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ste es una enfermedad infectocontagiosa que afecta tanto a animales como a humanos.

Está
causada por la bacteria Yersinia pestis.1 Es una de las enfermedades bacterianas más agresivas,
provocando frecuentemente la muerte de la persona afectada si no se instaura el tratamiento
antibiótico adecuado. Generalmente se transmite por picadura de pulgas infectadas procedentes
de roedores, originando bubones en ingles y axilas, cuadro clínico conocido como peste bubónica.
Si la transmisión tiene lugar por vía respiratoria, se produce una forma particular de la enfermedad
conocida con el nombre de peste neumónica.1 A la gran epidemia de peste que afectó a Europa a
mediados del siglo XIV se la denomina en ocasiones como peste negra.

Índice

1 Etiología

2 Epidemiología

3 Manifestaciones clínicas

4 Diagnóstico

5 Prevención y control

6 Historia

7 Véase también

8 Referencias

Etiología

Artículo principal: Yersinia pestis

Imagen microscópica mostrando una aglomeración de Yersinia pestis

El género Yersinia, integrante de la familia Enterobacteriaceae, está integrado por tres especies
patógenas humanas: Yersinia pestis, Yersinia pseudotuberculosis y Yersinia enterocolitica.

Yersinia pestis es un cocobacilo gramnegativo, inmóvil, no esporulado, que exhibe una marcada
tinción bipolar con Giemsa. Al igual que otras bacterias entéricas consta de una pared celular
compuesta por un lipopolisacárido capsular (LPS) donde residen sus propiedades antigénicas y
endotóxicas. Presenta además una cubierta glicoproteica antifagocítica conocida como antígeno
capsular o fracción 1. El citoplasma de Yersinia pestis alberga tres plásmidos que vehiculan los
genes de virulencia relacionados con la enfermedad.23
Epidemiología

Pulga de la rata (Xenopsylla cheopis) agente transmisor de la peste

La peste es una enfermedad que afecta principalmente a los roedores, transmitiéndose al ser
humano mediante la picadura de pulgas infectadas. El reservorio natural de la peste son los
roedores silvestres como las ardillas, aunque las especies concretas varían dependiendo de la zona
geográfica. Las grandes epidemias en humanos se han producido por pulgas de la rata (Xenopsylla
cheopis) que han transmitido la infección desde una rata enferma a un humano sano por picadura.
El bacilo de la peste se desarrolla en la pulga infectada, multiplicándose en su esófago y
produciendo el bloqueo de su sistema digestivo, lo que ocasiona que el insecto realice repetidas
tentativas por alimentarse picando a cualquier mamífero cercano y regurgitando las bacterias
infectantes en la herida de la picadura que penetran de esta forma en los vasos sanguíneos y vasos
linfáticos por donde la infección se disemina. Las pulgas infectadas solo viven entre 3 y 5 días, pero
durante este periodo actúan como un vector sumamente eficaz de transmisión de la enfermedad.
En ocasiones el mecanismo de transmisión tiene lugar directamente desde un humano infectado a
uno sano a través de pequeñas gotitas de saliva expulsadas por vía respiratoria que entran en el
aparato respiratorio de las personas cercanas, provocando afectación pulmonar directa, esta
variedad se conoce como peste neumónica y en ella la transmisión es directa de una persona
enferma a una sana, sin intervención de la pulga.45

Manifestaciones clínicas

Normalmente se pueden producir tres formas de peste: bubónica, septicémica y neumónica. Las
más frecuentes son las dos primeras. La forma bubónica se caracteriza por fiebre, dolor de cabeza,
escalofrío, hinchazón y dolor de los ganglios linfáticos zonales. Normalmente se ven afectados los
axilares, cervicales e inguinales. Se puede producir la fistulización del ganglio, con drenaje de su
contenido. Debido a la coagulación intravascular diseminada, se pueden desarrollar trombos con
áreas isquémicas en determinadas zonas de la piel que adopta un color azulado o negruzco,
circunstancia ésta que da nombre a la enfermedad (peste negra). Si se produce diseminación por
la sangre (septicémica) se puede desarrollar sintomatología respiratoria, neumonía, esputos
sanguinolentos o complicaciones neurológica que provocan convulsiones y opistótonos, siendo el
pronóstico muy malo sin el tratamiento adecuado.5

Diagnóstico

El diagnóstico se sospecha por los síntomas, puede resultar evidente en caso de epidemia. Las
pruebas de laboratorio son esenciales para confirmar la sospecha clínica. Puede aislarse yersinia
pestis de una muestra clínica de tejido afectado o utilizarse la seroconversión.
Bacteriológico: sobre sangre, exudados o aspirados de ganglios de los casos sospechosos. El cultivo
es de crecimiento lento. El material patológico contaminado es infeccioso y muy peligroso; debe
manejarse, envasarse y enviarse a laboratorios autorizados con las máximas precauciones, y
esterilizar a la mayor brevedad.

Inmunológico: mediante inmunofluorescencia directa. Serológico por hemaglutinación pasiva con


antígeno capsular. En áreas enzoóticas hay que demostrar seroconversión.

Prevención y control

Prevención: Es básico desratizar, puesto que ratas y ratones pueden infectarse desde el reservorio
salvaje, tanto directamente como a través de los carnívoros domésticos. Igualmente básico es
combatir las pulgas de los carnívoros, y en áreas enzoóticas, limitar sus contactos con roedores
salvajes.

Control: El tratamiento con antibióticos es eficaz, pero únicamente si se administran de forma


precoz. La mortalidad sin tratamiento oscila entre el 66 % y 93 %. En cambio con la administración
de antibióticos solo es del 16 % si se inicia el tratamiento de forma temprana. La forma bubónica
responde mucho mejor que la septicémica o la neumónica.

Erradicación: requiere la eliminación de reservorios; ni practicable ni deseable con roedores


salvajes, pero muy deseable, aunque difícilmente realizable, con ratas y ratones de ciudad.

Vacunación. En general no está recomendada como protección ante un brote de la enfermedad. Sí


está indicada en grupos de alto riesgo como personal de laboratorio o individuos en contacto
permanente con roedores potencialmente transmisores en ciertas zonas geográficas.6

Aquellas personas que hayan estado expuestas a pulgas infectadas por yersinia pestis o a
enfermos con peste neumónica o sufrido un accidente de laboratorio mientras manipulaban
material contagioso, deben recibir tratamiento preventivo con antibióticos específicos en el caso
de que la exposición haya tenido lugar en los últimos 6 días.7

Historia

Artículo principal: Peste negra

El triunfo de la Muerte, óleo de Pieter Brueghel el Viejo que describe alegóricamente una
epidemia de peste

Médico alemán con vestimenta para prevenir el contagio de la peste (siglo XVII).

Regimiento Staffordshire desinfectando viviendas de Hong Kong durante la epidemia de peste de


1894
Se estima que a lo largo de la historia han muerto de peste más de 200 millones de personas,
convirtiéndose así en una de las enfermedades infecciosas más letales. En términos generales se
considera que han existido tres grandes pandemias de la enfermedad: la peste de Justiniano que
se desarrolló entre los siglos VI y VIII; la segunda pandemia que se ha llamado la peste negra
produjo sucesivos brotes en Europa entre los siglos XIV y XVIII; y la tercera pandemia de peste, que
surgió en China durante el siglo XIX.

Peste de Justiniano: Aunque existen algunas reseñas históricas anteriores que pudieran referirse a
la peste, la primera referencia al respecto data del siglo VI, siendo conocida como peste de
Justiniano. Procopio de Cesarea describe perfectamente sus características clínicas, su origen y su
diseminación. El brote se originó en Pelusium, cerca del actual canal de Suez, desde donde se
diseminó hasta Alejandría, para posteriormente alcanzar Constantinopla en el año 542.

Peste negra. En la mitad del s. XIV se desarrolló una epidemia que se cree partió de la península de
Crimea (en la ribera norte del mar Negro entonces ocupada por distintas tribus de mongoles
(tártaros). En el año 1340 los tártaros, aliados de los venecianos, se enfrentan con los genoveses,
que se ven obligados a refugiarse en la ciudad de Caffa (actualmente Feodosia). La enfermedad
afectó a los genoveses, los cuales diseminan el mal por todos los puertos donde recalan. Según
distintos cronistas, una buena parte de la tripulación de los barcos yacía ya muerta en cubierta al
llegar a Constantinopla. Otras naves continuaron el viaje hasta Mesina (Sicilia), donde se les
impidió entrar, aunque ello no evitó que buena parte de las ratas abandonaran el barco y
diseminaran la enfermedad entre la población local. En toda Europa tuvieron lugar desde entonces
hasta el siglo XVIII brotes sucesivos de peste que produjeron gran mortalidad, sobre todo en
Andalucía occidental: Sevilla (uno de los puertos principales) y en las ciudades gaditanas de Jerez
de la Frontera, El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda (antepuerto de Sevilla, al estar
conectada con esta por el río Guadalquivir).8 También en territorios cercanos al continente se
produjeron brotes de la enfermedad, como por ejemplo en las islas Canarias (en San Cristóbal de
La Laguna en 1582).9 La peste no se contagia a través de cadáveres por lo que las historias sobre
diseminación de la epidemia catapultando cadáveres a ciudades sitiadas carecen de cualquier
fundamento científico.10

La tercera gran pandemia de peste se originó en la provincia China de Yunnan en 1855, afectó
gravemente a Hong Kong en 1894 y se extendió a otros continentes provocando numerosos casos
en la India. Se calcula que causó alrededor de 10 millones de fallecimientos entre 1898 y 1918.
Alcanzó a lugares tan lejanos como Cuba y Puerto Rico donde se produjeron casos en 1914.111213
14

A partir de la tercera década del siglo XX se produjo una disminución importante en la incidencia y
gravedad de la enfermedad, debido a una mejor higiene, el aumento en la inmunidad de las ratas
y los humanos, el desarrollo de los antibióticos, etc. A pesar de ello siguen existiendo focos
enzoóticos en Asia, África y América. En el 2003, se registraron a nivel mundial más de 2000 casos
y alrededor de 180 fallecimientos, la mayor parte en África. Otros países con casos declarados en
el siglo XXI son: Estados Unidos, China, India, Vietnam y Mongolia.15 En 2017 se produjo un brote
en Madagascar que provocó al menos 1200 casos y más de 100 fallecimientos.16

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