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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria


Universidad Alejandro de Humboldt
Núcleo Valencia
Ética Profesional
Sección VAM1001CI

ÉTICA Y DEMOCRACIA

Alumnos:
Maryelis Nuñez V- 26.671.332

Valencia, marzo del 2019


Ética
La ética es una rama de la filosofía que se dedica a analizar la conducta humana
y paralelamente, estudiar la moral y encontrar una manera de juzgar a la misma. El
término ética tiene su origen en el griego, proviene del vocablo ethikos que significa
carácter.
La ética puede ser definida como una ciencia del comportamiento moral pues,
mediante un exhaustivo análisis de la sociedad se determina como es que deberían
(hipotéticamente hablando) actuar todos los miembros pertenecientes a ella. Cabe
resaltar, que la ética no es coactiva ya que, al no imponerse sanciones legales en el
individuo (claro está, no existen las leyes éticas) se promueve una autorregulación a
través de normas colectivamente establecidas para todos.
Democracia
La democracia es una forma de gobierno del Estado donde el poder es ejercido
por el pueblo, mediante mecanismos legítimos de participación en la toma de decisiones
políticas. Etimológicamente, la palabra proviene del griego δημοκρατία (democratía),
que se compone de los términos δῆμος (démos), que significa ‘pueblo’, y κράτος
(krátos), que significa ‘poder’. Así, la democracia es el gobierno del pueblo.
El término democracia es extensivo a las comunidades o grupos organizados
donde todos los individuos participan en la toma de decisiones de manera participativa y
horizontal. El mecanismo fundamental de participación de la ciudadanía es el sufragio
universal, libre y secreto, a través del cual se eligen a los dirigentes o representantes
para un período determinado. Las elecciones se llevan a cabo por los sistemas de
mayoría, representación proporcional o la combinación de ambos.
Ética y democracia
¿Qué relación existe entre la ética como fundamento de la acción y la democracia?
No hay democracia sin ética. Pero si hay ética sin democracia, La ética es una
concepción evaluativa de la vida, un sistema de creencias o una escala de valores
socialmente compartidos, que animan la interpretación de la realidad y que subyacen a
las diferentes formas de organización institucional que una sociedad decide darse.
Concepciones éticas en este sentido ha habido, naturalmente, muchas, pues todos los
seres humanos, en todas las épocas y lugares, participamos de algún sistema de
creencias morales que da sentido y pone orden a nuestra acción en el mundo. Pero,
como es también evidente, no todas las concepciones éticas han sido democráticas: las
hay jerárquicas, aristocráticas, fundamentalistas, patriarcales, colectivistas. La
democracia, por su parte, es una concepción política sobre el gobierno de la sociedad
que, como todos los sistemas políticos, reposa sobre una definición de lo que somos
como individuos y de los derechos y los deberes que nos corresponden como tales, es
decir, reposa sobre una concepción ética. La democracia es un producto de la
modernidad occidental y no puede entenderse sin que se tomen en consideración las
transformaciones ocurridas en las concepciones éticas que le sirven de fundamento.
Puede haber pues éticas no democráticas, pero no puede haber una democracia sin ética.
Ética profesional
La ética profesional hace referencia al conjunto de normas y valores que hacen y
mejoran al desarrollo de las actividades profesionales. Es la encargada de determinar las
pautas éticas del desarrollo laboral mediante valores universales que poseen los seres
humanos. Aunque ésta se centre en estos valores, se especifica más en el uso de ellos
dentro de un entorno plenamente laboral.
La ética laboral es fundamental en cualquier persona que desee trabajar, ya que
ésta implica la práctica de valores como la responsabilidad, puntualidad, estudio,
constancia, carácter, concentración, formación, discreción, entre otras. Suelen aparecer
conflictos cuando existen discrepancias entre la ética profesional y la ética personal. En
esos casos, las personas deben tomar medidas, como la objeción de conciencia, si se
cree que no se está actuando correctamente
Se supone que la ética profesional también determina cómo debe actuar un
profesional en una situación determinada. En un sentido más bien estricto, podríamos
solo señalar las carreras que son de nivel universitario o superior, pero también deben
considerarse los oficios y cualquier otro trabajo permanente. Esto se debe a que el
profesional enfrenta diariamente diferentes situaciones, y la ética profesional debería
verse plasmada en un código de ética profesional para prevenir errores, cada colegio de
profesionales debería contar con uno que deje en claro qué está bien y qué no, tanto
moral como éticamente.
Código de ética
El código de ética es un documento compuesto por una serie de normas,
reglamentos y valores que han sido establecidos para regular los comportamientos y
actitudes de las personas que forman parte de un mismo contexto, bien sea con respecto
a una profesión, organización o empresa.
El código de ética se apoya en la deontología, una rama de la ética desde la cual
se estudian los deberes que rigen una actividad profesional. Es importante recordar que
la ética se refiere al carácter, y que es una rama de la filosofía que estudia la moral y los
comportamientos de las personas, cuyo objetivo es determinar aquellas actitudes que
son consideras como buenas o malas en la sociedad.
Por su parte, los códigos son un conjunto de normas y leyes, de tipo obligatorio
y vinculado al derecho, implementados para regular diversas actitudes humanas. En este
sentido, el código de ética es formulado con la finalidad de crear un marco normativo
que controle las acciones de las personas o conductas organizacionales, así como
establecer los valores que deben ser respetados y considerados por todos los
profesionales de un área de trabajo o por los integrantes de una organización o empresa.
De esta manera se expone cuál es la manera correcta de realizar una actividad
profesional, se fortalecen los compromisos, las comunicaciones asertivas y los
fundamentos sobre los cuales se basa una organización.
Asimismo, funciona como una guía para desarrollar gestiones de trabajo,
estrategias y toma decisiones coherentes siguiendo una serie de lineamientos en los que
se consideran los intereses internos y externos de la empresa. Cabe mencionar que el
cumplimiento del código de ética es obligatorio y puede conllevar a ciertas sanciones,
aunque no implica castigos legales.
De allí que, puede entenderse como una compilación de normas que sirven de
orientación y guía de los comportamientos y actitudes éticos que deben predominar
entre las personas que forman parte de un contexto laboral y profesional determinado.
Por tanto, se trata de un código que ayuda a promover y generar comportamientos
positivos que beneficien a una organización o empresa. Es una forma de reducir los
conflictos y de proteger la reputación de todo un equipo de trabajo
La función social del trabajo
Los primeros códigos de la ética del alcance nacional comenzaron a tener
vigencia en el servicio social hasta el año 1950. Hoy existen estos códigos en todos los
países aunque la profesión ha logrado alcanzar un alto nivel de organización y un
estatuís legal consolidado. La elaboración y la imposición de estos Códigos a
correspondido a las asociaciones nacionales de asistentes sociales de cada país, las
cuales se encargan de velar permanentemente por su debido cumplimiento, puesto que
los organismos encargados de velar por el cumplimiento de la ética profesional son los
colegios, federaciones y asociaciones profesionales del servicio social.
No debe extrañar que los primeros códigos nacionales hayan aparecidas a
mediados de este siglo, cuando el servicio social tenía ya varias décadas de existencias.
Por otra parte, las entidades nacionales representativas de los profesionales de cada país,
a quienes ha correspondido la creación e implementación de los códigos, han debido
realizar muchos esfuerzos hasta lograr la unidad y la consistencia necesarias como para
lanzar y respaldar un código de ética profesional que fuera aceptado y respetado por la
generalidad de sus miembros.
Téngase en cuenta, además, que la elaboración del código en sí mismo, por su
propia naturaleza normativa y hasta cierto punto jurídico, existe un estudio profundo y
minucioso que lleva a veces varios años de maduración y decantamiento. Suele ocurrir
que mucho antes de aprobación definitiva, los códigos tenga recorrido muchos de
estudio, reelaboraciones y reformas, sujeto además a las opiniones y críticas de los
grupos sociales de las distintas religiones de un país. Otras veces el código nacional es
la síntesis o integración de varios códigos preexistentes en instituciones parciales de
profesionales especializados en algunos de los campos de aplicación del Servicio Social
(Asistentes Sociales de Empresas de Comunidad hospitalarias, etc.
Los códigos de ética, sin embargo, no so estructuras definitivas e inconmovibles,
como tampoco lo son, pongamos por caso, ni siquiera las congregaciones de países.
Pueden ser, y han sido, reformados para educarlos a las necesidades de los cambios
históricos de las sociedades. El código cambia a través del tiempo, como la sociedad
cambia. Ello no quiere decir que se eche por tierra con los principios filosóficos básicos
de la profesión, como la dignidad humana, el respeto a la individualidad o a la
autodeterminación, etc.

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