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Estructura de un texto

El texto es la unidad fundamental en el proceso de la comunicación tanto oral como escrita, que a su vez está
compuesta por signos, posee coherencia e intención comunicativa, y es de carácter social.
Un texto consta generalmente de:

o Un título.
o Una introducción (uno o dos párrafos iniciales).
o Un cuerpo (varios párrafos dentro del texto).
o Final, cierre o conclusión (últimos párrafos).

TÍTULO: Las palabras de los títulos pueden hacer referencia directa al tema central del texto. Pero, también pueden
referirse al tema central del texto de modo indirecto e irónico o simplemente indicar lo contrario de lo que tratará el
texto.

INTRODUCCIÓN O INICIO: Generalmente en los párrafos iniciales del ensayo se introducen el tema central o las ideas
principales que se discutirán a lo largo de todo texto.

Es una de las partes en las que se dan las explicaciones, se profundiza la información, se expone la idea, y puede
contener Fotos, Gráficas para complementar la información escrita. En una redacción es la parte que más rápidamente
se redacta por la cantidad de información que maneja.

Se compone de una INTRODUCCIÓN-DESARROLLO-FINAL

CUERPO O DESARROLLO: En estos párrafos internos del texto se suele explicar, discutir, y argumentar el tema central o
las ideas principales.

CIERRE O CONCLUSIÓN: Esta se presenta en el último o en los 2 últimos párrafos. En general en los últimos párrafos se
hace una recapitulación o resumen de las ideas principales expuestas en el texto.

Característica del texto:


La característica esencial del texto no es su extensión sino la textualidad, ella hace que el texto lo sea. La textualidad se
da gracias a dos elementos: La coherencia y la cohesión.

o Debe ser Adecuado.


o Debe ser Coherente.
o Debe ser Cohesionado.

Un texto debe ser La adecuación del mensaje es un aspecto fundamental del texto. El lenguaje del texto depende del
receptor al que se dirija.

Un texto debe ser coherente. Todo texto tiene que girar en torno a una idea central, a partir de la cual se organicen o
extraigan más ideas relacionadas. Es lo que se conoce como coherencia.

Un texto debe estar cohesionado. Para que puedan entenderse todas y cada una de las ideas que se exponen en un
texto, este debe tener cohesión; es decir, la información debe estar perfectamente unida entre sí, los párrafos
introducidos por elementos lingüísticos que faciliten la comprensión del mensaje, etc. Para ello se emplean los
mecanismos de cohesión, que distribuyen la información a lo largo del texto.

Por medio de la coherencia el (la) lector(a) puede reconocer cuál es el tema de un texto y cómo se estructura.

Según los lingüistas Beaugrande y Dressler, todo texto bien elaborado ha de presentar siete características:
1- Ha de ser coherente, es decir, centrarse en un solo tema de forma que las diversas ideas vertidas en él han de
contribuir a la creación de una idea global.
2- Ha de tener cohesión, lo que quieres decir que las diversas secuencias que lo construyen han de estar
relacionadas entre sí.
3- Ha de contar con educación al destinatario, de forma que utilice un lenguaje comprensible para su lector ideal,
pero no necesariamente para todos los lectores, y
de forma que, además ofrezca toda la información
necesaria (y mínimo de información
innecesaria)para su lector ideal o destinatario.
4- Ha de contar con una intención comunicativa, es
decir, debe querer decir algo a alguien y por tanto
hacer uso de las estrategias pertinentes para
alcanzar eficacia y eficiencia comunicativa.
5- Ha de estar enmarcado en una situación
comunicativa, es decir, deber ser enunciado desde
un aquí y ahora concreto, lo que permite
configurar un horizonte de expectativas y un
contexto para su compresión.
6- Ha de entrar en relación con otros textos o
géneros para alcanzar sentido y poder ser interpretado conforme a una serie de competencias, presupuestos,
marcos de referencia, tipos y géneros, pues ningún texto existe aisladamente de la red de referencias que le
sirve para dotarse de significado.
7- Ha de poseer información en grado suficiente para resultar novedoso e interesante pero no exigir tanta que
colapse su sentido evitando que el destinatario sea capaz de interpretarlo (por ejemplo por una demanda
excesiva de conocimientos previos.)

Las condiciones textualidad, las principales son: Cohesión, coherencia, Significado, progresividad, clausura o cierre, y
adecuación.

Así pues, un texto ha de ser coherente, cohesionado, comprensible para su lector ideal, intencionado, enmarcado en un
situación comunicativa e inmerso en otros textos o géneros para alcanzar sentido; igualmente suficiente para resultar
novedoso e interesante.

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