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UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

FACULTAD DE CIENCIAS Y HUMANIDADES

DEPARTAMENTO DE LETRAS

ENSAYO DE LITERATURA SALVADOREÑA

Para hablar de la literatura en El Salvador y los Movimientos Literarios en los que cada
producción literaria está inscrita, es de prioridad primero hablar acerca de la situación en
que se encontraba nuestro país.

Los objetivos principales que se tenían en la Reforma Borbónica era estimular el comercio
entre España y El Salvador. Estimular la producción del añil o jiquilite, lo cual tuvo su
apogeo entre 1760 y 1792. Además, en El Salvador, estas reformas se redujeron a
impuestos de alcabala.

En El Salvador, el Modelo Agroexportador se desarrolló entre 1800- 1880. La producción


del cacao fue relevante en el período posterior a la conquista. Los españoles también veían
en la recolección del bálsamo una forma de asegurar sus intereses comerciales, ya que en
Europa el bálsamo era utilizado con fines medicinales, como base para perfumes y por la
Iglesia Católica en la elaboración del Crisma. Pero fue el café el principal cultivo que
alcanzó mayor apogeo durante este modelo.

Por otro parte, el origen de dos partidos que dividieron a Centroamérica durante el siglo
XIX, eran los Liberales y Conservadores, se encuentra en los fines del Período Colonial.

Los liberales apoyaban la liberalización del comercio, la separación entre Iglesia y Estado,
la abolición de privilegios y el régimen federal. Los conservadores se identificaban con
mayores restricciones al comercio, el mantenimiento de estrechos vínculos entre el estado y
las autoridades eclesiásticas y la vigencia de las instituciones antiguas. [ CITATION Min09 \l
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En El Salvador había poco entusiasmo por las restricciones al comercio o por las
instituciones coloniales. Después de la ruptura de la Federación las diferencias con respecto
al papel de la Iglesia continuaron hasta la década de 1870.

Tenemos un estado que comienza a nacer en 1821, pero hasta que los Liberales llegan es
que hay una configuración efímera en 1886, en la que se crea la Ley de tierras Comunales y
ejidales.

En este contexto, Francisco Díaz escribe en 1844, la “Tragedia de Francisco Morazán” (o


mejor conocida por la Morazánida), la cual no fue impresa sino hasta 1947. Díaz, hace un
ensalzamiento al ideal liberal y a Francisco Morazán, y lo constituye por excelencia como
el héroe liberal centroamericano. Recordemos que lo que buscaba Francisco Morazán era
formar la Patria Grande, pero su sueño no pudo ser cumplido ya que lo traicionaron y
asesinaron.

Su movimiento literario es el Romanticismo inicial Latinoamericano o Prerromanticismo.


Adquiere trascendencia porque, en primer lugar, se enfrasca en una lucha contra el carácter
rígido de las reglas del Neoclasicismo (El Romanticismo es una reacción contra ese
movimiento) y del academicismo. En Segundo lugar, porque el escritor adquiere una nueva
visión de mundo que le permite apreciar su entorno desde otra perspectiva y le hace adoptar
criterios valederos y que están de acuerdo con el desarrollo histórico.

En tanto, el Romanticismo Pleno "rompe con todas las medidas y normas e impone libertad
en el arte y en la vida". Francisco Díaz, por ejemplo, rompe con las reglas poéticas que
estaban en boga e inclusive suprime hasta la rima en la mayor parte de su producción.

EL MODERNISMO EN EL SALVADOR

Modernismo y modernista son palabras derivadas de “moderno” que etimológicamente


proviene de modos (del latín “modo”) y hodiemus (latín “hoy”), que viene a significar
“estar al tono con lo de hoy”. Entonces, el núcleo semántico está en la idea de lo nuevo, de
lo reciente, lo actual.

Representa un aggiornamento, es decir una renovación o modernización a la que se somete


una cosa, una actualización entre la realidad social y las formas estéticas.

Este movimiento estético se sitúa entre 1888-1916. En el aspecto literario fue


contemporáneo a varias escuelas, se le denominó como heredero del parnasianismo francés.
También, se le veía como un puente entre el Romanticismo y las Generaciones (incluidas la
del 98), hacia las escuelas postrománticas, llegando a las vanguardias encabezada por el
surrealismo de entreguerras.

Entre las características del Modernismo, podemos destacar: El rechazo por el espíritu
provinciano; exaltación cosmopolita: adoración por los símbolos refinados y prestigiosos de
la cultura universal, al mismo tiempo un sentimiento americanista, enamoramiento de las
grandezas precolombinas; exaltación del conocimiento enciclopédico: los clásicos, la
figuras grecorromanas, los dioses latinos, los dioses cristianos; La utilización de los
endecasílabos perfectos; exotismo porque miraban al ámbito propio con ojos de lectores de
la literatura europea.

Entre las temáticas del modernismo literario se encontraban: la búsqueda de un mundo


exótico como evasión de la realidad, el erotismo, el indigenismo, el sincretismo filosófico y
religioso, el ocultismo, la vuelta a los mitos clásicos.

En el período en que se desarrolla el Modernismo Literario, El Salvador, estaba teniendo


diferentes avances como la aparición del Primer Banco en 1880. Dos años más tarde, el 4
de junio de 1882, el Presidente Rafael Zaldívar inauguró oficialmente el servicio del
ferrocarril, con la llegada a Sonsonate de la primera locomotora que conducía un convoy de
pasajeros y carga.

Ya se había recogido en la Constitución de 1883, la libertad de culto sin más límites que el
trazado por la moral y el orden público. Pero será la de 1886 -modelo de carta magna
liberal- la más venerada, no sólo por su larga vigencia sino por incluir una serie de
disposiciones consideradas de avanzada para su época, en el sentido liberal.
Para 1929, la economía salvadoreña ya se encontraba atrasada debido al elevado índice de
la producción de café y a sus extraordinarios precios. Esto viene a agravarse con la
situación de Nueva York, en donde La bolsa de valores de Wall Street cayó a su nivel más
bajo. La caída acelerada de los precios incide duramente en todos los sectores de la
economía nacional, afectando de golpe a la sociedad salvadoreña.

En este entonces se encontraba el doctor Pío Romero Bosque como presidente de la


República, el cual funda en 1930 el Partido Comunista Salvadoreño. Sus políticas sobre la
posesión de la tierra fueron un elemento que provocó el Levantamiento Campesino de
1932.

Al final de su mandato, organizó unas elecciones consideradas libres y entregó el poder al


candidato ganador, Arturo Araujo el 1 de marzo de 1931, quien a nueve meses de su
presidencia es derrocado por un grupo d militares del país, apoyados por la oligarquía
cafetalera. Crearon el Directorio cívico y en 1931 se le otorga el poder al general
Maximiliano Hernández Martínez quien en ese entonces fungía como vicepresidente y
Ministro de Guerra de la República.

Es en este contexto, donde aparece el Vitalismo de Alberto Masferrer (1868-1932). El


vitalismo es una corriente filosófica desarrollada en Europa en el siglo XIX y XX, que se
basa en el concepto de vida como la realidad misma, es decir que todo gira en torno a ella.
El pensamiento de Masferrer, junto con el vitalismo y la realidad salvadoreña de ese
entonces, lo plasma en su obra “El Mínimum Vital”. Es en este ensayo, escrito por entregas
entre febrero de 1928 a agosto de 1929 en el Periódico “Patria”, donde expone la defensa y
la construcción de la vida, enfatiza sobre las necesidades vitales que necesitan la nación
salvadoreña.

Entonces, viendo el contexto en que se produjeron los textos por encargo, no convenía
proponer el socialismo o pensamientos rebeldes en la sociedad, más aún porque Masferrer

En este sentido, hay que diferenciar la presencia de los tres tipos de Realismos: El social, el
crítico y el socialista.

El Realismo social, es aquel donde sólo se expone a la sociedad, se describe con sus
problemas, pero no los critica.
El Realismo crítico, ya presenta la sociedad y sus problemas y además los critica, pero no
plantea una solución para dichos problemas.

El Realismo socialista, en cambio, expone la sociedad y sus problemas, la crítica y propone


que el único camino para la solución de dichos problemas es el socialismo.

Dicho lo anterior, el Mínimum Vital de Alberto Masferrer está inscrito en el Realismo


crítico, ya que él sólo presenta a la sociedad y sus problemas y critica, pero no presenta una
solución a dichos problemas.

Recordemos que Masferrer, creó el Mínimum Vital por entregas, es decir que en su
principio no fue un libro como hoy lo conocemos, entonces quienes compraban este
periódico eran los de la clase alta quienes lo entendieron a su manera, es decir que, si ya
tienen los recursos económicos y si pueden tener más, pueden lograrlo, en cambio los de
clase baja lo entendieron a su manera, a la manera de conformarse con lo que tienen y no
querer poseer ni desear más. O, a menos así, la clase alta, quería que la clase baja lo
entendiera.

Masferrer procura escribir en clave de ensayo para hacer un aposicionamiento filosófico


político dentro de la tendencia del Realismo Social y Crítico, influenciado por el Vitalismo
y el Laborismo.

Recordemos que el Laborismo es un Movimiento Reformista y moderado basado en el


programa político, social y económico del Partido Laborista, representante en Gran Bretaña
y en otros países de la ideología socialista. Entonces, pero a diferencia del laborismo,
Masferrer se queda corto porque no propone soluciones a los problemas, no propone que la
ruta es el socialismo.

Tras el derrocamiento de Arturo Araujo y el ascenso del Gral. Maximiliano Hernández


Martínez al poder, se da el período dictatorial entre 1931 a 1944.

El Salvador, atravesaba una crisis económica generada en parte por la baja de los precios
del café, el máximo producto de exportación y soporte comercial del país. Sin embargo, el
negocio del café era monopolizado por pequeños grupos de hacendados y comerciantes que
daban empleo a campesinos. Posteriormente ese empleo se convirtió en explotación, lo cual
resultó otro detonante de la rebelión de 1932, que fue una mezcla entre protesta e
insurrección que acabó en etnocidio al represaliarse con el exterminio directo de la casi
totalidad de las comunidades náhuatl del país.

Sobre este contexto trata la Novela “Catleya Luna” de Salvador Salazar Arrué (1899-1975),
mejor conocido como Salarrué, la cual publicó hasta 1974, que tuvo un supuesto período de
escritura entre 1937 a 1954.

“Catleya Luna” tiene una contraposición de cuadros sobre cuadros es una técnica surrealista
dentro del relato, por esto es que viene a ser una metanovela o metaficción, el cual es un
término dado a la escritura de ficción que es auto-consciente y señala sistemáticamente su
estatus como un artefacto con el fin de plantear preguntas sobre la relación entre la ficción
y la realidad. Es decir, hay una historia insertada en otra historia.

Salarrué también la llamó Novela de Desván, porque según él es una novela de juventud
(no importa la edad en la que se escriba), es una novela de esfuerzo juvenil… se escriben
novelas de desván para ser leídas en el desván uy no en las bibliotecas o estudios, colegios
o universidades.

Así también, se le puede catalogar como Novela de Tesis, que tiene como principal objetivo
el desarrollo de una determinada opinión o ideología. Surge con el fin de debatir los
conflictos religiosos, políticos y morales característicos de la llegada de la modernidad, a
través de incluir en la escritura una demostración de determinada teoría o suscitar debate
ideológico.

Fuera como fuera, es como si Salarrué publicara su obra tantos años después de la Masacre
de 1932 y después de muchos años de finalizado el Martinato, por temor o respeto por
Martínez, ya que se consideraba un tema tabú hablar de los sucesos del 32.

En este sentido, se puede decir que está inscrita en el Movimiento de Realismo Social y
Crítico. Es Social porque toma de base hechos reales de la problemática que vivía y vive El
Salvador en ese momento: El levantamiento del 32, representado en la figura del matapalo,
la sumisión indígena, representado a través del cacaxtle, la resignación del indio,
representado por el venado, La Balsamera que representa a la comunidad indígena y cada
uno de los árboles de bálsamos es un indio, viene a simbolizar el sufrimiento al que es
sometido este, da su sudor, su fuerza de trabajo, su sangre, su vida en el trabajo que se le
obliga a realizar. Salarrué, critica estas situaciones, pero no llega a presentar soluciones, es
por ello que sólo queda en el Realismo Crítico.

Cuatro años después del Levantamiento indígena campesino de 1932, dirigido por el Gral.
Maximiliano Hernández Martínez; en 1936, Pedro Geoffroy Rivas escribe desde México
porque Martínez ha expulsado a todos los intelectuales del Partido Comunista. Pero, el
poemario “Vida, Pasión y Muerte del Antihombre”, no es publicado hasta 1978.

En este momento, el Realismo ha impactado en el siglo XX y además, lo que está llegando


son las vanguardias y esto significa que va a impactar en los hechos estéticos y hechos
históricos. Entonces, Geoffroy Rivas (1908-1979), que ha tenido como referencia el
indigenismo en El Salvador, va a escribir en claves de Poesía Lírica con verso libre.

El poemario empieza con un epígrafe, el cual “es un texto breve que, en forma de cita,
aparece al comienzo del libro, de un capítulo o de una composición poética, en el que se
resume un pensamiento o se expone una máxima que anticipa la idea directriz o el espíritu
o tono que anima la obra.” (Estébanez, 1996). Dicho epígrafe es “It is time to explain
myself”, cuyo escritor fue Walt Whitman, un máximo exponente del verso libre.

Entonces, este poemario está inscrito en el Realismo Socialista, porque además de presentar
la sociedad, o como sabemos que se encontraba la sociedad en el preciso momento en el
que surgió la obra, la critica y además, propone didácticamente como solución, en este caso
de manera implícita, que la ruta a la solución es el socialismo.

Tras el realismo y el modernismo en El Salvador, también estaba confluyendo otro


movimiento literario el cual era el posmodernismo literario, presente en los cuentos y
cuadros de costumbres de “Tierra de Infancia” de Claudia Lars, escrita en 1958 y en
“Jícaras Tristes” de Alfredo Espino, antología de poemas, publicada en 1936. El término
posmodernismo designa a la generación intermedia entre el modernismo y las escuelas de
vanguardia cuyo marco de crecimiento se ubica entre 1910 y 1930.
El Posmodernismo literario es una corriente literaria que surgió al Modernismo como un
intento de renovación y superación del mismo.

Entre sus características se destaca el sencillismo en el lenguaje que utilizan los escritores
para que sea fácil de entender por los lectores, está presente la vuelta a lo local (se distancia
del modernismo rubendariano), presenta descripciones detalladas. Aunque el
Posmodernismo literario tiene la característica de incorporar el lenguaje popular, en “Tierra
de infancia”, Claudia Lars, pocas veces lo utiliza y hace uso del pacto autobiográfico.

En ambas obras se puede identificar que pertenecen al Posmodernismo porque se observa la


descripción del paisaje local, como si se estuviera contemplando una pintura misma, con lo
cual difiere con el discurso del Modernismo.

En “Jícaras Tristes”, como en “Tierra de Infancia”, se identifican elementos del


Costumbrismo, aunque más en el primero, ya que Claudia Lars, utiliza un lenguaje más
estándar. La finalidad de este costumbrismo es expresar las prácticas de una sociedad
determinada. Este término, también se alude a un tipo de creación literaria desarrollada en
España en el siglo XIX, principalmente entre 1830 y 1850, y cuya manifestación más
precisa se encuentra en el llamado “artículo de costumbre”. Sin embargo, Lars, utiliza los
llamados Cuadros de Costumbre, las cuales son estampas narrativas y descriptivas que
recrea el habla y las costumbres propias de distintas regiones, pero sólo las describe, no
introduce en estas narraciones el diálogo entre los personajes, es como la reproducción casi
fotográfica de la realidad.

Todavía se encontraba en el poder el Gral. Maximiliano Hernández Martínez, cuando el


hermano de Alfredo Espino, Miguel Ángel Espino, escribió en 1940, la novela “Hombres
contra la muerte” y la publicó por primera vez en Guatemala en 1943. En El Salvador es
publicada hasta 1974.

Aunque esta obra presenta predominancia del Realismo crítico, del cual ya sabemos que
consiste en retratar y criticar a la sociedad o que intenta dar un testimonio de la realidad
socioeconómica y política de un país, crea tensión emocional, pero no lleva a cabo ninguna
idealización, es decir no propone una solución. Existe en “Hombres contra la Muerte” una
transición o acercamiento hacia los postulados socialistas.
Además de lo anterior, esta obra tiene una conexión con la técnica de la vanguardia: el
Surrealismo porque hay un discurso del subconsciente y el Futurismo porque hay contenido
apegado al mundo moderno.

En cuanto al género de esta obra es una novela telúrica: Conjunto de obras


hispanoamericanas de entre los años 1920-1940 que se centran en la consideración de la
naturaleza americana en compleja relación con el ser humano. Tiene característica en que la
naturaleza se constituye como protagonista adquiriendo un carácter simbólico y en que los
seres inanimados adquieren características humanas.

El panorama político que se presentaba en El Salvador el 13 de marzo de 1966, fueron las


elecciones legislativas, en las que el resultado fue una victoria para el Partido de
Conciliación Nacional.

Un año después, David Escobar Velado publica su poemario “Patria Exacta”. Él fue uno de
los escritores que pasó por diversos movimientos literarios, desde el Romanticismo hasta
las Vanguardias. Además, él perteneció a la Generación del 44, la cual se inclinaba por una
lírica sencilla, realista, sin frases ni figuras retorcidas: algo más que chuladas, más o menos
eróticas, más o menos épicas. Que la poesía de hoy sea algo más trascendental y profundo.
Los autores del 44 convivían constantemente, de tal modo que llegaron a formar otras
sociedades como el Grupo Seis (Grupo Social en Ideas Superiores) o el Comité de
Escritores y Artistas Anti-Fascistas.

Su poemario Patria Exacta se inscribe en el Movimiento de Vanguardia, el cual ostentó en


las primeras décadas del siglo XX. Las vanguardias implicaban un rechazo a las normas
estéticas establecidas mientras que propugnaban por la experimentación y la búsqueda de
que el arte refleje los cambios que se vislumbraban tanto en lo social como en lo
específicamente cultural. Procuran tener un carácter de gran innovación y orientarse a
tópicos que no solo no eran tradicionalmente considerados como estéticos, sino que
rayaban lo decadente. En este sentido, Escobar Velado (1919-1961), utiliza también otras
expresiones de vanguardia como el Futurismo, porque hace una exaltación de los nuevos
descubrimientos de la Modernidad y por la presentación pictórica de la página, en la que se
observa un rechazo a la monotonía habitual de los libros impresos; el Ultraísmo porque se
observa en el culto a la imagen y la metáfora y el uso recurrente del lenguaje científico y el
Creacionismo porque hace uso de palabras carentes de significado conocido, la
incorporación de neologismos y el uso recurrente de metáforas.

El contexto histórico que se vivía en 1945 a nivel mundial, era la finalización de la Segunda
Guerra. En cambio, en El Salvador, en 1944 renuncia el Gral. Hernández Martínez como
dictador tras La Huelga de Los Brazos Caídos, ya que este pretendía extender su imperio
más allá de este año. En esta misma fecha hasta 1948 se da la crisis de la política
oligárquica, en el 48, con el golpe de estado llamado “Golpe de los mayores” que derrocó al
general Salvador Castaneda Castro. Para marzo de 1950, gana la presidencia el mayor
Óscar Osorio. Para septiembre de 1952, las organizaciones de izquierda fueron acusadas de
promover un golpe, siendo exiliado un importante número de intelectuales y obreros.

En este panorama, en literatura surge lo que se conoce, según Héctor Leyva, Narrativa de
los Procesos Revolucionarios, es aquella que se puede considerar como un movimiento,
pues circunscribe obras escritas entre 1960 a 1990 que se preocupan por evaluar y juzgar
los acontecimientos históricos, en las cuales encontraron expresión los sujetos oprimidos.
(Carías, 1960)

Entonces, circula de manera clandestina “Secuestro y Capucha”, de Salvador Cayetano


Carpio (1918-1983), en el año de 1954, siendo esta una Narrativa de Procesos
Revolucionarios. Esta novela no es publicada sino hasta 1967 en la Revista la Universidad.

El género de esta narración es novela prototestimonial que surge espontáneamente, es decir


no se tiene una intención de crear este tipo de literatura. En esta obra, denuncia el gobierno
de Óscar Osorio, quien oprimió algunos sectores sindicalistas que se opusieron a las
reformas que él había implementado en su gobierno (1950-1956).

El movimiento preponderante en esta novela es el Realismo Socialista porque exalta al


trabajador común y su objetivo es educar al pueblo en las miras y significado del
Socialismo.
“Una Grieta en el Agua”, es una novela escrita en 1970 por David Escobar Galindo
(1943-). Se le cataloga como novela sobre guerrilleros y como novela psicológica. Novela
sobre guerrilleros porque presenta una imagen más traumática que triunfalista en pos de los
cambios sociales de una lucha revolucionaria, los problemas que aparecen en estas novelas
generalmente se encuentran relacionados con el compromiso de los personajes, con sus
implicaciones ideologías o sus riesgos; los personajes se debaten entre el compromiso con
una revolución necesaria y el riesgo de perder la vida. Y novela psicológica porque el relato
novelesco cuya intriga se organiza a partir del análisis y descripción de las reacciones
psicológicas y evolución interna de los personajes.

En cuanto al movimiento literario de “Una Grieta en el Agua”, se circunscribe en Realismo


crítico.

Después de finalizado el Martinato, se dieron otras situaciones a nivel nacional como la


finalización de la Segunda Guerra Mundial en 1945. En 1948, civiles y militares toman el
poder, es un fenómeno conocido como la Revolución del 48 cuando Salvador Castaneda
Castro intenta reformar la Constitución para prolongar su gobierno, pero el 14 de diciembre
de 1948 es derrocado, y se instala un Consejo de Gobierno Revolucionario (formado por
dos civiles y tres militares). Este Consejo disfrutó de un gran apoyo popular por las
promesas de reformas y de justicia social. Pero acabó haciendo lo mismo que sus
antecesores. Se convirtió en el gobierno de la “Revolución”. Veintiún años después, en
1969, se da la Guerra de El Salvador con Honduras.

En este contexto, Roque Dalton, escribió “Las Historias Prohibidas del Pulgarcito” y según
Melgar Brizuela la escribió entre los años 1969 y 1972, Cuando Dalton, aún residía en la
Habana, Cuba. Y es publicada en México, en 1974.

Las historias prohibidas del pulgarcito se circunscriben a dos movimientos artísticos-


literarios. Uno de ellos es el realismo socialista por su propuesta de transformación y el otro
es al movimiento de las vanguardias por su carácter innovador y transgresivo.

También se circunscribe a una generación de suma importancia, la Generación


Comprometida, a la que perteneció Roque Dalton. Surgida en El Salvador durante la
década de 1950, pero en la que participaron varios escritores latinoamericanos que vivieron
en El Salvador exiliados o por razones diplomáticas. La denominación “comprometida” fue
acuñada por el poeta Ítalo López Vallecillos, influenciado por el pensamiento sartreano.
Esta movimiento literario y artístico, debe caracterizársele como movimiento socio-
cultural, con una visión nueva y optimista del futuro del pueblo salvadoreño.

La obra de Roque Dalton (1935-1975) “Las Historias Prohibidas del Pulgarcito”, poseen
elementos de la poesía exteriorista, de la poesía conversacional y de la antipoesía. De la
poesía exteriorista porque expresa las ideas o los sentimientos con imágenes reales del
mundo exterior: nombres de calles, de personas, de lugares, etc.; de la poesía
conversacional, porque construye reproduciendo formas y estructuras propias de la
conversación cotidiana, incorporando elementos de la realidad que se utilizan en las
conversaciones para que el lector se sienta identificado, también se podría decir que utiliza
el lenguaje de la calle o frases creadas por el pueblo. Y de la antipoesía porque introduce en
el lenguaje poético el lenguaje de la conversación, desacraliza la figura del poeta y usa la
ironía y la risa en forma sarcástica.

Expuesto lo anterior, podemos reproducir algo que no es nuevo: la literatura es un recurso


que se puede utilizar para hacer conciencia, es una herramienta ideológica.

Las obras testimonio constituyen un género grato a la izquierda, especialmente porque el


testimonio tiende a pertenecer a los sectores desheredados u oprimidos por la sociedad. La
literatura testimonial ocupa un lugar importantísimo en la historia de la literatura
hispanoamericana en general a finales de los años 70 y principios de los 80.

Sin embargo, cuando se toma el texto de “Un día en la vida” de Manlio Argueta (1935-) y
al revisar el lenguaje que utiliza el personaje Lupe, se identifican características que no
corresponden a su situación económica, política, etc. A las de la persona en la vida real
Guadalupe Guardado. Entonces, se revela en esta novela una Ficción-Realidad. En este
caso, estamos ante una testinovela, este tipo de género tiene como características que el
narrador ficcionaliza el testimonio, media la voz del testimoniante; además, se suprime el
yo y hay un compromiso del autor frente a la realidad que reconstruye.
Otra narrativa testimonial es el caso de la novela “Guazapa”, fue escrita por el médico
estadounidense Charles Clements fue publicada por primera vez en Nueva York en 1984
con el nombre “Witness to War. Cuyo movimiento literario preponderante es el realismo
crítico debido a la exposición y reprobación de los problemas sociales que expone, presenta
un contraste entre clases sociales e indaga en el porqué de la realidad. También, hay
elementos naturalistas, dada la meticulosa descripción que se apega incluso a los términos
científicos. Sin embargo, este texto supera el naturalismo y transita hacia el hiperrealismo,
que en literatura es un desvanecimiento entre ficción y realidad en la novela, puesto que,
por tener sus bases en el testimonio, y como ya dijimos antes, el pacto narrativo nos orienta
a leer el texto como “real”.

Otras Narrativas de los procesos revolucionarios, además de la anterior es “No me agarran


viva” de Claribel Alegría, “Puta vieja” de Melitón Barba (1925-2001), “Puro Guanaco” de
Salvador Juárez (1946-2018) y “La Diáspora” de Horacio Castellanos Moya (1957-).

En “No me agarran viva”, las características del Movimiento Narrativa de los Procesos
Revolucionarios, se encuentran que los relatos son menos conflictivos en términos
psicológicos, pero son igualmente dramáticos en cuanto a los acontecimientos sociales que
revelan; se narra una aventura colectiva en la que la individualidad del sujeto se abre a una
dinámica plural y hay alianza escritor y lucha de clases populares.

También, es una novela testimonial, ya que ofrece una narración que utiliza recursos de la
ficción para enmarcar y dinamizar narrativamente uno o varios testimonios, sean
testimonios del escritor-protagonistas, u otras voces, esbozando voluntaria o
involuntariamente algunos rasgos formales de la novela.

En “Puro Guanaco”, también pertenece al Movimiento de Realismo Socialista, cuya misión


principal de este movimiento era la transformación de las ideas de la educación, y la
literatura debía mostrar la vida sencilla, retrato de la realidad. Los escritores de este
movimiento tenían que contribuir a la reforma de una sociedad futura.

“La Diáspora” (1989) de Horacio Castellanos Moya (1957-), también pertenece al


Movimiento de Los Procesos Revolucionarios: Disidencia, en este tipo de narrativa hay
ruptura con el compromiso ideológico con la lucha que preponderaba. Para Héctor Leyva
en este tipo de relatos “La discusión en torno a los avatares de la lucha armada y sus
implicaciones ideológicas conducen a la ruptura”.

Su género es Novela de la Disidencia, un tipo de novela surgida durante el período de la


guerra civil salvadoreña que se distancia de la Novela de Guerrilleros y la Narrativa
testimonial (en auge durante ese momento) en las características, pero sin romper del todo
con ellas. Entre las características de este género están: Las novelas disidentes sacan a
relucir aquellos hechos que extraviaban o desnaturalizaban la lucha y que habían sido
silenciados por los propios revolucionarios, Los personajes se debaten entre los impulsos de
su individualidad y el peso de su anterior compromiso social, entre el rechazo de los
descarríos de la lucha armada y la conciencia de la necesidad de transformar la sociedad.

Tras el conflicto armado en El Salvador, iniciado en 1879 y finalizados al firmar los


Acuerdos de Paz, en Chapultepec, México en 1992. La literatura que surgirá se denominará
Literatura de Posguerra: Literatura de desencanto o cinismo. A este período pertenecen
obras como “El desencanto” de Jacinta Escudos, “Sentado al revés” de Vladimir Amaya.

Primero, hay que definir Literatura de Posguerra, es aquella narrativa centroamericana de


posguerra que está determinada por una serie de elementos extraliterarios como el fin de la
guerra, la firma de los acuerdos de paz, los procesos de democratización, la implementación
del modelo económico neoliberal, el nuevo entorno internacional y la acumulación
histórica, política, económica y social. (Escamilla, 2011)

Antes de mencionar las características de la estética del cinismo es menester recordar que
en la Guerra Civil de nuestro país se enfrentaron la Fuerza Armada de El Salvador (FAES)
contra el Frente Farabundo Martí Para La Liberación Nacional (FMLN).

El FMLN, deseaba poder llegar al poder para que la situación del país cambiara. Una
enorme decepción se llevaron la mayoría de los simpatizantes de este partido entre los años
2009 hasta el 2018, en el que sí estuvo el FMLN en el poder, pero la situación no mejoró.
Con todos estos hechos, es que aparece la estética del cinismo es una producción literaria
de a mediados del siglo XX. Entre sus características se encuentran: La evidencia del
desencanto: Uno, causado por la pérdida de los proyectos utópicos que antes dieron sentido
a su vida. Y dos, por su interacción con un mundo de violencia y caos. Esta literatura,
puede plasmar situaciones muy grotescas de formas que son muy irónicas de la realidad o
muy exageradas a veces; así también, la desesperanza que es la pérdida del significado
vital, es esa creencia peligrosa e irracional donde se llega a pensar que todo está perdido y a
su vez retrata a las sociedades centroamericanas en estado de caos, corrupción y violencia.

También, en la literatura de Posguerra, podemos encontrar poesía escrita por mujeres, tal es
el caso de Elena Salamanca, con su poemario “Peces en la boca”. Entre los primeros temas
tratados entre las escritoras latinoamericanas, podremos destacar, la sexualidad femenina, la
denuncia de la opresión patriarcal, sea a través del padre, del hermano o de su marido y de
la búsqueda de una identidad. (Martínez, 2002).

Vemos que la virginidad, la maternidad y la fidelidad son temas históricos femeninos que a
lo largo del tiempo dejarán de ser la base de las relaciones. Entonces en este tipo de
literatura, el matrimonio ya no es importante para la mujer por un tema de apellido y status
social o independencia económica. Hoy las mujeres trabajan y no dependen de nadie.
(Schuck, 2008), además, Se ve manifestado el despertar de la conciencia de la niña de la
mujer en su ámbito social, entenderlo a su manera, como ella lo desea y no como se lo han
impuesto.

Como conclusión, es importante conocer la historia salvadoreña, además de los


movimientos literarios que han surgido desde la preguerra, en el periodo de guerra y luego
la posguerra, para poder vislumbrar los pensamientos que estaba teniendo los escritores,
según el período y la situación que estaban atravesando. Pues no es lo mismo la Literatura
que se escribía en período de Guerra, en que los escritores eran asesinados al no callar las
injusticias sociales y lo que escriben los escritores de posguerra, los cuales, pueden tener un
poco más de libertad al expresarse y protestar sobre la situación actual.
BIBLIOGRAFÍA

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