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Propuesta de

PLAN DE RECONVERSION ECONOMICA PARA GUATEMALA

UNA ECONOMÍA VERDE PARA EL DESARROLLO HUMANO, SOSTENIBLE E INCLUSIVO

PRESENTADO POR

Samuel Pérez-Attías

ECONOMISTA

_______________________________________

GUATEMALA MARZO 19, 2020


CONTENIDOS

1. Introducción y contexto.
2. Fundamentos teóricos del Plan
3. Reactivación económica en el corto plazo y reconversión productiva para el largo plazo:
UNA ECONOMÍA VERDE PARA EL DESARROLLO HUMANO, SOSTENIBLE E INCLUSIVO

La propuesta técnica es presentada en adendum:

Estímulo a la Demanda Agregada a través de:

a. Política Fiscal
b. Política Monetaria
1. Introducción y contexto.

La humanidad enfrenta en el 2020 una crisis sin precedentes.

Por un lado, la OMS declara al Virus Corona (COVID19) una pandemia. Por otro lado, la economía
mundial empieza a dar señales de recesión, después de varios meses de desaceleración y una lenta
recuperación desde la última recesión global del 2008.

El COVID19 fue el catalizador de los shocks de oferta en China y de demanda en EUA y Europa. Los
índices de la bolsa de valores han presentado sus peores caídas en el presente siglo y existe
incertidumbre en agentes económicos debido a las medidas de paralización de la actividad económica
(tanto de grandes industrias como de pymes, particularmente de servicios) en grandes ciudades a nivel
internacional.

La llegada del COVID19 a Estados Unidos en el mes de marzo, ponen en alerta a las economías
emergentes cuyas exportaciones gravitan alrededor de dicha Nación.

En Guatemala, se presenta el primer caso de COVID19 la primera semana de Marzo y el Presidente A.


Giammattei anuncia medidas preventivas, incluyendo la disposición de estado de calamidad,
restringiendo algunas garantías constitucionales para centralizar y flexibilizar la toma de decisiones
desde el Organismo Ejecutivo.

2. Diagnóstico de la Economía Guatemalteca

Entre los años 2000 y 2018, el crecimiento real del PIB promedió 3.3%, que evidencia una tasa
incremental por encima del promedio latinoamericano (2.7%). El crecimiento del PIB per cápita, sin
embargo, muestra ser bastante bajo. Con 1.2% en promedio entre 2000 y 2018, Guatemala está por
debajo de sus pares centroamericanos y del promedio de América Latina y El Caribe (1.4%).

Variación del PIB a precios


constantes (base 2001): Guatemala
7 6.3
6 5.4
5 3.9 4.2 4.2 4.1
3.7
4 3.2 3.3
2.9 3 3.1 2.83.3
3
3 2.4 2.5 2.2
2
1 0.5

0
2011
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010

2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018

Fuente: Elaboración propia con datos de (Comisión Económica Para América Latina y el Caribe,
2019)
La tasa de crecimiento poblacional en edad de trabajar crece más rápidamente que la población
dependiente (menos de 15 y más de 65 años de edad). Este incremento de personas que
potencialmente podrían contribuir al crecimiento económico puede verse como una oportunidad de
dinamización de la economía o como un riesgo que está en función de cómo la economía los absorba.
Las políticas que fomenten la productividad de ese bono demográfico (invirtiendo en capital humano)
así como del ecosistema productivo, social y político alrededor como el desarrollo urbano y la capacidad
del sector privado para generar empleos pueden determinar los índices de bienestar en el mediano y
largo plazo en el País.

Las inversiones tanto públicas como privadas enfocadas a acentuar la productividad y absorber las
capacidades productivas de esa población, en un marco de inclusión y sostenibilidad, son un elemento
fundamental en los lineamientos de política económica y un reto para Guatemala.

La Inversión pública se ha mantenido, en promedio, por debajo del 4% del PIB, mostrando una
tendencia hacia la baja en los últimos 5 años (Banco de Guatemala, 2019).

La inflación interanual, por su parte, se ha mantenido dentro de la meta del 4% establecida por las
autoridades monetarias (con un margen de 1 punto porcentual por encima y debajo de la meta)
mostrando estabilidad a pesar de fluctuaciones importantes, particularmente en el 2015, que situaron al
ritmo inflacionario por debajo del límite inferior del 3%.

Guatemala es el 5º país más pobre de América Latina. Los ingresos per cápita en Guatemala fueron en el
2017 de US$ 4,060.00 dólares anuales. (Banco Mundial, 2019). Sin embargo, al ponderar la estructura
distributiva de los ingresos Guatemala muestras altos índices de desigualdad. El índice de GINI promedio
ha sido de 0.54 durante los últimos 15 años. En el año 2014 el Índice de GINI de ingresos fue de 0.53
mostrando que aún existen asimetrías no resueltas en cuanto a los ingresos de la población (Instituto
Nacional de Estadísticas, 2014).

La incidencia de la pobreza, medida por el método de línea de pobreza de acuerdo al agregado de


Consumo, la población en situación de pobreza de Guatemala entre 2000 y 2014, aumentó de 56,4% a
59,3%, ubicándose 31,5 puntos porcentuales por encima del promedio de América Latina. La pobreza
extrema se incrementó, en el 2014, pasando de un 33% a un 37% de la población total.

La política fiscal, por su lado, ha sido regresiva y su efecto en favor de la equidad ha sido prácticamente
nulo. Durante el periodo 2000 – 2016, los ingresos fiscales permanecieron casi invariables, pasando de
12,4% a 12,6% del PIB, por debajo del promedio de América Latina y el Caribe (18% y 22,7% del PIB)
(OECD et al, 2019). A pesar de que Guatemala no sufrió una recesión, la crisis financiera internacional de
2007 debilitó el crecimiento económico y los ingresos fiscales del País.

Del año 2007 al 2017 la relación deuda pública/PIB se ha mantenido relativamente estable alrededor del
24%, lo cual dista del nivel máximo recomendado para países como Guatemala (40% del PIB). Esta
situación le permite a Guatemala establecer medidas expansionistas y contra cíclicas que impulsen la
actividad económica enfocada a reducir las brechas sociales sin poner en riesgo la estabilidad
macroeconómica y la capacidad de pago del Estado. Esa disciplina fiscal y estabilidad monetaria han
estado presentes desde los años post acuerdos de Paz hasta el presente.

El tamaño del Estado medido por el nivel del gasto público así como por el lado de los ingresos fiscales
siempre ha sido reducido en Guatemala. La carga impositiva establecida desde los Acuerdos de Paz
muestra una reducción paulatina desde el año 2000, cerrando en el año 2018 en un 11.9%. del PIB,
incluyendo las contribuciones a la Seguridad Social. Esto pone a Guatemala muy por debajo del
promedio de Latinoamérica, de 26% y como uno de los países con la carga tributaria más baja del
mundo.

Comportamiento de la Carga Tributaria Del


Gobierno Central: Guatemala
14.5%
14.0% 13.8%13.9%
13.6%13.5%
13.4%
Carga Tributaria (%)

13.5% 13.1% 13.0%


13.0% 12.8%12.7%
12.7% 12.6%12.7%
12.4%
12.5% 12.1%12.2% 12.0%
12.2%12.1%
11.9%
12.0%
11.5%
11.0%
10.5%
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018
Año

Fuente: Elaboración propia con datos de (Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), 2019)

La actividad económica muestra una alta concentración en el área metropolitana, lo que ocasiona
desigualdades geográficas sustanciales en cuanto a la brecha de desarrollo económico entre el área
rural y urbana metropolitana. Guatemala enfrenta el reto de reducir esas desigualdades regionales para
enfrentar los grandes niveles de pobreza que se concentran en departamentos con altos índices de
ruralidad.

La inversión extranjera directa (IED) constituye un factor importante para el crecimiento económico
sobre todo en países con baja capacidad de ahorro como Guatemala, pues permite cerrar brechas de
productividad y proveer puestos de trabajo.

La IED en Guatemala ha mostrado en los últimos 5 años, un estancamiento, reflejando un 1.35% del PIB
en promedio, y en el 2018, una caída significativa, reflejada en un monto de $1,031.5 millones de
dólares.

Los conflictos sociales relacionados con la minería, así como la inestabilidad política y vulnerabilidad
institucional, incluyendo la poca certeza jurídica fueron variables que influyeron en dicha caída,
particularmente en 2018.

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas (2014) la PEA está compuesta por 6,1 millones de
personas. El 64% son hombres y 35% mujeres. La Organización Internacional del Trabajo, , muestra que
la tasa de desempleo formal en Guatemala estuvo próxima a duplicarse, de 1.4% de la PEA al 2.7%,
entre el año 2000 y el 2015 (Organización Internacional del Trabajo (OIT), 2016). Esto responde a la poca
capacidad de la economía formal de absorber a los 150 mil jóvenes que se integran cada año a la fuerza
laboral. Durante el primer trimestre del 2018 se registraron 6,527 nuevos cotizantes al Instituto
Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), cifra que evidencia el desequilibrio entre la oferta y la
demanda laboral en el tiempo. Se debe tomar en cuenta además el peso de la economía sumergida. El
empleo informal ocupaba a 7 de cada 10 guatemaltecos en el primer semestre del 2016. La informalidad
representa una motivo de preocupación debido a la exclusión que sufren quienes trabajan en dicho
sector, al con contar con prestaciones sociales ni fondos de retiro. El desajuste entre la oferta y
demanda laboral provoca presiones en los salarios reales.

Una variable que explica la poca capacidad de ahorro y de alguna forma los altos índices de pobreza en
la población es el salario mínimo. Para las actividades agrícolas y no agrícolas, el salario mínimo
decretado en 2019 se mantuvo igual que en el 2018 en Q2 mil 992.37 mensuales, mientras que para la
actividad exportadora y de maquila Q2 mil 758.16 (Incluyendo la bonificación de Q250). Sin embargo,
según la información del INE, el costo de la Canasta Básica Alimentaria, a Diciembre del 2018, se estimó
en Q.3,559.84 (Instituto Nacional de Estadísticas (INE), 2019).

Esto implica una brecha no cubierta de Q567.47 para la población que devenga salario mínimo en
actividades agrícolas y no agrícolas y de Q801.68 para quienes trabajan en la actividad exportadora y de
maquila. Estas brechas no cubiertas fomentan el círculo vicioso de la pobreza y provocan obstáculos al
crecimiento económico y al desarrollo integral, sobre todo en poblaciones vulnerables localizadas en su
mayoría, en áreas rurales.

La actividad económica que absorbe la mayor cantidad de la fuerza de trabajo es la agropecuaria (33%),
seguida por comercio (27,3%), industria manufacturera (12,6%), administración pública (8,9%), servicios
(6,5%), construcción (5,5%), profesional (4,3%), financiera (1,2%), información y comunicación (0,6%) e
inmobiliaria (0,2%) (Instituto Nacional de Estadísticas, 2018).

Las actividades económicas que en 2017 registraron el menor ingreso promedio mensual son
agropecuaria (Q1.174), servicios (Q1.335), construcción (Q2.127), industria manufacturera (Q2.174) y
comercio (Q2.568). Por su parte, las que registraron el mayor ingreso promedio mensual son
inmobiliaria (Q5.067), información y comunicación (Q4.076), administración pública (Q4.033), financiera
(Q3.897) y profesional (Q3.258) (Instituto Nacional de Estadísticas, 2018).

3. Diagnostico político

Una explicación de la naturaleza del Estado Guatemalteco radica en la visión de su conformación que
explica los indicadores de subdesarrollo prevalentes: Un Estado excluyente en lo político, racista en lo
social y concentrador de riqueza en lo económico.

El cambio de estructura es imperante. Se deben cerrar brechas en lo social, que permitan a las personas
construir su proyecto de vida individualmente, y con responsabilidad social y ambiental, no digamos salir
de su condición de pobreza. Se debe sanear la administración pública y expulsar la impunidad que ha
permitido la debilidad institucional, así como que la ciudadanía pierda fe en lo público, debilitando aún
más la gobernanza democrática

Se debe erradicar el racismo en lo social. Esto lo logra la educación y el pensamiento crítico, pero
también la comunicación, la creación de espacios comunes, el entendimiento y la institucionalización del
acceso a poder de mayorías excluidas, siendo estas mujeres y poblaciones indígenas de áreas rurales.
Las propuestas de desarrollo local, a nivel local y culturalmente pertinentes deben ser priorizadas. Los
bolsones de pobreza a nivel urbano siguen creciendo, creando presiones políticas y conflictos sociales.

Se debe asimismo romper con un sistema económico concentrador de riquezas. La concentración de


industrias y la falta de una ley de competencia consolidan industrias oligopólicas.

La pobreza se mantiene en crecimiento y la economía informal no permite a personas acceder a mejores


niveles de desarrollo humano.

Corolario: Guatemala, entre sus pares en Latinoamérica, se encuentra a la saga y muy por debajo del
promedio latinoamericano en cuanto a indicadores sociales, ambientales, económicos de Desarrollo
Humano y por debajo de lo que podría ser su potencial en muchos aspectos económicos, ecológicos,
políticos y sociales. Los retos que trae el COVID19 y la recesión global son una oportunidad para cambiar
estructuras económicas y políticas desde una nueva visión de Desarrollo.

4. Fundamentos filosóficos de la propuesta:

El marco en el cual se desenvuelve esta propuesta de lineamientos para la reconversión económica para
el Desarrollo de Guatemala se fundamenta en los principios filosóficos acordes a las realidades del Siglo
XXI, así como un nuevo paradigma de Desarrollo. Del paradigma del Consenso de Washington a un
renovado paradigma más acorde a la realidad de los tiempos.

La declaración de Estocolmo es un buen referente: Un grupo de 13 economistas reconocidos a nivel


mundial, incluyendo un Premio Nóbel, promulgaron en 2016 en Suecia, un documento que reúne ocho
elementos importantes a tomar en cuenta para cualquier estrategia de Desarrollo de las Naciones.

La llamada “Declaración de Estocolmoi”(SIDA, 2016) presenta los siguientes elementos:

1. El crecimiento económico no debe ser un fin sino un medio para el Desarrollo y Bienestar.

2. El Desarrollo debe ser inclusivo.

3. La sostenibilidad ambiental es un requerimiento, no una opción.

4. Hay una necesidad de balancear al Mercado con el Estado y la Comunidad.

5. El desarrollo exitoso implica proveer estabilidad macroeconómica, que no se circunscribe


únicamente a mantener presupuestos balanceados o un enfoque exclusivo a la inflación.

6. Se debe atender el impacto del desarrollo tecnológico y la desigualdad globales. Es


particularmente importante evaluar los impactos en el mercado laboral, tanto de Países
desarrollados como menos desarrollados. Las respuestas exitosas requieren inversión en capital
humano, reescribiendo las reglas de la economía para alcanzar una distribución más igualitaria
de los ingresos de las personas, además de crear nuevos instrumentos de redistribución dentro
y entre países.

7. Las normas sociales y el pensamiento imperante importa. Se deben introducir los insumos que
provee la disciplina de la “economía del comportamiento” para introducir políticas que
modifiquen conductas hacia objetivos deseados.

8. Las políticas globales tienen efectos en los países en desarrollo.


Se enfatiza en la reducción de las brechas de desigual acceso a recurso como objetivo de desarrollo a
través de una relación balanceada bajo un marco de Economía Social de Mercado.

La ética y el respeto a la vida, a la diversidad y a la humanidad son valores implícitos que están presentes
en la presente propuesta.

Asimismo, se busca estar en el concierto de la discusión global en cuanto a compromisos con las
actuales y futuras generaciones, teniendo presente en la propuesta los Objetivos de Desarrollo Social de
la Agenda 2030 firmada por Guatemala, como guías que brindan visión a las acciones presentadas.

LINEAMIENTOS GENERALES

Esta propuesta brinda lineamientos generales para un proceso de transformación económica para
Guatemala, tomando en consideración la Crisis coyuntural del COVID19 como una forma de atender los
retos globales que se enfrentan en el siglo XXI, siendo estos:

a. La degradación ambiental acelerada, el cambio climático y sus consecuencias


b. Las desigualdades socioeconómicas y amplitud de brechas
c. La vulnerabilidad Institucional
d. La insostenibilidad consecuente.

5. 4 ejes Transformadores:

Existen oportunidades de desarrollo desde diversos territorios, en cuanto a crear corredores


económicos y proyectos generadores de empleo e ingresos públicos para dotar de recursos al Estado en
función de las acciones enfocadas al crecimiento económico, la reducción de brechas, la creación de
empleos formales, dignos y de calidad y el fortalecimiento de la competitividad desde un enfoque
sostenible. Para ello se requerirá de endeudamiento público sano con el objetivo de re-estructurar los
procesos económicos de manera que sean inclusivos, sostenibles y enfocados al Desarrollo Humano
integral, y con pertinencia cultural.
RESULTADOS:
BIENESTAR HUMANO
BIENESTAR SOCIAL
MEDIOS: BALANCE ECOLOGICO
POLITICAS DEDICADAS A: SOSTENIBILIDAD
CERRAR BRECHAS, REDUCIR POBREZA
DETONAR CRECIMIENTO MEJORAR IDH
INCLUSIVO, DESARROLLO LOCAL
DIAGNÓSTICO: CORREGIR FALLOS DEL
MERCADO,
Nudos identificados:
MEJORAR LA COMPETITIVIDAD
Brechas y obstaculos al
crecimiento Dinamizar economías locales
Causas de brechas y Generar practicas de produccion
ambientalmente sostenibles y
exclusión socioeconómica. culturalmente pertinentes

Los lineamientos generales se componen de políticas desde el Gobierno Central orientadas a dotar de
recursos a gobiernos locales y mancomunidades, para detonar procesos de desarrollo integral,
ambientalmente sostenibles y culturalmente pertinentes.

La reactivación de las economías a nivel local implica creación de empleos y actividades economicas con
visión de una reestructuración de la forma de producir y consumir. Enfocando recursos al bienestar mas
que al crecimiento económico e integrar procesos desde lo local donde las comunidades y territorios
tengan voz y participación en la toma de decisiones.

LINEAMIENTOS GENERALES A NIVEL MACRO

Los ejes de impulso económico son los siguientes:

I. Estimular el crecimiento económico inclusivo y sostenible.

El crecimiento económico en Guatemala ha sido por debajo de su potencial y no ha sido suficiente para
alcanzar mejores estadios de desarrollo humano, económico, ambiental y social. La pobreza ha crecido y
los indicadores de desnutrición y rezago de peso y talla en niños y niñas sigue siendo prevalente en una
mayoría considerable, sobre todo en poblaciones indígenas del área rural.

Un crecimiento económico de calidad implica que éste derrame en beneficios para la población en
general. Los índices de desigualdad y de concentración de ingresos, de activos productivos y de
oportunidades para construir el proyecto de vida de cada guatemalteco y guatemalteca se mantienen en
niveles alarmantes. Guatemala está dentro de los 15 países más desiguales del mundo en cuanto a sus
ingresos lo cual es un factor que impide que el crecimiento se derrame en beneficios para todos así
como un obstáculo al crecimiento mismo.
Los fundamentos filosóficos de la propuesta se complementan de criterios técnicos que permiten
encaminar las decisiones de política de crecimiento económico tratando de abordar tres preguntas
pertinentes.

a. ¿Crecer para qué? (Que responde a la calidad del crecimiento)

b. ¿Crecer para quién(es)? (Que responde a la equidad)

c. ¿Crecer por cuánto tiempo? Que responde a la sostenibilidad ambiental, social y humana.

La propuesta privilegia proyectos de transformación de la estructura económica que prioricen el


desarrollo humano, ambiental y reduzcan los impactos negativos en el entorno.

Las acciones de revitalización y reestructuración económica buscarán trabajar de la mano con


mancomunidades, poder local y territorios a nivel descentralizado para desarrollar “proyectos ancla”, asi
como proyecto de desarrollo local, a través de la intervención directa del Estado incluyendo gobiernos
locales, así como en algunos proyectos, propiciar condiciones para inversión privada, cooperativa, y
alianzas con sectores de PYMES, COOPERATIVAS, Y ESTADO donde sea factible.

Se busca construir indicadores, estándares y métricas que monitoreen el impacto y brinden criterios
para priorizar los lineamientos de política propuestos más allá de medir al crecimiento económico como
indicador de éxito. Los indicadores de éxito serán integrales y tomaran en cuenta salud, educación,
contaminación, externalidades, ingresos y otros que reflejen calidad de vida.

La construcción y dotación de un renovado HOSPITAL GENERAL CAPAZ DE GARANTIZAR EL DERECHO A


SALUD UNIVERSAL, así como centros de salud culturalmente pertinentes en regiones prioritarias y
acordes a las características y necesidades prioritarias de la población, para garantizar la cobertura de
salud universal, sobre todo en tiempos de crisis.

La revitalización de infraestructura en puertos para exportación y turismo, y sistemas de transporte y


traslado de mercancías de puerto a puerto es fundamental y será otro de las prioridades de proyectos
ancla a nivel Nacional.

El fomento de energías renovables incluyendo granjas de energía solar y mini hidroeléctricas serán
también contempladas para la reestructuración de la matriz energética a nivel local.

II. Cerrar Brechas.

El último informe de OXFAM refiere que la riqueza mundial sigue concentrándose en menos cantidad de
personas en el mundo. En Guatemala sucede igual.

Oxfam propone que: “Es necesario que transformemos nuestras economías a fin de garantizar la
provisión universal de servicios públicos básicos como la sanidad y la educación. Para lograrlo, las
personas y empresas más ricas deben tributar lo que les corresponde justamente. Esto contribuirá a
reducir de manera significativa la brecha existente tanto entre ricos y pobres como entre mujeres y
hombres.ii”(Oxfam, 2019)

La presente propuesta se basa en que la reducción de las brechas que impiden el desarrollo de todas y
todos los guatemaltecos es fundamental para detonar procesos virtuosos de bienestar. Una población
que concentra recursos y oportunidades en detrimento del resto de la ciudadanía sufrirá,
constantemente, las consecuencias negativas de las desigualdades socioeconómicas y la pobreza
resultante. Las migraciones, la violencia, la sobrepoblación en áreas urbanas y la debilidad institucional
son algunos de los productos de sociedades donde la movilidad social hacia arriba es limitada para la
mayoría de sus habitantes.

Esta propuesta procura enfocar esfuerzos desde lo macro para fomentar el desarrollo micro. Esto
implica un papel del Estado activo y fuerte. Dotar a las instituciones públicas de recursos y capacidades
para desarrollar comunidades enteras y el trabajo conjunto con estructuras de organización local es
crucial.

Las políticas económicas para cerrar brechas se enfocarán en el empleo, la mejora constante de capital
humano (educación, vivienda y salud), la formalización del trabajo y de empresas, así como en la
promoción de acceso a créditos y otros factores productivos a micro, pequeñas y medianas empresas en
toda la República enfocadas a prácticas culturalmente pertinentes y ambientalmente sostenibles.

III. Empleo:

Las políticas transformadoras de la estructura económica implican enfrentar los retos laborales que se
avizoran frente a una economía globalizada y altamente tecnificada, además de la vulnerabilidad que da
la informalidad y en el presente contexto, una recesión global.

Aunque el desarrollo tecnológico ha evidenciado beneficios para la humanidad, presenta riesgos, sobre
todo, en economías de manufactura intensiva en mano de obra y actividades agrícolas.

Con la automatización de los procesos productivos, la robótica y el desarrollo de la inteligencia artificial,


los trabajos manuales son los más vulnerables por ser fácilmente sustituibles. Es menester que en
Guatemala le pongamos atención a los cambios globales que impactarán grandemente a la economía en
general y al empleo no calificado y medianamente calificado, en particular.

Los servicios ambientales, las practicas agrícolas sostenibles y el enfoque a la construcción y mejora de
infraestructura en denominados “pueblos nuevos”, que buscaran detonar procesos de economía
circular, desarrollo local, y enfoque a servicios y al turismo.

IV. Sostenibilidad:

El Foro Económico Mundial, 2019 enfatiza sobre los desafíos globales en el futuro que ponen en riesgo
el bienestar, el equilibrio ecológico y la paz. La implementación de indicadores de riesgos ambientales y
de vulnerabilidad institucional son nuevos elementos que se colocan en la agenda de medición de riesgo
global. 5 de 8 indicadores de alta probabilidad y alto impacto para la humanidad a nivel global están
relacionados con los recursos naturales, el ambiente, la biodiversidad, el clima y el agua.

Esto implica importantes cambios estructurales a realizar en nuestro modelo de desarrollo actual hacia
un modelo de desarrollo renovado y alternativo que responda hacia una economía sostenible, inclusiva
y con objetivos de desarrollo integral y ecológicamente sostenible.

Las oportunidades para generar proyectos de economía verde y ambientalmente priorizadas son un
cambio importante de paradigma para definir el rumbo de Guatemala y convertirla en un ejemplo a
seguir por parte de sus pares.
Plantas recicladoras, tratamientos de agua, fomento al turismo ecológico y cultural, la protección a
especies y ecosistemas, los beneficios del bosque tropical como la absorción de CO2, y otros servicios
ambientales son ejemplos de la verdadera riqueza de nuestra Nación.

La propuesta de reestructuración y reactivación económica se enfoca a un crecimiento económico


verde, sostenible, inclusivo, pertinente y de calidad.

Los retos del COVID19 y la recesión global presentan una gran oportunidad de cambio de dirección en
el desarrollo integral deseado para el País así como un ejemplo de liderazgo para el resto de países de
la Región.

RESPUESTAS A LA CRISIS 2020

El camino que ha seguido el País hasta ahora muestra limitaciones que la crisis global desnuda con
consecuencias graves para el bienestar de la población en general.

En 1944 el paradigma de crecimiento económico cambió a nivel Global por la crisis en EUA y de la
Postguerra. Las políticas fiscales y monetarias enfocadas a incrementar la Demanda Agregada y
reestructurar formas de producción incluyendo el rol del Estado y de los Bancos Centrales mostraron
impactar positivamente en varios países del mundo. El paradigma cambió en los 80’s y hubo otra
reconversión ideológica que afectó los procesos productivos y recompuso el papel del Estado. Hoy
estamos frente a un punto pivote en el que oxigenadas formas de ver el bienestar surgen como la
alternativa a un modelo vulnerable y que debe ser revisado.

Un modelo alternativo que busque el bienestar integral de los seres humanos y su interrelación con los
ecosistemas está ante nosotros y la oportunidad de diseñarlo es ahora.

PROPUESTAS DE RESPUESTA A LA CRISIS

Las inversiones tanto públicas como privadas enfocadas a acentuar la productividad y absorber las
capacidades productivas de esa población, en un marco de inclusión y sostenibilidad, son un elemento
fundamental en los lineamientos de política económica y un reto para Guatemala.

La Inversión pública se ha mantenido, en promedio, por debajo del 4% del PIB, mostrando una
tendencia hacia la baja en los últimos 5 años (Banco de Guatemala, 2019).

La política fiscal, por su lado, ha sido regresiva y su efecto en favor de la equidad ha sido prácticamente
nulo. Durante el periodo 2000 – 2016, los ingresos fiscales permanecieron casi invariables, pasando de
12,4% a 12,6% del PIB, por debajo del promedio de América Latina y el Caribe (18% y 22,7% del PIB)
(OECD et al, 2019). A pesar de que Guatemala no sufrió una recesión, la crisis financiera internacional de
2007 debilitó el crecimiento económico y los ingresos fiscales del País.

Del año 2007 al 2017 la relación deuda pública/PIB se ha mantenido relativamente estable alrededor del
24%, lo cual dista del nivel máximo recomendado para países como Guatemala (40% del PIB). Esta
situación le permite a Guatemala establecer medidas expansionistas y contra cíclicas que impulsen la
actividad económica enfocada a reducir las brechas sociales sin poner en riesgo la estabilidad
macroeconómica y la capacidad de pago del Estado. Esa disciplina fiscal y estabilidad monetaria han
estado presentes desde los años post acuerdos de Paz hasta el presente.

PROPUESTA DE ACCIONES

1. En el plazo inmediato: A través de un endeudamiento público responsable (no más del 30% PIB)
a. Incremento del Gasto de Gobierno.
i. Fomento al consumo interno a través de políticas fiscales progresivas
ii. Reestructuración de la economía / fomento a la producción *ver abajo
iii. Proyectos Ancla para el mediano plazo *Ver abajo
iv. Descentralización / Intervenciones locales
1. Plantas de reciclaje local
2. Centros de desarrollo intelectual – bibliotecas/ludotecas públicas
3. Reconstrucción y reacondicionamiento de Centros de Salud
4. Reconstrucción y reacondicionamiento de Centros de educación
comunitaria
5. Subsidios a municipalidades y a cooperativas para la creación y fomento de
energías renovables (granjas solares, mini-hidroelectricas, etc.)
b. Fomento a la producción y facilitación de acceso a financiamiento.
i. Facilitación de prestamos blandos a Pymes priorizando proyectos ambientalmente
sostenibles y culturalmente pertinentes
ii. Reconversión productiva a través de modelos locales de economías circulares y
producción de servicios ambientales y de baja presión ecológica.
2. Mediano Plazo:
a. Proyectos Ancla para el mediano plazo:
1. Hospital Nacional con miras a garantizar Salud Universal en Mediano Plazo
2. Puertos y ciudades en puertos priorizando facilidades para turistas
3. Facilitación de transporte ambientalmente responsable y eficiente entre
puertos.
b. Reconversión productiva con el programa “Pueblos Nuevos”.
i. Elaborar planes de desarrollo económico local mediante la participación
comunitaria priorizando los ODS y objetivos de desarrollo humano, ecológico y
social en cada territorio. Los pueblos nuevos persiguen un nuevo modelo de
desarrollo económico y urbanístico.
ii. Fomentar el uso de materiales locales y vernáculos para la construcción.
iii. Remozamiento del pueblo y renovación de sitios de importancia cultural e histórica.
iv. Creación y reconstrucción de parques, áreas protegidas, siembra y manejo de
bosques y ecosistemas en gran escala. (Financiamiento a través de REDD)
v. Urbanización ambientalmente sostenible, socialmente inclusiva y culturalmente
pertinente (ciclovías, transporte colectivo verde, calles peatonales, uso de energías
renovables, plantas de tratamiento de agua, de residuos y de reciclaje, economías
circulares y fomento a vida en comunidad con parques y áreas protegidas como
parte de las prioridades).
vi. Promover la identidad de cada territorio y desarrollarlo de acuerdo a su pertinencia
cultural y objetivos de desarrollo local. (indicadores objetivos, medibles y con
capacidad de ser monitoreados por la misma población constantemente).
vii. Creación de oficinas municipales de estadística para recoger datos a nivel local y
monitorear la ejecución. La asignación de presupuesto será en función de objetivos
de desarrollo alcanzados y proyectos enfocados a esos objetivos.

La reconversión productiva implica la creación de empleo público y cadenas de valor


por parte de pymes a nivel privado y cooperativas en áreas de desarrollo social y
ambiental: Servicios de Salud, Centros de educación y entrenamiento enfocados al
turismo y servicios ambientales, Bibliotecas con servicios educativos anexos, centros
recreativos, parques, áreas naturales y áreas protegidas, centros de reciclaje
municipal, centros de tratamiento de agua y deshechos, centros de producción de
material vernáculo para construcción de vivienda, oficinas de atención al turista,
procesos de construcción y reconstrucción de infraestructura relativa al
reordenamiento urbano en función de la estrategia de desarrollo local, granjas de
energía solar.

Creación de empleo privado y fomento a pymes en el mediano y largo plazo en


función del flujo de comercio local y de turismo interno y externo tanto en las
ciudades-puerto como hacia los pueblos nuevos: servicios de restaurantes,
hotelería y turismo, transporte sostenible, mercados locales, arte local, servicios
de entrenamiento y educación, servicios de comunicación, academias de idiomas,
mantenimiento y limpieza, etc.

Corolario:

La calidad de vida se medirá por la limpieza el agua, del aire, bajos niveles de basura y contaminación
ambiental e indicadores de salud de las personas más que por la cantidad de centros de salud, se medirá
por el nivel de educación y no por la cantidad de escuelas, se medirá a través de la reducción de la
violencia, baja desigualdad (igualdad de acceso a oportunidades), respeto a derechos, bajos niveles de
corrupción, la reducción a la exclusión social y al racismo, no por el PIB per cápita exclusivamente.

Para ello es imprescindible que el Gobierno tenga acceso a recursos y un marco legal que le permita
desarrollar proyectos con el objetivo de fomentar una reestructuración económica, política y social
desde los niveles locales.
Los retos son grandes, sobre todo ante el narcotráfico, la corrupción y la vulnerabilidad institucional. Sin
embargo, el camino debe ser trazado y es en los momentos de crisis cuando los cambios estructurales
son posibles.

El camino que ha seguido el País hasta ahora muestra limitaciones que la crisis global desnuda con
consecuencias graves para el bienestar de la población en general. Nos encontramos frente a un punto
pivote en el que oxigenadas formas de ver el bienestar surgen como la alternativa a un modelo
vulnerable.

Un modelo de desarrollo alternativo que busque el bienestar integral de los seres humanos y su
interrelación con los ecosistemas está ante nosotros y la oportunidad de diseñarlo e implementarlo es
ahora.

i
https://www.sida.se/globalassets/sida/eng/press/stockholm-statement.pdf
ii
https://www.oxfam.org/es/informes/bienestar-publico-o-beneficio-privado#AcabemosConLaPobreza#Davos2019

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