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Origen y Definición
Por su sentido original, así como por extensión de su significado, el término literatura
se aplica también a otros ámbitos del discurso escrito, no necesariamente
relacionados con el arte literario.
¿Qué es la literatura?
Los esfuerzos por establecer qué es la literatura provienen de los mismos escritores,
de la poética o teoría literaria y de la teoría de la comunicación. El problema puede
enfrentarse desde la naturaleza de la obra literaria, es decir, las características que
hacen de un texto, una creación literaria o desde la recepción, esto es, lo que el
público considera como literario.
Aun cuando los personajes de una obra literaria no sean físicamente humanos – marcianos,
monstruos, duendes, animales, objetos- su comportamiento, su vida interior, su visión del
mundo serán siempre humanos.
Por otra parte, aunque los personajes estén basados en seres humanos de carne y hueso y la
historia que se relata se funde en eventos históricos, y tanto estos últimos como quienes los
protagonizan sean reconocidos como reales por el receptor, lo que la obra nos entrega es una
recreación de la realidad; de hecho, lo que se presenta es la construcción de un personaje
literario, a partir del modelo real.
En la medida que lo que se muestra en la “poesía” es, entonces, una invención o recreación
de situaciones, su condición de <literatura> proviene de su naturaleza ficticia.
En la clase 1, al comparar los signos icónicos y digitales, afirmamos que los primeros,
además de referirse a otra cosa, tienen un valor en sí mismos como imágenes; en
cambio, los signos digitales, entre los que se encuentran los signos lingüísticos
carecen de valor en sí, son transparentes y el receptor pasa a través de ellos hacia las
ideas que transmiten. En otras palabras, no nos detenemos en el significante, sino que
atendemos a su significado. Estas afirmaciones solo son válidas cuando privilegiamos
la función instrumental del lenguaje. En el lenguaje literario, en cambio, el significante
adquiere relevancia. No se trata solo de lo que queremos decir, sino de cómo lo
decimos.
Desde la perspectiva asumida por Jakobson, lo que determina que un texto verbal se
transforme en literario es que este no sea principalmente un vehículo para trasmitir un
contenido, sino que su lenguaje capture nuestra atención.
El lenguaje literario no se agota en su significado literal. Una obra literaria admite una
multiplicidad de niveles de interpretación posibles y es, en esencia, metafórica.
En este texto poético, el súbito canto del pájaro que rompe la quietud de la
naturaleza evoca en el hablante, la irrupción repentina de la muerte que nos
hiere cuando menos lo esperamos.
Lo universal en la literatura
El conocimiento científico o filosófico se funda en modelos abstractos de la realidad.
Cuando la ciencia o la filosofía hablan del hombre prescinden de las características
de los distintos tipos étnicos y obviamente no consideran las singularidades de cada
ser humano individual. Es más, cuando lo observan es para buscar en él
regularidades que se repiten en toda la especie. La historia, por su parte, se ocupa de
los grandes eventos y las mujeres y los hombres aparecen en ella solo en la medida
en que protagonizaron dichos eventos.
Es por ello que Aristóteles afirmaba que <la poesía es más filosófica (verdadera) que
la historia>.
En las sociedades orales, por ejemplo, que no conocen la escritura, la literatura desempeña,
entre otras funciones, el rol de depositaria de la memoria colectiva, que se traspasa de
generación en generación bajo la forma de textos poéticos: Asimismo, contribuye a la
cohesión social, acompaña el trabajo, constituye una herramienta educativa, convoca a los
miembros del grupo y proporciona esparcimiento. En ese contexto, la producción y
circulación de la literatura se hace mediante la palabra hablada, los gestos, el lenguaje
corporal. La situación comunicativa generada por el acto de transmisión del texto es
inmediata. Su recepción es habitualmente colectiva y los receptores pueden intervenir el
texto. No existe conciencia de propiedad intelectual. Los cuentos, los acertijos, las
canciones pertenecen a todos.
El siguiente cuadro muestra la interacción entre los distintos elementos que intervienen en el
proceso de producción y recepción de un texto:
Función de la literatura
La función que cumplen los textos literarios en una sociedad determinada está
estrechamente ligada al concepto de literatura que esta sustenta. La respuesta a la pregunta
¿Qué es literatura? al interior de una cultura en un momento histórico impacta la creación
literaria , así como las expectativas del público lector.
Por otra parte, los propios poetas, narradores, dramaturgos, pueden proponer nuevas
formas y funciones, las que, a su vez, incidirán tarde o temprano en la naturaleza de los
textos calificados como literarios.
De este modo, las obras literarias reflejan las características de la sociedad de una
época, sus formas de organización, los estratos sociales, sus tipos humanos,
costumbres, valores, en suma, su visión del mundo. Asimismo, los hombres de letras
nos proporcionan, a menudo, una mirada crítica de su época y suelen anticiparse a
ella, prefigurando futuros posibles.
Entre las principales funciones que han cumplido los textos literarios a lo largo de la
historia, se cuentan:
En este sentido, la función recreativa privilegia la entretención como objeto de una obra
literaria. Esta función suele predominar en los relatos de aventuras.
De todos modos, cualquiera sea la función predominante en una obra, la capacidad de
seducir al lector es un elemento relevante en la comunicación literaria.
Función didáctica
En este contexto, el propósito central del texto es instruir. Cuando la instrucción es moral, se
habla de función didáctico – moralizante.
La función didáctica también suele predominar en una parte importante de la literatura oral
y en la llamada <literatura infantil>.
Ejemplo
En estas estrofas, extraídas de Martín Fierro, poema gauchesco del escritor argentino
Miguel Hernández, se advierte una clara intención didáctica. De hecho, cada una de las
estrofas que se reproducen tiene una estructura semejante a un proverbio.
Función social
Está presente en las comedias satíricas que critican vicios y costumbres, en la obra de
Charles Dickens, que muestra las lacras sociales de la Inglaterra de su época, en la narrativa
de Mark Twain, que despliega una fina ironía para satirizar la rigidez puritana de los
Sin embargo, en su expresión más radical, exige del escritor un compromiso militante con la
realidad de su tiempo y a menudo, con una determinada visión de la sociedad. El poeta es
visto como agente de cambio social o político.
Ejemplo
Después de algunos minutos de silenciosa espera, el empleado hizo una seña a los
obreros para que se acercasen, y les dijo:
-Siento decirles que se quedan sin trabajo. Tengo orden de disminuir el personal de esa
veta. Los obreros no contestaron y hubo por un instante un profundo silencio. Por fin el
de más edad dijo:
-¿Pero se nos ocupará en otra parte?
El individuo cerró el libro con fuerza y echándose atrás en el asiento con tono
serio contestó:
-Lo veo difícil, tenemos gente de sobra en todas las faenas.
El obrero insistió:
-Aceptamos el trabajo que se nos dé, seremos torneros, apuntaladores, lo que
Ud. quiera.
El capataz movía la cabeza negativamente.
-Ya lo he dicho, hay gente de sobre y si los pedidos de carbón no aumentan,
habrá que disminuir también la explotación en algunas otras vetas.
Una amarga e irónica sonrisa contrajo los labios del minero, y exclamó:
-Sea usted franco, don Pedro, y díganos de una vez que quiere obligarnos a que
vayamos a trabajar al Chiflón del Diablo.
Función estética
A fines del siglo XIX y comienzos del XX surgen movimientos literarios que proclaman
lo estético como valor central de la obra literaria, la que se considera un objeto