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LA FISCALIDAD EN LA EMPRESA

1. LOS TRIBUTOS

Al igual que los ciudadanos, las empresas también utilizan, las empresas también utilizan los bienes y
servicios públicos (infraestructura de transporte, redes de suministro de agua, energía, saneamiento, etc.), se
benefician de la investigación y desarrollo públicos, utilizan las ayudas y subvenciones del Estado, etc. Todo
ello justifica que las empresas, junto con los ciudadanos, contribuyan a la financiación de esos bienes y
servicios mediante el pago de tributos.

Los tributos son pagos obligatorios que hacen los contribuyentes al Estado, a las comunidades autónomas o
a los ayuntamientos, y constituyen la principal fuente de ingresos del sector público.
Los tributos se clasifican en tres grandes apartados: impuestos, tasas y contribuciones especiales.
- Impuestos. Son pagos exigidos por las administraciones públicas sin que haya una contraprestación
directa para el contribuyente, es decir, no hay un destino concreto para ese dinero. Cuantitativamente,
los impuestos son la figura más importante, ya que representan más de la mitad de los ingresos
públicos. Dentro de los impuestos hay que distinguir dos tipos:
 Impuestos directos. Gravan la renta o la riqueza de las personas y empresas en función de sus
circunstancias económicas y familiares; permiten, por tanto, que quienes ganan más dinero
paguen más que quienes tienen menos ingresos. Los más importantes son:
a) Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)
b) Impuesto sobre sociedades (IS). Recae sobre los beneficios que obtienen las empresas
(sociedades).
c) Impuesto sobre Actividades Económicas
 Impuestos indirectos. Gravan hechos concretos como el consumo, independientemente de la
identidad y de las circunstancias concretas de la persona que los realiza. Los paga todo el mundo
por igual, se gane o se tenga más o menos dinero. El principal es el impuesto sobre el valor
añadido (IVA), que pagamos cada vez que compramos un producto o contratamos un servicio.
También están los impuestos especiales, que se pagan por consumir determinados productos,
como el alcohol, el tabaco o la gasolina. Un impuesto indirecto que afecta de manera importante
a las empresas es el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos
Documentados que se paga, por ejemplo, al utilizar una letra de cambio.
- Tasas. Son tributos que se pagan por el uso de un bien o servicio ofrecido por la Administración. Se
pagan tasas por la recogida de basura o alcantarillado, por el permiso de conducir, tasas académicas,
etc.
- Contribuciones especiales. Son tributos que pagan quienes se benefician de una obra o servicio
público como, por ejemplo, la pavimentación de una calle o la construcción de una acera, que beneficia
especialmente a los vecinos que la habitan.

2. ELEMENTOS BÁSICOS DE LOS IMPUESTOS

Los elementos que definen los tributos son básicamente los siguientes:
- Hecho imponible. Es la acción que origina el nacimiento de la obligación tributaria. Comprar un
producto, ingresar un salario, etc., constituyen ejemplos de hechos imponibles.
- Base imponible. Es la cuantificación económica del hecho imponible según la regulación establecida
para cada tributo. Por ejemplo, en el IRPF la base imponible está constituida por la renta global del
contribuyente, que se obtiene sumando los ingresos que recibe por todos los conceptos y restando los
gastos necesarios para obtenerlos.
- Base liquidable. Es la cantidad que resulta después de restar a la base imponible las reducciones que
estén previstas en la normativa de cada tributo. Si éstas no existen, la base liquidable coincide con la
base imponible.
- Tipo impositivo. También denominado tipo de gravamen, es un porcentaje que se aplica a la base
liquidable para obtener la cuota tributaria.
- Cuota tributaria. Se obtiene como resultado de aplicar el tipo impositivo a la base liquidable.
- Cuota líquida o deuda tributaria. Es la cantidad que se debe pagar a la Administración pública
correspondiente; resulta de sumar o restar, en su caso, a la cuota tributaria, los recargos y deducciones
establecidos por la norma del tributo (si los hubiera).

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- Cuota diferencial. En algunos impuestos como el IRPF, a la cuota líquida habrá que restar las
retenciones e ingresos a cuenta para obtener la cuota diferencial, cuyo resultado puede ser positivo (en
cuyo caso habrá que pagar a Hacienda), o negativo (Hacienda deberá devolver).
- Contribuyente. Es la persona física o jurídica sobre la que recae el impuesto.
- Sujeto pasivo. Es la persona natural o jurídica que según la ley queda obligada a cumplir las
prestaciones tributarias y las obligaciones materiales o formales. Esta figura puede coincidir con la
figura del contribuyente, como sucede en el IRPF o no, como en el IVA, donde el contribuyente es el
consumidor final pero el sujeto pasivo es la empresa o profesional que realiza la entrega de bienes o
prestación de servicios.
- Periodo impositivo. Es el plazo de tiempo que se corresponde con la liquidación del impuesto. En el
IRPF o IS, este periodo coincide con el año natural.

3. IRPF

El IRPF es un impuesto directo, personal y progresivo que grava la renta que obtienen las personas físicas.
Se trata de un impuesto directo, ya que las rentas percibidas por cada persona constituyen una manifestación
de su nivel económico y, por tanto, de su capacidad contributiva. Es progresivo porque el tipo de gravamen
aumenta a medida que aumenta la base liquidable sobre la que se aplica, y es personal porque tiene en
cuenta las circunstancias personales o familiares del contribuyente. Lo establece el Estado en todo su
territorio y está cedido, en parte, a las comunidades autónomas.

Los elementos constitutivos del impuesto son:


- El sujeto pasivo y el contribuyente son la misma persona, es decir, las personas físicas que
obtienen rentas.
- Hecho imponible. Está constituido por la obtención de renta por parte de una persona física durante el
periodo. Estas rentas pueden proceder de:
 Los rendimientos del trabajo por cuenta ajena (salarios).
 Los rendimientos del capital inmobiliario (alquileres de inmuebles).
 Los rendimientos del capital mobiliario (intereses bancarios, dividendos).
 Los rendimientos de actividades económicas (rendimientos del empresario individual o del
ejercicio profesional por cuenta propia).
 Las pérdidas y ganancias patrimoniales experimentadas en el periodo.
- Base imponible. Es la suma de rendimientos netos, es decir, una vez deducidos de estos rendimientos
los gastos necesarios para su obtención.
- Base liquidable = base imponible –  una serie de reducciones.
- Cuota tributaria = base liquidable * tipo de gravamen (tarifa progresiva).
- Deuda tributaria = cuota tributaria – deducciones (por hijos, compra o rehabilitación de vivienda,
etc.)
- Cuota diferencial = deuda tributaria – retenciones y pagos a cuenta.

Si la diferencia es positiva, corresponde pagar a Hacienda la diferencia. Si la diferencia es negativa,


corresponde que Hacienda devuelva la diferencia.

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Periodo impositivo y liquidación. Año natural, con retenciones y pagos a cuenta. Es el contribuyente/sujeto
pasivo quién está obligado a presentar la declaración-liquidación.
 
Para el cálculo de los rendimientos de las actividades económicas del empresario individual, existen dos
sistemas, que de forma resumida son:
- Estimación directa simplificada. El beneficio o rendimiento de la actividad o negocio se obtiene
como diferencia entre sus ingresos y sus gastos anuales. Este sistema obliga a llevar los libros
contables correspondientes.
- Estimación objetiva. Es un sistema pensado para simplificar la declaración del impuesto, ya que la
determinación de los rendimientos se hace a partir de una serie de signos, índices o módulos que se
supone son indicativos del volumen del negocio. Si se acoge a este sistema, el empresario no declarará
el beneficio realmente obtenido, sino una estimación de ese beneficio. Los indicadores del rendimiento
aproximado del negocio pueden ser el nº de trabajadores, superficie del local, consumo de energía, etc.
Este sistema no obliga a llevar ningún registro a efectos de IRPF, ya que no tiene en cuenta ni los
ingresos ni los gastos producidos.

4. IMPUESTO DE SOCIEDADES

Se trata de un impuesto directo y personal que grava la renta obtenida por las sociedades mercantiles y otras
entidades colectivas. Es un impuesto proporcional, porque se obtiene aplicando un tanto por ciento fijo
sobre la base imponible.

Los elementos constitutivos del impuesto son:


- El sujeto pasivo y el contribuyente son la misma persona, esto es, las sociedades mercantiles, ya sean
anónimas, limitadas, laborales, cooperativas, etc.
- Hecho imponible. Es la obtención de beneficios por parte de las sociedades.
- Base imponible. La base imponible se deriva de los rendimientos netos obtenidos por la empresa en
un determinado periodo (resultado antes de impuestos de la cuenta de pérdidas y ganancias). Estos
rendimientos se obtienen de la diferencia entre los ingresos y los gastos del ejercicio económico, a los
que habrá que añadir los incrementos o disminuciones patrimoniales del periodo.

Si la base imponible resulta negativa (pérdidas), su importe podrá ser compensado dentro de los cinco
ejercicios siguientes, es decir, la empresa podrá descontar sus pérdidas actuales de la base imponible de los
próximos ejercicios económicos.
- Cuota tributaria = base imponible * tipo impositivo. El tipo impositivo es un porcentaje fijo que con
carácter general es del 30%. Sin embargo, si se trata de una PYME con una facturación inferior a 8
millones de euros se le aplica un tipo impositivo del 25% a los primeros 120.000 € de la base
imponible y un 30 % al resto.
- Deuda tributaria. Se obtiene restando de la cuota tributaria las deducciones y bonificaciones  que la
normativa establezca cada año, las cuales se establecen con la finalidad de favorecer las inversiones de
la empresa en la creación de empleo, inversiones en el exterior, etc. o para proteger determinadas
actividades de interés social o cultural, como la exportación de libros o productos cinematográficos,
etc.
- Cuota diferencial. Se obtiene como resultado de restar a la deuda tributaria las retenciones y pagos a
cuenta, y debe ingresarse en Hacienda, si es positiva, la diferencia.
- Periodo impositivo y liquidación. Año natural, con pagos a cuenta. Una vez aprobado el balance del
ejercicio (dentro de los seis meses siguientes a la finalización del año), la empresa debe presentar la
declaración-liquidación en los veinticinco días siguientes a esa aprobación.

EJEMPLO:
Una empresa de conservas ha tenido los siguientes ingresos y gastos durante el ejercicio económico:
- Venta de mercaderías 95.000 €
- Compras de mercaderías (coste de las ventas) 38.000 €
- Sueldos y salarios 22.500 €
- Gastos financieros 2.500 €
- Ingresos financieros 1.200

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- Beneficios del inmovilizado material (venta de un local) 10.000 €

Calcula el resultado del ejercicio (antes de impuestos), el importe del impuesto a pagar y el resultado del
ejercicio neto, es decir, después de impuestos.
- Ingresos = ventas + ingresos financieros + venta local = 95.000 + 1.200 + 10.000 = 106.200 €
- Gastos = compras + sueldos + gastos financieros = 38.000 + 22.500 + 2.500 = 63.000 €
- Bº antes de impuestos = Ingresos – Gastos = 106.200 – 63.000 = 43.200 €
- Impuesto a pagar = 0´3 * 43.200 = 12.960 €
- Resultado neto del ejercicio = 43.200 – 12.960 = 30.240 €

5. IMPUESTO SOBRE LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS

El IAE es un impuesto directo, cuyo hecho imponible está constituido por el ejercicio de cualquier tipo de
actividad empresarial, profesional o artística. No se consideran tales las actividades agrícolas, las ganaderas
dependientes, las forestales y las pesqueras.

Es un impuesto de gestión compartida entre administraciones y que recaudan los ayuntamientos. Sus
principales elementos son:
- Son sujetos pasivos del IAE las personas físicas o jurídicas que realicen en territorio nacional
cualquiera de las actividades que originan el hecho imponible. Hay que destacar que no tienen que
pagar este impuesto las empresas cuya cifra anual de negocios sea inferior a 1 millón de euros.
También están exentas del pago del impuesto las administraciones y organismos públicos, las
fundaciones benéficas y las asociaciones sin ánimo de lucro, así como las empresas que inicien su
actividad en territorio español durante los dos primeros periodos impositivos.
- Cuota tributaria. Para calcular la cantidad que se debe pagar existen unas tarifas para cada una de las
actividades económicas tipificadas en el impuesto. Estas tarifas contemplan tres tipos de cuotas:
municipal, provincial y nacional, dependiendo del ámbito territorial en el que se vaya a desarrollar la
actividad. Cada actividad tiene asignada una cuota mínima sobre la que los ayuntamientos aplican
unos coeficientes correctores (recargos provinciales) en función de la superficie de los locales, nº de
habitantes del municipio, situación del local, etc. y que suponen incrementos de cuota. A su vez, cada
ayuntamiento puede establecer bonificaciones en el pago del impuesto para aquellas actividades que se
quieran favorecer (creación de empleo en la zona, mejora del medio ambiente, etc.). Existen también
bonificaciones del 50% por el ejercicio de actividad empresarial durante los cinco años siguientes a los
dos en que la actividad estuvo exenta.
- Periodo impositivo. Coincide con el año natural.

6. IMPUESTO SOBRE EL VALOR AÑADIDO

El IVA es un impuesto indirecto que grava el consumo de bienes y servicios. Sus principales elementos son
los siguientes:
- El sujeto pasivo lo constituyen las empresas y los profesionales que ingresan a Hacienda lo que han
recaudado mientras que el contribuyente es el consumidor final pues es quién soporta la carga del
impuesto.
- Hecho imponible. Este elemento está constituido por el acto de compra de bienes o de prestación de
servicios.
- Base imponible. Es el total de la contraprestación de las operaciones que están sujetas al impuesto
incluyendo los gastos de comisiones, envases, transportes y embalajes.
- Tipo impositivo. Es diferente según el tipo de artículo del que se trate, es decir, si es de primera
necesidad, de consumo ordinario o de lujo. Actualmente hay tres tipos:
Hay ciertas actividades que se encuentran exentas del pago del IVA como son la sanidad, la educación,
los seguros, etc.
 Tipo general del 21% (desde el 1 de septiembre de 2012, antes era del 18%). Es el tipo que se
aplica por defecto cuando no resulta aplicable ninguno de los otros tipos.
 Tipo reducido del 10% (desde el 1 de septiembre de 2012, antes era del 8%). Se aplica a los
alimentos en general, transporte de viajeros, hostelería y restauración,…

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 Tipo superreducido del 4%. Se aplica a artículos de primera necesidad como las verduras, la
leche, el pan, la fruta, los medicamentos, libros, etc. No ha sido modificado.
- Cuota tributaria. Es el producto de la base imponible por el tipo impositivo.

La recaudación del IVA es algo compleja y pasa por todas las fases del proceso de producción, desde la
adquisición de las materias primas hasta la venta del producto del consumidor final, gravándose en cada fase
el valor que se añade al producto: de ahí el nombre de impuesto sobre el valor añadido.

El funcionamiento del impuesto es el siguiente:

IVA repercutido – IVA soportado = IVA a ingresar o IVA a devolver


(cuando se vende) (cuando se compra) = (a Hacienda) (por parte de Hacienda)

EJEMPLO: EL MECANISMO DE RECAUDACIÓN DEL IVA

Veamos un ejemplo de recaudación del IVA. La producción de un bien como las conservas vegetales consta
de varias fases que resumiremos en dos; la producción agrícola, y la transformación de la fábrica de
conservas y su distribución y venta al consumidor final. En este proceso participan, por tanto, dos empresas
diferentes: el agricultor y el fabricante que produce y comercializa el producto.

Supongamos que el agricultor vende materias primas al fabricante por un valor de 100.000 €. El fabricante,
como adquiere bienes, está sujeto al IVA (tipo 7%), por lo que deberá pagar al agricultor 107.000 €.

El fabricante transforma las materias primas y vende su producción directamente a los consumidores,
supongamos que por 150.000 €. Es decir, añade un valor de 50.000 €, ya que las materias primas valían
100.000. Los consumidores pagarán al fabricante 150.000 €, más el 7% de IVA, es decir, 160.500 €, de los
cuales 150.000 son para el fabricante y 10.500 para Hacienda.

Pero de los 10.500 € de IVA que recibe el fabricante, él ya pagó al agricultor 7.000; en efecto, si el valor
añadido por el fabricante fue de 50.000 €, el 7% de 50.000 son 3.500 €, y los otros 7.000 corresponden al
valor que añadió el agricultor.

La liquidación del impuesto con Hacienda se realiza trimestralmente. Suponiendo que estas operaciones se
han realizado en el primer trimestre del año, en abril cada empresa ajustará sus cuentas con Hacienda.
Dicha liquidación se plantea como ajuste o diferencia entre todos los IVA soportados (al comprar) y los
repercutidos (al vender) durante el periodo.

El agricultor tendrá una factura de venta de materias primas por valor de 100.000 €, por las que repercutió
al fabricante un IVA de 7.000 €, que ahora debe ingresar en Hacienda. A su vez, el fabricante tendrá dos
facturas:
1. Venta de 150.000 €, en la que repercutió a los clientes un IVA de 10.500 €.
2. Una compra de materias primas por la que soportó un IVA de 7.000 €.

La diferencia que deberá ingresar en Hacienda es, por tanto, de 3.500 €.


En consecuencia, Hacienda ingresa el IVA que corresponde al valor final del producto, aunque lo recauda a
través de dos empresas:
- El agricultor ingresa 7.000 €
- El fabricante ingresa 3.500 €
- Total recaudado por Hacienda 10.500 €

El total recaudado por Hacienda coincide con el 7% sobre los 150.000 € que constituyen el valor final de la
producción. Como vemos, el IVA es neutral para la empresa, ya que en tanto no es consumidora final de los
bienes que adquiere, no tiene que soportar el impuesto, y se limita a recaudar para Hacienda, por lo que el
único que soporta el impuesto es el consumidor final.

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