0: movimiento circular de máximo momento angular orbital. Debe ser r0 = H / 2 , y
se verifica fácilmente que se cumple con la ley de fuerza normal: m v02/ r0 = k r0 , pues
ella equivale a: v0 = r0. Esto también implica que m v02 = k r02, lo cual dividido por 2
dice que: Ec0 = Ep0 = ½ ET.
e = 1: movimiento rectilíneo oscilatorio a lo largo de todo el diámetro de la zona de
r H. No tiene momento angular orbital.
Para analizar las posibilidades del momento angular es interesante plantear el siguiente
ejercicio: desde un punto A a cierta distancia r0 del origen se lanza un cuerpo con velocidad
de módulo v0 = r0 (siendo = k m ), en distintas direcciones imaginables, como se ilustra
en la figura 6.
(2)
v0
(3)
v2 Fig. 27: El cuerpo se lanza desde A (a distancia r0 del origen)
v3 en varias direcciones distintas, con velocidad siempre de
(1) A v1 módulo v0 (v1 = v2 = v3 = v0). En la dirección radial, v1 ,
tendremos el movimiento rectilíneo 1. En la dirección
perpendicular a la radial, v 0 , tendremos un movimiento
circular. En cualquier otra dirección tendremos elipses de
r = r0 H = 2 r0 características básicas similares, como (2) y (3).
178
De esta manera se tiene que todos estos movimientos se inician en A (y luego repetidamente
pasarán por allí), con la misma energía potencial (k r02/2), y con la misma energía cinética (ya
que todos parten en distintas direcciones pero con la misma energía cinética m v02/2). De
manera que así tenemos todas órbitas de la misma energía total ET = m 2 r02.
Ahora bien, el momento angular de cada una está dado por el valor inicial, que es:
m r0 v0 sen = m r02 sen (siendo el ángulo que forma la dirección de lanzamiento con la
dirección radial). De manera que todas tienen distinto momento angular, y así podemos ver
que:
Para una energía total ET dada, el momento angular orbital puede ir desde 0 hasta Lmáx.
El máximo momento angular corresponde = 90º, que es la órbita circular. Se tiene Lmáx =
m r02 = E T m k .
Todas las órbitas con momento angular menor que el máximo son elipses. Cuanto menor es el
momento angular, mayor es la excentricidad, más se acercan al centro y también llegan hasta
más lejos del mismo.
El caso límite de L = 0, corresponde a una trayectoria radial que se aleja lo más posible de A,
o sea, hasta r = H = 2 r0
179
ANEXO 4.1:
Demostración de la Ley de las Áreas
La Segunda Ley de KEPLER del movimiento planetario, conocida como la Ley de las Áreas,
enuncia la Conservación de la Velocidad Areal, de la siguiente manera:
―El segmento que une el Sol con un planeta barre áreas iguales en tiempos iguales‖
bA S S
vA bA = vB bB = cte Area (AA‘S) = Area(BB‘S)
A FA A
bB A‘
FB
vB vB
B B B‘
Fig. 1: Se ilustran diferentes elementos que intervienen en la conservación de la velocidad areal
para un planeta en órbita alrededor del Sol. A la izquierda se muestra, para dos lugares de la
órbita, cómo se determina el segmento b, y cómo se enuncia la conservación con él. A la derecha
se muestra cómo la igualdad de las áreas barridas requiere que se recorran arcos AA‘ más largos
cerca del Sol, que los BB‘ que se recorren lejos del Sol, en un mismo intervalo de tiempo.
Aunque KEPLER enunció su ley para el movimiento de los planetas alrededor del Sol, a partir
de las leyes de NEWTON queda claro que es válida para el movimiento de cualquier partícula
bajo la acción de cualquier fuerza central, es decir atractiva (o también podría ser repulsiva)
hacia un punto fijo, denominado centro de fuerzas, y a continuación se reelabora con nuestro
lenguaje vectorial actual la demostración que NEWTON denominó ―Proposición 1. Teorema
1‖.
Demostración.
Consideremos el movimiento de una partícula de masa m describiendo su trayectoria bajo la
acción de una fuerza atractiva hacia el punto fijo O. Aplicaremos la Ley del Impulso al
movimiento cada iguales intervalos de tiempo t, de la siguiente manera:
Comenzamos el análisis en un punto arbitrario A en el cual la partícula tiene velocidad v A y
cantidad de movimiento p A m v A , y mientras viaja durante t, hasta el punto B, recibe el
impulso IAB , apuntado exactamente hacia O. Este impulso cambia su cantidad de movimiento
a p B p A IAB , de manera que en B la partícula ya tiene una nueva dirección de movimiento
dada por p B (notar que la velocidad en cada punto tiene la misma dirección del vector
cantidad de movimiento, y esa dirección define hacia dónde está viajando la partícula en cada
tramo).
Luego repetiremos el mismo procedimiento para cada intervalo: en el punto B la partícula
tiene cantidad de movimiento p B , y mientras viaja durante t, hasta el punto C, recibe el
impulso IBC apuntado exactamente hacia O, que cambia su cantidad de movimiento a
p C = p B IBC .
180
Y procediendo así sucesivamente nos queda la trayectoria subdividida en intervalos AB, BC,
CD, DE, …, todos de la misma duración t.
Y si el intervalo t es suficientemente pequeño, cada arco puede ser asimilado a un segmento
rectilíneo recorrido con velocidad constante: AB es recorrido con velocidad v A , luego actúa
el impulso IAB , la velocidad cambia a v B , y con ella se recorre el segmento rectilíneo BC. En
C actúa el impulso IBC , la velocidad cambia a v C , y con ella se recorre el segmento rectilíneo
CD, etc. De esta manera la trayectoria resulta aproximada por el polígono ABCDE…, como
se muestra en la figura 2, y cuando imaginemos t cada vez más pequeño, se aproximará
indefinidamente a la curva real.
F
E
C B‘ IAB
h
pB pA
B‖
B
O
h
Fig. 2: Izq. Trayectoria aproximada con el polígono ABCDEF…, con cada lado correspondiente a intervalos de
igual duración t. Der. Diagrama vectorial mostrando la aplicación de la Ley del Impulso en el intervalo AB, con
la escala elegida para que este triángulo de vectores sea congruente (superponible exactamente) con el
triángulo ABB‖, y con el BB‘C, que son iguales entre sí por construcción.
Es decir que el triángulo BB‘C debe ser la misma figura que el diagrama vectorial que
representa la Ley del Impulso, y por lo tanto el lado B‘C debe tener exactamente la dirección
BO, es decir, desde la posición B en la cual actúa la fuerza, hacia el punto O.
En estas condiciones la partícula, luego de recorrer AB, debido a la acción de esta fuerza debe
desviarse y recorrer BC. Tenemos así que la línea desde O hasta la partícula barre primero el
triángulo OAB, y luego el OBC.
Y de la figura se desprende que ambos tienen la misma área, ya que los podemos considerar
con la base común AB, y la misma altura h (por la igualdad de los triángulos ABB‖, y BB‘C.
Luego, aplicando el mismo procedimiento y razonamiento a cada intervalo, encontraremos
que, mientras cada impulso se aplique exactamente en dirección hacia O desde cada punto, el
área de cada nuevo triángulo es igual a la del anterior: area(OBC) = área(OCD), área(OCD) =
área(ODE), etc. Es decir finalmente: todos los triángulos tendrán la misma área.
Si luego nos aproximamos a la trayectoria real considerando intervalos t más chicos,
tendremos cada vez un polígono de lados más cortos, pero que siempre cumplirá con la
igualdad del área de los triángulos sucesivos, con lo cual queda probada la ley para el caso
real.
Corolario
Bajo la acción de una fuerza central, la trayectoria siempre está contenida en un plano.
Demostración.
Si consideramos cada vez que se aplica la ley del impulso en la figura 2, por ejemplo en el
punto B, se tiene que la nueva dirección de de movimiento, BC, está en el plano definido por
la anterior, AB, y el impulso IAB , que actúa en la línea BO. Es decir, el triángulo OAB está en
el plano definido por O, y AB. El segmento BC estará en el mismo plano, y el siguiente
triángulo, OBC, por lo tanto, deberá estar en el mismo plano. Y así todos los subsiguientes.
Anexo 4.2:
4.2.1.- Propiedades de la elipse
Dados dos puntos F y F‘, llamados focos, la elipse es la línea que se forma con todos los
puntos P tales que la suma de las distancias de cada uno a ambos focos es una constante:
La definición justifica el conocido método para dibujar una elipse: colocar un papel blanco
sobre una tabla o cartón – elegir los puntos F y F‘ – clavar un alfiler en cada uno – hacer un
lazo cerrado de hilo y colocarlo encerrando los dos alfileres y estirarlo con la punta de un
lápiz hasta que se forme un triángulo con vértices F, F‘, y P (punta del lápiz) – manteniendo el
hilo suavemente tenso, y apoyando el lápiz sobre el papel, dibujar una línea circulando
alrededor de los alfileres – si todo sale bien, esta línea será una elipse.
P
F
F‘
Fig. 2: dibujando una elipse
Es bueno que el lector muestre a modo de ejercicio todas las siguientes propiedades que se
derivan directamente de esta definición:
Ejercicio 1:
Mostrar que la elipse será una curva cerrada simétrica con respecto a un eje que contenga los
focos, y también con respecto a un eje perpendicular al anterior que equidiste de ambos focos.
Ejercicio 2:
Inspeccionando la definición de elipse: FP + F‘P = cte., mostrar que esta constante es la
longitud del eje mayor, o sea:
FP + F‘P = 2 a, (1‘)
Ejercicio 3
Luego ubicando P sobre el eje menor, mostrar que en esa posición FP = F‘P = a.
a
P P : cualquier punto de la elipse
b
F, F‘: focos
F c c x O: centro
O F‘ OF = OF‘ = c
a a = semi-eje mayor
b = semi-eje menor
P
r
p p
x r (3)
1 e cos
F F‘
Para obtener esta ecuación, podemos aplicar el teorema del coseno al triángulo PFF‘ de la
elipse de la figura 4:
r2 + (FF‘)2 – 2 r FF‘ cos = (PF‘)2
En esta expresión sustituimos: FF‘ = 2 c ; y PF‘ = 2 a – r (de la expresión (1‘)).
De esta manera queda:
r2 + 4 c2 – 4 r c cos = (2a - r)2 = 4 a2 + r2 – 4 a r
Simplificando y reacomodando queda:
r (a – c cos) = a2 – c2,
y aquí, aplicando e = c/a : r (1 – e cos) = a (1 – e2)
Pero a (1 – e2) = p, como se obtiene de la ecuación cartesiana calculando y para x = c. Y
sustituyéndolo se obtiene: r (1 – e cos) = p, que es la ecuación buscada.
Esta ecuación es especialmente útil para el movimiento de cuerpos celestes, como veremos,
porque nos interesan los casos con el centro de fuerzas ubicado en un foco. En ella p es la
medida del llamado ―semi-latus rectum‖ (el latus rectum es el segmento que determina la
elipse sobre una recta perpendicular al eje principal trazada por el foco), que como dijimos
vale p = b2/a = a (1e2).
Ahora vamos a aplicar a cada oscilación la siguiente idea fundamental: sabiendo que la
proyección de un movimiento circular uniforme sobre un eje es un movimiento rectilíneo
armónico simple, podemos obtener éste como resultado de la suma vectorial de dos vectores
v1 y v 2 , del mismo módulo, v1 = v2 = x0/2, que giren con la misma velocidad angular en
sentido contrario.
185
t
v1
x0 x Si v1 = v2 = x0/2,
entonces
x(t)
v1 v 2 = vector en el eje x,
v2
con componente x igual a:
t
x0 cos( t)
Fig. 5: se muestra la suma vectorial de v 1 y v 2 .
Aplicando esta idea, vamos a obtener cada oscilación con vectores que rotan en sentido
contrario: la suma de los dos vectores contrarrotantes A 1 y A 2 de longitud A/2, que se
superponen sobre la recta a en t = 0, da la oscilación armónica de amplitud A a lo largo de esa
recta; y la suma de los dos vectores contrarrotantes B1 y B 2 de longitud B/2, que se
superponen sobre la recta b en t = /, da la oscilación armónica de amplitud B a lo largo de
esa recta, adelantada lo que hemos dicho respecto de la anterior.
b
(t+)
t+
y a
A1 t
B2 t
B1
x
A2
Es decir, ra (t ) A1 A 2 , rb ( t ) B1 B 2 , y r ( t ) = A 1 + A 2 + B1 + B 2 .
Ahora bien, para hacer esta suma podemos agrupar primero los dos vectores que giran para el
mismo lado ( A 1 + B1 ) = U , y ( A 2 + B 2 ) = V .
186
U
V
x
Fig. 7: A 1 y B1 , que dan por resultado U , se muestran todos negros, y giran en sentido
antihorario; mientras que A 2 y B 2 , que dan por resultado V , se muestran blancos, y
rotan en sentido horario.
De manera que r ( t ) = U + V ; estos dos vectores tienen diferente módulo, y giran con
velocidad angular en sentido contrario: U gira en sentido antihorario, y V en sentido
horario.
Ahora bien, sin necesidad de explicitar el cálculo de ninguno de estos vectores, sabemos que
se deben cruzar en dos direcciones del plano perpendiculares entre sí. En una de ellas U tiene
siempre el mismo sentido que V (una vez ambos tienen un sentido, y la siguiente vez ambos
el sentido opuesto al anterior), y en la otra dirección U tiene siempre sentido contrario a V
(invirtiéndose ambos cada vez).
De manera que en el plano hay dos direcciones perpendiculares que identificaremos con
nuevos ejes x‘ e y‘. Sea x‘ la dirección en la cual U y V se superponen con igual sentido,
mientras que sobre y‘ lo hacen con sentido opuesto.
Si ahora denominamos t‘ el tiempo contado desde que U y V se superponen en el lado
positivo de x‘, podremos escribir (supongamos que U > V):
U = ( U cost‘ ; U sent‘)
V = ( V cost‘ ; V sent‘)
U + V = ( (U+V) cost‘; (U-V) sent‘ ) = (x‘(t‘) ; y‘(t‘))
y‘
UV
x‘
U+V
Corolario:
En el caso en que las dos direcciones a y b coinciden, se obtiene un resultado que también es
de interés cuando se estudian oscilaciones en general: la superposición sobre una recta de dos
oscilaciones armónicas de igual frecuencia que tienen cualquier amplitud y fase siempre es
otra oscilación armónica de la misma frecuencia.
Todas las variables que se necesiten pueden ser obtenidas construyendo estos vectores paso a
paso en función de los datos de partida; aquí no lo hemos hecho porque nos hemos limitado a
mostrar que el resultado es una elipse.
F F‘
Eje del
cono
Elipse
F
Eje del
cono
Parábola
Y si se tiene un plano 3 con < , la sección será una curva de dos hojas, denominada
hipérbola
3
F F‘
Eje del
cono
Hipérbola
Fig. 11: la sección de un cono con < da por resultado una hipérbola
188
Y las expresiones para estas curvas se obtienen con leves cambios en las fórmulas de la elipse.
Así se tiene que la hipérbola también puede definirse como el conjunto de puntos para los
cuales la diferencia de distancia a dos puntos llamados focos, es constante:
FP F‘P = 2 a,
y de allí se puede obtener su ecuación cartesiana, que es:
x 2 y2
1 (4)
a 2 b2
Inspeccionando la figura siguiente puede verse que para ella corresponde el signo positivo en
el miembro derecho de (4) (ya que para y = 0, x = a; y no hay solución para x < a).
y
a
r
c p
b p r
1 e cos
O a
x
F‘ F c
e 1
c a
Ejercicio
Mostrar que se cumplen las siguientes relaciones – compare con las correspondientes para la
elipse:
b2
b a e2 1 p a (e 2 1)
a
Ejercicio
Mostrar que las rectas dadas por y = (b/a) x, son asíntotas de la hipérbola, es decir que ella
se acerca indefinidamente a estas rectas cuando x .
2 FW+FP‘ P
hasta F‘
d
r
F
W x
P‘
2 FW
ANEXO 4.3:
a
vp
b = c sen = b
b c
b
O a F
rp = c – a
c
Aplicamos:
2
K m vp m v 2
Conservación energía: ET
rp 2 2
Conservación momento angular orbital: m vp rp = m v b
Sustituyendo en esta última vp y v en términos de ET, y rp = c – a, queda:
2 K 2
ET (c a ) E T b , de donde, elevando al cuadrado y simplificando:
m ca m
192
K
ET (c a ) E T b E T (c a )
2 2 2 2
ca
Se llega inmediatamente a la relación buscada:
K = 2 a ET
El siguiente paso importante es advertir que ahora el momento angular no está acotado: dada
cualquier energía ET > 0, L puede ir desde 0 hasta infinito, ya que dada E T, se tiene
v 2 E T m , y esta velocidad puede dirigirse en cualquier dirección, desde exactamente
hacia el centro en un movimiento radial con L = 0, hasta perpendicularmente a r, que puede
ser infinitamente grande y daría L infinitamente grande.
Ahora veremos que es interesante el planteo: ¿qué movimientos se obtienen, con una energía
ET > 0 dada, lanzando una partícula de masa m desde un punto A, a distancia r0 del centro de
fuerzas?
El razonamiento es:
Dada ET > 0, está fijada a = K/2 ET, y una vez elegido r0 queda fijada también la velocidad v0
por la conservación de la energía:
2 K 2 ET 2 a
v0 E T = 1
m r0 m r0
c
b v0
A r0 Fig. 2: caso en que se lanza una partícula
O a desde un punto A perpendicularmente a la
F dirección radial
c
193
Ahora podemos pensar en lanzar la partícula desde el mismo lugar con la misma energía total
(misma v0), pero oblicuamente, para tener L < L0.
O
v0 a
A
r0 F
c
rp
En función del nuevo momento angular habrá una nueva hipérbola, con la misma a, pero
nuevo r mínimo, rp, que ya no será r0, y por lo tanto, designando con primas a los nuevos
parámetros de la hipérbola, tendremos:
L2 L2 2
L‘= m K p = m K a (e 2 1) e 1 = 1 2 (e 1) r0‘ = a (e‘ 1)
mKa L0
194
195
ANEXO 4.4:
El vector de Lenz
Este vector, también llamado de Runge-Lenz, y también, de Laplace-Runge-Lenz, siguiendo
la tradición histórica de su utilización, aunque ya había sido utilizado por autores anteriores a
Laplace, es una especie de curiosidad, útil para muchos procedimientos que tienen que ver
con el tratamiento de los movimientos en la fuerza coulombiana.
Se define de la siguiente manera:
VLenz p L m K r̂
Y tiene la propiedad de ser constante en el caso de la fuerza coulombiana.
La demostración es inmediata, si se tiene en cuenta que L 0 , r̂ ˆ , L m r 2
,y
p F(r ) r̂ . Utilizando estos resultados:
VLenz p L m K r̂ = F(r) r̂ L m K
ˆ
pL
p
VLenz
L mKr
Como ejemplo de aplicación, este vector, aunque no es imprescindible, es muy útil para parte
de la solución de problemas como el siguiente
196
Problema
Un satélite en órbita circular de radio r alrededor de un planeta de radio R se quiere hacer bajar
aplicando un impulso (prácticamente instantáneo), en dirección radial, para que tome contacto
tangencialmente con el suelo.
Calcular el impulso necesario, y la energía que será necesario quitarle al frenarlo en la pista de
descenso (para simplificar suponga que el planeta no rota).
Repetir el problema si el impulso se aplica en dirección tangencial.
Aquí no resolveremos el problema, sino que, suponiendo que el valor del impulso es el que
corresponde, nos limitaremos a aplicar este vector para hallar dónde se produce el contacto en
los casos del impulso normal y del tangencial.
y es mayor el segundo, por lo cual el nuevo vector de Lenz apunta opuesto a r0 , y el satélite
tomará contacto tangencialmente luego de que se incremente en 180º.
p0 p1 A IA
VLenz
ANEXO 4.5:
Reducción al Sistema Centro de Masa
En general cuando se estudian los movimientos posibles de una partícula de masa m alrededor
de un hipotético centro de fuerza que está fijo en el origen de coordenadas, se suele estar
planteando una situación ideal, que no puede corresponder exactamente a la realidad.
En la práctica la fuerza sobre la partícula de masa m es aplicada por algún cuerpo, el cual
tiene masa M >> m, y está, según el Principio de Acción y Reacción, necesariamente
sometido a la fuerza que sobre él ejerce la partícula; y por no ser un cuerpo libre de fuerzas,
no puede considerarse estrictamente en reposo en el origen de un sistema de referencia
inercial.
El cuerpo central también tiene que moverse! Claro que si su masa es infinitamente grande,
tiene que moverse infinitamente poco, y tenemos la situación ideal que hemos estudiado. Ella
puede considerarse como caso límite cuando la masa del cuerpo central es suficientemente
grande – cosa que se cumple bastante bien en el Sistema Solar y en el átomo.
Pero no se cumpliría si pensamos en dos estrellas de masas parecidas, o dos átomos
componentes de una molécula. En esos casos cada cuerpo debería considerarse en
movimiento alrededor del centro de masa del sistema, que es el punto que podría
considerarse en reposo en el origen.
Nota:
Vale destacar que el caso de la fuerza elástica es un poco especial, porque en él la partícula estudiada
puede pasar por el centro, de manera que allí no puede haber un cuerpo responsable de la fuerza
atractiva. Así tenemos que, por ejemplo, en las oscilaciones elásticas de un núcleo atómico en torno de
su posición de equilibrio en la red, lo que le aplica las fuerzas elásticas hacia el centro, es
esencialmente la nube electrónica que lo rodea. No hay nada en el centro de su trayectoria elíptica
atrayéndolo, sino que lo que lo empuja hacia ese centro es todo el sistema exterior, cuya masa podría
ser infinitamente grande. En estas situaciones no sería necesario considerar este tratamiento.
Pero hay situaciones parecidas, por ejemplo vibraciones elásticas de moléculas di-atómicas, para las
cuales es este tratamiento es absolutamente necesario. Y en general es un elemento conceptual
imprescindible para toda situación en la que se considera la interacción entre dos cuerpos.
Consideremos dos partículas, de masas m1 y m2, unidas por alguna fuerza mutua de atracción.
Estas partículas pueden moverse de muy variadas maneras, combinando traslación con
rotación, pero lo hacen de manera que su centro de masa se mueve con movimiento rectilíneo
uniforme.
v1
m1
F1
vCM
CM
Si a este sistema de dos partículas lo acompañamos con un sistema de coordenadas que viaje
con la misma velocidad del CM, en este sistema, denominado SCM, dicho punto estará en
reposo en un lugar arbitrario, que elegimos como origen. Habremos descontado así el
movimiento del centro de masa, y tendremos a la vista los posibles movimientos intrínsecos
de las partículas.
La posición del CM en cualquier sistema está dado por:
m1 r1 m2 r2
rCM
m1 m2
Esto significa que, en el SCM, en el cual el CM se elige como origen, tendremos rCM 0 , y
por lo tanto:
m1 r1 m2 r2 0
m
r2 1 r1 (1)
m2
Es decir que ambas partículas tienen el mismo movimiento con respecto al centro de masa, ya
que r1 y r2 son vectores que se mantienen opuestos sobre la misma recta, y cuyos módulos se
mantienen en una relación fija:
r2(t) = (m1/m2) r1(t)
Es como si lo que hace una partícula fuera copiado exactamente por la otra del lado opuesto
del CM, con un factor de escala que es la relación entre las masas.
Si se considera que m2 , se tiene r2 0, de modo que es lo mismo decir que r es la
posición del cuerpo 1 con respecto al origen, que con respecto al cuerpo 2. Pero ahora este
cuerpo ya no está en el origen, de manera que definimos claramente que utilizaremos r para
designar:
r = r1 r2
Y si eliminamos r2 de esta expresión utilizando (1) se encuentra que el movimiento de la
partícula 1 con respecto a la 2 también reproduce al de la partícula 1 con respecto al CM, con
otro factor de escala dado por (notar que r = r1 r2 , pero r = r1 + r2):
m m2
r ( t ) = r1 r2 = 1 r1 ( t ) (2)
m2
v1
r1 m1
CM
r
m2 r2 Fig. 2: En el sistema CM ambas partículas describen
movimientos de la misma forma, opuestos respecto
v2 del CM, con un factor de escala constante.
Vemos así que si se toma r1 con respecto a la partícula 2, en vez de hacerlo con respecto al
CM, se introduce un factor de escala fijo en las distancias:
m1 m 2 m
=1 1
m2 m2
201
Ahora bien, todo el comportamiento mecánico de los cuerpos se deduce de la Ley del Impulso
aplicada en el sistema CM. Esta ley, para el movimiento del cuerpo 1 dice:
F(r) t m1 v1
Así la Ley está correctamente aplicada en el SCM, pero dado que la fuerza que estamos
considerando está dada en función de r, la distancia entre los cuerpos, y no en función de r1,
puede sernos cómodo escribir la Ley también en términos de r y v .
Si para ello reemplazamos v1 = m2 (m1 m2 v , tomado de (3), queda:
m1 m2
F(r ) t v
m1 m2
Pero esto nos dice que aplicando correctamente la Ley del Impulso, los vectores r y v (que
son los que dan el movimiento del cuerpo 1 respecto del 2) evolucionarían en el tiempo como
si la fuerza estuviera actuando sobre un cuerpo de masa , que llamaremos ―masa reducida‖,
dada por:
m m
= 1 2 (4)
m1 m 2
O sea, afectamos la masa por un factor de escala que compensa al que afecta a la velocidad, y
tenemos la masa reducida. Notemos que, si m2 >> m1, resulta m1.
Ejemplo desarrollado
Considere posibles vibraciones de la molécula de H35Cl, y de la de H2 (para este planteo considere las
masas en u.m.a., sin expresarlas en kg).
a) Sabiendo que las ligaduras H-Cl y H-H tienen longitudes de equilibrio 127,510-12 m, y 74,110-12 m
respectivamente, encuentre la ubicación del centro de masa de cada molécula, y haga un esquema a
escala, ubicando cada átomo en un sistema de coordenadas con el CM fijo en el origen de la respectiva
molécula.
b) Encuentre la masa reducida para cada caso, e interprete el significado de cada valor obtenido. En
particular explique por qué la del sistema HCl es muy parecida a la del hidrógeno, y la otra no.
Desarrollo
a) Dado que la masa del 35Cl es 35,5 uma, es decir 35,4 veces la del H, en la molécula HCl el centro de
masa estará exactamente ese número de veces más cerca del Cl que del H, mientras que en la
molécula H2 el CM estará exactamente al medio entre ambos.
202
-3,6 124
x
50 100 (10-12 m)
CM
Núcleo H
Núcleo Cl
-37 37
x
50 (10-12 m)
Núcleo H CM Núcleo H
b) La masa reducida resulta: HCl = 0,97 u.m.a. ; HH = 0,5 u.m.a. Para la molécula de HCl, tenemos
un protón oscilando unido a un núcleo 35,4 veces más masivo. El núcleo de Cl se mantiene cercano al
centro de masa, con oscilaciones de muy pequeña amplitud: cualquier movimiento del protón es
―copiado‖ por el Cl con amplitud 35,4 veces menor. De manera que para el protón esto es muy parecido
a estar unido a un punto fijo, por lo cual la masa reducida describe una partícula hipotética casi de la
misma masa que el protón.
Muy distinta es la situación en la molécula de H2: cada protón está unido a otra partícula que se mueve
exactamente tanto como él. Para el resorte es como si tuviese un extremo fijo, y en el otro una partícula
cuya masa fuese la mitad de la que realmente hay.
Por último, si vamos a resolver cualquier problema en términos de las variables r y v ,
debemos expresar la energía cinética y el momento angular orbital en esas variables.
Es decir, para aclarar: vamos a trabajar en términos de r y v , que expresan las variables del
cuerpo 1 con respecto al 2, pero no consideramos que el cuerpo 2 está fijo en el origen,
porque el que está fijo es CM.
Si considerásemos al cuerpo 2 fijo en el origen diríamos: Ec = ½ m1 v2, y L = m1 v r, lo cual
sería incorrecto (comparar con (5) y (6), más adelante).
Las expresiones correctas en el SCM son: Ec = ½ m1 v12 + ½ m2 v22, y LCM = m1 v1 r1 + m2
v2 r2, pero queremos expresar estas cosas en términos de r y v.
Entonces, para ello recurrimos a los factores de escala dados por (1) y (2):
m1 v12 m 2 m12 v12
2
Ec = ½ m1 v1 + ½ m2 v2 = 2
2 2 m 22
m1 v12 m 2 m1
=
2 m 2
1 m1 m 2 2
= v
2 m1 m 2
= ½ v2 (5)
Y de la misma manera, para el momento angular orbital, LCM = m1 v1 r1 + m2 v2 r2, con los
mismos reemplazos, se obtiene:
LCM = v r = 2 r (6)
203
Cuando dos cuerpos se mueven bajo la acción de fuerzas mutuas alineadas con la
recta que los une, el movimiento relativo de uno de ellos respecto del otro puede
explicarse como si él tuviese la masa reducida, , y el otro estuviera fijo en el
origen.
Ejemplo desarrollado.
Consideremos dos cuerpos el 1 de masa m1 = 1 kg, y el 2, de masa m2 = 3 kg, unidos por medio de un
resorte de 40 cm de longitud en equilibrio, y constante elástica k = 750 N/m.
Ambos cuerpos pueden oscilar sin rozamiento sobre una pista horizontal rectilínea a lo largo del eje x.
m2 k m1 x
a) encuentre la ubicación del centro de masa, y muestre que si se ubica el origen del eje x sobre él,
entonces la posición de equilibrio del cuerpo 1 estará en x01 = 30 cm, y la del 2 en x02 = 10 cm.
b) Muestre que si en el sistema CM el cuerpo 1 oscila 6 cm a cada lado de su posición de equilibrio, el
2 oscilará 2 cm a cada lado de su propia posición de equilibrio.
c) Calcule la fuerza que aplica el resorte a cada cuerpo cuando ambos están en el máximo
apartamiento, y en la máxima proximidad. Compárelas.
d) Con los valores calculados en c), y los correspondientes apartamientos de cada cuerpo de su
respectiva posición de equilibrio, muestre que es como si cada cuerpo estuviera unido al origen (y no al
otro cuerpo) por un resorte diferente. Calcule la longitud de equilibrio y la constante elástica de cada
uno.
e) Muestre que cada cuerpo oscilando independientemente en el extremo de su resorte diferente,
oscilaría con la misma frecuencia que el otro, y que esa es la misma frecuencia de oscilación de un
cuerpo de masa reducida en el extremo del resorte real.
Desarrollo
a) Si el resorte está en equilibrio un cuerpo estará a 40 cm de distancia del otro. Ahora, con respecto al
cuerpo 2 ubicado a la izquierda, el CM estará en xCM = (30 + 140)/4 = 10 cm.
De manera que ubicando el origen de un nuevo eje x en el CM, tendremos el cuerpo 1 ubicado en x10 =
30 cm, y el 2 en x20 = -10 cm. Como el resorte está en equilibrio no hay fuerza sobre ninguno de los
cuerpos, y esas posiciones son las posiciones de equilibrio de cada uno en el sistema CM.
204
CM
m2 m1 x
-10 cm x=0 30 cm
x20 x10
x10 - x20 = 40 cm
b) Si alejamos ambos cuerpos una cierta distancia y luego los soltamos a los dos simultáneamente, las
oscilaciones continuarán automáticamente manteniendo fijo el CM. Si queremos que el CM quede en el
origen, tenemos que soltar los cuerpos con el CM allí. Para ello, si inicialmente el cuerpo 1 parte de en
x1‘ = 36 cm, y el 2 debe partir de x2‘ = 12 cm (aplicamos siempre la relación x2 = (m1 / m2) x1).
m2 CM m1 x
x=0
x2‘ x20 x10 x1‘
2 cm máxima separación
6 cm 6 cm
2 cm
60 N 60 N x
CM
x20 x10
d) Para el cuerpo 1, cuando él se aleja 6 cm de la posición de equilibrio, o del CM, la fuerza que le
aplica el resorte es 60 N. Entonces es como si estuviera sujeto a un resorte de k1 = 60/0,06 = 1000
N/m, cuyo otro extremo estuviese fijo en el CM, es decir en el origen (y no donde realmente está: en el
otro cuerpo móvil).
Para el cuerpo 2, cuando él se aleja 2 cm de la posición de equilibrio, o del CM, la fuerza que le aplica
el resorte es 60 N. Entonces es como si estuviera sujeto a un resorte de k2 = 60/0,02 = 3000 N/m (cuyo
otro extremo estuviese fijo en el origen).
e) Con estos dos resortes distintos el cuerpo 1 oscilaría con frecuencia dada por 1 = 1000 1 = 31,62
1/s; y para el cuerpo 2 tendríamos 2 = 3000 3 = 31,62 1/s.
Por otra parte, la frecuencia de un cuerpo de masa reducida = 31/ (3+1) = 0,75 kg, oscilando en el
extremo del resorte original, de constante k = 750 N/m, sería la misma: = 750 0,75 = 31,62 1/s.
205
CAPÍTULO 5:
Dinámica de Rotaciones
motor
Péndulo:
ROTACIÓN PURA,
NO INTRÍNSECA,
Trompo: OSCILATORIA
ROTACIÓN + ROTACIÓN del EJE
Ruedas de la bicicleta: (PRECESIÓN)
ROTACIÓN + TRASLACIÓN
El caso más simple posible se denomina rotación pura, y se da cuando el eje permanece fijo.
Si además el eje contiene al centro de masa del cuerpo, se dice que la rotación es intrínseca:
en un leguaje coloquial se dice que el cuerpo rota sobre sí mismo, ya que mantiene fijo el
centro de masa. La palabra inglesa ―spin‖ (castellanizada espín) que significa ―retorcer‖, o
―girar algo sobre sí mismo‖, se utiliza para este tipo de rotación a nivel de partículas atómicas.
206
Por otra parte, si el eje se mueve tenemos una rotación que no es pura; este movimiento puede
ser simple, como el caso de las ruedas de los vehículos cuando viajan en línea recta, que es
una combinación de rotación con traslación, pero también puede llegar a ser extremadamente
complicado, como veremos en algunos ejemplos.
Rotación pura
Consideremos un cuerpo rígido girando alrededor de un eje fijo. El cuerpo se considera
integrado por partículas de masa mi, y cada una ellas describe una circunferencia de radio i
en un plano que permanece fijo, perpendicular al eje, como se muestra en la figura 2.
i
mi j
mj
eje
Fig. 2: cuando un cuerpo describe una rotación pura los puntos del eje
permanecen inmóviles, mientras los otros describen circunferencias
en planos perpendiculares al eje. Como se ilustra, el cuerpo en
rotación no necesita tener simetría ni forma determinada.
Cada punto material describe su propia circunferencia de centro Ci y radio i. El centro de
cada circunferencia es el punto intersección del eje con el plano de movimiento de la partícula
considerada, y en general no es el origen de las coordenadas.
El origen de las coordenadas O se fija arbitrariamente. Por ejemplo, en el caso de la figura 3,
se fija en algún punto del eje, que podría ser también el centro de masa, aunque eso no es
importante. El vector posición de la partícula i es ri , cuyo módulo en general no es igual al
radio de la circunferencia descripta por ella, ya que éste es i, que es la distancia de la
partícula al eje (tomada perpendicularmente).
Sólo para los puntos que giran en el mismo plano que contiene al origen de coordenadas O, se
cumple que ri = i.
mi vi mi
ri i
i
Ci O Ci
Vista en el plano de
movimiento de mi
La condición de que el cuerpo sea rígido implica que, aunque cada punto material recorre su
propia trayectoria circular con su propia velocidad lineal vi , todos tienen la misma velocidad
angular , porque todos giran el mismo ángulo en el mismo tiempo. Si recordamos que para
el movimiento circular = v / radio, para este caso tenemos:
vi
: igual para todos los puntos del cuerpo (1)
i
Faxial A
A Ftang
Ftang A
eje
CA CA
Circunferencia
descripta por A
Vista en el plano de
movimiento de A
Fig. 4: Se muestra el vector hueco FA , indicativo de una fuerza aplicada en A, y con flechas llenas,
sus componentes axial, radial y tangencial. En línea de trazos también se muestra la proyección de
FA sobre el plano del movimiento del punto A, vector cuyas componentes en ese plano también son
Fradial y Ftan g . Para considerar efectos sobre la rotación sólo interesa Ftan g . Se ilustra un cuerpo
en rotación que no tiene simetría ni forma determinada.
Para el caso especial de una fuerza aplicada exactamente en algún punto del eje, queda claro
que no puede influir sobre la rotación, ya que estos puntos no se mueven y, por lo tanto, la
fuerza no hace trabajo (para estos puntos no hay dirección tangencial).
208
Es decir, en general la fuerza aplicada puede tener las tres componentes, FA =
Faxial Fradial Ftan g , pero la única componente con posibilidades de influir sobre la rotación es
la Ftang.
A‘‘
A‘
O
FT
O
FT F
A A
C B
(a) (b) Frad
Ahora bien, dada una fuerza aplicada en A nos interesa saber cuánto debe valer una fuerza
aplicada en otro punto, para equilibrar el poder de rotación de la primera, y para resolver eso
es suficiente con advertir, en la figura 5, que F podría ser equilibrada en todos sus efectos,
209
incluido su poder de hacer rotar, por – F que se aplicara en cualquier punto B, C, etc, de la
misma recta de acción.
Ahora, tracemos una circunferencia con centro en O, tangente a la recta de la fuerza F en el
punto B (figura 6), e imaginemos la fuerza – F aplicada en B (la denominamos FB ). Esta
fuerza actúa tangencialmente a su circunferencia, y tiene el mismo poder de rotación respecto
de O que cualquier fuerza de módulo FB aplicada tangencialmente en cualquier punto de la
circunferencia de radio OB. Además, ella puede equilibrar la acción de F aplicada en A, cuyo
poder de rotación es el de FT (a la cual denominamos ahora FA ), aplicada tangencialmente en
A o en cualquier punto de la circunferencia de radio OA.
O
FA
FB F
B A
Fig. 6: Dada FB aplicada tangencialmente en B, para encontrar la fuerza que pueda
equilibrar su poder de rotación aplicada tangencialmente en una circunferencia de
mayor radio, debe prolongarse la tangente en B hasta cortar a la circunferencia
mayor. En ese punto, denominado A, se proyecta tangencialmente FB y se
obtiene FA .
Teniendo en cuenta que, como se ve en las figuras 5 y 6, F sen es FT, la componente de F
tangencial a la circunferencia que puede describir el punto A alrededor del eje, y que
OAsen es igual a la distancia OB entre el eje y la recta de acción de la fuerza, tenemos que
son definiciones equivalentes del momento:
210
MF,O = F OB
= FT OA (3‘)
O F O b=0
b = OA
90o MF,O = 0
MF,O = F×OA A A
F
Momento máximo Momento nulo
Fig. 8: Caso de momento máximo y de momento nulo, para una fuerza aplicada a distancia OA del
punto eje O.
Ejemplo desarrollado
Se utiliza un torno para elevar baldes con mezcla de albañilería. En los dos casos dibujados el balde
con la mezcla tienen una masa de 30 kg, el radio del tambor vale R 1 = 10 cm, y la manija tiene una
longitud de 50 cm.
Despreciando rozamientos calcule la fuerza necesaria para equilibrar el peso del balde cuando la
manija está en cada una de las tres posiciones indicadas, suponiendo que:
211
F2 F2
F3N
F3 F3T
Como se ve en la figura de la izquierda, para F1 el brazo de palanca es OB1 = 0,50 m cos 60º = 0,25
m. De manera que F1 = 2,94 / 0,25 = 11,76 N.
Para F2 el brazo de palanca OB2 es la misma palanca, y estamos en la misma condición del caso a), de
manera que F2 = 5,88 N.
Para F3 el brazo de palanca es OB3 = 0,50 m cos 30º = 0,43 m. De manera que F3 = 2,94 / 0,43 =
6,79 N.
Otra forma de hacer el cálculo es descomponiendo cada fuerza según las direcciones tangencial y
normal al desplazamiento posible, como se muestra en la figura de la derecha. En este caso sabemos
que la única que contribuye al momento es la componente tangencial, la cual, para producir el
momento buscado, debe valer 5,88 N en todos los casos.
212
También es interesante notar que, en este caso, necesariamente actúan fuerzas interiores
sobre cada partícula del cuerpo, ya que cada una describe un movimiento circular, que para
mantenerse requiere de la acción de una fuerza centrípeta. En el cuerpo rotante se desarrollan
tensiones cuyo efecto es aplicar una fuerza centrípeta neta sobre cada partícula. Estas fuerzas,
tanto la acción sobre cada partícula (centrípeta), como la reacción (centrífuga) de ella sobre
las vecinas, tienen la dirección estrictamente radial, y por ello no tienen momento con
respecto al eje, y no contribuyen de ninguna manera a iniciar, ni a mantener, ni a detener la
rotación.
m3 Sc Sr
v3 F3
F1 v1
F2 m1
m2
v2 (a) (b)
Fig. .9: Aún en el caso en que un cuerpo rota libremente, sin ninguna fuerza exterior aplicada, hay
fuerzas sobre cada una de sus partículas constituyentes. Estas fuerzas son aplicadas sobre cada
partícula por las partículas vecinas, y tienen la dirección hacia el centro, como se ilustra en (a) para tres
partículas genéricas con vectores huecos. En (b) se ilustran las tensiones normales, de tracción, que
aparecen tanto en cualquier superficie cilíndrica, Sc, como en cualquier plano radial que contenga al eje,
Sr . El cuerpo podría romperse si estas tensiones se hicieran demasiado grandes, y a partir de ese
momento, cada parte continuaría con un movimiento diferente.
213
FT i t FT i t = mi vi
ejercidas ejercidas
por agentes por otras
exteriores partículas
Ahora bien, como el cuerpo es rígido, la velocidad tangencial sólo puede cambiar al cambiar
la angular, de manera que el miembro derecho puede ser escrito como mi i . Como nos
interesa escribir este cambio en función de los momentos de las fuerzas actuantes, podemos
multiplicar toda la expresión por i :
t F Text ; i i t F T int ; i i = mi i i
Ahora bien, en el primer término del miembro izquierdo está expresada la suma de los
momentos de las fuerzas exteriores aplicadas sobre cada partícula. El resultado de esa suma
es el momento total de las fuerzas exteriores que estén aplicadas sobre esa partícula, si las
hay, con respecto al eje. Si además nos planteamos sumar ese resultado sobre todas las
partículas, simplemente tendremos el momento total de las fuerzas exteriores sobre el sistema
completo con respecto al eje.
En cambio, en el segundo término del miembro izquierdo está expresada una suma que
considera los momentos de las fuerzas sobre una partícula, debidas a sus vecinas. Estas
fuerzas, por acción y reacción, son opuestas a las que ella ejerce sobre sus vecinas, y entre
cada par de partículas también los momentos son opuestos, porque las dos fuerzas actúan
sobre la misma recta. De manera que si se suman todos estos términos sobre todas las
partículas, el resultado, que es el momento neto debido a todas las fuerzas interiores, debe ser
nulo.
Momento neto de fuerzas interiores
FT int ; i i 0
i
De manera que, sumando ambos miembros sobre todas las partículas obtenemos lo que
podemos considerar como Ley del Impulso para una rotación pura:
214
Impulso angular
Dado que el momento de las fuerzas es el concepto que juega, para las rotaciones, el papel
que las fuerzas juegan para los movimientos lineales, entonces el momento de la fuerza,
multiplicado por el tiempo que actúa, juega el papel del impulso para las rotaciones, al cual
denominaremos ―impulso angular‖, con respecto al eje correspondiente.
Impulso angular = M t (5)
Vale decir que así como el impulso lineal es un vector con la orientación de la fuerza
aplicada, el impulso angular tiene orientación en el espacio, que es la misma orientación del
momento aplicado (es decir, con respecto al eje ubicado de determinada manera, con signo
más para los impulsos en sentido antihorario, y signo menos para los horarios). En el Anexo
5.2 se plantea cómo representar las rotaciones por medio de vectores para entender, de manera
más sencilla, el concepto de orientación aplicado a rotaciones.
Momento de inercia
Si en el movimiento lineal, hacemos el cociente entre el módulo del impulso aplicado, y el
cambio en la velocidad sufrido por el cuerpo, tenemos una constante característica de la
inercia del cuerpo, que es m:
F t
m
v
Decimos que m caracteriza la inercia (para el movimiento lineal), y hasta a veces, para dar
énfasis, se dice que m es una medida de la inercia.
Si tratamos de aplicar estos conceptos al caso de la rotación, encontramos, a partir de (4):
M t
mi i2
En el caso que nos ocupa, en el que el cuerpo es rígido, esta expresión da una constante para
cada cuerpo con un eje elegido: se calcula a partir de su masa y sus medidas (veremos
ejemplos), y no depende de que el cuerpo esté en reposo o no, es decir de la velocidad
adquirida.
Esta constante, que debe expresar la inercia que ofrece el cuerpo para rotar alrededor del eje
considerado, recibe, por razones de usos matemáticos la denominación de momento de inercia
respecto del eje correspondiente, que simbolizaremos con ―I‖:
I m i
2
i (6)
Con esta notación podemos reescribir la Ley del Impulso para las rotaciones puras (4), de una
forma totalmente similar a la de las traslaciones:
M t = J = = I (9)
Ejemplo desarrollado
Un volante cuyo momento de inercia vale I = 0,2 kg·m², está en reposo montado sobre cojinetes sin
rozamiento. En un instante dado se le aplica un momento de M = 2 N·m en el sentido indicado, durante
5 segundos. Luego se suspende la aplicación de M.
Calcule la cantidad de movimiento angular y la velocidad angular que adquiere el
volante al cabo de los 5 segundos de aplicación del momento. Explique qué
sucede después.
Desarrollo
Aplicando la Ley del Impulso obtenemos la cantidad de movimiento angular adquirida:
J = M t = 2 N·m 5 s = 10 joule·s
Dado que J = I , entonces la velocidad angular adquirida es:
= J / I = 10 J·s / 0,2 kg·m² = 50 1/s (es decir 50 rad/s).
Al suspenderse la aplicación del momento impulsor, dado que es una situación ideal sin rozamiento, el
dispositivo continuará girando indefinidamente con esa velocidad angular inalterada.
m m M
L R R
O M=4m
I = m L2 I = M R2 I = M R2
Fig. 10: Para los casos en los cuales la masa del cuerpo puede considerarse toda a cierta
distancia fija del eje, el momento de inercia vale masa distancia2
Caso 2: Cilindro, o disco, con respecto a su eje.
R R
1
I MR2
2
Fig. 11: Para un cilindro o un disco el momento de inercia con respecto al eje vale f
masa R2, donde f es un factor menor que 1 (en este caso, ½ ), ya que al efectuar la suma
(6) todos los elementos de masa, excepto los del borde, tienen distancias i al eje menores
que R.
R
I 2
MR2
5
Fig. 12: Para una esfera sucede lo mismo dicho en la figura 11 para el cilindro,
excepto que el factor f es menor aún (0,5 para el cilindro y 0,4 para la esfera),
porque la esfera concentra más masa cerca del eje, a igualdad de otras condiciones.
m e0
CM
I = I 0 + m d2
d
e
Fig. 13: El teorema de Steiner ayuda en los casos en que el eje de rotación está
fuera del cuerpo.
Ejemplo desarrollado 1
Calcular el momento de inercia de un péndulo constituido por un esfera de 2 cm de radio y 300 g de
masa que gira sujeta al extremo de un hilo de 60 cm de largo, con respecto al punto de suspensión, y
determinar cuánto error se hubiera introducido considerándola una partícula puntual en el extremo del
hilo.
Desarrollo
Aplicamos el teorema de Steiner, con d = 62 cm. Para calcular I0 consideramos la esfera respecto aun
eje por su centro: I0 = 0,40,30kg(2cm)2 0,48 kgcm2. Con esto: I = I0 + 0,30kg(62cm)2 0,48 +
1153,2 kgcm2 1153,7 kgcm2.
Se ve claramente que el primer sumando puede ser despreciado introduciendo un error < 0,05%.
Ejemplo desarrollado 2
Consideremos un volante de hierro (7850 kg/m3) de 30 cm de diámetro y 1,2 cm de espesor, montado
sobre un eje también cilíndrico de hierro, de 2 cm de diámetro y 30 cm de longitud, montado sobre
cojinetes perfectos sin rozamiento. Solidario con este disco hay un pequeño tambor de 2 cm de radio
en el que se enrolla un hilo que se utiliza para hacer girar el sistema por medio de una fuerza que tira
de él.
R = 15 cm
F
r = 2 cm
F
a) Calcular el momento de inercia del disco. Explicar si es necesario considerar las contribuciones del
eje y del tambor, o si pueden despreciarse.
b) Calcular el momento y el impulso angular aplicado al disco si se tira del hilo con una fuerza de 20 N
durante 6 s.
c) Suponiendo que inicialmente el disco está en reposo, calcular la velocidad angular que adquiere en
este proceso, y a partir de ella obtener la longitud de hilo desenrollada bajo la acción de la fuerza.
d) A partir de la longitud de hilo desenrollada calcular el trabajo hecho por la fuerza, y verificar que
coincide con la energía cinética adquirida.
e) Explicar cómo es el movimiento luego de suspenderse la aplicación de la fuerza.
Desarrollo
a) Tanto para el disco, como para el eje y el tambor se aplica la fórmula del momento de inercia del
cilindro. Es de prever que las contribuciones del eje y del tambor serán despreciables (lo que
mostraremos con unos cálculos aproximados).
219
Cuando el movimiento tenga una velocidad suficiente como para mantenerse suavemente sin
necesidad de mover más el tubito, apretando fuertemente a éste para mantenerlo lo más
inmóvil posible, se tira suave pero sostenidamente con la otra mano del extremo del hilo para
ir acortando el radio de la circunferencia.
221
Es claro que la fuerza aplicada por el hilo al cuerpo está alineada con el centro, por lo que no
aplica momento, y se debe plantear la conservación de la cantidad de movimiento angular.
Esta conservación, al disminuir el radio, se manifestará como un marcado aumento de la
velocidad del cuerpo. El movimiento podrá llegar a transformase en un giro vertiginoso,
mientras el aumento de la fuerza centrífuga hará imposible mantener inmóvil el tubo, que se
sacudirá violentamente por más fuerza que se aplique para impedirlo.
El efecto es muy notable a pesar del rozamiento que se hace muy fuerte en el borde del tubo.
Para evitar accidentes se recomienda comenzar a experimentar con masas pequeñas y
movimientos suaves.
0 D x , y N y D x ,z N z
0 D x , y N x D y , z N z (12)
0 D x , z N x D y , z N y
De estas tres ecuaciones solamente dos son independientes, de manera que una componente
de N puede ser elegida arbitrariamente, y eso nos dice que el núcleo es un subespacio de
dimensión 1, que contiene todos los múltiplos del vector N = (Dy,z ; Dx,z ; Dx,y). Por
comodidad escribiremos N n̂ , para que el versor n̂ sea la base de este subespacio, y con
el coeficiente pequeño podremos lograr que el desplazamiento sea pequeño o infinitesimal.
De esta manera la matriz D queda:
0 nz ny
D = n z 0 nx
n y nx 0
Y conociendo la operación producto vectorial (y si no la conociésemos éste sería el momento
de inventarla), encontramos que:
( rB rA ) n̂ ( rB rA ) (13)
El conocimiento de las propiedades del producto vectorial nos permite interpretar que esta
expresión indica una rotación de ángulo alrededor del eje indicado por el vector n̂ , como
muestra la figura 14, y por razones estéticas en adelante vamos a denominar a este vector:
n̂ (en los próximos párrafos aclararemos que estos entes no son verdaderos ―vectores
físicos‖, sino que les corresponde la denominación ―pseudo-vectores‖).
Ahora bien, de esta manera queda expresado el desplazamiento infinitesimal más general
posible de cualquier segmento del sólido, lo que equivale a expresar el desplazamiento
(infinitesimal) más general posible, de cualquier punto B relativo a algún punto A elegido
como referencia.
Fig. 14: el vector en el eje que pasa por A significa
r
r que el punto indicado por r se desplace respecto de A
un ángulo en el plano perpendicular al eje por la
circunferencia que mantiene constante la distancia al
A mismo. Eso equivale a ( r rA ) ( r rA ) .
Velocidad angular.
Apliquemos esta expresión (14) que sirve para todos los puntos, a otro punto cualquiera C:
rC rA ( rC rA )
De manera que rA rC ( rC rA ) puede ser sustituido en (14) para eliminar el
desplazamiento del punto arbitrario A, en términos del de otro punto también arbitrario, C. Al
hacerlo obtenemos:
r rC ( rC rA ) ( r rA )
= rC ( r rC ) (14‘)
Esto nos dice que el movimiento infinitesimal más general posible del sólido se puede
expresar con un mismo único vector de rotación , totalmente independiente del punto que
tomemos de referencia.
Dividiendo todas estas expresiones por t, obtenemos las velocidades correspondientes.
Definiendo la velocidad de rotación:
, (15)
t
Podemos escribir:
v v A ( r rA ) (16)
No hay aquí ni podría haber afirmación alguna sobre la evolución en el tiempo de estas
variables. La expresión (16) solamente dice cómo es, en un instante dado, la velocidad de
cualquiera de los puntos de un sólido animado del movimiento más general posible; y nos
dice que en cada instante hay un único vector velocidad angular que expresa el movimiento.
vA
Vector saliente
perpendicular al
plano de la hoja A
A: punto arbitrario, con
velocidad arbitraria
Fig. 15: En un plano perpendicular al vector se indica el punto arbitrario A con su
velocidad arbitraria. es un vector que solamente tiene dirección y sentido: no está
ubicado en punto particular alguno.
Nos preguntamos si existirá algún punto para el cual la expresión (16) se anule. Para ese
punto debería cumplirse ( r rA ) v A , y eso es fácil de resolver: r rA tiene que ser un
vector perpendicular a , de módulo vA/, situado, respecto de A, del lado hacia el cual
apunta v A .
Punto de velocidad nula
r rA
Vector de longitud vA/
vA
A
Línea perpendicular a vA
Fig. 16: Si el punto A tiene la velocidad indicada, y el cuerpo rota con velocidad ,
el punto indicado está en reposo en el instante representado.
El esquema de la figura 16 muestra que en esta situación es fácil encontrar que hay puntos
para los cuales la expresión (16) se anula, o sea, puntos que están en reposo en ese instante.
La línea paralela a , trazada por ese punto, constituye el eje instantáneo de rotación.
Una parte de este eje puede estar dentro del cuerpo. En ese caso los puntos materiales del
cuerpo que pertenecen al eje están instantáneamente en reposo, mientras que todos los demás
tienen (instantáneamente) una rotación de velocidad angular alrededor de ellos.
Si el eje está totalmente fuera del cuerpo nada esencial cambia: no hay puntos del cuerpo en
reposo, pero todos los puntos del cuerpo tienen (instantáneamente) el mismo movimiento de
rotación alrededor de este eje que tendrían si estuviesen unidos sólidamente a él, aunque en
este caso sea una línea ideal del espacio.
Ahora pensemos en la situación en la cual v A no es nula. En esta situación no podremos
hallar puntos para los cuales se anule (16), ya que ( r rA ) nunca podrá anular a v A ,
porque éste no es perpendicular a .
Sin embargo para cualquier punto la situación es la misma del caso anterior, sumándole a
todos los vectores velocidad una componente a lo largo de , igual para todos.
Es decir, en cada instante el movimiento más general posible del sólido se entiende como un
desplazamiento (que puede no existir) de todo el sólido a lo largo de , compuesto con una
rotación alrededor de un eje instantáneo de rotación, que es una línea recta paralela a que
tiene todos sus puntos instantáneamente en reposo – aunque puede estar fuera del cuerpo.
226
En el siguiente instante podemos tener otro eje instantáneo de rotación, con otra o la misma
orientación.
Como todo determinante el producto vectorial cambia de signo si permutamos dos filas o columnas.
El cambio de signo por la permutación de las dos últimas filas le da la propiedad de anticonmutatividad
al producto vectorial.
El cambio de signo por la permutación de dos columnas cualesquiera, refleja la propiedad de que el
sentido del vector obtenido de un producto vectorial depende de la paridad de la terna de ejes o de
vectores base î, ĵ, k̂ . Es decir: A B
A B
terna derecha terna izquierda
Esto significa que la operación producto vectorial es una operación pseudo-vectorial: el resultado del
producto vectorial de dos vectores es un pseudo-vector. Se denomina así a los vectores (les
corresponde la denominación vectores por pertenecer a un espacio vectorial con todas las operaciones
y condiciones debidas), que en el espacio físico, debido a los entes que representan, deben cambiar de
sentido al cambiar la paridad de la terna de ejes utilizada.
Jugando un poco puede verificarse que el producto vectorial de un vector por un pseudo-vector es un
vector ―verdadero‖, así como que el producto vectorial de dos vectores o dos pseudo-vectores entre sí,
es un pseudo-vector.
De manera que estos entes se introducen en la física de las rotaciones (y en otros campos: en todo
tema que requiera productos vectoriales, como el magnetismo), sin que se advierta que son de
diferente naturaleza.
Así pasan desapercibidas algunas cuestiones como: ¿qué tipo de ente se obtiene de sumar un vector
más un pseudo-vector?
Y la respuesta es: ninguna operación con sentido físico requiere sumar vectores con pseudo-vectores.
El resultado no tendría sentido.
Para ilustrar de manera práctica estas nociones sobre el comportamiento de los pseudo-vectores, es
bueno analizar la siguiente figura que representa un cilindro rotando frente a un espejo, sobre el cual se
ha indicado un punto A, el vector velocidad de este punto, y el vector velocidad angular del cilindro. Las
variables del lado reflejado se indican con primas.
227
vA ‘ ‘
vA
A
A‘
Sobre la imagen pueden dibujarse el vector posición y el vector velocidad de A o de cualquier otro
punto que se desee, y todos serán exactamente los reflejados de los que corresponden a los mismos
elementos del cilindro real.
Pero el vector velocidad angular del cilindro reflejado deberá ser el opuesto del vector velocidad
angular reflejado, o bien las operaciones del tipo vA rA hechas con él deberán cambiar algún
signo para que correspondan con los vectores posición y velocidad reflejados.
Igual problema aparece si se observa la imagen reflejada de una bobina con corriente y se trata de
dibujar el campo magnético reflejado.
Ahora bien, la física está estructurada así, con vectores y pseudo-vectores. Ambos son vectores, desde
el punto de vista algebraico, por pertenecer a espacios vectoriales con todas las operaciones y
requisitos debidos.
Pero físicamente ambos representan diferente tipo de entes, por lo cual debemos distinguirlos.
A los que representan entes del espacio físico con la misma orientación que ellos indican, es decir a lo
largo de una línea, en su mismo sentido, los denominamos vectores verdaderos, o reales, o
simplemente vectores, a secas. Estos vectores comparten la misma simetría de los entes que
representan.
A los otros les queda la denominación de pseudo-vectores, o también vectores axiales, por su relación
con los entes que representan en el espacio físico: en general indican la dirección del espacio que
corresponde al ente representado, pero su sentido no representa algo real del ente; solamente lo
representa a través de una convención, y cambia cuando cambia la paridad de la terna coordenada, sin
que algo cambie en el ente.
Vectores y pseudo-vectores solamente se mezclan a través de operaciones pseudo-vectoriales, y
nunca deben combinarse linealmente unos con los otros.
De manera que la simetría de los pseudo-vectores no es la misma que la de los entes que representan
(rotaciones en este caso).
Una rotación puede ser indicada completamente con una línea recta que indica la ubicación del eje, a
condición de que se agregue a la misma algo que indique el sentido de la rotación. Una forma de lograr
esta indicación es mediante una convención que identifique un sentido de rotación con un sentido a lo
largo de la recta. Esto es lo que hacen los pseudo-vectores, o vectores axiales.
Invertir la rotación se indica invirtiendo el sentido del pseudo-vector. Funciona, pero en realidad nada
hay en la rotación que indique hacia un lado del eje o hacia el otro. La siguiente figura muestra
claramente la incongruencia entre la simetría del pseudo- vector, y la del cuerpo en rotación.
Otra forma de indicar la rotación podría ser: indicar la recta eje, e indicar sobre ella un sentido de
circulación:
Esta forma mostrada en la última figura es poco práctica, pero no introduce ningún elemento artificial.
Su simetría es exactamente la de la rotación. Pero no se utiliza porque no se puede operar
vectorialmente con ella.
COMENTARIO DIDÁCTICO.
El manejo de los productos vectoriales abrevia enormemente los esfuerzos para
desarrollar cualquier tema relacionado con rotaciones. Si por ejemplo se quiere
definir el momento de la cantidad de movimiento, basta con escribir L r p.
Luego basta con derivar respecto del tiempo esta expresión para obtener
prácticamente toda la dinámica de las rotaciones.
Eso puede dar la ilusión de que a través de esos elementos es la única forma, o
la más clara o verdadera de enseñar estos temas.
Pero al pensar así se están pasando por alto dos cosas importantes: por un lado
las dificultades que puede presentar en sí mismo el aprendizaje del producto
vectorial, y por otro lo chocante o desconcertante que puede resultarles a los
alumnos la falta de coherencia entre las simetrías que sugiere un vector axial,
y la del movimiento que representa.
Hemos visto que es posible desarrollar limpiamente todo el formalismo, y aún
así ignorar aspectos básicos de los entes que se están utilizando, como la
naturaleza pseudo-vectorial de algunos, así como problemas de simetría, los
cuales en general se pasan por alto simplemente porque la costumbre
generalizada es utilizar un formalismo sin cuestionarlo.
Por eso en la primer parte de este capítulo hemos considerado muy importante
mostrar cómo muchos de estos temas pueden tratarse sin recurrir ni a
productos vectoriales ni a vectores axiales.
Y en este momento del curso, aceptando la necesidad absoluta de recurrir a los
vectores axiales para explicar fenómenos como el movimiento de precesión,
consideramos que es conveniente disponer de algunos mecanismos alternativos
para introducir estos vectores, para lo cual hemos agregado el Anexo 5.2.
cantidad de movimiento angular de un sólido, y L para una partícula, para mantener el uso
Capítulo 3, en el que teníamos L para la cantidad de movimiento angular orbital):
J ri p i m i ri v i (17)
En esta expresión los vectores ri y v i dri dt dan la posición y velocidad de cada partícula
respecto del origen del sistema de referencia, de manera que J es naturalmente la cantidad de
movimiento angular del cuerpo respecto de dicho punto origen del sistema (para tratar
determinadas situaciones, oportunamente recuperaremos el concepto de momento con
respecto a un eje, utilizado en la sección anterior de este capítulo).
Necesitaremos saber cómo se relaciona J con la cantidad de movimiento angular respecto de
otro punto móvil O‘ cualquiera.
Consideremos para ello O‘ origen de otro sistema de referencia, respecto del cual las
posiciones y velocidad de cada partícula serán: ri ri rO' , y vi v i v O' .
De manera que la cantidad de movimiento angular respecto de O‘ será:
J m i ri vi m i ( ri rO' ) (v i v O' )
m i ri v i m i ri v O' m i rO' v i m i rO' v O'
Ahora hay que tener en cuenta que, denominando m a la masa (total) del cuerpo: m =mi, se
tendrá:
mi ri m rCM
m i v i m v CM p total
Con lo cual:
J J m rO' v O' m rCM v O' m rO' v CM
Y si en esta expresión tenemos en cuenta que rCM rO' es la posición del CM referida a O‘,
, queda la expresión final que relaciona las cantidades de movimiento angular referidas a
rCM
dos orígenes distintos:
J J m rCM
v O' m rO' v CM (18)
Esta expresión no resulta muy útil excepto cuando el punto O‘ es el centro de masa del
= 0, y entonces:
cuerpo, caso en el cual rCM
J J CM rCM m v CM (19)
En donde J CM es la cantidad de movimiento angular intrínseca, también denominada de
espín, que en general designaremos con la letra S por esa razón.
Y es importante destacar que esta definición es independiente del movimiento de O‘, es decir
del CM. Nótese que en general el SCM no es un sistema inercial: el SCM es un sistema en el
cual el CM está en reposo en el origen, y que cumple la condición de que siempre es un
sistema sin rotación, es decir que sus ejes no rotan respecto de cualquier sistema inercial.
230
Donde es la delta de Kronecker, que vale 1 si los dos índices son iguales, y 0 en caso
contrario.
Nota: Para que estas sumatorias se vean más sencillas es posible hacer dos cosas: una es suprimir los
índices i, sobreentendiendo la suma sobre todas las partículas; otra es simplemente escribir todo para
una única partícula y recién al final recuperar la idea de que estamos tratando con una cantidad
extensiva, y entonces plantear la suma sobre todos los componentes.
Por último vale destacar que el truco de introducir la delta de Kronecker para llegar a (20), que
desconcierta un poco a los que lo ven por primera vez, es muy usado por los que están en estos temas,
y resultará más claro después de los próximos párrafos.
Definimos entonces I, que es una matriz de 33 dada por: I m i ri 2 ri ri .
i
i i i
I m i y i x i
2
m i (x i z i ) 2
m i yi z i (21)
i i i
m i z i x i m i z i yi m i ( x i 2 yi 2 )
i i i
Nota: para verificar que efectivamente que I dado por (21) funciona correctamente, simplemente hay
que aplicarla para calcular explícitamente alguna componente, por ejemplo Sx.
Lo importante de I es que actúa como un operador lineal sobre los vectores, es decir, si
representamos con I a este operador, entonces I () da otro vector, S , que en general tiene
otra dirección, y la operación involucrada es lineal, o sea, si a, y b, son números, entonces
I (a 1 b 2 ) = a I (1 ) + b I (2 ) .
De esta manera finalmente tenemos la siguiente expresión muy compacta para la cantidad de
movimiento angular intrínseca de cualquier cuerpo (la suma sobre los índices griegos
representa un producto matricial, con los vectores S y escritos en columna):
231
S I (22)
Pero el producto ( ri ) da un vector, v i , cuyo módulo es igual a multiplicado por la distancia del
punto en cuestión al eje de rotación, i , de manera que: J = mi i2 = i mi vi , que es la cantidad
de cantidad de movimiento angular con respecto al eje.
Además se recupera la expresión:
J = mi i2 = I
Donde I es el momento de inercia con respecto al eje fijo de rotación.
Esta es la situación correspondiente a la figura 3 del comienzo de este capítulo. Cada partícula i
describe, en un plano perpendicular al eje, una circunferencia cuyo centro es la intersección de dicho
plano con el eje. El radio de esta circunferencia es i , que resulta ser la proyección del vector posición
ri sobre el plano del movimiento, y que indica también la distancia desde la partícula hasta el eje.
Y debe notarse además que la expresión es válida en general, aunque el eje no esté fijo, y nos
relaciona la componente de la cantidad de movimiento angular en la dirección de , con el momento
de inercia respecto del eje instantáneo de rotación. Pero claro que estas expresiones son útiles cuando
se aplican a algún mecanismo con un eje que se mantiene fijo, porque en esos casos se puede calcular
I en función de la geometría del cuerpo (lo que no tendría sentido si la dirección de va cambiando
respecto del cuerpo).
En el caso en que el eje considerado pase por el CM escribiríamos S = mi ‘i2 = I‘.
El Teorema de Steiner, según el cual el momento de inercia I con respecto a cualquier eje paralelo a
, debe ser igual momento de inercia I‘ del cuerpo con respecto a un eje paralelo a que pase por
el CM, más el producto de la masa por la distancia al cuadrado entre los ejes: I = I‘ + m d2, nos
permite relacionar las cantidades de movimiento angular respecto de ambos ejes:
J = I = (I‘ + m d2) = I‘ + m d2
Aquí se puede identificar la expresión (19) proyectada en la dirección de : el primer término es la
componente del momento angular intrínseco (S = I‘ ), mientras que en el segundo tenemos que d
= vCM , y por lo tanto m d 2 m d v CM ˆ ( rCM m v CM )
Esta expresión es elemental y fundamental. Vale lo mismo para una partícula en cualquier
tipo de movimiento, para un sistema cualquiera de partículas, y para un sólido en rotación.
Puede ser escrita en forma de Ley del Impulso para las rotaciones, generalizando la expresión
(9) que se limitaba a los casos de rotaciones puras alrededor de ejes de simetría:
M ext t J (23‘)
En esta expresión el miembro izquierdo es el Impulso Angular, y nos permite pensar la
dinámica de las rotaciones en términos causa-efecto, de la misma manera que hemos pensado
la de los movimientos lineales.
Ahora veamos cómo dependen estas leyes del punto elegido como origen. Consideremos un
punto O‘ origen de otro sistema de referencia, respecto del cual las posiciones de cada punto
serán r r rO' :
Mext r Fext ( r rO' ) Fext M ext rO' Fext
Y ahora, derivando respecto del tiempo (19): J J CM rCM m v CM , y teniendo en cuenta
(23): M dJ dt , se obtiene la expresión final de interés:
d dS
M CM J CM (24)
dt dt
Y ahora finalmente, vale aclarar que todas estas expresiones son válidas para cualquier
sistema material, sea o no un sólido en rotación. En el caso del cuerpo sólido es cuando la
cantidad de movimiento angular intrínseca está dada por (22), o (22‘).
Nota:
En los casos en que el movimiento del CM es rectilíneo y uniforme, se tiene que el SCM es un
referencial inercial, y en estos casos la expresión (24) es simplemente la (23) particularizada para este
sistema.
Sin embargo la expresión (23) en general no es válida para sistemas no inerciales, y la expresión (24)
muestra que sí lo es para el SCM, aunque no sea inercial, sobreentendiendo siempre que cumple el
requisito de no tener rotación.
Por último es interesante puntualizar, para el caso de mecanismos con un eje fijo, que
proyectando la expresión (23) en la dirección del eje, y sobreentendiendo que solamente
consideramos fuerzas exteriores, escribiríamos:
dJ d
M I (25)
dt dt
En donde M, la proyección del vector M en la dirección el eje, es el producto de las
componentes perpendiculares al eje de las fuerzas exteriores ( Ftan g en la figura 4 de este
capítulo), por sus brazos de palanca, o sea las distancias desde donde está aplicada cada una,
al eje.
Es decir M es el momento (de las fuerzas correspondientes) con respecto al eje.
Así es que en general estos mecanismos tienen algún motor que impulsa su rotación aplicando
un torque o momento estrictamente axial, es decir alineado con el eje, el cual es precisamente
M, y además generalmente el mecanismo tiene simetría y el eje de rotación es un eje
234
principal del tensor de inercia. De este modo la expresión (25) simplemente trataría con la
única componente de las expresiones fundamentales generales (23) o (24).
Pero si el cuerpo en rotación no tiene la simetría suficiente, por algún problema de centrado, o
por la razón que sea, y el eje de rotación no es exactamente un eje principal, tendremos que el
momento angular tendrá componentes fuera del eje, y entonces la expresión (25) solamente
tratará con la parte motriz del momento que debe aplicarse, es decir, la parte que acelera,
mantiene, o frena la rotación.
Y habrá otras componentes del momento, que deberán ser aplicadas por los cojinetes o
soportes del eje, según las ecuaciones de los casos generales (23) o (24), para mantener fijo al
eje. En general estas componentes aparecerán como reacción a las fuerzas que el cuerpo en
rotación aplicará a los cojinetes o soportes. Es interesante ver estos detalles en el ejemplo de
la rueda torcida, desarrollado más adelante, como una variante de la peonza simétrica.
5.3.- Aplicación:
Variaciones sobre la peonza simétrica
Este tema no puede faltar en el estudio de la dinámica de las rotaciones, porque engloba los
casos de trompos y volantes con los cuales se ilustran en la enseñanza movimientos muy
llamativos e importantes, como diversas variantes del movimiento de precesión.
La peonza simétrica es un sólido con un eje de simetría de revolución, que denominaremos x3.
Esto ya significa que los otros dos ejes principales del tensor de inercia del sólido, x1, y x2,
235
son totalmente equivalentes entre sí, y podrían ubicarse en cualquier dirección del plano
perpendicular a x3, que denominaremos 3. Para este tratamiento será importante la noción de
que estos ejes son ejes fijos del sólido. Es decir pueden ubicarse arbitrariamente en cualquier
dirección del plano 3, pero una vez ubicados quedan fijos, y la parte de ellos interior al sólido
puede considerarse constituida por puntos materiales del mismo.
Por otra parte para todos los aspectos de la rotación del cuerpo no interesa si x1, y x2, son
también ejes de simetría, es decir si el sólido es simétrico respecto del plano 3, y para todos
los fines prácticos se pueden distinguir dos tipos de peonza simétrica, según que el momento
de inercia respecto del eje de revolución, I3, sea mayor o menor que cualquiera de los otros
dos. Básicamente cualquier comportamiento se puede asimilar al de un cilindro, el cual, si es
corto se puede considerar un disco, y si es largo una varilla cilíndrica.
Un cilindro corto tiene I3 > I1 = I2. El caso más extremo es el del disco delgado, con I3 = 2 I1,
Para la varilla cilíndrica se tiene I3 < I1 = I2, pudiendo llegar en el caso más extremo a ser I3
infinitamente más pequeño que cualquiera de los otros.
El interés básico de esta sección consiste en elaborar razonamientos alrededor de la aplicación
de la ecuación dinámica fundamental de las rotaciones:
d
M J (23)
dt
En donde M es el momento resultante de las fuerzas externas, y J es la cantidad de
movimiento angular respecto de algún punto elegido, que en general va a ser el centro de
masa (CM), aunque también veremos otros casos.
Para nuestros razonamientos será fundamental expresar al vector J en función de sus
componentes según los ejes principales del tensor de inercia:
J I1 1 I 2 2 I 3 3
En donde es el vector velocidad angular (instantáneo), cada una de cuyas componentes
i en la dirección del eje principal xi, están siendo tratadas con carácter vectorial:
1 2 3
Es claro que si está alineado con un eje principal se tiene la situación elemental en la cual
J también está alineado con éste, y todo el tratamiento se hace muy simple.
Pero los movimientos de interés son los que tienen lugar cuando no está alineado con un
eje principal, y en esos casos en general se debe considerar la situación que se muestra en la
figura 17, y cuyos significados y posibilidades nos vamos a dedicar a profundizar.
236
x3 J x3 J
3 x2 3
x2
x1
x1 3
Fig. 17: dos casos extremos de peonza simétrica: disco chato, y varilla larga. Se muestra el eje de
simetría de revolución, x3, y un plano perpendicular a él, designado 3
Para ambos casos se muestra el vector correspondiente a rotaciones similares, con sus
proyecciones sobre el eje x3 y sobre el plano 3. El correspondiente vector J se ubica más cerca de
x3 en el caso del disco, y más lejos en el caso de la varilla, siempre en el plano definido por x3 y .
Denominamos y L a las respectivas proyecciones de y L sobre el plano
perpendicular al eje x3.
Dado que = 3 , entonces 1 2 , de manera que la igualdad entre I1 e I2,
implica que J debe estar alineado con , ya que J I1 1 I 2 2 I1 (1 2 ) = I1 .
De aquí surge la afirmación más importante para comenzar el análisis:
J debe estar siempre en el plano determinado por y x3, independientemente de
cómo sean los vínculos, los momentos aplicados, y el movimiento resultante.
Luego de esto es importante ver que en el caso del disco, I3 > I1 (en adelante escribiremos I1
tanto para I1 como para I2), J queda entre y x3; mientras que en el caso de la varilla, con I3
< I1, es a la inversa: queda entre J y x3.
M I d dt
Donde I es el momento de inercia con respecto al eje fijo.
o La componente transversal de J variará aún si el módulo de la velocidad angular se
mantiene constante, y la ecuación (23) indicará que están actuando momentos
transversales que son aplicados por los cojinetes como reacción a las fuerzas
transversales que el eje les aplica a ellos.
o Si además el CM estuviera fuera del eje, aparecerían más fuerzas y momentos en los
cojinetes, aunque su cálculo ya no implicaría la ecuación (23).
e1
10º e0: eje fijo de rotación
cojinetes
El sistema está inicialmente en reposo, y es puesto en marcha por un motor que le aplica el momento
constante necesario para que llegue a 1200 r.p.m. en 10 s. A partir de ese momento la rotación se
mantiene uniformemente.
a) Encuentre los ejes principales del tensor de inercia y los correspondientes momentos de inercia del
sistema respecto de esos ejes.
b) Encuentre el impulso angular aplicado al sistema durante los 10 segundos en los que aumenta su
velocidad angular. Encuentre el valor del momento aplicado por el motor al eje.
c) Encuentre el momento total actuante sobre el sistema desde que gira con la velocidad final
constante de 1500 rpm..
Desarrollo
a) Al ser despreciable la masa del eje, los ejes principales corresponden a una simetría muy clara: e1
es el eje geométrico del disco, y los otros dos ejes principales son cualquier par de rectas sobre el
plano del disco perpendiculares entre sí, como e2, que se muestra en la figura en el plano del dibujo.
Los valores de los momentos de inercia son I1 = m R2/2 =0,04 kg·m2, I2 = I3 = I1/2 = 0,02 kg·m2.
b) El vector final, de módulo 2·1200/60 = 40 1/s, proyecta sobre I1, 1 = cos10º 123,7 1/s, y
sobre el plano del disco, = sen10º 21,8 1/s.
238
e2
El módulo del momento dado por d J /dt, será M = 0,43 J·s = 54 N·m; y el vector, en el instante del
dibujo, es un vector perpendicular al papel, saliente del mismo. Este vector indica un momento de
fuerzas aplicado sobre el eje por los cojinetes. Queda claro que el momento que debe aplicar los
cojinetes para mantener el eje fijo es muy superior al momento motriz necesario para poner en rotación
el sistema.
En la figura se ilustran aproximadamente las fuerzas que deben actuar.
Como se muestra con las fuerzas dibujadas con flechas blancas, ellas actúan en el sentido de
mantener el sistema con el disco torcido, dado que partes de éste como A y B, que no quedan
compensadas por partes equivalentes del lado opuesto del eje, aplican fuerzas centrífugas al resto
(flechas negras), tendientes a ―enderezarlo‖.
Las fuerzas que aplican los bujes (flechas blancas) vale aproximadamente 54 N·m/0,2 m = 270 N.
239
NOTA DIDÁCTICA:
A pesar de lo intimidante que pueden parecer algunos aspectos de este caso, es
una introducción relativamente simple a los aspectos generales de las
rotaciones. Después de estudiar que se necesita una matriz para relacionar la
velocidad con la cantidad de movimiento angular, ¿tiene sentido no hacer
algún ejemplo de aplicación?
Este ejemplo es una aplicación que tiene que ver con el balanceado dinámico
de las ruedas de automóviles (y de cualquier artefacto giratorio). Contiene la
explicación de por qué, al equilibrar estáticamente un artefacto giratorio
solamente nos aseguramos de que el CM quede alineado con el eje, y eso no es
suficiente para evitar vibraciones cuando el artefacto gire.
A través del análisis de estos detalles concretos, se facilita la comprensión de
aspectos teóricos más generales de las rotaciones, y se tiene la posibilidad de
interpretar muchos detalles de manera simple y hasta intuitiva.
J
J
x3 J
3
P P
3
O
rP
O
Q
rQ 3‘
0
Q
Fig. 18: vectores a considerar en la rotación libre arbitraria de una peonza con I3 > I1. En la figura
de la izquierda se indica el plano 0 definido por y x3, el cual contiene además, todos los
vectores de interés. A la derecha este plano es el plano de la hoja, y se muestran en él todos los
vectores y sus descomposiciones de interés.
Se muestran puntos materiales como P, en el eje x3 , o como Q, en la intersección del plano 0 y el
plano 3 (no indicado aquí, que es perpendicular a x3 por el centro O).
Es decir que según la ecuación fundamental (23), J se mantendrá constante, a partir de una
situación inicial en la que se tiene un vector que no está alineado con el eje de simetría x3.
En estas condiciones es claro que no puede ser un vector constante (para serlo requeriría
que J no lo fuera), y en los próximos párrafos trataremos de mostrar los razonamientos que
consideramos más directos y accesibles para determinar el movimiento de .
La idea clave es que el movimiento de cada punto material P está dado por en cada
instante a través de la expresión (16):
v P rP (16‘)
Resultan de interés las dos descomposiciones del vector mostradas en la figura 18:
o Una descomposición útil es a lo largo de x3 y de la dirección transversal:
3 (27)
o Otra descomposición útil es a lo largo de x3 y de la dirección de J :
3' J (28)
Velocidad de precesión
Comencemos aplicando (16‘) al movimiento de los puntos materiales que están en el eje de
simetría, como el P de la figura 18. Para esto se podría utilizar tanto (27) como (28), y dado
que en ambas expresiones tiene una componente alineada con rP , se obtendría:
v P rP J rP (29)
Cualquiera de las dos expresiones nos dice que v P es un vector perpendicular al plano 0, de
módulo vP = rP = J rP sen.
De manera que si partimos de las ubicaciones mostradas en la figura 18 para un instante dado
241
t, vemos que luego de t los puntos del eje, como P, se habrán movido dejando el origen fijo.
Y dado que éstos son puntos materiales sobre el eje x3, indican directamente su posición y su
movimiento.
En cambio los puntos materiales que en el instante t están sobre la línea que pasa por el CM
con la dirección del vector J (la denominaremos ―línea del vector J ‖ para abreviar), no
indican su movimiento. Exceptuando el CM, ellos pasan por esa línea en ese instante,
moviéndose como lo indica la ecuación v r , y luego de t ya no están sobre ella, que
permanece fija.
Es decir, la línea del vector J es una línea abstracta del espacio, no es una línea formada por
puntos materiales del cuerpo. Esto es importante, y aunque a veces confunde, es una
consecuencia elemental de la fórmula básica de las rotaciones: v r . Ésta dice
claramente que los únicos puntos materiales que están en reposo en el instante t son los que
están en la ―línea de ‖ (línea por el CM con la dirección instantánea de ).
Todo esto nos dice que en t + t el eje x3 se habrá movido como los puntos P lo indican: habrá
salido del plano 0(t), y definirá, junto con la línea de J , que habrá permanecido fija, un
nuevo plano 0(t+t). En este plano el ángulo entre x3(t+t) y L mantendrá su valor , que
permanecerá constante, ya que el desplazamiento infinitesimal de los puntos P ha sido
perpendicular al plano 0(t).
Ahora bien, en el nuevo plano 0(t+t), tiene que estar el nuevo vector (t t ) , ya que es el
plano definido por x3(t+t) y J , y tomándolo como plano del dibujo, podremos repetir
exactamente las mismas figuras anteriores, que ahora corresponderán al nuevo instante t+t.
Esto significa claramente que el eje de simetría axial del cuerpo, x3, describe alrededor de J
un cono (de ángulo entre ambos) con velocidad angular (de precesión) dada por el vector
J que permanece constante en el espacio.
El módulo de esta velocidad de precesión, según se puede ver en las figuras es:
J J
J
sen I1 sen I1
Velocidad de rotación
Ahora nos falta analizar cuál debe ser considerada la velocidad de rotación alrededor de x3
que se combina con la de precesión para describir el movimiento completo.
El asunto es un poco desconcertante porque los puntos del cuerpo en general no describen
circunferencias con respecto a un referencial fijo, sino con respecto a su eje x3, que va
precesionando y arrastrando consigo al plano 0. Sería fácil definir la velocidad de rotación
respecto de este plano, pero claramente esa no sería la velocidad de rotación respecto de un
referencial en reposo.
De manera que lo más razonable es considerar el movimiento de los puntos materiales que en
un instante dado están en la intersección del plano 3 con en el plano 0, como Q (3 es el
plano perpendicular a x3 por el centro O, que se muestra en la figura 17). Si se utiliza la
descomposición (27) para calcular la velocidad de estos puntos se hace evidente que ellos
tienen la velocidad determinada por 3 , independientemente de , que es paralelo a rQ :
v Q (3 ) rQ = 3 rQ
242
Vemos que para cualquiera de estos puntos v Q será un vector perpendicular al plano 0, de
módulo vQ = 3 rQ. Es importante entender que esta velocidad (y cualquiera calculada con
(16‘)) es respecto de un referencial fijo, y no respecto del plano 0, que también se mueve.
Esto hace que sea razonable considerar 3 como la velocidad de rotación sobre su eje que se
atribuye a la peonza en este movimiento.
Nota:
Inspeccionando la figura 18 vemos que el plano 0, definido por x3 y la línea de J , en el caso de I3 > I1
gira más rápido que el sólido (porque la línea de J está más cerca de x3 que la línea de ), de
manera que Q se mueve hacia atrás respecto de este plano, de acuerdo con el vector 3' , que apunta
en sentido contrario a 3 .
En el anexo 5.3 se amplía este punto con ayuda de los ángulos de Euler.
Por otra parte es interesante analizar la energía cinética de la rotación. De la expresión general
Ec I 2 se obtiene:
,
Ec = ½ I3 32 + ½ I1 2
El segundo término de la suma indica una energía cinética que se agrega a la de rotación
debido al movimiento del eje x3.
Nota:
Éste puede ser un problema realmente complicado, que no vamos a examinar en toda su profundidad, ya que
aspiramos a examinar posibilidades y detalles notables de estos temas que puedan ayudar en la enseñanza de
las rotaciones.
En tal sentido vale notar que en general en las presentaciones habituales el trompo se considera con la punta en
un punto fijo, lo cual tiene ventajas y desventajas respecto de lo que se plantea aquí (punta apoyada sobre un
plano horizontal sin rozamiento). Y observando un trompo real puede verse que no se ajusta exactamente a
ninguna de ambas posibilidades.
En este caso, la ausencia de rozamiento entre la punta y el piso nos permite considerar que el CM no sufre
desplazamientos horizontales, y el comportamiento es más cercano al del caso real, en el cual la punta del
trompo recorre alguna trayectoria desplazándose sobre el piso.
En estas condiciones actúa sobre el trompo en P una fuerza vertical (en general no constante),
que aplica con respecto al CM un momento M , que en general no es constante, pero es
siempre perpendicular al plano definido por Z y x3, de manera que, en virtud de la ecuación
243
fundamental (23), nos dice que deben ser constantes tanto el módulo de la componente J 3 ,
como la componente vertical J Z , en donde la notación se refiere a las descomposiciones
ortogonales:
J J3 J = J Z J X JY
Y la constancia del módulo de J 3 , automáticamente implica la del módulo de 3 (ya que J3 =
I3 3), componente ésta que también se refiere a la descomposición ortogonal (27):
3 .
Ahora bien, J , , y x3, están siempre en el mismo plano, pero ese plano en general no
contiene al eje Z.
El caso en el que el eje Z se mantiene en el mismo plano que los otros vectores y líneas
mencionados, es un caso particular en que la inclinación del trompo se mantiene constante, ya
que variar el ángulo entre x3 y Z requiere que exista alguna componente de perpendicular
al plano definido por ambos.
De manera que no debe perderse de vista que considerar al eje Z contenido en el plano
definido por y x3 impone una simplificación bastante grande, que por ejemplo, no
permitiría explicar la nutación.
Así es que el problema general puede ser realmente muy complicado, y en estas páginas nos
limitaremos a comentar algunos aspectos importantes. En cambio sí revisaremos detalles del
caso simplificado que hemos mencionado, con constante y Z en el plano de J , , y x3.
Z
J x3
J
3
CM
Fig.19: el trompo y
algunos de sus
movimientos típicos
P
O
3
JP CM CM
p‘ FP FPv mg
FPh
P P
Fig. 20: el trompo con la punta fija en P, y algunos de los vectores importantes.
Tenemos entonces la punta fija en el Punto P. Sobre ella actúa la reacción del piso, con
componentes vertical y horizontal. La componente vertical hacia arriba, es de módulo FPv
igual al peso del trompo, ya que el CM se mueve en un plano horizontal. La componente
246
I 3 3 (I 3 3 ) 2 4 I1 m g L cos
p (31)
2 I1 cos
con la condición (I3 3)2 4 I‘1 m g L cos, que pone un límite mínimo a la velocidad de
rotación 3 para que el sistema pueda mantenerse con inclinación constante:
3 4 I1 m g L cos I 3
En particular para = 0, la condición 32 4 m g L I1/I32 es la condición de estabilidad para
que el trompo se mantenga girando con su eje vertical.
Para los casos de 3 muy grande, puede verificarse que la solución que da p<< 3 , en
general de más interés didáctico, es la que corresponde al signo negativo en (31), y si 3 es
muy grande se reduce aproximadamente a:
mgL
p (32)
I 3 3
p
CM 3 J
P
mg
Fig. 21: esquema simplificado de un volante girando a gran
velocidad, con su eje horizontal apoyado en un punto P,
precesionando debido al momento de la fuerza peso.
En este momento, después de los desarrollos planteados es posible agregar los siguientes
comentarios.
1.- Se ha ignorado que la precesión implica una componente de la velocidad y de la cantidad
de movimiento angular fuera del eje x3. Esto es una simplificación que hace más accesibles
las explicaciones. Pero si el que la utiliza no es consciente de lo complejo del tratamiento
completo y de las simplificaciones que se han introducido, en algún momento puede advertir
detalles básicos que no se articulan bien, y quedar desconcertado.
Si ello ocurre, para llegar a una comprensión mejor puede ser necesario revisar todos los
pasos del caso = cte.
2.- Se suele ignorar una componente horizontal (que es la FPh en la figura 20 del trompo) de la
fuerza en el apoyo necesaria para explicar el movimiento circular uniforme del CM. Esa
componente es irrelevante para determinar la velocidad de precesión, pero es importante
como elemento conceptual. Claramente su valor se hace despreciable si 3 se hace muy
grande.
3.- Debe estar claro que el movimiento con = cte. no corresponde exactamente a la
demostración que se hace liberando uno de los extremos del eje del volante luego de
comunicarle la velocidad de rotación, ya que por la sola aplicación del momento de la fuerza
peso que se plantea en la figura 21 no se pasa de la condición inicial de J constante, al
movimiento de precesión con constante: este movimiento solamente se obtiene si la
precesión ya existe en el momento inicial.
No obstante si 3 es muy grande, la precesión es muy lenta y las condiciones iniciales
descriptas son muy parecidas.
248
El razonamiento
Para terminar el tema veamos un razonamiento que muestra la evolución de los vectores de
interés en sucesivos intervalos infinitesimales, aplicando M t J a partir de una situación
inicial con el volante girando con gran velocidad 3, con el eje x3 en reposo alineado con el
eje Y fijo de un sistema de referencia inercial (X, Y, Z) ubicado como se muestra en la figura
22.
Inicialmente el momento aplicado es nulo porque el eje está apoyado en sus dos extremos, y
la descripción comienza en t = t0, instante en el que se quita el apoyo del extremo derecho.
Z
CM 3
Y
X
J
mg
Fig. 22: un volante está girando a gran velocidad, con su eje horizontal
alineado con el eje Y, y apoyado en sus dos extremos, hasta el instante
mostrado en la figura en que se ha suprimido el apoyo del extremo derecho
Así tenemos que en un primer intervalo t, bajo la acción del momento constante de la fuerza
peso respecto del origen, J sufrirá una variación J M t , en dirección –X. Es decir,
claramente en t1 = t0+t, el vector J habrá girado en el plano XY, alrededor del eje Z, un
pequeño ángulo J = M/J = M t / I33, y ahora tendrá componentes JX(t1) = M t; JY(t1)
J(t0) = I3 3.
Pero el eje del volante no habrá girado junto con J , porque los puntos materiales tienen el
movimiento dado por según r r t . Es decir que los puntos exactos del eje x3 no se
habrán movido en absoluto.
Nota
Ésta es la parte clave del razonamiento. Una simplificación ingenua sería pensar que la rotación de J
es acompañada automáticamente por el eje del volante y que ello constituye el movimiento de
precesión. Pero esa rotación del eje del volante solamente podría ocurrir si hubiera una componente de
249
en la dirección Z, y ésa no es la situación inicial considerada.
ANEXO 5.1:
rO‘ O‘
z x’
x’
y
y O x x
De la figura 1 claramente se desprende la ecuación vectorial: rP rP rO' que ya hemos visto
en otras ocasiones, en las cuales los versores base { x̂ , ŷ, ẑ } se mantenían constantes.
Ahora veamos la situación cuando el referencial (O‘, x‘, y‘, z‘) rota con velocidad angular
(constante), respecto del (O, x, y, z). Para abreviar cada eje será designado x‘i, con el índice i
= 1, 2, o 3. Y asimismo los versores base serán { x̂ i }.
Ahora bien, si al escribir el vector rP x Pi x̂ i se escriben los versores x̂ i en función de los
de la base fija { x̂ i } del referencial (O, xj): x̂ i cos( i , j ( t )) x̂ j (donde i,j(t) es el ángulo
j
Pero si al derivar respecto del tiempo los versores x̂ i hacemos uso de que su movimiento es
una rotación uniforme de velocidad angular , y que por lo tanto: x̂ i x̂ i , entonces
podemos obtener expresiones que siguen escritas en función de la base móvil { x̂ i }, las cuales
pueden interpretarse directamente en términos de lo que se mide u observa en este referencial.
Efectivamente, consideremos la posición del punto P para los dos referenciales rP rP rO' :
rP (x Pi x O'i ) x̂ i x Pi x̂ i (1)
Y procedamos a derivar una y dos veces respecto del tiempo como hemos dicho:
(x Pi x O'i ) x̂ i x Pi x̂i x Pi x̂ i
= x Pi x̂ i x Pi x̂ i
(x Pi x O'i ) x̂ i xPi x̂ i x Pi x̂ i x Pi x̂ i x Pi ( x̂ i )
= xPi x̂ i 2 x Pi x̂ i ( x Pi x̂ i )
P (también respecto de O‘) en el referencial móvil, sino que la diferencia entre ambas es el
término rP .
Por otra parte, la expresión (3) nos indica de manera similar todos los términos que hay que
considerar para describir la aceleración relativa desde los dos referenciales.
El término rP se identifica fácilmente con la aceleración centrípeta que tienen
respecto del referencial fijo, los puntos que están quietos en un referencial giratorio cuyo
origen está fijo (ver los ejemplos siguientes). Pero los puntos que se mueven respecto de ese
referencial giratorio agregan al término anterior el término de Coriolis como aceleración
respecto del referencial fijo:
a Coriolis 2 (vP )'
También por supuesto son posibles situaciones con todo tipo de combinaciones de
movimientos en los cuales se pueden entremezclar los roles que juegan estos términos, pero
esencialmente se interpretan según estas ideas básicas expuestas.
Veremos algunos ejemplos simples básicos.
x’
y’ P
rP = rP‘
y
y’ x’ x
O = O‘ x
En los dos referenciales mencionados, escribir la posición velocidad y aceleración del punto P fijo en la
intersección del eje x‘ con el contorno de la plataforma, identificando los elementos de las expresiones
(2) y (3).
Desarrollo
Según el enunciado O‘ está en reposo, con rO‘ = 0, vO‘ = 0, y aO‘ = 0. Además para el punto P se tiene:
rP R x̂ , ( vP )' 0 , (a P )' 0 .
Entonces la expresión (2) nos dice: v P rP , y la (3): a P rP 2 rP , la que se
interpreta inmediatamente como la aceleración centrípeta.
254
y
vP
x’
y’ P
y’ aP
x’ x
x’
y’
y’ x’ x
P (vP)‘
Desarrollo
En este enunciado tenemos nuevamente en reposo O‘, con lo cual rO‘ = 0, vO‘ = 0, y aO‘ = 0.
Además ahora (llamo v0 a la velocidad con la que P viaja por x‘, y denomino t = 0 al instante en que
pasa por el centro: rP v 0 t x̂ , (vP )' v 0 x̂ , (a P )' 0 .
Entonces la expresión (2) nos dice: v P v 0 x̂ rP , es decir, que para el referencial fijo, se
compone la velocidad del punto de la plataforma por que pasa P, con la velocidad de P.
Claramente, si expresáramos el movimiento de P en coordenadas polares del referencial fijo, diríamos:
r = v0 t ; = t + 0 ;
vr = v0 (el signo debe ser igual al de t: cambia en t = 0) ;
v = r = v0 t
Y la expresión (3) nos dice: a P 2 (v 0 x̂ ) rP .
Aquí vemos una aceleración de Coriolis constante (para el referencial giratorio) siempre hacia ŷ , es
decir hacia la izquierda del movimiento, lo cual tiene que ver con que la trayectoria vista desde el
referencial fijo es un línea que constantemente se curva hacia la izquierda. Además vemos el término
centrípeto que da exactamente la aceleración centrípeta del punto de la plataforma por el cual está
pasando el punto P en cada instante considerado. Es interesante el instante en el que P pasa por el
255
origen, porque allí desaparece este término, y la aceleración es la de Coriolis, con la orientación del eje
y‘ en ese instante, como se ilustra en la figura.
y
x’ vP
P x
aP
Trayectoria de P, para O
y’
Este ejemplo sirve para plantear que cuando un vínculo (un riel, una guía, etc.) obliga a un móvil a
viajar en línea recta en un sistema que gira (respecto de un referencial inercial), la trayectoria en
general será curva respecto del referencial inercial, de manera que el móvil estará animado de una
aceleración de Coriolis 2 (v) (además de otras posibles aceleraciones). Esto significa que el
vínculo que lo mantiene en línea recta deberá aplicarle la correspondiente fuerza, siempre
perpendicular a la dirección en que permite en movimiento.
x’
y’
y x’
y’ rP = rP‘ P x
x
Desarrollo
En este enunciado tenemos siempre rO‘ = 0, vO‘ = 0, y aO‘ = 0.
Además ahora P circula en sentido horario respecto de O‘, y está en reposo respecto de O, con:
rP R x̂ ; v P 0 ; a P 0 .
Entonces la expresión (2) nos dice: (vP ) rP .
Y la expresión (3) nos dice: 0 (a P ) 2 (v' P ) rP . Pero aquí vemos que según (2) el
término de Coriolis es dos veces el centrípeto cambiado de signo, ya que (vP ) rP , y entonces:
(a P ) ( rP ) 2 R x̂ (por comodidad quedó expresado en términos de la base fija).
256
257
ANEXO 5.2:
Vectores axiales
COMENTARIO DIDÁCTICO.
Hemos visto que el manejo de los productos vectoriales abrevia enormemente los
esfuerzos para desarrollar cualquier tema relacionado con rotaciones, pero
suele pasar por alto los problemas conceptuales que pueden aparecer debido a
la naturaleza pseudo-vectorial de estos mecanismos.
Por eso en la primer parte de este capítulo hemos considerado muy importante
mostrar cómo muchos de estos temas pueden tratarse sin recurrir ni a
productos vectoriales ni a vectores axiales.
Y en este Anexo, considerando la necesidad de recurrir a los vectores axiales
para explicar fenómenos como el movimiento de precesión, ofrecemos un punto
de vista alternativo para introducir estos vectores.
Sentido
de
circulación
Mano derecha
Fig. 1: Convención dextrógira.
Otra forma de definir esta misma convención dextrógira es decir que observando el plano de
la rotación desde el lado desde el cual la rotación se ve con el sentido antihorario, se debe ver
el vector correspondiente salir hacia el observador. Se ilustra en la figura siguiente.
Vista inferior:
Vector axial visto desde la cola Vector axial entrante,
(entrante hacia la hoja desde el observador) circulación horaria
Fig. 2: La circulación es dextrógira respecto del sentido del vector axial si
corresponde a alguna de estas figuras. Notar que la misma rotación se puede ver
como horaria o antihoraria, según desde qué extremo del eje se la observe.
J
t
J I
Fig. 4: Representación de velocidad y cantidad de
movimiento angulares con vectores axiales.
M M
F b
F b
Como aplicación de estos conceptos podemos escribir la Ley del Impulso de las
rotaciones puras con ayuda de los vectores axiales correspondientes:
M t I J
260
Ejemplo desarrollado
Considere un volante de hierro montado sobre un eje cilíndrico de hierro, con cojinetes perfectos sin
rozamiento. Solidario con este disco hay un pequeño tambor en el cual se enrolla un hilo de 1 m de
lonfitud, del que pende una pesa de masa m = 1 kg.
(a) (b)
a) Considere la situación ilustrada en (a), cuando el hilo lleva desenrollados 60 cm, habiendo partido la
pesa desde una situación inicial en reposo, con el hilo totalmente enrollado. Dibuje los vectores axiales
momento aplicado sobre el disco, velocidad angular y cantidad de movimiento angular del disco, en el
instante considerado.
b) Considere la situación ilustrada en (b), luego de que el hilo se desenrolló totalmente, y por estar
sujeto al tambor, ha comenzado a enrollarse en sentido contrario debido a que el disco, por inercia, ha
continuado girando. Dibuje los vectores axiales momento aplicado sobre el disco, velocidad angular y
cantidad de movimiento angular del disco, en el instante considerado.
Desarrollo
a) Dado que el disco parte del reposo, la velocidad y la cantidad de movimiento angulares que
adquiere, tienen el mismo sentido que el momento aplicado, y según la regla de la mano derecha, son
tres vectores sobre el eje, hacia la derecha: ; J ; M
b) Ahora el momento aplicado cambia de sentido, tendiendo a frenar la rotación, que continúa con el
mismo sentido anterior. Por lo tanto los vectores son: ; J ; M
261
ANEXO 5.3:
Entendiendo mejor la peonza simétrica
1.- El caso I3 > I1
En el texto del Capítulo 5 hemos desarrollado el caso de una peonza simétrica del tipo
achatado, es decir, con I3 > I1 = I2 (siendo x3 el eje con simetría de revolución), que aquí
ampliaremos con algunas consideraciones sobre los ángulos de Euler.
Vamos a comenzar resumiendo los resultados ya obtenidos, aplicados al caso de un disco
chato de radio R. En la figura del disco (figura 1, izquierda) se indica un plano 0 que es el
plano definido por el eje de simetría x3 y el vector . Este plano también contiene al vector J
y a todos los demás vectores de interés que se muestran en el dibujo de la derecha, para el
cual, este plano 0 es el plano de la hoja.
El CM está en reposo y es el origen de coordenadas al cual se refieren los vectores posición
de puntos que interesan.
J
J
J
x3
3 x2
P P
3
rP
rQ x1
vQ
Q
rQ 3‘
0
Q
Fig. 1: vectores a considerar en la rotación libre arbitraria de un disco o peonza con I 3 > I1. En la
figura de la izquierda se indica el plano 0 definido por y x3, el cual contiene además, todos los
vectores de interés. A la derecha este plano es el plano de la hoja, y se muestran en él todos los
vectores y sus descomposiciones de interés.
La igualdad entre I1 e I2, nos permite definir I = I1 = I2, con lo cual 1 2 , y entonces
J I1 1 I 2 2 I 3 3 = I1 I 3 3 = J J 3
Analizamos el movimiento libre de la peonza a partir del instante mostrado en la figura, es
decir sin momento aplicado por fuerzas exteriores respecto del CM.
En estas condiciones J se mantiene constante, y hemos visto que el movimiento del eje
(caracterizado por el movimiento de un punto como el P) corresponde a un movimiento de
precesión con velocidad angular J , que es un vector constante.
El módulo de esta velocidad de precesión, según se desprende de las figuras es:
262
J J
J
sen I1 sen I1
Por otra parte la rotación alrededor del eje x3 se describe adecuadamente con el vector 3 ,
que es el que permite obtener directamente la velocidad de puntos materiales como el Q
(respecto de un referencial fijo, y no respecto del plano 0, que también se mueve), a través
de:
v Q (3 ) rQ = 3 rQ
Z Z
x2
J
x3 J x3
x2
3 3 Y
x1
x1 Z
X
0 3
Fig. 2. Izquierda: repetición de figuras anteriores con los elementos para indicar la rotación de la
peonza simétrica. Derecha: agregado del sistema de ejes fijos X, Y, Z, indicando los ángulos de
Euler. Por razones de claridad el plano Z (definido por los ejes X, Y) se muestra con forma de
disco del mismo radio R que el disco giratorio.
263
Ahora agregando el ángulo (t) que forma el eje móvil x1 con la línea nodal, queda
completamente determinada la posición del cuerpo rotante respecto del sistema fijo, de
manera que con la superposición de con , teniendo en cuenta adecuadamente el valor de
, deben quedar completamente descriptas precesión y rotación.
Pero lo importante es advertir que aunque indica correctamente precesión (velocidad
angular del eje x3 alrededor de Z), no indica lo que denominaríamos rotación del sólido
alrededor de x3, sino que lo correcto es decir que el vector velocidad angular es la
superposición de una componente según Z de valor (que es J ), con otra según x3 de valor
(veremos inmediatamente que es negativo en este caso, y que esta componente es la que
hemos denominado 3' ). Es decir que estos elementos definen la descomposición:
3' J .
Efectivamente, ya vimos que los puntos materiales como el Q, cuando están en el plano 0,
son superados por éste, que gira más rápido. De la misma manera la línea nodal, que en cada
instante es perpendicular al plano 0, circula por el plano Z con más rapidez que los puntos
materiales del disco cuando pasan por allí. Y esto significa que la línea x1, fija respecto de los
puntos materiales del disco, es superada por la línea nodal, resultando < 0.
De manera que la que se considera rotación del cuerpo alrededor de su eje x3, está dada por el
vector 3 , el cual indica la velocidad de los puntos materiales del plano 3 respecto de los ejes
fijos X, Y, Z, en el instante en que cruzan el plano 0: vQ = 3 rQ.
Considerando entonces que es la velocidad de rotación 3‘ alrededor de x3, proyectando
sobre x3 la descomposición 3' J , se obtiene:
= 3 J cos ,
y aplicando 3 = J3/I3 = J cos/I3, y J = J/I1, finalmente se obtiene la expresión
1 1
J cos
I 3 I1
Resulta muy ilustrativo analizar un esquema como el siguiente, que muestre el movimiento de
un punto del borde del disco giratorio en la vecindad de la línea nodal, visto desde algún
punto adecuado del plano Z, cercano a dicha línea nodal, suficientemente lejano.
x3 Z
plano 3 en t
3 R t plano 3 en t+t
W J R t N
plano Z
R t R t
R t W‘
Mientras tanto el punto W del borde del disco giratorio avanza 3 R t a lo largo de dicho
borde (hasta la posición W‘), y R t perpendicularmente (es decir junto con el plano 3).
Y la distancia que queda entre W‘ y N es R t .
Esta figura tiene la virtud de mostrar explícitamente cómo la línea nodal se adelanta
continuamente a cualquier línea radial material del disco giratorio. Y este efecto es
independiente de la velocidad de rotación, solamente depende de que I3 > I1, y se manifiesta
en la figura con el hecho de que > ( es el ángulo que forma con x3, como se muestra
en la figura 1).
Luego, observando la figura 2 se deduce fácilmente que cos = 3, y sen = J sen,
con lo cual el esquema se puede utilizar para corroborar las expresiones anteriores. Así, a
partir del triángulo WW‘N, ya sea aplicando el teorema del seno, o proyectando el triángulo
sobre alguno de sus lados, se obtiene fácilmente:
J cos 3 .
J
J
x3 x2
J
3 x3
3 J
x1 3‘
J3
0 3
Fig. 3: vectores a considerar en la rotación libre arbitraria de un cilindro con I3 < I1. En la figura de
la izquierda se indica el plano 0 definido por y x3, el cual contiene además, todos los vectores
de interés. A la derecha este plano es el plano de la hoja, y se muestran en él todos los vectores y
sus descomposiciones de interés.
Si es suficientemente próximo a x3 puede lograrse que la velocidad de rotación del cuerpo,
3, que será en general 3 , sea mucho mayor que la de precesión, J, la cual en general
podrá ser muy parecida a .
265
La precesión, por otra parte, tendrá lugar en general con un ángulo grande, pero también es
posible la situación de que este ángulo sea pequeño, como puede verse en el ejemplo que se
desarrolla a continuación.
CAPÍTULO 6:
Elementos de elasticidad
Nota:
Vale destacar que en un tratamiento más profundo los campos eléctrico y magnético se interpretan
como entes dotados de las mismas propiedades dinámicas de la materia: tienen capacidad de
transportar energía, momento lineal y angular, y ejercer fuerzas de contacto. Si se tiene en cuenta este
punto de vista, todas las fuerzas serían de contacto, excepto la gravitatoria, que no sería una fuerza,
sino que debería ser tratada como una manifestación de las propiedades geométricas del espacio
tiempo.
268
No obstante esta observación, es claro que hay cierta presentación básica del campo eléctrico que lo
define como la fuerza por unidad de carga ejercida sobre las cargas por otras cargas eléctricas, y
mientras un problema se trate de esa manera, en ese nivel, se está hablando de una fuerza que no es
de contacto, sino del tipo ―a distancia‖.
En las siguientes páginas nos vamos a ocupar exclusivamente del tratamiento de las fuerzas
de contacto.
Decimos entonces que dada una fuerza aplicada de cualquier manera en determinado lugar de
un sistema, las leyes de la Mecánica imponen la existencia de determinadas reacciones que
implican que a través de cada superficie concebible, la parte del sistema que queda de un lado
de la superficie, aplique determinada fuerza sobre la parte que queda del otro lado.
De manera que en cada caso todo el conjunto de sistemas materiales que están en contacto
están aplicándose mutuamente las fuerzas que requieren las leyes de la Mecánica, y además
cada parte de cada sistema está aplicándole al resto la fuerza que corresponde a través de cada
una de las infinitas superficies imaginables.
Cuando se estudia la deformación que sufre un material en función de la fuerza que se le
aplica, se trata de definir propiedades del material que sean independientes de la forma
particular del cuerpo considerado, y para lograr esto se trata de establecer relaciones entre
conceptos unitarios que se definen para ello adecuadamente. Así, para tratar con fuerzas, se
define el esfuerzo, o tensión, o presión, como la fuerza por unidad de superficie sobre la que
actúa, y para tratar las deformaciones se definen deformaciones unitarias, es decir por unidad
de la magnitud que es deformada.
Tracción Compresión
S1 S2
fuerzas con que tira fuerzas con que tira fuerzas con que empuja fuerzas con que empuja
el trozo derecho del el trozo izquierdo del el trozo derecho al el trozo izquierdo al
izquierdo en S1 derecho en S1 izquierdo en S2 derecho en S2
Tensiones tangenciales.
Las tensiones tangenciales describen cómo se distribuyen las fuerzas que actúan
paralelamente a una superficie, como por ejemplo, el caso del rozamiento, que ilustramos en
la figura 2.
(a) (b)
Fext
Fr2 Fr1
S3
Fig. 2: Un caso típico de fuerza tangencial: el rozamiento. Un cuerpo es arrastrado por la fuerza Fext , y
ello provoca la aparición de fuerzas de rozamiento tangenciales en la superficie de contacto S 3. En (a) se
muestra el par acción-reacción de rozamiento en S3. Para no complicar la figura no se muestran las
fuerzas normales, que son las que presionan una superficie contra la otra. En (b) se muestran por
separado el cuerpo y el piso, destacando qué fuerza actúa sobre cada uno, y cómo están distribuidas en
la superficie de contacto.
Las tensiones tangenciales también aparecen en los esfuerzos de torsión, en las secciones
como S4 en la figura 3. La denominación de ―torsión‖ se refiere claramente al efecto de
retorcer. El que éstas sean tensiones tangenciales se deduce del hecho de que lo que está de
un lado de la sección en cuestión tiende a rotar, deslizando en esa sección S4 , sobre la que
está del otro lado.
270
Torsión
S4
Fig. 3: La parte del cilindro que está a la derecha de cualquier sección S4 tiende a
rotar, deslizando en esa sección , sobre la que está a la izquierda.
Tensiones isotrópicas
Un caso particular de tensión normal es el de los fluidos, en los cuales las tensiones actúan
perpendicularmente sobre cualquier superficie que se considere, independientemente de su
orientación en el espacio. En la figura 4 se ilustra una compresión isotrópica, en un fluido,
comparándola con la compresión de un sólido.
F F
fluido tapa émbolo
recipiente
S2 sólido
S3 S2 comprimido
S1 S1 verticalmente
Fig. 4: La fuerza F se aplica por medio de una tapa émbolo adecuada sobre un fluido contenido en
un recipiente a la izquierda, y sobre un sólido de forma similar, a la derecha (las flechas negras
representan acciones exteriores, y las blancas, interiores). En el fluido aparecen presiones
normales sobre las paredes y sobre cualquier superficie interior, tal como S1 o S2. En el sólido sólo
actúan presiones verticales, normales en las superficies horizontales como S3, pero con
componentes tangenciales sobre superficies oblicuas como S1. En el sólido no hay tensiones
actuando sobre superficies verticales como S2.
F F
a‘ a
Fig. 5: un cuerpo cilíndrico es estirado por la fuerza F. Experimentalmente se determina
que además de que su longitud aumenta, su dimensión transversal disminuye.
Para lograr definiciones independientes de la forma y tamaño del cuerpo en estudio se definen
variables unitarias dividiendo apropiadamente por longitudes o superficies: denominemos al
estiramiento o deformación unitaria longitudinal, y al esfuerzo o tensión normal, en la
sección transversal S:
271
F
(1)
S
Se define el módulo de Young, o de elasticidad longitudinal del material, como:
E (2)
Ahora bien, en un esfuerzo de tracción como el que se considera, el estiramiento de a no
ocurre en general conservando el volumen, que siempre aumenta un poco, ni conservando las
dimensiones transversales, que siempre disminuyen un poco (y valdrían todos los conceptos
inversos para el caso de un esfuerzo de compresión), sino que en general, para cada material
se define el coeficiente de Poisson, , como la relación entre la variación unitaria de la
dimensión transversal, t , y la longitudinal, :
a
a t (3)
Este coeficiente valdría 0,5 para un cuerpo que conservara estrictamente el volumen (estos
enunciados siempre se refieren a deformaciones pequeñas), y en la práctica debe ser menor
que ½, ya que de lo contrario el volumen de un cuerpo disminuiría al estirarlo y aumentaría al
comprimirlo; en general vale alrededor de 0,3.
E E‘
A B
Fext
Fig. 6: Un rectángulo ABCD se deforma transformándose en ABC‘D‘ bajo la acción de las dos fuerzas
externas indicadas con flechas blancas. Estas fuerzas están aplicadas tangencialmente sobre las
superficies horizontales superior (en yD), e inferior (en yA). En cualquier superficie horizontal interior,
como la que pasa por E, también actúan fuerzas iguales a ésas como par acción reacción indicado con
flechas grises. Para cualquier punto E, la deformación es EE‘, proporcional a yE . El cociente EE‘/yE es
independiente del punto, y se denomina deformación unitaria tangencial.
Límite elástico
En todos los desarrollos presentados hasta aquí se han presentado las deformaciones de todos
los tipos como estrictamente proporcionales a las correspondientes tensiones aplicadas. Eso es
un comportamiento típico de casi todos los materiales, conocido como comportamiento
elástico, y tiene lugar para valores de tensión inferiores al que se denomina límite elástico.
Cumplir estrictamente con estas leyes enunciadas significaría que la proporcionalidad entre la
tensión aplicada y la deformación se mantendría independientemente del tiempo que dure el
proceso, de que se esté aumentando o disminuyendo el esfuerzo, y de las veces que se lo haga:
estas leyes corresponden a un proceso reversible e intemporal.
En la práctica la mayoría de los materiales se aproximan bastante bien a este comportamiento
ideal mientras no se supera el límite elástico, y hasta se define como elasticidad la capacidad
de un material de recuperar completamente sus dimensiones previas, cuando se suspende la
aplicación de las fuerzas que lo han deformado.
En general al superar el límite elástico el material comienza a sufrir una deformación plástica,
es decir permanente, hasta llegar a la ruptura.
Un buen criterio de diseño de piezas materiales contempla un coeficiente de seguridad, tal que
en el funcionamiento del artefacto la tensión no supere determinada fracción, por ejemplo la
mitad, del valor del límite elástico.
273
Es claro que hay una inmensa diversidad de comportamientos de los distintos materiales, y el
comportamiento elástico solamente es una idealización útil para la mayoría de ellos. Y a los
fines de tener un vocabulario mínimo sobre el tema, es conveniente tener alguna descripción
básica de propiedades como la presentada en la siguiente lista.
Dureza: es la capacidad de cada material de rayar o marcar a otros, sin ser marcado por
ellos. Debido a que las mediciones de dureza son las más sencillas, muchas veces son
utilizadas para identificar materiales y para controlar el estado mecánico de estructuras.
Elasticidad: es la capacidad de recuperar la forma original cuando se suspenden las fuerzas
que han originado una deformación.
Plasticidad: es la capacidad de cambiar definitivamente de forma, adoptando una nueva
forma sin recuperar la original al suspenderse las fuerzas que han originado una
deformación.
Ductilidad: es la plasticidad de un material frente a esfuerzos de tracción, es decir la
capacidad para alargarse permanentemente sin romperse. Esta propiedad permite estirar los
metales transformándolos en alambres.
Maleabilidad: es la plasticidad frente a esfuerzos de compresión, es decir la capacidad para
aplastarse el material permanentemente. Esta propiedad permite forjar y laminar los
metales transformándolos en chapas.
Fragilidad: un material frágil es el que se rompe sin muestras de deformación plástica; ésta
es una propiedad opuesta a la plasticidad. Los materiales muy duros tienden a ser frágiles.
Tenacidad: ésta es una combinación de resistencia elevada con gran capacidad de
deformación permanente sin romperse. La resistencia de un material a los choques se suele
tomar como índice de su tenacidad.
En la siguiente tabla se presentan algunos valores – pero deben considerarse tentativos, ya que
varían mucho con los tratamientos térmicos y procedimientos de fabricación
Límite elástico Razón de
E G
(a la tracción) Poisson ()
Material (GPa) (GPa) (MPa)
Acero 210 81 600 0,28
Bronce 110 41 430 0,33
Cobre 120 45 350 0,35
Aluminio 70 27 150 0,34
Plomo 18 0,44
Granito 50 20
Goma 7 0,50
274
Ahora bien, el operador T que exprese el estado de tensiones según (9), debe respetar el
Principio de Acción y Reacción. Eso impone que (9), escrita en términos de la expresión
vectorial de dS cumpla con:
T(dS) T(dS) (9‘)
Por otra parte para los casos estáticos, (9‘) debe expresar las condiciones de equilibrio.
Para analizar las consecuencias de esto, consideremos ahora, con la misma construcción
geométrica de la figura 7, el volumen tetraédrico infinitesimal que se muestra en la figura 8.
275
y
C
dS
dS = dSx
(1)
B x
A
z
dS(2) = dSy
Fig. 8. La superficie ABC indicada por su vector normal dS , junto con sus
proyecciones sobre los planos coordenados, delimitan un elemento de volumen
tetraédrico que se indica aquí por sus vectores salientes dS( ) en cada cara.
Eligiendo todos los vectores superficie salientes al elemento de volumen se tendrá que el
vector correspondiente a cada cara perpendicular a un eje, por ejemplo dS( ) para el eje x , es
exactamente opuesto al dS que proyecta el vector de la cara triangular, dS , sobre ese mismo
eje dS( ) dS .
De manera que la aplicación de (9‘) a cada una de las caras da los siguientes 4 vectores
representativos de las fuerzas de contacto ejercidas por el medio externo sobre el tetraedro:
Sobre la cara triangular:
dF = T( dS ) = T(dS x dS y dSz ) (9‘‘)
Sobre la cara perpendicular al eje x indicada por su vector normal saliente dS( )
dF = T(dS() ) T(dS ) T(dS ) (9‘‘‘)
Ahora bien, para hablar de equilibrio (limitado a la parte lineal, luego analizaremos la parte
angular) entre todas las fuerzas actuantes sobre el tetraedro, deben considerarse todas las
fuerzas: éstas son solamente las de contacto, y puede haber otras, por ejemplo la de gravedad
que actúa sobre la materia en el interior del volumen y no lo hace a través de la superficie del
mismo.
Aquí interviene la consideración de que el volumen es infinitesimal: cualquier fuerza que no
sea de contacto será proporcional al volumen del elemento, mientras las fuerzas de contacto
son proporcionales a la superficie. Al hacer tender las dimensiones a cero, las fuerzas
volumétricas se harán despreciables frente a las de contacto, y el equilibrio deberá verificarse
exclusivamente entre las fuerzas dadas por (9‘‘) y (9‘‘‘).
Por otra parte el hacer tender a cero las dimensiones de la región considerada, las expresiones
(9‘‘) y (9‘‘‘) deberán ser evaluadas en el mismo punto, y establecerán una condición que
deberá verificarse en cada punto.
Por último, si el sistema no está en equilibrio, entonces la resultante de todas las fuerzas debe
ser igual al producto masa por aceleración; pero la masa es proporcional al volumen, y al
tender éste a cero, nuevamente se obtiene que en cualquier caso debe verificarse el equilibrio
entre las fuerzas dadas por (9‘‘) y (9‘‘‘).
De manera que el equilibrio entre las fuerzas dadas por (9‘‘) y (9‘‘‘), significará
T(dS x dS y dSz ) = T(dS x ) + T(dS y ) + T(dS z ) , y esto, para cualquier orientación de la
superficie, implica que T debe ser un operador lineal.
276
Es decir para cualquier número , y vectores V1 y V2 :
T(V1 V2 ) T(V1 ) T(V2 ) (10)
Esto significa que T puede expresarse por medio de una matriz de 33, T, de manera que las
componentes cartesianas de dF se obtienen a partir de las de dS por medio del producto
matricial:
dF = T dS = T dS (11)
En donde en la última igualdad hemos sobreentendido la sumatoria sobre los índices iguales
(convención de Einstein), modalidad que adoptaremos en general.
Ahora bien, el equilibrio de los momentos impone una condición más a T. Para obtenerla
consideremos como elemento de volumen un paralelepípedo de lados dx dy dz (figura 9), y
planteemos los momentos respecto del centro del mismo.
y n2 dF2
y+dy dF1
n3
n1
dF3
y
dF4 n4
z x x+dx x
Fig. 9. Elemento de volumen para considerar los momentos de las fuerzas de contacto.
Consideremos la componente z del momento aplicado por la fuerza en la cara dS1. Dado que
el versor normal está dado por la terna (1, 0, 0), esta fuerza está dada por la terna T1 = (T11,
T21, T31), en la cual las componentes del tensor están evaluadas en la superficie dS1, lo cual
indicaremos con un supraíndice entre paréntesis (T(1)).
La componente z del momento total entonces respecto del centro de la celda es:
dx dy
M3 = (F1y F3 y ) (F2 x F4 x )
2 2
(1)
T21 T21
( 3)
T ( 2) T12( 4)
= dx dy dz 12 dx dy dz
2 2
T21 T12
= dx dy dz
2
Y ahora nuevamente el hecho de que el volumen sea infinitesimal nos indica que M debe ser
nulo, ya que debe ser igual al producto aceleración angular momento de inercia respecto de
ejes que pasen por el centro de la celda, y estos momentos de inercia son del orden de
volumen dimensión al cuadrado, que tiende a cero como a5, si a es el lado del elemento de
volumen.
Esto aplicado a las tres componentes del momento implica que T = T, es decir, la matriz
T debe ser simétrica en los índices , .
277
y O x
Si para abreviar denominamos al vector desde P hasta Q, y desde P‘ hasta Q‘, tendremos
u(Q) u(P) , que escrito en componentes es:
u ( rQ ) u ( rP ) (12)
Ahora bien, la diferencia u ( rQ ) u ( rP ) , que toma la función u entre los puntos próximos
P y Q, puede ser escrita:
u
u ( rQ ) u ( rP ) u , (13)
x
1
( )
1
En primer orden de pequeñez tendremos para 2 (se sobreentiende la suma sobre , ):
2
2 2 u , 2 1 2 u ,
De manera que elevando a la ½ y reteniendo nuevamente los términos de primer orden:
1
u ,
Y con esto podemos escribir el alargamiento unitario:
u , (14)
Ahora bien, los elementos u, constituyen una matriz de 33 que en general no es simétrica,
pero que puede ser descompuesta en parte simétrica (u(,)) y parte antisimétrica (u[,]) de la
siguiente manera:
u, = ½ (u, + u,) + ½ (u, u,) (15)
Es decir: u, = u(,) + u[,] , con u(,) = ½ (u, + u,) ; y u[,] = ½ (u, u,).
Es fácil ver que solamente la parte simétrica interviene en (14), ya que u
[ , ] 0 .
Esta variación, proyectada sobre el mismo vector n̂ indica la variación relativa de distancia
(entre puntos del medio) que tiene lugar a nivel infinitesimal en esa dirección.
Y (16) expresa esa variación relativa de distancia infinitesimal con la operación n̂ D(n̂) .
Nota
Si revisamos el significado de la parte antisimétrica que ha sido descartada, u[,], encontramos lo que
ya hemos visto al estudiar rotaciones: indica una variación de posiciones relativas entre puntos del
medio que no da lugar a deformación, y eso es una rotación. Es decir que u[,] es una matriz de
rotación, que puede ser escrita también con las componentes de un pseudo-vector desplazamiento
angular, :
279
0 u x , y u x , z 0 z y
u[,] = u x , y 0 u y ,z = z 0 x
u x , z u y , z 0 y x 0
Con este vector el desplazamiento de cualquier punto P señalado por r está dado por el producto
vectorial: u ( r ) = r r .
Ahora inspeccionemos la figura 6. Se aplica una fuerza en dirección x sobre una superficie
perpendicular a y, y se produce un desplazamiento unitario 12 = 12/G. Pero al construir el
elemento simetrizado, queda D12 = ½ 12.
Este razonamiento nos lleva a escribir, para todos los términos fuera de la diagonal:
D (19)
2 2G
Ahora revisemos una deformación longitudinal: en presencia de una única tensión normal
se produce una deformación longitudinal = /E en el mismo sentido, y una de sentido
280
E
= D tr(D) (18)
1 (1 2 )
Ejemplo 1:
Material sometido a tracción pura a lo largo de x (caso de la figura 5):
0 0 E 0 0
T 0 0 0
D 0 E 0
0 0 0 0 0 E
Es fácil ver cómo la matriz D da cuenta del estiramiento y la disminución de sección de un
cuerpo traccionado.
Ejemplo 2:
Caso de fuerza cortante de la figura 6. Este caso ofrece alguna dificultad. Es claro que además
de las fuerzas mostradas en la figura (fuerzas tangenciales paralelas a x en los planos de y
constante), debe haber otras que equilibren los momentos, y lo que vamos a intentar hacer es
encontrar estas fuerzas para el caso en que la distribución de fuerzas y deformaciones sea
totalmente homogénea.
Podemos comenzar con el tensor de deformaciones. Tenemos una única deformación
tangencial 12 = x/y = EE‘/EA. No hay alargamientos a lo largo de ninguno de los ejes x, y,
z. De manera que el tensor de deformaciones es:
0 12 2 0
D 12 2 0 0
0 0 0
Y entonces el de tensiones necesariamente debe ser:
0 G 12 0
T G 12 0 0
0 0 0
281
Eso significa que deben actuar también fuerzas tangenciales equivalentes en los planos de x
constante, en la dirección y. Y también significa que el elemento mostrado debe deformarse
en x y en y, como se ilustra en la figura 11.
y n2 y
dF2 dF2
n3 dF1 dF1
n1 dF3
dF3
dF4 dF4
n4
x x
z z
Fig. 11. Izquierda. Esquema de las fuerzas tangenciales que deben actuar en los planos normales
a los ejes x e y para producir deformaciones tangenciales puras en esas superficies.
Derecha. Deformaciones correspondientes. El ángulo es la mitad del mostrado en la figura 6.
Claramente puede verse que rotando el elemento mostrado en la figura 11-derecha, un ángulo
= ½ en sentido horario, se obtiene la deformación original de la figura 6 (esta rotación
falta porque ha sido suprimida la parte antisimétrica de la matriz u,)
v4 v4
v3 v3
v2 v2
v1 v1
pared pared
Fig. 12. Izquierda. Las flechas huecas son las fuerzas sobre la capa 3, ejercidas, hacia adelante
por la capa 4, más rápida, y hacia atrás por la capa 2, más lenta. Pegadas a ellas, las flechas
negras son las respectivas reacciones sobre esas capas 4 y 2. Derecha. Lo mismo entre la capa
1+2+3 y la pared. Todas las flechas blancas deben indicar siempre equilibrio ya que se está
considerando un caso de régimen estacionario con todas las velocidades constantes en el tiempo,
por lo cual todas las fuerzas son de igual módulo.
282
Teniendo en cuenta que capas más alejadas tienen proporcionalmente más diferencia de
velocidad entre sí, es decir proporcionalmente más desplazamiento relativo por unidad de
tiempo, la tensión tangencial (viscosa) es proporcional a la diferencia de velocidad entre las
capas dividida por la distancia (transversal) entre capas, es decir al ―gradiente transversal de
velocidad de flujo‖, y la constante de proporcionalidad, , se denomina coeficiente de
viscosidad.
(19)
vx
y
Claramente representa en los fluidos, lo que el módulo de corte, G, en los sólidos elásticos.
Manipulando un poco las constantes para adaptarlas a los conceptos de presión y viscosidad,
puede verse que la expresión para el tensor de tensiones en el caso del fluido incompresible
es:
T = 2 u(,) – p (20)
Donde p es un escalar denominado presión, que en general puede ser función del punto y
expresa la parte isotrópica de la tensión normal que puede desarrollarse en el fluido, y es el
escalar denominado coeficiente de viscosidad. El signo de p está asignado de manera que
valores positivos de presión indican tensiones de compresión.
La densidad volumétrica de fuerza de contacto, por otra parte, se evalúa considerando una
superficie cerrada Sc, que encierre al elemento de volumen V. Si n̂ es el vector unitario
saliente de la superficie Sc en cada lugar, la densidad de fuerza de contacto por unidad de
volumen estará dada por (se sobreentiende la suma sobre el índice ):
1
V
f T n dS (22)
cont
283
Nota:
Para cada componente la expresión T n dS = T dS es un producto escalar que indica el flujo
del vector T ( T es un vector cuya componente es (T ) = T). Con esta notación queda claro
que T dS = T dS es el flujo de T , y por lo tanto la expresión (22) para V tendiendo a cero
define su divergencia T T x .
De manera que a partir del tensor que permite calcular las fuerzas de contacto, también podemos
conocer la densidad volumétrica de fuerza de contacto, que es necesaria en general para plantear las
ecuaciones de movimiento (siempre se sobreentiende la convención de Einstein para los índices
repetidos):
T
f T,
cont x
Por ejemplo, y sólo a modo de ilustración, la ecuación (21), para la dinámica por unidad de volumen de
un fluido incompresible de densidad sometido al campo gravitatorio constante g , queda de la
siguiente manera:
Du
T,+ g
Dt
En donde D/Dt es la llamada derivada sustancial: / t u : el primer sumando da cuenta de que
el campo de velocidades u pueda estar variando en el tiempo en un lugar fijo determinado, y el
segundo de lo que varía por unidad de tiempo la velocidad de una porción de fluido al pasar por el lugar
trasladándose entre dos puntos vecinos en los cuales u tiene diferencias.
284
285
CAPÍTULO 7:
Teoría Especial de la Relatividad
Nota:
La teoría electromagnética recibe su impulso principal del ―Treatise on Electricity and Magnetism‖
publicado por James Clerck MAXWELL (1831-1879) en 1873. En él se presentan las denominadas
―ecuaciones de MAXWELL‖, en una forma que actualmente resulta muy complicada. Luego estas
ecuaciones son trabajadas y presentadas en una forma mucho más accesible, independientemente por
Heinrich Rudolf Hertz (1857-1894), y Oliver HEAVISIDE (1850-1925) con Josiah Willard GIBBS (1839-
1903) en 1884.
Vale destacar que aunque las ondas electromagnéticas ya se obtenían del trabajo de MAXWELL desde
1865, actualmente en todos los razonamientos y menciones de las ecuaciones de Maxwell nos
referimos a la versión más actual y simplificada de Heaviside-Gibbs.
Ahora bien, una consecuencia de las Ecuaciones de Maxwell, es que pueden existir ondas
electromagnéticas, las cuales pueden viajar en el vacío con una velocidad de valor fijo, c
3108 m/s, independiente tanto de la velocidad de la fuente que las genera, como de la del
detector u observador que las recibe.
286
Aunque ahora las ondas electromagnéticas son tan difundidas que casi nada en el mundo
moderno funcionaría sin ellas, en la época de MAXWELL estas ondas eran totalmente
desconocidas, su existencia era una simple hipótesis cuya importancia ni siquiera se podía
intuir, y el hecho de que la velocidad predicha por la teoría para estas ondas, coincidiera
bastante bien con la velocidad de la luz, simplemente sirvió para interpretar la naturaleza de la
luz, hasta entonces desconocida.
Lo importante aquí es que la teoría permite, por un lado explicar y aceptar la existencia de
ondas en el vacío, ondas que no necesitan medio para propagarse, y por otro lado, calcular la
velocidad de estas ondas (en el vacío) con una simple expresión: c = 1/(0 0)½, en la cual
solamente intervienen constantes que se determinan en experiencias de electrostática y
electrodinámica.
De manera que en la expresión para calcular la velocidad de estas ondas no aparece nada que
tenga que ver con el posible movimiento del observador. Eso es desconcertante, aunque
también podría ser desconcertante que la velocidad de ondas que viajan en el vacío pudiera
depender del movimiento de alguien. La velocidad de cualquier onda es en general
independiente de lo que la genera, y solamente dependiente del medio. Pero al propagarse en
el vacío, no tiene de qué depender.
Podría argumentarse que el electromagnetismo solamente sería válido para un referencial
especial, privilegiado: el electromagnetismo privilegiaría un referencial entre todos los
inerciales, y la Relatividad surge porque EINSTEIN rechaza esa hipótesis y busca la forma de
que todos los referenciales inerciales sean equivalentes para el electromagnetismo también.
Ahora bien, en la práctica resulta que es mucho más fácil pensar cómo describir la marcha de
un pulso de luz desde referenciales en movimiento relativo, que pensar en cómo transformar
las ecuaciones de Maxwell de un referencial a otro, y de las dos maneras se llega a las mismas
conclusiones acerca de cómo deben modificarse las nociones de tiempo y espacio. De manera
que, una vez que EINSTEIN ya hizo la parte difícil, todos los demás podemos estudiar el tema
de la manera fácil, que es simplemente analizando cómo deben modificarse las coordenadas
(x, y, z, t), para que los pulsos de luz marchen con una velocidad de valor fijo, c, en cualquier
referencial inercial.
Ahora bien, las transformaciones en la interpretación del tiempo y del espacio que son
necesarias para que todos los observadores inerciales, animados de cualquier velocidad,
puedan atribuir la misma velocidad a la marcha de un pulso de luz, son tan profundas, que es
conveniente una aproximación gradual al tema.
Una aproximación previa típica es a través del famoso ejemplo del tren muy rápido y largo
AB, en cuyo punto medio O se enciende una luz en cierto instante t0 mientras pasa por una
estación. Para abreviar y llegar rápidamente a lo que necesitamos podemos pensar en algún
sistema óptico para que la luz se vea tanto desde el interior como desde el exterior del tren, o
simplemente pensar que el tren es abierto.
287
A A‘ O B B‘
V t
c t c t
Fig. 1: Un tren muy largo y rápido viaja hacia la derecha con gran velocidad V, y en un instante
dado, cuando sus extremos ocupan las posiciones A y B en la estación, se enciende una lámpara
en su centro O. La situación se utiliza para plantear discusiones acerca del instante en que se ve
encenderse la luz desde los extremos del tren, dentro y fuera del mismo.
De manera que (sin pretender mucho detalle exacto) el tren está ubicado desde A hasta B en la
estación pasando con gran velocidad V en el instante en que se enciende la luz en su punto
medio O. Los espectadores que están en la estación en A y en B, verán encenderse la luz un
cierto tiempo t después, que es lo que demora la luz en llegar desde O (t = ½ AB/c).
Y en ese intervalo t el tren habrá avanzado V t (A hasta A‘, y B hasta B‘), de manera que
en el instante exacto t0 + t en que la luz llega (simultáneamente) a A y B, ya habrá pasado
por el extremo trasero A‘ del tren, y aún no habrá llegado al extremo delantero B‘.
Esto, desde el punto de vista de la física clásica, significaría que la luz viaja con velocidad c
tanto hacia delante como hacia atrás respecto de los espectadores de la estación, pero que
respecto de los pasajeros que van en el tren lo hace con velocidad c – V hacia delante, y c + V
hacia atrás.
Ahora bien, si la lámpara está dentro del tren, moviéndose con él, no podríamos esperar este
comportamiento, sino más bien el inverso: que la luz llegue simultáneamente a los extremos
A‘ y B‘ del tren, pero no a los espectadores A y B en el andén.
Y qué debería suceder si hay dos lámparas, una fija en el andén, en O, y otra en el centro del
tren, ambas accionadas por un interruptor que se activa por medio de una varilla que sale del
centro de tren hacia una costado, y que al pasar frente a O acciona ambos interruptores?
¿Pensaríamos que la lámpara fija en el andén es vista encenderse simultáneamente por A y B,
fijos también en el andén, mientras que la que viaja con el tren es vista encenderse
simultáneamente desde los extremos A‘ y B‘ del tren?
Es claro que dada la poca precisión con la que hemos hecho el planteo, no esperamos obtener
muchos detalles precisos. Pero algunas cosas pueden quedar claras.
Por ejemplo, no estamos tratando de adivinar posibilidades para la luz, sino estamos tratando
de comprender el electromagnetismo, y éste establece la velocidad de propagación de la luz
como independiente del movimiento de la fuente de manera indiscutible.
Eso establece que no tiene importancia que la lámpara pertenezca al tren o al andén.
Podríamos pensar que posiblemente la longitud de las graduaciones en la dirección del
movimiento son alteradas de alguna manera por el movimiento: por ejemplo, en algún
momento se planteó que los móviles sufrían un acortamiento en la dirección del movimiento
respecto de los cuerpos fijos. Con esa hipótesis (FitzGerald-Lorentz) se logró solucionar
algunos problemas que ya mencionaremos, pero no nos ayudaría en este caso, ya que una
mitad del tren debería haberse acortado, y la otra alargado. Además eso establecería que los
288
dos referenciales no son equivalentes; y lo que estamos buscando es cómo puede pensarse el
tema respetando la posibilidad de que todos los referenciales lo sean.
De manera que inexorablemente debemos considerar la idea de que el tiempo transcurra de
manera diferente en cada referencial. Pero el transcurrir diferente no se limita a fluir con
distinto ritmo, sino que lo que debe considerarse es la pérdida de la noción de simultaneidad:
para los viajeros la luz llega simultáneamente a A‘ y B‘, pero no a A y B. Y viceversa para los
observadores del andén.
Ahora bien, si aceptamos esto (y necesariamente debemos hacerlo), también debemos aceptar
que puede haber problemas para comparar medidas de longitud en la dirección del
movimiento.
Así es que la longitud del tren medida por los pasajeros que van en él, es la distancia que ellos
encuentran entre A‘ y B‘, y medida por la gente del andén, es la distancia entre A y B.
A y B son dos espectadores que se paran en cada extremo del tren en un instante dado: es
decir, el tren pasa rápido, y A tiene que estar justo frente al extremo trasero exactamente en el
mismo instante en que B está frente al otro extremo. Pero los del tren no tienen la misma
noción de simultaneidad: ello ven que justo en el instante en que A pasa frente a A‘, B no está
frente a B‘, sino que ya había sido sobrepasado.
Esto significa que el problema que tendremos para transformar el tiempo de un sistema a otro,
también nos introducirá problemas para interpretar las distancias a lo largo del movimiento.
En cambio las distancias transversales no se ven alteradas por el cambio de referencial. Por
ejemplo la altura del tren: en el andén puede haber un pórtico de cierta altura tal que el tren al
pasar lo toca. Si tiene 3 m de altura, y el tren lo toca es porque tiene esa altura, y los pasajeros
pueden medirla y llegar al mismo valor.
Estas especulaciones nos permiten aproximarnos a las ideas que deberemos considerar.
L2
Luz de la
A fuente
O
L1
De manera que comencemos suponiendo que la Tierra está en reposo en el referencial inercial
privilegiado en el cual la velocidad de la luz es c. El operador ajusta el espejo A hasta asegurar (por
medio de la figura de interferencia) que L2 = L1. Los dos haces llegan simultáneamente, demorando
2L/c cada uno, en su recorrido a lo largo de su dirección particular.
Pero ahora imaginemos una situación más real: la Tierra viaja con cierta velocidad V (respecto del
referencial absoluto), y para comenzar la discusión, supongamos que lo hace a lo largo de la dirección
del brazo (1). Pero podemos suponer que el operador no conoce estos hechos.
Antes de seguir hay que analizar un detalle muy importante: el interferómetro no se enfoca hacia la luz
de una estrella o astro en especial que no participe del movimiento de la Tierra para ponerlo de
manifiesto, sino que la luz que ingresa proviene de una lámpara o fuente que pertenece al mismo
interferómetro. Hay que insistir nuevamente en que la experiencia solamente tiene sentido porque se
interpreta que la luz es una onda electromagnética que se propaga con velocidad de valor c en algún
referencial privilegiado del Universo, y se trata de detectar el movimiento de la Tierra respecto de dicho
referencial.
De manera que para que el haz dividido en O vuelva a reunirse allí, la trayectoria seguida por cada uno,
visto en ese referencial privilegiado, es:
B B‘
L2
O‘‘
A A1‘ O O‘
L1
En el instante t = 0 (esto no es la teoría de EINSTEIN, esto es un intento de salvar la física clásica, con
su tiempo absoluto, encontrando un referencial privilegiado, que podría ser considerado de reposo
absoluto, en el cual se cumple el electromagnetismo), la luz ingresa al espejo divisor de haz, O, y en
ese instante los otros espejos están en A, y B.
290
El haz que continúa sin desviarse encuentra el espejo A en el lugar A1‘, en el instante t1‘ = L1/(c+V). Allí
se refleja y encuentra al espejo O en cierto lugar en el instante t1‘‘= t1‘+L1/(c-V)
2 L1 1
De manera que en total demora t1 = t1‘‘
c 1 V2 c2
2 L2 1
El otro haz sigue la trayectoria OB‘O‘‘, para la cual demora: t2
c 1 V2 c2
De manera que si los brazos son iguales los dos haces no van a demorar lo mismo, y el haz a lo largo
de L1 va a llegar atrasado.
Pero el operador regulará la posición del espejo A hasta que la figura de interferencia le indique que los
dos haces se encuentran sin defasarse.
Esta condición, equivalente a la igualdad de ambos brazos cuando V = 0 (es decir en el referencial de
reposo absoluto), ahora se alcanza si L1 L 2 1 V 2 c 2 .
El asunto es que el operador no conoce los valores exactos de la longitud de cada brazo, dado que la
medida precisa es la que obtiene por la interferencia, de manera que interpreta que los ha igualado de
la mejor manera posible.
Pero si ahora gira 90º la plataforma, resultará que el lado más corto, L1, irá a la posición en la cual la
luz demora menos, así que los haces se defasarán, y con la corrección que el operador deberá hacer
nuevamente para lograr sincronizar los haces, podrá calcular el valor de V.
Si ahora pensamos en una situación real en la cual se desconoce la dirección del movimiento de la
Tierra respecto del referencial absoluto, ella se podrá obtener girando la plataforma hasta obtener el
máximo atraso para el haz en esa dirección.
Claro que además la dirección del vector V puede no estar en el plano horizontal, y se podría necesitar
una movilidad complicada para ubicar completamente el vector, pero todo eso no tiene ninguna
importancia, simplemente porque la experiencia arroja un resultado absolutamente negativo: fue el
resultado negativo más sorprendente, famoso, y fructífero de la Historia.
No importa cómo se ubique el interferómetro, una vez que se calibran sus brazos para que los haces
vuelvan sincronizadamente al punto O, por más que se cambie la orientación, no se puede detectar
defasaje alguno entre los haces. La Tierra parece estar siempre en reposo absoluto: siempre se llega a
la conclusión de que V = 0.
En el momento inicial esto fue muy sorprendente, pero era físicamente posible que justo en el día inicial
de la experiencia la Tierra estuviese en reposo en el referencial absoluto. Claro que a los 6 meses, el
movimiento orbital habría cambiado la velocidad en aproximadamente 60 km/s, valor perfectamente
detectable por el instrumento.
De manera que la experiencia se hizo muchas veces en todas las condiciones posibles. Pero siempre
fue lo mismo. Siempre se obtuvo V = 0.
NOTA 1.
El resultado parece muy lógico a cualquiera que no considere la teoría que
está de por medio: si la lámpara pertenece al aparato, ¿qué diferencia va a
encontrarse poniéndolo en diferentes posiciones?
291
Otra explicación fue la contracción de FITZGERALD-LORENTZ: estos dos físicos, George Francis
FITZGERALD (1851-1901) en 1889, y Hendrik Antoon LORENTZ (1853-1928) en 1892, proponen que el
sistema que se mueve respecto del absoluto sufre una contracción en el sentido del movimiento, de
valor aproximadamente L/L ½ V2/c2 1 – (1-V2/c2)½. De esta manera, cuando se sincroniza la
llegada de los haces con el brazo (1) a lo largo del movimiento, la relación L1 L 2 1 V 2 c 2 se
cumple si los brazos tienen la misma longitud ―nominal‖ pero el (1) ha sido víctima de este
acortamiento. Al girar el instrumento este brazo recuperará su valor nominal, y se acortará el otro,
preservando siempre la sincronización.
FITZ GERALD y LORENTZ encuentran así las que posteriormente se han llamado ―transformaciones de
LORENTZ‖ que caracterizan los cambios entre referenciales inerciales en Relatividad.
Transformaciones de Lorentz
EINSTEIN conocía estos resultados negativos de la experiencia de MICHELSON, y estas
transformaciones de coordenadas necesarias para que se pudiera obtener la velocidad de la luz
con el mismo valor en cualquier referencial, y se sirve de ellos para plantear una revolución
en la concepción del espacio-tiempo.
Entonces EINSTEIN enuncia que:
Equivalentes para enunciar las leyes del electromagnetismo es traducido aquí como el
enunciado simple de que la velocidad de la luz tiene el mismo valor en todos ellos.
Entonces ahora vamos a tratar de elaborar las modificaciones necesarias en nuestras
concepciones para que se pueda cumplir esto.
En principio podemos decir que no hay cambios para la forma en que un observador inercial
organiza su sistema de ideas: él tiene sus ejes uniformemente graduados, sus relojes
sincronizados, etc., y puede encontrar natural que las ondas electromagnéticas en el vacío
viajen con una velocidad fija en cualquier dirección, independientemente de la velocidad de la
fuente que las emite, si eso es lo que afirma la teoría. Y lo que le va costar entender es que
otro observados que está en movimiento respecto de él, pueda medir los mismos valores de
velocidad de estas ondas.
292
En este punto es importante recuperar algunas ideas acerca de lo que se pretende indicar
cuando se habla de lo que mide un observador. Cuando hablamos de la posición o el
movimiento de una partícula siempre lo hacemos en el marco de algún referencial, al cual
corresponde la descripción del observador. Así es que cuando decimos que el observador ve
que la partícula pasa en tal instante por tal punto con tal vector velocidad, lo que se establece
es simplemente el conjunto de datos objetivos (posición, velocidad, etc., en determinado
instante), el cual es absolutamente independiente de que realmente exista o no un observador
registrándolo u observándolo.
Más aún, es costumbre imaginar al observador en el origen del sistema de coordenadas que
se toma de referencia, lo cual carece absolutamente de sentido: el observador simplemente es
todo el sistema de referencia, con la capacidad de registrar todo lo que sucede en cada uno de
sus puntos en cada instante.
Es decir, el referencial está munido de un sistema de ejes cartesianos y, y, z, con origen O,
que simbolizaremos con (O, x, y, z).
Los ejes son rectilíneos, perpendiculares entre sí, y están graduados uniformemente hasta el
infinito con alguna unidad de longitud, y en cada lugar hay un cronómetro que registra el
instante en el que ocurre algo en ese lugar.
Aquí hay un punto importante: cuando se dice el instante t en que ocurrió algo, no se alude al
instante en el que se lo observó desde el origen, o desde otro lugar determinado, sino a lo que
indicaba el cronómetro del lugar en el que ocurrió.
En la física clásica podía considerarse la posibilidad de que algo ocurrido en un lugar, fuera
conocido instantáneamente en otro lugar. La fuente inspiradora de esa idea era el hecho de
que la velocidad de la luz era tan enormemente grande comparado con cualquier otra, que se
la podía imaginar infinita, y así, no sólo que la información que ella transportaba podía
considerarse que llegaba instantáneamente, sino que además ayudaba a imaginar que podría
haber otros métodos de tomar conocimiento instantáneamente de lo ocurrido a cierta
distancia.
Básicamente la propagación casi instantánea de la luz es lo que llevó a elaborar la idea de
cómo el tiempo parece ser: algo que fluye uniformemente con total independencia del
observador (o del referencial). Es la idea del tiempo absoluto: el tiempo de la física clásica.
Una vez instalada la idea del tiempo absoluto, hasta se pierde de vista el hecho de que ella
depende de la existencia de algo que se propague instantáneamente. Pero es claro que con la
física que se puede elaborar dentro de la idea del tiempo absoluto, no se puede explicar que la
velocidad de la luz no dependa del observador.
Ahora debemos abandonar esa idea, pero para poder hacerlo debemos tener cosas seguras a
las que aferrarnos. Una cosa segura ahora será la constancia de la velocidad de la luz, y la
vamos a utilizar como medio seguro para sincronizar y controlar relojes.
De esta manera, en cada referencial, es posible emitir un pulso de luz desde el origen en el
instante t0, el cual será recibido por el encargado de controlar el sitio A en el instante en que el
cronómetro de ese sitio indica tA, y siendo reflejado de vuelta al origen llegará a éste en el
instante t1. Luego de realizado este procedimiento el encargado de controlar el origen
determina que la distancia al sitio A es dA = ½ c (t1 – t0), y comunica al encargado del sitio,
que su reloj debe indicar t‘A = t0 + (t1 – t0)/2 = (t0 + t1)/2.
Es decir, estamos presuponiendo que el referencial puede tener un encargado de cada sitio,
con un encargado del origen que se encarga de todos los procedimientos de sincronización, y
con un cronómetro en cada sitio, capaz de funcionar perfectamente, es decir sin atrasarse ni
293
adelantarse. Cuando el encargado del sitio A recibe la información del valor t‘A que su
cronómetro debió indicar al recibir el pulso de luz, eso le sirve para verificar si su reloj está
correctamente sincronizado, o para saber cuánto debe atrasarlo o adelantarlo. Pero no tiene
dudas sobre si su reloj está funcionando bien.
Es decir, estamos planteando la situación ideal de que en todos los sitios hay relojes ideales
que funcionan perfectamente bien, y que son sincronizados con algún procedimiento como
éste, que gracias a la constancia de la velocidad de la luz garantiza que es posible determinar
exactamente el instante en el que ocurre algo en cualquier lugar del Universo por lejano que
sea, por medio del reloj que está allí y que hemos sincronizado de esta manera.
Por supuesto que se puede demorar muchísimo tiempo para sincronizar los relojes de sitios
muy lejanos, y también muchísimo tiempo para reunir (por ejemplo en el origen) la
información de dónde/cuándo ocurrieron determinados eventos lejanos. Además es claro que
si el observador en el origen mira con un telescopio las diversas regiones de su sistema, él no
los ve sincronizados: ve más atrasados a los más lejanos, conforme le va llegando la luz desde
ellos. Pero él sabe que están sincronizados y que debe creer en la indicación de cada uno.
Bien, de manera que conceptualmente es claro que se puede concebir cada referencial lleno de
ejes graduados y relojes perfectamente sincronizados, que permiten determinar perfectamente
en qué instante ocurre cada cosa en cada lugar. Estas determinaciones estarán totalmente
libres de efectos aparentes: no importa si algo se ve ocurrir antes porque ocurre cerca y la
información llega primero. Lo que se tiene en cuenta es el instante indicado por el reloj que
está en el lugar en el que el evento ocurre – y los relojes son todos ideales y están
estrictamente sincronizados con el procedimiento que aprovecha la propiedad clave que es la
constancia de la velocidad de la luz.
De manera que lo que estamos diciendo es que la situación ideal de la física clásica,
aparentemente sigue sin cambios para cada observador inercial, y los problemas solamente
van a aparecer cuando él quiera comparar sus mediciones con las de otros referenciales
inerciales.
Y ahora vamos a buscar la forma de describir la marcha de un rayo de luz desde dos
referenciales inerciales que se mueven con velocidad V uno respecto del otro.
Es decir tendremos un referencial inercial (O, x, y, z, t) y otro (O‘,x‘, y‘, z‘, t‘) que viaja con
velocidad V respecto del primero, y en ambos trataremos de describir la marcha de un frente
esférico de ondas luminosas que parten de un dado lugar en cierto instante.
Dado que cada uno de los referenciales inerciales es homogéneo e isótropo, todas las cuentas
e simplifican si los orígenes de ambos sistemas se eligen en el punto desde el cual se emite la
luz, en ese instante, y los ejes homónimos de ambos sistemas se eligen paralelos entre sí.
Elijamos el eje x a lo largo del movimiento, de manera que para O, la velocidad de O‘ es
v O' V (V, 0, 0) , y viceversa, para O‘: vO V (V, 0, 0) .
Es decir, tenemos los dos referenciales con sus ejes x superpuestos moviéndose a lo largo de
los mismos, y en el instante en que los dos orígenes se superponen, parte de ese origen
común, el frente de ondas esférico en todas direcciones. Por simplicidad los relojes de los dos
referenciales se sincronizan de manera que el reloj del origen de cada uno indica cero también
en el instante de la superposición y partida de la luz: t = 0 = t‘.
Ahora bien, queremos encontrar una transformación lineal entre las coordenadas de ambos
sistemas. La transformación debe ser lineal porque el espacio es homogéneo para ambos
sistemas.
294
Por otra parte es claro que estamos ante un problema de simetría cilíndrica alrededor del eje x:
lo que suceda con y es lo mismo que con z. Basta con estudiar la marcha de un rayo de luz en
el plano (x, y).
Por otra parte, no se espera un cambio en las unidades de medida entre ambos sistemas: en
ambos sistemas se utiliza la misma regla de longitud unitaria, y el mismo reloj.
Además como ya hemos comentado, no debe haber cambios en las direcciones transversales
al movimiento. Es decir, si la regla con la unidad de medida en el eje y’ pasa frente a la regla
del otro referencial, ubicada en el eje y, o en cualquier línea paralela a este eje, en el instante
en que se superpongan deben verse coincidiendo en su longitud. Esto significa que debe ser y
= y’, y en realidad la transformación de coordenadas que debemos encontrar es entre (x, t) y
(x’, t’).
Es decir, debemos encontrar los coeficientes a, b, d, e, tales que:
x‘ = a x + b t
t‘ = d x + e t
y que:
1. si x‘= 0, para cualquier t‘, entonces estamos hablando del movimiento de O‘, y debe
ser x = V t
2. Si x = 0, para cualquier t, entonces estamos hablando del movimiento de O, y debe ser
x‘ = V t‘
3. Si x = c t, entonces estamos describiendo un rayo de luz que viaja a lo largo de x, y
también debe ser x‘ = c t‘
4. Si x‘ = 0, pero y‘ = c t‘, entonces estamos describiendo un rayo de luz que viaja a lo
largo de y‘, y debe ser x = V t, c t = V 2 t 2 y 2 (en donde, además y‘= y = c t‘)
Estas relaciones definen las Transformaciones de LORENTZ, que como ya hemos comentado
fueron halladas por LORENTZ en 1892 e interpretadas como indicativas de los alargamientos o
acortamientos que debía sufrir cada sistema en la dirección del movimiento, para que pudiera
explicarse el resultado negativo de la experiencia de MICHELSON-MORLEY.
Vale notar que si V << c, y dentro de distancias razonables, estas relaciones se transforman en
las expresiones usuales del cambio entre coordenadas de referenciales inerciales:
x‘ x V t
t‘ t
A éstas se las suele denominar ―transformaciones de Galileo‖.
Inspeccionando las transformaciones de Lorentz, queda claro que solamente tienen sentido
para V < c. Generalmente se utiliza definir: = V/c, factor adimensional, en módulo siempre
< 1.
Es interesante a veces tomar, por ejemplo, unidad de longitud = ―segundo-luz‖ (abreviaremos
―s.l.‖). En estas unidades c = 1, y V = .
Se suelen hacer gráficas x(t), con la costumbre de que el eje de ordenadas se reserva para el
tiempo.
xB(t) xD(t)
t xL(t)
xA(t)
1s
1 s.l.
x
O
Fig. 1: varias gráficas x(t) de movimientos uniformes a lo largo de x de
distinta velocidad: vA = 0; vD > vB. xL(t) corresponde a un rayo de luz.
Transformación inversa
Es fácil verificar que la transformación inversa se obtiene cambiando el signo a V:
x = (x‘ + V t‘) (1‘)
V x
t=( + t‘) (2‘)
c2
Pero en el referencial de O la regla viaja, y podremos escribir las funciones xA(t), y xB(t) que dan la
posición de cada extremo, viajando con velocidad constante V. Y para establecer su longitud debemos
efectuar la resta L = xB(t) xA(t), cuidando que x(t) se escriba para el mismo t para cada extremo.
Escribiendo la expresión (1) para cada extremo y efectuando la resta, tenemos que los términos V t se
eliminan al tener el mismo valor de t (para cada extremo), y queda:
xB‘ xA‘ = (xB xA) = L0.
Es decir L = L0/ = (3/5) L0.
Queda claro que el observador que tiene la regla en reposo mide la mayor longitud posible, que es la
propia. Para todos los que la ven viajar, es más corta. Claro que si cada sistema tiene una regla igual,
el efecto es simétrico: para cada uno su regla es más larga.
En las siguientes gráficas se indica la posición de cada extremo en función del tiempo para cada
referencial, teniendo en cuenta cómo las transformaciones de Lorentz modifican las graduaciones del
eje x.
t’
t
xA‘(t‘) xB‘(t‘)
xA(t) xB(t)
x’
x
O
O
L0 0,6 L0
Más adelante veremos que hay una forma de hacer estos diagramas (diagrama de Minkowsky), que es
mucho más eficiente y clara para mostrar estas relaciones.
Las restas hechas en este ejemplo constituyen una traslación que corre el origen del sistema
móvil al extremo A de la regla. Luego todo se reduce a estudiar cómo viaja el otro extremo.
Como esto siempre es posible, a veces conviene tener en claro que las Transformaciones de
Lorentz en general pueden plantearse como transformaciones de intervalos:
x‘ = (x V t)
Vx
t‘ = ( + t)
c2
Pero para entender que este efecto sea simétrico es necesario revisar las ideas. Para ello
veamos las figuras siguientes:
En t = tA
En t = tB
V V
tA‘ tB‘
x x
tA tA tB tB
xA xB xA xB
Fig. 2: un reloj móvil (que es un reloj de O‘), visto por O, o sea, comparado sucesivamente con
distintos relojes de O. En cada instante todos los relojes de O indican el mismo instante.
El evento A es el pasaje del reloj móvil por el origen O. Ocurre en xA = 0, tA = 0, xA‘ = 0, tA‘
= 0.
El evento B es el pasaje del reloj móvil por el lugar situado en xB, y ocurre en tB = xB/V.
Pero para el sistema móvil, cuyo origen es este reloj por definición, B sigue ocurriendo en el
origen: xB‘ = 0. De manera que ambos eventos, A, y B, ocurren en el mismo lugar para el
sistema móvil, y por lo tanto el intervalo de tiempo que los separa, es propio, y es el más corto
posible t‘ = t/. Utilizaremos la letra en general para el tiempo propio: = t/.
De esta manera en el referencial de O se observa, y se mide, cómo un reloj viajero atrasa.
Además podría verse que todos los relojes viajeros de O‘ atrasan exactamente al mismo ritmo,
pero que además están defasados entre sí.
Es decir, colocando un instante dado del referencial O, por ejemplo t = 0, en la expresión (2),
podría verse que t‘ tiene valores diferentes en los diferentes lugares, como se ilustra en la
figura 3:
t‘ = Vx/c2
V V V V V
+2 +1 0 1 2 Relojes de O‘
0 0 0 0 0 Relojes de O
x
Y esto explica por qué si en el referencial O‘ (para quien todos sus relojes están perfectamente
sincronizados, y no así los de O), se observa un reloj de O, viajando hacia x-, y se lo va
comparando con los sucesivos relojes de O‘, se lo verá atrasando.
Es decir, si tomamos el reloj fijo en x = 0, y comparamos su lectura t, con la t‘ de cada lugar
por el que va pasando:
t‘ = t
O bien, t‘ = t. Ahora t es el intervalo de tiempo propio, y es el más corto posible.
Intervalo relativista.
Aplicando las transformaciones de Lorentz es fácil verificar por cálculo directo, para dos
eventos cualesquiera A, y B, que la siguiente cantidad es independiente del referencial:
298
En cambio sí existen referenciales para los cuales los dos eventos son simultáneos, y en
cualquiera de ellos t‘ = 0, y d‘ = s.
Diagrama de MINKOWSKY
Este diagrama es una forma especial de representación gráfica (x, t), en la cual se puede
mostrar la graduación de los ejes para cada observador inercial de acuerdo con las
transformaciones de Lorentz.
Comencemos con el diagrama básico ya visto en la figura 1, en la cual se muestran las
gráficas x(t) de varios móviles animados de movimiento uniforme a lo largo de x, por
comodidad con unidades tales que c = 1.
xB(t) xD(t)
t xL(t)
xA(t)
1s
1 s.l.
x
O
El eje de ordenadas está graduado mostrando el transcurso del tiempo para el observador O, y
se denomina línea de mundo de O. Cada uno de sus puntos muestra la ubicación de O en cada
instante.
De la misma manera la línea xA(t) y xB(t) serían las líneas de mundo de dos observadores, A
que está en reposo, y B que viaja con cierta velocidad VB.
Ahora consideremos, para cada uno de estos referenciales, el origen ubicado de manera que
todos los orígenes se superpongan en un punto en el instante tomado como origen del tiempo
también para cada uno de los referenciales.
xA(t)
xB(t) xL(t)
1s
x
O 1 s.l.
Fig. 4: varias gráficas x(t) de movimientos uniformes a lo largo de x de
distinta velocidad: vA = 0; vD > vB. xL(t) corresponde a un rayo de luz.
La línea xA(t) podría tener la misma graduación que el eje de ordenadas, y la xB(t) debería
tener una graduación más espaciada, que muestre cómo marcha el tiempo para B. Cada una de
estas graduaciones indicaría el tiempo propio de cada observador.
Esta graduación puede hacerse recurriendo a la expresión del intervalo: x2 – c2t2 = s2
Cualquier valor negativo constante de s2 define una hipérbola (cualquier valor positivo
también, pero aquí estamos interesados en los negativos), y dado que no depende del
observador, esa hipérbola intersecta a cada línea de mundo en el mismo valor de tiempo
propio: x2 – c2t2 = x‘2 – c2t‘2 = s2.
300
2
2
1
1
x
O 1 2
Fig. 5: cada hipérbola x2 – t2 = -s2, intersecta la línea de mundo de
cualquier móvil que haya pasado por el origen en t = 0, en el valor t‘ = s.
2
x’
2
1
1
2
1 x
O 1 2
Fig. 6: el eje x ‘ indica los puntos de t‘ = 0, y debe graduarse con las
hipérbolas mostradas, de manera similar al eje t ‗.
301
t
t‘
2
x’
2
1
1
2
1
x
O 1 2
Fig. 7: las líneas paralelas al el eje x ‘ son líneas de instantaneidad para O‘: cada
una corresponde a un valor constante en (2); y las paralelas al eje t‘ corresponden a
un valor constante en (1).
Ejemplo:
Encuentre gráficamente las coordenadas de un evento A en ambos referenciales.
Desarrollo.
t t‘
A
tA
3
tA‘
2 x’
2
3
1
1
2
xA‘
1 x
O 1 2 xA 3
Ejemplo:
a) Muestre el proceso de medir una regla de unidad de longitud 1 a lo largo de x, viajando con
velocidad V en esa dirección.
b) Luego muestre cómo el viajero mide la regla cuando está en reposo en el eje x.
Desarrollo
a) Considere que un extremo de la regla fijo es el origen O‘, y el otro, A, está fijo en la marca 1 del eje
x‘.
302
t t‘
medición a
t = cte
1,0 x’
0,5 1,0
0,5
x
O 0,5 1,0
medición a t = cte
t’
x’
0,5 1,0
0,5
x
O 0,5 1,0
Y de similar manera:
dy dy vy
v‘y = (5)
dt (dt V dx / c ) (1 V v x c 2 )
2
dz dz vz
v‘z = (5‘)
dt (dt V dx / c ) (1 V v x c 2 )
2
Ejemplo
Considere que dos móviles se mueven a lo largo del eje x de cierto referencial, uno hacia el otro, con
las velocidades v1 = 0,8 c, y v2 = 0,8 c. Encuentre la velocidad con la que el móvil 1 ve acercarse al 2.
Desarrollo
Transformemos las velocidades a un sistema O‘ que se mueve a lo largo de x con V = v1.
v ‘1 = 0
v2 V 0,8 c 0,8 c 1,6 c
v ‘2 = 0,976 c
1 V v2 c 2
1 0,8·0,8 1,64
t
x(t)
B
Si se agrega una dimensión más al diagrama, por ejemplo el eje y, todos los rayos de luz que
pasan por un evento determinan una superficie cónica que da lugar a la denominación usual
de cono de luz. Por supuesto que el concepto incluye a las tres dimensiones del espacio,
aunque no se pueden representar gráficamente las cuatro dimensiones del espacio-tiempo.
Nota:
La ecuación x2 + y2 – z2 = 0 define una superficie cónica cuyo eje es el eje z, en el espacio
tridimensional. La ecuación x2 + y2 – c2 t2 = 0 define una superficie cónica, que podríamos dibujar, pero
cuyo eje es temporal. En el espacio tridimensional esta ecuación indica circunferencias en el plano z =
0, cuyo radio vale c·t, es decir se va expandiendo con t, y da lugar a que se dibuje un cono si se
representa el tiempo en la tercer dimensión.
La generalización a todas las dimensiones es x2 + y2 + z2 – c2 t2 = 0, que indica una superficie esférica
de radio r = c·t en cada instante, y que puede ser imaginada (pero no dibujada) como un hipercono en
el cuadriespacio cuando se agrega el eje t.
305
Un ejemplo ilustrativo
Consideremos un choque elástico frontal que ocurre entre dos partículas a lo largo de x, en el SCM, y
luego veamos qué ocurre al describirlo desde otro referencial que viaja también a lo largo de x.
Sea m1 = 1; m2 = 2; y las velocidades antes del choque son ~v = 2/3; ~v = 1/3 (se ha tomado c = 1; la
1 2
tilde es para indicar que son valores en el SCM, y el signo indica el sentido de cada velocidad).
Éste es un caso muy simple, estamos en un referencial inercial, y con Relatividad o no, las velocidades
después del choque deberán ser: ~v1 = 2/3; ~v 2 = 1/3.
Obviamente se cumple la conservación de la cantidad de movimiento lineal planteada como
m i v x i : m1 ~v1 + m2 ~v 2 = 0 = m1 ~v1 + m2 ~v 2 .
Ahora efectuemos la transformación de las velocidades a un referencial que se mueve con V = 0,8 c
en la dirección x.
~
vV ~
v 0,8
Para cada velocidad la fórmula de transformación es: v
~
1 V v c 2
1 0,8 ~
v
Con ella se obtiene, antes del choque: v1 = 22/23; v2 = 7/11; y después del choque: v‘1 = 2/7; v‘2 =
17/19.
Y ahora tratemos de verificar la conservación de la cantidad de movimiento lineal propuesta como
mi v x i :
Antes: m1 v1 + m2 v2 = 22/23 + 14/11 = 564/253 = 2,2292…; después: m1 v‘1 + m2 v‘2 = 2/7 + 34/19 =
276/133 = 2,0752…
Claramente m i v x i , que se conserva para el primer observador, no se conserva para el segundo (y
tampoco lo haría para cualquiera otro con cualquier valor de V que se eligiera).
306
2.2.- Cuadrivectores
La relatividad permite considerar el espacio-tiempo como un espacio vectorial de cuatro
dimensiones. Por razones de comodidad vamos a uniformar las unidades de todos los ejes
definiendo, en lugar del tiempo, una coordenada x0 = c t, la cual es temporal, pero tiene
unidades de longitud. De esta manera nos queda cada evento indicado por un cuadrivector
cuyas 4 coordenadas x son: (x0, x1, x2, x3) = (ct, x, y, z).
Utilizaremos como notación colocar subíndices griegos a una letra para designar al
cuadrivector correspondiente.
Es decir, un evento queda ubicado en tiempo y espacio, por un vector posición x en el
cuadriespacio, y será útil la notación: x = (x0, r ), utilizando el vector r , que da la posición
en el espacio tridimensional habitual de cada observador.
Las transformaciones de Lorentz pueden escribirse con una matriz de 44, L. Para el caso
de sistemas con los ejes espaciales de la misma orientación, y movimiento relativo a lo largo
de x, la operación matricial correspondiente sería:
x 0 0 0 x 0
x 0 0 x
(6)
y 0 0 1 0 y
z 0 0 0 1 z
Operación que también puede indicarse como:
x L x (6‘)
Para cada evento hay un punto en este espacio, es decir, un cuadrivector. De ese cuadrivector
conocemos las coordenadas que le atribuyen los distintos observadores inerciales.
Y las transformaciones de Lorentz son las que permiten hallar las coordenadas que un
observador atribuye a cada evento, a partir de las que le atribuye otro.
Nota.
Aquí por simplicidad trataremos de realizar todos los razonamientos limitándonos a las orientaciones de
ejes y movimientos relativos que hemos mencionado.
Es claro que se podrían plantear rotaciones en el espacio tridimensional de uno o de ambos
referenciales inerciales involucrados en cada transformación, para obtener matrices de
transformaciones más generales.
307
Obviamente todas las operaciones vectoriales entre elementos de este espacio dan por
resultado nuevos vectores del espacio. Pero ello no es así si nos limitamos al espacio
tridimensional de un observador, ya que las transformaciones de Lorentz mezclan la
componente x con la t de un observador para encontrar la descripción de otro.
Esto significa que solamente tiene sentido tratar de enunciar leyes generales, si se refieren a
los cuadrivectores.
Por ejemplo, para un sistema aislado compuesto por partículas no tiene sentido pretender
enunciar la conservación de la cantidad de movimiento lineal a través de la expresión
mi v i cte , porque esa expresión está escrita con la parte tridimensional de los
cuadrivectores correspondientes, y cualquier transformación de Lorentz va a mezclar una
componente de estos vectores con alguna componente temporal que no figura en ellos.
Por eso vimos en el ejemplo anterior que en un choque entre dos partículas, la cantidad
m1 v1 m 2 v 2 se conservaba para algún observador inercial, pero no para otros.
Producto escalar
Una propiedad fundamental de las transformaciones de Lorentz, es que ellas garantizan que
todos los observadores obtienen el mismo intervalo relativista entre dos eventos cualquiera
según la expresión (3): s2 = –x02 + x12 + x22 + 32.
Ahora vamos a interpretar esta expresión, la cual, a partir del cuadrivector x, expresado no
importa por qué observador, permite obtener un escalar invariante, igual para todos los
observadores, como un caso particular de producto escalar en el cuadriespacio.
Es decir, dados dos cuadrivectores cualesquiera, u, y v, definimos como una propiedad de
este espacio vectorial la existencia de una operación denominada producto escalar, denotada
u v , la cual da por resultado un escalar invariante (independiente de las coordenadas que
cada observador atribuye a cada cuadrivector) según la siguiente expresión:
u v = u0 v0 + u1 v1 + u2 v2+ u3 v3 (7)
Si utilizamos la notación usual para las componentes espaciales: u = (u0, u ), v = (v0, v ),
podemos escribir también:
u v = u0 v0 + u v (7‘)
Donde u v es el producto escalar habitual en el espacio tridimensional.
El producto escalar es una operación que hace corresponder un escalar invariante a cada par
vectores. Escalar invariante aquí significa que da el mismo valor calculado con las
coordenadas de cualquiera de los observadores inerciales, y esa es la propiedad fundamental
del intervalo dado por (3). Por esa razón se considera que la invariancia del intervalo indica
cómo debe definirse el producto escalar en el cuadriespacio.
La notación para el intervalo, entonces, sería:
s2 = xx (3‘)
Vale agregar que hay muchas explicaciones y notaciones más completas y abarcativas que se
utilizan habitualmente para el producto escalar, que son muy útiles en tratamientos más
profundos y completos, pero que no son necesarios en este nivel.
308
Nota:
Los diferentes autores utilizan diferentes modalidades para tratar este tema, y aquí podemos mencionar
dos modalidades típicas.
1) Algunos definen el producto escalar, y el intervalo, con el signo opuesto al que estamos utilizando:
u v = u0 v0 u1 v1 u2 v2 u3 v3
s2 = xx = x02 x12 x22 32
En esta modalidad los intervalos temporales son reales, y los intervalos espaciales imaginarios.
2) Otros autores definen la componente temporal imaginaria: x0 = i c t. En este caso el producto escalar
se define con la misma expresión euclídea del espacio tridimensional:
u v = u0 v0 + u1 v1 + u2 v2 + u3 v3
s2 = xx = x02 + x12 + x22 + 32
En esta modalidad las transformaciones de Lorentz son simplemente rotaciones en el cuadriespacio.
Los intervalos temporales son imaginarios, tal como la coordenada temporal, y los espaciales son
reales.
Nota:
Estamos buscando cómo escribir leyes generales de la física. Ellas deben establecer relaciones entre
cuadrivectores, y no entre vectores espaciales, ya que deben ser equivalentes para todos los
referenciales inerciales. Pero luego deberemos saber traducirlas a afirmaciones sobre las entidades
que se miden y definen en el espacio tridimensional de cada observador.
309
Cantidad de movimiento
Las leyes sobre la cantidad de movimiento deben ser escritas para el correspondiente
cuadrivector. Para cada partícula habrá un escalar invariante m (igual para todos los
referenciales), que indicará su masa, y con él el cuadrivector cantidad de movimiento lineal
será:
p = m u = m c, m v (9)
Ahora vamos a pensar en la conservación de la cantidad de movimiento lineal. Para una única
partícula que se mueve libremente conservando v , automáticamente se conservan tanto m v
como m v , y para este caso no hay ninguna diferencia entre pensar que la cantidad de
movimiento tri-espacial p debe ser definida de una manera o de la otra (como m v , o como
m v ).
Pero ahora consideremos un sistema de varias partículas con masas, velocidades, etc.,
caracterizadas por un índice i:
pi = mi ui = i mi c ; i mi vi (10)
Donde i 1 v i2 c 2
1 2
.
Para todo el sistema deseamos definir una cantidad de movimiento total P como la suma de
todas las contribuciones de cada partícula:
P = p
i
i i mi c ; i mi vi
i i
(11)
Nótese que esta expresión (11) contiene un factor i para cada partícula, lo cual suena como
muy complicado, ya que cada uno involucra una derivación respecto de un tiempo propio i
particular para cada una. Esto, aunque se ve como una gran complicación, es lo que hace que
cada elemento, y con ello toda la suma, sean cuadrivectores.
Si las partículas interactúan entre sí, pero el sistema es aislado, pretendemos enunciar que P
se conserva. Si el mismo proceso se describe desde otro referencial, tendremos otro
cuadrivector, P‘, que también se conservará – ya hemos visto en un ejemplo de dos partículas
que eso no sucede con m i v i .
P‘ = p i = m c ; m v
i i i i i (13)
i
Nota:
Es interesante obtener (13) por medio de la transformación explícita de cada una de las velocidades
ui . Aquí mostraremos cómo hacerlo con el mecanismo cuadrivectorial:
i c 0 0 i c i c(1 v i x V c 2 )
v v
i i x 0 0 i i x i (V v i x ) (14)
i vi y 0 0 1 0 i v i y i vi y
i vi z 0 0 0 1 i v i z i vi z
De la igualdad entre los primeros elementos de estos vectores columna se obtiene fácilmente una
expresión muy útil y trabajosa de obtener de otra manera:
i i (1 v i x V c )
2
Con esta expresión las otras tres filas inmediatamente permiten obtener las transformaciones de las
velocidades (4), (5), y (5‘).
Y por otra parte, efectuando las sumas que plantea (12) sobre las componentes en el miembro derecho
de (14), se obtiene:
Componente temporal:
V
m
i i i mi
c2
i mi vi x
Pero el segundo término es nulo, ya que V es la velocidad del CM, y en él m vi i i 0 , de manera
que m
i i i mi
Componente x:
m v
i i ix i mi V i mi v i x
De manera que si m es el invariante denominado masa de una partícula, la cantidad que debe
considerarse como la cantidad de movimiento tridimensional es p m v ; lo cual, a todos los
fines prácticos equivale a atribuir a cada partícula una masa relativista, mr, que depende de la
velocidad según la expresión:
311
mr = m (15)
Y el valor m, invariante característico de cada partícula, es la masa propia, y corresponde a la
idea de masa en reposo.
Podemos completar el ejemplo anterior del choque elástico entre dos partículas, mostrando la
forma correcta de plantear la conservación de la cantidad de movimiento.
Ejemplo
Consideremos dos partículas que sufren un choque elástico a lo largo de x en el SCM, con masas
relativas m1r = 1; m2r = 2; velocidades antes del choque ~v1 = 2/3; ~v 2 = 1/3 (se ha tomado c = 1; y la
tilde es para indicar que son valores en el SCM).
Hallar las velocidades después del choque, y luego describirlo en un referencial que se mueve con V =
0,8 c en la dirección x.
Desarrollo
Las velocidades después del choque deberán ser: ~v1 = 2/3; ~v 2 = 1/3, y se cumple la conservación de
la cantidad de movimiento lineal planteada con las masas relativistas, que no cambian en este choque:
m1r ~v1 + m2r ~v 2 = 0 = m1r ~v1 + m2r ~v 2 .
Ahora bien, para describir el proceso desde otro referencial debemos conocer las masas en reposo, m1
y m2, que deben cumplir con:
m1 ~ ~
1v + m2 ~ ~
1 v =02 2
m1 ~ 2 ~
v 94
Es decir: ~ ~2 = 10 8 0,3953
m2 1 v1 2 9 1
Adoptemos: m1 = 10 8 0,3953; m2 = 1.
Ahora efectuemos la transformación de las velocidades a un referencial que se mueve con V = 0,8 c
en la dirección x. Eso ya lo hemos calculado y da, antes del choque: v1 = 22/23; v2 = 7/11; y después
del choque: v‘1 = 2/7; v‘2 = 17/19.
Y ahora debemos calcular las nuevas masas relativistas, para lo cual necesitamos los nuevos .
Resultan: 1 = 23 45 ; 2 = 11 72 ; 1‘ = 7 45 ; 2‘ = 19 72 .
Y con esto veamos la conservación de la cantidad de movimiento lineal:
Antes: 1 m1 v1 + 2 m2 v2 = 23 10 22 11 7
1
3
45 8 23 72 11 2
P M c, M V =
1
M c ; 0,8 M c ; 0 ; 0 15 2
c;
3
c ; 0 ; 0
1 0,8 2 8 2
Vemos que (haciendo c = 1) la parte espacial del cuadrivector P‘, coincide con el valor calculado
anteriormente para la cantidad de movimiento del sistema antes y después del choque en este
referencial.
Fuerza
Derivando el cuadrivector cantidad de movimiento de una partícula respecto del tiempo
propio, obtenemos el cuadrivector fuerza, f:
d d d
f p m c ; ( m v) (16)
d dt dt
Dado que p = m v es el vector cantidad de movimiento del espacio tridimensional, podemos
interpretar que la parte tridimensional del cuadrivector fuerza es veces la fuerza F del
espacio tridimensional ( F dp dt ):
f (f 0 ; f ) (f 0 ; F) (16‘)
Ejercicio:
Expandiendo para baja velocidad, muestre que se obtiene Ec ½ m v2.
Masa-Energía
En este punto EINSTEIN interpreta que el aumento de masa relativa de una partícula cuando
aumenta su velocidad, es un aumento de su inercia que se debe a que la energía cinética tiene
inercia. Continuando el razonamiento interpreta que toda energía tiene inercia según la
misma relación:
De este modo la masa de reposo m de cualquier partícula mide la inercia de una cantidad
energía de reposo E0 = m c2. Si existiera un proceso capaz de aniquilar la partícula, liberaría
de alguna manera esa cantidad de energía.
De este modo la cantidad mr c2 = m c2 es la energía total de la partícula, suma de la de
reposo más la cinética:
E = E0 + Ec = m c2 (20)
Esto nos permite re-escribir el cuadrivector momento lineal dado por (9), de la siguiente
manera, y re-bautizarlo cuadrivector momento-energía:
p = E c ; p (21)
Es decir, energía y momento lineal son componentes del mismo ente del cuadriespacio: la
componente temporal es la energía (dividida por c por razones de uniformar unidades – notar
que c allí es simplemente una constante universal que no afectará a ningún significado).
Nota
Es interesante reescribir y examinar las expresiones (11), (12‘) y (13), correspondientes al cuadrivector
momento-energía de un conjunto de partículas.
Ahora diríamos que cualquier partícula tiene la energía Ei = i mi c2, y su cuadrivector momento energía
es: p i E i c 2 ; p 2i c ; v i . Y con esto, el cuadrivector momento energía de todo el conjunto
E
c
E
podría escribirse: P = E c ; 2i v i , donde E = Ei es la energía total del conjunto.
c
Si este sistema fuese el SCM, se tendría P E c ; 0 , y en un sistema O‘ desde el cual se ve al SCM
E E
viajando con V , se tendría: P E c ; 2 V = E c ; 2 V
c c
Vemos que la cantidad Ei/c2, que es igual al producto i mi, juega el papel de masa de cada partícula en
la cantidad de movimiento tridimensional, y su suma en la del conjunto, lo cual justifica la denominación
de masa relativista.
314
Todo funciona como si hubiera una masa para la fuerza longitudinal y otra para la transversal.
De manera que no es posible extrapolar directamente todas estas ideas de la dinámica clásica
a la relativista. La ley que se puede extrapolar directamente es la del impulso: F dp dt .
Vale notar que en el referencial de reposo instantáneo (que equivale a decir: para v << c),
también se cumple F m a , como puede verificarse valuando v = 0, = 1, pero
a dv dt 0 , en todas las expresiones anteriores.
a0 t
De manera que, eligiendo t0 = 0 para abreviar la escritura: v c , y luego integrando y
c 2 a 02 t 2
c2 a 02 t 2
eligiendo x(t0) = 0: x 1
a0 c2
Vemos que v c, para t , como corresponde al aumento indefinido de la masa relativista con la
velocidad.
Vale notar que éste es el caso de un electrón (o cualquier partícula cargada) abandonada en reposo en
un campo eléctrico uniforme y constante, dado que las fórmulas de transformación correspondientes
para un campo eléctrico alineado con el movimiento del observador indican que el valor de este campo
es independiente de la velocidad del referencial. De manera que la fuerza sobre la partícula: F q E ,
resulta constante a medida que ésta se acelera.
Energía de ligadura
La diferencia entre la masa (en reposo) de los nucleones cuando están separados y la masa del
núcleo constituido por ellos, multiplicada por c2, nos da una cantidad de energía faltante (para
el núcleo), es decir que el núcleo ha debido irradiar o entregar a algún agente o sistema
externo para formarse.
Esa cantidad de energía es la que se requeriría entregar para disociar el sistema y volver a
tener todos los nucleones separados, y por ello recibe la denominación energía de ligadura. Si
denominamos mn a la masa del neutrón, mp a la masa del protón, y mnu a la masa del núcleo:
Elig = (Z mp + N mn - mnu) c2 (22)
Dividiendo la energía de ligadura por el número de nucleones tenemos la energía de ligadura
por nucleón (figura 9).
317
MeV/nucleón
16
12
O
C 8 63 238
56
Fe Cu U
4
He
7
Li
5
3
2
2
1 H
A
Podemos ver que los núcleos de entre 50 y 120 nucleones son los que tienen menos energía
(máxima ligadura) por nucleón. De manera que se obtendría energía tanto si se consiguiera
romper núcleos muy masivos en fragmentos de ese orden de nucleones, como si se
consiguiera fusionar núcleos menos masivos para obtenerlos. En la fisión nuclear, por
ejemplo, se consigue romper núcleos de alrededor de 240 nucleones (uranio, plutonio, o
similar) en fragmentos de alrededor de 100 y 140 nucleones, como estroncio, xenón, kriptón,
etc., y se aprovecha la diferencia de energía.
También se observa que se la cantidad más enorme de energía se podría obtener si se
consiguiera fusionar deuterones para obtener helio. Ese es el proceso de fusión nuclear, la
fuente de energía de las estrellas.
MeV/nucleón
2
H
937
935
7
Li
4 16
He O 238
U
56 63
12
C Fe Cu
A
930
20 40 60 80 100 120 140 160 180 200 220
Esta gráfica, aunque contiene exactamente la misma información que la
anterior, conduce más directamente a otro tipo de razonamiento que es de
interés: lleva a establecer un paralelo entre los procesos que liberan energía
buscando el estado de mínima energía de las capas electrónicas (reacciones
químicas exotérmicas, emisión de radiación, etc.), y las reacciones nucleares
donde los núcleos buscan su mínima masa-energía.
Se sugiere, sobre todo para su enseñanza, combinar razonamientos con el
empleo de ambas gráficas.
Energía de desintegración
Toda reacción nuclear que entrega energía lo hace según la relación:
Q = m c2
Q es la energía de desintegración, que se reparte como energía cinética de los diversos
fragmentos, y m , el defecto de masa, es la diferencia entre las masas iniciales y finales:
m = mX – (mY + mP) (23)
Donde mX , mY y mP son, respectivamente, la masa en reposo del núcleo padre, la del núcleo
hijo y la de la partícula emitida. Si el núcleo se fragmenta en más de un núcleo hijo, como
ocurre en la fisión nuclear, podremos tener m = mX – (mY1 + mY2 + mP), o algo equivalente
según la reacción, planteando siempre la conservación de la energía.
m1 + m2
x
Antes
m1 m2
Después v1 v2 x
posibles: o bien por un único decaimiento - de 13,4 MeV, o bien a través de un primer decaimiento -
con una energía de 9 MeV hasta un estado excitado de 12C* seguido por un decaimiento de 4,4 MeV
a 12C en su estado fundamental.
Si quisiéramos hacer alguna cuenta con la emisión , deberíamos tratar a este caso de la misma
manera que hicimos con la desintegración . Llamaremos Q* a la energía de la desintegración
únicamente (4,4 MeV), m1 a la masa (en reposo) del 12C, y m2 a la del fotón emitido.
Por razones básicas de Mecánica Cuántica, el fotón es una partícula de radiación electromagnética, de
energía E = h f, siendo h la constante de Planck, y f la frecuencia de la radiación. Es una partícula sin
masa en reposo, pero con masa relativa m = E/c2 = h/c, y cantidad de movimiento p = h/.
Nos instalamos en el sistema centro de masa: inicialmente un cuerpo de masa m* = m1 + m2 (el 12C*)
está en reposo, y luego emite el fotón de masa m2 = Q*/c2 a lo largo del eje x.
m1 + m2
x
Antes
m1 m2
Después v1 c x
Ejercicio
1.- Complete los cálculos para mostrar que el retroceso del 12C no es relativista y retiene
aproximadamente sólo el 0,02% de la energía de la desintegración.
2.- Muestre que la longitud de onda del fotón emitido será del orden de 310-13 m.
El efecto Compton
Este es un interesantísimo caso que conjuga fórmulas clásicas, relativistas, y esquemas
vectoriales para la conservación de la cantidad de movimiento lineal al más puro estilo de los
que se utilizan en la física básica.
El efecto fue descubierto en 1923 por Arthur COMPTON (1892-1962), que estudiando la
radiación X dispersada por un bloque de carbono descubrió que tenía longitud de onda mayor
320
que la radiación incidente (notar la fecha: aún no estaba claro que debiera aplicarse la fórmula
de DE BROGLIE), la cual además dependía del ángulo de dispersión.
Luego de estudiar el tema, COMPTON decidió que lo que se encontraba era el efecto de
choques de fotones X con electrones del carbono. La energía y cantidad de movimiento de los
fotones era suficientemente alta como para que los electrones pudieran considerarse
inicialmente libres y en reposo. Luego de la colisión los electrones habían sido arrancados de
su orbital, eran libres, y podían o no estar en condiciones de velocidad relativista.
El esquema de tratamiento es como sigue.
y c‘
Antes ‗ Después
c x
C e v‘
Y tendríamos que plantear las leyes de conservación del cuadrimomento-energía, que puede
escribirse como las leyes clásicas habituales de conservación de la energía y del momento
lineal.
Conservación de la cantidad de movimiento lineal:
y h h
pf‘ pf = pf‘= pe‘= me‘v‘
‘
pf x
pe‘
CAPÍTULO 8:
Mecánica variacional
Fie p i ri 0 (1)
i
322
Donde ri es cualquier desplazamiento virtual de la partícula i, lo que significa un
desplazamiento infinitesimal cualquiera permitido por los vínculos, el cual no necesariamente
ocurre en el movimiento real en algún t, es decir, aunque no ocurra en el movimiento real.
No vamos a deducir ni justificar ni usar esta ecuación, pero sí nos vamos a preguntar: ¿para
qué sirve esta ecuación? ¿Cuál es su sentido?
Nótese que en (1) no aparecen las fuerzas de vínculo; de manera que ése es uno de sus
sentidos: nos hemos desligado de un cierto número de fuerzas.
Otro de los sentidos es que estos grandes matemáticos, fácilmente inventaron métodos para
resolver esto. Métodos que no exigen hacer dibujos encontrando cada componente de cada
fuerza y especulando y razonando sobre la figura que resulta, sino que llevan a ecuaciones
diferenciales con las cuales la tarea se reduce a matemática pura, y ellos se sienten muy
cómodos.
Para entender un poco esta expresión observemos que si tenemos el caso de que las n
partículas sean libres y no haya vínculos, entonces todos los desplazamientos virtuales ri son
independientes entre sí, y al ser arbitrarios, la expresión (1) me conduce al razonamiento: si la
suma (1) tiene que dar cero con desplazamientos ri arbitrarios, entonces debe ser cero cada
término (porque para cada uno podríamos elegir que todos los otros desplazamientos fueran
nulos, y entonces ése sería el único término que quedaría en la suma, y debería por lo tanto ser
nulo – y el razonamiento valdría para todos).
Por otra parte, para ese término Fie p i ri 0 , el hecho de que deba ser nulo para un
desplazamiento ri que es un vector arbitrario indica que debe ser nulo el vector Fie p i .
Es decir, llegamos a que para cada partícula debe cumplirse la ley del impulso:
Fie p i 0
Es decir, hemos verificado que para las partículas libres (1) equivale a las leyes de Newton, y
hemos encontrado un modo de razonar con ciertos entes denominados desplazamientos
virtuales, y no parece que hayamos ganado algo.
Pero analicemos otro caso simple: un péndulo simple, o sea una masa m, con un vínculo que
solamente le permite desplazamientos r perpendiculares a r (si el origen es el punto de
suspensión).
Ahora tenemos una condición de vínculo: r r 0 , que podemos traducir en que se ha
perdido un grado de libertad: si consideramos las direcciones de las coordenadas esféricas, r,
, , tenemos que r = 0, y solamente podemos considerar desplazamientos virtuales (r ) =
r , y (r ) = r sen , es decir, desde el punto de vista práctico, para la expresión (1), y
.
Y considerando estos desplazamientos arbitrarios, la expresión (1) nos dice que para cualquier
dirección tangencial a la superficie esférica r = cte, se debe cumplir la ley del impulso
tangencial considerando la fuerza tangencial externa que se aplique (en este caso la
componente tangencial del peso), y sin tener que considerar la fuerza aplicada por el vínculo.
La fuerza aplicada por el vínculo (vínculo ideal sin rozamiento) está en la dirección radial,
para la cual (1) no dice nada; pero esa ausencia de información sobre la dirección radial no
influye en el movimiento.
323
Es decir, que (1), llamado el Principio de D‘ALEMBERT, o de los trabajos virtuales, nos
permite disminuir el número de coordenadas a tratar, y trabajar solamente con las
independientes.
Es decir, si hay vínculos que relacionan de diversas maneras los desplazamientos posibles de
las n partículas, el sistema tendrá un número s < 3 n de grados de libertad, y habrá un
conjunto de coordenadas independientes q1…qs que permiten expresar unívocamente el
estado del sistema. Es claro que todas las variables del sistema se podrán escribir en términos
de estas coordenadas generalizadas. En particular ri ri (q1 , , , q s ) ri (q j ) , y a través de estas
relaciones, todo lo que dependa de ri se puede escribir en función de las qj.
Dado que estas coordenadas son independientes por definición, para ellas se tendrán s
desplazamientos virtuales qj arbitrarios.
Y luego, manipulando un poco estas transformaciones de coordenadas se llega a que la
expresión (1) puede escribirse:
d Ec Ec
dt q
q Q j q j 0
(2)
j
j j
Donde Qj son las fuerzas generalizadas, que se obtienen al hacer la transformación de
coordenadas:
e ri
Q j Fi
i q j
s n
Es decir, las Qj cumplen con: Q
j1
j q j Fie ri , expresión que justifica la denominación
i 1
trabajos virtuales, ya que el miembro derecho es el trabajo que harían las fuerzas en los
desplazamientos virtuales.
Y en el caso en que estas fuerzas son gradientes de una energía potencial Ep, entonces
Fie r = Ep, y las Qj son los gradientes en las coordenadas qj:
Ep
Qj (3)
q j
Notar que en coordenadas cartesianas ésta es la expresión (12) del Capítulo 3: Fx = -Ep/x.
Y ahora, considerando la independencia de los qj, podemos enunciar que (2) implica que
todos los paréntesis son nulos.
Es decir, (2) equivale a s ecuaciones que deben cumplirse:
d Ec Ec
Qj 0 , j = 1, 2, …s
q
(4)
dt
q j j
Y también, para los casos en que las Qj son gradientes de Ep, y siendo que Ep no depende de
las velocidades q j , las ecuaciones (8.4) quedan:
d (Ec Ep ) (Ec Ep )
0 (5)
dt q j
q j
324
No hemos demostrado muchos pasos de este procedimiento porque no es algo que vayamos a
utilizar. Pero nos interesa porque la ecuación (5) es la misma que obtendremos con el método
de LAGRANGE y HAMILTON. Y aunque el método es completamente diferente, es interesante
advertir que luego de NEWTON los matemáticos habían comenzado a idear métodos para
resolver problemas complejos a través de plantear estas variaciones virtuales, las cuales, luego
de ciertas manipulaciones, les transformaban la tarea de dibujar y analizar vectores con
componentes acciones y reacciones, en la tarea de resolver estas ecuaciones diferenciales. Y
la única información física de la situación planteada, está en las expresiones de Ec, y Ep, que
hay que saber escribir en términos de las coordenadas qj.
Éste que hemos visto es un método variacional diferencial, que continúa siendo una estrategia
válida actualmente.
Pero un año después, en 1744, Pierre Louis Moreau de MAUPERTUIS (1698-1759) presenta el
Principio de Mínima Acción, que es un principio variacional integral, muy parecido a los que
nos interesan.
La forma de este principio, sin entrar en detalles exactos, consiste en proponer que el
movimiento de un sistema entre dos puntos dados siempre es tal hace mínima la Integral de
Acción, siendo esta integral algo parecido a lo que ahora escribimos como:
S Ec Ep dt
t2
t1
Es decir, que el valor de S, calculado a lo largo de las trayectorias {qj(t)} que corresponden al
movimiento ―real‖ del sistema, el que corresponde a las leyes de la dinámica, es menor que a
lo largo de cualquier trayectoria variada arbitrariamente {qj+qj}. Como veremos, esto lleva a
las mismas ecuaciones (5) de D‘ALEMBERT.
De manera que MAUPERTIUS se entusiasma extremadamente con su hallazgo, y considera que
―entre todos los posibles movimientos que llevan de un punto a otro, la Naturaleza elige esos
que lo hacen con el mínimo gasto de acción‖, y que ―es la mejor expresión de la sabiduría del
Creador‖.
Este principio luego fue desarrollado y mejorado por LEIBNIZ y EULER. En 1778 Joseph Louis
de LAGRANGE, inventó una función, ahora denominada lagrangeano, con la cual luego, en
1835, Sir William Rowan HAMILTON (1805-1865) enunció la versión del Principio de mínima
acción que veremos en este capítulo.
Es interesante mencionar que en 1662 Pierre de FERMAT había enunciado el Principio según
el cual los rayos de la luz en la refracción y la reflexión, seguían el camino de mínimo tiempo
(Principio de FERMAT).
Para terminar vale agregar que las formulaciones lagrangeana y hamiltoniana de la mecánica
clásica que se desarrollaron a partir de estos principios, tienen la ventaja de que su
cosmovisión es más transferible a los marcos de la Teoría de la Relatividad y la Mecánica
Cuántica que la de las leyes de NEWTON. Esto ha hecho que este principio se considere un
principio fundamental de la física.
Acerca de la acción.
Se denomina a S integral de acción, o simplemente acción, y el enunciado muchas veces
establece que el movimiento del sistema está dado por el mínimo de la acción. Pero como
veremos, el procedimiento para encontrar el mínimo de la acción lo que encuentra son
extremos, y a veces el movimiento corresponde a un máximo de la acción.
Esto es similar a lo que ocurre con la luz y el Principio de Fermat: en la reflexión y la
refracción la luz sigue el camino del mínimo tiempo, pero es posible disponer sistemas
ópticos en los cuales la luz sigue alguna trayectoria de máximo tiempo (un ejemplo en la
figura 1).
326
A A
B B
‘
‘
L1
O‘ O‖
O‘ O O‖ O
Fig. 1. Dos casos de reflexión. En ambos el rayo reflejado OB, forma el mismo
ángulo con la normal que el incidente, AO. Pero en el caso de la izquierda el
trayecto AOB es más corto que cualquier trayecto vecino AO‘B, o AO‖B, mientras
que en el de la derecha, el AOB es el más largo.
qj(t)
(qj+qj)(t)
q2(t1)
q1
O q1(t1) q1(t2)
De esta manera el transcurso del tiempo hace que el punto en este espacio se vaya
desplazando, y el conjunto de funciones {q1(t)…qn(t)} determina una línea que es la
trayectoria del sistema en el espacio de configuración.
El estado mecánico del sistema en cada instante queda especificado por la posición y la
velocidad, es decir por el conjunto de funciones qj(t), y el conjunto de sus derivadas q j ( t ) .
Dada una posición cualquiera en un instante dado, {q1…qn}, es necesario dar la velocidad
correspondiente q 1 ...q n en el mismo instante para que quede especificado el estado, y con
eso la evolución posterior del sistema. En ese sentido, las velocidades son independientes de
las posiciones: fijada cualquier posición, es posible dar cualquier valor a las velocidades,
independiente de los valores dados a las posiciones en ese mismo instante.
Y en ese sentido las q y las q son variables independientes en la función lagrangeana: L =
L(q, q , t) . No obstante, una vez que se elije una trayectoria {q1(t)…qn(t)}, todas las q pasan a
ser funciones del tiempo derivadas de las correspondientes q(t), y también L pasa a ser la
función del tiempo L(q1 (t )...q n (t ), q 1 (t )...q n (t ), t ) que constituye el integrando de (6).
Ecuaciones de Euler-Lagrange
Finalmente llegamos a la clave del procedimiento, que es el método para encontrar las
trayectorias que extreman la acción.
Planteamos el extremo de S utilizando (8):
t2 L(q, q , t ) L(q, q , t )
0 L dt q j dt
t2
q j
t1 t1 q j q j
j
Necesitamos hacer un razonamiento en el cual la arbitrariedad de las variaciones nos permita
anular términos, de manera similar a lo hecho por D‘Alembert, pero no es posible porque hay
variaciones q que no son independientes de las q. De manera que eliminamos estas
variaciones con (7):
328
t2 L L d
0
t1
q j q j dt
(9)
j q j q j dt
q
t2
Y ahora para lograr una expresión de la forma 0 j j dt , integramos por partes el
t1
j
d L L d d L
q j q j q j
dt q j q dt
j dt q j
y esta expresión es nula porque se han definido la variaciones de manera de anularse en los
instantes inicial y final: qj(t1) = qj(t2) = 0
De manera que finalmente (10) queda:
L d L
q
t2
0 q j dt
t1
j
j dt q j
Y ahora la arbitrariedad de los qj nos permite exigir que todos los paréntesis deben ser
idénticamente nulos, ya que:
o Si definimos que todos los qj son nulos excepto uno de ellos, entonces la integral de
ese término de la suma debe ser nula – y luego el mismo razonamiento vale para
todos.
o Si ahora examinamos un término de la suma en particular, de índice k por ejemplo (ya
establecimos que su integral debe ser nula):
t 2 L d L
0 q k dt
q k dt q k
t1
Ahora aprovechamos la arbitrariedad de qk(t) para elegir que sea nula en todo t
excepto en un intervalo pequeño centrado en un valor particular t*. De esta manera la
integral tendrá solamente la contribución de ese intervalito, y para que sea nula con
cualquier valor que tenga qk(t*), todo el paréntesis valuado en t* deberá serlo.
De manera que finalmente hemos llegado a un conjunto de n ecuaciones diferenciales:
L d L
0 k = 1, 2, …n (11)
q k dt q k
329
Estas son n ecuaciones diferenciales para n funciones qk(t) que hacen que la acción S sea
mínima.
Estas son las ecuaciones de Euler- Lagrange. La similitud con la expresión (5) del método de
D‘Alembert nos permite inferir que para los sistemas conservativos:
L = Ec – Ep (12)
Nota:
Es posible inferir la forma de la función L a partir de razonamientos básicos sobre las simetrías del
espacio y el tiempo, y algunas nociones sobre lo que se puede esperar del comportamiento mecánico.
Y luego, a partir de razonamientos similares es posible deducir todas las leyes de conservación y de
comportamientos básicos de los sistemas de manera general, sin entrar en los detalles particulares de
cada uno.
Aquí el camino será mucho menos abstracto, como corresponde a este Curso.
y el extremo de la acción queda determinado por las 3n ecuaciones (11), que para este caso
dicen (utilizando nuevamente xi para xi, yi, o zi):
0 Fxi
d
m i x i
dt
Donde vemos que se obtiene que todas las partículas deben cumplir la Ley del Impulso, es
decir, se recupera la dinámica newtoniana.
De manera que queda demostrado que para cualquier sistema en el cual todas las fuerzas sean
derivables de una energía potencial, la función lagrangeana está dada por (12): L = Ec – Ep.
Vemos además que cada componente del momento lineal está dada por la derivada parcial de
L(x i ,..., x i ,...) con respecto a la derivada temporal de la coordenada correspondiente:
m i v i ,x L x i , lo cual, en notación vectorial puede abreviarse:
p i L r1 ,...rn , r1 ,...rn
ri
(13)
Ahora consideraremos una gran ventaja de estos procedimientos sobre los manejos con
vectores que exige la mecánica newtoniana tradicional: si en un problema dado buscamos la
trayectoria que hace mínima la acción, dado que la acción es independiente de las
coordenadas que se utilicen para calcularla, una vez que hallamos la trayectoria que la hace
mínima, ella es independiente de los cambios de coordenadas. Al cambiar éstas, simplemente
se obtiene la misma trayectoria expresada en nuevas coordenadas.
De manera que debe estar claro que si las ecuaciones de Newton hacen que la acción tenga un
extremo cuando está escrita en coordenadas cartesianas, y reescribimos todo en cualquier
sistema de coordenadas generalizadas qj, entonces resolviendo Euler-Lagrange, es decir, (11),
330
en cualquier sistema de coordenadas que sea, estaremos encontrando las funciones qj(t) que
hacen que se cumpla Newton en cartesianas.
deformabilidad de la varilla y su soporte), tendría algún parecido con el de nuestro péndulo. Para este
sistema estamos seguros de que la formulación lagrangeana es válida porque es un sistema
conservativo de una partícula con sus tres grados de libertad.
A medida que considerásemos constantes elásticas cada vez más grandes, la varilla se comportaría
cada vez de manera más parecida a la varilla rígida de nuestro problema, y siempre el tratamiento
lagrangeano describiría correctamente su movimiento. En el límite de constantes elásticas infinitamente
grandes, la elasticidad de la varilla y de su soporte desaparecen, y la varilla se transforma en el vínculo
que hace perder los dos grados de libertad correspondientes. Y queda una única ecuación de E-L para
el único grado de libertad restante, , y llegamos a la conclusión de que mientras los vínculos sean de
este tipo, sin fuerzas disipativas, la demostración de que las ecuaciones de E-L equivalen a las de
Newton para la partícula con sus 3 grados de libertad, también es válida para los grados de libertad que
dejan los vínculos.
Vínculos holónomos
Existen varios tipos de vínculos, con sus particularidades, tema en el cual no
profundizaremos.
El tipo más típico y simple, único en el que nos detendremos, es el de los vínculos
holónomos, que aquél en el que cada vínculo impone una condición:
f ( r1 , r2 ,..., rn , t ) 0 (14)
Éste es el caso de más interés. Para este caso son válidas todas las consideraciones que hemos
hecho. En él, cada ecuación de vínculos reduce un grado de libertad, pues alguna de las
coordenadas de posición queda definida implícitamente en función de las 3n – 1 restantes.
Un caso de estos vínculos es el de cuerpo sólido. Si un cuerpo es sólido entonces para cada
par de partículas del mismo, señaladas por los índices i, j, la distancia dij se mantiene
constante, de manera que se pueden escribir n(n1)/2 ecuaciones (una por cada par de
partículas)
( ri rj ) 2 d i2j 0
Ahora bien, estas ecuaciones de vínculo no son todas independientes, ya que en el sólido
basta con fijar la posición de cada partícula respecto de 3 no alineadas elegidas
arbitrariamente, para que queden determinadas todas las posiciones relativas, de manera que
en realidad hay 3n6 ecuaciones de vínculo independientes, y al sólido le quedan 6 grados de
libertad.
El caso del péndulo de longitud R con punto de suspensión en el origen sería otro ejemplo
muy simple, para el cual hay una ecuación de vínculo:
r2 – R2 = 0,
y el sistema pierde un grado de libertad.
Como se ve en (14), las ecuaciones de vínculo holónomos también pueden depender del
tiempo, cuando por ejemplo, algún mecanismo es móvil. Si en el péndulo, por ejemplo, el
origen tuviera un movimiento dado por rO ( t ) , la condición de vínculo sería:
( r rO (t )) 2 R 2 0
Claro que el movimiento en este caso es completamente distinto al del péndulo simple: basta
con imaginar un péndulo cuyo punto de suspensión es agitado por un agente externo
332
siguiendo una función arbitraria rO ( t ) ; y consecuente el lagrangeano, siempre escrito como
Ec – Ep, adopta una forma totalmente distinta como función de y , mucho más
complicada, y aún así las ecuaciones de Euler-Lagrange sirven para resolverlo, aunque no es
siquiera un sistema conservativo.
Hay otro tipo de vínculos, además. Por ejemplo una bola que rueda sin resbalar sobre una
dada superficie tiene, además de condiciones sobre la posición, condiciones sobre la
velocidad del punto de contacto. Esas condiciones no limitan el número de coordenadas
independientes, y deben ser tratadas de otra manera que aquí no interesa.
Para verlo con algo más de detalle. Supongamos el ejemplo más simple: una esfera de radio R
que rueda sin resbalar sobre una superficie plana. Su centro O se desplaza por el plano que
está a distancia R de la superficie plana, y para ubicarlo allí se necesitan dos coordenadas, por
ejemplo q1 y q2; luego se necesitan tres coordenadas angulares para determinar la orientación
de la misma (con dos ángulos q3 y q4 se especifica la posición de algún punto A de la
superficie de la esfera, y con un tercer ángulo q5 alrededor del eje OA, se indica la posición de
otro punto B).
Sin embargo, para especificar un estado inicial arbitrario, del cual dependerá todo el
movimiento posterior, es necesario especificar los 5 valores arbitrarios de las qj, pero no es
posible dar valores arbitrarios a las 5 velocidades q j , ya que la velocidad en el punto de
contacto debe ser nula, y eso introduce una condición de vínculo f (q1 ,..., q 5 , q 1 ..., q 5 ) 0 que
no está contemplada en la expresión (14).
No vamos a profundizar más en este tema. Baste saber que con algunas modificaciones a la
función lagrangeana pueden abarcarse todas las situaciones que son de interés en la física
teórica, y eso es lo que hace tan importante estos tratamientos.
Pero la integral del último término se cancela con la derivada, de manera que es simplemente
la diferencia entre los valores de la función f en los extremos:
t2
t1
df dt dt f (q( t 2 ), t 2 ) f (q( t 1 ), t 1 ) ,
Y la variación de esta diferencia es nula porque consideramos variaciones que mantienen fijos
los puntos en los instantes inicial y final: qj(t1) = qj(t2) = 0:
t2
df dt dt f (q( t 2 ), t 2 ) f (q( t 1 ), t 1 ) 0 .
t1
Esto significa que si una dada trayectoria qj(t) hace extrema la acción con L, también la hace
con L‘, de manera que podemos anunciar que el lagrangeano de cualquier sistema está
indefinido en una función aditiva que sea la derivada total con respecto al tiempo de una
333
Ejemplo desarrollado 2
Considere el caso del péndulo simple en dos dimensiones correspondiente al ejemplo 1.
Muestre que si se le suma una constante a la energía potencial, lo que se le suma al lagrangeano
puede ser escrito como la derivada respecto de t de una función f(t).
Desarrollo
Si Ep = m g R cos + C, el lagrangeano L = Ec – Ep queda
L = m R2 2/2 + m g R cos C = L‘ – C,
donde L‘ es el lagrangeano anterior. En este caso, trivialmente: L – L‘ = C = d (C t)/dt, de manera que
f = C t
Ejemplo desarrollado 3: péndulo simple cuyo punto de suspensión viaja con MRU
Considere el caso del péndulo en dos dimensiones correspondiente al ejemplo 1 analizado antes
(movimiento limitado a un plano vertical x,y), proponiendo ahora que el punto de suspensión es movido
con MRU, con v O (v O,x , v O, y ) .
m R 2 2 m v O2
L= m R cos v O,x m R sen v O, y m g ( y 0 v O, y t R cos )
2 2
b) Ahora se tiene:
p = L = m R 2 m R cos v O,x m R sen v O, y
dp
m R 2 m R sen v O,x m R cos v O, y
dt
L
m R sen v O,x m R cos v O, y m g R sen
De manera que cancelando los términos iguales en ambos lados del signo igual, las ecuaciones de E-L
quedan:
334
m R 2 m g R sen
Que es exactamente la misma ecuación que se obtuvo en el ejemplo anterior, la ecuación típica del
péndulo, y la misma que si hubiésemos hecho vo = 0, ya que esta velocidad no aparece aquí.
Esto se interpreta físicamente diciendo que la descripción con O fijo, y la descripción con O animado de
MRU, solamente difieren en que son descripciones del mismo movimiento desde dos referenciales
inerciales, y por lo tanto deben dar las mismas funciones (t).
c) Si llamamos L‘ al lagrangeano del ejemplo anterior, que es L escrito con vo = 0, entonces la
diferencia entre ambos es:
m v O2
L – L‘ = m R cos v O, x m R sen v O, y m g ( y 0 v O, y t ) ,
2
d m ( v O g v O, y t )
2
î ĵ k̂
B0
a) B A = k̂ B 0
2 x y z
y x 0
m 2 q B 0 ( x y y x )
L= ( x y 2 z 2 )
2 2
L q B0 y
px = m x m x q A x
x 2
L q B0 x
py = m y m y q A y
y 2
L
pz = m z m z q A z
z
q B 0 y L q B 0 y
b) p x m x m x q B0 y
2 x 2
q B 0 x L q B 0 x
p y m y m y q B0 x
2 y 2
L
p z m z 0 z 0
z
c) Para las coordenadas x e y tenemos ecuaciones acopladas. Derivando la 2da ecuación de E-L y
eliminando x con la 1ra: d 3 y dt 3 qB0 m y y cos( t ) , con , , constantes,
2
La trayectoria es una hélice de radio (v0x/), con eje paralelo a z (es decir al campo B 0 ), en el plano
(z, y), en y = (v0x/), recorrida en sentido horario visto desde z+, con velocidad v 0 que forma 30º con
el plano de la circulación (es decir 60º con el campo B 0 ), hacia z+.
Por otra parte, la fuerza magnética calculada en el instante t = 0 a partir de la expresión de Lorentz
( F q v B0 ), es un vector en dirección y-, de módulo q v0 B0 sen60º = q v0x B0, que curva la
trayectoria de una partícula de masa m con velocidad v0x en el plano de circulación, con un radio mv2/F
= m v 0 x q B0 = (v0x/), que es el valor obtenido de las ecuaciones de E-L.
Ecuaciones canónicas
En un sistema de n coordenadas independientes qj, a partir de la definición de los momentos
conjugados de cada coordenada: pj = L/ q j , se obtienen n funciones de transformación pj =
pj(q, q ,t) (estamos sobreentendiendo los índices en las variables, y lo continuaremos haciendo
mientras ese uso no de lugar a confusiones).
Suponiendo que estas funciones son independientes, definen implícitamente a las n
velocidades q j como funciones de las variables {q, p}: q j = q j (q, p, t).
Ahora podemos pensar en un espacio de 2 n dimensiones, cuyas variables son todas las qj y
los pj, denominado espacio de las fases. El principio según el cual el valor de todas las
coordenadas y las velocidades en un instante dado determina completamente el estado del
sistema, y su evolución posterior, también puede ser enunciado reemplazando las velocidades
por los correspondientes momentos, es decir postulando que el estado y evolución del sistema
quedan determinados por el conocimiento de todas las coordenadas y todos los momentos en
un instante dado.
De manera que en el espacio de las fases cada punto determina el estado de todo el sistema en
algún instante, y por lo tanto determina la línea que es la trayectoria de todo el sistema para
todo tiempo.
Podemos preguntarnos si sería posible calcular la acción (definida como Ldt) a lo largo de
trayectorias arbitrarias en este espacio fásico (es decir funciones arbitrarias {q(t), p(t)}), y
encontrar las trayectorias mecánicas extremando dicha acción frente a variaciones arbitrarias
q y p, que dejen invariantes las coordenadas espaciales en los instantes inicial y final del
intervalo considerado (q(t1) = q(t2) = 0).
Ahora bien, plantear que p pueda variarse independientemente de q, implica dejar de lado las
relaciones pj = pj(q, q ,t) obtenidas de pj = L/ q j , es decir, decretar que éstas no existen más,
y que los pj quedan definidos por ser todo el conjunto de variables necesarias para especificar
completamente el estado del sistema además de las qj en cada instante.
Pero inmediatamente encontramos un problema: si utilizando las relaciones q j = q j (q, p, t)
eliminamos las q j en la lagrangeana sustituyéndolas en términos de las nuevas variables
obtenemos:
L‘(q, p, t) = L(q, q j (q, p, t), t). (16)
337
Pero la integral de esta función a lo largo de una línea arbitraria en el espacio fásico no se
puede extremar, ya que:
t2
t2
t1 L dt
t1 j
L ( q , p, t ) q j q j L ( q , p, t ) p j p j
dt ,
y por lo tanto la anulación de esta integral, teniendo en cuenta la independencia de las
variaciones q y p, implica que sean nulas todas las derivadas parciales.
De manera que aunque L‘ coincidiría con L en cada punto de una trayectoria para la cual el
valor de p estuviese dado por las relaciones pj(q, q ,t), resulta que esas relaciones no existen en
este caso, ya que se obtendrían de pj = L/ q j , pero no tenemos L(q, q j , t), sino que
solamente tenemos L‘(q, p, t).
Aquí es donde es útil la transformación inventada por Adrien-Marie LEGENDRE (1752-1833).
Consideremos una función H(q, p, t) que se obtiene de la expresión: H = p q – L,
eliminando en ella todos los q sustituyéndolos por su expresión en términos de q y p:
H(q, p, t) = p q (q, p, t) – L(q, q (q, p, t), t). (17)
Veremos que esta función es muy importante y útil. Se la denomina función de Hamilton, o
hamiltoniana.
Con ella podemos definir una nueva función
L‘‘(q, q , p, t) = p q – H(q, p, t), (18)
la cual coincide con L en cada punto de una trayectoria para la cual el valor de p esté dado por
la relación pj(q, q ,t), pero que está definida sobre cualquier trayectoria arbitraria en el espacio
fásico, y que a diferencia de L‘ dada por (16), aún depende de las variables q .
Planteamos ahora extremar la acción calculada como la integral de línea de L‘‘ = p q H(q,
p, t), a lo largo de una trayectoria dada por funciones arbitrarias q(t), p(t), entre dos puntos
fijos determinados, t1, y t2, de la manera habitual (proponiendo variaciones arbitrarias q y p,
tales que las q se anulan en los extremos del intervalo).
A raíz de estas variaciones será
H H
L‘‘ = p q p q q q p p ,
en donde lo importante es advertir que q es la variación de la derivada temporal de q, sin
relación con la variación de los p. De manera que para el término p q vale:
p q d(p q) dt q p , y con esto la expresión para L queda:
d H H
L = p q dt (p q) p q q q p p
d H H
= p q q p p
p
q ,
q
dt
en donde, como siempre, al integrar L para expresar la variación de la acción, el término que
es una derivada se anula porque las variaciones q son nulas en los extremos de integración, y
338
dH L
(23)
dt t
De manera que, si L no depende explícitamente del tiempo, entonces H es una constante de
movimiento, y tampoco depende explícitamente del tiempo.
Ahora bien, veamos cuál es el significado físico de H cuando L = Ec(q, q ,t) – Ep(q, t).
½A
B
P1
x
½A+B A
B P2
x
P‘1
P1
A
x
P2
P‘2
Fig. 4. Dos trayectorias mecánicas de iguales coordenadas
iniciales (x1 = x‘1 = 0), y finales (x2 = x‘2 = A), pero diferentes
velocidades (v‘1 > v1 y v‘2 v2).
Además hay trayectorias no mecánicas (que no cumplen las leyes de la dinámica) que son
posibles. Por ejemplo, podemos pensar en ir desde x(t1) = 0, hasta x(t2) = A (siempre para t1 =
0, y t2 = /), con velocidad constante: x = x/t = A/ (la gráfica correspondiente se
muestra en la figura 5).
x
P1 P2
A/
x
A
P1 P(t) P2
P‘2 x
A
La gráfica de cada trayectoria en este espacio fásico muestra una relación p(x); no muestra
directamente la dependencia con el tiempo, aunque ella está definida por el valor de t que
corresponde a cada punto.
En cualquiera de las trayectorias, P1P2, o P‘1P‘2, se puede calcular perfectamente L(x, x , t),
ya que está determinado y no depende de p. Solamente la parte x de la variación afectará a la
acción calculada con esta L, que es completamente insensible a los valores de p.
De manera que el problema de determinar la trayectoria mecánica x(t) se puede resolver con
independencia del significado de p. Ésta podría, en principio, ser compatible con cualquier
p(x), es decir, con cualquier dibujo en el espacio fásico. La línea P1P2, por ejemplo, bien
podría ser la trayectoria mecánica, si la ubicación de los valores de t sobre ella reflejara
correctamente la función x(t) debida.
Es decir que el espacio fásico agrega un grado de libertad a las representaciones posibles de
nuestro problema mecánico, lo cual puede ser de utilidad para imaginar estrategias de
solución en determinados problemas complicados.
Recién al definir el significado de p aplicando p = L/ x = m x , la trayectoria mecánica será
la que muestra la figura 3.
Una muestra de una estrategia inadecuada, sería utilizar p = L/ x = m x , para reemplazar x
en L(x, x , t). Así se obtendría L‘(x, p, t) = L(x, x (x, p, t), t) = p2/2m – k x2/2.
Esta función obviamente sí depende de p, pero no de x . Y la acción calculada con ella no
tiene extremo en el espacio fásico (frente a variaciones arbitrarias x y p que dejen
invariantes las coordenadas espaciales de los instantes extremos).
En cambio la función p x - H(x, p, t) , con H definido por (17), que coincide con L si p = m x ,
es una función nueva si p es una variable independiente de x . Es la función: L‖= p x – p2/2m
+ k x2/2.
La acción calculada con esta función sí puede extremarse frente a variaciones arbitrarias
independientes x y p, con x1 = x2 = 0 (recordando que las x son derivadas temporales
de x), y da por resultado una relación x = x (x, p) (para este caso x = p/m), y una ecuación
diferencial para x(t).
p q H(q, p, t)dt ,
t2
t1
frente a variaciones independientes de las q y los p, que dejen invariantes q(t1) y q(t2).
Luego de una transformación (26), si es canónica, pediremos que se anulen las variaciones de:
P Q H(Q, P, t)dt ,
t2
t1
frente a variaciones independientes de las Q y los P, que dejen invariantes Q(t1) y Q(t2).
Ahora bien, siendo que las trayectorias mecánicas extreman estas integrales frente a
variaciones arbitrarias de los q y los p, que dejan invariantes las coordenadas inicial y final,
también las extreman si reducimos el conjunto de variaciones a las que dejan invariantes
coordenadas y momentos inicial y final.
Para que estas dos integrales tengan extremo a lo largo de la misma línea del espacio fásico,
es suficiente con que la diferencia de los integrandos sea la derivada temporal de una función
de las coordenadas, los momentos y el tiempo, F(q, p, t):
d
p q H(q, p, t) = P Q H(Q, P, t) dt F ,
De manera que podremos escribir:
dF p dq P dQ (H H) dt , (27)
La existencia de esta función garantiza que la transformación sea canónica, y se la denomina
función generatriz de la transformación.
Sin embargo no cualquier función F(q, p, t) es generatriz de una transformación canónica: si
se tiene un sistema mecánico, y una transformación canónica en el espacio de las fases,
entonces (27) será la diferencial total de una función F definida en este espacio; pero si se
escribe cualquier función F(q, p, t), ella no genera un transformación canónica.
No profundizaremos en los requisitos que debe cumplir una función para ser generatriz de una
transformación canónica; solamente veremos algunas características importantes.
En la expresión (27) podemos leer cómo relacionar los distintos elementos de la
transformación a partir de la función generatriz F:
343
F F F
pi Pi H H (28)
q i Q i t
Éste ha sido un tipo de función generatriz, y hay cuatro tipos principales: F(q, Q, t), (q, P, t),
(p, Q, t), y (p, P, t).
Si se tiene una de ellas se puede pasar fácilmente a otra por medio de una transformación del
tipo de Legendre. Así por ejemplo, si sumamos la diferencial de PiQi a ambos miembros de
(27), obtenemos:
dF P Q p dq Q dP (H H) dt , (29)
Es decir, sumando PiQi a una función generatriz del tipo F(q, Q, t), obtenemos otra, del tipo
(q, P, t), tal que:
pi Qi H H (30)
q i Pi t
Y procediendo de la misma manera, primero restamos pi qi a la función F:
(p, Q, t) = F(q, Q, t) – pi qi d q dp P dQ (H H) dt ,
qi Pi H H (31)
p i Q i t
Y por último, restamos pi qi a la función (que es lo mismo que sumar PiQi pi qi a la
función F):
(p, P, t) = (q, P, t) –pi qi d q dp Q dP (H H) dt
qi Qi H H (32)
p i Pi t
Nota:
Esta presentación de los cuatro tipos principales de funciones generatrices ha sido totalmente
esquemática, y deja muchos detalles sin profundizar.
Así por ejemplo, para revisar un detalle entre tantos, miremos la afirmación de que sumando PiQi a
una función generatriz del tipo F(q, Q, t), obtenemos otra, del tipo (q, P, t), es decir:
(q, P, t) = F(q, Q, t) + PiQi
Es claro que la suma indicada en el miembro derecho no da automáticamente una función de q, P, y t,
sino de q, Q, P, y t. De manera que para obtener explícitamente (q, P, t) con esta operación debería
sustituirse Q = Q(q, P, t), lo cual se obtiene de Pi = F/Qi (ver el siguiente ejemplo).
Ejemplo desarrolado
Considere el hamiltoniano del oscilador armónico unidimensional: H = p2/2m + m 2 x2/2.
a) Analice las características de la transformación canónica generada por F = ½ m x2 cotgQ.
b) Obtenga la generatriz (q, P, t) = F(q, Q, t) + PiQi, y muestre que genera la misma transformación
canónica.
Desarrollo
a) Aplicamos (28):
344
p = F/x = m x cotgQ
F mx2
P
Q 2 sen2 Q
H‘(Q, P) = H = ½ m 2 x2 (cotg2Q + 1) = P
Ahora las ecuaciones canónicas con las nuevas variables son:
Q H P
H
0
P Q
mx2
De manera que P = P0 = ; Q = t + Q0.
2 sen 2 Q
Entonces, volviendo a la representación (x, p), encontramos que la transformación canónica ha resuelto
el problema, ya que:
2P 2P
x 2 0 sen 2 Q 0 sen 2 ( t Q 0 )
m m
b) Para este ejemplo, F(q, Q, t) + PiQi = ½ m x2 cotgQ + P Q. Si bien la relación entre x, P, y Q,
hace que la derivada de esta expresión respecto de Q sea nula, así como está escrita contiene la
variable Q, y ahora la vamos a eliminar explícitamente.
De Pi = F/Qi ya hemos obtenido P = m x2/2 sen2Q; de manera que Q = arcsen(x (m /2P)½) y
sustituyéndolo en la expresión anterior se obtiene:
mx2 2P m
( x , P) 1 P·arcsen x
2 mx 2
2 P
Luego, con un poco de paciencia aplicamos (8.39):
2P m
m x2 p ; arcsen x Q m x2/2 = P sen2Q
x m P 2 P
Y sustituyendo en H = p2/2m + m 2 x2/2 se obtiene nuevamente: H‘ = H = P, sin que haga falta
utilizar /P en realidad.
345
ANEXO 8.1:
= v A v A
De manera que:
dv A
m q ( v )A ( v A)
dt t
Pero A t (v )A es la derivada respecto del tiempo del campo A valuado en la posición
de la partícula en cada instante.
Esto significa que puede escribirse:
d
m v q A q ( v A )
dt
De manera que si probamos proponiendo: p m v q A = L v , entonces según las
ecuaciones de Euler-Lagrange, debería ser
346
L r q (v A ) r
Y estas expresiones son coherentes con la función:
L=
m v2
2
q vA