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El objetivo de este pequeño ensayo es explicar el papel de la cultura y su base patriarcal,

como agente facilitador y creador de las psicopatologías actuales, en específico, de los


desórdenes fronterizos, siendo el lenguaje verbal y no verbal el medio para transmitir
creencias y patrones de pensamiento basados en el miedo u odio, y no en el amor 1; emoción
base para el desarrollo de un yo cohecho. Por un lado, se retomarán algunos conceptos
psicoanalíticos posfreudianos como Donald Winnicott, André Green, Melanie Klein, Otto
Kernberg y David Maldavsky, para explicar la clínica del vacío en el Trastorno Límite de la
Personalidad2 ; por otro, me apoyaré en las ideas de Humberto Maturana para explicar la
participación del patriarcado como base de las enfermedades mentales de tipo relacional, así
como del amor como emoción base para la salud mental. En la época freudiana, la clínica
estaba basada en el deseo; el síntoma era resultado de la represión de los deseos sexuales
(Freud, 1905); ahora, éste prevalece en sentimientos o estados de vacío, los cuales son
evadidos mediante conductas impulsivas y autodestructivas (Palombo, 2018).
En su libro, Amor y Juego (2003), Humberto Maturana habla de la biología del
conocer y el amar, donde el amor se presenta en la relación con el otro, de manera que la
conducta fluctúa espontáneamente entre uno y otro, generando así, la convivencia; siendo
ambos auténtico, teniendo la sensación de estar ¨llenos o completos¨. El psicoanalísta Jaime
Lutenberg (Lutenberg, 2007 citado por Palombo, 2018), menciona que existen dos maneras
de presenciar el vacío: uno mental y otro estructural. El primero se describe con la falta de
emociones y afectos, mientras que el segundo, concierne al resultado de traumas precoces
presentándose un congelamiento entre la diferenciación del ello con el yo y el superyó; lo que
encaja con la hipótesis de Maturana (2003) que consiste en que la mayoría de las
enfermedades sociales son debido al desamor, y al ser éste recuperado, produce la cura,
comenzando a amarse uno/a mismo/a y a los demás.
Autores como Donald Winnicott, postulan que la madre para ser suficientemente
buena y que le sirva al neonato como base para fortalecer su Yo y su Self,3 necesita sostener
(holding), manipular (handling) y la presentaciòn de otros objetos como personas, animales,
cosas con las que se relacionarà (Objetct Presenting). El amor que el/la cuidador/a manifieste
al neonato por medio de la alimentaciòn y la protecciòn, impactará no sólo en el desarrollo
normal de la personalidad, sino tambièn en la expresiòn o no de genes, principalmente
aquellos que se encargan de los receptores de varios neurotransmisores. En una investigación
con ratas (Juvenal, 2014), se encontró que el amamantamiento con el dorso arqueado de las
madres mientras lamen a sus crías es importante en la tolerancia al estrés, debido a los bajos
niveles de ACTH (hormona liberadora de adrenocorticotrofina) y corticoides, además de
haber una mejor expresión de los receptores de corticoides en el hipocampo. En humanos, la
metilación4 del gen promotor de los receptores glucocorticoides en hipocampos de personas

1 Delimitado como el estado de apreciación y aceptación incondicional de las características de uno mismo y
del otro, sin la necesidad de poseerlo o intentar modificar su esencia.
2 La clínica del vacío abarca también patologías como las adicciones en general, los trastornos depresivos y
trastornos de la alimentación.
3 El Self puede ser definido como la totalidad o esencia que conforma a una persona. Puede traducirse como sí
mismo, que se diferencia del Yo, que es una de las tres partes en las que se divide el aparato psíquico, por lo que
éste sería una sección del Self. Éste se divide en partes que convergen durante el proceso de maduración del
infante y facilitado por el ambiente protector.
4 Mecanismo epigenético que consiste en la inexpresión de un gen.
que se suicidaron con historial de abuso infantil (emocional, físico y/o sexual) era mayor
(Juvenal, 2014).
Para determinar si era la genética o crianza la que facilitaba este tipo de respuesta,
combinaron crías con madres que lamieron y alimentaron a sus crías con las que no, llegando
a la conclusión de que es el cómo las ratas cuidan a sus hijos.Aunque estos términos fueron
acuñados sobre todo en las personalidades esquizoides, vemos que en los TLP, hay una
noción de no ser, aunque se exista5; de estar muerto en vida, caracterizado por una depresión
clasificada como primaria, originada por una carencia de la internalización de una imagen
buena de sí mismo, de un yo ideal (Braier, 2013). Al no existir un sentido de identidad fijo,
debido a la forma dividida de verse a sí mismos y a los demás por el mecanismo defensivo
primitivo de la escisión (son y soy totalmente bueno o son y soy totalmente malo) recurren a
lo que Braier (2013) denomina identificaciones prostéticas, pues sirven como un sostén
temporal del sentimiento de ser, de poseer una identidad (drogas, sexo, gastos impulsivos,
etc.). Maturana junto con Ximena Dávila (Maturana, 2003), llaman al amor la Matriz
Biológica de la Existencia Humana, pues el acto amoroso reconoce y valida al prójimo,
dándole la sensación de que es (esencia) y existe (el reconocimiento de uno mismo a través
del otro),

5 Ambos conceptos describen cosas distintas: el existir implica que algo es, que está ahí, mientras el segundo se
refiere a lo que se es, su identidad.

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