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Agricultores de Cusco se han visto afectados por una serie de desastres naturales, al punto que
están perdiendo entre el 70% y el 80% de su producción a causa de las heladas. El día de hoy , han
iniciado un paro que ha sido convocado por productores agrarios y la Junta de Usuarios de Agua
Cusco con el respaldo de la Federación Departamental de Campesinos Cusco, mercados y gremios
sindicales.Se pide al Estado peruano que declare en Emergencia el agro y se apliquen medidas
para apoyarlo en la región, ya que es la única fuente de ingreso para los productores. Según han
informado las páginas locales como Radio Quillabamba, los transportistas decidieron suspender su
servicio, debido al paro regional de 48 horas que acatan desde hoy cientos de campesinos en toda
la región Cusco.Otras demandas son la asignación de mayores recursos para el sector, la no
privatización de recursos naturales y la revisión de importantes concesiones otorgadas en años
anteriores, así como transferencias de las competencias del seguro agrario, han referido los
medios locales. Wayka, por su parte informó que se han presentado bloqueos de las
carreteras en Paucartambo, Calca, Valle Sagrado, además de puentes, quema de llantas como las
medidas del paro agrario para hacer escuchar sus demandas.Hace unas semanas un grupo de
agricultores llegó a Lima para reunirse con representantes del Ministerio de agricultura, la Red
Muqui dio a conocer que «el Estado ha destinado solo 107 mil soles para paliar los efectos de las
heladas y sequías; que en toda la región tuvo una pérdida de más de 13 mil hectáreas de
producción. Un presupuesto que sería lo equivalente a 7 u 8 soles por hectárea, ni siquiera lo que
vale un jornal.Para remediar los daños se necesitarían por lo mínimo 1 millón 500 mil soles; “esa
es la base para que de alguna manera podamos remediar la agricultura en toda la región”,
destaca Saúl Mamani, vocero de la delegación de la FARTAC, quien dio declaraciones al colectivo
La empresa Arvo Corporación expresó su preocupación por el poco respeto de las fajas marginales,
actualmente inexistentes, en casi todos los ríos del Perú. Dijo que la alteración de los cauces
naturales ocasionaría, en el corto o mediano plazo, desastres naturales que se pueden prevenir.En
ese sentido, invocó a las autoridades a verificar y revisar los hitos de las fajas marginales en los
diferentes ríos de nuestro país y, a la misma vez, solicitó la intervención del Ministerio Público
para la fiscalización e impedir la construcción de viviendas en los cauces fluviales.También dijo que
se debe modelar la gestión de todos los ríos con obras y proyectos que permitan controlar el curso
del agua y no al revés, resaltando el enfoque de prevención. “Se debe promover una serie de
obras de encausamientos, gaviones, drenes y defensa ribereñas, entre otras. Estas propuestas las
realizamos para el río Huaycoloro y el río Rímac”, afirmó Marco Antonio Núñez del Prado, gerente
general de Arvo Corporación.Al ser consultado sobre el actual comportamiento del río Vilcanota,
específicamente en la zona donde se ubica el Santuario Histórico de Machu Picchu, Núñez del
Prado dijo haberse reunido esta semana en Cusco con algunos alcaldes e instituciones que tienen
estas competencias y responsabilidades, expresando su preocupación por este tema que amerita
ser atendido en el menor tiempo posible. Agregó que en la ciudad del Cusco también es necesario
analizar las zonas inundables en las jurisdicciones de Raqchi, San Pedro y San Pablo, para lo cual
“estamos realizando coordinaciones con el Instituto de Manejo del Agua (IMA) y desarrollar un
trabajo coordinado”.
Huaicos y deslizamientos a causa de intensas lluvias en Cusco
En principio tenemos a dos personajes El `yo’ (narrador) que es la persona que tiene aventuras
junto con Platero que es su burro y mejor compañero. Describe a él Yo como una persona que
tiene una barba nazarena y un sombrero. Él vive todas sus aventuras con Platero.
Durante toda la obra nos cuenta bastantes anécdotas alrededor de un año. Nos cuenta que
cuando va paseando con Platero los niños le gritan Loco, pero sabe que todos quieren a Platero.
Nos cuenta que los niños pasean encima de Platero y siempre el los asusta de manera que hiciera
como que va
a empezar a galopar y solo está jugando, nos dice como hay una niña que adora a Platero y
siempre está pendiente de él. Nos habla del doctor, yo diría veterinario de Platero.
El narrador le cuenta todo a Platero, desde lo que hace a diario como sus más profundos
sentimientos, en el libro utiliza bastante descripción acerca de todo lo que ven platero y el
narrador, plasma en forma escrita todo lo que piensa y se imagina.
Da una descripción muy detallada acerca del paso del tiempo y de las estaciones, como se ve
cuando hay tormenta y que hacen mientras
pasa. Nos habla del carnaval y de cómo Platero y él no se hayan en el carnaval. Nos cuenta como
se hacen pasar Platero y El por Reyes Magos y los niños duermen felices al verlos.
También me da mucha tristeza porque habla de varios personajes que de una manera u otra
influyeron en la realización de este libro, habla del Perro con sarna, del Pájaro que canta, de las
golondrinas, de la Novia de Platero, de una perra que siempre juega con él, de un niño tonto Nos
habla también de cómo fueron apagándose las vidas de cada uno de estos.
El final es muy triste porque muere Platero y el narrador se queda solo y pues extraña mucho la
compañía de su fiel Platero, nos dice cómo y dónde enterraron a Platero tal y como lo había
descrito mucho antes el mismo narrador, espera que Platero este feliz en el cielo de los animales si
es que existe y que nunca lo olvide.
La driva
Al principio de este cuento, Paulino, el protagonista, pisa una serpiente venenosa que le da una
mordedura en el pie. A causa de este incidente, Paulino inicia una serie de acciones que termina
en un viaje por el río Paraná hacia un pueblo vecino donde espera que le salven la vida. Sin
embargo, todos los esfuerzos del protagonista resultan inútiles y Paulino muere en su canoa
flotando río abajo. La frase "a la deriva" se aplica a una embarcación que va sin dirección, a
merced de las corrientes y las olas, tal como la canoa de Paulino al fin del cuento. El título señala
la impotencia del ser humano frente al poder inconsciente de la naturaleza. Para comprobar la
validez de esta tesis, veamos cómo el texto presenta los remedios que Paulino prueba para
contrarrestar los efectos mortalesdeesteencuentroconlanaturaleza. Inmediatamente después de
la mordedura, Paulino toma dos medidas perfectamente comprensibles.
El hombre echó una ojeada a su pie, done dos gotitas de sangre engrosaban dificultosamente, y
sacó el machete de la cintura. La víbora vio la amenaza y hundió más la cabeza en el centro mismo
de su espiral; pero el machete cayó como de lomo, dislocándole las vértebras. (92)El hombre se
bajó hasta la mordedura, quitó las gotitas de sangre, y durante un instante contempló...
Apresuradamente ligó el tobillo con su pañuelo, y siguió por la picada hacia su rancho. (92)Matar
la víbora es la reacción normal de un hombre en estas circunstancias; sin embargo, es también una
acción inútil. La serpiente ya lo ha mordido y el matarla ahora no puede cambiar nada. También
es normal y lógico vendar la herida y tratar de impedir que el veneno invada todo el cuerpo. No
obstante, este esfuerzo es igualmente vano ya que poco después, sobre "la honda ligadura del
pañuelo, la carne desbordaba como una monstruosa morcilla." (92) Paulino ha hecho todo lo que
cualquiera hubiera hecho en tales circunstancias, pero sus esfuerzos no le sirven de nada.
Al llegar a casa, Paulino intenta llamar a su esposa, pero apenas puede porque, a causa del
veneno, tiene la "garganta reseca" y una sed que "lo devora[ba]." (93) Por fin consigue pedirle
caña y traga "uno tras otro dos vasos" sin resultado, porque no siente "nada en la garganta." (93)
Bajo los efectos iniciales del veneno el hombre es incapaz de saborear la caña y de apagar la sed
que lo tortura.
Es entonces que Paulino decide que el mejor remedio es echar su canoa al río y emprender el
largo viaje al pueblo vecino. Poco después de llegar al medio del río, las manos le fallan y él se da
cuenta de que necesita ayuda para llegar al pueblo. Consigue atracar la canoa cera de la casa de
su compadre Alves y empieza a llamarlo. Cuando Alves no responde, el lector se queda con la
duda de por qué será. Sin embargo, podemos recordar que Paulino dijo que "hacía mucho tiempo
que estaban disgustados" (95) y podemos concluir que esta capacidad esencialmente humana de
enemistarse con los demás explica el fracaso de su esfuerzo.
Ya casi vencido, Paulino vuelve al río. El paisaje que rodea la canoa y a su pasajero deja la
impresión de una belleza poderosa y eterna, como vemos en el siguiente pasaje.
El Paraná corre allí en el fondo de una inmensa hoya, cuyas paredes, altas de cien metros,
encajonan fúnebremente el río. Desde las orillas bordeadas de negros bloques de basalto
asciende el bosque, negro también. Adelante, a los costados, detrás, siempre la eterna muralla
lúgubre, en cuyo fondo el río arremolinado se precipita en incesantes borbollones de agua
fangosa. (95)
Pero el texto nos recuerda en seguida de la amenaza escondida detrás de esta belleza: "El
paisaje es agresivo, y reina en él un silencio de muerte." (95) La tarde y las fuerzas del hombre se
acaban simultáneamente. El hombre moribundo se pone cada vez más débil: su "sombría energía"
gradualmente se transforma en "manos dormidas" y el hombre, ya "exhausto," se reduce a un
bulto sin fuerzas "tendido de pecho" en la canoa. (94-95) En contraste, la naturaleza empieza s
lucir colores dorados, triunfantes: "El cielo, al Poniente, se abría ahora en pantalla de oro y el río
se había coloreado también." (96)
En el contexto de esta "majestad única" y poder sempiterno, las alucinaciones que ahora tiene
Paulino sirven para destacar, otra vez, la impotencia de la condición humana. El hombre ha
empezado a sentirse mejor y con este bienestar viene "una somnolencia llena de recuerdos." (96)
Piensa en su ex-patrón Dougald y en el tiempo exacto que hace que no lo ve.