DESARROLLO SOSTENIBLE: ALGO PARA TOMARSE EN SERIO

“El desarrollo sostenible trata de satisfacer las necesidades de las generaciones

presentes sin comprometer por ello, las posibilidades de las generaciones futuras
para atender sus propias necesidades”, definición fue establecida por la Naciones
Unidas en 1992 en Río de Janeiro.

De esa fecha hasta entonces esta concepción se ha venido deteriorando en

muchas partes del mundo, porque a pesar que se escucha mucho esta palabra en
empresas, libros, comerciales, entre otros; poco se aplica en la sociedad de
consumo en la que el ser humano vive.

El crecimiento en las poblaciones urbanas, la industria mal organizada, la

deserción del campesino a la ciudad; afectando esta última en gran parte al
campo, pues al dejar abandonada las tierras estas se vuelven infértiles y como en
la cadena alimenticia, la carencia de productos naturales afecta a los
consumidores de las ciudades. La actividad humana ha sido siempre la causa de
generación de residuos y contaminación, imposibilitando la rehabilitación del
planeta.

El desarrollo sostenible brinda la posibilidad de poder organizar y cuidar a lo largo

del tiempo los elementos del entorno. Pero esto queda en el limbo cuando los
entes gubernamentales se preocupan más por extraer lo poco que queda en
cuanto a recursos naturales no renovables y renovables para llenarse los bolsillos,
sin preocuparse por lo que esto implica para las generaciones futuras.

Lo dicho anteriormente se resume en falta de concientización y de responsabilidad

social, usando como medio la educación, pero no solo la de las escuelas si no la
educación a lo largo de la vida en cada acto, cada actividad, cada conducta o
estilo de vida en donde surjan alternativas para curar el planeta y garantizar más
años de supervivencia.

Una alternativa a proponer es por ejemplo, el MANEJO DE RESIDUOS SÓLIDOS

PRODUCIDOS POR DESECHOS ORGÁNICOS en las casas de las poblaciones
las basuras sin clasificar y desechos orgánicos son muchas veces arrojados al
campo abierto, produciendo malos olores,  moscas y aspectos desagradables, lo
cual perjudica el medio ambiente,y a la misma comunidad de estos lugares
disminuyendo su calidad de vida. A su vez los suelos de estos sitios se comienzan
a notar desgastados y estériles por el abuso de la agricultura .Algunos de los
productos como lo son la cebolla y la papa en el caso del campo no son muy
buenos en ciertos casos debido en parte a la cantidad abusiva de agroquímicos
que usan, por lo cual evidencia que el suelo necesita con urgencia soluciones
rápidas y efectivas para el mejoramiento de su composición tanto físico como
químico. Entonces se llega a la necesidad de utilizar un recurso económico y
amigable con el ambiente como el humus producto de la lombrinaza.

Así mismo se hace necesario concientizar a la comunidad sobre la importancia de

saber qué hacer con los desperdicios agrícolas que generan como lo son cascaras
de papa y hoja de cebolla o de cualquier otro producto vegetal de cocina. Al no
tener el ejemplo en casa ni los recursos y conocimientos suficientes se ve la
necesidad de trabajar de la mano con la comunidad para tratar la lombricultura y
enseñar los métodos de aprovechamiento de los desechos orgánicos, pues la
comunidad no conoce claramente cómo se podían utilizar los desechos del hogar,
el ganado y la agricultura para la elaboración de humus con el fin de mejorar la
calidad del suelo, la agricultura y su vida, generando un ahorro del capital
económico, los recursos y las labores realizadas al trabajar el campo.

Como esta propuesta existen muchas otras que se pueden aplicar no solo en el
campo sino también en las grandes ciudades, en donde solo la voluntad política
de los sistemas de gobierno más eficientes y justos pueden empezar a evitar
consecuencias irreversibles para las futuras generaciones.