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La historia de Roma es la de una ciudad-estado que comenzó por dominar

las ciudades vecinas, luego los territorios más cercanos y finalmente ocupó
todo el mundo mediterráneo formando el imperio más grande de la
antigüedad, creando una sólida cultura y extendiéndola a todos sus
dominios.

Rómulo y Remo 
La leyenda dice que dos hermanos gemelos, Rómulo y Remo, hijos de la
princesa Rea Silvia y del dios Marte, siendo muy pequeños fueron dejados
en una canasta flotando en el río Tiber para ser salvados de la ambición de
su tío, que quería usurpar el trono. Una loba los vio, los salvó y los crió
amamantándolos como a sus propios hijos. Luego fueron encontrados por
una pareja de pastores. Ya adultos se vengaron de su tío y fundaron Roma.
Pero la ambición de poder los separó y pelearon entre ellos. Venció Rómulo
y se convirtió en el primer rey de Roma.

Los orígenes 
Entre los siglos VIII y VII antes de Cristo, ligures y latinos crearon aldeas
en el centro de la actual Italia y formaron la Liga del Septimontium, por los
siete montes que había en la región. Estas aldeas autónomas darán origen
a la ciudad de Roma.

Cómo era su organización social 


En los primeros tiempos, la sociedad romana estaba dividida entre los
patricios, los clientes, los plebeyos y los esclavos. Los patricios eran los
más poderosos, grandes propietarios de tierras. Eran los únicos
«ciudadanos» romanos, podían votar y ser elegidos para cargos públicos y
religiosos. Los clientes eran extranjeros que se ponían bajo la protección de
un patricio, recibiendo ayuda económica y protección judicial. El cliente
pagaba estos servicios con trabajo y participando en la guerra junto a su
protector. Las familias patricias se enorgullecían de tener grandes
clientelas.
Los plebeyos eran los miembros de la plebe (el pueblo). Este grupo social
estaba constituido por los extranjeros y los clientes que habían dejado de
gozar de la protección de los patricios. Eran hombres libres pero no
ciudadanos. Estaban excluidos de la vida política y religiosa, y les estaba
prohibido casarse con miembros del patriciado.
Los esclavos eran prisioneros de guerra. Se dedicaban a las tareas más
pesadas y carecían de todo derecho.

¿Cómo era su organización política? 


En un principio Roma fue una ciudad-estado monárquica. El rey era elegido
por una asamblea y su cargo era vitalicio, pero a su muerte el poder volvía
al estado. El Senado designaba un rey provisorio entre sus miembros hasta
la elección de un nuevo rey. Los jefes de las familias patricias integraban el
Senado, institución que asesoraba al rey en todas sus actividades y
decisiones. La asamblea estaba compuesta exclusivamente por ciudadanos
propietarios. Tenía funciones legislativas, judiciales y elegía al rey.

La religión 
En sus orígenes los romanos adoraban a una gran cantidad de dioses
vinculados a las fuerzas de la naturaleza. Al recibir la influencia de otros
pueblos, fueron incorporando nuevas deidades. El aporte más importante
fue el de los griegos. Los romanos adoptaron los dioses griegos y les dieron
nombres latinos. Los más importantes fueron: Júpiter, dios supremo,
equivalente al Zeus griego; Juno, esposa de Júpiter, diosa del matrimonio,
como la griega Hera; Minerva, diosa de la sabiduría, inspirada en Atenea;
Marte, dios de la guerra, como Ares. También estaban las divinidades
caseras: cuando alguien moría se transformaba en un lar, un penate o un
genio. El lar vigilaba la casa,
el penate se ocupaba de que no faltara la comida y el genio era una especie
de ángel de la guarda de cada miembro de la familia. La religión estaba
muy relacionada con la vida política. Los sacerdotes determinaban cuáles
eran los días fastos (buenos) y nefastos (negativos) en los que no podía
realizarse ningún acto público. Existía también una religiosidad privada,
celebrada en las casas y dirigida por los jefes de familia en torno al hogar,
fuego que siempre debía permanecer encendido.

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