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Que es un cambio climatico

Un cambio climático se define como la variación en el estado del sistema climático, formado por
la atmósfera, la hidrosfera, la criosfera, la litosfera y la biosfera, que perdura durante periodos de tiempo
suficientemente largos (décadas o más tiempo2) hasta alcanzar un nuevo equilibrio. Puede afectar tanto
a los valores medios meteorológicos como a su variabilidad y extremos.
Cambio climático
Cambios en el clima, incluyendo temperatura, intensidad de las lluvias y eventos climáticos extremos
como huracanes y olas de calor.
El término cambio climático es más amplio que calentamiento global, que se refiere sólo al aumento de
temperatura.

Diferencia entre calentamiento global y cambio climatico


El calentamiento global se refiere solo a la temperatura de la superficie de la Tierra, mientras que
el cambio climático incluye el calentamiento y los "efectos secundarios" de este calentamiento—como
son los glaciares que se derriten, tormentas de lluvia más severas o las sequías más frecuentes. Dicho
de otra manera, el calentamiento global es un síntoma del mayor problema del cambio climático causado
por los seres humanos.
¿QUÉ ES EL CAMBIO CLIMÁTICO?

Cualquier cambio significativo en las medidas del clima que duren por un periodo de tiempo extendido,
de acuerdo a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA ).

Es así que el cambio climático incluye modificaciones significativas en temperatura, precipitación,


patrones de viento, entre otros efectos, que ocurren durante varias décadas o más.

¿QUÉ ES EL CALENTAMIENTO GLOBAL


El cambio climático no debe confundirse con el calentamiento global. Este último se refiere al alza
reciente y continua en la temperatura media global cerca de la superficie terrestre.
El calentamiento global es causado mayormente por “aumentos en las concentraciones de gases de
efecto invernadero en la atmósfera”, indica EPA.

Sus causas: los científicos coinciden en señalar que la causa del actual cambio del clima es la emisión,
como resultado de la actividad humana, de los denominados “gases de efecto invernadero”. Estos gases,
incrementan la capacidad de la atmósfera terrestre para retener calor, dando lugar al fenómeno del
calentamiento global.

Causas del cambio climático


Las causas del cambio climático se pueden dividir en aquellas relacionadas con los procesos naturales y
las causas vinculadas con la actividad humana.
El efecto invernadero natural
El efecto invernadero es un proceso que ocurre de manera natural en la atmósfera de la Tierra, y resulta
de la interacción entre la energía que proviene del Sol y algunos de los gases de la atmósfera, llamados
gases de efecto invernadero (GEI).

El efecto invernadero natural permite que exista la vida tal y como la conocemos en el planeta, pues sin
él, la temperatura promedio de la Tierra sería inferior a los -18 °C.

La atmósfera está compuesta principalmente por Nitrógeno y Oxígeno y sólo en un 1% por otros
componentes, entre ellos los GEI.

El vapor de agua (H2O), bióxido de carbono (CO2), óxido nitroso (N2O), metano (CH4) y ozono (O3) son
los principales gases de efecto invernadero en la atmósfera terrestre, los cuales, tienen la capacidad de
actuar como el vidrio que cubre la estructura de un invernadero.
La mayoría de los gases de efecto invernadero siempre han existido en la atmósfera y su ciclo parte de
procesos naturales:

Los científicos atribuyen la tendencia al calentamiento global observada desde mediados del siglo XX a
la extensión humana del “efecto invernadero”,1 el calentamiento que se produce cuando la atmósfera
atrapa el calor que se irradia desde la Tierra hacia el espacio.

Ciertos gases en la atmósfera bloquean el calor y no permiten que escape. Los gases de larga vida que
se quedan de manera semipermanentemente en la atmósfera y no responden física o químicamente a
los cambios en la temperatura se describen como “forzantes” del cambio climático. Gases como el vapor
de agua, que responden física o químicamente a los cambios en la temperatura, son considerados
“retroalimentadores”.

Los gases que contribuyen al efecto invernadero incluyen:


 Vapor de agua. Es el gas de efecto invernadero más abundante pero, principalmente, actúa
como retroalimentador del clima. El vapor de agua aumenta a medida que se calienta la atmósfera de
la Tierra, y también incrementa la probabilidad de nubes y precipitaciones, lo que hace que estos
sean algunos de los mecanismos de retroalimentación más importantes del efecto invernadero.
 Dióxido de carbono (CO2). Es un componente menor pero muy importante de la atmósfera. El
dióxido de carbono se libera a través de procesos naturales como la respiración y las erupciones
volcánicas, así como mediante actividades humanas como la deforestación, el cambio en el uso de
los suelos y la quema de combustibles fósiles. Desde el inicio de la Revolución Industrial, la actividad
humana ha provocado un aumento en la concentración de CO2 de más de una tercera parte. Es el
gas de larga duración “forzante” del cambio climático más importante.
 Metano. Se trata de un gas hidrocarburo producido por fuentes naturales y por la actividad
humana, como la descomposición de desechos en vertederos, la agricultura (en especial el cultivo de
arroz), la digestión de rumiantes y el manejo del estiércol de ganado. A escala molecular, el metano
es un gas de efecto invernadero mucho más activo que el dióxido de carbono, aunque mucho menos
abundante en la atmósfera.
 Óxido nitroso. Es un poderoso gas de efecto invernadero que se produce debido a las prácticas
vinculadas con el cultivo del suelo, en especial el uso de fertilizantes comerciales y orgánicos, la
incineración de combustibles fósiles, la producción de ácido nítrico y la quema de biomasa.
 Clorofluorocarbonos (CFC). Son compuestos sintéticos de origen enteramente industrial que
fueron utilizados en diversas aplicaciones, pero su producción y emisión a la atmósfera están ahora
muy reguladas mediante tratados internacionales, ya que contribuyen a la destrucción de la capa de
ozono. También son gases de efecto invernadero.

Causas humanas
Desafortunadamente, existe otra fuente de cambio en el clima global. Este cambio se asocia con las
actividades humanas.

Desde la llamada Revolución Industrial hasta nuestros días, los procesos industriales se desarrollan


quemando combustibles fósiles (petróleo, gas y sus derivados, como la gasolina) y aprovechando de
manera desmedida los recursos naturales.

Estas actividades están cambiando la composición de la atmósfera terrestre, emitiendo más gases y


compuestos de efecto invernadero que pueden permanecer en la atmósfera hasta por más de 50
años. Si bien más de la mitad del CO2 emitido tarda un siglo en la actualidad para eliminarse de la
atmósfera, una parte del CO2 emitido (cerca del 20%) se mantiene en la atmósfera durante muchos
milenios (2).
En la Tierra, las actividades humanas están cambiando el invernadero natural. Durante el último siglo, la
quema de combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo, ha aumentado la concentración de dióxido
de carbono (CO2) en la atmósfera. Esto sucede porque el proceso de quema del carbón y del petróleo
combina el carbono con el oxígeno del aire y forma el CO2. En menor medida, la deforestación para
propósitos agrícolas, para la industria y para otras actividades humanas ha incrementado la
concentración de gases de efecto invernadero.

Las consecuencias del cambio en el invernadero natural de la atmósfera son difíciles de predecir, pero
algunos probables efectos pueden ser:

 En promedio, la Tierra se calentará. Algunas regiones podrían aceptar gustosamente


temperaturas más cálidas, pero otras no.
 Las condiciones climáticas más cálidas probablemente llevarán a una mayor evaporación y a
más precipitación en general, pero el impacto variará según las regiones: algunas se volverán más
húmedas y otras, más secas.
 Un efecto invernadero más fuerte calentará los océanos y derretirá parcialmente el hielo y los
glaciares, lo que aumentará el nivel del mar. El agua del océano también se expandirá si se calienta,
lo que provocará un mayor aumento del nivel del mar.
 Mientras tanto, ciertos cultivos y ciertas plantas podrían responder favorablemente al aumento
del CO2 atmosférico, creciendo más vigorosamente y usando el agua de manera más eficiente.
Asimismo, las elevadas temperaturas y los cambiantes patrones climáticos podrían cambiar las áreas
donde crecen mejor los cultivos y afectar la composición de las comunidades naturales de las
plantas.

El papel de la actividad humana

En su Quinto Informe de Evaluación, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio


Climático, un grupo de 1.300 expertos científicos independientes de todo el mundo, bajo el auspicio de
las Naciones Unidas, concluyó que existe una probabilidad mayor que el 95% de que en los últimos 50
años las actividades humanas hayan calentado nuestro planeta.

En los últimos 150 años, las actividades industriales de las que depende nuestra civilización moderna
han causado el aumento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera de 280 a 400 partes por
millón. El grupo también concluyó que existe una probabilidad superior al 95% de que los gases de
efecto invernadero emitidos por los seres humanos, como el dióxido de carbono, el metano y el óxido
nitroso, hayan causado la mayoría del aumento observado en las temperaturas de la Tierra durante los
últimos 50 años.

Su velocidad: el actual cambio climático está ocurriendo muy rápidamente, lo que hace muy difícil, tanto
para la naturaleza como para las sociedades humanas, adaptarse a las nuevas condiciones.

Consecuencias
El cambio climático está modificando nuestra economía, salud y comunidades de formas diversas. Los
científicos advierten de que si no ponemos el freno sustancialmente al cambio climático ahora, los
resultados probablemente sean desastrosos. Si la Tierra se calienta, alguno de estos importantes
cambios ocurrirá:

 El agua se expande cuando se calienta y los océanos absorben más calor que la tierra, el nivel
del mar ascenderá.
 El nivel del mar aumentará también debido a la fusión de los glaciares y del hielo marino.
 Las ciudades de las costas sufrirían inundaciones.
 Lugares en los que normalmente llueve o nieva mucho podrían calentarse y secarse.
 Lagos y ríos podrían secarse.
 Habría más sequías por lo que se haría más difícil cultivar maíz.
 Habría menos agua disponible para l agricultura, la producción de comida, para beber o para
ducharse.
 Muchas plantas y animales se extinguirían.
 Huracanes, tornados y tormentas producidos por cambios de temperatura y evaporación de agua
se producirían con más regularidad.

Qué podemos esperar para el futuro


Los modelos que simulan el clima terrestre han permitido a los científicos explorar las tendencias futuras
asociadas al incremento de la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera terrestre.
Las estimaciones realizadas para España incluyen:

 Nuevos aumentos de las temperaturas máximas y mínimas


 Una disminución moderada de las precipitaciones
 Una disminución moderada de la nubosidad
 Periodos de sequía más largos y frecuentes
 Olas de calor más largas, frecuentes e intensas

Cambios climáticos en Guatemala Puntos destacados


Guatemala fue, en 2010, el segundo país más afectado por el cambio climático. En este país
centroamericano cada vez son más comunes las sequías, deslaves o inundaciones, donde cerca del
21% de su población vive en zonas de afectación por el riesgo climático sin contar las amenazas por
terremotos y otros desastres naturales.

Guatemala es uno de los diez países ambientalmente más vulnerables al cambio climático a nivel
mundial, con más del ochenta por ciento del PIB producido en zonas de riesgo a desastres y un alto
porcentaje de su población en riesgo climático directo. De esta situación deviene la necesidad de actuar
de manera inmediata para reducir los riesgos presentes y venideros de los desastres naturales derivados
del calentamiento global.

El cambio climático tiene una serie de cada vez más evidentes efectos adversos y potencialmente
catastróficos entre la población de Guatemala, especialmente entre las niñas, niños y adolescentes (48%
de la población del país), debido a su menor grado de desarrollo físico e inmunológico. Se trata, además,
del cuarto país de América Latina y el Caribe con mayor desigualdad en el ingreso (tras Haití, Honduras
y Bolivia y en el mismo lugar que Colombia).
Unido a la desigualdad, la reducción de la deuda social de Guatemala pasa por la erradicación de la
pobreza, que afecta a seis de cada diez niñas y niños y adolescentes.

El aumento de la temperatura esperado en Guatemala de alrededor de un grado para el año 2020


respecto a lo registrado a principios del milenio puede incrementar los casos de desnutrición crónica en
el país reduciendo la ingesta alimentaria y el acceso a los servicios. Es el porcentaje más alto de
América Latina y el Caribe, donde uno de cada dos niñas y niños menores de cinco años pasan hambre.
El cambio climático también está incidiendo en las modificaciones de los patrones de enfermedades,
como el dengue y la malaria. Asimismo, incide en el aumento de los casos por diarrea.

En Guatemala, donde la infraestructura hospitalaria lleva cuarenta años de rezago social, el cambio
climático está afectando a la salud de las personas, especialmente de quienes viven en las áreas más
remotas del país y que padecen más inequidades. Los casos de mortalidad y morbilidad serán mayores,
principalmente entre la población
infantil.

La educación también se ve afectada en un país donde uno de cada tres niñas, niños y adolescentes
está fuera del sistema educativo. El cambio climático provoca daños y pérdidas en la infraestructura
escolar, reduciendo los días de educación. Asimismo, las familias pobres suelen retirar a sus hijos e hijas
de la escuela tras sufrir daños por eventos climáticos como estrategia de supervivencia, por ejemplo,
para que complementar los ingresos familiares. Y no siempre retornan al aula.
Junto a ello, el cambio climático también dificulta la movilización de las personas hacia los servicios de
educación, salud y justicia. Tras las emergencias climáticas se producen hurtos en domicilios familiares y
empresariales, así como violaciones especialmente a las adolescentes y mujeres, que no siempre se
logran denunciar en un país donde la impunidad en crímenes y delitos supera el 96%.

No todas las personas padecerán el mismo impacto climático. Los ciudadanos y ciudadanas más pobres
y con más inequidades –entre los que sobresalen las niñas, niños y adolescentes- están más vulnerables
a los efectos del cambio climático, como la pérdida de sus hogares y sus medios de vida, menos
seguridad y una posible merma en el acceso a los servicios públicos, lo que ahondará las inequidades y
la crisis social, política y económica.

La vulnerabilidad ambiental no es un proceso estático, sino que está impulsada por una serie de factores
sociales, económicos y políticos variables que tienen como resultado la depredación del medio ambiente
y de los recursos naturales. Por ello, la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus
consecuencias requiere de políticas, pero también de un concepto de desarrollo socioeconómico que
reduzca las inequidades y desigualdades sociales mediante la mejora de políticas de protección social
así como de los servicios públicos.

De no actuar con celeridad no sólo se pone en riesgo la vida de la población guatemalteca, sino que se
hipotecará el bienestar de las próximas generaciones. Si se desean mejorar las condiciones de vida se
debe abandonar la inercia individual y colectiva. Es momento de actuar de manera constante, decidida y
sostenible.

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