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Depende, por otra parte, de las interpretaciones que los enfoques filosóficos,
científicos y políticos realizan desde sus propios marcos conceptuales.
Para el sociólogo Peter Berger (1968) cuando un cierto tipo de acciones se vuelven
habituales, reteniendo cierto carácter significativo para los seres humanos, tenemos lo que
él llama habituación. La acciones habitualizadas tienen la ventaja de restringir las
opciones. Por ejemplo: si bien pueden existir tal vez unas cien maneras de emprender la
construcción de una canoa con ramas, la habituación las restringe a una sola, lo que aligera
al individuo de la carga de “tomar todas esas decisiones”, la habituación toma innecesario
volver a definir cada situación de nuevo, paso a paso.
En otras palabras, una vez que una forma de actuar para satisfacer una necesidad social se
ha hecho un comportamiento típico, habitualizado, esa forma repetitiva de hacer las cosas
frente a la necesidad, se convierte en una conducta normada, con una carga de significado y
de deber moral, ético o estético convirtiéndose en una conducta institucionalizada.
Sin embargo, a pesar de lo habitual y típico que sea el comportamiento, éste no se repite
irreflexivamente. Siempre hay una opción o la necesidad, debido a cambios tecnológicos o
de conocimiento, de variar o alterar un poco la costumbre o lo habitual, por lo que se
prefiere hablar de un proceso de institucionalización de pautas culturales y no de
instituciones a secas.
Las instituciones han sido concebidas para liberar a los individuos de la necesidad de
reinventar el mundo y reorientarse en él. La instituciones crean “programas” para el manejo
de la interacción social. Proporcionan modelos probados a los que la gente puede recurrir
para orientar su conducta. Al poner en práctica estos modos de comportamiento
“prescriptos”, el individuo aprende a cumplir con las expectativas asociadas a ciertos roles,
por ejemplo el de esposo, padre, empleado, consumidor, etc.
Teniendo en cuenta este ejemplo podemos definir con mayor claridad qué
incluye el concepto de institución, y a continuación se mencionarán algunos elementos
que nos permiten definirla.
cada parte tiene sentido en función del todo, lo llamamos “la organización”. Esta es
la columna vertebral de la institución, la que articula una parte con otra y mantiene
la unidad del conjunto. Aquella unidad funcional que se lograba en el grupo
primario mediante la comunicación directa y “cara a cara”, es lo que la organización
permite que se mantenga en un grupo secundario, de envergadura y complejidad
mayores.
e) La institución funciona en un ámbito geográfico determinado (el
local, el edificio, la sede) que constituye parte de su dimensión material. Tal
dimensión incluye también el equipo instrumental (muebles, herramientas, etc.).
f) Ninguna institución funciona aislada: siendo un todo en sí misma,
simultáneamente forma parte de una estructura social, y las influencias entre
institución y su medio resultan recíprocas y altamente significativas.
Dentro de ellas encontramos los tipos de gobierno, como las democracias o las monarquías.
4. LA INSTITUCIÓN ECONÓMICA: Tiene como función la administración y el
ordenamiento de los gastos e inversiones que realiza el Estado de la manera más eficiente y
equitativa posible, mediante la regulación de los procesos globales de producción,
distribución, intercambio y consumo de los bienes y productos sociales.
Para tal efecto, el Estado implementa un sistema económico acorde con sus principios
ideológicos.
Por ejemplo las familias en una economía de subsistencia; en la sociedad industrial, las
fábricas, los supermercados, los bancos, etcétera.
5. LA INSTITUCIÓN RELIGIOSA: Se considera que la religión es un fenómeno
humano universal que genera códigos morales que regulan la vida en sociedad. A través de
la religión, se establecen normas para la vida personal, familiar y social.
Está integrado por las instituciones en las cuales las personas organizan y supervisan el
culto colectivo a Dios o Deidades. Por ejemplo el Catolicismo, el Judaísmo, el Islamismo y
otros cultos reconocidos e identificados, con su organización institucional, sus jerarquías y
sus templos.
Bibliografía: