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Trastornos psicosomáticos

Hablar de psicosomáticos en el niño debemos de ampliar excesivamente el termino psicosomáticos y


englobar en el los trastornos más diversos desde el momento en que, el seno de una enfermedad, surge un
factor psicológico, causal o reactivo.
Debemos excluir:
 Reacciones psicológicas secundarias a enfermedades somáticas, por ejemplo, secuelas de la
hemofilia, de una cardiopatía o de una malformación congénita.
 Agravar de enfermedades somáticas por problemas psicológicos; por ejemplo, comas diabéticos
repetidos en el adolescente que rehúsa aceptar su insulinodependencia.
 Manifestaciones somáticas asociadas a un mecanismo mental de conversión, aceptando la dificultad
de diferenciar una cefalea por conversión histérica de una cefalea síntoma psicopático.
 Múltiples alegaciones somáticas de los niños que se expresan mediante una queja somática con tanta
mayor facilidad cuando más predispuesto a escucharles este el entorno. La fatiga y los dolores de
diversa índole.
La segunda cuestión que debemos plantearnos es si la sintomatología somática del niño tiene algún rasgo
específico, en comparación con la del adulto.
Muchas manifestaciones psicosomáticas tienden a surgir en edades específicas y muestran hasta qué punto
los trastornos deben relacionarse estrechamente con la maduración del funcionamiento de los distintos
órganos y con las características del desarrollo psicológico.
Calendario:
 Cólico idiopático entre 3 y 6 meses.
 Vómitos en el primer semestre.
 Anorexia en el segundo semestre
 Accema infantil entre los 8 y los 24 meses.
 Dolores abdominales hacia los 3-4 años.
 Asma del niño de 5 años.
 Cafelea del niño de 6-7 años.
Spitz ordena los trastornos psicosomáticos de acuerdo con dos grandes tipos de actitud maternal: los
trastornos psicotoxicos, fruto de unas relaciones madre- hijo inadecuadas y los trastornos por déficit, debidos
a unas relaciones madre- hijo cuantitativamente insuficientes.
Es importante valorar no solo los efectos de la actitud materna sobre el niño, sino también las modificaciones
de esta actitud frente a los síntomas del niño. La madre es especialmente sensible a las manifestaciones
psicomáticas de su hijo, que a su vez provocan en ella nuevas actitudes.
Clasificación etiológica de las enfermedades psicógenas de la infancia correspondientes a las actitudes
maternas:
En la práctica clínica, si un niño presenta una sintomatología fuertemente evocadora de un problema
psicomático, la investigación debe efectuarse a dos niveles.
 Intentar descubrir el vínculo psicosomático, no solo estudiando la correlación entre el síntoma y el
hecho externo (vomitar cuando se marcha la madre, cefalea ante la tarea escolar), sino también
recordando las principales etapas del desarrollo, ya citadas.
 Descubrir el significado del sistema psicosomático dentro de la espiral de interacción madre- hijo, y el
papel económico que en ello ocupa.

a) Tema enfermedades de la esfera digestiva


1. Cólicos en el lactante:
El cólico idiopático del bebe se caracteriza por la aparición repentina, después de un intervalo
libre de -10 días, de gritos y chillidos que acontecen después de la comida o en el momento en
que el niño se adormece.
La exploración somática resulta normal, aparente de frecuentes ruidos intestinales y mucha
emisión de gases. Los gritos desaparecen cuando la madre le da el biberón nuevamente, pero
reaparecen inmediatamente después.
Las madres son especialmente ansiosas, rasgo confirmado.
Spitz cree que el factor desencadenante lo constituye la coincidencia entre dicha “solicitud
primaria excesiva y ansiosa” de la madre y la hipertonía del niño. Este bebe manifiesta más
fácilmente que otros la desazón, y la respuesta angustiada de la madre (biberón suplementario)
acrecienta aún más el malestar.

2. Vómitos
 Vómitos del recién nacido y del bebé
Regurgitación banal y fisiológica: lo contrario al vomito.
Bocanada de alimento
Autentico vómito: afecta la leche ya digerida (olor acre)

Bebes anoréxicos:
(Anorexia del segundo trimestre)
Interacción alimenticia entre madre e hijo es precozmente conflictiva.
Conductas alimenticias específicas: rechazo de cualquier bocado (vomito seguido)
Gusto electivo, actitud bulimia.
Comportamiento perverso del bebé

Vómitos del niño mayor:


Se extinguen a partir del segundo año.
Puede permanecer si: existen sentimientos de ansiedad o de angustia
Vómitos matinales antes de ir a la escuela.
Vómitos precoces (liberar la tensión)
Se puede generar una fobia social.

3. Mericismo (rumiación)
Se da durante el segundo trimestre (6 y 10 meses). Se caracteriza por la regurgitación
provocada, ya sea por esfuerzos manifiestos o por una exagerada facilidad para retomar el
alimento de la boca.
El vómito provocado tiene como fin la rumiación: el niño guarda parcial o totalmente los
alimentos en la boca y los mastica antes de volverlos a deglutir.
Rechaza la mayor parte de la comida y solo conserva una cucharada presenta desnutrición,
deshidratación. Sucede cuando se encuentra solo.
Mientras rumia se encuentra inmóvil, átono, con la mirada vacía y al margen del mundo
externo. En ocasiones, alternando con el Mericismo, hay balanceo de cabeza, succión de los
dedos o tricotilomanía. Estas conductas cesan cuando el niño observa la presencia del adulto.
La actividad es secundaria a un síndrome de carencia materna. Las madres son distantes,
frías, poco cariñosas. Crían a su bebe en un marco ritualizado y obsesivo.
El bebé intenta dominar la carencia materna mediante una satisfacción auto erótica, con la que
manifiesta su rechazo a toda dependencia.

4. Rectocolitis ulcerohemorrágica
Es de los 7-8 años o a principios de la pubertad (11-13 años)
Los episodios de diarrea sangrante sobrevienen a veces después de una separación real o
imaginaria de la madre.
En el plano psicopatológico, estos niños se definen como apagados, sumisos y obedientes.
La madre presenta rasgos depresivos, muestra autoritaria, agresiva, dominante y
sobreprotectora.
La relación madre- hijo pasa de una tonalidad agresiva y de rechazo en el periodo normal, a
una tonalidad agresiva y de rechazo en el periodo normal, a una relación manipuladora, con
agobiantes cuidados, lo que otorga al niño el beneficio de una postura regresiva.

b) Asma infantil
Clínico: mecanismos de contracción de la musculatura broncoliar sin que por ello se considere que sean estas
las únicas causas que desencadenan la crisis. La descarga de histamina responsable de la bronco
construcción y de ahí bradipnea, con el tiraje inspiratorio típico de la crisis de asma.
Psicológico: crisis asmática aparecen a menudo después de un trauma afectivo y posteriormente el niño
presenta sus crisis ante determinadas condiciones: en presencia o ausencia de una misma persona, en igual
lugar o circunstancia, sin que nada de esto tenga que ver directamente con el alergeno.
Personalidad del niño asmático e interacciones familiares:
 Niño bueno, tranquilo, en exceso dependiente, sumiso y fácilmente ansioso.
 Agresivo, exigentes o provocadores.
 La madre a menudo adopta una actitud de excesivo rechazo, o al menos se muestra fría,
conformista e hipernormal.
 La madre cuida del niño y de su propia culpabilidad, el niño se somete a ala madre suscitando su
angustia. La ambivalencia afectiva, tanto de la madre (rechazo/ culpabilidad) como del niño
(sumisión/ independencia).

c) Asma lactante
Clínico:
>Aparece en el 2do. Trimestre. >Desaparece a los 2-3 años.
>Manifestación por ausencia de angustia, *disnea no angustiante.

Psicológico: Excesiva familiaridad causada por:


>Cambio de sustituto materno.
>Ambiente sobreprotector

Psicopatológico:
>Expresa el fracaso de la elaboración mental del mecanismo de la angustia ante el extraño  autoerotismo
> Este mecanismo es interferido por: una triangulación rápida entre las personas equivalente o por lo masivo
de la catexis materna.

5. Espasmos del llanto


Perdida breve del conocimiento debida *anoxia cerebral, 6 y 18 meses, surgiendo estas condiciones:
Forma azul: perdida del conocimiento, produciendo un contexto de llanto, con ocasión de alguna reprimenda,
frustración o dolor; respiración acelerada, aparición de la cianosis hasta llegar a la perdida del conocimiento.
Forma pálida: aparición de un desmayo por un acontecimiento desagrable: dolor súbito, miedo, emoción
intensa. El niño emite un breve grito, palidece y cae.
Plano somático:
 Evolución benigna, no hay signos neurológicos asociados ni secuelas.
 Hacia los 3 años las crisis acostumbran a desaparecer.

Plano neuropsicológico:
 Encefalograma: ausencia de anomalías de tipo epiléptico.

Enfoque Psicológico y Psicopatológico

E. Psicológico:
 Forma azul: enérgicos, activos, a veces negativos y coléricos.
 Forma pálida: miedosos-tímidos.
E. Psicopatológico:
 suma importancia relación madre-hijo
 Angustia presente en el actuar de la madre para evitar el espasmo.  el niño obtendrá beneficios
alimentando la megalomanía.
 La importancia de la respiración

Eccema del lactante


 2do. Trimestre
 Empieza en mejillas y cuello.
 Termina en el 2do. Año.
 Formas de vida institucional.
 Hostilidad disfrazada de ansiedad manifestada por la madre  origen de la respuesta cutánea
patológica del bebé.
 Curación: menos dependiente del contacto materno.

Alopecias
 Origen: choque afectivo, esto representa una perdida real o simbólica.
 Se suele hallar en el abandono.

d) Afecciones diversas
• Migrañas: aparición brisca de palidez acompañada de cefalea intensa y pulsátil, aunque
normalmente no se da ningún fenómeno visual. El niño tiene náuseas y después vomita, lo que
calma el acceso. Es en edad escolar, relacionadas con una catexis excesiva de la escolaridad.
• Cefaleas: relacionadas con la escolaridad, no es fácil distinguir las cefaleas de las migrañas, su
desaparición son menos repentinas, beneficio secundario (quedarse en la casa, evitar los deberes,
la lección temida o la clase de natación)
• Resultado directo de la tensión sostenida entre un miedo angustia y un deseo de autonomía o de
afirmaciones del Yo. Conversión histérica, se halla inmenso en un conflicto del que no puede
escapar.
• Retraso en el crecimiento de origen psicosocial: “el enanismo psicosocial” se caracteriza por la
existencia de un importante retraso de crecimiento (superior a 3 desviaciones estándar) asociado
a un enlentecimiento de la velocidad de crecimiento, en un niño mayo de 3 años.

e) Psicosomática del niño mayor: la relación de cuidado.


A diferencia del adulto, en el que la relación psicosomática se interpone en el dialogo interna del
paciente con sus propias imágenes interiorizadas, en el niño el síntoma psicosomático ocupa el campo
concreto de las interacciones de este niño con su entorno y más concretamente con sus padres.
El conflicto se distiende, el niño halla en la regresión y los cuidados maternales la necesaria
gratificación y la madre desplaza entonces hacia el médico, el paciente, el pediatra o el
otorrinolaringólogo la dependencia agresiva reservada a su hijo.

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