Itzel Vega Castañeda

Año: 3°

RETENGAMOS NUESTRA PROFESIÓN

En este propedéutico acerca de la retención de la fe, el fundamento bíblico ha sido basado

en la carta a los hebreos, que fue escrita a los judíos quienes tenían una gran fascinación por

la ley y el cumplimiento de esta misma; sin embargo, el escritor les dio a conocer que estar

bajo la completa soberanía de Cristo es mucho mejor que haber estado en la ley, trayendo

beneficios, responsabilidades y cuidados para su vida espiritual.

Para comprender lo que dice la Palabra del Señor en hebreos 4:14 se tiene que entender que

el termino profesar es una actividad consabida para lo que se es preparado.

Defiéndelo en términos griegos el vocablo viene de que quiere decir que todo

creyente tiene una confesión de fe. Por lo tanto, cada hijo de Dios proclama con sus labios

que la obra Salvífica de Jesucristo da vida, ha expiado pecados y santifica en medio las

aflicciones, pero esto tiene que ser trascendental, su confesión debe ser reflejada en

testimonio, en carácter y servicio en donde quiera que él se desarrolle; atrayendo a otros a

este gran regalo que Cristo ha dado a todo aquel que reconocen que le necesitan en su

diario vivir.

Así mismo la obra salvífica está ligada con la trasformación que opera Espíritu Santo en

cada uno de sus hijos en su constante relación con él, purificando y santificando su vida,

trayendo un convencimiento de pecados y frutos de arrepentimiento que reflejen el cambio;

para que la casa este limpia y Espíritu Santo haga en ellos habitación; dándoles así también

poder y autoridad de lo alto para que sean hijos que den testimonio de su obra en las

naciones, pero sobre todo para que con su ayuda permanezcan y lleguen al carácter de

Cristo.
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Año: 3°

Ahora bien, como hijo de Dios una vez entendido la obra sacerdotal que Cristo hizo y el

poder de Espíritu Santo en su vida; el adquiere un compromiso leal de retener la profesión

de fe ante cualquier adversidad, dificultad, problema o debilidad, a través de un

acercamiento sin miedo de un corazón sincero, reconociendo con humildad la necesidad de

la soberanía de Dios sobre su vida, teniendo la certeza y la convicción de que su sangre es

suficiente para limpiar todo pecado y acercarse delante del trono de la gracia, para alentar

y animar toda dificultad, poniéndose como el mayo ejemplo de perseverancia. Es así como

Cristo nos enseña que teniendo la fe como cimiento; estamos seguros de que el cumplirá

sus promesas, porque sencillamente él es Fiel con sus hijos.

Por otro lado, en estos tiempos tan abrumadores, tan saturados de tiempo, tan aprensivos y

llenos de tensión, enfermedad, situaciones económicas etc el hijo de Dios debe mantener su

fe en acción, por ello hebreos nos enseña que en Cristo también hay beneficios para

permanecer en él y dentro de ellos encontramos el reposo cuyo significado es una bendición

celestial que está vigente en este tiempo para no ser apartado de Dios y endurecer el

corazón. Así también la Palabra de Dios cuyo escritor es Cristo, el autor de la vida (logos),

quien da una calidad de vida a sus hijos, trayendo dirección a un cambio de rumbo,

rompiendo estructuras mentales y sanado el alma con el propósito de sean moldeados a su

persona.

Otro gran beneficio es el Sacerdocio de Cristo en cual el hijo de Dios es refugiado en él, ya

que el intercede como mediador y se compadece de sus hijos cuando están en debilidad,
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Año: 3°

puesto que él fue tentado más nunca peco. ¡Cuán gran amor, gracia y misericordia se nos es

dada!

Finalmente, el caminar con Cristo y mantenernos firmes en la confesión de la fe, trae

consigo la unidad en el Espíritu viviendo en dignidad es decir que como hijo de Dios se

debe de ser coherente con lo que es hablado, testificado, y hecho en acción teniendo un

equilibrio de vida bajo la soberanía de la persona de Cristo. Así mismo andando en la

unidad del Espíritu quiere decir que todos aquellos que han creído la obra de Cristo y el

Espíritu de Dios ha morado en ellos, los ha unificado en una sola esperanza y esta es llegar

a ver cara a cara a Dios y rendir coronas a sus pies y darle la gloria porque solo por su

gracia y misericordia fue que se llegará hasta ese gran momento.

En estos tiempos la carta a los hebreos cobre una severa importancia para la vida del

cristiano en no declinar ante su profesión de fe, en mantenerse firmes, en tener solidas sus

convicciones acerca de la persona y soberanía de Cristo, ante la persecución filosófica que

la sociedad ha impuesto, ante la familia que rechaza el evangelio, ante este mundo que

ofrece cosas que no son agradables a Dios y permanecer en su voluntad, no dejando las

responsabilidades de ver al prójimo con amor con el propósito de acercarlo a la gran verdad

y testificar que solo en Cristo podemos acercarnos al trono de la gracia.