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Índice
1Características
o 1.1Capital, trabajo y régimen de propiedad
o 1.2Contrato libre, ganancias y movilidad social
o 1.3Libre mercado, empresas, competencia y trabajo.
o 1.4La empresa por sociedad de capitales
o 1.5Crecimiento económico
o 1.6Organizaciones por interés individual
o 1.7Liberalismo y papel del Estado
2Origen
3Tipos de sistemas capitalistas
o 3.1Mercantilismo
o 3.2Capitalismo de libre mercado
o 3.3Economía social de mercado
o 3.4Capitalismo corporativo
o 3.5Economía mixta
o 3.6Capitalismo de riesgo
o 3.7Capitalismo mortuorio
4Críticas al capitalismo
o 4.1Marxismo
4.1.1Capitalismo e imperialismo
4.1.2El mercado como institución no natural
4.1.3Capitalismo como religión
o 4.2Ecologismo
5Véase también
6Referencias
7Bibliografía
8Enlaces externos
Características[editar]
John Locke, con su obra Dos tratados sobre el gobierno civil, establece los principios que
posteriormente servirán para identificar el capitalismo como sistema productivo y el liberalismo como
sistema de pensamiento que lo respalda.
En cualquier caso es innegable, que para unos y otros el proceso de búsqueda de beneficios
tiene un rol importante (ya se prefiera una economía con cierta regulación o una totalmente
desregulada). Se admite que a partir de las transacciones entre compradores y vendedores
emerge un sistema de precios, y los precios frecuentemente surgen como una señal de cuáles
son las urgencias y necesidades insatisfechas de las personas, si bien algunos autores
señalan que pueden existir fallos de mercado bajo circunstancias específicas. La promesa de
beneficios les da a los emprendedores el incentivo para usar su conocimiento y recursos para
satisfacer esas necesidades. De tal manera, las actividades de millones de personas, cada
una buscando su propio interés, se coordinan y complementan entre sí.36
Liberalismo y papel del Estado[editar]
La doctrina política que históricamente ha encabezado la defensa e implantación de
este sistema económico y político ha sido el liberalismo económico y clásico del cual se
considera sus padres fundadores a John Locke, Juan de Mariana y Adam Smith. El
pensamiento liberal clásico sostiene en economía que la intervención del gobierno debe
reducirse a su mínima expresión. Solo debe encargarse del ordenamiento jurídico que
garantice el respeto de la propiedad privada, la defensa de las llamadas libertades negativas:
los derechos civiles y políticos, el control de la seguridad interna y externa (justicia y
protección), y eventualmente la implantación de políticas para garantizar el libre
funcionamiento de los mercados, ya que la presencia del Estado en la economía perturbaría
su funcionamiento. Sus representantes contemporáneos más prominentes son Ludwig von
Mises y Friedrich Hayek por parte de la llamada Escuela austríaca de economía; George
Stigler y Milton Friedman por parte de la llamada Escuela de Chicago, existiendo profundas
diferencias entre ambas.
Existen otras tendencias dentro del pensamiento económico que asignan al Estado funciones
diferentes. Por ejemplo los que se adscriben a lo sostenido por John Maynard Keynes, según
el cual el Estado puede intervenir para incrementar la demanda efectiva en época de crisis.
También se puede mencionar a los politólogos que dan al Estado y a otras instituciones un
papel importante en controlar las deficiencias del mercado (una línea de pensamiento en este
sentido es el neoinstitucionalismo).
Origen[editar]
Skyline de la ciudad inglesa de Mánchester en 1857. Durante el siglo XIX en medio de la Revolución
industrial esta ciudad desarrolló tal cantidad de industria textil que fue llamada Cottonopolis, y se
convirtió en modelo de la prosperidad provocada por el capitalismo de libre empresa para el movimiento
social y político denominado Escuela de Mánchester.
Tanto los mercaderes como el comercio existen desde que existe la civilización, pero el
capitalismo como sistema económico, en teoría, no apareció hasta el siglo XVII en Inglaterra
sustituyendo al feudalismo. Según Adam Smith, los seres humanos siempre han tenido una
fuerte tendencia a «realizar trueques, cambios e intercambios de unas cosas por otras». De
esta forma al capitalismo, al igual que al dinero y la economía de mercado, se le atribuye
un origen espontáneo o natural dentro de la edad moderna.37
La sustitución del feudalismo tuvo como impulso a poderosas fuerzas del cambio que sirvieron
para introducir de forma gradual la estructura de una sociedad de mercado, dentro de las
principales fuerzas se encuentran:38
Mercantilismo y proteccionismo
Laissez faire y capitalismo deregulado
Capitalismo corporativo
Economía social de mercado
Economía mixta
En gran medida en la mayoría de países modernos predominan formas de capitalismo más
cercanas a las dos últimas formas, la economía social de mercado y la economía mixta. El
mercantilismo y el proteccionismo parecen casi universalmente abandonados aunque tuvieron
su auge durante los siglos XVIII y XIX.
Mercantilismo[editar]
Artículos principales: Mercantilismo y Proteccionismo.
Esta es una forma nacionalista del capitalismo temprano que nació aproximadamente en el
siglo XVI. Se caracteriza por el entrelazamiento de intereses comerciales de interés para el
Estado y el imperialismo y, consecuentemente, por el uso del aparato estatal para promover
las empresas nacionales en el extranjero. Un buen ejemplo lo entrega el caso del monopolio
comercial impuesto por España a sus territorios de ultramar en 1504 prohibiéndoles comerciar
con otras naciones.
El mercantilismo sostiene que la riqueza de las naciones se incrementa a través de
una balanza comercial positiva (en que las exportaciones superan a las importaciones).
Corresponde a la fase de desarrollo capitalista llamada Acumulación originaria de capital.
Capitalismo de libre mercado[editar]
Artículos principales: Laissez faire y Libre mercado.
El capitalismo laissez faire se caracteriza por contratos voluntarios en ausencia de
intervención de terceros (como pudiere ser el Estado). Los precios de los bienes y servicios
son establecidos por la oferta y la demanda, llegando naturalmente a un punto de equilibrio.
Implica la existencia de mercados altamente competitivos y la propiedad privada de los
medios de producción. El rol del Estado se limita a la producción de seguridad y al resguardo
de los derechos de propiedad.
Economía social de mercado[editar]
Artículo principal: Economía social de mercado
En este sistema la intervención del Estado en la economía es mínima, pero entrega servicios
importantes en cuanto a la seguridad social, prestaciones de desempleo y reconocimiento de
derechos laborales a través de acuerdos nacionales de negociación colectiva. Este modelo es
prominente en los países de Europa occidental y del norte, aunque variando sus
configuraciones. La gran mayoría de las empresas son de propiedad privada.
Capitalismo corporativo[editar]
Artículo principal: Capitalismo corporativo
Una economía mixta está basada en gran medida en el mercado, y consiste en la convivencia
de la propiedad privada y la propiedad pública de los medios de producción, y en el
intervencionismo a través de políticas macroeconómicas destinadas a corregir los
posibles fallos de mercado, reducir el desempleo y mantener bajos los niveles de inflación.
Los niveles de intervención varían entre los diferentes países, y la mayoría de las economías
capitalistas son mixtas hasta cierto punto.
En términos políticos informales se considera que los sistemas capitalistas son opuestos a los
sistemas de inspiración socialista. Presuntamente los sistemas socialistas difieren de los
sistemas capitalistas en varias maneras: propiedad pública de los medios de producción, los
recursos monetarios obtenidos mediante la producción pueden ser utilizados con fines
sociales no relacionados con la inversión o la obtención de beneficios. En muchos sistemas
históricos de inspiración socialista muchas decisiones importantes de producción fueron
directamente planificadas por el estado lo cual dio lugar a sistemas de economía planificada.
Tampoco pueden considerarse sistemas capitalistas muchos sistemas socioeconómicos de
la antigüedad y la edad media, ya que en ellos tenía un papel destacado la mano de obra
forzada (como en el feudalismo) o directamente la mano de obra esclava (presente en la
antigüedad, la edad moderna e incluso perduró inicialmente en las sociedades capitalistas).
Tampoco existía en muchos de esos sistemas movilidad social, al tratarse de
sociedades estamentarias; ni la producción estaba orientada o racionalizada a la obtención de
beneficio económico o a crear sistemas de acumulación capitalista, sino que otros objetivos
socialmente deseables para una parte de la sociedad podían tener mayor peso en las
decisiones de producción y la actividad económica.
Capitalismo de riesgo[editar]
Comprendido también como sociedad de riesgo, ha sido un vocablo introducido por el
sociólogo alemán Ulrich Beck quien comprendía que luego de Chernobyl la sociedad entró en
una nueva fase de producción. El riesgo era la base angular de la sociedad que hacía a todas
las clases iguales. Este proceso de desjerarquización ha llevado a un fenómeno conocido
como proceso de reflexibilidad. En el capitalismo descrito por Beck, los sistemas de
producción son descentralizados, en parte como resultado del proceso de reflexibilidad que da
origen a formas donde el lego tiene acceso a información que en épocas anteriores eran
exclusivas de los expertos. No obstante, la introducción de la tecnología para detectar y
reducir ciertos riesgos, engendraba otros no tenidos en cuenta o planificados por los
expertos.40 Anthony Giddens explora el capitalismo del riesgo como una consecuencia del
empalme entre la globalización y el mercantilismo.41 Por su parte, Richard Sennet sugiere que
la discursividad del riesgo es útil para que los grupos privilegiados no asuman los riesgos de
sus decisiones. El ciudadano moderno debe gestionarse su propia seguridad como signo de
estatus, que le permite ingresar al mundo de los buenos ciudadanos. Quienes así no pueden
gestionarlo, son tildados de «incapaces» o «personas vulnerables». Ser vulnerable implica no
tener autonomía respecto de otros que si pueden autoprotegerse. Este cambio en las políticas
de protección se asocia a una tendencia económica que pondera y valoriza a quienes no se
apegan a una empresa por muchos años. Los expertos en organizaciones o sociología laboral
sugieren que las personas deben cambiar de trabajo en forma periódica debido a que ello
sugiere una adaptación sana a lo diferente. Más allá de este discurso subyace una lógica de
explotación que intenta romper con los lazos sociales y con el apego tradicional de un sujeto a
una organización. Por ese motivo, no es extraño observar que dentro del culto al cambio prime
una atmósfera de precarización laboral. 42 Ante el mismo problema Zygmunt Bauman acuña el
término «sociedad líquida» para expresar la dinámica del capitalismo moderno. En la sociedad
sólida las economías y los lazos institucionales estaban orientados a largo plazo, en forma de
una producción de escala. Pero la modernidad ha cambiado a formas más descentralizadas,
móviles y menos estables en los canales productivos. Eso ha dado como resultado una
sociedad donde los lazos sociales son adaptables al momento y a los intereses individuales
de las personas. En la sociedad líquida la seguridad es empleada como una forma discursiva
que denota exclusividad y estatus social. Los medios tecnológicos vigentes son usados por los
grupos privilegiados no solo para protegerse de ciertos grupos marginales, sino para
demostrar ejemplaridad.434445
Capitalismo mortuorio[editar]
George H. Mead afirmaba que existía una fascinación por las malas noticias, los periódicos y
los accidentes porque de esa forma el "yo" exorciza a la muerte. Se siente una sana alegría
ante la tragedia de los demás debido a que se ha evitado ser afectado por el evento. 46 En este
sentido, Joy Sather-Wagstaff sugiere que los desastres provocados por el hombre o naturales
generan un gran trauma para la sociedad, el cual debe ser regulado por medio de la
solidaridad entre las víctimas y los supervivientes. En ciertas ocasiones, el poder político
intenta manipular el discurso con el fin de ganar legitimidad frente a los miembros de la
comunidad. Se da, entonces, una patrimonialización del dolor que distorsiona las razones
reales del desastre. Rememorar la muerte es el primer hecho político que da origen a la
cultura.47 Estas mismas observaciones fueron validadas por la profesora Rodanthi Tzanelli de
la Universidad de Leeds, quien sostiene que el cine ha hecho de la muerte un
principal commodity para ser comercializado por los diferentes agentes del capitalismo al
punto de imponer mensajes discursivos hegemónicos. En diversas prácticas como la visita a
lugares de extrema pobreza, o a santuarios donde abunda la muerte masiva, estos
dispositivos apelan al sufrimiento humano para dotar al consumidor de una realidad
apocalíptica. La función de retratar la miseria ajena radica en el reforzamiento de la propia
posición de clase ejercida por la élite capitalista. 48 Phillipe Aries por su parte sostiene que el
hombre moderno ha perdido la familiaridad con la muerte y a diferencia de sus predecesores
ha hecho de ella algo incontrolable, cuyos efectos adquieren una naturaleza
desestabilizadora.49 Por último, la muerte funcionaría según Geoffrey Skoll como un
importante discurso para mantener a la masa trabajadora bajo control. 50 Zygmunt
Bauman sostiene que el estado de hiper-vigilancia que se ha fundamentado en el uso de
tecnologías cumple una doble función. Por un lado protege a los ciudadanos deseables de los
indeseables, pero también sirve como criterio de exclusión donde solo unos pocos se aíslan
del resto de la sociedad. La exclusividad confiere estatus a ciertos grupos y la vigilancia es el
instrumento por medio del cual ese estatus se hace visible a otros quienes no poseen los
recursos necesarios para protegerse. 51
Críticas al capitalismo[editar]
Pyramid of Capitalist System, póster del sindicato Industrial Workers of the World. Critica el capitalismo
representándolo como una estructura jerárquica de clases sociales.
Artículo principal: Anticapitalismo
Véase también
necesidad.
SALARIO
¿Qué es el salario?
El salario es la cantidad de dinero que el capitalista paga por
un determinado tiempo de trabajo. Bajo la apariencia de la
venta del trabajo, la realidad es que los obreros cambian su
mercancía, la fuerza de trabajo, por la mercancía del
capitalista, por el dinero, y este cambio se realiza guardando
una determinada proporción.
El salario no es más que un nombre especial con que se
designa el precio de la fuerza de trabajo, y expresa la
proporción en que la fuerza de trabajo se cambia por otras
mercancías, o sea el valor de cambio de la fuerza de trabajo.
¿El salario es una parte del nuevo valor añadido por la
fuerza de trabajo del obrero a la mercancía?
No, el salario no es la parte del obrero en la mercancía por
él producida. El salario es la parte de la mercancía ya
existente, con la que el capitalista compra una determinada
cantidad de fuerza de trabajo productiva.
El capitalista no paga este salario con el dinero que ha de
obtener de la venta de la mercancía, sino de un fondo de
dinero que tiene en reserva. El capitalista, con una parte de
su capital compra la fuerza de trabajo del obrero, igual que
con otra parte de la fortuna ha comprado las materias primas
y los instrumentos de trabajo. Una vez hechas estas compras,
el capitalista produce ya con materias primas e instrumentos
de trabajo de su exclusiva pertenencia.
¿Cómo se fija el salario?
Como en cualquier otra mercancía, las fluctuaciones del
salario están determinadas por la competencia, que tiene tres
aspectos:
La competencia entre vendedores que abarata el precio
EL CAPITAL
EL ABISMO SOCIAL
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