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POR
MELISA MORALES ALVARADO
PREVIO A CONFERÍRSELE
A mi Amado Esposo: Quien me ha apoyado de una manera que nunca pensé que
lo haría, pero que gracias a mi Padre Celestial, es una
persona transformada y renovada para Su Gloria, te amo
Titin; a mi hija preciosa y a mi bebé que está creciendo dentro
de mí, quienes son mi inspiración y la herencia que El Señor
me regaló.
A mi Papá: Quien ha sido mucho más que un mentor para mí, de quien
he aprendido principios, valores, conocimientos y apoyo
incondicional, y quien se merece esta honra de ver terminado
este trabajo que me ayudo grandemente a formarlo y
completarlo; y a mi mamá por ser la persona que siempre ha
estado y acompañado durante toda mi vida, los mejores
consejos para mí, siempre los has tenido tu mamita, y a mis
hermanos, con quienes he compartido mis alegrías y mis
tristezas.
Agradecimientos
Pág.
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 1
CAPÍTULO I
EL PROCESO ORDINARIO CIVIL
1. Antecedentes ................................................................................................... 5
2. Definición de proceso....................................................................................... 8
3. Naturaleza jurídica ........................................................................................... 10
4. Fin del proceso ................................................................................................ 12
5. Clasificación de los procesos ........................................................................... 15
5.1. Por su contenido .............................................................................................. 15
5.2 Por su función .................................................................................................. 15
5.3 Por su estructura .............................................................................................. 16
5.4 Por la subordinación ........................................................................................ 17
6. Principios básicos el proceso ........................................................................... 18
7. Fases del proceso ............................................................................................ 23
8. Sujetos procesales ........................................................................................... 26
9. Generalidades del proceso ordinario ............................................................... 37
9.1 Los procesos de conocimiento y el juicio ordinario .......................................... 38
9.2 Procesos de conocimiento de declaración ....................................................... 38
9.3 Juicio ordinario y plenario ................................................................................ 39
10 Concepto de juicio ordinario ............................................................................. 41
11. Desarrollo del trámite del juicio ordinario ......................................................... 41
CAPÍTULO II
LA PRUEBA
1. Antecedentes ................................................................................................... 48
2. Naturaleza de las normas sobre la prueba ...................................................... 51
3. Concepto.......................................................................................................... 53
4. Objeto de la prueba.......................................................................................... 55
4.1 Alegaciones de hechos .................................................................................... 56
4.2 Alegaciones de derecho................................................................................... 57
4.3 Diferencias entre la prueba del hecho y del derecho ....................................... 58
4.3 Carga de la prueba .......................................................................................... 59
5.1 Los principios de aportación de parte y adquisición procesal .......................... 59
5.2 El hecho dudoso y el non liquet ....................................................................... 60
5.3 Reglas legales de distinción de la carga de la prueba ..................................... 61
5.4 Criterios de distribución de la carga ................................................................. 61
6. Clasificación de los medios de prueba ............................................................. 62
7. Procedimiento probatorio ................................................................................. 67
7.1 Petición de apertura a prueba del proceso ...................................................... 68
7.2 Apertura a prueba y término reprueba ............................................................. 68
7.3 Ofrecimiento de los medios concretos de prueba ............................................ 69
7.4 Admisión de los medios de prueba .................................................................. 69
7.5 Práctica de la prueba ....................................................................................... 70
8. Valoración de la Prueba ................................................................................... 71
8.1 Sistemas de valoración .................................................................................... 72
8.1.1 Sistema de la prueba tasada ........................................................................... 72
8.1.2 Sistema de la libre convicción .......................................................................... 73
8.1.3 La Sana Critica ................................................................................................ 73
8.1.3.1 La sana critica según la doctrina ...................................................................... 74
8.1.3.2 La sana critica según la jurisprudencia ............................................................ 75
8.1.3.3 La sana crítica según la legislación ................................................................. 75
2.4.7 Resumen. Caracteres distintivos de la sana crítica ........................................ 76
2.4.7 La fundamentación de las sentencias .............................................................. 76
2.4.7 La sana crítica exige la fundamentación de las sentencias ............................. 77
2.4.7 Apreciación conjunta de la prueba y motivación de las sentencias ................. 77
CAPÍTULO III
LA SENTENCIA
1. Concepto.......................................................................................................... 80
2. Requisitos de la sentencia ............................................................................... 81
CAPÍTULO IV
PRESENTACION DE RESULTADOS
1. De las encuestas ............................................................................................. 85
2. De las sentencias revisadas ............................................................................ 88
2.1 Interpretación general, conjunta y/o confrontada de la forma de valoración de
los medios de convicción en los casos revisados ............................................ 88
2.2 Interpretación general de esas valoraciones.................................................... 88
CONCLUSIONES ............................................................................................ 90
RECOMENDACIONES ................................................................................... 93
Por lo tanto, la sentencia debe ser clara y entendible no sólo para los profesionales o
técnicos del derecho, sino también para las partes, que, aunque desconozcan la jerga
jurídica puedan fácilmente comprender con claridad y profundidad los conceptos vertidos
en la sentencia.
1
Para los logros de los objetivos tanto generales como específicos de la investigación, se
plantea el siguiente problema: de conformidad con la Ley Procesal Civil y Mercantil, salvo
texto de ley en contrario, los tribunales apreciarán el mérito de las pruebas de acuerdo
con las reglas de la sana crítica. Esto significa, según contexto que la ley adjetiva
guatemalteca recoge dos formas de valoración de la prueba, es a saber, la señalada,
sana crítica y la tasada o legal.
Como tesis se sustenta que existe deficiencia en dicha valoración, y que ésta debe
realizarse especificando en qué consiste la sana crítica en cada circunstancia o caso o
dónde radica la experiencia, vivencia, realidad del juez, para darle mérito o desestimar
un medio de prueba que permita tal forma de valoración; en la misma deficiencia se cae
cuando se trata de la Valoración plena que el legislador atribuye a un medio de prueba
debiendo especificarse esa valoración preestablecida o previa; por lo planteado
anteriormente surge la siguiente pregunta de investigación: ¿En qué consisten las
deficiencias de la valoración de la prueba dentro del proceso ordinario en sentencias
dictadas en los Juzgado Primero y Segundo de Primera Instancia del Ramo Civil de
Quetzaltenango, durante el año dos mil nueve?
Los objetivos de investigación son, general: Establecer las deficiencias en las que se ha
incurrido al valorar la prueba en los juicios ordinarios sustanciados en los Juzgado de
Primera Instancia Civil de Quetzaltenango; específicos: a. Establecer el sistema de
valoración de prueba mas empleado en los juicios ordinarios; b. Establecer los medios
de prueba más frecuentes aportados y valorados en los juicios ordinarios; c. Establecer
el grado de cumplimiento de las disposiciones legales y doctrinarias relativas a la
valoración de la prueba; y d. Establecer la incidencia de la valoración de la prueba en la
motivación de las sentencias dictadas en los juicios ordinarios.
2
Los elementos de estudio de la investigación son el proceso ordinario civil, que como
señala Manuel Osorio: el proceso civil es el que se ventila y resuelve por la jurisdicción
ordinaria sobre cuestiones de derecho privado en su esencia; juicio ordinario,
denominase así en materia civil a aquel que, por sus trámites más largos y solemnes,
ofrece a las partes mayores oportunidades y mejores garantías para la defensa de sus
derechos, contrariamente a lo que sucede en los juicios sumarios y sumarísimos; el juicio
civil es aquel en que se debaten cuestiones de hecho y de derecho reguladas en el
Código Civil y leyes complementarias: y la prueba, que como señala Hugo Alsina que en
su acepción jurídica, es la que demuestra la existencia o inexistencia de los hechos
afirmados por las partes.
En cuanto al alcance de la investigación se puede afirmar que tiene como cobertura los
Juzgados Primero y Segundo de Primera Instancia del Ramo Civil de la ciudad de
Quetzaltenango y como unidades de análisis sentencias dictadas dentro de juicios
ordinario específicos, en dichos Juzgados; en cuanto a los límites la investigación como
se ha señalado se realzará en los Juzgados Primero y Segundo de Primera Instancia
Civil de la ciudad de Quetzaltenango en sentencias dictadas durante el año dos mil nueve
y los resultados no son susceptibles de generalizarse hacia otras regiones del país; y
como aporte se espera que con el presente estudio se cuente con un documento que
evidencia la forma en que la prueba es valorada en el proceso ordinario civil en los
Juzgados respectivos de esta ciudad, que pueda servir de consulta para aquellas
unidades de análisis y para futuras investigaciones que se hagan relacionadas con la
temática que ocupa la investigación.
Como se ha señalado, los sujetos o unidades de análisis serán tanto los Jueces, oficiales
de los Juzgados de Quetzaltenango, abogados litigantes y estudiantes de Derecho.
Posteriormente se realiza el trabajo de campo, consistente en consulta de expedientes y
encuestas dirigidas a los mismos sujetos, mediante boleta es elaborada por la
investigadora; el tipo de investigación será de tipo jurídico-descriptiva, y el procedimiento
que se utilizó para la investigación fue: elección del tema, aprobación del punto de tesis,
investigación doctrinaria, elaboración del instrumento, investigación de campo,
3
presentación, análisis y discusión de resultados, conclusiones para finalmente hacer las
recomendaciones; se consultaron diferentes fuentes bibliográficas, desde libros, revistas,
tesis, páginas de Internet y sentencias.
4
CAPÍTULO I
EL PROCESO ORDINARIO CIVIL
1. Antecedentes
Este es un tema de relevancia y muchos autores se han tomado la tarea de escribir sobre
el particular y que aclaran puntos importantes para comprender el contenido del mismo,
y entonces se tiene a bien relacionar las siguientes citas:
1
Calamandrei, P. (1997). Derecho Procesal Civil. Buenos Aires. Editorial de Palma
5
demostración de la verdad de una afirmación, de la existencia de una cosa o de la
realidad de un hecho. Un adagio latino, por demás evidente, proclama: “Probatio est
demostrationis veritas” prueba es la demostración de la verdad. Lo arduo, dada la
infinidad de las convicciones humanas, consiste en establecer cuándo está algo
demostrado; si bien el problema se reduce en lo procesal, por cuanto la parte triunfa
cuando logra que el juzgador admita como real lo que ella afirma o que desconozca lo
que ella niega. El éxito o fracaso, se da al momento de la apreciación de las pruebas,
donde se resume la facultad judicial para trazar su convicción, dentro de los límites
legales. Por lo general corresponde la apreciación a un juez efectivo, aunque sea lego;
pero a veces se infiere en esta delicadísima función el improvisado tribunal del jurado,
que las aprecia “en conciencia” o sea, casi siempre con pasión, desconocimiento o
comodidad2.
2
Juicio Ordinario o Plenario. Diccionario Enciclopédico del Derecho Usual. Tomo IV J-O. Argentina. Heliasta SRL.
1997.
3
Corte de Constitucionalidad. Gaceta No. 54, página 49, expediente 105-99. Guatemala. 2001.
6
contiene a la vez la pretensión o reclamación del solicitante de la tutela por parte del
Estado.
Este esquema es el propio de los procesos civiles, aunque constituye el esquema típico,
reproducible de una forma fácil en otros órdenes jurisdiccionales, sobre todo en los
procesos ante los tribunales contenciosos administrativos y laborales5.
4
Baquiax, Josué Felipe. Libro de demanda. Espacio Jurídico. El Quetzalteco. Guatemala. 27 de febrero de 2007.
Página 17.
5
Microsoft Corporation. Microsoft Encarta. DVD. Estados Unidos. 2007.
7
valoración que les de, siguiendo parámetros también determinados en derecho; y, las
partes, una llamada demandante; y, la otra, demandada; la que exige el reconocimiento
de un derecho; y, contra quien se demanda ese reconocimiento, respectivamente.
2. Definición de proceso
Según el tratadista guatemalteco Aguirre, Mario, el proceso surge de una situación extra
y meta procesal que va a resolverse en virtud de aquél. Esta situación de conflicto es lo
que se llama litigio, entendido como conflicto de intereses cualificado por la pretensión
de una parte y la resistencia de la otra; de forma más amplia, como conflicto jurídicamente
trascendente y susceptible de solución asimismo jurídica, en virtud de las tres vías
posibles para dicha solución: proceso, autocomposición y autodefensa.
El proceso es una serie o sucesión de actos que tienden a la actuación de una pretensión
fundada mediante la intervención de los órganos del Estado instituidos especialmente
para ello6.
Por otro lado, el Abogado litigante Orellana, Eddy, en el libro Derecho Procesal Civil I,
escribe que el proceso se debe entender como un todo, es la serie de etapas ordenadas
hasta llegar al fin7.
El estudioso del derecho Gordillo, Mario, comenta que de las virtudes y perfecciones que
tenga este instrumento de justicia, que es el proceso, depende en gran medida la mayor
credibilidad y confiabilidad que tendrán los ciudadanos en el sistema judicial. El proceso
es el instrumento imprescindible para la realización de la efectividad del derecho al
satisfacer los derechos subjetivos.
6
Aguirre Godoy, Mario. Derecho Procesal Civil. Tomo I. Guatemala. Editorial Universitaria1973. Páginas 237-
238.
7
Orellana Donis, Eddy Giovanni. Derecho Procesal Civil I. Segunda Edición. Guatemala. Orellana, Alonso y
Asociados. 2004. Págs. 20-22.
8
Al citar a José Almagro, señala que el proceso es un conjunto de actos de los sujetos
interesados o partes y del órgano jurisdiccional, con intervención a veces, de terceros,
organizados, según secuencia, cuyas finalidades son la determinación del caso
justiciable, la prueba de las afirmaciones que se hacen y esencialmente, la obtención de
una sentencia que resuelva razonada e imperativamente las pretensiones deducidas ante
la autoridad judicial, con virtud, en su caso, para que se ordene su cumplimiento, incluso,
por medio de realización forzosa.
Lo que caracteriza al proceso judicial es el fin que persigue, siendo este, en primer
término, la resolución del conflicto con la certeza de la cosa juzgada y al hablar de
proceso equivale hablar de causa o juicio8.
Los tratadistas Montero, Juan y Chacón, Mauro, señalan que la palabra proceso tiene un
significado que no se entiende si se atiende sólo a la noción que de la misma se da en el
diccionario, la Real Academia Española entiende por proceso la acción de ir hacia
delante; transcurso del tiempo; conjunto de las fases sucesivas de un fenómeno, pero
con estas ideas no llega a percibirse lo que es el proceso en sentido técnico y jurídico.
Durante siglos los prácticos forenses y los procedimientos explicaron uno por uno los muy
distintos juicios por medio de los cuales actuaban los órganos jurisdiccionales, y lo
hicieron sin llegar a formular una noción general de proceso. Más aún, la misma palabra
proceso les era prácticamente desconocida, y empleaban sobre todo juicio, pero también
negocio o litigio.
Fue en Alemania, y en el inicio del siglo XIX, cuando la doctrina puso de manifiesto que
carecía de método científico el ir explicando juicio tras juicio sin elevarse
conceptualmente a la idea general del proceso para después de ella poder entender que
hacen los órganos jurisdiccionales y las partes9.
8
Gordillo, Mario. Op.cit. Pág. 49-50.
9
Montero, Juan. Mauro Chacón. Manual de Derecho Procesal Civil Guatemalteco. Volumen 1. Guatemala. Magna
Terra. 2005. Páginas 116-117.
9
Para el jurisconsulto Ossorio, Manuel, el proceso civil es el que se ventila y resuelve por
la jurisdicción ordinaria sobre cuestiones de derecho privado en su esencia; juicio
ordinario, denominase así en materia civil a aquel que, por sus trámites más largos y
solemnes, ofrece a las partes mayores oportunidades y mejores garantías para la
defensa de sus derechos, contrariamente a lo que sucede en los juicios sumarios y
sumarísimos; el juicio civil es aquel en que se debaten cuestiones de hecho y de derecho
reguladas en el Código Civil y leyes complementarias. En estas contiendas judiciales
prevalece el contrapuesto interés material o abstracto de los particulares. Su repertorio
lo suelen integrar los asuntos sobre estado y capacidad de las personas, la reclamación
de una cosa o de un derecho, el cumplimiento de una obligación y el resarcimiento del
caso y las indemnizaciones de daños y perjuicios. Por supuesto, todos los juicios
sucesorios, en que no hay acuerdo entre los sucesores efectivos y los que aspiran a
serlo.
Los juicios civiles, por la índole de las acciones, son petitorios o posesorios, ordinarios o
extraordinarios, escritos o verbales, ejecutivos o declaratorios, universales y singulares,
y de cuantía diversa, con simplificación de trámites en los de cantidad litigiosa menor.10
3. Naturaleza jurídica
Escribe el tratadista Aguirre, Mario, que fue en el año 1867 en que se marca una división
decisiva; es por ello que surgen diferentes teorías que explican la naturaleza jurídica del
proceso, dentro de lo cual señala que las doctrinas explicativas sobre la naturaleza
jurídica del proceso, tienden a desentrañar, cuál es su verdad, su esencia.
a. Teoría contractualista
Tiene su origen en el concepto romano de la litiscontestatio, que supone un convenio o
acuerdo entre las partes que constituye un verdadero contrato sobre las cuestiones
litigiosas.
10
Proceso Civil. Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales. Argentina. Heliasta SRL. 1996. Págs. 615,
402.
10
b. Teoría del cuasi contrato
Nació de la consideración sobre que en el proceso el consentimiento de las partes no es
enteramente libre, porque en la generalidad de los casos el demandado concurre contra
su voluntad.
A las teorías anteriores, el Abogado guatemalteco Gordillo (2005), añade las siguientes:
11
Aguirre Godoy. Mario. Op.cit. Págs. 245-250.
11
f. Teoría de la institución
La cual expone que el proceso es una institución, entendiéndose esta como un complejo
de actos, un método, un modo de acción unitario, creado por el derecho para obtener un
fin12.
Analizando las distintas posturas sobre el punto de qué es el proceso, los expertos se
debaten, por un lado, sí se trata de un contrato o un cuasi contrato; por otro, si se refiere
a una relación o situación jurídica; y, por último, si por el contrario, es una entidad jurídica
compleja o una institución jurídica. Descartando definitivamente lo relativo al contrato; si
bien, el proceso participa de elementos de las demás doctrinas, se considera, aunándose
a la generalidad, que el proceso, efectivamente, no es más que un vinculo de Derecho
entre partes y juez regulado por la ley para dirimir una diferencia entre aquellas;
participando así de los elementos necesarios que caracterizan una relación jurídica
(sujetos, objeto o contenido y norma rectora), con sus consiguientes derechos y deberes
para todos sus participantes, en el planteamiento y consiguientes procedimientos de un
proceso.
Comenta el tratadista guatemalteco Aguirre, Mario, que para el estudio del fin del proceso,
se han agrupado las doctrinas en dos corrientes fundamentales, la subjetiva y la objetiva.
a. Corriente subjetiva
Esta considera al proceso como una institución de derecho privado, que tiene por objeto
definir las controversias entre partes, o sea, se concibe al proceso como la discusión
sostenida por dos o más personas con intereses opuestos, con arreglo a las leyes, y con
respecto a sus correspondientes derechos u obligaciones. En los casos en que no existía
controversia, no podía darse el proceso, sino un simple acto de jurisdicción voluntaria.
12
Gordillo, Mario. Op.cit. Pág. 51-52.
12
b. Corriente objetiva
Estructura la concepción del proceso sobre la base de que tiene por fin la actuación del
derecho substancial. Sin embargo, se ha dicho, debe tenerse en cuenta, que no es
indispensable la existencia del proceso, para que el derecho objetivo o substancial se
manifieste, pues esta actuación puede obtenerse sin necesidad de recurrir al proceso,
como sucede en los casos de cumplimiento voluntario de la obligación.
El sistema guatemalteco priva el principio de que los jueces deben resolver conforme a
las normas de derecho13. Se debe tener en cuenta lo que contempla el artículo 10 de la
Ley del Organismo Judicial en cuanto a la interpretación de la ley:
El conjunto de una ley servirá para ilustrar el contenido de cada una de sus partes, pero
los pasajes obscuros de la misma, se podrán aclarar, atendiendo al orden siguiente:
d. Al modo que parezca más conforme a la equidad y a los principios generales del
Derecho.
Escriben los tratadistas Montero, Juan y Chacón, Mauro, que en la actualidad el proceso
constituye por sí solo una categoría autónoma, en el que lo más importante es buscar la
13
Aguirre Godoy. Mario. Op.cit. Págs. 251-254.
13
razón de ser del mismo. Si los órganos jurisdiccionales han de cumplir con la función
asignada constitucionalmente, y si no pueden hacerlo de manera instantánea, necesitan
primero, de un estímulo, de alguien que pida que ejerciten su función y, después, de la
realización de una serie de actividades, sucesivas en el tiempo, cada una de las cuales
es consecuencia de la anterior, salvo la primera, y presupuesto en la siguiente, salvo la
última, a cuyo conjunto se le llama proceso. Este, por tanto, es el medio jurídico, el
instrumento con el que los órganos jurisdiccionales cumplen su función.
14
Montero, Juan. Mauro Chacón. Op.cit. Pág. 122-124.
14
violación, y sí de existir tal reconocimiento, persiste el incumplimiento voluntario; a través
de los órganos jurisdiccionales competentes; y, con ello, materializando la norma
sustantiva que reconoce ese interés o derecho, que como se ha señalado, ha sido
desobedecido o infringido; conforme a las normas de derecho procesales, que deben
interpretarse según reglas también preestablecidas en la ley general de aplicación,
interpretación e integración del ordenamiento jurídico respectivo.
Para el Abogado guatemalteco Gordillo, Mario, se debe tener presente la unidad del
proceso, la cual no es desvirtuada por la clasificación del mismo, sino que pretende dividir
los tipos procesales al atender a caracteres especiales como contenido, fin, estructura y
subordinación.
Los procesos se distinguen por un lado conforme a la materia del derecho objeto del
litigio, así habrá procesos civiles, penales, de familia y otros.
También pueden dividirse al atender a la afectación total o parcial del patrimonio, por lo
que se pueden encontrar procesos singulares, cuando afectan parte del patrimonio de
una persona, de las cuales se puede tomar como ejemplo típico las ejecuciones
singulares, tales como vía de apremio, juicio ejecutivo y ejecuciones especiales; son
procesos universales los que afectan la totalidad del patrimonio, como el caso de las
ejecuciones colectivas, concurso voluntario y necesario y quiebra. Y la sucesión
hereditaria.
La división se da al atender a la función o finalidad que persiguen, así los procesos son:
15
a. Cautelares: Cuando tienen por finalidad garantizar las resultas de un proceso futuro,
aunque la ley no les reconoce la calidad de proceso, más bien se habla de providencias
o medidas cautelares, arraigo, embargo, secuestro. Reguladas en el libro quinto del
Decreto Ley 107, cuya finalidad es de carácter precautorio o asegurativo de las resultas
de un proceso principal, ya sea de conocimiento o de ejecución.
16
se pueden mencionar los procesos especiales regulados en el libro cuarto el Código
Procesal Civil y Mercantil.
Serán principales, los que persiguen la resolución del conflicto principal o de fondo,
comúnmente finalizan en forma normal a través de la sentencia. Los incidentales o
accesorios, son los que surgen del principal en la resolución de incidencias del proceso
principal. Como norma general, las incidencias del proceso principal se resuelven a
través de los incidentes, tal como se establece en el artículo 135 de la Ley del Organismo
Judicial.
Los de sucesiva sustanciación, que son los que ponen obstáculo al asunto principal,
suspendiéndolo, y se tramitan en la misma pieza, artículo 136 de la Ley del Organismo
Judicial, caso típico es el incidente de excepciones previas15.
15
Gordillo, Mario. Op.cit. Pág. 52-57.
17
alegatos, impugnar las resoluciones, etcétera; todo lo cual, se denomina, derecho de
defensa y/o debido proceso o proceso legal, reconocidos como derechos fundamentales
o constitucionales; y, esto, como se ha escrito, no puede variar nunca, es la esencia y el
espíritu del proceso.
Para el tratadista guatemalteco Aguirre, Mario, los principios que impulsan el proceso
son:
En efecto este poder de impulso del proceso, unas veces está a cargo de las partes, y
otras, depende exclusivamente del Juez, por lo que es indudable la relación que tiene
con lo referente a los plazos procesales, ya que como señala el Código Procesal Civil y
Mercantil en el artículo 64, en relación a el carácter de los plazos y términos: los plazos
y términos señalados en este Código a las partes para realizar los actos procesales, son
perentorios e improrrogables, salvo disposición legal en contrario. Vencido un plazo o
término procesal, se dictará la resolución que corresponda al estado del juicio, sin
necesidad de gestión alguna.
b. Principio dispositivo: Son las partes las que impulsan el proceso; es el que se
manifiesta con caracteres más acentuados en el proceso, por lo que llega a constituir a
veces un abuso, con la interposición de incidencias o excepciones notoriamente frívolas
e improcedentes. El efecto principal de este consiste en limitar las facultades del juez,
quien no puede conocer más que sobre lo que las partes someten a su decisión. En este
sistema, en el que capea la iniciativa de parte, el principio dispositivo se aprecia, en el
proceso, desde la demanda, sin la cual el juez no puede proceder; durante la alegación
18
de excepciones, hasta la sentencia, puesto que el juez se pronuncia sobre los hechos
alegados por las partes.
19
En relación a los actos de prueba, el Código Procesal Civil y Mercantil en el último párrafo
del artículo 129, referente a la práctica de la prueba, señala que: el juez presidirá todas
las diligencias de prueba.
g. Principio de eventualidad: Consiste este principio en aportar de una sola vez todos los
medios de ataque y defensa, como medida de previsión, para el caso de que el
primeramente interpuesto sea desestimado; tiene también por objeto favorecer la
celeridad de los trámites, al impedir regresiones en el procedimiento y evita la
multiplicidad de juicios.
20
k. Principio de oralidad: Este principio más bien es una característica de ciertos juicios,
que se desarrollan por medio de audiencias, en forma oral, con concentración de pruebas
y actos procesales, de todo lo cual se deja constancia por las actas que se levantan.
El Código Procesal Civil y Mercantil guatemalteco es de este tipo, como ejemplo se puede
mencionar el momento procesal para interponer las excepciones previas es antes de
contestar la demanda, contestada ésta, no pueden interponerse excepciones previas,
pues no se puede modificar o variar la acción16.
La opinión, en relación a este punto –principios del proceso-, es que estos, como su título
lo indica, son fundamentos o bases del mismo, en las que descansa y obtiene su mayor
fuerza; y, en los que se afianza y asegura. Por consiguiente, son la razón, la raíz o el
origen del juicio ordinario civil, que aunque no se encuentran expresos en la ley de la
materia; o, no están regulados con tales denominaciones, son tácitos y fácilmente
inferibles. Por ejemplo: La garantía del avance de los actos de las partes y del actuar del
juez (principio del impulso procesal), se puede encontrar en el artículo 64, del Código
Procesal Civil y Mercantil, que dispone, como regla, que los plazos son perentorios e
improrrogables; imponiendo y asegurando con ello, la continuidad sistemática del
procedimiento. La limitación del actuar de oficio; y, procurar el movimiento del proceso
16
Aguirre Godoy. Mario. Op.cit. Págs. 261-276.
21
por las partes (principio dispositivo), se infiere de los artículos 51, del Decreto Ley 107; y,
70, inciso f), de la Ley del Organismo Judicial. Con respecto al principio de igualdad,
contradicción, bilateralidad o audiencia, sus características se pueden encontrar en los
artículos 4º., 12, 28 y 29, de la Constitución de la República; y, 61, 66, 106, 107, 111,
118, 123, 126, 129, del Código Procesal Civil y Mercantil. El artículo 129, del cuerpo de
leyes mencionado últimamente, en su último párrafo, establece que el Juez presidirá
todas las diligencias de prueba. Esta norma, como fácilmente puede deducirse, recoge
el principio de inmediación. El de concentración y oralidad, como principios, están
reconocidos en el proceso de conocimiento, juicio oral, precisamente en sus artículo, del
202 al 207, del Código Procesal Civil y Mercantil, pues, en pocos actos se concentran
mayores trámites; o, en pocos trámites, se concentran muchos actos; y, con ello,
cumpliéndose a cabalidad con otro principio, que es a saber, el de economía. Por el lado
de la parte demandante, este puede proponer en el mismo proceso varias pretensiones,
siempre que no sean contradictorias ni se hayan de tramitar en juicios con procedimientos
distintos (artículo 55); y, por la parte contraria, la demandada, este puede contestarlas y
en este acto oponer las excepciones perentorias que tuviere contra las pretensiones
(artículo 118). Como ilustración, también se tiene, tratándose de un juicio distinto del
objeto de estudio, el oral, que todas las excepciones, se trate de dilatorias, mixtas o
perentorias, todas deben hacerse valer al contestarse la demanda (artículo 205). Estas
disposiciones legales corresponden al Código adjetivo civil y mercantil guatemalteco, que
obviamente refieren el principio de la eventualidad. Una máxima o principio general del
derecho, es que las partes actúen con propiedad y con verdad, es una norma guía, que
aunque no se reconozca expresamente, ni tácita o por deducción, es sobre entendida; y,
así debería de ser, aunque en la práctica, es todo lo contrario. En relación a la publicidad
del proceso, se puede señalar, en primer termino, que por principio constitucional (artículo
30, de la Carta Magna), todos los actos de la administración son públicos; y, en ese
sentido, están disponibles para todo aquel, con o sin interés directo, para consultarlos; y,
aún de pedir copia de los mismos, llenándose las exigencias apuntadas en los artículos,
del 171 al 177, de la Ley del Organismo Judicial; y, en segundo lugar, si este principio se
refiere esprofesamente a publicarse, esto se recoge únicamente cuando el caso llega a
conocimiento de la Corte Suprema de Justicia, por recurso extraordinario de casación,
22
cuyo fallo, debe darse a conocer en la gaceta oficial de los Tribunales (artículo 635, del
Decreto Ley 107); gaceta esta, que fuere fundada, el veintidós de febrero de mil
ochocientos ochenta y uno, a iniciativa del Jurisconsulto guatemalteco, Fernando Cruz.
Por último, se tiene lo relativo al principio de preclusión; y, sobre el particular, al igual que
los anteriores, no existen normas que señalen expresamente dicho principio, o el fin de
un estadio para proseguir con el siguiente y así sucesivamente, todo lo cual se infiere de
las siguientes circunstancias y normas del Código Procesal Civil y Mercantil: De la
demanda y emplazamiento a la contestación (artículos 111, 113 y 118); del período de
prueba (artículo 123, 124 y 125); del vencimiento de ese período (artículo 196); de la vista
(el artículo último citado); del auto para mejor proveer (artículo 197); de la sentencia
(artículo 198). Si no se impugnan las resoluciones y procedimiento, aunque se infrinja la
ley, cuando no sean procedentes los recursos de apelación o casación, se tienen por
consentidos tácitamente, no pudiendo hacerse fuera de los tres días que marca la ley, ni
los tribunales pueden acordarlo de oficio (artículo 614, del Decreto Ley 107).
a. Iniciación
Los actos e iniciación del proceso están representados por la demanda, para el actor, y
la contestación de la misma, por el demandado. El actor en su demanda expresa su
pretensión y el demandado su oposición a aquella. No se debe olvidar que, previamente
a la interposición de la demanda, el actor puede realizar cierta actividad preparatoria del
proceso y que en el derecho adjetivo guatemalteco comúnmente se conoce como prueba
anticipada.
23
b. El desarrollo
A criterio del autor, es la fase más importante del proceso y alcanza su plenitud en la fase
de prueba. Es aquí donde las partes, por disposición de la ley, deben probar sus
respectivas proposiciones: quien pretende algo debe probar los hechos constitutivos de
la pretensión y quien contradice la pretensión del adversario debe probar los hechos
extintivos o circunstancias impeditivas de esa pretensión; según lo contenido en el
artículo 126 del Código Procesal Civil y Mercantil.
Es en esta fase donde las partes proponen los medios de prueba en que disponen y el
juez declara la admisión o no de los mismos y los incorpora como tal al proceso; cabe
además que, con independencia del procedimiento probatorio, por el órgano jurisdiccional
pueda completar la prueba con otras, ordenadas en el auto para mejor fallar.
c. La conclusión
En esta última fase, las partes efectúan las conclusiones y el órgano jurisdiccional emite
sentencia con lo que se da fin al proceso17.
17
Gordillo, Mario. Op.cit. Pág. 59-60.
24
punto que conexa la demanda con la contestación, obviamente, es el emplazamiento,
que debe entenderse como la convocatoria que el juez le hace a una persona para que
comparezca al juicio dentro de un tiempo determinado por la ley para que se manifieste
al respecto o para que tenga la oportunidad de expresar su parecer sobre los argumentos
esgrimidos por la parte demandante y lo que demanda, ya sea aceptándolos, negándolos
o contradiciéndolos; y, como consecuencia, según sea el caso, estando de acuerdo o no
con la pretensión. Con respecto a la actitud del demandado frente a la demanda, se
pueden enumerar las siguientes posibles posturas: interponiendo excepciones previas;
contestando la demanda tácitamente en sentido negativo (rebeldía), allanándose,
contestando la demanda expresamente en sentido negativo; contestando la demanda
expresamente en sentido negativo e interponiendo excepciones perentorias, contestando
la demanda expresamente en sentido negativo y reconviniendo o contrademandando,
contestando la demanda expresamente en sentido negativo, interponiendo excepciones
perentorias y reconviniendo o contrademandando; y, contestando la demanda
expresamente en sentido afirmativo.
Por último, se llega a la final, conclusiva y definitiva, la de decisión, durante la cual el juez
adquiere el dominio del proceso y define la controversia, decidiendo sobre el fondo de la
25
misma; desarrollándose por medio de los actos siguientes: la vista, el auto para mejor
fallar y la sentencia; esta última, como el acto procesal, judicial o jurisdiccional, a través
del juez el Juez o Tribunal de la causa, decide sobre la estimación o desestimación de la
pretensión ejercitada por el actor, con base en su conformidad o disconformidad con el
ordenamiento jurídico; misma que debe ser motivada o razonada, atendiendo a los
hechos, determinando cuáles se estiman probados y cuáles no; todo lo cual, con base en
una norma legal de valoración, que puede ser de sana crítica o de derecho; y, conforme
a leyes, doctrinas y principios aplicables al caso.
8. Sujetos procesales
Para el autor guatemalteco Orellana, Eddy, se debe distinguir: capacidad procesal, actor,
demandado, el tercero, la legitimación y si ésta última es directa o indirecta.
a. La capacidad procesal
Tienen capacidad procesal para litigar las personas que gocen del libre ejercicio de sus
derechos.
En Guatemala se adquiere la mayoría de edad a los dieciocho años; y hay algunos casos
en que se reconoce una clase de capacidad llamada capacidad relativa, la cual se le
otorga o reconoce a los adolescentes que han cumplido catorce años. Lo único es que
este tipo de capacidad, sólo permite participar en algunos actos determinados por la ley.
26
También es importante para este tema conocer todo lo relativo a los declarados en estado
de interdicción. Y son aquellas personas que aun siendo mayores de edad, por algún
problema pierden la capacidad al ser declarados en estado de interdicción; aquellas
personas que por abuso de bebidas alcohólicas o de estupefacientes, se exponen ellas
mismas o exponen a sus familiares a graves perjuicios económicos.
Las personas que no tengan el libre ejercicio de sus derechos, no podrán actuar en juicio
sino representadas, asistidas o autorizadas conforme las normas que regulen su
capacidad.
Las personas jurídicas litigarán por medio de sus representantes conforme a la ley, sus
estatutos o la escritura social.
27
El representante común no podrá hacer uso de las facultades que requieren cláusula
especial, a no ser que se las hubieren conferido expresamente los interesados, en el
instrumento correspondiente.
Los que actúen en representación de otros, están obligados a interponer todos los
recursos, defensas y excepciones que legalmente puedan oponer las partes, so pena de
responsabilidad personal y de daños y perjuicios.
Por un lado, lo anterior se refiere a las personas individuales, pero por otro, cuando la
persona individual no cuenta con esa capacidad procesal o de ejercicio o no tiene el libro
ejercicio de sus derechos y cuando se refiere a personas jurídicas con o sin personalidad
jurídica, cómo puede hacer valer sus derechos ante los órganos jurisdiccionales; pues,
es simple, haciendo uso de la capacidad de goce, según reglas establecidas en la misma
ley; o, en otras palabras, mediante sus representante legales, que no pueden ser otras,
que las que la ley señala, conforme a las normas que regulen su capacidad (Artículo 44,
del Dto. Ley 107).
En ese sentido: a) los menores de edad bajo ejercicio de patria potestad, por sus padres
(Artículo 254, Código Civil); b) Los menores adoptados, por sus adoptantes (Artículo 230
Código Civil); c) Los menores que no se hallen bajo patria potestad, por su tutor nombrado
(Artículo 293, segundo y último párrafo, Código Civil); d) Los menores o incapacitados
28
abandonados y recluidos en establecimientos de asistencia social, por los directores o
superiores de esos establecimientos (Artículo 308, Código Civil); e) Los mayores
declarados en estado de interdicción o incapacitados, por su tutor, que debe ser
nombrado por juez, en las diligencias correspondientes (Artículo 293, Código Civil); f) Las
personas jurídicas con personalidad jurídica, lo harán por medio de sus representante,
conforme la ley (esto para aquellas creadas por ley); por sus estatutos (para aquellas
creadas por particulares y autorizadas por el Estado; y, por su escritura social (las
formadas por particulares y sujetas a crearse mediante instrumento público). En estos
casos, en la ley, estatutos o escritura, se señala cómo y quiénes pueden representarlas;
g) Las personas jurídicas sin personalidad jurídica, sólo pueden ser demandadas por
medio de sus presidentes, directores o personas que públicamente actúen a nombre de
ellos; pero no pueden demandar, sino hasta que regularicen su situación jurídica (Artículo
44, párrafo 4º., del Código Procesal Civil y Mercantil); y, h) El Estado, por medio del
Procurador General de la Nación (Artículo 44, último párrafo, del Dto. Ley 107).
b. El actor
Es el sujeto que pone en movimiento un órgano jurisdiccional competente en materia civil,
es lo que se llama acción, por medio de un proceso que es una serie de etapas ordenadas
y concatenadas que sirven para la persecución de un fin, respetando el debido proceso.
El actor es el que exige una pretensión a un sujeto procesal llamado demandado.
Los representantes deben de estar facultados con las facultades especiales que regula
el artículo 190 de la Ley del Organismo Judicial. También están obligados a interponer
29
todos los recursos, defensas y excepciones, así como cualquier otra figura lícita a favor
de su representado, so pena de responsabilidad personal y de daños y perjuicios.
Fuera de los actos expresamente previstos en la ley, nadie podrá hacer valer en el
proceso, en nombre propio, un derecho ajeno.
La persona que pretenda hacer efectivo un derecho, o que se declare que le asiste, puede
pedirlo ante los jueces en la forma prescrita en el Código Procesal Civil y Mercantil.
Nadie está obligado ni puede ser obligado a demandar sino en los casos de jactancia y
cuando se tenga acción o excepción que dependa del ejercicio de la acción de otra
persona.
c. El demandado
Es el sujeto procesal a quien el actor le exige una pretensión a través de un proceso,
respetando el debido proceso, pasando por todas las etapas procesales hasta llegar a la
sentencia.
30
El demandado tiene los mismos derechos que el actor, los cuales están respaldados y
garantizados por la Constitución Política de la República de Guatemala.
El demandado podrá hacer uso de todos los recursos regulados en la ley; de los llamados
remedios procesales, como de las que supervisan que se respeten las garantías
constitucionales, como lo es la acción constitucional de Amparo.
Para el demandado hay figuras específicas que puede utilizar en un proceso, para hacer
uso del derecho de defensa, esto independientemente de que puede utilizar todas las
instituciones reguladas en la ley; que también le son de utilidad al actor en el proceso.
Lo anterior garantiza el principio de igualdad que debe prevalecer en todo proceso.
d. El tercero
Es un sujeto procesal que interviene en un proceso, porque se le ha llamado, ya sea por
la parte actora o por la parte demandada, presumiéndose que esta persona tiene interés
en la litis.
En un proceso seguido entre dos o más personas, puede un tercero presentarse a deducir
una acción relativa al mismo asunto. A esta nueva acción se le llama tercería y el que la
promueve, tercero opositor o coadyuvante.
31
Todo aquél que tenga interés de intervenir en un proceso como tercero, debe de hacerlo
saber al juez que conoce del asunto, por escrito o en forma verbal, según la naturaleza
del proceso. El escrito deberá llenar los mismos requisitos que se exigen para la
demanda.
El tercero coadyuvante se reputa una misma parte con aquel a quien ayuda, debiendo
tomar el proceso en el estado en que se halle; no puede suspender su curso, ni alegar,
ni probar lo que estuviere prohibido al principal.
A los terceros que aleguen un derecho de dominio o de preferencia, una vez resuelta su
admisión como tercero excluyente en el proceso, se le concederá un plazo de prueba de
diez días, común a todos los que litigan.
Las tercerías, de la clase que sean, planteadas en proceso que no sean de ejecución, se
resolverán conjuntamente con el asunto principal, en sentencia, la que se pronunciará
sobre la procedencia o improcedencia de la tercería debiendo el juez hacer las
declaraciones que correspondan.
32
Si la tercería fuere coadyuvante, se resolverá juntamente con lo principal.
Los que intervengan como terceros alegando un derecho de preferencia, pueden instar
el curso de la ejecución mientras conserven interés en la misma.
33
El emplazado tiene derecho de pedir que se emplace a otros coobligados, si los hubiere,
sierre que lo haga dentro del término de la audiencia que se le hubiere concedido.
Todo lo anterior se encuentra regulado en los artículos 56, 57, 58 y del 547 al 554 del
Código Procesal Civil y Mercantil.
De todo la anterior regulación, bien se puede señalar que, un tercero es aquel que no
interviene en el asunto principal, como actor o demandado, sino que lo hace con carácter
propio, por tener interés y derecho en el mismo, por considerar la causa común, porque
debe prestar una garantía, para reclamar dominio sobre los bienes que se litigan o la
preferencia crediticia que le pertenece sobre la parte ejecutante.
De ahí, que por un lado, se puede decir que existen tercerías voluntarias, en los casos
en que no son llamados por las partes, sino ellos deciden involucrarse; las necesarias,
en las que una o ambas partes los emplazan para que comparezcan y se manifiesten; y,
por otro, que estas se dividen en tercerías coadyuvantes, cuando el tercero se pone del
lado de una de las partes, obviamente, para ayudarle; y, tercerías opositoras o
excluyentes, porque el tercero reclama frente al derecho del actor y demandado un
derecho exclusivo contradiciendo la finalidad de ambos litigantes; y, a su vez se
subdividen en de dominio y de preferencia o de mejor derecho; tratándose de la de
dominio, porque alega que los bienes en juego, son suyos; y, para que dejen de ser parte
en el litigio; y, de preferencia, al pretenderse que un crédito, el del tercero, debe ser
preferido al del ejecutante y para que se le pague antes.
Existen, entonces, dos razones por las que pueden comparecer o se les puede llamar:
por considerarse común la causa y por pretender una garantía. Por comunidad de causa,
se citan como ejemplo, los casos en que procede el saneamiento por evicción (Artículo
1548, 1550 a 1552, Código Civil). El ejemplo clásico para el caso de garantía, cuando el
fiado se obliga a garantizar al fiador las resultas de la fianza por las que se ve ejecutado;
y, si en la realidad así sucede, el fiador es ejecutado por el acreedor; y, entonces,
34
haciendo valer esta estipulación, el fiador llama al deudor para que cumpla con
garantizarle lo que el pueda pagar y gastar con ocasión de la ejecución.
Las tercerías, por regla general se pueden interponer en cualquier proceso, existiendo
sus excepciones, como en el caso del proceso arbitral, en el que no son admisibles
(Artículo 290, párrafo 2º., del Código Procesal Civil y Mercantil, que no obstante la ley de
arbitraje, esto quedó vigente).
e. Legitimación
Se refiere a la relación de las partes con el proceso concreto. Su concepto viene de la
legitimatio ad causam, o legitimación en la causa, romana, o sea la facultad para
demandar, legitimación activa, y obligación de soportar la carga de ser demandado,
legitimación pasiva, según la situación en que se encuentran las partes en cuanto al
objeto del proceso.
Cualquier persona puede iniciar las acciones que crea que le asisten, y éste es el
contenido fundamental del artículo 51 del Código Procesal Civil y Mercantil, cuando
establece que: la persona que pretenda hacer efectivo un derecho, o que se declare que
le asiste, puede pedirlo ante los jueces en la forma prescrita en este código. En un
proceso en el cual la parte actora y demandada estén debidamente legitimadas. Por
disposición de la ley que permita a una persona ejercer la pretensión procesal se le
conoce como legitimación extraordinaria. Como ejemplos de ello pueden señalarse los
interdictos.
35
partes en aquella relación. Por ejemplo en una relación de mutuo, corresponderá con las
calidades de acreedor y deudor.
De acuerdo con el Código Procesal Civil y Mercantil vigente, la falta de capacidad legal o
de personalidad de los litigantes, o de personería en quien les haya representado,
constituye uno de los motivos en que se considera infringido substancialmente el
procedimiento. Más en los casos en que haya quebrantamiento substancial del
procedimiento, sólo serán admitidos los recursos, si se hubiere pedido la subsanación de
la falta en la instancia en que se cometió y reiterado la petición en la segunda, cuando la
infracción se hubiere cometido en la primera, exceptuándose el caso de que la infracción
hubiese sido cometida en la Segunda Instancia, y hubo imposibilidad de pedir la
subsanación. Es pues la parte quien debe hacer valer estos requisitos, considerados en
la doctrina como verdaderos presupuestos procesales.
36
demanda, no se origina relación jurídica que legitime las partes para la prosecución del
proceso hasta su final decisión.18
c. proceso de condena: normalmente se tiene a hacer que pese sobre el sujeto pasivo
de la pretensión una obligación determinada: la pretensión y sentencia, se denominan de
condena.
18
Orellana Donis, Eddy Giovanni. Op.cit. Págs. 79-88.
37
Como esta clase de proceso es una modalidad del tipo de procesos de cognición no sólo
es el ordinario para distinguirlo de entre los demás, procesos de conocimiento, como el
sumario, el oral, entre otros, también se le da el nombre de juicio declarativo. Es un
proceso común o plenario en cuanto que está concebido para hipótesis generales y no
para casos particulares o concretos; sirve de modelo para los demás juicios y en defecto
de disposiciones especificas, sus normas desempeñan una función subsidiaria, se
consideran supletorias en los casos en que haya necesidad de llenar laguna en la
tramitación de los demás juicios, siempre que no sean incompartibles con la naturaleza
particular de éstos. El Código Procesal Civil y Mercantil, así lo reconoce en el artículo
200 cuando expresa que son aplicables al juicio oral todas las disposiciones del juicio
ordinario, en cuanto no se opongan a lo preceptuado en este título; en este mismo sentido
se determina en el artículo 230 del mismo código, en relación al juicio sumario.
Comentan los autores Montero, Juan y Chacón, Mauro que para comprensión de los que
son los procesos de conocimiento y el juicio ordinario es preciso aclarar algunos
conceptos de gran trascendencia en el Derecho Procesal Civil.
38
hacerse al partir de una sentencia ejecutoriada o de un documento al que la ley le otorga
fuerza ejecutiva. Artículos 294 y 327 del Código Procesal Civil y Mercantil.
Un juicio puede llamarse sumario cuando por medio de él los tribunales pueden conocer:
a. Objetos de todas clases, esto es, cualquier pretensión declarativa, la cual no vendrá
referida a un objeto o materia determinada, de modo que este tipo de juicio se establece
con carácter general. Lo contrario de ordinario en este sentido es especial.
b. Sin limitación alguna, es decir, pudiendo las partes someter al tribunal con toda
amplitud el conflicto que las separa, por lo que no hay limitación referida ni a las
alegaciones de las partes, ni a los medios de prueba, ni al conocimiento judicial, por lo
que el tribunal, al final del juicio, debe dictar una sentencia que producirá los normales
efectos de cosa juzgada, no pudiendo darse un proceso posterior entre las mismas partes
y referido a la misma cuestión. Esta característica lleva a decir que el juicio es plenario
pues lo contrario es el juicio sumario.
De estos dos conceptos puede comprenderse ya que cuando el artículo 96 del Código
Procesal Civil y Mercantil dispone que las contiendas que no tengan señalada tramitación
especial en este Código, se ventilarán en juicio ordinario, lo que está diciendo es que
todas las materias para las que no se prevea un juicio especial o un juicio sumario se
tramitarán por medio del juicio ordinario, el que se regula en el Título Primero del Libro
Segundo del referido Código.
39
Concretizando y/o realizando un análisis conjunto de los tres sub incisos anteriores, el
Código Procesal Civil y Mercantil, recoge o reconoce de la doctrina, las tres clases de
procesos: en el segundo libro, desarrolla los de conocimiento (ordinarios, orales y
sumarios); en el tercer libro, los de ejecución (vía de apremio, juicio ejecutivo, ejecuciones
especiales, ejecución de sentencia nacional y extranjera y ejecución colectiva); y, el
proceso cautelar, que está comprendido en el libro quinto, alternativas comunes a todos
los procesos, específicamente en su apartado de las medidas de garantía. Los primeros,
entendidos como aquellos en que se discute o conoce un derecho; en el que se declara
o se reconoce el mismo; es por eso, que también se conocen como de declaración; en
estos, se declara la certidumbre de un derecho cuestionado o incierto o controvertido;
mientras que en los de ejecución, en estos se ejecuta, se hace cumplir el derecho
reconocido en los procesos de conocimiento; y, por último, en el proceso cautelar, se
garantiza las resultas de un posible y supuesto derecho que se esta discutiendo en un
proceso de conocimiento o está por ejecutarse, en virtud de estar ya declarado o
preconstituido.
40
10. Definición de juicio ordinario
Señala el Abogado Orellana, Eddy, que el juicio ordinario se desarrolla en etapas, y esas
etapas deben respetar un orden concatenado, hasta llegar al fin, que es la sentencia;
todo proceso de conocimiento inicia con una demanda, y la demanda es el primer escrito
que pone en movimiento un órgano jurisdiccional en materia civil.
Se debe recordar que es el actor el que exige una pretensión a un sujeto procesal llamado
demandado, dentro del debido proceso cuando existe litis.
De aquí se parte que al presentar el actor el escrito de demanda debe llenar todos los
requisitos que están regulados en los artículos 50, 61, 63, 79, 106, 107 y 108 del Código
Procesal Civil y Mercantil, y debe llevar una narración en un orden cronológico de una
estructura, la cual es: introducción, hechos, prueba, fundamento de derecho, peticiones
y cierre19.
19
Orellana Donis, Eddy Giovanni. Op.cit. Págs. 267-268.
41
generales y conforme a las normas que lo regulan en el Código Procesal Civil y Mercantil,
se esquematiza de la manera siguiente20:
a. La demanda
Para el autor Orillan, Eddy, la demanda pone en movimiento un órgano jurisdiccional
competente en materia civil. Al llenar la demanda los requisitos legales, el juez resolverá
al admitir para el trámite respectivo la demanda entablada.
En caso el juez acepte una demanda que no llene los requisitos legales y le dé el trámite
que en derecho corresponde; para eso existen las excepciones previas o dilatorias, que
son instrumentos que tiene el demandado para poder atacar esa falta de requisitos en la
demanda.
La ley también regula en el artículo 109 del Código Procesal Civil y Mercantil, que: los
jueces repelarán de oficio las demandas que no contengan los requisitos establecidos
por la ley, expresando los defectos que hayan encontrado.
Pero, si por alguna razón el juez no rechazara la demanda, por falta de requisitos legales;
entonces le corresponde al demandado atacar ese escrito de demanda, por medio de
excepciones previas o dilatorias21.
Comenta además el Abogado guatemalteco Gordillo, Mario que el juicio ordinario al igual
que los demás procedimientos, se inicia con la demanda y finaliza, normalmente con la
sentencia. La demanda es el acto introductorio de la acción, por la cual, mediante relatos
de hechos e invocación del derecho el actor determina su pretensión. Es a través de ella
que el actor inicia la actividad jurisdiccional y que plantea el derecho que, estima, le asiste
que pretende se le declare.
20
Gordillo, Mario. Op.cit. Pág. 107.
21
Orellana Donis, Eddy Giovanni. Op.cit. Pág. 269.
42
El contenido de la demanda debe ser:
Introducción:
Cuerpo:
- Relación de los hechos a que se refiere la petición, fijados con claridad y precisión.
Artículos 61 numeral 3º y 106.
Cierre
- Firmas del solicitante y del Abogado colegiado que lo patrocina, así como el sello de
éste. Si el solicitante no sabe o no puede firmar, lo hará por él otra persona o el Abogado
que lo auxilie. Artículo 61 numeral 8º, todos del Código Procesal Civil y Mercantil.
43
b. Emplazamiento
Presentada la demanda, conforme los requisitos de forma enunciados, el juez debe
conceder a la parte demandada, conforme al principio del debido proceso, un tiempo para
que se pronuncie frente a la acción del actor.
El emplazamiento es el tiempo que el juez otorga al demandado para que tome una
actitud frente a la demanda, en el juicio ordinario y al tenor del artículo 111 del Código
Procesal Civil y Mercantil es de nueve días hábiles, es decir, es en este plazo que el
sujeto pasivo de la relación procesal, demandado, debe tomar una actitud frente a la
acción del actor.
c. Excepciones
Como es sabido, la acción, el derecho a atacar, tiene una respuesta del demandado para
defenderse. La demanda es para el demandante una forma de ataque, como lo es la
excepción para el demandado una forma de defensa. La acción es el sustituto civilizado
de la venganza y la excepción el sustituto civilizado de la defensa, en cierto modo la
excepción viene siendo la acción del demandado.
44
Actitud pasiva, rebeldía
Es la típica rebeldía o contumacia y se da cuando el demandado, debidamente notificado
para comparecer a juicio, no lo hace dentro del plazo que la ley le confiere,
emplazamiento. La rebeldía en términos generales es toda desobediencia, oposición,
resistencia o rebelión. En el juicio ordinario se da cuando transcurrido el plazo de los
nueve días del emplazamiento, el demandado no comparece a juicio.
El artículo 113 del Código Procesal Civil y Mercantil establece que si trascurrido el término
del emplazamiento, el demandado no comparece, se tendrá por contestada la demanda
en sentido negativo y se le seguirá el juicio en rebeldía; esto, por supuesto, a petición de
parte. Téngase presente que la rebeldía del demandado es negación tácita de la
demanda en la mayoría de procesos de conocimiento, con excepción en algunos del juicio
oral.
45
- Interposición de excepciones perentorias: Por medio de esta actitud el
demandado no se concreta a negar los hechos de la demanda, sino incorpora
a la vez hechos en su defensa; hechos que pueden ser impeditivos que tienen
por objeto impedir el efecto jurídico pretendido por el actor en la demanda,
mediante el alegato de una norma opuesta que impide la consecuencia jurídica
solicitada por el actor. Se tiene por ejemplo, que la pretensión sea el
cumplimiento de un contrato, del cual el demandado alega su nulidad, el
demandado no niega la pretensión pero si una causa que impide su
cumplimiento, como es la nulidad del contrato.
Pueden ser hechos extintivos que no niegan los hechos constitutivos de la demanda, pero
se ofrecen por el demandado hechos que destruyen el efecto jurídico de la pretensión;
típico ejemplo es el pago, en el cual el actor no alega la inexistencia de la obligación pero
si su cumplimiento.
En síntesis el demandado por las excepciones perentorias agrega otros hechos que
impiden, extinguen o excluyen el derecho alegado por el actor.
46
demanda, da una nueva demanda en contra del actor; como requisitos, para la
admisión de la reconvención es que la pretensión que se ejercite tenga
conexión por razón del objeto o del título con la demanda y no deba seguirse
por distinto trámite. Contrario a otras legislaciones, se requiere que exista
conexión entre la demanda y la reconvención, ya sea por el objeto o por el
título22.
22
Gordillo, Mario. Op.cit. Pág. 108-134.
47
CAPÍTULO II
LA PRUEBA
1. Antecedentes
23
Carrera de Ciencias Jurídicas y Sociales. Universidad de San Carlos de Guatemala. Página 24.
48
para alguien la obligación de someterse a ella; en lo que se refiere a las reglas de
experiencia que se utilizan para la valoración de las pruebas, tal obligación se impone al
juez y, en general, al oficial del proceso. El resultado de la valoración de la prueba es
que se reconozca su eficacia o su ineficacia para establecer la verdad de la afirmación24.
Escribe el profesional y estudioso del derecho Salas, Cristian que en el proceso civil el
juez tiene que elegir entre dos versiones distintas u opuestas ofrecidas por las partes
para lo cual se ve obligado a verificar y confrontar las afirmaciones y pruebas. Y, en otro
caso al juez le bastaría con la apreciación del derecho para declararlo y esclarecer una
incertidumbre jurídica. Aquí el juez muestra una actitud pasiva.
La diferencia entre la prueba penal y la prueba civil ha constituido hasta la actualidad una
discusión doctrinaria. De tal manera que si se cita a Carnelutti que manifiesta que el
24
Carnelutti, Francesco. (1997). Instituciones de derecho procesal civil. Volumen 3. México. Harla. 1997.
25
Reflexiones a cerca del objeto de la prueba en el Proceso Civil. Fornaciaria, Mario. Carga de la Prueba. Argentina.
2005. www.salvador.edu.ar/vai-for1.htm. 2009.
49
derecho procesal es único y que el proceso penal y el proceso civil se distinguen, no
porque tengan diversas raíces sino porque son dos grandes ramas que se separan a una
buena altura de un tronco común, y que, en consecuencia, existe unidad sustancial de
ambas clases de pruebas y si bien se advierten diferencias en cuanto a la manera de
operar de la prueba en el proceso penal con relación al proceso civil, ello no afecta la
estructura y función de la prueba misma, como son la forma en que el juez se sirve de la
prueba, la forma de búsqueda, inspección, valoración. En cambio Florian señala que
existe una sustancial diferencia entre ambas, y que poco o nada existe para la prueba
penal de cuanto se ha descrito en torno a la prueba civil26.
El Abogado guatemalteco Madrazo, explica el tema de la prueba como aquel medio para
patentizar la verdad o la falsedad de algo, como procedimiento es aquella actividad de
carácter procesal cuya finalidad consiste en lograr la convicción del Juez o Tribunal
acerca de la exactitud de las afirmaciones de hechos operadas por las partes en el
proceso. Por la prueba las partes demuestran la verdad de su afirmación, es a través de
ella que se convence al juez sobre lo discutido o dudoso. Recordemos que la prueba se
aporta cuando existen hechos controvertidos. Y cuando la prueba ha cumplido con el
procedimiento a que se ha hecho referencia y el juez se encuentra en la posición de dictar
sentencia, debe calorarla, es decir determinar que eficacia tiene los medios de prueba
ofrecidos, propuestos y diligenciados, basándose en los distintos sistemas de valoración.
La doctrina europea distingue entre las llamadas pruebas legales y las pruebas libres, las
primeras son aquellas en las cuales la ley le señala al juzgador, por anticipado, el grado
de eficacia de la prueba y las segundas le dan libertad para determinar su eficacia.
Fundamentalmente los sistemas de valoración de la prueba son tres: la prueba legal o
tasada, la libre convicción y la sana crítica, sistema este último de aplicación en el
derecho español y por supuesto en este ordenamiento jurídico27.
26
Academia de la Magistratura. Salas, Cristian. La prueba en el nuevo código procesal penal. Perú. 2005.
www.amag.edu.pe/webestafeta2/index.asp. 2009.
27
Madrazo, Sergio. Danilo Madrazo. Compendio de derecho civil y procesal. Guatemala. Magna Terra. 2003.
50
es el derecho, ni siquiera la pretensión o lo que se demanda, sino los hechos o las
proposiciones de hecho, que no son más que las afirmaciones que dicho sea de paso,
como presupuesto, para que sean objeto de comprobación, se debe de cumplir por las
partes, uno, en su demanda, y el otro, en su contestación, en exponerlos de manera clara
y precisa y congruente con lo que se demanda, pues, sustentan el derecho cuestionado
o lo que se pretende o demanda; el derecho lo conoce el juez; y, el reconocimiento de la
pretensión depende de si los hechos que la fundamentan son ciertos o no, o si fueron
comprobados con los medios de convicción ofrecidos, aportados y diligenciados de
conformidad con la ley; y, estimados con la eficacia impuesto en la misma norma por
máximas que se han adquirido en la experiencia de la vida. Si se prueba el hecho sobre
el que descansa lo pedido, su procedencia es obligada; contrariamente, su
improcedencia es la consecuencia; todo lo cual, se impone al juzgador al momento de
fallar.
Los tratadistas Motero, Juan y Chacón, Mauro, manifiestan que la palabra prueba puede
usarse básicamente con dos sentidos distintos. Puede referirse a una actividad, pero
también puede referirse a un resultado. Con alusión a la actividad suele decirse por
ejemplo: el juicio está en el período de prueba; y respecto del resultado, siempre como
ejemplo: este hecho no se ha probado. También es común decir que cabe un tercer
sentido, el que se refiere al medio que sirve para probar, pero lo cierto es que aquí la
51
palabra no se usa por sí sola, sino siempre unida a otra y sobre todo que la expresión
alude en todo caso a una actividad, pues el medio de prueba es siempre actividad.
52
desconocer la existencia de criterios legales de fijación de los hechos. Por lo que esta
definición es la que más se ajusta al derecho guatemalteco.
La prueba no es sólo actividad de las partes, sino actividad procesal, de las partes y del
juez, y podría así distinguirse dentro de esa actividad dos clases de actos:
3. Definición
Por la prueba las partes demuestran la verdad de su afirmación, es a través de ella que
se convence al juez sobre lo discutido o dudoso. Se debe recordar que la prueba se
aporta, como más adelante se explica, cuando existen hechos controvertidos.
28
Montero, Juan. Mauro Chacón. Manual de Derecho Procesal Civil Guatemalteco. Volumen 2. Guatemala. Magna
Terra. 2005. Páginas 19-22.
29
La Prueba. Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales. Argentina. Heliasta SRL. 1996.
53
Las pruebas judiciales son el conjunto de reglas que regulan la admisión, producción,
atención y valoración de los diversos medios que pueden emplearse para llevar al juez la
convicción sobre los hechos que interesan al proceso.
El Tratadista Carnelutti, define a la prueba como el conjunto de las normas jurídicas que
regulan el proceso de fijación de los hechos controvertidos.
De manera que esta materia contempla dos aspectos de la prueba para fines procesales:
a) el de la forma o procedimiento, que incluye admisibilidad, oportunidad, requisitos y
práctica; y, b) el de fondo, que proporciona los principios para la valoración de los
distintos medios aportados al proceso y que constituye una verdadera ciencia de la
prueba, independiente de las reglas de procedimiento.
Por derecho probatorio se entiende, como una materia más amplia, de la cual forman
parte las pruebas judiciales, pero que comprende en general la verificación social de
hechos, es decir, la prueba en sus múltiples manifestaciones en el campo del derecho,
tanto procesal como extraprocesal.
30
Carnelutti, Francesco. (1997). Instituciones de derecho procesal civil. Volumen 2. México. Harla. 1997.
54
Según el autor González, la prueba en el procedimiento judicial es susceptible de
tomarse en dos acepciones. A veces se entiende que consiste en los medios empleados
por las partes para llevar al ánimo del Juez la convicción de la existencia de un hecho;
otras comprenden el conjunto de elementos que tiene en cuenta el tribunal en el momento
de resolver sobre una situación jurídica que se somete a su decisión. Lo que se llama
prueba no es otra cosa que el objetivo que persiguen las partes para obtener el
convencimiento del Juez en un negocio determinado. En suma, por prueba se entiende
lo que persuade el espíritu; todo lo que existe en el proceso que puede servir para
establecer los elementos necesarios del juicio31.
El escritor guatemalteco Herrarte, Alberto, afirma que la prueba tiene por límite el
convencimiento del Juez sobre la verdad de los hechos que son objeto del proceso32.
4. Objeto de la prueba
Para los autores Montero, Juan y Chacón, Mauro, el objeto de la prueba puede
contemplarse desde dos perspectivas: una en abstracto y otra en los procesos en
concreto. En abstracto por objeto de la prueba se entienden las realidades que
objetivamente pueden ser probadas: objeto de la prueba en concreto son las realidades
que han de ser probadas en un proceso determinado.
31
González Bustamante, Juan José. Principios de derecho procesal penal mexicano. México. Porrúa. 1959.
32
Herrarte, Alberto. Derecho Procesal Penal. Guatemala. José de Pineda Ibarra. 1978.
33
Alsina, Hugo. Tratado Teórico Práctico de Derecho Procesal Civil. Tomo III. Argentina. Ediar. 1962. Página 224.
55
En el proceso civil, donde la vigencia del principio de aportación de parte, carga procesal,
determina que sólo éstas pueden realizar alegaciones, el objeto de la prueba vendrá
determinado precisamente por estas alegaciones, pero no todas deberán ser probadas,
siendo preciso distinguir entre:
b. Hechos notorios. Son aquellos cuyo conocimiento forma parte de la cultura normal
propia de un determinado grupo social en el tiempo en que se produce la decisión judicial.
El principio general es que lo notorio no precisa de prueba, pero debe tenerse en cuenta
que:
Debe tenerse presente que una cosa es el hecho notorio y otra la fama pública o el
rumor.
c. Hechos favorecidos por una presunción. En las presunciones legales existe uno o
varios indicios y un hecho presumido y lo que ocurre aquí es que probado el indicio la ley
dice que se presume existente el hecho presumido, el cual no necesita ser acreditado
56
directamente; todo esto no impide que exista prueba, pues siempre deberán probarse el
o los indicios. Por otra parte todas las presunciones legales iuris tantum admiten prueba
en contrario.
Ahora bien la no necesidad de prueba del derecho se refiere a las normas jurídicas que
forman el derecho escrito, interno y general, lo que significa que sí habrá de probarse:
b. El derecho extranjero: En los casos en que debe aplicarse una norma material
extranjera, como consecuencia de las remisiones que efectúan los artículos 24 y
siguientes de la Ley del Organismo Judicial.
c. Derecho histórico o no vigente: El deber del juez de conocer el derecho del país se
limita al vigente, no al histórico, a riesgo de convertirlo en historiador.
57
4.3 Diferencias entre la prueba del hecho y del derecho
Parece claro, con lo ya mencionado, que existen profundas diferencias entre los hechos
y el derecho cuando se les contempla desde la perspectiva del objeto de la prueba. Las
diferencias puede referirse a:
a. El distinto valor de la admisión por la otra parte de los hechos y del derecho
Los hechos admitidos o afirmados por las partes, aquellos sobre los que existe
conformidad, se imponen al juez, que no podrá desconocerlos en la sentencia, pero sería
absurdo que si una norma extranjera no existe, la alegación de la misma por una de la
partes y la admisión de la misma como existente por la otra parte pudiera imponerse a
un juez que es sabedor de esa inexistencia. El derecho, en cuanto norma, existe o no
existe y no pueden las partes ponerse de acuerdo ni para determinar su existencia, ni
para que el juez diga en la sentencia que no existe.
c. El deber del juez, dentro de lo posible, de investigar de oficio el derecho, aunque éste
sea extranjero.
Hay que insistir en que el deber del juez de investigar el derecho extranjero no puede
imponerse sino dentro de lo posible; no pueden ser iguales los casos de un modesto juez
de primera instancia de un departamento alejado de la capital que el de la Corte Suprema
de Justicia.
58
5. Carga de la prueba
59
5.2 El hecho dudoso y el non liquet
Al final del proceso, cuando llega la hora de dictar sentencia, el juez puede considerar
que los hechos para él se encuentran en alguna de estas tres posibilidades:
a. Que el hecho alegado por alguna de las partes, existió: debe extraer la consecuencia
jurídica prevista en la norma.
b. Que el hecho alegado no existió: no habrá lugar a aplicar la norma en la que la parte
pretendía ampararse.
La carga de prueba se resuelve en quién debió probar. Resulta así, pues, que la doctrina
de la carga de la prueba produce efectos en dos momentos distintos y con referencia a
diferentes sujetos:
Con relación al juez sirve para que, en el momento de dictar sentencia y ante un hecho
no probado, decida cuál de las partes debe sufrir las consecuencias de esa falta de
prueba.
Respecto de las partes la doctrina sirve, y en la fase probatoria del juicio, para que
sepan quién debe probar un hecho determinado si no quieren que entre en juego el
efecto anterior.
60
5.3 Reglas legales de distribución de la carga de la prueba
La regla general en cuanto a este punto lo representa el artículo 126 del Código Procesal
Civil y Mercantil el cual establece, primero, un principio: las partes tienen la carga de
demostrar sus respectivas proposiciones de hecho, y, después la regla general referida
a los distintos tipos de hechos: Quien pretende algo ha de probar los hechos constitutivos
de su pretensión; quien contradice la pretensión del adversario, ha de probar los hechos
extintivos o las circunstancias impeditivas de esa pretensión.
El artículo 126 ya descrito ofrece base suficiente para distribuir la carga de la prueba
entre las partes atendiendo a las clases de hechos. El demandante debe probar los
hechos constitutivos, esto es, el supuesto fáctico de la norma cuya aplicación pide. Si el
demandado se limita a negar los hechos alegados por el demandante, sin aportar otros,
no tendrá que probar nada, aún cuando pueda realizar contraprueba.
Pero a pesar de lo anterior, es necesario analizar este criterio fundamental en base a las
siguientes consideraciones:
61
hecho de probarlas. Por lo que las condiciones generales no quedan comprendidas
dentro de la carga de la prueba.
Existen varias clasificaciones de los medios de prueba, pero para efectos de este trabajo
solo se mencionarán las importantes.
a. Por confesión
Aquella que surge por declaración que sobre lo sabido o hecho por el, hace alguien
voluntariamente o preguntado por otro. En la legislación nacional es el resultado de la
prueba denominada declaración de parte regulada en el numeral 1º del artículo 128 del
Código Procesal Civil y Mercantil y del 130, 141 del mismo cuerpo legal. Es un medio
de prueba tasado, puesto que produce plena prueba. La confesión puede ser:
34
Montero, Juan. Mauro Chacón. Op.cit. Págs. 26-39.
62
- Simple: La que se hace afirmando lisa y llanamente la verdad del hecho sobre la cual
se le pregunta.
c. Prueba pericial
Denominada en la legislación guatemalteca Dictamen de Expertos es la que surge del
dictamen de peritos es decir personas llamadas a informar ante un tribunal por razón de
sus conocimientos especiales y siempre que sea necesario tal asesoramiento técnico o
práctico del juzgador sobre los hechos litigiosos. El Código Procesal Civil y Mercantil lo
recoge en el numeral 3º del artículo 128 y lo regula en los artículos del 164 al 171 del
mismo cuerpo legal.
d. Inspección ocular
O Reconocimiento Judicial es el examen que hace el juez por si mismo y en algunos
casos con el auxilio de peritos, del lugar donde se produjo el hecho o de la cosa litigiosa
o controvertida. En la legislación guatemalteca pueden ser objeto de reconocimiento las
personas, lugares y cosas que interesen al proceso. A este medio de prueba el Código
Procesal Civil y Mercantil lo tiene como tal en su artículo 128 numeral 4º y lo regula
específicamente en sus artículos del 172 al 176.
e. Documental
También llamada instrumental es la que se realiza por medios de documentos privados,
documentos públicos, libros de comerciantes, correspondencia o cualquier otro escrito.
63
Este medio de prueba lo regula el Código Procesal Civil y Mercantil en el numeral 5º del
artículo 128 y de los artículos 177 al 190 del mismo cuerpo legal, estableciéndose que
puede presentarse como prueba documental toda clase de documentos.
f. Prueba conjetural
Que es la que resulta de indicios, señales, presunciones o argumentos. El Código
Procesal Civil y Mercantil recoge como medio de prueba las presunciones en su artículo
128 numeral 7º y lo regula en los artículos 194 y 195 clasificándolas en leyes legales, que
son aquellas que el legislador incluyo en la ley y las humanas que surgen de la deducción
que hace el juzgador35.
Para el Abogado guatemalteco, Gordillo, Mario, las presunciones legales pueden ser:
35
Medios de Prueba. Diccionario Enciclopédico del Derecho Usual. Tomo IV J-O. Argentina. Heliasta SRL. 1997.
Página 371.
64
Al citar a Couture, Eduardo, señala Gordillo, Mario que clasifica los medios de convicción
de la manera siguiente:
Los aportes teóricos de los anteriores expertos en la materia, aplicados a éste ámbito, se
pueden integrar de la siguiente manera: Sobre las clases de fuentes de donde el juez
extraer las motivaciones que se advierten de manera mediata o inmediatamente para su
36
Gordillo, Mario. Derecho procesal civil guatemalteco. Cuarta Edición. Guatemala. Estudiantíl Fénix. 2005. Páginas
137-142.
65
convencimiento sobre la verdad o falsedad de los hechos o actos que constituyen el
objeto de la prueba, se encuentran comúnmente clasificados en los códigos procesales,
con mínimas diferencias; por lo que bien se puede concluir, que en la práctica no existe
posibilidad de utilizar otros diferentes ya que la experiencia del legislador permite que
todos los que se emplean se hallan comprendidos en la relación de los cuerpos legales.
En este caso, los medios de prueba, son siete, que se clasifican así: Declaración de las
partes; declaración de testigos; dictamen de expertos, reconocimiento judicial,
documentos, medios científicos de prueba y presunciones. No se permite ningún otro
medio, pues, para el efecto debe recordarse un principio general del derecho que señala
que donde el legislador clasifica no cabe agregar. Esto también significa, que no es
permitido cambiarle sus nombres o denominaciones; además, que en otras latitudes a la
declaración de parte, se le denomina prueba por confesión; al dictamen de experto,
prueba pericial, como aquí se denomina pero al referirse a las pruebas anticipadas
(Artículo 103, del Código Procesal Civil y Mercantil); al reconocimiento judicial, inspección
ocular; a la documental, instrumental; y, a las presunciones, prueba conjetural, o por
indicios o prueba de deducción.
De tal manera, que la prueba directa por percepción, sería el reconocimiento judicial. La
prueba por representación documental, los documentos; la prueba por representación
por personas legadas al proceso, la declaración de parte; la prueba por representación
por personas no ligadas al proceso, la declaración de testigos, dictamen de expertos y
los medios científicos de prueba; y, por último, la prueba por inducción o deducción, que
no son más que las presunciones, que a su vez se dividen en legales o de derecho; y,
las humanas.
66
Fuente: Gordillo, Mario (2005).
7. Procedimiento probatorio
Para los autores Montero, Juan y Chacón, Mauro, la prueba y su procedimiento no son
siempre necesarios. Ciertamente es muy extraño que se dé en la práctica un proceso
sin prueba, pero la posibilidad existe y el artículo 123 del Código Procesal Civil y Mercantil
alude al mismo cuando dice que se abrirá a prueba el proceso si existen hechos
controvertidos, lo que supone, en sentido contrario, que si no hay hechos controvertidos
no es necesaria la prueba.
67
7.1 Petición de apertura a prueba del proceso
Es un acto de parte por el que se pide al juez que en el proceso se realice la prueba, se
trata de una petición general, que debe hacer el actor en el escrito de demanda, artículo
106, y en el demandado en el de contestación de demanda, artículo 118.
a. Apertura a prueba
Es un acto del juzgador por el que se determina la realización de prueba en el proceso.
La resolución del juez abriendo a prueba el proceso depende de una circunstancia
esencial: de que después de los escritos de alegaciones o de introducción de las partes,
demanda y contestación, y reconvención y contestación a la misma, existan hechos
controvertidos.
b. Término de prueba
Legalmente se denomina término de prueba al período de tiempo en que ha de realizarse
la práctica de aquella. Dicho término, en realidad es un plazo, y así lo determina el
artículo 206 de la Ley del Organismo Judicial, se regula en el artículo 123 del Código
Procesal Civil y Mercantil al distinguir:
68
procedan legalmente puede solicitar y el juez concederá el llamado termino
extraordinario, que no podrá exceder de ciento veinte días; ese término debe ser
concedido por el juez en el tiempo que estime suficiente y es siempre improrrogable.
Acto de las partes por el que precisan qué medios de prueba desean practicar en el
proceso. Este acto, dado que los medios de prueba deben proponerse en la demanda y
en la contestación de la demanda, se produce conjuntamente con la petición de apertura
del proceso a prueba, pero debe tenerse en cuenta que una cosa es que se pida que en
el proceso exista prueba y otra que se diga qué medios deben practicarse.
Acto del juez por el que, previo examen de los requisitos necesarios, determina los
medios de prueba que entre los propuestos por las partes, deben practicarse en el
proceso. Aquí es donde surgen las facultades negativas o positivas del juez, quien puede
rechazar o admitir un medio de prueba propuesto por una parte, pero además puede de
oficio ordenar la práctica de medios de prueba, cuando para ello exista norma expresa
que así lo determine, como en el caso de los artículos 172, reconocimiento judicial; 183,
informes; y 191 reproducciones y experimentos, ello aparte del auto para mejor fallar.
b. Porque se refiere a medios de prueba prohibidos por la ley, artículo 127; y en el mismo
sentido el artículo 192 dice que podrán aportarse comunicaciones telegráficas,
radiográficas, y otras siempre que se hayan observado las disposiciones de las leyes y
reglamentos respectivos.
69
c. Porque se trata de medios propuestos con finalidad notoriamente dilatoria o con objeto
de entorpecer la marcha regular del proceso, artículo 172.
b. Audiencia o contradicción
Todas las pruebas se practican con intervención de las partes, debiendo al efecto ser
citadas con dos días de antelación por lo menos, según el artículo 129, la falta de citación
debe suponer nulidad o, en palabras del código no se tomarán en consideración.
c. Publicidad
La regla general es que todas las diligencias de prueba se practicarán en audiencia
pública, esto es, con total publicidad. Excepcionalmente los jueces podrán disponer que
70
se practiquen de manera reservada cuando, por su naturaleza, el tribunal lo juzgare
conveniente. Artículo 129.
d. Lugar
En principio las pruebas se practicarán en el local del órgano jurisdiccional, aunque cabe
la posibilidad, en el reconocimiento judicial, de que el juez tenga que ir al lugar o terreno
del caso, y aún caben otros supuestos en la confesión, artículo 132 del Código Procesal
Civil y Mercantil, y la prueba testifical, artículos 155 y 156 del mismo cuerpo legal.
Sin embargo es posible que la prueba se practique en lugar distinto y ante juez diferente
del que ha de dictar sentencia. El artículo 170 de la Ley del Organismo judicial admite,
en general, que los magistrados pueden encomendar a los jueces de primera instancia y
éstos a los jueces menores la práctica de las diligencias expresadas en el artículo 68,
esto es, los actos de prueba, cuando deban tener cumplimiento en el lugar que no sea el
de su respectiva residencia.
e. Documentación
Las pruebas se practican de un modo mixto oral y escrito, pero en todo caso el acto ha
de ser documentado por el secretario que levantará acta, haciendo constar en ella su
nombre, y siendo responsable solidariamente con el juez o magistrado del contenido de
los mismos. Artículo 69 de la Ley del Organismo Judicial37.
8. Valoración de la prueba
37
Montero, Juan. Mauro Chacón. Op.cit. Págs. 47-51.
71
8.1 Sistemas de valoración
En cuanto a los sistemas cabe establecer los siguientes. En primer lugar el sistema libre,
o la sana critica, en el que la ley deja al juez que aplique las máximas que ésta ha
adquirido por su experiencia personal en la vida. En segundo lugar el sistema de prueba
legal, o la tasada, en el que la ley hace establecer la máxima de la experiencia en la
propia norma, e imponerla al juez en el momento de la valoración de la prueba. Y en
tercer lugar el sistema de libre convicción, en el que la ley no establece regla alguna para
la apreciación de las pruebas; el juez es libre de convencerse según su íntimo parecer,
de la existencia o inexistencia de los hechos de la causa valorando aquellas según su
leal saber y entender.
En el sistema mixto de este proceso civil el tribunal se encuentra con que en unos casos
debe aplicar sus máximas de la experiencia, con base en las cuales convencerá o no de
la realidad de la afirmación de hecho efectuada por la parte, pero en otros casos su labor
se limitará a comprobar si el hecho ha quedado o no fijado conforme a lo que la ley dice,
independientemente de su convencimiento. Con uno y otro sistema tendrá que
establecer en la sentencia cuales son los hechos que han sido probados.
Conforme a éste sistema la ley le señala al Juez, por anticipado, el grado de eficacia que
tiene la prueba. “El legislador –dice EISNER- razona antes que el Juez y le da su
razonamiento servido como imposición legal para que el Juez se limite a comprobar, en
el caso, si las pruebas rendidas contienen los recaudos que el legislador ha impuesto
como suficientes para tener por acreditados los hechos”. En realidad el Juez no aprecia
la prueba. Mas bien lo que la ley quiere es que el Juez no la aprecie, sino que
simplemente dé por probado el hecho si en aquella concurren los requisitos previos a que
72
está sometida. No aplica el Juez su criterio o saber, sino que el criterio o saber del
legislador.
Conforme a este sistema, el Juez está autorizado para formar su convicción de acuerdo
con su criterio. No está sometido a una regla de experiencia impuesta por la ley, sino a
la regla que libremente elija. Aprecia la eficacia de la prueba según los dictados de la
lógica y de su conciencia y puede, incluso, apoyarse en circunstancias que
personalmente le consten. No es menester –dice COUTURE- que la construcción lógica
sea perfecta y susceptible de controlarse a posteriori; “basta en esos casos con que el
magistrado afirme que tiene la convicción moral de que los hechos han ocurrido de tal
manera, sin que se vea en la necesidad de desarrollar lógicamente las razones que le
conducen a la conclusión establecida”
Este sistema, que teóricamente podría considerarse el ideal, es de difícil aplicación; tanto
por la cultura jurídica y calidad moral que de los Jueces exige, como por los peligros que
corre la libre convicción de convertirse en libertinaje o los Jueces en árbitros absolutos
de la verdad. En el Código guatemalteco, se reconocen como sistemas de valoración el
de la prueba legal y el de la sana crítica. El primero como excepción y el segundo como
regla.38
38
Nájera Farfán, Mario Efraín. Derecho Procesal Civil. Segunda Edición. Volúmen I. Guatemala. Inversiones
Educativas / IUS Ediciones. 2006. Págs. 446-448.
73
8.1.3.1 La sana critica según la doctrina
Hugo Alsina dice que las reglas de la sana crítica, no son otras que las que prescribe la
lógica y derivan de la experiencia, las primeras con carácter permanente y las segundas,
variables en el tiempo y en el espacio. Couture define las reglas de la sana crítica como,
las reglas del correcto entendimiento humano; contingentes y variables con relación a la
experiencia del tiempo y del lugar; pero estables y permanentes en cuanto a los principios
lógicos en que debe apoyarse la sentencia. La sana crítica configura una categoría
intermedia entre la prueba legal y la libre convicción. Sin la excesiva rigidez de la primera
y sin la excesiva incertidumbre de la última, configuran una feliz fórmula de regular la
actividad intelectual del juez frente a la prueba. Las reglas de la sana crítica son, para él
ante todo, las reglas del correcto entendimiento humano. En ellas interfieren las reglas
de la lógica, con las reglas de la experiencia del juez. Unas y otras contribuyen de igual
manera a que el magistrado pueda analizar las pruebas con arreglo a la sana razón y a
un conocimiento experimental de los casos. El juez que debe decidir con arreglo a la
sana razón, no es libre de razonar a voluntad, discrecionalmente, arbitrariamente. Esta
manera de actuar no sería sana crítica, sino libre convicción. La sana crítica es la unión
de la lógica y la experiencia sin excesivas abstracciones de orden intelectual, pero
también sin olvidar esos preceptos que los filósofos llaman de higiene mental, tendientes
a asegurar el más certero y eficaz razonamiento.
Couture destaca la diferencia entre la sana crítica y la libre convicción pues este último
es, aquel modo de razonar que no se apoya necesariamente en la prueba que el proceso
exhibe al juez, ni en medios de información que pueden ser fiscalizados por las partes.
Dentro de éste método el magistrado adquiere el convencimiento de la verdad con la
prueba de autos, fuera de la prueba de autos y aún contra la prueba de autos. El juez no
está obligado a apoyarse en hechos probados, sino también en circunstancias que le
consten aun por su saber privado; la relación entre la sana crítica y la lógica, Couture
hace ver que las reglas de la sana crítica consisten en su sentido formal en una operación
lógica. De la misma manera, habría error lógico en la sentencia que quebrantara el
principio del tercero excluido, de falta de razón suficiente o el de contradicción. Pero es
74
evidente que la corrección lógica no basta para convalidar la sentencia. La elaboración
del juez puede ser correcta en su sentido lógico formal y la sentencia ser errónea. Según
un autor los siguientes: 1º Son juicios, esto es, valoraciones que no están referidas a los
hechos que son materia del proceso, sino que poseen un contenido general. Tienen un
valor propio e independiente, lo que permite darle a la valoración un carácter lógico; 2º
Estos juicios tienen vida propia, se generan de hechos particulares y reiterativos, se
nutren de la vida en sociedad, aflorando por el proceso inductivo del juez que los aplica;
3º No nacen ni fenecen con los hechos, sino que se prolongan más allá de los mismos, y
van a tener validez para otros nuevos; 4º Son razones inductivas acreditadas en la
regularidad o normalidad de la vida, y, por lo mismo, implican una regla, susceptible de
ser utilizada por le juez para un hecho similar; 5º Las máximas carecen de universalidad.
Están restringidas al medio físico en que actúa el juez, puesto que ellas nacen de las
relaciones de la vida y comprenden todo lo que el juez tenga como experiencia propia.
Es aquella que conduce al descubrimiento de la verdad por los medios que aconseja la
razón y el criterio racional, puesto en juicio.
Al apreciar la prueba de acuerdo con las reglas de la sana crítica, el tribunal deberá
expresar las razones jurídicas y las simplemente lógicas, científicas o técnicas en cuya
virtud les asigne valor o las desestime.
75
medios de prueba mediante los cuales se da por acreditados cada uno de los hechos, de
modo de contener el razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a que llegue
la sentencia.
76
8.1.3.6 La sana crítica exige la fundamentación de las sentencias
En el mismo sentido Juan Montero Aroca para quien las reglas de la sana crítica son
máximas de las experiencias judiciales que deben integrar la experiencia de la vida del
juez, opina que esas máximas no pueden estar codificadas, pero sí han de hacerse
constar en la motivación de la sentencia, pues solo así podrá quedar excluida la
discrecionalidad y podrá controlarse por los recursos la razonabilidad de la declaración
de hechos probados.39
39
Jurisprudencia en Guatemala. González, Aldo. La Fundamentación de las Sentencias y la Sana Crítica. Guatemala.
2009. iurisprudentia-guatemala.blogspot.com/feeds/posts/default. 2009.
77
Se llega a la indefectible conclusión, sobre es aspecto de la valoración de la prueba,
específicamente de sana crítica, en este sistema, cobra suma importancia; y, para el
efecto, basta con echarle un vistazo a la legislación adjetiva civil y mercantil, cuando
estatuye que los tribunales, salvo disposición de ley en contrario, deben apreciar el mérito
de las pruebas de acuerdo con las reglas de la sana crítica (Artículo 127, del Dto. Ley
107).
Significa, que la misma ley, exige al juzgador, en todo caso, la valoración razonada y
crítica de todos y cada uno de los medios de prueba que se generen en el proceso. De
tal manera, que su razonamiento debe apoyarse necesariamente en la prueba que se
incorporó al proceso, en los que cada parte tuvo necesariamente la oportunidad de
fiscalizarlos; consecuentemente, tiene prohibido, sino expresamente, tácitamente, por el
significado técnico de este sistema de valoración, estimar prueba que no obre en autos,
o contra la prueba de los antecedentes; y, peor aún, circunstancias que son de su
conocimiento privado.
a ley, entonces, impone o regula la actividad intelectual de quien juzga, para que su
entendimiento sea correcto, sea lógico, tenga sentido común; integrando sana razón o
lógica y conocimiento adquirido por su experiencia de vida; y, sobre todo, que tal lógica
78
y experiencia fundidas, sean explicadas o expresadamente razonadas; señalando con
claridad meridiana, la relación de la prueba con las proposiciones de hecho controvertidos
en el proceso; y, consiguientemente, cómo de la prueba llegó a las afirmaciones o hechos
que fundamentan la demanda o a los hechos extintivos o circunstancias impeditivas que
contradicen y niegan dicha pretensión.
79
CAPITULO III
LA SENTENCIA
1. Definición
Para Aguirre Godoy, Mario, es el acto procesal por excelencia de los que están atribuidos
al órgano jurisdiccional. Mediante ella termina normalmente el proceso y cumple el
Estado la delicada tarea de actuar el Derecho objetivo. En la importante clasificación de
los actos procesales, atendiendo precisamente a su función, o sea la que los divide en
actos de iniciación, actos de desarrollo y actos de terminación (de decisión y de extinción),
la sentencia corresponde a los actos de decisión.40
La jurisdicción y la acción se asocian en el proceso tras una meta común: hacer efectiva
la tutela que la ley concede a un interés determinado. Para hacerla efectiva, es preciso
saber con certeza si el derecho objetivo invocado por el titular de la acción, es o no
aplicable al hecho concreto motivo de la controversia. Por medio de este confrontamiento
entre el hecho y el derecho, el órgano jurisdiccional verifica si coinciden entre sí. Si el
uno se ajusta al otro, se ordena la satisfacción del interés pretendido. En caso contrario,
se niega su actuación. El acto mediante el cual se declara si el derecho preexistente es
o no aplicable al hecho tenido como cierto en el juicio, es la sentencia. Con esta
sentencia, la litis queda decidida y el derecho reestablecido.
De las definiciones transcritas, se deduce con claridad que no existe discrepancia alguna
sobre los elementos que concurren a la determinación del concepto de sentencia: pone
término al proceso; decide sobre el derecho disputado; satisface las pretensiones
negándolas o reconociéndolas; hace cesar un estado de incertidumbre o sea aquel en
que se coloca al derecho por su inobservancia en cada caso concreto. En síntesis estima
o desestima una demanda afirmando o negando la existencia de la voluntad concreta de
40
Aguirre Godoy. Mario. Op.cit. Pág. 761.
80
la ley en el caso debatido. Es, apunta Guasp, el acto decisorio de un proceso de
cognición.41
2. Requisitos de la sentencia
La Ley del Organismo Judicial en el artículo 147, se encarga de dar reglas precisas al
respecto. Así en la redacción de las sentencias deben observarse los siguientes
requisitos:
41
Nájera Farfán, Mario Efraín. Op.cit. Págs. 609-610.
81
d. Puntos de derecho
El juez hará mérito, en la parte considerativa, del valor de las pruebas rendidas; de cuales
de los hechos sujetos a discusión se estiman probados; se expondrán las doctrinas y
fundamentos de derecho que sean aplicables al caso, y se citarán las leyes en que se
apoyen los razonamientos. Esta es la parte considerativa de la sentencia. Se entiende
que el fallo debe ser suficientemente fundado en ley, y por eso, esta disposición obliga a
la cita de leyes. También se refiere a las doctrinas que sean aplicables. Con esta
indicación es posible que la ley esté aludiendo al aspecto jurisprudencial.
e. Resolución
Finalmente el Juez emitirá la resolución citando las leyes que fueren aplicables. Esta es
la parte dispositiva de la sentencia, la que generalmente se acepta como determinante
para los efectos de la cosa juzgada. Es de ésta parte de la sentencia, de donde podrá
extraerse la conclusión de si se trata de una sentencia declarativa, de condena o
constitutiva, o en su caso cautelar.42
Como cierre de este capítulo, se puntualizan los siguientes aspectos: primero, que sabido
es que dentro del trámite del proceso de conocimiento conocido como juicio ordinario, se
pueden establecer cuatro etapas o fases, el de preparación (conciliación y pruebas
anticipadas: artículos 96 al 105 del Código Procesal Civil y Mercantil); el de introducción,
compuesto de la demanda, emplazamiento y contestación de la demanda (Artículos 106
al 122, del mismo cuerpo legal citado); el probatorio, etapa en la que las partes, luego de
abrirse dicha fase a través de un acto jurisdiccional o resolución, tienen la oportunidad de
reiterar o aportar exclusivamente los medios de prueba que ofrecieron en la demanda y
contestación (Artículos 123 al 195, del Dto. Ley 107); y, la etapa decisoria, conclusiva,
final o definitiva, compuesta de tres aspectos importantes, el de la vista, oportunidad en
42
Aguirre Godoy. Mario. Op.cit. Pág. 769-773.
82
las que las partes presentan sus alegatos finales, a fin de que el Juzgador adquiera
instrucción necesaria para fallar conforme a la justicia; el auto para mejor fallar, que es
una alternativa, únicamente para aclarar alguno punto dudoso, nunca para generar
prueba, practicando alguna de las diligencias señaladas en el artículo 197, del código
adjetivo de la materia de estudio; y, con el propósito de resolver la cuestión con mayor
garantía de acierto; y, la más importante de estas, la sentencia, a través de la cual se
decide la litis y el derecho reclamado se puede restablecer, según se prueben las
proposiciones de hecho que sustentan lo demandado o pretendido.
En cuanto a la forma y según las normas citadas, debe contener el nombre del tribunal;
el lugar y la fecha; nombre completo, razón social o denominación y domicilio de los
litigantes, en su caso, de las personas que los hubiesen representado; y el nombre de los
abogados de cada parte; clase y tipo de proceso, y el objeto sobre el que versó, en
relación a los hechos; en párrafos separados, resúmenes sobre el memorial de demanda,
su contestación, la reconvención, las excepciones interpuestas y los hechos que se
hubieren sujetado a prueba; las consideraciones de derecho que harán mérito del valor
de las pruebas rendidas y de cuales de los hechos sujetos a discusión se estiman
probados, se expondrán, asimismo, las doctrinas fundamentales de derecho y principios
que sean aplicables al caso y se analizarán las leyes en que se apoyen los razonamientos
en que descanse la sentencia; la cita de leyes secundarias o accesorias o de forma; la
parte resolutiva, que contendrá decisiones expresas y precisas congruentes con el objeto
del proceso; y, las firmas completas del juez y del secretario que autoriza.
83
De acuerdo a este formato, su redacción se puede dividir en cuatro partes o secciones;
la primera, el encabezado, que es el de identificaciones, del lugar y fecha, del órgano
jurisdiccional, de las partes contendientes; del proceso y del objeto del mismo; la
segunda, el contentivo histórico o de antecedentes, en la que se resumen las posturas
de cada parte y se extraen los aspectos controvertidos; la tercera, el que contiene el
análisis correspondiente y se conoce como la parte considerativa; y, la última, la cuarta,
la de conclusión, o de decisión, o parte resolutiva, en la que se emite el juicio o se decide
expresa, clara y precisa y congruentemente el objeto del proceso.
84
CAPITULO IV
PRESENTACION DE RESULTADOS
1. De las encuestas
85
resolutiva la más atractiva para ellos; y, segundo, que sin importar o entender las
motivaciones que se tuvieron para tal o cual conclusión, lo importante, es el resultado;
d. La parte creadora de las sentencias, en un porcentaje poco mayor del cincuenta por
ciento, opinan que los fallos en la parte de análisis, se hace ampliamente; pero al existir
un porcentaje considerable, que opina lo contrario y de su agregado, como explicación,
se llega a la conclusión e interpretación, que efectivamente falta mayor atención y
consideración al respecto y que esto se debe a la recarga de trabajo;
e. Siempre, ante la misma interrogante, de una mayor y mejor motivación de los fallos;
la parte contraria, la de los abogados y estudiantes, son de la postura, mayoritaria y
abrumadoramente, de que debe explicarse mejor; deduciéndose e interpretándose de
ello, que dichas motivaciones no dejan satisfecho a este sector;
f. En uno de los aspectos objeto de estudio y de encuesta, que es a saber: que toda
sentencia debe estar a la altura, alcance y comprensión de cualquier persona, ambos
sectores consultados, concuerdan el cien por ciento. Se interpreta de esta increíble
postura, que tanto sector comprometido con su autoría, como los técnicos en la materia,
que aunque los fallos solo sean leídos e interpretados por cierto sector de la población
docta en la materia; se debe recordar, que están destinados principalmente a las partes
o personas litigantes, que en su generalidad desconocen la jerga jurídica, y quienes
deben entender a cabalidad dichos fallos; recordando también, que es a quien se debe
convencer con argumentos de hecho y derecho de peso;
86
h. Todos los encuestados en el sector jueces y oficiales, al ser de la posición de saber
por qué se valora una prueba determinada de acuerdo con el sistema tasado, sin dar
ninguna explicación al respecto, se deduce que se hace por ser el sector comprometido
con el cuestionamiento o tésis bajo investigación;
i. Sobre la razón del por qué se valora una prueba determinada de acuerdo con el sistema
tasado, los abogados y estudiantes señalan claramente cuál es, pero esto se debe,
interpretándose dicha postura, al conocimiento que tienen sobre el particular; pero el
problema no es con los sectores comprometidos, sino con aquellas personas que no
tienen ningún conocimiento, por ejemplo las partes contendientes, a quienes va dirigido
el fallo; y, ellos, sí la necesitan, de manera conveniente, amplia y convincente;
j. Los jueces y oficiales coinciden cien por ciento que en las sentencias se indica qué
sistema de valoración se está utilizando y que además se explica cuáles son las reglas
de la sana crítica que se utilizan en las pruebas bajo valoración, pero al compararse con
la postura del sector de abogados litigantes y estudiantes, y por la explicación que se da
por estos últimos al respecto, se llega a otra conclusión e interpretación; y para tales
efectos véase el siguiente punto;
k. Como algo muy extraño y particular; y sobre la que debe existir una especial
interpretación, es que los sectores encuestados, quienes en momentos y en relación a
ciertos aspectos tuvieron un acercamiento increíble, en este, están radicalizados, total y
contundentemente; y, es que el sector de jueces y oficiales, señalan que en las
sentencias se explica qué reglas de la sana crítica son utilizadas para cual o tal prueba;
pero el otro sector, el de abogados litigantes y estudiantes, sostienen por no explicativa
que contiene la encuesta, que si bien se consigna que determinada prueba tiene o no
mérito y que este crédito o descredito se hace de manera generalizada, señalando
únicamente que es de acuerdo a reglas de sana crítica; pero no se exponen o no se
explican, cuáles son esas reglas particulares, a través de las cuales se llega a tal
valoración o acogimiento o rechazo correspondientes. En consecuencia, esto tiene una
gran connotación en este estudio; interpretándose, por ser un sector a quien
87
indirectamente se le afecta, que es la que no está del todo convencido, que debe
mejorarse la motivación en este sistema.
a. A las declaraciones de las partes, se les confiere pleno valor probatorio por haber sido
prestadas legalmente ante juez competente en ejercicio de sus funciones o por haber
sido recibidas con las formalidades de ley y el acta no haber sido redargüidas de nulidad
o falsedad;
b. A las declaraciones de testigos, se les confiere valor probatorio por haber sido
prestadas legalmente ante juez competente en ejercicio de sus funciones y el acta no
haber sido redargüidas de nulidad o falsedad; o, por estar autorizadas las mismas por
juez competente en ejercicio de sus funciones;
c. Al dictamen de expertos, se le concede valor probatorio, por estar realizada por experto
en la materia, en el ejercicio de sus funciones; y, no haber sido redargüida de nulidad o
falsedad;
d. Al reconocimiento judicial, se le confiere pleno valor probatorio por haber sido el acta
autorizada por juez competente en ejercicio de sus funciones y no haber sido redargüida
de nulidad o falsedad, la cual produce fe y hace plena prueba; o por haberse llevado a
cabo conforme a la ley;
88
han sido redargüidas de nulidad o falsedad. A fotocopias simples o legalizadas de
escrituras, de testimonios u originales de éstas y de copias simples de las mismas, como
de actas notariales y cedulas de notificación por notaria notificadora, se les confiere pleno
valor probatorio, por haber sido autorizadas por notario en el ejercicio de su cargo,
produciendo fe y haciendo plena prueba; y, por no haber sido redargüidas de falsedad o
nulidad;
f. De los medios científicos de prueba; estos, por no haberse ameritado en los casos
correspondientes, no fueron ofrecidos, aportados, diligenciados y valorados;
Fácilmente, puede establecerse que la forma de valorar los distintos medios de prueba
ofrecidos, propuestos y diligenciados por las partes contendientes en el juicio prototipo,
que obviamente, sirve de parámetro para cualquier otro proceso, con lo que cada una
pretende probar los hechos constitutivos de su pretensión; o los hechos extintivos o las
circunstancias impeditivas que la contradicen y la impiden, es muy general y muy
superficial.
89
CONCLUSIONES
Comparando los aspectos teóricos o doctrinarios sobre la prueba y su valoración, con las
encuestas practicadas y las sentencias que se tuvieron a la vista, se llega a las siguientes
conclusiones:
Nuestro sistema procesal civil y mercantil únicamente tiene regulados dos sistemas de
valoración de la prueba, son a saber: prueba tasada y sana crítica. Ambos sistemas de
valoración, son utilizados en las sentencias que deciden los juicios ordinarios, por el tipo
de medio de convicción que se analiza. La parte de la sentencia, en la que se valora la
prueba generada, es de tal importancia, que de ella depende el análisis del fondo del
asunto o el del derecho cuestionado.
90
que son nulos. Lo anterior, señala que en algunas ocasiones no existe una valoración y
consideración conjunta o integral de los medios de prueba.
Los medios de prueba más utilizados en los juicios ordinarios, son declaración de las
partes, reconocimientos judiciales y documentos; ofreciéndose siempre el de
presunciones. Pareciera que tratándose de las declaraciones de las partes, de las
declaraciones de los testigos y los reconocimientos judiciales, por la forma de apreciarlas,
su valoración se basa sobre el instrumento que las contiene, el acta, y no precisamente
a su contenido o lo que se declara para las dos primeras y lo que se constata para los
últimos. Efectivamente, en relación a dichas pruebas, se valoran de acuerdo con la
fórmula expuesta por el legislador para los documentos o para la prueba que debe
valorarse bajo el sistema tasado (haber sido prestadas legalmente ante juez competente
en el ejercicio de sus funciones, con las formalidades de ley y no haber sido redargüidas
de nulidad o falsedad); pero de acuerdo con la ley, las mismas deben ser estimadas por
el otro sistema, el de sana crítica; tomándoseles, erróneamente, como si fueran
documentos propiamente y presentados por las partes, cuando en realidad, si bien están
documentados en un acta o en un documento, estas han tenido su génesis u origen ante
el juez y resultan siendo actuaciones judiciales y no documentos propiamente. En ese
sentido, hay que distinguir entre las formalidades o requisitos que deben cumplirse en la
producción de una prueba y su apreciación de acuerdo a los sistemas que la ley impone,
según sea el caso. Se indica lo anterior, porque se da valor a las pruebas, más, porque
en su producción se cumplieron los requisitos de ley, tales como que han sido prestadas
o recibidas por juez competente, o en las que se cumplieron las formalidades de ley, o
por estar autorizadas por juez competente en cumplimiento o ejercicio de sus funciones;
cuando lo que debe valorarse en estos casos, es su contenido; y, en este, se imponen
reglas de sana crítica, un razonamiento crítico, lógico, objetivo, de experiencia, de
vivencia, de realidad. Al respecto, una cosa, es desechar al momento de dictar una
sentencia una prueba porque no se observaron las exigencias establecidas en la ley para
su generación o producción; y, otra, es valorarlas, concediéndoles poder probatorio o
desestimándolas como tales. Fundamentalmente, en la valoración de los medios de
prueba, que deben apreciarse de acuerdo al sistema de sana crítica razonada, se omite
91
por completo señalar cuáles han sido las reglas lógicas o las operaciones lógicas y las
máximas de las experiencias físicas, morales, psicológicas o científicas, que se aplican.
En cuanto a dichos medios de prueba, que deben ser confrontados a reglas lógicas y de
experiencia, únicamente se señala que se han valorado de acuerdo a las mismas. En
síntesis, no es sana crítica razonada, señalar que un medio de prueba debe producir
convencimiento únicamente porque en ella se cumplieron las exigencias de ley, porque
fueron autorizadas por juez competente en ejercicio de su cargo o porque no fueron
redargüidas de nulidad o falsedad.
92
RECOMENDACIONES
Identificar todos los documentos aportados por las partes, que hayan sido expedidos por
funcionario o empleado público; y, conjuntamente, señalando que se aprecian de acuerdo
al sistema de valoración de prueba tasada, o prefijada por el legislador, quien ha
preestablecido las condiciones que debe tomar el juez para darles mérito; indicando
además, que estos requisitos se encuentran regulados en el artículo 186, del Código
Procesal Civil y Mercantil; y, expresando por último, que al cumplirse con tales exigencias,
como la autorización por dichas personas, en el ejercicio de su cargo, producen fe y
hacen plena prueba.
Por economía procesal, por sencillez, etcétera, es tiempo, que se deje la practica común,
de señalar en la valoración de los documentos, que es en la única que se relaciona, que
se les concede fe y hacen plena prueba, porque no han sido redargüidas de nulidad o
falsedad, por una simple y sencilla razón, sí se están valorando es porque no fueron
impugnadas; o, si siéndolo, ésta no procedió; y, si se hubieran impugnado y se hubiera
declarado su nulidad o falsedad, lógicamente, quedan excluidas de la estimación
correspondiente; o, como si nunca se hubieran ofrecido y aportado, porque en el incidente
correspondiente, han quedado fuera de discusión; ya que no tiene ninguna razón lógica
procesal, indicar que se ofrecieron y se aportaron, pero que por haber sido impugnadas
y haber procedido dichas impugnaciones, ya no se analizan.
Proceder de igual manera con los documentos expedidos por notarios, con la única
diferencia de señalar que por haber sido autorizados por ellos, producen fe y hacen plena
prueba; omitiendo la práctica viciada, de señalar además que se hace porque no han sido
redargüidos de nulidad o falsedad, por la razón apuntada anteriormente.
En relación a las declaraciones de las partes, a las declaraciones de los testigos y a los
reconocimientos judiciales, debe olvidarse de la práctica improcedente, impertinente y
hasta frívola y/o ilegal, de señalar su mérito porque han sido prestadas legalmente ante
juez competente en ejercicio de sus funciones; o, por haber sido recibidas con las
93
formalidades de ley; o, porque sus actas han sido autorizadas por juez con competencia
en ejercicio de su cargo; todo esto, como si se tratara de valoración de prueba de
documentos; y, peor aún, porque no han sido redargüidas de nulidad o falsedad, sin
saberse a ciencia cierta a qué se refiere esta situación; sí a las declaraciones en sí, o, sí
a la constatado; o, al documento que las contiene, que sería el acta; pero que en todo
caso, no sería la forma de impugnarlas; y, bajo ningún punto de vista, dichas extremos,
pueden ser reglas de sana crítica; y, menos que sea considerada razonada, como se
señala en las sentencias, porque no tiene ninguna razón como lo exige la ley.
Siempre tratando de la clase de medio como los señalados anteriormente, que deben ser
valoradas de acuerdo con las reglas de la sana crítica, según el párrafo tercero, del
artículo ciento veintisiete del Código Procesal Civil y Mercantil, entonces, se impone al
juez la obligación de estimarlos de acuerdo a operaciones lógicas, tomando en cuenta
los principios de la misma, como identidad, tercero excluido, falta de razón suficiente y
contradicción; y, las máximas de su experiencia, tanto físicas, como morales,
psicológicas, científicas y otras, para valorarlas; y, en todo caso, por supuesto,
manifestando expresa, motivada y analíticamente en qué consisten dichas operaciones
y máximas; y, en base a ello, indicar en qué aspectos producen fe y hacen prueba; y, en
qué otros, no.
94
Sí se van a exponer doctrinas fundamentales de derechos y principios que sean
aplicables al caso, deben ser de tal naturaleza, únicamente en aquellas situaciones que
así lo ameriten, y en las que sólo la doctrina puede proporcionar la diferencia de
institución o cuestión jurídica.
A través del recurso de aclaración, los litigantes por medio de sus abogados asesores o
directores, deben hacer valer su derecho, de que los fallos sean aclarados en cuanto a
una motivación adecuada, amplia y conveniente, porque esto es parte de un debido,
correcto y legal proceso, en el que su cumpla con el también debido procedimiento
preestablecido.
Si lo anterior no tuviera eco, por rechazarse in limine o declararse sin lugar por el Juzgado
de la causa, debe ser parte, en el Tribunal de Segunda Instancia, de los agravios o
inconformidades del respectivo recurso de apelación, para que sea la Alzada, la que
corrija las deficiencias en que el órgano jurisdiccional de Primera Instancia haya incurrido
al respecto.
95
REFERENCIAS CONSULTADAS
ALSINA, H. (1962). Tratado teórico práctico de derecho procesal civil u comercial. Tomo
III. Argentina. Ediar Soe Anon, Editores
96
CARNELUTTI, F. (1997). Instituciones de derecho procesal civil. Volumen 3. México.
Editorial Harla
DIEZ ET. AL, (1998). Diccionario Jurídico Espasa Siglo XXI. Madrid, España.Edit.
Espasa Calpe, S,A.
97
GORDILLO. M. (2005). Derecho Procesal Civil Guatemalteco. Guatemala. Editorial
Fénix
HERRARTE, Alberto (1978). Derecho Procesal Penal. Edit. “José de Pineda Ibarra”.
NAJERA FARFAN, Mario Efraín (1970). Derecho Procesal Civil. Guatemala, C.A. Edit.
Eros.
ORELLANA DONIS, Edy Giovanni. Derecho Procesal Civil I. Tomo I. Guatemala, C.A
98
PALLARES, Eduardo (1975). Diccionario De Derecho Procesal Civil. Octava Edición
Edit. Porrúa S.A. México
99
ANEXOS
BOLETA DE ENCUESTA.
Facultades de Quetzaltenango.
Boleta para: Jueces y oficiales del Organismo Judicial de Quetzaltenango, Abogados Litigantes
y estudiantes de Derecho.
4. ¿Cree que la parte considerativa de las sentencias, deben motivarse con mayor amplitud?
Si: ________ No: ________
5. ¿Deberá una sentencia, estar a la altura, alcance y comprensión de cualquier persona común?
100
Si: ________ No: ________
8. ¿Cuándo lee una sentencia, sabe por qué se está valorando una determinada prueba de
conformidad con el sistema de valoración tasada?
Si: ________ No: ________
9. ¿se explica en una sentencia, que la prueba objeto de análisis, es valorada de acuerdo con
reglas de sana crítica?
Si: ________ No: ________
10. ¿Se explica en las sentencias, en cada prueba considerada y valorada, cuáles son las reglas
de sana crítica utilizadas?
Si: ________ No: ________
101
Descripción, representación e interpretación de la encuesta aplicada a jueces y
oficiales.
Pregunta No. 1.- ¿Se comprenden a cabalidad los distintos componentes de las sentencias? Si,
No
Cuadro No. 1
No.
Opciones Casos Porcentaje
Si 9 90
No 1 10
Total 10 100
Grafica No. 1
No
10%
Si
No
Si
90%
Interpretación Específica: El 90% de los encuestados expresa que los diferentes aspectos de los
fallos son entendibles. Tan solo el 10% manifiesta lo contrario. La perspectiva desde el interior
del sistema, es favorable a esta interrogante.
102
Pregunta No. 2.- ¿Será la parte resolutiva de las sentencias en la que mas se pone atención?
Si, No
Cuadro No. 2
No.
Opciones Casos Porcentaje
Si 2 20
No 8 80
Total 10 100
Grafica No. 2
Si
20%
Si
No
No
80%
103
Pregunta No. 3.- ¿Será la parte considerativa de las sentencias, la menos atractiva? Si, No
Cuadro No. 3
No.
Opciones Casos Porcentaje
Si 2 20
No 8 80
Total 10 100
Grafica No. 3
Si
20%
Si
No
No
80%
Interpretación específica: El 80% son claros en indicar que la parte de análisis de las sentencias,
no es la menos atractiva; por el contrario, los que manifiestan que sí, son el 20%.
104
Pregunta No. 4.- ¿Cree que la parte considerativa de las sentencias, deben motivarse con mayor
amplitud? Si, No
Cuadro No. 4
No.
Opciones Casos Porcentaje
Si 4 40
No 6 60
Total 10 100
Grafica No. 4
Si
40%
Si
No
No
60%
Interpretación específica: En este cuestionamiento, casi la mitad coinciden que las sentencias
deberían motivarse más; pues, el 60% dice que no; y el 40%, que si.
105
Pregunta No. 5.- ¿Deberá una sentencia, estar a la altura, alcance y comprensión de cualquier
persona común? Si, No
Cuadro No. 5
No.
Opciones Casos Porcentaje
Si 10 100
No 0 0
Total 10 100
Grafica No. 5
No
0%
Si
No
Si
100%
Interpretación específica: La totalidad de los encuestados coinciden en que las sentencias, deben
comprenderse por cualquier persona.
106
Pregunta No. 6.-¿Sabe que es valorar una prueba tasadamente? Si, No
Cuadro No. 6
No.
Opciones Casos Porcentaje
Si 10 100
No 0 0
Total 10 100
Grafica No.6
No
0%
Si
No
Si
100%
Interpretación específica: todos los tribunales de los órganos jurisdiccionales y sus auxiliares
encuestados, también, en este aspecto, de saber qué es una prueba tasada, coinciden,
afirmativamente.
107
Pregunta No. 7.- ¿Sabe en qué consisten las reglas de la sana critica en la valoración de la
prueba? Si, No
Cuadro No. 7
No.
Opciones Casos Porcentaje
Si 10 100
No 0 0
Total 10 100
Grafica No.7
No
0%
Si
No
Si
100%
Interpretación específica: Los operadores de justicia encuestados, el 100% de ellos, dicen saber
o comprender el sistema de la sana crítica en la valoración de los medios de convicción aportados
al proceso.
108
Pregunta No. 8.- ¿Cuándo lee una sentencia, sabe por qué se está valorando una determinada
prueba de conformidad con el sistema de valoración tasada? Si, No
Cuadro No. 8
No.
Opciones Casos Porcentaje
Si 10 100
No 0 0
Total 10 100
Grafica No.8
No
0%
Si
No
Si
100%
109
Pregunta No. 9.- ¿se explica en una sentencia, que la prueba objeto de análisis, es valorada de
acuerdo con reglas de sana crítica? Si, No
Cuadro No. 9
No.
Opciones Casos Porcentaje
Si 10 100
No 0 0
Total 10 100
Grafica No.9
No
0%
Si
No
Si
100%
Interpretación específica: El 100% de los encuestados manifiesta, que sí hay explicación en los
fallos sobre la valoración de la prueba conforme las reglas de la sana crítica.
110
Pregunta No. 10.- ¿Se explica en las sentencias, en cada prueba considerada y valorada, cuáles
son las reglas de sana crítica utilizadas? Si, No
Cuadro No. 10
Opciones No. Casos Porcentaje
Si 10 100
No 0 0
Total 10 100
Grafica No.10
No
0%
Si
No
Si
100%
Interpretación específica: El 100% de los encuestados, exponen que se explica cada prueba
valorada, en lo que respecta a los criterios de sana crítica utilizados en cada una de ellas.
111
Descripción, representación e interpretación de la encuesta aplicada a abogados
litigantes y estudiantes.
Pregunta No. 1.- ¿Se comprenden a cabalidad los distintos componentes de las sentencias? Si,
No
Cuadro No. 1
No.
Opciones Casos Porcentaje
Si 4 20
No 16 80
Total 20 100
Grafica No. 1
Si
20%
Si
No
No
80%
112
Pregunta No. 2.- ¿Será la parte resolutiva de las sentencias en la que mas se pone atención?
Si, No
Cuadro No. 2
No.
Opciones Casos Porcentaje
Si 10 50
No 10 50
Total 20 100
Grafica No. 2
Si
50%
Si
No
No
50%
Interpretación específica: De los 20 encuestados, 10 dicen que si; y, 10, que no, en cuento a que
la parte resolutiva de las sentencias es a la que se le pone más atención; representando la mitad
para el sí y la otra mitad para el no.
113
Pregunta No. 3.- ¿Será la parte considerativa de las sentencias, la menos atractiva? Si, No
Cuadro No. 3
No.
Opciones Casos Porcentaje
Si 18 90
No 2 10
Total 20 100
Grafica No. 3
No
10%
Si
No
Si
90%
Interpretación específica: para el sector externo, que tiene relación con la administración judicial,
en su 90%, la parte considera no es atractiva; para el resto, el 10%, sí.
114
Pregunta No. 4.- ¿Cree que la parte considerativa de las sentencias, deben motivarse con mayor
amplitud? Si, No
Cuadro No. 4
No.
Opciones Casos Porcentaje
Si 19 95
No 1 5
Total 20 100
Grafica No. 4
No
5%
Si
No
Si
95%
Interpretación específica: Se interpreta de los porcentajes, que casi todos (19 de 20 encuestados,
95%) son de la postura que los fallos deben ser más amplios; y, tan solo 1, que representa el 5%,
sostiene que no.
115
Pregunta No. 5.- ¿Deberá una sentencia, estar a la altura, alcance y comprensión de cualquier
persona común? Si, No
Cuadro No. 5
No.
Opciones Casos Porcentaje
Si 20 100
No 0 0
Total 20 100
Grafica No. 5
No
0%
Si
No
Si
100%
Interpretación específica: 100% de los encuestados; o, sean los 20, comparten la idea que las
decisiones finales de los jueces, sobre los asuntos sometidos a su conocimiento y competencia,
deben ser entendidos fácilmente por cualquier persona.
116
Pregunta No. 6.-¿Sabe que es valorar una prueba tasadamente? Si, No
Cuadro No. 6
No.
Opciones Casos Porcentaje
Si 20 100
No 0 0
Total 20 100
Grafica No.6
No
0%
Si
No
Si
100%
117
Pregunta No. 7.- ¿Sabe en qué consisten las reglas de la sana critica en la valoración de la
prueba? Si, No
Cuadro No. 7
No.
Opciones Casos Porcentaje
Si 16 80
No 4 20
Total 20 100
Grafica No.7
No
20%
Si
No
Si
80%
Interpretación específica: El 80%, saben que es valorar la prueba mediante sana crítica; el 20%,
no.
118
Pregunta No. 8.- ¿Cuándo lee una sentencia, sabe por qué se está valorando una determinada
prueba de conformidad con el sistema de valoración tasada? Si, No
Cuadro No. 8
No.
Opciones Casos Porcentaje
Si 17 85
No 3 15
Total 20 100
Grafica No.8
No
15%
Si
No
Si
85%
119
Pregunta No. 9.- ¿se explica en una sentencia, que la prueba objeto de análisis, es valorada de
acuerdo con reglas de sana crítica? Si, No
Cuadro No. 9
No.
Opciones Casos Porcentaje
Si 20 100
No 0 0
Total 20 100
Grafica No.9
No
0%
Si
No
Si
100%
Interpretación específica: Que sí explica que determinada prueba es valorada bajo ese sistema
de sana crítica, así lo dice el 90%; obviamente, los demás, disienten, que es el 10% restante.
120
Pregunta No. 10.- ¿Se explica en las sentencias, en cada prueba considerada y valorada, cuáles
son las reglas de sana crítica utilizadas? Si, No
Cuadro No. 10
Opciones No. Casos Porcentaje
Si 0 0
No 20 100
Total 20 100
Grafica No.10
Si
0%
Si
No
No
100%
121
REFERENCIAS DE LAS SENTENCIAS ANALIZADAS
122
Aguilón Mendoza contra Gladys de Lourdes Hernández Reyes y Alfonso Celestino Coyoy
Macario y donde figuran como terceros los Notarios Luis Felipe Roldan Gómez y Julio
Humberto Escobar García, dictada el veintinueve de julio de dos mil nueve, por el
Juzgado Primero de Primera Instancia del Ramo Civil de Quetzaltenango;
123
y Vicenta Rosales López contra Elías Rosales López, dictada el diez de julio de dos mil
nueve;
124