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Capitalismo

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Maquinaria de una empresa capitalista del siglo XIX.

El capitalismo es un orden o sistema social y económico que se encuentra en constante


movimiento, deriva del usufructode la propiedad privada sobre el capital como herramienta de
producción, que se encuentra mayormente constituido por relaciones empresariales
vinculadas a las actividades de inversión y obtención de beneficios, así como de relaciones
laborales tanto autónomas como asalariadas subordinadas libres con fines mercantiles.1
En el capitalismo, los individuos y las empresas usualmente representadas por los mismos,
llevan a cabo la producción de bienes y servicios de forma privada e interdependiente,
dependiendo así de un mercado de consumo para la obtención de recursos.2 El intercambio
de los mismos se realiza básicamente mediante comercio libre y, por tanto, la división del
trabajose desarrolla de forma mercantil y los agentes económicos dependen de la búsqueda
de beneficio.3 La distribución se organiza, y las unidades de producción se fusionan o separan,
de acuerdo a una dinámica basada en un sistema de preciospara los bienes y servicios.4 A su
vez, los precios se forman mayoritariamente en un mercado que depende de la interacción
entre una oferta y una demanda dadas por las elecciones de productores y consumidores, 5 y
éstos a su vez, son necesarios para la coordinación ex-post de una economía basada en el
intercambio de mercancías.6
El origen etimológico de la palabra capitalismo proviene de la idea de capital y su uso para la
propiedad privada de los medios de producción,78 sin embargo, se relaciona mayormente al
capitalismo como concepto con el intercambio dentro de una economía de mercado que es su
condición necesaria,910 y a la propiedad privada absoluta o burguesa11 que es su corolario
previo.1213 El origen de la palabra puede remontarse antes de 1848 pero no es hasta 1860 que
llega a ser una corriente como tal y reconocida como término, según las fuentes escritas de la
época. 14
Se denomina sociedad capitalista a toda aquella sociedad política y jurídica originada basada
en una organización racional del trabajo, el dinero y la utilidad de los recursos de producción,
caracteres propios de aquel sistema económico.15 En el orden capitalista, la sociedad está
formada por clases socioeconómicas en vez de estamentos como son propios
del feudalismo y otros órdenes pre-modernos.16 Se distingue de aquel y de otras formas
sociales por la posibilidad de movilidad social de los individuos, por una estratificación
social de tipo económica,17 y por una distribución de la renta que depende casi enteramente
de la funcionalidad de las diferentes posiciones sociales adquiridas en la estructura de
producción.18
El nombre de sociedad capitalista se adopta usualmente debido a que el capital como relación
de producción se convierte dentro de ésta en un elemento económicamente predominante. 19
La discrepancia sobre las razones de este predominio divide a las ideologías
políticas modernas: el enfoque liberal smithiano se centra en la utilidad que el capital como
relación social provee para la producción en una sociedad comercial con una amplia división
del trabajo, entendida como causa y consecuencia de la mejora de la oferta de consumo y los
mayores ingresos por vía del salario respecto del trabajo autónomo,20 mientras que el
enfoque socialista marxista considera que el capital como relación social es precedido (y luego
retroalimentado) por una institucionalizada imposibilidad social de sobrevivir sin relacionarse
con los propietarios de un mayor capital físico mediante el intercambio de trabajo asalariado. 21
La clase social conformada por los creadores y/o propietarios que proveen de capital a la
organización económica a cambio de un interés22 se la describe como "capitalista", a
diferencia de las funciones empresariales cuyo éxito se traduce en forma de ganancia23 y de
las gerenciales ejecutadas a cambio de un salario.24 Vulgarmente se describe desde el siglo
XVIII como "burguesía" tanto a este conjunto social como al de los empleadores de trabajo de
una moderna sociedad industrial, pero la burguesía se origina en las ciudades de la sociedad
rural medieval y está constituida por propietarios auto-empleados cuya naturaleza da origen al
capitalismo moderno.25
Existen diferentes apreciaciones sobre la naturaleza del capitalismo según la perspectiva
social e ideológica desde la cual se lo analice.

Índice

 1Características
o 1.1Capital, trabajo y régimen de propiedad
o 1.2Contrato libre, ganancias y movilidad social
o 1.3Libre mercado, empresas, competencia y trabajo.
o 1.4La empresa por sociedad de capitales
o 1.5Crecimiento económico
o 1.6Organizaciones por interés individual
o 1.7Liberalismo y papel del Estado
 2Origen
 3Tipos de sistemas capitalistas
o 3.1Mercantilismo
o 3.2Capitalismo de libre mercado
o 3.3Economía social de mercado
o 3.4Capitalismo corporativo
o 3.5Economía mixta
o 3.6Capitalismo de riesgo
o 3.7Capitalismo mortuorio
 4Críticas al capitalismo
o 4.1Marxismo
 4.1.1Capitalismo e imperialismo
 4.1.2El mercado como institución no natural
 4.1.3Capitalismo como religión
o 4.2Ecologismo
 5Véase también
 6Referencias
 7Bibliografía
 8Enlaces externos

Características[editar]

Si bien el capitalismo no encuentra su fundador en un pensador sino en las relaciones productivas de la


sociedad, la obra La riqueza de las nacionesconcedió a Adam Smith el título de fundador intelectual del
capitalismo.

John Locke, con su obra Dos tratados sobre el gobierno civil, establece los principios que
posteriormente servirán para identificar el capitalismo como sistema productivo y el liberalismo como
sistema de pensamiento que lo respalda.

El capitalismo, o más concretamente los sistemas económicos capitalistas, se caracterizan por


la presencia de unos ciertos elementos de tipo socioeconómico, si un número importante de
ellos está ausente el sistema no puede ser considerado como propiamente capitalista. Entre
los factores que acaban haciendo que un sistema sea considerado capitalista están:

 El tipo de propiedad de los medios de producción y el tipo de acceso a los factores de


producción.
 La presencia de dinero, capital y acumulación capitalista.
 La presencia de mercados de capital y mercados financieros así como el papel
asignado a los mismos.
 La existencia de salarios monetarios y una estructura de clases ligada a las diferentes
funciones dentro de la actividad económica.
 Factores macroeconómicos varios.
En términos más descriptivos, los sistemas capitalistas son sistemas socioeconómicos donde
los activos de capital están básicamente en manos privadas y son controlados por agentes o
personas privadas. El trabajo es proporcionado mediante el ofrecimiento de salarios
monetarios y la aceptación libre por parte de los empleados. La actividad económica
frecuentemente está organizada para obtener un beneficio neto que permita a las personas
propietarias que controlan los medios de producción incrementar su capital. Los bienes y
servicios producidos son además distribuidos mediante mecanismos de mercado. Si bien
todos los sistemas capitalistas existentes presentan un mayor o menor grado de intervención
estatal y se alejan por diversas razones del modelo de mercado idealmente competitivo, razón
por la cual se definen conceptos como la competitividad o el índice de libertad económica,
para caracterizar hasta qué punto difieren unos sistemas capitalistas de otros. 26
Capital, trabajo y régimen de propiedad[editar]
En los sistemas capitalistas la titularidad de la mayor parte de medios de producción es
privada, entendiéndose por esto su construcción sobre un régimen de bienes de
capital industrial y de tenencia y uso de la tierra basado en la propiedad privada. Los medios
de producción operan principalmente en función del beneficio y en la de los intereses
directivos. Se acepta que en un sistema capitalista, la mayor parte de las decisiones
de inversión de capital están determinadas por las expectativas de beneficio, por lo que la
rentabilidad del capital invertido tiene un papel muy destacado en la vida económica. Junto
con el capital, el trabajo se refiere al otro gran conjunto de elementos de producción (algunos
autores añaden un factor tradicionalmente llamado «tierra» que en términos generales puede
representar cualquier tipo de «recurso natural»). El papel decisivo del trabajo, junto el capital,
hacen que uno de los aspectos importantes del capitalismo sea la competencia en el
llamado mercado de trabajo asalariado.
Sobre la propiedad privada, los sistemas capitalistas tienden a que los recursos invertidos por
los prestadores de capital para la producción económica, estén en manos de las empresas y
personas particulares (accionistas). De esta forma a los particulares se les facilita el uso,
empleo y control de los recursos que se utilizan la producción de bienes y servicios. En los
sistemas capitalistas se busca que no existan demasiadas restricciones para las empresas
sobre como usar mejor sus factores de producción (capital, trabajo, recursos disponibles).
Entre las características generales del capitalismo se encuentra la motivación basada en el
cálculo costo-beneficio dentro de una economía de intercambio basada en el mercado, el
énfasis legislativo en la protección de un tipo específico de apropiación privada (en el caso del
capitalismo particularmente lockeano), o el predominio de las herramientas de producción en
la determinación de las formas socioeconómicas.
Contrato libre, ganancias y movilidad social[editar]
El capitalismo se considera un sistema económico en el cual el dominio de la propiedad
privada sobre los medios de producción desempeña un papel fundamental. Es importante
comprender lo que se entiende por propiedad privada en el capitalismo ya que existen
múltiples opiniones, a pesar de que este es uno de los principios básicos del capitalismo:
otorga influencia económica a quienes detentan la propiedad de los medios de producción (o
en este caso el capital), dando lugar a una relación voluntaria de funciones y de mando entre
el empleador y el empleado. Esto crea a su vez una sociedad de clases móviles en relación
con el éxito o fracaso económico en el mercado de consumo, lo que influye en el resto de la
estructura social según la variable de capital acumulada; por tal razón en el capitalismo la
pertenencia a una clase social es movible y no estática.
Las relaciones económicas de producción y el origen de la cadena de mando —incluyendo la
empresaria por delegación— es establecida desde la titularidad privada y exclusiva de los
propietarios de una empresa en función de la participación en su creación en tanto primeros
propietarios del capital. La propiedad y el usufructo queda así en manos de quienes
adquirieron o crearon el capital volviendo interés su óptima utilización, cuidado y acumulación,
con independencia de que la aplicación productiva del capital se genere mediante la compra
del trabajo, esto es, el sueldo, realizado por los asalariados de la empresa.
Una de las interpretaciones más difundidas señala que en el capitalismo, como sistema
económico, predomina el capital —actividad empresarial, mental— sobre el trabajo —actividad
corporal— como elemento de producción y creador de riqueza. El control privado de los
bienes de capital sobre otros factores económicos tiene la característica de hacer posible
negociar con las propiedades y sus intereses a través de rentas, inversiones, etc. Eso crea el
otro distintivo del capitalismo que es el beneficio o ganancia como prioridad en la acción
económica en función de la acumulación de capital que por vía de la compra del trabajo puede
separarse del trabajo asalariado.
Libre mercado, empresas, competencia y trabajo.[editar]
El capitalismo se basa ideológicamente en una economía en la cual el mercado predomina,
esto usualmente se da, aunque existen importantes excepciones además de las polémicas
sobre qué debe ser denominado libre mercado o libre empresa. En este se llevan a cabo las
transacciones económicas entre personas, empresas y organizaciones que ofrecen productos
y las que los demandan. El mercado, por medio de las leyes de la oferta y la demanda, regula
los precios según los cuales se intercambian las mercancías (bienes y servicios), permite la
asignación de recursos y la distribución de la riqueza entre los individuos.
La libertad de empresa propone que todas las empresas sean libres de conseguir recursos
económicos y transformarlos en una nueva mercancía o servicio que será ofrecido en el
mercado que éstas dispongan. A su vez, son libres de escoger el negocio que deseen
desarrollar y el momento para entrar o salir de este. La libertad de elección se aplica a las
empresas, los trabajadores y los consumidores, pues la empresa puede manejar sus recursos
como crea conveniente, los trabajadores pueden realizar un trabajo cualquiera que esté dentro
de sus capacidades y los consumidores son libres de escoger lo que desean consumir,
buscando que el producto escogido cumpla con sus necesidades y se encuentre dentro de los
límites de su ingreso. Esto en un contexto teórico capitalista es denominado cálculo
económico.
Competencia se refiere a la existencia de un gran número de empresas o personas que
ofrecen y venden un producto (oferentes) en un mercado determinado. En dicho mercado
también existe un gran número de personas o empresas (demandantes), las cuales, según
sus preferencias y necesidades, compran o demandan esos productos o mercancías. A través
de la competencia se establece una «rivalidad» o antagonismo entre productores. Los
productores buscan acaparar la mayor cantidad de consumidores/compradores para sí. Para
conseguir esto, utilizan estrategias de reducción de precios, mejoramiento de la calidad, etc.
Al hacer referencia a una fuerza de trabajo libre, se entiende a una mano de obra con la
libertad de vender su capacidad de trabajo a cambio de un salario a cualquier patrono
potencial27
La empresa por sociedad de capitales[editar]
El tipo de empresa actual suele resultar de una asociación. A principios del siglo XIX, las
empresas eran generalmente de un individuo que invertía en ellas capitales, fueran estos
propios o procedentes de préstamos, y los ponía al servicio de una capacidad técnica, que
generalmente él mismo tenía. Sin embargo, el posterior desarrollo o auge del capitalismo
demostraron claramente la superioridad de la empresa, que supera los límites de la
personalidad individual o de la continuidad familiar. Este sistema permite al mismo tiempo
agrupar capacidades que se completan y disociar las aportaciones de capital de las aptitudes
puramente técnicas, antes confundidas. Hay que distinguir dos grandes categorías de
sociedades:
1. Las de personas, constituidas por un pequeño número de individuos que aportan al fondo
social capitales, llamados (partes) o capacidades técnicas (caso del socio industrial opuesto al
capitalista), que, como son en realidad fracciones casi materiales de la empresa no pueden
ser cedidas sin el acuerdo de los copartícipes.
2. Las de capitales, en las que las partes llamadas (acciones),se consideran como simples
pruebas materiales de la aportación de cierto capital por los asociados, en general numerosos
y tienen por tanto la posibilidad de transmitirse o negociarse libremente en la bolsa de valores.
Crecimiento económico[editar]
Teóricos y políticos han enfatizado la habilidad del capitalismo para promover el crecimiento
económico buscando aumentar los beneficios, tal como se mide por el Producto Interno
Bruto (PIB), utilización de la capacidad instalada o calidad de vida. Sin embargo, debe notarse
el análisis de la tasa de crecimiento ha revelado que el progreso técnico y causas no
asignables a la intensividad del capital o la asignación de trabajo, parecen ser responsables
de gran parte de la productividad (ver productividad total de los factores). Igualmente los
sistemas de economía planificada lograron entre 1945-1970 tasas muy superiores a la mayor
parte de países capitalistas. Aun dejando a un lado el peso de los diferentes factores en el
crecimiento económico, la posible benéfica influencia de la organización capitalista de la
producción ha sido históricamente el argumento central, por ejemplo, en la propuesta
de Adam Smith de dejar que el libre mercado controle los niveles de producción y de precio, y
distribuya los recursos.
Diversos autores han sostenido que el rápido y consistente crecimiento de los indicadores
económicos mundiales desde la revolución industrial se debe al surgimiento del capitalismo
moderno.2829 Aun cuando parece que parte del crecimiento recogida dentro de la productividad
total de los factores no necesariamente está ligada al modo de organización capitalista, sino
podría deberse simplemente a factores técnicos cuyo desarrollo obedece a causas más
complicas.30 Los defensores de que la organización capitalista es el factor principal en el
crecimiento argumentan que incrementar el PIB (per cápita) ha demostrado empíricamente
una mejora en la calidad de vida de las personas, tal como mejor disponibilidad de alimentos,
vivienda, vestimenta, atención médica, reducción de horas de trabajo, y libertad de trabajo
para niños y ancianos.31
Sí parece ampliamente demostrado, que la especialización tanto en la agricultura como en
otras áreas, produce un aumento de la producción existente, y la actividad comercial de
materias primas aumenta. La consecuencia de este hecho, es el incremento de la circulación
de capital, que fue un estímulo a la banca, y por tanto de la riqueza de la sociedad,
aumentando el ahorro y con ello la inversión. Éste fue fundamentalmente el origen de la banca
actual, la cual tenía dos funciones: prestar el dinero que custodiaban a cambio de un interés y
la emisión de "promesas de pago al contado al portador" que circulaban como dinero.
Argumentos favorables al capitalismo también afirman que una economía capitalista brinda
más oportunidades a los individuos de incrementar sus ingresos a través de nuevas
profesiones o negocios que otras formas de economía. Según esta manera de pensar, este
potencial es mucho mayor que en las sociedades feudales o tribales o en las
sociedades socialistas.[cita  requerida] Igualmente, diversos trabajos modernos han enfatizado las
dificultades de los sistemas capitalistas no sometidos a regulación, los efectos de
la información asimétrica, y la ocurrencia de crisis económicas cíclicas.32
Organizaciones por interés individual[editar]
De acuerdo con los argumentos de los defensores del capitalismo, cada uno de los actores del
mercado actuaría según su propio interés; por ejemplo, el empleador, quien posee recursos
productivos y capital, buscaría maximizar el beneficio económico por medio de la acumulación
y producción de mercancías. Por otra parte, los empleados, quienes estarían vendiendo su
trabajo a su empleador a cambio de un salario; y, por último, los consumidores, que estarían
buscando obtener la mayor satisfacción o utilidad adquiriendo lo que desean o necesitan en
función a la calidad del producto y de su precio.
De acuerdo con numerosos economistas, el capitalismo podría organizarse a sí mismo como
un sistema complejo sin necesidad de un mecanismo de planeamiento o guía externa. 33 A éste
fenómeno se lo llama laissez faire.34 Otros economistas modernos han señalado la
conveniencia de las regulaciones, especialmente si se tienen en cuenta que las economías
están insertas en sistemas sociopolíticos y medioambientales que también es necesario
preservar. A este respecto el propio presidente Franklin D. Roosevelt, en un mensaje al
Congreso del 29 de abril de 1938 llegó a afirmar:
la libertad de una democracia no está a salvo si la gente tolera el crecimiento del poder en manos
privadas hasta el punto de que se convierte en algo más fuerte que el propio estado democrático. 35

En cualquier caso es innegable, que para unos y otros el proceso de búsqueda de beneficios
tiene un rol importante (ya se prefiera una economía con cierta regulación o una totalmente
desregulada). Se admite que a partir de las transacciones entre compradores y vendedores
emerge un sistema de precios, y los precios frecuentemente surgen como una señal de cuáles
son las urgencias y necesidades insatisfechas de las personas, si bien algunos autores
señalan que pueden existir fallos de mercado bajo circunstancias específicas. La promesa de
beneficios les da a los emprendedores el incentivo para usar su conocimiento y recursos para
satisfacer esas necesidades. De tal manera, las actividades de millones de personas, cada
una buscando su propio interés, se coordinan y complementan entre sí.36
Liberalismo y papel del Estado[editar]
La doctrina política que históricamente ha encabezado la defensa e implantación de
este sistema económico y político ha sido el liberalismo económico y clásico del cual se
considera sus padres fundadores a John Locke, Juan de Mariana y Adam Smith. El
pensamiento liberal clásico sostiene en economía que la intervención del gobierno debe
reducirse a su mínima expresión. Solo debe encargarse del ordenamiento jurídico que
garantice el respeto de la propiedad privada, la defensa de las llamadas libertades negativas:
los derechos civiles y políticos, el control de la seguridad interna y externa (justicia y
protección), y eventualmente la implantación de políticas para garantizar el libre
funcionamiento de los mercados, ya que la presencia del Estado en la economía perturbaría
su funcionamiento. Sus representantes contemporáneos más prominentes son Ludwig von
Mises y Friedrich Hayek por parte de la llamada Escuela austríaca de economía; George
Stigler y Milton Friedman por parte de la llamada Escuela de Chicago, existiendo profundas
diferencias entre ambas.
Existen otras tendencias dentro del pensamiento económico que asignan al Estado funciones
diferentes. Por ejemplo los que se adscriben a lo sostenido por John Maynard Keynes, según
el cual el Estado puede intervenir para incrementar la demanda efectiva en época de crisis.
También se puede mencionar a los politólogos que dan al Estado y a otras instituciones un
papel importante en controlar las deficiencias del mercado (una línea de pensamiento en este
sentido es el neoinstitucionalismo).
Origen[editar]

Skyline de la ciudad inglesa de Mánchester en 1857. Durante el siglo XIX en medio de la Revolución
industrial esta ciudad desarrolló tal cantidad de industria textil que fue llamada Cottonopolis, y se
convirtió en modelo de la prosperidad provocada por el capitalismo de libre empresa para el movimiento
social y político denominado Escuela de Mánchester.

Artículo principal: Historia del capitalismo

Tanto los mercaderes como el comercio existen desde que existe la civilización, pero el
capitalismo como sistema económico, en teoría, no apareció hasta el siglo XVII en Inglaterra
sustituyendo al feudalismo. Según Adam Smith, los seres humanos siempre han tenido una
fuerte tendencia a «realizar trueques, cambios e intercambios de unas cosas por otras». De
esta forma al capitalismo, al igual que al dinero y la economía de mercado, se le atribuye
un origen espontáneo o natural dentro de la edad moderna.37
La sustitución del feudalismo tuvo como impulso a poderosas fuerzas del cambio que sirvieron
para introducir de forma gradual la estructura de una sociedad de mercado, dentro de las
principales fuerzas se encuentran:38

 El papel del mercader ambulante en la introducción del comercio, el dinero y el espíritu


adquisitivo.
 El proceso de urbanización como una fuente de actividad económica y como punto
central de un poder nuevo y orientado al comercio.
 Las cruzadas como una interrupción de la vida feudal y la introducción de nuevas
ideas.
 El surgimiento de estados nacionales que apoyaban y facilitaban el comercio.
 El estímulo de la edad de la exploración y del oro.
 El surgimiento de nuevas ideas religiosas que simpatizaban más con la actividad de
los negocios que con el catolicismo.
 La monetización de los tributos dentro del sistema feudal.
Todas estas fuerzas del cambio crearon un aspecto económico en la vida de las personas que
antes no existía, con estos cambios se empieza a marcar la separación del aspecto social de
la vida con el aspecto económico, con este nacimiento del aspecto económico la sociedad
empieza a tener fuertes transformaciones, por ejemplo, el siervo ya no está atado a la tierra
sino que se convierte en un trabajador libre, el maestro gremial ahora es un empresario
independiente, el señor feudal se convierte ahora en un simple arrendatario, estas
transformaciones son cruciales para el nacimiento del capitalismo ya que empiezan a
introducir las bases de este nuevo sistema económico. El nacimiento de estos trabajadores
libres, capitalistas y terratenientes cada uno vendiendo sus servicios en el mercado del
trabajo, el capital y la tierra hicieron que nacieran los "factores de producción".
El orden económico resultante de estos acontecimientos fue un sistema en el que
predominaba lo comercial o mercantil, es decir, cuyo objetivo principal consistía en
intercambiar bienes y no en producirlos. La importancia de la producción no se hizo patente
hasta la Revolución industrial que tuvo lugar en el siglo XIX.
El camino hacia el capitalismo a partir del siglo XIII fue allanado gracias a la filosofía
del Renacimiento y de la Reforma. Estos movimientos cambiaron de forma drástica la
sociedad, facilitando la aparición de los modernos Estados nacionales que proporcionaron las
condiciones necesarias para el crecimiento y desarrollo del capitalismo en las naciones
europeas. Éste crecimiento fue posible gracias a la acumulación del excedente económico
que generaba el empresario privado y a la reinversión de este excedente para generar mayor
crecimiento, lo cual generó industrialización en las regiones del norte.

Tipos de sistemas capitalistas[editar]


Como se ha indicado anteriormente, existen distintas variantes del capitalismo que se
diferencian de acuerdo a la relación entre el mercado, el Estado y la sociedad. Por supuesto,
todas comparten características como la producción de bienes y servicios por beneficio,
asignación de recursos basada principalmente en el mercado, y estructuración en torno a la
acumulación de capital. Es importante destacar que entre los círculos ligados a la Escuela
austríaca de economía se conoce como «capitalismo» a su variante más pura, el laissez
faire.39 Otros defensores del capitalismo han adoptado visiones del capitalismo más
moderadas y más matizadas con respecto a su implementación práctica.
Algunas de las formas de capitalismo históricamente existentes o propuestas son:

 Mercantilismo y proteccionismo
 Laissez faire y capitalismo deregulado
 Capitalismo corporativo
 Economía social de mercado
 Economía mixta
En gran medida en la mayoría de países modernos predominan formas de capitalismo más
cercanas a las dos últimas formas, la economía social de mercado y la economía mixta. El
mercantilismo y el proteccionismo parecen casi universalmente abandonados aunque tuvieron
su auge durante los siglos XVIII y XIX.
Mercantilismo[editar]
Artículos principales: Mercantilismo  y  Proteccionismo.

Esta es una forma nacionalista del capitalismo temprano que nació aproximadamente en el
siglo XVI. Se caracteriza por el entrelazamiento de intereses comerciales de interés para el
Estado y el imperialismo y, consecuentemente, por el uso del aparato estatal para promover
las empresas nacionales en el extranjero. Un buen ejemplo lo entrega el caso del monopolio
comercial impuesto por España a sus territorios de ultramar en 1504 prohibiéndoles comerciar
con otras naciones.
El mercantilismo sostiene que la riqueza de las naciones se incrementa a través de
una balanza comercial positiva (en que las exportaciones superan a las importaciones).
Corresponde a la fase de desarrollo capitalista llamada Acumulación originaria de capital.
Capitalismo de libre mercado[editar]
Artículos principales: Laissez faire y  Libre mercado.
El capitalismo laissez faire se caracteriza por contratos voluntarios en ausencia de
intervención de terceros (como pudiere ser el Estado). Los precios de los bienes y servicios
son establecidos por la oferta y la demanda, llegando naturalmente a un punto de equilibrio.
Implica la existencia de mercados altamente competitivos y la propiedad privada de los
medios de producción. El rol del Estado se limita a la producción de seguridad y al resguardo
de los derechos de propiedad.
Economía social de mercado[editar]
Artículo principal: Economía social de mercado

En este sistema la intervención del Estado en la economía es mínima, pero entrega servicios
importantes en cuanto a la seguridad social, prestaciones de desempleo y reconocimiento de
derechos laborales a través de acuerdos nacionales de negociación colectiva. Este modelo es
prominente en los países de Europa occidental y del norte, aunque variando sus
configuraciones. La gran mayoría de las empresas son de propiedad privada.
Capitalismo corporativo[editar]
Artículo principal: Capitalismo corporativo

Caracterizado por la dominación de corporaciones jerárquicas y burocráticas. El término


«capitalismo monopolista de Estado» fue originalmente un concepto marxista para referirse a
una forma de capitalismo en que la política de estado es utilizada para beneficiar y promover
los intereses de corporaciones dominantes mediante la imposición de barreras competitivas y
la entrega de subsidios.
Economía mixta[editar]
Artículo principal: Economía mixta

Una economía mixta está basada en gran medida en el mercado, y consiste en la convivencia
de la propiedad privada y la propiedad pública de los medios de producción, y en el
intervencionismo a través de políticas macroeconómicas destinadas a corregir los
posibles fallos de mercado, reducir el desempleo y mantener bajos los niveles de inflación.
Los niveles de intervención varían entre los diferentes países, y la mayoría de las economías
capitalistas son mixtas hasta cierto punto.
En términos políticos informales se considera que los sistemas capitalistas son opuestos a los
sistemas de inspiración socialista. Presuntamente los sistemas socialistas difieren de los
sistemas capitalistas en varias maneras: propiedad pública de los medios de producción, los
recursos monetarios obtenidos mediante la producción pueden ser utilizados con fines
sociales no relacionados con la inversión o la obtención de beneficios. En muchos sistemas
históricos de inspiración socialista muchas decisiones importantes de producción fueron
directamente planificadas por el estado lo cual dio lugar a sistemas de economía planificada.
Tampoco pueden considerarse sistemas capitalistas muchos sistemas socioeconómicos de
la antigüedad y la edad media, ya que en ellos tenía un papel destacado la mano de obra
forzada (como en el feudalismo) o directamente la mano de obra esclava (presente en la
antigüedad, la edad moderna e incluso perduró inicialmente en las sociedades capitalistas).
Tampoco existía en muchos de esos sistemas movilidad social, al tratarse de
sociedades estamentarias; ni la producción estaba orientada o racionalizada a la obtención de
beneficio económico o a crear sistemas de acumulación capitalista, sino que otros objetivos
socialmente deseables para una parte de la sociedad podían tener mayor peso en las
decisiones de producción y la actividad económica.
Capitalismo de riesgo[editar]
Comprendido también como sociedad de riesgo, ha sido un vocablo introducido por el
sociólogo alemán Ulrich Beck quien comprendía que luego de Chernobyl la sociedad entró en
una nueva fase de producción. El riesgo era la base angular de la sociedad que hacía a todas
las clases iguales. Este proceso de desjerarquización ha llevado a un fenómeno conocido
como proceso de reflexibilidad. En el capitalismo descrito por Beck, los sistemas de
producción son descentralizados, en parte como resultado del proceso de reflexibilidad que da
origen a formas donde el lego tiene acceso a información que en épocas anteriores eran
exclusivas de los expertos. No obstante, la introducción de la tecnología para detectar y
reducir ciertos riesgos, engendraba otros no tenidos en cuenta o planificados por los
expertos.40 Anthony Giddens explora el capitalismo del riesgo como una consecuencia del
empalme entre la globalización y el mercantilismo.41 Por su parte, Richard Sennet sugiere que
la discursividad del riesgo es útil para que los grupos privilegiados no asuman los riesgos de
sus decisiones. El ciudadano moderno debe gestionarse su propia seguridad como signo de
estatus, que le permite ingresar al mundo de los buenos ciudadanos. Quienes así no pueden
gestionarlo, son tildados de «incapaces» o «personas vulnerables». Ser vulnerable implica no
tener autonomía respecto de otros que si pueden autoprotegerse. Este cambio en las políticas
de protección se asocia a una tendencia económica que pondera y valoriza a quienes no se
apegan a una empresa por muchos años. Los expertos en organizaciones o sociología laboral
sugieren que las personas deben cambiar de trabajo en forma periódica debido a que ello
sugiere una adaptación sana a lo diferente. Más allá de este discurso subyace una lógica de
explotación que intenta romper con los lazos sociales y con el apego tradicional de un sujeto a
una organización. Por ese motivo, no es extraño observar que dentro del culto al cambio prime
una atmósfera de precarización laboral. 42 Ante el mismo problema Zygmunt Bauman acuña el
término «sociedad líquida» para expresar la dinámica del capitalismo moderno. En la sociedad
sólida las economías y los lazos institucionales estaban orientados a largo plazo, en forma de
una producción de escala. Pero la modernidad ha cambiado a formas más descentralizadas,
móviles y menos estables en los canales productivos. Eso ha dado como resultado una
sociedad donde los lazos sociales son adaptables al momento y a los intereses individuales
de las personas. En la sociedad líquida la seguridad es empleada como una forma discursiva
que denota exclusividad y estatus social. Los medios tecnológicos vigentes son usados por los
grupos privilegiados no solo para protegerse de ciertos grupos marginales, sino para
demostrar ejemplaridad.434445
Capitalismo mortuorio[editar]
George H. Mead afirmaba que existía una fascinación por las malas noticias, los periódicos y
los accidentes porque de esa forma el "yo" exorciza a la muerte. Se siente una sana alegría
ante la tragedia de los demás debido a que se ha evitado ser afectado por el evento. 46 En este
sentido, Joy Sather-Wagstaff sugiere que los desastres provocados por el hombre o naturales
generan un gran trauma para la sociedad, el cual debe ser regulado por medio de la
solidaridad entre las víctimas y los supervivientes. En ciertas ocasiones, el poder político
intenta manipular el discurso con el fin de ganar legitimidad frente a los miembros de la
comunidad. Se da, entonces, una patrimonialización del dolor que distorsiona las razones
reales del desastre. Rememorar la muerte es el primer hecho político que da origen a la
cultura.47 Estas mismas observaciones fueron validadas por la profesora Rodanthi Tzanelli de
la Universidad de Leeds, quien sostiene que el cine ha hecho de la muerte un
principal commodity para ser comercializado por los diferentes agentes del capitalismo al
punto de imponer mensajes discursivos hegemónicos. En diversas prácticas como la visita a
lugares de extrema pobreza, o a santuarios donde abunda la muerte masiva, estos
dispositivos apelan al sufrimiento humano para dotar al consumidor de una realidad
apocalíptica. La función de retratar la miseria ajena radica en el reforzamiento de la propia
posición de clase ejercida por la élite capitalista. 48 Phillipe Aries por su parte sostiene que el
hombre moderno ha perdido la familiaridad con la muerte y a diferencia de sus predecesores
ha hecho de ella algo incontrolable, cuyos efectos adquieren una naturaleza
desestabilizadora.49 Por último, la muerte funcionaría según Geoffrey Skoll como un
importante discurso para mantener a la masa trabajadora bajo control. 50 Zygmunt
Bauman sostiene que el estado de hiper-vigilancia que se ha fundamentado en el uso de
tecnologías cumple una doble función. Por un lado protege a los ciudadanos deseables de los
indeseables, pero también sirve como criterio de exclusión donde solo unos pocos se aíslan
del resto de la sociedad. La exclusividad confiere estatus a ciertos grupos y la vigilancia es el
instrumento por medio del cual ese estatus se hace visible a otros quienes no poseen los
recursos necesarios para protegerse. 51

Críticas al capitalismo[editar]

Pyramid of Capitalist System, póster del sindicato Industrial Workers of the World. Critica el capitalismo
representándolo como una estructura jerárquica de clases sociales.

Artículo principal: Anticapitalismo

Parte de la crítica al capitalismo es la opinión de que es un sistema caracterizado por la


explotación de la fuerza de trabajo humana al constituir el trabajo como una mercancía más.
Ésta condición sería su principal contradicción: medios de producción privados con fuerza de
trabajo colectiva, de este modo, mientras en el capitalismo se produce de forma colectiva, el
disfrute de las riquezas generadas es privado, ya que el sector privado "compra" el trabajo de
los obreros con el salario. La alternativa histórica al capitalismo con mayor acogida ha estado
representada por el socialismo.[cita  requerida]
Marxismo[editar]
Artículo principal: Modo de producción capitalista

Para el materialismo histórico (el marco teórico del marxismo), el capitalismo es un modo de


producción. Los marxistas creen que las desigualdades sociales se deben a una continua
lucha social, la "lucha de clases" que tendría una inevitable evolución en el comunismo, en
este sistema se plantea una mejora en las relaciones socio-económicas que mejoraría las
condiciones laborales de los trabajadores y evitaría la injusticia social que ellos creen que
tiene lugar en el capitalismo.
Esta construcción intelectual es originaria del pensamiento de Karl Marx (Manifiesto
Comunista, 1848, El Capital, 1867) y deriva de la síntesis y crítica de tres elementos:
la economía clásica inglesa (Adam Smith, David Ricardo y Thomas Malthus), la filosofía
idealistaalemana (fundamentante la dialéctica hegeliana) y el movimiento obrero de la primera
mitad del siglo XIX (representado por autores que Marx calificaba de socialistas utópicos).
Capitalismo e imperialismo[editar]
Los críticos del capitalismo lo responsabilizan de generar numerosas desigualdades
económicas. Tales desigualdades eran muy acusadas durante el siglo XIX, sin embargo, a lo
largo de la industrialización (principalmente en el siglo XX) se experimentaron notables
mejorías materiales y humanas. Los críticos del capitalismo (John A. Hobson, Imperialism, a
study, Lenin, El imperialismo, fase superior del capitalismo) señalaron desde finales del siglo
XIX que tales avances se obtuvieron por un lado a costa del colonialismo, que permitió el
desarrollo económico de las metrópolis, y por otro lado gracias al Estado del Bienestar, que
suavizó los efectos negativos del capitalismo e impulsó toda una serie de políticas
cuasisocialista.
Otras críticas al capitalismo que se enlazan a décadas anteriores con el mismo
matiz antiimperialista (a partir del pensamiento centro-periferia) provienen de los
movimientos antiglobalización, que denuncian al modelo económico capitalista y las
empresas transnacionales como el responsable de las desigualdades entre el Primer Mundo y
el Tercer Mundo, teniendo el tercer mundo una economía dependiente del primero.
El mercado como institución no natural[editar]
Desde una perspectiva no estrictamente marxista, Karl Polanyi (La gran transformación, 1944)
insiste en que lo crucial en la transformación capitalista de economía, sociedad y naturaleza
fue la conversión en mercancía de todos los factores de producción (tierra, o naturaleza
y trabajo, o seres humanos) en beneficio del capital.
Capitalismo como religión[editar]
Artículo principal: Capitalismo como religión

Capitalismo como religión es un escrito póstumo de 1921 del filósofo alemán Walter


Benjamin que contiene una crítica profunda al capitalismo. El texto indaga en la naturaleza
religiosa del capitalismo como una dogmática inhumana: la identificación del pecado y
la culpa religiosa y la deuda impuesta por el capitalismo (el término alemán utilizado en el
escrito Schuld significa a la vez deuda y culpa). Para Michael Löwy el escrito es una lectura
anticapitalista de Max Weber.5253
Ecologismo[editar]
La crítica ecologista argumenta que un sistema basado en el crecimiento y la acumulación
constante es insostenible, y que acabaría por agotar los recursos naturales del planeta,
muchos de los cuales no son renovables. Más aún si el consumo de estos recursos es
desigual entre los países y en sus respectivas clases económicas. Hasta hace algunas
décadas, se pensaba que los recursos naturales eran virtualmente inagotables y que la
contaminación, pérdida de la biodiversidad y de paisajes eran costes asumibles del progreso.
Actualmente existen dos tendencias principales relacionadas con la crítica ecologista: aquella
que defiende un desarrollo sostenible de la economía (que consistiría en adaptar el actual
modelo al nuevo problema medioambiental), y otra que defiende un decrecimiento de la
economía (que apunta directamente a nuevos sistemas de organización económica). 54
Como contraparte al ecologismo colectivista, surge el ecologismo de mercado con base en
la libertad individual. Este ecologismo plantea la protección de los ecosistemas desde el punto
de vista del capitalismo libertario, los libertarios dicen que una definición de la propiedad
privada en todos los recursos escasos, cada recurso escaso es usado más eficientemente, y
por lo tanto, es regulado por el mercado, de igual manera el propietario siempre está
interesado en que su tierra y animales estén sanos, usan el ejemplo de la privatización de los
elefantes en Kenia y la recuperación de la población de éstos para demostrar que una
economía de mercado con propiedad privada, siempre tiene interés en un ecosistema sano.
Desde el punto de vista de los libertarios, cuando no hay derechos de propiedad definidos
ocurre la denominada tragedia de los comunes, donde el recurso es usado por todos de
manera irresponsable y éste se agota.

Véase también

Los fundamentos del modo


de producción capitalista
EL VALOR DE UNA MERCANCÍA.
¿Qué es el valor de una mercancía? ¿Cómo se
determina?
Una mercancía, no es cualquier producto fruto del trabajo
humano. Para ser mercancía, ha de:
 Satisfacer una necesidad social.

 El trabajo para su producción forma parte del trabajo

social, de la división social del trabajo.

Producir un objeto para consumo propio dará un producto,


pero no una mercancía.
Todas las mercancías tienen un valor de cambio y podemos
observar que se cambian en cantidades proporcionales con
todas las mercancías existentes. ¿Cómo se regula este
intercambio? En todos los intercambios, el valor de una
mercancía es siempre el mismo. Luego ha de haber una
sustancia social común a todas las mercancías.
¿Cuál es esa sustancia social común? El trabajo social.
El valor de una mercancía equivaldrá a la cantidad de
trabajo cristalizado que hay encerrado en ella.
Y ¿Cómo se mide la cantidad de trabajo? Por su tiempo de
duración.
Así, los valores relativos de las mercancías, serán igual a la
suma del trabajo social plasmado en ellas.
Pero hay que entender que:
 En el valor de cambio de una mercancía, al

trabajo último invertido en ella, habrá que añadir el que se

invirtió antes. Será por tanto la cantidad de trabajo social

que se invierte en todo su proceso de producción.

 Y que estamos hablando de trabajo social, no de cuánto

ha costado la producción de tal o cual mercancía. ¿Cuánto

más torpe o perezoso sea un obrero más valor tendrá la

mercancía que produce? No. Depende de la cantidad de

trabajo socialmente necesario (TSN).Es decir, trabajo bajo

determinadas condiciones sociales medias de producción.


A menor cantidad de trabajo socialmente necesario, baja el
valor de la mercancía, y a la inversa, a mayor trabajo
socialmente necesario, mayor valor.
La cantidad de trabajo socialmente necesario cambia
constantemente al cambiar las fuerzas productivas aplicadas
a éste. A más fuerzas productivas, más productos en el
mismo tiempo.
Las fuerzas productivas dependerán de:
1.- Las condiciones naturales dadas; fertilidad de la tierra o
riqueza de los yacimientos de minerales etc…
2.- Perfeccionamiento de las fuerzas sociales del trabajo.
Producción en gran escala, concentración del capital,
división del trabajo, maquinaria, introducción de nuevas
energías, reducción del tiempo y espacio por los transportes,
etc…
De forma que a más fuerzas productivas, más productos en
el mismo tiempo y menor valor de las mercancías.
Los valores de las mercancía están en razón directamente
proporcional al trabajo invertido e inversa a las fuerzas
productivas del trabajo.
El precio es la expresión en dinero del valor de una
mercancía.
Todas las mercancías iguales, tienen un precio igual,
independientemente de sus condiciones diferentes de
producción.
El precio expresa la cantidad de trabajo socialmente
necesario.
Sufre fluctuaciones en razón de la oferta y la demanda o de
la intervención de monopolios, pero pese a las
fluctuaciones, siempre gravita entorno a un precio central y
en un periodo largo de tiempo podemos observar que las
mercancías tienen como precio la expresión de su valor en
dinero.
Si las mercancías se venden por su valor, la ganancia no
podrá venir de un sobrecargo. Es decir, la ganancia se
obtiene vendiendo una mercancía por su valor.
LA FUERZA DE TRABAJO
El obrero no vende su trabajo, sino su fuerza de trabajo.
La separación entre el productor y los medios de trabajo y la
existencia en la sociedad de quienes poseen los medios de
trabajo y los que no poseen nada más que su fuerza de
trabajo está en la base de la explotación. A esto se le llama,
acumulación previa u originaria, pero hablando propiamente
habría que decir “expropiación previa”.
¿Qué es el valor de la fuerza de trabajo”
Al igual que todas las demás mercancías, se determina por la
cantidad de trabajo necesaria para su conservación o
reproducción.
Un hombre tiene que consumir artículos de primera
necesidad. Se desgasta y ha de ser reemplazado por otro, por
tanto además del sustento propio, necesita sostener el de los
hijos que le puedan reemplazar. Y otra cantidad de trabajo se
la lleva el aprendizaje que no es igual según los oficios o
especialización; por eso los valores de fuerzas de trabajo de
los diferentes oficios son distintos como los son los valores
de los productos de diferente calidad.
Se determina por el valor de los artículos de primera
necesidad exigidos para producir, desarrollar, mantener y
perpetuar la fuerza de trabajo.
 Un hombre tiene que consumir artículos de primera

necesidad.

 Se desgasta y ha de ser reemplazado por otro, por tanto

además del sustento propio, necesita sostener el de los hijos

que le puedan reemplazar.

 Y otra cantidad de trabajo se la lleva el aprendizaje que

no es igual según los oficios o especialización.

Y todo ello en unas condiciones sociales dadas. El valor de


la fuerza de trabajo varía según “las condiciones sociales
dadas”. ¿Qué quiere decir?
 No es lo mismo vivir en el campo que en la ciudad, en

Madrid que en Marruecos. El valor de la mantener y

reproducir la fuerza de trabajo variará.


 Pero además de las condiciones físicas están las

condiciones sociales de reproducción de la fuerza de

trabajo “el nivel de vida tradicional” de ese país. No es

sólo un límite físico si no también, de la satisfacción de

ciertas necesidades que brotan de las condiciones sociales.

EL VALOR DEL TRABAJO


Apariencia engañosa:
Primera. El valor o precio de la fuerza de trabajo reviste la
apariencia del precio o valor del trabajo mismo, aunque en
rigor las expresiones «valor» y «precio» del trabajo carecen
de sentido.
Segunda. Aunque sólo se paga una parte del trabajo diario
del obrero, mientras que la otra parte quedasin retribuir, y
aunque este trabajo no retribuido o plustrabajo es
precisamente el fondo del que sale laplusvalía o ganancia,
parece como si todo el trabajo fuese trabajo retribuido.
Esta apariencia engañosa distingue al trabajo asalariado de
las otras formas históricas del trabajo. Dentro del sistema de
trabajo asalariado, hasta el trabajo no retribuido parece
trabajo pagado.
Por el contrario, en el trabajo de los esclavos parece trabajo
no retribuido hasta la parte del trabajo que se paga (la parte
de su jornada de trabajo sirve para reponer el valor de su
propio sustento).
Fijémonos por otra parte en el campesino siervo, trabajaba,
por ejemplo, tres días para él mismo en la tierra de su
propiedad o en la que le había sido asignada, y los tres días
siguientes los destinaba a trabajar obligatoriamente y gratis
en la finca de su señor. Aquí las dos partes del trabajo, la
pagada y la no retribuida, aparecían separadas visiblemente y
nuestros liberales rebosaban indignación moral ante la idea
absurda de que se obligase a un hombre a trabajar de balde.
Pero, en realidad, tanto da que una persona trabaje tres días
de la semana para sí, en su propia tierra, y otros tres días
gratis en la finca de su señor, como que trabaje todos los
días, en la fábrica o en el taller, seis horas para sí y seis para
su patrono; aunque en este caso la parte del trabajo pagado y
la del trabajo no retribuido aparezcan inseparablemente
confundidas, y el carácter de toda la transacción se disfrace
completamente con la interposición de un contrato y
el pago abonado al final de la semana. En el primer caso, el
trabajo no retribuido aparece como arrancado por la fuerza;
en el segundo caso, parece entregado voluntariamente. Tal es
la única diferencia.

SALARIO

¿Qué es el salario?
El salario es la cantidad de dinero que el capitalista paga por
un determinado tiempo de trabajo. Bajo la apariencia de la
venta del trabajo, la realidad es que los obreros cambian su
mercancía, la fuerza de trabajo, por la mercancía del
capitalista, por el dinero, y este cambio se realiza guardando
una determinada proporción.
El salario no es más que un nombre especial con que se
designa el precio de la fuerza de trabajo, y expresa la
proporción en que la fuerza de trabajo se cambia por otras
mercancías, o sea el valor de cambio de la fuerza de trabajo.
¿El salario es una parte del nuevo valor añadido por la
fuerza de trabajo del obrero a la mercancía?
No, el salario no es la parte del obrero en la mercancía por
él producida. El salario es la parte de la mercancía ya
existente, con la que el capitalista compra una determinada
cantidad de fuerza de trabajo productiva.
El capitalista no paga este salario con el dinero que ha de
obtener de la venta de la mercancía, sino de un fondo de
dinero que tiene en reserva. El capitalista, con una parte de
su capital compra la fuerza de trabajo del obrero, igual que
con otra parte de la fortuna ha comprado las materias primas
y los instrumentos de trabajo. Una vez hechas estas compras,
el capitalista produce ya con materias primas e instrumentos
de trabajo de su exclusiva pertenencia.
¿Cómo se fija el salario?
Como en cualquier otra mercancía, las fluctuaciones del
salario están determinadas por la competencia, que tiene tres
aspectos:
 La competencia entre vendedores que abarata el precio

de las mercancías puestas a la venta


 La competencia entre compradores que hace subir el

precio de las mercancías

 La competencia entre compradores y vendedores, cuyo

resultado depende de que domine la competencia interna

entre los compradores o entre los vendedores

Cuando la oferta de una mercancía es inferior a su demanda,


la competencia entre los vendedores queda anulada o muy
debilitada, por lo que crece la competencia entre los
compradores. Con el resultado de un alza más o menos
considerable de los precios de las mercancías. En el caso
contrario (exceso de oferta sobre la demanda) se produce una
bajada de los precios.
¿Qué significan precios altos o precios bajos?
Sin embargo, estas fluctuaciones no son arbitrarias o
subjetivas, sino que tienen un límite muy concreto:el coste
de producción de la mercancía. El coste de producción está
formado:
1) por las materias primas y el desgaste de los instrumentos,
es decir, por productos industriales que representan una
determinada cantidad de tiempo de trabajo, y
2) por el trabajo directo; cuya medida es también el tiempo.
Por tanto, dentro de las oscilaciones provocadas por la
relación entre la oferta y la demanda, entre los compradores
y los vendedores de la fuerza de trabajo, el precio de la
fuerza de trabajo se hallará siempre determinado por su
coste de producción, o, lo que es lo mismo, por el tiempo de
trabajo necesario para producir la mercancía “fuerza de
trabajo”.
Tiempo de trabajo que, como está explicado en los
conceptos, es el necesario para su sustento, reproducción y
formación en unas condiciones sociales dadas.

EL CAPITAL

¿Qué forma el capital?


El capital está formado por materias primas, instrumentos de
trabajo y medios de vida de todo género que se emplean para
producir nuevas materias primas, nuevos instrumentos de
trabajo y nuevos medios de vida.
Todas estas partes integrantes del capital son fruto del
trabajo, productos del trabajo, por eso le llamamos trabajo
acumulado.
El trabajo acumulado que sirve de medio de nueva
producción es el capital.

EL CAPITAL ES TAMBIÉN UNA REL ACIÓN


SOCIAL
Pero el capital también es una relación social de
producción. Es una relación burguesa de producción, una
relación de producción de la sociedad burguesa.
Y ello es así porque:
1).- Los medios de vida, los instrumentos de trabajo, las
materias primas que componen el capital, han sido
producidos y acumulados bajo condiciones sociales dadas,
en determinadas relaciones sociales.
2).- Los medios de vida, los instrumentos de trabajo, las
materias primas que componen el capital se emplean para un
nuevo proceso de producción también bajo condiciones
sociales dadas, en determinadas relaciones sociales. Y
3).- Solamente bajo estas condiciones y relaciones sociales
determinadas se convierten en capital los productos
destinados a la nueva producción.

EL CAPITAL ES, ADEMÁS, UNA SUMA DE


MERCANCÍAS

Pero además, el capital no se compone solamente de medios


de vida, instrumentos de trabajo y materias primas, no se
compone solamente de productos materiales; se compone
igualmente de valores de cambio. Todos los productos que
lo integran son mercancías.
El capital no es, pues, solamente una suma de productos
materiales; es una suma de mercancías, de valores de
cambio, de magnitudes sociales.
Ahora bien, si todo capital es una suma de mercancías, es
decir, de valores de cambio, no toda suma de mercancías, de
valores de cambio, es capital.,
¿Cómo se convierte en capital una suma de mercancías?
Una suma de mercancías se convierte en capital en tanto que
existe como fuerza social independiente, es decir, fuerza en
poder de una parte de la sociedad. Y como tal fuerza social
independiente se conserva y se aumenta por medio del
intercambio con la fuerza de trabajo inmediata, viva.
La existencia de una clase que no posee nada más que su
capacidad de trabajo es una premisa necesaria para que
exista el capital.
Sólo el dominio del trabajo acumulado, pretérito,
materializado sobre el trabajo inmediato, vivo, convierte el
trabajo acumulado en capital.
Así pues, la existencia del capital presupone dos condiciones
previas:
1).- Que exista una acumulación originaria ( o como dice
Marx, hablando en propiedad, una expropiación originaria)
gracias a la cual una parte de la sociedad –la clase de los
capitalistas– se ha apropiado de los frutos del trabajo social
2).- Que, por el contrario, exista otra parte de la sociedad que
no posea otra cosa que su fuerza de trabajo y deba venderla
en el mercado para subsistir.
RELACIÓN CAPITAL Y TRABAJO ASALARIADO.
LA PRODUCCIÓN DE LA PLUSVALÍA
Suponiendo que el promedio de los artículos de primera
necesidad imprescindibles para el obrero requiera para su
producción 5 horas de trabajo medio equivalente a 25 euros.
Los 25 euros serían el precio. Si trabajase 5 horas tendría lo
suficiente para reproducirse como obrero.
Pero el capitalista ha obtenido como comprador el derecho a
usar la mercancía de la fuerza de trabajo, si la usase sólo 5
horas y la pagara a 25 euros diarios, no obtendría ganancia
ni plusvalía o plusproducto.
El valor de la fuerza de trabajo se determina por la cantidad
de trabajo necesario para su conservación y reproducción.
Pero la cantidad de trabajo que sirve de límite al valor de la
fuerza de trabajo del obrero no limita, ni mucho menos la
cantidad de trabajo puede ejecutar. (Diferencia entre el
pienso que come un caballo y cuánto tiempo puede llevar en
sus lomos a un jinete.)
Nuestro capitalista explotará la fuerza de trabajo por 10
horas con lo que el obrero trabajará 5 de plustrabajo.
Adelantando 25 euros, el capitalista obtendrá el valor de 50
puesto que adelantando el valor que hay cristalizado en 5
horas de trabajo, recibirá a cambio un valor en el que hay
cristalizadas 10. Al repetir esto cada día, adelantará 25 euros,
obtendrá 50, dedicará otra vez 25 a comprar la fuerza de
trabajo y los 25 restantes serán la plusvalía.
Este intercambio entre el capital y la fuerza de trabajo es el
que sirve de base a la producción capitalistay tiende a
reproducir al obrero como obrero y al capitalista como
capitalista.
La cuota de plusvalía dependerá de la proporción en que la
jornada de trabajo se prolongue más allá del tiempo durante
el cual el obrero, con su trabajo, se limita a reproducir el
valor de su fuerza de trabajo o a reponer su salario.
SE OBTIENE GANANCIA VENDIENDO UNA
MERCANCIA POR SU VALOR
El valor de una mercancía se determina por la cantidad total
de trabajo que encierra. Pero una parte de esta cantidad de
trabajo se materializa en un valor por el que se abonó un
equivalente en forma de salarios; otra parte se materializa en
un valor por el que no se pagó ningún equivalente. Una parte
del trabajo encerrado en la mercancía es trabajo retribuido;
otra parte, trabajo no retribuido. Por tanto, cuando el
capitalista vende la mercancía por su valor, es decir, como
cristalización de la cantidad total de trabajo invertido en
ella, tiene necesariamente que venderla con ganancia. Vende
no sólo lo que le ha costado un equivalente, sino también lo
que no le ha costado nada, aunque haya costado el trabajo de
su obrero. Lo que la mercancía le cuesta al capitalista y lo
que en realidad cuesta, son cosas distintas. Repito pues, que
vendiendo las mercancías por su verdadero valor, y no por
encima de éste, es como se obtienen ganancias normales y
medias.
Ejemplo: El valor de la mercancía contendrá las horas
medias de trabajo cristalizadas en las materias primas,
maquinaria etc…, (por ejemplo 20 horas, equivalentes a 100
euros) más las que el obrero empleado por el capitalista
añade a estos medios de producción (por ejemplo, 10 horas
más, equivalentes a 50 euros). El valor total del producto
ascenderá a 30 horas de trabajo materializado, pongamos
equivalente a 30hs x 5 euros = 150 euros. Pero como el valor
de la fuerza de trabajo abonada al obrero en su salario, es el
equivalente a 5 de las 10 horas trabajadas, 25 euros, resultará
que el capitalista no abona ningún equivalente por las 5
horas de plustrabajo del obrero, con lo cual, vendiendo la
mercancía por 150 euros ganará 25 euros. Es decir, el
capitalista no obtendrá ganancia vendiendo la mercancía a un
precio que exceda de su valor, sino vendiéndola por su valor
real.

RELACIÓN ENTRE TRABAJO ASALARIADO Y


CAPITAL

El obrero obtiene a cambio de su fuerza de trabajo un salario


con el que adquiere medios de vida, pero, a cambio, el
capitalista adquiere el derecho a usar y consumir la fuerza de
trabajo, la fuerza creadora con la cual el obrero no sólo
repone lo que consume, sino que da al trabajo acumulado
un mayor valor del que antes poseía.
En el intercambio entre el trabajo asalariado y el capital, el
obrero recibe medios de vida que le sirven para su consumo
inmediato. Pero al consumirlos los pierde, por lo cual debe
emplear el tiempo durante el cual le mantienen esos medios
de vida en crear con su fuerza de trabajo nuevos valores.
Pero en tanto que su fuerza de trabajo es propiedad del
capitalista que se la ha comprado, los nuevos valores que
crea pertenecen también al capitalista. Así pues, el obrero no
sólo produce mercancías, también produce capital. Es decir,
valores que sirven de nuevo para mandar sobre su trabajo y
crear, por medio de éste, nuevos valores, nuevo capital.
El capital y el trabajo asalariado son dos aspectos de una
misma relación, de una relación burguesa de producción. El
uno se halla condicionado por el otro: el capital sólo puede
aumentar cambiándose por fuerza de trabajo, y la fuerza de
trabajo del obrero asalariado sólo puede cambiarse por
capital acrecentándolo.
Al crecer el capital, crece la masa del trabajo asalariado,
crece el número de obreros asalariados. O, lo que es lo
mismo, la dominación del capital se extiende a una masa
mayor de individuos.
Incluso en las mejores condiciones para el obrero – un veloz
crecimiento del capital productivo que demanda más fuerza
de trabajo asalariada con lo que más cara se puede vender
ésta –, el resultado final es el mismo: el crecimiento del
poder del trabajo acumulado sobre el trabajo vivo, el
aumento de la dominación de la burguesía sobre la clase
obrera.
Porque el salario no se determina solamente, en general, por
la cantidad de mercancías que pueden obtenerse a cambio de
él. Encierra también otras relaciones diferentes.

SALARIO NOMINAL, SALARIO REAL,


SALARIO RELATIVO

La expresión monetaria del precio del trabajo, es decir el


salario nominal, no coincide necesariamente con el salario
real, es decir, con la cantidad de mercancías que se obtienen
realmente a cambio del salario. Puede ocurrir que un
acontecimiento determinado (por ejemplo la afluencia de oro
y plata durante el siglo XVI tras el descubrimiento de
América o, en la actualidad, la plena incorporación de China
e India al mercado mundial) haga bajar el valor del dinero o
de un conjunto de mercancías. Con el mismo salario nominal
–con la misma cantidad de dinero – ahora el obrero podrá
comprar más medios de vida que antes, es decir, habrá
aumentado el salario real. Y puede ocurrir también al
contrario.
Pero aquí no se agotan todas sus relaciones, éstas no son,
siquiera, las más importantes. El salario se halla
determinado, fundamentalmente, por su relación con la
ganancia, con el beneficio obtenido por el capitalista: es por
tanto un salario relativo, proporcional.
Si el salario real expresa el precio del trabajo en relación con
el precio de las demás mercancías; el salario relativo
expresa, por el contrario, aquella parte del nuevo valor
creado por la fuerza de trabajo que es percibida por el
trabajador. Y que por lo tanto sólo puede medirse en
proporción a la parte del valor que se incorpora al trabajo
acumulado, es decir, al capital.
El precio de venta de la mercancía producida por el obrero se
divide para el capitalista en tres partes:
 la primera, para reponer el precio desembolsado en

comprar materias primas, así como para reponer el desgaste


de las herramientas, máquinas y otros instrumentos de

trabajo adelantados por él;

 la segunda, para reponer los salarios por él adelantados,

 la tercera, el remanente que queda después de saldar las

dos partes anteriores, la ganancia del capitalista.

Mientras que la primera parte se limita a reponer valores que


ya existían, tanto la suma destinada a rembolsar los salarios
abonados como el remanente que forma la ganancia del
capitalista salen en su totalidad del nuevo valor creado por
el trabajo del obrero y añadido a las materias primas.
En este sentido, podemos considerar tanto el salario como la
ganancia, para compararlos entre sí, como partes del
producto del obrero.
La ley general que rige el alza y la baja del salario y de la
ganancia está establecida por unas relaciones
mutuas que se hallan en razón inversa. La parte de que se
apropia el capital, la ganancia, aumenta en la misma
proporción en que disminuye la parte que le toca al trabajo,
el salario, y viceversa
Puede ocurrir que el salario real continúe siendo el mismo e
incluso que aumente, y, no obstante, disminuya el salario
relativo. Pongámonos incluso en las condiciones más
aparentemente favorables al obrero. Por ejemplo que el
precio de todos los medios de vida baja en un 30%, cosa que
sabemos que sólo es posible si baja su valor, es decir si se
producen más mercancías en menos tiempo, mientras que el
salario sólo disminuye en un 15%. Aunque el obrero, con
este nuevo salario, podrá comprar una cantidad mayor de
mercancías que antes, su salario habrá disminuido en
relación con la ganancia obtenida por el capitalista. La
ganancia del capitalista ha aumentado en un 15%; es decir,
que ahora el obrero, por una cantidad menor de valores de
cambio, que el capitalista le entrega, tiene que producir una
cantidad mayor de estos mismos valores.
La parte obtenida por el capital aumenta en
comparación con la del trabajo. La distribución de la
riqueza social entre el capital y el trabajo es ahora
todavía más desigual que antes. El capitalista manda con
el mismo capital sobre una cantidad mayor de trabajo. El
poder de la clase de los capitalistas sobre la clase obrera
ha crecido, la situación social del obrero ha empeorado,
ha descendido un grado más en comparación con la del
capitalista.
INCREMENTO, ACUMULACIÓN Y
CONCETRACIÓN DE CAPITAL

EL ABISMO SOCIAL

Un aumento rápido del capital equivale a un rápido aumento


de la ganancia. La ganancia sólo puede crecer rápidamente si
el precio del trabajo, el salario relativo, disminuye con la
misma rapidez. El salario relativo puede disminuir aunque
aumente el salario real. Si, por ejemplo, en una época de
buenos negocios, el salario aumenta en un cinco por ciento y
la ganancia en un treinta por ciento, el salario relativo,
proporcional, no habrá aumentado, sino disminuido.
Un aumento sensible del salario presupone un crecimiento
veloz del capital productivo. A su vez, este veloz
crecimiento del capital productivo provoca un desarrollo no
menos veloz de riquezas, de lujo, de necesidades y goces
sociales. Por tanto, aunque los medios de vida de los que
dispone el obrero hayan aumentado, la satisfacción social
que producen es ahora menor, comparada con los goces
mayores del capitalista, inasequibles para el obrero, y con el
nivel de desarrollo de la sociedad en general. Sea grande o
pequeña una casa, mientras las que la rodean son también
pequeñas cumple todas las exigencias sociales de una
vivienda, pero, si junto a una casa pequeña surge un palacio,
la que hasta entonces era casa se encoge hasta quedar
convertida en una choza.
Por tanto, si, con el rápido incremento del capital, aumentan
los ingresos del obrero, al mismo tiempo se ahonda el
abismo social que separa al obrero del capitalista, y crece, a
la par, el poder del capital sobre el trabajo, la dependencia de
éste con respecto al capital.
INCREMENTO, ACUMULACIÓN Y CONCENTRACIÓN
DE CAPITAL
Hemos establecido ya que la fuerza de trabajo del obrero
asalariado sólo puede cambiarse por capital acrecentándolo.
Este incremento significa que crece el número y el volumen
de los capitales.
Y este incremento del capital provoca un incremento de la
competencia entre los capitalistas. En dos aspectos:
1.- El aumento del número de capitales hace aumentar la
competencia entre los capitalistas
2.- El mayor volumen de los capitales hace que la
competencia se desarrolle cada vez a mayor escala, en
proporciones cada vez más gigantescas.
¿Qué leyes guían esta competencia?
Sólo vendiendo más barato pueden unos capitalistas
desalojar a otros y conquistar sus capitales. Y para poder
vender más barato sin arruinarse sólo existe un camino:
producir más barato, es decir, producir más mercancías que
sus competidores con la misma cantidad de trabajo. O, lo
que es lo mismo, aumentar la fuerza productiva del trabajo a
través de:
1.- Una mayor división y especialización del trabajo
2.- Una aplicación de la maquinaria a mayor escala.
3.- Un constante perfeccionamiento de la maquinaria.
Una vez conseguido producir más mercancías con la misma
cantidad de trabajo, ¿cómo procederá el capitalista?
¿Vendiendo al mismo precio que sus competidores para
multiplicar su ganancia?
No, por dos razones:
1.- Porque con ello no conseguiría su objetivo de desalojar a
los competidores y extender sus propias ventas.
2.- Porque los nuevos medios de producción que ha puesto
en pie, al mismo tiempo que le permiten vender más barato,
también le obligan a vender más mercancías, a conquistar
para ellas un mercado mucho mayor.
¿Qué debe hacer entonces? ¿Vender de acuerdo con el nuevo
coste de producción?
Tampoco, porque así no obtendría ninguna ganancia
extraordinaria. Simplemente recuperaría lo invertido en
aumentar la fuerza productiva del trabajo. Sus mayores
ingresos vendrían entonces sólo de haber puesto en
movimiento un capital mayor que el de sus rivales, pero no
conseguiría que su capital aumentase, a través de un
incremento superior de la ganancia, más que el de los otros.
Por lo tanto, el fin que busca –desalojar y arrebatar a sus
rivales por lo menos una parte del mercado – lo conseguirá
fijando el precio de su mercancía tan sólo unos puntos por
debajo que el de sus competidores. Es procediendo de esta
manera como conseguirá:
1.- Acumular más capital al haber desarrollado nuevas
fuerzas productivas
2.- Incrementar el capital más rápidamente que el de sus
competidores al conseguir un aumento superior de la
ganancia
3.- Concentrar el capital, al conquistar el de los competidores
a los que ha desplazado del mercado.
Sin embargo, la ventaja adquirida así por el capitalista no le
dura mucho tiempo. Al advertir un rápido incremento de la
ganancia, una nueva masa de capitales, guiados por la ley del
máximo beneficio, afluyen a esa rama de la producción,
generalizando velozmente las innovaciones.
La ley que nivela el precio de las mercancías con su coste
de producción crea condiciones cada vez más difíciles
para el aumento del valor del capital.
La generalización de los nuevos medios de producción tiene
como consecuencia que el precio de las mercancías se
reduzca hasta su nuevo coste de producción.
En tanto que ahora todos producen más barato, la ley que
determina el precio de las mercancías por su valor obliga a
que haya que suministrar cantidades cada vez mayores de
productos por el mismo precio.
Al principio del proceso los capitalistas “innovadores”
podían suministrar por el mismo precio el doble de
productos que antes, con la generalización de las
innovaciones se ven obligados a entregar el doble de
productos por menos del precio antiguo. Por lo que el
capitalista, como fruto de sus innovaciones, ha creado
condiciones más difíciles para el aumento de valor de su
capital. Lo que le obliga a iniciar otra vez la misma carrera:
nuevas divisiones del trabajo, nuevas innovaciones y
maquinaria, nuevos perfeccionamientos de la fuerza del
trabajo, nuevo abaratamiento de los costes de producción,…
Y la competencia vuelve a reaccionar exactamente de la
misma forma.
La competencia que obliga a la acumulación y la
concentración conduce inevitablemente al monopolio.
Sólo que ahora la competencia se da en un ámbito superior y
con un calado más profundo. Porque:
1.- El capitalista ahora tiene que vender muchísimo más,
tiene que proceder a una venta en masa, no sólo para ganar
más, sino para reponer el coste de producción, ya que los
nuevos medios de producción exigen una mayor inversión de
capital.
2.- Pero además, esta venta en masa ya no es una cuestión
vital sólo para él, sino también para los rivales que no han
sucumbido. La competencia, por lo tanto, se agudiza, se
intensifica y se desencadena con mayor violencia cuanto más
productivos son los medios de producción puestos en liza.
En consecuencia, la única manera para el capitalista de
burlar constantemente a la competencia es introducir nuevas
divisiones del trabajo y nuevas máquinas sin esperar a que la
competencia haga envejecer los nuevos medios de
producción; es decir, subvirtiendo y revolucionando
incesantemente el modo de producción. A cada incremento,
acumulación y concentración del capital le corresponde una
nueva división del trabajo, una nueva aplicación de
maquinaria y un perfeccionamiento de la antigua. La cual a
su vez conduce, de una forma atropellada, ininterrumpida y
una escala cada vez más mayor, a un nuevo y mayor
incremento, acumulación y concentración del capital.
Engendrando de este modo una concentración de la
producción y del capital tales que, en un cierto grado de su
desarrollo, conduce inevitablemente al monopolio.

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