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A LA SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL

TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE ANDALUCIA.

Don/Doña. ______________________________, mayor de edad,


con DNI núm. ____________, funcionario actuando en su propio nombre,
para este acto, en aplicación de artículo 23.1 y 3 de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa, y con domicilio a afecto de notificaciones en
____________________________________________________, ante el
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA comparece y como mejor proceda
en derecho DIGO:

Que en virtud del presente escrito interpongo recurso contencioso-


administrativo, por el procedimiento especial para la protección de los
derechos fundamentales de la persona, Art. 53.2 CE y 161.1b) de la
Constitución Española por el procedimiento previsto en los Art. 114 y
ss. de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa.

Recurso que esta en intima conexión con el objeto del recurso


718/2010, Sección Primera Procedimiento Derechos Fundamentales,
actualmente pendiente de casación en el Tribunal Supremo, lo
complementa, por lo que caso de su no admisión procede su acumulación
al que está ya en curso, para no dilatar y retrasar su tramitación sobre el
fondo y objeto del mismo, garantizando el principio “pro actione” en su
vertiente de acceso al proceso y la protección y tutela de los derechos
fundamentales para los que se solicita amparo, frente a la indefensión que
padecen los empleados públicos hasta la fecha, dado el instrumento judicial
utilizado, ante el que se nos niega legitimación directa en vía judicial.

Sirva de base a la presente impugnación la lesión primero por el


Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía y después por su
convalidación parlamentaria, mayoría parlamentaria del PSOE, de mis
derechos fundamentales como ciudadano-empleado público y de la de
todos los miembros integrantes de la Asociación, Defiendo Mi Derecho y
la Gestión Pública solicitando amparo judicial para el restablecimiento del
orden jurídico constitucional violado, arts. 10 en relación con el 14 y 23.2,

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entre otros de nuestra Constitución, con indefensión solicitando su
restablecimiento y la recuperación de la paz social.

Los derechos fundamentales de los ciudadanos y de los ciudadanos-


empleados públicos, constituyen una pieza clave de la convivencia
pacífica de todos los ciudadanos y un limite indisponible para cualquier
actuación de de los poderes públicos, siendo irrelevante a efectos jurídicos
el instrumento utilizado para ello, en este caso un nuevo Decreto Ley
6/2010, que complementa según dice el 5/2010, persistiendo en la
vulneración y transgresión de los derechos fundamentales, objeto del
presente recurso y del anteriormente interpuesto en vía judicial, recurso
718/2010, Sección Primera, Negociado EM, del TSJA, actualmente
pendiente de casación en el Tribunal Supremo.

Instrumento legal, que en ningún caso puede limitar el amparo


judicial, que se solicita limitando el acceso a la justicia, artículo 24 de la
CE, basándose en argumentos de técnica jurídica que dejan en la más
absoluta indefensión jurídica a los ciudadanos y ciudadanos-empleados
públicos, afectados de forma irreversible por la transgresión ilegítima por
uno de los poderes del Estado de sus derechos fundamentales; en el
supuesto que nos ocupa, ni el Defensor del Pueblo, ni el Ministerio Fiscal
ni el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, han actuado en defensa
del interes general y de todos los ciudadanos, evitando con ello entrar en el
fondo de la cuestión, sin que hasta la fecha se hay obtenido tutela judicial
alguna.

Que fundan este recurso en los siguientes

HECHOS.

Que nuevamente y por una norma a la que se le confiere rango de


Decreto Ley, de vigencia inmediata, y efectos directos sin acto alguno de
ejecución, publicada en el BOJA numero 232 de 26 de noviembre de 2.010,
se complementa una disposición dictada al margen del ordenamiento
constitucional, y se persiste en su aplicación con los efectos directos e
inmediatos que siguen:

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• Mas de 26.600 personas se incorporan al empleo público, lesionando,
de forma directa e irreversible, el artículo 23.2 de la CE, que exige
respetar el derecho de todos los ciudadanos en régimen de igualdad,
para obtenerlo: bloque de constitucionalidad, procesos selectivos y
públicos de concurrencia competitiva basados en los principios de
igualdad mérito y capacidad.

• Se lesiona de forma irreversible el artículo 14 de la Constitución


española. Discriminación en ocupación y empleo de los ciudadanos
empleados públicos; se confieren por una norma con rango de ley de
aplicación directa e inmediata, competencias y potestades públicas a
personal contratado en régimen de derecho laboral privado,
perjudicando de forma grave e irreversible, a los que legítimamente y
después de superado el correspondiente procedimiento exigido para ello,
le corresponde por ley la satisfacción y ejercicio de las competencias,
potestades y funciones públicas, en beneficio de los ciudadanos y del
interés general, de conformidad con lo establecido en el artículo 103, de
la misma y de acuerdo con el principio de legalidad y de interdicción de
la arbitrariedad de los poderes públicos, art. 9.3. CE.

• Se lesiona el artículo 24 de la CE, puesto que el poder ejecutivo


utiliza un instrumento legal, para que el empleado público no tenga
acceso a la tutela judicial efectiva; dejándolo por cuestiones formales,
constan en todos los alegatos de la Administración Pública, Ministerio
Fiscal, y de los Tribunales, en la más absoluta indefensión jurídica
frente a la protección directa de sus derechos fundamentales; cuando el
objetivo a preservar esta por encima de todo lo demás, GARANTIZAR
LA INVIOLABILIDAD DEL ORDENAMIENTO JURIDICO
CONSTITUCIONAL Y PROTEGER LOS DERECHOS DE LOS
CIUADANOS Y EMPLEADOS PUBLICOS.

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• Se está afectando uno de los tres poderes del Estado, el ejecutivo
(Administración Pública), atribuyéndose potestades administrativas y
competencias públicas para fines de interés general y público
directamente a las Agencias creadas y a los entes instrumentales que en
estas se integran.,por los Decretos Leyes 5 y 6/2.010, y al personal
contratado en régimen de derecho laboral privado, cuya relación con la
administración carece de fijeza alguna, ya que son contratos de
carácter indefinido, nada mas, generando un grave perjuicio a la
Administración Pública y a los empleados públicos al Servicio de la
misma, personal laboral fijo y funcionario, todo ello en una situación de
grave déficit publico.

Se lesiona de forma irreversible y para ello nuestro ordenamiento


constitucional.

• Se conculca el limite material para el dictado de todos los decretos


leyes, se afecta a uno de los poderes del Estado, la Administración
pública encargada velar por el interés general y de ejecutar las
competencias públicas; en Andalucía, por Decreto Ley se altera la
normativa básica que regula esta materia EBEP y con ello se prescinde
de la naturaleza previa del tipo de personal que puede ejercer
legítimamente las competencias y potestades publicas, entregándoselas
por un criterio político al personal que no tiene carácter de fijo en la
misma, con discriminación en empleo y ocupación del personal fijo
de la misma, personal laboral y funcionario público de plantilla
presupuestaria; con ello se perjudica gravemente y de forma
irreversible a estos, puesto que las estructuras administrativas de la
Administración publica afectadas, sé veran reducidas por vaciamiento
de funciones y competencias publicas, al tener que acoplarse las
Consejerías a las nuevas Agencias creadas por los Decretos Leyes 5 y
6/2010, actualmente en vigor.

• Se rompe de forma irreversible la seguridad jurídica de todos, el


interés general de los ciudadanos y el sometimiento al principio de
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legalidad, el derecho administrativo, no queda garantizado; el perjuicio
es irreversible, puesto que se han marginado, con estas actuaciones
principios fundamentales de nuestra Constitución y Estatuto de
Autonomía como los de igualdad, mérito, capacidad, publicidad, buena
administración, eficacia, eficiencia, economía, imparcialidad,
objetividad, transparencia, jerarquía y muchos otros mas......

• Se lesiona el derecho de participación política y ciudadana de


todos los interlocutores legítimos, puesto que se dicta, ejecuta y
aplica sin tener en cuenta:

• a los empleados públicos afectados (asociaciones y


plataformas …..que han expresado su rechazo 13N
manifestación de 50.000 Personas, noticias del mundo,
manifestaciones del 27 N, provinciales mas de 30.000
personas….); derecho de audiencia en todos los
procedimientos que afecten a sus derechos e intereses
legítimos sin indefensión; en el supuesto que nos ocupe
derechos fundamentales.

• de los partidos políticos de la oposición, art. 23.1. todos exigen


la derogación de la norma de ordenación del Sector publico.

• De los sindicatos con representación en la Mesa Sectorial;

exigen la derogación de la norma…..Csif, SAFJA,


USTEA…..

• El Decreto Ley 5/2010, reordenación del sector público andaluz


ha sido ya impugnado ante el Tribunal constitucional: recurso de
inconstitucionalidad número 7686-2010 (BOE martes 7-12-2010,
5
numero 297, pagina 101596), admitido a trámite, pero la norma sigue en
vigor y aplicándose.

• Las consecuencias y efectos generados, por el Decreto Ley 5/2010


ha sido objeto del procedimiento de derechos fundamentales:
recurso 718/2010, Sección Primera, Negociado EM, del TSJA,
actualmente pendiente de casación en el Tribunal Supremo.

Que por lo todo lo expuesto y de acuerdo con lo dispuesto en los


artículos 53.2 y 161.1b) CE, y Disposición Transitoria Segunda punto 2
de la LOTC, el procedimiento previo para la interposición del recurso de
amparo constitucional es el previsto en el artículo 115 de la ley de la
jurisdicción contencioso Administrativa, y dentro del plazo de 10 días
establecido en el Art. 115 de la LJCA desde la publicación de la norma
(BOJA núm. 147 de 28 de julio), procedo en mi nombre y a través del
Abogado y Procurador y en el de la Asociación Defiendo mi derecho y
la gestión pública, a interponer recurso PARA LA PROTECCIÓN Y
TUTELA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DE LA
PERSONA, que tienen su base en los siguientes:

FUNDAMENTOS PROCESALES DE ADMISIBILIDAD.

I. Legitimación para recurrir.

Que el presente escrito de interposición del recurso tiene su


fundamento en los artículos 53.2 y 161.1b) de la CE, siendo de aplicación
para la protección de los mismos el procedimiento previsto en los artículos
114 SS. de la Ley de la Jurisdicción contencioso Administrativa,
Procedimiento de amparo judicial de la Libertades y Derechos, y artículos,
Disposición Transitoria Segunda punto 2 de la LOTC.

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Que conforme el artículo 162 de la Constitución Española están
legitimados para interponer el recurso de Protección de los Derechos
Fundamentales, toda persona natural o jurídica que invoque un interés
legítimo, y consecuentemente quien esta legitimado para interponer el
Recurso de Amparo, también lo esta para utilizar el procedimiento para la
protección de Derechos fundamentales.

Que ostentamos un interés directo y legítimo para defender en sede


judicial nuestros derechos fundamentales e intereses legítimos,
profesionales y económicos, siempre que estos se vean gravemente
lesionados y de forma directa por cualquier instrumento jurídico, recurso
que interpongo al amparo del art. 19.1 a) y b) de la Ley de la Jurisdicción
contencioso administrativa ostentando una doble legitimación activa:

1.1. En mi condición de funcionario y empleada pública.

1.2. En representación de la Asociación defiendo mi derecho y la


gestión pública, que integra dentro de sus fines estatutarios, la
defensa de los derechos fundamentales de los empleados
públicos, art. 6.2 de la misma (Se acompaña como documento
1, copia de los Estatutos de la Asociación, Acta fundacional y
solicitud de inscripción registral en el Registro de
Asociaciones de la Junta de Andalucía).

En cuya virtud y ante la grave indefensión que sufrimos por el


dictado de una segunda norma de carácter político, Decreto Ley 6/2010,
complementaria, de la primera (Decreto Ley 5/2010) y que reordena al
margen del ordenamiento jurídico constitucional vigente, la
Administración de la Junta de Andalucía, solicitamos a este Tribunal
Superior de Justicia de Andalucía, amparo y tutela para el restablecimiento
de nuestros derechos fundamentales y del colectivo de “servidores
públicos” de la Junta de Andalucía, cuyos derechos e intereses legítimos,
y derechos fundamentales, se han visto directamente afectados por la
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integración en la Junta de Andalucía, primero por Decreto-Ley 5/2010 y
después por el Decreto Ley 6/2010 –lo complementa-, de un colectivo de
mas de 26.6000 personas, procedentes de los entres instrumentales de la
misma, ahora incorporados a las Agencias, a las que se les están atribuye
por ley el ejercicio de competencias, funciones y potestades públicas
que sólo corresponden a las personas legalmente habilitadas para su
ejerci

cio, empleados públicos, personal laboral fijo y funcionarios


públicos, cuya estabilidad en la Administración esta garantizada, cosa
que no ocurre con aquellos.

Se solicita en este mismo acto la intervención del Ministerio


Fiscal, para proteger y amparar el interés general, el de todos los
ciudadanos y el mantenimiento del ordenamiento jurídico
constitucional, garantizando el derecho de acceso de todos los
ciudadanos a los mas de 26.6000 puestos de la Administración
instrumental, en las ahora Agencias publicas, caso de que sean
necesarios.

Recurso que tiene su fundamento en la grave quiebra del


ordenamiento jurídico que se esta produciendo, frente al que se solicita
amparo judicial para restablecer y garantizar, respecto al colectivo de
ciudadanos y empleados público, el derecho a igualdad de trato y no
discriminación por ser ciudadano y empleado público, de acceso al
empleo público, de acuerdo con los principios de mérito y capacidad
(procesos selectivos públicos de concurrencia competitiva), de
participación política en el procedimiento de elaboración de las
disposiciones administrativas que les afecten, de negociación colectiva a
través de sus organizaciones representativas de sus derechos corporativos,
colectivos, económicos y profesionales; derecho a su desarrollo profesional
dentro de la organización a la que pertenece, al efectivo desempeño de
funciones públicas de acuerdo con el nivel alcanzado en su carrera
profesional, al acceso al empleo público en condiciones de igualdad, a las
mismas retribuciones que los laborales de los entes instrumentales que
desempeñan idénticas funciones, en régimen de derecho laboral, sin tener
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ninguna relación pública de servicio con la Junta de Andalucía, ni haber
accedido a dichas plazas por proceso público de concurrencia competitiva,
basado en los principios de igualdad, mérito y capacidad.……..

De lo que se concluye que estamos habilitados para acudir


directamente a la vía judicial solicitando el restablecimiento inmediato de
los derechos fundamentales y del interés publico de todos los ciudadanos,
ya que estamos al día de hoy en la más absoluta indefensión jurídica.

II. Procedencia del recurso, especial y sumario derechos


fundamentales.

El presente escrito de interposición del recurso tiene su fundamento


en la existencia de una protección reforzada contemplada en nuestra
Constitución, esgrimible ante los Tribunales, poder judicial, mediante un
procedimiento especial y sumario que no puede ser otro que el previsto en
la LJCA, es el único que existe, su competencia corresponde al Tribunal
Superior de Justicia de Andalucía, ámbito territorial de la norma y órgano
que la emite, de acuerdo con la regulación contenida en la Ley Orgánica
del Tribunal Constitucional, Disposición transitoria Segunda, punto 2.

Procedimiento especial y sumario que tiene como origen y causa la


lesión de los derechos fundamentales para los que se solicita amparo,
siendo estos el objeto y fin último de la protección judicial que se solicita,
su inmediato restablecimiento y el del órgano jurídico constitucional
violado.

III. Interposición en tiempo y forma.

El plazo para interponer este Recurso se establece en el Art. 115.1 de


la Ley de la LJCA, único procedimiento existente en la normativa aplicable
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y será de diez días desde que se publica el acto que lesiona los derechos
fundamentales para los que solicita amparo judicial..

Norma publicada en el BOJA núm. 232 de 26 de noviembre de


2.010, pagina núm. 6.

TERCERO. Derechos susceptibles de protección y amparo judicial.

Los derechos cuya protección se instan son derechos susceptibles de


amparo constitucional, cumpliendo la exigencia del artículo 53.2 y 161.1
b) al tratarse de derechos reconocidos y que integran el contenido de los
artículos 10, 14,15, 18, 23.2 y 28 en relación con el 37 de la
Constitución Española (CE en lo sucesivo), con indefensión.

No obstante la correlación existente entre el apartado 1 del artículo


10 y su apartado 2 otorga una clausula de “favor libertatis” que autoriza a
los tribunales a sumar otros derechos no recogidos expresamente por la
Constitución Española y concederles la protección del artículo 53.2.;
concretamente los arts., art. 9.apartado 1 y 2, art. 86.1 art. 103, 105a) y b)
134, así como la normativa de legalidad ordinaria contenida en la Ley
30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones
Públicas y del procedimiento Administrativo Común (en adelante LRJ-
PAC), en la Ley 7/2007, de 12 de Abril, del Estatuto Básico del Empleado
Público (en adelante EBEP), de la Ley 5/2009, de 28 de diciembre, del
Presupuesto de la Comunidad Autónoma de Andalucía para el año 2010 (en
adelante LPA), Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de marzo, por el que e
aprueba el Texto Refundo de la Ley General de Hacienda Pública de la
Junta de Andalucía

También se incumple nuestro Estatuto de Autonomía, concretamente


los preceptos que siguen, art. 12, art. 13 segundo párrafo, art. 14, art. 26. b)
y apartado 2, Art. 30.1b) y 2, art. 31, Capitulo IV del Título I (Garantías) y,
art. 47.2

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CUARTO. Argumentos sustanciales que fundamentan el recurso.

Para determinar la titularidad activa de los derechos fundamentales,


el Tribunal Constitucional en la Sentencia de la Sala 1ª, de 5 de julio de
1990, F. 4º, emplea el vocablo Ciudadano; en este sentido la sentencia
refiere al trabajador como ciudadano, pero nada impide que pueda
extenderse su aplicación al concepto funcionario público-ciudadano;

….Este Tribunal ha tenido ya ocasión de declarar que, en lo que


concierne a los derechos fundamentales que la Constitución
reconoce a los trabajadores como ciudadanos, ni las
organizaciones empresariales son “mundos separados y estancos
del resto de la sociedad”, ni la libertad de empresa legitima que los
trabajadores hayan de soportar “despojos transitorios o
limitaciones injustificadas de sus derechos fundamentales y
libertades públicas que tienen un valor central y nuclear en el
sistema jurídico constitucional (STC 88/85) (RTC 1985,88). Ello
significa, claro es, que la invocación de los derecho fundamentales
y libertades públicas pueda servir para justificar la imposición de
modificaciones de la relación contractual (STC 19/1985) (RTC
1985, 19) la ruptura del marco normativo y contractual de la
misma (STC 6/1988) (RTC 1988,6) o el incumplimiento de los
deberes laborales que incumben al trabajador (SRC 129/1989)
(RTC 1989, 129)….

A mayor abundamiento la Constitución somete las actuaciones de


los poderes públicos a la Constitución y al resto del ordenamiento
jurídico; También garantiza el principio de legalidad, la jerarquía
normativa, la publicidad de las normas, la irretroactividad de las
disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos
individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de la
arbitrariedad de los poderes públicos.

Todas las actuaciones de los poderes públicos, deben observar sin


excepción alguna los derechos fundamentales de la Constitución y el
bloque de constitucionalidad, que le sirve de soporte, sus consecuencias
es que origina:

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1. La infracción del valor constitucional de dignidad del artículo 10.1
CE, que se materializa en los derechos fundamentales recogidos en
el Titulo Primero, Capítulo II, Sección 1 ª, arts. 14 a 29 de la CE y
concretamente en los que analizaremos a continuación: arts., 10 en
relación con el 14, 15, 18,23.2, 24 y 27, en relación con el 37 CE.

2. La violación de la sujeción a la CE de la actuación de los poderes


públicos y de la normativa de legalidad ordinaria, que a continuación
expondremos y jurisprudencia citada en el punto sexto.

Que, los derechos fundamentales cuya tutela se solicita, a nivel


individual, y como Asociación y por extensión la protección y tutela de
todos los “empleados públicos” en su condición de ciudadanos, son los que
sigue:

• Art. 10. CE, en relación con los arts. 14, 15, 18 y 23.2. CE Derecho
a la dignidad del empleado público, a los derechos inviolables
que le son inherentes y el respeto a la ley. (Arts. 9.1. y 3; principio
de legalidad y seguridad jurídica, art. 103 y art. 105 a) y b) de la CE)
participación pública en los asuntos que les afecten)

• Art. 14 de la CE. Discriminación en ocupación y empleo,


derecho a la igualdad de acceso al empleo público de la Junta de
Andalucía, entendido como garantía de no discriminación de los
ciudadanos ni del personal a su servicio, empleados públicos ni para
su acceso ni para el ejercicio y desempeño efectivo y legítimo
desempeño de potestades y funciones públicas, una vez obtenido el
acceso al empleo público, como funcionarios y laborales fijos de
plantilla (no indefinidos) de conformidad con la Constitución y la
ley.

Y por que como ya ha precisado nuestro Tribunal Supremo « es


evidente que la contratación de personal laboral para la
Administración Pública no debe verse sujeta, por imperativo del art.
14 CE, a las mismas reglas que la contratación entre particulares,
pues tal carácter de Administración Pública es, por sí mismo, factor
de diferenciación relevante en atención, precisamente, a otros
mandatos constitucionales (arts. 23.2 y 103.3) y, en todo caso, a
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mandatos legales justificados por las exigencias de publicidad,
libertad de concurrencia, mérito y capacidad en el ingreso como
personal al servicio de la Administración.

Dicho lo anterior, la contratación realizada por los entes


instrumentales, de la Administración Pública, en régimen de derecho
laboral privado, no pueden legitimar a estos, por decisión política del
partido Gobernante en el poder, al ejercicio de potestades y
funciones públicas, competencias para los que no están habilitados,
tampoco para imponer a los funcionarios públicos a una doble
dependencia, funcional de las nuevas agencias creadas y jerárquica
de la Consejeria que tiene atribuida las competencias públicas, sobre
estas algo insostenible, toda vez que el funcionario o empleado
público las puede ejercer directamente en su administración y
Consejería de origen, y a través de las estructuras legítimas de las
mismas, sin necesidad de alteración ni modificación alguna de su
puesto de trabajo.

La Administración instrumental, o Administración paralela, esta al


Servicio de la Administración matriz, Administración legítima, y no
a la inversa, por que aquella es la instrumental, su naturaleza es
eminentemente privada y laboral, sus estructuras flexibles y su
personal, trabajadores de carácter indefinido, no puede equipararse a
los empleados públicos, como ocurre desde la entrada en vigor de los
Decretos Leyes 5 y 6/2010.

En el supuesto que nos ocupa, una decisión política que ha


deslegitimado y desapoderando a las estructuras Administrativa,
cubiertas por personal fijo de plantilla, de sus funciones y potestades
públicas, lo que conculca todo el sistema jurídico vigente,
Constitución, bloque de constitucionalidad y legislación aplicable
del Estatuto Básico del Empleado Publico.

Nuestro Tribunal constitucional, en reiteradas sentencias (99/1987,


de 11 de junio) ya tiene establecido que, con carácter general, los
puestos de trabajo en la Administración Pública, corresponde al
personal funcionario.

Siendo ésta la regla general de ocupación de puestos en la


Administración, se contemplaba expresamente un listado de puestos
que pueden ser desempeñados por personal laboral. A partir de tal
listado -y por exclusión podía implícitamente colegirse que el

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ejercicio de potestades públicas y la salvaguardia del interés general
debían corresponder necesariamente a personal funcionarial.

La opción o preferencia con carácter general por el régimen


funcionarial es algo que se deriva directamente de nuestro marco
constitucional, de la mención al régimen estatutario que realiza el art.
103.3 de nuestra Norma Magna, como así consta reflejado en la
jurisprudencia Constitucional.

En Andalucía, por los Decretos Leyes 5 y 6/2010, se incorporan mas


de 26.600 personas al empleo público, decisión política, a la que se
le da cobertura por Decretos Leyes, basado en una presumible
urgente y extraordinaria necesidad y una vez vigente los mismos,
entran en vigor al día siguiente de su publicación, desde entonces el
personal de los entes instrumentales, ahora de las Agencias, se
equiparan de facto y por Decreto Ley y de forma inmediata, a los
empleados públicos fijos y laborales de la Administración pública,
cuyos puestos se contemplan en las correspondientes Relaciones de
Puestos de Trabajo, sin que hasta la fecha se tenga conocimiento del
contenido de sus funciones, competencia y potestades públicas que
ejercen, relación de puestos, funciones, categorías profesionales,
salarios, carrera profesional.........un total de mes de 26.6000
personas contratadas por los entes instrumentales de la Junta de
Andalucía, personal que además no es fijo de plantilla presupuestaria
de la Junta de Andalucía –contrato indefinido-, ni tiene estabilidad
alguna, pero al que se encomienda, por decisión política, el trabajo
que legítimamente corresponde a las estructuras administrativas
legítimas y al personal a su servicio, hay un vaciamiento de
funciones publicas, un trato de privilegio en beneficio del personal
de las Agencias –discriminación empleo y ocupación-..

Con esta actuación se lesiona de modo irreversible los artículos 14 y


23.2 de nuestra CE, puesto que se establece un modelo discrecional
y político de acceso al empleo público de Andalucía, y además se
confiere a este personal la habilitación para el ejercicio legítimo de
potestades administrativas y funciones publicas, en detrimento y
menoscabo del personal al que legalmente le corresponde por haber
superado las correspondientes pruebas previas, de carácter
profesional, que le acreditan y capacitan de acuerdo con los
principios de libre concurrencia publica, y principios de igualdad,
mérito y capacidad, para su legítimo desempeños, en el caso de los
funcionarios por la superación de las correspondientes oposiciones.

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Las potestades públicas, competencias y funciones públicas, ahora la
ejercerá el personal contratado por tiempo indefinido, en régimen de
derecho privado, por que, y con los debidos respetos y en los más
estrictos términos de defensa, así lo decide el Gobierno, poder
ejecutivo y su mayoría parlamentaria, con CCOO y UGT, en una
Mesa General y no Sectorial, conculcando todos ellos la
constitución, los derechos fundamentales de los ciudadanos y
ciudadanos empleados públicos, los limites materiales para su
dictado, el bloque de constitucionalidad y todo el ordenamiento
jurídico de desarrollo, y por razones de urgente y extraordinaria
necesidad, sin escuchar siquiera a los directamente afectados por las
normas, empleados públicos; algo inadmisible en un estado de
derecho.

• Art. 23.2. de la CE. Derecho de acceso a los cargos y funciones


publicas con los requisitos que establecen las leyes (igualdad,
mérito y capacidad); proceso selectivo público de concurrencia
competitiva.

En el supuesto que nos ocupe la integración en la Administración


de la Junta de Andalucía como empleado de la misma 26.600
personas contratadas en régimen de derecho privado laboral para el
ejercicio de potestades públicas y funciones públicas, deja sin
contenido la aplicación del derecho fundamental de acceso a las
funciones públicas consagrado en el artículo 23.2 de la Constitución
y que, como ha declarado la inconcusa jurisprudencia dictada al
efecto, se extiende también a las formas de provisión de puestos de
trabajo.

Es el empleador, Administración publica, el que marca la diferencia


con el régimen privado, las reglas, actuaciones y decisiones, siempre
deben estar sometidas al principio de legalidad y al interés general de
todos los ciudadanos, lo que no ocurre, como ya hemos dejado de
manifiesto en el supuesto que nos ocupa.

El fin y objetivo único de la norma es consolidar una Administración


paralela, cuya base son las Agencias, en perjuicio de la
Administración oficial y legítima y de su personal, cuya base son las
Consejerias, con ello se conculca los principios de eficacia,
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objetividad, imparcialidad, seguridad jurídica y jerarquía, pues será
aquella la que realizará la competencias recogidas en las medidas
sectoriales de organización, capitulo II del Decreto Ley 6/2010, por
razones de oportunidad política, y de extraordinaria y urgente
necesidad.

• Art. 24. de CE en relación con el artículo 105. a) y b) de la


misma, indefensión y falta de tramite de audiencia de los empleados
públicos, personal cuyos derechos e intereses legítimos resultan
afectados, y de las asociaciones y sindicatos que los representan;
lesión de la reserva material de ley establecida por la CE, Estatuto de
Autonomía de Andalucía y normativa de desarrollo.

• Art. 28 en relación con el art. 37 de la CE, derecho que forma un


conjunto indisoluble con el derecho a la negociación colectiva.

Con la lesión de forma irreversible de los derechos fundamentales de los


empleados públicos, se ha creado de forma innecesaria e injustificada una
grave inseguridad jurídica y elevadas dosis de conflictividad social y
laboral; su origen y causa, es evidente, se ha alterado con el dictados de
dos Decretos leyes, 5/2010 y 6/2010 el orden político y la paz social, al
lesionar los derechos fundamentales de los ciudadanos y ciudadanos-
empleados públicos reconocidos y garantizados por nuestro ordenamiento
constitucional, con indefensión.

Que a mayor abundamientos los argumentos jurídicos que fundamentan


el presente recurso son los que siguen:

Los ciudadanos y ciudadanos-empleados públicos así como las


asociaciones representativas de sus intereses profesionales, individuales y
colectivos se encuentran en la más absoluta indefensión, ante la
sistemática desnaturalización jurídica del instrumento legal del Decreto
Ley, de los cuatro últimos meses, junio (nominas), julio y noviembre
respectivamente (reordenación del sector publico), por el Ejecutivo
Andaluz.

Se conculca, por este el art. 10 CE cuyo tenor literal es el que sigue:


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Artículo 10.

1. La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son


inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la Ley y
a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de
la paz social.

2. Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las


libertades que la Constitución reconoce se interpretarán de
conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los Tratados y
acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificados por
España

Y esto es así por que hay un desmerecimiento público del


empleado público, gratuito e injustificado, para el poder político de
Andalucía el trabajo prestado por el interés general de todos los
ciudadanos, en régimen de concurrencia selectiva y competitiva y
adquirido mediante los correspondientes procesos selectivos, de mérito
y capacidad, no tiene valor, puesto que no acredita de forma jurídica,
según el Ejecutivo Andaluz, su mayoría parlamentaria y CCOO y UGT, la
capacitación profesional de “los empleados públicos”, eficacia y
eficiencia, de la que gozan, el personal contratado en régimen de derecho
laboral privado los entes instrumentales creados y el personal a su servicio,
integrados en las Agencias, estas asumen competencias, funciones y
potestades publicas, que conllevaran la modificación de las estructuras
orgánicas de las Consejerias afectadas, un total de 8, de 13 y la
modificación irreversible del ordenamiento jurídico constitucional.

Una decisión política que cambia el orden jurídico constitucional


vigente y las estructuras administrativas de las Consejerías afectadas serán
las que se adapten a las Agencias....Disposición Adicional Cuarta,
“supresión de centros directivos de Consejerias...”, como consecuencia de
ello, el personal de la Administración General de la Junta de Andalucía
será preferentemente laboral en vez de personal funcionario.

Con ello se ha lesionado públicamente y de forma grave a todos los


empleados públicos, provocando un grave daño profesional a este colectivo
y lesionando no sólo su integridad moral como ciudadano (art. 15 CE), y
sino como integrante del colectivo profesional a quien jurídica y
legalmente le corresponde prestar efectivamente los servicios públicos, y
consecuentemente ejercitar funciones publicas. La inseguridad jurídica
17
creada, se ha generado ansiedad, insomnio, zozobra, angustia......riesgos
psicosociales, y problemas a todos los afectados.

El régimen general del empleo público en nuestro país es el


funcionarial, y con la incorporación a la Administración pública de
26.000600 personas, en régimen de contratación laboral privada, hay un
cambio de naturaleza del personal al servicio de la Administración
Pública de Andalucía, de funcionarial pasa a laboral, la razón, dicho con
todos los respetos y en los mas estrictos términos de defensa, no es reducir
el déficit publico ni proteger el interés general, sino consolidar y dar carta
de naturaleza legal a los entes instrumentales creados en la Junta de
Andalucía dentro del Sector público, con huída del derecho Administrativo
y sin control alguno, ahora se les llama unitariamente a estos Agencias, y se
vacía de competencias y funciones publicas al personal al que le
corresponde legítimamente su ejercicio en las correspondientes
Consejerías, estructuras administrativas legítimas.

Como consecuencia de ello se reorganizan les competencias y


potestades publicas en las Agencias, y con ello se blinda la estabilidad
laboral del personal contratado a su servicio, sobre la base de la “supuesta
necesidad” de su trabajo, a costa del vaciamiento de las competencias,
funciones y potestades públicas de sus legítimos detentadores, causando un
grave perjuicio a los consolidados y legítimos derechos económicos y
profesionales de los “ciudadanos-empleados públicos”, algo jurídicamente
insostenible, en una Administración pública de acuerdo con la Constitución
española - principio constitucional de que el régimen general en nuestro
país es el funcionarial- siendo posible la contratación laboral fija de
plantilla, pero siempre y cuando las estructuras administrativas determinen
en sus correspondientes Relaciones de trabajo y previamente, como exige
la legislación aplicable, los puestos que estos pueden ocupar, de acuerdo
con las categorías profesionales recogidas en el Convenio de Personal
Laboral de la Junta de Andalucía, de acuerdo con una retribución
uniforme y similar a la del personal funcionario, lo que no ocurre en el caso
de los entes instrumentales, ahora Agencias.

Por otro lado, resulta evidente en este supuesto, que no estamos ante
el supuesto de sucesión de empresas previsto en el art. 44.1 de ET, sino
ante una reordenación del sector público, en fraude de ley, la Junta de

18
Andalucía y las Consejerías afectadas se tendrán después que reestructurar,
todo al revés......

4.2. Art. 14 de la CE. Derecho de no discriminación.

Precepto que conlleva que como ha establecido nuestro Tribunal


constitucional, la efectiva aplicación del derecho a la igualdad de acceso
al empleo público de la Junta de Andalucía, entendido como garantía de
no discriminación de los ciudadanos y de “ los empleados públicos” frente
al personal al servicio de los entes instrumentales de la misma; art. 14 de
la CE; garantizando y respetando derechos de acceso de los ciudadanos y
de los profesionales aquellos y sus oportunidades de promoción
profesional dentro de la Administración Pública de la Junta de Andalucía,
frente a estos.

Para ello como recoge expresamente la Ley 7/2007, de 12 de abril,


del Estatuto Básico del Empleado Público, en los términos reflejados en
reiteradas sentencias nuestro Tribunal Constitucional, la legislación básica
de función pública debe crear un marco normativo que garantice la
selección y la carrera sobre la base de criterios constitucionales de
mérito y capacidad, que establezca el justo equilibrio entre derechos y
responsabilidades de los empleados públicos, marco normativo que no
cumplen los 26.6000 contratados indefinidos, que adquieren la condición
de empleados público por decisión política, Decretos Leyes 5 y 6/2010.

Nuestro ordenamiento constitucional, opta por la preferencia


por el régimen funcionarial, y esto se ratifica por el Estatuto del
Empleado Público.

Así se deriva, en primer lugar, de la propia Exposición de Motivos de


la Ley, donde se explicita que el régimen laboral no puede ser por
imperativo constitucional el régimen general de empleo público en nuestro
país ni existen razones que justifiquen hoy una extensión relevante de
la contratación laboral en el sector público, SALVO EN EL
SUPUESTO QUE NOS OCUPA Y EN EL CASO ANDALUZ, DONDE
SE INCORPORAN POR DECISIÓN POLÍTICA mas de 26.600
personas al empleo publico.

19
En segundo lugar, a diferencia de lo que ocurría con el modelo
establecido en el art. 15 de la Ley de Medidas, el Estatuto ha querido
limitar el ámbito de la laboralización pues, al carecer dicho precepto del
carácter de norma básica, cada legislador autonómico podía determinar con
absoluta libertad los puestos que podían ser ocupados a través de un
contrato de trabajo. Desde esta perspectiva no puede negarse que el
Estatuto limita considerablemente el marco de libertad del legislador de
desarrollo que, como mínimo, deberá reservar las funciones de autoridad a
sus funcionarios.

En tercer lugar, realiza una configuración bastante más amplia y


flexible del interinaje, que podrá asumir algunos de los supuestos que hasta
ahora se reconducían a la contratación laboral temporal.

En el supuesto que nos ocupa, ni existen estas plazas ni están


contempladas en Relación de Puestos alguna, por que se actúa a la
inversa, son las Consejerías las que se deben adecuar sus estructuras a
los entes instrumentales, ahora denominadas Agencias, y los puestos de
estas y sus empleados incorporarse a ellas.

Para ello también se incumple el art. 56.3 de la Ley 9/2007 (LAJA),


el anteproyecto de la ley que cree una Agencia debe ir acompañado de un
Proyecto de Estatutos y de un Plan inicial de actuación de la entidad. Esta
documentación no se cita ni la exposición de motivos ni en el articulado
del Decreto-Ley 5/2010 ni en del Decreto Ley 6/2010, documentos eran
preceptivos y constituyen parte del fundamento de la creación de las
Agencias, de los que no se tiene hasta la fecha dato alguno, tampoco se ha
remitido por la Administración en los recursos interpuestos contra el
Decreto Ley 5/2010, documentación alguna, a los tribunales que han
conocido hasta la fecha de los mismos; sin embargo una vez creadas se
hacen estos a posteriori, actualmente están en tramitación, la falta de
planificación e improvisación con que se actúa esta creando una grave
inseguridad jurídica a todos.

En Andalucía primero, se minoran los salarios de los empleados


públicos, reducción progresiva de los funcionarios públicos y a los
laborales fijos de plantilla se les reduce un 5% lineal, a los entes
instrumentales, cuyos sueldos se pagan por transferencias corrientes, hasta
la fecha no se les aplica minoración alguna.
20
Su salarios, categorías profesionales, y contenidos de sus puestos,
funciones y competencias públicas; modos de acceso y ocupación no
figuran públicamente en ninguna Relación de Puestos de Trabajo, pero si se
precisa, que no son equiparables a los de las Unidades administrativas.

Esta es la realidad actual en Andalucía:

• primero se han privatizado, con la creación de numerosos entes


instrumentales, varios ámbitos de actuación de la Administración
autonómica Andaluza, con el consiguiente menoscabo competencial
y detrimento del empleo público, con fuga del Derecho
Administrativo, por asunción por parte de entes públicos
instrumentales bajo formas privadas (fundaciones, empresas
privadas……) de actuaciones y servicios públicos sin el pleno
control de las normas administrativas y de la Jurisdicción
contenciosa (FJ 1 y 9 de la Sentencia del TS Sala Tercera, sec. S
24-11-2009. Rec. 4035/2005).

• Y después, el menoscabo competencial y detrimento público del


empleo público, a que hace referencia el F.J. 1 de la Sentencia TS
Sala Tercera, sec. S 24-11-2009. Rec. 4035/2005), prosigue y se
mantiene, tal como se refleja en la Orden de la Consejería de Medio
Ambiente de 18 de junio de 2010, por la que se encomienda a la
Empresa Pública de Gestión Medioambiental, SA. La realización de
determinados trabajos en materia de calidad ambiental, cambio
climático y medio ambiente urbano, (BOJA 114, de 9 de julio), un
total de 10 páginas de funciones, que se niegan a los empleados
públicos de la Consejería de Medio Ambiente.

• Y como la Administración no acata las resoluciones judiciales,


nuevamente y por vía judicial, se ha dictado auto de nueve de
noviembre de 2.010 pieza separada 778.1/2010. se adjunta copia,
sobre la encomienda de Egmasa.

Así, primero se constituyen empresas públicas, fundaciones,


consorcios para ejercer funciones propias de los funcionarios públicos,
produciéndose con ello una huida del derecho administrativo, con merma
de las competencias públicas propias de los funcionarios públicos, y ahora
estas entidades instrumentales, se configuran como agencias, y su personal
se integra en la Administración Pública (caso de EGMASA y AGENCIA
21
ANDALUZA DEL AGUA), por sucesión de empresas, art. 44.1 ET, sin
que conste jurídicamente acreditado el mérito y capacidad que
ostentan para desempeñar, las funciones “públicas” que la Junta de
Andalucía les atribuye, ni las razones que explican que los empleados
públicos tengan que prestar servicios, e integrarse en unas agencias,
bajo las órdenes del personal laboral así contratado, y en unas
estructuras que son no órganos administrativos, cuando pueden
prestar directamente servicios en sus Consejerías, de origen.

Queda de manifiesto la discriminación de los “empleados públicos”


respecto al personal laboral así contratado y que presta servicios en los
entes instrumentales de la misma, ahora denominada Agencias, el trato de
favor de estos es evidente. Y dado que las potestades públicas (funciones
y competencias públicas) y el ejercicio de autoridad, sólo puede
corresponde por ley a los funcionarios públicos, a estos se les impone por
el Decreto Ley, una doble dependencia, orgánica (jerárquica de la
Administración pública a la que pertenece) por un lado, sin precisarla,
presumiblemente de la Consejería a la que se adscribe el ente instrumental,
ahora agencias, y una dependencia funcional del responsable del ente
instrumental donde efectivamente desempeña su trabajo, algo totalmente
disfuncional para cualquier trabajador; a lo que se añade las
consecuencias que de ello se derivan en cuanto al sistema de recursos
administrativos, jornada y horario de trabajo, retribuciones en concepto de
evaluación de desempeño y ejercicio de potestad disciplinaria; lo que choca
frontalmente con un principio básico de cualquier organización
administrativa, como es la jerarquía y con una gestión eficaz y eficiente de
la misma.

El resultado, en la práctica, es el que sigue, a los funcionarios y


personal laboral (Convenio Colectivo) de la Junta de Andalucía, se les
exige con carácter general, la superación de un proceso selectivo de
concurrencia pública, para el desempeño de su plaza; previamente
recogida en la Relación de Puestos de Trabajo, los que los Real Decretos
leyes dictados no exige para el personal laboral de las entidades
instrumentales que se ven afectadas por esta disposición; estos por su
“presumible” capacitación profesional, trabajan en las Agencias; son los
que evalúan el desempeño profesional de los “funcionarios públicos”, fijan
su jornada y retribuciones por desempeño……..; razones de eficacia y
22
urgente y extraordinaria necesidad, lo justifican según el ejecutivo
Andaluz.

Por lo expuesto los Reales Decretos dictados 5 y 6/2010, conculcan


el Fundamento jurídico 5 de la Sentencia del Tribunal Constitucional
Pleno, S 22-12-2004, nº 253/2004, BOE 18/2005, de 21 de enero de 2005,
rec. 2045/1998. Pte: Rodríguez-Zapata Pérez, Jorge, establece que “ el
principio de igualdad no sólo exige que la diferencia de trato resulte
objetivamente justificada y razonable, sino también que esa
diferenciación supere un juicio de proporcionalidad en sede
constitucional sobre la relación existente entre la medida adoptada, el
resultado producido y la finalidad pretendida” (SSTC 22/1981, de 2 de
julio, FFJJ 3 y 9 EDJ1981/22; 49/1982, de 14 de julio, FJ 2 EDJ1982/49;
2/1983, de 24 de enero, FJ 4 EDJ1983/2; 23/1984, de 20 de febrero, FJ 6
EDJ1984/23; 209/1987, de 22 de diciembre, FJ 3 EDJ1987/208; 209/1988,
de 10 de noviembre, FJ 6 EDJ1988/525; 20/1991, de 31 de enero, FJ 2
EDJ1991/977; 110/1993, de 25 de marzo, FJ 6 EDJ1993/2983; 177/1993,
de 31 de mayo, FJ 2 EDJ1993/5185; 340/1993, de 16 de noviembre, FJ 4
EDJ1993/10340; 117/1998, de 2 de junio, FJ 8 EDJ1998/14951; y
200/2001, de 4 de octubre, FJ 4 EDJ2001/32232.

Proporcionalidad, razonabilidad, objetividad y justificación, que no


se aprecian en la actuación del ejecutivo Andaluz respecto a la aplicación
del principio de igualdad de trato entre el personal al Servicio de la
Administración Pública de la Junta de Andalucía, “empleados públicos de
la misma” y los que hasta el dictado del Decreto Ley impugnado 5/2010,
pertenecían a sus entes instrumentales, 26.600 personas, contratadas en
régimen de derecho privado.

Concluir a la vista de todo lo expuesto que el Decreto Ley 5/2010 y


el 6/2010 que lo complementa, lesiona no sólo el art. 14 de la CE en los
términos reseñados, sino que además toma una decisión política que
infringe el ordenamiento jurídico constitucional vigente y los principios en
los que este se basa para su aplicación; vulnerando el art. 9.1. y 3 de la
Constitución, cuyo tenor literal es el que sigue:

1. Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la


Constitución y al resto del ordenamiento jurídico.

23
2. Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones
para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se
integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o
dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos
en la vida política, económica, cultural y social.

3. La Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía


normativa, la publicidad de las normas, la irretroactividad de las
disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos
individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de
la arbitrariedad de los poderes públicos.

4.3 Art. 23.2. CE Derecho de acceso a los cargos y funciones publicas


con los requisitos que establecen las leyes. (igualdad, mérito y
capacidad)

Este artículo concreta por lo que ser refiere al personal laboral y


funcionario de la Administración pública, que ha obtenido su
acceso a la misma mediante la superación para el desempeño de sus
funciones públicas, de un proceso público de concurrencia
competitiva de mérito y capacidad, que garantiza el principio de
igualdad al acceso del empleo público, jurisprudencialmente
reconocido por nuestro Tribunal constitucional.

Sobre esta cuestión existe una reiterada jurisprudencia constitucional,


que deja de manifiesto que actuación del ejecutivo, publicada en la
pagina numero 6/2010 BOJA número 232, de 26 de Noviembre, ,
conculca la Constitución y el resto del ordenamiento jurídico, Ley
Orgánica del Estatuto de Autonomía de Andalucía, Ley del Estatuto del
Empleado público en los términos que ha determinado la Sentencia
Tribunal Constitucional Sala 2ª, S 1-6-2009, nº 130/2009, BOE
159/2009, de 2 de julio de 2009, rec. 7514/2005. Pte: Conde Martín
de Hijas, Vicente, en su Fundamento jurídico 3, cuyo tenor literal
es el que sigue:

Con respecto al art. 23.2 CE EDL1978/3879 existe una consolidada doctrina de este
Tribunal Constitucional (entre otras, STC 38/2007, de 15 de febrero, FJ 9 EDJ2007/3978
, y 30/2008, de 25 de febrero, FJ 6 EDJ2008/9723 ) según la cual lo que el citado
precepto constitucional consagra es un derecho de configuración legal, de tal modo que
24
compete establecer las condiciones de acceso a la función pública con arreglo a los
principios de igualdad, mérito y capacidad (art. 103.3 CE EDL1978/3879 ) al legislador,
correspondiendo a éste la decisión sobre los distintos requisitos y condiciones para el
acceso a la función pública que han de reunir los candidatos. De esta forma la
Constitución española EDL1978/3879 reserva a la Ley la regulación de las condiciones
de ejercicio del derecho establecido en su art. 23.2 EDL1978/3879 , lo que entraña una
garantía de orden material que se traduce en la imperativa exigencia de predeterminar
cuáles hayan de ser las condiciones para acceder a la función pública de conformidad
con los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad, los cuales sólo
pueden preservarse y establecerse mediante la intervención positiva del legislador.

Además el art. 23.2, en relación con el 103.3 CE EDL 1978/3879▼ , contiene un derecho a
la no restricción injustificada de las condiciones de acceso, a lo que se opone la
integración automática de determinados grupos en la función pública (STC 302/1993, de
21 de octubre EDJ1993/9364), así como, en principio y salvo excepciones, las llamadas
"pruebas restringidas" para el acceso a la función pública (SSTC 27/1991, de 14 de
febrero EDJ1991/1553; 151/1992, de 19 de octubre EDJ1992/10162; 4/1993, de 14 de
enero EDJ1993/93; 60/1994, de 28 de febrero EDJ1994/1753; 16/1998, de 26 de enero
EDJ1998/214 ; o 12/1999, de 11 de febrero EDJ1999/769 ). No obstante, este Tribunal
ha tenido ocasión de pronunciarse sobre la constitucionalidad de este tipo de pruebas,
afirmando (STC 126/2008, de 27 de octubre, FJ 3 EDJ2008/196671 ) que: "Más en
concreto, y por lo que se refiere a las pruebas restringidas para el acceso a la función
pública, este Tribunal ha incidido en que el art. 23.2, en relación con el 103.3 CE, contiene
un derecho a la no restricción injustificada de las condiciones de acceso , conforme al cual
queda prohibida la integración automática de determinados grupos en la función pública
y, en principio y salvo excepciones, las llamadas “pruebas restringidas” para el acceso a
la función pública (por todas, STC 73/1998, de 31 de marzo, FJ 3 EDJ1998/1486 ). Si
bien, también se ha puesto de relieve, por un lado, que no cabe considerar como pruebas
restringidas aquellas a las que puedan presentarse aspirantes que nunca hubieran
desempeñando puestos en régimen de interinidad (por todas, STC 83/2000, de 27 de marzo,
FJ 4 EDJ2000/3836 ) y, por otro, que, de cualquier modo, “no cabe excluir que, en
determinados casos excepcionales, la diferencia de trato establecida en la Ley en favor de
unos y en perjuicio de otros pueda considerarse como razonable, proporcionada y no
arbitraria a los efectos de la desigualdad de trato que establece, siempre que dicha
diferenciación se demuestre como un medio excepcional para resolver una situación
también excepcional, expresamente prevista en una norma con rango de Ley y con el
objeto de alcanzar una finalidad constitucionalmente legítima, entre las que se integra
también la propia eficacia de la Administración (por todas, STC 12/1999, de 11 de febrero,
FJ 3 EDJ1999/769 )".

Doctrina que ya habíamos establecido anteriormente (así, SSTC, 27/1991, de 14 de


febrero, FJ 5 c) EDJ1991/1553 ; 60/1994, de 28 de febrero, FJ 5 EDJ1994/1753 ;
16/1998, de 26 de enero, FJ 5 EDJ1998/214 ; y 12/1999, de 11 de febrero, FJ 3
EDJ1999/769 ), considerando que, en ocasiones, la existencia de dichas pruebas podía
ser entendida de forma compatible con el art. 23 CE EDL1978/3879 por tratarse de una
situación excepcional y transitoria, en la que lo perseguido era atender a las expectativas
de acceso a la función pública creadas por la necesidad de instaurar una nueva
Administración autonómica y contribuir a la estabilidad y eficacia de la misma (caso de la
STC 27/1991, de 14 de febrero EDJ1991/1553 ), consideraciones relacionadas con las
25
necesidades derivadas de la construcción del Estado autonómico y la consolidación de
unas Administraciones emergentes, inicialmente aún no dotadas de una función pública
propia, a las que también nos referimos, destacando su carácter excepcional y transitorio,
en la STC 302/1993, de 1 de octubre (FJ 2) EDJ1993/9364 . En la STC 60/1994, de 28 de
febrero EDJ1994/1753, afirmamos, a partir de la precedente doctrina constitucional
sobre las pruebas restringidas en el acceso a la función pública, el carácter excepcional de
los sistemas que no sean de libre acceso respecto a quienes no tengan relación funcionarial
alguna, de modo que la convocatoria de pruebas restringidas o específicas, requiere una
justificación en cuanto son una excepción a lo que es normal sistema de acceso a los
funcionarios de carrera.

Así, rechazamos la concurrencia de tal justificación en el supuesto resuelto en la STC


16/1998, de 26 de enero EDJ1998/214 , en la que entendimos que, si bien con la
convocatoria de un proceso restringido pretendía resolverse una situación singular que
tenía su origen en la creación de una administración autonómica, no se trataba de una
respuesta excepcional a la situación excepcional que pudo crearse como consecuencia del
proceso de creación de una nueva administración, pues dicha respuesta había sido ya
abordada a través de diversas medidas en otras ocasiones, razón por la cual las pruebas
examinadas no podían considerarse ya como "un medio excepcional" y, por ello, el
proceso selectivo que pretendía establecerse vulneraba el principio de igualdad que, en
relación con el acceso a los cargos y funciones públicas, consagra el art. 23.2 CE
EDL1978/3879 . Por el contrario, en el caso resuelto en la STC 12/1999, de 11 de febrero
EDJ1999/769, aun cuando estimamos que no se trataba propiamente de pruebas
restringidas, entendimos que concurría una situación excepcional y singular originada por
la puesta en planta de la Administración sanitaria de una concreta Comunidad Autónoma,
con la consiguiente ordenación del régimen de acceso de los servidores de la misma.

Aplicar en una reordenación del sector público andaluz, la técnica de


sucesión de empresas prevista en el artículo 44.1 de la CE, para integran en
contra de toda la regulación administrativa vigente, a 26.600 personas
solo se explica con la figura del fraude de ley o desviación de poder.

4.4. Lesión del Art. 28 y 37 de la CE

Los empleados públicos tienen reconocidos, por Ley, artículo 15 del


Estatuto del Empleado Público, una serie de Derechos individuales que se
ejercen de forma colectiva;

a) A la libertad sindical.

b) A la negociación colectiva y a la participación en la determinación


de las condiciones de trabajo.

c) Al ejercicio de la huelga, con la garantía del mantenimiento de los


servicios esenciales de la comunidad.
26
d) Al planteamiento de conflictos colectivos de trabajo, de acuerdo con
la legislación aplicable en cada caso.

e) Al de reunión, en los términos establecidos en el artículo 46 de este


Estatuto.

Queda de manifiesto que Ejecutivo de la Comunidad Autónoma de


Andalucía, se desligan unilateralmente de los procedimientos legales
vigentes y legítimos para la fijación, modificación o alteración de las
condiciones de trabajo establecidas para los “empleados públicos” que
trabajan para ella, para ello desnaturalizan la figura jurídica del Decreto-
Ley, puesto que no es legalmente admisible, que acuerde por una norma de
Ley el acceso al empleo público de 26.600 personas, contratadas en
régimen de derecho laboral privado por sus entes instrumentales,
ahora denominadas Agencias, se conculque el ordenamiento
constitucional y se lesione los derechos fundamentales de los
“empleados públicos”, en aras de la eficacia, eficiencia de la prestación
de los servicios públicos y de los objetivos de de minoración de gastos
de personal dada la grave situación de déficit público y de las finanzas
públicas actualmente existente; decisiones políticas que pagan todos los
ciudadanos andaluces.

Tampoco concretan los Decretos Leyes ni garantizan, la eficacia, la


eficiencia ni la transparencia ni publicidad de la gestión de los fondos
públicos, sino que la complica, cuando estamos a mitad del ejercicio
presupuestario, y los presupuestos de todas las entidades instrumentales,
están ya fijados y aprobados (principio de anualidad presupuestaria).

Con estos Decreto Leyes 5 y 6/2010 el Poder Ejecutivo adopta una


decisión política, por la que se deja sin contenido el derecho de libertad
sindical (art. 28 CE) e indirectamente el de negociación colectiva (art. 37
CE) que el EEP reconoce a los de los empleados públicos; se priva
unilateralmente a los interesados, individuales y colectivos, a fecha de 26
de noviembre su representación que corresponde a la Mesa Sectorial y no a
la General; con el uso de los Decretos-Leyes para la reordenación de la
Administración General de la Junta de Andalucía, se ha desnaturalizando
jurídicamente esta figura, y los derechos de audiencia pública; art. 105 a) y
c) CE de todos los empleados públicos con indefensión, y también su
derecho de participación, a través de la mesa Sectorial, de sus condiciones
27
de trabajo, privándoles también de audiencia, en el procedimiento de
elaboración de las disposiciones administrativas que les afecten, carrera
administrativa y progresión profesional, art. 37 CE, que se verá
perjudicada y limitada por la equiparación con el personal de los entes
instrumentales, incluidos por Decreto Ley dentro de la Administración de
la Junta de Andalucía, mas de 26.600 personas.

Con esto en la Junta de Andalucía se crea una paradoja, la


contratación del personal realizada por sus entes instrumentales se
efectuaba por Derecho privado, contrato laboral, no obstante, el régimen
jurídico para el desempeño de su trabajo y el ejercicio de sus funciones es
el Derecho Administrativo, propio del personal funcionario y de la
Administración pública, normativa propia de todos los temarios de
oposición de acceso a la Administración Pública – especialidad jurídica y
jurisdicción contencioso-administrativa propia-; fruto de ello es que la
capacitación y el mérito del ejercicio de sus funciones no queda acreditada,
ni garantizada la eficacia en el ejercicio de las competencias, funciones
públicas ni el ejercicio de potestades publicas, (Sentencia del Tribunal
Supremo, Sala Tercera, en el recurso de casación núm. 4035/2005,
interpuesto contra otra dictada por la Sala de lo Contencioso-
Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, con
sede en Sevilla, en el recuso núm. 1920/1998-S 3ª).

Por otro lado la Junta no cumple los pronunciamientos judiciales, y


la Sala., ahora del Tribunal superior de Justicia de Andalucía, ha vuelto a
suspender, cautelarmente la encomienda de gestión de EGMASA, prueba
clara del incumplimiento por la Administración Pública de los
pronunciamientos judiciales; estos no sirven pues de facto no se aplican.

La reordenación del sector publico andaluz y la reducción del


déficit público es un objetivo, legítimo y necesario pero, no habilita,
obliga, ni faculta al Gobierno de Andalucía, a lesionar los derechos
fundamentales de sus “empleados públicos”, ni justifica jurídicamente, que
por aplicación del derecho internacional ni europeo, se pueda producir por
Decreto Ley, la lesión de los derechos, deberes y libertades de los
ciudadanos regulados en el Título Primero, tampoco que se puede afectar las
instituciones básicas del Estado (Titulo IV de la CE, Gobierno y
Administración Pública), ni permite ni habilita para la modificación del

28
ordenamiento jurídico español, de su Constitución ni de la normativa legal
vigente.

Por otro lado, en la toma de decisiones políticas que afectan a uno de


los poderes del estado, el Ejecutivo (Administración Publica) hay una
reserva constitucional “expresis verbis” que exige ley formal emanada del
parlamento (poder legislativo) debiendo respetarse el núcleo mínimo,
indispensable e indisponible, para preservar los intereses de todos los
afectados, observar la aplicación de los artículos del Estatuto de Autonomía
que se citan:

o Artículo 12: derecho de participación en los asuntos públicos de


los titulares de los derechos e intereses legítimos de los afectados
en los asuntos públicos, art. 30 del Estatuto y de acuerdo con las
leyes reguladoras de los derechos fundamentales y libertades
públicas.

o Art. 13 segundo párrafo. Alcance e interpretación de los


derechos y principios, que no puede ser aplicado de modo que se
limiten o reduzcan derechos o principios reconocidos por la
Constitución.

o Art. 26, segundo párrafo. Se garantiza a los sindicatos el


establecimientos de las condiciones necesarias para el desempeño
de las funciones que la Constitución les reconoce. La Ley
regulará la participación institucional de las organizaciones
sindicales mas representativas en la Comunidad Autónoma, y
concretamente y de acuerdo con la Ley 7/2007 EBEP, en lo que
concierne a:

o Derecho de los empleados públicos a la Carrera Profesional


y a la Promoción interna,

o Derecho a la Negociación colectiva, representación


institucional,

o Derecho de acceso al empleo público y a la relación de


servicio,

o Ordenación de la actividad profesional.

29
En consecuencia con la aprobación sucesiva de los Decreto Leyes
5/2010, y 6/2010 de reordenación del sector público, se lesionan los
derechos fundamentales de los “servidores públicos”, económicos y
profesionales, por Decreto Ley 2/2010, minoran sus nóminas, y
posteriormente incorporan al empleo público a más de 26.600 personas,
con los debidos respetos, hay temeridad, mala fe y uso fraudulento del
derecho, “desviación de poder”, puesto que con ambas actuaciones se
incumplen todos y cada uno de los principios y derechos fundamentales
citados en el presente recurso, establecidos en la CE, Estatuto de
Autonomía de Andalucía (art. 26.2) y del Estatuto del empleado publico,
derecho a la carrera profesional y a la promoción, lesionándose el artículo
28 CE y la negociación colectiva de los empleados públicos, Art. 37. CE y
26.2 y 30 del Estatuto de Autonomía.

4.4. Lesión del artículo 24 de la Constitución.

A mayor abundamiento los Decretos leyes 5 y 6/2010, no solo


lesiona los fundamentales de los empleados públicos, artículos 10, 14,15,
18 y 23.2 y 28 en relación con el 37 de la CE, con indefensión, sino que
infringe el procedimiento administrativo legalmente establecido.

Y ello es así, por que no es entendible la extraordinaria y urgente


necesidad de su dictado a mitad del ejercicio presupuestario por razones de
eficacia, concepto no concretado siendo una motivación eminentemente
política, discrecional e insuficiente que impide el ejercicio efectivo del
derecho a la tutela judicial efectiva; no contiene ninguna conclusión fáctica
ni jurídica que permita una defensa de acuerdo con el art. 24 de la
Constitución, falta transparencia en cuanto a la motivación y justificación
de los datos económicos de los gastos sobre los que se sustenta.

Decretos leyes, que prescinde de los procesos de participación de


los interesados y personal afectado y de las organizaciones sindicales y
empresariales, en los procedimientos de elaboración de las
disposiciones administrativas que les afecten. Para ello conculca las
reservas legales establecidas en nuestra Constitución, supuestos en los
que se exige la intervención de los órganos parlamentarios bajo la
30
forma de Ley –reserva “expresis verbis”, y así consta recogido en
reiteradas sentencias del nuestro Tribunal Constitucional en materia
de empleo público. Por otro lado el Decreto-ley impugnado,
deslegaliza esta participación, y las decisiones organizativas, por
razones de eficacia se adoptaran a partir de esta norma por Decreto y
sin control parlamentario.

El actual Decreto ley 6/2010, complementa al anterior, pero ya


esta en vigor, tramite parlamentario.......y se aplica desde hace ya
cuatro meses, y sigue en vigor, queda de manifiesto que la decisión esta
tomada; la tramitación parlamentaria carece de sentido, puesto que la
norma se esta ya aplicando y continua en vigor, los cambios se están
produciendo en todos los sistemas informáticos, ejemplo de ello la web del
empleado publico, ya se denomina del empleado.

Por ello, cabe afirmar, el poder ejecutivo, y la mayoría parlamentaria


del PSOE, con la ayuda de CCOO y UGT, no solo han lesionado con su
dictado, el art. 9, 14, 15 y 18 23.2, 103 y 105 CE de la Constitución, los
derechos fundamentales de los todos los “empleados públicos a su
servicio”; también los límites que, para la emanación de Decretos Leyes,
establece y fija la Constitución para el Estado, Art. 86.1 CE, y el Estatuto
de Autonomía de Andalucía, en su art. Art. 110.

Los Decretos Leyes tienen unos límites legales para su dictado,


presupuesto jurídico habilitante de urgencia y necesidad, y un límite
material, sobre las materias a las que esta disposición no puede afectar; en
el supuesto que nos ocupa, ambos se han transgredido, como se expondrá a
continuación.

La adecuación o no de la actuación administrativa impugnada con


lesión de los derechos fundamentales de los servidores públicos debe
superar el llamado “juicio de ponderación constitucional” que contiene
los elementos para resolver desde un punto de vista jurídico los
conflictos entre las decisiones de la Administración, en este caso del
Ejecutivo Andaluz, y los derechos fundamentales de los ciudadanos, en
el supuesto que nos ocupa de todos los “servidores púbicos afectados”, en
aplicación de las sentencias constitucionales ya citadas a las que se añaden,
las recogidas en el punto sexto del presente recurso-.

31
Estos elementos concretados, respecto al Decreto Ley impugnado,
son los que siguen: idoneidad, indispensabilidad y ponderación.

Idoneidad.

Entre las Leyes y los Decretos leyes hay identidad de rango


normativo, pero no gozan de la misma naturaleza, procedimental; razón
que justifica los límites establecidos respectivamente, en el art. 86 de la
Constitución en el caso estatal y el art. 110 del Estatuto de Autonomía en el
caso de la normativa autonómica.

Estos límites constitucionales del Decreto Ley en Andalucía son los


que siguen:

o Presupuesto jurídico habilitante: extraordinaria y urgente


necesidad)

El déficit público excesivo, y los instrumentos legales que se citan en


la Exposición de motivos del Decreto Ley 5/2010, ya se conocía en
marzo de 2009, tal como se recoge en el dictamen del Consejo de la
Unión Europea sobre el programa de estabilidad actualizado de
España para los años 2009-2013 (Ref. 2010/C 146/01, Diario Oficial
de la Unión Europea de 4 de junio de 2010), donde consta que la
Unión Europea inició el procedimiento de déficit excesivo de España
en esta fecha, por lo que es obvio que las medidas eran conocidas,
previsibles y podían ser prevenidas y paliadas, cuando se elaboraron,
enmendaron y aprobaron los de la Comunidad Autónoma de
Andalucía, no existiendo ninguna circunstancia sobrevenida que
habilite a dictar un Decreto Ley en base a una situación de
excepcional y urgente necesidad, pues se trataba de medidas
previsibles, conocidas y que pudieron y debieron ser programadas,
por nuestra Comunidad Autónoma, un ejercicio de responsabilidad
de la actuación de los poderes públicos en el ejercicio de sus
funciones, de gobernanza, en los términos que exige la Constitución
Española, arts. 134 de la CE y 110 del Estatuto de Autonomía de
Andalucía y que tuvo que producirse en el año 2009, cuando se
elaboraron los presupuestos para el año 2010.

32
El dictado del Decreto Ley 672010; es otra mera formalidad mas,
para tratar de explicar lo inexplicable; una norma que complementa a
la anterior, solo cambia dos artículos y sigue en vigor.

Además por los Decreto Leyes dictados 5 y 6/2010, modifican el


régimen jurídico financiero de la actividad económica financiera de
la Hacienda de la Junta de Andalucía, que sin perjuicio de la
legislación del Estado y de la normativa aplicable se rige por:

1.1. Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de marzo, por el que e


aprueba el Texto Refundo de la Ley General de Hacienda
Pública de la Junta de Andalucía (BOJA núm. 53 de 18 de
marzo de 2010) y por las normas dictadas en su desarrollo.

Este, a su vez establece que se regulara, por ley del Parlamento


de Andalucía las siguientes materias relativas a la Hacienda
Pública de la Junta de Andalucía:

• Apartado f) El régimen de patrimonio y de la contratación


de la Junta de Andalucía en el marco de la legislación
básica del Estado (El Decreto Ley 5/2010, la modifica).

• Apartado g) La creación y regulación del régimen general


y especial en materia económica y financiera de las
agencias administrativas y públicas empresariales definidas
en la Ley 2/2007, de 22 de octubre, así como la
autorización para la creación de las agencias de régimen
especial.

• Apartado h) Las demás materias que según el Estatuto de


Autonomía y las leyes, deban ser reguladas de esta forma.

1.2. Por las leyes especiales en la materia dictada por el


Parlamento de Andalucía.

33
1.3. Por las leyes de Presupuesto de cada ejercicio, en
nuestro caso, Ley 5/2009, de 28 de diciembre de Presupuesto
de la Comunidad Autónoma de Andalucía para el año 2010
(Boja núm. 254, de 31 de diciembre)

De ello resulta que con esta disposición se ha conculcado el


principio de anualidad presupuestaria por el que debe regirse la
Junta y los entes instrumentales que la integran, ahora llamadas
Agencias, impidiendo nuevamente su control del gasto. Así, después
de 4 meses del dictado del Decreto Legislativo 1/2010, que establece
en su artículo Titulo 1, los principios generales de las Agencias,
Instituciones, Sociedades mercantiles del sector público andaluz,
consorcios, fundaciones y otras entidades, el dictado de los
Decretos Leyes 5 y 6//2020, prácticamente idénticos, rompe y
quiebra el principio presupuestario de transparencia y eficacia
de en la gestión del gasto (arts. 6, 7, 9, art. 15 y 33 referido al
contenido del presupuesto de estas entidades por anualidades. del
Texto legislativo 1/2010- ), razones de eficacia y eficiencia “lo
justifican”

o Contenido material: límites legales.

Respecto a la clausula restrictiva del artículo 86.1. de la CE (no


podrá afectar) en palabras de nuestro TC F.J 3 STC 20-5-86, de 13
de junio de 1986, rec 101/1983, debe ser entendida en el supuesto
que nos ocupa, para impedir que por Decreto Ley se vaya en contra
del contenido o elementos esenciales de algunos de los derechos,
deberes y libertades de los ciudadanos regulados en el Titulo I, de la
CE, supuesto que es el objeto material del presente recurso, puesto
que los Decreto Leyes 5 y 6/2010, han incumplido los límites
materiales establecidos en el artículo 110 del Estatuto de Autonomía
que determina que en caso de extraordinaria y urgente necesidad el
Consejo de Gobierno podrá dictar medidas legislativas provisionales
en forma de decretos-leyes, que no podrán afectar a los derechos
establecidos en este Estatuto, lo que incluye, según el artículo 26.1.a)
del Estatuto de Autonomía de Andalucía, el acceso al empleo
público en condiciones de igualdad y según los principios de
34
mérito y capacidad y a tenor del artículo 38 del citado texto: “la
prohibición de discriminación del artículo 14” y que los derechos
reconocidos en el Capítulo II deben ser interpretados en el sentido
más favorable para su efectividad (se garantiza a los sindicatos el
desempeño de las funciones que la Constitución reconoce –
negociación colectiva”.

Limites materiales, que el Decreto ley 5/2010 ha transgredido al


lesionar no sólo los derechos fundamentales de los servidores
públicos a su servicio, sino que privatiza la naturaleza de la
contratación del personal de la Administración General de la Junta de
Andalucía, de forma que el “acceso al empleo público” se realizara
por contrato laboral privado, sin proceso selectivo alguno de
concurrencia competitiva de mérito y capacidad.

Utilizar el argumento jurídico de la sucesión de empresas, prevista en


el art. 44.1. ET, no es admisible en el supuesto que nos ocupa, la
reorganización del sector público, no da cobertura jurídica a la
actuación pública dado el contexto en que nos encontramos.

Indispensabilidad.

No está justificado ni motivado que la lesión de los derechos


fundamentales de los “servidores públicos” ni la transgresión del
ordenamiento constitucional y marco jurídico y vigente, sea necesaria para
adoptar un “acto de responsabilidad para la gobernanza del interés general
de Andalucía”, toda vez en ninguno de los poderes del Estado, ni de las
Comunidades Autónomas, puede actuar al margen de la Constitución, ni
lesionar con sus actuaciones los derechos de sus ciudadanos; en nuestro
caso ciudadano- “empleados públicos” que prestan funciones públicas al
servicio del interés general de Andalucía y de los andaluces; quebrar la
imagen pública de estos profesionales, no resulta admisible, ni justifica que
les priven, contra legem de sus funciones, competencias y potestades
públicas (“encomiendas de gestión a los entes instrumentales” y delegación
de funciones públicas, ahora a las Agencias Publicas) lesionando
sistemáticamente sus derechos fundamentales, y atribuyéndose por
Decreto-Ley al personal laboral, contratado por sus entes instrumentales,
ahora 8 Agencias públicas, en régimen de derecho privado, cuya
preparación en materia de gestión pública y derecho administrativo no está
35
acreditada de forma objetiva, por ningún proceso selectivo público, de
concurrencia competitiva, que garantice el mérito y capacidad de los
contratados, ni su capacitación profesional para dirigir a los empleados
públicos.

Por otro lado se consta la ausencia de la “necesaria conexión de


sentido” en el Decreto Ley 5/2010 de 27 de julio. Para justificar que una
decisión es razonable, la Administración debe motivarla y dotarla de
racionalidad (art. 54 LRJ-PAC), y esto es lo que aquí no ocurre, para la
reordenación por Decretos Leyes del sector público, dos en un plazo de
cuatro meses y con prácticamente el mismo contenido.

Y esto es así, por que no resulta justificado ni admisible


jurídicamente igualar la relación del “empleado público”, encargado de la
servicios esenciales de la Comunidad, con la del resto del personal que
trabaja en los entes instrumentales del Sector Público, ahora Agencias;
como hacen los Decretos Leyes 5 y 6/2010; por otro lado no consta el iter
procedimental que sirve de fundamento para afirmar como “racionalmente
justificable” la urgente y extraordinaria necesidad de reordenación del
sector público Andaluza por razones de eficacia, consolidando una
Administración paralela creada y que funciona al margen de la legítima y
oficial y de sus controles.

Finalmente los Decretos-Leyes, que aquí se cuestionan, “utiliza


formulas rituales de marcada abstracción para hacer prácticamente
imposible el control de legalidad”; no obstante consta acreditado a lo largo
del recurso, la desproporción y desajuste entre la situación de necesidad de
reducción del déficit excesivo del Estado, y la incorporación a la
Administración Pública de la Junta de Andalucía por Decreto-Leyes 5 y
6/2010, de un colectivo de más de 26.600 personas, en la situación que
actualmente se encuentran las finanzas públicas de la Junta de
Andalucía, que es lo que justifica que se hayan minorado desde el mes
de junio las nóminas de los “empleados públicos” cuyos derecho están
consolidados por el ordenamiento jurídico vigente.

De ello resulta la nulidad de pleno derecho de los Decretos- Leyes


(art. (62 LRJ-PAC), por lo que debe suspenderse sus efectos y su
aplicación dada la irreversibilidad de la situación que esta generando su
efectiva aplicación.
36
Ponderación.

El juicio político y su apreciación, que habilita la actuación del


Gobierno de la Comunidad Autónoma de Andalucía, al amparo del art. 97
de la Constitución y del 119.2 Estatuto de Autonomía, supone la
utilización de fórmulas rituales de una marcada abstracción y, por ello, de
prácticamente imposible control judicial y constitucional, pero ello no
permite, que la acción de gobierno se mueva sin restricción alguna, dejando
vacío de contenido los limites jurídicos en que esta actuación
gubernamental, debe desplegarse

El control externo del margen de discrecionalidad política del


Gobierno y del ejercicio de su poder ejecutivo, debe respetar el marco
trazado por la constitución, siendo, el poder judicial y en última instancia el
Tribunal Constitucional el que debe comprobar si existe, en el supuesto que
nos ocupa un uso abusivo o arbitrario del poder político, que lesiona de
forma unilateral y discriminatoria nuestros derechos fundamentales como
empleados públicos y del colectivo de estos y de acuerdo con los fines de
nuestra Asociación y con indefensión, lesión de los arts. 10 en relación con
el 14, 15,18 23.2, 24 y 27 en relación con el art. 37 de la Constitución,
como se mantiene en el presente recurso, conculcando con ello, además de
los preceptos del Estatuto de Autonomía ya citados, los derechos
individuales y de ejercicio colectivo de los empleados Público -Ley del
Estatuto del Empleado Público-.

De ello se concluye que no puede por tanto hablarse de un “factum


principis” que determine conforme a moldes jurídicos, que un acto del
gobierno –responsabilidad de gobernanza, como define el Ejecutivo
andaluz- pueda apartarse de la legalidad vigente y prescinda en sus
actuaciones del cumplimiento de la Constitución y del ordenamiento
jurídico autonómico, aplicable y en vigor.

Los Decretos leyes 5 y 6/ 2010 contienen una decisión política


basada en situaciones previsibles, la necesaria contención del excesivo
déficit del gasto público y de reorganización del sector público andaluz
actualmente sobredimensionados, por la excesiva proliferación de entes
instrumentales (5.000 millones de euros, en gastos que hay que reducir),
el objetivo de su dictado es consolidar este gasto y el de personal que
presta ahora servicio para las 8 Agencias creadas.
37
Para evitar improvisaciones y para garantizar la eficiencia, eficacia,
transparencia y publicidad de las decisiones, nuestro ordenamiento
constitucional contiene una reserva legal y constitucional, en materia
presupuestaria, una reserva material y formal; un procedimiento
expresamente establecido para planificar y programar la actividad del la
Comunidad Autónoma de Andalucía, en el marco de la legislación del
Estado y de la Unión Europea, y estos instrumentos son las Leyes de
presupuestos: Art. 134 de la CE, hay pues un procedimiento material
constitucionalmente fijado para realizarlo; no cabe utilizar a formula de los
Decretos Leyes, y prescindir de los cauces de participación de los intereses
de los afectados, colectivos e individuales, en el supuesto que nos ocupa los
empleados públicos afectados ni siquiera han sido oidos.

En idénticos términos se establece la reserva material de ley, a favor


del legislador ordinario, cuando se está reordenando el sector público
andaluz, institución básica de Andalucía (art. 110.1 Estatuto de
Andalucía), y dado el volumen ingente del personal que resulta afectado,
por el Decreto Ley 5/2010, de reordenación del Sector público Andaluz. La
Administración pública, es un poder básico del Estado, instrumento y
ejercicio de las funciones públicas; por razones de seguridad jurídica de
todos los andaluces y personal afectado, no puede reordenarse el sector
público andaluz, sino es por Ley del Parlamento de Andalucía en virtud del
procedimiento legalmente establecido, tramitación parlamentaria, con
participación de todos los sectores afectados (art. 110 CE), y con audiencia
de los empleados públicos .

Los Decreto Leyes 5 y 6/2010, ha lesionado, esta reserva legal, sobre


determinadas materias y en beneficio de específicas formas y
procedimientos; en el ámbito de nuestra Comunidad Autónoma, se
reproduce la previsión estatal de art. 134 CE en el artículo 190 del Estatuto
de Autonomía.

A la vista de todo lo hasta aquí expuesto cabe concluir que los


Decretos Leyes dictados, están lesionando nuestros derechos
fundamentales y los del colectivo de empleados públicos; una decisión
discrecional y de carácter político, que vulnera y los derechos
fundamentales de todos los “servidores públicos” encargados de garantizar
los servicios de interés general del todos los ciudadanos y andaluces, de
acuerdo con la ley.
38
QUINTO. Cuestiones formales.

5. 1 Legitimación activa: Conforme el artículo 162 de la CE, en


relación con el artículo 53.2 de la CE, está legitimada para interponer el
Recurso de Protección de los Derechos Fundamentales, toda persona
natural o jurídica que invoque un interés legitimo, pues, quienes están
legitimado para interponer el Recurso de Amparo, también han de estarlo
para actuar en el Procedimiento para Protección de los Derechos
Fundamentales, regulado como la vía judicial previa y necesaria para el
mismo, así como el artículo 19 de la Ley de la Jurisdicción Contenciosa
Administrativa.

Que ejercitamos directamente la acción en nuestra condición de


funcionarios público al amparo del art. 23.3 de la Ley de la citada ley, que
le habilita para comparecer por sí misma como funcionario público en
defensa de mis derechos estatutarios –derechos fundamentales como
empleado público-.

Que ostentamos un interés directo y legítimo que nos permite


ejercitar directamente la acción judicial en nuestra condición de empleado
públicos y como Junta Directiva de la Asociación Defiendo mi Derecho y
la Gestión Pública (fines recogidos en el art. 6.2. del Estatuto)

5.2 Legitimación pasiva: Se considera parte demandada las


Administraciones Publicas o cualesquiera de los órganos mencionado en el
artículo 1.3 contra cuya actividad se dirija el Recurso, según el artículo 21
de la Ley de la Jurisdicción Contenciosa Administrativa; en el caso que nos
ocupa la Consejeria de Hacienda y Administración Pública de la Junta
de Andalucía.

39
5.3 Competencia: Es competente V.I., según las reglas de
competencia establecidas en el artículo 10 de la Ley de la Jurisdicción
Contenciosa Administrativa.

5.4. Según lo dispuesto en el artículo 115, cabe interponer el


presente recurso directamente en vía judicial, dentro del plazo de 10 días
desde el dictado de cualquier disposición que lesiona directamente los
derechos fundamentales de los ciudadanos-empleados públicos.

5.5 Procedimiento: Artículo 114 y siguiente de la Ley de la


Jurisdicción Contenciosa Administrativa, en los términos explicitados por
la CE y por la LOTC.

5.6 Carga de la prueba: Según Art. 36 de la Ley 62/2003 se declara


la inversión de la carga de la prueba en aquellos procedimientos Civiles y
contenciosos Administrativos donde la parte actora alegue indicios
racionales de discriminación.

SEXTO. ESPECIAL TRASCENDENCIA CONSTITUCIONAL


DE ESTE RECURSO.

El alcance de la potestad jurisdiccional ejercida a través del Proceso


Especial regulado en el artículo 114 de la Ley de la Jurisdicción
Contenciosa Administrativa, por su naturaleza sumaria y urgente, tiene
como finalidad exclusiva la de comprobar si un acto de poder público
afecta o no al ejercicio de los Derechos Fundamentales de la Persona
reconocidos en la CE, siendo indispensable la existencia de un acto o
disposición a la que se le atribuye por sus efectos directos la lesión de los
mismos y por otro lado, que la impugnación afecte a los derechos
fundamentales de la persona reconocidos en los artículos 14 al 29 de la
Constitución española, a fin de tutelar las libertades públicas y los derechos
fundamentales.

40
Consiste, por tanto en el enjuiciamiento de aquellos actos o
disposiciones que afectan a aquellos derechos y libertades fundamentales,
reconocidos en la CE.

Se excluye, por tanto, toda cuestión que no afecte a los derechos


fundamentales, y que, por tanto, han de tramitarse mediante el
Procedimiento Ordinario.

Con el presente Recurso, se solicita el amparo y Protección para


nuestros derechos fundamentales como empleados públicos y por extensión
de todos los empleados públicos” afectados y ciudadanos que resultan
discriminados en sus opciones de acceso al empleo público, en condiciones
de igualdad, merito y capacidad.

El ordenamiento jurídico ampara los derecho fundamentales de los


“empleados públicos” en cuanto a la protección de sus derechos
fundamentales, como ciudadano (trabajador); por ello y a la vista de todo lo
hasta aquí expuesto cabe concluir que los Decreto Leyes 5 y 6/2010 nos
discrimina como “empleados públicos”, empleo y ocupación, con
indefensión y lesiona tanto nuestros derechos fundamentales, como del
colectivo de los empleados públicos en su globalidad.

Queda de manifiesto la discriminación de trato existente, en las


condiciones de acceso al empleo público, entre los empleados públicos de
la Junta de Andalucía, y el personal laboral contratado en régimen de
derecho laboral privado, y fuera de la plantilla presupuestaria legítima y
que trabaja para los entes instrumentales de la misma, ahora Agencias;
también entre sus condiciones de trabajo, ejercicio de funciones pública y
carrera y salario, por razones de eficacia, Se privilegia al personal
laboral de los entes instrumentales, de la Junta de Andalucía y se
“perjudican los derechos fundamentales consolidados, económicos y
profesionales de los “empleados públicos”, las razones de eficacia, son
jurídicamente insostenibles; el instrumento jurídico empleados para ello,
41
art. 44.1 ET, subrogación de empresas, también, con los debidos respetos
hay fraude de ley y desviación de poder.

A tales efectos, y a titulo ilustrativo, es de mencionar las siguientes


Sentencias:

6.1 derechos fundamentales de las personas:

• STC. Sala 1ª. 12 de Abril de 1988. Fundamento 1º. Los titulares son
los individuos y los sujetos pasivos los poderes públicos.

• STC, Pleno, de 28 de marzo de 1996. F 6º: el principio de


proporcionalidad tiene sustantividad propia cuando los derechos
fundamentales sean lesionados: …….el ámbito en que……de forma
muy particular resulta aplicable el principio de proporcionalidad es
el de los derechos fundamentales. Así ….numerosas sentencias en
que se ha declarado que la desproporción entre el fin perseguido y
los medios empleados para conseguirlo puede dar un enjuiciamiento
desde la perspectiva constitucional cuando esa falta de proporción
implica un sacrificio excesivo e innecesario de los derechos que la
Constitución garantiza………..principio de proporcionalidad como
principio derivado del valor justicia……del principio de Estado de
Derecho……….del principio de interdicción de la arbitrariedad de
los poderes públicos (SSTC 6/1988 (RTC 1988,6) fundamento
jurídico 3. 50/95, fundamento jurídico 7º) o de la dignidad de la
persona (STC 160/1987, fundamento jurídico 6º), se ha aludido a
este principio en el contexto de la incidencia de la actuación de los
poderes públicos en el ámbito de concretos y determinados derechos
constitucionales de los ciudadanos….

• STS, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 6ª, de 16 de


mayo de 1990. F. 2º. La proporcionalidad marcará el límite entre
una actuación administrativa ajustada a la legalidad constitucional
y otra lesiva al mandato de los derechos fundamentales y las
42
libertades públicas: …….sometimiento de la actuación
administrativa a los fines que la justifican………y recoge la
necesidad de una armonía entre los medios utilizados y la finalidad
perseguida….

• STS, Sala de lo Contencioso Administrativo, de 30 de enero de 1989


(RJ 1989, 405) F. 5º La desviación de poder debe lesionar algunos
de los derechos fundamentales contenidos en la Sección I, Capítulo
II título I de la CE: ……la desviación de poder, para que pueda
apreciarse en este procedimientos ha de dirigirse de modo
indudable a privar a la recurrente de uno de los derechos
fundamentales, protegidos por la Constitución y por el cauce de la
LEY 62/78….

• STSJ de Castilla la Mancha, Sala de lo Contencioso Administrativo,


sección 2ª, 31 de octubre de 2004. Bajo ese concepto de desviación
de poder cabe incardinar los actos constitutivos de acoso moral.
…..el vicio de desviación de poder………supone la existencia de un
acto administrativo ajustado a sus requisitos extrínsecos de
legalidad, y que no obstante, esta afectado de invalidez por
contravenir, en su motivación interna, el sentido teleológico de la
actividad administrativa, que ha de orientarse siempre a la
promoción del interés público y a ineludibles principios de
moralidad……

• STS, Sala 1ª, 6 de mayo de 1994. F.4º (RJ1994, 3887), “El abuso
del derecho presupone la utilización de un derecho para satisfacer
un interés injusto, no protegido, que implique un uso anormal del
derecho, como así deduce de Sentencias como las de 12 de febrero
de 1970) “.

• STC de 14 de febrero de 2002. F.4º. (RTC 2002,37), “…..los


parámetros de objetividad, imparcialidad e independencia son los
que deben regir las decisiones de la Administración”

6.2. Dignidad de la persona: Art. 10 CE.

43
• STC 28 de febrero de 2004, F.3º: “.....las limitaciones que se
impongan en el disfrute de los derechos fundamentales no conlleven
un menosprecio para la estima que, en cuanto ser humano, merece
la persona...”; También STC de 27 de octubre del 2003. F. 7º

• STC, Pleno 27 de junio de 1990. F. 4º: “….Proyectada sobre los


derechos individuales, la regla del art. 10.1. CE implica que en
cuanto “valor espiritual y moral de la
persona”…….constituyendo…….un mínimum invulnerable que todo
estatuto jurídico debe asegurar, de modo que, sean unas u otras
limitaciones que se impongan en el disfrute de derechos
individuales, no conlleven menosprecio para la estima que, en
cuanto ser humano merece la persona….

• STC, Pleno, e 30 marzo de 2000, Fº 7º….la regla del art. 10.1 de la


CE implica que, en cuanto “valor espiritual y moral inherente a la
persona”…la dignidad ha de permanecer inalterada cualquiera que
sea la situación en que la persona se encuentre….

• STC. Sala 1ª, 29 de enero de 1992. F.5º Dignidad como límite a


otros derechos fundamentales….”ni la libertad de pensamiento, ni el
derecho de reunión y manifestación, comprenden la posibilidad de
ejercer sobre terceros una violencia moral de carácter
intimidatorio, porque ello es contrario a bienes constitucionalmente
protegidos como la dignidad de la persona y su derecho a la
integridad moral (artículo 10 y 15 de la Constitución), que han de
respetar no sólo los poderes públicos, sino también los ciudadanos
de acuerdo con los artículos 9 y 10 de la norma fundamental. Un
límite de cada derecho de respetar el derecho de los demás……..”

6.3. Principio de igualdad. Art. 14 CE.

44
• STC 18 octubre de 1993. F 4º…..garantiza a los ciudadanos una
situación jurídica de igualdad en el acceso a las funciones públicas,
con la consiguiente imposibilidad de establecer requisitos para
acceder a las mismas que tengan carácter discriminatorio…..otorga
un derecho de carácter puramente reaccional para impugnar ante
la justicia ordinaria y en último término ante este Tribunal, toda
norma o aplicación de una norma que quiebre la igualdad…. El
precepto actúa no sólo en el momento del acceso a la función
pública sino también durante la vigencia de la relación funcionarial

• STS Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 7ª 21 de


septiembre de 2004. F. 5º: :“Esta Sala ha valorado los rasgos
esenciales del contenido constitucional de los artículos 14 y 23.2 de
la CE (RCL 1978,2836) señalando:

El derecho fundamental reconocido en el artículo 23 CE es un


derecho de configuración legal correspondiendo a la Ley ordenar
los derechos y facultades que correspondan a los distintos cargos y
funciones públicas pasando aquellos, en virtud de su creación legal,
a quedar integrados n el status propio de cada cargo con la
consecuencia de que podrán sus titulares defender, al amparo del
articulo23.2 el ius in officium que consideren ilegítimamente
constreñido.

• STC de 3 de Agosto de 1983 (RTC 1983, 75) Derecho a la igualdad


en el ejercicio de funciones públicas:

Considerando Segundo (“…..El artículo 14 de la Constitución


configura el principio de igualdad ante la Ley como un derecho
subjetivo de los ciudadanos, evitando los privilegios y las
desigualdades discriminatorias entre aquellos, siempre que se
encuentren en las mismas situaciones de hecho, a las que debe
corresponder un tratamiento jurídico igual, ……..concesión de
derechos que eviten las desigualdades…….surgiría un tratamiento
diferenciado a causa de una conducta arbitraria o al menos no
45
debidamente justificada…….razonable proporcionalidad entre los
medios empleados y la finalidad perseguida…….diferenciar y tratar
desigualmente, siempre que su acuerdo no vaya contra los derechos
y libertades protegidos en los artículos 53.1 y 9.3. de la
Constitución……….

Considerando Tercero. “…la prohibición de discriminación


enunciada con carácter general en el artículo 13 de la CE y
concretamente en cuanto al acceso y a la permanencia en los cargos
y en las funciones públicas, en el artículo 23.2 de la CE, responde a
uno de los valores superiores que según la Constitución han de
inspirar el ordenamiento jurídico español, el valor de la igualdad
(art. 1.1.). El derecho a la igualdad tiene así un carácter general
que comprende a los servicios públicos y actúa, en el acceso a la
función pública y a lo largo de la duración de la relación
funcionarial, de modo que los ciudadanos no deben ser
discriminados para el empleo público o una vez incorporados a la
función pública….

6.4. Integridad física y moral. Art. 15.CE.

• STS 7 de febrero de 1962: integridad moral como derecho de la


personalidad “……La tutela del honor en la vía civil es amplia,
debiendo abrazar todas las manifestaciones del sentimiento de
estimación de la persona (honor civil, comercial, científico,
literario, artístico, profesional etc.) y otorgar al ofendido la
posibilidad no solo de poder accionar contra el ofensor…..sino
hacer cesar, si es posible el acto injurioso…se trata de la tutela de
la integridad moral, que es un derecho de l personalidad, la acción
civil encuentra buen fundamento, aunque se dirija tan sólo a obtener
el reconocimiento de la ilicitud del comportamiento el
ofensor……..con evidente menosprecio de la dignidad y del
honor……

46
• STC. Pleno de 14 de julio de 1994. F. 4º integridad moral como
derecho de la personalidad...mediante el derecho a la integridad
física y moral se protege la inviolabilidad de la persona, no solo
contra ataques dirigidos a lesionar su cuerpo o espíritu, sino
también contra toda clase de intervenciones en esos bienes que
carezcan del consentimiento de su titular….”; también STC de 16
de diciembre de 1996. F. 2º

• STS, Sala de lo Civil, de 22 de mayo de 1995. F. 2º. La zozobra


como sensación anímica de inquietud, pesadumbre, temor o
presagio de incertidumbre.

• STS de 11 de abril de 1995. F. 2º, Naturaleza antisocial de un daño


causado a un tercero. La actuación implica un uso anormal del
Derecho, un fin injusto: STS de 6 de mayo del 2004); Véase
referencias citadas sobre desviación de derecho, abuso de derecho y
acoso moral.

6.5. Derecho al honor. Art. 18 CE.

• STC. Sala 1ª, 14 de diciembre de 1992 (RTC 1992, 223) Significado


del concepto .……..resulta jurídicamente indeterminado…….Real
Academia…nos lleva del honor a la buena reputación……….la cual
–como la fama y aun la honra- consisten en la opinión que las
gentes tienen de una persona, ….el deshonor, la deshonra o la
difamación, lo infamante. El denominador común de todos los
ataques o intromisiones ilegitimas en el ámbito de protección de este
derecho es el desmerecimiento en la consideración ajena (art. 7.7.
LO 1/1982, como consecuencia de expresiones proferidas en
descrédito o menosprecio de alguien o que fueren tenidas en el
concepto público por afrentosa…..

47
• STS, Sala 4ª, de 1 de febrero de 1958. ….el honor es un concepto
difícil de expresar……mas que una idea es un concepto, es un
sentimiento, y deshonor puede hablarse en dos sentidos, en sentido
subjetivo, como la propia estimación y en sentido objetivo, como
buena reputación, como la estimación social de un grupo, por eso se
puede hablar de honor civil y del honor militar, del honor
profesional…….

• STC, Sala 2ª, de 13 de noviembre de 1989. F. 4º (RTC 1989,


185).......es un derecho respecto al cual las circunstancias concretas
en que se producen los hechos y las ideas dominantes que la
sociedad tiene sobre la valoración de aquél son especialmente
significativas para determinar si se ha producido o no lesión…….

• STC 3 de diciembre de 1992 (RTC 1992, 219) con remisión a la STC


de 14 de junio de 1983 (RTC 1983, 50) lesión contra el honor
“Como el respeto y reconocimiento de la dignidad personal que se
requiere para el libre desarrollo de la personalidad en la
convivencia social sin que pueda ser escarnecido o humillado ante
uno mismo y los demás.”

• STS, Sala 1ª, de 23de marzo de 1987. F. 7º……..estimación que cada


persona hace de sí misma, y el de la trascendencia o exterioridad,
integrado por el reconocimiento que los demás hacen de nuestra
dignidad. Por ello, el ataque y en su caso lesión al honor se
desenvuelven tanto en el marco interno de la propia intimidad e
incluso de la familiar, como en el externo del ambiente social por
ende profesional en que cada persona se desenvuelva…..

Todo ser humano posee como derecho de la personalidad el derecho


al honor individual que se integra por principios éticos y
estimaciones sociales, determinantes de su patrimonio espiritual que
no cabe lesionar por injusto y ajenos ataque que perjudiquen el
prestigio adquirido. Sentencia del Juzgado de 1ª instancia de
Madrid, de 22 de diciembre de 1984. Cdo. 1º y 2º.….el daño moral
48
está construido por los perjuicios que, sin afectar a las cosas
materiales susceptibles de ser tasadas, se refieren al patrimonio
espiritual, a los bienes inmateriales de la salud, l honor, la libertad
y otros análogos, …..el derecho al honor individual que se integra
por principios éticos y estimaciones sociales, determinantes de su
patrimonio espiritual que no cabe lesionar por injustos y ajenos
ataques que perjudiquen el prestigio adquirido…..

• STS, Sala 1ª, 17 de junio del 2004 (RJ 20004, 3617) .F. 2.
descalificaciones que pueda recibir un funcionario público por/yen
su trabajo ……en dicha carta se hace una clara descalificación
personal y profesional del demandante en el ámbito en que
desarrolla su vida y profesión……

• STC, Sala 1ª, 14 de diciembre de 1992 (RTC 1992, 223) , su F. 3.º


(Honor y trabajo) Razona que “ el trabajo para una mujer y el
hombre de nuestra época, representa el sector más importante y
significativo de su quehacer en la proyección al exterior, hacia los
demás e incluso en su aspecto interno es el factor predominante de
su realización personal”; Esa dimensión tiene como consecuencia
una relevancia jurídica n la protección del honor en el medio de
trabajo “……se incluye el prestigio profesional en el derecho al
honor…..podría incluso plantearse la vulneración del principio de
igualdad en la aplicación de la Ley (art.)….

• STS, Sala 1ª de 28 de febrero de 1994 (RJ 1995, 696), aun cuando


no infrinja precepto legal alguno, la antijuricidad del daño
profesional se deriva de la violación del alterum non laedere (no
perjudicar a nadie) del art. 1902 C.C. Dada la vis atractiva que
ejercen las normas administrativas sobre las civiles en el supuesto
en el supuesto de funcionario público agraviado, deberá reclamarse
ante la jurisdicción contencioso administrativa. Sentencias de 28 de

49
febrero, 9 y 14 de diciembre 1994 (RJ 1995, 686 y RJ 1994, 9433 y
10110) y 21 de octubre 1996 (RJ 1996, 8577).

Actuación de la Administración Pública: arts. 9.1 y 3 y 103.E. CE

• STC Pleno 11 de abril de 1985. F. 4º. Y STC. Pleno 17 de julio


1999. F. 3º. Obligación del cumplimiento de los derechos
fundamentales por la Administración:

Contenido funcional del puesto de trabajo: conjunto de


responsabilidad y funciones asignadas al mismo y cuya
configuración se lleva a cabo mediante las Relaciones de Puestos de
Trabajo (STS Sala 3ª 23 de septiembre de 2003. F. 4º,c)…. el
puesto……ha de garantizarse su contenido
objetivo…..protegiéndose con vigor y seguridad jurídica las
diferentes expectativas de los funcionarios públicos” ).

• STS, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección 6ª, de 16 de


mayo de 1990 F.2º (RJ 1990, 4167) ….y que la Administración esté
no sólo sometida a la Ley sino también al Derecho -art. 103.1 de la
Constitución…..Y si es claro que tales principios inspiran la norma
habilitante que atribuye una potestad a la Administración, esa
potestad ha de actuarse conforme a las exigencias de los
principios…..Uno de esos principios, reiteradamente invocado por
la jurisprudencia es el de la proporcionalidad…….106.1 de la
Constitución que al dibujar el control jurisdiccional de la
Administración alude al sometimiento de la actuación
administrativa a los fines que la justifican: aunque en ocasiones este
precepto se ha entendido como una alusión a la desviación de poder
su sentido es mucho más amplio y recoge la necesidad de una
armonía entre los medios utilizados y la finalidad perseguida…

• STC de 14 de febrero de 2002. F.4º. (RTC 2002,37), “…..los


parámetros de objetividad, imparcialidad e independencia son los
que deben regir las decisiones de la Administración”
50
6.8, Desviación de poder, abuso de derecho.

• STC de 14 de febrero de 2002. F.4º. (RTC 2002,37), “…..los


parámetros de objetividad, imparcialidad e independencia son los
que deben regir las decisiones de la Administración”

• Prueba de desviación de poder, mínimamente evidenciada. STS 25


de septiembre de 1995. F. 5º)…..siendo generalmente grave la
dificultad de la prueba directa, resulta perfectamente viable acudir
a las presunciones, que exigen unos datos completamente
acreditados ….con un enlace lógico acorde con el criterio
humano….derive la persecución de un fin no previsto en la norma.

• STS 25 de octubre de 1999, F. 2º (RJ 1999, 7686). Abuso de


derecho……el concepto de abuso de derecho….viene a significar,
según reiterada jurisprudencia, la desviación teleológica del
propósito inspirador de la norma, es decir un ánimo determinado de
conseguir otros fines diferentes a los marcados en la Ley, que son
siempre en el ámbito del derecho administrativo, los de promoción
del interés público, de tal modo que quien invoca esa causa de
invalidez es preciso que alegue y pruebe cuál es el móvil que
quiebra el actuar administrativo, distinto del perseguido por el
ordenamientos jurídico, capaz de destruir la presunción iuris tantum
de que la Administración ejerce sus potestades con arreglo a
derecho….

Además de los preceptos constitucionales infringidos por la parte


demandada, ha de tenerse en cuenta, que se han incumplido, la normativa
de legalidad ordinaria que se cita:

• Ley Orgánica 2/2007, de 19 de marzo, de reforma del Estatuto del


Estatuto de Autonomía de Andalucía.
51
• Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de marzo, por el que se aprueba el
Texto Refundo de la Ley General de Hacienda Pública de la Junta de
Andalucía (BOJA núm. 53 de 18 de marzo de 2010)

• .Ley 5/2009, de 28 de diciembre, del Presupuesto de la Comunidad


Autónoma de Andalucía para el año 2010.

• La Ley 7/2007 del Estatuto Básico del Empleado Público:


derechos de los funcionarios.

• Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las


Administraciones Públicas y del procedimiento Administrativo
Común

• Ley 62/2003, de 30 de diciembre de Medidas Fiscales,


Administrativas y del Orden Social (transposición de las Directivas
2000/43/CE del Consejo, de 29 de junio de 2000, relativa a la
aplicación del principio de igualdad de trato a las personas
independientemente de su origen racial o étnico y de la Directiva
2000/78/CE del Consejo , de 27 de noviembre de 200, relativa al
establecimiento de un marco general para la igualdad de trato en el
empleo y la ocupación): Art. 41 UNO (no ser discriminados para el
empleo ni una vez empleados); Art. 41.DOS. protección de la
dignidad del trabajador y frente a la discriminación. Art. 40.4. y 5.
41.1. y 2. Artículo 51. Derecho sustantivo de función Pública
(consideración debida a su dignidad,).

SÉPTIMO.- AMPARO QUE SE SOLICITA PARA


RESTABLECER LOS DERECHOS VULNERADOS.-
52
Por todo ello, entendemos que procede la admisión del presente
Recurso para la protección de los Derechos Fundamentales, a fin de que se
nos otorgue el amparo solicitado, declarándose vulnerados los artículos
10, 14, 15, 18, 24 y 27 y 37 de la CE y por extensión y en aplicación de la
Constitución Española de todos el colectivo de empleados públicos-
ciudadanos afectados y, en consecuencia, resuelva admitir el presente
Recurso, a fin de que una vez seguida la tramitación procesal
correspondiente, estime el mismo y la demanda que se formule, para la
protección de los derechos fundamentales de la persona y condene a la
Administración demandada por lesionar los derechos fundamentales de sus
“empleados públicos”, ordenando el pleno restablecimiento del régimen
jurídico constitucional vigente, y dejando en suspenso y sin efecto la
reordenación del sector publico aprobada y en vigor.

OCTAVO.- Nos reservamos las acciones que correspondan a fin de


proceder a reclamar las indemnizaciones, por los daños materiales y
morales que parte demandada nos haya podido causar, como empleado
público tanto a nivel individual como colectivo.

NOVENO. A este escrito de interposición de Recurso Contencioso-


administrativo no se acompañan de nuevo los documentos de la Asociación
Defiendo mi Derecho y la Gestión Pública, toda vez constan ya aportados
en el recurso 718/2010, Procedimiento derechos fundamentales Sección
Primera, Negociado M, acompañándose como documento 2 el acta donde
se adopta el acuerdo de presentación del presente recurso.

En consecuencia concurren los presupuestos necesarios para la


tramitación del presente recurso a través del procedimiento especial para la
protección de los derechos fundamentales, y en su defecto su acumulación
al proceso pendiente de interponer casación al Tribunal Supremo intima
conexión, complementa a los fundamentos ya esgrimidos en el proceso
anterior.

53
Por lo expuesto,

SUPLICO AL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE


ANDALUCÍA, SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
que tenga por presentado en forma este escrito, junto con los documentos
que se acompañan se sirva admitirlo y, en su virtud tenga por interpuesto,
en tiempo y forma, recurso Contencioso Administrativo POR EL
PROCEDIMIENTO ESPECIAL PARA LA PROTECCIÓN Y
TUTELA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DE LAS
PERSONAS contra la violación del ordenamiento jurídicos constitucional
por las medidas complementarias de reordenación del sector publico de
Andalucía, y solicitado amparo judicial para la defensa y protección de
mis derechos fundamentales y el de la totalidad de los empleados públicos
afectados, procediendo a su tramitación, de acuerdo con lo dispuesto en los
Art. 115 y ss. de la Ley de la Jurisdicción Contenciosa Administrativa, y o
bien Acuerde por su intima conexión su acumulación al recurso pendiente
de casación al Tribunal Supremo o y tras los trámites legales oportunos,
acuerde la prosecución del Procedimiento Especial para la Protección de
los Derechos Fundamentales de la persona, y demás actuaciones,
concediendo el plazo legalmente establecido para la formalización de la
demanda y acompañamiento de los documentos; dese traslado al Ministerio
Fiscal y demás partes demandadas; y, en su día dicte Sentencia, por la que
me otorgue, a nivel individual y a la Asociación el amparo solicitado,
declarándose vulnerado los artículos 10, 14, 15, 18, 23. 24 y 28 en relación
con el 37 de la Constitución Española, y en consecuencia, condene a la
Administración demandada a fin de:

1. Cese en la lesión de los derechos fundamentales de los “empleados


públicos” y concretamente de sus derechos fundamentales como
ciudadano y como trabajador, y concretamente de los artículos 10,
14, 15, 18, 23.2 y 28 en relación con el art. 37 de la CE con
indefensión, lesión del art. 24 de la misma.

54
2. Ordene a la Administración el pleno restablecimiento de los
derechos vulnerados y deje sin efecto las medidas urgentes en
materia de reordenación del sector público.

3. Se reconozca y repare los derechos a la dignidad profesional de todos


los servidores públicos afectados, tanto a nivel individual como en
su condición de parte integrante del colectivo profesional de
empleados públicos de la Junta de Andalucía, con el pleno respeto a
todos sus derechos consolidados y legalmente adquiridos, en virtud
de la superación de los correspondientes procesos selectivos de
concurrencia competitiva, de mérito y capacidad, que acredita su
solvencia y capacitación profesional para el desempeño, de acuerdo
con los principios de buena administración y de eficacia, en el
ejercicio de las funciones y competencias públicas.

4. Que se impongan las costas del presente procedimiento a


Administración demandada por alterar la paz social, y el orden
público, dada la conflictividad laboral creada quebrando, del
principio de buena fe de las relaciones laborales entre el Empleador
(Administración Pública) y Empleado (Servidor público)

Por ser todo ello de justicia que, respetuosamente, pido y espero en


Sevilla, 14 de diciembre de dos mil diez.-

OTROSIDIGO: Que, de acuerdo con el Art. 120 de la Ley de la


Jurisdicción Contencioso Administrativa, solicito el recibimiento del
presente procedimiento a prueba, en el momento procesal oportuno, a los
fines de acreditar los hechos objeto de recurso.

Que, con independencia de las demás pruebas que se propongan, y


de la inversión de la carga de la prueba, a los efectos probatorios oportunos,
se dejan citados los datos obrantes en las Dependencias administrativas de
la Junta de Andalucía respecto a los datos administrativos que inciden en el

55
presente recurso, y sirven de fundamento para el dictado del Decreto Ley,
aquí, impugnado.

SUPLICO AL JUZGADO DE LO CONTENCIOSO


ADMINISTRATIVO: Que, tenga por hechas las anteriores
manifestaciones y peticiones, por ser de justicia, que, respetuosamente,
pido y espero en el lugar y fecha indicados.

OTROSI DIGO: Que, como quiera que la lesión de los derechos


fundamentales de los empleados públicos, produce una grave indefensión a
todos los afectados y un perjuicio irreparable a nuestros derechos
fundamentales y al interés general de los andaluces y ciudadanos por
afectar a la Administración de Andalucía, causando daños y perjuicios de
difícil o imposible reparación, con indefensión y conculcando la
Constitución española y el Estatuto de Autonomía de Andalucía y el
conjunto del ordenamiento jurídico vigente.

SUPLICO. Que acuerde la suspensión cautelar de la reordenación


del sector publico de Andalucía hasta que se resuelva el presente recurso,
al amparo de los dispuesto en el art. 129.2 de la Ley Reguladora de la
Jurisdicción Contencioso- Administrativa o hasta que el Tribunal
Constitucional se pronuncia sobre el fondo del recurso de
inconstitucionalidad interpuesto numera 7686-2010 (BOE martes 7-12-
2010, numero 297, pagina 101596)

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